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Robo y Detención Ilegal en Valencia

El documento presenta un resumen de una sentencia del Tribunal Supremo de España sobre un caso de robo, detención ilegal, tenencia ilícita de armas y tráfico de drogas. Se detallan los hechos probados sobre un robo ocurrido en diciembre de 2017 en Valencia, en el que varios hombres fueron engañados y atados para robarles. Luego de un registro policial se encontraron armas y drogas en posesión de uno de los acusados. La sentencia condena a los acusados por los delitos mencionados con penas

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Robo y Detención Ilegal en Valencia

El documento presenta un resumen de una sentencia del Tribunal Supremo de España sobre un caso de robo, detención ilegal, tenencia ilícita de armas y tráfico de drogas. Se detallan los hechos probados sobre un robo ocurrido en diciembre de 2017 en Valencia, en el que varios hombres fueron engañados y atados para robarles. Luego de un registro policial se encontraron armas y drogas en posesión de uno de los acusados. La sentencia condena a los acusados por los delitos mencionados con penas

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JURISPRUDENCIA

Roj: STS 178/2020 - ECLI:ES:TS:2020:178


Id Cendoj: 28079120012020100035
Órgano: Tribunal Supremo. Sala de lo Penal
Sede: Madrid
Sección: 1
Fecha: 28/01/2020
Nº de Recurso: 10302/2019
Nº de Resolución: 681/2019
Procedimiento: Recurso de casación
Ponente: ANTONIO DEL MORAL GARCIA
Tipo de Resolución: Sentencia

Resoluciones del caso: STS 178/2020,


STSJ CV 5973/2019

RECURSO CASACION (P) núm.: 10302/2019 P


Ponente: Excmo. Sr. D. Antonio del Moral García
Letrado de la Administración de Justicia: Sección 2ª
TRIBUNAL SUPREMO
Sala de lo Penal
Sentencia núm. 681/2019
Excmos. Sres. y Excma. Sra.
D. Francisco Monterde Ferrer
D. Antonio del Moral García
Dª. Ana María Ferrer García
D. Vicente Magro Servet
D. Eduardo de Porres Ortiz de Urbina
En Madrid, a 28 de enero de 2020.
Esta sala ha visto los recursos de casación acumulados bajo el nº 10302/2019 interpuestos por Pedro Antonio
representado por el procurador Sr. D. Rafael Vicente Ferrer Miquel y bajo la dirección letrada de D. Manuel
Fernández Feo, Bartolomé y Camilo , representados por el procurador Adolfo Morales Hernández-SanJuan y
bajo la dirección letrada de D. Esono de Oliveira Tana y D. Óscar Fernández Castilla respectivamente y Donato
representado por la procuradora Sra. María Dolores Moral García y bajo la dirección letrada de D. José Manuel
Fontes Sarrión, contra sentencia de fecha 22 de marzo de 2019 dictado por la Sala de lo Civil y Penal del
Tribunal Superior de Justicia de Valencia en apelación de Sentencia dictada por la Audiencia Provincial de
Valencia de fecha 31 de octubre de 2018, en causa seguida contra los recurrentes por delito de robo, detención
ilegal, tenencia ilícita de armas y contra la salud pública. Ha sido parte también el Ministerio Fiscal.
Ha sido ponente el Excmo. Sr. D. Antonio del Moral García.

ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- La Audiencia Provincial de Valencia (Sección Segunda) ha seguido procedimiento elevado por el
Juzgado de Instrucción nº 17 de Valencia, dictando Sentencia, con fecha 31 de octubre de 2018 que recoge
los siguientes Hechos Probados:

1
JURISPRUDENCIA

"En el mes de diciembre de 2017 Genaro pretendía adquirir una cantidad elevada de marihuana para lo cual
contactó en la ciudad de Valencia con Higinio . Higinio aceptó encontrarle vendedor, para lo cual habló en
fecha no determinada del mismo mes con el acusado Pedro Antonio , quien se ofreció para poner a dicha
mujer en contacto con personas con disponibilidad para tal venta y gestionar la transacción de una cantidad
en torno a los 30 kilogramos de marihuana. Se acordó realizar la venta en un piso de la ciudad de Valencia
la tarde del día 29/12/2017.
La tarde del día 29 de diciembre de 2017, Genaro junto con Jose Augusto , quedaron con Higinio en el
establecimiento "El Pollo Criollo", sito en la calle Manuel Candela de Valencia. Al lugar acudió el acusado Pedro
Antonio el cual se subió junto a Higinio en el vehículo de color rojo marca "Tata" matrícula ....-VFQ siendo
seguidos por los ciudadanos chinos en un vehículo Ford C-Max conducido por Jose Augusto y ocupado por
Genaro . Se dirigieron a la vivienda sita en la CALLE000 n° NUM000 puerta NUM001 de Valencia. Al llegar al
piso les abrió la puerta Camilo , el cual les dirigió al comedor, momento en el que irrumpieron en el salón los
acusados Bartolomé y Donato , que portaban prendas que les ocultaban el rostro, y portando ambos pistolas
así como una placa policial, simularon ser agentes policiales realizando una redada policial.
Los dos ciudadanos chinos fueron maniatados con bridas, y lo mismo sucedió con Higinio , actuando
Bartolomé junto con Camilo , Donato y Pedro Antonio de común acuerdo, desempeñando cada uno de ellos
las funciones y labores asignadas respectivamente.
Los acusados, tras registrar cuanto menos el vehículo en el que los ciudadanos chinos se habían desplazado al
lugar y no encontrar dinero alguno les exigieron la entrega de una cantidad superior a 60.000 € exigiéndoles que
llamaran a otras personas para traer el dinero. Los ciudadanos chinos efectuaron alguna llamada o mandaron
algún mensaje, prolongándose la situación de espera durante aún un cierto tiempo, tras lo cuál y al no obtener
dinero alguno los acusados se apoderaron únicamente de un móvil IPhone 6 -valorado en 208 euros- y 100 €
propiedad de Genaro , así como un teléfono móvil Samsung S6 -valorado en 200 euros- y un móvil Huawei -
valorado en 270 euros- y unos 500 € que portaba éste último en la cartera.
Una vez los acusados abandonaron la vivienda, quedaron los ciudadanos chinos en el interior de la vivienda con
las manos atadas; aún permanecieron un tiempo en la vivienda, hasta que se dirigieron a la puerta y salieron
a la calle donde pidieron ayuda en la terraza de un bar, siendo una mujer quien les cortó las bridas con unas
tijeras y llamó a la Policía.
Desde la llegada a la vivienda hasta que marcharon de la misma, pasó un tiempo superior a una hora y que
pudo llegar a durar más de dos horas, en una franja horaria entre las 17 horas y las 20 horas del 29 de diciembre
de 2017.
Durante la investigación posterior se practicó el día 8 de febrero de 2018 entrada y registro en el domicilio de
la CALLE001 número NUM002 de Horno de Alcedo habitado por el acusado Donato donde agentes del
cuerpo nacional de policía se incautaron de diecisiete envoltorios de papelinas que han resultado contener
1'67 gramos de cocaína con una pureza del 20'0 %, 10'49 gramos de cocaína con una pureza del 0'4 %, 1'83
gramos de cocaína con una pureza del 20'0 % y 0'95 gramos de cocaína con una pureza del 26'0 %, con un
precio de venta de 1.302 € si la venta se hubiera realizado por dosis y de 888'93 € si se hubiese efectuado por
gramos. Esta sustancia era poseída por el acusado Donato para su difusión a terceras personas. Igualmente
se intervinieron 20 cartuchos, de los que 10 eran de calibre 7'62 x 51 mm y los otros 10 del calibre 5'56 x 45
mm encontrándose todos en aceptable estado de conservación y siendo aptos para ser utilizados en armas
de fuego largas, en concreto armas de tipo militar.
En el registro del vehículo Kia Cerato matrícula ....-PRM propiedad de Donato y en la guantera se intervino un
dispositivo de descarga eléctrica tipo Taser que éste tenía; según informe de la Brigada Provincial de Policía
Científica de fecha 14/03/2018 funcionaba correctamente como arma y estaba en estado operativo, siendo
reglamentariamente arma prohibida según el artículo 5.1 apartado c del vigente Reglamento de Armas así
como la cartera porta-placas conteniendo un escudo de la Guardia Civil empleada en la comisión de los hechos.
El acusado Bartolomé había sido ejecutoriamente condenado por 2 delitos de robo con violencia el día
29/3/2010 a las penas de 1 y 2 años de prisión que cumplió el día 3/1/2016.
El acusado Pedro Antonio había sido ejecutoriamente condenado por delito de robo con fuerza en las cosas
el día 7/10/2015 a la pena de 9 meses de prisión que cumplió el día 9/11/2017.
El acusado Camilo había sido ejecutoriamente condenado entre otros delitos como autor de un delito de robo
con violencia e intimidación a la pena de 1 año y 3 meses de prisión el día 22/10/2009, sin que conste la fecha
de cumplimiento de la pena".
SEGUNDO.- La parte Dispositiva de la citada sentencia reza así:

