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Descripción de Trastornos Psicológicos

El documento presenta el caso de Lyonel Childs y sus síntomas para diagnosticarlo de acuerdo al DSM-V. Lyonel experimentó ideas delirantes de que la chica Mary pensaba en él y alucinaciones auditivas de voces, cumpliendo con dos de los cinco criterios de la esquizofrenia. Su enfermedad interfería en su trabajo y relaciones, diagnosticándosele esquizofrenia. Se le pide al estudiante leer el caso y realizar el diagnóstico justificando su respuesta.
Derechos de autor
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Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
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Descripción de Trastornos Psicológicos

El documento presenta el caso de Lyonel Childs y sus síntomas para diagnosticarlo de acuerdo al DSM-V. Lyonel experimentó ideas delirantes de que la chica Mary pensaba en él y alucinaciones auditivas de voces, cumpliendo con dos de los cinco criterios de la esquizofrenia. Su enfermedad interfería en su trabajo y relaciones, diagnosticándosele esquizofrenia. Se le pide al estudiante leer el caso y realizar el diagnóstico justificando su respuesta.
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RÚBRICA DINÁMICA SIMPLIFICADA

FORMATO Y ESTRUCTURA.
Portada Título del trabajo, nombre completo del estudiante, grado y grupo; nombre de la escuela y logotipo
institucional

Entrega en formato PDF tamaño carta (21.59 cm X 27.94 cm.)

Fuente: Calibri 11

Interlineado: 1.5

Alineado: justificado

Referencias en formato APA.

El trabajo es en su totalidad producción intelectual del estudiante (no comparte información con otros)
compañeros y cita adecuadamente todas las ideas que extrae textualmente o parafraseando, de los documentos que
le sirven de base para su investigación)

Incluye esta rúbrica y la siguiente en la última hoja del documento.

Experto (2.5) Practicante (1.5) Aprendiz (0.5)

. El contenido está
completo y se cubren Falta alguno de los Faltan dos o más de los
Contenido
con todos los rubros contenidos solicitados contenidos solicitados
solicitados

C La información está La información da


claramente relacionada respuesta a las premisas La información da
R Calidad de con el tema principal y principales y aporta respuesta a las premisas
Información proporciona varias ideas algunas ideas principales, pero no da
I secundarias y/o secundarias y/o detalles y/o ejemplos.
ejemplos. ejemplos.)
T
El escrito casi no El escrito presenta
El escrito no presenta
presenta errores de algunos errores de
E errores de gramática,
gramática, ortografía o gramática, ortografía o
Redacción ortografía o puntuación,
puntuación, los párrafos puntuación., los
R los párrafos tienen entre
tienen menos de 150 párrafos tienen menos
150 y 300 palabras..
palabras de 150 palabras..
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O al referencias referencias pero no con referencias
bibliográficas
bibliográficas y/o están referencias
S y/o electrónicas electrónicas siguiendo el formato
comprobables y APA
correctamente
elaboradas en formato
A APA.
E

ACTIVIDADES

Lleva a cabo las actividades que te propongo a continuación e integrarlas en documento en


formato PDF, ajustándolo a la rúbrica que se adjunta al presente documento.

I. Lee el siguiente caso y diagnostícalo de acuerdo al DSM-V justificando tu diagnóstico

Cuando era joven, Lyonel Childs siempre se mantuvo un tanto aislado, incluso de sus dos hermanos y su hermana. Durante los
primeros años de escuela, adquirió una actitud de sospecha si otros niños le hablaban. Rara vez parecía sentirse cómodo, incluso con
quienes lo habían conocido desde el preescolar. Nunca sonreía o mostraba demasiada emoción, de modo que, cuando cumplió 10
años, incluso sus hermanos pensaban que era extraño. Los adultos decían que era “nervioso”.

Durante algunos meses de su adolescencia, se interesó en la magia y en lo oculto; leía mucho sobre brujería y formulación de
hechizos. Más tarde, decidió que le gustaría ser pastor. Pasaba muchas horas en su habitación aprendiéndose de memoria los
pasajes de la Biblia.

