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Monitor Emulacion

Este documento proporciona instrucciones detalladas sobre el protocolo y procedimientos para la apertura y cierre de una logia masónica, incluyendo la formación de la procesión de entrada, los deberes y posiciones de los oficiales, y cómo tratar la llegada tardía de un hermano.

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LA LOGIA EN EMULACIÓN

ESTE OESTE
WM V.M. SW P.V.
IPM P.M.I JD S.D.
CH Cap. IG G.I.
GO Grandes oficiales Org Organista
SUR NORTE
JW S.V. SD P.D.
DC D.C. SEC Sec.
ADC D.C.A. TRE Tes.
ST Expertos AsS Sec. adjunto
Chs H. caritativo
ALM Hospitalario

1
PROCESIÓN DE ENTRADA

La procesión se forma en el atrio en el siguiente orden:

PUERTA DE LA LOGIA

DCA DC
SD PD
SV PV
VM

Cuando es tiempo de comenzar la reunión, el D.C. conduce la procesión a


la puerta abierta de la logia, da un paso hacia adelante.
D.C. —Hermanos, en pie para recibir al V.M. (o V.M. en acción)
acompañado de sus oficiales.
Habiendo comprobado que los otros han cerrado filas detrás de él, parte,
conduciendo con paso digno al lado del norte del pedestal del maestro. Debe
intentar asegurarse de que nadie se retrase. (Mientras el G.I. asegura cierra
la puerta de la logia y la asegura). La procesión se detiene, y todos giran
hacia adentro, los diáconos cruzan sus varas para que el maestro pase por
debajo. El D.C. toma la m… d… del maestro con su m… i… y gira hacia su
derecha para guiar al maestro a su lugar, lo saluda con un venia de cortesía,
da un paso hacia atrás y gira a la derecha.
Después de una pausa momentánea para que el D.C.A. alcance su nivel,
otra vez parte, deteniéndose en el lado del este del pedestal del S.V., donde
se repite el procedimiento (salvo que el P.V. no gira hacia adentro).
La procesión se dirige al sur del pedestal del P.V., donde el procedimiento
se repite otra vez. El S.D. se dirige inmediatamente a su lugar y el resto de la
procesión se mueve otra vez. El P.D. se dirige hacia su lugar, y el D.C. y el
D.C.A. proceden juntos a sus lugares. Cada uno de estos oficiales, cuando
llega a su asiento, coloca su vara en su soporte. Todos se sientan.
2
APERTURA
V.M. un P.V. un S.V. un
V.M. —Hermanos, ayudadme para abrir la logia.
TODOS se levantan.
V.M. al S.V. por su nombre —H. [...], ¿cuál es el primer deber de todo
masón?
S.V. —Cuidar que la logia esté debidamente a cubierto.
V.M. —Haced cumplir este deber.
S.V. al G.I. por su nombre —H. [...], ved que la logia esté debidamente a
cubierto.
G.I. se dirige a la puerta, no la abre, da tres g...s en ella y vuelve a su
puesto.
G.E. responde con los mismos g...s
G.I. sin pa. ni sn. al S.V. por su nombre —H. [...], la logia está
debidamente a cubierto.
S.V. da tres distintos sin pa. ni sn., al V.M., sin nombrarle —La logia
esté debidamente a cubierto.
V.M. nombrando al P.V. —H. [...], ¿cuál es el siguiente deber?
P.V. —Cuidar de que todos los presentes sean masones.
V.M. —Al orden hermanos, en primer grado.
TODOS hacen el pa. y el sn. de ap.
V.M. —H.S.V., ¿cuántos oficiales principales hay en la logia?
S.V. —Tres: el V.M., el P.V. y el S.V.
V.M. —H.P.V., ¿cuántos oficiales adjuntos hay?
P.V. —Tres, además del G.E., el P.D., el S.D. y el G.I.
V.M. al S.V. —¿Cuál es el lugar del del G.E.?
S.V. —En el exterior, junto a la puerta de la logia.
V.M. —¿Cuál es su deber?
S.V. —Armado con una espada desenvainada, debe mantener alejados a
los profanos y cuidar de que los candidatos estén debidamente preparados.
3
V.M. al P.V. —¿Cuál es el lugar del del G.I.?
P.V. —A la entrada de la logia.
V.M. —¿Cuál es su deber?
P.V. —Admitir a los masones reconocidos, recibir a los candidatos en la
forma debida y obedecer las órdenes del S.V.
V.M. al S.V. —¿Cuál es el lugar del del S.D.?
S.V. —A la derecha del P.V.
V.M. —¿Cuál es su deber?
S.V. —Llevar todos los mensajes y comunicados que emanan del V.M., del
P.V. al S.V. y velar por su riguroso cumplimiento.
V.M. al P.V. —¿Cuál es el lugar del del P.D.?
P.V. —A la derecha del o cerca de la derecha del V.M.
V.M. —¿Cuál es su deber?
P.V. —Llevar todos los mensajes y órdenes del V.M. al P.V. y esperar el
regreso del S.D.
V.M. —H.S.V., ¿cuál es vuestro lugar en la logia?
S.V. —En el S.
V.M. —¿Por qué estáis situado allí?
S.V. —Para observar la posición del Sol en su meridiano, llamar a los
hermanos del trabajo al descanso y del descanso al trabajo, para mayor
provecho y placer.
V.M. —H.P.V., ¿cuál es vuestro lugar en la logia?
P.V. —En el O.
V.M. —¿Por qué estáis situado allí?
P.V. —Para observar la puesta del Sol y cerrar la logia por orden del V.M.,
después de asegurarse que cada hermanos ha recibido lo que le corresponde.
V.M. al P.V. o al P.M.I. —¿Cuál es el lugar del maestro?
P.V. (o P.M.I.) —En el E.
V.M. —¿Por qué está situado allí?

4
P.V. (o P.M.I.) —De la misma manera que el Sol se levanta por el E. para
abrir y animar el día, el V.M. está en el E. para abrir la logia, y emplear e
instruir a los hermanos en francmasonería.
TODOS cambiarán del sn. de ap. al sn. de re.
V.M. (o CAP.) —Estando la logia debidamente constituida y antes de
declararla abierta, invoquemos la asistencia del Gran Arquitecto del Universo
en todas nuestras empresas. Puedan nuestros trabajos, así empezados en
orden, ser conducidos en paz y clausurados en armonía.
P.M.I. (o TODOS) —Así sea.
TODOS cesan el sn. de re. y vuelven al sn. de ap.
V.M. —Hermanos, en el nombre del Gran Arquitecto del Universo,
declaro la logia debidamente abierta (TODOS cortan el sn.) para los fines de
la masonería en primer grado.
V.M. — de ap.
P.V. — de ap. y levanta su col.
S.V. — de ap. y abate su col.
S.D. atiende el tab. después de los g...s del S.V.
G.I. se dirige a la puerta, da los g...s. de ap. en ella y vuelve a su sitio.
G.E. contesta los mismos g...s.
P.D. enciende la vela del V.M.
S.D. enciende las velas del P. y S.V.
P.M.I mientras tanto, abre el V.L.S., y coloca la es. y el co. El V.L.S. es
colocado de manera que el V.M. lo pueda leer: las puntas del co. son dirigi-
das hacia el V.M. y cubiertas por los lados de la es.; el ángulo dirigido hacía
el V.M.
V.M. se sienta y a continuación lo hacen todos.

5
INGRESO TARDÍO A LA LOGIA
Fuera de la logia, el hermano se viste adecuadamente para ingresar a la
sala. Después de que el G.E. se ha cerciorado de que está debidamente pre-
parado para su ingreso, da los g...s del grado en la puerta en el que se en-
cuentra abierta la logia.
G.I se levanta, si es el momento adecuado para el ingreso (antes de la lec-
tura y aprobación del acta), hace el pa. y el sn. —H.S.V., llaman a la puerta
de la logia. —mantiene el sn.
S.V. sentado da
G.I corta el sn., se dirige a la puerta, la abre y mira fuera sin decir nada.
G.E. —El hermano […] (nombre y apellido) (o) El hermano […] y otros
hermanos (o si salió y regresa) El hermano […] que regresa.
G.I cierra y asegura la puerta sin contestar; vuelve a su sitio, hace el pa. y
a continuación el sn., que mantiene — El hermano […] (nombre y apellido)
(o) El hermano […] y otros hermanos (o si salió y regresa) El hermano […]
que regresa.
V.M. —Admitidlo.
G.I. corta el sn. y se dirige a la puerta, la cual abre y da entrada al o a los
hermanos.
Uno por uno en el puesto del G.I. dirige una venia de cortesía al V.M. y da
los signos de los grados en que se encuentra abierta la logia. Después de ha-
ber dado el o los signos, se dirige al lugar que le corresponde.

6
LECTURA Y APROBACIÓN DEL ACTA
V.M. sin golpe de mazo —Hermanos, os solicito vuestra atención mientras
nuestro hermano secretario da lectura al acta de la última reunión regular (o),
hermano secretario, serías tan amable de leer el acta de la última reunión.
El hermano secretario se levanta, saluda al V.M., descarga el sn. y lee el
acta. Al finalizar dice:
Sec. —Según consta en el libro de actas V.M. (saluda, y toma asiento).
V.M. sin golpe de mazo —Hermanos, habéis escuchado la lectura del acta
de la última reunión. Todos aquellos que la consideréis (un registro fiel)
digna de aprobación deberán manifestarlo de la manera acostumbrada entre
los masones (la aprueban). De lo contrario, haced vuestras observaciones.
En este momento se pueden hacer observaciones respecto a la exactitud
del acta. Asumiendo que no se hicieron observaciones, el V.M. dice:
V.M. sin golpe de mazo —Hermano secretario, el acta es aprobada por
(unanimidad o mayoría).
Sec. se levanta —Gracias V.M. (saluda y toma asiento).
El S.D. usualmente lleva el acta al V.M. para su firma. En muchas logias
regulares los GG. también firman las actas aprobadas.
El S.D. debe tener cuidado de no postrar el acta sobre el V.L.S.

