HWT Facilitator ES Digital 2022
HWT Facilitator ES Digital 2022
G U Í A D E L FA C I L I TA D O R D E G R U P O S PA R A S A N A R
“Este libro pone en manos de la iglesia global información clara sobre el trauma. Sus raíces se
adentran profundamente en la obra de Cristo en la cruz y las verdades de la Palabra de Dios. Las
enseñanzas son sólidas y dan un amplio espacio a la importancia de comprender lo que el trauma
provoca en los seres humanos, la necesidad de contar su historia y de hacer duelo. Este libro es un
regalo para el cuerpo de Cristo Jesús”.
“Este es, por mucho, el mejor libro que conozco para introducir a las personas heridas, afligidas
y traumatizadas a las Escrituras y al poder sanador de la cruz. Es más, este libro no solo nos dice
verdades bíblicas, sino que crea espacio para conversaciones reales sobre las heridas del corazón,
el propósito del lamento y la naturaleza del florecimiento espiritual en un mundo quebrantado”.
“He descubierto que es un libro que puedo poner en manos de los líderes de la iglesia. Su enfoque
sencillo hace que sea fácil de usar. Sus muchas referencias bíblicas tocan el corazón de los creyen-
tes que usan el libro. He encontrado que su visión y métodos se transportan bien a través de las
fronteras denominacionales en la Iglesia. Este es simplemente el mejor libro de uso individual que
he visto para estos propósitos”.
Robert J. Schreiter, C.PP.S.,
profesor de teología, Unión Teológica Católica
No para distribución
No para distribución
En el mundo actual, muchas personas han experimentado guerras, conflictos étnicos, inundaciones,
accidentes automovilísticos, violencia doméstica o crimen. Muchos de ellos han sufrido heridas
en su corazón por estas situaciones. La Iglesia debe ayudar a sus miembros que están sufriendo
(Hechos 20:28) así como ser luz y sal en el mundo. Sanar las heridas del corazón: La iglesia puede
ayudar tiene como objetivo ayudar a las personas a recuperarse del trauma y de las pérdidas.
Particularmente se enfoca en ayudar a la iglesia local para que pueda responder a las personas
heridas de una manera que sea útil y no perjudicial. Cada lección presenta lo que la Biblia y las
mejores prácticas de salud mental enseñan sobre cómo sanar del trauma.
LECCIONES BÁSICAS 9
Bienvenida. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
1. Si Dios nos ama, ¿por qué sufrimos? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
2. ¿Qué es una herida del corazón?. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
3. ¿Qué puede ayudar a sanar las heridas de nuestro corazón?. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
4 ¿Qué sucede cuando alguien está de duelo?. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40
5. Llevar nuestro dolor a la cruz. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54
6. ¿Cómo podemos perdonar a los demás? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
Mirando hacia atrás y mirando hacia adelante. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73
LECCIONES OPCIONALES 77
7. Herida moral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 78
8. Cómo podemos ayudar a los niños que han experimentado cosas malas. . . . . . . . . . . . . 86
9. Violación y otras formas de agresión sexual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 96
10. VIH y sida. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 108
11. Maltrato doméstico. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 119
12. Suicidio. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 129
13. Adicciones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 140
14. Cuidando al que cuida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 153
15. Cómo podemos vivir como cristianos en medio del conflicto. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 163
16. Cómo prepararse para las dificultades. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 175
APÉNDICE 209
Competencias y capacidades del facilitador. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 210
Dones, llamamiento y actividades del facilitador. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 211
Tiempo requerido para cada lección del grupo para sanar. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 212
No para distribución
Lista de verificación del grupo para sanar. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 213
Ejemplo de certificado de participación del grupo para sanar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 215
Formulario de informe del grupo para sanar. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 216
Autorización grupal para fotografías y grabaciones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 217
Autorización individual de testimonios, fotografías y grabaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 218
Formulario de comentarios de los participantes. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 219
Formulario de informe de la minisesión de Sanidad del Trauma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 220
Historia acerca de Sanar las heridas del corazón. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 221
Reconocimientos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 222
Acerca de los autores. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 223
No para distribución
LECCIONES BÁSICAS
No para distribución
Bienvenida
Antes de empezar:
• Revise cuidadosamente la sección “Organizar un grupo para sanar” en la parte posterior
de esta guía. Contiene instrucciones sobre cómo utilizar esta guía para dirigir tiempos de
reflexión y conversación con grupos de diferentes tamaños, la organización del espacio,
el manejo del tiempo y otros principios importantes que le ayudarán a facilitar su grupo.