2
JURISPRUDENCIA

"PRIMERO: CONDENAR como autores de un delito de robo con violencia, intimidación y uso de medios
peligrosos de los arts. 237, 242.1 y 3 del Código Penal,
1. A D. Pedro Antonio , en quien concurre la agravante de
reincidencia del art. 22.8° del Código Penal, a CUATRO AÑOS y SEIS MESES de prisión e inhabilitación especial
para el derecho de sufragio pasivo.
2. A D. Bartolomé , en quien concurre la agravante de reincidencia del art. 22.8° del Código Penal, y la de disfraz
del art. 22.2a del Código Penal, a CUATRO AÑOS y OCHO MESES de prisión e inhabilitación especial para el
derecho de sufragio pasivo.
3. A D. Camilo , a CUATRO AÑOS de prisión e inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo.
4. A. D. Donato , en quien concurre la agravante de disfraz del art. 22.8° del Código Penal, a CUATRO AÑOS y
SEIS MESES de prisión e inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo.
Asimismo, les condenamos a indemnizar conjunta y solidariamente a Genaro en 100 € por el dinero sustraído
y en 208 euros por, el móvil IPhone 6 sustraído y a Jose Augusto en la cantidad de 500 €, por el dinero sustraído,
en 200 euros por el teléfono móvil Samsung S6 sustraído y en 270 euros por el móvil Huawei sustraído, todo
ello con los intereses legales del ar 576 de la Ley de Enjuiciamiento Civil.
SEGUNDO.- CONDENAR como autores de dos delitos de detención ilegal del art. 163.1 del Código Penal,
1. A D. Pedro Antonio , por cada uno de los dos delitos, a CUATRO AÑOS de prisión e inhabilitación especial
para el derecho de sufragio pasivo.
2. A D. Bartolomé , en quien concurre la agravante de disfraz del art. 22.2a del Código Penal, por cada uno de
los dos delitos, a CINCO AÑOS de prisión e inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo.
3. A D. Camilo , por cada uno de los dos delitos, a CUATRO AÑOS de prisión e inhabilitación especial para el
derecho de sufragio pasivo.
4. A. D. Donato , en quien concurre la agravante de disfraz del art. 22.8° del Código Penal, por cada uno de los
dos delitos, a CINCO AÑOS de prisión e inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo.
TERCERO.- CONDENAR a D. Donato , como autor de un delito contra la salud pública del art. 368.2 en su
modalidad de sustancias que causan grave daño a la salud, UN AÑO y NUEVE MESES de prisión e inhabilitación
especial para el derecho de sufragio pasivo.
CUARTO.- CONDENAR a D. Donato , como autor de un delito de tenencia de arma prohibida del art. 563 del
Código Penal a UN AÑO de prisión e inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo.
QUINTO.- ABSOLVER a los acusados de uno de los delitos de detención ilegal y del delito de pertenencia a
grupo criminal, con todos los pronunciamientos favorables.
SEXTO.- CONDENAR a D. Pedro Antonio , D. Bartolomé y D. Camilo a que cada uno de ellos pague 3/22
partes de las costas procesales y a D. Donato a pagar 5/22 partes de las costas procesales. Se declaran de
oficio 8/22 partes de las costas procesales.
SÉPTIMO.- Fijar el límite de cumplimiento de penas de prisión por la presente causa, para Donato , en QUINCE
AÑOS.
Para el cumplimiento de las penas privativas de libertad que se imponen, abonamos a los acusados todo el
tiempo que han estado y estén privados de libertad por esta causa si no lo tuvieren absorbido por otras.
Contra la presente resolución, cabe interponer recurso de apelación ante la Sala de lo Civil y lo Penal del Tribunal
Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, a interponer en el plazo de diez días a contar desde su
notificación y conforme a lo previsto en los arts. 790 a 792 LECrim - art. 846 ter 1 LECrim-.
Se acuerda deducir testimonio de la presente sentencia y de los videos 2 y 3 del juicio -sesión de 3 de octubre
de 2018 - y remitirlos al Juzgado Decano de Instrucción de Valencia para que el Juzgado de Instrucción al
que por reparto corresponda, conozca del incidente protagonizado por el acusado Pedro Antonio durante la
celebración del juicio y que se relata en el antecedente de hecho cuarto de esta sentencia".
TERCERO.- Notificada la Sentencia a las partes, se preparó recurso de apelación por los condenados,
remitiéndose las actuaciones a la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad de
Valencia, que dictó Sentencia, con fecha 22 de marzo de 2019 con la siguiente Parte Dispositiva:
"Que desestimamos los recursos de apelación interpuesto por la representación procesal de Pedro Antonio
, Bartolomé , Camilo y Donato contra la Sentencia número 620/2018, dictada por la Sección Segunda de la