7
FORMATO DE ACTA
[ESCUDO O SELLO DE LA LOGIA]

RESPETABLE LOGIA SIMBÓLICA […] No. […]

ACTA DE REUNIÓN REGULAR


[FECHA]

Se abrió la logia de la manera acostumbrada a las [hora de inicio] por el


venerable hermano [nombre del V.M.] con los oficiales en sus puestos:

V.M. [nombre y apellido]


P.M.I [nombre y apellido]
P.V. [nombre y apellido] (en el acto)
S.V. [nombre y apellido]
Capellán[nombre y apellido]
Tesorero[nombre y apellido]
Secretario[nombre y apellido]
D.C. [nombre y apellido]
D.C.A. [nombre y apellido]
Hospitalario[nombre y apellido]
H. caritativo[nombre y apellido]
P.D. [nombre y apellido]
S.D. [nombre y apellido]
G.I. [nombre y apellido]
Expertos[nombre y apellido]
G.E. [nombre y apellido]
8
Otros hermanos presentes:
Hermanos […]
Lectura del acta
Se leyó el acta de la reunión anterior, efectuada el [fecha de la reunión
anterior, la cual fue aprobada y firmada por el V.M. [nombre]
Ingresos tardíos o visitantes (si los hubo)
Se dio ingreso a los hermanos…
Proposiciones (si las hubo)
El secretario informó al V.M. de las siguientes proposiciones:
Balotaje (si lo hubo)
Se realizó el balotaje de… resultando…
Circulación de los sacos de beneficencia
Se circularon los sacos de beneficencia arrojando la cantidad de [cantidad
normal].
Suspensión y reanudación de los trabajos
Se suspenden los trabajos para la lectura de los trabajos. El hermano […]
presentó un trabajo titulado […] etc. se reanudan los trabajos de la forma
acostumbrada.
Levantamientos
En el primer levantamiento el secretario informó…
En el primer levantamiento el secretario informó…
En el primer levantamiento el secretario informó…
Clausura de la logia
No habiendo más asuntos qué tratar, se procedió a la clausura de la logia
siendo las [hora de término] en amplia forma y en perfecta armonía.

_____________________________________________
V.M. [NOMBRE Y APELLIDO]

9
BALOTAJE
Si a partir de la lectura del acta se deduce que en la reunión anterior uno
o más hermanos fueron propuestos para afiliarse o ser electos para un pues-
to, se efectúa el balotaje.
V.M. sin golpe de mazo —Hermanos diáconos, hay balotaje —los diáco-
nos se levantan.
S.D. en sentido horario, toma las balotas de la mesa del secretario y dis-
tribuye las balotas en sentido de las agujas del reloj comenzando con el P.-
M.I. y terminando con el V.M. Después regresa a su lugar y se sienta.
P.D. mientras tanto, en sentido horario, toma la caja de balotas de la
mesa del secretario y la lleva al lado sur del pedestal del V.M., donde se
para en escuadra, dando frente al norte, mientras el V.M. verifica la caja de
balotas.
V.M. sin golpe de mazo y una vez terminada la labor del S.D. —Herma-
nos, estamos a punto de votar por el hermano cuyo nombre ha sido leído por
el hermano secretario (o). Hermanos, estamos a punto de votar por los herma-
nos cuyos nombres han sido leídos por el hermano secretario. Los tomaremos
juntos, y por separado luego, si es necesario. —entrega la caja de balotas al
P.D.
Si el candidato a balotaje se encuentra presente, al oír su nombre y esper-
nado a que el V.M. termine de hablar, se levanta y escuadra la logia hacia la
puerta de la logia. Al llegar frente al sitio del puesto del G.I. se encara al E.
y hace el pa. y el sn.
P.D. recoge las balotas comenzando con el P.M.I., concluyendo con el
V.M., cuya balota recoge desde el lado norte de su pedestal. Procede enton-
ces al lado del sur, donde se para otra vez en escuadra, dando frente al nor-
te, hasta que el resultado del balotaje sea anunciado.
10
V.M. verifica la caja de balotas, sin golpe de mazo —Hermanos, el balota-
je está a favor (o en contra) de los candidatos.
P.D. vuelve a colocar después la caja de balotas en la mesa del secretario,
vuelve a su lugar y se sienta.

CIRCULACIÓN DE LOS SACOS


DE BENEFICIENCIA
Después de aprobada el acta, se procede con la circulación de los sacos
de beneficencia.
V.M. sin golpe de mazo —Hermanos diáconos, circulad los sacos de
beneficencia.
DD. los diáconos se levantan sin varas, sin pa. ni sn. y toman cada uno
con su m… d… su saco de beneficencia.
P.D. comienza a recoger los aportes del P.M.I. y termina con el P.V.
S.D. mientras tanto, recoge primeramente los aportes del G.I. y termina
con el V.M. a quien saluda con una venia de cortesía.
DD. llevan los sacos con los aportes al tesorero a quien saludan con una
venia de cortesía al entregarlo en sus manos.
Sec. se pone de pie, da una venia de cortesía y recibe los sacos.
DD. se dirigen a sus puestos y toman asiento.
Sec. se sienta, verifica y cuenta lo recabado e informa discretamente al
Tes. del contenido.
Sec. se levanta, saluda al V.M. y mantiene el sn. —V.M., los sacos de
beneficencia fueron circulados, los aportes verificados y registrados
correctamente.
V.M. —Gracias hermano secretario.
Sec. corta el sn. y se sienta.

11
SUSPENSIÓN
DE LOS TRABAJOS
V.M. un P.V. un S.V. un
V.M. —Oficiales principales, ¡en pie!
Se levantan el V.M., P.V. y el S.V.
V.M. —H.S.V., ¿qué hora es?
S.V. —Es mediodía, V.M.
V.M. —¿Cuál es vuestro deber?
S.V. —Llamar a los hermanos del trabajo al descanso.
V.M. —Agradecería lo anunciéis.
S.V. —Hermanos, por orden del V.M. cesad el trabajo y tomad descanso.
Quedad al alcance de la voz con el fin de regresar a tiempo para mayor pro-
vecho y placer.
S.V. un levanta su col. y apaga su vela.
P.V. un y abate su col. y apaga su vela.
V.M. un su vela queda encendida.
P.M.I. se levanta y cierra el V.L.S. sin desplazar la es. y el co.
S.D. atiende el tab.
TODOS pueden, si lo desean, levantarse y salir de la logia.

12
REANUDACIÓN
DE LOS TRABAJOS
TODOS se encuentran sentados o en sus puestos.
V.M. un P.V. un S.V. un
V.M. —Oficiales principales, ¡en pie!
Se levantan el V.M., P.V. y el S.V.
V.M. —H.S.V., ¿qué hora es?
S.V. —Ha pasado el mediodía, V.M.
V.M. —¿Cuál es vuestro deber?
S.V. —Llamar a los hermanos del descanso al trabajo.
V.M. —Agradecería lo anunciéis.
S.V. —Hermanos, por orden del V.M. cesad el descanso y regresad al tra-
bajo, para seguir con las tareas masónicas.
S.V. un abate su col.
P.V. un levanta su col.
V.M. un
P.M.I. se levanta, abre el V.L.S., comprueba que la es. y el co. están co-
rrectamente colocados y vuelve a sentarse.
S.D. enciende las velas y atiende el tab.
V.M. se sienta y a continuación lo hacen el P.V. y el S.V.

13
REASUMO
La logia puede reasumirse hacia arriba o hacia abajo, en cualquier grado
en el cual previamente haya sido abierta y siempre cuando el grado en cues-
tión no haya sido formalmente cerrado.
V.M. un P.V. un S.V. un (TODOS siguen sentados.)
V.M. —Hermanos, en virtud de los poderes que me han sido investidos,
reasumo la logia en grado de […] —da los g…s con el mazo según el grado
en el cual se reasume la logia.
P.V. según el grado en el cual se reasume la logia.
S.V. según el grado en el cual se reasume la logia.
(TODOS siguen sentados.)
S.D. atiende al tablero, después de los g...s del S.V.
G.I. se dirige a la puerta, da en ella los g...s según el grado y vuelve a su
sitio.
G.E. contesta con los mismos g...s.
P.M.I. entretanto, ajusta sobre el V.L.S., la posición de la es. y el co. se-
gún el grado.

14
APERTURA EN EL SEGUNDO GRADO

15
APERTURA EN EL TERCER GRADO

16
CLAUSURA EN EL TERCER GRADO

17
CLAUSURA EN EL SEGUNDO GRADO

18
LEVANTAMIENTOS
Al término de una reunión regular y antes de cerrar la logia, el V.M. se
levanta tres veces de acuerdo con la siguiente formula:
V.M. un P.V. un S.V. un
V.M. —Hermanos, me levanto —se levanta— por primera (o segunda o
tercera vez) para preguntar si algún hermano tiene algo que proponer por el
bien de la francmasonería en general o de esta (R. L. S...) en particular.
En cada oportunidad se tratan los asuntos tal como se acostumbra en la
logia:
PRIMER LEVANTAMIENTO: Aquí deben ser leídas las comunicaciones
de la gran logia, los grandes oficiales pueden ser saludados, los invitados
distinguidos que ocupan altos puestos pueden solicitar permiso, o ser
invitados, para dirigirse a la logia, pero en este levantamiento, hablan en
nombre de la gran logia. Si hay varios presentes, solo uno, el "invitado de
honor" o el más antiguo, debe hablar.
SEGUNDO LEVANTAMIENTO: Son tratados los asuntos provinciales,
según corresponda. Los grandes oficiales provinciales pueden ser saludados
en este punto. El primero en hablar después del Secretario es cualquier
representante del gran maestro provincial.
TERCER LEVANTAMIENTO: Aquí se hacen proposiciones para
candidatos. La correspondencia ordinaria y las comunicaciones deben ser
leídas, cualquier otro asunto de logia, y se dan las disculpas por no asistir.
Los invitados, ya sea de la logia o, a veces, de los miembros individuales de
19
la logia, pueden solicitar el permiso del V.M. para dirigirse a la logia, y
primero debe saludar y luego dirigirse al V.M. Es una cortesía masónica
para los maestros visitantes de otras logias llevar saludos en nombre de los
miembros de las logias a quienes representan, ya que es para que se les dé
permiso para hacerlo.

CLAUSURA
Cuando todos los asuntos ya se han tratado:
V.M. un P.V. un S.V. un
V.M. —Hermanos, ayudadme a cerrar la logia.
TODOS se levantan.
V.M. —H.S.V., ¿cuál es el constante deber de todo masón?
S.V. —Comprobar que la logia está rigurosamente a cubierto.
V.M. —Haced cumplir este deber.
S.V. —H.G.I. comprobad que la logia está rigurosamente a cubierto.
G.I se dirige a la puerta, da los g...s de ap. en ella y vuelve a su sitio.
G.E. responde con los mismos g...s.
G.I. con pa. y sn. de ap. —H.S.V., la logia está rigurosamente a cubierto.
—corta el sn.
V.M. —H.P.V., ¿cuál es el siguiente deber?
P.V. —Cuidar de que los hermanos estén al orden como masones.
V.M. —Al orden hermanos, en primer grado.
TODOS hacen el pa. y el sn. de ap.
V.M. —H.P.V., ¿cuál es vuestro lugar constante en la logia?
P.V. —En el O.
V.M. —¿Por qué estáis situado allí?
P.V. —De la misma manera que el Sol se pone por el O. al cerrar el día, el
P.V. está en el O. para cerrar la logia, por orden del V.M., después de
asegurarse de cada hermano ha recibido lo que le corresponde.

