Sentencia T-013/20
ACCION DE TUTELA PARA RECONOCIMIENTO DE PENSION DE
VEJEZ-Procedencia excepcional cuando se vulneran derechos de las
personas de la tercera edad
PERSONA DE LA TERCERA EDAD Y ADULTO MAYOR-Diferencia
Conviene precisar que el término “persona de la tercera edad” y el concepto
“adulto mayor”, que a menudo se usan indistintamente, no pueden ser empleados
como sinónimos. El concepto “adulto mayor” fue definido en la Ley 1276 de 2009.
En ella se apela a la noción de “vejez” propia del sistema de seguridad social en
pensiones, con el fin de identificar la población destinataria de la atención
integral en los centros vida. De cara a lo dispuesto por el Legislador en esa
norma, será adulto mayor quien supere los 60 años o aquel que sin superar esa
edad, pero con más de 55 años, tenga condiciones de “desgaste físico, vital y
psicológico [que] así lo determinen”. Por su parte, la calidad de “persona de la
tercera edad” solo puede ostentarla quien no solo es un adulto mayor, sino que ha
superado la esperanza de vida. No todos los adultos mayores son personas de la
tercera edad; por el contrario, cualquier persona de la tercera edad será un
adulto mayor.
PERSONA DE LA TERCERA EDAD-Se considera que lo es a partir de 76
años, según actualización emitido por el DANE
DERECHO A LA SEGURIDAD SOCIAL EN MATERIA PENSIONAL-
Fundamental
El derecho a seguridad social tiene un carácter fundamental relacionado con el
derecho al mínimo vital, más aún, cuando se trata de personas que se encuentran
en estado de indefensión y son sujetos de una especial protección constitucional.
PENSION DE VEJEZ-Evolución normativa
HABEAS DATA-Posibilidad de ejercerlo cuando se presenta inexactitud en
historia laboral para solicitar pensión de vejez
HISTORIA LABORAL-Relevancia constitucional
La historia laboral es un documento emitido por las administradoras de pensiones
–sean públicas o privadas- que se nutre a partir de la información sobre los
aportes a pensiones de cada trabajador. En ella se relaciona el tiempo laborado,
el empleador y el monto cotizado. También se consignan datos específicos sobre el
salario, la fecha de pago de la cotización, los días reportados e igualmente se
pueden hacer anotaciones sobre cada uno de los períodos de aportes. La Corte
Constitucional ha considerado que este documento tiene relevancia constitucional
porque involucra la protección de derechos fundamentales y permite el
reconocimiento de prestaciones laborales.
ENTIDAD ADMINISTRADORA DE PENSIONES-Deber de custodia,
conservación y guarda de la información concerniente al Sistema de
Seguridad Social
Expediente T-7.311.733 2
DERECHO A LA SEGURIDAD SOCIAL EN PENSIONES-Deberes de
las Administradoras de pensiones respecto de la información consignada en la
historia laboral de sus afiliados
La Sala advierte que la administradora de pensiones es la principal obligada a
responder frente a las controversias que surjan a partir de los registros que
aparecen en las historias laborales, pues es la entidad que tiene a su cargo el
manejo de los datos laborales y su tratamiento. Además, la ley y la jurisprudencia
le han exigido una especial diligencia en el manejo de dicha información en razón
de su relevancia constitucional. Por lo tanto, la entidad deberá desplegar las
actuaciones que sean necesarias para garantizar la veracidad, claridad y
precisión de las historias laborales.
PENSION DE VEJEZ Y MORA EN EL PAGO DE LOS APORTES
POR PARTE DEL EMPLEADOR-Afiliado o beneficiario no debe soportar
la mora en el traslado de los aportes al sistema ni la inacción de Colpensiones
o las administradoras de fondos de pensiones en el cobro
Existe una regla jurisprudencial consolidada sobre la imposibilidad de
trasladarles a los trabajadores las consecuencias negativas de la mora del
empleador y de la falta de gestión de las administradoras en el cobro de los
aportes. La Corte ha concluido que son las administradoras de pensiones las
llamadas a asumir los efectos que puedan derivarse del retraso o de la falta de
pago de los aportes. Es necesario que las administradoras de pensiones ejecuten
los trámites tendientes a obtener las contribuciones pensionales y los aportes de la
historia laboral de sus afiliados, ya que, así como no es atribuible al trabajador la
mora del empleador en realizar las cotizaciones al Sistema General de Seguridad
Social en Pensiones, tampoco lo es el actuar negligente de las administradoras,
cajas o fondos de pensiones que no logran efectuar el traslado de los aportes de
sus afiliados.
DERECHO A LA PENSION DE VEJEZ-Vulneración por Colpensiones, al
no reconocer pensión de vejez, por incumplimiento de su deber legal de
actualización de la historia laboral y de las semanas cotizadas
Referencia: expediente T-7.311.733
Acción de tutela presentada por Ramón Emilio
Mejía Flórez contra COLPENSIONES
Procedencia: Juzgado Promiscuo de Familia de
Chiriguaná (Cesar)
Asunto: Protección constitucional de los
derechos fundamentales a la seguridad social y
al habeas data de un adulto mayor.
Magistrada Ponente:
GLORIA STELLA ORTIZ DELGADO
Expediente T-7.311.733 3
Bogotá, D. C., veintidós (22) de enero de dos mil veinte (2020).
La Sala Sexta de Revisión de la Corte Constitucional, integrada por el Magistrado
José Fernando Reyes Cuartas y las Magistradas Cristina Pardo Schlesinger y
Gloria Stella Ortiz Delgado, quien la preside, en ejercicio de sus competencias
constitucionales y legales, ha proferido la siguiente
SENTENCIA
En el trámite de revisión del fallo de única instancia, dictado por el Juzgado
Promiscuo de Familia de Chiriguaná (Cesar) el 5 de agosto de 2019, en el proceso
de tutela promovido por Ramón Emilio Mejía Flórez contra la Administradora
Colombiana de Pensiones (COLPENSIONES).
Conforme a lo consagrado en los artículos 86 de la Constitución Política y 33 del
Decreto 2591 de 1991, la Sala de Selección Número Cuatro de la Corte
Constitucional escogió, para efectos de su revisión, el asunto de la referencia1.
Posteriormente, la Sala Sexta de Revisión de la Corte Constitucional, a través del
Auto 336 del 25 de junio de 2019 2, declaró la nulidad de todo lo actuado en el
proceso en mención, desde el auto admisorio de la demanda, sin perjuicio de la
validez de las pruebas aportadas. En efecto, la Corte consideró que no se
garantizaron los derechos fundamentales a la defensa y contradicción de la Unidad
de Gestión Pensional y Contribuciones Parafiscales (UGPP), pues no se le notificó
la apertura de este trámite constitucional a pesar de que las decisiones
eventualmente podrían afectar sus intereses. En consecuencia, ordenó la remisión
del expediente al juez de primera instancia, a saber, el Juzgado Promiscuo de
Familia de Chiriguaná (Cesar). Igualmente, ordenó que una vez agotado el trámite
de instancias, el expediente se devolviera a la Magistrada Sustanciadora para su
revisión.
El Juzgado Promiscuo de Familia de Chiriguaná (Cesar) profirió sentencia el 5 de
agosto de 2019, sin que se la providencia fuera apelada.
El expediente fue remitido directamente al despacho de la Magistrada
Sustanciadora, de conformidad con lo dispuesto en el numeral cuarto del Auto del
25 de junio de 2019, emitido por la Sala Sexta de Revisión de la Corte
Constitucional3.
I. ANTECEDENTES
1
El expediente fue seleccionado y repartido a la Magistrada Sustanciadora por la Sala de Selección Cuatro de la
Corte Constitucional en sesión del 30 de abril de 2019, de acuerdo con el criterio objetivo de selección denominado
“posible violación o desconocimiento de un precedente de la Corte Constitucional” y el criterio subjetivo
denominado “urgencia de proteger un derecho fundamental”.
2
Cuaderno de Revisión, folios 142 a 148.
3
En dicho numeral se dijo “CUARTO-. Una vez cumplida la orden contenida en numeral segundo, ORDENAR a la
autoridad judicial que surta la única o la segunda instancia REMITIR el expediente a la Corte Constitucional al
despacho de la magistrada Gloria Stella Ortiz Delgado para su revisión”.
Expediente T-7.311.733 4
Ramón Emilio Mejía Flórez, a través de apoderado judicial, presentó acción de
tutela contra la Administradora Colombiana de Pensiones (COLPENSIONES), por
considerar que dicha entidad vulneró sus derechos fundamentales a la seguridad
social en pensiones, al mínimo vital o “subsistencia”, a la dignidad humana, a la
vida digna y a la igualdad.
A. Hechos y pretensiones
1. El tutelante indicó que nació el 21 de agosto de 1945 y, para cuando interpuso la
acción, tenía 74 años de edad. Inició labores como celador en el Centro Materno
Infantil de El Paso (Cesar), adscrito al Hospital San Andrés de Chiriguaná, al que
estuvo “vinculado por carrera administrativa”4 desde el 1º de diciembre de 1987
hasta el 31 de enero de 1996, periodo en el que los aportes a pensión por parte del
empleador fueron administrados por CAJANAL EICE.
2. Relata que el Concejo Municipal de El Paso (Cesar), mediante Acuerdo 008 del
15 de enero de 1996, transformó el Centro Materno Infantil adscrito al Hospital
San Andrés de Chiriguaná en el Hospital Hernando Quintero Blanco ESE,
entidad con la que continuó su relación laboral desde el 1º de marzo de 1996 hasta
la presentación de la acción de tutela.
3. Afirma que en su historia laboral expedida por COLPENSIONES cuenta con un
total de “5455 días, es decir 773 semanas”5 cotizadas en los siguientes periodos
de tiempo laborado, en el Hospital Hernando Quintero Blanco ESE6:
CAJA O
EMPLEADOR TIEMPO
ADMINISTRADORA PERIODO
COTIZADO
DE PENSIONES
Hospital San
1° de diciembre
Andrés de CAJANAL EICE 2940 días o 420
de 1987 al 31 de
Chiriguaná (hoy UGPP) semanas
enero de 1996
(Cesar)
COLPENSIONES 1° al 10 de junio
10 días
de 1998
1° de junio de
2009 al 31 de 510 días
Hospital octubre de 2010
Hernando 1° de diciembre
Quintero Blanco de 2010 al 30 de 150 días
ESE abril de 2011
1° de junio de
2011 al 8 de 1668 días
agosto de 2016
1° al 8 de febrero
8 días
de 2016
1° al 8 de marzo 8 días
4
Cuaderno No. 1, folio 2.
5
Cuaderno No. 1, folio 4.
6
Cuaderno No. 1, folios 3 y 4.
Expediente T-7.311.733 5
de 2016
1° al 8 de abril de
8 días
2016
4. Refiere que la entidad oficial Hospital Hernando Quintero Blanco ESE “omitió
obligación legal de realizar los aportes de las cotizaciones por pensión” a
COLPENSIONES en los siguientes periodos:
CAJA O
EMPLEADOR TIEMPO
ADMINISTRADORA PERIODO
COTIZADO
DE PENSIONES
Hospital 1° de febrero de
Hernando 1996 al 31 de 850 días
Quintero Blanco mayo de 1998
ESE 11 de junio de
1998 al 31 de 4005 días
mayo de 2009
1° al 30 de
noviembre de 30 días
2010
1° al 31 de mayo
31 días
COLPENSIONES de 2011
9 al 31 de enero
23 días
de 2016
9 al 29 de febrero
20 días
de 2016
9 al 31 de marzo
23 días
de 2016
9 de abril hasta la
fecha de
189 días
interposición de
la tutela.
TOTAL APROXIMADO PERIODO DEJADO DE COTIZAR = 5.171 DÍAS =
738,71 SEMANAS7
5. Sostuvo que si se suman las semanas registradas en su historia laboral y las
dejadas de cotizar por esa entidad, da como resultado un total de “1511,71
semanas”8, tiempo que supera ampliamente el exigido por la ley para acceder a la
pensión de vejez. Igualmente, reiteró que al tener 74 años de edad, cumple ambos
requisitos para acceder a la prestación social reclamada.
6. El actor señaló que el 23 de octubre de 2015 solicitó a COLPENSIONES el
reconocimiento y pago de su pensión de vejez. La entidad, mediante Resolución
GNR 416997 del 24 de diciembre de ese año, notificada el 4 de marzo de 2016,
negó dicha prestación social por no cumplir con el tiempo de cotización requerido,
7
Cuaderno No. 1, folio 4.
8
Cuaderno No. 1, folio 4.
Expediente T-7.311.733 6
“puesto que solo acreditaba, según su historia laboral 5208 días, es decir, 744
semanas”9.
7. El 17 de marzo de 2016, a través de apoderado judicial, el accionante interpuso
recurso de reposición y en subsidio apelación, con el fin de que se revocara la
Resolución GNR 416997 y así obtener el reconocimiento y pago de la pensión de
vejez. Para el actor, los periodos de mora o no cotizados, se deben a la omisión del
Hospital Hernando Quintero Blanco y COLPENSIONES, en virtud de sus
obligaciones de recaudo y cobro, es quien debe perseguir al empleador para lograr
el pago de los periodos faltantes.
8. COLPENSIONES, mediante las Resoluciones GNR 137135 del 10 de mayo de
2016 y VPB 36856 del 22 de septiembre de la misma anualidad, resolvió
negativamente los recursos de reposición y apelación. La entidad demandada
reiteró que, de acuerdo a los reportes de semanas cotizadas, el actor no cumple con
el requisito de tiempo para causar el derecho a la pensión de vejez, pues según los
parámetros establecidos en el Decreto 758 de 1990, no cuenta con 500 semanas
cotizadas durante los últimos 20 años anteriores al cumplimiento de la edad
mínima para acceder a la pensión, que en el presente caso van “desde el 21 agosto
de 1985 hasta el 21 de agosto de 2005”10.
Igualmente, dicha administradora de pensiones adujo que el accionante no acreditó
1.000 semanas de cotización al 31 de julio de 2010, sino únicamente 485.
Aunado a lo anterior, el actor refirió que COLPENSIONES estudió el
cumplimiento de los requisitos para acceder a la pensión de vejez a la luz del
artículo 33 de la Ley 100 de 1993, modificado por el artículo 9º de la Ley 797 de
2003, y concluyó que el actor tampoco cumplía los requisitos de tiempo cotizado
que esta norma estableció, pues para el año 2015 era necesario que tuviera 1.300
semanas cotizadas para obtener el reconocimiento pensional y, para ese entonces,
“el peticionario solo contaba con 756 semanas”11.
9. Según el accionante COLPENSIONES tiene el deber y la obligación legal de
realizar los trámites administrativos y procedimientos de conformidad con su
competencia, para llevar a cabo la exigencia del cálculo actuarial o “cualesquiera
requisición (sic) al hospital Hernando Quintero Blanco E.S.E.” 12. De hecho,
destacó que en el Manual de Cobro Administrativo de la Administradora
Colombiana de Pensiones (Resolución 0504 de 2013) se establecen sus facultades
de cobro a empleadores que no pagan puntualmente los aportes a pensiones en el
Sistema General de Seguridad Social.
10. El señor Mejía afirmó que por su edad es un sujeto de especial protección
constitucional, además sufre de hipertensión, problemas de rodilla y visión, y
actualmente trabaja para el Hospital Hernando Quintero Blanco, a pesar de ello,
porque tiene a su cargo el mantenimiento económico de su esposa y de su nieto
9
Cuaderno No. 1, folio 5.
10
Cuaderno No. 1, folio 5.
11
Cuaderno No. 1, folio 6.
12
Ibídem.
Expediente T-7.311.733 7
menor de edad. Así pues, pretende que se ordene a COLPENSIONES reconocer y
pagar: (i) la pensión de vejez y (ii) el retroactivo al que haya lugar.
B. Actuaciones en sede de tutela previas a la declaratoria de nulidad
Actuación procesal
Mediante auto del 1º de noviembre de 2018, el Juzgado Promiscuo de Familia de
Chiriguaná (Cesar) admitió la acción de tutela y le solicitó a la parte demandada
que se pronunciara respecto de los hechos y pretensiones formuladas por el
accionante13.
Respuesta de la Administradora Colombiana de Pensiones
(COLPENSIONES)
El 7 de noviembre de 2018, la entidad demandada solicitó declarar improcedente
la acción de tutela por considerar que el actor no agotó los mecanismos de defensa
judicial de la jurisdicción ordinaria laboral, ya que de acuerdo con el numeral 4º
del artículo 2º del Código de Procedimiento Laboral, toda controversia suscitada
en el marco del Sistema General de Seguridad Social debe ser tramitada por esta
vía.
Sobre el particular, la Administradora de Fondos de Pensiones afirmó que esta
Corporación ha sido reiterativa en cuanto a la improcedencia de la acción de tutela
para obtener el reconocimiento de derechos laborales, pues “por su naturaleza
excepcional y subsidiaria, ésta no puede remplazar las acciones ordinarias
creadas por el legislador para resolver asuntos de naturaleza litigiosa” 14. Al
respecto, citó las Sentencias T-528 de 1998 y T-344 de 2011.
Concluyó que, en este caso, no es competencia del juez constitucional realizar un
análisis de fondo frente a las pretensiones del accionante, porque la acción de
tutela no cumplió el requisito de subsidiariedad, y aceptar su estudio de fondo,
sería “desnaturalizar la acción (…) pretendiendo que por medio de un proceso
caracterizado por la inmediatez y subsidiariedad, sean reconocidos derechos que
son de conocimiento del juez ordinario competente a través de los mecanismos
legales establecidos para ello”15.
Trámite de selección y actuaciones en sede de revisión previas al decreto de la
nulidad
El expediente fue remitido a esta Corporación mediante oficio número 1086 del 15
de marzo de 201916. La Sala de Selección Número Cuatro de la Corte
Constitucional, mediante Auto del 30 de abril de 2019, resolvió seleccionar el
asunto de la referencia para revisión.
13
Cuaderno No. 1. folio 69.
14
Cuaderno No. 1, folio 81.
15
Cuaderno No. 1, folio 82.
