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Sarcófago de Junio Basso: Arte Paleocristiano

El sarcófago de Junio Basso, realizado en el siglo IV d.C., presenta en tres de sus caras relieves que representan escenas bíblicas y mitológicas. Está elaborado en mármol de alta calidad y muestra una mezcla de estilos clásicos e innovaciones cristianas, siendo considerada una de las mejores obras del arte paleocristiano.

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Sarcófago de Junio Basso: Arte Paleocristiano

El sarcófago de Junio Basso, realizado en el siglo IV d.C., presenta en tres de sus caras relieves que representan escenas bíblicas y mitológicas. Está elaborado en mármol de alta calidad y muestra una mezcla de estilos clásicos e innovaciones cristianas, siendo considerada una de las mejores obras del arte paleocristiano.

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EL SARCÓFAGO DE JUNIO BASSO

Diego Cobo, Historia de los Estilos Artísticos, 1º de Historia


Cara frontal y principal

Cara izquierda Cara derecha


1. Presentación
Cuando el prefecto romano Junio Basso pereció tras convertirse al cristianismo en
359 d.C. fue enterrado en un sarcófago ricamente decorado en tres caras con
relieves figurativos. Los relieves representan escenas bíblicas y mitológicas con
varios personajes distintos. Realizado a mediados del Siglo IV, se ha conservado
durante siglos bajo lo que hoy es la Basílica de San Pedro de Roma. Actualmente, se
guarda en el Museo del Tesoro de la susodicha basílica. Esta obra escultórica es
considerada la mejor del estilo paleocristiano dadas su calidad y excelente
conservación.

2. Contexto
La producción escultórica de los primitivos cristianos está centrada en los
sarcófagos de los cristianos acomodados. Artísticamente está inspirada en los
sarcófagos romanos y las técnicas estilísticas clásicas (Ej: uso de la imago clipeata),
pero incorpora novedades de la cultura cristiana (Ej: ya no se incineran los
cadáveres sino que se conservan para la “otra vida”).
Si bien los primeros cristianos rechazaban las representaciones divinas plásticas,
esa convicción varió cuando lograron ir convirtiendo a los itálicos, tan
acostumbrados a la riqueza figurativa desde la tradición helénica.

La producción escultórica paleocristiano es casi nula durante los siglos de


persecuciones, pero a partir del Edicto de Milán (313) empieza un periodo de
tolerancia y expansión del cristianismo, acabando como la religión oficial del
imperio en 380. Estos años coinciden con el auge de la escultura paleocristiana,
sobre todo entre 340 y 370; es precisamente entonces que se elabora el Sarcófago
de Junio Basso.
La creación artística cristiana en este momento sigue los principios del Concilio de
Elvira (303-306), si bien éstos no son demasiado estrictos.

Como indica la inscripción de la obra, Junio Basso (317-359 d.C.) fue un patricio
romano que ejerció como senador y prefecto de la ciudad. Vivió durante los
reinados de Constantino el Grande y sus hijos. En su lecho de muerte se convirtió al
cristianismo. Como pertenecía a una familia muy acaudalada, se encargó la
construcción de su magnífico sarcófago para que fuera su sepultura.

3. Descripción de la obra
El sarcófago presenta dos franjas horizontales superpuestas. En ellas están
representadas varias escenas bíblicas y algunas mitológicas. Sobre el frontal hay
grabada una inscripción en latín en que se aportan los ya mencionados datos
biográficos de Junio Basso.

En la cara principal, cada escena está separada de las otras por pequeñas
columnas. Esto es una novedad en el ámbito del relieve pues por vez primera se
rompe su continuidad espacial, a favor de aislar los episodios singulares mediante
particiones arquitectónicas. Igualmente, se rompe la continuidad cronológica ya
que los episodios narrados están desordenados según el momento en que ocurren
y su orden de aparición.
De las diez narraciones bíblicas hay cuatro que pertenecen al Antiguo Testamento.
En la franja superior de la cara frontal, de izquierda a derecha, aparecen: el
Sacrificio de Isaac, la captura de San Pedro, Cristo Cosmócrator entregando las
Leyes a San Pedro y San Pablo, el prendimiento de Jesús y Pilatos lavándose las
manos.
En la franja inferior están representados: Job (junto a las dos figuras a las que se
asocia su iconografía), Adán y Eva, la entrada de Jesús en Jerusalén, San Pablo
apresado y Daniel echado a los leones.

