EL RADAR
ÍNDICE
1. Introducción...........................................................................................................pág. 3
2. Sistemas de Radar..................................................................................................pág. 3
2.1. Principios de radar ....................................................................................pág. 3
2.2. El radar: de dónde viene y hacia dónde va................................................pág. 3
2.3 ¿Qué información puede ofrecer el radar sobre nuestro entorno? .............pág. 5
2.4. ¿Qué vamos a hacer con todos esos datos y cómo afectaran al…? ..........pág. 6
3. Procesamiento de imágenes de radar.....................................................................pág. 6
4. Sistemas y aplicaciones .........................................................................................pág. 8
5. Tipos de radares.....................................................................................................pág. 9
5.1. RAR ..........................................................................................................pág. 9
5.2. SAR .........................................................................................................pág. 10
Anexo 1:el radar meteorológico ..............................................................................pág. 11
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1. Introducción
El Radar es un sistema electrónico que permite detectar objetos y determinar la distancia
a que se encuentran proyectando sobre ellos ondas de radio que son reflejadas por el
objeto y que al ser recibidas de nuevo por la antena del radar permiten calcular la
distancia a la que se encuentra el objeto, en función del tiempo que tardó en ir y volver
la señal de radio
De todos es conocida la utilización del radar en el control del tráfico aéreo y en el
control policial de la velocidad en el tráfico rodado. Además, estos están siendo
utilizados en sistemas especiales que permiten formar, mediante un elaborado procesado
de la señal radar, imágenes de la superficie planetaria con resoluciones del orden de
algunos metros. Las aplicaciones potenciales de estos sistemas son innumerables:
cartografía de zonas de alta nubosidad (inaccesibles mediante sensores ópticos),
obtención de modelos topográficos a escala mundial de alta precisión, exploración de
otros planetas o satélites con atmósfera, determinación de recursos hídricos, vegetación,
clasificación de cultivos, etc.
El trabajo presentado a continuación presenta una visión detallada de lo que es "Un
Sistema de Radar", el principio de funcionamiento de estos, los tipos existentes , entre
otros tópicos que nos permitirán adentrarnos en tan importante campo de investigación .
2. Sistemas de Radar
Principios de Radar
El Radar es un sistema electrónico que permite detectar objetos y determinar la distancia
a que se encuentran proyectando sobre ellos ondas de radio que son reflejadas por el
objeto y que al ser recibidas de nuevo por la antena del radar permiten calcular la
distancia a la que se encuentra el objeto, en función del tiempo que tardó en ir y volver
la señal de radio.
La palabra radar corresponde a las iniciales de "radio detection and ranging", y fue
utilizado por las fuerzas aliadas durante la IIª Guerra Mundial para designar diversos
equipos de detección y para fijar posiciones. No sólo indicaban la presencia y distancia
de un objeto remoto, denominado objetivo, sino que fijaban su posición en el espacio, su
tamaño y su forma, así como su velocidad y la dirección de desplazamiento.
Aunque en sus orígenes fue un instrumento bélico, hoy se utiliza ampliamente para fines
pacíficos, como la navegación, el control del tráfico aéreo, la detección de fenómenos
meteorológicos y el seguimiento de aeronaves.
El Radar: de dónde viene y hacia dónde va
De todos es conocida la utilización del radar en el control del tráfico aéreo y el temido
control policial de la velocidad en el tráfico rodado. Pero ¿cuándo se inventó el radar,
cómo ha evolucionado hasta nuestros días y qué otras aplicaciones tiene?
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Aunque no puede hablarse de una fecha precisa, los orígenes del Radar se sitúan a
mediados de la década de los 30 . Estamos pues ante una disciplina con casi 60 años de
vida, aunque existen algunos precursores anteriores. El propio Hertz en sus
experimentos (1888) ya constató la perturbación que objetos de diversa naturaleza
causaban en las ondas de radio. En 1904, el alemán C. Hülsmayer patentó un sistema
destinado a la detección radioeléctrica de barcos . No obstante, en aquella época el
interés político e industrial en estos sistemas es escaso y no se va más allá de algunas
experiencias aisladas.