3
JURISPRUDENCIA

Ilma. Audiencia Provincial de Valencia en el Rollo de Sala núm. PA 98/2018 la cual se confirma íntegramente,
con imposición de las costas de este recurso a los recurrentes.
Notifíquese la presente sentencia al Ministerio Fiscal y a las partes personadas,
con la advertencia de que contra la misma cabe preparar ante este mismo
Tribunal, recurso de casación para ante el Tribunal Supremo, mediante escrito autorizado por abogado y
procurador, dentro del plazo de cinco días, a contar desde la última notificación, en los términos del artículo
847 y por los trámites de los artículos 855 y siguientes de la Ley de Enjuiciamiento Criminal; y una vez
firme, devuélvanse las actuaciones al órgano jurisdiccional de su procedencia, con testimonio de la presente
resolución"
CUARTO.- Notificada la Sentencia a las partes, se preparó recurso de casación por infracción de Ley y
precepto constitucional, por los condenados, que se tuvieron por anunciados, remitiéndose a esta Sala
Segunda del Tribunal Supremo las certificaciones necesarias para su sustanciación y resolución, formándose
el correspondiente rollo y formalizándose el recurso, alegando los motivos siguientes:
Motivos alegados por Camilo .
Motivo primero.- Por infracción de precepto constitucional al amparo del art. 5.4 LOPJ y 852 LECrim por
vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva y a la presunción de inocencia del art. 24 CE. Motivo
segundo.- Por infracción de ley al amparo del art. 849.1 LECrim por indebida aplicación del art. 237, 242.1 y 3
CP, así como del art. 163.1.CP Motivo tercero.- Por infracción de ley al amparo del art. 849.2 LECrim por error
en la valoración de la prueba.
Motivos alegados por Bartolomé .
Motivo primero.- Por vulneración de precepto constitucional al amparo del art. 5.4 LOPJ y 852 LECrim por
vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva y a la presunción de inocencia del art. 24 CE. Motivo
segundo.- Motivo segundo.- Por infracción de ley al amparo del art. 849.1 LECrim por indebida aplicación del
art. 237, 242.1 y 3 CP, así como del art. 163.1. Motivo tercero.- Por infracción de ley al amparo del art. 849.2
LECrim por error en la valoración de la prueba.
Motivos alegados por Pedro Antonio
Motivo primero.- Por infracción de precepto constitucional al amparo del art. 5.4 LOPJ y 852 LECrim por
vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva. Motivo segundo.- Por quebrantamiento de forma del art.
851.1 LECrim por no expresar la sentencia clara y terminantemente los hechos que se consideran probados.
Motivo tercero.- Por infracción de ley al amparo del art. 849.1 LECrim por indebida aplicación del art. 163 CP.
Motivo cuarto.- Por infracción de ley al amparo del art. 849.1 LECrim por indebida aplicación de los arts. 237,
242.1 y 3 CP, así como del art. 22.8 CP. Motivo quinto.- Por infracción de ley al amparo del art. 849.1 LECrim
por indebida aplicación de los arts. 237, 242.1 y 3 CP, así como por indebida aplicación del art. 22.8 CP. Motivo
sexto.- Por infracción de ley al amparo del art. 849.1 LECrim por indebida inaplicación del art. 21.7 en relación
con el 21.2 CP. Motivo séptimo.- Por infracción de ley al amparo del art. 849.2 LECrim por error en la valoración
de la prueba.
Motivos alegados por Donato .
Motivo primero.- Por vulneración de precepto constitucional al amparo del art. 5.4 LOPJ y 852 LECrim por
vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva y a la presunción de inocencia del art. 24 CE. Motivo
segundo.- Por vulneración de precepto constitucional al amparo del art. 5.4 LOPJ y 852 LECrim por vulneración
del derecho a la tutela judicial efectiva y a la presunción de inocencia del art. 24 CE. Motivo tercero.- Por
vulneración de precepto constitucional al amparo del art. 5.4 LOPJ y 852 LECrim por vulneración del derecho
a la tutela judicial efectiva y a la presunción de inocencia del art. 24 CE. Motivo cuarto.- Por vulneración de
precepto constitucional al amparo del art. 5.4 LOPJ y 852 LECrim por vulneración del derecho a la tutela judicial
efectiva y a la presunción de inocencia del art. 24 CE. Motivo quinto.- Por infracción de ley al amparo del art.
849.1 LECrim por indebida aplicación de los arts. 237, 242.1 y 3 CP, así como por indebida aplicación del art.
22.8 CP. Motivo sexto.- Por infracción de ley al amparo del art. 849.1 LECrim por indebida aplicación del art.
163 CP. Motivo séptimo.- Por infracción de ley al amparo del art. 849.1 LECrim por indebida aplicación del
art. 368.1 CP.
QUINTO.- El Ministerio Fiscal se instruyó de los recursos interpuestos solicitando su inadmisión y,
subsidiariamente, la desestimación. La Sala los admitió, quedando conclusos los autos para señalamiento de
Fallo cuando por turno correspondiera.

4
JURISPRUDENCIA

SEXTO.- Realizado el señalamiento para Fallo se celebraron la deliberación y votación prevenidas el día 26 de
noviembre de 2019.

FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- Estamos ante cuatro recursos de casación con un total de veinte motivos. La temática
parcialmente común y su paralelismo en muchos puntos aconseja su tratamiento conjunto sin perjuicio de
contemplar las singularidades que en ciertas cuestiones puede ofrecer la situación o la argumentación de
alguno de los recurrentes respecto a los demás.
De acuerdo con las previsiones legales ( arts. 901 bis y 901 bis b) LECrim) el análisis ha de comenzar por los
motivos por quebrantamiento de forma. Una correcta metodología lleva a examinar seguidamente aquéllos
vinculados con normas constitucionales que pudieran determinar la nulidad. En tercer lugar los que atacan la
valoración probatoria (presunción de inocencia o, en su caso, art. 849.2º LECrim). En último lugar debe situarse
el examen de los motivos que denuncian errores en la aplicación de la Ley penal ( art. 849.1º LECrim).
SEGUNDO.- En el primero de los grupos anunciados encontramos tan solo un motivo: el planteado en segundo
lugar por Pedro Antonio al amparo del art. 851.1 LECrim. Denuncia falta de claridad en los hechos probados.
A su entender -y se dice de forma reiterativa insistiendo machaconamente en la misma idea y con idénticas
palabras- la sentencia no expresaría con nitidez cuáles son los hechos que se le achacan. Al tiempo, incurriría
en la proscrita utilización de conceptos jurídicos incursos en el vicio de predeterminación. Tan solo expresa
que Pedro Antonio llegó a la finca aclarando luego se aclarará que permaneció en ella unos momentos tan
solo.
Ambos dos puntos son fácilmente rebatibles:
a) El hecho probado (único apartado de la sentencia que ha de tenerse a la vista para resolver un motivo
encajado en el art. 851.1 LECrim) indica que los acusados- y entre ellos incluye expresamente a Pedro
Antonio - actuaron de común acuerdo, desempeñando cada uno de ellos las funciones y labores asignadas
respectivamente. Luego vendrá la narración de los hechos. Hay claridad suficiente: todos los hechos narrados
obedecían a un plan que se gestó con el concurso de Pedro Antonio .
b) Por otro lado, las expresiones usadas ( "común acuerdo" " funciones y labores asignadas") no son
predeterminantes en el sentido del art. 851.1 LECrim pues no son conceptos jurídicos por más que el derecho
haya de acudir al lenguaje ordinario para expresarse y comunicarse. Pero esos términos no encierran un
significado jurídico-penal distinto del sentido que le otorga cualquier persona mínimamente culta aunque sea
legal en derecho.
El resto de razonamientos contenidos en este motivo nada tiene que ver con la etiqueta que lo encabeza
(quebrantamiento de forma): son alegaciones que pueden rescatarse en sede de presunción de inocencia (en
tanto critican la valoración probatoria y aducen debilidad o insuficiencia de algunos elementos probatorios),
pero que ninguna relación guardan con los vicios in iudicando que se enumeran en el art. 851 LECrim. Al abordar
el motivo por presunción de inocencia se examinarán también estos argumentos.
El motivo segundo de Pedro Antonio no puede prosperar.
TERCERO.- La mayoría de los motivos de los cuatro recursos son reconducibles a un motivo por presunción
de inocencia. Es esto predicable de los motivos que formalmente quieren encuadrarse en el art. 849.1º LECrim
(segundo de Camilo y Bartolomé ), cuando su desarrollo se ciñe a cuestionar la suficiencia de las pruebas
(con manifiesto desprecio de la limitación establecida en el art. 884.3º, en secuela lógica de la propia dicción
del art. 849.1º: dados los hechos probados).
Igual idea cabe proyectar en relación al error facti, motivo que como número tercero articulan los mismos
recurrentes ( Camilo y Bartolomé ) al amparo del art. 849.2º LECrim. Esta rúbrica encabeza alegatos
ajenos al cauce casacional enunciado. Carecen de autonomía frente al motivo por presunción de inocencia
también entablado. Los argumentos desplegados no respetan lo que exige el art. 849.2: designación de un
documento (no de prueba personal) del que se derive de forma directa y evidente el error de la Audiencia. Las
argumentaciones en lo que puedan tener de novedoso o diferente respecto de lo expuesto en otros motivos
(que tampoco es mucho) han de examinarse también en sede de presunción de inocencia. Idéntica valoración
procede respecto del motivo séptimo del recurso de Pedro Antonio .
El motivo primero del recurso de Donato , por fin, denuncia vulneración de su derecho a la tutela judicial efectiva
( art. 24.1CE) al amparo del art. 5.4 LOPJ (más correcto a partir de 2000 es invocar directamente el art. 852
LECrim, proyección específica en el proceso penal de la regla general enunciada en el art. 5.4 LOPJ). La tutela
judicial efectiva es aducida igualmente como complemento de la presunción de inocencia en el motivo primero