• Seleccione una actividad para “conocerse unos a otros”.
• Haga etiquetas de nombres para los participantes.
1. Conociéndonos
(5 min) Grupo grande. Que todos se presenten y digan el nombre o la forma como prefieren que
les llamen. Proporcione tarjetas para los nombres, si fuera apropiado.
Haga una actividad simple y divertida que ayude a los participantes a conocerse entre sí (por
ejemplo: cuál es su comida favorita, su animal favorito o su recuerdo más feliz). Algunas personas
pueden sentirse inseguras al compartir información personal, así que es mejor ser cuidadoso con
las preguntas.
Si esta es una sesión de capacitación o su grupo para sanar es grande, haga este ejercicio en
grupos pequeños (es decir, grupos de mesa).
CONVERSACIÓN
(10 min) Grupo grande. Respondan las siguientes preguntas. Escriba las respuestas a la pregunta
2 en un rotafolio o en un papel grande, para colocarlo después en el salón. (Si su grupo es grande,
haga la pregunta 1 en grupos pequeños, para después dar retroalimentación en el grupo grande).
Si los participantes no sugieren los siguientes compromisos, asegúrese de animarles para que los
incluyan:
• Mantendremos las historias de los demás de manera confidencial (véase página 202,
Confidencialidad).
• Nos respetaremos mutuamente al no usar teléfonos u otros dispositivos electrónicos durante
las reuniones por ninguna otra razón que no sea leer la Biblia.
• Evitaremos interrumpir cuando alguien habla.
• Daremos a todos la oportunidad de hablar.
• No daremos consejos ni soluciones.
• Comenzaremos y terminaremos a tiempo.
BIENVENIDA 11
No para distribución
Nota: Se recomienda que no se permita a nuevos participantes unirse al grupo para sanar des-
pués de haber iniciado, tampoco permitir personas invitadas, a menos que todos en el grupo
estén de acuerdo en que pueden unirse. La confianza y la continuidad de las lecciones son partes
importantes de experimentar el proceso completo de sanidad. Por lo tanto, es importante que los
participantes comiencen con el grupo y vengan a todas las sesiones. Si alguien tiene que faltar a
una sesión, debe informar a los facilitadores de antemano, si fuera posible. Otra persona puede
revisar los materiales con ellos antes de la próxima reunión.
Antes de empezar:
• Para la Sección 1: Decida cómo presentará la historia (véase la página 201, “Historias”
bajo “Preparación de las lecciones”).
• Para las Secciones 2 y 3: Si es necesario, prepare hojas de papel o fichas con los versículos
de la Biblia o use los versículos de la Biblia para descargar.
• Para la Sección 3A: Si usa una pizarra o rotafolio, haga una tabla titulada “Dios es”, con
dos columnas. Título de la columna de la izquierda “La cultura dice” y la columna de la
derecha “La Biblia dice”.
DIOS ES
• Para la Sección 3B: Prepare el drama de radio, ya sea con su cofacilitador o con voluntarios
del grupo.
• Para la Sección 4: Decida si usará la Actividad artística de la palabra o el ejercicio
“Experimentar el amor de Dios”. Para la Actividad artística de la palabra, prepare papel y
marcadores o crayones (un juego por cada grupo pequeño).
• Para esta y todas las lecciones subsiguientes, revise las referencias de las Escrituras de ante-
mano, incluyendo las que están entre paréntesis. Puede notar que algunos de los versículos
adicionales son útiles durante las conversaciones o para responder preguntas. Recuerde
que no es necesario utilizar todos los versículos durante la sesión. Si su grupo no está
familiarizado con la Biblia, debe prepararse para explicar algunos de los antecedentes de
los versículos enumerados para la conversación.
Sección 4: ¿Cómo podemos recordar el amor de Dios en tiempos de sufrimiento? 15–25 min
Cierre 1 min
SECCIÓN 1. 15 MIN
La historia de Luis
F (5 min) Grupo grande. Presente la historia.
En un pueblo pequeño de cierto país, vivía Luis, que era el líder de la iglesia local. Cuando Luis
tenía tres años, su padre murió, entonces tuvo que irse a vivir con su tío. El tío de Luis lo trataba
con mucha crueldad, lo golpeaba con frecuencia y no le permitía comer lo suficiente.