La tensión internacional existente en los albores de la segunda guerra mundial, hizo que
las administraciones de todos los países con tecnología propia en radio impulsaran el
desarrollo de los primeros radares. Estos sistemas radiaban señales de onda continua o
pulsadas en HF,VHF,UHF siendo capaces algunos de ellos de detectar y situar aviones a
distancias del orden del centenar de kilómetros.
A principios de los 40, dos investigadores ingleses de la Univ. de Birmingham inventan
el magnetron de cavidad, capaz de generar potencias de kilowatios a frecuencias de
microondas.
La posibilidad de lograr directividades elevadas con antenas pequeñas impulsó
fuertemente el desarrollo tecnológico en esta banda hasta el punto de que gran parte de
los dispositivos pasivos de potencia de microondas tal como los conocemos en nuestros
días se desarrollaron en esta década. El entonces código secreto de denominación de las
bandas de microondas: L (1-2 GHz),S (2-4 GHz),C (4-8 GHz),X (8-12.5 GHz),etc. se ha
consolidado como el estandard actual.
En esta época el radar fue aplicado fundamentalmente a intereses militares: vigilancia y
localización aérea y marítima, control de tiro, etc., siendo aplicado también como ayuda
a la navegación al creciente tráfico aéreo civil.
En los años 50 se profundizó en las bases teóricas del radar, consiguiéndose determinar
los límites alcanzables en la detectabilidad, determinación de posición, velocidad, etc.
Algunos conceptos fundamentales como el filtro adaptado, compresión de pulsos, teoría
de la detección, etc. se desarrollan por radaristas de esta época, aplicándose
posteriormente a los sistemas de telecomunicación. La disponibilidad de los klystron,
válvulas de potencia capaces de amplificar linealmente en el margen de microondas
permitió la utilización de señales elaboradas de larga duración y gran energía,
obteniéndose resoluciones de distancia comparables a impulsos mucho más cortos.
En esta década empiezan a consolidarse algunas aplicaciones civiles del radar como
ayuda a la navegación aérea y marítima, radares meteorológicos proporcionando
información en tiempo real sobre precipitaciones, vientos, etc. y los radares de apertura
sintética (SAR) ideados para formar imágenes de alta resolución de la superficie terrestre.
A partir de los años sesenta hasta la actualidad, el radar ha impulsado y se ha
beneficiado del gran progreso tecnológico en materia de estado sólido, circuitos y
procesadores digitales, amplificadores de potencia y bajo ruido, agrupaciones de antenas
de fase controlada, etc. Estos avances han permitido construir sistemas altamente
complejos como los radares tridimensionales capaces de situar y seguir centenares de
blancos en distancia, acimut y elevación, o los radares transhorizonte que al trabajar en
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HF poseen alcances del orden de 2000 km. También se han desarrollado nuevos sistemas
concebidos para el sondeo geológico subterráneo o radares laser (lidares) para la medida
de aerosoles y contaminantes en la atmósfera.
Indudablemente los intereses de defensa han seguido iniciando y financiando el
desarrollo del radar, los avances e innovaciones se han transferido en pocos años a los
ámbitos civil y comercial del radar y las telecomunicaciones. Sin embargo, esta situación
ha empezado a cambiar recientemente al dedicarse un creciente esfuerzo científico y
dotación de recursos directamente a programas de observación de la Tierra con técnicas
de teledetección. La monitorización de parámetros geofísicos en un momento de
creciente preocupación por la estabilidad climática y biológica de nuestro planeta, está
impulsando el desarrollo de nuevos sensores radar aerotransportados o embarcados en
satélites.
Aunque los sensores tradicionales utilizados en teledetección son ópticos (Meteosat,
Landsat, Spot, etc.), puede afirmarse que el radar se ha convertido en el centro de
atención: en los últimos dos años más de la mitad de los trabajos publicados en una de
las revistas de teledetección más prestigiosas se centran en el estudio de las aplicaciones
del radar.
¿Qué Información puede Ofrecer el Radar sobre Nuestro Entorno?
