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Los Monticulos Cañaris

Este documento explora los montículos de tierra y plataformas ubicados en las cumbres de montañas y cerros en el sur de Ecuador como indicadores arqueológicos de la sacralidad de los señoríos Cañaris prehispánicos. Examina evidencia etnohistórica y arqueológica de estos contextos ceremoniales encontrados en los sitios de Cerro Puñay y Guiñayzhu. El objetivo es rastrear la recurrencia de estas estructuras para comprender mejor la ritualidad andina vinculada a los cer

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Los Monticulos Cañaris

Este documento explora los montículos de tierra y plataformas ubicados en las cumbres de montañas y cerros en el sur de Ecuador como indicadores arqueológicos de la sacralidad de los señoríos Cañaris prehispánicos. Examina evidencia etnohistórica y arqueológica de estos contextos ceremoniales encontrados en los sitios de Cerro Puñay y Guiñayzhu. El objetivo es rastrear la recurrencia de estas estructuras para comprender mejor la ritualidad andina vinculada a los cer

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LOS MONTÍCULOS COMO INDICADORES ARQUEOLÓGICOS DE LA SACRALIDAD DE LOS SEÑORÍOS CAÑARIS

Número 11 / AGOSTO, 2020 (82-96)

LOS MONTÍCULOS COMO


Mary Beatriz Jadán Veriñez INDICADORES ARQUEOLÓGICOS DE
maryjadan@hotmail.com LA SACRALIDAD DE LOS SEÑORÍOS
Investigadora Independiente. CAÑARIS
Guayaquil, Ecuador
ORCID: THE MOUNTAINS AS ARCHAEOLOGICAL
http://orcid.org/0000-0003-4232-5594 INDICATORS OF THE SACRALITY OF
LOS CAÑARIS

DOI:
https://doi.org/10.37135/chk.002.11.06
Artículo de Revisión

Recibido:
(22/07/2019)
Aceptado:
(25/02/2020)

Número 11 / AGOSTO, 2020 (82-96) 82


Mary Beatriz Jadán Veriñez

Número 11 / AGOSTO, 2020 (82-96)

Resumen
Aunque la etnohistoria presenta abundante información respecto a los
pueblos locales, la arqueología no ha logrado definir suficientemente en su
materialidad a la sociedad cañari. Al abordar esta investigación se proyecta
contribuir al estudio de los montículos de tierra o plataformas ubicadas en
las cumbres de las montañas y los cerros coronados con piedras emplazados
en la región centro sur y sur andina del Ecuador. Mediante el rastreo
bibliográfico y utilizando los métodos analítico, sintético y empírico, se
ubican estos contextos arqueológicos y se les compara con la información
etnohistórica de los pueblos locales. Se analizan, además, los contextos
LOS MONTÍCULOS arqueológicos encontrados en los sitios Cerro Puñay y Guiñayzhu. Como
COMO INDICADORES resultado, se detecta una recurrencia de estos vestigios en la región adscrita
a los cañaris prehispánicos y se considera que todas estas evidencias están
ARQUEOLÓGICOS relacionadas con los rituales de los cerros, por lo que resulta importante su
DE LA SACRALIDAD conocimiento para el fortalecimiento de la cultura e identidad andina.
DE LOS SEÑORÍOS Palabras clave: Montañas, montículos o plataformas, ritual de los cañaris,
CAÑARIS cerro Puñay

THE MOUNTAINS AS Abstract


ARCHAEOLOGICAL Even though ethnohistory has produced abundant information regarding
INDICATORS OF THE local peoples, archeology has not managed to sufficiently define the
materiality of Cañari society yet. Therefore, this research aims to contribute
SACRALITY OF LOS to the study of mounds of earth or platforms located on the summits of the
CAÑARIS hills, and hills crowned with stones that are situated in the central south
and south Andean region of Ecuador from the bibliographic tracking, and
using analytical, synthetic and empirical methods. These archaeological
contexts are studied and compared with the local-people ethnohistorical
information. In addition, the archaeological contexts found at Cerro
Puñay and Guiñayzhu sites are also studied. It is assumed that there is
a recurrence of these vestiges in the region attached to the prehispanic
cañaris. It is believed that all these evidences are related to the rituality of
the hills and that their knowledge is important for the strengthening of the
Andean culture and identity.

Keywords: Hill, mounds or platforms, ritual of the cañaris, cerro Puñay

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LOS MONTÍCULOS COMO INDICADORES ARQUEOLÓGICOS DE LA SACRALIDAD DE LOS SEÑORÍOS CAÑARIS

ceremoniales y de culto; aunque al mismo tiempo


eran lugares de control político y económico.

