La Colmena
ISSN: 1405-6313
lacolmena@uaemex.mx
Universidad Autónoma del Estado de
México
México
Betancourt, Aarón
La máquina Kafka: Una ruptura con el inconsciente
La Colmena, núm. 51-52, 2006, pp. 23-38
Universidad Autónoma del Estado de México
Toluca, México
Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=446344562004
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Aarón Betancourt
La máquina Kafka:
Una mptura con el inconsciente
Escribir es para mílo más importante
sóbrela tierra...tan importanteconk\
digaiik^. para un Kxrosu locura...
KArKA(en lioíTmann, 1988).
Introducción
I siguiente irabaio intenta pensar el universo ilo i-ran?. Kafka
desdo la iaterpretarióit (|tte neleitzeyGiiatrart realizarott en el WbxoKafka.
f\'r una ¡írmifiini menor (Peloiize y Gitatarri. 2001), y (jiie Votisiste en
obligar al lector a releer (...] a realizar tina (...] ntteva lectitra del relaro
desde otro ángulo. A veres hay una doble posibilidad de interpretación,
de donde surge la necesidad de dos lecturas. Eso es lo que busca el
autor." (Camus, 2002i l."^5) Esta rcicctiira de Kalka pretende estar fuera
de las interpretaciones realizadas, fuera de la experiencia psicoanalítica
de Freud y también fuera de "la inulrirud de conieniarios leológicos,
sociológicos y psicológicos y tantos otros ajenos a la creación poética
que la obra de Eratiz Kafka ha promovido [...] laiiibién fuera de [...] los
comentadores (...) pues esti»s (...) se han referido una y otra vez a las
cartas y a los diarios de Kafka con el fin de demostrar sobre esa base su
relevancia niosóílca. teológica, etc." (Walser, En este sentido,
nmTtviiK'saiiuu'ti una/»"//ir¿HdeKafka.i¡ueno<'s ni imaginaria,
ni simbólica. Ni'sotros no creemos sino en una máquina o máquinas de
Lamdfuiiia Kt^ka: Una ivjimm con elmconscieMe Aarón BcUncourt
Kafka, que no son ni estructura ni fantas- I, La máquina de escritura
nia. Nosotros no creemos sino en una expe
rimentación de Kafka; sin Interpretación, sin ""Es un aparato peculiar", dijo el oficial al via
signiricancía, sólo protiKolosde experiencia jero investigador" (Kafka, 2000: 173). La má
[...] Un escritor no es un hombre escritor, quina de la colonia penitenciaria es una gi
sino un hombre político, y es un hombre gantesca máquina que escribe sobre la piel
máquina, y es un hombre experimental. humana, Es Edipo marcado, adherido a nues
(Deleuze y Guattari, 2001: 17). tra piel, interiorizado en forma de culpa en un
Este trabajo se basa sólo en tina de las obras teatro íntimo de representación. Edipo planta
de Kafka, las otras que lleguen a citarse única do en nuestras cabezas es un árbol triádico
mente servirán para cotejar. La "novela corta" universal subjetivo. Inauguración de! incons
(Unseld.1980: 127-12'-)) de Kafka que se abor ciente como escena de calcos, todo un teatro
dará es En la colonia pcnicmcíaría (¡n dcr colocado en lugar de la producción de realidad
SaqPiolonic) (Unseld. 1989: 206) y será anali en lugar del "rizoma",^ que para Deleuze-
zada con el método del "esquizoanalisis"' que Guattari es producción de inconsciente. La crí
apareceen el librode Deleuze-Ouattari, ElAnri- tica deíeuziana es al nacimiento del Edipo como
Edipo (Capitalismoy Esquizofvenia). La inten una metáfora universal que existe precisamente
ción es la de suplantar la realidad y el árbol por ser un no lugar, por ser un universal. La
Criádico freudiano del inconsciente en la obra descripción del aparato de escritura que apa
de Kafka por la teoríade la producción deseante rece en la colonia penitenciaria es la siguien
de Deleuze-Guaitari, ya que para ellos el incons te: El artefacto de escritura está compuesto de
ciente es una máquina o fábrica de producción tres parles o tres sobrenombres populares, la
de deseo. En este sentido, la intención del aná base se llama Cama, que está cubierta por una
lisis es la de develar otra lectura poco explora capa de algodón donde se coloca al condenado
da en la obra de Kafka y realizar un doble desnudo boca abajo; la parte intermedia de la
inovimiento: por una parte, una crítica y máquina permanece oscilante sobre una cinta
dcconstnurión del inconscicnie freudiano y, por de acero, y se llama Rastnllo, porque las agu
otro lado, la propuesta teórica del liuonsrienre, jas están ordenadas precisamente como un ras
tal como lo entienden Delcuzc-Guattari. trillo, y realiza un movimiento semejante a
La carea del esquizi^atiálisis c<>iisisie en deshacer iiicatisahlenienie los yi's y sus presupuestos, en liberar las singularidades
personales i|ue encierran y reprimen, en hacer correr los flujos que serían capaces de emiilr. en recibir o incercepiar. en
establecer siempre más lejos y más hábilmenre las esquirlas y los cortes muy por debajo de las condiciones de identidad, en
montar las máquinas de.seanies que recortan a cada uno y lo agrupan con otros. I'ties cada uno es un grupiísciilo y debe vivir
de ese modo, o más bien como la caja de té zeii rota en mil trozos, cuyas grietas están reparadas con cemento de oro, o como
las fisuras de la losa de iglesia serlaladas por la pintura o la cal (lo contrarli» de la castración, unificada, moralizada. iKulta.
cicatrizada, improductiva). El esquizoanáiisis se llama asi porque, en todo su procedimiento de cura, esquizofreniza. en lugar
de neuroiizar como el psicoanálisis.
Un rizi'ma cimio tallo siiliterráiieo se distingue radicalmi'nie de las raíces y de las raicillas. Li>s bulbos, los tubérculos. S(>n
riztniias. fero hay plantas con raíz o raicilla que larnlhén Sini consideradas ríZimiiTfas. Hasta los animales lo Sini cuando van
en manada, las ratas son rizomas. Las madrigueras lo son en todas sus funciones de hábitai. de provisión, de desplazamiento,
de guarida y ruptura. En el corazini de un árbol, en el interior de una raíz o en la axila de una rama, puede formarse un nuevo
rizoma, o bien es un elemento microscópico de árbol-raíz, una raicilla, la que Inicia la producción del rizoma. El pensatniento
no es arborecente. Muchas perlinas tienen un árbol plantado en la cabeza, pero en realidad el cerebro es más una hierba que
un árbol. El rizoma es precisamente esa producción de Inconscietiie.