5
JURISPRUDENCIA

de los recursos de Camilo y Bartolomé . Aunque Donato luego formalizará de forma conjunta los motivos
segundo tercero y cuarto, los tres, por presunción de inocencia, en definitiva todos esos motivos (primero a
cuarto) aparecen como estrechamente entrelazados. Resulta artificial su escisión y han de analizarse de forma
unitaria. Tampoco los motivos quinto y sexto de ese recurso gozan de autonomía en lo material: se denuncia
otra vez insuficiencia de la prueba desde la perspectiva de la tutela judicial efectiva.
Reagrupamos así pues todos motivos indicados en tanto la pretensión es la misma -denuncian insuficiencia
de la prueba de cargo-. Al analizar la secuencia desde el prisma de la presunción de inocencia, con examen
de cada uno de los distintos alegatos, quedarán contestados todos ellos. Obviamente habrá que analizar no
solo la prueba que respalda la realidad de los hechos narrados, sino también particularizadamente aquélla que
permite afirmar que cada uno de los recurrentes participó en esos hechos. Hay aspectos comunes a todos
ellos, junto a otros específicos.
CUARTO.- La STC 33/2015, de 2 de marzo, uno de los numerosos pronunciamientos constitucionales sobre
presunción de inocencia, evocando las ya lejanas SSTC 137/1988, de 7 de julio, (FJ 1), o 51/1995, de 23 de
febrero, (FJ 2), reitera que tal principio, además de criterio informador del ordenamiento procesal penal, es ante
todo un derecho fundamental en virtud del cual el acusado de una infracción no puede ser considerado culpable
hasta que así se declare en sentencia condenatoria, que sólo procederá si media una actividad probatoria lícita
que, practicada con la observancia de las garantías procesales y libremente valorada por el Tribunal penal,
pueda entenderse concluyentemente de cargo.
Se vulnera la presunción de inocencia cuando se condena: a) sin pruebas de cargo; b) con la base de
unas pruebas no válidas, es decir ilícitas por vulnerar otros derechos fundamentales; c) con la base de
actividad probatoria carente de garantías; d) sin motivar la convicción probatoria; e) sobre la base de pruebas
insuficientes; o f) sobre la base de una motivación ilógica, irracional o no concluyente ( STS 653/2016, de 15
de julio).
De esas seis vertientes en que de manera analítica se ha intentado descomponer la doctrina constitucional -aun
conscientes de que no son compartimentos estancos: hay puntos de entrelazamiento y conexiones entre unas
y otras- los recurrentes edifican sus quejas sobre lo que consideran insuficiencia de la actividad probatoria y,
secundariamente, falta de una motivación suficiente.
Algunas afirmaciones previas ayudan a despejar ciertos argumentos que asoman en el discurso de los
recurrentes.
a) Conviene precisar que existiendo ya un recurso de apelación donde puede cuestionarse con holgura la
valoración probatoria del tribunal de instancia, la casación en este aspecto queda constreñida a aspectos muy
focalizados. No puede convertirse en una tercera instancia. Hemos de limitarnos a constatar si la valoración
probatoria refrendada por el Tribunal de apelación se ajusta a las reglas que conforman la presunción de
inocencia. La casación no puede convertirse en una segunda apelación.
b) El derecho a la presunción de inocencia no obliga a dar mayor crédito a las pruebas de descargo que a las
de cargo.
c) No nos permite tampoco evaluar si compartimos la valoración probatoria o la certeza mostrada por la Sala
de instancia.
d) Tampoco la presunción de inocencia obliga, paradójicamente, a presumir que la policía actúa de forma
irregular:
La prueba de cargo, es suficiente y concluyente respecto de todos y cada uno de los condenados armada la
motivación fáctica de la sentencia es plenamente asumible. Demuestra que se contó con prueba de cargo
válida y concluyente. El Tribunal Superior de Justicia refrendó esa conclusión, que también ahora nosotros
declaramos plenamente armónicas con las exigencias de la presunción de inocencia.
Veamos,
QUINTO.- Las declaraciones de Genaro en combinación con las de Higinio , que han merecido crédito a
la Sala en los particulares de las mismas que se reflejan en los hechos probados (fundamento de derecho
primero), acreditan la realidad del sustrato fáctico de los delitos de robo y detención ilegal. La Sala encuentra
una explicación muy plausible a las asimetrías entre ambas versiones. Radican sobre todo en la presencia de
un tercero y el propósito del encuentro con Higinio . El afán de preservar a esa tercera persona de las posibles
responsabilidades por tráfico de drogas así como de eludirlas personalmente, dan cumplida razón de esas
discordancias.

6
JURISPRUDENCIA

El relato de ambos en los particulares fácticos necesarios para la calificación (actos depredatorios, sujeción,
amenazas...) está corroborado por elementos periféricos. El hallazgo de bridas en la finca del tipo de las usadas
para atar las manos de las víctimas, según contaron; así como las declaraciones sumariales en sede judicial
de Jose Augusto , otra de las víctimas, a las que se dio lectura en el acto del juicio oral por no haber podido
ser localizado
Hay actividad probatoria de cargo suficiente para considerar acreditada la secuencia fáctica que recoge el
hecho probado
SEXTO.- Y la hay también de la participación en esos hechos de cada uno de los acusados.
De una parte, las manifestaciones de Higinio . Ciertamente su posición respecto de los hechos es ambivalente,
pues planea una sospecha fundada de que pudiera haber actuado en connivencia con el resto de acusados.
Eso no priva de crédito en lo esencial a sus manifestaciones en cuanto aparecen avaladas por otros elementos
probatorios. Además las imputaciones frente a los acusados, no necesariamente excluye su culpabilidad,
como razona la Sala de instancia. No se adivina qué beneficio podría reportarle señalar como partícipes a los
acusados; o qué motivación podría llevar a realizar esas graves imputaciones si no es por ajustarse a la verdad.
Manifestó claramente en el plenario que quien abrió la puerta en la finca donde se llevaron a cabo los hechos
fue el acusado Camilo ; que fue con Pedro Antonio hasta allí; y que reconoció por la voz a los otros dos
intervinientes, pese a tener la cara parcialmente tapada: Bartolomé y Donato , ahora recurrentes.
i) La implicación de Pedro Antonio se ve corroborada por la aparición de sus huellas en el vehículo de Higinio
(la tardía explicación ofrecida por Pedro Antonio no es convincente: desprende un inequívoco aroma de
constituir el fruto de una búsqueda desesperada de una excusa que pueda contrarrestar una prueba que le
apunta de forma concluyente)
Otro elemento de indudable contenido incriminador está conformado por la carta hallada en el domicilio
de Donato y fechada en Picassent el 3 de febrero de 2018. Es minuciosamente analizada en la sentencia
de instancia. Deduce el Tribunal con lógica irrefutable que revela la implicación de los acusados en los
hechos (operación Brucelee: terminología sugestiva de lo sucedido con las personas de raza china); que alude
indudablemente a las declaraciones incrimnatorias de Higinio ( la mamona del TATA: vehículo éste que fue
precisamente el usado); a la participación de los abuelos (en alusión a dos de los acusados de más edad)
que debían ser alertados por ello; facilitando un número de telefónico para enterarse de todo, teléfono que se
atribuye a la mujer del chiquillo: (justamente la novia de Pedro Antonio ). Todas las piezas del puzzle encajan,
hasta las forma más caprichosas.
Los restos biológicos de Pedro Antonio encontrados en el revólver y en la placa emblema, presumiblemente
utilizados en los hechos y localizados en febrero de 2018, así como en unos guantes hallados dentro del
turismo TATA de Higinio enriquecen el medio de elementos probatorios que atornillan la convicción sobre la
intervención de Pedro Antonio , afirmada por Higinio .
La sentencia concluye así la motivación fáctica sobre la participación de Pedro Antonio en los hechos:
"Por lo tanto, las pruebas practicadas aportan datos objetivos compatibles con la participación de Pedro
Antonio en los hechos. Tocó el coche de Higinio -lo que se corresponde con lo declarado por este sobre el
uso del coche por ambos al dirigirse a la vivienda en que sucedieron los hechos-, tocó un revolver que pudo ser
usado en los hechos, así como una placa policial que también pudo ser usada en los hechos -puesto que del
uso de una placa, de la atribución de la condición de policías por parte de los asaltantes, hace referencia Higinio
y también los dos ciudadanos chinos, en sus declaraciones-, lo que, atendiendo a la credibilidad objetiva. y
subjetiva del relato de Higinio -que identificó a Pedro Antonio como uno de, los partícipes-, permite dar por
plenamente acreditada la participación de Pedro Antonio en los términos recogidos en el relato de hechos
probados.
Que no fuera reconocido en rueda, ni por Genaro , ni por Jose Augusto -fs. 502 y 708 -, no permite cuestionar
las anteriores conclusiones. Del relato de estos y del propio Higinio se desprende que Pedro Antonio no
habría ido con ellos en el coche y habría estado poco tiempo en la vivienda. No hay Constancia alguna de que
los testigos hubieran visto .a Pedro Antonio con antelación. A partir de tales circunstancias, que no pudieran
reconocerle pasados unos meses -dos, en el caso de Jose Augusto , cuatro en el caso de Genaro -, no devalúa
la aptitud incriminatoria del resto de la prueba".
ii) La atribución de la autoría de la carta a Bartolomé está justificada por sus coordenadas cronoespaciales
(se envía desde prisión en las fechas inmediatamente posteriores a las declaraciones de Higinio ). Su negativa
a realizar una pericial caligráfica que serviría para excluir su autoría, solo se entiende si la carta fue manuscrita
y remitida por él.