Lyonel nunca había estado demasiado interesado en el sexo, pero a los 24 años, cuando aún acudía a la Universidad, se sintió atraído
por una chica en su clase de poesía. Mary era rubia y tenía ojos azul oscuro, y él se dio cuenta de que su corazón dejó de latir
momentáneamente cuando la vio por primera vez. Ella siempre le decía “Hola” y sonreía cuando se encontraban. Él no quería
demostrar demasiado interés, así que esperó una tarde, varias semanas después, para invitarla a una fiesta de Año nuevo. Ella
rechazó su invitación, de manera educada pero firme.

Como le mencionó Lyonel a un entrevistador meses después, pensó que esto era extraño. Durante el día, Mary era amistosa y
abierta con él, pero cuando se la encontraba por la noche, se mostraba reservada. Él sabía que en esto había algún mensaje que se le
escapaba, y lo hacía sentirse muy tímido e indeciso. También observó que sus pensamientos se habían acelerado tanto que no podía
ordenarlos.

“Observé que mi energía mental se había reducido”, le dijo al entrevistador, “así es que fui a ver al médico. Le dije que se me estaba
formando gas en los intestinos, y yo pensaba que eso me producía erecciones. Y todos mis músculos parecían flácidos. Me preguntó
si utilizaba drogas o si me estaba sintiendo deprimido. Le dije que ninguna de las dos. Me prescribió unos tranquilizantes, pero yo
tiré la receta”.

Lyonel era anormalmente delgado, incluso para una persona de constitución tan ligera, y su piel tenía un color blanco pastoso.
Vestido en forma casual, se sentaba en silencio y sin moverse durante la entrevista. Su lenguaje era del todo ordinario; un
pensamiento desembocaba de manera lógica en el siguiente, y no existían palabras inventadas.

Para el verano, se había convencido de que Mary pensaba en él. Había resuelto que algo debía estarlos manteniendo separados.
Cada vez que tenía esta sensación, sus pensamientos parecían alcanzar un volumen tan alto que se sentía seguro de que otras
personas eran capaces de escucharlos. Se negó a buscar un trabajo de verano ese año y volvió a mudarse a la casa de sus padres,
donde se mantuvo en su habitación, pensativo. Le escribió largas cartas a Mary, la mayor parte de las cuales destruyó.

En el otoño, Lyonel se dio cuenta de que sus parientes estaban tratando de ayudarlo. Si bien le guiñaban un ojo o le daban golpecitos
con un dedo para hacerle saber cuando ella estaba cerca, esto no ayudaba. Ella seguía eludiéndolo, en ocasiones sólo por algunos
minutos. A veces, escuchaba un zumbido en su oído derecho, que le hacía preguntarse si se estaba quedando sordo.

Su sospecha pareció confirmarse por lo que llamó en privado “un signo claro”. Un día, mientras conducía, observó, como si fuera por
primera vez, el botón de encendido del desempañante del medallón del auto. Decía “rear def”, que para él significaba en inglés
“right-ear deafness” (sordera del oído derecho).

Cuando avanzó el invierno y se aproximaron las vacaciones, Lyonel supo que tendría que entrar en acción. Condujo hasta la casa de
Mary para definir las cosas con ella. Mientras iba cruzando el pueblo, las personas que dejaba atrás inclinaban la cabeza en señal de
consentimiento y le guiñaban el ojo como señal de que entendían y le daban su aprobación. La voz de una mujer, que hablaba con
claridad justo detrás de él en el asiento trasero, dijo: “¡Da vuelta a la derecha!” y “¡Bien hecho, chico!”

Para el diagnóstico de esquizofrenia, deben existir dos de los cinco síntomas numerados por el criterio A del DSM-V, Lyonel tuvo
únicamente dos: ideas delirantes (criterio A1) y alucinaciones (A2). “Para el diagnóstico de esquizofrenia, es necesario que, entre los
síntomas psicóticos de un paciente, exista al menos uno de los siguientes: ideas delirantes, alucinaciones y lenguaje desorganizado”.

