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Retos Y Desafios Del Joven Hoy: Jornada Mundial de La Juventud

Este documento describe los principales desafíos que enfrentan los jóvenes hoy en día. Estos incluyen la falta de oportunidades laborales, la incertidumbre sobre el futuro, el consumismo excesivo, la dificultad para procesar información, la formación personal, la inserción en el mundo laboral, la consolidación de la identidad, el compromiso con los valores, el cuidado del planeta y la apertura a lo trascendente. También señala que la Iglesia tiene el desafío de guiar a los jóvenes a través

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Retos Y Desafios Del Joven Hoy: Jornada Mundial de La Juventud

Este documento describe los principales desafíos que enfrentan los jóvenes hoy en día. Estos incluyen la falta de oportunidades laborales, la incertidumbre sobre el futuro, el consumismo excesivo, la dificultad para procesar información, la formación personal, la inserción en el mundo laboral, la consolidación de la identidad, el compromiso con los valores, el cuidado del planeta y la apertura a lo trascendente. También señala que la Iglesia tiene el desafío de guiar a los jóvenes a través

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RETOS Y DESAFIOS DEL JOVEN HOY

JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD

EL JOVEN DE HOY

Ser joven nunca ha sido fácil, aunque todo el


mundo siempre repite lo mismo: “ojalá tuviese yo
veinte años”.
Hay que reconocer que el concepto de juventud
se ha ido dilatando a lo largo de la historia, hasta
convertirse hoy en día en un concepto muy
relativo. Ahorita nos sentimos “jóvenes” con 45
años (o incluso más), “chamos” con 35, “niños”
con 20. En realidad, ser joven hoy en día sigue
siendo bastante complicado, pues en muchos
casos esta condición existencial se encuentra
afectada debido a:

 Una falta estructural de condiciones


laborales aceptables;
 una carencia casi absoluta de perspectivas
claras de cara al futuro;
 un sentido de precariedad profundo y
permanente;
 un híper consumismo invasivo;
 una autorreferencialidad perversa que roza en ocasiones el autismo social (Leer
“El joven rico”. Mt 19, 22-26) ( La autorreferencialidad se opone a la apertura, a
salir de sí mismo, e impide el encuentro real con el otro);
 el debilitamiento de la percepción del tiempo sobre una sola dimensión: la del
tiempo presente. Un presente absoluto, perpetuo y constante.
(Leer Jeremías 1, 5-8).
 Jóvenes que creen que hay victoria sin esfuerzo alguno.
 Jóvenes que no se preparan para el mañana

La mayoría tiende a actuar motivados “por lo que les gusta”, dominados por los
sentimientos y por el deseo de experimentar todo. Sin embargo el gran desafío para el
joven hoy es la VELOCIDAD en que se vive, es el fenómeno de la simultaneidad. Si no le
ponemos atención a esto, nos quedaremos atrás y llegaremos tarde a las
transformaciones que estamos viviendo hoy.
DESAFIOS QUE AFRONTA EL JOVEN DE HOY 1

El joven de hoy no debe ilusionarse como un niño de lo que le presenta el mundo del
consumismo (droga, sexo, música, ropa, diversiones). Más bien debe trabajar por
humanizar esta velocidad; de lo contrario, se quedará atrás como un inmaduro.

El desafío del correcto


procesamiento de la información.
En los jóvenes la tendencia
consumista es fuerte por la
motivación continua que les ofrece la
sociedad del consumo: música,
internet, moda, sexo, placer,
relativismo (todo es válido). Se les
presenta entonces el desafío de las
convicciones propias; el desafío a ser
críticos frente a lo que se les ofrece y
adquirir disciplina para saber decir
“no” por unos intereses superiores, en
el momento adecuado.
Juan Pablo II en su libro “Queridísimos jóvenes”, nos exhorta a sustentar nuestra
personalidad con fortaleza y responsabilidad para formar la conciencia y poder responder
a situaciones actuales sin dejarnos manipular.

El desafío de la formación
personal.
Los jóvenes de los sectores más
deprimidos por la desigualdad social,
la falta de oportunidades y el deterioro
familiar, evidencian mayor
probabilidad de caer en la
delincuencia, consumo de drogas y
alcohol, embarazo precoz, aborto,
violencia, deserción escolar que poco a
poco los va excluyendo del progreso y
desarrollo. Estos jóvenes tienen el reto
de crear ellos mismos pequeñas
instancias formativas, pidiendo ayudas
oficiales, o privadas donde puedan
tener mayor participación en la vida social.
En este sentido, la Iglesia en América Latina y el Caribe, propone una pastoral juvenil
que ayude “a los jóvenes a formarse, de una manera gradual, para la acción social y
política y el cambio de estructuras, conforme a la Doctrina Social de la Iglesia”. (DA
446e)

El desafío de la inserción
productiva en el mundo del
trabajo.
Años atrás se les garantizaba a
los jóvenes un espacio de
trabajo; en la actualidad deben
permanecer por muchos años
guardados en la universidad o
en los tecnológicos para poder
tener el turno para su trabajo. El
desafío del joven de hoy es velar
1
Síntesis del BLOG http://ere-enlineasantateresa.blogspot.pe/2011/03/tema-4-los-jovenes-ante-los-desafios.html
para que no se ponga en riesgo las bases de una sana economía, pues eso afectaría su
futuro.