16
Cuaderno No. 1. folio 127.
Expediente T-7.311.733 8
El 15 de mayo de 2019, en cumplimiento de las órdenes emitidas en el auto de
selección, la Secretaría General de esta Corporación remitió el expediente al
despacho de la Magistrada Gloria Stella Ortiz Delgado.
En el Auto del 31 de mayo de 2019 17, la Magistrada ponente solicitó varias
pruebas, con el propósito de contar con elementos de juicio adicionales para
resolver el asunto.
En primer lugar, le solicitó al accionante, Ramón Emilio Mejía Flórez, informar
a la Corte: (i) su condición laboral actual, específicamente si aún trabaja para el
Hospital Hernando Quintero Blanco ESE; (ii) su situación familiar, económica y
de salud para el momento de emisión del auto y desde el momento de la
presentación de la acción de tutela18; y (iii) los hechos nuevos sobre el
reconocimiento y pago de la pensión de vejez.
En segundo lugar, ofició a COLPENSIONES para que señalara los periodos de
afiliación y cotización del accionante, así como las posibles modificaciones a su
historia laboral19.
Finalmente, vinculó y ofició al Hospital San Andrés de Chiriguaná 20, al
Hospital Hernando Quintero Blanco21, y a la Unidad de Gestión Pensional y
Contribuciones Parafiscales (UGPP)22 para que informaran el tiempo laborado
17
Cuaderno de Revisión, folios 26 a 30.
18
Igualmente, se indagó la razón por la cual el nieto menor de edad depende económicamente del actor, las
actividades económicas que realiza su familia a diario y su capacidad económica actual.
19
Las preguntas formuladas por la Magistrada sustanciadora fueron las siguientes:
“a) ¿Cuál es el estado de la afiliación del señor Ramón Emilio Mejía Flórez?
b) ¿En qué periodos y qué empleador lo ha afiliado?
c) ¿Ha sido continua la afiliación del accionante?
d) A la fecha, ¿cuántas semanas exactamente tiene cotizadas el señor Ramón Emilio Mejía Flórez a la fecha?
e) ¿Qué empleadores hicieron dichos aportes?
f) ¿Se ha modificado la historia laboral del señor Ramón Emilio Mejía Flórez?
g) ¿Ha variado la información referente a los tiempos de cotización del señor Ramón Emilio Mejía Flórez?
h) Indique si el Hospital Hernando Quintero Blanco ESE hizo cotizaciones a favor del señor Ramón Emilio Mejía
Flórez durante 1996 a 2009.
i) Indique al despacho ¿cuáles fueron las gestiones administrativas encaminadas al traslado de aportes de
CAJANAL EICE a COLPENSIONES?”.
20
Las preguntas formuladas por la Magistrada sustanciadora fueron las siguientes:
“a) Si el señor Ramón Emilio Mejía Flórez prestó sus servicios a esa entidad, en caso afirmativo, indique ¿en qué
periodo de tiempo?
b) ¿A qué fondo de pensiones estuvo afiliado durante la vinculación laboral? ¿En qué periodos?
c) ¿Cuántas semanas fueron cotizadas a ese fondo? En caso de que haya periodos no cotizados, explique la
razón”.
21
Las preguntas formuladas por la Magistrada sustanciadora fueron las siguientes:
“a) Si el señor Ramón Emilio Mejía Flórez prestó sus servicios a esa entidad, en caso afirmativo, indique ¿en qué
periodo de tiempo?
b) ¿A qué fondo de pensiones ha estado afiliado durante la vinculación laboral del señor Ramón Emilio Mejía
Flórez? ¿en qué periodos?
c) ¿Cuántas semanas le ha cotizado al señor Ramón Emilio Mejía Flórez a la fecha? En caso de que haya periodos
no cotizados, explique la razón”.
22
Las preguntas formuladas por la Magistrada sustanciadora fueron las siguientes:
“a) ¿Cuál es el estado de la afiliación del señor Ramón Emilio Mejía Flórez?
b) ¿En qué periodos y qué empleador lo ha afiliado?
c) ¿Ha sido continua la afiliación del accionante?
d) A la fecha, ¿cuántas semanas exactamente tiene cotizadas el señor Ramón Emilio Mejía Flórez a la fecha?
e) ¿Qué empleadores hicieron dichos aportes?
f) ¿Se ha modificado la historia laboral del señor Ramón Emilio Mejía Flórez?
g) ¿Ha variado la información referente a los tiempos de cotización del señor Ramón Emilio Mejía Flórez?
Expediente T-7.311.733 9
por el accionante en cada entidad y las semanas cotizadas al Sistema General de
Seguridad Social en Pensiones.
El señor Ramón Emilio Mejía Flórez, en cumplimiento de esa providencia,
informó que posteriormente a la interposición de la acción de tutela y hasta la
fecha de su respuesta, trabaja para el Hospital Hernando Quintero Blanco, sin
variación alguna sobre el reconocimiento y pago de su pensión de vejez. Sin
embargo, precisó que “en la etapa inicial de la presente acción” 23
COLPENSIONES ofició a su empleador para que allegara los documentos
necesarios para dar trámite a la liquidación del cálculo actuarial.
En lo que respecta a su situación familiar y económica, relató que actualmente
presenta problemas de salud en las articulaciones, específicamente en las rodillas,
junto con hipertensión arterial, problemas de visión, de colon irritable y gastritis.
Además, afirmó que vive con su esposa de 61 años y su nieto de 5 años, quienes
dependen económicamente de él, pues su cónyuge sufre de artritis y únicamente se
dedica a las labores del hogar, mientras que la madre del menor de edad “es hija
de la esposa (…), y aquella no tiene recursos para mantenerlo” 24. Sumado a lo
anterior, informó que tiene a su cargo el cuidado de una hermana de
“aproximadamente 80 años, desamparada”25.
Finalmente, sostuvo que no tiene vivienda propia y sus gastos mensuales son “los
ordinarios de un hogar, gastos de pago de servicios públicos domiciliarios,
alimentación, medicinas, transporte, etc.”26
La Directora de Acciones Constitucionales de COLPENSIONES en escrito
enviado el 14 de junio de 2019, solicitó ampliar el término para responder el auto
de pruebas del 31 de mayo de 201927.
El 25 de junio de 2019 allegó la información requerida por esta Corporación e
informó que el accionante figura como cotizante activo de la entidad con afiliación
continua y “fecha de ingreso desde el 1 de junio de 2009”28 a pesar de que en sus
bases de datos figura una cotización previa por 1.43 semanas (10 días) para el
periodo del 1° al 30 de junio de 1998, cuando no existía vínculo alguno con la
administradora de pensiones.
Agregó que, validado el historial de pagos del señor Mejía Flórez, al 25 de junio
de 2019 registra “408,71 semanas cotizadas al Régimen de Prima Media y 425,42
semanas reportadas correspondientes a tiempos públicos, para un total de 834,13
semanas”29, sin que figure reporte alguno de semanas cotizadas entre 1996 a 2009.
h) Indique si el Hospital Hernando Quintero Blanco ESE hizo cotizaciones a favor del señor Ramón Emilio Mejía
Flórez durante 1996 a 2009.
i) Indique al despacho ¿cuáles fueron las gestiones administrativas encaminadas al traslado de aportes de
CAJANAL EICE a COLPENSIONES?”
23
Cuaderno de Revisión, folio 64.
24
Ibídem.
25
Ibídem.
26
Ibídem.
27
Cuaderno de Revisión, folio 72.
28
Cuaderno de Revisión, folio 100.
29
Cuaderno de Revisión, folio 101.
Expediente T-7.311.733 10
Así mismo, expuso que COLPENSIONES no ha gestionado el traslado de aportes
con CAJANAL (hoy UGPP), “como quiera que no ha reconocido pensión
alguna”30 al actor y que, en el evento de que esta se reconozca, se le solicitará a la
UGPP la respectiva cuota parte. No obstante, mencionó que “mediante oficio
anexo de fecha 26 de octubre de 2015 solicitó la confirmación de los tiempos
públicos 01/12/1987 hasta 31/06/1996 a CAJANAL EICE, ante el Hospital San
Andrés, bajo el No. de Guía GN0357010537293”31, periodos de tiempo que el
anterior empleador del señor Mejía Flórez confirmó.
Por último, esta administradora de pensiones manifestó que, al tener en cuenta la
información allegada con la acción de tutela y evidenciarse que el actor no registra
afiliación ni aportes entre el 1° de marzo de 1996 al 31 de mayo de 1998 y del 1°
de julio de 1998 al 31 de mayo de 2009 por parte del Hospital Hernando Quintero
Blanco, COLPENSIONES requirió al Hospital para que enviara los documentos
necesarios para proceder con el estudio y/o elaboración del cálculo actuarial por
omisión, mediante el Oficio GA87022382803 del 19 de noviembre de 201832.
COLPENSIONES indicó que el Hospital Hernando Quintero Blanco dio respuesta
a dicho requerimiento, tal como consta en el radicado No. 2019_6501430 del 17
de mayo de 2019, en el cual este último solicitó “se realice el estudio y/o calculo
(sic) actuarial por omisión de pago de los aportes del empleador RAMÓN
EMILIO MEJÍA FLÓREZ (…) durante el periodo comprendido entre el 1 de
marzo de 1996 a 31 de mayo de 1998 y del 1 de julio de 1998 a 31 de mayo de
2019”33.
La Gerente del Hospital Hernando Quintero Blanco, por su parte, precisó que34:
(i) el señor Ramón Emilio Mejía Flórez se desempeña como celador en la
institución desde el 1° de marzo de 1996 hasta la fecha de respuesta; (ii) su
afiliación al Sistema General de Seguridad Social en pensiones ha sido variada,
pues en un primer momento estuvo afiliado a CAJANAL, desde el 1° de marzo de
1996 hasta junio de 2009, luego “al SEGURO SOCIAL”, desde abril de 2012
hasta junio de 2016 “cuando el señor solicitó que se suspendiera su pago a
pensión porque había cumplido con el número de semanas necesaria (sic) para su
pensión”35; y (iii) COLPENSIONES mediante oficio 2018-14116277 le informó a
la entidad que existían unos periodos sin cotizar desde el 2 de marzo de 1996 hasta
el 31 de mayo de 1998 y del 1° de julio de 1998 al 31 de mayo de 2009, razón por
la que el Hospital le solicitó a esa administradora el cálculo actuarial por dichos
periodos.
La UGPP en su respuesta solicitó la nulidad de todo lo actuado en primera y
segunda instancia, con fundamento en el artículo 133 numeral 8º del Código
General del Proceso, que establece como causal, la indebida notificación del auto
30
Cuaderno de Revisión, folio 102.
31
Ibídem.
32
Ibídem.
33
Cuaderno de Revisión, folio 102. En el expediente, reposa copia de dicha respuesta en el Cuaderno de Revisión,
folio 113.
34
El Hospital Hernando Quintero Blanco remitió su respuesta mediante escrito presentado el 28 de junio de 2019, tal
como consta a folios 131 a 141 del Cuaderno de Revisión.
35
Cuaderno de Revisión, folio 132.
Expediente T-7.311.733 11
admisorio de la demanda que, en este caso, se profirió el 1° de noviembre de 2018
por el Juzgado Promiscuo de Familia de Chiriguaná (Cesar).
Para la entidad, la falta de vinculación previa al proceso trae como consecuencia la
imposibilidad de ejercer sus derechos a la defensa y contradicción, garantías
propias del debido proceso judicial.
Por ende, con el fin de probar la necesidad de su vinculación en el proceso, allegó
información relevante para el caso objeto de estudio. Informó que, verificadas sus
bases internas de datos, el señor Ramón Emilio Mejía Flórez cuenta con
“aproximadamente 540 semanas”36 cotizadas, que corresponden a aportes
“realizados a CAJANAL por parte del HOSPITAL HERNANDO QUINTERO
BLANCO”37, del año 1997 al 2009.
Declaratoria de nulidad de todo lo actuado a partir del auto admisorio de la
demanda
La Sala Sexta de Revisión, por medio del Auto 336 de 201938, accedió a la
solicitud de la Unidad Administrativa Especial de Gestión Pensional y
Contribuciones Parafiscales de la Protección Social (UGPP) y declaró la nulidad
de todas las actuaciones surtidas en el proceso de tutela de la referencia, a
partir del auto admisorio del 1° de noviembre de 2018, proferido por Juzgado
Promiscuo de Familia de Chiriguaná (Cesar). Al margen de lo anterior, determinó
que las pruebas allegadas en el curso del proceso de tutela no perderían su valor
probatorio y que, una vez surtidas las instancias correspondientes, el expediente
debería regresar al despacho de la Magistrada Sustanciadora.
Adecuación del trámite constitucional de instancia tras la emisión del Auto
336 de 2019
En cumplimiento de la orden dada por este Tribunal, el 22 de julio de 2019, el
Juzgado Promiscuo de Familia de Chiriguaná admitió nuevamente la acción de
tutela39, corrió traslado al accionante, a su apoderado y a COLPENSIONES y
vinculó a la Unidad de Gestión Pensional y Contribuciones Parafiscales (UGPP), al
Hospital San Andrés de Chiriguaná y al Hospital Hernando Quintero Blanco de El
Paso (Cesar).
Respuesta de la Administradora Colombiana de Pensiones
(COLPENSIONES)
Mediante Auto del 12 de julio de 2019, la Sala remitió al Juzgado Promiscuo de
Familia de Chiriguaná un escrito adicional a la respuesta dada por
COLPENSIONES el 25 de junio de 2019, en el que la entidad agregó nuevos
argumentos de defensa40.
36
Cuaderno de Revisión, folio 45.
37
Cuaderno de Revisión, folio 45.
38
Cuaderno de Revisión, folios 142 a 148.
39
Cuaderno No. 1, folio 128.
40
Cuaderno No. 1, folios 130 y 131.
Expediente T-7.311.733 12
En dicho escrito, el Gerente Asignado de Defensa Judicial de COLPENSIONES
reiteró los argumentos esgrimidos en la respuesta dada el 7 de noviembre de 2018,
y adicionó que COLPENSIONES no tiene la obligación de cobrar los aportes a
pensiones cuando el empleador omite la afiliación de sus empleados, de acuerdo
con lo decidido por esta Corporación en la Sentencia T-079 de 201641.
COLPENSIONES concluyó que no ha vulnerado los derechos fundamentales del
actor, pues oportunamente dio trámite y “resolvió ajustada a derecho la solicitud
de reconocimiento de pensión de vejez y los recursos impetrados”, toda vez que
las decisiones que tomó la entidad se basaron en la historia laboral y los tiempos
cotizados a otras cajas de previsión, por lo que los periodos sin cotización deberán
ser pagados por el Hospital Hernando Quintero Blanco “para que estos aportes
sean tenidos en cuenta como tiempo de cotización para efectos del eventual
reconocimiento de la pensión”42. Además, reiteró que en las bases de datos de
afiliación y recaudo de la institución no hay registro de afiliación ni cotizaciones a
favor del accionante para los periodos del 1° de marzo de 1996 al 31 de mayo de
1998 y del 1° de julio de 1998 al 31 de mayo de 2009.
En respuesta posterior del 24 de julio de 2019 43, la administradora de pensiones
puso de presente que, el 17 de mayo de 2019, contestó la solicitud presentada por
el Hospital Hernando Quintero Blanco sobre el estudio del respectivo cálculo
actuarial, mediante radicado BZ2019_6794810, en el que la Dirección de Ingresos
de COLPENSIONES le informó a esa entidad el listado de documentos que debía
allegar para continuar con el trámite necesario.
Pronunciamiento del Hospital San Andrés de Chiriguaná (Cesar).
El representante legal del Hospital San Andrés de Chiriguaná solicitó declarar la
falta de legitimación por pasiva contra la ESE debido a que, tal como lo reconoce
COLPENSIONES, el Hospital cumplió debidamente su obligación de realizar el
pago de las cotizaciones a favor del accionante durante la vigencia de su contrato
laboral, esto es “desde el 1 de diciembre de 1987 hasta (sic) 31 de enero de
1999”44.
Contestación de la Unidad Administrativa Especial de Gestión Pensional y
Contribuciones Parafiscales de la Protección Social (UGPP)
La Subdirectora de Defensa Judicial y Pensional de la UGPP manifestó que al
revisar las bases de datos y aplicativos de la entidad, “no existe petición realizada
por el señor Ramón Emilio Mejía Flórez a UGPP, donde solicite algún
reconocimiento prestacional y que a la fecha esté pendiente por resolver” 45 e
igualmente, en los archivos no hay expediente pensional a nombre del actor,
razones por las que solicita se desvincule a esa administradora de pensiones del
presente asunto.
41
Sentencia T-079 de 2016 M.P. Luis Ernesto Vargas Silva.
42
Cuaderno No. 1, folio 141.
43
Cuaderno No. 1, folios 154 a 185.
44
Cuaderno No. 1, folio 186.
45
Cuaderno No. 1, folio 238.
Expediente T-7.311.733 13
Agregó que la UGPP no puede ser considerada como sujeto de la acción de tutela
que se analiza, en razón de que, “el trámite de la solicitud que le sirve de objeto
corresponde a COLPENSIONES (…) quien debe proceder a resolver lo
solicitado”, al ser la administradora a la que el actor se encuentra actualmente
afiliado. Además, afirmó que no está probado debidamente el nexo causal entre
actuar alguno de la UGPP y la supuesta vulneración de derechos fundamentales
del actor, lo que hace inviable la acción de tutela acorde con lo establecido en la
Sentencia T-462 de 199646.
C. Decisión objeto de revisión
Sentencia de única instancia47
El Juzgado Promiscuo de Familia de Chiriguaná, al rehacer la actuación procesal
derivada de la nulidad señalada por la Corte, resolvió declarar improcedente el
amparo solicitado por el accionante al considerar que no cumple con el requisito
de subsidiariedad, mediante sentencia del 5 de agosto de 2019.