En la cara izquierda aparecen amorcillos recogiendo uva (vendimiadores) en las


dos franjas. En la otra cara hay igualmente amorcillos vendimiando en la franja de
abajo, y en la superior llevan unos utensilios que parecen arcos y flechas. Estos
‘putti vendemmianti’, además de simbolizar el panteón mitológico clásico,
patrocinan la Salvación del alma en Cristo, clara y presente en la cara delantera.

Temáticamente por tanto conviven la antigua mitología romana con la nueva


doctrina cristiana (Símbolo de la equivalente transición social que ocurría al
mismo tiempo en el Imperio Romano).

4. Materiales
El sarcófago está íntegramente elaborado con muy cualitativo mármol de Carrara;
notablemente resistente, es considerado estéticamente bello en el mundo romano.
Dado su alto coste, es indicativo de la riqueza monetaria y status social de Junio
Basso.

5. Técnica
Para producir esta obra maestra se emplea el esculpido sobre mármol, seguido por
un cuidadoso pulimentado, especialmente visible en las figuras humanas del lado
principal.

6. Composición y estilo
La mayor parte de los elementos tallados son altorrelieves, acompañados de
algunos mediorrelieves (Ej: los amorcillos y los guardias que detienen a Pablo).
Su textura es ricamente lisa gracias al pulimentado, si bien en algunos lugares (Ej:
las columnas) haya sufrido deterioro debido al paso del tiempo.

Habiendo relieves en diferentes caras del sarcófago se requieren múltiples puntos


de vista para contemplarlo.
En las interacciones entre los personajes representados se aprecia un fuerte
dinamismo y una amplia variedad de movimientos, desde Pilatos lavándose al baile
de los amorcillos mientras vendimian.

El sarcófago nunca se adornó con colores, por lo que carece de policromía.


Siguiendo la tradición clásica grecorromana, los personajes tienen un físico
idealista y rostros expresivos con diversas emociones (Ej: alegría en Jesús
entrando en Jerusalén y sufrimiento en Job); sin embargo, incluso en escenas
trágicas como los prendimientos, las caras muestran una digna serenidad. Algunos
escasos están desnudos (Ej: Adán y Eva) y los demás visten togas al estilo romano
con numerosos pliegues. A pesar de su pequeño tamaño conservan la
proporcionalidad clásica y emplean el canon de las siete cabezas de Policleto.
Por otra parte, la decoración de las columnas, pórticos y viñedos también busca la
belleza naturalista y proporcionada.

Atestiguando que pertenece a un momento de transición entre el fin de la religión


politeísta romana y los comienzos del cristianismo, el sarcófago contiene una
mezcla de estilos: formato clásico y contenido cristiano.

7. Curiosidad
Una última novedad presente en el sarcófago de Junio Basso es la aparición de
escenas de la Pasión de Cristo (Jesús prendido y Pilatos lavándose las manos) y las
persecuciones (San Pedro y San Pablo siendo detenidos); durante los primeros
siglos, dichos temas eran expresamente evitados dadas su triste connotación y
cercanía en el tiempo. Pero a partir de este momento, se vuelven temas centrales
en el arte cristiano.

8. Bibliografía
-Benemia, A. G. (2016), “L’Arte Paleocristiana dalla natura al simbolo”, Documento de
Kindle

-Leal Lobón, M. (2011), “El primer arte cristiano. El sarcófago de Junio Basso”,
Isidorianum, vol. 59, pp. 521-554, Sevilla: Centro de Estudios Teológicos.
Recuperado de: http://www.sscc.es/pdf/articulo_isidorianum.pdf

-“LOS SARCÓFAGOS PALEOCRISTIANOS. El sarcófago de Junio Basso, año 359.


Características del relieve paleocristiano.”, (2014), Algargos. Recuperado de:
http://algargosarte.blogspot.com/2014/09/los-sarcofagos-paleocristianos-el.html

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