20
TODOS cambiarán del sn. ap. al sn. de re.
V.M. (o CAP.) —Hermanos, antes de cerrar la logia, expresemos con toda
reverencia y humildad, nuestra gratitud al Gran Arquitecto del Universo por
los favores con los que nos ha colmado. Quiera Él seguir amparando la
Orden, cimentándola y adornándola con todas las virtudes morales y sociales.
P.M.I. (o TODOS) —Así sea.
TODOS cesan el sn. de re. y vuelven al sn. de ap.
V.M. —H.P.V., habiendo terminado los trabajos del día, os ordeno cerrar
la logia. —da de ap. (con la m... i...).
P.V. —Hermanos, en nombre del Gran Arquitecto del Universo, y por
orden del V.M., cierro —TODOS cortan el sn. —la logia.
P.V. — da de ap., abate su col. y apaga su vela.
S.V. —Queda efectivamente cerrada hasta el día... del mes de..., salvo
emergencias de las cuales cada hermanos estaría debidamente informado
—da de ap., levanta su col. y apaga su vela.
S.D. atiende el tab. después de los g...s. del S.V.
G.I. se dirige a la puerta, da los g...s de ap. en ella y regresa a su puesto
frente a su silla.
G.E. responde con los mismos g...s.
P.M.I., entretanto, atiende la esc. y el co., cierra el V.L.S. y regresa a su
lugar.
P.M.I. —Hermanos, cumpliendo con una costumbre antigua, no nos queda
nada más que encerrar nuestros secs. en un lugar seguro, uniéndonos en el
acto de f. f. f.
TODOS con cada palabra de «f», todos ponen la p... de la m... d... sobre
el co... haciendo el sn. de re.

21
PROCESIÓN DE SALIDA
Al principio del Himno de Cierre el D.C.A. se dirige en sentido de las
agujas del reloj alrededor de la logia. Durante el primer circuito, el S.D. se
coloca detrás de él y entonces, cuando la procesión lo alcanza, el P.D. pasa
detrás del D.C.A. y delante del S.D. para tomar su posición respecto a la
derecha de este último. Si el D.C.A. ha fijado el ritmo de manera correcta no
debe ser necesario parar o aún retrasar la procesión mientras. Cuando la
procesión pasa delante del D.C., él deja su lugar y sigue (más que colocarse)
detrás.
En el pedestal del S.V. el D.C. “guía” el S.V. a unirse, por lado oeste, a la
procesión, detrás del S.D. Él mismo se dirige en línea oblicua al frente del
pedestal del P.V. ante, donde él “guía” al P.V., por el lado norte, delante del
S.V. y lo coloca al lado de este último, detrás del P.D. De nuevo, estas
maniobras deben ser realizadas sin parar o retardar a la procesión.
El D.C. no se une al final de la procesión, sino procede junto a ella,
gradualmente superándola de modo que llegue cerca del frente del pedestal
del V.M. justo cuando el D.C.A. y los diáconos pasan delante. El D.C.A.
conduce a los diáconos a un punto cercano al pedestal del S.V. (dependiendo
del tamaño del cuarto) y se detiene; los vigilantes paran apenas al norte del
pedestal del V.M., dando frente al sur. En caso de necesidad el D.C. frena a
los vigilantes con un gesto discreto, entonces “guía” hacia fuera al V.M. por
el sur y lo conduce a una posición detrás y entre de los diáconos. Los
vigilantes deben seguir detrás y de él y se acercan al V.M. sin ninguna
22
instrucción o señal, pero el D.C. debe ser listo para hacerles una seña si
parecen poco dispuestos a moverse.
El D.C. recoge a los grandes oficiales (si los hubiera), Past Grandes
Administradores (si los hubiera) y a cualquier otro que él se preponga
incluir en la procesión, y los coloca detrás de los vigilantes, los mayores al
frente y a la derecha
Habiendo formado la procesión él procede a una posición delante del
pedestal del Maestro y, da frente al oeste.
D.C. —Hermanos, el V.M. abandona la logia en procesión, acompañado
de sus oficiales.
D.C. tomando su lugar el al frente de la procesión al lado del D.C.A.
indicando la procesión —Hacia adelante, hermanos. —conduce la procesión
al norte del pedestal del P.V., donde el D.C.A. y los diáconos giran hacia
adentro. Los diáconos cruzan sus varas mientras los miembros de la
procesión pasan por debajo. Cuando el último de ellos lo ha hecho, los
diáconos bajan sus varas; el D.C., el D.C.A. y los diáconos giran hacia el
oeste, y siguen a la parte posterior de la procesión, manteniendo la misma
cuidadosamente compacta.

23
PRIMER GRADO
CEREMONIA DE INICIACIÓN
La logia está abierta en primer grado.
El candidato, preparado por el G.E. según las normas establecidas, se en-
cuentra en el exterior ante la puerta de la logia.
G.E. da tres g...s de ap. espaciados en la puerta, indicando que el candi-
dato está preparado.
G.I. se levanta, hace el pa. y el sn. de ap. y se dirige al S.V. —H.S.V., lla-
man a la puerta de la logia. —mantiene el sn.
S.V. sentado da tres distintos se levanta, hace el pa. y el sn. de ap. y
se dirige al V.M. —V.M., llaman a la puerta de la logia. —mantiene el sn.
V.M. —H.S.V., preguntad quien solicita la admisión.
S.V. corta el sn. y se sienta —H.G.I., mirad quien solicita la admisión.
G.I. corta el sn. se dirige a la puerta de la logia y la abre; sin salir, situa-
do en el umbral, con la mano en el pomo o manilla de la puerta, se asegura
de que el candidato está debidamente preparado y pregunta en voz alta al
G.E.
G.I. al G.E. —¿Quién os acompaña?
G.E. desde fuera —EI Sr. [...] (nombre y apellidos del candidato), un po-
bre candidato falto de luz, quien ha sido bien y dignamente recomendado, re-
gularmente propuesto y aprobado en logia abierta, que se presenta ahora, por

24
su propia voluntad y consentimiento, convenientemente preparado, para soli-
citar humildemente su admisión en los misterios y privilegios de la francma-
sonería.
G.I. —¿Cómo espera obtener estos privilegios?
G.E. apunta al candidato, en voz alta —Con la ayuda de Dios, al ser libre
y de buena reputación (candidato repite).
G.I. —Esperad que informe al V.M. —entra, cierra la puerta y la asegu-
ra, regresa a su puesto, da el pa. y hace el sn. de ap. Mantiene el sn.
G.I. al V.M.. —EI Sr. [...] (nombre y apellidos del candidato), un pobre
candidato falto de luz, quien ha sido bien y dignamente recomendado, regu-
larmente propuesto y aprobado en logia abierta, que se presenta ahora, por su
propia voluntad y consentimiento, convenientemente preparado, para solicitar
humildemente su admisión en los misterios y privilegios de la francmasone-
ría.
V.M. —¿Cómo espera obtener estos privilegios?
G.I. —Con la ayuda de Dios, al ser libre y de buena reputación.
V.M. —Lo dicho sobre su buena reputación ya ha sido oído en su favor.
¿Dais fe, H.G.I., de que esta convenientemente preparado?
G.I. —Sí, V.M.
V.M. —Entonces que sea admitido en la forma debida.
G.I. corta el sn.
V.M. —Hermanos diáconos.
P.D. coloca el cojín.
G.I. coge el p... y se dirige a la puerta, seguido por los diáconos; el S.D. a
la izquierda.
G.I. abre la puerta como antes, apoya la punta del p... sobre el s... i... del
candidato.)
G.I. —¿Sentis alguna cosa? —después de la contestación afirmativa del
candidato, levanta el p... por encima de su cabeza, para mostrar que ya lo ha
utilizado.

25
S.D. con su m... i..., toma firmemente la m... d... del candidato y lo conduce
ante el cojín. El P.D. se sitúa a la izquierda del candidato. Los tres se enca-
ran al E.
G.I. una vez admitido el candidato, cierra la puerta y la asegura, deja el
p... en el pedestal del P.V. y vuelve a su sitio.
V.M. se dirige al candidato —Sr. [...] (nombre y apellidos del candidato),
como nadie puede ser recibido masón si no es libre y de edad madura, os pido
me respondáis: ¿Sois un hombre libre y mayor de veintiún años?
S.D. apunta al candidato, en voz alta —Sí, lo soy (candidato repite).
V.M. —Seguro estoy de ello, y os ruego que os arrodilléis mientras se in-
voca la bendición del cielo para nuestras actuaciones.
S.D. ayuda al candidato a arrodillarse y suelta su m... d...
V.M. un P.V. un S.V. un
DD. aguantan sus varas con la m... i..., las cruzan por encima de la cabeza
del candidato arrodillado y hacen el sn. de re.
TODOS a excepción del candidato, se levantan y hacen el sn. de re.

ORACIÓN
V.M. (o CAP) — Padre Todopoderoso, Gobernador Supremo del Univer-
so, dígnate extender Tu protección sobre nuestra asamblea y conceder a este
candidato a la francmasonería que pueda dedicar y consagrar su vida a Tu
servicio, a fin de llegar a ser un hermano leal y fiel entre nosotros. Dótale con
una parte de Tu divina sabiduría, a fin de que pueda, con la ayuda de los se-
cretos de nuestro arte masónico, descubrir mejor las bellezas de la verdadera
piedad, en honor y gloria de Tu Santo Nombre.
P.M.I. (o TODOS) —Así sea.
TODOS cesan el sn. de re.
DD. bajan sus varas y las vuelven a aguantar con la m... d...
V.M. —Cuando os encontráis en dificultad y en peligro, ¿en quién ponéis
vuestra confianza?
S.D. apunta al candidato, en voz alta —En Dios (candidato repite).
26
V.M. —Estoy muy satisfecho de constatar que vuestra fe está tan bien fun-
dada; confiando en tan seguro sostén, podéis levantaros con seguridad y se-
guir a vuestro guía con firme y humilde confianza, porque donde el nombre
de Dios se invoca, creemos que no puede haber peligro alguno.
V.M. se sienta.
S.D. ayuda al candidato a levantarse y le toma firmemente de la m... d...
como antes.
TODOS con excepción de los DD. y el candidato, toman asiento.
P.D. aparta el cojín.
V.M. un P.V. un S.V. un
V.M. —Los hermanos del N., del E., del S. y del O., quedan prevenidos de
que el Sr. [...] (nombre y apellidos del candidato) pasará ante ellos para de-
mostrar que es el candidato; que está debidamente preparado y que es una
persona conveniente y digna de ser recibida masón.
S.D. sigue aguantando firmemente la m... d... del candidato. Le dice en voz
baja que inicie la marcha con el p... i... y escuadra la logia con él, hasta el
pedestal del S.V. En cada ángulo, le indica, en voz baja, que vuelva a iniciar
la marcha siempre con el p... i...
P.D. mientras tanto devuelve el cojín a su sitio y, después de que el S.D. y
el candidato hayan pasado por el ángulo NE., recoge el p... del tablero del
P.V, lo lleva al V.M. y vuelve a su sitio.
S.D. aguantando firmemente la m... d... del candidato, golpea tres veces
sobre el hombro d... del S.V. con la m... del candidato.
S.V. —¿Quién os acompaña?
S.D. —EI Sr. [...] (nombre y apellidos del candidato), un pobre candidato
falto de luz, quien ha sido bien y dignamente recomendado, regularmente
propuesto y aprobado en logia abierta, que se presenta ahora, por su propia
voluntad y consentimiento, convenientemente preparado, para solicitar hu-
mildemente su admisión en los misterios y privilegios de la francmasonería.
S.V. —¿Cómo espera obtener estos privilegios?
S.D. —Con la ayuda de Dios, al ser libre y de buena reputación.