Para ese despacho, el actor no agotó la vía ordinaria laboral en la que “puede
demostrarle a la ADMINISTRADORA COLOMBIANA DE PENSIONES
‘COLPENSIONES’”, que ha cumplido con las semanas cotizadas necesarias
para el reconocimiento y pago de la pensión de vejez a la que tiene derecho, así
como el reconocimiento y pago del retroactivo a que haya lugar”. Además,
sostuvo que al haber tanta “discrepancia entre el tiempo de labor del accionante y
lo que considera como tiempo cotizado por la accionada”48, el juez laboral es el
competente para solucionar dicha controversia.
D. Actuaciones llevadas a cabo por la Corte Constitucional en sede de
revisión tras la declaratoria de nulidad49
Mediante Auto del 10 de octubre de 201950, la Magistrada Sustanciadora ordenó
oficiar: (i) al accionante, para que allegara información sobre su situación actual;
(ii) a COLPENSIONES y a la UGPP, para que expusieran si ocurrieron nuevos
hechos en el proceso de reconocimiento y pago de la pensión de vejez del señor
Mejía Flórez y el traslado de semanas cotizadas; y (iii) al Hospital Hernando
Quintero Blanco para que aclarara los tiempos de cotización del accionante a las
dos administradoras de pensiones vinculadas al proceso.
Respuesta de la Administradora Colombiana de Pensiones
(COLPENSIONES)51
Mediante escrito presentado el 21 de octubre de 2019, la Directora de Acciones
Constitucionales de la entidad, solicitó plazo adicional para responder el
46
Sentencia T-462 de 1996 M.P. José Gregorio Hernández Galindo.
47
Cuaderno No. 1, folios 255 a 258.
48
Cuaderno No. 1, folio 257.
49
Mediante Oficio No. JPF 523 del 13 de agosto de 2019, recibido por el Despacho de la Magistrada Sustanciadora
el 1° de octubre de 2019, se remitió nuevamente el expediente para su revisión, tal como consta en el folio 156 del
Cuaderno de Revisión.
50
Cuaderno de Revisión, folios 158 a 163.
51
Cuaderno de Revisión, folios 185 a 194.
Expediente T-7.311.733 14
requerimiento probatorio de la Corte. En respuesta a dicha solicitud, mediante
Auto del 22 de octubre de 2019, se le concedieron dos días adicionales para que
allegara la información solicitada.
Por lo anterior, el 25 de octubre de 2019 dio respuesta parcial al cuestionario
formulado e informó que, para el mes de octubre de 2019, el señor Mejía Flórez
figuraba como cotizante activo, dependiente del Hospital Hernando Quintero
Blanco, con fecha de afiliación del 1° de junio de 2009 y sin variación alguna52.
El 29 de octubre de 2019 COLPENSIONES allegó nueva información relevante
para el caso. La Directora de Acciones Constitucionales indicó que:
(i) En el oficio 1100-01-04 del 13 de junio de 2019, se corrió “traslado a
COLPENSIONES con el auto del 10 de octubre de 2019” 53 de la comunicación en
que la UGPP manifestó tener datos en sus archivos sobre aportes hechos desde el
año 1997 hasta 2009 por el Hospital Hernando Quintero Blanco a favor del
accionante. Así, mediante comunicación No. 2019_14457014 del 25 de octubre de
2019, le solicitó a la UGPP el traslado de dichos aportes, “con el fin de actualizar
la historia laboral del señor Ramón Emilio Mejía Flórez según resulte
procedente”54;
(ii) A octubre de 2019, el accionante cuenta entonces, con “851,28 semanas
cotizadas (…) de las cuales 425,86 pertenecen al Régimen de Prima Media
administrado por COLPENSIONES y 425,42 corresponden a tiempos públicos”55;
(iii) COLPENSIONES mediante concepto de área 2019_14608719 solicitó a su
Dirección de Historia Laboral realizar “las validaciones pertinentes en la
plataforma CETIL para que se realice, si fuere procedente, la confirmación con el
Hospital Hernando Quintero Blanco ESE de los tiempos públicos (…) aludidos
por la UGPP”56;
(iv) Se le envió al Hospital Hernando Quintero Blanco el oficio del 10 de junio de
2019, en el cual se le indicaban los documentos necesarios para iniciar el estudio
de cálculo actuarial, aunque esa comunicación le fue entregada a una dirección
errónea. Por ende, “mediante radicado BZ2019_14540563 se envió nuevamente la
carta”57, el 28 de octubre de 201958.
Finalmente, COLPENSIONES le solicitó a esta Corporación que “conmine al
Hospital Hernando Quintero Blanco” para que confirme en el Sistema de
Certificación Electrónica de Tiempos Laborados CETIL “los tiempos públicos
referidos por la UGPP en oficio (…) del 13 de junio de 2019” 59 y también, que
exhorte a la UGPP a realizar el traslado de los aportes correspondientes a los
52
Cuaderno de Revisión, folios 218 a 228.
53
Cuaderno de Revisión, folio 256.
54
Cuaderno de Revisión, folio 256.
55
Ibídem.
56
Cuaderno de Revisión, folio 257.
57
Cuaderno de Revisión, folio 255.
58
Cuaderno de Revisión, folios 260 y 261.
59
Cuaderno de Revisión, folio 257.
Expediente T-7.311.733 15
periodos que van desde el año 1997 hasta el 2009 para incluirlos en la historia
laboral del actor60.
Respuesta de Ramón Emilio Mejía Flórez61
El accionante a través de escrito remitido por su apoderado indicó que para el mes
de octubre no se había presentado ninguna novedad en el trámite de
reconocimiento y pago de la pensión de vejez de su representado. Adicionalmente,
reiteró que no ha dejado de trabajar para el Hospital Hernando Quintero Blanco
desde el 1° de marzo de 1996 y que los recursos de su trabajo, los destina a los
gastos del hogar y manutención de su esposa y nieto de 5 años, de quien sufraga
“alimentación, educación, transporte meriendas, vestido y calzado”62.
En cuanto a su afiliación al Sistema General de Seguridad Social en Pensiones
durante su tiempo de vinculación con el Hospital Hernando Quintero Blanco,
precisó que de acuerdo a la historia laboral emitida por COLPENSIONES, entre
enero de 1997 y junio de 2016, encontró los siguientes periodos de cotización a
dicha administradora: “Del 1/Junio/1998 a 10/Junio/1998; del 01/Junio/2009 a
31/Octubre/2010; del 01/Dic/2010 a 30/Abril/2011; del 01/Junio/2011 a
08/Enero/2016; del 01/Febrero/2016 a 08/Febrero/2016; del 01/Marzo/2016 a
08/Marzo/2016; y del 01/Abril/2016 a 08/Abril/2016”63.
Sumado a lo anterior, especificó que su residencia está calificada como estrato uno
y que aporta mensualmente para el cuidado de su hermana de 80 años, la suma de
cien mil pesos ($100.000.oo)64. También adjuntó parte de su historia clínica, en la
que se registran controles relacionados con su presión arterial y sus rodillas, y
problemas visuales. De hecho, por estos últimos, se ordenó en el 2019 un
tratamiento quirúrgico denominado “Resección de Pterigion + Injerto en ojo
izquierdo”65.
Respuesta de la Unidad Administrativa Especial de Gestión Pensional y
Contribuciones Parafiscales de la Protección Social (UGPP)
En lo que concierne al número de semanas cotizadas entre 1997 y 2009 por el
Hospital Hernando Quintero Blanco en nombre del accionante, el Director Jurídico
de la UGPP aclaró que en respuesta previa enviada a esta Corporación, “por error
de digitación”66, la entidad había dicho que en el Registro Nacional de Afiliados
aparecían 540 semanas, pero en realidad son 50467.
A continuación, indicó que de acuerdo a la Base de Datos del Registro Nacional de
Afiliados (RNA), de 1997 a 2009 faltan los siguientes periodos de cotización: “09-
60
Ibídem.
61
Cuaderno de Revisión, folios 239 a 251. Escrito electrónico recibido el 24 de octubre y suscrito por el apoderado
del accionante.
62
Cuaderno de Revisión, folio 240. De conformidad con el acervo probatorio, el actor señala que en la actualidad
devenga un sueldo aproximado de $1.400.000 pesos m/cte., y que se encuentran a su cargo, su esposa de 61 años, su
nieto de cinco años y su hermana de 80 años. Ambas adultas mayores y de la tercera edad, respectivamente.
63
Cuaderno de Revisión, folio 239.
64
Cuaderno de Revisión, folios 239 y 240.
65
Cuaderno de Revisión, folio 243.
66
Cuaderno de Revisión, folio 275.
67
Ibídem.
Expediente T-7.311.733 16
1997, 05-1998, 06-1998, 07-1998, 08-1998, 09-1998, 10-1998, 11-1998, 12-1998,
02-2003, 01-2005, 01-2008, 06-2008, 07-2008, 08-2008, 09-2008, 10-2008, 11-
2008, 12-2008 y 01-2009”68. Precisó que dichos periodos faltantes deberán ser
verificados por el Hospital Hernando Quintero Blanco a través del Sistema de
Certificación Electrónica de Tiempos Laborados CETIL, cuya consulta arroja que
“no existe inscripción del señor Ramón Emilio Mejía Flórez en mismo (sic),
obligación que corresponde al empleador”69.
En cuanto a la remisión de información sobre los periodos cotizados entre 1997 y
2009 por el Hospital Hernando Quintero Blanco a favor del actor, el representante
de la UGPP sostuvo que COLPENSIONES es la entidad que tiene el deber de
solicitar el traslado de las semanas cotizadas, acorde a sus competencias en materia
de reconocimiento pensional. Sólo hasta el 28 de octubre de 2019, a través del
radicado No. 2019700103288282 esa última entidad hizo dicha petición, que está
en proceso de revisión y estudio70.
Reiteró además que COLPENSIONES es el ente competente para el
reconocimiento y pago de la pensión de vejez que busca el actor, junto con el
respectivo retroactivo, de acuerdo a lo establecido en “el artículo 5°, inciso 2° del
Decreto 1068 de 1995, el artículo 10 del Decreto 2709 de 1994, en concordancia
con el artículo 4° del Decreto 2196 de 2009”71. Sin embargo, expuso que, de darse
el reconocimiento pensional al actor, COLPENSIONES puede adelantar el
procedimiento establecido en los Decretos 2921 de 1948 y 1848 de 1969 y en las
Leyes 33 de 1985 y 71 de 1988, el cual corresponde al pago de las cuotas partes
pensionales, cuyo pago correspondería a la UGPP, sin que se reemplace la
competencia de COLPENSIONES, pues este es un trámite netamente “financiero”
entre entidades72.
Respuesta del Hospital Hernando Quintero Blanco ESE de Chiriguaná
(Cesar)73
La Gerente del Hospital Hernando Quintero Blanco reiteró que el actor trabaja para
la ESE desde el 1° de marzo de 1996 hasta la fecha y “nunca ha sido
desvinculado”. Afirmó que el señor Mejía Flórez fue afiliado al Instituto de
Seguros Sociales, hoy COLPENSIONES, desde el 24 de octubre de 1996 y anexó
el respectivo formulario de afiliación.
En lo que respecta al pago del cálculo actuarial, la representante del Hospital
argumentó que el mismo no se ha efectuado, ya que COLPENSIONES no le ha
notificado su monto y los periodos supuestamente dejados de cotizar, aún son tema
de evaluación entre ambas entidades74.
II. CONSIDERACIONES
68
Cuaderno de Revisión, folio 276.
69
Ibídem.
70
Ibídem.
71
Cuaderno de Revisión, folio 277.
72
Ibídem.
73
Cuaderno de Revisión, folios 430 a 433. Escrito electrónico recibido el 6 de noviembre de 2019.
74
Cuaderno de Revisión, folio 431.
Expediente T-7.311.733 17
Competencia
1. La Sala Sexta de Revisión de la Corte Constitucional es competente para
conocer los fallos de tutela proferidos dentro del trámite de la referencia, de
conformidad con lo dispuesto en los artículos 86 y 241 numeral 9° de la
Constitución Política y los artículos 31 a 36 del Decreto 2591 de 1991.
Asunto objeto de revisión y planteamiento del problema jurídico
2. En el presente caso el señor Ramón Emilio Mejía Flórez, a través de apoderado
judicial, interpuso acción de tutela contra COLPENSIONES por la presunta
vulneración de sus derechos fundamentales a la seguridad social, al mínimo vital, a
la vida digna y a la igualdad ante la ley, debido a que esta negó el reconocimiento
y pago de la pensión de vejez y el respectivo retroactivo, bajo el argumento de que
él no contaba con el número de semanas cotizadas al Sistema General de
Seguridad Social en Pensiones (SGSSP) exigido por la ley, a pesar de que ha
trabajado ininterrumpidamente por más de 30 años en dos entidades públicas de la
región.
3. Al respecto, el actor informó que cotizó a (i) CAJANAL, hoy UGPP 75 desde el
1° de diciembre de 1987 hasta el 31 de enero de 1996, cuando trabajó para el
Hospital San Andrés de Chiriguaná; y, tras la transformación del Centro Materno
Infantil de El Paso (Cesar), en el Hospital Hernando Quintero Blanco ESE, (ii) a
COLPENSIONES76, desde el 1 de febrero de 1996 hasta la fecha de radicación de
esta acción de tutela (2019). El 23 de octubre de 2015, le solicitó a
COLPENSIONES el reconocimiento y pago de la pensión de vejez, pero esa
petición le fue negada mediante acto administrativo. Luego de presentar los
recursos correspondientes, la negativa de la institución se mantuvo en sede de
apelación, mediante decisión administrativa proferida en septiembre de 2016, por
no contar aparentemente con las semanas de cotización requeridas. Por ese motivo,
en mayo de 2017, le pidió a su empleador (el Hospital Hernando Quintero Blanco)
la respectiva liquidación y el pago del cálculo actuarial, por los periodos dejados
de cotizar, sin obtener respuesta favorable.
4. Debido a la falta de reconocimiento pensional, aún hoy trabaja para su
sostenimiento y el de su familia, como celador, en el Hospital Hernando
Quintero Blanco, a pesar de tener 74 años de edad y de contar con un estado
de salud que se ha visto deteriorado por su hipertensión y por sus problemas
visuales y de rodilla. Y lo hace porque tiene a cargo el sustento económico
de su esposa de 61 años, quien no labora y sufre de artritis, de su nieto de 5
años, cuya madre no asume su manutención, y el de su hermana de 80 años.
5. Así, de la situación fáctica planteada, en caso de superarse la procedibilidad de
la acción, la Sala deberá decidir el siguiente problema jurídico:
¿COLPENSIONES vulneró los derechos fundamentales a la seguridad social y al
habeas data del accionante al negarle el reconocimiento y pago de la pensión de
75
Cuaderno No. 1, folio 2.
76
Cuaderno No. 1, folio 2.
Expediente T-7.311.733 18
vejez y el respectivo retroactivo, bajo el argumento de que él no cumplía con las
semanas de cotización requeridas, al no haber actualizado la historia laboral del
accionante, ni ejercido las respectivas acciones de recaudo, cobro y traslado de
recursos, y en consecuencia, no tener en cuenta los periodos cotizados por el
Hospital Hernando Quintero Blanco a CAJANAL desde 1997 hasta 2009?
Para resolver el problema jurídico anterior, la Sala reiterará las reglas sobre: (i) el
derecho a la seguridad social en materia pensional; (ii) la pensión de vejez y su
evolución normativa; (iii) la historia laboral y su importancia para el
reconocimiento de la pensión de vejez; (iv) la obligación de las administradoras de
pensiones de adelantar las gestiones de cobro de los aportes pensionales que no son
pagados por el empleador y el traslado de aportes desde otras administradoras,
cajas o fondos de pensión; para finalmente (v) resolver el caso concreto.
Procedencia de la acción de tutela
Legitimación en la causa por activa77
6. El artículo 86 de la Constitución Política establece la facultad que tiene
toda persona para interponer la acción de tutela por sí misma o por quien
actúe a su nombre, con el fin de reclamar ante los jueces la protección
inmediata de sus derechos constitucionales fundamentales cuando quiera
que estos resulten vulnerados o amenazados.
La legitimidad para el ejercicio de esta acción es regulada por el artículo 10 78 del
Decreto 2591 de 1991, el cual establece que puede ser presentada: (i) directamente
por el afectado, o a través de (ii) su representante legal, (iii) su apoderado judicial,
o (iv) de agente oficioso79. En consecuencia, quien promueva una acción de tutela
se encuentra legitimado por activa, siempre que se presenten las siguientes
condiciones: a) que la persona actúe a nombre propio, a través de representante
legal, por medio de apoderado judicial o mediante agente oficioso; y b) procure la
protección inmediata de sus derechos constitucionales fundamentales.
7. En el caso objeto de estudio, se encuentra acreditado que la acción de tutela fue
interpuesta por apoderado judicial en representación de Ramón Emilio Mejía
Flórez, persona natural que busca la protección de los derechos fundamentales a la
seguridad social, vida digna y mínimo vital, que considera vulnerados. En tal
sentido, se verifica que en el expediente reposa el poder otorgado por el accionante
para ser representado por abogado80, con lo cual queda probada la legitimación por
activa.
Legitimación por pasiva
77
Consideraciones tomadas de la Sentencia T-350 de 2018 M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado.
78
ARTICULO 10. LEGITIMIDAD E INTERÉS. La acción de tutela podrá ser ejercida, en todo momento y lugar,
por cualquiera persona vulnerada o amenazada en uno de sus derechos fundamentales, quien actuará por sí misma
o a través de representante. Los poderes se presumirán auténticos.
También se pueden agenciar derechos ajenos cuando el titular de los mismos no esté en condiciones de promover
su propia defensa. Cuando tal circunstancia ocurra, deberá manifestarse en la solicitud.
También podrá ejercerla el Defensor del Pueblo y los personeros municipales.
79
Sentencia T-531 de 2002 M.P. Eduardo Montealegre Lynett.
80
Cuaderno No. 1, folio 1.