Luis creció en este ambiente, aunque gracias a la ayuda de otro miembro de la familia pudo ir
a la escuela. Se convirtió en seguidor de Dios y sabía que Jesús había muerto por él. Con el tiempo
tuvo la oportunidad de ir a una escuela bíblica y así se convirtió en ministro de culto de una iglesia
pequeña en su pueblo.
Dos años más tarde, la guerra estalló en la región. Durante los siguientes tres años, Luis fue
testigo de muchas cosas terribles: soldados que disparaban a personas inocentes, violaban mujeres
e incendiaban aldeas completas. Finalmente, la paz volvió a la zona, aunque de vez en cuando,
todavía se presentaban algunos de estos problemas.
Luis todavía estaba ejerciendo como líder de la iglesia, pero en su corazón no era feliz. Seguía
preguntándose: “¿Dónde está Dios? ¿Dios de verdad se preocupa por nosotros? Hemos orado
mucho, ¿por qué no nos ha respondido? ¿Por qué nos ha abandonado? ¿Acaso no es tan poderoso
como me han enseñado?”. Luis tiene dificultad para pensar en Dios como su Padre, porque él no
puede imaginarse a un padre amoroso. En su experiencia, solo conoció a un padre que estuvo
ausente y a un tío que lo golpeaba.
A veces, Luis pensaba que “todas las cosas terribles que habían sucedido eran a causa del pecado
de la gente. ¡Él debería enseñar más acerca de cómo Dios los estaba juzgando por sus pecados!”.
Pero al final de sus sermones, veía tristes a las personas y sabía que no les estaba ayudando. Por
otro lado, cuando predicaba de pasajes sobre el amor de Dios, se sentía un hipócrita, porque en
realidad él sentía que a Dios no le importaba.
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupos pequeños o parejas. Haga que cada grupo seleccione a alguien
para tomar notas y hablar por el grupo. (Si es posible, haga que el grupo seleccione
una persona diferente para cada tiempo de conversación en el futuro).
SECCIÓN 2. 10 MIN
Al igual que el líder de iglesia en la historia, cuando sufrimos podemos tener muchas preguntas
sobre el mal y el sufrimiento en el mundo. Estas son algunas interrogantes que los humanos han
estado preguntándose desde el principio de los tiempos. La Biblia comienza con, “Dios, en el
principio, creó los cielos y la tierra” (Génesis 1:1 RVC), y luego enumera todo lo que Dios creó.
Cuando terminó, Dios miró todo lo que había hecho, y dijo que “todo era muy bueno” (Génesis
1:31). Si todo “era muy bueno”, ¿qué cambió todo eso? Analicemos brevemente lo que dice la Biblia.
CONVERSACIÓN
F (7 min) Grupo grande. Invite a hacer comentarios sobre esto, luego agregue
contenido de A–C que no se haya mencionado. Si tiene tiempo limitado, simplemente
resuma el contenido.
La Biblia nos dice algunas cosas sobre por qué hay maldad y sufrimiento en el mundo. Considere
los siguientes versículos: 1 Pedro 5:8–9, Génesis 3:6–7, Génesis 3:17–18.
A. Satanás
La Biblia dice que hay un ser maligno sobrenatural obrando en el mundo, un enemigo de Dios
que está detrás de toda maldad (1 Pedro 5:8–9; 1 Juan 3:8). Él es un mentiroso y un asesino que
busca robar, matar y destruir (Juan 8:44).
B. Elección
Dios creó a las personas con la libertad de elegir el bien o el mal. Cuando Adán y Eva eligieron
desobedecer a Dios, el mal y la muerte entraron en el mundo (Génesis 3:6–7). Como resultado,
ahora toda la humanidad experimenta el pecado y la muerte (Romanos 5:12). A veces sufrimos
por las elecciones de otros o por nuestras propias decisiones (Romanos 3:10–18; 1 Pedro 2:20–22).
C. Creación dañada
La naturaleza ha sido impactada como resultado de la desobediencia de Adán y Eva (Génesis
3:17–18). Toda la creación está marcada por la decadencia y el dolor. Mientras que todo en la
creación todavía está “muy bueno”, la misma gime para ser liberada de quebrantamiento (Génesis
1:31; Romanos 8:19–22).
Si había un riesgo de que el mal entrara en el mundo, ¿por qué aun así Dios nos dio la
oportunidad de elección?