7
JURISPRUDENCIA

A ello se une la aparición de efectos compatibles con los usados en los hechos, escondidos en los contadores
de la finca en que vivía. El hallazgo de restos biológicos de Pedro Antonio en esos efectos remarca la lógica
de deducir que fueron utilizados en el robo.
Los contactos telefónicos entre Bartolomé y Higinio tras los hechos de una frecuencia no habitual, y las
huellas de Bartolomé reveladas en el seat TATA de Higinio , lo que es congruente con lo declarado por éste,
respaldan la veracidad de su declaración en cuanto a la participación de Bartolomé . El bagaje probatorio que
sostiene la convicción de culpabilidad de Bartolomé no se ve erosionado por la falta de reconocimiento por
Genaro . Es explicable por su actuación con la cara parcialmente oculta.
iii) Camilo fue el destinatario de la carta aludida: lo acepta. Ello le incrimina y confirma la veracidad también
en este extremo del reconocimiento de Higinio .
Su declaración autoexculpatoria se estrella en el muro levantado por la prueba que milita en su contra.
Destacan primeramente las manifestaciones de Higinio , creíbles a la vista del abigarrado conjunto de
elementos que las dotan de verosimilitud y fiabilidad. La recepción de la carta y su edad (61 años; Donato
tenía 66), compatible con el apodo " Rana ", son datos que encajan con datos acreditados. Se intuye algo más
que una desgraciada casualidad.
iv) También respecto de Donato está justificada suficientemente la certeza proclamada por la Audiencia.
Higinio no duda de su identidad. Fue detenido en compañía de Camilo . En su vehículo se encontró una
placa insignia con un emblema de la guardia civil así como una pistola eléctrica. Pudieron ser utilizados en los
hechos: coinciden con los manifestados por víctima. El fallido reconocimiento en rueda no es dato concluyente
por las razones ya expuestas para los demás razones que la Sala de instancia también se preocupa de exponer,
para no dejar ningún cabo suelto; nada -sea exculpatorio o inculpatorio- sin analizar.
Y es que, en efecto, que no fuesen algunos reconocidos por algunos de los testigos, era una posibilidad real
si se tiene en cuenta cómo operaron los autores.
SÉPTIMO.- Los hechos que justifican la condena de Donato por delito contra la salud pública (motivo séptimo
de su recurso) están basados en una doble consideración complementaria que aboca a una única conclusión
posible: en su vivienda se encontró cocaína. Y, pese a sus manifestaciones exculpatorias en otro sentido, por
prueba pericial ha acreditado que no era consumidor. La conclusión a obtener es evidente: la droga estaba
destinada al consumo de otros:
No sobra reproducir el pasaje de la sentencia que recoge la motivación fáctica de esa condena:
"A los hechos que cabe declarar probados en relación a lo acaecido en la vivienda de la CALLE000 , se le
suman aquéllos que se desprenden del registro de la vivienda que utilizaba Donato y que él mismo admitió.
Dijo que la cocaína encontrada en la vivienda sita en la CALLE001 NUM003 de Horno de Alcedo, Valencia,
era para su consumo. Sin embargo, la tesis exculpatoria es inhábil para generar siquiera una mínima duda.
Y ello porque consta pericialmente acreditado que el mismo no presentaba en la muestra de cabello que se
le tomó cuando ya estaba en prisión, restos del consumo de sustancia estupefaciente alguna -fs. 876 y 877-.
Dicho informe fue emitido tras la extracción de cabello, diligencia que fue practicada a petición de su defensa.
Si como se desprende del informe pericial obrante al f. 758 -en el que la Médico Forense explicaba por qué
extraer cabello a quien lo tenía corto, de 1 cm dé longitud, era inútil si se quería conocer de su adicción a las
drogas al tiempo de los hechos, puesto que dicha persona llevaba más de un mes en prisión y es de general
conocimiento en el ámbito forense que el cabello tiene un crecimiento medio de un centímetro al mes, si en
cabello de quince centímetros de longitud como era el extraído a Donato (f. 876 y 877)- no se detectan restos
de drogas o estupefacientes, no cabe duda que la cocaína que Donato su casa no era para su consumo.
Debe tenerse en cuenta que el cabello fue extraído en en mayo de 2018, lo que revela que en los quince meses
anteriores no había consumido cocaína, por lo que la que tenía en el registro practicado el 8 de febrero de 2018
-fs. 288 a 290- no podía estar destinada a dicho fin. Por ello, atendiendo a su presentación -distribución en
diecisiete dosis- y a que -según se desprende del acta de registro y de su ratificación en juicio por los agentes
NUM004 y NUM005 - también se encontraron instrumentos adecuados para distribuirla en dosis -una báscula,
recortes de plástico adecuados para empaquetar ras dosis..-, la única conclusión razonable alcanzable es que
dichas dosis las tenía. Donato para distribuirlas entre terceras personas y para consumo de estas".
Tampoco presenta dudas la condena por tenencia de armas, a la vista del hallazgo en su vehículo de la defensa
eléctrica según declararon los agentes policiales intervinientes.
En consecuencia, estos motivos decaen.
OCTAVO.- Los motivos que restan por examinar plantean fundamentalmente problemas de subsunción
jurídica que se introducen por la puerta del art. 849.1 LECrim.