27
S.V. se levanta y se encara con el candidato.
S.D. pone la m... d... del candidato en la del S.V.
S.V. —Entrad, puesto que sois libre y de buena reputación. —Devuelve la
m... d... del candidato a la m... i... del S.D. y se sienta.
S.D. toma firmemente la m... d... del candidato y lo conduce al ángulo SO.
de la logia; escuadra el ángulo con él y ambos siguen hasta el S. del pedestal
del P.V., situándose a una distancia conveniente de éste.
S.D. aguantando firmemente la m... d... del candidato, golpea tres veces
sobre el hombro d... del P.V. con la m... del candidato.
P.V. —¿Quién os acompaña?
S.D. —EI Sr. [...] (nombre y apellidos del candidato), un pobre candidato
falto de luz, quien ha sido bien y dignamente recomendado, regularmente
propuesto y aprobado en logia abierta, que se presenta ahora, por su propia
voluntad y consentimiento, convenientemente preparado, para solicitar hu-
mildemente su admisión en los misterios y privilegios de la francmasonería.
P.V. —¿Cómo espera obtener estos privilegios?
S.D. —Con la ayuda de Dios, al ser libre y de buena reputación.
P.V. se levanta y se encara con el candidato.
S.D. pone la m... d... del candidato en la del P.V.
P.V. —Entrad, puesto que sois libre y de buena reputación. —Devuelve la
m... d... del candidato a la m... i... del S.D. y se queda de pie.
S.D. toma firmemente la m... d... del candidato y lo conduce al N. del pe-
destal del P.V.; hace con él un giro en el sentido contrario de las agujas del
reloj pone la m... d... del candidato en la m... i... del P.V. y lo hace encarar al
E.
S.D. se sitúa a la i... del candidato.
P.V. levanta la m... d... del candidato, hace el pa. y el sn, de ap. —V.M.,
os presento al Sr. [...] (nombre y apellidos del candidato), candidato debida-
mente preparado para ser recibido masón. —Mantiene el sn. y sigue aguan-
tando la m... d... del candidato en alto.

28
V.M. —H.P.V., vuestra presentación será atendida. Con este propósito voy
a dirigir unas preguntas al candidato, las que confío contestará con franqueza.
P.V. corta el Sn., devuelve la m... d... del candidato a la m... i... del S.D. y
se sienta.
S.D. toma la m... d... del candidato y se sitúa a su d... Ambos se encaran
con el E.
V.M. al candidato —Declaráis seriamente por vuestro honor que no habéis
sido arrastrado contra vuestra voluntad por una incitación inconveniente por
parte de vuestros amigos; que no estáis influido por ningún otro motivo in-
digno, y que os presentáis libre y voluntariamente como candidato a los mis-
terios y privilegios de la francmasonería?
S.D. apunta al candidato, en voz alta —Lo declaro (candidato repite).
V.M. al candidato —¿Prometéis también que habéis sido llevado a solici-
tar estos privilegios por una opinión favorable preconcebida sobre la institu-
ción, por el deseo de instruiros y por la voluntad sincera de ser más útil a
vuestros semejantes?
S.D. apunta al candidato, en voz alta —Lo prometo (candidato repite).
V.M. al candidato —Declaráis, además, seriamente por vuestro honor que,
evitando el miedo pero sin temeridad, perseverareis sin desfallecer durante la
ceremonia de vuestra iniciación y que, si finalmente sois admitido, actuaréis
conforme a los antiguos usos y costumbres establecidos de la orden y los
cumpliréis?
S.D. apunta al candidato, en voz alta —Lo declaro (candidato repite).
V.M. —H.P.V., dad instrucciones al S.D. para que enseñe al candidato có-
mo avanzar en la forma debida hacia el pedestal.
P.V. —H.S.D., por orden del V.M. enseñad al candidato cómo avanzar ha-
cia el pedestal en la forma debida.
S.D. dice al candidato que inicie la marcha con el p... i... le conduce direc-
tamente a una distancia conveniente del pedestal y le sitúa frente al V.M. Si-
gue aguantándole la mano y le dice en voz baja que junte los p...s y que dé
un cuarto de vuelta a su p... d..., formando una escuadra con los dos p...s. El

29
candidato se queda con el p... i... apuntando al E. y el p... d... apuntando al
S.
S.D. en voz alta y asegurándose de que el candidato cumple sus instruc-
ciones —Dad un pa... corto con el p... i... y juntad a continuación los t...s. de
manera que los p...s formen una escuadra. Dad otro pa... algo más largo y
juntad los t...s como en el primer pa... Dad otro pa... aún más largo y juntad
los t...s de la misma manera. (El candidato debe llegar ante el cojín para po-
der arrodillarse sin avanzar más, con el p... i... apuntando al E. y el p... d...
apuntando al S.)
P.D. viene a situarse a la i... del candidato, al mismo tiempo de la llegada
de éste y del S.D. Los tres se ponen frente al V.M., el S.D. a la d... y el P.D. a
la i… del candidato.
V.M. —Es mi deber informaros que la masonería es libre y que exige a
todo candidato una perfecta libertad de predisposición para con sus misterios.
Está fundada sobre los principios más puros de la Piedad y de la Virtud. Po-
see grandes y valiosos privilegios y, con el fin de asegurar estos privilegios a
hombres dignos y exclusivamente a tales hombres, os exigimos una promesa
solemne de fidelidad; pero puedo aseguraros de que en esta promesa no hay
nada incompatible con vuestros deberes civiles, morales o religiosos. Con-
sentís en tomar una obligación solemne, basada sobre los principios ya indi-
cados de conservar inviolados los secretos y misterios de la Orden?
Candidato —Lo consiento. (Si el candidato no contesta voluntariamente,
el S.D. debe indicarle discretamente que conteste. Se supone que el candida-
to tiene que dar esta contestación por su propia voluntad y tener la libertad
de no consentir. Si tal es el caso, la ceremonia no puede continuar y se le
hace abandonarla logia).
V.M. —Arrodillaos pues sobre vuestra r... i..., y que vuestro p... d.., haga
escuadra (el candidato lo hace); dadme vuestra m... d... para que la ponga so-
bre el V.L.S. —El S.D. ayuda para dirigir la m... d... del candidato— Soste-
ned al mismo tiempo con la m... i... este c..., una de cuyas pu...s está dirigida
contra vuestro s... i... d...

30
P.D. ayuda para dirigirla m... i... del candidato.
V.M. pone uno de los brazos del c... en la m... d... del candidato y dirige la
pu... a su s... i... d... El c... es aguantado por el candidato con la pu... supe-
rior sobre el s...
V.M. un P.V. un S.V. un
TODOS se levantan, hacen el pa. y el sn. de ap.
DD. aguantan sus varas con la m... i... las cruzan por encima de la cabeza
del candidato, y hacen el Pa. y el Sn. de Ap.
NOTA: Las siguientes dos versiones de la obligación están igualmente
permitidas.

VERSIÓN TRADICIONAL

OBLIGACIÓN
V.M. al candidato —Dad vuestro nombre y apellidos y repetid conmigo:
Yo, (nombre y apellidos), en presencia del Gran Arquitecto del Universo y de
esta honorable, respe-table y legitima logia de masones libres y aceptados, re-
gularmente convocada, reunida y debidamente consagrada con mi plena vo-
luntad y consentimiento, por esto —con la m... i… toca la m... d... del candi-
dato— y sobre esto —con la m... i... toca el V.L.S. —, sincera y solemnemen-
te prometo y juro, que siempre callaré, ocultaré y jamás desvelaré cualquier
parte o partes, punto o puntos de los secretos o misterios de los masones li-
bres y aceptados en masonería, o pertenecientes a estos. O sea, aquellos que
ya conozco, o aquellos que ahora o en el futuro se me comunicarán, sólo pu-
diendo hacerlo a uno o a varios hermanos verdaderos y legítimos, y aún tam-
poco a éste o a estos sin antes haberlos probado debidamente y examinado
estrictamente, o sin estar asegurado por un hermano reconocido de que es, o
31
que son, dignos de esta confianza; o bien en el seno de una logia justa, per-
fecta y regular de antiguos francmasones.
Prometo, además, solemnemente que no escribiré estos secretos, ni los re-
dactaré, esculpiré, marcaré, grabaré o trazaré de ningún modo, no incitaré a
otros a que lo hagan, ni tampoco lo toleraré, si está en mi poder impedirlo,
sobre cualquier cosa móvil o inmóvil bajo la bóveda celeste, a fin de que nin-
guna letra, carácter o dibujo, o el menor trazo de letra, carácter o dibujo se
pueda leer o comprender por mí o por cualquier otra persona en el mundo,
para que nuestras artes secretas y nuestros misterios ocultos no sean desvela-
dos indebidamente por mi falta de dignidad.
Juro solemnemente observar todos estos puntos sin subterfugio, equivoco o
restricción mental alguna, bajo pena de tener la g... r..., la l... a... p... t... de la
r..., y e... en la o... del m... donde el f... y el r... v... c... 24 h...s, si violase al-
guno de ellos, o bien bajo el castigo más real, de que me desprecien como in-
dividuo voluntariamente perjuro, privado de todo valor moral y totalmente
indigno de mi admisión en esta respetable logia, o en ninguna otra logia pa-
tentada, o en toda asociación de hombres que valoren el honor y la virtud por
encima de cualquier ventaja externa de rango y de fortuna. Que Dios me ayu-
de y me mantenga firme en esta mi G. y S. O. de aprendiz francmasón.