Aaiún Betancourt La máquina Kalka: Una ivpiira con d incouxienlf
éste, además de que está construida de vidrio. 188). Escritura que os mulliplicidadrizomática
Rh último, la pane alta de la máquina se ila- resultado de la producción del inconsciente
nía el Dibujanrc. y funritma. como la cama, con como fábrica de deseo: escritura ilegible de
electricidad propia: en ésta está el engranaje trazos que se cruzan entre sí innumera
que maneja el movimiento del rastrillo, y este blemente; rizoma dentro de otro rizoma. So
engranaje se regula por el dibujo en que está ciedad disciplinaria. tecnoUigía de marcas y
escrita la sentencia. Los dibujos que deben ser heridas, el cuerpo es concebido como el lugar
colocados fueron creados por el antiguo coman para escribir o prescribir la pena. "Nuestra
dante. En resumen, funciona de la siguiente condena no es tan severa, Al condenado se le
manera: escribesobre el cuerpo, con el Rastrillo, el man
El Rastrillo comienza a escribir. Apenas ter damiento que ha violado. A este condenado,
mine ei primer escrito en ei divsi''del indivi por ejemplo —el oficial señaló al hombre—.
duo, la capa de algiYlón gira y hace nidard le será escrito sobre el cuerpo: ¡Honra a tus
cuerpi^ ientamemesi4>rc un costado, para superiores!" (Kafka 2000:181). Inscripción en
que el Rastrillo ledecoreotroespacio. Mien la piel que graba el deber ser. el imperativo
tras tanto, las partes maltratadas del cuer categórico kantiano en el cuerpo del sujeto:
po se apoyan sobre el algodún, que por su cuerpo visto como página en blanco de una
especial preparación Inniediatameiite ab máquina de escritura; artefacto que llevaa cabo
sorbe la sangre y prepara la superficie para el ejercicio del poder que deja su marca sobre
seguir profundizandola inscripción. A me los cuerpos. "El lenguaje ni siquiera está he
dida que el cuerpo gira, estas púas ai borde cho para que se crea en el. sino para obedecer
del Rastrillo arrancan el algt^ón de las y hacer que se obedezca" (Peluze y Giiaitari,
heridas, lo arrojan a la fosa, y el Rastrillo 1085: 81). La máquina de A'n ta (vlonia paii-
tiene trabajo nuevamente. Asísigue inscri tcndaría sólo funciona estropeándose. Destruir
biendo, cada vez más hondo, durante doce el incon-sciente. limpieza, raspado: destruir a
horas. Durante ia primeras .seis horas el Edipo. la castración-perversión intrínseca de
condenado se maniíenc casi como ai prin la máquina del capital. La má(|uina descrita
cipio. sólo sufre dolores. Después de dos por Kafka recuerda la sociedad disciplinaria
horas se le retira el rieitro. porque ya no descrita por Eoucaull. Es una admirable má
tiene fuerzas para gritar. Aquí, junto a la quina de castigo capaz de inscribir en la carne
cabecera, Si^ire esto recipiente calentado do! condenado la sentencia que éste ha des-
eléctricamentese pone una papilla de arriaz, oliedccido. El condenado no sabe por qué será
del cual el hombre puede, si quiere, tomar castigado, pero lo aprenderá en su propio cuer
loque su lengua atrape, (Kafka,2i.XX''; 189) po y hará on li una leciiira de la sentencia.
La escritura de la máqiiitia de la colonia peni- Eoucauít muestra esa uiá(|uina disciplinaria no
lenciaria nunca es legible: "pero sólo veía lí como máquina de casiigtx sino como máquina
neas laberínticas, que se cru/,;íban entre sí y de formación, conformación, aprendizaje y en-
cubrían el papel tan detusamenie que apenas sefianza. con una lecnica de inscripción seme- ^
se lograba vislumbrar el blanco del papel. jante a la planteada por Kafka, ya que el suje-
•Lea", dijo el oficial, 'no puedo" (...] Ru lo lan- ro aprende con su cuerpo, pues las sentencias ^
lotleben, muclios, imicliisimosadonu«. nxlear se inscriben en su espalda: "el bombre comien
la verdadera inscripción. El escrito original za a descifrar la inscripción, poneen punta los g
sólti ix'upa una estrocha faja dei cuerpo, el res labios, como si escuchara. Usted mismo lo vio, J
to se reserva para los adornos." (Kafka, 2000; lio es í'ácil descifrar la inscripción con los ojos. -3
hi magulla Kalta. Una inpiira coa d lacoai iciiic :\an)n hrlanccun
Pero el hombre la lee a través de sus heridas". critura" a esta inscripción en plena carne,
(Kafka, 2000: 190). entonces es preciso decir, en efecto,que el
La crueldad no tiene nada que ver con una habla supone la escritura, y que este siste
violencia natural o de cualquiertipoque se ma cruelde signos inscriti>s loque hace al
encargaría de explicar la historia del hom hombrecapaz de lenguajey le proporciona
bre. La crueldad es el movimiento de la cul una memoria de las palabras. (Deluze y
tura que se opera en los cucrposyse inscri Guattari. 1998; I5l)
be sobre ellos, labrándolos. Esto es lo que
significa crueldad. Esta cultura no es el II. El DESEO YLA MÁQUINA ABSURDA
movimientode la ideología: por el contra
rio, introduce a la fuerza la producción en En la obra de Kafka el deseo de! hombre es
el deseo, ya la inversa, inserta a la fuerza impedido por la máquina social, máquina
el deseo en la producción y la reproducción edípica que siempre ha entendido el deseo del
sociales. Pues incluso la muerte, el castigo, hombre como carencia de algo. Edipo intro
los suplicios son deseadi>s, y son produc duce la muerte en el deseo, Edipo-entropía,
ciones. A los hombres o a sus órganos, los Edipo-bloqueo de la máquina deseante o con
convierte en las piezas y engranajes de la mayor precisión, el deseo del hombre es im
máquina social. El signo es posición de pedido por el deseo de la máquina capitalis
deseo; pero los primeros signos son lossig ta, deseo del hombre sometido, deseo y hom
nos territoriales que clavan sus banderas bre sometidos, que sólo pueden gozar de su
en los cuerpos. Ysi queremos llamar "es propia sumisión. "Incluso sufrir, como dice
-L-. Í
Aaróa Bcuncnurt ZxJ máquina Kq^a; Una mptura iou d inconscieiUe
Marx, es gozar de uno mismo." (Deluze y en su devenir de hacerse carne, devenir má
Guattari. 1985: 24). Pues el deseo de la má quina-hombre, no como liberación, sino sólo
quina se impone y se propaga ante la sumi como éxodo de lo inhumano a lo humano.