Al margen de algunas aplicaciones ya consolidadas como la meteorología radar, sondeo
ionosférico y del subsuelo, etc., los trabajos de I+D actuales se centran en tres tipos de
sensores embarcados en satélite: altímetros, radares de apertura sintética (SAR) y
dispersómetros
Los Altímetros permiten determinar con una precisión del orden del centímetro la
superficie promedio de mares y océanos (geoide), de la que puede obtenerse por ejemplo
la topografía submarina a escala mundial.
Los Radares de Apertura Sintética permiten formar, mediante un elaborado procesado de
la señal radar, imágenes de la superficie planetaria con resoluciones del orden de algunos
metros. Las aplicaciones potenciales de estos sistemas son innumerables: cartografía de
zonas de alta nubosidad (inaccesibles mediante sensores ópticos), obtención de modelos
topográficos a escala mundial de alta precisión, exploración de otros planetas o satélites
con atmósfera, determinación de recursos hídricos, vegetación, clasificación de cultivos,
etc.
Los Dispersómetros permiten obtener información sobre la naturaleza de las superficies
observadas o del viento sobre el mar a partir de la medida precisa de la reflectividad
radar.
En 1978 la NASA lanzó el Seasat, un satélite destinado fundamentalmente a la
observación del mar dotado de los tres sensores radar citados. La vida del satélite quedó
reducida a tres meses debido a una avería en su sistema energético, sin embargo el
enorme volumen de datos suministrado (aún hoy en día no ha concluido su análisis)
permitió evaluar las aplicaciones previstas e idear otras nuevas.
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En estos últimos años todas las administraciones espaciales están dedicando inversiones
considerables al desarrollo de sensores radar:los EEUU han utilizado su lanzadera para
realizar varias campañas de medidas SAR: SIR A, SIR B y la próxima SIR C. La misión
SAR del Magallanes (Magellan) a Venus ha cartografiado con éxito la totalidad del
planeta. En paralelo están desarrollando una gran plataforma espacial (El Earth
Observation Sytem) dotada de sensores de variada naturaleza entre ellos el radar.
La Agencia Espacial Europea (ESA) está explotando desde 1991 el Satélite ERS-1
dotado como el Seasat de los tres tipos de sensores, y se dispone a lanzar próximamente
una versión mejorada: el ERS-2, a la vez que ya está diseñando nuevos sistemas de
concepción más avanzada.
Japón puso en órbita en JERS-1 en 1992 un satélite SAR dedicado fundamentalmente a
aplicaciones geológicas. Hacia finales de 1994 Canadá pondrá en órbita su satélite
RADARSAT con un SAR especializado en monitorización de hielos y zonas forestales.
Rusia posee también dos satélites SAR Almaz I y II, y curiosamente está
comercializando los datos obtenidos a través de una agencia en EEUU.
¿Qué vamos hacer con todos estos datos y como van a afectar la
vida del ciudadano de a pie?
En primer lugar la explotación comercial de estos sistemas aún en fase de investigación
es aún limitada. Se espera una utilización progresiva de estas técnicas en los próximos
años por parte de las administraciones medioambientales, de planificación de recursos,
territorio, etc. que a su vez tomarán decisiones políticas que nos afectarán a todos. En el
ámbito de la ciencia y la ingeniería el desarrollo de estas técnicas se traduce en
oportunidades de trabajo en la industria de alta tecnología y espacial y también en el
sector de servicios añadidos derivados de los datos.
3. Procesamiento de Imágenes de Radar
El término Radar ("Radio Detection And Ranging") ha sido utilizado de forma genérica
para clasificar los sistemas que operan en la región de frecuencias del microondas. Estos
sistemas fueron utilizados inicialmente con fines militares durante la Segunda Guerra
Mundial y posteriormente con fines civiles a partir de la década del 70.
La creciente utilización del uso de imágenes de la región de microondas se debe a las
características propias del sistema de captación de estas imágenes, ya que la región
espectral de operación permite una alta transmisión de las ondas electromagnéticas en la
atmósfera independiente de la iluminación solar, e inclusive durante precipitaciones o
condiciones de nubosidad, pudiendo generar imágenes bajo las condiciones más
adversas.