El desafío de la consolidación de su identidad


personal.
Todos los cambios recientes ubican al joven frente a lo
nuevo, a lo desconocido. Esto lo desafía para adaptarse a
roles diferentes, a actuar con responsabilidad por sí
mismos, a estructurar reflexivamente su propio proyecto de
vida para disminuir equivocaciones. Porque “La vida se
acrecienta dándola y se debilita en el aislamiento y la
comodidad” (DA 360). Dijo Juan Pablo II en su libro
“Queridísimos jóvenes”: El joven responsable trata de
hacerse su proyecto de vida dentro de lo que podemos
identificar como su vocación, no solo la vocación religiosa o
sacerdotal, sino en un sentido más amplio y fundamental:
la vocación al amor. “¡Queridos jóvenes! ¡No tengáis miedo
al amor, que presenta exigencias precisas al hombre!”.

El desafío del compromiso con los valores.


En toda cultura existe un sistema de valores aceptados por la
familia y la sociedad, que se expresan en lenguajes, gestos,
símbolos, ritos y estilos de vida. El principal valor es el de la
vida, después el valor del amor, la verdad, la libertad, la
responsabilidad, la honestidad, la bondad, el respeto, etc. El
reto de los jóvenes es potenciarlos, hacer experiencia de
ellos. Actualmente no es que existe una crisis de valores
(porque ellos no entran en crisis); lo que existe es un
debilitamiento en la práctica de algunos valores por parte de
algunas personas.

El desafío del
cuidado del planeta.
Estamos presenciando fenómenos naturales
jamás vistos en la historia; debido al
calentamiento global, el cosmos está amenazado:
muchas de sus criaturas se han acabado, el
crecimiento demográfico es difícil de controlar, se
agotan los recursos vitales como el agua. Se
puede decir que el planeta está en emergencia. El
reto para los jóvenes es sensibilizarse sobre esta
realidad para que el futuro sea sostenible,
ayudando a conservar los recursos terrestres y
reducir los riesgos de sus habitantes, con investigaciones científicas y tecnológicas que
lleven a políticas educativas transformadoras.

El desafío del compromiso con la apertura a la


trascendencia.
Muchas veces no sabemos buscar el verdadero sentido
de la vida, y nos afanamos por ser felices, progresar,
el dinero, la fama, el poder. Pero eso
inconscientemente significa una sed de lo infinito que
no sabemos dónde buscarlo y creemos que Dios es
algo etéreo, abstracto, irreal. Sin embargo, Dios,
acéptenlo o no, gobierna el universo y todo lo que en
él existe. El desafío para el joven de hoy es darse
cuenta que la vida es un tránsito fugaz, que somos
peregrinos y que caminamos rumbo a nuestro destino
eterno DIOS.
De esta manera el joven pregunta a Jesús: “¿Qué debo hacer para ganar la vida eterna?”
(Mc 10, 17-19). El fin que se propone este joven es muy alto: comprendió que no debía
vivir sencillamente por el placer o por los goces terrenales, tan pasajeros, sino por la
verdadera vida que es la que dura siempre, la vida eterna.2
LOS JÓVENES Y LA IGLESIA3

La Iglesia tiene una tarea ardua y difícil. No puede bajar la bandera ante las propuestas
facilistas, relativistas, materialistas, hedonistas, etc. que envuelven a los jóvenes, también
tenemos otros obstáculos con los que la iglesia tiene que lidiar, conocer la realidad juvenil
que enfrentamos.

JÓVENES SIN RAÍCES RELIGIOSAS

 La mayor parte de las encuestas sobre


los jóvenes y la religión confirma cuanto
ya sabemos. Los jóvenes son los hijos
de aquellos que fueron adolescentes
entre 1960 y 1970 y que en su tiempo
habían hecho la elección de no
transmitir siempre aquello que ellos
mismos habían recibido en su educación.
Por lo tanto, han dejado que sus hijos se
las arreglaran por sí mismos en el
ámbito moral y espiritual, sin tener otra
preocupación en la educación que cuidar
de su realización afectiva. Así en muchos casos han carecido de referencias espirituales,
quedándose desamparados. Los querían ver felices, pero sin enseñarles las reglas de la
urbanidad, de cómo se emplean las riquezas de un pueblo y de la fe cristiana, que ha
sido la fuente de muchas civilizaciones.
 Hay que reconocerlo, el sentido de la persona humana, el sentido de la propia conciencia,
el sentido de la libertad, el sentido de la fraternidad, el sentido del igualitarismo, todo
esto se lo debemos al mensaje de Cristo transmitido por la Iglesia. Se han banalizado
estos valores separándolos de su fuente, con el riesgo de ya no poderlos transmitir, una
vez que se desconoce su origen.
 Por este planteamiento mental anti-educativo, los hijos no han sido bautizados ni
catequizados. Necesitaban hacer tabula rasa del pasado para liberarse de la tradición,
actitud que ha producido ignorantes culturales, privados de una formación y cultura
religiosa. Son incapaces de entender períodos enteros de la Historia de nuestra
civilización, como también del arte, de la literatura, de la música. No son alérgicos a los
dogmas, o sea a las verdades de la fe cristiana, y menos a la Iglesia; ¡la cosa es que no
saben nada de ella! Por ello, en las encuestas más serias, sus respuestas revelan
ignorancia, indiferencia y falta de educación religiosa. Están condicionados por todos los
clichés y por todos los conformismos que circulan sobre la fe cristiana. En pocas
palabras, están lejos de la Iglesia, porque al no haber sido educados en ella no se han
integrado en la tradición religiosa.

