Algunos conceptos de la cábala luriana,-
Isaac Luria fue un prominente cabalista que vivió entre el 1534 y el 1572. Desarrolló algunas teorías
interesantes y muy adelantadas a su tiempo, aunque si bien es cierto, una de ellas ya se encontraba en la
Biblia, si interpretamos de cierta manera el capítulo de Jeremías titulado “Los jarros rotos”.
Luria vivió en España de donde salió para Safed (Siria), fundando allí una escuela de cábala en la que
también estuvo otro español, Moisés Cordovero. Las definiciones de Luria sobre varios conceptos
nuevos referentes a la creación se inscriben en la llamada cábala tardía. Él ha hecho una importante
aportación a la cábala que hoy estudiamos con los siguientes postulados:
Simsum.- Lo cual se entiende como autolimitación divina y se refiere al espacio de la creación.
Sebirá.- significa la rotura de los recipientes. Como hemos dicho, hay una referencia bíblica en
Jeremías. Una explicación simple sería: el universo explotó y lanzó sus pedazos en viaje por el espacio.
Ahora todo está yendo a un mismo punto. Cuando todo se haya reunido, es decir, se llenen los
recipientes, se volverá a romper y de nuevo el contenido viajará por el espacio.
Ticum.- significa la estructura armónica; limpieza y restauración del universo que se ha producido
por la rotura de los recipientes.
Hay buenas singularidades en las ideas de Luria, dice, entre otras cosas, que en el Principio no hay un
acto de emanación divina, sino que Dios se retira sobre Sí mismo y en lugar de proyectarse hacia fuera,
contrae Su ser en una más profunda ocultación de Su propio yo. Que a través del “simsum” (auto
limitación), Dios produce un espacio primitivo original llamado “tehirú” por los cabalistas. Esta idea es
un autoexilio o destierro, lo cual hoy día lo podemos considerar como un agujero negro. Dice también
que los sefirot son receptores y dadores, excepto malkuth (el reino) que es solo receptor. Ellos se llenan
y revientan creando mundos. Visto así, los sefirot se pueden relacionar con los “recipientes rotos” o los
“jarros rotos” de Jeremías...
El Zohar interpreta la lista de los reyes de Edom (Génesis 36) como la preexistencia de los mundos del
poder justiciero que perecieron a causa de la hipertrofia de este elemento en ellos. En relación con
Luria, esta idea del Zohar es la misma que Luria llama Simsum. La muerte de los reyes primitivos por
ausencia de armonía entre lo masculino y femenino del Zohar, se transforma en Luria en la “rotura de
los recipientes”.
Las potencias justicieras del simsum, las relaciona un discípulo de Luria con los granos de trigo que
deben reventar y morir para producir una nueva planta. Las potencias justicieras son los granos de trigo
sembrados en el campo de “tehirú” y brotan en la creación. Esto establece la idea de auto creación
perpetua la cual también se encuentra en el pensamiento gnóstico. Los recipientes de los sefirot, que
habían de acoger al universo de la emanación procedente del Adam Kadmon, están, por tanto,
destrozados. A fin de restañar la rotura, surgen de la fuente de Adam Kadmon unas luces de naturaleza
constructiva. De ese efecto proviene el tercer estadío del proceso simbólico llamado ticum o
restitución.
En otros círculos, restañar o restituir se dice reintegración o salvación. La idea del Mesías está
relacionada con dicha restauración, pero para Luria el Mesías no es el restaurador, sino que ésta debe
producirse automáticamente. Para el Zohar, el Mesías es el hombre autorrealizado. Para Luria, la
restitución proviene tanto de Dios como del hombre, y es un proceso perenne a través de los sefirot
ahora en formación. Pero restos de la potencia justiciera siguen existiendo y creando fuerzas de amor y
gracia.
La creación se logra en cinco estructuras llamadas por Luria “parsufim” (restos de Dios o de Adam
Kadmon), formando de nuevo en el mundo del ticum (restitución) la figura del hombre primitivo (sin
carne). Se forman las apariencias del “paciente” (arif) del padre y de la madre; y del “impaciente” (zeir
arapin), y el elemento femenino que lo complementa (la Sejinah). Todo el proceso se produce en todos
los planos de la creación.