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Charla Higiene Oral

Este documento habla sobre la importancia de la salud oral y los buenos hábitos desde la niñez. Explica que tanto los fonoaudiólogos como los odontólogos juegan un rol en promover la salud bucal. Detalla la erupción de los dientes, la limpieza dental adecuada, la alimentación saludable y la necesidad de evitar hábitos nocivos. Resalta la importancia de crear rutinas de higiene dental desde temprana edad para prevenir problemas y enseñar a los niños conductas saludables.
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Charla Higiene Oral

Este documento habla sobre la importancia de la salud oral y los buenos hábitos desde la niñez. Explica que tanto los fonoaudiólogos como los odontólogos juegan un rol en promover la salud bucal. Detalla la erupción de los dientes, la limpieza dental adecuada, la alimentación saludable y la necesidad de evitar hábitos nocivos. Resalta la importancia de crear rutinas de higiene dental desde temprana edad para prevenir problemas y enseñar a los niños conductas saludables.
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Muy buenos días, mi nombre Gabriela Rivera Rojas, soy alumna interna de la carrera de

Fonoaudiología de la Universidad de Antofagasta.

El día de hoy vamos a hablar sobre la higiene / salud oral. Es muy probable que ustedes en este
momento se estén preguntando, ¿por qué una alumna de fonoaudiología me esta hablando de lo
que es el cuidado de la cavidad oral? ¿no debería hacerlo un odontólogo? Y se los comento porque
en realidad es una pregunta que si yo fuera mamá y estuviera en su posición me la haría. Y la
respuesta es mucho más fácil de lo que parece, y va en el hecho de que si bien la salud oral se
reconoce mayoritariamente como responsabilidad del odontólogo, el fonoaudiólogo también
participa en todo gran incidencia en todo lo que es relacionado con la salud oral, participando en
la promoción de la salud y la protección específica del sistema estomatognántico, abarcando lo
que es el desarrollo oromotor, la prevención de hábitos orales nocivos, la correlación de los
diferentes procesos que afectan a la salud estomatognática, hasta la planeación, organización,
promoción y aplicación de estrategias educativas a la comunidad para propiciar y favorecer el
bienestar y calidad de vida en las personas.

La salud bucal es parte de la salud en general, por lo que influye en el bienestar físico, se relaciona
con la autoestima, la comunicación y las relaciones sociales. Por eso debemos cuidarla desde los
primeros años de vida, creando en los niños y niñas buenos hábitos orales. Estos hábitos son
pautas estables de comportamiento que ayudan a los niños a estructurarse, orientarse y formarse
para que en el futuro puedan desenvolverse correctamente dentro de la sociedad. Es decir es una
conducta que debe repetirse muchas veces hasta formar parte de la vida.

¿Por qué debemos tener estas rutinas?

Para cuidar la salud bucal y prevenir la formación de caries, inflamación de encía llamada gingivitis
y anomalías en los dientes y huesos que soportan a los dientes. Por eso debemos enseñar a
nuesteos niños buenos hábitos de higiene bucal, de alimentación y evitar elementos nocivos

¿Cuál es el objetivo de la higiene oral?

Remover la placa bacteriana que se está formando permanentemente sobre los dientes y las
encías, de modo de impedir que las bacterias dañinas produzcan ácidos que destruyan las capas
externas de los dientes e inflamen las encías.

Para que la higiene sea efectiva en eliminar la placa bacteriana, esta debe ser bien realizada. Para
los niños a esta edad realizar este proceso es complejo y muy difícil, debido a que la capacidad de
poder realizar los movimientos adecuados con sus manos se adquiere con los años. Por lo tanto,
somos los adultos los que debemos realizar la higiene bucal a los niños y acompañarlos a medida
que van creciendo para enseñarles en caso de que no lo hagan correctamente.

¿Qué tiene que ver la alimentación?