CONFUSIÓN ENTRE LO RELIGIOSO Y LO


PARANORMAL

Muchos de nuestros jóvenes son bastante ajenos a


cualquier dimensión religiosa, la cual, a pesar de todo,
no quiere otra cosa que surgir. ¿Cómo podría ser de

2
Síntesis del BLOG http://ere-enlineasantateresa.blogspot.pe/2011/03/tema-4-los-jovenes-ante-los-desafios.html
3
Síntesis del documento El mundo de los jóvenes: ¿quiénes son? ¿Qué buscan? P. Tony Anatrella Psicoanalista,
Especialista en Psiquiatría Social Roma, 10-13 de abril 2003
http://www.vatican.va/roman_curia/pontifical_councils/laity/Colonia2005/rc_pc_laity_doc_20030805_p-
anatrella-gmg_sp.html
otro modo en un mundo que elimina lo religioso? Lo
confunden con lo parapsicológico, lo irracional y la magia.
Son atraídos por los fenómenos del "más allá de la
realidad" que provocan una resonancia emotiva y suscitan
sentimientos capaces de hacerles creer en la existencia de
un ser del más allá. Pero en este caso sólo se encuentran a
sí mismos, sus sensaciones y su imaginación. La
espiritualidad que está ahora de moda es aquélla carente
de palabras, de reflexiones y de contenido intelectual, o
sea, aquélla consistente en muchas corrientes de filosofía y
de sabiduría sin Dios que, venidas del Oriente y de Asia;
éstas son en sí interesantes, pero no son religiones, a
pesar de ser valorizadas y deformadas actualmente, aún
sin representar un movimiento de masas. Según esta
mentalidad hay que ser "cool", "zen" y tranquilos, o sea,
no hay que probar nada, sino hay que vivir en una inercia
moderada. Toda desviación es posible porque no hay
ningún control institucional o intelectual.

Todo, y lo contrario de todo, puede ser puesto en lugar de Dios, actitud totalmente opuesta
al cristianismo que es la religión de la Encarnación del Hijo de Dios y que transmite un
mensaje de verdad y de amor con el que se puede construir la vida y luchar contra todo lo
que la arruina y la destruye. Los jóvenes cristianos advierten que la presencia de Dios y su
mensaje llevan consigo una esperanza inmensa que les abre los caminos de la vida. Pero
cuando el sentimiento religioso, inherente a la psicología humana, no ha sido educado y
enriquecido con un mensaje auténtico, permanece primitivo y prisionero de una mentalidad
supersticiosa y mágica. La falta de educación religiosa anima a las sectas y a los falsos
profetas a que se autoproclamen como tales para hablar en nombre de una divinidad hecha
a su imagen. El hombre necesita ser introducido en una dimensión diferente a la suya,
dimensión que el Creador ha inscrito en el corazón de cada ser humano. Así es vinculado
por Dios a los demás, a la Historia, y, sobre todo, a un proyecto de vida que lo revela a sí
mismo, lo humaniza y lo enriquece. He aquí el sentido de la Palabra del Evangelio
transmitida por la Iglesia.

LA JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD

La Jomada Mundial de la Juventud es de especial


importancia para la fe católica porque se renueva a
través de ella la esperanza puesta en la juventud.
Los participantes convocados por el Papa, reciben
de él orientaciones para fortalecer su fe y extender
el mensaje del Evangelio más allá de países,
idiomas y culturas. En esta ocasión el Sumo
Pontífice les infunde valentía y coraje para seguir a
Cristo y divulgar la Buena Noticia.

La JMJ tiene su origen en 1975, Año Santo de


Renovación y Reconciliación, cuando Pablo VI
reunió a miles de jóvenes en representación de
varios países a participar en la Primera Marcha
Internacional de la Reconciliación Cristiana. Esta
marcha recorrió el camino de san Francisco entre
Asís y Roma.

Años más tarde, durante el Jubileo de 1983-1984,


llamado Año Santo de la Redención, se celebró el
Jubileo internacional de la juventud, en el cual
participaron más de 300.000 jóvenes procedentes
de todas las partes del mundo (y albergados por cerca de 6.000 familias romanas). En este
jubileo estuvieron presentes, además de muchos obispos, el Hermano Roger y la Madre
Teresa de Calcuta.

LOS JÓVENES DE LA JMJ ESTÁN EN BÚSQUEDA DE UNA VIDA ESPIRITUAL 4

La mayor parte de los jóvenes


que participan en la JMJ irradian
bienestar y la alegría de vivir,
llaman la atención por su calma,
la sonrisa, la delicadeza, la
gentileza, la cooperación y la
apertura. Tenemos que tener fe
en estos jóvenes, que preparan
una revolución espiritual
silenciosa, pero muy activa.
Como sus coetáneos, también
ellos tienen problemas: alguno ya
habrá tenido cierta experiencia
con la droga o se habrá
comportado de cierta manera sin
tener en cuenta la moral
cristiana. Viven experiencias y
fracasos, pero tienen hambre de otra cosa y están en búsqueda de una esperanza. Anhelan
un ideal de vida y una espiritualidad fundada en alguien, en Dios. La sociedad europea que
cada vez está más vieja, escéptica y sin esperanza, es sacudida por estos jóvenes que
creen en Dios y que quieren vivir en consecuencia. La mayor parte proviene de
comunidades cristianas y ha invitado a jóvenes que están en búsqueda. Saben que la vida
no es fácil, pero al tener una esperanza firme no se resignan. Más o menos cristianos, se
dirigen a la Iglesia para encontrar respuestas a su inmensa necesidad espiritual. Su
presencia radiante deja un signo en todos países en los que se desarrolla la JMJ. Invierten,
de hecho, la imagen reducida que se tiene de la juventud, porque cada vez que se habla de
ella, es sólo para evocar una sexualidad impulsiva, la droga, la delincuencia, etc. Pero si
algunos viven de ese modo es porque han sido abandonados a su suerte.