sión; es deseo que juzga y condena. Los d*.ís Hombres que entran y salen de la máquina y
estados del deseo son la voz de la máquina que pasan por los estados del deseo en líneas
chirriante atrapada en un devenir de dolor o de fuga, que también son partes de la máqui
de silencio. "A propósito, uno de los piñones na donde no hay posibilidad de escapatoria
del Dibujante está demasiado desgastado; de un régimen a otro. En un estado u otro del
rechina mucho cuando está en funcionamien deseo se forma parle de la máquina-madri
to. apenas se entiende cuando uno habla" guera, del mapa-rizorna. del rizoma peniten
(Kafka. 2000: 178). Dolor de no poder desear ciario. Hombres piezas del artefacto, hombres
su deseo cotno máquina deseante o el silen máquina que entran y salen de la máquina
cio como síntoma de un funcionamiento per penitenciaria. "Una máquina de Kafka está,
fecto. "El viajero se encontraba con la mirada pues, constituida por contenidos y expresiiv
absorta, cuando, de pronto, se acordó que una nes formalizados en diferentes grados así
de las ruedas del Dibujante debía chirrear; como por materias no formadas que entran
pero esta vez no se oía ningún ruido, ni si en ella, y salen de ella y pasan por lodos los
quiera el más leve zumbido. Trabajando tan estados. Entrar en la máquina, salir de la má
silenciosamente, la máquina pasaba casi in quina. estar en la máquina, bordearla, acer
advertida" (Kafka, 2000: 215). La justicia es carse a ella, todo eso también forma parte de
el sonido como enunciado, sonidos chirriantes la máquina." (Deieuze y Guattari, 2001: 17)
de la máquina de la colonia. Sonidos que no Máquinas dentro de máquinas, como prolife
cesan de fluir, no cesan de ser fluido contiguo ración del rizoma. En Freud —en el psicoaná
y continuo. Fluido que se propaga en el cam lisis tradicional— el deseo es carencia de algo,
po inmanente c ¡limitado del deseo. Pero sa carencia de objeto real. El inconsciente, como
bemos que ningún mecanismo es perfecto e, fábrica de producción de deseo, do realidad,
inevitablemente, la máquina de En la colonia fue suplantado por el inconsciente propuesto
¡icnitencíaiia también desea someterse a sí por Freud; inconsciente que produce fantas
misma, y juzgar a sí misma y juzgar a los mas, imaginarios que pliegan la realidad o,
hombres, realizando una critica de sí misma; como diría Clement Rosset. "El mundo se ve
deseo de englutirse en su devenir-hombre, en doblado por otro mundo". Este inconsciente
un grito monótono de la máquina de sufri que no carece de nada, dice Deieuze, se con
miento: "Pues el deseo famhicn desea esto, es virtió en carencia, en un teatro trágico griego
decir, la muerte, ya que el cuerpo lleno de la de representación, en un circo triádico mito
muerte es su motor inmóvil, del mismo modo lógico. onírico y trágico: es decir, edípico, con
como desea la vida, ya que los órganos de la las figuras del padre, la madre y el hijo, por
vida son la workln^ machine." (Deieuze y eso Artaud dirá "je né crol á ni pere ni mere,
Guattari, 1985: í 7). Línea de fuga' en lo otro. ja na pas á papa-mama." (en Deieuze y
3 La línea de fuga es el deseo desbloqueado, es deseo que se levanta o se escapa y se abre a nuevas rottexkmes. es ."j*
desierritorializacidn. La línea de fuga forma pane de la máquina. Oeniro y fuera, el animal forma parle de la máquina
ntadriguera. Alo inhiiniaiui de las "pi>lenclas diabólicas" responde lo siibhuinano de un devenir-animal; devenir colei^piero. ^
devenir perro, devenir mono "sacar primero la cabeza derribándolo iodo" ames que agachar la cabeza yseguir siendo |
burócraia, inspector o juez y semeniiado. En este caso lambiAi; no hay niiV que no construya o que no sienta estas líneas de 3
fuga, estos devenires artiniales. -3
¿d BÚquna A'uáLi; Una ruptura con ri mconxmle Aarón BcUocoun
Guatrari. 1985: 23) Kl psicoanálisis freudia- austrohúngara), ydespués de la Primera Gue
no se une a la represión burguesa del simu rra Mundial trabajó en la incipiente burocra
lacro, bajo el yugo de papá-estado, mamá- cia del Estado checo: esto puede ser la refe
patria o también el señor capital, la señora rencia al antiguo y nuevo régimen que men
tierra y su hijo, el obrero, Freud le pone pa ciona £/; la coloniapcnirmciana. El mundo de
dres al inconsciente, tríadas que podemos ver Kafka es un constante proceso. Salir de una
en todo el sistema de Hegel, pasando por la máquina a otra monótonamente, en una fila
santísima trinidad del cristianismo que con burocrática de los estados del deseo. Proceso
vierte a Edipo "en una especie de símbolo constante del deseo; el hombre como máqui
católico universal" (Deleuze y Guallari, 1985; na deseante. Hombre que se tnueve por el
58), Todo es triádico: el estructuralismo, la mundo deseando absurdamente, kafkiana-
informática, la lingüística, etc. En todas par mente. Máquinas absurdas de deseo. Univer
tes, máquinas edípicas, dogmáticas, teóricas. so visto como una concatenación de máqui
En todas partes máquinas, y no metafóri nas deseantes, adheridas a una gran maqui
camente: máquinas de máquinas, con sus naria de lo micro a lo macro o molar, de las
acoplamien tos,sus conexiones [...] El seno partes a un todo; máquinas binarias en un
es una máquina que produce leche, y la régimen asociativo, máquinas descantes; y
boca, una máquina acoplada a aquélla (...) más que deseantes, absurdas, pues sólo fun
De este modo, todos "bricoleurs"; cada cual cionan estropeándose sin cesar. "La máquina
sus pequeñas máquinas [...] Todo forma es muy compleja, de vez en cuando algo debe
máquinas- Máquinascelestes,las estrellas romperse o descomponerse" (Kafka, 2000:
o el arco iris, máquinas alpestres, que se 191). La máquina de la colonia es una má
acoplan con las de su cuerpo. Ruido inin quina inútil que sólo funciona estropeándo
terrumpido de máquinas (...) En todas par se. Es, como diría Marcel Duchanip, un rcady
tes, máquinas productoraso deseantes, las niadc: un objeto manufacturado arrancado de
máquinas esquizofrénicas, toda la vida ge su significado, convertido en una cosa inser
nérica; yoy no-yo, exterior e interior ya no vible, y que, por tanto, es funcional. Máquina
quieren decir nada. (Pelcuzc y Guattarl, de la colonia que destila la critica de sí mis
1985: n-12) ma haciéndose trizas.
El deseo es proceso, y proceso entendido de Los dientes de una rueda emergieron y su
dos maneras, tanto como mediación de un es- bieron, y de pronto apareció toda la rueda y
lado a otro, dev('nir,Míneas de fuga y tam era como si alguna enorme fuerza aplasta
bién como proceso de sentirse atrapado, pro ra al Dibujante, dejando esta rueda sin es
ceso de burocratización de las tiltimas déca pacio; la rueda se desplazó hasta el borde
das del siglo XIX y principios del siglo XX. del Dibujante, cayó y rodó, un momento
Kafka fue testigo de este proceso hisiórico, erguida sobre la arena y luego se quedó
ya que primero fue burócrala en el Instituto quieta. Pero inmediatamente surgió otra y
de Seguros de Accidentes de Trabajo en el otras la siguieron, grandes, pequeñas e im
Reino de Bohemia, en Praga (burocracia perceptiblemente distintas entre sí y con
Devenir no es Iniiiar a algo o a alguien y no es ¡deiiiillcarse con él, y tampoco es proporcionar relaciones ('orinales, t^iinguna Ui'
esas dos figuras de analogía conviene al devenir; ni la iiniiacióii de un sujeto, ni la proporcionalidad de una forma. Devenir es.
a partir de las formas que se tiene, del sujeto que se es, de los órganos que se poseen o de las funciones que se desempeña,
extraer partículas, entre las que se instauran relaciones de movimiento y reposo, de velocidad y de leniitud, las más/'riuiums
a lo que se está deviniendo, y gracias a las cuales se deviene. En ese seniido, el devenir es el proceso del deseo.