Expediente T-7.311.733 19
8. Por su parte, la legitimación por pasiva dentro del trámite de amparo hace
referencia a la capacidad legal del destinatario de la acción de tutela para ser
demandado, al estar llamado a responder por la presunta vulneración o
amenaza del derecho fundamental invocado, en el evento en que se acredite
la misma en el proceso81. Según el artículo 86 de la Constitución Política y
el Decreto 2591 de 1991, la tutela procede contra cualquier autoridad
pública y, excepcionalmente, contra particulares: (i) encargados de la
prestación de un servicio público; (ii) cuya conducta afecte grave y
directamente el interés colectivo; o (iii) respecto de quienes el solicitante se
halle en estado de subordinación o indefensión, de acuerdo con los casos
que la ley establezca para el efecto, entre otros eventos82.
9. En el presente asunto la acción de tutela se dirige, de una parte, contra
COLPENSIONES que según el artículo 1° del Decreto 309 de 2017, es una
empresa industrial y comercial del Estado del orden nacional, con personería
jurídica, autonomía administrativa y patrimonio independiente, vinculada al
Ministerio de la Protección Social, cuyo objeto consiste en la administración
estatal del régimen de prima media con prestación definida, incluida la
administración de los beneficios económicos periódicos de que trata el Acto
Legislativo 01 de 2005.
Además, es la administradora de pensiones en la que se encuentra afiliado el
accionante y, en caso de hallarse demostrada la violación de los derechos
fundamentales, es la llamada a asumir las actuaciones tendientes a su respectiva
reivindicación. Por ende, su legitimación por pasiva en el presente asunto se
encuentra probada.
10. Por otra parte, se vinculó a la UGPP dentro del proceso, ya que de acuerdo con
lo dispuesto en el artículo 64 del Decreto Ley 4107 de 2011 83, esa entidad fue
designada como la encargada de asumir las funciones, deberes y actividades de
CAJANAL en liquidación. En la presente acción de tutela, se acredita su
legitimación por pasiva, toda vez que el accionante estuvo afiliado a CAJANAL
durante su relación laboral con el Hospital San Andrés de Chiriguaná entre 1986 y
1996, sumado a que, de acuerdo a las pruebas allegadas en sede de revisión, el
Hospital Hernando Quintero Blanco, actual empleador del actor, hizo aportes a esa
entidad a nombre del actor, durante 504 semanas entre 1997 y 2009.
11. Igualmente, se acredita la legitimación por pasiva del Hospital San Andrés de
Chiriguaná y el Hospital Hernando Quintero Blanco ESE, al ser entidades públicas
en las cuales el actor se desempeñó en el pasado y lo hace, como celador.
12. De acuerdo con lo anterior, se encuentra demostrada la legitimación
por pasiva de las entidades e instituciones accionadas y vinculadas.
81
Sentencias T-401 de 2017 y T-373 de 2015 M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado.
82
Artículo 42 y siguientes del Decreto Ley 2591 de 1991.
83
Modificado por el Decreto 1432 de 2016.
Expediente T-7.311.733 20
Inmediatez84
13. En virtud del artículo 86 de la Constitución Política, esta Corporación ha
sostenido en reiterada jurisprudencia que la acción de tutela se puede interponer
“en todo momento”85 y, por ende, no tiene término de caducidad. No obstante, si
bien es cierto que tal término no existe, de la naturaleza de esta acción como
mecanismo para la “protección inmediata” de los derechos fundamentales, se
puede establecer que su finalidad es la de dar una solución pronta a las situaciones
que tengan la potencialidad de generar una vulneración o amenaza a derechos
fundamentales.
14. La inmediatez, como requisito de procedencia, tiene por objeto, entre otros,
respetar o mantener la certeza y estabilidad de los actos o decisiones que no han
sido controvertidos durante un tiempo razonable, respecto de los cuales se presume
la legalidad de sus efectos ante la ausencia de controversias jurídicas. En atención
a esas consideraciones, la jurisprudencia de la Corte ha establecido que, de acuerdo
con los hechos del caso, corresponde al juez de tutela determinar si el amparo se
interpuso dentro de un tiempo prudencial.
15. Sobre este particular, aunque la Corte no ha fijado un plazo concreto
que se considere razonable para interponer la acción de tutela, sí ha
establecido en su jurisprudencia ciertos elementos que pueden guiar al juez
para fijar la razonabilidad del término en el que fue propuesta la acción 86,
tales como: (i) la existencia de razones válidas para la inactividad (ii) la
continuidad del daño causado a los derechos fundamentales y (iii) la
posibilidad de que la carga de interposición de la tutela en un plazo
razonable resulte desproporcionada, ante una situación de debilidad
manifiesta del accionante.
16. Al respecto, en la Sentencia SU-391 de 201687, esta Corporación identificó los
criterios que deben orientar al juez de tutela a evaluar, en cada caso, si se ha
cumplido con el requisito de la inmediatez. Tales criterios se relacionan con:
(i) La situación personal del peticionario, pues la jurisprudencia ha señalado que
tal exigencia podría ser desproporcionada cuando este se encuentre en “estado de
indefensión, interdicción, abandono, minoría de edad [o] incapacidad física”88;
(ii) El momento en el que se produce la vulneración, ya que pueden existir casos de
vulneración permanente a los derechos fundamentales, como aquellos en los que
está en debate el reconocimiento de la pensión de vejez 89. En estos últimos, para
analizar la inmediatez, el juez de tutela no debe contar el término desde el
momento en el que la vulneración o amenaza inició, sino que debe tomar en cuenta
el tiempo por el que esta se prolongó.
84
Consideraciones tomadas de las Sentencias T-009 de 2019, SU-108 de 2018 y T-087 de 2018 M.P. Gloria Stella
Ortiz.
85
Constitución Política. Artículo 86.
86
Sentencia SU-108 de 2018 M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado.
87
Sentencia SU-391 de 2016 M.P. Alejandro Linares Cantillo.
88
Sentencia T-158 de 2006 M.P. Humberto Antonio Sierra Porto
89
Sentencia T-179A de 2017 M.P. Alejandro Linares Cantillo.
Expediente T-7.311.733 21
(iii) La naturaleza de la vulneración, es decir, el juez debe analizar si la demora en
la presentación de la acción de tutela guarda relación con la situación de
vulneración de derechos fundamentales que alega el actor.
(iv) La actuación contra la que se dirige la tutela, pues el análisis del requisito de
inmediatez será más estricto en los casos en que la acción vaya dirigida contra
providencias judiciales90, en resguardo de la cosa juzgada y la seguridad jurídica; y
(v) Los efectos de la tutela, por cuanto, si se encuentra un motivo que justifique la
demora en la interposición de la misma, el juez debe estudiar los efectos que esta
tendría sobre los derechos de terceros si se declarara procedente, pues estos tienen
una expectativa legítima a que se proteja su seguridad jurídica91.
17. En lo que tiene que ver con las reclamaciones tendientes al reconocimiento de
la pensión de vejez, la jurisprudencia constitucional ha establecido en repetidas
oportunidades, que “el requisito de inmediatez adquiere un matiz especial, por
cuanto la vulneración a los derechos fundamentales puede extenderse en el tiempo,
dado el carácter periódico de este tipo de prestaciones92.
A este respecto en la Sentencia T-009 de 201993, esta Corporación determinó, por
ejemplo, que pese a haber transcurrido seis años de iniciado el proceso
administrativo correspondiente y cuatro desde la fecha de interposición del último
recurso judicial ordinario presentado por el actor, el hecho de que aún no hubiera
logrado una respuesta a su situación pensional de manera definitiva al momento de
la interposición de la tutela, hacía desproporcionada cualquier exigencia en contra
de sus derechos. Lo anterior, por cuanto "el daño causado al accionante
permanece en el tiempo, en la medida en la que no se ha dado solución a su
estatus pensional”94, por lo que esa realidad aunada al hecho de que se trataba de
un adulto mayor sujeto de especial protección constitucional, generaba que “el
requisito de inmediatez resulta[ra] subsanado por las especiales circunstancias en
las que se [encontraba el ciudadano]”.
18. A su vez, en la Sentencia T-291 de 201795, al analizar el requisito de
inmediatez en un caso que involucraba la solicitud de pensión de vejez de un
accionante de 73 años, que casi después de “tres lustros” de haberse desvinculado
de la Alcaldía de El Águila (Valle del Cauca), solicitaba el reconocimiento
pensional correspondiente, dijo la providencia que:“al tratarse de un derecho de
carácter pensional, la afectación del mismo tiene carácter actual, lo que incide
necesariamente en la evaluación del requisito de inmediatez. (Subrayas y
negrillas fuera del original).
En la referida sentencia, se reiteró que la exigencia del requisito de inmediatez a
los sujetos de especial protección constitucional es menos estricta, en especial si se
encuentran en una situación de debilidad manifiesta, ya que ellos merecen y
90
Sentencia SU-108 de 2018 M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado.
91
Sentencia SU-961 de 1999 M.P. Vladimiro Naranjo Mesa.
92
Sentencia SU-637 de 2016 M.P. Luis Ernesto Vargas Silva.
93
Sentencia T-009 de 2019 M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado.
94
Sentencia T-009 de 2019. Negrilla propia.
95
Sentencia T-291 de 2017 M.P. Alejandro Linares Cantillo.
Expediente T-7.311.733 22
necesitan una protección y consideración especial por parte del Estado. Al
respecto, precisó la mencionada providencia, que:
“[E]n los únicos dos casos en que no es exigible de manera estricta el
principio de inmediatez en la interposición de la tutela, es cuando (i) se
demuestre que la vulneración es permanente en el tiempo y que, pese a que el
hecho que la originó por primera vez es muy antiguo respecto de la
presentación de la tutela, la situación desfavorable del actor derivada del
irrespeto por sus derechos, continúa y es actual. Y cuando (ii) la especial
situación de aquella persona a quien se le han vulnerado sus derechos
fundamentales, convierte en desproporcionado el hecho de adjudicarle la
carga de acudir a un juez; por ejemplo, el estado de indefensión, interdicción,
abandono, minoría de edad, incapacidad física, entre otros.
(…) [E]l examen que se haga sobre su situación particular se flexibiliza en
aras de garantizar plenamente el derecho fundamental a la igualdad y en tales
casos la inmediatez no será valorada de manera tan estricta, por lo que se
insiste que“(…) para declarar la improcedencia de la acción de tutela por el
incumplimiento del requisito de inmediatez, no es suficiente comprobar que ha
transcurrido un periodo considerable desde la ocurrencia de los hechos que
motivaron su presentación, sino que, además, es importante valorar si la
demora en el ejercicio de la acción tuvo su origen en una justa causa que
explique la inactividad del accionante de tal manera que, de existir, el amparo
constitucional es procedente”96.
Por lo anterior, se concluye que si lo que se pretende es un reconocimiento
pensional y sus posibles beneficiarios son sujetos de especial protección
constitucional, el juez debe en cada caso considerar las condiciones particulares de
los accionantes y "observa[r]e la justa causa que motive el paso del tiempo en que
los actores han dejado de interponer este mecanismo de amparo de derechos
fundamentales”97.
19. Al aplicar las reglas anteriores a las presentes circunstancias, encuentra la Sala
que en esta oportunidad debe valorarse el requisito de inmediatez de manera
flexible, en la medida en que el derecho a la seguridad social en esta situación se
encuentra vulnerado de una manera actual en el tiempo, el demandante es un
sujeto de especial protección constitucional y hay justificaciones varias para su
presunta demora en la presentación de la tutela.
En efecto, al actor se le negó la pensión de vejez de manera definitiva, mediante la
Resolución VPB36856 proferida por COLPENSIONES el 22 de septiembre de
201698, notificada el 16 de noviembre de 201699. No obstante, con posterioridad a
esta actuación y en virtud de la respuesta de la entidad mencionada que alegaba la
ausencia de suficientes semanas cotizadas a pesar de la vinculación laboral
96
Sentencia T-345 de 2009 M.P. María Victoria Calle Correa.
97
Sentencia T-291 de 2017 M.P. Alejandro Linares Cantillo.
98
Cuaderno No. 1, folio 97
99
En ella se resolvió de forma negativa el recurso de apelación interpuesto por el actor contra la Resolución GNR
No. 416997 del 24 de diciembre de 2015, en la que se negó el reconocimiento y pago de la pensión de vejez.
Cuaderno No. 1, folio 79.
Expediente T-7.311.733 23
ininterrumpida del peticionario, el actor, de manera diligente, decidió promover
ante el Hospital Hernando Quintero Blanco ESE 100, su empleador, el 4 de mayo de
2017, un petición orientada a obtener: (i) la liquidación y pago del cálculo
actuarial que, en su criterio, debía ser cancelado por la mora en que incurrió dicha
entidad al no aportar las respectivas cotizaciones al Sistema General de Seguridad
Social en Pensiones, de acuerdo a la historia laboral expedida por
COLPENSIONES en el año 2016; y (ii) un listado de documentos referente a sus
cotizaciones a pensión y a su relación laboral con el Hospital, para precisar el
monto de las mesadas que debían ser canceladas.
El 17 de mayo de 2017, el Hospital se abstuvo de dar respuesta de fondo a la
primera petición por considerar que:
"[Leyendo detenidamente la petición para esta entidad la misma resulta
OSCURA toda vez que no hay claridad de la información solicitada teniendo
en cuenta que no especifica el pago de qué factores se realizarán mediante el
acto administrativo motivado que solicita el peticionario.
Habiendo cuenta (sic) que la petición no precisa qué liquidación y pago se
realizarán (sic) y a título de qué u otro dato que permitan identificar
exactamente la información requerida (sic) lo que hace que la petición resulte
oscura (...)"101 (Negrilla fuera del texto original)
En la segunda solicitud del peticionario, el Hospital Hernando Quintero Blanco le
envió un listado de documentos102 al actor, que sin embargo, no incluyó ningún
pronunciamiento concreto frente a su inquietud inicial, aunque sí le generó la
expectativa de recibir información adicional y posterior sobre estos hechos, que
lastimosamente nunca se dio.
20. En mérito de lo expuesto, es claro para la Sala que después de la negativa de
COLPENSIONES de conceder el reconocimiento y pago de la pensión de vejez
junto con el respectivo retroactivo, y al ver las graves inconsistencias en su
historia laboral y la ausencia de cotizaciones entre 1997 y 2009, el accionante
solicitó directamente al Hospital Hernando Quintero Blanco que adelantara el
trámite del cálculo actuarial, con el fin de obtener la prestación pensional referida
y con el propósito y la esperanza de que la entidad resolviera las inconsistencias
enunciadas, al ser su directo empleador. De allí que aunque a primera vista pudiera
considerarse que el accionante dejó pasar dos años desde la negativa de
COLPENSIONES para presentar la tutela, la realidad demuestra que ello no fue
así, porque el señor Mejía Flórez con posterioridad a ese hecho peticionó a su
empleador en dos oportunidades para que este se pusiera al día con las
cotizaciones al Sistema General de Seguridad Social en Pensiones, como era lo
conducente, e intentó por esa vía materializar sus requerimientos pensionales, sin
obtener resultados favorables. Así, es factible concluir que el término para la
interposición de la tutela debe contabilizarse desde el 17 de mayo de 2017,
momento para el cual el accionante tuvo conocimiento de la imposibilidad de
100
Cuaderno No. 1, folios 51 a 63.
101
Cuaderno No. 1, folio 62.
102
Cuaderno No. 1, folios 53 a 61.
Expediente T-7.311.733 24
obtener no solo el reconocimiento y pago de su pensión de vejez por
COLPENSIONS, sino también la corrección de su historia laboral, por parte de su
empleador.
21. Frente al término restante, debe recordarse que el criterio de flexibilidad
previamente enunciado exige a los jueces en estos casos valorar las circunstancias
propias que en cada situación que se invoca, por las razones indicadas y porque al
tratarse de una prestación de la naturaleza periódica, la afectación del derecho
tiene carácter continuo y el requisito de inmediatez se matiza.
En el caso particular, la afectación producida por la falta de correspondencia entre
la vida laboral del accionante y la información registrada en su historia laboral, a
cargo de COLPENSIONES, parece haberse mantenido en el tiempo al igual que la
aparente negligencia de su empleador en suministrar la información adecuada no
obstante el vínculo laboral ininterrumpido qua admite con el ciudadano. Ello ha
significado que aun cuando el sistema pensional prevé que un trabajador pueda
descansar desde los 62 años en el régimen actual o desde los 55 en el régimen de
transición, un accionante de 74 años como el que aquí se presenta, se vea en la
necesidad de trabajar indefinidamente, para obtener el sustento de él y el de su
familia.
Además, desde el punto de vista personal, (i) no puede olvidarse que el
demandante cuenta con 74 años de edad, que se trata de un adulto mayor y que
reclama la protección de su derecho a la seguridad social en materia pensional ,
luego de más de 30 años de labor ininterrumpida en dos entidades del Estado, que
ambas instituciones reconocen. También, (ii) que es un sujeto obligado a cumplir
con compromisos laborales con el propósito de asegurar el sostenimiento de su
casa, sin tener que hacerlo; (iii) que se encuentra en una situación de riesgo,
porque en el último año tuvo una compleja cirugía visual, que explica la necesidad
de no esperar más respuesta alguna de su empleador y acceder a la acción de
tutela, ante las implicaciones que esa complejidad física puede significar en su
frágil situación laboral como celador y en su sostenimiento, y (iv) que cuenta con
otros padecimientos físicos de diversa índole que reclaman atención. Estas
condiciones en su conjunto suponen que se trata de un sujeto de especial
protección constitucional que ha desplegado una actividad destinada a exigir la
garantía de sus derechos a la seguridad social frente a las entidades obligadas a
ello -incluso ante su empleador-, sin obtener las respuesta necesarias que requiere,
en circunstancias físicas complejas que han significado su compromiso visual
durante ese último periodo; hechos que vistos de manera integral permiten
acreditar el cumplimiento efectivo del requisito de la inmediatez en los términos
enunciados.
Subsidiariedad103
22. En lo que atañe al principio de subsidiariedad, conviene recordar que la acción
de tutela es un mecanismo judicial de naturaleza constitucional, orientado a la
defensa judicial de los derechos fundamentales que puedan resultar vulnerados por
la acción u omisión de cualquier autoridad pública, e incluso de los particulares. Su
103
Consideraciones tomadas de la Sentencia T-015 de 2019 M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado.