La sociedad es infantil hacia


los jóvenes porque los utiliza
como modelo, cuando en
realidad son los jóvenes los
que necesitan puntos de
referencia. Se les adula, pero
la sociedad no ama a los
propios hijos, a juzgar por
todas las dimensiones
educativas de las cuales son
objeto. También la acción
pastoral local tiene su propia
parte de responsabilidad en
la medida en que a veces se
han desatendido las tareas
educativas o han sido abandonadas por las órdenes religiosas y los sacerdotes, que las
habían tenido como vocación. Pero hay que reconocer que su tarea no era fácil en aquella
época de rotura (1960-1970), en la que los jóvenes rechazaban masivamente toda reflexión
religiosa. Los jóvenes de hoy carecen totalmente de una base desde el punto de vista
religioso y hacen unas afirmaciones sorprendentes. Hace poco uno de ellos preguntó a un
sacerdote: "¿Por qué mezcláis la Navidad con la religión?". ¡Él no sabía que la Navidad es el
día en el que se celebra la natividad de Jesús! La Navidad es así reducida a una fiesta
4
Síntesis del documento El mundo de los jóvenes: ¿quiénes son? ¿Qué buscan? P. Tony Anatrella Psicoanalista,
Especialista en Psiquiatría Social Roma, 10-13 de abril 2003
comercial en familia. Gracias al éxito de la JMJ, este modo de ver las cosas puede cambiar
desde el momento en el que los jóvenes se empeñen en una búsqueda espiritual y
descubran que gran parte de la visión del hombre, como también enteros sectores de la
vida social, han sido modelados por el mensaje de la Iglesia y de generaciones de
cristianos.
NO SOMOS LA GENERACIÓN PERDIDA (JMJ 2013) 5

La juventud es el espejo en el que se


mira la sociedad. Por esta razón, en el
contexto general de la dramática
situación que atravesamos llaman
especialmente la atención los alarmantes
indicadores relativos al desempleo y la
precariedad laboral de los jóvenes.
La naturaleza de la crisis que padecemos
provoca, como es lógico que la mayoría
de preocupaciones se centran en los
aspectos relativos al ámbito económico
sin embargo muchas personas e
instituciones como la iglesia van más allá
e identifican una crisis de valores que
azota a nuestra sociedad y con especial
crudeza a los jóvenes.

CENTINELAS DEL FUTURO

Desde el comienzo de su Pontificado, el Papa Francisco nos ha advertido sobre esta


realidad. En la Jornada Mundial de la Juventud de Río de Janeiro (2013), el Santo Padre
mostraba su preocupación por la exclusión de los jóvenes en la sociedad y se refería a ellos
como "la generación que no tiene la experiencia de la dignidad por el trabajo".
En efecto, el trabajo es una de las principales expresiones de la dignidad del ser humano
porque es el medio que le permite subvenir a sus necesidades y las de su familia. Mediante
el desempeño de su profesión, el joven se puede proyectar y cumplir con su vocación y
misión personal en la vida. Ahora bien, si el trabajo es una actividad fundamental y básica
para el hombre, lo ha de ser en su justa y necesaria medida. En la actualidad no solo
asistimos al drama del desempleo y la precariedad laboral juveniles, muchas
organizaciones, conscientes de esta coyuntura, fomentan la identificación del trabajo con el
único ídolo por el que merece la pena sacrificarlo todo: el tiempo libre, la familia, las
relaciones sociales y el descanso.

Estas situaciones extremas han agravado la ya mencionada crisis de valores. Los jóvenes,
con o sin empleo, corremos el riesgo de ser los protagonistas de una generación perdida, en
la que el trabajo y la búsqueda de los bienes económicos se conviertan en los dueños de
nuestros destinos. Benedicto XVI y Francisco han reflexionado mucho acerca de estas
cuestiones, invitándonos a adoptar un punto de vista diferente, con Cristo como referencia.

En la preparación de la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid (2011), el Papa emérito


reconocía que "vosotros, jóvenes, tenéis el derecho a recibir de las generaciones que os
preceden puntos firmes para hacer vuestras opciones y construir vuestra vida". Así,
Benedicto XVI nos recordaba el papel responsable que han de ejercer sobre nosotros los
que nos preceden, en general, y la Iglesia, en particular.