Por otra parte, existen ciertas evidencias


INTRODUCCIÓN arqueológicas encontradas en la cumbre de los
cerros y que probablemente estén relacionadas
con la ritualidad de los señoríos cañaris.

La información de los cacicazgos cañaris, basada Entre los investigadores que describen estas
en documentos etnohistóricos es copiosa, pero manifestaciones se encuentran: Vernau y Rivet
la arqueología no ha logrado todavía definir (1912); González (1956); Odaira (1998); Idrovo
indicadores materiales suficientes (a excepción de (2006); Galarza, Almeida y Guzmán (2014) y
los pocos estudios de su cerámica), probablemente Jadán (2015, 2017).
porque muchos sitios con la conquista inka
fueron reconstruidos y se cubrió o se destruyó Considerando estos precedentes, este estudio se
mucha información de los pueblos locales; a lo enfocará en contextos como cerros coronados
que se añade los escasos estudios arqueológicos de piedras, plataformas de tierra y cerros de
realizados. contorno piramidal, que aparecen citados en la
etnohistoria y confrontará la información, con los
Esta sociedad ocupó un amplio territorio en el área aislados datos arqueológicos que afloran en los
sur andina del Ecuador, desde el 500 d. C. hasta documentos publicados e informes arqueológicos
el 1460 d. C. Al norte llegaron hasta el nudo del arriba citados y también, con la información
Azuay, al sur se ha reportado sitios en la cordillera encontrada en los sitios Guiñayzhu y Cerro Puñay
de Chilla, al este llegaron hasta el valle del Upano (Jadán 2017; 2018).
y el curso inferior del Zamora (Salazar 2004:53) y
de acuerdo con González (1878:3), hacia el oeste En esta secuencia, el objetivo de este estudio se
alcanzaron las costas del Pacífico. relaciona con rastrear las evidencias materiales
que permitan conocer su recurrencia en los sitios
Según la información etnohistórica, se arqueológicos de la región centro sur y sur andina
organizaron mediante jefaturas locales, grandes o del Ecuador y aproximarnos a un conocimiento
menores, no estaban confederados, se mantenían de la ritualidad de los cerros venerados por los
independientes, pero en situaciones especiales cañaris; conocimiento muy importante para el
(enfrenamientos bélicos, de interés económico o fortalecimiento de la cultura e identidad andinas.
religioso), mantenían coaliciones.

Los cañaris, además, dominaron el relieve andino,


utilizaron las cimas de las montañas y las laderas;
METODOLOGÍA
manejaron los accidentes geográficos como
demarcadores de sus territorios (De Salinas 1992;
Cieza de León 2005; Gaviria 1992; Arias 1992).
Este artículo de revisión y reflexión se adecua a la
Asimismo, la arqueología reporta cotas arriba fase exploratoria de un diseño de investigación del
de los 2500 m de altura, tanto en las montañas tipo explicativo, como lo han planteado Tarragó y
que envuelven la cuenca del río Cañar, como Nuñez (1972). Este tipo de diseño permite indagar
los sitios arqueológicos de la cuenca del río las relaciones que existen entre fenómenos con
Jubones. Desde las partes altas de las colinas, los el fin de posibilitar respuestas sobre el problema
cañaris se apropiaron de los valles interandinos planteado. Nuestro objeto es el estudio de la
con asentamientos de tipo disperso, muchos materialidad que presenta la sociedad cañari
de estos sitios fueron utilizados como espacios prehispánica, como respuesta a ciertos fenómenos
o necesidades que como sociedad debe resolver.

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Específicamente, nos ocuparemos de las A partir de este fichaje de información se