Expediente T-7.311.733 25
utilización es excepcional y su interposición solo es jurídicamente viable cuando,
una vez examinado el sistema de acciones judiciales, no se encuentre un medio
ordinario idóneo y eficaz para la protección de los derechos y, por lo tanto, no haya
mecanismo judicial más que la acción de tutela, para lograr una protección
oportuna y para evitar una afectación grave e irreversible de las garantías
constitucionales.
El Decreto 2591 de 1991 establece expresamente que solo procede la tutela cuando
“el afectado no disponga de otro medio de defensa judicial”. Entonces, la
procedencia de la acción se encuentra condicionada por el principio de
subsidiariedad, bajo el entendido de que no puede desplazar los recursos ordinarios
o extraordinarios de defensa104, ni mucho menos a los jueces ordinarios o
contencioso administrativos competentes105, quienes también tienen la capacidad de
resguardar los derechos fundamentales, desde sus respectivas jurisdicciones.
La inobservancia de tal principio es causal de improcedencia de la tutela a la luz de
lo dispuesto en el numeral 1° del artículo 6° del Decreto 2591 de 1991 106, declarado
exequible en la Sentencia C-018 de 1993107.
23. No obstante lo anterior, aun cuando exista un mecanismo ordinario para la
protección de los derechos fundamentales reivindicados por el accionante,
eventualmente la acción de tutela podría ser procedente, sin comprometer el
principio de subsidiariedad. Ello ocurre en dos eventos:
(i) cuando, en abstracto, existe otro medio de defensa judicial y el accionante cuenta
con él para la defensa de sus derechos, pero este no tiene la virtualidad de conjurar
un perjuicio irremediable, caso en el cual la acción de tutela procede como
mecanismo transitorio mientras el interesado acude a la vía ordinaria para
discernir la situación y se resuelve definitivamente el asunto, o,
(ii) cuando no obstante existir otro medio de defensa judicial, éste no es eficaz para
proteger los derechos fundamentales invocados, caso en el cual la tutela procede de
manera definitiva. El análisis sobre la eficacia del medio ordinario se encuentra
determinada por el contraste entre éste y las condiciones particulares del accionante.
24. Cabe anotar que en relación con las controversias pensionales, la acción de
amparo en principio es improcedente, pues, para la defensa de los derechos
relacionados con ellas, los interesados tienen el escenario de debate judicial de la
jurisdicción laboral.
Sin embargo, se ha admitido que la tutela procede en casos excepcionales en estos
asuntos para salvaguardar derechos fundamentales, cuando las circunstancias
particulares y específicas del caso concreto permiten concluir que los medios
104
Sentencia T-480 de 2011. M.P. Luis Ernesto Vargas Silva.
105
Sentencia SU-424 de 2012. M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo.
106
“Artículo 6º. Causales de improcedencia de la tutela. La acción de tutela no procederá: 1. Cuando existan otros
recursos o medios de defensa judiciales, salvo que aquélla se utilice como mecanismo transitorio para evitar un
perjuicio irremediable. La existencia de dichos medios será apreciada en concreto, en cuanto a su eficacia,
atendiendo las circunstancias en que se encuentre el solicitante.// Se entiende por irremediable el perjuicio que sólo
pueda ser reparado en su integridad mediante una indemnización”.
107
Sentencia C-018 de 1993 M.P. Alejandro Martínez Caballero.
Expediente T-7.311.733 26
ordinarios para la defensa judicial de los derechos no tienen vocación de ofrecer
una protección efectiva y/u oportuna de los derechos reivindicados.
Entonces es necesario revisar que los mecanismos tengan la capacidad material
para proteger de forma efectiva e integral los derechos de la persona. Por ello
resulta imperativo verificar si el reclamo del accionante puede ser tramitado y
decidido de forma adecuada por la vía ordinaria o si, por su situación particular,
acudir a ella lejos de proteger los derechos, posterga su ejercicio, al punto de vaciar
las garantías ius fundamentales en circunstancias especiales.
25. Los eventos en los que la acción de tutela es procedente para reclamar un
derecho pensional son, de forma excepcional, cuando: (i) el amparo es solicitado
por un sujeto de especial protección constitucional; (ii) la falta de pago de la
prestación afecta gravemente los derechos fundamentales de quien la solicita; (iii)
el interesado ha desplegado actividad administrativa y/o judicial para lograr el
reconocimiento de su derecho pensional por los medios ordinarios que tiene para
ello; y (iv) se acredita la razón que lleva a concluir que el medio judicial ordinario
no puede proteger efectivamente el derecho reivindicado108.
26. En el caso particular, advierte la Sala que el accionante pretende el
reconocimiento y pago de la pensión de vejez y el retroactivo. Para lograr lo que
espera del juez constitucional, en principio, el accionante cuenta con la vía judicial
laboral ordinaria. Una conclusión a la que arribó el juez de única instancia que
declaró improcedente el amparo correspondiente.
27. No obstante, el accionante asevera que puede solicitar por vía de tutela la
protección mencionada, bajo el supuesto de contar con una condición de
vulnerabilidad derivada de cuatro elementos centrales en su situación: su edad, su
situación socioeconómica, el lapso que ha pasado entre el momento en que debió
haber accedido a la prestación correspondiente y el ahora, y su condición de salud.
28. En lo concerniente a la edad, las sentencias T-339 y T-598 de 2017, sostienen -
según el criterio de la Sala Plena de esta Corporación 109- , que las personas de la
tercera edad se consideran sujetos de especial protección constitucional dadas las
condiciones fisiológicas propias del paso del tiempo. Por ende, no solo el Estado
debe proveerles un trato diferencial, sino que con arreglo al principio de
solidaridad, incluso los particulares han de esforzarse para lograr los fines
protectores que impone el ordenamiento superior respecto de ellas110.
29. En este punto conviene precisar que el término “persona de la tercera edad” y
el concepto “adulto mayor”, que a menudo se usan indistintamente, no pueden ser
empleados como sinónimos.
El concepto “adulto mayor” fue definido en la Ley 1276 de 2009 111. En ella se
108
Sentencia T-014 de 2012. M.P. Alexei Julio Estrada.
109
Sentencia C-177 de 2016. M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub.
110
Sentencia T-598 de 2017. M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado.
111
Ley 1276 de 2009. Artículo 7°. “Definiciones. Para fines de la presente ley, se adoptan las siguientes
definiciones: // (…) b). Adulto Mayor. Es aquella persona que cuenta con sesenta (60) años de edad o más. A
criterio de los especialistas de los centros vida, una persona podrá ser clasificada dentro de este rango, siendo
Expediente T-7.311.733 27
apela a la noción de “vejez” propia del sistema de seguridad social en pensiones,
con el fin de identificar la población destinataria de la atención integral en los
centros vida. De cara a lo dispuesto por el Legislador en esa norma, será adulto
mayor quien supere los 60 años o aquel que sin superar esa edad, pero con más de
55 años, tenga condiciones de “desgaste físico, vital y psicológico [que] así lo
determinen”.
Dicha definición opera para los efectos de esa norma, a saber, para la “atención
integral del adulto mayor en los centros vida” y según lo ha precisado esta
Corporación, solo es aplicable en ese ámbito y no de forma genérica112.
30. Por su parte, la calidad de “persona de la tercera edad” solo puede ostentarla
quien no solo es un adulto mayor, sino que ha superado la esperanza de vida. No
todos los adultos mayores son personas de la tercera edad; por el contrario,
cualquier persona de la tercera edad será un adulto mayor.
31. Para efecto de precisar a qué edad una persona puede catalogarse en la tercera
edad, esta Corporación ha acudido a la esperanza de vida certificada por el
DANE113. Ha asumido que la tercera edad inicia cuando la persona supera la
expectativa de vida fijada por aquel organismo público, misma que varía
periódicamente. A esta se le conoce como la tesis de la vida probable.
32. Durante el periodo comprendido entre 2015 y 2020, conforme el documento
titulado “Indicadores Demográficos Según Departamento 1985-2020.
Conciliación Censal 1985-2005 y Proyecciones de Población 2005-2020” emitido
por el DANE114, la esperanza de vida al nacer para la totalidad de la población en
Colombia (sin distinguir entre hombres y mujeres), se encuentra estimada en los 76
años. Por lo tanto, una persona será considerada de la tercera edad solo cuando
supere esa edad, o aquella que certifique el DANE para cada periodo específico.
33. Ahora bien, el análisis de subsidiariedad debe hacerse igualmente de modo
flexible cuando se trata de una persona de la tercera edad, puesto que “cuando una
persona sobrepasa el promedio de vida de los colombianos (…) por su avanzada
edad [es dable suponer que], ya su existencia se habría extinguido para la fecha de
una decisión dentro de un proceso judicial ordinario.”115 En el caso de las personas
que son consideradas adultos mayores, se requiere analizar además otras
circunstancias del caso que den cuenta de su vulnerabilidad.
34. En el asunto concreto, la Sala concluye que, en efecto, el señor Ramón
Emilio Mejía Flórez no es una persona de la tercera edad al no haber
superado la expectativa de vida que se predica en las estadísticas nacionales.
menor de 60 años y mayor de 55, cuando sus condiciones de desgaste físico, vital y psicológico así lo determinen”.
112
Sentencia T-138 de 2010. M.P. Mauricio González Cuervo. “Trasladar la definición de la Ley 1276 de 2009
para los propósitos que se vienen analizando –precisar el concepto de ‘tercera edad’ para admitir que el
reconocimiento del derecho a la pensión de vejez pueda hacerse excepcionalmente vía tutela-, implicaría aceptar
una definición que está incluso por debajo del parámetro básico del sistema general de pensiones. Esto no tendría
sentido porque llevaría al absurdo de permitir que por la vía excepcional de la tutela se estudien reconocimientos
de pensiones de quienes, según la regla general, aún no tendrían derecho a ella.”
113
Sentencia T-047 de 2015. M.P. Mauricio González Cuervo.
114
En: https://www.dane.gov.co/files/investigaciones/poblacion/series.../proyecc3.xls
115
Sentencia T-086 de 2015 M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub.
Expediente T-7.311.733 28
Sin embargo, claramente se trata de un hombre de avanzada edad a quien
tan solo le restan dos años para hacerse acreedor al apelativo y al status de
protección plena correspondiente. Sumado a lo anterior, la Sala considera
que el actor superó la edad de retiro forzoso de los funcionarios públicos,
establecida en el artículo 1° de la Ley 1821 de 2016, esto es, 70 años, y está
próximo a alcanzar el límite de expectativa de vida, certificado por el
DANE en 76 años.
Por estas razones: al evidenciar (i) que ha laborado presuntamente doce (12) años
más de lo que le corresponde sin que el reconocimiento y pago de su pensión
hubiesen sido oportunos y que esta Corporación ha sido enfática en sostener que el
derecho a la pensión consiste en “una contraprestación de los ahorros efectuados
durante su vida laboral, y será un medio para gozar de un descanso en
condiciones dignas [116] cuando la disminución de su producción laboral es
evidente”117; (ii) que se encuentra ad portas de la tercera edad y más allá de la edad
de retiro forzoso para los funcionarios públicos; y (iii) que en caso de exigirle el
agotamiento de los mecanismos de defensa de la jurisdicción ordinaria se
enfrentaría a una demora para obtener el reconocimiento y pago de la pensión de
vejez que resultaría desproporcionada frente a la garantía y protección
constitucional de sus derechos fundamentales en los términos descritos, la Sala
considera que existen razones que hacen que en el caso concreto la tutela sea el
mecanismo idóneo y eficaz para ventilar sus pretensiones constitucionales, porque
estas condiciones en conjunto lo identifican como un sujeto de especial protección
constitucional.
Ahora bien, en lo que concierne al agotamiento de los mecanismos de defensa
judicial y la evaluación de la idoneidad o no de la justicia ordinaria laboral para
dar respuesta a la situación concreta del actor, lo cierto es que al revisar si este
mecanismo tiene o no la capacidad de proteger de manera efectiva e integral los
derechos fundamentales que el demandante estima comprometidos en la tutela, la
Sala encontró, en estas circunstancias, una respuesta negativa.
Varios elementos le restan idoneidad y eficacia a la jurisdicción laboral para
asegurar esa protección oportuna a los derechos invocados por el actor. En primer
lugar, se evidencia en los hechos presentados por el demandante, el
involucramiento de una multiplicidad de entidades posiblemente responsables en
distinta medida de la situación del actor y la necesidad de buscar una información
concreta sobre sus cotizaciones efectivas, que no parece clara. Se trata entonces de
una realidad que puede, de un lado, o limitar el reconocimiento laboral a la
información concreta que se tiene en estos momentos frente al demandante en
desmedro de las expectativas eventuales de una pensión debidamente adquirida, o
del otro, extender en el tiempo las respuestas dentro del propio proceso laboral, -
incluso más allá de lo normal-, ante la variedad de actividades procesales que le
correspondería desplegar a las distintas entidades involucradas, ante la necesidad
de definir aspectos de corresponsabilidad pensional en distintos niveles.
116
Citado en la Sentencia T-426 de 2018 M.P. José Fernando Reyes Cuartas.
117
Sentencia C-1037 de 2003 M.P. Jaime Araujo Rentería.
Expediente T-7.311.733 29
Como se trata de una tutela que involucra además un sujeto de especial protección
constitucional que busca la concreción de las garantías constitucionales alegadas y
acceder paralelamente a un descanso merecido por estar ad portas de la tercera
edad, el proceso ordinario laboral y sus exigencias, se ofrece como una exigencia
que podría significar para el actor el riesgo eventual a no ver materializado su
derecho al descanso y el reconocimiento pensional de manera oportuna.
En consecuencia, frente a las circunstancias concretas del caso, debe decirse que la
jurisdicción ordinaria laboral carece de la idoneidad y eficacia suficiente para
asegurar la protección efectiva e integral de los derechos invocados por el
demandante. Conminarlo en las circunstancias actuales a acudir a dicha
jurisdicción, y a la realización de un proceso ordinario, le impondría una carga
procesal adicional, ahora en el tiempo, a quien parece haber sido sometido desde
hace muchos años, por distintos actores del Estado, a la indefinición en materia
pensional.
35. Por otra parte, en lo que concierne particularmente a la posible irregularidad
que el actor advierte en el manejo de su historia laboral por parte de
COLPENSIONES, cierto es que el accionante no cuenta con otro mecanismo de
defensa judicial para obtener la corrección de su historia laboral, en especial,
cuando mediante la Resolución VPB36856 del 22 de septiembre de 2016 118,
COLPENSIONES afirmó haber actualizado la mencionada historia a partir de la
“Base de Datos del Sistema de Afiliados a los Fondos de Pensiones SIAFP”,
mientras que la UGPP en respuesta dada a esta Corporación afirmó a su vez que en
la Base de Datos del Registro Nacional de Afiliados (RNA), el actor cuenta con
504 semanas cotizadas en dicho periodo de tiempo119.
36. Las consideraciones expuestas, en su conjunto, dan cuenta entonces del
cumplimiento de los requisitos generales de procedencia de la acción de tutela bajo
examen, para el caso del actor. En consecuencia, la Sala emprenderá el análisis del
problema jurídico de fondo.
El derecho a la seguridad social en materia pensional. Reiteración de
jurisprudencia120
37. El artículo 48 de la Constitución establece el derecho a la seguridad social en
una doble dimensión. Por un lado, se trata de un servicio público que se presta bajo
la dirección, la coordinación y el control del Estado, con sujeción a los principios
de eficiencia, universalidad y solidaridad, en los términos que establezca la ley.
Por otro lado, es una garantía ius fundamental de carácter irrenunciable e
imprescriptible.
38. La relevancia del derecho a la seguridad social también es reconocida en
diversos instrumentos internacionales, en los que se destaca su impacto en la
consecución y la realización de las otras garantías. Por ejemplo, en el sistema
118
Cuaderno No. 1, folios 92 y 93.
119
Cuaderno de Revisión, folio 276.
120
Los argumentos reiterados en este acápite han sido expuestos y formulados en las sentencias T-079 de 2016, M.P.
Luis Ernesto Vargas Silva; T-037 de 2017, T-222 de 2018 M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado y T-379 de 2017, M.P.
Alejandro Linares Cantillo, entre otras.
Expediente T-7.311.733 30
universal de protección de derechos humanos, el artículo 9º del Pacto Internacional
de Derechos Económicos Sociales y Culturales (PIDESC), consagra el derecho a la
seguridad social y su importancia para:“(…) garantizar a todas las personas su
dignidad humana cuando hacen frente a circunstancias que les privan de su
capacidad para ejercer plenamente los derechos reconocidos en el Pacto.”
39. Por su parte, el artículo XVI de la Declaración Americana de los Derechos y
Deberes del Hombre XVI establece el derecho a la seguridad social como la
protección “(…) contra las consecuencias de la desocupación, de la vejez y de la
incapacidad que, proveniente de cualquier otra causa ajena a su voluntad, la
imposibilite física o mentalmente para obtener los medios de subsistencia.”
40. En el ordenamiento jurídico colombiano, el Legislador profirió la Ley 100 de
1993, en la que se encuentran reguladas las contingencias aseguradas, las
instituciones que integran el sistema y los requisitos establecidos para acceder a
derechos prestacionales relacionados con la seguridad social.
41. La jurisprudencia constitucional ha establecido que la pensión de vejez:
“(…) es una prestación cuya finalidad es asegurar la vida en condiciones de
dignidad de esa persona y de su familia, además de ser el resultado del ahorro
forzoso de una vida de trabajo, por lo que no es una dádiva súbita de la
Nación, sino el simple reintegro que del ahorro constante durante largos
años, es debido al trabajador.”121
42. Por lo tanto, el derecho a seguridad social tiene un carácter fundamental
relacionado con el derecho al mínimo vital, más aún, cuando se trata de personas
que se encuentran en estado de indefensión y son sujetos de una especial
protección constitucional.
La pensión de vejez y su evolución normativa. Reiteración de jurisprudencia122
43. Respecto a las normas de la pensión de vejez, en Colombia han existido tres
regímenes pensionales desde el año 1990. Estos comparten dos requisitos para
acceder a esta prestación: (i) haber cumplido la edad y (ii) demostrar el número de
semanas mínimas cotizadas requeridas. A continuación, se hará un breve recuento
de cada normativa y se explicará cuáles son los criterios para determinar su
aplicación.