En el caso de Lyonel, las alucinaciones de la esquizofrenia suelen ser auditivas. Las visuales con frecuencia revelan un “trastorno
psicótico inducido por sustancia” o “trastorno psicótico debito a otra afección médica”, también presentables en el “trastorno
neurocognitivo mayor” (demencia) y en el Delirium. En Lyonel, las alucinaciones auditivas son, por lo general, claras y fuertes, los
afectados responden con frecuencia afirmativamente cuando el examinador les pregunta: ¿Tienen el mismo volumen que mi voz
ahora?, si bien pudiera parecer que las voces provienen de la cabeza del paciente, la fuente puede localizarse en cualquier sitio: el
pasillo, un aparato doméstico, el gato de la familia, etc. Los mensajes especiales que recibía Lyonel (golpes en el dedo, guiños) se
denominan “ideas delirantes de referencia”. Los pacientes con esquizofrenia también pueden experimentar otros tipos de ideas
delirantes. A menudo, las ideas delirantes son hasta cierto punto persecutorias, esto quiere decir que el paciente se siente de alguna
manera perseguido o interferido por algo, por lo tanto, ninguna de las ideas delirantes de Lyonel se alejaba tanto de la experiencia
humana normal. Lyonel no presentó desorganización del lenguaje, comportamiento catatónico o síntomas negativos, pero otros
pacientes con esquizofrenia pueden tenerlos, su enfermedad interfería de modo significativo en su trabajo, por consecuente, no
consiguió empleo durante el verano, y en sus relaciones con otros, únicamente permanecía en su habitación pensativamente. Si bien
Lyonel había escuchado voces sólo durante un periodo corto, había tenido ideas delirantes durante varios meses. El médico que
consultó Lyonel no encontró evidencia de algún otro trastorno médico. En el “trastorno psicótico inducido por alcohol”, pueden
observarse alucinaciones auditivas que quizá imiten con precisión las que se encuentran en la esquizofrenia. Las personas que han
suspendido el consumo de anfetaminas pueden lesionarse cuando intentan escapar de las ideas delirantes de persecución
terroríficas. Podríamos sospechar cualquiera de estos trastornos si Lyonel hubiera utilizado sustancias recientemente. También
negaba sentirse deprimido, el “trastorno depresivo mayor con características psicóticas” puede producir ideas delirantes o
alucinaciones, pero con frecuencia éstas son congruentes con el estado de ánimo. De igual forma el “trastorno esquizoafectivo”
puede descartarse, puesto que el paciente carecía de síntomas prominentes del estado de ánimo. Por la duración de sus síntomas
sabemos que no debemos diagnosticar “trastorno esquizofreniforme”. Muchos pacientes con esquizofrenia también presentan una
personalidad premórbida anómala, ésta se manifiesta por un “trastorno de la personalidad esquizoide”, o en particular,
“esquizotípico”. Cuando era niño, Lyonel tenía por lo menos cinco características del “trastorno de personalidad esquizotípico”:
limitación del afecto, carencia de amigos cercanos, creencias extrañas, aspecto peculiar y desconfianza de otros niños, sin embargo,
no tenía antecedentes que nos hicieran considerar presencia de “trastorno del espectro autista”.

Con dos síntomas psicóticos y una duración mayor a seis meses, la enfermedad de Lyonel corresponde fácilmente al prototipo de la
“Esquizofrenia típica”, se debe observar que como ocurre con la mayor parte de los trastornos del DSM-V, se deben descartar las
causas médicas y por consumo de sustancias, y considerar menos probables otras etiologías mentales más sensibles al tratamiento.
Durante el episodio actual, Lyonel no había presentado ninguna modificación de los síntomas que pudiera sugerir algo distinto a una
evolución persistente. Había estado enfermo durante casi un año.

