0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos) 658 vistas29 páginasAraujo-El Tratamiento
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nN a) comfama
RODANTES
Sie nits es
Helena Araujo
ASR aN
d by CamScanner© 2022 Herederas de Helena Araijo
© 2022. Comfama
© {ctro de Medellin
Consejo David Escobar Arango
Editorial Tomis Andrés El Es
Juan Luis Mejfa Arango
Sergio Oswaldo Restrepo Jaramillo
Jaime Andrés Ortiz Rueda
‘Adriana Maria Sanchez Sinchez
Sarita Pérez Henao,
Paula Restrepo Duque
Perla Toro Castafio
Juan Diego Mejia Mejia
Juan Manuel Restrepo Cadavid
Correccién Catalina Trujillo Urrego
de estilo
Hlustracién Estudio Agite
caritula
Disefioe — MultigrificasS. A. S.
impresién Primera edicién: agosto de 2022
ISBN: 978-958-5557-81-9
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Comfama
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fotoquimico, magnético, electro-dptico, o Por cualquier otro. Medio actual o futuro.
Powered by (9 CamScannerEl tratamiento
Tenta los ojos abiertos.
Por primera vez no habia sonado nada.
Ana Marfa Matute, Primera memoria (1960)
éQué hacer? ¢Qué hacer? {Qué hacer? La pregunta le lle-
ga de los limbos del suefio y la pesadilla. La pregunta rue-
da y rebota en lo oscuro acechandola, acos4ndola mien-
tras la enfermera de siempre descorre las cortinas, abre los
postigos y le presenta la bandeja de siempre con el café de
siempre, las tostadas de siempre y las pastillas de siempre.
Qué hacer? El primer sorbo candente que se acerca a los
| labios, le arde como la idea quese le viene en seguida: ayu-
| da, pedir ayuda. Ella, Nora, estd cada dfa mds ansiosa, mas
asustada. Est sola, claro, muy sola: necesita ayuda. Pero
équién puede ayudarla? Tal vez gente de la familia. ¢Por
qué no escribir una carta? Escribir, eso es, escribir.
E PALABRAS RODANTES =, Sk
Powered by 3 CamScanner32
‘Toda esa mafiana la pasa escribiendo, Cartas para
Ernesto, para su tia y sus hermanas. Alguien tendr4
contestarlas, gcierto? A la hora del almuerzo, Nora s
entrega ala enfermera con una propina,
al correo. Y desde entonces, bendito sea
que
e las
para que las eche
Dios, a pesar del
Susto en que vive, principia a tener esperanza. Asi,
espe-
rando las cartas,
se siente.menos asustada. Tan mejor se
que decide hacer trampa con el trata-
éPor qué no suprimir tanta pastilla? Cuando se
las entregan con las comidas, finge tragarlas,
las bota en el inodoro,
siente, carambas,
miento.
pero luego
Los dias, sin embargo, siguen pasando despacio. Por
las mafianas se quedaen su pieza, haciéndose la que dibu-
ja, como si la mano no le temblara, como si tuviera buen
pulso, como si pudiera concentrarse. iBah! Lo cierto es
que no piensa sino en salir. "Tan pronto almuerza toma’
el autobtis hacia’ el pueblo. Alli, en la plaza de siempre,
ante la iglesia de siempre, con los mismos paisanos, los
mismos turistas y los mismos guardias civiles, camina de
aqui para all y de alld para aca, recorriendo la nica ram-
blay diciéndose que debe actuar de algun modo, afrontar
la situacién,
éCémo huir de esa clinica? éCémo evadirse? Porque
de eso se trata, de escapar, si, sf, sf, de marcharse cuanto
antes, huir, Virgen santa, si el plazo se agota y la sema-
na que viene otra vez van a aplicarle esa... ¢Cémo-evi-
tarlo? Pero no. Para entonces alguien habri tespondido
a sus cartas, Alguien habr4 contactado al famoso Puig y
PALABRAS RODANTES
Powered by 3 CamScannerordenado suspender el tal tratamiento. Suspenderlo, sf.
Alguien lamaré y tomar su defensa, tomaré su defensa
imponiéndose, claro. En ausencia de sus padres, Ernes-
tia, s
to. us herman
s, alguien, Alguien respalddndola.
Porque la respaldan, seguro. La respaldarén. Tomaran su
detensa
ni siquiera imaginan, caramba, engafiados por Puig y cre-
yendo que se trata de una cura terapéutica. {Luego no se
vino ella misma creyéndolo? Fue un engafio, una trampa.
Sino lo han hecho atin es porque no saben nada;
Pero tan pronto en su casa reciban las cartas, tan pronto
se enteren de... ¢Y si las cartas demoran? ¢Si no llegan a
tiempo? Imposible. El correo dura diez dias. Mientras
tanto, paciencia. Eso es. Por el momento se trata de di-
simular la ansiedad. Eso es, disimular, representar, fingir.
Si, si, _por qué no fingir? Claro, hacerse.la contenta, la
activa, la optimista, andar sonriendo a’toda hora. Y que
nadie sospeche, por Dios.
2O sospecharé alguien? Caramba, Nora pasa los dias
y las horas de susto en'susto. Sin pastillas se siente mejor,
pero mds temerosa. Las horas se le van en tretas para-apa-
rentar mejoria, saludar a los pacientes, ganarse a las enfer-
meras —hasta al médico subalterno—. Mientras tanto, a
majianaya tarde, cada vez que tiene ocasién, va a larecep-
cién y pregunta: éme llegarfa alguna carta? La respuesta
es siempre la misma: hoy no, hoy nada. ¢Por qué nadie
escribe? Nadie contesta? La enfermera que viene a verla
en la noche, después de la ronda de guarda, le aconseja
paciencia. Pero Nora se duerme angustiada y se despierta
PALABRAS RODANTES: 33
Powered by 3 CamScannerpeor. El tiempo, de pronto pasa més y mas rapido, miseri.
s
cordia, va minandole la resistencia. Verdad, la semana ya
asta el
préximo tratamiento. Si tratamiento puede Hlamarse la tal
se va agotando y con ella va agotandose el plazo h:
«inyeccidn especial». {De qué droga sera, si tiene efecto
tan fulminante? A’ Nora la estruja, la tumba, la sumte en
ese letargo y despierta aterrorizada. De solo pensar en lo
que se le espera, le sudan las manos y se le contrae el vien-
t Como evitarlo? ¢Cémo salvarse? ¢Cémo evadirse?
