UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MANABÍ
FACULTAD DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS Y ECONÓMICAS
ESTUDIO DE CASO
CARRERA DE ECONOMÍA
ESTUDIANTES:
BRIONES MACIAS DAYANA KARIME
GUERRA CARVAJAL KAREN MARIUXI
MACIAS DELGADO ANTHONY STEVEN
LOOR ROSADO YANDRY
VELIZ GARCIA ANGELLY
VELIZ INTRIAGO LAURO JESUS
DOCENTE:
EC. PABLO LOOR CEDEÑO
7MO “B”
OCTUBRE-FEBRERO 2023
TEMA
Política tributaria y el crecimiento económico
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo tiene como objetivo analizar la importancia de las políticas
tributarias y su efecto en el crecimiento económico, tomando en cuenta que las políticas
tributarias tienen gran importancia dentro de la economía de los países debido a que a
través de estas se promueve el pago y cultura tributaria activa mediante medidas y
decisiones que impulsen el crecimiento económico.
Ecuador en el año 2000 asumió al dólar como moneda oficial, dejando de lado su
política monetaria y empleando a la política fiscal como herramienta clave para el control
económico. A partir del año 2007 se iniciaron cambios significativos en materia de
política tributaria y recaudación de impuestos convirtiéndose estos en una fuente principal
de ingresos para el país. La presente investigación tiene como objetivo conocer el efecto
de la política tributaria en el crecimiento económico de Ecuador en el periodo 2007-2017,
a través del estudio de los principales impuestos tales como: impuesto al valor agregado,
impuesto a la renta, impuesto a los consumos especiales, impuesto a la salida de divisas,
aranceles y otros impuestos, sobre el PIB. Para ello se empleó un enfoque cuantitativo con
un alcance descriptivo y correlacional, empleando el uso de fuentes documentales
proporcionadas principalmente por artículos científicos, documentos estadísticos de fuente
nacional, entre otros, También se realizó un análisis mediante la aplicación de un modelo
econométrico de regresión lineal múltiple cuyos resultados presentan que la política
tributaria tiene un efecto y relación significativa con el crecimiento económico en
Ecuador.
DESARROLLO
Crecimiento Económico
El crecimiento económico es el principal objetivo de la política económica de cualquier
nación, la importancia del mismo se encuentra en que, al aumentar la producción, las rentas serán
mayores en un futuro, y las siguientes generaciones tendrán mejores niveles de bienestar, así
también si la economía crece con una tributación estable los ingresos fiscales serán
incrementados, de tal manera que se puede afrontar de mejor forma las necesidades
poblacionales básicas incluyendo combatir la pobreza, además que se optimizan los recursos
productivos, y los niveles de empleo aumentan.
En este contexto, el crecimiento económico es un medio para alcanzar el desarrollo,
debido a que está relacionado con el bienestar de las personas, y por ende debe atender variables
de índole social, cultural, además de variables políticas, ambientales, entre otras, dicho de otra
manera, el crecimiento económico es multidimensional, y cuando hay desarrollo como fruto del
crecimiento sus beneficios se propagan a toda la población.
Una variable macroeconómica mediante la cual se puede medir el crecimiento económico
es el Producto Interno Bruto, este es un indicador que mide la riqueza de una nación, en su
estructura y composición encontramos mediciones del valor de la producción, servicios y bienes
expresados en dinero, por un lapso de tiempo determinado. Consta de algunas variables que
tienen base en el PIB para rendir cuentas de otros aspectos como el PIB per cápita, PIB nominal
o real.
Desde este punto de partida la verdadera fuente de riqueza se halla en que tan capaz es
una nación para producir bienes y servicios, además de ser diligente para impulsar el crecimiento
y desarrollo de los diferentes sectores. El PIB se compone de cuatro ejes, el consumo, la
inversión, las compras estatales y las exportaciones netas. Así también entre las formas de
medición del PIB existen tres enfoques, siendo estos la producción, el ingreso considerado como
suma total de todos los ingresos de los agentes económicos y el gasto que proviene de la suma
total de los gastos que realiza la población.
En este sentido el crecimiento económico es el resultado de la combinación y suma total
de todos los componentes que conforman el PIB en un periodo específico. La importancia de
conocer dichos resultados permite hacer estimaciones y análisis de previsiones sobre los ciclos
económicos, ajustes y políticas económicas que se deben ejecutar con la finalidad de regular la
economía en el corto, mediano y largo plazo. De este modo el PIB es considerado como uno de
los mejores estimadores cuantitativos utilizado para medir el crecimiento económico de un país.