Por su parte, Francisco también exhortaba a los propios jóvenes para que nos
concienciáramos acerca de lo fundamental de nuestra misión en la sociedad, ya que '1a
juventud es el ventanal por el que entra el futuro en el mundo". Así, nos invitaba a no
dejamos excluir en una sociedad en la que tenemos que hacemos valer y luchar por
nuestros valores.
5
Martha A. Guerrero “NO SOMOS LA GENERACIÓN PERDIDA”, Revista BUENA NUEVA, Asociación Bendita María N°
50, Madrid, Enero 2015 p.124-125
Como jóvenes, tenemos que sentirnos interpelados y apoyados realmente por las palabras
de los dos Pontífices para ponerlas en práctica. San Juan Pablo II también creyó en nosotros
y nos definió como "los centinelas del futuro", llamados a ser "los apóstoles de nuestros
coetáneos", porque somos nosotros la esperanza de la sociedad y de la Iglesia.

SANTOS DEL NUEVO MILENIO

No somos la generación
perdida. Reconocer este
error supondría poner en
duda los planes de Dios
sobre todos nosotros y la
misión que nos ha
otorgado como individuos
y como generación. Por
tanto, no tenemos
derecho a considerarnos
ni a que nos consideren
como tal. Somos los
jóvenes que han de
conquistar la santidad en
la cotidianeidad y las
dificultades de esta etapa
de crisis. Somos aquellos
que han de superar esta decadencia y forjar un futuro próspero y pleno para los que nos
sucederán.

No somos una generación perdida. Somos la generación de la que han de surgir los santos
del nuevo milenio. Somos los escogidos por Dios para iniciar este nuevo tiempo con el
apostolado desde nuestros lugares de estudio o trabajo, en nuestros grupos de amigos y en
la sociedad en general.

Arraigados verdaderamente en Cristo todo es más sencillo. Las situaciones difíciles se hacen
más llevaderas porque Él siempre camina a nuestro lado. Él nos muestra nuestra verdadera
dignidad, aquella que no depende ni de nuestra situación laboral ni de nuestro estatus
social: la dignidad de los hijos de Dios.

En este sentido, el Papa Francisco nos


recuerda que Jesús cuenta con nosotros y
nos pide que seamos sus discípulos toda
nuestra vida. Mediante la oración, los
sacramentos y el servicio nos invita a
descubrir y dejar crecer la semilla que Dios
ha sembrado en cada uno de nosotros. "No
se metan en la cola de la vida, sean
protagonistas, métanse adelante y
construyan un mundo mejor. Jesús nos
ofrece la posibilidad de una vida fecunda y
feliz".

Por tanto, no somos la generación perdida


ya que Dios nos ha dado una gran misión: la
renovación del mundo. Todos hemos de
sentirnos copartícipes en esta tarea y
debemos poner al servicio de la misma
nuestros talentos y empeño. Como jóvenes
estamos llamados a ser más rebeldes que
nunca y a mostrar nuestro inconformismo
con los planteamientos que imperan en nuestra sociedad y tratan de negamos un presente
y un futuro plenos.

No somos la generación perdida. Somos la generación que ha de reconquistar el mundo y


portar la esperanza con un ejemplo de vida santa y llena de Dios.

MENSAJES DEL PAPA JMJ 2013

El santo padre reconoció en la juventud que lo acogió y lo siguió por las transmisiones de
televisión, radio e Internet, a unos jóvenes que tienen sed de valores y se encuentran en
continua búsqueda del sentido de la vida: "Dejando atrás ideologías de diversos matices y
de falsos maestros, que prometen la ilusión de una felicidad a bajo costo, estos jóvenes
buscan una respuesta a las preguntas fundamentales sobre la vida, y la buscan en Cristo y
en la Iglesia", Señaló.

Los invitó a ir contracorriente, a ser revolucionarios en el sentido de combatir la cultura del


consumismo, de la indiferencia, del odio y de la violencia.

Francisco encontró en los jóvenes la esperanza del cambio, por tal razón los invitó a
participar activamente en las decisiones políticas y sociales, y a ser protagonistas del
cambio. "En esto pido que se revelen contra la cultura de lo provisional, que cree que
ustedes no son capaces de asumir responsabilidades; y tengan el coraje de ser felices", les
dijo. Por eso, en uno de sus discursos tomó el ejemplo de Marta y de María, esta última, la
que escucha la Palabra, y la primera, quien actúa pero se olvida un poco de escuchar a
Dios. Los llamó entonces a hacer realidad la Palabra de Dios, a escucharla pero también a
hacerla realidad en el mundo, esto es, a ser gestores de una transformación social.

Su invitación se centró en cultivar tres sencillas actitudes que presentó en el santuario de


Nuestra Señora de Aparecida: mantener la esperanza, dejarse sorprender por Dios y vivir
con alegría.

La primera actitud consiste en no dejarse hundir por las dificultades y conservar siempre la
fe y la esperanza en Dios que está permanentemente a nuestro lado y no nos abandona.
Señaló que también los jóvenes se dejan invadir, en ocasiones, por el temor y la angustia, y
son tentados por ídolos como el dinero y el placer, por lo cual reconoció la inmensa
necesidad que ellos tienen de valores espirituales.

La segunda actitud, dejarse sorprender: es confiar en que Dios guarda lo mejor para
nosotros, y nos pide que nos dejemos sorprender por su amor y lo acojamos.
La última actitud, vivir con alegría, aparece después de que las dos actitudes anteriores han
hecho huella en el corazón del hombre. "Si caminamos en la esperanza, dejándonos
sorprender por el vino nuevo que nos ofrece Jesús, ya hay alegría en nuestro corazón y no
podemos dejar de ser testigos de esta alegría. El cristiano es alegre, nunca triste".