relaciones existentes entre los montículos de definieron los rasgos relacionados con probables
tierra construidos en la cúspide de los cerros, los adoratorios. Se seleccionaron por el principio de
cerros señalados y la ritualidad. Al ser una fase recurrencia cuatro indicadores: la construcción o
exploratoria, el primer objetivo es la búsqueda modificación de la cúspide de los cerros, la forma
de las evidencias. En este sentido, se recurre a la circular de las construcciones, los elementos de
observación y análisis de los datos provenientes de construcción utilizados de los montículos que son
fuentes etnohistóricas, a la información publicada la tierra y piedra y la disposición del corte de la
en diferentes medios, tales como libros, revistas e piedra rústica en el lado eterno. La correlación
informes arqueológicos y al registro arqueológico entre el dato arqueológico y el dato etnohistórico,
de campo. respecto a los cerros señalados, fue la presencia
de piedra en la cúspide de cerros definidos como
Se utiliza los métodos analítico, sintético y sitios arqueológicos.
empírico. El método analítico y sintético facilita
la revisión ordenada mediante la elaboración Por otra parte, el trabajo empírico y teórico fue
de fichas técnicas para la descripción de las realizado a través de la observación, descripción,
peculiaridades de cada sitio citado en las fuentes medición y análisis sistemático de los contextos
etnohistóricas; especialmente se utilizó la obra de arqueológicos encontrados en los sitios Cerro
Pilar Ponce Leiva titulada “Relaciones históricos Puñay (Jadán 2017) y Guiñayzhu (Jadán 2018),
geográficas de la Audiencia de Quito Siglo XVI – donde además se localizó cerámica local. De esta
XIX” (1992) tomo I, que contiene los comentarios forma, todas estas evidencias fueron confrontadas
de Martin de Gaviria (1992); Juan de Salinas con la información confinada en las diferentes
Loyola (1992); Pedro Arias Dávila (1992), entre fuentes ya mencionadas.
otros.
La muestra analizada se encuentra referida
Las publicaciones de Duviols Pierre (1967), en la tabla 1 y corresponde a treinta y un sitios
la primera titulada: “Un inédit de Cristóbal de arqueológicos; ocho de los cuales son citados en
Albornoz: La instrucción para descubrir todas las documentos etnohistóricos, veintiún sitios son
guacas del Pirú y sus camayos y haziendas” y la referidos en informes arqueológicos o documentos
obra llamada: “La destrucción de las religiones publicados y dos sitios fueron investigados por la
andinas” (1977). Asimismo se analizaron otras autora (figura 1).
fuentes primarias como: Garcilaso de la Vega
(1609); Cieza de León (2005) y Pablo Arriaga
(1968).

Además, se examinó y sintetizó la información


encontrada en las obras del historiador Federico
González Suárez (1878,1969); las investigaciones
de Verneau y Rivet en el documento “Etnografía
antigua del Ecuador” (2009). No podemos dejar
de mencionar el estudio de Segundo Moreno
Yánez (2007), titulado: “Ofrenda sacrificial al
Guagualzuma”; los trabajos de Celiano González
(1956); Odaira (1998); Idrovo (2006); Galarza et.
al (2014) y Checa (2014). Al mismo tiempo, se
revisaron publicaciones e informes arqueológicos
referentes al área sur andina que se encuentran en
el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural del
Ecuador.

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LOS MONTÍCULOS COMO INDICADORES ARQUEOLÓGICOS DE LA SACRALIDAD DE LOS SEÑORÍOS CAÑARIS

Fuente: Elaboración de la autora con la colaboración de Seearth Consulting Group

Figura 1: Ubicación de algunos sitios ceremoniales de los antiguos cañaris, conforme a tabla 1

Por otra parte, se señala que antes de la conquista


inka hubo diferentes géneros de huacas, unas
que llamaban pacariscas como creadoras de
sus naturalezas, de diferentes formas y nombres
RESULTADOS Y DISCUSIÓN según las provincias y que todos las parcialidades
pequeñas o grandes tenían su huaca pacarisca
(Duviols 1967:20). Arriaga (1968:12) señala que
vivían en partes altas y difíciles a causa de su
pacarisca y que cada cabeza de Ayllu seleccionaba
La etnohistoria menciona la presencia de huacas, y
su pacarina.
cerros sagrados como parte de la espiritualidad de
los pueblos andinos. En la actualidad, todavía se
Los cañaris en su mitología relacionan a los
escuchan en los andes ecuatorianos leyendas como
montes como parte de sus leyendas y consideran
la del urku yaya, identificado como el dueño de los
al cerro Guasaynan, Guacaynan o Guasano, como
cerros, con necesidades y requerimientos. Howard
la huaca principal que simbolizaba su origen,
(1981:25), menciona que los cerros masculinos
adonde huyeron del diluvio y otras supersticiones
son poseedores de riquezas de maíz, de granos y
(Cobo 1964; Duviols 1967).
tubérculos y las urku mama, son guardianes de los
productos de zonas calientes.
A ciertas huacas, la etnohistoria las designa
como cerros señalados, aunque no especifica sus