De acuerdo con la teoría, la política fiscal como rama de la política económica puede
intervenir sobre la economía de un país para corregir los desequilibrios macroeconómicos que se
presentan, esto se consigue a través de la ejecución de medidas adecuadas y pertinentes tomadas
por el gobierno las cuales deberán tener como finalidad el logro de cambios acertados que
beneficien la actividad productiva y alcancen el pleno empleo. En este sentido, la política fiscal
deberá actuar de forma eficiente en la asignación de recursos, ya que no todo el gasto o fijación
de impuestos que se asignen asegurará la eficacia en la promoción de la actividad productiva.
Con relación a lo expuesto, el Banco Interamericano de Desarrollo manifiesta que la
política fiscal es un marco referencial para establecer las prioridades que se busca conseguir con
las políticas públicas, debido a que ésta es generadora de financiación parcial o total de las
demandas del gasto público y demás responsabilidades financieras de cada país; dicha política
tienen una afectación directa al ciudadano y su comportamiento respecto a las decisiones de
compra, inversión, ahorro, por citar algunas.
De tal manera que la política fiscal es una herramienta de gran valor para el desarrollo de
un país, mediante una adecuada creación de la misma y una correcta ejecución, la economía de
un gobierno se ve afectada positivamente, permitiéndole cumplir con sus objetivos y metas de
crecimiento económico, además de asegurar a la población una mejor calidad de vida mediante
la generación de empleo y promover el consumo entre otras, que le garantizan al estado la
recaudación de ingresos para sostenerse.
En la teoría planteada por John Maynard Keynes en 1936, conocida como Teoría general
del empleo, el interés y el dinero se señala al estado como el principal ente encargado del manejo
macroeconómico de un país. Keynes no compartía la idea de que los mercados necesitan de una
mínima intervención por el supuesto de que estos se ajustan por sí solos y que el equilibrio se
lograba con tasas de inflación bajas y pleno empleo, por lo cual Keynes aseguraba la necesidad
de emplear una adecuada política económica por parte del Gobierno enfocada en atenuar los
desequilibrios económicos; en este sentido los ajustes a estos desequilibrios se darían mediante el
gasto público y la tributación a través del uso de la política fiscal.
Es así que el origen de la teoría macroeconómica keynesiana expuso el hecho de que las
medidas de política fiscal influyen de gran manera en las variaciones a corto plazo como la
producción, el empleo y precios, siendo económicamente cruciales porque ellas permiten
determinar, no solo la estabilidad sino también la actividad económica de corto y largo plazo.
A corto plazo y en un escenario de alto índice de desempleo y con una economía recesiva
se debe aplicar una política fiscal expansiva, es decir, incentivar el incremento del gasto del
estado y disminución de impuestos y, por el contrario, en un escenario donde existe exceso de
demanda agregada y por ende una inflación, sugiere la aplicación de una la política fiscal
contractiva, en otras palabras, la disminución del gasto público e incremento de impuestos.
Finalmente, en el largo plazo cuando se haya alcanzado el pleno empleo se debe lograr una tasa
de crecimiento que sea constante, combinado con una tasa de paro muy baja, y con mayor
estabilidad de precios.
Política Tributaria
La política tributaria se encuentra orientada a establecer condiciones obligatorias para los
individuos y las organizaciones, estas son impuestas por los gobiernos, con el objetivo de captar
recursos que les permitan financiar el gasto en bienes y servicios públicos, De esta manera se
puede afirmar que la política tributaria es el conjunto de criterios, orientaciones, lineamientos y
directrices que contribuyen a establecer una carga impositiva directa e indirecta con el objetivo
de financiar las actividades del gobierno.
La política tributaria influye en la distribución del ingreso, a través, de los ingresos
fiscales que son destinados para el gasto social, y también, mediante los impuestos directos, tales
como el patrimonio y el impuesto a la renta; mencionado lo anterior, para aumentar el impacto
redistributivo de la política fiscal, no solo se busca conseguir una determinada cantidad de
recursos destinados al gasto, sino también hay que tener en cuenta a los individuos que aportan
con dichos fondos.