éCémo escaparse?
“La vispera de la llegada de Puig, Nora sale al pueblo
como todas las tardes. Al pasar frente a la iglesia, le viene
la idea de consultar al pérroco, ¢Por qué no? A veces ha
visto aun cura de edad, saliendo de la sacristia. A lo me-
jor entiende la situacién y... {Qué tal preguntarle si puede
alojarla en alguin sitio vecino mientras logra partir de Es-
pafia?. Intimidada, Nora le interpela en el atrio.
—Padre...
El cura se detiene, observandola con curiosidad. Su
rostro mofletudo y rosado, transpira bajo una cresta de
pelo cenizo. Sin responder, le sefiala a Nora una puerta
y la precede hacia una pieza mal iluminada, donde hay
alacenas con cirios, camandulas y estatuillas.
—Padre.
Por timidez , Nora arremete, se lanza, habla apurada,
casi. desaforada, o sea, que de pronto se desata con ie
retahfla casi jadeante, en que ensarta lo de la separacion
conyugal, lo del viaje, lo de la clinica donde la encierrans
PALABRAS RODANTES
Powered by (9 CamScanner«me habfan prometido unos d de descanso, una beca
de estudios y una ayuda para conseguir la tutela de los
fan prometido, repite una vez,
nifios». Que eso le
otra vez, una tercera vez gimoteante ensartando lo de
esos encierros; lo de esas pastillas, lo de esas drogas con
que la pinchan hasta dejarla inconsciente, exénime, en
coma, se diria. Y cuando despierta, misericordia, siente
atin mds miedo y la pinchan de nuevo con una morfina
que le entiesa las piernas y le paraliza los brazos, eso €s,
queda paralizada. ¢Por qué? A Nora se le seca la boca y
le sudan las manos cuando se las retuerce agregando que
ya le hicieron dos tratamientos. Pronto le harn el terce-
| ro y Nora no quiere dejarse, Dios mio, su familia debe
| ayudarla, Nora ya mand6 varias cartas para que se ente-
raran, para que le ayudaran, para que vinieran por ella.
Solo que, mientras tanto estd sola y... Por favor, apdyeme,
padre, por favor aytideme, padre, diga que puedo salirme,
que puedo venir a quedarme en la casa cural 9 en algun
convento vecino hasta que...
—Sefiora...
Levantando una mano callosa en sefial de impacien-
cia, el cura indica que ya entendié. Luego toma alientos,
resopla y de pronto se ha puesto de pie mostrando lo cor-
toy raido de la sotana, sus sandalias de cuero negro dejan-
do ver las medias zurcidas. Asi, con la mirada atediada y
un marcado acento cataln, el cura explica que no puede
hacer nada, Si Nora est bajo autoridad médica y ha sido
internada...
PALABRAS RODANTES 35
Powered by 3 CamScanner36
‘ de ella, cada dia més ansiosa,
—Lo lamento, sefiora. Be
Nora se levanta de un salto, el cura la deja salir con
un ademan de fatiga.
De dénde saca Nora valor para volver a la clinica?
éPara entrar y subir y encerrarse en su pieza? Esa noche
serdla mas larga de toda su vida. Cuando la enfermera Ile-
gaal dfa siguiente, la encuentra atin vestida, escribiendo,
— éSigues en lo de las cartas? —pregunta con sorna.
Nora no le responde. Otra vez otra carta; caramba,
tan rapido escribe que casi no puede revisar lo que escri-
be ni controlar lo que garabatea con los mismos trazos
nerviosos. En esa letra inclinada y desigual, repite y re-
pite que la tal cura de reposo resulté ser mas bien una
cura de encierro y como se quejé del encierro se enojaron
y resolvieron castigarla, mejor dicho, aplicarle un trata-
miento de quien sabe qué droga, por Dios, inyecciones
como choques, qué espanto, pinchazos que la tumban y
la dejan muerta. Luego, al despertar, Virgen santa, le en-
tra un susto feroz y se le nubla la vista, caray, parece que
el mundo se le viniera enci ma, todo son sobresaltos y una
agitacién espasméddica que... ¢Cémo evitar que ese ho-
tror se repita? Si sigue en la tal clinica quién sabe qué serd
el miedo ya no le da tregua.
Por eso pidié, pide y Tuega y suplica que no la inyecten,
misericordia. Sin embar, No lo explicé ya en sus cat
. BO.
23 : 7
tas? ¢No lo contd varias veces? ¢Entonces por qué no le
tesponden?
Qué pasa con el correo?
PALABRAS RODANTES
Powered by 3 CamScannerTan pronto acaba de escribir, Nora se viste y sale vo-
lando para el pueblo. Con el dinero que le queda, pue-
s cartas por entrega inmediata, ¢verdad?
de mrandar esa
Debera ir al correo, sf, sf. Sin embargo, ya en el autobtis
piensa: ¢cudnto demora la entrega inmediata? ¢cudnto
tiempo le queda? Si Puig vuelve al dia siguiente a la clini-
ca, no habrd recibido atin respuesta. {Qué hacer? Es alli
en el autobus, justo antes de apearse, que le viene la idea -
como un rayo. ¢Por qué no enviar un telegrama? Toma-
r4 pocas horas en Iegar y atin menos en ser contestado.
Tia, Ernesto, alguien respondera rapido. Imposible que
no respondan, por Dios. Alguien vendrd a rescatarla, si,
si, Nora recorre la rambla a zancadas, llegando jadeante a
la oficina de telégrafos. ¢Cémo hacer? Le quedan apenas
pésetas para cuatro palabras, descontando las sefias. Con
la vista nublada y la mano tembleque, redacta un texto
improvisado: «Désesperada. Auxilio. Siguen cartas».