SECCIÓN 3. 70 MIN
Hemos hablado de por qué hay maldad y sufrimiento en el mundo y que Dios no lo causó. Sin
embargo, incluso sabiendo esto, nos encontramos luchando por darle sentido a nuestra experien-
cia. Nuestro dolor y confusión pueden hacernos dudar del amor de Dios. Hablemos de por qué
podría suceder esto.
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupos pequeños o parejas. “Cultura” puede ser país, región, etnia, iglesia,
familia, etc. Si es apropiado, divídalos en grupos según la cultura.
¿Qué les dice su cultura de Dios y de quién es él, especialmente en tiempos de sufrimiento?
F (8 min) Grupo grande. Escuchar la retroalimentación. Escriba en la columna
izquierda de su gráfico “Dios es”. A continuación, agregue contenido que no se
haya mencionado.
Algunas creencias culturales son las mismas que aprendemos de la Biblia y nos ayudan en tiempos
de sufrimiento. Pero otras creencias pueden ser diferentes, al igual que vimos en la historia. Estas
creencias culturales pueden venir a la mente cuando sufrimos y nos hacen dudar del amor de Dios.
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupos pequeños o parejas. Divida los versículos entre los grupos para
su reflexión.
¿Qué nos enseñan los siguientes versículos acerca de Dios en tiempos de sufrimiento?
Dios es todopoderoso, pero también es paciente. Cuando oramos para que Dios detenga cierta
cosa malvada y esta continúa, no debemos pensar que es porque Dios es débil o no le importa.
Él está en control y escucha nuestras oraciones. Él es lento para actuar porque quiere dar a todos
tiempo para arrepentirse (2 Pedro 3:9). Cuando llegue el momento adecuado, Dios juzgará pode-
rosamente el pecado (Salmos 73:27).
Dios odia el mal y la injusticia. No todo lo que sucede es la voluntad perfecta de Dios
(Proverbios 6:16–19; Génesis 6:5–6; Romanos 1:18).
Jesús nos busca cuando estamos sufriendo y tiene compasión de nosotros. Jesús fue en
busca de personas que estaban sufriendo (Mateo 9:35–36). Él predicó las buenas nuevas y sanó a
personas de todas sus enfermedades. Sintió compasión por ellos.
Dios nos consuela. Dios está cerca de los quebrantados de corazón y nos consuela cuando
sufrimos (Salmos 34:18; 2 Corintios 1:3–5). Él nos sostiene en sus brazos (Isaías 40:11). Él nos
consuela con su Palabra (Salmos 119:50, 92).
Jesús sufrió y siente nuestro dolor. Jesús entiende nuestro sufrimiento porque él sufrió en la
cruz (Isaías 53:3–4; Mateo 27:46; Hebreos 12:2–3). Él sufre con los que están sufriendo (Mateo
25:35–36).
Dios todavía nos ama. A veces, cuando vienen los problemas, llegamos a pensar que Dios
ya no nos ama. Esto no es cierto. Nada puede separarnos de su amor (Romanos 8:35–39). Dios
promete estar siempre con nosotros, aun cuando experimentamos sufrimiento (Salmos 23:4–5;
Hebreos 13:5b–6; Isaías 43:1–2).
B. Ciertas enseñanzas
F (4 min) Grupo grande. Presente el párrafo a continuación, luego haga el drama.
Además de las creencias culturales, hay ciertas enseñanzas que pueden impedirnos creer en la
bondad de Dios cuando sufrimos.
DRAMA DE RADIO
Narrador: Susana acaba de experimentar un trauma. Su hijo de cinco años murió a causa de una
bala perdida. Ella está muy abrumada, así que decide escuchar la radio cristiana, bus-
cando animarse. Una persona que está hablando en la primera estación de radio dice:
Radio: “¿Estás cometiendo pecado en tu vida? Dios lo sabe — ¡y él castiga el pecado! Arrepiéntete
antes de caer en las manos de un Dios enojado”.
Susana: “Oh, seguro que estoy en pecado. ¡Por eso me sucedió esto! Porque Dios está enojado
conmigo. ¿Pero, qué fue lo que hice? ¡Ni siquiera sé qué tengo que confesar exactamente!”
Narrador: Ella decide cambiar a otra estación, donde otra persona de la radio dice:
CONVERSACIÓN
F (3 min) Grupo grande. Invite a hacer comentarios sobre el drama con estas
preguntas:
CONVERSACIÓN
F (5 min) Hablen acerca de las tres enseñanzas en grupos pequeños, parejas o
grupos grandes, dependiendo del tiempo. (3 min) Grupo grande. Escuchar la
retroalimentación. Agregar contenido que no haya sido mencionado después de
cada enseñanza.