VERSIÓN MODERNA

OBLIGACIÓN
V.M. al candidato —Dad vuestro nombre y apellidos y repetid conmigo:
Yo, (nombre y apellidos), en presencia del Gran Arquitecto del Universo y de
esta honorable, respetable y patentada logia de masones libres y aceptados,
regularmente convocada, reunida y debidamente consagrada, con mi plena
voluntad y consentimiento, por esto —con la m... i... toca la m ... d... del can-
didato— y sobre esto —con la m... i... toca el V.L.S.—, sincera y solemne-
mente prometo y juro, que siempre callaré, ocultaré, y jamás desvelaré cual-
quier parte o partes, punto o puntos de los secretos o misterios de los maso-
32
nes libres y aceptados en masonería, o pertenecientes a estos, o sea aquellos
que ya conozco, o aquellos que ahora o en el futuro se me comunicarán. Pu-
diendo hacerlo sólo a uno o a varios hermanos verdaderos y legítimos, y aún
tampoco a éste o a estos sin antes haberlos debidamente probado y estricta-
mente examinado, o sin estar asegurado por un hermano reconocido de que
es, o que son, dignos de esta confianza; o bien en el seno de una logia justa,
perfecta y regular de antiguos francmasones.
Prometo además solemnemente que no escribiré estos secretos, ni los re-
dactaré, esculpiré, marcaré, grabaré, o trazaré de ningún modo, ni incitaré a
otros a que lo hagan, con el fin de impedir que nuestros misterios puedan ser
impropiamente conocidos por culpa de mi imprudencia.
Juro solemnemente observar todos estos deberes sin ningún pretexto, equí-
voco o reserva mental alguna, en la certeza que si violase alguno de ellos, se-
ré considerado como individuo voluntariamente perjuro, privado de todo va-
lor moral y totalmente indigno de su admisión en esta respetable asociación
de hombres que valoran el honor y la virtud por encima de cualquier ventaja
externa de rango y de riqueza. Que Dios me ayude y me mantenga firme en
mi obligación de aprendiz francmasón.
TODOS cortan el sn.
DD. bajan las varas, y las aguantan, con la m... d...
V.M. retira el c... de la m... i... del candidato.
P.D. baja la m... i... del candidato. Su m... d... sigue sobre el V.L.S.
V.M. —Lo que acabáis de repetir conmigo podría ser considerado nada
más que una seria promesa; como garantía de vuestra fidelidad y para que és-
ta se convierta en una O. S., selladla con vuestros labios sobre el V.L.S. (El
candidato lo hace).
S.D. si es necesario, le dice discretamente que lo haga.
V.M. —Estáis desde hace tiempo en la oscuridad. En vuestra situación pre-
sente, ¿cuál es el deseo predominante de vuestro corazón?
S.D. apuntando al candidato en voz alta —La l... (candidato repite).
V.M. —H.S.D., procurad que esta gracia sea devuelta al candidato.

33
S.D. con la mirada, indica al V.M. que está preparado.
V.M. levanta el mallete, lo mueve a la i..., a la d... y lo baja.
TODOS dan una palmada, al mismo tiempo que el mallete golpea el pe-
destal.
S.D. quita la v... en el mismo momento.
V.M. hace una pausa hasta que el candidato se acostumbre a la l…—Aho-
ra que la gracia de la l... física os ha sido devuelta, quiero atraer vuestra aten-
ción a lo que consideramos como las tres grandes, aunque simbólicas, l...s de
la francmasonería, y que son el V.L.S., la E. y el C.
Las Sagradas Escrituras deben dirigir nuestra fe, la E. ordenar nuestras ac-
ciones y el C. debe mantenernos dentro de justos límites con todos los huma-
nos, y particularmente con nuestros hermanos en francmasonería.
V.M. con su m... d... toma la m... d ... del candidato —Levantaos, hermano
recién juramentado entre los masones. —devuelve la m... d... del candidato al
S.D.
V.M. se sienta.
P.D. vuelve a su asiento.
TODOS con excepción del S.D. y del candidato, se sientan.
S.D. toma la m... d... del candidato y lo conduce al N. del V.M. Ambos se
sitúan mirando al S. y frente al V.M. le suelta la m…
V.M. al candidato —Ahora podéis percibir las tres l...s secundarias. Están
situadas en el E., en el S. y en el O. y simbolizan el S...l, la L...a y el M. de la
logia. El S...l que rige el día, la L...a que gobierna la noche, y el M., que go-
bierna y dirige la logia.
Hermano [...], por la docilidad y sinceridad de vuestra conducta os habéis
librado en este día de dos grandes peligros, pero hay un tercero que os perse-
guirá hasta el final de vuestra existencia. Os habéis librado de ser a... y e... En
efecto, a vuestra entrada en la logia este p... —lo desenvaina y enseña al can-
didato— fue puesto sobre vuestro s... i... d... y, si os hubierais precipitado im-
prudentemente hacia delante, hubieseis sido el causante de vuestra propia

34
m..., ya que el hermano que lo sostenía se habría mantenido firme, cumplien-
do con su deber. —envaina el p... y lo pone sobre el pedestal.
S.D. retira la s... del c... del candidato y la entrega al V.M.
V.M. enseñando la s… al candidato —Además, esta s... con un nudo corre-
dizo estaba alrededor de vuestro c..., y hubiera convertido igualmente fatal
cualquier intento de huida. —entrega la s... al P.M.I.
Pero el peligro que, tradicionalmente, os habría perseguido hasta vuestra
última hora era el castigo físico previsto en vuestra obligación de masón de
tener la g… r..., si descubrierais indebidamente los secretos de la masonería.
El castigo completo era tener la g… r… la l... a... p... t... de la r..., y e… en la
o... del m... donde el f... y el r... v... c... 24 h…s. La inclusión de tal castigo no
es necesaria, ya que la obligación que habéis asumido esta noche os compro-
meterá durante todo el tiempo que viváis.
Puesto que habéis ya prestado la O. G. y S. de masón, me está ahora permi-
tido informaros que hay en francmasonería varios grados y secretos peculia-
res restringidos a cada uno de ellos. Estos secretos no son comunicados a ca-
pricho sino conferidos a los candidatos según sus méritos y sus talentos. Así
pues; voy a confiaros los secretos de este grado o aquellas señales por las que
nos conocemos los unos a los otros y nos distinguimos del resto del mundo.
Debo deciros, como indicación general, que todas las e...s, los n...s y las p...s
son s...s peculiares y reales de reconocimiento entre los masones.
Tenéis que manteneros, pues, bien derecho, (el candidato lo hace), los pies
formando e... (el candidato lo hace), siendo así considerado vuestro cuerpo
como emblema de vuestro espíritu, y vuestros pies simbolizando la rectitud
de vuestras acciones.
Ahora dad un pequeño pa... hacia mi partiendo con el p... i... y situando el
t... d... en el h... del p... i... (el candidato lo hace). Este es el pr... p... r... en
francmasonería y es en esta posición como son comunicados los secretos del
grado. Consisten en un sn., un to. y una pl. —se levanta, se pone frente al
candidato y hace el pa. Colocad vuestra m... d... con el d... p... formando e...,

35
en esta posición. —lo hace y se asegura que el candidato también lo haga).
El sn. se hace así. —explica y enseña cómo se hace el sn.)
V.M. —Esta es una alusión al castigo simbólico previsto en vuestra O. sig-
nificando que, como hombre de honor y como masón, preferiríais tener la g...
r... —hace el Sn. Pn. y se asegura que el candidato también lo haga— antes
de desvelar a propósito los secretos que os son confiados.
V.M. —El to. o em. se da de esta manera —toma la m... d... del candidato
y sitúa sus d...s antes de hacerlo el mismo). Este to., dado y recibido según
las reglas, sirve para reconocer a un hermano tanto de… n... como en pleno
d... Este to. o em. pide una palabra, palabra altamente estimada entre los ma-
sones puesto que es la salvaguardia de sus privilegios. Por consiguiente toda
precaución es poca al comunicarla. Nunca debe darse entera, sino por l...s o
por s...s. A fin de que podáis hacerlo, es necesario que os diga cual es la pala-
bra. La palabra es «B...».
S.D. repite la palabra en voz alta y hace que el candidato la repita a conti-
nuación.
V.M. deletrea la palabra.
S.D. a su vez, la deletrea en voz alta y se asegura que el candidato tam-
bién lo haga a continuación.
V.M. manteniendo el to. —Como durante la ceremonia se os pedirá esta
palabra, el S.D. os dictará ahora vuestras respuestas: ¿Qué es esto?
S.D. apunta en voz alta al candidato —El to. o em. del aprendiz francma-
són (candidato repite).
V.M. —¿Qué exige este to.?
S.D. apunta en voz alta al candidato —Una palabra (candidato repite).
V.M. —Dadme esta palabra.
S.D. apunta rápidamente al candidato en voz alta para impedir que de la
palabra —En mi iniciación, me enseñaron ser cauto; la deletrearé o la diré
por mitades con vos (candidato repite).
V.M. —Como os plazca, empezad.
(La palabra se da por mitades).

36
S.D. da la primera mitad (el candidato repite).
V.M. da la segunda mitad.
S.D. da la palabra entera (el candidato repite).
V.M. —Esta palabra proviene de la c... i... del po...o o e...a del T. del R. S.,
llamada así por alusión a..., el bis...o de D., P. y C. de I. El sentido de esta pa-
labra es con… pasad —devuelve la m... d... del candidato a la m... i... del
S.D. y se sienta.
S.D. gira a la derecha con el candidato y bajan los dos al pavimento de la
logia, guiándolo, gira a la i..., y le indica en voz baja, que inicie la marcha
partiendo con el p... i... los dos pasan por delante del V.M. y se dirigen al án-
gulo SE. de la logia que escuadran. El S.D. lleva al candidato al E. del S.V.,
situándolo a una distancia conveniente del pedestal. Le suelta la m...
S.D. apoya el extremo inferior de su vara en el suelo, y la parte superior
sobre su hombro d...; hace el pa. y el sn. de ap. —H.S.V., os presento al her-
mano [...] en su iniciación. —corta el sn. y vuelve a sostenerla vara con su
m... d...
S.V. —Agradecería al hermano [...] que avance hacia mí como masón.
S.D. dice en voz baja al candidato que haga el pa. y, a continuación, el sn.
de ap. cortándolo. Se asegura de que el candidato hace lo que se dice.
S.V. —¿Tenéis algo que comunicar?
S.D. apunta en voz alta al candidato —Si, tengo (candidato repite).
S.V. se levanta, se encara con el candidato, hace el pa. y le ofrece su
mano.
S.D. pone la m... d... del candidato en la del S.V. y con su m... i... ajusta el
to.
S.V. da el to., después de que el S.D. haya ajustado el p... d... del candida-
to. Mantiene el to. durante todo el interrogatorio —¿Qué es esto?
S.D. apunta en voz alta al candidato —El to. o em. del aprendiz francma-
són (candidato repite).
S.V. —¿Qué exige este to.?
S.D. apunta en voz alta al candidato —Una palabra (candidato repite).