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JURISPRUDENCIA

Se alega en el tercer motivo de Pedro Antonio aplicación indebida del art. 163.1 CP ( detención ilegal). No
existiría concurso real con el delito de robo , sino concurso de normas. La privación de libertad habría sido la
estrictamente indispensable para llevar a cabo los actos depredatorios, lo que llevaría a considerar absorbidas
las privaciones de libertad en el delito de robo.
El desarrollo del motivo, no se limita a esa cuestión jurídica. Aparece otro tema, relacionado con la presunción
de inocencia. Explota el dato de que no permaneció en el lugar durante todo el episodio; o al menos, que la
prueba indica que lo abandonó al poco tiempo de iniciarse. Por tanto, arguye, no se le podría hacer responder
por la prolongación de la privación de libertad que sobrepasara de la inherente a un delito de robo.
Con independencia de que no hubiese sido suscitado este alegato en apelación como era exigible según
denuncia el Fiscal, no tiene mayor alcance: las víctimas son maniatadas con bridas a presencia de Pedro
Antonio , según narra el hecho probado. Eso permite inferir que el plan conjunto abarcaba la posibilidad de
una duración mayor de la indispensable para un robo. Al menos a título de dolo eventual, los dos delitos de
detención ilegal son atribuibles a este recurrente.
Y lo son como dos delitos distintos y separados del delito de robo, según razona con profusión y acierto la
sentencia de instancia en su fundamento de derecho tercero, de excelente factura como toda la sentencia.
Ciertamente, es tema discutido y susceptible de respuestas distintas el problema de las relaciones entre los
delitos de robo con violencia e intimidación y detenciones ilegales. La solución depende de cada supuesto
concreto: la específica secuencia fáctica será la que determine cuál es la subsunción correcta en cada
caso. Se invoca cierta jurisprudencia. Su cita es correcta. Pero, proyectada al caso concreto ahora analizado,
conduce a conclusiones distintas de las que se postulan. También en la resolución de la Audiencia Provincial
encontramos un abigarrado ramillete de referencias jurisprudenciales que refrendan la calificación jurídica
efectuada por el Tribunal de Instancia y ratificada por el Tribunal Superior.
La doctrina de esta Sala, como bien recuerdan los precedentes invocados, distingue tres hipótesis (entre
muchas otras, STS 366/2014, de 12 de mayo):
i) absorción ( concurso aparente) cuando la privación de libertad no excede de la ordinaria que puede
considerarse connatural o concomitante a todo delito de robo con intimidación;
ii) concurso medial, cuando la privación de libertad excede de ese mínimo indispensable pero es instrumental:
está exclusivamente al servicio de los actos depredatorios; y
iii) concurso real en casos en que a) la pluralidad de personas detenidas impone esa solución pues solo una
de las detenciones es susceptible de agruparse como concurso medial; b) la detención está desconectada del
robo medialmente: hay simultaneidad o igual marco temporal pero la privación de libertad llega a convertirse
en un objetivo autónomo y diferente desconectado del ánimo lucrativo; c) la prolongación de la detención
desborda lo "necesario" (en el sentido del art. 77 CP) para el robo.
La Audiencia ha acudido correctamente al concurso real para ambas detenciones penándolas por separado.
Apoya su decisión en un contundente y bien expuesto e interpretado aparato jurisprudencial que no podemos
más que tener por reproducido. Es difícil añadir algo que no sea reiterativo a la esmerada disección que hace
la Audiencia Provincial. La excelencia que caracteriza la motivación fáctica de la sentencia de instancia es
predicable también de su motivación jurídica.
La privación de libertad excedió en mucho de la que es connatural o inherente a un delito de robo. Cuando se
habla de "exceso" hay que pensar no en el supuesto concreto sino en los robos "prototípicos", por así decir.
La planificación o ejecución de un delito de robo en el que la privación de libertad de la víctima va a ser
nimia, merece una respuesta penal distinta que su diseño pensando en una prolongada inmovilización. En este
segundo caso el mayor desvalor de la acción reclama la doble calificación.
El tiempo durante el que se prolongaron los hechos (más de una hora) es mucho; desde luego, mucho más de
lo que comporta el delito de robo con violencia o intimidación contemplado como supuesto ordinario en el art.
242 CP en que la privación de libertad será casi momentánea o de escasos minutos.
NOVENO.- Los motivos cuarto y quinto de Pedro Antonio se quejan por la indebida aplicación tanto del art.
242 (delito de robo) como del art. 22.8ª (agravante de reincidencia). Ambas peticiones son agrupadas por el
recurrente.
El motivo quinto carece, en realidad, de contenido propio: se indica que la agravante debe desaparecer por no
existir el tipo principal.
Los motivos no pueden abrirse paso a través del art. 849.1º LECrim en la medida en que se apartan del hecho
probado. En lo que tienen de alegato sustentador de la presunción de inocencia están ya contestados: desde