Con este mensaje, el papa Francisco terminó la Jornada Mundial de la Juventud 2013, frente
a la cual había una gran expectativa mundial por parte de los fieles y, por supuesto, de los
medios de comunicación. Tal y como empezó su papado, Francisco hizo gala de su
austeridad, hasta puso en riesgo su seguridad en medio de la multitud que lo acogía en
Brasil. El centro de su mensaje fue la esperanza que son los jóvenes, el llamado a descubrir
la auténtica alegría que no se encuentra en las cosas ni en los ídolos del mundo, sino en el
seguimiento de Cristo y en el servicio a los demás.6

JÓVENES, LLAMADOS A SER PROTAGONISTAS DE LA HISTORIA (JMJ 2016)

MENSAJE PREPARATORIO PARA LA JMJ 2016

El papa Francisco ha invitado a


todos los jóvenes del mundo a
vivir en la JMJ un verdadero
encuentro con el Señor
misericordioso. Este evento
reúne a jóvenes de todo el
mundo para que reciban la
misericordia y el perdón que
sólo vienen de Dios. La mirada
de los fieles está a la
expectativa de cómo será
Cracovia (Polonia).

Caminar hacia Cracovia es ir en


pos de una experiencia profundamente teológica. Dios es quien ha tomado la iniciativa de
convocar a miles de jóvenes de todos los rincones de la tierra para encontrarse con el Sí de
la misericordia, con Aquel que nos ha revelado al único misericordioso, con Aquel que desde
la Cruz nos sigue abrazando y amando y que a todos acoge: esto es lo que el papa
Francisco ha querido para la XXXI Jornada Mundial de la Juventud que tiene su anclaje
bíblico en una de las bienaventuranzas del evangelio de Mateo: "Bienaventurados los
misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia" (cf 5, 7), casi como si hablara al
corazón de todos los jóvenes y les dijera:

6
Constanza Moya “El mensaje de Francisco sigue vigente”, Revista Vida Pastoral, San Pablo N° 152, Colombia,
octubre - diciembre 2013 p.58-59
“Ustedes, jóvenes, alcanzarán misericordia si son misericordiosos”, y es éste el reto para
todos aquellos que se han venido preparando para asistir a esta jomada. ¡Tarea grande más
no imposible!

El mensaje del papa Francisco para esta jornada está dividido en cinco (5) partes. Un saludo
general y cuatro apartados:

1) El jubileo de la misericordia
2) Misericordiosos como el Padre
3) La extraordinaria alegría de ser instrumentos de la misericordia de Dios, y
4) Cracovia nos espera con despedida incluida

Ustedes, queridos y amados párrocos, han preparado a los jóvenes de sus parroquias para
que vivan con intensidad este momento de gracia, muchos de ellos están allí en Cracovia
haciendo un camino de peregrinaje, lo es, y otros muchos jóvenes se han entusiasmado
viendo por los diferentes medios de comunicación a esa gran cantidad de jóvenes que se
han reunido en tomo al Señor de la Misericordia, para decir: "Señor, yo confío en ti", tal
como lo ha expresado el Papa Un sendero que han preparado durante dos años El papa
Francisco les ha recordado a los jóvenes que durante el 2014 reflexionaron sobre el ser
“dichosos si son pobres de espíritu, ya que alcanzarán misericordia" (cf Mt 5, 3) y el 2015
experimentaron: "dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios" (cf Mt 5, 8) Es
éste el camino, y nuestros jóvenes experimentarán más profundamente este encuentro si
han asistido a aquel lugar geográfico o espacio teológico de encuentro, si les hemos
ayudado a captar la magnitud de la invitación del Sumo Pontífice.

En el primer numeral del


mensaje, el papa Francisco
amarra la Jornada de la
Juventud eclesial al año
convocado de la
misericordia, siendo este
encuentro muy significativo,
ya que el Papa está "seguro
de que el jubileo de los
jóvenes en Cracovia será
uno de los momentos fuertes
de este Año Santo", en la
medida en que se entienda
el sentido de un jubileo tal
como lo entendía el pueblo
de Israel en Levítico capítulo
25 Una convocatoria cada 50
años para ser perdonado-res, reconciliadores, para sacar de las esclavitudes, para tener
excelentes relaciones con el prójimo, para perdonar deudas. Y, leído el jubileo en clave
cristo-lógica lo entenderíamos como el plan programático de Jesús a partir del evangelio de
Lucas 4. Allí, Jesús en la sinagoga, lleno de Espíritu declara que "hoy se ha cumplido" en su
propia persona lo leído del profeta Isaías, pues es sólo Él quien en nombre de Yahvé ha
venido para hacer el más grande Jubileo que aún hoy se sigue dando: “Anunciar un año de
gracia del Señor, sanando, liberando, perdonando...". Eclesiológicamente, la Iglesia es
entendida en este primer apartado como la oferente principal de la presencia y cercanía de
Dios.