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Mary Beatriz Jadán Veriñez

nombres, se señala que algunos estaban coronados Duviols (1977:39) señala al respecto, que los
con piedras. Albornoz (Duviols 1967:32) nombra, cronistas llamaban Supay (Cupay) al demonio,
para los cañaris anansayas, las huacas con piedra pero que este también representaba un espíritu
Capatone del Ayllo de Lleuin; Reuissi del Ayllo bueno, que cambió a malo cuando la palabra
de Anunoc; Quica del Ayllo de Cauansibies y pasó al mundo ideológico de los evangelizadores.
Saysapa, del Ayllo del mismo nombre. Para los Según Duviols (1977), también los cronistas se
cañares hurinssayas nombra a Puna, cerro alto de encargaron de convencer a los indios para que
piedra. cada una de sus divinidades y el demonio fueran
la misma cosa e incluyeran dentro del espíritu
Otras huacas nombradas por Albornoz y que general del Zupay, a cada una de sus huacas.
tienen asimismo piedras son Uisiguiuma del Ayllo Probablemente el cerro Capatone o Supay Urcu
de Paycara y el cerro de Mollotoro; esta última fue una huaca cañari, utilizada durante la época
la señala como huaca principal de los cañaris y inca e influenciada por los conceptos de los
en donde Topa Inga Yupanqui superpuso otras conquistadores españoles.
huacas (Duviols 1967).
Evidencias materiales localizadas en la sierra
Observemos que Albornoz (Duviols 1967:32), centro sur son descritas por Haro (1977:22), quien
separa las huacas de los cañares anansayas y la identifica en el sitio Danas, graderíos y cercados
de los cañares hurinssayas. Asimismo, a ciertos similares a un adoratorio o a una fortaleza cañari.
cerros los llama huacas principales y se insiste Por otra parte, Collier y Murra (2007:31) hallan
en que cada Ayllu tiene una huaca; sugiriendo un seis churos y señalan que, en uno de ellos, el
sinfín de huacas cañaris. de Llullín, en la plataforma más alta hay una
estructura circular de piedra de 2 m de alto con
Cerros huacas conocidos son también Coxitambo un cuarto pequeño y rectangular en el lado norte
y la Meseta Pachamama. El cerro Coxitambo, fue y mencionan que fue hecho por un grupo tardío.
encontrado lleno de sepulturas y sin construcciones
inkas (Bedoya 1978:34); no obstante, según De Otra estructura de tierra fue localizada al noreste
Gallegos (1992:388), el cerro fue adorado por de Achupallas, el sector lo llaman Chapito Loma,
estos. consiste en una plataforma de tierra de 15 m x 11
m con una estructura circular de roca de aparejo
González (1969:285) interpreta, en un objeto de tipo rústico de aproximadamente 1.30 m de
sacado de los sepulcros, como el plano de Chordeleg alto, como se observa en la figura 2 (Galarza,
y señala, entre otros elementos, la presencia de dos comunicación personal, 1 de mayo, 2019).
torrecillas o pirámides truncadas que representan
a las colinas de Llaver y Zhaurinzhi. La primera, En Ingapirca (Cañar), la edificación llamada El
según el historiador, conservaba hasta el año 1880 Castillo es interpretada como un monumento inka
los restos de muro de piedra tosca. de carácter místico, erigido sobre una construcción
local, en cuyo centro se hallaría una pacarina o
Moreno (2007:178) estudia detalladamente al huaca sagrada (Alcina 1978:135).
cerro Supay Urcu como una huaca importante de
los cañaris e identifica al cerro Capatone como el Asimismo, es muy probable que la apacheta Tres
mismo Supay Urcu. Cruces por su ubicación en el punto más alto del
Nudo del Azuay, fuera inicialmente una pacarina
Por otra parte, Verneau y Rivet (2009:68) indican cañari y que posteriormente haya sido reutilizada
que la colina de Curitaqui es el cerro de Supay como un espacio sagrado por parte de los incas.
Urcu. Juan de Velasco (1927:35) afirma que en Se destaca que las apachetas son lugares donde
ese cerro los cañaris tenían un templo dedicado los viajeros dejaban ofrendas y se encuentran en
al demonio, donde sacrificaban niños antes de los puntos donde los Andes descienden (Hyslop
sus cosechas, costumbre que permaneció hasta en 1992:201; también véase Hyslop 2016:318).
época de los españoles.

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LOS MONTÍCULOS COMO INDICADORES ARQUEOLÓGICOS DE LA SACRALIDAD DE LOS SEÑORÍOS CAÑARIS

Fuente: Fotografía cortesía de Galarza (2019)