37
S.V. —Dadme esta palabra.
S.D. apunta en voz alta y rápidamente al candidato, dividiendo la respues-
ta si es necesario —En mi iniciación, me enseñaron ser cauto; la deletrearé o
la diré por mitades con vos (candidato repite).
S.V. —Como os plazca, empezad.
(La palabra es deletreada y a continuación dada en mitades).
S.D. da la primera letra en voz alta (candidato repite).
S.V. da la segunda letra.
S.D. da la tercera letra (candidato repite).
S.V. da la cuarta letra.
S.D. da la primera mitad (candidato repite).
S.V. da la segunda mitad.
S.D. da la palabra entera (candidato repite).
S.V. —Pasad «.......» —devuelve la m... d... del candidato a la m... i... del
S.D. y se sienta.
S.D. conduce al candidato al S. del P.V. escuadrando como antes el ángu-
lo SO. de la logia. Se sitúan, los dos, encarados con el N. y a una distancia
conveniente del pedestal. Le suelta la m...
S.D. apoya el extremo inferior de su vara en el suelo, y la parte superior
sobre su hombro d...; hace el pa. y el sn. de ap. —H.P.V., os presento al her-
mano [...] en su iniciación. —corta el sn. y vuelve a sostenerla vara con su
m... d...
P.V. —Agradecería al hermano [...] que avance hacia mí como masón.
S.D. dice al candidato en voz baja, que haga el pa. únicamente y se asegu-
ra de que no haga el sn.
P.V. —¿Qué es esto?
S.D. apunta en voz alta al candidato —El pr... p... r... en francmasonería
(candidato repite).
P.V. —¿Traéis otra cosa?
S.D. apunta en voz alta al candidato —Sí, traigo.
S.D. pide al candidato que haga el Sn. de Ap. y lo corte.

38
P.V. —¿Qué es esto?
S.D. apunta en voz alta al candidato —El sn. del aprendiz francmasón
(candidato repite).
P.V. —¿A qué hace alusión?
S.D. apunta en voz alta al candidato —Al castigo previsto en mi O., signi-
ficando que, como hombre de honor y como masón, preferiría tener la g... r...
(se asegura que el candidato haga el sn. de ap. y lo corte) antes que desvelar
ilícitamente los secretos que me son confiados (candidato repite).
P.V. —¿Tenéis algo que comunicar?
S.D. apunta en voz alta al candidato —Sí, tengo (candidato repite).
P.V. se levanta, se encara con el candidato, hace el pa. y le ofrece su
mano.
S.D. pone la m... d... del candidato en la del P.V. y con su m... i... ajusta el
to.
P.V. da el to., después de que el S.D. haya ajustado el p... d... del candida-
to. Mantiene el to. durante todo el interrogatorio —¿Qué es esto?
S.D. apunta en voz alta al candidato —El to. o em. del aprendiz francma-
són (candidato repite).
P.V. —¿Qué exige este to.?
S.D. apunta en voz alta al candidato —Una palabra (candidato repite).
P.V. —Dadme esta palabra.
S.D. apunta en voz alta y rápidamente al candidato, dividiendo la respues-
ta si es necesario —En mi iniciación, me enseñaron ser cauto; la deletrearé o
la diré por mitades con vos (candidato repite).
P.V. —Como os plazca, empezad.
(La palabra es dada por mitades):
S.D. da la primera mitad, en voz alta (candidato repite).
P.V. da la segunda mitad.
S.D. da la palabra entera (candidato repite).
P.V. —¿De dónde proviene esta palabra?

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S.D. apunta en voz alta al candidato —De la c... i... del pó...o o e...a del T.
del R. S., llamada así por alusión a el Bis...o de D,, P. y C. de I. (candidato
repite).
P.V. —¿Cuál es el significado de esta palabra?
S.D. apunta en voz alta al candidato —Con... (candidato repite).
P.V. —Pasad «.......» —devuelve la m... d... del candidato a la m... i... del
S.D. y se queda de pie.
S.D. coge al candidato, por la m... d... y lo conduce al N. del pedestal del
P.V. pasando por delante de él. Hace un giro en el sentido contrario a las
agujas del reloj y el S.D. pone la m... d... del candidato en la m... i... del P.V;
se sitúa a la i... del candidato y ambos se ponen frente al E.
P.V. hace el pa. y el sn. de ap. que mantiene —V.M., os presento al herma-
no [...] en su iniciación, y os pido para él una prueba de vuestro favor.
V.M. —H.P.V., os delego para que le impongáis la enseña distintiva de un
masón.
P.V. corta el sn., suelta la m... del candidato, hace que se ponga frente a él
y le reviste con la ensena de ap.
S.D. ayuda si es necesario.
P.V. aguanta el ángulo inferior d... de la enseña con su m... i... y se dirige
al candidato —Hermano [...] , por orden del V.M. os impongo la enseña dis-
tintiva de un masón. Es más antigua que el Toisón de Oro o que el Aguila
Romana; es más honrosa que la Orden de la Jarretera o que cualquier otra or-
den existente, ya que es el símbolo de la inocencia y el lazo de la amistad. Os
exhorto firmemente a que siempre la uséis y a que la consideréis como tal, y
os digo también que si no deshonráis esta enseña, (el P.V. golpea el mandil
del candidato con su m... d... al mismo tiempo todos los hermanos golpean
los suyos) ella nunca os deshonrara. —Con la m... i..., devuelve la m... d... del
candidato a la m... i... del S.D. y se sienta.
S.D. se sitúa a la d... del candidato, ambos frente al E. y le suelta la mano.
V.M. —Deseo agregar a las observaciones del P.V. que no debéis jamás
revestiros con esta enseña si vais a visitar una logia en la cual hay un herma-

40
no con el que estáis en desacuerdo o contra el que sentís animosidad. En tal
caso, debéis invitarle para que se retire, con el fin de arreglar amigablemente
vuestras desavenencias. Si las arregláis, podéis entonces revestiros, entrar en
logia y trabajar con el afecto y el buen acuerdo que siempre deben caracteri-
zar a los francmasones. Pero si, por desgracia, vuestras diferencias son tales
que no puedan arreglarse tan fácilmente, es mejor que uno de vosotros, o los
dos, os retiréis antes de que la buena armonía de la logia se enturbie con
vuestra presencia.
V.M. —H.S.D., conducid a nuestro recién iniciado hermano al NE. de la
logia.
S.D. toma la m... d... del candidato y le conduce al NE. de la logia. Ambos
se sitúan lo más cerca posible del ángulo de la logia cara al S., y le suelta la
mano.
S.D. al candidato —P... i... atravesando la logia, p... d... a lo largo de la lo-
gia; prestad atención al V.M. —Se asegura que el candidato forme una es-
cuadra con los p...s.
V.M. —Es de uso común en la construcción de los edificios monumentales
colocar la primera piedra, o piedra fundamental, en el ángulo NE. de la obra.
Vos, recién admitido en la masonería, estáis colocado en el ángulo NE. de la
logia, para simbolizar esta piedra y así, a partir de los cimientos puestos esta
tarde, podáis erigir un edificio perfecto en todos sus elementos y que haga
honor al Constructor. Sois ahora, según toda apariencia, un masón justo y
recto, y os recomiendo firmemente que continuéis y obréis siempre como tal.
En efecto, procederé inmediatamente a poner parcialmente vuestros princi-
pios a prueba, invitándoos a practicar aquella virtud, que con razón, se deno-
mina la característica distintiva del corazón de un francmasón; me refiero a la
Caridad. No necesito ahora extenderme sobre sus excelencias, pues sin duda
ha sido frecuentemente sentida y practicada por vos. Bastará con decir que
tiene la aprobación del Cielo y de la Tierra y que, como su hermana la Mise-
ricordia, bendice tanto a aquel que da como a aquel que recibe.

41
En una asociación tan ampliamente extendida como la francmasonería, cu-
yas ramificaciones se extienden por todo el mundo, no puede negarse que te-
nemos muchos miembros de rango y opulencia; tampoco podemos ocultar
que entre los miles que se cobijan bajo sus estandartes hay algunos que, por
circunstancias de inevitables calamidades y desdichas, están reducidos al últi-
mo escalón de la pobreza y miseria. En favor de ellos, acostumbramos a des-
pertar los sentimientos de todo hermano recién iniciado, haciéndole una lla-
mada para que haga la caridad según sus medios. Entregad, pues, al S.D. el
óbolo que estéis dispuesto a dar será recibido con agradecimiento y fielmente
distribuido.
S.D. se sitúa ante el candidato, frente a él y le presenta el saco de benefi-
cencia o su m... i...
S.D. —¿Tenéis algo que entregar para caridad?
Candidato [...]
S.D. baja el disco de beneficencia y si el candidato no contesta rápida-
mente, sigue con la segunda pregunta —¿Acaso os han desprovisto de todo
objeto de v...r antes de entrar en la logia?
Candidato contesta afirmativamente.
S.D. —¿Si no hubierais sido desprovisto de esta manera, daríais libremen-
te?
Candidato contesta afirmativamente
S.D. gira a la d... y se pone ante el V.M.; hace el pa. y el sn. de ap. que
mantiene; aguanta la vara en el hueco de su hombro d... —V.M., nuestro
nuevo hermano declara que ha sido desprovisto de todo objeto de v...r antes
de ser admitido en la logia, y que de no haber sido así daría libremente. —
corta el sn. y vuelve a la d... del candidato
V.M. —Os felicito por los sentimientos honorables que os animan, aunque
no os sea posible satisfacerlos en este momento, Creed que no os hemos he-
cho pasar esta prueba para burlamos de vuestros sentimientos, lejos de noso-
tros está tal intención. Tenía una triple finalidad: primero, y tal como dije an-
tes, poner vuestros principios a prueba; segundo, demostrar a los hermano