Aarón Bctancnurt Liimáquina Kafka: Una rupiiira con d inconsaentc
todas sucedía lo mismo, siempre parecía bidoporcompleto, olvidó revisar elrestode
que el Dibujantequedaba vacío, pero en la máquina ycuando cayó la última rueda
tonces apareció un nuevo grupo, extraor del Dibujante, se volvió hacia el Rastrilloy
dinariamente numeroso, subía, cafa, roda se encontró con una nueva sorpresa más
ba por la arena y se asentaba en ella.Ante desagradable aún. El Rastrillo noescribía,
ese fenómeno, el condenado había olvida sino que sólo pinchabay la Cama no hacía
do por completo la orden del viajero, las girarelcuerpo, sinoqueloalzaba temblan
ruedas lo habían encantado, siempre que do hacia las agujas [...] En ese momento
ría alcanzar una, al tiempoque incitaba al el Rastrillo se elevó hacia un costado, con
soldado, para que lo ayudara, pero, asus el cuerpoempalado, como sólosolía suce
tado retiraba la mano, porquesiempre lle der después de la duodécima hora. Lasan
gaba una nueva rueda, que, por lomenos grecorría torrencialmente, ya nomezclada
en el primer impulso, lo atemorizaba. El conagua, porqueloscanalesde agua tam
viajero, en cambio, se sentía muy inquie bién se habían descompuesto. Yahora fa
to; la máquina evidentemente se estaba ha lló también lo último, el cuerpo no se des
ciendo trizas; su calmado andar era un prendíade las agujas, manabasangre, pen
engaño; tenía la impresión que ahora de día sobre la fosa, pero no caía [...]. En ese
bía hacersecargo del oficial, ya que este ya momento vio casi contra su voluntad el
nopodía ocuparse desí mismo. Pero mien rostro cadáver [...] la mirada era tranquila
tras la caída del engranaje lo había absor y convencida, llevaba atravesada en medio
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¡nconscienie Aarón Betancourt
Lamáquina Kajka: Una ¡nplura con el/«o
de la frente la punta de la gran aguja de o deseo de aniquilar lo que tiene el poder de
hierro. (Kafka, 2000: 214-216) aniquilar; deseo de dinero, de policía, de cuer
Máquinas acopiadamente absurdas, atrapa pos cancerosos, totalitarios, etcétera.
das en un círculo vicioso. "En Kafka, la cons
trucción de una gran máquina burocrática pa III. La isla penitenciaria
ranoica va unida a la creación de pequeñas
máquinas esquizofrénicas de un devenir-pe La imagen de la Isla donde se desarrolla En
rro, de un devenir-coleóptero. (Deleuze y la colonia peniccnciana puede entenderse no
Guattari, 1998:40) Mezcla de cuerpos que ac como metáfora del universo kafkiano. Kafka
túan los unos sobre los otros, simbiosis de elimina deliberadamente cualquier tipo de me
cuerpos (máquina-penitenciaria), con sus pie táforas, simbolismo, designación o significa
zas. engranajes y procesos; cuerpos enmara ción, pues lo contrario a la metáfora es la
ñados, ajustados y desajustados. Máquinas metamorfosis. "La irrealidad empieza con el
deseantes enganchadas al cuerpo sin órganos. todo. Lo imaginario no es una extraña región
"El cuerpo sin órganos es un huevo: está atra situada más allá del mundo, es el propio
vesado por ejes y umbrales, latitudes, longi mundo, pero el mundo en conjunto, como un
tudes, geodésicas, está atravesado por todo. Por eso no está en el mundo, pues es el
gradiciu.cs que señalan los devenires y los mundo, aprehendido y realizado en su totali
cambios del que en él se desarrolla."(Deluze dad por la negación global de todas las reali
y Guattari, 1985: 27) El cuerpo está solo; es dades particulares que se hallan en él."
sólo eso, cuerpo, no tiene necesidad del órga (Blanchot, 1991: 34) La isla donde está ubi
no. de los órganos, él mismo grita: "me han cada la colonia es un desierto. "Por un lado
hecho un organismo, soy una organización, en este pequeño, profundo y arenoso valle,
un significante y un significado, intérprete e rodeado y enclavado entre desnudas pendien
interpretado, un sujeto de enunciación aplica tes." (Kafka. 2000: 173). Isla como callejón
do a un sujeto de enunciado". 'Arrancar la sin salida para los habitantes de esta isla-
conciencia del sujeto para convertirla en me colonia. En sus escritos, Kafka abre el calle
dio de exploración, arrancar el inconsciente jón sin salida, desbloquea el deseo
de la significancia y la interpretación para con desterritorizando a Edipo, en lugar de
vertirlo en una verdadera producción, no es terrilorizarse en él, amplifica a Edipo hasta
seguramente ni más ni menos difícil que el absurdo haciendo mofa de él en una puesta
arrancar el cuerpo del organis]no"(Deluze y en escena de comicidad. La isla es la colonia-
Guattari, 1998: 165). "El cuerpo sin órganos' rizoma, isla-máquina no ficticia, donde se si
es deseo; deseo de su propio aniquilamiento túa la colonia penitenciaria, máquina dentro
El cuerpo sin órganos es ¡a sustancia ItiiTianeme, en el seniido más espinozista de la palabra; y los objetos parciales son como
sus atribuios úlilmos. que le pertenecen preclsainenle en tanto que son realmente distintos y no pueden en este concepto
excluirse u oponerse. Los objetos parciales y el cuerpo sin órganos son los dos elemenios materiales de las máquinas
deseantes esquizofrénicas; unos como piezas trabajadoras, el otro como motor inmóvil; unos como micromoléculas. el otro
como molécula gigante, ambos juntos en una relación de continuidad en los dos cabos de la cadena molecular del deseo. El
cuerpo sin órgartos se vuelca si>bre la producción deseante, y la atrae, y se la apropia. Las máquinas-órganos se le enganchan
como sobre un chaleco de floretista, o como medalla sobre e] jersey de un luchador que avanza balanceándose. Por más que
las máquinas órganos se enganchen al cuerpo sin órganos, éste no deja de permanecer sin órganos y no se conviene en un
organismo en el sentido habitual de la palabra. Mantiene su carácter íluido y resbaladizo. Todo ocurre y se registra sobre el
cuerpo sin órganos, inclusii la cópula de los agentes, Incluso las divisiones de Dios, incluso las genealogías cuadriculantes y
sus permutaciones. Todo permanece .sobre este cuerpo increado como los piojos en las melenas del león.
