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Cuentos Transversales Uevo

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Natalia Salas
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{Claro que no era muy gravel La pequefia nave espacial para nifios estaba diseiada casi para evitar cualquier tropiczo. iY en este momento las computadoras de la nave tenfan uno! -{CLANG! ~soné la nave, chocando contra algo duro. ‘Aforrunadamente el tiltimo tumbo de la caida dejé a la nave posada sobre sus cuatro ruedas. 0 fue la computadora quien lo consiguié? —jMenos mal! -exclamé Martita~. No me gusta salit de una nave caminando de cabeza Todos tieron. Me asomaré ~dijo Gano, que era el mayor, y comenzé a ponerse su grueso abrigo de piel Oye! ~se burl6 Vania-, si aqui no estamos en Ganimedes. ‘Tis crees que no hace tanto fio? ~pregunts ino, recordando los hielos erernos de su satélite ~;Claro que no! ~contesté Tito. Bueno ~acepté Gano-, no me lo pondré él frio, sino porque me de la gana -y termi ponerse el chaquetén, Tito se acercé a la computadora y le pregunté: ~;Se puede bajar en este asteroide? de “ Se pue-de ba-jar —respondié la computa- dora, hablando como computadora- tem-pe-ra-tu-ra y at-més-fe-ra per-mi-ten vida huema-na. —:Queé esperamos? ~se apuré Gano, y abriendo la compuerta se largé afuera. Uno tras otros, todos lo siguieron. Oh! jEsto parece un pueblo! ~jQué casas tan bonitas! —admiré Vania. ~jPero todas las ventanas son negras! ~se ex- trafié Juan, -iY tienen grandes antenas... parecen de tele- visién! —descubrié Tito. ~iQué raro! {Nadie se ha asomado a pesar del choque! -indicé Gano. ~;Habran muerto todos los habitantes? ;Esta- mos solos? se pregunt Martita. ~SOLOS? ~gritaron asustados-. Enton... —CALLENSE RID{CULOS!-oyeron quealguien les gritaba desde el interior de una de las casas. ~Parece que no estamos solos ~se alegré Vania. —:Pero qué extrafios seres vivirin aqui? —volvié a preguntar Martita, a quien le encantaban los cuentos de misterio. —Entremos a verlos —propuso Gano, el mas arriesgado. —No me atrevo, podrian atacarnos —dijo Tito. —;QUIEREN CALLARSE DE UNA VEZ? ~oyeron nuevamente. No seas tonto, vamos ~insistié Gano en vor muy baja. —Bueno, si quieres toco el timbre -acepté Tito, hablando también muy bajito. Se aproximaron a la puerta y, en el momento en que Tito iba a tocar el timbre... —Jijjjnnnnnkkkkk ~crujié la puerta, abriéndose sola. Los cinco amigos dieron un paso atras. 2A qué nuevo misterio se enfrentaban? Entonces, desde adentro, les hablaron: ~jCHITAS QUE MOLESTAN!-protesté alguien. —-ENTREN LUEGO, QUE ME CANSE DE TIRAR EL CORDELITO -dijo otra voz. ~PASEN, PERO NO METAN BULLA-habl6 tuna tercera, -SIENTENSE A MIRAR ~invité una cuarta voz. SI ESTA MU...U...Y ENTRETEN...I...DO! ~repitieron todas la voces con una voz muy aburrida. Gano, Vania,Tito, Martita y Juan penetraron en la casa. Estaban en penumbras. La puerta se cerré tras ellos, dejando todo ain més oscuro. Al frente pudieron ver la parte posterior de una méquina: era como una pantalla, y estaba encendida; se veia el resplandor de su luz. Delante de ella habia ‘algo’ como cinco peque- fas nifas. ~Yo las veo azules ~susurré Tito al ofdo de Juan. —Yo también — le confirms éste. AY tan Alaquitas. ~Parecen tallarines. —Estaran enfermas? —Puede ser, vamos hacia alld -respondié Juan. Todos se dirigieron hacia las nifias azules. —Estén viendo tele! -exclamé Vania en voz alta. {CHIST! —Ia hicieron callar. Aqui tienen gallecas —convidé una de las nifias anules —; miren y quédense callados. Cada cual tomé una galleta y se sentaron a mirar televisién. Finalmente la pelicula terminé, y una de las nifias azules, estirando la mano, encendié una luz muy enue. Sin embargo, eso fue suficiente para que nues- tros amigos pudicran verlas mejor. ‘Hola! ~responpondié una de ellas. 