42
que no lleváis d...o ni m...s, puesto que de ser así, habría sido necesario reha-
cer vuestra iniciación desde el principio; y tercero, llegar a vuestro corazón
con el fin de que, si en el futuro os encontráis con un hermano en desespera-
ción y solicita vuestra ayuda, os acordéis del momento en que fuisteis recibi-
do en la masonería, pobre y sin dinero, y que, ahí, aprovechéis con alegría la
oportunidad de practicar esta virtud a la que profesáis admiración.
P.M.I. dispone las he...s sobre el tablero del V.M.
S.D. toma la m... d... del candidato y lo conduce a la i... del V.M. Le suelta
la mano.
V.M. —Ahora os presento las he...s del aprendiz francmasón. Son la r... de
24 pul..., el ma... de desbastar y el ci... —las apunta a medida que las va
nombrando. La r... de 24 pul... sirve para medir nuestra obra, el ma... de des-
bastar para eliminar todas las asperezas y los salientes superfluos, y el ci...
para allanar mejor y preparar la piedra dejándola en condiciones para entre-
garla en manos de obreros más expertos. Pero como no somos todos masones
operativos, sino más bien masones libres y aceptados, o especulativos, noso-
tros aplicamos estas h...s a nuestra moralidad. En este sentido, la r... de 24
pul... representa las veinticuatro horas del día de las que debemos dedicar
parte a rezar a Dios Todopoderoso, parte al trabajo y al descanso, y parte a
servir al amigo o hermano que esté necesitado, sin detrimento nuestro o de
nuestra familia. El ma... de desbastar representa la fuerza de la conciencia, la
que debe disipar todo pensamiento vano e indigno que se nos podría imponer
durante los tres periodos mencionados, a fin de que nuestras palabras y accio-
nes puedan ascender libres de mancha hasta el Trono de Gracia, El ci... nos
enseña las ventajas de la educación, por cuyo medio nos hacemos miembros
dignos de una asociación regularmente organizada.
Al haber satisfecho ciertos derechos para vuestra iniciación, es conveniente
que sepáis en virtud de que autoridad actuamos. Esta es la carta patente que
nos ha sido otorgada por la/el Gran ............................. —la enseña— la que
podréis examinar esta misma noche o en una próxima ocasión. Este es el tex-
to de nuestra Constitución y Reglamentos Generales, —entrega un ejemplar

43
al candidato— y este nuestro Reglamento Interno —entrega un ejemplar al
candidato. Os recomiendo estudiarlos seriamente, puesto que el uno os ense-
ñará vuestros deberes hacia la masonería en general y el otro vuestros deberes
hacia esta logia en particular.
Estáis libre ahora para salir y reponeros a vuestra conveniencia. A vuestro
regreso a la logia, llamaré vuestra atención con una exhortación que subraya-
ra las excelencias de nuestra institución y las cualidades de sus miembros.
S.D. toma la m... d... del candidato, gira en sentido contrario de las agujas
reloj para encararse con el O., y le conduce, sin escuadrar, al N. del pedes-
tal del P.V. Le hace girar en el sentido de las agujas del reloj para que se
encare con el E. y le suelta la mano.
S.D. al candidato, en voz alta. —Saludad al V. M. como masón. —en voz
baja, indica al candidato que haga el pa. a continuación el sn. de ap. y cor-
tarlo.
S.D. toma la m... d... del candidato, hace con él un giro en el sentido con-
trario de las agujas del reloj y le conduce a la puerta.
G.I se dirige a la puerta por delante del S.D., la abre, vuelve a cerrarla y
asegurarla después de que haya salido el candidato.
S.D. y el G.I vuelven a sus asientos.
Fuera de la logia, el candidato se viste y se pone la enseña de ap. Cuando
el candidato está ya preparado, el G.E. da los g...s de ap. en la puerta de la
logia.
G.I se levanta, hace el pa. y el sn. —H.S.V., llaman a la puerta de la logia.
—mantiene el sn.
S.V. sentado da
G.I corta el sn., se dirige a la puerta, la abre y mira fuera sin decir nada.
G.E. —El candidato que regresa.
G.I cierra y asegura la puerta sin contestar; vuelve a su sitio, hace el pa. y
a continuación el sn., que mantiene —V.M., el candidato que regresa.
V.M. —Admitidlo.
G.I. corta el sn., espera la llegada del S.D. y se dirige a la puerta.

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S.D. sigue al G.I.
G.I abre la puerta y da entrada al candidato.
S.D. recibe al candidato, le toma la m... d... y le conduce al N. del P.V.
Ambos se sitúan frente al E. y le suelta la mano. Una vez el candidato a car-
go del S.D., el G.I. cierra la puerta y la asegura, vuelve a su sitio y se sienta.
S.D. al candidato —Saludad al V.M. como masón. —Si es necesario, in-
dica al candidato que haga el pa., el sn. de ap., y lo corte. Se quedan ambos
de pie, manos sueltas, al N. del P.V.
EXHORTACIÓN
V.M. (o CAP) —Hermano [...], al haber sido ya iniciado, permitidme que
os felicite por vuestra admisión como miembro de nuestra antigua y honora-
ble institución. Es antigua, sin duda, por haber subsistido desde tiempos in-
memoriales. Es honorable, tenemos que reconocerlo, porque, por tendencia
natural, conduce a la honorabilidad a quienes obedecen sus preceptos. Real-
mente, ninguna institución puede preciarse de poseer una base más sólida que
la francmasonería en la práctica de todas las virtudes morales y sociales. Tan
alto es el crédito que se le da que, en todas las épocas, hasta monarcas han
promovido nuestro Arte y no consideraron indigno de su condición cambiar
el cetro por la llana. Han protegido nuestros misterios y frecuentado nuestras
asambleas.
Como francmasón, permitidme recomendar a vuestra más seria contempla-
ción el V.L.S., consideradlo como guía infalible de la verdad y de la justicia y
regulad vuestras acciones en función de los preceptos divinos que contiene.
En el podréis aprender cuáles son vuestros deberes para con Dios, para con
vuestro prójimo y hacia vos mismo. Para con Dios, no mencionar Su nombre,
sino con ese respeto y veneración que la criatura debe a su Creador, implo-
rando Su ayuda en todas vuestras empresas legitimas y dirigiéndoos a Él en
las circunstancias difíciles para que os conforte y ayude. Para con vuestro
prójimo, tratadle según la Escuadra, brindándole todo favor que la Justicia y
la Misericordia puedan requerir, aliviando sus necesidades, calmando sus
aflicciones y obrando con el cómo en casos similares desearíais que el obre
45
con vos. Hacia vos mismo, seguid una disciplina prudente y bien planteada,
capaz de conservar las cualidades de vuestro cuerpo y de vuestro espíritu en
pleno vigor, con el fin de poder utilizar estos talentos con que Dios os ha ben-
decido, tanto para Su gloria como para el provecho de vuestros semejantes.
Como ciudadano del mundo, os prescribo ser ejemplar en el cumplimiento
de vuestros deberes cívicos, sin nunca proponer ni aprobar cualquier acto que
pueda atentar a la paz y al buen orden de la sociedad. Sometiéndoos con la
debida obediencia a las leyes de cualquier estado en el cual provisionalmente
tengáis establecida vuestra residencia, o bien que os proporcione su protec-
ción, y por encima de todo, no olvidéis la lealtad debida al soberano de vues-
tro país natal, acordándoos siempre de que la naturaleza implantó en vuestro
corazón lazos sagrados e indisolubles con la tierra que os vio nacer y crio
vuestra infancia.
Como individuo os recomiendo la práctica de todas las virtudes, tanto do-
mesticas como públicas. Que la Prudencia os guie, que la Templanza os mo-
dere, que la Fuerza os sostenga y que la Justicia sea la guía de todas vuestras
acciones. Tened un especial cuidado para mantener en su mayor esplendor la
Benevolencia y la Caridad, estos adornos verdaderamente masónicos que he-
mos ilustrado ya ampliamente.
Además, como francmasón, hay otras excelencias de carácter a las que
vuestra atención debe ser peculiar y fuertemente dirigida. Entre las principa-
les están la Discreción, la Fidelidad, y la Obediencia. La Discreción consiste
en una inviolable adhesión a la obligación que acabáis de contraer de no re-
velar jamás indebidamente ninguno de esos secretos masónicos que han sido
confiados a vuestra custodia, o que lo serán en el futuro; igualmente, con pre-
caución, evitad toda ocasión que inadvertidamente pueda conduciros a ello.
Vuestra Fidelidad debe manifestarse por una obediencia estricta a las Consti-
tuciones de la Fraternidad y por vuestra adhesión a los Antiguos Limites de la
Orden, llamados Landmarks, sin jamás intentar arrebatar ni obtener indebida-
mente los secretos de un grado superior, así como por absteneros de reco-
mendar a alguien para que participe de nuestros secretos, sin tener razones

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fuertes para creer que, por poseer una fidelidad similar, finalmente hará ho-
nor a vuestra elección. Vuestra Obediencia debe comprobarse por la obser-
vancia estricta de nuestras Leyes y Reglamentos, con atención puntual a toda
señal y convocatoria, por una conducta modesta y correcta en logia, evitando
toda discusión política o religiosa, aceptando de buen grado toda votación o
resolución debidamente sancionada por una mayoría de hermanos y por una
perfecta sumisión al maestro y a sus vigilantes. Cuando están desempeñando
sus oficios respectivos.
Y, como ultima recomendación general, os exhorto a que os dediquéis a ac-
tividades que puedan hacer de vos un hombre respetable en la vida, útil a la
humanidad, y un ornamento para la asociación de la que sois miembro desde
este día. Estudiad especialmente las Artes y las Ciencias Liberales que son de
vuestra competencia y sin descuidar los deberes corrientes de vuestra posi-
ción social, procurad cada día progresar en el conocimiento masónico.
La muy loable atención que parecéis haber prestado a esta exhortación, me
hace tener la esperanza de que apreciareis debidamente el valor de la fran-
cmasonería y de que grabareis de forma indeleble en vuestro corazón los pre-
ceptos sagrados de la Verdad, el Honor, y la Virtud.
S.D. conduce al candidato a un asiento al lado del P. D. y vuelve a su
asiento.

EXPLICACIÓN DEL TABLERO TRAZADO


DE PRIMER GRADO

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Los usos y costumbres de los francmasones han tenido siempre gran afini-
dad con los usos de los antiguos egipcios. Sus filósofos no quisieron exponer
sus misterios ante los ojos del vulgo, disimularon sus sistemas de enseñanza
y educación bajo signos y figuras, jeroglíficos que se comunicaban solamente
a sus grandes sacerdotes o magos, quienes se comprometían con un juramen-
to solemne a mantenerlos secretos. El sistema pitagórico estaba fundado so-
bre principios semejantes, al igual que muchos otros de época más reciente.
No obstante, la francmasonería, no es solamente la más antigua, sino también
la más honorable institución que jamás haya existido, pues no hay ninguno de
los caracteres o emblemas que figuran aquí que no sirvan para inculcar los
principios de Piedad y de Virtud a los que la profesan sinceramente.
Permitidme ante todo atraer vuestra atención sobre la forma de la logia,
que es un paralelepípedo que se extiende del E. al O. y a lo ancho del N. al S.
Profundo desde la superficie de la tierra hasta su centro, y tan alto como los
cielos. Así está inscrita la logia masónica en todas las dimensiones del espa-
cio, para manifestar la universalidad de la ciencia y enseñar que la Caridad de
un masón no tiene otros límites que los de la Prudencia.
Nuestras logias están situadas en lugares sagrados, pues la primera logia
fue consagrada por las tres grandes ofrendas que encontraron divina acepta-
ción. La primera fue el sometimiento de Abraham a la voluntad de Dios, no
vacilando en ofrecer en holocausto a su propio hijo Isaac, hasta que le pareció
bien al Todopoderoso que una víctima más agradable ocupase su lugar. Se-
gundo, los numerosos y piadosos ruegos del rey David, que sosegaron la ira
de Dios y detuvieron la peste que destruía rabiosamente a su pueblo, a causa
de la falta que él había cometido enumerándolo. Tercero, las numerosas ac-
ciones de gracia, ofrendas, holocaustos y ricos presentes que Salomón rey de
Israel hizo, edificando, dedicando y consagrando el Templo de Jerusalén al
servicio de Dios. Por estas tres grandes ofrendas, las bases de la francmaso-
nería fueron, son y serán, así lo espero, para siempre sagradas.
Nuestras logias están debidamente orientadas de O. a P., porque así deben
estar todos los templos dedicados a la adoración divina; también las logias