La transmisión de las ondas electromagnéticas por un medio es directamente
proporcional a la longitud de onda, de esta forma cuanto menor es la frecuencia del radar
mayor será su penetración. Esta facilidad permite la obtención de imágenes donde los
sistemas que operan en la región del visible y del infrarrojo se muestran ineficientes,
principalmente en situaciones de extensa cobertura de nubes como es la región
amazónica.
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La figura a seguir presenta la curva del porcentual de transmisión de las ondas por
longitud de onda, que abarca la región del visible, infrarrojo y microondas.
La extensión de la penetración depende de la humedad, de la densidad de la vegetación,
bien como de la longitud de onda. De esta manera, longitudes de onda menores
interactúan con los estratos superficiales de la vegetación y las longitudes de onda más
largas con los estratos inferiores de la vegetación, pudiendo en algunos casos hasta
interactuar con el suelo o inclusive con el subsuelo.
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Penetración de las señales de Radar en vegetación.
Mientras que en la porción del espectro óptico la interacción ocurre a nivel de resonancia
molecular en la superficie de contacto, en microondas la respuesta está condicionada por
la geometría y la profundidad de las grandezas dieléctricas de la superficie.
La combinación de imágenes de microondas y del espectro óptico permite comprender
mejor los diferentes albos ya que se pueden inferir las diferentes propiedades de los
mismos.
Los sistemas de radar pueden ser agrupados en imageadores (o generadores de imágenes)
y los no imageadores (Ulaby et al., 1981a). Los imageadores comprenden los sistemas
de antena rotatoria, los radares de vista lateral de abertura real (SLAR) y los radares de
vista lateral de abertura sintética (SAR). Entre los no imageadores se destacan los
escaterómetros, los espectrómetros y los altímetros.
4. Sistemas y Aplicaciones
Los SLAR-RAR (Radares de Vista Lateral de Abertura Real) fueron los primeros
sistemas imageadores por microondas, los cuales fueron utilizados durante la II Guerra
Mundial como auxiliares a bombardeos nocturnos.
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El SLAR posee una antena que ilumina lateralmente los albos con un haz que es amplio
verticalmente y estrecho horizontalmente. El barrido para la obtención de la imagen es
producido por el propio movimiento de la aeronave durante el paso sobre el área a ser
recubierta. Este radar presenta el inconveniente de que su resolución azimutal es
directamente proporcional a la distancia entre la antena y el albo imageado, e
inversamente proporcional a la longitud de onda de la antena utilizada para el
imageamiento. De esta forma, para obtener una mejor resolución azimutal es preciso
disminuir la distancia entre el radar y el albo o aumentar la longitud de la antena.
Con el desarrollo del Radar de Abertura Sintética (SAR) en la década del 50, fue
solucionado el problema descrito antes, ya que la resolución azimutal de este nuevo
sistema no depende de la distancia entre el radar y el albo. La utilización para uso civil
de estos radares, se inició en la década del 70, cuando fueron realizados algunos
programas utilizando imágenes de radar a bordo de aeronaves.
La utilización de radar a nivel orbital se inició con el lanzamiento del SEASAT en 1978
y con base en sus datos, la NASA comenzó el Programa SIR ("Shuttle Imaging Radar"),
que consistió en una serie de vuelos de corta duración.
Dentro de este programa fueron lanzados el SIR-A, el SIR-B en 1981 y 1984
respectivamente y el SIR-C en 1994. Las misiones con una duración mayor, se iniciaron
con el lanzamiento del ALMAZ-1 en 1981, ALMAZ-2 en 1991, ERS-1 en 1991 y JERS-
1 en 1992, ERS-2 en 1995 y el RADARSAT en 1995.
5. Tipos de radares
Los radares primeramente pueden dividirse en dos grandes grupos, radares activos y
radares pasivos.
Los radares activos emiten pequeños pulsos de microondas en la dirección de interés y
reciben y almacenan la energía dispersada por los objetos dentro de un campo de un
captura de la imagen.
Los radares pasivos reciben niveles de radiación de microondas emitidas por los objetos
en su ambiente natural.
De acuerdo con el tamaño de la antena, los radares también pueden dividirse en dos
grandes grupos:
Real Aperture Radar (RAR)
Synthetic Aperture Radar (SAR)
RAR
Los RAR son equipos donde el tamaño de la antena es controlado por la longitud física
de la antena. También son conocidos como radares no coherentes.