Luego, rapido, le entrega el papel al empleado, riendo con.
esfuerzo. Si, sf, fingiendo y bromeando, explica que pre-
tende asustar a su novio con un mensaje melodramtico.
Riendo todavia, paga y se marcha.
Esa noche, seguro, llegar4 Puig de Madrid. Nora pre-
tende enfrentarsele, Eso es, hablarle y hasta retarle. Si, si,
pero, éser4 capaz? Dios mio, las horas que preceden al tal
enfrentamiento con Puig resultan eternas. Nora se siente
tan asustada que no puede comer ni reposarse. Ese dia se
queda sin almuerzo y tampoco duerme siesta, qué se va a
hacer. Llegada la noche, una nueva enfermera toca’a su
PALABRAS RODANTES
Powered by 3 CamScanner
3738
puerta para traerle el pescado Frito de siempre. Pome
se verd tan seria? ZY por qué tan malhumorada la tr
de abajo, la gorda belfa y canosa que parece vigilar cu:
Nora sale hacia el pueblo y cuando regresa? Es ella, claro,
quien viene a reclamar los platos, avisiindole que el doc-
tor la espera en su consultorio.
Puig llegé ya! Tiritando de susto, Nora se peina, se
arregla y lucha por convencerse de que la cosa no es tan
grave: al fin y al cabo, ¢qué le pueden hacer por pedir ayu-
daasucasa? Al salir dela pieza, se le ocurre volver a buscar
un par de tijeras, diciéndose, con candor, que si alguien la
agrede tendr4 con qué defenderse. Asf, con el bolso aga-
trado, los dedos crispados sobre el cierre; va bajando esa
escalera que traquea en cada peldafio, anunciando su pre-
‘sencia en el vestibulo. El consultorio de Puig est4 abierto
y Nora entra sin anunciarse. gaa :
—éQué has hecho, chacha? éQué? sQué?
La voz cascada de Puig hace eco a sus pufietazos so-
bre el escritorio. ¢Qué? ¢Queé? Ruborizado, con los ojos
enormes y la calva htimeda de sudor, Puig escarba entre |
papeles y formularios apilados en desorden. EQué? {Qué?
Nora para en seco y espera, como atontada, j
el suelo cede bajo sus pies. Virgen santa,
de salir corriendo, pero las Piernas no le obedecen y
queda ah{ plantada, inmévil y tiesa como en las pesadi
—éPor qué, chacha, por qué?
mentiras?
sintiendo que
ya le vino ese afan
éPor qué
PALABRAS RUDAN
Powered by 3 CamScanneréMentiras? Pero jno son mentiras! Nora dice que no
son mentiras, gime que no son mentiras, chilla que no
son mentiras, grita que’no son mentiras. Grita pero laca-
lla un grito més fuerte, ‘un pufietazo sobre el escritorio.
Ahoraes Puig quien grita que si son mentiras y por eso su
familia no las cree. No, no cree lo que dicen sus cartas. Por
eso las devuelven tan pronto les Ilegan, se las remiten-a
Puig para que se entere. ¢Acaso no le autorizaron tenerla
en su clinica? ¢Aplicarle un tratamiento? Todos le tienen
confianza, ¢cémo van a creer las mentiras que ha venido
esctibiendo? ¢Las locuras que ha venido inventando?
—jPero yo quiero marcharme de aqui!
—iTe marchards cuando a m{ se me antoje!
Puig esta gritando «ja mit», «ja mil», Puig esta pa-
randose y dandose golpes de pecho. Puig grita otra vez _
y otra vez y Nora de pronto se ha puesto a gritar, si, de
pronto se ha salido gritando con Puig agarrandola del
brazo y haciendo una sefia a la recepcionista que toma de
alguna parte un silbato, asf que se oye un chiflido como
de policia justo cuando un tropel de gente entra precipi-
tdndosé, enfermeras y monjas y subitamente el portero
con un cordel en la mano, qué susto, esa gente abalanzn-
dose sobre Nora, esa gente cogiéndola y amarrandola y
trincdndola aunque se debata y patalee y patalee ya estan
lidndola y atandola, as{ proteste manoteando y chillando
cuando entre todos la alzan y la transportan y Nora oye
su propia voz suplicando que la suelten porque no esta
loca, no, no est loca aunque toda esa gente la arrastre, la
PALABRAS RODANTES: ‘ 39
Powered by 3 CamScannervaya arrastrando, la vaya forzando, la vaya cargando ysela
vaya llevando cn vilo mientras Nora protesta y chilla ysu.
plica que ella, por favor, no esta loca, no esté loca, No, no,
ae
no esta loca. En vano. Atin gritando se la trastean trinca-
day atada, la arrastran escaleras abajo y la empujan por un
corredor del subsuelo hasta una pieza con un ventanuco
y rejas metdlicas, una pieza con un catre donde la tienden
a la fuerza, la tumban y la trincan y la acuestan y Por si
acaso la amarran y porque todavia se debate, una Monja
de gafas se inclina sobre ella y murmura que a Cristo tam-
bién lo creyeron loco, sf, si, lo dice y lo repite como una
salmodia cuando le levanta la falda y.le desrmuda la nalga
para inyectarle un liquido espeso que arde quemando,
Dios mfo, a Nora se le nubla la vista, se le traba la lenguay
siente que se pone pesada al caer hondo, hondo, cada vez
més abajo, cayendo y gritando con ese alarido que no oye
porque ha cafdo més hondo, més profundo en lo negro,
como si muriera. :
iPa-ra-noi-ca! {Pa-ra-noi-ca! {Pa-ta-noi-ca!- Un voz
rrén colérico, cada silaba una cachetada cuando el rostro
de Nora gira de un lado a otro con los golpes. Pa-ra-not
ca, pa-ta-noi-ca; la voz se crece, se hincha, estalla en osro
bofetén que recibe al despertar, enfrentindose a un Puig
furibundo con las mgillas arreboladas y la nariz nae
do, los pérpados gachos cubriendo a medias esos 0}°° sod
orbitados, ojos de saurio que brillan, cara crispada, labios |
. ora ve
fruncidos que de pronto se aflojan y se abren No a
esa garganta d
esos dientes filosos, esa lengua puntuda,
S
paiannas 8004"
a
Powered by (9 CamScanneremite, pronuncia, repite la misma palabra: jpa-ra-noi-ca,
pa-ra-noi-ca! Puig grita y Nora le hace eco tartamudean-
a-noi
do pa-pa- ntentando repetir la palabra con las
mandibulas atin dormidas o anestesiadas, intentando leer
en los labios de Puig lo que le grita ya: iparanoical, ipara-
noica! Y ahora, de pronto, agrega: manfaco-depresiva-ob-
Si, si, Puig repite y Nora repite, paranoica, repite,
depresiva, repite, obsesiva, repite. é¥ manjaco qué?