Aarón BetaDcourt La máquma Kafka: Una inpluia con elmconxienw
de otra máquina, ináquina-ísla mezcla de existente porque es universal: "Edipo como
cuerpos que actúan los unos sobre los otros: metáfora universal" (DeleuzcyGuattari, 1985:
agenclamientos de contenido y expresión. 316). Colonia dentro de otra colonia que de
Nadie mejor que Kadca ha sabido separar pende totalmente de una estructura burocráti
y hacer funcionar juntos estos ejes de ca. "Todos nosotros somos pequeñas colonias
agenciamiento. Por un lado la máquina- y es Edipo quien nos coloniza" (Deleuze y
barco, la máquina-hotel, la máquina-cir Guattari, 1985:273), Isla que nos recuerda al
co, la máquina-castillo, la máquina-tri tiionstruoso país de Giilag, de Mexandr
bunal; cada una con sus piezas sus en Soljenitsin. (Soljenilsin; 1974) El universo de
granajes, sus procesos, sus cuerpos en Kafkaes infinitamente desértico porque es un
marañados, ajustados, desajustados [...] cuerpo sin órganos, o. como diría Michel
Por otro el régimen de signos o de enun Carrouges, es una máquina célibe o celiba-
ciación; cada régimen con sus trasforma- taria; es decir, iiifértil. improductiva; cuerpo
ciones incorporales, sus actos, sus sen sin órganos, desértico que sólo sirve de re
tencias de muerte y sus veredictos, sus gistro para el enganche de las máquinas
procesos, sus "derechos". Ahora bien, es deseantes y donde parece que éstas emanan
evidente que los enunciados no represen de él, que es un motor inmóvil, pero mueve
tan las máquinas; el discurso del fogone aparentemente a las máquinas que absorbe:
ro no describe la sala de máquinas como "mientras tanto el oficial se preocupaba por
cuerpo, tiene su forma propia,ysu desa los últimos preparativos,de pronto se agachaba
rrollo sin analogía. Ysin embargo, se atri debajo del aparato, que estaba profundamen
buye a los cuerpos, a todo el barco como te hundido en la tierra" (Kaíka, 2000: 174).
cuerpo. Discurso de sumisión a las con La tierra está muerta, el desierto crece: el
signas, de discusión, de reivindicación, de viejo padre está muerto, el padre territo
acusación y de alegato. Pues, según el se rial, también el hijo, el Edipo déspota. Es
gundo eje, lo que se compara o se combi tamos solos con nuestra mala conciencia
na deán aspecto al otro, loque sitúa cons y nuestro aburrimiento, nuestra vida en
tantemente el uno en el otro, son los gra la que nada sucede; nada más que imáge
dos de desterritorialización conjugados o nes que giran en la representación subje
altemos, y las operacionesde reteriloriaii- tiva infinita. Sin embargo, recobramosla
zación que en un determinado momento fuerza de creer en esas imágenes, desde el
estabilizan el conjunto. K, la función-K, fondo de una estructura que regula nues
designa la iínea de fuga o de desterritiiria- tras relaciones con ellas y nuestras identi
lización que arrastra a todos los agen- ficaciones como otros tantos efectos de
cianiientos, pero que también pasa por to un significante simbólico, "La buena iden
das las retcrritoriallzacloncs y redundan tificación" [...]. Todos nosotros somos
cias, redundancias de infancia, de pueblo, Cheri-Bibi en c! teatro gritando ante Edipo:
de amor, de burocracia, etc. (Deleuze y lése es un tipo de mi clase, ese es un tipo
Gualtari lóS.'ii >-)ó) de mí clase! Todo es retomado, el mito de
isla extemporánea, isla del no-lugar desértica la tierra, la tragedia del déspota, en cali
y geográficamente invisible, topografía inde- dad de sombras proyectadas en un teatro.
tenninada. impalpable, sin indicación de sus Las grandes territorialidades .sehan des
coordenadas, de .su lugar ele destino, pero lo moronado, pero la estructura produce to
extraordinario es que nietafóricamente es das las reterrltorlallzacionessubjetívasy
Ij¡ máqnim Kafka: Una ruptrna (on el ineoiixieiiU Aan^n Hctaacourl
privadas [...] El psici^análisis como línea de fuga: una trampa más del rizoma
gadget. Edipo como re-territorialización, mismo. "Pero las manos de uno de los seiio-
como repoblación del lionibre modernoen res se posaba ya en la garganta de K.. mien
el "peñasco" de la castración. (Deleuze y tras el otro le hundía profundamente el cuchi
Guattari. 1985: 318) llo en el corazón y lo hacia girar dos veces.
Para Kafka, la colonia penitenciarla es la in Con los ojos vidriosos, K. vio aiíii cómo los
terpretación de su propia situa
ción real como judío (realidad-
prisión), de saberse a sí mismo múmí
máquina burocrática yde deseo, fefl®
deseante de su destrucción como ^ 8
aparece En la colonia penitencia- ^ g
lia, al hacer explotar al final del ^ ra
texto la máquina de tortura del g B
antiguo régimen, estallar a ^ S affiuic-i&L
Edipo y destruir su representa-
ción del inconsciente: intcntode
1)^ ,1-,rt5'U|'yi
liberación, de desaparición, de HS
anular yaniquilar la escena de ||| n
la representación, línea de fuga g B.
a la manera literaria, pues ^H
• «UílT*
Kafka se siente procesado en
vida, en el mundo, visto como
prisión; prisionero de su cuer- KwJT
po, de su habitación, de su fa- ÁV bUKl. •'iiji cloi
, L'nul'i ,„j n.o .i'.vnu. i
milia, de su obra, etcétera. Pero
Kafka siempre supo que la libe-
ración de este encierro no era W^ Á
posible ni siquiera literaria- m
menie, ya que no hay escápalo- I
ria, yla escritura tampoco fun- A V8B
ciona como máquina aniquila- 8
dora, pues todo es un callejón ^ t •
sin salida. No hay posibilidad
alguna de escapar del poder,
como diría Foucault. "El tercer
mundo está desterritorialixado con respecto señore.s muy cerca de su cara, mejilla contra
al centro del capitalismo, poro pertenece al mejilla, observaban la decisión. "•¡Como un
capilaiismo, es de él una mera territoriali perro!", dijo: era como si la vergüenza hubie
dad periférica" (Deleuze yciuattari, 1985:584- se de sobrevivirle." (Kafka. 1985: 255-254)
585). No hay posibilidad alguna de escapar En sus escritos, Kafka preammcia el nazis
al mapa-rizoma, no hay posibilidad de esca mo. l.os judíos eran llamados literalmente
par a la ratonera edípica, que tampoco la "perros", de ahí que la figura del perro apa
muerre es liberación, como diría Deleuze, sólo rezca constantemente en su obra, y la figura
Aarón Bclancourl Lj múfiimi Kafka: Una iiipiara íoh fl iHCom ifiilt'
del perro es la del animal domésticoy perso quina es ambos, en un mismo devenir de de
nal del psicoanálisis. El único que entiende el sear y ser deseado, de querer sufrir la pena y
psicoanálisis es el perro, que es el animal que la pena se sufra. ¿Castigar por cuiiiplí-
edípico por excelencia, y por ello Kafka se mienio del deber o castigar por el placer de
mofará de esta imagen. hacerlo? Escenas con el antiguo comandante,
creador de la máquina, y el nuevo comandan
IV. El antiguo y el nuevo régimen te. víctimas ambos de la máquina de la colo
nia que son tragadas por su propia creación.