II. Lee el siguiente caso y diagnostícalo de acuerdo al DSM-V justificando tu diagnóstico

“Ella no está para nada tan mal como Iván”. El Sr. Oblamov hablaba acerca de sus dos hijos mayores. A los 30 años de edad, Iván
tenía esquizofrenia desorganizada tan intensa (como se conocía entonces) que, no obstante la aplicación de neurolépticos y un
ensayo con terapia electroconvulsiva, era incapaz de poner 10 palabras juntas de modo que tuvieran sentido. Ahora Natasha,
tres años menor que su hermano, había sido llevada a la clínica por problemas similares.

Natasha era artista. Se especializaba en hacer copias al óleo de las fotografías que tomaba en el campo cerca de su hogar.
Aunque había tenido una exhibición personal en una galería de arte local dos años antes, nunca había ganado un solo dólar por
su trabajo artístico. Tenía una habitación en el departamento de su padre, donde los dos vivían de su pensión de retiro. Su
hermano vivía en una sala para pacientes mentales con mal pronóstico en un hospital estatal.
“Supongo que esto ha estado ocurriendo desde hace tiempo”, dijo el Sr. Oblamov. “Debí haber hecho algo antes, pero no quería
creer que le estaba pasando a ella también”.

Los signos habían aparecido por primera vez hace alrededor de 10 meses, cuando Natasha dejó de acudir a su clase en el
instituto de arte y dejó de atender a sus dos o tres estudiantes de dibujo. La mayor parte del tiempo permanecía en su
habitación, incluso a la hora de las comidas; pasaba gran parte de su tiempo haciendo esbozos.

Finalmente, su padre llevó a Natasha para ser evaluada debido a que insistía en abrir la puerta. Cerca de seis semanas antes
había comenzado a salir de su habitación varias veces todas las tardes, se quedaba parada con incertidumbre en el pasillo un
momento y luego abría la puerta principal. Después de asomarse de un lado a otro del pasillo, regresaba a su habitación. En la
última semana, había realizado este ritual una docena de veces cada tarde. Una o dos veces su padre creyó haberla escuchado
murmurar algo sobre “Jason”. Cuando le preguntó quién era Jason, ella sólo lo vio inexpresiva, se dio la vuelta y se fue.

Natasha era una mujer delgada con cara redonda y ojos azul agua que parecían nunca enfocarse. Si bien casi no aportó
información por sí misma, respondió cada pregunta con claridad y lógica, aunque con brevedad. Se encontraba del todo
orientada y no tenía ideas suicidas u otros problemas para el control de los impulsos. Su afecto estaba tan aplanado como uno
de sus lienzos. Habría descrito sus experiencias más atemorizantes sin más emoción que la que le habría generado hacer una
cama.

Jason era instructor en el instituto de arte. Meses antes, una tarde en que su padre estaba fuera, había ido al departamento
para ayudarla con “algunas técnicas de retoque especiales”, según ella lo indicó (refiriéndose a su pincel). Aunque habían
terminado juntos y desnudos en el piso de la cocina, ella había pasado la mayor parte de ese tiempo explicando por qué
pensaba que debía ponerse de nuevo la ropa. Él se fue sin ser correspondido y ella nunca volvió al instituto de arte. No mucho
tiempo después, Natasha “se dio cuenta” de que Jason andaba por ahí, tratando de verla de nuevo. Sentía su presencia justo
afuera de su puerta, pero cada vez que la abría, él se había desvanecido. Esto la intrigaba, pero no podía decir que se sintiera
deprimida, enojada o ansiosa. En el transcurso de algunas semanas, comenzó a escuchar una voz que se parecía un poco a la de
Jason, que parecía hablarle desde un amplificador fotográfico que había instalado en el diminuto segundo baño.

● “Por lo general, sólo decía la ‘palabra con C’”, explicó en respuesta a una pregunta.
● “¿La ‘palabra con C’?”
● “Ya sabe, el sitio del cuerpo de la mujer en el que hace la ‘palabra F’”. Sin parpadear y en calma, Natasha se mantenía
sentada con las manos juntas sobre su regazo.