Figura 2: Sitio Chapito Loma, plataforma de tierra en la cúspide del cerro

En el cerro Shungumarca existe una plataforma menciona la presencia de cerros con adoratorios
de tierra que Reinoso (1971:231) describe como (Salazar 2004:67).
montículo truncado con terrazas rodeadas de
muros, con un corte diametral de 13.60 m de largo En el sector este del sitio Mirador de Mullupungo,
por 1.54 m de ancho y 0.80 m de profundidad; con Odaira (1998:148) identifica una edificación
una altura menor a los 2 m y construida de piedras en forma de terraza y sin escaleras y en la cima
andesitas rotas, con sus caras planas expuestas una pequeña construcción circular de 4.5 m de
hacia el exterior y las ranuras rellenadas con cuñas diámetro, hecha con tierra y con un muro de
de piedra de diversos tamaños; también, señala piedras trabajadas y unidas con una argamasa
una estructura rectangular en la cima. de barro de color negro; le llama la atención el
derrumbamiento de la sección norte y considera
Por su parte, Idrovo (2006:50) reporta la presencia que la destrucción se realizó para la edificación de
de una estructura circular de 7 m de diámetro y nuevas estructuras. Esta información sugiere que
1.40 m de altura en la parte más alta del sector esta edificación fue una pacarina cañari y que los
Guabo Alto en el cantón de Santa Isabel; construida incas intentaron destruirla para reedificar el sitio.
con cantos rodados y bloques desbastados en su
parte exterior, con ángulos bien formados, unidos En Chillacocha, Verneau y Rivet (2009:109-
con argamasa y relleno de lastre amarillo. El 111) localizaron tres construcciones en las
investigador plantea que sirvió de santuario y que cimas de los cerros de tamaños y arquitectura
está asociada con cerámica formativa. similar, pertenecientes a pueblos locales. Los
autores detallan las siguientes características:
En el cerro Campana, cuenca alta del Jubones, una primera construcción que forma una especie
Galarza (citado en Jadán 2015) encontró piedras en de terraplén de tierra acarreada, casi circular de
su cúspide. En tanto, en la loma de Shuñin, Marca 8 a 10 m de diámetro, sostenida por un muro de
(citado en Jadán 2015) informa la existencia de tierras calcinadas y fragmentos de rocas locales
dos montículos o altares formados por varias capas cimentadas con tierra. Según los investigadores, la
de tierra poco compacta de color amarillento. plataforma parece haber presentado en el lado este
Para el valle del río Cuyes y Saraguro, también se una escalera de acceso, toscamente construida.

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Mary Beatriz Jadán Veriñez

En el mismo pico de la montaña, hacia el norte, En el sitio Yacuviña, Idrovo (citado en Jadán
se encuentra otra estructura similar a la anterior, 2015), menciona un conjunto E o templo
ubicada en una zona abrupta de 7 m a 8 m de preincaico dedicado a una divinidad andina como
diámetro y con muros de 1.50 cm de alto por 0.55 m Apu Catequilla.
de espesor, elaborados igualmente con fragmentos
de roca, tierra y una especie de arcilla. El tercer Otra de estas plataformas de tierra está localizada
hallazgo se encuentra a unos 150 m del camino en una pequeña cima en el sitio Daucay. Se trata
de Guanasag a Yulug, cerca de las abras de roca de una estructura circular de 9 m de diámetro,
de Paltacalo y tiene de 7 a 8 m de circunferencia. tiene una altura entre los 40 cm y 80 cm y 80 cm
de ancho. (Galarza et al. 2014:319).
En la cordillera de Pallana (cordillera de
Chilla) y al oeste de un área de terrazas del sitio En la cima del sitio Guiñayzhu (cordillera de
arqueológico Chepel, González (1956:148) señala Chilla) existe una construcción circular en la
la presencia de un montículo artificial construido cúspide del cerro, con el lado norte que limita al
de piedra y tierra, llamado “la mesa” por los declive. Está sostenida por fragmentos de rocas
propietarios; la describe como una construcción rústicas de diferentes tamaños. La plataforma,
de tres pisos, con un muro de piedra de 1.20 m de que se encuentra en el nivel inferior, tiene 8.5 m
altura que contornea la base del primer piso; en el de diámetro y la superficie superior tiene 6.5 m;
lado este, una depresión del terreno y en la parte ambas plataformas tienen 3 m de alto (figura 3 B).
de la estructura distingue varias gradas de 4.5 m
de ancho, que forman una escalinata bordeada También se observó al pie de la plataforma en la
por muros laterales, hechos con piedras labradas, siguiente terraza, estratos de suelo y cerámica de
como pilones altos a manera de pasamanos y de una ocupación local; evidencias que corresponden
intervalo en intervalo, unas pocas piedras largas a una vivienda, probablemente del cacique y su
enclavadas que sobresalen de los muros. familia.

