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Observamos y Leemos Un Ensayo Literario

Mercedes Cabello de Carbonera fue una pionera periodista peruana en el siglo XIX que abogó por los derechos de la mujer y la igualdad de género. Escribió artículos desafiantes en publicaciones como El Álbum y La Alborada que promovían la educación y el trabajo para las mujeres. Sus escritos propusieron una nueva visión revolucionaria de la mujer fuera del ámbito privado y con los mismos derechos que los hombres. Aunque su trabajo causó controversia en su época, hoy en día se recono

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Leonel Leguia
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Observamos y Leemos Un Ensayo Literario

Mercedes Cabello de Carbonera fue una pionera periodista peruana en el siglo XIX que abogó por los derechos de la mujer y la igualdad de género. Escribió artículos desafiantes en publicaciones como El Álbum y La Alborada que promovían la educación y el trabajo para las mujeres. Sus escritos propusieron una nueva visión revolucionaria de la mujer fuera del ámbito privado y con los mismos derechos que los hombres. Aunque su trabajo causó controversia en su época, hoy en día se recono

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OBSERVAMOS Y LEEMOS:

1
Ensayo literario
Mercedes Cabello de Carbonera, periodista

Mucho me honra que el Centro de Estudios de la Mujer en la Historia de América


Latina (Cemhal) me brinde la oportunidad de estar en este seminario para ocuparme
de la vida y obra de Mercedes Cabello de Carbonera. Específicamente, de Mercedes
Cabello como periodista.

2
Debemos partir teniendo en cuenta que, entre nosotros, es un tanto tardía la presencia
de la mujer en el periodismo. Como fenómeno cultural aparece a mediados del siglo
XIX entre 1874 y 1875, a partir de la publicación de dos semanarios emblemáticos, de
muy corta vida. Y periodistas propiamente dichas tenemos a Juana Manuela Gorriti,
Carolina Freyre de Jaimes, Mercedes Cabello de Carbonera y doña Clorinda Matto
de Turner.
Tenemos, pues, como primera publicación creada y dirigida por mujeres y para
mujeres y en donde doña Mercedes se inicia como periodista-articulista. (…) las
páginas de El Álbum, donde doña Mercedes se da a conocer. Allí aparece ya con
voz y luz propia. Es allí, entre los temas que revelan el interés que animaba la vida
social de esa época, que se publicaron en cinco entregas “La influencia de la mujer
en la civilización”, ensayo inaugural de una reflexión que hace una mujer peruana,
intelectual, sobre sí misma y sobre su destino.
La primera entrega de esta serie, Cabello de Carbonera la hizo bajo el pseudónimo
de Enriqueta Pradel, que no volvió a utilizar; el resto, bajo su propio nombre. Lo
escrito por Cabello de Carbonera era desconcertante. Y frente a los textos de
“Literatura femenina” de la época que tenían como misión instruir a la mujer en el
manejo del hogar, y el brillar en sociedad para orgullo del marido, adquieren un tono
desenfadado y también provocador.
Lo que planteaba Cabello de Carbonera, en esta primera incursión periodística, era
una nueva visión y concepción sobre la mujer. Los textos estaban muy lejos del mero
“interés femenino”. Doña Mercedes apuntaba a más y su voz no era de conformismo
y sumisión, sino una para subvertir. Lo que proponía era revolucionario, peligroso y,
desde ya, no admitido. Lo que planteaba en buena cuenta era que, a iguales derechos,
iguales obligaciones entre hombres y mujeres. Y que la mejor manera de lograrlo era
ilustrando a las mujeres, sacarlas de su condición de capitis deminutio (disminución
de su capacidad) a que se les tenía consignadas, y en esta liberación estaba no solo el
desarrollo, sino el futuro de la sociedad. En otras palabras, la mujer luchando por sus
derechos y haciéndose presente. Y en esta ruptura inicial que podemos considerar
histórica, estaba también presente la realización de la mujer como persona. Con sus
textos no solo replanteaba el rol de la mujer, la saca del ámbito privado al espacio
público. La hace personaje visible y actuante, en un escenario excluyente y reservado
tan solo para los hombres.
La segunda publicación, que signa el año 75 del siglo XIX, es la Alborada, fundada por
Juana Manuela Gorriti. Lo que había iniciado Cabello de Carbonera en El Álbum, con
la serie de sus incordiantes textos sobre la influencia de la mujer en la civilización, los
completa en la Alborada, con dos artículos representativos e igualmente subversivos
para ese tiempo, siendo uno de ellos: “Necesidad de una industria para la mujer”. Allí
volvió sobre su tema primero: la liberación de la mujer a través de la educación, a la
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que agregaba la necesidad del trabajo especializado. Vale decir, la educación de la
mujer para el trabajo industrial.
Cabello de Carbonera consideraba allí con una innegable visión de futuro que “Muchas
labores industriales, como la litografía, la fotografía y la tipografía, etc., pueden ser
perfectamente desempeñadas por mujeres”. Más adelante agregó “sabido es que el
trabajo de la aguja (la costura) es el único recurso que tiene la mujer en nuestro país:
que además de poco productivo, es perjudicial para la salud; por cuanto que daña
uno de los órganos más esenciales de la vida, a lo que contribuye poderosamente
nuestro clima débil; resultando de aquí, que todas las que se entregan a esa clase de
trabajo son víctimas de la tisis pulmonar”. Y como el mal ejemplo cunde, María de la
Luz, pseudónimo bajo el que se escondía Teresa González de Fanning, se unió al pedido
de Cabello de Carbonera con un largo texto que tituló “Trabajo para la mujer”.
Lo planteado por Cabello de Carbonera causó un serio disgusto a una sociedad
patriarcal que no estaba acostumbrada a que una mujer pensara y propusiera
soluciones de tipo social para sus congéneres. Por lo que no faltó quien se dedicara
a hacer irrisión y mofa.
Tenemos así que ese extraordinario momento del periodismo femenino conformado
por Gorriti, Freyre de Jaimes y Cabello de Carbonera (más tarde, también por Matto
de Turner), trilogía emblemática dentro de las letras y el periodismo peruano, que
se apagó muy pronto. Gorriti se marchó a Buenos Aires, Freyre tuvo que alejarse
del Perú por culpa de su marido, doña Clorinda se exilió en salvaguarda de su vida.
Y, finalmente, la lucidez y la vida de doña Mercedes Cabello de Carbonera fueron
apagándose lentamente, en el manicomio del Cercado. Y aún más en el caso de doña
Mercedes, no obstante, la conspiración del silencio y del olvido con que se recubrió
su vida y su obra tanto novelística cuanto la escrita en diarios y revistas, ya en el Perú
como en el extranjero, hoy la tenemos más viva y actual que muchos de los que tan
solo ayer quisieron obviarla del canon intelectual peruano.

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