se:
—jManfaco-depresiva-obsesiva-paranoica!
—Pa-pa-ranoica.
—Repitelo, chacha, repitelo.
Nora lo repite, claro, apenas. dandose cuenta de que
Puig la desperté hace un momento, la desperté abofe-
tedndola, gritandole eso de paranoica, eso de maniaco-de-
presiva-obsesiva-paranoica. Puig lo repite y luego Nora
lo repite y lo repite sin entender lo que esta diciendo, lo
repite asustada, aterrada, tumbada en ese catre de hierro,
encerrada en esa celda asfixiante; una ventana con rejas y
las paredes pintadas de gris y un viejo sillén de peluche
en el rincén donde Puig se sienta ahora sf sermoneando,
ahora sf repitiendo lo de pa-ra-noi-ca y Nora también re-
pitiéndolo a pesar del mareo y la nausea; el cuello dolién-
dole, la espalda doliéndole, las piernas doliéndole; en la
nalga hinchazones, hematomas, chichones, o quién sabe
qué abscesos que producen punzadas como de inyeccién
enquistada, porque tal vez se le enquisté lo que le inyec-
taron y tal vez la inyectardn otra vez si no obedece, si no
repite, si no consiente en repetir y no obedece aunque
* PALABRAS RODANTES aL
Powered by 3 CamScanner42
sienta ese miedo que la sacude y la estremece arremetien.
do y aterrindola ahora que siente otra vez esa ndusea y
esa arcada justo cuando llega una monja con un ruido ¢
caméndulas para ofrecerle una cubeta donde Nora arroja,
gargarizando y babeando y la baba escurriéndole por la
nariz y la boca y Nora tose asf sacudiéndose y pidiendo
perdén y excuséndose con una voz gangosa y delgadita,
una voz que es la suya pidiendo perdén una vez y otra
vez hasta que le dan esa pastilla, por Dios, ahf mismo ese
amargo en la lengua, ese bulto en el paladar, eso rodando
por la garganta y apdsentandose antes de subir en vapo-
tes que la van trastornando y tumbandola lento, como si
resbalara por una superficie blanda. ¢A dénde va a dar?
Otra pildora y el resbalén es la fuga por un laberinto de
sustos, el miedo acoséndola y Nora tratando de huir por-
que la persigue, la persigue y casi la agarra y Nora abre los
ojos y ahi estd una monja més joven que la de antes, no
una madre, sino una hermana flacucha y ruborizada que
le acomoda las almohadas sonriendo. Es la hermana de
abajo, la del subsuelo, la que cuida a los enfermos del sec-
tor donde est4 Nora ahora, porque est4 muy abajo, mds
acd del corredor y el desvn a donde antes no iba porque
la alojaban arriba Y no estaba enferma y no la cuidaban _
Monjas sino sefioritas, ¢verdad? Si, si, antes tenfa otra pie,
za mds clara y sin tej
esta?
jas, otra pieza con luz, no en...
éEn el sétano? Dondequiera que esté ha de q
callada Y quietita, porque si protesta o se enoja
Tan en seguida a,.,
Powered by (9 CamScanner—Hermana, éme podrfa prestar un rosario?
Es su voz la que pide y la monja quien se marcha y
regresa con esa camandula negra que Nora recibe con la
mano tembleque y los dedos engarrotados. La recibe y
ahi mismo comienza a balbucir Ave Marfa, Gratia Plena,
Dominus tecum; Dios te salve Marfa, llena eres de gracia,
cl Sefior es contige
Nora se escucha a si misma con cada
sed, con cada vez la lengua mds seca y la boca
pegajosa y ella bebiendo a cada momento de un vaso que
la monja le tiende y que vacia jadeando y sudando aun-
que sienta las sabanas dsperas y resecas, las sébanas salpi-
cadas de cal o de arena o de un talco que todavia produce
mas sed y Nora bebe todo el tiempo y cuando no bebe
vez, mayor
duerme y cuando no duerme reza y cuando no reza le en-
tra ese susto del suefio que le puede venir antes de que
Puig Ilegue, en cualquier momento, ahora mismo, sf, si,
en seguida le oye el paso nervioso por el corredor.
Entonces, ¢cémo evitarlo? Puig entrando sin hablar-
le, Puig miréndola con impaciencia, una mano en el bol-
sillo y en la otra un cigarro que ahf mismo apaga y al mo-
mo bolsillo donde podria tener
mento saca otro del mis
una hipodérmica; Virgen santa, Nora se aterra, por Dios,
en otta cosa, mas vale recordar que las
més vale per
tillas le producen sed o le hacen beber 0 le producen
1 fin, una serie, otra serie, altas dosis, la monja
se disculpa ante Puig que parece irrita-
sed 0...
obedece, la mon, ;
do, impaciente y como enojado, molesto y como enfada-
PALABRAS RODANTES 7
Powered by 3 CamScannerdo. tal vez decepcionado, tal vez anhelando lo que ll
que> para proceder en seguida a...
jNo! jNo! Nora rechaza el miedo que le viene, el :
rror que la agarra, Nora sabe que no debe agitarse sino
esforzarse, escuchar su propia voz murmuran-
Maria, Gratia Plena, Dominus... Misericordia,
se oyen pasos que van acercdndose, pasos que
se aproximan, ya estén ahi y estd Puig vestido
de oscuro, Puig habléndole a la monja, ambos hablando
pasito justo antes de que Puig se marche y la monja se
acerque a darle otras pastillas que Nora traga con agua.