La Iglesia es el reloj despertador de los corazones de los jóvenes para que sean capaces de
fijarse “en lo esencial”, es la Iglesia que se hace “signo visible de la misericordia de Dios”
salvando, perdonando...
La segunda parte del mensaje tiene por subtítulo: "Misericordiosos como el Padre", que es
el lema querido por el papa Francisco para el año de la misericordia (cf. M¡sericordiae
vultus, 13). El Papa de manera sucinta hace un recorrido por el Antiguo y Nuevo
Testamento sobre cómo debemos entender la misericordia divina. El concepto de
misericordia se proyecta en lo real como ese amor que "es fiel, gratuito y que sabe
perdonar". La misericordia consiste, en reflejar lo mismo que el rostro misericordioso de
Dios. Jesús se acerca, toma de la mano, siente compasión, se le "enternecen sus entrañas"
-se trata de la idea de Isaías de un Dios con entrañas (cf. Is 49, 15) que es citada por papa
el Francisco, según la cual, en Jesús se manifiesta la opción de amor más plena e
insuperable. Así mismo, en esta parte del mensaje, el Papa, luego de hacer referencia a las
parábolas de la misericordia del cap. 15 de Lucas (la moneda, la oveja y el hijo pródigo)
señala el tipo de joven con que desea encontrarse: quiere que cada uno se sienta "esa
oveja perdida, esa moneda perdida, ese hijo que ha derrochado la libertad siguiendo falsos
ídolos (...)" y que se sienta perdonado por el Padre y pueda dar alegría a Dios, ya que cada
vez que Dios perdona hay alegría en el cielo.

La misericordia no es, por tanto, una cosa utópica, es concreta. Dios toma siempre la
iniciativa, nunca nosotros. El Papa hace un llamado a cada joven a que sienta el deseo de
sanar su corazón posiblemente roto, a no temer pedir perdón, a acercarse al confesonario:
lugar teológico de la misericordia con la mirada puesta en la contemplación de la Cruz que
sigue siendo el punto nuclear de la misericordia de Dios.

La tercera parte del mensaje hace énfasis en la alegría que se siente en compartir, en
daryen amar. Resuena la quinta bienaventuranza y la Primera carta de san Juan. Ellas se
hacen el molde a copiar: "Si Dios nos amó tanto también nosotros debemos amarnos los
unos a los otros" (cf. 1Jn 4, 7-11). Esto, que podríamos llamar teoría, debe ser puesto en
práctica. La mejor forma para hacerlo es seguir el ejemplo de personas que se han gastado
y desgastado por los demás. El Papa propone como camino para ello equilibrar las
bienaventuranzas y las obras de misericordia del capítulo 25 de Mateo.

Los jóvenes que están en Cracovia iban con una tarea: durante estos primeros 7 meses
debían poner en práctica las obras de misericordia corporales y espirituales, un ejercicio
fecundo para hacer lo mismo que Jesús hizo.

Finalmente, en la cuarta parte del mensaje, el Papa con voz deseosa de corazones abiertos
a la experiencia de Dios, les dice a los jóvenes.- "Cracovia nos espera", "Jesús se fía de
ustedes y cuenta con ustedes" Es el sí que Dios ha venido preparando para este encuentro.

Dios es un Dios relacional. Es un Dios de encuentro que ha salido a buscarlos y a


llamarlos para que no tengan miedo, para que se dejen tocar por sus manos
misericordiosas y abundantes de gracia gratuita.

Sólo así se podrá llegar al objetivo de este encuentro: "Convertirse en Apóstoles de la


misericordia mediante las obras, las palabras y la oración en nuestro mundo herido por el
egoísmo, el odio y tanta desesperación" a ejemplo de la primera discípula, la Virgen María,
madre de la misericordia. Y con estas palabras llenas de sinceridad te invitamos a unirte en
oración para pedir por la vida de aquellos jóvenes que en este momento se encuentran en
Cracovia realizando actividades de voluntariado, jóvenes espectadores, entre otros. 7

MENSAJES DEL PAPA A LOS


JÓVENES EN LA JMJ 2016

En la última Jornada Mundial de la Juventud


(JMJ), celebrada el pasado verano en Cracovia,
más de un millón y medio de jóvenes venidos
de todos los rincones del mundo peregrinaron
para encontrarse con el Santo Padre.
Sin lugar a dudas, se trató de una edición muy
especial, ya que tuvo lugar en la tierra de San
Juan Pablo II (fundador de estos encuentros) y
Santa Faustina Kowalska, en el contexto del
Año de la Misericordia.
 Fueron muchos los mensajes que el Papa
Francisco lanzó a los jóvenes, tanto a los
que pudieron asistir como a los que siguieron el encuentro desde sus países de origen.
Entre ellos, destacó el discurso que pronunció en el acto de la Vigilia de Adoración, con
el que nos animó a abandonar la "sofá-felicidad", porque "no vinimos a este mundo a
vegetar", sino que "a dejar huella". En este sentido, el Pontífice se mostró claro al
advertir sobre que "cuando optamos por la comodidad, por confundir la felicidad con
consumir, entonces el precio que pagamos es muy, pero que muy caro: perdemos la
libertad".

 Francisco comenzó su
mensaje reconociendo la
diversidad de naciones, de
culturas y, sobre todo, de
realidades congregadas en
la JMJ. Así, hizo mención
especial a los jóvenes que
viven en contextos
marcados por el dolor y la
guerra para recordar que,
para los cristianos, esta
situación "deja de ser
anónima, para nosotros
deja de ser una noticia de
prensa, tiene nombre,
tiene rostro, tiene historia, tiene una cercanía". Por este motivo, invitó a todos los
jóvenes a permanecer unidos en la oración por el sufrimiento de todas las víctimas de
estos conflictos, refiriéndose concretamente también al caso de "la amada Siria".
Tomando conciencia de que ser Iglesia es formar parte de una familia universal, todos
tenemos que actuar como miembros de la misma. Tal y como nos interpeló el Papa, no
podemos permanecer ¡insolidarios e inactivos ante las realidades y sufrimientos que
sacuden a otros cristianos del mundo, como tampoco ante las situaciones de dolor que
se dan en nuestro alrededor más próximo y que requieren nuestra presencia,
participación e interés.