44. El Decreto 758 de 1990, el cual aprobó el Acuerdo 049 de 1990 del Consejo
Nacional de Seguros Sociales Obligatorios, establece en su artículo 12 123 las
121
Sentencia T-968 de 2006 M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra.
122
Los argumentos reiterados en este capítulo han sido expuestos y formulados pacíficamente en la jurisprudencia
constitucional. Recientemente, en las sentencias T-079 de 2016, M.P. Luis Ernesto Vargas Silva; T-379 de 2017,
M.P. Alejandro Linares Cantillo; y T-222 de 2018 M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado.
123
“Artículo 12. Requisitos de la pensión por vejez. Tendrán derecho a la pensión de vejez las personas que reúnan
los siguientes requisitos:
a) Sesenta (60) o más años de edad si se es varón o cincuenta y cinco (55) o más años de edad, si se es mujer y,
b) Un mínimo de quinientas (500) semanas de cotización pagadas durante los últimos veinte (20) años anteriores al
cumplimiento de las edades mínimas, o haber acreditado un número de un mil (1.000) semanas de cotización,
sufragadas en cualquier tiempo.”
Expediente T-7.311.733 31
condiciones para acceder a la pensión de vejez así: (i) tener 60 años en el caso de
los hombres o 55 en el de las mujeres; y (ii) haber cotizado al menos 500 semanas
en los 20 años previos al cumplimiento de la edad, o 1000 semanas en cualquier
tiempo.
45. Esta normativa fue derogada por la Ley 100 de 1993, la cual reguló el sistema
de Seguridad Social Integral con el propósito de lograr mayor cobertura 124. Su
vigencia inició el 1º de abril de 1994 y derogó las normas que le fueran contrarias.
El artículo 33 modificó los requisitos para acceder a la pensión de vejez en los
siguientes términos: (i) tener 55 años de edad si es mujer, o 60 años si es hombre; y
(ii) haber cotizado un mínimo de 1000 semanas en cualquier tiempo.
46. Ahora bien, el artículo 36 de la mencionada ley estableció un régimen de
transición que cobijaba a los trabajadores que, debido a su edad o al tiempo que
habían trabajado, tenían expectativas legítimas de acceder a la pensión de vejez
una vez acreditaran los requisitos que se encontraban dispuestos en otras normas,
por lo que determinó lo siguiente:
“Artículo 36. Régimen de transición. La edad para acceder a la pensión de
vejez continuará en cincuenta y cinco (55) años para las mujeres y sesenta
(60) para los hombres, hasta el año 2014, fecha en la cual la edad se
incrementará en dos años, es decir, será de 57 años para las mujeres y 62
para los hombres.
La edad para acceder a la pensión de vejez, el tiempo de servicio o el número
de semanas cotizadas, y el monto de la pensión de vejez de las personas que al
momento de entrar en vigencia el Sistema tengan treinta y cinco (35) o más
años de edad si son mujeres o cuarenta (40) o más años de edad si son
hombres, o quince (15) o más años de servicios cotizados, será la establecida
en el régimen anterior al cual se encuentren afiliados. Las demás condiciones
y requisitos aplicables a estas personas para acceder a la pensión de vejez se
regirán por las disposiciones contenidas en la presente Ley.” (Subrayado
fuera del texto original)
En esa medida, estableció que las personas que al momento de entrar en vigencia
dicha norma estuvieran (i) afiliadas al Sistema General de Pensiones y (ii) tuvieran
35 años de edad o más en el caso de las mujeres, o 40 años o más para los
hombres; o (iii) 15 años o más de servicios, consolidarían el derecho a la pensión
de vejez de acuerdo a los requisitos exigidos por el régimen anterior al que se
encontraran afiliados.
47. Así, para que una persona fuera beneficiaria de las normas de transición, tenía
que acreditar la edad o el tiempo de servicios requerido, y estar afiliada al Sistema
de Seguridad Social para el 1º de abril de 1994. Por lo tanto, quienes pretendían
acogerse a éste debían cotizar al extinto Instituto de Seguros Sociales o a cualquier
régimen pensional vigente para la época, “en tanto que la finalidad de la norma
era garantizar a las personas que habían cotizado al sistema durante cierta
124
Preámbulo de la Ley 100 de 1993.
Expediente T-7.311.733 32
cantidad de tiempo, el acceso a la pensión de vejez bajo las condiciones
anteriores.”125
48. La Ley 797 de 2003126 modificó en algunos aspectos la Ley 100 de 1993.
Respecto a la pensión de vejez, en su artículo 9º 127, dispuso que el artículo 33 de tal
normativa sería modificado y, en consecuencia, incrementaría a 57 años para las
mujeres y a 62 para los hombres la edad para acceder a esta prestación. En el
mismo sentido, el número de semanas cotizadas varió puesto que a partir del 1º de
enero de 2005 aumentó en 50, y desde el 1º de enero de 2006 aumentó en 25 cada
año hasta llegar a 1.300 en el 2015.
49. El Legislador expidió el Acto Legislativo 01 del año 2005, a través del cual le
impuso un límite temporal al régimen de transición previsto en la Ley 100 de 1993.
De esta forma, en el parágrafo transitorio 4º estableció que este no podría
extenderse más allá del 31 de diciembre de 2010, excepto para los trabajadores que
al ser beneficiarios del mismo, tuviesen al menos 750 semanas cotizadas o su
equivalente en tiempo de servicios al 29 de julio de 2005 128, caso en cual se
mantendría hasta el 31 de diciembre de 2014.
Lo anterior implica que las personas que pretendieran estar amparadas por el
régimen de transición previsto en la Ley 100 de 1993 más allá del 31 de diciembre
de 2010, debían haber alcanzado un número mínimo de cotizaciones con
anterioridad al límite temporal impuesto por el mencionado Acto Legislativo.
50. En consecuencia, las personas cobijadas por el régimen de transición de
acuerdo con lo establecido en el numeral 38 de esta providencia, tendrán como
régimen pensional aquel en el que estuviesen afiliados antes de la entrada en
vigencia de la Ley 100 de 1993.
51. Conforme a lo anterior, es posible concluir que en la actualidad aquellas
personas que a 1º de abril de 1994 i) estaban afiliadas al extinto Instituto de
Seguros Sociales; ii) contaban con 35 años o más en el caso de las mujeres o 40
años o más para los hombres, o 15 años de servicios cotizados; y iii) cumplieron
con los requisitos temporales y de cotizaciones del Acto Legislativo 01 de 2005,
son beneficiarias del régimen de transición del artículo 36 de la Ley 100 de 1993.
La información de la historia laboral y su importancia para el reconocimiento
de la pensión de vejez. Expectativas y obligaciones129
125
Sentencia T-379 de 2017 M.P. Alejandro Linares Cantillo.
126
Por la cual se reforman algunas disposiciones del sistema general de pensiones previsto en la Ley 100 de 1993 y
se adoptan disposiciones sobre los Regímenes Pensionales exceptuados y especiales.
127
“Artículo 9°. El artículo 33 de la Ley 100 de 1993 quedará así: Artículo 33. Requisitos para obtener la Pensión
de Vejez. Para tener el derecho a la Pensión de Vejez, el afiliado deberá reunir las siguientes condiciones:
1. Haber cumplido cincuenta y cinco (55) años de edad si es mujer o sesenta (60) años si es hombre. A partir del 1°
de enero del año 2014 la edad se incrementará a cincuenta y siete (57) años de edad para la mujer, y sesenta y dos
(62) años para el hombre.
2. Haber cotizado un mínimo de mil (1000) semanas en cualquier tiempo. A partir del 1° de enero del año 2005 el
número de semanas se incrementará en 50 y a partir del 1° de enero de 2006 se incrementará en 25 cada año hasta
llegar a 1.300 semanas en el año 2015”.
128
En esta fecha entró en vigencia la citada reforma constitucional.
129
Consideraciones tomadas de las sentencias T-398 de 2015 y T-463 de 2016 M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado.
Expediente T-7.311.733 33
52. La historia laboral es un documento emitido por las administradoras de
pensiones –sean públicas o privadas- que se nutre a partir de la información sobre
los aportes a pensiones de cada trabajador. En ella se relaciona el tiempo laborado,
el empleador y el monto cotizado. También se consignan datos específicos sobre el
salario, la fecha de pago de la cotización, los días reportados e igualmente se
pueden hacer anotaciones sobre cada uno de los períodos de aportes.
La Corte Constitucional ha considerado que este documento tiene relevancia
constitucional porque involucra la protección de derechos fundamentales y permite
el reconocimiento de prestaciones laborales130.
53. Así, la importancia de la historia laboral se acompasa con la doble faceta del
derecho a la información, que por un lado, es un derecho en sí mismo; y por otro,
constituye un instrumento para el ejercicio de otros derechos, pues contiene
información laboral sobre el trabajador y su empleador. Por ello, las personas
tienen la facultad de conocer, actualizar y rectificar sus datos131.
54. Sobre el particular, la Sala resalta que la importancia de estos documentos
radica también en que tienen un registro de los pagos que se han efectuado a la
administradora de pensiones para que en un futuro se conceda el pago de una
prestación. De esta forma, las certificaciones deben reflejar cada una de las sumas
de dinero recibidas.
Igualmente, se considera que la historia laboral es un instrumento para el ejercicio
de otros derechos, pues de acuerdo con la información que contiene se reconocen o
niegan prestaciones sociales como la pensión de vejez y se generan obligaciones
entre los empleadores, los trabajadores y la administradora de pensiones. Por lo
tanto, la información que reposa en las historias puede crear expectativas de
derechos y su alteración puede vulnerarlos.
55. En suma, la historia de cotizaciones de seguridad social contiene información
relevante sobre la trayectoria laboral de una persona, pero también contiene
detalles de pagos efectuados a la administradora de pensiones, con el objeto de
acceder al reconocimiento de una prestación social.
56. Ahora bien, de acuerdo con la ley y la jurisprudencia constitucional, las
administradoras de pensiones son las principales responsables de la custodia
de la información, y de la certeza y la exactitud de su contenido.
57. Tales entidades tienen el deber de actuar de conformidad con las garantías
del habeas data. Por ende, les son aplicables los deberes que corresponden a los
responsables y encargados del tratamiento de datos, dispuestos en la Ley 1581 de
2012, que exigen conservar la información, garantizarla en condiciones de
seguridad, actualizarla y rectificarla, entre otros132.
130
Sentencia T-398 de 2015. M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado.
131
Sentencia T-706 de 2014. M.P. Luis Guillermo Guerrero Pérez.
132
Artículo 17 de la Ley 1581 de 2012.
Expediente T-7.311.733 34
58. Existen también obligaciones específicas para las administradoras del régimen
solidario de prima media con prestación definida. El artículo 53 de la Ley 100 de
1993 estipula deberes de fiscalización e investigación de las entidades
administradoras del régimen, que comprenden verificar la exactitud de las
cotizaciones y adelantar las investigaciones pertinentes para comprobar la certeza
de los hechos generadores, así como citar a empleadores o terceros para que rindan
los informes necesarios133.
59. A nivel jurisprudencial, esta Corporación sostiene de forma pacífica y
constante que las administradoras de pensiones tienen la “obligación general de
seguridad y diligencia en la administración y conservación de los datos
personales y una obligación específica de corregir e indemnizar los perjuicios
causados por el mal manejo de la información”134. Así mismo, ha considerado que
deben “emplear todos los medios técnicos y humanos que estén a su alcance para
evitar su deterioro y pérdida”135.
60. Recientemente, la Sentencia T-079 de 2016136 dio cuenta de al menos tres
grupos de obligaciones de las administradoras de pensiones en relación con la
historia laboral: (i) el deber de custodiar, conservar y guardar la información y
los documentos que soportan las cotizaciones, que hace referencia al especial
cuidado que deben tener las entidades al organizar y manipular las historias
laborales137; (ii) la obligación de consignar información cierta, precisa, fidedigna
y actualizada en las historias laborales, que se enfoca en las características
mínimas que deben reunir los datos contenidos en los registros laborales 138; (iii) el
deber de brindar respuestas oportunas y completas a las solicitudes de
información, corrección o actualización de la historia laboral que formulen los
afiliados al Sistema General de Pensiones, lo anterior porque en el marco de
garantizar la veracidad de la información, en caso de que ésta sea inexacta, se debe
garantizar la oportunidad y los canales adecuados para que los interesados
presenten sus peticiones de corrección y sean respondidas en debida forma139; y (iv)
la obligación del respeto del acto propio, que se torna en una protección al
trabajador cuando la entidad modifica la información de sus cotizaciones de forma
intempestiva140.
133
El artículo 53 de la Ley 100 de 1993 establece: “Las entidades administradoras del régimen solidario de
prestación definida tienen amplias facultades de fiscalización e investigación sobre el empleador o agente
retenedor de las cotizaciones al régimen, para asegurar el efectivo cumplimiento de la presente ley. Para tal efecto
podrán: a) Verificar la exactitud de las cotizaciones y aportes u otros informes, cuando lo consideren necesario; b)
Adelantar las investigaciones que estimen convenientes para verificar la ocurrencia de hechos generadores de
obligaciones no declarados; c) Citar o requerir a los empleadores o agentes retenedores de las cotizaciones al
régimen, o a terceros, para que rindan informes; d) Exigir a los empleadores o agentes retenedores de las
cotizaciones al régimen, o a terceros, la presentación de documentos o registros de operaciones, cuando unos u
otros estén obligados a llevar libros registrados, y e) Ordenar la exhibición y examen de los libros, comprobantes y
documentos del empleador o agente retenedor de las cotizaciones al régimen, y realizar las diligencias necesarias
para la correcta y oportuna determinación de las obligaciones.”
134
Sentencia T-592 de 2013 M.P. Mauricio González Cuervo.
135
Sentencia T-214 de 2004 M.P. Eduardo Montealegre Lynett.
136
Sentencia T-079 de 2016 M.P. Luis Ernesto Vargas Silva.
137
Al respecto, se citan las Sentencias T-855 de 2011 M.P. Nilson Pinilla Pinilla; T-482 de 2012 M.P. Luis Ernesto
Vargas Silva; y T-493 de 2013 M.P. Luis Guillermo Guerrero Pérez.
138
En este asunto, la providencia hizo referencia a las Sentencias T-897 de 2010 M.P. Nilson Pinilla Pinilla y T-603
de 2014 M.P. María Victoria Calle Correa.
139
En este tema se citan las Sentencias C-1011 de 2003 M.P. Jaime Córdoba Triviño, T-847 de 2010 M.P. Luis
Ernesto Vargas Silva y T-706 de 2014 M.P. Luis Guillermo Guerrero Pérez.
140
Al respecto, se citaron las sentencias T-208 de 2012 M.P. Juan Carlos Henao Pérez, T-722 de 2012 M.P. Luis
Ernesto Vargas Silva; T-508 de 2013 M.P. Nilson Pinilla Pinilla, T-475 de 2013 M.P. María Victoria Calle Correa y
Expediente T-7.311.733 35
61. Igualmente, la jurisprudencia ha enfatizado que las administradoras de
pensiones tienen el deber de desplegar las actividades que sean necesarias para
garantizar que la información consignada sea precisa, clara, detallada,
comprensible y oportuna141. Es por esto que, de presentarse alguna anormalidad, a
la entidad le corresponde resolver las confusiones y determinar la veracidad de la
información.
62. Los deberes de las administradoras de pensiones implican que ellas están
obligadas a responder por el tratamiento de la información pensional, así que no les
es posible endilgar sus responsabilidades a los afiliados. El alcance de las reglas
dispuestas en la ley y la jurisprudencia establece que son las entidades que
construyen, guardan y vigilan las historias laborales, las llamadas a responder por
los inconvenientes que puedan presentar los documentos y su información. Una
interpretación diferente dejaría desprovisto de contenido el deber de las
aseguradoras y los derechos de los titulares de la información. Al respecto, en
materia de reconocimiento y pago de pensión de vejez, se cita lo expuesto por esta
Corporación en la Sentencia T-855 de 2011142, que dijo, en cuanto a trasladar las
consecuencias negativas al afiliado por la falta de diligencia de la administradora
de pensiones de actualizar el número de cotizaciones hechas por el accionante, lo
siguiente:
“Al ser las entidades administradoras de pensiones las llamadas a la
conservación, guarda y custodia de los documentos contentivos de la
información correspondiente a la vinculación del afiliado al Sistema de
Seguridad Social en Pensiones, no les es dable trasladarle al interesado las
consecuencias negativas del deficiente cumplimiento de dichas
obligaciones, es decir, de la pérdida, deterioro, desorganización o no
sistematización de dicha información.
Una interpretación contraria a la anterior tornaría ineficaces las
disposiciones relativas a los deberes que competen a estas entidades como
administradoras del sistema, pues administrar implica, de suyo, propender
por la mejor prestación de los servicios que se dirigen y prestan, siendo
contrario a derecho la vulneración de garantías constitucionales como
consecuencia de la inobservancia de obligaciones administrativas de esta
índole”. (Negrilla propia).
63. En consecuencia las administradoras de pensiones no deben trasladar sus
deberes a los trabajadores, y el incumplimiento de sus obligaciones, no puede
generar consecuencias negativas al trabajador. Así lo ha expuesto la jurisprudencia
constitucional143 y, con claridad, la Sentencia T-482 de 2012144 que señaló:
T-343 de 2014 M.P. Luis Ernesto Vargas Silva.
141
Sentencia T-463 de 2016 M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado.
142
Sentencia T-855 de 2011. M.P. Nilson Pinilla Pinilla.
143
Al respecto, ver las Sentencias T-603 de 2014 M.P. María Victoria Calle Correa y T-774 de 2015 M.P. Luis
Ernesto Vargas Silva.
144
Sentencia T-482 de 2012 M.P. Luis Ernesto Vargas Silva.
Expediente T-7.311.733 36
“A las entidades administradoras de pensiones no les es dable trasladar al
interesado las consecuencias negativas del deficiente cumplimiento de dicha
obligación, es decir, de la desorganización y no sistematización de la
información sobre cotizaciones laborales. Se trata pues de errores
operacionales que no pueden afectar al afiliado, cuando éste logra demostrar
que la información que reposa en la base de datos sobre su historia laboral,
no es correcta o precisa”. (Negrilla propia).