1. “Dios se enoja contra los que fallan y rápidamente los castiga”. Compare esta enseñanza con
Lamentaciones 3:22–23 y 1 Juan 4:9–11.
Algunas predicaciones nos hacen imaginar a un Dios lejano en el cielo, enojado y queriendo cas-
tigarnos. La Biblia nos dice que Dios se enoja y castiga el pecado, pero también nos habla de su
gran amor por nosotros (Jeremías 31:3).
2. “El sufrimiento significa que no hemos hecho lo suficiente para agradar a Dios”. Compare
esta enseñanza con Romanos 5:8 y Tito 3:4–6.
Pueden decirnos que estamos sufriendo porque no hemos sido lo suficientemente buenos para
agradar a Dios, pero el amor de Dios no se basa en nuestro comportamiento. Él nos amó mucho
antes de que nos volviéramos a él (1 Juan 4:19). Él continúa amándonos por gracia, no por lo que
hacemos (Romanos 3:23–24; Efesios 2:8–9).
Si nos enseñan que las personas que obedecen a Dios siempre serán ricas y saludables, esto nos
hará sentir que hemos causado nuestro propio sufrimiento, por nuestra falta de obediencia y fe. El
apóstol Pablo es un buen ejemplo de alguien que sufrió mucho a pesar de ser muy obediente a Dios.
C. Ciertas experiencias
F (1 min) Grupo grande. Presente el siguiente párrafo.
Ciertas experiencias que hemos tenido también pueden hacer que sea difícil confiar en el amor
de Dios cuando sufrimos. Por ejemplo, si hemos tenido malas experiencias con la iglesia o con
nuestros padres terrenales.
Jesús ordenó a sus seguidores que reflejaran el carácter de Dios, que desafiaran la injusticia y que
ayudaran a los necesitados (Mateo 25:31–46; Juan 13:34–35; Santiago 1:27). Cuando la iglesia no
hace su trabajo, la maldad aumenta y las personas pueden pensar que Dios es tan indiferente a la
injusticia como aquellos que son sus seguidores (Mateo 5:13–16).
CONVERSACIÓN
Considere Mateo 5:13–16 que brinda una descripción de cómo debe ser el pueblo de Dios.
Los niños necesitan sentirse seguros y protegidos del mal. Cuando experimentamos cosas difíciles
durante la niñez, puede ser difícil que confiemos en Dios cuando nos convertimos en adultos. Por
ejemplo, si crecimos sin un padre o una madre, o si nuestro cuidador a menudo se enojaba con
nosotros, entonces podemos pensar que Dios nos ha abandonado o que siempre está enojado con
nosotros, a pesar de que la Biblia nos enseña que Dios es un Padre amoroso (Juan 16:27; Romanos
8:14–17).
CONVERSACIÓN EN PAREJAS
F (8 min) Parejas. Cuando haya pasado la mitad del tiempo, pida a los participantes
que den tiempo a otra persona para hablar. La retroalimentación no es necesaria.
CONVERSACIÓN
F (10 min) Grupo grande. Invite a hacer comentarios sobre esto, luego agregue
contenido de A y B que no se haya mencionado.
No podemos explicar por qué Dios permite el sufrimiento en nuestra vida. Incluso si pudiéramos,
eso no nos evitaría el dolor. ¿Qué podemos hacer que nos ayude a recordar el amor de Dios
en tiempos de sufrimiento?
Es posible que se le dificulte recibir el amor de Dios, porque lo ve a través del lente de sus
padres terrenales. Podemos asegurarle que el amor puro y genuino de Dios no le hará daño
a nadie. Reflexionar sobre los siguientes versículos puede ayudarle a tener una mejor idea de
cuánto nos ama Dios.
Lamentaciones 3:21–24 1 Juan 3:1 Salmos 103:13
1 Juan 4:9–10 1 Pedro 5:7
CIERRE 1 MIN
Cierre 5 min
SECCIÓN 1. 15 MIN
Juan Pérez y su esposa María vivían en un pueblo pequeño al sur del país. Él era maestro y ella
cuidaba de la casa y de sus tres hijos, que tenían tres, seis y quince años.