Una alimentación saludable alta en frutas y verduras, con consume frecuente de agua potable,
bajo consumo de azucares permite cuidar la salud bucal. Evitar el consumo de azúcar permite que
no se formen estos ácidos que destruyen los dientes e inflaman las encias. Y el consumo del agua
permite evitar la formación de caries en los dientes porque este contiene altas concentraciones de
flúor.
LA ERUPCIÓN DE LOS DIENTES

Los primeros dientes temporales comienzan a salir aproximadamente a los 6 meses de vida hasta
aproximadamente los 3 años. En total tenemos 20 piezas temporales, 10 dientes superiores y 10
inferirores. Y entre los 2 y 3 años aparecen los segundos molares temporales.

Los dientes temporales son tan importantes como los dientes permanentes, por lo que deben
cuidarlos mucho, pues sirven para masticar los alimentos, para aprender a hablar ya que
participan en la formación de los sonidos, y también son muy importantes para mantener el
espacio para los dientes definitivos.

ATENCIÓN CON LOS MOLARES.

Los molares permanentes son las piezas dentales definitivas que erupcionan y conviven con la
dentición primaria, salen detrás de las dos primeras muelas de lecho o temporales. Es decir, no
sustituyen a ningún diente de leche, solo veremos que el niño “tiene unas muelas nuevas”. Estas
muelas no son temporales, son las que acompañarán por el resto de la vida de nuestros niños. No
se caen ni se cambian.

LIMPIEZA DE LA BOCA Y DIENTES

Debe cepillar los dientes del niño o niña al menos 2 veces al día especialmente antes de
acostarlo(a), utilizando un cepillo de dientes de cabeza pequeña y filamentos suaves, y pasta de
dientes con una concentración de entre 1000 y 1500 ppm de flúor (mirar el envase), la cantidad
máxima de pasta que se recomienda a ésta edad es similar al tamaño de una arveja, como se
muestra en la foto. Recuerde que el uso del cepillo es personal y no se presta.

El cepillo debe cambiarse cuando las cerdas se ponen chasconas (aproximadamente cada 3 a 6
meses).

A partir de los 2 años se introduce el uso de pasta de dientes con una concentración de flúor de
1000 a 1500 partes por millón (mirar el envase), en cantidad no superior al tamaño de una arveja,
debe ser dosificada por un adulto, luego de realizado el cepillado el niño o niña debe escupir para
eliminar los restos de pasta que quedan en la boca pero no enjuagarse para permitir que el flúor
de la pasta ayude a prevenir las caries.

El cepillado debe ser realizado por un adulto y luego por el niño para que éste vaya adquiriendo
poco el hábito y las destrezas.
El cepillado de dientes es una expresión de cuidado y cariño y es un momento que favorece el
encuentro entre padres o cuidador principal con su hijo o hija.

La forma de realizar el cepillado es:

1.- Con los dientes juntos, cepillarlos todos en círculos como ruedas de bicicleta

2.- Cepillar las muelitas, en las caras que se mastica, con movimientos de arrastre de atrás hacia
adelante.

3.- También se debe cepillar la lengua

La frecuencia recomendada es:

Al levantarse

Después de cada comida

Antes de acostarse.

EVITAR HÁBITOS NOCIVOS

A esta edad ya se debe retirar el uso del chupete y de la mamadera, puesto que si se mantiene su
uso, afecta el desarrollo y crecimiento de la boca y dientes, pudiendo dar como resultados
alteraciones en las estructuras de la cara y dientes mal ubicados.

Si el niño o niña usa chupete, este no se debe untar con ninguna sustancia como miel u otra, el
chupete se debe lavar con agua potable o agua hervida (nunca no lo debe chupar el adulto).

Si el niño o niña succiona su dedo, se sugiere identificar con la familia en momento sucede esto y
consultar al dentista para planificar la suspensión de éste hábito.
A los 2 y 4 años, le corresponde un control con el dentista en su centro de salud.

A cualquier edad puede acudir al dentista de su centro de salud en caso de presentar dolor agudo
o sufrir algún accidente que afecte un diente o mucosa de la boca.

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