El recuerdo del nuevo oficial, calca el desteo de El padre Edipo, el aniiguo comandante culpa
ser sometido a la máquina y al deseo calcado, ble de lodo, hace que su hijo, el nuevo co-
en que el recuerdo no es el de deseo, pues éste maiulante, se edipice también. Pero este nue
sólo se calca a manera de pliegue. vo comandante encontrará una salida, un ca
Muydisti(1 to es ei rizoma, /«a/w y /focal mino donde el antiguo comandante no lo en
co. Hacerel mapa y no caico. La orquídea contrará, al someterse y destruir la máquina
no reproduce el calco en la avispa, hace el del antiguo régimen edipizanic. La máquina
mapa am la avispa en el seno de un rizoma. de la colonia penitenciaria es una máquina
Si el mapa se opone al calcoes precisamen delirante, chirriante de acentos dolorosos, de
te porque está totalmente orientado hacia desco.s alados en tionipos disiinlos. Tiempo
una experimentación que actúa sobre lo del arilíguo comandante creador de la máqui
real. Ei mapa no reprixiuce un inconscien na y tiempo nuevo del nuevo comandante:
te cerrado si^brc sí mismo, lo construye. tiempos distintos, pero de un mismo mapa-
(DeleuzeyGuattari. 18) rizoma. de una misma isla como colonia pe-
La máquina de la colonia penitenciaria es una iiilenciaría.
máquina deseante, creada por el antiguo co el niatidamlctito en ukhIo alguno queda
mandante, a cuya ley obedece; "¿usted lia oído abolido por la desaparición de! mandante
hablar de nuestro anterior comandante? No que antaño lo enunciaba, en cierto modo
exagero si digo que toda la instalación de la sobrevive a su propia necesidad; y lu' sólo
colonia penitenciaria es obra suya". {Kalka, C-s el único que sigue hablando sino que,
2000: 170) Deseo de proliferar su red de co habiéndose emancipado totalmentedelor
nexiones. de calcar un recuerdo y sus múlti den divino cuyo agente era en L'S "viejos
ples escenas, las mismas pero disiinras, o! licm)H»s rormidabícs". se hacemás restricti
antiguo régimen del antiguo comandante es vo que nunca y tan tiránico que sus exigen
desplazado en el tiempo por el nuevo régi ciasya no comxren ni medida nilímiies- No
men desterrritorizáiidolo en un territorio pe- es sorprendente que. en fK'iutaicía-
niienciario. La desierriiorlalizacióii de la que lia, donde Kaikaencierrasu dentónlode jus-
habla Deleuze se ciulende en Kafka de la si titlcación. el mandaiiiiejuo sin inandaiKe
guiente manera: Kafka no era checo, aunque siMo sirva para una mt\-áiiicadesconipue.s-
nació en Praga, y no era alemán, aunque era ta que. Ilnalmenie, va a des|iedazarloa él
ésta su lengua adoptiva: era judio, y judía m{snh>: privado (vv su autonomía nxvis-
era su lengua madre, pese a que jamás se iruosadelpixler de regular lavida, queoiis-
sintió parte de la colectividad judía de Praga. tiluye lo principal de su misión, reduce la
Kalka se sentía desierriiorializado en un mis leya no más que un jiixiercixrrdtivo desme
mo cuerpo improductivo, sin órganos: lineas surado. cuya única runción eslaapliradón ^
de fuga donde el verdugo es víctima, y la má autónomadelcasligo. (Marlhe, islOÓ: I4s))
Lumáquma Kaflta: Una inpluia con eimamicuMe Aamn Bclaacoun
V. El encranaie o los órganos de la máquina nismo y su organización. Unas pulgas de
mar saltando en la playa. Las colonias de
A. Viajero (explorador e investigador) la piel. El cuerpo lleno sin órganos es un
B. oficial cuerpo poblado de multitudes. (Deleuze y
C. Q>mandante Guattari, 1985: 36-37)
D. Soldado El elenco de la novela corta de Kafka son suje
E. Soldado condenado. tos que actiían de manera teatral y mímica en
La anterior lista enumera las piezas im una prosa narrativa. "¡Qué épocas, mi cama-
personales de la máquina penitenciaria. Son rada! El oficial había olvidado quién estaba al
seres vivos uniformados, cuerpo de funciona lado suyo, había abrazado al viajero y le ha
rios. operadores o ejecutantes del dispositivo bía puesto la cabeza sobre sus hombros. El
maquinal, técnicos empleados de la burocra- viajero se encontraba muy apenado, y con im
tización capitalista. "Los hombres son ellos paciencia trataba de mirar hacia la lejanía"
también piezas de la máquina, la posición del (Kafka, 2000: 197). Apéndices o piezas adya
deseo (Hombre o animal) en relación a ella. centes, figuras famélicas, grotescas, fracasa
'En la colonia penitenciaria". La máquina pa das, buenos para nada que pasan por la má
rece tener una sólida unidad, y el hombre se quina siempre de manera descentralizada, ya
introduce totalmente en ella: quizás sea eso lo que la máquina ocupa el centro: máquina céli
que provoca la explosión final, el despedaza be, estéril, máquina solitaria, máquina impro
miento de la máquina." (Deleuze y Guattari. ductiva de eterno retorno, circulo vicioso, de
2001:17) Extraños sujetos, animales segmen una espiral a otra, "la máquina aún trabaja y
tarios de actitudes teatrales sin identidad fija es efectiva. Es efectiva a pesar de su soledad
que vagan sobre un cuerpo desértico, sobre un en este valle" (Kafka, 2000: 197)
cuerpo sin órganos, siempre al lado de má A. Viajero (explorador e investigador): pa
quinas deseantes. seante esquizofrénico invitado al árido desier
Hay un desierto. Pero tampoco tendría to que mezcla todos los códigos: extraño suje
sentido decir que estoy en el desierto. Es to sin identidad fija como todos los descritos
una visión panorámica del desierto, ese por Kafka; personaje apático que vagabundea
desierto no es trágico ni está deshabitado, sobre el cuerpo sin órganos que es la isla, "El
sólo es desierto por su color ocre y su luz, viajero le encontraba poco sentido al aparato
ardiente y sin sombra. En él hay una y caminaba detrás del condenado con una apa
multitud bulliciosa, enjambre de abejas, riencia visiblemente indiferente" (Kafka. 2000:
melé de futbolistas o grupo de tuaregs. Yo 174). Viajero que es invitado a la isla-asilo
estoy cu el borde de esa multitud, en la de alienados para opinar sobre el juicio, suje
feiifciia; pcroi>citcnczcoaella, estoy uni to nómada en el desierto del cuerpo sin órga
do a ella fw-c-Uirmidad de mi cueijv, una nos, miembro de otra colonia edípica, ciuda
mano o un pie (...) el desierto está pobla dano de otro estado, viajero que sólo tiene la
do. El cuerpo sin órganos se opone, pues, intención de mirar: "el condenado le era extra
no tanto a los órganos como a la organi ño, no era un compatriota y menos una perso
zación de li^ órganos, en la medida en na que infundiera compasión." (Kafka, 2000:
que ésta compondría un organismo. No 193) Viajero que al final busca no la libertad
es un cuerpo muerto, es un cuerpo vivo, de la isla sino sólo una salida esquizo, una
tanto más vivo, tanto más bullicioso línea de fuga, una simple salida a derecha o
cuanto que ha hecho desaparecer el orga izquierda o a donde sea, pero lo menos
Aarón Betancoi¡n La máquina Kafka: Una mpiura con elinconscienu
significante que se pueda; nómada que acra- lipíícidad. L.1S brujos utilizan, pues,elviejo
viesa la tela de araña como callefón sin sali adjetivo "anormal" para situar las posicio
da, que atraviesa los círculos en su loca huida nes de un Individuo excepcional en la ma
hacia otros desiertos; nómada que habla una nada.Paradevenir aniinai, unosiempre hace
lengua extranjera; boca desterritorializada en alianza a^nel Anormal [.. .J brujid siem
línea de fuga del lenguaje, el viajero lleva su pre han ocupado la posición anormal,en la
lengua, su lógica al desierto-isla, lengua que frontera de los campos o de los bosques.