En las últimas semanas, Jason se había deslizado varias veces por su ventana durante la noche y se había metido en su cama
mientras ella dormía. Ella despertaba al sentir la presión de su cuerpo sobre ella; era en particular intensa en la ingle. Cuando
despertaba por completo, él se había ido. La semana anterior, cuando entró al baño para utilizarlo, la cabeza de una anguila, o
quizá de una víbora larga, salió de la taza del baño y se lanzó contra ella. Ella bajó la tapa del baño sobre el cuello del animal y
éste desapareció. Desde entonces, sólo había utilizado el baño principal.

Natasha tenía distintos síntomas psicóticos, incluían alucinaciones visuales (la anguila en el
excusado, criterio A2), y una idea delirante no bizarra sobre Jason (criterio A1). También tenía el
síntoma negativo de aplanamiento afectivo (habla sobre las anguilas y su anatomía privada sin
un tinte de emoción, criterio A5). Aunque sus síntomas activos sólo habían sido evidentes
algunos meses, los síntomas de permanecer en su habitación habían prevalecido cerca de diez
meses. No puedo identificar algún dato en el caso clínico que pudiera denominar abulia, pero su
trastorno de manera evidente interfería en su capacidad para terminar una pintura. No existe
dato alguno en la historia clínica de Natasha que sugiera otra afección médica que pudiera
explicar sus síntomas. Podrían solicitarse algunas pruebas de laboratorio de rutina que arrojen
datos importantes. No hay evidencia en el caso clínico que sugiera cursas algún trastorno
psicótico inducido por sustancias, y su afecto, si bien aplanado, era agradable, ni con mucho el
estado de ánimo con depresión intensa del trastorno depresivo mayor con características
psicóticas. Por otra parte, la duración de la enfermedad superior a seis meses descarta el
trastorno esquizofreniforme y el trastorno psicótico breve. Por último, su hermano padecía
esquizofrenia, alrededor de 10% de los parientes en primer grado (progenitores, hermano e
hijos) de los pacientes con esquizofrenia también desarrolla esa condición, no es un criterio para
establecer el diagnóstico, pero ayuda a orientarlo.
Natasha presentaba todos los elementos del prototipo: síntomas psicóticos, duración y ausencia
de otras causas (en particular, trastornos médicos y por uso de sustancias). Si bien la edad de
inicio no se incluye en los criterios del DSM-V, requiere de una evaluación incluso más cuidadosa
que la usual, para descartar otras etiologías que pudieran ser sensibles de tratamiento.

III. Lee el siguiente caso y diagnostícalo de acuerdo al DSM-V justificando tu diagnóstico

Era el primer embarazo de Melanie Grayson y se había estado sintiendo aprehensiva por eso. Había aumentado 15 kg y su presión
arterial había estado un poco alta. Pero sólo había necesitado un bloqueo anestésico; su esposo estaba en la habitación con ella
cuando dio a luz a una niña sana.

Esa noche durmió tranquila; al día siguiente estaba irritable. Pero amamantó a su bebé y parecía escuchar con atención cuando la
enfermera fue a darle instrucciones sobre el baño y otros cuidados tras el parto.

A la mañana siguiente, mientras Melanie estaba desayunando, su esposo llegó para llevarlas a ella y a la bebé a casa. Cuando ella le
ordenó que apagara el radio, él miró a su alrededor y dijo que no escuchaba ninguno. “Sabes muy bien qué radio”, le gritó ella, y le
aventó una bolsita de té.

El médico de salud mental observó que Melanie se encontraba alerta, bien orientada y su cognición estaba intacta. Se mostraba
irritable, pero no deprimida. Seguía insistiendo en que oía un radio: “Creo que está escondido en mi almohada”. Bajó del cierre de la
funda y palpó el interior. “Es algún tipo de noticiero. Están hablando de lo que está ocurriendo en el hospital. Creo que acabo de oír
mencionar mi nombre”.