64. Por todo lo anteriormente expuesto, esta Corporación estableció que en lo que
concierne al reconocimiento y pago de la pensión de vejez, las administradoras de
pensiones, tienen el deber legal de actualizar la información que reposa en la
historia laboral de sus afiliados, con el fin de no dilatar el otorgamiento de la
referida prestación. En la Sentencia T-379 de 2017145, la Corte ordenó a
COLPENSIONES el reconocimiento y pago de la pensión de vejez a la que
aspiraba el accionante, quien tenía 77 años edad, debido a que su historia laboral
presentaba inconsistencias en los periodos efectivamente cotizados. Al respecto, se
concluyó:
“COLPENSIONES no cumplió con las obligaciones que la Ley le impone
respecto de la custodia y guarda de la historia laboral de su afiliado, en tanto
que ésta presenta inconsistencias que esa entidad le estaba haciendo oponible
al señor Rodrigo Marín González, imponiendo una traba que le impedía
acceder a su pensión de vejez. Por ello, la Sala considera necesario recordar
que el principio constitucional de actuación de buena fe obliga a las
administradoras de pensiones a emitir actos que concuerden con la realidad y,
sobre todo, a respetar los que hayan sido proferidos con anterioridad, puesto
que no puede cambiar las condiciones impuestas al afiliado, particularmente,
cuando se trata de una base de datos que refleja el esfuerzo de un trabajador
que, a lo largo de su vida laboral, aportó a una entidad con la pretensión
legitima de acceder algún día a un ingreso mensual que le permitiera
asegurarse una vida en condiciones de dignidad.”
65. En síntesis, la Sala advierte que la administradora de pensiones es la principal
obligada a responder frente a las controversias que surjan a partir de los registros
que aparecen en las historias laborales, pues es la entidad que tiene a su cargo el
manejo de los datos laborales y su tratamiento. Además, la ley y la jurisprudencia
le han exigido una especial diligencia en el manejo de dicha información en razón
de su relevancia constitucional. Por lo tanto, la entidad deberá desplegar las
actuaciones que sean necesarias para garantizar la veracidad, claridad y precisión
de las historias laborales146.
La obligación de las administradoras de pensiones de adelantar las gestiones
de cobro de los aportes pensionales que no son pagados por el empleador y el
traslado de aportes desde otras administradoras, cajas o fondos de pensión.
Reiteración de jurisprudencia147
145
Sentencia T-379 de 2017 M.P. Antonio José Lizarazo Ocampo.
146
Sentencia T-144 de 2013 M.P. María Victoria Calle Correa.
147
Consideraciones tomadas de la Sentencia T-222 de 2018 M.P. Gloria Stella Ortiz.
Expediente T-7.311.733 37
66. Sobre la obligatoriedad del pago de los aportes a la seguridad social por parte
del empleador, el artículo 17 de la Ley 100 de 1993, modificado por el 4º de la Ley
797 de 2003, establece que durante la vigencia de la relación laboral y del contrato
de prestación de servicios, deberán efectuarse cotizaciones obligatorias a los
regímenes del sistema general de pensiones por parte de los afiliados, los
empleadores y contratistas con base en el salario o ingresos por prestación de
servicios que aquellos devenguen. En consecuencia, únicamente cesa la obligación
de cotizar cuando el afiliado reúna los requisitos para acceder a la pensión mínima
de vejez, o cuando el afiliado se pensione por invalidez o anticipadamente.
En igual sentido, el artículo 22 de la Ley 100 de 1993 dispone que el empleador
será el responsable del pago de su aporte y el del trabajador, y “responderá por la
totalidad del aporte aún en el evento de que no hubiere efectuado el descuento al
trabajador”. Igualmente, los artículos 23 y 53 de la referida normativa determinan
que el incumplimiento de las obligaciones por parte del empleador, acarrea
sanciones de tipo pecuniario.
67. Con base en lo anterior y de acuerdo con lo dispuesto en los artículos 24 y 57
de la Ley 100 de 1993, para la Corte el cobro de los aportes pensionales que no
hayan sido oportunamente trasladados por el empleador, y el traslado de recursos
desde otras cajas, fondos y administradoras de pensiones, son una obligación legal
de las administradoras de pensiones. En efecto, el artículo 24 de la referida Ley las
faculta para adelantar los procedimientos de recaudo por obligaciones incumplidas
de los empleadores; el artículo 57 les atribuye a las administradoras del régimen de
prima media -como COLPENSIONES-, la facultad de adelantar procesos de cobro
coactivo.
68. Ambas disposiciones fueron reglamentadas por el Decreto 2633 de 1994, el
cual establece en su artículo 2º el procedimiento para constituir en mora al
empleador en los procesos de jurisdicción coactiva, mientras que el 5º señala cómo
debe adelantarse el cobro de los aportes ante la jurisdicción ordinaria.
69. Este procede bajo las mismas condiciones en ambos casos. Transcurrido el
plazo para la consignación de los aportes sin que los mismos se hayan efectuado, la
entidad deberá constituir en mora al empleador y requerirlo para que efectúe el
pago. Si este último no se pronuncia al respecto dentro de los 15 días siguientes, la
entidad deberá liquidar la obligación, la cual prestará mérito ejecutivo.
70. Por su parte, la jurisprudencia constitucional ha sido enfática al establecer que:
“[L]a mora del empleador en el pago de los aportes no puede justificar
retrasos ni inconsistencias en el trámite de reconocimiento de las
prestaciones económicas que amparan las contingencias cubiertas por el
Sistema de Seguridad Social. El traslado efectivo de los aportes a la cuenta
del afiliado no puede convertirse, tampoco, en un obstáculo para efectuar tal
reconocimiento.”148 (Negrillas y subraya fuera del texto original)
148
Sentencia T-079 de 2016 M.P. Luis Ernesto Vargas Silva.
Expediente T-7.311.733 38
71. De este modo, existe una regla jurisprudencial consolidada 149 sobre la
imposibilidad de trasladarles a los trabajadores las consecuencias negativas de la
mora del empleador y de la falta de gestión de las administradoras en el cobro de
los aportes. La Corte ha concluido que son las administradoras de pensiones las
llamadas a asumir los efectos que puedan derivarse del retraso o de la falta de pago
de los aportes.
72. Ahora bien, en cuanto al deber de las administradoras de pensiones, más
específicamente de COLPENSIONES, de adelantar todas las gestiones necesarias
para realizar el traslado de aportes desde otras administradoras, cajas o fondos de
pensiones, en el numeral 4 del artículo 5° del Decreto Extraordinario 4121 de 2011
en el que se modificó la naturaleza jurídica de la referida entidad, se determinó que
sobre los recursos que dicha administradora tiene a su cargo, entre los que se
encuentran los correspondientes al régimen de prima media con prestación
definida, debe:
“Realizar las operaciones de recaudo, pago y transferencias de los recursos
que deba administrar. Para este efecto, podrá hacerlo directamente o por
medio de terceros, asociándose, celebrando acuerdos de colaboración
empresarial, efectuando convenios o contratando con instituciones financieras
o sociedades que presten servicios de administración de redes de bajo valor.
También podrá realizar estas operaciones directamente de acuerdo con las
normas vigentes, siempre y cuando demuestre que está en condiciones de
hacerlo a costos inferiores que los que encuentre en el mercado”. (Negrilla y
subraya fuera del texto original)
73. En atención al deber legal de recaudo y cobro, se profirió la Resolución 504 de
2013 modificada por la Resolución 163 de 2015 por la cual se adoptó el Manual de
Cobro Administrativo de la Administradora Colombiana de Pensiones. En esta
normativa, se definieron los procesos interadministrativos mediante los cuales la
entidad puede obtener los aportes o contribuciones pensionales que requiera para
financiar las prestaciones pensionales actuales y futuras, tales como bonos150, cuotas
parte151, cálculos actuariales152, devolución de aportes153, entre otros.
74. Por lo anterior, en el numeral 8° del artículo 6° del Decreto 309 de 2017, se
reiteró que en virtud de la administración que ejerce sobre los recursos de los
regímenes que administra (RPM) y los propios de la Empresa, COLPENSIONES
deberá: “determinar los ingresos, gestionar el recaudo y cobro, incluyendo cobro
coactivo, y administrar las reservas e inversiones”. (Negrilla y subraya fuera del
texto original)
149
Sentencias T-387 de 2010 M.P. Luis Ernesto Vargas; T-362 de 2011 M.P. Mauricio González; T-979 de 2011
M.P. Nilson Pinilla; T-906 de 2013 M.P. María Victoria Calle y T-708 de 2014 M.P. Luis Guillermo Guerrero, entre
otras.
150
Ver los numerales 2.2.1, 2.2.2 y 3.1.2.2.4.2 de la Resolución 504 de 2013.
151
Se encuentra definida en el artículo 2.2.3 de la Resolución 504 de 2013 como: “el mecanismo de soporte
financiero de la pensión que permite el recobro que tienen que efectuar las Cajas, Fondos de Previsión Social o la
Entidad reconocedora de una prestación pensional, con cargo a las entidades en las cuales el trabajador cotizó o
prestó sus servicios. Se encuentran reguladas por el Decreto 2921 de 1948, Decreto 1848 de 1969,
Decreto 3135 de 1968, Ley 33 de 1985, Ley 71 de 1988, Ley 490 de 1998, Ley 1066 de 2006, y demás normas
concordantes y complementarias”. También, regulado en el artículo 3.1.2.2.4.3 de la citada Resolución.
152
Regulado en los artículos 2.2.4 y 3.1.2.2.4.4 de la Resolución 504 de 2013.
153
Regulado entre otros en los artículos 2.2.5 y 3.1.2.2.4.6 de la Resolución 504 de 2013.
Expediente T-7.311.733 39
75. En concordancia con lo anterior, en el numeral 15 del artículo 6° del Decreto
309 de 2017, también se consagró como función de dicha administradora de
pensiones: “Elaborar y mantener actualizados los cálculos actuariales con el fin
de cuantificar el pasivo pensional de las mesadas actuales, futuras,
conmutaciones pensionales, bonos, cuotas partes y realizar los demás cálculos
que sean necesarios de conformidad con las normas legales”.
76. De acuerdo con lo anteriormente expuesto, esta Sala de Revisión concluye que
es necesario que las administradoras de pensiones ejecuten los trámites tendientes
a obtener las contribuciones pensionales y los aportes de la historia laboral de sus
afiliados, ya que, así como no es atribuible al trabajador la mora del empleador en
realizar las cotizaciones al Sistema General de Seguridad Social en Pensiones,
tampoco lo es el actuar negligente de las administradoras, cajas o fondos de
pensiones que no logran efectuar el traslado de los aportes de sus afiliados.
Solución al caso concreto: COLPENSIONES vulneró los derechos
fundamentales del accionante al no reconocer a su favor la pensión de vejez
que reclama, por incumplimiento de su deber legal de actualización de la
historia laboral y de las semanas cotizadas.
77. El señor Ramón Emilio Mejía Flórez interpuso acción de tutela para exigir la
protección de sus derechos fundamentales a la seguridad social en pensiones, al
mínimo vital, a la “subsistencia”, a la dignidad humana, a la vida digna y a la
igualdad, debido a la negativa de COLPENSIONES a reconocer y pagar la
pensión de vejez a la que en su criterio tiene derecho, por haber cumplido con los
requisitos legales de tiempo y semanas cotizadas necesarias para el efecto. En
consecuencia, solicitó ordenar a esta entidad el reconocimiento y pago de (i) la
pensión de vejez y (ii) el pago del retroactivo al que haya lugar.
78. El juez de tutela declaró improcedente el amparo solicitado por el accionante al
considerar que no cumple con el requisito de subsidiariedad y que al existir tanta
discrepancia entre el tiempo de labor del accionante y lo que considera cotizado
por la accionada, es el juez laboral el competente para dirimir la controversia.
79. La Sala Sexta de Revisión debe determinar en el caso concreto, si
COLPENSIONES vulneró los derechos fundamentales a la seguridad social y al
mínimo vital del accionante al negarle el reconocimiento y pago de la pensión de
vejez y el respectivo retroactivo, bajo el argumento de que no cumplía con las
semanas de cotización requeridas, al no haber actualizado la historia laboral del
accionante ejercer las respectivas acciones de recaudo, cobro y traslado de
recursos y, en consecuencia, no tener en cuenta los periodos cotizados por el
Hospital Hernando Quintero Blanco a CAJANAL desde 1997 a 2009.
80. Al analizar la situación pensional del actor, para la Sala está probado que, tal
como lo argumentó COLPENSIONES en la Resolución VPB 36856 del 22 de
Expediente T-7.311.733 40
septiembre de 2016154, notificada al actor el 16 de noviembre de 2016 155, en la que
se dio respuesta al recurso de apelación interpuesto contra la Resolución GNR.
416997, el actor es beneficiario del régimen de transición en materia pensional
establecido en el artículo 36 de la Ley 100 de 1993, pues para la entrada en
vigencia de dicha norma, tenía 49 años de edad.
81. Establecido lo anterior, es necesario verificar el cumplimiento de las
condiciones fijadas en el Acto Legislativo 01 de 2005 para determinar si el actor
conservó o no el régimen de transición, pues el artículo 1° del citado Acto
Legislativo limitó su aplicación hasta el 31 de julio de 2010 excepto para los
trabajadores que tengan cotizadas al menos 750 semanas o su equivalente en
tiempo de servicios a la entrada en vigencia de la referida norma (25 de julio de
2005), a los cuales se les mantendría el régimen hasta el año 2014.
82. Las razones dadas por COLPENSIONES en las Resoluciones: (i) GNR 416997
del 24 de diciembre de 2015; (ii) GNR 137135 del 10 de mayo de 2016; y (iii)
VPB 36856 del 22 de septiembre de 2016, en las cuales le negó al actor el derecho
a la pensión de vejez, tienen que ver con los tiempos de cotización que
COLPENSIONES tenía al momento de elevarse la solicitud pensional por parte
del accionante, a saber156:
ENTIDAD EN LA QUE DESDE HASTA NOVEDAD
LABORÓ
HOSP ESE SAN 1987-12-01 1996-01-31 TIEMPO
ANDRES SERVICIO
HOSP HERNANDO 1998-06-01 1998-06-10 TIEMPO
QUINTERO BLANCO SERVICIO
HOSP HERNANDO 2009-06-01 2010-10-31 TIEMPO
QUINTERO BLANCO SERVICIO
HOSP HERNANDO 2010-12-01 2016-05-01 TIEMPO
QUINTERO BLANCO SERVICIO
83. Sobre lo anterior, COLPENSIONES afirmó que el accionante “acredita un
total de 5171 (sic) días laborados, correspondientes a 774 semanas” 157, cifra que
aumentó por el pasar del tiempo. Y al dar respuesta al requerimiento probatorio de
esta Corporación, el 29 de octubre de 2019, a esa fecha “registra 851,28 semanas
cotizadas (…) de las cuales 425,86 pertenecen a cotizaciones realizadas al
Régimen de Prima Media Administrado por COLPENSIONES y 425,42
corresponden a Tiempos Públicos”158.
84. Sin embargo, en escrito remitido el 29 de octubre de 2019, la Unidad
Administrativa Especial de Gestión Pensional y Contribuciones Parafiscales de la
154
Cuaderno No. 1, folios 91 a 96, específicamente ver folio 94, donde COLPENSIONES aseveró: “Que a partir de
la norma transcrita se procedió a verificar la densidad de cotizaciones del apelante para el 30 de junio de 1995,
fecha en que entró a regir el sistema general en pensiones, encontrándose que para aquella época contaba con 390
semanas cotizadas y con 49 años de edad, adquiriendo el régimen de transición establecido en el artículo 36 de la
Ley 100 de 1993, por el cumplimiento del requisito de edad (…)” (Negrillas fuera del texto original)
155
Cuaderno No. 1, folio 97.
156
Cuaderno No. 1, folio 93.
157
Ibídem.
158
Cuaderno de Revisión, folio 256.
Expediente T-7.311.733 41
Protección Social (UGPP) expuso que de acuerdo con la Base de Datos del
Registro Nacional de Afiliados, el actor registra 504 semanas cotizadas a
CAJANAL entre julio de 1997 y abril de 2009 por parte del Hospital Hernando
Quintero Blanco159.
Esta nueva información, sumada a (i) las certificaciones laborales emitidas por el
Hospital Hernando Quintero Blanco, en donde se señala que el actor ha laborado
como celador ininterrumpidamente desde el 1 de marzo de 1996 a la fecha; (ii) la
solicitud de cálculo actuarial que presentó el Hospital a COLPENSIONES el 17 de
mayo de 2019; y (iii) la petición de traslado de aportes del actor desde 1997 a
2009 que COLPENSIONES interpuso ante la UGPP con fecha del 28 de octubre
de 2019, permite concluir que, a la fecha, el actor cuenta con más de 1.300
semanas de cotización160, y que para el 25 de julio de 2005, cuando entró a regir el
Acto Legislativo 01 de 2005, tenía más de 750 semanas cotizadas161.
Esta última información es relevante en la medida en que está probado que, tal y
como lo dijo COLPENSIONES en la Resolución VPB 36856 del 22 de septiembre
de 2016162, el actor es beneficiario del régimen de transición en materia pensional
establecido en el artículo 36 de la Ley 100 de 1993, pues para la entrada en
vigencia de dicha norma, tenía 49 años de edad.
85. Ahora bien, la Sala debe aclarar que no desconoce que COLPENSIONES a la
fecha, ya inició el trámite para actualizar y obtener el traslado de recursos de las
semanas cotizadas a CAJANAL por el Hospital Hernando Quintero Blanco, desde
1997 a 2009, periodo en el que supuestamente el actor no estaba afiliado a dicha
administradora de pensiones. Sin embargo, tal como se dijo en los considerandos
de la presente sentencia, la negligencia y demora de COLPENSIONES frente a sus
obligaciones de actualización, guarda y cuidado de la información contenida en la
historia laboral del accionante, no pueden serle atribuidas al trabajador, pues en el
presente caso esa entidad tenía reconocidas las cotizaciones entre el 1° de
diciembre de 1987 y el 31 de enero de 1996 hechas por el Hospital San Andrés de
Chiriguaná, antiguo empleador del actor, con destino a CAJANAL y conocía de la
afiliación del actor inicialmente a esa entidad.