es el francés. "El viajero habla en la lengua en Habitan las lindes. Están en el borde del
la que los derechos del hombre fueron escri pueblo, oc/;r/f dos pueblos. Loimportante
tos" (Lyotard, 1999:57). Viajero iKcidental que es su afinidad con la alianza, con el pacto,
sale de una máquina para entrar en otra: "El que les da un estatuto opuesto al de afilia
viajero parecía haber aceptado sólo por corte ción. Con el anormal, la relación es de alian
sía la invitación de! comandante para presen za [...] Vemos que el anormal, el Oucsídcr,
ciar la ejecución de un soldado condenado por tiene varias funciones: no sólo bordea cada
desobediencia y ofensa hacia su superior." multiplicidad que determina,con la máxi
(Kafka, 2000: 173} El viajero es un "anormal" ma dimensión provisional, la estabilidad
que está en el borde de la isla, vista como una temporal o local: no sóloes la condición de
institución. la alianza necesaria para el devenir, tam
lo anormal es una posición o un con biéndirige las trasformaciones de devenir o
juntode posiciones con relación a una mul- los pasos de multiplicidades siempre más
[in
La maqnma Kajia: Una iv/Hhiv cm f!momctfnle Aaróo Betancouft
lejosen la línea de fuga (Deleuze y Guattari, prenda de su uniforme con mucho cuidado,
1985: 249-251 y 254) acarició ligeramente con los dedos los ador
El viajerii esquizo no tiene otro sentido que el nos plateados y sacudió una borla, hasta que
de hacer un rizoma, el de hacer población en la estuvo ordenada." (Kafka, 2000: 210) Y tam
isla desértica al desmantelar, de alguna mane bién: "Estos uniformes son demasiado pesa
ra. el artefacto del antiguo régimen. dos para el trópico [...] pero ellos significan la
B. Oficial: esclavo admirador de la máqui patria; nosotros no queremos perder la patria"
na que se comporta y razona como niño. Es el (Kafka. 2000:175). Nosütrosno queremos per
encargado de describir al viajero el funciona der la patria, nosotros no queremos deste-
miento de la máquina, "Las explicaciones las rritorializarnos. El oficial es esclavo y dirigen
solía dar el antiguo comandante, pero el nue te. al mismo tiempo, de la máquina que des
vo se ha sustraído de este honroso deber". monta y hace estallar los engranajes del arte
(Kafka, 20Ü0: 180) Oficial, funcionario capaci facto al someterse a sí mismo en cumplimien
tado para explicar la sentencia, pues es ésta to del deber, y es por eso que la máquina se
su profesión. Su posición tiene naturaleza de vuelve contra él, quien paga con su vida la
deber: "El oficial describe la máquina, la má prescripción olvidada, violada. Oficiante de la
quina escribe el juicio" (Lyotard, 1999: 42). El ley que se convierte en sufriente de esta vida
oficial ama la máquina que pertenece a la an como operador mecánico e ingeniero de man
tigua ley del antiguo comandante del antiguo tenimiento, y que termina por someterse a la
régimen; es decir, que es fiel a la administra máquina de tortura, bajo la cruel justicia de!
ción, ya que es a la vez oficial, maquinista, deber ser.
técnico, ingeniero, juez, etcétera. C. Comandante: autoridad superior, juez, ce
Yo he sido designado juez de la colonia pe rebro maestro, creador y diseñador de la má
nitenciaria. a pesar de mi juventud. Porque quina de la colonia: "tengo en mi poder —y se
yo le prestaba al antiguo comandan te ayu golpeo el bolsillo superior— los respectivos
da en todo lo referente a los asuntos pena diseños hechos a mano por el anterior coman
les y, además conozco el aparato mejor que dante [...] '¿los diseños del comandante mis
nadie. El principio, según el cual actúo, es mo?', preguntó el viajero, ¿entonces era todos
el siguiente: la culpa siempre es indudable, a la vez? ¿Era soldado, juez, constructor, quí
otros juzgados no pueden seguir este prin mico, dibujante?". (Kafka, 2000:180) El anti
cipio fundamental, porque son multiper- guo comandante es la representación de la je
sonales y dependen, además, de cámaras rarquía que controla a sus funcionarios, a sus
superiores. subalternos; en este caso, al oficial, el solda
(Kafka, 2000: 182-183) do y los otros.
"La representación del juez moderno como un D. Soldado; burócrata individual que no
autómata que recibe los legajos y los costes a puede zafarse del aparato al que está unido,
fin de emitir el veredicto, junto con las razo encadenado a su actividad a través de toda su
nes justificatorias de éste, mecánicamente existencia material y espiritual. Cadenas de la
transcriptas de párrafos codificados, es una re existencia cotidiana. Es un simple engranaje:
presentación airadamente resistida, quizá en "un soldado que sostenía ¡a cadena pesada,
razón de que una sólida burocratización de ia de la que salían cadenas más pequeñas, con
justicia trae aparejada cierta aproximación a las que el condenado estaba aherrojado tanto
ese modelo." (Weber. 20t")!: 66) El oficial de la de los tobillos y de las muñecas, como del cue
isla es un siervo uniformado, "trataba cada llo, y que a la vez estaban unidas entre sí por
Aarón Betancoun La máquma Kajka: Una mptura con f! inconsciente
otras cadenas."(Kafka. 2000; 174) Soldado bu máquinay porlas exigencias de un apara
rócrata de la red infinitamente circular, má to de pixierespecial que ta desencadena,
quina que remite a otra, máquina que se suma que lleva la destcrritorialización al absolu
a otra, como una cadena de significantes. Se to. peto manteniéndolo negativo. Perocaía
miótica como régimen de signos, semiología mosen la nostal^a del retomo o de la regre
como semiótica significante, régimen de sig sión. cuando oponíami>s la cabeza huma
nos entre otros. Burócrata individual del régi na. espiritual y primiciva, al r<.istro huma
men despótico paranoico, del régimen trágico no. En verdad sólo hay inhumanidades, el
de la deuda infinita, integrado en el mecanis hombre sólo esta hecho de Inhumanidades,
mo de manera impersonal. peromuydiferentes, y según naturalezasy
E. El soldado condenado: criatura de apa a velocidades muy diferentes. (Deleuze y
riencia humana que no se sabe a sí mismo Guattari. 1985; 192-194)
sujeto, sujeto a otro, ni sujeto a sí mismo. Cria El soldado condenado no opone resistencia al
tura que va indiferente con la cabeza gacha, guna, no se enfrenta ni forcejea a>n el poder y
signo del deseo bloqueado, la sumisión, en ningún momento intenta csr.apar a su tram
territorrialización o reierrilorialización, míni pa. pues acepta apáticamente ios efectos de!