 Haciendo un llamamiento por


esta necesidad de unidad, el
Santo Padre recordó a los
jóvenes que "nosotros hoy

7
P. Saúl Andrés Londoño “Cracovia: Lugar teológico para vivir la misericordia”, Revista Vida Pastoral, San Pablo N°
163, Colombia, julio-setiembre 2016 p.14-17
estamos aquí porque el Señor nos ha convocado y nuestra respuesta a este mundo en
guerra tiene un nombre: se llama fraternidad, se llama hermandad, se llama comunión,
se llama familia". Para poder afrontar juntos y personalmente estas situaciones difíciles,
en las que incluso el miedo se puede apoderar de nosotros, tenemos el ejemplo
concreto de los Apóstoles el día de Pentecostés, "una escena que nos puede ayudar a
comprender todo lo que Dios sueña realizar en nuestra vida, en nosotros y con
nosotros".
De este modo, pese a que el temor nos invada a veces como les ocurrieron aquellos
primeros cristianos, el Espíritu Santo nos impulsará a una "aventura que jamás
habríamos soñado".

 Estamos llamados a ser los protagonistas de este momento, de la historia que nos ha
tocado escribir con nuestra vida. Esta es la misión que Dios nos ha confiado
personalmente, como personas individuales, miembros de nuestra sociedad y parte
indispensable de la Iglesia. Por este motivo, el Papa nos recordó con sus palabras el "no
tengáis miedo" de San Juan Pablo II e impulsó a los peregrinos a superar este miedo
que "solo conduce al encierro y a la parálisis".
Con respecto a esta parálisis, alertó acerca del riesgo que conlleva porque "nos va
haciendo perder el encanto de disfrutar del encuentro, de la amistad; el encanto de
soñar juntos, de caminar con otros". Además, advirtió que nos podemos encontrar ante
otro tipo de parálisis mucho más peligrosa y que nos puede costar más identificar y
descubrir, "me gusta llamarla la parálisis que nace cuando se confunde felicidad con un
sofá", añadió. Esta sería la parálisis o el adormecimiento que nos produce el quedarnos
estancados en las comodidades que nos brinda nuestra sociedad, como si esto nos
garantizara el bienestar, la alegría y la falta de temor y dolor. Esta situación nos
perjudicaría enormemente, puesto que poco a poco nos quedaríamos "atontados"
mientras que "otros deciden el futuro por nosotros", descuidando esa misión que Dios
nos ha confiado al regalarnos el don de la vida.

 En este sentido, Francisco además señaló que "para muchos es más fácil y beneficioso
tener a jóvenes embobados y atontados que confunden felicidad con un sofá; para
muchos eso les resulta más conveniente que tener jóvenes despiertos, inquietos
respondiendo al sueño de Dios y a todas las aspiraciones del corazón". Muy al contrario,
Dios quiere que "dejemos huella", por lo que nos engañaremos a nosotros mismos en el
momento en que identifiquemos nuestra felicidad con la comodidad. Es más, este
pensamiento y modo de vida acomodado nos haría perder finalmente el mayor don que
Dios nos ha dado: nuestra libertad.

Jesús es el Señor del riesgo, del siempre más allá. Jesús no es el Señor del confort de
la seguridad y de la comodidad.

 Como seguidores y apóstoles de Jesús, Francisco nos aconsejó tomar como ejemplo el
suyo propio. "Jesús es el Señor del riesgo, del "siempre más allá". Jesús no es el Señor
del confort, de la seguridad y de la comodidad". Por lo que para ser cristianos, tenemos
que contar con una cuota de valentía, cambiando este sofá por "un par de zapatos que
nos ayuden a caminar por caminos nunca soñados y menos pensados, por caminos que
abran nuevos horizontes, capaces de contagiar alegría, esa alegría que nace del amor
de Dios, la alegría que deja en nuestro corazón cada gesto, cada actitud de
misericordia."

 En definitiva, para ser


protagonistas de nuestra
historia personal y de
nuestro tiempo, estamos
llamados a ir por estos
caminos siguiendo "la
locura" de Dios, que
mediante Jesús, nos invitó a
encontrarle en todo el que
pasa desapercibido para el mundo: en el pobre, en el hambriento, en el necesitado, en
el niño, en el anciano, en el que sufre... esto incitará en nosotros un deseo de pensar
un nuevo orden más solidario en el que hagamos nuestra y de los demás la Buena
Nueva de Jesús, "haciendo de la propia vida un homenaje a Él y a los demás. 8

 TAREA:
 Elabora la línea de tiempo de las Jornadas Mundiales de la Juventud y organiza la
secuencia de manera ordenada, coloca las fechas, país, Papa, logo, lema y temática.
 También puedes agregar imágenes para complementar y presentar los resultados en
forma didáctica.

8
Martha A. Guerrero “JÓVENES, LLAMADOS A SER PROTAGONISTAS DE LA HISTORIA”, Revista BUENA NUEVA,
Asociación Bendita María N° 63, Madrid, Marzo 2017 p.124-126

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