El flujo del lenguaje de Melanie era coherente y pertinente. Excepto por haber arrojado la bolsita del té y buscado el radio, su
conducta no llamaba la atención. Negaba tener alucinaciones que afectaran algún otro de sus sentidos. Insistía en que las voces que
escuchaba no eran imaginarias y no creía que alguien estuviera tratando de engañarla. Nunca había consumido drogas o alcohol, y
su obstetra consideraba que ella tenía una excelente salud general. Después de mucha discusión, aceptó permanecer en el hospital
uno o dos días más para tratar de llegar al fondo del misterio.

No obstante, de su psicosis evidente (alucinaciones e ideas delirantes), la brevedad de sus síntomas impedía que Melanie cubriera
los requisitos del criterio A para esquizofrenia, trastorno esquizofreniforme o trastorno esquizoafectivo. Si bien Melanie estaba
alerta y su cognición se encontraba intacta, cualquier paciente con inicio abrupto de síntomas psicóticos debe ser valorado de
manera cuidadosa para descartar un delirium potencial. Muchas afecciones médicas generales también pueden inducir síntomas
psicóticos. Cualquiera que desarrolla psicosis poco después de ingresar al hospital debe ser valorado para descartar un trastorno
psicótico inducido por una sustancia con inicio durante la abstinencia. Melanie carecía de síntomas prominentes del estado de
ánimo, si hubiera tenido alguno, podría haberse considerado un diagnóstico de trastorno del estado de ánimo con características
psicóticas.

IV. Lee el siguiente caso y diagnostícalo de acuerdo al DSM-V justificando tu diagnóstico

Molly McConegal, una pequeña mujer parecida a un gorrión, estaba sentada sobre el borde de su silla en la sala de espera. En su
regazo sostenía con fuerza una bolsa de mano negra desgastada; su cabello negro estaba atrapado en un pequeño chongo detrás de
su cabeza. A través de unos anteojos tan gruesos como los vasos de licor, echaba miradas miopes y desconfiadas a la habitación.

Ya había pasado 45 min con el médico a puerta cerrada. Ahora estaba esperando mientras era el turno de su esposo Michael.

Michael confirmó gran parte de lo que Molly había dicho. La pareja había estado casada durante más de 40 años, tenían dos hijos y
habían vivido en la misma colonia (la misma casa) durante casi toda su vida de casados. Los dos estaban retirados de una compañía
telefónica y compartían su interés en la jardinería.

“Fue ahí donde todo comenzó, en el jardín”, dijo Michael. “Fue el verano pasado, cuando estaba podando los rosales en el jardín del
frente. Molly dijo que me había sorprendido mirando la casa que está al otro lado de la calle. La viuda que vive ahí es más joven que
nosotros, quizá tenga 50. Nos saludamos con la cabeza y nos decimos ‘Hola’, pero en 10 años nunca he entrado por la puerta
principal. Sin embargo, Molly dice que me estaba tardando demasiado con las rosas, que estaba esperando que nuestra vecina, su
nombre es Sra. Jessup, saliera de su casa. Por supuesto, lo negué, pero ella insistió. Siguió hablando sobre eso durante varios días”.

En los meses siguientes, Molly siguió la idea de la relación extramarital supuesta de Michael. Al principio sólo sugería que había
estado tratando de convencer a la Sra. Jessup para encontrarse con ella. En el transcurso de algunas semanas, ella “sabía” que
habían estado juntos. Pronto esto se había transformado en una orgía.

Molly había hablado de pocas cosas más y había comenzado a incorporar muchas observaciones cotidianas a sus sospechas. Un
botón abierto en la camisa de Michael significaba que acababa de regresar de una visita a “la mujer”. El ajuste de las persianas de la
sala le decía si él había tratado de enviar mensajes por medio de señales la noche anterior. Un detective privado que había
contratado Molly para vigilar sólo se detuvo a platicar con Michael, envió un recibo por $500 y renunció.