2émo se Ilaman ustedes? —pregunté Juan. —Yo me llamo TE -respondié una. -Y yo LE ~dijo la segunda. ~Yo VI ~dijo la tercera. ~Yo me llamo SI —dijo la cuarta. -Y yo TAS ~exclamé la tiltima. 2 ustedes, cémo se llaman? Los nifios dieron sus nombres -jAH! -dijeron todos, ahora que se conocian. Bueno, nos vamos —dijo Gano, por decir algo. Oh, no se vayan, ya va a empezar la otra peli- cula! -afirmé ST. —Pero, :no se aburren de ver televisién? —pre- gunté Vania. ~Yo me aburri de tanto estar sentada —afirmé Maartita. Las cinco nifias azules la miraron extrafadas. Y qué otra cosa se puede hacer? ~inquirieron. —2No van a la escuela? ~pregunté a su vez Gano. -No -respondié TE -, nosotras estudiamos por televisién.. —2Y no tienen biblioteca en el asteroide? —pre- gunté Juan, a quien le encantaba leer. —:Para qué? Los libros los cuentan resumidos —contesté LE. No salen a jugar con otros nifios? :A jugar? Todos los otros nifios también miran television ~dijo VI. 48 :Pero hacen deportes? se interes Martita. Deportes, qué es eso? —se sorprendié SI. No te acuerdas? le record6 Tas— esos progra- mas donde muestran lo que hacfan los antiguos... —2Ah? ~se extrafiaron las nifias azules-. :Y ustedes hacen todas esas cosas? ~Eso y mucho més —dijo Gano muy orgulloso-, alla en Ganimedes volamos de luna en luna por todos lados. ~Y en la tierra ~explicé Juan nos bafiamos y nadamos en el mat. En Marte ~agregé Martita~ las ciudades estin debajo de grandes cipulas y nosotros hacemos excursiones al campo, con cascos y zapatos especiales. ~En Venus—conté Vania— nos gusta leery dibujar y tocar musica. -Yeen Titan —finaliz6 Tito- nos gusta asomarnos por las noches a mirar el planeta Saturno, con sus anillos, y las otras ocho lunas que hay en su cielo. {Qué lindo! ~se aleged TE-. :Y cémo podria- mos hacer esas cosas nosotras? —Vengan afuera y les mostraremos. ;Y también veran nuestra nave! —zTenemos que levantarnos y caminar? -pre- gunté asustada TE, ~2Y si nos caemos y nos hacemos una herida? -consulté atemorizada LE. —zAfuera? Nos podemos enfermar —aseguré VI. —Debe hacer un frio espantoso ~dijo SI ~Yo creo que hace mucho calor—la rebatié TAS. Los cinco amigos se echaron a reir y exclamaron: —jQue niiias estas! —jNo les va a pasar nada! ;Vengan afuera! —las invité Juan; y se le ocurrié una brillante idea— Jueguen a que son actrices de television. Entonces las nifias azules aceptaron y todos salieron. —Oy!, qué bonito! Se asomaron un largo rato, hasta que el sol comenzé a ponerse. —Majiana voy a invitar a todos, a todos los nifios a jugar afuera ~dijo TE. ~Y yo me voy a leer todos los libros que me dejaste —le aseguré LE a Juan, quien le habia prestado un montén de libros. —Nos quedaremos a jugar afuera durante todo el rato que no tengamos escuela —afirmaron VI y SI. “iY los vamos a echar mucho de menos! —se apené TAS, despidiéndose cuando los nifios partieron de vuelta a esa playa del continente americano en el Océano Pacifico del planeta Tierra. 50

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