La ventaja de los equipos RAR esta en su diseño simple y en el procesamiento de los
datos. Sin embargo su resolución es pobre para el rango cercano, misiones de baja
altitud y longitudes de onda baja. El uso de estos datos estaría limitado para longitudes
de onda mas corta y sería difícil aplicarlos a estudios atmosféricos o de dispersión,
debido a que las misiones vuelan a baja altitud y su cobertura es pequeña.
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La resolución de la imagen es limitada por la longitud de la antena. La antena necesita
tener varias veces el tamaño de la longitud de onda para reducir el ancho de banda de la
señal emitida. Sin embargo es impráctico diseñar una antena suficientemente grande
como para producir datos de alta resolución.
SAR
Los SAR (Synthetic Aperture Radar) son sistemas de radares coherentes que generan
imágenes de alta resolución. Una apertura sintética o antena virtual, consiste en un
extenso arreglo de sucesivas y coherentes señales de radar que son transmitidas y
recibidas por una pequeña antena que se mueve a lo largo de un determinado recorrido
de vuelo u órbita. El procesamiento de la señal usa las magnitudes y fases de la señal
recibida sobre sucesivos pulsos para crear una imagen.
Los puntos en los cuales sucesivos pulsos son transmitidos son considerados como
largos arreglos sintéticos usados para generar la imagen SAR. Se envían pulsos de señal
a los mismos puntos de la superficie terrestre en dos o más momentos distintos de la
trayectoria del radar y la resolución que se obtiene es equivalente a la que si se utilizara
una antena de similar longitud que la distancia entre los pulsos. Esta concepto de larga
antena virtual es la base the los radares de apertura sintética.
Los SAR son instalados sobre aviones o plataformas espaciales y han servido para
mapear la superficie de la tierra aun en condiciones atmosférica adversas, también son
herramientas útiles para mapear la superficie del mar.
Algunos aplicaciones de los sensores SAR son incluidos en diferentes modos de
aplicación como son los ScanSAR, SpotlightSAR, polarimetricSAR,
interferometricSAR o InSAR.
A los RAR y SAR transportados en aviones se los denomina SLAR (Side Looking
Airbone Radar) y difieren en el poder de resolución.
El equivalente óptico en un sistema de radar es una antena rectangular que transmite y
recibe energía de microondas. La resolución es dependiente de la longitud focal en
sensores ópticos y de la longitud de la antena en la dirección del vuelo del sistemas
radar.
Las antenas son análogas a los sistemas de lentes en los que una antena larga se puede
comparar a la lente de un telescopio (longitud focal larga), mientras que una antena más
corta es similar a una lente angulosa ancha (longitud focal corta). Para continuar la
analogía, una antena larga proporciona a una imagen detallada o de alta resolución de
un área pequeña, mientras que una antena corta provee una imagen de un área grande
con menos detalle.
La resolución en un sistema de radar es controlada por la longitud del pulso de la señal
y el ancho del rayo proveniente de la antena. La longitud del pulso determina la
resolución en la dirección de propagación de la energía (dirección del alcance). Pulsos
más cortos dan lugar a una alta resolución en el alcance.
El ancho del rayo proveniente de la antena determina la resolución en la dirección del
vuelo o del azimut. La amplitud de la señal es directamente proporcional a la longitud
de onda del radar e inversamente proporcional al longitud de la antena que la transmite.
Esto significa que la resolución se deteriora con la distancia a la antena. Para tener una
alta resolución en la dirección del azimut, la antena de radar debe ser muy larga.
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Anexo 1: el radar meteorológico.
Fondo histórico
• La capacidad de los radares meteorológicos para detectar la lluvia ya era
conocida en los años 40 (ver Figura 1.0). Su desarrollo inicial se produjo durante
la segunda guerra mundial tras la invención del magnetrón de resonancia, con el
que fue posible emitir una cantidad considerable de potencia a unas longitudes de
onda de varios centímetros.