Molly siguió cocinando y lavando para sí misma, pero ahora Michael tenía que hacerse cargo de sus propias comidas y de lavar. Ella
dormía con normalidad, comía bien y, cuando no estaba con él, parecía estar de buen humor. Michael, por su parte, se estaba
volviendo un manojo de nervios. Molly escuchaba sus llamadas telefónicas y abría su correspondencia con vapor. Una vez le dijo que
solicitaría el divorcio, pero que “no quería que los niños se enteraran”. Él había despertado un par de veces durante la noche y la
había encontrado envuelta en su bata de baño y parada junto a su cama mirándolo, “esperando a que yo entrara en acción”, dijo. La
semana anterior había esparcido tachuelas en el pasillo exterior de su habitación, de manera que él gritara y la despertara cuando se
escurriera para ir a su cita sexual ya avanzada la noche.

Michael sonrió y dijo con tristeza: “Sabe, no he tenido relaciones sexuales con nadie durante casi 15 años. Desde que me operaron la
próstata, ya no puedo hacerlo”.

Si comparamos las características del trastorno delirante con las de la esquizofrenia, observamos diferencias. En primer lugar, las
ideas delirantes son el único síntoma psicótico que se identifica con cierta importancia en el trastorno delirante. En el caso de Molly,
eran celotípicas, pero también son frecuentes las de persecución y grandeza. A excepción por las alucinaciones olfatorias o táctiles
ocasionales que respaldan el contenido de las ideas delirantes, los pacientes con trastorno delirante nunca cubren el criterio A de la
esquizofrenia, la falta de coincidencia es lo que constituye el criterio B del trastorno delirante. Una vez descartada alguna otra
afección médica o un trastorno cognitivo, como la demencia con ideas delirantes, trastornos psicóticos inducidos por sustancias,
trastorno psicótico inducido por anfetaminas con inicio durante la abstinencia. Molly carecía tanto de antecedentes como de
síntomas que pudieran respaldar alguno de los trastornos mencionados anteriormente, sin embargo, pueden requerirse estudios de
laboratorio y toxicología en muchos pacientes. Además de la irritabilidad que mostraba en la compañía de su esposo, no tenía
síntomas de trastorno del estado de ánimo. Incluso entonces, su afecto era el apropiado en relación con el contenido de su
pensamiento. Molly había estado enferma por menos de un año, de manera que no era posible especificar la evolución de la
enfermedad.

V. Indica 5 comportamientos habituales de los pacientes con un trastorno del espectro psicótico
durante la entrevista.

Inadecuada orientación en tiempo.


Confusión
Disociación ideo afectiva
Pérdida y dificultad en la verificación de la realidad.
Lenguaje o conducta desorganizada

VI. Indica 5 rasgos habituales de un test de Machover de los pacientes con un trastorno del
espectro psicótico.

Debilidad en los rasgos de contacto (ojos, boca, manos)


Dibujo desorganizado
Dibujan huesos y órganos internos
Raramente borran
Dientes destacados

VII. Indica 5 rasgos habituales de un test de Bender de los pacientes con un trastorno del
espectro psicótico.

Secuencia confusa
Uso excesivo de margen
Dificultad en el cierre
Fragmentación
Segundo Intento
VIII. De entre las siguientes gráficas del MMPI selecciona aquellas que probablemente
pertenezcan a un paciente con un trastorno del espectro psicótico (indica el número)
1

2
3

4
5

IX. Indica los tres criterios para determinar que el perfil de un paciente en el MMPI pude ser
considerado en un grado 1 de psicopatología “Psicopatología Grave”

Cualquier escala excepto la 5 (masculinidad femenina) por encima de T80

Por lo menos tres escalas clínicas excepto la 5 por debajo de T40

Por lo menos cuatro escalas clínicas por debajo de T30

Referencias

Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales DSM-5 (5a. ed.) Madrid: Editorial
Médica Panamericana.

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