El deseo de venganza de
José María Arguedas en
Warma Kuyay
CONTEXTUALIZACIÓN
José María Arguedas fue un escritor, poeta traductor antropólogo y etnólogo
peruano. nació en Andahuaylas, 18 de enero de 1911- lima, 32 de diciembre de
1969. Considerado como uno de los 3 grandes representantes de la narrativa
indígena en el Perú. Se caracterizó en plantear en sus obras un país dividido
en dos culturas (La indígena de origen quechua y occidental, traída por los
españoles). Además, su contribución a la revaloración del arte indígena refleja
especial mente en el huayno y la danza y la tradición andina.
Arguedas fue un ilustre autónomo de la representación literaria que influyo en
sus obras.
En lfi 14, tras la muere su madre, se quedó al cuidado de su abuela paterna. Su
hermano mayor, Arístides Arguedas, acompaño a su padre en sus frecuentes
viajes laborales por el interior del país, en tanto que Pedro, el menor de los tres
hermanos, fue adoptado por su tía Amalia Arguedas (media hermana de su
padre) y su esposo Manuel María Guijón, quien le dio su apellido.
Su padre conoce a una mujer, llamada Grimanesa Arangoitia Iturbi, quien era
viuda y tenía 3 hijos llamados Rosa, Pablo, Ercilia. Era dueña de una terra
teniente. Su padre se llega a casar con ella.
Su convivencia con su madrastra no era tan buena ya que lo maltrataba
psicológico físico, mientras su padre viajaba, y cuando su padre llegaba, lo
trataba bien como su hijo. Esta situación le causo una con función de identidad,
porque no sabía, si pertenecía a una clase social occidental o rural. En los
tiempos actuales vemos casos similares que nos hacen ver la realidad, pero
otros casos son peores, por ejemplo: la explotación del trabajo infantil.
Argumentación:
En el siguiente ensayo doy a conocer el deseo de venganza de José María
Arguedas en Warma Kuyay, ya que a lo largo de sus obras demuestra sus
sentimientos.
Warma Kuyay es un cuento del escritor peruano José María Arguedas
publicado en 1933 en la revista Signo de Lima, aunque apareció titulado como
«Wambra Kuyay», esta habla de Ernesto es un niño que vive en una hacienda
llamada Viseca que es propiedad de su tío y de un señor llamado Froylán. El pasa
casi todo su tiempo con los indios de la hacienda.
A su corta edad siente haberse enamorado de una india llamada Justina que es
mucho mayor que él, pero para Ernesto eso no significa un impedimento, ya que él
adora a la india.
Justinacha tiene un enamorado que se llama el Kutu, "cara de sapo”. Le reclama a
Justina por qué quiere al Kutu y no a él. Un día don Froylán viola a Justina. El Kutu
está de rabia y no sabe qué hacer.
Se encuentra con Ernesto y le cuenta lo que ha pasado con Justina. Ernesto anida
en su corazón odio hacia don Froylán y deciden con el Kutu vengarse.
El Kutu lo conduce hacia el corral en donde se encuentran los becerritos del
patrón, el Kutu va escogiendo uno a uno y los va flagelando hasta cansarse
mientras Ernesto observaba y en algún momento llegó a sentir satisfacción.
Pero al día siguiente Ernesto acusó al Kutu de asesino de animales y le increpó
que no supo defender a la Justina y que no debía estar en Viseca porque ya nadie
lo quería.
El Kutu se marchó a otra hacienda y Ernesto se quedó al lado de la Justina que a
pesar que él nunca iba estar con ella se consolaba con la idea de que estaría bajo
el mismo cielo que su adorada india.
Volviendo con el tema dentro de estos párrafos de Warma Kuyay, pude darme
cuenta de sobre su deseo de venganza.
¿Y por qué no matas a don Froylán? Mátale con tu honda, Kutu, desde el
frente del río, como si fuera puma ladrón. —¡Sus hijitos, niño! ¡Son nueve!
Pero cuando seas “abugau” ya estarán grandes. —¡Mentira, Kutu,
mentira! ¡Tienes miedo, como mujer! —No sabes nada, niño. ¿Acaso no
he visto? Tienes pena de los becerritos, pero a los hombres no los
quieres. —¡Don Froylán! ¡Es malo! Los que tienen haciendas son malos;
hacen llorar a los indios como tú; se llevan las vaquitas de los otros, o las
matan de hambre en su corral. ¡Kutu, don Froylán es peor que toro bravo!
Mátale no más, Kutucha, aunque sea con galga, en el barranco de
Capitana. —¡”Endio” no puede, niño! ¡”Endio” no puede!
Analizando este párrafo podemos ver que como Arguedas demuestra las ganas
de vengarse, ya que vivo múltiples episodios depresivos, caracterizadas
principalmente por decaimiento, cansancio, falta de concentración, insomnio y
ansiedad.
—¡Kutu! Mejor la mataremos los dos a ella ¿quieres?
El indio se asustó. Me agarró la frente: estaba húmeda de sudor.
—¡Verdad! Así quieren los mistis.
—¡Llévame donde Justina, Kutu! Eres mujer, no sirves para ella. ¡Déjala!
—Como no, niño, para ti voy a dejar, para ti solito. Mira, en Waylara se
está apagando la luna.
Los cerros ennegrecieron rápidamente, las estrellitas saltaron de todas
partes del cielo; el viento silbaba
en la oscuridad, golpeándose sobre los duraznales y eucaliptos de la
huerta; más abajo, en el fondo de
la quebrada, el río grande cantaba con su voz áspera.
Despreciaba al Kutu; sus ojos amarillos, chiquitos, cobardes, me hacían
temblar de rabia.
—¡indio, muérete mejor, o lárgate a Nazca! ¡Allí te acabará la terciana, te
enterrarán como a perro! —le decía.
En este párrafo podemos ver como Arguedas demuestra sus ganas de
venganza por medio de Ernesto, ahí vemos que al final Ernesto decide matar a
Justina por venganza ya que no le hizo caso y piensa que es ella quien va
donde el patrón.
BIBLIOGRAFÍA
file:///C:/Users/LUIS/Downloads/sentimiento-de-arguedas-hacia-sus-obras.pdf
https://pesquisa.bvsalud.org/portal/resource/pt/lil-357162 1