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masónicas, regulares y debidamente formadas y constituidas, están, o debe-
rían estar, así orientadas. A ello damos tres razones masónicas: La primera es
que el Sol, la Gloria del Señor, sale en O. y se pone en P.; la segunda es que
la ciencia nació en el O. y desde allí difundió su influencia benéfica hacia el
P. y la tercera, ultima y gran razón, que sería demasiado largo detallar aquí,
será expuesta en ocasión de nuestras «lecturas» las cuales, espero, tendréis
numerosas oportunidades de escuchar.
Nuestras logias se sostienen por tres grandes pilares que se denominan Sa-
biduría, Fuerza y Belleza: la Sabiduría que guía, la Fuerza que sustenta, la
Belleza que adorna. La Sabiduría que nos conduce en todas nuestras empre-
sas, la Fuerza que nos sostiene en nuestras dificultades y la Belleza que ador-
na nuestra conciencia. El Universo es el Templo de Dios, a quien nosotros
servimos. La Sabiduría, la Fuerza y la Belleza, como pilares de Su Obra, sos-
tienen Su Trono, pues Su Sabiduría es infinita, Su Fuerza omnipotente y Su
Belleza resplandece en toda creación, en su simetría y orden. Expandió los
cielos hasta el infinito, como un vasto dosel, dispuso la Tierra como una tari-
ma, coronó Su Templo por las estrellas, cual diadema, y de Su Mano irradian
el Poder y la Gloria. El Sol y la Luna son mensajeros de Su Voluntad y toda
Su Ley es concordia. Los tres grandes pilares que sostienen nuestras logias
son emblemas de estos divinos atributos y, además, representan a S. R. de I.,
a H. R. de T. y a H. A: A S. R. de I. por la sabiduría que mostro construyen-
do, dedicando y consagrando el Templo de Jerusalén al servicio de Dios; a H.
R. de T. por la fuerza que desplego aportándole su colaboración con hombres
y materiales, y a H. A. por su arte, que permitió adornar y embellecer el Tem-
plo con su trabajo magistral. Pero como en Arquitectura no tenemos ordenes
conocidos con los nombres de Sabiduría, Fuerza y Belleza, se les da los nom-
bres más famosos que son el jónico, el dórico y el corintio.
Una logia de francmasones está cubierta por un dosel celeste de diferentes
colores como la bóveda del cielo. El medio por el cual esperamos alcanzarlo,
como masones, es una escalera, llamada en las Escrituras Sagradas «Escalera
de Jacob». Está compuesta de numerosos peldaños o grados, que representan

49
a numerosas virtudes morales, pero las tres principales son la Fe, la Esperan-
za y la Caridad. La Fe en el Gran Arquitecto del Universo; la Esperanza en la
salvación, y la Caridad con nuestros semejantes. Llega hasta los cielos y se
apoya sobre el V.L.S., pues las doctrinas contenidas en este libro santo nos
enseñan a creer en los sabios preceptos de la Divina Providencia. Esta creen-
cia fortifica nuestra Fe, y nos permite subir el primer peldaño. Esta Fe crea
naturalmente en nosotros la Esperanza de participar en las promesas divinas
contenidas en este libro sagrado. Esta Esperanza nos permite ascender al se-
gundo escalón, pero el tercero y último, que es la Caridad, encierra el conjun-
to, y el masón que posee esta virtud, en su sentido más amplio, podrá consi-
derar con razón haber llegado a la cumbre de su profesión. En un sentido fi-
gurativo, es una morada celestial velada a los ojos mortales por el firmamen-
to estrellado, emblemáticamente representado aquí por siete estrellas, alu-
diendo al número de masones regulares sin los cuales ninguna logia es per-
fecta, ni candidato alguno puede ser iniciado legalmente en la Orden.
El interior de una logia de francmasones contiene ornamentos, alhajas y jo-
yas. Los ornamentos de la logia son el pavimento mosaico, la estrella fla-
meante y el marco dentado. El pavimento mosaico es el bello enlosado de la
logia, la estrella flameante la gloria en el centro, y el marco dentado el faldón
que le rodea. El pavimento mosaico puede considerarse con razón el enlosado
maravilloso de una logia de francmasones, a causa de su diversidad y de su
regularidad, que hace resaltar la diversidad de los elementos, vivos o no, que
decoran y adornan la creación. La estrella flameante, Gloria en el centro, nos
recuerda al Sol que ilumina la Tierra y que, por su influencia benéfica, espar-
ce sus bendiciones sobre toda la humanidad en general. El marco dentado nos
hace pensar en los planetas que, en sus diversas revoluciones, hacen un fal-
dón maravilloso alrededor de la gran luminaria, el Sol, al igual que el marco
dentado lo hace alrededor de una logia de francmasones. Las alhajas de la lo-
gia son el V.L.S., el co. y la es. Las Escrituras Sagradas deben regular y go-
bernar nuestra fe, sobre ellas los candidatos a la francmasonería toman su ob.;
igualmente, el co. y la es., reunidos, han de regular nuestra vida y nuestros

50
actos. El V.L.S. es un don de Dios a la humanidad en general, el co. esta re-
servado al Gran Maestro y la e. pertenece a todos el gremio.
Las joyas de la logia son tres móviles y tres inmóviles: Las móviles son la
E..., el N... y la P... A los masones operativos la E... les sirve para comprobar
y ajustar los ángulos rectos de los edificios y ayudar a dar a la materia bruta
la forma debida; el N... sirve para establecer las superficies planas y para ve-
rificar las horizontales; la P... para levantar y comprobar los montantes al fi-
jarlos sobre sus bases. A los masones francos y aceptados, la E... nos ensena
la moralidad, el N... la igualdad y la P... la equidad y la rectitud en nuestra
vida y nuestros actos. Se llaman joyas móviles porque las llevan el maestro. y
sus vigilantes y son transmitidas a sus sucesores en la ceremonia de la insta-
lación. Se distingue al maestro por la E..., al primer vigilante por el N..., y al
segundo vigilante por la P... Las joyas inmóviles son el tablero trazado, la
piedra bruta y la piedra perfecta. El tablero trazado sirve al maestro para tra-
zar líneas y dibujos; la piedra bruta sirve al ap. para trabajar, tallar y mellar
en ella; y la piedra perfecta al comp. experimentado para probar y ajustar en
ella sus herramientas. Se les llama joyas inmóviles porque permanecen a la
vista e inamovibles en la logia, para que los hermanos extraigan de ellas en-
señanzas morales.
Así como el tablero trazado sirve al maestro para el trazo y dibujo, con el
fin de permitir a los hermanos que se instruyan en francmasonería, se puede
considerar con razón al V.L.S. como el tablero trazado espiritual del Gran
Arquitecto del Universo, sobre el que ha trazado Sus leyes divinas y Sus en-
señanzas morales. Si las asimilamos y aplicamos, nos llevaran hasta la Mora-
da Celestial que no ha sido edificada con manos humanas y es eterna en los
Cielos. La piedra bruta es un carretal tosco y rugoso tal cual sale de la cantera
pero, gracias a la habilidad e ingeniosidad del artesano, es desbastada y talla-
da en la forma deseada y por lo tanto, apta para ocupar su lugar en el edificio
que se intenta construir. Ella simboliza al hombre en su estado infantil primi-
genio, primitivo y elemental como esta piedra. Gracias a los cuidados afec-
tuosos de sus padres o de sus vigilantes, dándole una educación liberal y vir-

51
tuosa, su mente es cultivada, llegando de esta manera a ser un digno miembro
de la sociedad civilizada. La piedra perfecta es un carretal cúbico de forma
regular. Esta piedra puede ser probada por la es. y el co. Simboliza al hombre
en la declinación de los años después de una vida recta y bien empleada en
obras de piedad y virtud que pueden ser comprobadas y aprobadas solo por la
Es. del Verbo de Dios y del Co. de su propia conciencia.
En todas las logias regulares, debidamente formadas y constituidas, hay un
punto en el interior de un círculo alrededor del cual los hermanos no pueden
errar; este círculo está limitado entre el Norte y el Sur por dos grandes líneas
paralelas, de las que una simboliza a Moisés y la otra al rey Salomón; en la
parte superior de este círculo se apoya el V.L.S. sosteniendo la Escalera de
Jacob, cuyo extremo superior llega hasta los Cielos; al conocer bien este libro
sagrado y si aplicamos las doctrinas que sostiene, igual que estas paralelas,
este nos conducirá hasta aquel, que no nos engañará, pero que tampoco con-
sentirá que le decepcionemos. Girando alrededor de este círculo, debemos ne-
cesariamente tocar ambas líneas así como el V.L.S. y, cuando un masón se
mantiene dentro de estos límites, no puede errar.
La palabra «lewis» (o tenazas para levantar piedras) significa fuerza y está
aquí simbolizada por unas piezas de metal agarradas a una piedra, formando
una grapa. Combinada con otros ingenios mecánicos, tales como un sistema
de poleas, permite al masón operativo levantar, con poco esfuerzo, pesadas
cargas a la altura conveniente para asentarlas sobre sus bases. «Lewis» signi-
fica también hijo de un masón; su deber con sus padres es el de soportar el
peso de las dificultades cotidianas en razón de su edad, ayudarles en los mo-
mentos de necesidad y hacer placentero y cómodo el resto de sus días; ac-
tuando así tendrá el privilegio de ser recibido masón antes que cualquier otra
persona, sean cuales fueran sus méritos.
En los cuatro ángulos de la logia cuelgan cuatro borlas que deben recorda-
mos las cuatro virtudes cardinales: Templanza, Valor, Prudencia y Justicia.
La tradición nos enseña que ellas fueron en todo tiempo practicadas por la
gran mayoría de nuestros antiguos hermanos Los rasgos característicos que

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distinguen a un buen francmasón son la Virtud, el Honor y la Piedad. Puedan
estas virtudes reposar para siempre en el corazón del francmasón.

SEGUNDO GRADO
CEREMONIA DE PASE

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TERCER GRADO
CEREMONIA DE ELEVACIÓN

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