• Una de las consecuencias no buscadas fue que la lluvia y la nieve se hicieron
claramente visibles. Esa nueva habilidad para detectar la lluvia de forma remota,
observar su patrón en el espacio y su evolución en el tiempo fue la impulsora del
desarrollo de los radares meteorológicos.
Figura 1.0 Imágenes recogidas en el MIT, en Cambrige Massachusetts, en 1942 por un radar de banda S.
Figura extraída de Radar in Meteorology, (Battan memorial and 40th anniversary of the radar
meteorology,Ed. AMS).
Funcionamiento básico
• El principio de funcionamiento del radar meteorológico es el de emitir a través
de una antena un pulso de energía electromagnética de duración t (del orden de
los ms) y de longitud de onda l (del orden de los centímetros, ya que el blanco
deseado son las gotas de agua) (Figura 1.1).
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Figura 1.1 Idealización de la emisión de un pulso de duración τ y de longitud de onda λ. Ese pulso al ser
emitido a la velocidad de la luz, c, se extenderá por un intervalo cτ.
• Esa energía se concentra en un haz que al emitirse al exterior y por efecto de la
difracción toma una forma cónica. En el interior de ese cono la energía no se
distribuye de forma uniforme sino en forma de lóbulo: es mucho mayor en el
centro y decrece rápidamente al alejarse de éste.
• Debido a que es imposible confinar toda la energía en dicho cono parte de ésta
escapa fuera de él. Como resultado la energía emitida se distribuye en forma de
un lóbulo central (que es el que contiene la mayor parte de la energía) y una serie
de lóbulos secundarios de menor energía (ver Figura 1.2).
Figura 1.2 Idealización de la distribución de la energía emitida por el radar en un lóbulo central y una
serie de lóbulos secundarios.
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Captación de la energía por una gota de lluvia
• Cuando esa energía es interceptada por un 'blanco' (por ejemplo, una gota de
agua) se dispersa en todas direcciones (ver Figura 1.3), de forma que una
fracción es devuelta en dirección al radar y captada por el receptor (normalmente
localizado en la misma antena).
• La distancia al 'blanco' se determina registrando el tiempo transcurrido entre la
emisión y recepción de la energía y sabiendo que dicha energía se trasmite a la
velocidad de la luz.
Figura 1.3 . Esquema de la energía captada y reflejada por una gota. Sabiendo que la energía se transmite
a la velocidad de la luz, c, y registrando el tiempo t entre la emisión y recepción de la señal, la distancia a
la gota se puede expresar como d = ct/2.
Ecuación del radar
• En realidad lo que registra el radar es la energía devuelta en su dirección por las
gotas de agua situadas en el interior de un cierto volumen Vres (ver Figura 1.4).
• Esa energía, que se mide en forma de potencia, se puede expresar como,
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Donde P es la potencia media devuelta por las gotas situadas en el interior del Vres
situado a una distancia r0 del radar. La potencia se expresa como media debido a que el
radar usualmente emite un tren de n pulsos; así para un volumen situado a una distancia
r0 se miden n valores de potencia que luego se promedian.
• El motivo de tomar n medidas de un volumen es que de esta forma la medida
final es mas robusta (ya que la potencia varía en el tiempo debido al movimiento
de las gotas en el interior del volumen).
• Por otro lado la constante C agrupa toda una serie de características relacionadas
con el radar, es lo que se conoce como la constante del radar.
• Finalmente la reflectividad, Z, es la variable relacionada con las gotas que se
puede derivar una vez medida la potencia P. Posteriormente veremos como se
define dicha variable y que como es posible relacionarla con la intensidad de
lluvia.
Figura 1.4 Volumen de tamaño radial c τ/2 que se corresponde con la energía medida en un instante
determinado y asociada a un distancia dada.
Principio de la medida de lluvia por radar
• La reflectividad Z se define como la suma de los diámentros a la sexta potencia
de las gotas contenidas en el interior de un volumen, es decir,
Donde N(D) es función de distribución de las gotas de agua.
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• Por su parte la intensidad de lluvia se puede expresar como, el flujo de agua
através de una superficie, y también se puede formular en función de N(D) como,
• A partir de datos experimentales de Z y R se ha comprobado que las relacion
entre ambas variables suele responder a una función potencial del tipo,
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