Cuestionario I
1) ¿Como se fue conformando y cuáles son los principios del poder feudal?
El feudalismo es el sistema económico, político y social de la Edad Media
caracterizado por la división de la sociedad en tres grandes estamentos (nobleza, clero
y campesinado), siendo este último el más abundante, trabajando la tierras de los
nobles y pagando una parte de las cosechas a cambio de seguridad y de subsistencia.
El feudalismo representó un sistema económico, político y social en el que la renta
estaba determinada por la capacidad de la clase dirigente feudal de utilizar formas de
coacción (violencia) no económicas sobre un conjunto de campesinos –siervos- de los
que obtenían tributo (en especie o dinero).
En su versión clásica, el feudalismo era un conjunto de obligaciones legales y militares
recíprocas entre la nobleza guerrera que giraba en torno a los conceptos de señores,
vasallos y feudos. Obviamente, también existían los campesinos vinculados a la tierra,
pero estos poco importaban a los señores y vasallos.
2) Los órdenes estamentales de la sociedad feudal están basadas en
diferencias económicas y políticas ¿en qué consiste cada una de estas
diferencias?
El feudalismo está basado en una economía campesina donde una gran mayoría de la
población se compone de familias que cultivan la tierra y crían animales en su
explotación.
Esto nos lleva a hablar de los principales estamentos sociales de la época y que
pueden dividirse en tres órdenes: la nobleza, el clero y el campesinado.
Los nobles se dedicaban principalmente a la preparación militar, por lo que
empezaban a entrenarse en el manejo de armas a una edad temprana. De hecho,
eran capaces de adquirir más privilegios o tierras gracias a su participación en las
guerras. Dentro de la nobleza podemos distinguir entre la clase alta (duques,
marqueses o condes) y la clase baja (compuesta generalmente por caballeros). Dichos
nobles vivían en castillos y actuaban como amos de sus vasallos. La diferencia entre
señores estaba dada por la capacidad de éstos de obtener tierras y siervos mediante
el uso de la fuerza física (el ejercito personal de cada señor), y también su capacidad
de mantenerlo, hacer alianzas o conseguir vasallos, que les presten lealtad y salgan a
defenderlos cuando son invadidos por otros señores feudales.
Unos podían tener muchas reservas y siervos, otros muchos campesinos y pocas
reservas, pero la posesión del latifundio (extensión de tierra) era el fundamento del
poder de la nobleza laica o religiosa, aunque no era el único, había también un control
jurisdiccional respaldado por la fuerza armada e ideológica.
Esto quiere decir que tenía el poder de dictar las leyes, juzgar a los culpables y dar
castigo a la masa de población campesina. Poseía, lo que se denomina poder de BAN,
o poder divino de dictar leyes y castigar. Obispos, sacerdotes, reyes, príncipes,
condes, eran títulos de nobleza que, según las leyes de Dios (que ellos mismos
sancionaban) los dotaban de poder total y absoluto sobre los campesinos. De allí que
unos sean señores y los otros siervos del señor.
El clero estaba formado por la Iglesia y disfrutaba de mucho poder e influencia debido
a la importancia de la religión en la época. Forman parte los obispos, abades (alto
clérigo) y por monjes y sacerdotes (bajo clérigo). Eran los únicos con formación
cultural. Queda por último entonces considerar el tercer orden de la estructura social
feudal: la Iglesia.
La iglesia fue poseedora de grandes extensiones de tierras a través de las donaciones
que hacían los terratenientes laicos. Las donaciones cumplían un doble propósito, por
un lado le otorgan cierta inmunidad a los laicos para que en ese territorio se protegiera
de invasiones de otros terratenientes o caballeros dados los pactos existentes ( la pax
de Dios o pacto de no realizar guerras en tierra santa).
Por otro lado, les aseguraba el dominio sobre la población de ese territorio y los
legitimaban para obtener los tributos sobre la población de campesinos y siervos de
esos espacios.
Los monasterios que se establecían en esos feudos, tenían una amplia participación
en la vida económica de finales del feudalismo, participaban en el mercado de
cereales, de tierras y mercaderías, acumulaban dinero y se lo prestaban a la nobleza.