Somneril. Som-ne-ril. Nora debe tomar Somnetil y dejar
que la domine esa gana de dormir ya sin sed, la boca de
pronto babeando, la boca con mas y més baba, la lengua
pesada y Hoja, la lengua empapada y flotando, la lengua
ya hundiéndose en la baba que brotay escurre, esa baba le
escurre, le han-puesto en el Cuello una toalla pero la toalla
se empapa y debajo se moja la sibana porque Nora sigue
babeando dormida cuando no escupe en esa cubeta que
la monja agarra y vacia y devuelve porque en seguida se
llena de nuevo, Nora sigue escupiendo dormida y aunque
le cambien [a toalla y le anuden un pajiuelo en elcuelloy
le metan un pafiuelo en la boca, sigue babeando, Virgen
santa, empapdndose, inundandose, anegandose en saliva
aunque la monja cambie la sabana luego de que s¢ moje
otra vez. |
2Cudndo llega la noche? Arriba un bombillo s
prende y alguien le hace tragar mas pastillas, de moo?
as nOANTES
PALA
Powered by (9 CamScannerque Nora siente ahora miedo aunque rece el ros
tantfsimo esfuerzo, sus dedos aferrandose a las cuentas
negras que parecen huir, resbalarse, escaparse. Nora si-
gue angustiada y siente tanto miedo que resbala y cae y
se desploma en los oscuro y se asusta atin mds cuando
alguien la agarra y le habla con esa voz tan melosa. éEs la
monja quien le habla? Nora est4 en una celda de-muros
gtises con un lavamanos y un sillén verde frente al tinico
ventanuco enrejado que filtra una luz cruda y cruel. No,
no, no, Nora agita los brazos doloridos, ella toda se agita
quejandose cuando siente una punzada en la nalga antes .
| de tragar otra pastilla. Resarpina, dice la monja. Re-sar-
| pina. La Resarpina es amarga y debe tomarse con agua,
|. mucha agua. La monja le deja una jarra de agua, un vaso
de agua, agua para la ‘sed que a Nora le viene si otra vez_
el suefio la tumba con’ mds y més sed si cierra los ojos te-
miendo siempre sofiar lo que hace unas horas...
¢Cudntas horas pasan? {Cudntos dias? El tiempo se
arrastra, lentisimo. Un lunes.igual al martes y un martes al
miércoles y al jueves y al viernes con las monjas entrando
y saliendo, con Puig yendo y viniendo, todos y todas ha-
blando de un tratamiento acertado. ¢Luego no estd mejor
Nora? Si, si, mejorsisima. Se traga las pildoras sin chistar.
Sigue ahf acostada, quietita, disculpandose con voz me- .
lindrosa cuando Puig llega una mafiana y le ordena que
escriba a su familia una carta contando lo bien que se en-
cuentra.
—Escribe a tu casa, chacha.
PALABRAS ROOANTES ‘ 45
Powered by 3 CamScannergEscribir? Nora oye la ordeh de lejo: eEscribir eémo2
gCudndo?
ibir una carta. Se ha Hegado el momento
ribir una carta. Pero gc6mo quieren que escriba? De
dees
cualquier manera. Quieren que escriba y basta. A escri.
bir se ha dicho. Nora estd sentada en la cama, reclinada
en almohadas. Alguien le alcanza un papel, un boligrafo,
un libro donde apoyar la mano que le tiembla, porque el
pulso le tiembla y no puede trazar los signos, formar las
letras, controlar curvas, giros, puntos, rayas. Dios mio, la
mano derecha engarrotada, tan crispada como la izquier-
da, los dedos rigidos y engarfiados y apretados y ahf mis-
mo esos temblores, las piernas y los brazos temblandole,
el cuerpo sacudiéndosele y estremeciéndosele y sobre-
saltandosele, y un miedo-a ese temblor de ese miedo de
no poder escribir, ¢cierto? Lo que escribe parece garaba-
teado. Verdad, garabatos, el pulso no le obedece aunque
Puig se burle y se ria diciendo que son entelequias, que se
deje de bromas. Ya, vamos, Nora debe escribir. Escribir,
pero écémo? De cualquier manera. Dibujando las Tetras
cuando su mano izquierda se monte sobre su mano dere-
cha para delinear esos trazos de esperpento con que Nora
debe decir que esta bien, muy bien, muy bien, gracias.
Natural, como Nora esta bien, ahora la quieren y h
cuidan. Verdad, como por fin esta bien, la dejan levantar-
sey ducharse y salir con los dnimos que le dan muchisi-
mas pastillas. No lo merece acaso? Puede almorzar co”
los otros pacientes en el comedor colectivo © quedarse €#
el patio meciéndose en un mecedor, que chirrfa. E| me-
pannanas Romane
Powered by 3 CamScannercodor suena rin-ran y un nifio enfermo corre en cfrculos
hora
hor
3 tras hora mientras un anciano de gafas se frota las
manos sonriendo a una muchacha gibosa que fuma, chu-
pando el pucho con una mano y echando la ceniza en la
orca. Nora los mira aletargada por el torpor que le viene
spués de la ultima pastilla.
—Chacha, en tu casa me felicitan.
¢Cuindo dijo Puig eso? A Nora se le confunden los
En ese horario de barbituricos y euforizantes, el lu-
nes es idéntico al martes y el martes idéntico al miércoles.
2Fue el sébado 0 fue el domingo que Nora logré terminar
esa carta llena de tachones y garabatitos? Puig se le rio, es
cierto. Luego dijo que era una entelequia, un capricho.