Fuente: Fotografías tomadas por la autora en 2015

Figura 3: A. Sitio arqueológico Cerro Guiñayzhu. B. Plataforma que corona el mismo sitio

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LOS MONTÍCULOS COMO INDICADORES ARQUEOLÓGICOS DE LA SACRALIDAD DE LOS SEÑORÍOS CAÑARIS

Sarmiento (1993:97) considera que la religión La información sugiere la continuidad de la


o ritual, durante el sistema de cacicazgos fue un devoción de los señoríos cañaris. Al presente,
medio de cohesión social; pero también la religión las comunidades locales las veneran y también
entregó a los caciques un fuerte poder y control. En realizan peregrinaciones hacia estos cerros y
relación con eso, también Gaviria (1992:401) y De peñascos. Rostworowski (2003:97) señala que la
Salinas (1992:142) señalan que los indios estaban práctica de peregrinaciones bajo la advocación
sujetos y sometidos a los señores caciques. Por la de divinidades católicas fue la única manera
cerámica recurrente en la región de la cordillera de que los naturales conservaran sus creencias
de Chilla y el piso de ocupación en Guiñayzhu, andinas. En la tabla 1 se presentan los nombres de
proponemos que perteneció a un cacicazgo cañari. los lugares con construcciones de tierra o cerros
coronados con piedras.
Existen otros cerros en la cordillera de Chilla,
En el caso de Puñay, cerro situado en la frontera
respetados en la actualidad por los pobladores
norte del territorio cañari, posee un contexto
locales, donde se ha localizado cerámica cañari
ritual interesante: tres plataformas de tierra con
y evidencias de arquitectura inka, como Gallo
diferentes funciones. Una primera plataforma se
Cantana, Pirámide Truncada (figura 4), ambos
encuentra en el espacio central de toda la cumbre,
son de corte piramidal. También hay sitios como
tiene un área 1445 m2 y una altura 3262 m. s. n.
Paltacalo, cerro Repén, Rodeo y la cordillera de
m.; guarda la mayor cantidad de restos culturales
Portete; en esta última se ha colocado una urna de
del sitio, lo que sugiere una mayor dinámica en
la Virgen de Chilla.
ese espacio (Jadán 2017:29).
También, ciertos afloramientos rocosos fueron
venerados por los indígenas, así, hasta el año 1815
disputaban e inventaban excusas con el dueño de
la hacienda Ganacay, para que no se retirara una
roca en un antiguo camino (Checa 2014:40). A
este tipo de huaca, Albornoz las nombra huacas
Ormaychic, y se encuentran debajo de peñas o
cerros que amenazan caídas (Duvoils 1967:19).

Fuente: Fotografías tomadas por la autora en 2008

Figura 4: Cerros huacas ubicados en la cordillera de Chilla. A. Gallo Cantana. B. Pirámide Truncada

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Mary Beatriz Jadán Veriñez

Tabla 1: Resumen de sitios con montículos de tierra y cerros coronados con piedra
Sitio arqueológico Características Fuente
Churo Llullín Montículo y estructura circular de roca 2 m de altura Collier & Murra 2007
Danas Montículo de tierra Haro L. (1977)
Chapito Loma Montículo de tierra con estructura de roca, 1.30 m altura y tamaño Comunicación personal Galarza B.
Cerro Puñay Montículo de tierra y roca. Diámetro 28.48 Jadán 2010
Tres Cruces Montículo reutilizado como apacheta Hyslop 1992
Shungumarca, Montículo de tierra y muro con rocas. 2 m altura. Diámetro 13.6 m Reinoso 1971
Coxitambo Cerro de peña viva Gallegos (1992)
Mollotoro Cerro muy grande (reutilizada por Topa Inca Yupanqui) Duviols (1967)
Mirador de Mullupu Montículo de tierra y muro de roca. Diámetro 4.5 m Odaira 1998
Campana Cerro alto coronado de piedras Galarza V. 2011
El Guabo Alto Estructura con cantos de piedra, 1.3 m altura. Diámetro 8 m Idrovo 2006
Ganacay Muro de roca circular. Diámetro 13 m Casa de la Cultura 2010
Shuñin Dos montículos de tierra Marca 2011
Paltacalo Montículo de tierra y muro de roca. 1.5 m altura. Diámetro 8 m Jadán 2009
Gallo Cantana Cerro piramidal Jadán 2015
Pirámide Trucada Cerro piramidal Jadán 2015
Cordillera Portete Peñasco Jadán 2015
Guiñayzhu Montículo de tierra y roca. Diámetro 8.5 m y 6.5 m Jadán 2015
Chilla Cocha 1 Montículo de tierra y muro de roca. Diámetro 10 m Verneau y Rivet 2009
Daucay Montículo de tierra y muro de roca. 0.80 m altura. Diámetro 9 m Galarza B. 2014
Yacuviñay Cima del Cerro Idrovo 2000
Chilla Cocha 2 Montículo de tierra y muro de roca. 1.5 m altura. Diámetro 8 m Verneau y Rivet 2009
Chepel Montículo de tierra y muro de roca. 1.2 m altura. Diámetro 12 m C. Gonzáles 1956
Capatone Cerro coronado de piedras, junto al pueblo de Xuque Albornoz 1967
Curitaqui-Supayurc Cerro coronado de piedras Moreno (2007); Verneau & Rivet 2009
Guasaynan Cerro alto representa mitología de origen Duviols (1967)
Reuissi Cerro grande coronado de piedras Duviols (1967)
Quica Cerro grande coronado de piedras Duviols (1967)
Uisigui uma Cerro grande coronado de piedras Duviols (1967)
Saysapa Cerro Duviols (1967)
Abgna Cerro muy alto y suntuoso Gallegos (1992)