De tal manera que el gobierno cuando crea necesario incrementar los impuestos, éste
debe estar consciente del impacto que el incremento tendría en las finanzas de las empresas y de
las familias ya que esto puede representar un obstáculo para la inversión y el consumo. Esta es la
razón por la que algunos gobiernos prefieren realizar ajustes en el gasto público con el objetivo
de equilibrar las finanzas públicas. La situación problemática es que los ingresos que
corresponden a la tributación están directamente relacionados con el gasto, y también tienen un
impacto en las empresas y las personas, debido a que son componentes elementales de la
captación de tributaria.
Una manera de explicar la influencia del alza o disminución de los impuestos y la presión
fiscal en la población es mediante la curva de Laffer, la cual sostiene que los impuestos aplicados
sobre el capital de las empresas y los sueldos del empleado en dos niveles de imposición
diferente recaudan una misma cantidad basado en esta premisa se entiende que se debe buscar
una carga impositiva que optimice los ingresos ya que si la carga es muy alta significa una
reducción en la recaudación.
Si la presión tributaria aumenta significa que las personas se sienten desmotivadas para
trabajar, ya que perciben que el gobierno los castiga descontando un elevado porcentaje de sus
ingresos, por lo cual, los niveles de recaudación disminuyen y motiva a la evasión de impuestos,
también se desincentiva a la empresa privada y produce menos (Aliaga y Oropeza 2015). Por el
contrario, si el gobierno no aplica medidas de recaudación los ingresos son bajos.
Los impuestos elevados tienen una afectación directa en el ingreso disponible y
disminuyen la demanda de bienes para el productor significa un menor valor recibido por sus
ventas y para el consumidor un alza de precios por los bienes que adquieren, por eso deben ser
equitativos para ambas partes de tal manera que cuando se aplican muchos impuestos para la
oferta significan pérdidas de eficacia en la productividad, y la mayor parte de la recaudación
gubernamental proviene del productor como del consumidor de donde el ciudadano común y la
clase trabajadora tienen una mayor participación ya que son los que pagan por consumos
específicos y cotizan en la seguridad social.
Por otro lado, al apoyarse en modelos simples donde a los participantes se les imponga
grandes multas por ser expuestos y detectados en actos de evasión o incumplimiento, estos
tienden a cumplir obligadamente el pago de los impuestos. De esta manera los gobiernos se
apoyan en la creación de leyes, multas, condonaciones, exenciones, descuentos, entre otras
medidas, para fomentar el cumplimiento de la cultura tributaria. También se ha comprobado que
los avances tecnológicos han permitido mayor eficiencia en los controles y junto a la aplicación
de medidas para combatir la mora o planes para facilitar el pago de los impuestos han permitido
que los usuarios del sistema tributario estén al día en sus contribuciones (Iñiguez 2015). De esta
manera, los impuestos se han convertido en uno de los instrumentos de mayor importancia con
los que cuenta el Estado para incentivar al desarrollo económico, principalmente porque a partir
de éstos se influye en los niveles de asignación del ingreso.
Política tributaria y crecimiento económico en Ecuador
La política tributaria en Ecuador surge en 1997 con el Servicio de Rentas Internas con
base en principios de justicia y equidad, en consecuencia, de altos índices de evasión de
impuestos, y con la finalidad de impulsar una cultura tributaria.
Es a partir del 2007 con la Ley Reformatoria para la Equidad Tributaria del Ecuador, que
se iniciaron los cambios significativos en materia de recaudación de impuestos, donde se
aplicaron cambios importantes que causaron variaciones positivas en el nivel de recaudación
fiscal, esto le permitió al estado incrementar el gasto público, pero se vio afectada la presión
tributaria, además que la recaudación de impuestos se ubicó como fuente principal de ingresos
después del petróleo en el PIB.
La Constitución de la República del Ecuador establece que la política tributaria deberá
promover la redistribución y estimular el empleo, la producción de bienes y servicios y
conductas ecológicas, sociales y económicas responsables. De esta manera para la aplicación de
la política tributaria se hace uso del sistema tributario, que consiste en la fijación, el cobro y la
administración de los impuestos y derechos internos y los que se deriven del comercio, mediante
el SRI y otras entidades autorizadas para la recaudación.
En Ecuador el régimen tributario está configurado en la Constitución bajo los principios
de generalidad, progresividad, eficiencia, simplicidad administrativa, irretroactividad, equidad,
transparencia y suficiencia recaudadora dando prioridad a los impuestos progresivos y directos.
Es importante mencionar que el impuesto es una obligación que se paga a favor del
Estado y las entidades menores delegadas legalmente para recaudación de los mismos en valores
monetarios, que se pueden aplicar al gasto, al consumo, a los ingresos o a una prestación que el
Estado brinde.