Toda la familia asistía a la iglesia y participaban en las actividades. Eran una familia feliz y
unida; pero cuando el Gobierno no tuvo fondos para pagar los sueldos, Juan perdió su trabajo.
Con el tiempo, Juan ya no podía pagar el colegio de sus hijos y María se vio en la obligación de
lavar ropa para sostener a la familia. Juan se sentía inútil y avergonzado frente a los hermanos de
la iglesia, y como consecuencia se refugió en el alcohol. Y como muchas veces llegaba borracho a
su casa, golpeaba fuertemente a María.
Un día, el líder de la iglesia recibió una llamada del hospital, pidiéndole que fuera a buscar a
María y a sus tres hijos. María, bañada en lágrimas, le contó que la noche anterior su esposo se
había ido con unos amigos a ver un partido de fútbol y después había regresado a casa borracho.
Fue entonces cuando ella le dijo: “¡Juan!, ¿qué estás haciendo?”. Ella le reclamó pensando en los
niños, pero él, enfurecido, comenzó a golpearla brutalmente. El hijo mayor trató de defenderla, pero
Juan lo empujó con violencia contra la pared, y el joven cayó al suelo y se rompió un brazo. Los
vecinos llamaron a la policía, y estos se llevaron a Juan a la cárcel, y al resto de la familia al hospital.
Después de los eventos, María sentía mucha vergüenza y le pidió al líder de la iglesia que no
dijera nada a nadie. Ella no quería que la gente supiera que Juan se había convertido en un borra-
cho, y mucho menos que la golpeaba. Con el tiempo, la tristeza creció en el corazón de María.
De repente las lágrimas rodaban de sus ojos sin aparente motivo y poco a poco se alejó de todos.
La amargura era tan grande que empezó a gritar y a golpear a sus hijos. Por la noche no lograba
dormir y, cuando lo hacía, pesadillas la atormentaban en sus sueños.
El hijo mayor empezó a padecer dolores de estómago y de cabeza, perdió el interés en la escuela
y se reunía en secreto con sus amigos para beber alcohol. El líder de la iglesia le decía a la familia
que no debían sentirse tristes ni amargados, que se perdonaran los unos a los otros y olvidaran
las ofensas. Pero María se sentía avergonzada de sus sentimientos y su depresión crecía día a día.
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupos pequeños. Puede dividir las partes de la pregunta 1 entre los grupos.
Posibles respuestas: seguridad, belleza, capacidad económica, fe, salud, sueño,
vida hogareña feliz, amigos, trabajo, etc. El objetivo es que los participantes vean
cuánto se vieron afectados los personajes por este evento. Haga que cada grupo
1. ¿Qué más ha perdido Juan, además de la pérdida de su trabajo? ¿Podemos identificar qué 2
ha perdido María? ¿Qué ha perdido el hijo mayor?
2. Piense en las personas que conoce. ¿Cuáles son algunas cosas que han perdido?
F (5 min) Grupo grande. Escuchar la retroalimentación. Si usa un tablero/rotafolio,
enumere las respuestas a la pregunta 1 en tres columnas. Si los participantes están
usando libros, anímelos a mantenerlos cerrados el resto de la lección.
Algunas experiencias en la vida son muy dolorosas. Pueden causar un sufrimiento profundo que
dura mucho tiempo. Esto es lo que llamamos “trauma”, una herida profunda del corazón y la mente
que tarda mucho tiempo en sanar. Afecta cada parte de nuestras vidas: desde cómo nos relacio-
namos con los demás, cómo se siente nuestro cuerpo, en qué pensamos, hasta cuánto podemos
confiar en Dios. Puede hacernos sentir separados de Dios y de los demás. Podemos sentir que nos
cambia y no somos las mismas personas de antes.
El trauma puede ser causado por un solo evento, un evento prolongado o eventos repetidos.
Nos abruma con miedo intenso, impotencia u horror, y no hay nada que podamos hacer para
evitar que suceda.
CONVERSACIÓN
¿Qué tipos de eventos pueden causar trauma?
F (Posibles respuestas: amenazas de muerte, lesiones graves, abuso sexual, accidentes,
violencia doméstica, traición).
También podemos ser afectados por la experiencia del trauma de otra persona, especialmente si
esa persona es un miembro cercano de la familia o un amigo, pues nuestros corazones pueden ser
heridos por el sufrimiento de alguien más. A esto se le conoce como trauma secundario.