86. Por lo tanto, se concluye que COLPENSIONES tenía conocimiento de la
anterior caja de afiliación del actor y no es claro por qué sí reconoció y trasladó
debidamente las cotizaciones hechas entre 1987 y 1996, y aun así no hizo lo
mismo con las posteriores, a pesar de tratarse de la misma administradora .
159
Cuaderno de Revisión, folios 275 y 276.
160
Sobre el particular, la Sala tuvo en cuenta que el actor trabajó para el Hospital San Andrés de Chiriguaná desde el
1° de diciembre de 1987 hasta el 31 de enero de1986, es decir 422 semanas aproximadamente, y posteriormente, de
forma ininterrumpida, para el Hospital Hernando Quintero Blanco ESE desde el 1° de marzo de 1996 a la fecha de
interposición de la acción de tutela, esto es 1.183 semanas aproximadamente. Por ende, al sumar el número de
semanas laboradas en ambas entidades se tiene que el accionante al 8 de noviembre de 2018 tenía 1.605 semanas.
161
En este punto, la Sala sumó las semanas laboradas por el trabajador para el Hospital San Andrés de Chiriguaná,
que son 422 semanas desde el 1° de diciembre de 1987 hasta el 31 de enero de1986, junto con las 490 semanas
trabajadas para el Hospital Hernando Quintero Blanco desde el 1° de marzo de 1996 al 25 de julio de 2005, que en
total son 912 semanas aproximadamente.
162
Cuaderno No. 1, folios 91 a 96, específicamente ver folio 94, donde COLPENSIONES aseveró: “Que a partir de
la norma transcrita se procedió a verificar la densidad de cotizaciones del apelante para el 30 de junio de 1995,
fecha en que entró a regir el sistema general en pensiones, encontrándose que para aquella época contaba con 390
semanas cotizadas y con 49 años de edad, adquiriendo el régimen de transición establecido en el artículo 36 de la
Ley 100 de 1993, por el cumplimiento del requisito de edad (…)” (Negrillas fuera del texto original).
Expediente T-7.311.733 42
87. De acuerdo con lo anterior y con lo expuesto previamente con respecto a las
obligaciones de las administradoras de pensiones en materia de actualización,
custodia, guarda y verificación de la información contenida en las historias
laborales de sus afiliados, la Sala concluye que al no recogerse y actualizarse
debidamente la historia laboral del accionante desde años atrás y no haber
justificación alguna para la carencia de esa información a pesar de que la fecha de
afiliación del actor según la entidad fue en el 2009, no queda más remedio que
concluir que COLPENSIONES no hizo gestión alguna desde dicha época para
corroborar la verdadera situación del actor en materia de cotización e información
pensional. En efecto, tal como lo alegó el accionante en el año 2016, al trabajar
ininterrumpidamente para el Hospital Hernando Quintero Blanco, era necesario
verificar si dichas cotizaciones estaban registradas en su anterior administradora
de pensiones, CAJANAL, o adelantar el trámite de cálculo actuarial
correspondiente en contra el empleador moroso, acciones que sólo se realizaron
una vez la Corte, en sede de revisión, trasladó las pruebas aportadas por la UGPP a
COLPENSIONES.
88. En este punto, es de anotar que la fecha de afiliación del actor a
COLPENSIONES es un tema que se debate, pues el hospital Hernando Quintero
Blanco en respuesta del 8 de noviembre de 2019, allegó formulario de afiliación
del señor Mejía Flórez a dicha administradora con fecha del 24 de octubre de
1996. Una situación que no afectaría en nada lo dicho hasta el momento, salvo
para darle más fuerza a las consideraciones mencionadas, porque ello significaría
una afiliación anterior y en consecuencia un deber más antiguo de
COLPENSIONES de asegurar la veracidad de las cotizaciones de una manera más
diligente desde esa época.
89. Ahora bien, de las mismas pruebas analizadas previamente, esta Sala concluye
que el Hospital Hernando Quintero Blanco ha incurrido en mora en el pago de
algunos periodos cotizados tanto a CAJANAL como a COLPENSIONES, entidad
última a la que el Hospital mismo solicitó el cálculo actuarial 163. Esto se suma al
hecho que: (i) tal y como fue señalado por la UGPP en escrito del 29 de octubre de
2019, hay periodos de tiempo sin cotización que son: “09-1997, 05-1998, 06-
1998, 07-1998, 08-1998, 09-1998, 10-1998, 11-1998, 12-1998, 02-2003, 01-2005,
01-2008, 06-2008, 07-2008, 08-2008, 09-2008, 10-2008, 11-2008, 12-2008 y 01-
2009”, 164 sin que se hayan expedido además los respectivos certificados en el
Sistema de Certificación Electrónica de Tiempos Laborados (CETIL); (ii)
COLPENSIONES, en el último reporte de semanas allegado a esta Corporación
con fecha del 28 de octubre de 2019, señala que especialmente en los años 2016 y
2017 no se hicieron las cotizaciones completas 165; y (iii) el mismo Hospital
reconoció que durante el año 2016, según él, por petición del accionante, no
realizó los aportes al Sistema General de Seguridad Social en Pensiones, pues este
le indicó que ya había cumplido los requisitos para pensionarse166.
163
Cuaderno de Revisión, folio 113.
164
Cuaderno de Revisión, folio 319.
165
Cuaderno de Revisión, folio 362.
166
Cuaderno de Revisión, folio 91.
Expediente T-7.311.733 43
90. En mérito de lo anterior, está claro que COLPENSIONES podrá ejercer las
acciones de cobro que estime pertinentes, para que en el menor tiempo posible
logre recaudar los aportes en mora del empleador.
91. De lo que se colige que tanto COLPENSIONES como el Hospital Hernando
Quintero Blanco tenían información contradictoria sobre la época de afiliación del
accionante y la cantidad de semanas cotizadas durante la vigencia de la relación
laboral, circunstancia que vulnera los derechos a la seguridad social del
accionante, quien ha sufrido las consecuencias negativas del actuar negligente de
ambas entidades, que repercutió en el no reconocimiento de la pensión de vejez
pretendida desde hace ya más de 2 años.
92. Por otro lado, en lo que respecta a la UGPP, esta Sala encuentra que no
vulneró los derechos del accionante en realidad, pues solo hasta el 28 de octubre
de 2019 COLPENSIONES solicitó formalmente el traslado de los aportes que esa
entidad tenía en favor del actor, y en respuesta dada a esta Corporación, sostuvo
que dicha petición se encuentra en estudio.
93. Para la Sala es claro, sin embargo, que el accionante es un sujeto de especial
protección constitucional y que durante años ha sido privado de la pensión de
vejez a la que tiene derecho, por la falta de claridad en la información sobre su
afiliación y semanas cotizadas tanto en CAJANAL, hoy UGPP, como en
COLPENSIONES, razón por la que se justifica ordenar a la última entidad actuar
de forma diligente y expedita en lo que le corresponda, según lo dispuesto en el
numeral 1° del artículo 156 de la Ley 1151 de 2007, en el proceso de traslado de
aportes.
Pago de la pensión de vejez y retroactivo
94. Ahora bien, en lo que respecta a la pensión de vejez la Sala concederá la
protección constitucional al actor y ordenará a COLPENSIONES reconocerle al
señor Mejía Flórez la pensión correspondiente, de acuerdo con su historia laboral
debidamente ajustada.
No obstante, en cuanto al pago de la mesada pensional y el retroactivo en sí
mismos considerados, como en este caso no se encuentra en riesgo el mínimo vital
del actor porque el demandante desempeña una actividad laboral que cubre su
sustento y el de su familia, la Corte determinará que no se realice el pago de las
mesadas correspondientes, hasta tanto no se dé por terminada su vinculación
laboral como celador en el Hospital Hernando Quintero Blanco, evento que sólo
podrá tener lugar, cuando se hayan culminado todos los requerimientos y
exigencias previas para que el actor pueda ser efectivamente incluido en la
correspondiente nómina pensional. Lo anterior, al considerar, que de acuerdo con
el artículo 128 de la Constitución Política, “nadie podrá desempeñar
simultáneamente más de un empleo público ni recibir más de una asignación que
provenga del tesoro público”.
95. En consideración a todo lo expuesto, la Sala revocará el fallo del 5 de agosto
de 2019 proferido por el Juzgado Promiscuo de Familia de Chiriguaná y en
Expediente T-7.311.733 44
consecuencia, concederá la protección de los derechos fundamentales al habeas
data, la seguridad social y la vida digna del accionante.
96. En concreto, ordenará en primer lugar, al Hospital Hernando Quintero
Blanco, que dentro de las cuarenta y ocho (48) horas siguientes a la notificación
del presente fallo, certifique el tiempo laborado y semanas cotizadas a favor del
señor Ramón Emilio Mejía Flórez desde 1996 a la fecha, en el Sistema de
Certificación Electrónica de Tiempos Laborados (CETIL).
97. Así mismo, la Sala encuentra necesario ordenar a la UGPP que, dentro de las
setenta y dos (72) horas siguientes a la notificación del presente fallo, certifique las
semanas cotizadas a favor del señor Ramón Emilio Mejía Flórez desde 1996 hasta
2009 registradas en sus bases de datos con destino a COLPENSIONES.
98. En lo que respecta a COLPENSIONES, se le ordenará reconocer la pensión de
vejez solicitada por el señor Ramón Emilio Mejía Flórez, dentro de los tres (3)
meses siguientes contados a partir de la notificación del presente fallo de tutela, a
fin de darle tiempo a la recepción de la documentación y traslado de aportes
cotizados a CAJANAL, por parte de la UGPP. Sin embargo, en lo que respecta al
pago de la mesada pensional, se le ordenará a la mencionada entidad abstenerse de
cancelar las sumas correspondientes al actor, hasta tanto no se dé por terminada su
vinculación laboral como celador, en el Hospital Hernando Quintero Blanco;
evento que sólo podrá tener lugar, cuando se hayan culminado todos los
requerimientos y exigencias previas para que el actor pueda ser efectivamente
incluido en la correspondiente nómina pensional.
Finalmente, se le ordenará en el término de cuarenta y ocho horas (48) siguientes a
la notificación del presente fallo y en atención a lo expuesto en la parte motiva de
esta sentencia, adelantar todas las gestiones correspondientes para el cobro de los
aportes omitidos por el Hospital Hernando Quintero Blanco, los cuales deberán ser
incluidos de manera inmediata en la historia laboral del accionante.
Conclusiones y órdenes a proferir
99. La acción de tutela es procedente como mecanismo definitivo para proteger los
derechos fundamentales a la seguridad social y a la vida digna del accionante,
debido a que se encuentra en condición de vulnerabilidad y es un sujeto de especial
protección constitucional.
100. La Sala Sexta de Revisión de Tutelas concluyó que COLPENSIONES
vulneró los derechos del accionante a la seguridad social y al habeas data por
negar el reconocimiento de la pensión de vejez pretendida por el actor, sin tomar
en consideración, como era su deber, un número importante de semanas cotizadas
por su empleadora CAJANAL entre 1997 y 2009, que le daban derecho al actor al
reconocimiento correspondiente. La administradora incumplió, en consecuencia,
los deberes de actualización de la historia laboral de sus afiliados, no ejerció la
acción de cobro en contra el Hospital Hernando Quintero Blanco por décadas, y
desde el momento de afiliación del accionante no adelantó las respectivas acciones
Expediente T-7.311.733 45
para obtener las cotizaciones que aparecen en el Registro Nacional de Afiliados en
el periodo previamente señalado.
101. Igualmente, esta Corporación determinó que el Hospital Hernando Quintero
Blanco incurrió en mora al no pagar los periodos “09-1997, 05-1998, 06-1998, 07-
1998, 08-1998, 09-1998, 10-1998, 11-1998, 12-1998, 02-2003, 01-2005, 01-2008,
06-2008, 07-2008, 08-2008, 09-2008, 10-2008, 11-2008, 12-2008 y 01-2009”167, así
como algunos meses de 2016 y 2017, por lo que al estar prohibido endilgar dicho
actuar negligente al trabajador, se advierte a COLPENSIONES que haga uso de las
acciones de cobro que considere pertinentes para obtener en el menor tiempo
posible, los periodos de tiempo que durante la vigencia de la relación laboral no se
hayan cotizado hasta la fecha.
102. En último lugar, se encontró probado que la UGPP no vulneró de forma
alguna los derechos del accionante, toda vez que hasta el 28 de octubre de 2019
COLPENSIONES le presentó la solicitud formal de traslado de aportes, petición
que está en estudio para verificar su procedencia.
103. En consideración a todo lo expuesto, la Sala revocará el fallo del 5 de agosto
de 2019 proferido por el Juzgado Promiscuo de Familia de Chiriguaná y en
consecuencia, concederá la protección de los derechos fundamentales a la
seguridad social, habeas data y a la vida digna del accionante. Por lo anterior,
ordenará: (i) al Hospital Hernando Quintero Blanco que certifique el tiempo
laborado y semanas cotizadas a favor del señor Ramón Emilio Mejía Flórez desde
1996 a la fecha, en el en el Sistema de Certificación Electrónica de Tiempos
Laborados (CETIL); (ii) a la UGPP que certifique las semanas cotizadas entre
1996 y 2009 a favor del señor Ramón Emilio Mejía Flórez registradas en sus bases
de datos, con destino a COLPENSIONES; (iii) a COLPENSIONES, se le ordenará
reconocer la pensión de vejez solicitada por el señor Ramón Emilio Mejía Flórez,
con fundamento en lo expuesto en esta sentencia, dentro de los tres (3) meses
siguientes contados a partir de la notificación del presente fallo de tutela, a fin de
darle tiempo a la recepción de la documentación y traslado de aportes cotizados a
CAJANAL, por parte de la UGPP.
Sin embargo,en lo que respecta al pago de la mesada pensional, se le ordenará a la
mencionada entidad abstenerse de cancelar las sumas correspondientes al actor,
hasta tanto no se dé por terminada su vinculación laboral como celador en el
Hospital Hernando Quintero Blanco; evento que sólo podrá tener lugar, cuando se
hayan culminado todos los requerimientos y exigencias previas para que el actor
pueda ser efectivamente incluido en la correspondiente nómina pensional; y (iv)
finalmente, se le ordenará a COLPENSIONES en el término de cuarenta y ocho
horas (48) siguientes a la notificación del presente fallo y en atención a lo expuesto
en la parte motiva de esta sentencia, adelantar todas las gestiones correspondientes
para el cobro de los aportes omitidos por el Hospital Hernando Quintero Blanco,
las cuales deberán ser incluidas de manera inmediata en la historia laboral del
accionante.
IV. DECISIÓN
167
Cuaderno de Revisión, folio 319.
Expediente T-7.311.733 46
En mérito de lo expuesto, la Sala Sexta de Revisión de la Corte Constitucional,
administrando justicia en nombre del Pueblo y por mandato de la Constitución
Política,
RESUELVE:
PRIMERO.- REVOCAR la sentencia proferida el 5 de agosto de 2019 por el
Juzgado Promiscuo de Familia de Chiriguaná. En su lugar CONCEDER el
amparo de los derechos fundamentales a la seguridad social, al habeas data y a la
vida digna del señor Ramón Emilio Mejía Flórez.
SEGUNDO.- ORDENAR al Hospital Hernando Quintero Blanco que, dentro de
las cuarenta y ocho (48) horas siguientes a la notificación del presente fallo,
certifique el tiempo laborado y semanas cotizadas a favor del señor Ramón Emilio
Mejía Flórez desde 1996 a la fecha, en el en el Sistema de Certificación
Electrónica de Tiempos Laborados (CETIL).
TERCERO.- ORDENAR a la Unidad de Gestión Pensional y Contribuciones
Parafiscales (UGPP) que, dentro de las setenta y dos (72) horas siguientes a la
notificación del presente fallo, certifique las semanas cotizadas a favor del señor
Ramón Emilio Mejía Flórez desde 1996 a 2009 registradas en sus bases de datos
con destino a COLPENSIONES.
CUARTO.- ORDENAR a COLPENSIONES que reconozca la pensión de vejez
solicitada por el señor Ramón Emilio Mejía Flórez, con fundamento en lo expuesto
en esta sentencia, dentro de los tres (3) meses siguientes contados a partir de la
notificación del presente fallo de tutela, a fin de darle tiempo a la recepción de la
documentación y traslado de aportes cotizados a CAJANAL, por parte de la
UGPP. Sin embargo, en lo que respecta al pago de la mesada pensional, se le
ordenará a la mencionada entidad abstenerse de cancelar las sumas
correspondientes al actor, hasta tanto no se dé por terminada su vinculación laboral
como celador en el Hospital Hernando Quintero Blanco; evento que sólo podrá
tener lugar, cuando se hayan culminado todos los requerimientos y exigencias
previas para que el actor pueda ser efectivamente incluido en la correspondiente
nómina pensional.
QUINTO.- ORDENAR a COLPENSIONES que, en el término de cuarenta y
ocho horas (48) siguientes a la notificación del presente fallo y en atención a lo
expuesto en la parte motiva de esta sentencia, adelante todas las gestiones
correspondientes para el cobro de los aportes omitidos por el Hospital Hernando
Quintero Blanco, los cuales deberán ser incluidos de manera inmediata en la
historia laboral del accionante.
SEXTO.- LÍBRESE la comunicación de que trata el artículo 36 del Decreto 2591
de 1991, para los efectos allí contemplados.
Notifíquese, comuníquese y cúmplase.
Expediente T-7.311.733 47
GLORIA STELLA ORTIZ DELGADO
Magistrada
CRISTINA PARDO SCHLESINGER
Magistrada
JOSÉ FERNANDO REYES CUARTAS
Magistrado
MARTHA VICTORIA SÁCHICA MÉNDEZ
Secretaria General