Además, los impuestos pueden ser progresivos, regresivos, o proporcionales y cuando se
diseña una estructura específica, su repercusión en la economía privada o pública tiene resultados
positivos o contrarios. De tal manera que las políticas de recaudación deben ser establecidas con
la finalidad que su aplicación promueva el crecimiento económico sin causar impactos o
afectaciones negativas.
De los ingresos no petroleros, los ingresos tributarios han constituido una fuente de
ingresos de gran representatividad para la economía del país, pues la recaudación tributaria como
porcentaje del PIB tiene un significativo incremento progresivo en comparación con otros
ingresos fiscales. Esto a partir de las reformas tributarias implementadas durante esta última
década enfocadas en crear un sistema tributario más eficiente, el cual ha permitido una mayor
recaudación, una mejor distribución de la riqueza, y la modificación de la cultura tributaria del
país.
Por la importancia que representan los ingresos tributarios dentro de los ingresos fiscales
para el estado resulta necesario hacer una revisión de los mismos. Y es así que el incremento en
el recaudo tributario por ejemplo durante el periodo de análisis 2007-2017 ha sido en su mayoría
constante, esto principalmente por las reformas aplicadas en materia de tributación para cada uno
de los impuestos mencionados, y que además contemplan que, se presentan 6 tipos de impuestos
por su importancia en cuanto a la recaudación tributaria, entre los cuales la mayor contribución
proviene del IVA con un 40.95%, seguido por el IR con una contribución de 27.61%, los
aranceles con una contribución de 10.84%, otros impuestos (entre los cuales se incluye RISE,
impuesto a la contaminación vehicular, a la herencia, a las botellas plásticas no retornables, entre
otros.) con una contribución de 9.46%, el ICE con una contribución de 5.61%, y el ISD con una
contribución de 5.53%, la suma de estos impuestos dan como resultado el 100% de la
recaudación de ingresos tributarios en el periodo de análisis.
CONCLUSIONES
El crecimiento económico es el objetivo principal de la política económica de cualquier
país, la importancia se centra en alcanzar altos niveles de producción, pleno empleo y bienestar
social, entre otros, para toda la población. Para ello el crecimiento económico puede ser
impulsado a través de políticas e instrumentos diseñados y adoptados por el estado para realizar
ajustes macroeconómicos ante desequilibrios presentes en la economía.
De los impuestos estudiados se ha podido evidenciar que el incremento porcentual del
impuesto a la renta, impuesto a consumos especiales y otros impuestos, son los que generan
cambios positivos en el PIB, es decir que son generadores de ingresos para el Estado, y por ende
contribuyen al crecimiento económico del país, todo lo contrario sucede con el IVA, ICE, ISD y
aranceles, que al incrementar su porcentaje generan contracciones económicas, disminución de
producción y consumo, incrementa el desempleo, entre otros efectos negativos.
De manera general el incremento porcentual de los impuestos, de acuerdo con los datos
analizados en la presente investigación, sí generan crecimiento económico, pero si se mantiene
una tendencia al alza de impuestos en el largo plazo, llegaría la recaudación tributaria a verse
afectada negativamente.
Por lo tanto la recaudación de impuestos aporta en gran medida al crecimiento de una
nación, siempre y cuando estos sean asignados mediante políticas estratégicas, que optimicen la
recaudación, es decir, que se evalué el ciclo económico para su aplicación, y se logre un
equilibrio, ya que como se mencionó en la teoría de la política fiscal según Keynes, en una
situación en la cual la economía enfrenta periodos de recesión se debe ejecutar una política fiscal
expansiva y por el contrario, en un escenario donde exista exceso de demanda agregada y por
ende una inflación, sugiere la aplicación de una política fiscal contractiva.
En el caso de Ecuador por la difícil situación económica y política que atraviesa es
necesario aplicar una política fiscal expansiva, donde se mantengan o se disminuyan los
impuestos, para incentivar el consumo, la inversión y el crecimiento económico, por ello a pesar
de que los ingresos tributarios son significativos en la economía ecuatoriana no se debe
sobrecargar a los agentes económicos, en ese caso se puede optar por una política tributaria
equilibrada, y motivar el desarrollo de los diferentes sectores productivos tales como, la
agricultura tecnificada, el comercio, la industria, la manufactura, entre otros, que ayuden a
impulsar el crecimiento económico de la matriz productiva del Ecuador, así se fomentaría la
producción, el empleo, bienestar social, y desarrollo económico.
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