Porque, de verdad, Nora se ve mejor. Todos estan de
acuerdo en eso. Todos saben que ha vuelto a sus cabales.
Si, si, formal y docilisima. Lo que es mds: obediente. Has-
ta recobré la fe, increible. Ahora se santigua y reza el ro-
dias.
sario todas las tardes. Sentada en su cama reza el rosario,
seguro pidiendo perdén por sus rabietas, caramba, por
tanto capricho. Bendito sea Dios, al fin Nora promete en-
mendarse, someterse, plegarse, cualquier cosa‘con tal de
que la dejen regresar a su casa para ver a sus hijos. {Quién
lo hubiera creido? Al mismisimo Ernesto le ha pedido
disculpas, rog4ndole que venga por ella y jurandole que
todo cambiard en el futuro, Cémo es la vida, Nora duré
horas enteras bregando por escribir esa carta, por Ilenar
esa hoja con garabatos. Todo para informarle al marido
que Puig aconseja prolongar la cura y mantener la misma
PALABRAS RODANTES 47
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dosis de drogas que la hacen dormir de noche y agitarg
por la manana. En las tardes baja siempre al patio,
es, quietecita y sentada en el mecedor. Al mecerse, Nora
escucha el chirrido y se va quedando dormida con log Ojos
abiertos hasta que se le pasa el efecto de la otra Pastillay
debe marcharse a su pieza a tomar lo que Puig le ordena
tomar cuando viene a ver cémo anda, viene a ver cémo
se porta, viene vestido de oscuro y recién afeitado, con fg
mano derecha en el bolsillo del saco donde no carga una
hipodérmica sino un par de cigarrillos.
Asf, entre Somneril, Resarpina, euforizantes y bar- |
bituricos; entre sopores, modorras, miedos y sustos, el
tiempo pasa despacio pero va pasando por fin. ¢Ser4 po-
sible? Un buen dia Nora amanece con permiso de salir de
su encierro; mejor dicho alguien manda que la llevena la
playa y viene una enférmera flacucha y timida a llevarla
hasta el paradero del bus y montarse con ella aunque a
la gente le intrigue esa sefiora que parece alelada y al mis-
mo tiempo asustada, siempre sospechando y temiendo y
a veces al caminar se tambalea. Fuera de que se ve hin-
chada, tanta droga y tanta quietud la han engordado por
obligacién. De lo contrario, épor qué le quedaré la ropa
ajustada? Parece abotagada, por tanto sedante casi que se
le cierran los ojos aunque le tiemblen los parpados y ande
vigilando con disimulo para ver si alguien puede hacerle
dafio. (Qué ridiculez! Al Hegar ala playa se asusta de prom
m, Seguro por eso le entra escalofrio y se tiembla toda y
vacila y tropieza.y por fin cae de rodillas delante de tod?
antes
patapras Rovante
Powered by (9 CamScannerel mundo, qué pena, ahi esté agitandose y estremecién-
dose; arrodillada y casi sentada y sin poder disimular que
del miedo se le esta escurriendo la orina mientras sigue
temblando, los dientes castafietedndole y las manos tiesas,
crispadas, qué barbaridad.
2Cémo lidiar una sefiora que tiembla? No hay més
remedio que consolarla, abrazarla, alzarla, empujarla,
arrastrarla, meterla en un taxi y volver a la clinica. (Quién
puede entender? Seguro tiembla y se orina por falta de
alguna droga, o de una dosis mds alta, algo que le ayude
a salir de lo que llaman baches, 0 sea vacios, huecos, la
urgencia de un Valium después de otro Valium justo al
encerrarse en la pieza donde queda postrada, atontada,
embotada, escuchando los pasos del médico porque los
conoce. Ah viene, sus pisadas raspan’las tablas. Verdad, -
en seguida entra Puig con la mano derecha en el bolsillo
del saco, pero no lleva una hipodérmica sino un cigarro
que prende al entrar, echando el humo con gusto y'repi-
*tiendo que Nora va bien.
—éVerdad que te’sientes mejor, chacha?
—Verdad que me siento mejor.
Embotada por el tiltimo Valium, Nora sontie. Se
siente mejor, claro est. ¢Acaso.no repite cada momento
la retahfla que debe repetir? Lo de paranoica, como no,
Ast es la cosa?
lo de manfaco-depresiva y lo de obsesi
Naturalmente. Eso de manfaco-depresiva-obsesiva-pa
noica se lo sabe de memoria. Entonces lo dice y lo repite.
Porque si no lo repite va mal. Y no quiere andar mal nun-
‘ae
PALABRAS RODANTES:
Powered by
49
@ camScannerca mas. Verdad, Nora sdlo quiere curarse. Y se est4 curan.
do, a Dios gracias; ahi mismo se lo dice a Puigy luego se Io
escribe a su familia en cartas medio borroneadas, a base de
tachones y garabatitos. ¢Quién dudaria de su siriceridags
Aunque su letra sea dificil de descifrar, habla de regreso,
marido, hogar, nifios, nifios, nifios.
Las cartas hablan también de perdén, porque Nora
esté arrepentida, écierto? Por eso también va a la iglesia,
Va desde que lo prometié al cura la tarde que le telefoned
por orden de los médicos y las enfermeras. Nora prome-
tid, Nora promete que le pedir4 al cura una cita para ex-
plicarle todo. Caramba, en la casa cural la sirvienta anda
lo mas molesta con esa sefiora que llama y llama al parro-
co desde una clinica. Si claro, telefonea una vez y otra vez,
tal como se lo ordenaron, o mejor dicho exigieron, man-
daron o recetaron, obligandola a pedir disculpas a Mon-
sefior, a explicarle cémo y cudndo y por qué incurrié en
ese error y en esa infamia, mejor dicho, Entonces, Ilegada
la hora, el cura recibe a Nora en la iglesia del pueblo, en
la misma sacristfa donde estuvo hace dfas, o semanas, 0
meses, quejandose de la clinica donde ahora se le cuida y
se le considera, se le guiaysele dirige, osea que se le mues-
tra el camino para volver a la Iglesia y al hogar, écierto?