Pero lo más importante, ejercían dominio ideológico sobre la masa de la población
campesina, a través de los servicios sagrados de las misas y los sermones, la
administración de los sacramentos (bautismos, casamientos, defunciones) y la
administración de la producción, etc.
El campesinado estaba formado por la mayoría de la población, que vivía bajo
condiciones muy duras. Había campesinos libres (propietarios de tierras y con ciertos
derechos) y siervos (sometidos al señor feudal). la mayoría cultivaban cereales, lo más
barato y económico en una economía de subsistencia.
Siempre esta producción se combinaba con la cría de animales, aves, cerdos, cabras,
vacas para la leche, por lo tanto, se combinaba agricultura con ganadería, por lo que
los pastos eran muy importantes.
Otro grupo de las comunidades rurales son los asalariados carentes de tierras que se
ocupaban en las fincas o reserva señorial. Nunca fueron un grupo numeroso.
En general las familias campesinas se veían obligadas a cooperar entre si dada la
naturaleza del trabajo agrícola, esto suponía acuerdos mutuos para compartir recursos
naturales que había más allá de los límites de las tierras cultivables, es decir los
bosques.
El bosque era el lugar de lo público, lo que allí existía era de todos o mejor dicho de
aquel que lo pueda obtener, cazar, pescar o recolectar, lo que no se podía hacer era
privatizar ese espacio, las consecuencias pueden ser terribles como lo comprobó la
nobleza cuando intentó avanzar sobre esas tierras.
Como característica central de los campesinos tenemos que decir que estos son muy
independientes y muy capaces de prescindir de las clases dirigentes o gobernante,
dado que poseían sus propios medios de producción, como el arado, la semilla, los
utensilios de labranza de la tierra y sus propias herramientas.
Lo que no poseían era la tierra como propiedad, dado que ésta era de la iglesia o de la
nobleza.
Había otro tipo de explotaciones como los alodios, que eran tierras libres colonizadas
por campesinos libres. Estos dejaban de serlo cuando la iglesia y/o un señor feudal
decidía incorporarlas a su dominio.
Además del grupo de los campesinos, en el mundo feudal había artesanos. Todo
mundo rural necesita que alguien trabaje la madera, el cuero, los metales, el barro.
De todos estos el más importante era el herrero que fabricaba o reparaba los arados,
las herraduras para caballo y bueyes, las carretas, hachas, cuchillos, ganchos, clavos.
Dado que era esencial en la vida rural los misterios de su oficio le daban un prestigio
casi mágico. El carpintero era otro hombre clave, para construir casas o fabricando
arados, carretas, molinos, engranajes, etc. Este oficio tendía a desplazarse por los
territorios.
El contacto social entre señores y campesinos se daba en un espacio territorial que se
conocía como feudo o señorío, era donde se pagaban las rentas, dinero o especie, y
en las reservas del señor se hacían efectivos los tributos en trabajo.
3) El “señorío” fue la institución económica más importante. De ella
derivaron dos clases sociales diferentes. Sintetice de qué manera la aristocracia
fue consolidando su poder económico. ¿Cuáles fueron las formas de
explotación?
En el plano económico, el feudalismo no es solo la jerarquía de las condiciones
sociales que aspira a representar el esquema de los tres órdenes; es también y, ante
todo, sin duda; la institución señorial.
La sociedad feudal se ordenó en dos clases, una de ellas, la de los señores, engloba
la categoría de los eclesiásticos y la de los caballeros. Y la conciencia que esta clase
adquiere de sí misma hace que se considere escandaloso, si no pecado, el hecho de
que un trabajador pueda elevarse por encima de su condición hasta el punto de
compartir los privilegios de sacerdotes y guerreros, de vivir el ocio gracias al trabajo de
otro. En los años que las estructuras feudales acabaron de implantarse, es decir en los
años que siguen al milenio, es donde la iglesia y la caballería consolidan su situación
señorial y a ampliar el foso, que en nivel de relaciones económicas los separaba del
pueblo. El movimiento de consolidación se desarrollo en dos planos diferentes.