Fuente: Jadán 2015

Una segunda plataforma o montículo ceremonial cerro, con un área de 528.1 m2, un diámetro de
se encuentra al sur, está moldeada en forma 29m y a una altura de 3265 m s. n. m. (figura 5).
circular y está situada en una de las coronas del

Fuente: Fotografías del Proyecto de Investigación en Cerro Puñay, año 2010

Figura 5: A. Sitio arqueológico Cerro Puñay. B. Estructura Circular en el mismo cerro, vista desde la
plataforma central

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LOS MONTÍCULOS COMO INDICADORES ARQUEOLÓGICOS DE LA SACRALIDAD DE LOS SEÑORÍOS CAÑARIS

Una tercera y última plataforma con 186. 3 m 2, del tipo pintura roja sobre ante y cerámica Cerro
situada al oeste y a una altura de 3240 m s. n. Narrío con decoraciones antropomorfas (Jadán
m. permite observar la costa y el mar. Además, 2017:29).
dentro del mismo sitio y por los alrededores de
los caminos de acceso, hay una serie de terrazas Esta información sugiere que desde el Formativo
de función agrícola y probablemente ceremonial. Tardío y luego en el Periodo de Integración los
grupos locales subían al cerro para venerarlo,
La cerámica encontrada en la cima central como lo demuestra la existencia de caminos de
corresponde a una vajilla burda, gruesa, alisada, tierra que lo atraviesan, además del camino de
con colores de pasta variable y con bordes del tipo piedra labrada de origen inka en plena cuchillla
doblado, similar a otros sitios cañari. En cambio, (figuras 6 y 7).
los depósitos profundos arrojaron cerámica Narrío

Fuente: Fotografías del Proyecto de Investigación en Cerro Puñay, año 2010

Figura 6: Camino ceremonial preinca de acceso desde el sur hacia Puñay

Fuente: Fotografías del Proyecto de Investigación en Cerro Puñay, año 2010

Figura 7: Camino ceremonial de acceso desde el norte hacia Puñay, nótese los mojones líticos

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Mary Beatriz Jadán Veriñez

Desde el sur, seguramente a partir de las poblaciones este caso se ha propuesto un espacio ligeramente
de Santa Rosa, Llagos, Joyaczhi; y desde el lado mayor, es decir: 1 m2 por persona.
norte, los senderos unían las poblaciones cañaris
de Chico Nantza, Cochabamba, Pacchala; La ocupación considerable de este espacio central
también, otras poblaciones del lado este, como es corroborada por la mayor cantidad de cerámica
Compud, Pasaloma, Pinancay y Capsol llegaban cañari encontrada en el mismo. Además, Arriaga
probablemente hasta Puñay; es decir, había más (1968:21) manifiesta que no todos los indios veían
de un sendero utilizado por los pueblos aborígenes la huaca principal, ni entraban al sitio donde
que venían de todos lados (Jadán, Carretero & la huaca estaba, sino solo los hechiceros, que
Galarza 2018:62). hablaban con ella y le llevaban las ofrendas; aquello
explicaría de alguna manera la mayor cantidad de
No obstante, el sitio tiene otras transformaciones restos culturales en la plataforma central, más no
respecto a su arquitectura ejecutada durante la en la huaca (plataforma sur), como tampoco en la
época inka. Los sectores oeste y este de la cima plataforma oeste que guardaba otra función. Esta
central están afianzados con suelos transportados última plataforma permite apreciar los territorios
o arqueo sedimentos que consolidan las partes más costeños y el mar.
bajas. El sector noroeste tiene, asimismo, arqueo
sedimentos con roca y suelo, un conglomerado que Albornoz (Duviols 1967:13) señala que las huacas
da la apariencia de un aparejo ensamblado para pacariscas redificadas fueron los cerros de nieve y
apuntalar un sector probablemente importante del volcanes con vistas al mar y los ríos. Quizás esta
sitio (Jadán 2017). fue la razón por la que Puñay fue reedificada por
los inkas. También, la serie de terrazas presentes
Por otra parte, las reconstrucciones de parte de en el sitio y camino de acceso, dan cuenta de
los inkas muestran una cima central modificada sembríos dedicados probablemente a la huaca;
a manera de plataforma alargada que se empata Albornoz (Duviols 1967) y Arriaga (1968:18)
mediante una rampa de acceso y coincide con refieren que las huacas tenían servicios, chácaras,
un graderío que conecta con el camino que se ganados, vestidos y sus particulares sacrificios.
dirige por la cuchilla del cerro hacia el norte. Este
camino fue reconstruido por el incario con rocas Asimismo, Albornoz (Duviols 1967:20) explica
labradas y enlaza a Puñay con sitios arqueológicos que las huacas en las poblaciones locales
asociados a la sociedad cañari e inka. constituyeron una superstición que nunca
desapareció, a pesar de la insistencia de los inkas
Moore (1996:789) define a estos espacios como en apartarla y que ninguna parcialidad o naturales,
áreas sin techo, no domésticas, reconocibles en el por pequeños o grandes que fuesen, dejaron de
ambiente de los edificios. Señala que los elementos tener una huaca, ya que muchas se reedificaron y
comunicativos del ritual, las propiedades espaciales otras fueron respetadas para su veneración.
de las plazas y la proxemia de la comunicación
humana pueden proporcionar nuevas ideas sobre
el entorno prehistórico. La distancia desde la
plataforma de Puñay hacia la huaca es entre 100 CONCLUSIONES
m a 105 m, una distancia adecuada como para
visualizar un ritual y considerando además que la
pacarina está en una posición más elevada que la
plataforma (Figura 5 b). Se ha observado, tanto en los documentos
etnohistóricos como en los arqueológicos, que un
Por otra parte, si relacionamos el tamaño de la rasgo recurrente en sitios cañari es la plataforma
plataforma y consideramos a una persona por circular de tierra construida en la cima de la
cada metro cuadrado, tenemos un total de 1445 colina. Dicha plataforma a veces conserva un
individuos sobre la plataforma o plaza. Jacob muro de rocas rústicas cortadas en su lado externo
(1967: 39) proyecta una cifra de densidad de entre e intercalado con pequeños cuños para calzar la
0.60 m2 a 0.78 m2 para cada persona sentada; en