Nora lo dice y lo repite y al repetirlo se afana, por Dios,
ahi mismo el parroco la ve palidecer y le sirve agua. sQué
le pasa? Algo raro, Porque no logra ni agarrar el vaso, Y2
esta temblandose toda, temblindose de pies a cabeza
sacudiéndose y estremeciéndos
en la silla, los dientes
Pataaras RooANT®
“4
Powered by (9 CamScannercastahet
dole y las manos cada vez mas crispadas, enga-
rrotadas y con esa voz tartajosa rogando que le llamen un
taxi por favor, un taxi para irse a la clinica: se le nota tem-
bleque y habla tartamudeando y el tal cura casi no puede
ayudarla, casi no puede sostenerla ahora que Nora avanza
asi trastabillando, balbuciendo mil perdones, zozobran-
do y casi cayendo al meterse al taxi. {Qué susto! Nora se
desploma sobre ¢] asiento y da la direccién de al chofer
Rapido, rapido, rapido a encerrarse en su pieza y tragar
otro Valium antes de caer rendida en Ia cama, rendida,
postrada, atontada para otra vez dormir con ese miedo de
sentir por la noche los pasos del médico avanzando por el
corredor con la mario derecha en el bolsillo como si lleva-
ra ahi adentro una hipodérmica, misericordia.
En fin, asf pasan las noches y vuelven las mafia-
nas que se.convierten en tardes larguisimas. {Qué se va
a hacer? Nora en esos esfuerzos para que no le tiemble
la mano cuando escribe las cartas con los garabatitos de
siempre y Jas mismas palabras: El doctores muybueno,
Estoymu chomejor. Rezoto doslos dias. Estoycon tenta-
guf. Quierovol veracasa. Quierover alos nifios. Quie ro-
vera Erensto.
2A Ernesto? Cierto, ciertisimo. A Nora ya le pasé la
entelequia de la separacién. Bendito Puig, qué maravilla.
iNora est escribiéndole al marido y pidiéndole que ven-
g por ella! Verdad, lo dice y lo repite, lo escribe y lo dele-
trea a pesar de los borrones o tachones que estropean la
carta, de modo que la monja casi no logra descifrar nada
Ss
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cuando revisa la correspondencia antes de escribir ella
misma el sobre y mandarla para que mi Dios la lleve con
bien, maja, y se enteren todos de que ya no est4s tan enfer.
ma, éverdad? Verdad, Nora se habfa enfermado. Eso dela
pintura le habfa hecho dafio. Esa manfa de pintar la habiq
perjudicado, afectado, trastornado, qué disparate. Si, Tig
lo anda diciendo a toda hora, sus hermanas también lore-
piten, tanto es lo que lo dicen y lo repiten que los nifios se
enteran del chisme y acaban Morando. ¢Cémo explicarles
que Nora pronto estar de regreso? Esteban mismo pien-
sa viajar, piensa venir por Nora. Un hogar sin la madre no
es hogar. Verdad que los dfas van pasando, convirtiéndo-
se en semanas y meses. Verdad: que ha transcurrido casi
medio’afio con Nora en esa clinica a setecientos délares -
mensuales descontando los’ extras. Eso a un cambio tan
alto, Virgen Santa, resulta carisimo? {Para qué prolon-
garlo? Nora ya va reaccionando, mejorando, qué bien.
Ya hasta desistié de pintar porque_le tiemblan las manos.
Mejor dicho fue un buen tratamiento. Un tratamiento
radical, qué caray. Diciendo y haciendo. Con Nora cu-
rada, no hay para qué seguir gastando ese dineral en la
clinica. Esteban iré por ella y Nora regresard transforma:
da, reformada, mejoradisima. Todo terminard como en
pelicula de happy end. 4
Un happy end, como lo querfa Puig, como lo plant:
ficaba y preparaba, Tal vez por eso, cuando Ernesto wi
de sttbito y llega sin anunciarse, Puig se molesta y se irtita
Aterrizar asi, de buenas a primeras, puede ser impruder-
pacnanas xoostt®?
Powered by (9 CamScannerte. La paciente no estd preparada. No le han modificado
las dosis de los sedantes. ‘Tampoco le han cambiado de
pieza, ni mandado peinar, ni llevado a comprar ropa nuc-
va. En fin, se ve bien gorda y como dopada, a pesar de que
la monja la despierte a buena hora y la levante y la bafie y
la vista y le avise que Ernesto llega dentro de media hora,
por Dios, el Doctor Puig la llevar a encontrarlo al bal-
neario del pueblo, maja, debes apurarte y peinarte'en vez
de poner esa cara de susto, siempre con miedo de quien
sabe qué. Apurarse, apurarse, apurarse, no hay de otra, el
marido se acerca a cada kilémetro y a cada minuto, qué
afan, Nora atin se ve lo mds acalorada, con todos esos ki-
los de exceso y un maquillaje que no alcanza a disimular
ese brote, esa erupcién que le mancha el cutis. Tampoco
hubo tiempo de, hacerle depilar la cara, mejor dicho el
bozo, la pilosidad que le ha venido aumentando por insu-
ficiencia hormonal, caramba, ni con inyecciones le viene
Ja menstruacién, Virgen Santa, se le trancd la regla desde
el tratamiento aquél. Pero bueno, équé se va a hacer? Al-
gun precio tenfa que pagar. Al fin y al cabo ya se curd, ya
mejord, ya sand, 0 como se diga.