mas conexiones, personaje neutralizado que flo poder. Condenado que sólo es devenir de lo
ta de un reino a otro perdiendo su rostro."Los humano a lo inhumano; vagabundeo de hom
primitivos pueden tener las cabezas más hu bre-perro: "el condenado, un hombre apático y
manas. más bellas y más espirituales, pero de biKa ancha,con pelo y cara descuidadi>s [...]
no tienen rostro, no tienen necesidad de él. Y tenía un aspecto tan perrunamente sumiso que,
eso por una razón muy simple. El rostro no es al parecer, lo hubieran podido dejar suelto en
universal. Ni siquiera es el del hombre blan las pendientes circundantes, y en el momento
co. El rostro es el propio hombre blanco, con de la ejecución sólo se necesitaría silbarle para
sus anchas mejillas blancas y e! agujero negro que viniera." (Kafka. 2000; 174) Éxodos en lí
de los ojos. El rostro es Cristo. El rostro es el neas de fuga, donde deviene la representación
Europeo tipo." (DeleuzeyGuattari, 1<)85: 181) de hombre a cualquier otra cosa. Cambios de
Si el rostroes una política, deshacerel ros oslados. Hombre arrancado de su significado
tro también es otra política, que provira que pasa de un mundo a otro como criatura
ic%devenires reales, tixio un devenir clan doble. Metamorfosis del significado. "Devenir
destino. Deshacerel ri^tro es lo mismo que animal consiste precisamente on hacer el movi-
traspasar la pareddel signiricante. salirdel mienro, trazar la linca de fuga en toda su
a^jero negrode la subjetividad. El pris pi>sitiv¡dad, traspasar el umbral, alcanzar un
ma, ei slogan del esquizoanálisis deviene continuo de intensidades que no valen ya sino
ahora; buscad vuestros agujeros negros y por sí mismas, encontrar un mundo ele intensi
vuestras paredes blancas, conocedlos, co dades puras en donde se deshacen todaslas for
noced vuestros rostri»s. esa es la única for mas, y todas las significaciones, significantes y ^
ma de deshaccfli>s. de trazar vuestras lí significados, para que pueda aparecer una ma- -
neas de fuga |...j la.< máquinas de rostro leria nofonnada. flujos desterritt>rializados. sig- {
son claramente callejones sin salida, la ru>sasigiiificantes"(lieleuzeyi}uaitari,2ixiir24) -
medida de nuestras sumisiones, de nues Kaika explota abundanlenietiie otro me-
tras sujeciones; peroen medio de tiidoeso canistnodel pensamientooníricoque. fun- S
hemos nacido, y con ellodebenu^s debatir clonando en sentido inverso, le brinda el §
nos puesto que es producidopor una medio decondensar uno o varios aspectos ^
La máquimt Kafka: Una nptura cmelmeonxieiile Aarñn Bctancmirt
de sí mismoen un personaje único, desde desde la literatura, y a esto es a lo que ellos
ese momento, los dobles ya no están desll- llaman geofilosofías: es decir, auxiliarse de
gadi's del*yo" que quieredesconorerk^: es otras disciplinas para proponer otro tipo de
el "yo" que. sin saberlo. U>s ci.>n!lene en sí sociedad. Transformación del ser en un que
en Torma de d<>s naturalezas heteróclltas. hacer. en un esquizitanállsis. en una práctica
la mayivía de las veces enteramente i^ues- democrática, en explorar un inconsciente tras
tas. Enel primer casi\ la pérdida de la uni cendental en lugar de matafísico o ideok^ico.
dad es ügurada por la exteriorizacíón de La filosofía de Deleuze-GuattarI es política
elemenli>s perdidos; en el segundo, lo porque tiene una lucha permanente con el Es
es pt'<r su condensaciónen el interiorde un tado. A todo árbol genealógico se opone el
híbrido monstrui>si>, signo y prixJucto del rizoma. I.L
último grado de desagregación a que pue
de llegarel individuo. Hombre e insectoen
Lamctaino{fosi$\ hombre y perroen las//í-
vcMigaáíMics-. hombrey ratón enJoscflm-,
hombre y mono en liifomwi'am una aca
demia-. hombre y piedra en Pnmcta^ y en
E!¡viaitc, o, en fin, muerto y vivo en El
invitado de ios muertos y El caeador
Gmxiius. de cualquiermanera en que esté Bibuografía
transk^mado, el hériv de esa categi^ría de
historias participa en una dt^ble naturale BianchM. Maurke Pe Kqflia a Kafka. México,
FCE.
za, una animal o inanimada, otra huma
Canuts. Alt>cn (2iV>2). El mire de Sistfo. aistriK> seívr d
na en cuanto a que conserva la facultad de ahsurde. Buenos Aires. Li>sada.
pensar y de hablar [...] lo híbrido sólo es. Deleuzf Oilles y FHixOuauari (1985). El Aiiri-Edlpe. ceqti-
comola criatura desdoblada, el simple tru talisith'y rstiiiUefmiia. Buenos Aires. Paidés.
(1998). MH mesetas (eaf'ltallsiih\y csquUifmiht).
jamán de k'>s lamentos y de k>s fantasmas
valencia, fYe-tt'Xlos.
de su autor; vive en una historia cuyosóli
(2iV1). Kiflu i' una lltnuriini menor. Méxk'o.
do aparato fonnal mantieneal ma^n de la Era.
anécdotapersi>nal tantowtiK^ de tixlaespe HolTiiiann. Wémer (1988). los aforismos de Kafka. Bue-
iK'S Aires, FCE.
cie de psicología. (Marihe, 282-283)
Kafka. Franz (1983), El proceso, Barcelona. Bmguera.
(2»XV) En la colonia /•mitenciaria. BogiSá. Pana.
VI. Conclusiones: Hierba versüs árbol nierlcana.
Lynard. Frano'ls (1999). Lecruras de in/ancia. ¡oyce.
Para ndeiize y Ciuattari la filosofía no es sola- Kafka. A/r»íi/r, Kartre. Vulcty, Frrud. Buenos Aires.
Eudeba.
menic la repriHliicción de la tradición lílosófl-
Marthe. R>>ben (1993). Fraru Krjfkao ta stdcdad. México.
ca. Más que repnxlucir o calcar los tiuxJelos
FCE.
universales, se trata de la pnxliirción de nue- Solieniisfn. Alexandr (1974). Arrhlpirlifgt' Ouk^. Barce.
vi>s conceptos, de crear mapas o planos de Iti- Ii<na. Haza y janés.
manettcia. de deshacer el inconsciente l'nsvid. K^liini (1989). Frane Ki/fka. una vida de esiTi-
tor. Barcelona. Anagrama.
insiitiicional creado por el psicoanálisis freii-
Walser. Manin (2iKH»). PesiTl/Hión ik- ntM/orma. Ens*r»>'
dlano y. p(>r («tro lado, proponen nti incons
sohr Fiarte Kafka. Méxk'iV Coyoacán.
ciente (¡lie produzca otrti tipo de realidad o rea Weber, Max (2iH't), ¿<duc es ta hutoeiaeiaP. México,
lidades a partir de la no-flkisofía; en este caso Coyoacán.
Azmn Betzncnun la tmijmmi Ka^: Utm m/Hura erra d imasserente