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JURISPRUDENCIA

el momento en que se considera a este recurrente implicado con fundamento en un plan conjunto. Que alguna
de las acciones típicas previstas no fuese directamente perpetrada por él no le aparta del consorcio delictivo,
ni de su responsabilidad como partícipe de los hechos.
Los motivos fracasaron.
DÉCIMO.- En el motivo sexto Pedro Antonio reclama la aplicación de la atenuante de drogadicción. Otra
vez encamina su petición a través del art. 849.1º, aunque incluye también una mención a la presunción de
inocencia que despista.
Desde la perspectiva del art. 849.1º el silencio del hecho probado sobe esta cuestión abocaría a la inadmisión
( art. 884.3º LECrim).
Desde la óptica de la presunción de inocencia ( art. 852 LECrim) la viabilidad del motivo tendría idéntico escaso,
si no nulo, recorrido: la presunción de inocencia no obliga a presumir que cualquier culpable de un delito está
afectado por una grave adicción a las drogas que le impulsa a cometerlo, salvo que la acusación demuestre
lo contrario (¡!). En materia de atenuantes no juega la presunción de inocencia, con independencia de que el
estándar probatorio para su apreciación no ha de ser el mismo que se maneja para los aspectos perjudiciales
al reo. Debe basta con que aparezca como lo más probable.
El examen de la fundamentación jurídica (fundamento de derecho cuarto) nos permite descubrir que hay datos
fácticos sobre esa cuestión improcedentemente consignados allí. Lo que no es admisible para elementos
factuales desfavorables al reo, puede ser tolerable cuando lo que se rescata de la fundamentación jurídica
para integrar el hecho probado son aseveraciones fácticas que benefician al acusado.
Pues bien, lo allí dado por probado no justifica la apreciación de la atenuante postulada: ni se puede calificar de
grave la adicción; ni tampoco aparece que el hecho fuera cometido con una finalidad de autoabastecimiento.
Es más el lucro pretendido que fluye de la declaración de hechos probados parece desbordar ampliamente ese
escueto objetivo. Y lo que no cabe es considerar atenuante analógica lo que es una situación a la que faltan
requisitos legales para ser atenuantes. Las atenuantes analógicas no son atenuantes incompletas.
Dirá la Audiencia: "En el informe médico forense obrante al f. 217 consta que el 2 de febrero de 2018, con
ocasión de su detención, fue examinado por el Médico Forense. En el informe consta que Pedro Antonio
reconocía consumo esporádico de cocaína, consumo continuado de hachís desde los 15 años y consumo
esporádico de heroína. En la analítica de la toma de orina tenida en dicho reconocimiento, consta -f. 610-
constan (sic) resultados compatibles con el consumo previo de cocaína, opiáceos y cannabinoides. También
consta que el 24 de enero de 2018 acudió una cita en la UCA de El Grao para apertura de historia clínica, sin
que llegara a realizarse una evaluación diagnóstica.
Con esos datos, lo único acreditado es que el acusado, a la fecha de los hechos, consumía hachís, cocaína y
heroína, si bien los consumos de éstas dos sustancias era, según consta en el informe médico-forense -y si
así consta, debe ser porque lo refirió Pedro Antonio -, esporádico.
Pedro Antonio no ha sido objeto de valoración médico-forense, ni consta información psiquiátrica o
psicológica respecto del mismo. Por tanto, no se practicó en juicio prueba suficiente como para poder sostener
que como consecuencia del consumo padeciera una grave adicción, ni que cometiera los hechos con sus
facultades intelectivas y volitivas afectadas por algún trastorno vinculado al consumo de drogas".
Es asumible la argumentación y desestimable el motivo.
UNDÉCIMO.- En otro orden de cosas se reclama la aplicación del subtipo atenuado del art. 163.2 CP.
Es implanteable: tal modalidad atenuada exige que no se haya conseguido el propósito perseguido
(apoderamiento de efectos y huida), y, además, que la liberación se lleve a cabo por los autores.
Otra vez debe basta la reproducción de un pasaje de la sentencia de instancia para contestar el motivo que
se hace valer en casación. Pese a existir efectivamente algún, ya superado precedente jurisprudencial que
podría abonar la tesis de los recursos ( SSTS 1548/2004, de 27 de diciembre y 119/2005, de 7 de febrero), hoy
la doctrina jurisprudencial consolidada y pacifica respalda la solución jurídica propugnada por la Audiencia.
Suscribimos en su integridad el argumentario del Tribunal que ahora transcribimos.
"No existe ninguna base para la apreciación del tipo previsto en el artículo 163.2 CP, que establece la imposición
de la pena inferior en grado para el supuesto de que "el culpable diera libertad al encerrado o detenido dentro
de los tres primeros días de su detención, sin haber logrado el objeto que se había propuesto".
Analiza extensamente este tipo atenuado, por ejemplo, la STS 376/2017, de 24 de mayo, que resume así la
orientación más moderna en la aplicación del precepto, con cita de las SSTS 615/2016, de 8 de julio, 863/2015,
de 30 de diciembre y 814/2016, de 28 de octubre:

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JURISPRUDENCIA

"Aunque en la doctrina ha existido algún punto de inflexión al respecto y se ha llegado a aplicar el tipo atenuado
del delito de detención ilegal ( art. 163.2 CP ) cuando se ha apreciado que por parte de los autores del robo
existió una cierta dejación o falta de diligencia a la hora de atar a la víctima o de retenerla, concluyendo que
eso permitía aceptar que los autores del robo no tenían intención de que la privación de libertad se prolongase
en exceso, la Jurisprudencia más reciente ha abandonado esta tesis y restringe la aplicación del tipo atenuado
del delito de detención ilegal para aquellos supuestos en los que es el autor por su propia voluntad -a modo de
arrepentimiento- es el que pone fin a la situación de privación de libertad o al encierro y no cuando, como en este
caso, es la víctima la que logra por sí sola liberarse". ( ...).
"... la premisa esencial para la apreciación del tipo privilegiado es la concurrencia de un arrepentimiento durante
la fase comisiva del delito, por lo que no resultará procedente cuando la liberación venga mediatizada en modo
alguno y resulte por ello ajena a la determinación del culpable; lo que se aprecia en todos aquellos supuestos
en los que el abandono de la actuación delictiva responde, no a la voluntariedad del autor, sino a la actuación de
las fuerzas policiales, del propio detenido o de otros particulares".
La reciente STS 421/2018, de 26 de septiembre continúa con esta línea interpretativa.
Ninguna actuación en este sentido ni tampoco ningún arrepentimiento cabe apreciar en la actuación de los
asaltantes, que simplemente abandonaron el lugar dejando a todos los moradores atados.
Hay que tener en cuenta, por otro lado, que el segundo requisito del precepto exige que el autor no haya
conseguido su propósito. Como señala la mencionada STS 376/2017, "el subtipo atenuado no es aplicable
a los casos en los que el autor haya conseguido aquello que perseguía obtener mediante la detención, pues
entonces ya la privación de libertad de la víctima carece de interés para él, desapareciendo la necesidad de
reconocer una conducta teñida de un cierto arrepentimiento que el tipo pretende privilegiar, en cuanto redunda
en beneficio de los derechos antes atacados". Es nítida la imposibilidad de apreciar la atenuación por este
segundo requisito objetivo atendiendo a la secuencia de los hechos.
Los motivos decaen.
DUODÉCIMO.- La desestimación de los recursos obliga a condenar a los recurrentes al pago de las respectivas
costas ( art. 901 LECrim).

FALLO
Por todo lo expuesto, en nombre del Rey y por la autoridad que le confiere la Constitución, esta sala ha decidido
1º.- DESESTIMAR el recurso de casación interpuesto por Pedro Antonio , Bartolomé , Camilo , y Donato
contra sentencia de fecha 22 de marzo de 2019 dictado por la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de
Justicia de Valencia en apelación de Sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Valencia de fecha 31 de
octubre de 2018, en causa seguida contra los recurrentes por delito de robo, detención ilegal, tenencia ilícita
de armas y contra la salud pública.
2º.- Imponer el pago de las costas a Pedro Antonio , Bartolomé , Camilo y Donato .
Comuníquese esta resolución al Tribunal Sentenciador a los efectos procesales oportunos, con devolución de
la causa que en su día remitió, interesándole acuse de recibo.
Notifíquese esta resolución a las partes haciéndoles saber que contra la misma no cabe recurso e insértese
en la colección legislativa.
Así se acuerda y firma.
Francisco Monterde Ferrer Antonio del Moral García Ana María Ferrer García
Vicente Magro Servet Eduardo de Porres Ortiz de Urbina

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