Ernesto, agradecidisimo, llega en un avin y en un
tren y en un taxi que rueda veloz al encuentro del auto
en que Nora transita con Puig, justo antes de que Puig
décl frenazo y le ordene a Nora bajarse as{ de temblorosa,
justo antes de que le mande acercarse a abrazar al marido
que se ve siempre fornido y atlético, aunque un poquitin
fatigado por el viaje y medio sorprendido de encontrar a
PALABRAS RODANTES i
Powered by 3 CamScannerNora tan embotada, tan atontada, pidiendo excusas por
la gordura y por esa erupcidn en la cara, Dios mio, un
trastorno hormonal que también le hizo crecer asi el yell
facial, qué contrariedad.
jBravo! Bravo! La pareja se ve linda... El marido me-
dio perplejo y su mujercita atontada pero abraz4ndolo
gracias al éxito del tratamiento y a la eficacia de las drogas,
como anuncia Puig con entusiasmo cuando los tres se su-
ben al auto en que viajardn a toda velocidad hacia la clini-
ca. éPor qué ir4 tan aprisa el doctor? EI auto, evidente, ¢s
un Porsche, porque a Puig le gustan los autos de carrera,
maneja como un bélido, Santo Cielo, acelera inclusive en
las curvas y Ernesto se ve tan impresionado con las proe-
zas del velocimetro que ah{ mismo confiesa su pasion por
Jas competencias automovilisticas. Claro, afinidades son
afinidades; ambos se entusiasman y charlan de motores
mientras Nora dormita oyéndolos a medias y presintien-
do la claridad de esa tarde al despertar cuando patinan las
ruedas del auto antes del frenazo que da el doctor pitando
ortero corra a abrir esa verja que
de siempre se precipit? *
hacer las valijas.
de pront
al balneario:
n hotel a h
ante la reja para que el p
chirria, al tiempo que la monja-
acogerlos ya Ilevarse a Nora ya, ya, para
@Quién hubiera creido? Puig mismo,
ha dado permiso para que Nora se traslade
Sera una imprudencia? Todos aconsejan UI "New
orilla del mar, tal vez un Hilton. Y verdad, cuan' ree
y Ernesto legan finalmente al hotel, les parece priv
Terrazas enormes, restaurantes grand.
{simos, play
Powered by (9 CamScannerda, piscina y cuanto hay, qué maravilla. Al fin Nora podra
descansar antes de comenzar esa gira por Espafia, Francia,
Iralia, incretble, una luna de miel precedida por algunos
dias veraneando en la playa antes de suprimir la dosis de
Somneril y aumentar de una vez la Resarpina en obleas
especiales que Puig le entrega a Ernesto con una lista de
horarios en que esas tabletas alternan con otras euforizan-
tes y otras sedantes, sin contar los barbittricos de la no-
che y Valiums para cualquier vache o vacio, 0 recafda en
que a Nora le puede volver el escaloftio y la tembladera,
éverdad?
Por fin, por fin Puig entrega a Ernesto todos esos
frascos de pastillas que-debe suministrarle a Nora cada
mafiana, cada tarde, cada noche en el hotel, en la pieza
o hasta en la cama, cuando Nora haya disfrutado de una
gimnasia que tal vez le parezca arriesgada o molesta por
ese salpullido en las zonas sensibles, una urticaria, seguro,
una rasquifia que Nora disimulard si pretende cumplir
con un deber que de todos modos cumple como aneste-
siada, entre la Resarpina dela tarde y el somnifero noc-
turno. Asi, luego de una semana reposando, descansando,
y durmiendo y volviendo a reposar, a descansar y a dor-
mir, Nora podré tomar el tren y el avién para viajar hacia
esas ciudades que resultardn mis fatigantes y populosas a
medida que Ernesto la vea mids atontada, con tanto exce-
so de peso y ese vello en la eara, qué pesar, un vello que
parece aumentar y tupirse cada dia, caramba, una sombra
PALABRAS RODANTES 38
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gris en la barbilla ademas del bozo Y 80s pranos que tam.
poco disimula el maquillaje ya estropeado por la Horadera
Verdad, Nora no puede nombrar a sus hijos sin adel. |
gazar la voz, arruga ariz, Fruncir los labios y hacer ese |
gesto, esa mueca de cuando dice "los nifios" Y &S como si
se quejara, como si chillara, tan bulliciosa se Pone que Er-
nesto comienza a sentirse inc6modo en cualquier Testau-
rante o en cualquier acropuerto u hotel a donde van a dar
en esa seguinda luna de miel en que Nora parece sondm-
bula e invoca a los nifios con tales aspavientos que Ernes-
to se molesta y la mira con tanta irritaci6n que a Nora le
da susto enojarlo y prefiere tragarse las lagrimas, tomarse
otra pastilla, darse otra siesta, comprarse otro vestido u
otro par de zapatos de esos que Ernesto le obsequia aun-
que haya engordado tanto y siga comiendo tanto, dur-
miendo tanto, quejandose tanto, asustandose tanto, cada
rato con ese miedo que le entra, por Dios, primero una
ansiedad, luego una cerrazén en el pecho, un azogue, una
como asfixia y ahi mismo el temblor que le da cuando se
acuerda de que Puig quiere verla de regreso en la clinica,
mejor dicho al final del tal viaje, o sea que Puig quiere
verla para un chequeo definitivo, o sea que Puig de prow:
to decide retene
algtin tiempo, 0 sea que Ernesto de
; ee ane
pronto decide dejarla algiin tiempo, y de sdlo pense
viene a Nora un terror y un temblor que Ernesto debe |
1 dejan come |
ne
darle ya, pero ya otra de esas pastillas que
' : e
zonza, de modo que resulta incémodo andar de hore!
|
i i esta”
hotel, de estacién en estacidn, de restaurante en es
PALABRAS ania |
ud
Powered by (9 CamScannerrante, con una mujer como dormida cuando esta despier-
ta y que cuando duerme de veras se agita, se asusta, chilla
_ y se sobresalta y se estremece y se sacude y solloza y pide
y suplica que no la vayan a dejar en la clinica, que quie-
re volver a su casa, volver a ver a sus nifios, cudnta falta
_ le hacen, a toda hora habla de ellos, dele que dele con la
plafiidera, a toda hora comprdndoles juguetes cuando no
anda buscdndoles ropa. Caramba, Nora da tanta ldstima
que no hay remedio, Ernesto resuelve salir del asunto y
_ anticipar el Tegreso.
PALABRAS RODANTES : 37
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