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LOS MONTÍCULOS COMO INDICADORES ARQUEOLÓGICOS DE LA SACRALIDAD DE LOS SEÑORÍOS CAÑARIS

edificación; otras plataformas guardan estructuras


circulares o rectangulares sobre su cumbre. Se ha
planteado que esta evidencia está relacionada con
las pacariscas citadas en la etnohistoria, como REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
huacas que encarnaban el origen de los pueblos
locales en épocas pre-inka y fueron lugares de
ritualismo y peregrinaje.

En Guiñayzhu, si bien gran parte del sitio fue


reconstruido durante la época inka con colcas, Alcina, J. (1978). Ingapirca: arquitectura y áreas
la plataforma de tierra de origen local que se de asentamiento. Revista Española de
encontraba en la parte alta del cerro se mantuvo Antropología Americana, 8, 127-146.
durante el incario y todavía es respetada por las
Arias, P. (1992). Pacaibamba o Leoquina. En
poblaciones locales. En relación con el Cerro
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local encontrada en el mismo sugieren un flujo y
movimiento de personas entrando y saliendo del Arriaga, P. (1968). Extirpación de la idolatría
cerro desde la época preinca. Las investigaciones del Pirú. Crónicas Peruanas de Interés
apuntan que el Cerro Puñay fue reedificado Indígena. 209, 191-277.
por el imperio inka con fines ceremoniales,
pero Guiñayzhu fue reconstruido como sitio de Bedoya, A. (1978). La Arqueología en la Región
almacenaje y conservó la plataforma ceremonial Interandina del Ecuador. Quito, Ecuador:
local. Casa de la Cultura Ecuatoriana.

Este estudio de tipo exploratorio de ninguna Cobo, B. (1964). Historia del Nuevo Mundo.
manera es concluyente, sin embargo, conduciría a Madrid: Atlas.
plantear que los llamados cerros señalados fueron
Collier, D. & J. Murra. (2007). Reconocimiento
los mismos donde en sus cumbres, se colocaban
y excavaciones en el Austro ecuatoriano.
piedras o plataformas de tierra; aparentemente
Cuenca, Azuay: Casa de la Cultura
relacionadas con la religiosidad de los cerros y
Ecuatoriana.
constituyeron probablemente las pacariscas de los
señoríos cañaris. Este artículo es apenas el inicio Checa, S. (2014). Yacuviña. Loja, Ecuador:
de una investigación, es necesario observar la Instituto Nacional de Patrimonio Cultural.
recurrencia de estas evidencias en nuevos sitios
e investigar otros indicadores arqueológicos Cieza de León, P. (2005). Crónica del Perú El
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