*Fue reforzada la coherencia de las fortunas aristocráticas: las pertenecientes a los
laicos estaban amenazadas de disolución por la acción de dos movimientos: a) el de
las donaciones piadosas; y el de b) las divisiones sucesorias. Su efecto combinado
adquiría todo su vigor en el momento en el que el patrimonio pasaba de una
generación a otra. Una parte pasaba a manos de la iglesia porque el difunto la
entregaba para ir al cielo; y el resto según las costumbres heredadas de los
germánicos, se dividía en partes iguales entre los hijos e hija. Este doble movimiento
iba a pulverizar las bases territoriales de la aristocracia.
* La consolidación de las fortunas de la aristocracia se vio igualmente favorecida por
una lenta modificación de las estructuras de parentesco. La preocupación por
contrarrestar los efectos de las divisiones sucesorias llevo a limitar la proliferación de
la descendencia: la familia solo autorizaba a uno de los hijos, al mayor a contraer
matrimonio legitimo; los demás siempre que fuese posible, serían destinados a las
dignidades del alto clero, es decir se apoyaban en los bienes de la iglesia. Para no
disminuir la importancia de la familia, dotaba a la hija de bienes mueble, lo que le
quitaba el derecho sobre los raíces.
* Mientras que en la época anterior todos los hombres libres estaban sometidos a la
autoridad real, con la separación de la sociedad en tres órdenes nace un nuevo
concepto de libertad.
* Su acción de justicia y de policía era fuerte y penetrante, por cuanto era rentable.
Obligaba a los campesinos a trabajar en las reparaciones de las fortificaciones, hacia
pagar a los extraños, mercaderes o peregrinos que cruzaban la castellanía; y a
cuantos frecuentaban los mercados. Como antiguamente los reyes él era el garante de
pesos y monedas y en ocasiones acuñaba moneda.
Por todos los medios explotaba la autoridad que poseía, y en definitiva el poder se
traducía en una red de puniciones realizada de diferentes maneras sobre los
excedentes de la producción o los beneficios del comercio
El jefe de la fortaleza era el primero en beneficiarse del ahorro de los trabajadores,
porque tenía la fuerza militar.
En segundo lugar, y primero en importancia, esta explotación, llevada hasta sus
últimas consecuencias, fue muy rentable. Los agentes de la fiscalidad estaban en
todas partes y tenían de su parte la fuerza. ¿a quién habrían podido quejarse quienes
sufrían sus arbitrariedades? He aquí el buen funcionamiento de la maquina fiscal.
Consigue quitar al campesino la mayor parte de lo que producía y no consumía y por
consiguiente freno en gran medida el movimiento de ascenso económico entre los
humildes. Redujo la diferencia entre los campesinos libres y los dependientes. Nivelo
la condición campesina. La rebajo, y de este modo ahondo el foso que separa a esta
clase de la de los señores.
Explotación domestica: Era el residuo tenaz de la esclavitud. Los lazos de esclavitud
no se habían roto, tomaron la forma de lo que llamamos comúnmente servidumbre.
Estos campesinos ponían a disposición de la economía domestica una mano de obra
permanente, cuyo coste era el de la alimentación. Algunos campesinos establecidos
lejos de su control mantenían esta dependencia, y este lazo no eran solo servicios en
trabajo, sino en tres clases de prestaciones: el pago de un censo anual en dinero, la
obligación de pagar derecho a casarse con alguien que no perteneciera a la familia del
señor y la parte que este recibía de la herencia de su hombre.
El señorío territorial. Este no se basaba en la posesión de seres humanos sino en la
posesión de la tierra. Los ricos muy raramente cultivaban, con solo el trabajo de
quienes dependían de ellos, toda la extensión de tierra que poseían. Concedían una
buena parte a tenientes. Conceder la tierra equivalía a adquirir un poder: el de
participar en los recursos de las familias tenientes. Esta participación no era ilimitada,
sino que estaba estrictamente fijada; era el cobro de una parte de la producción del
manso, en productos agrícolas o en dinero.
El tercer tipo de explotación señorial deriva del ejercicio del derecho de Ban. Era
en la práctica una especie de saqueo, legitimado, organizado, moderado solo por la
nueva moral de la paz y por la resistencia de la solidaridad campesina. Añadamos que
esta forma de explotación se acumulaba a las dos primeras y con frecuencia competía
con ella. Estaba mucho más concentrada que las anteriores, solo un pequeño grupo
de señores se beneficiaban de sus ventajas, que eran las más considerables.