El siguiente diagrama muestra que el trauma siempre implica pérdida, pero podemos expe-
rimentar pérdida y dolor sin trauma (por ejemplo, la muerte de un familiar anciano). No todo el
dolor emocional es trauma, y no todos los comportamientos problemáticos son el resultado de
un trauma.
Duelo/Pérdida
Trauma/
Herida
del corazón
• Miedo intenso
• Impotencia
• Horror
CONVERSACIÓN
F (3 min) Grupo grande.
Imagine que tiene una herida profunda en su brazo: ¿Cómo se podría curar? ¿Qué le ayudaría
a sanar?
F (10 min) Grupo grande. Compartir: “Ahora comparemos una herida física con una
herida en el corazón”. Mencione cada elemento en la columna de heridas físicas
y, mientras lo hace, pregunte: “¿Es similar o en qué se diferencia de una herida
del corazón?”. Luego escriba “Similar” en la columna de la herida del corazón,
para que los elementos sean iguales a fin de poder compararlos. Si son diferentes,
tenga en cuenta en qué se diferencia una herida del corazón de una herida física.
Si no se trata, con frecuencia atrae moscas. Similar. A menudo atrae cosas malas.
Tener heridas del corazón sin sanar, afectará toda nuestra vida. Podemos comportarnos de tres
maneras principales: revivir la experiencia, evitar recordatorios del trauma y estar en alerta todo
el tiempo.
Revivir la experiencia
• pensar en el evento todo el tiempo.
• sentir que estamos de vuelta en el evento mientras estamos despiertos (escenas retrospec-
tivas) o dormidos (pesadillas).
• contarles a todos lo que pasó una y otra vez.
Cualquiera de estos comportamientos hace que sea difícil concentrarse (en el trabajo o en la escuela).
Actividad opcional
Pídales a los participantes que se pongan de pie y pregunta: “Si conoce a alguien que ha estado en
formen un círculo grande. Pregunte: “Si conoce a alerta todo el tiempo (nervioso, tenso, reaccionando
alguien que ha revivido un trauma a través de pesa- de forma exagerada, su corazón late rápido, etc.)
dillas o un recuerdo, dé un paso al frente y párese después de experimentar un evento traumático,
dentro del círculo”. Siguiente pregunta: “Si conoce dé un paso al frente y párese dentro del círculo”.
a alguien que ha tratado de evitar los recuerdos del Este ejercicio ayudará a que el grupo se dé cuenta
trauma a través del alcohol, las drogas, el exceso de que estos comportamientos son normales y
de trabajo, comer en exceso, etc., de nuevo, dé un generalizados.
paso al frente y párese dentro del círculo”. Última
C. ¿Qué hace que algunas heridas del corazón sean más serias?
F (5 min) Mencione el título de la sección, luego presente el contenido a continuación,
usando ejemplos del grupo.
CONVERSACIÓN
¿Qué le enseña su cultura a la gente que haga con sus emociones cuando están sufriendo por
dentro?
Algunos cristianos que tienen problemas dicen que no debemos pensar o hablar de nuestros sen-
timientos. También dicen que no debemos ir a otros en busca de ayuda con nuestros problemas.
F (15 min) Grupo grande. Para obtener la retroalimentación, dé tiempo y haga que
cada grupo lea o resuma su pasaje. Preguntar: “¿Podemos decir con seguridad
que Dios nos recibe con agrado cuando expresamos nuestros sentimientos
honestamente?”. A continuación, agregue contenido que no se haya mencionado.
Jesús tenía sentimientos fuertes y los compartió con sus discípulos. Pablo nos enseña a compartir
nuestros problemas unos con otros como una manera de cuidarnos unos a otros (Gálatas 6:2;
Filipenses 2:4). El Antiguo Testamento está lleno de ejemplos de personas que derraman sus
corazones ante Dios: por ejemplo, Ana, David, Salomón, Jeremías. El salmista le dijo a Dios:
“Profundamente herido está mi corazón” (Salmos 109:22b NVI). Dios quiere que seamos honestos
y hablemos la verdad desde nuestros corazones (Salmos 15:1–2).
Aquí hay una actividad para mostrar lo que sucede cuando tratamos de mantener sentimientos
dolorosos dentro de nosotros.
F Hablen sobre los diferentes dolores mientras pone cada botella en el agua. Trate de
mantener todas las botellas bajo el agua al mismo tiempo. A medida que aumenta
el número de botellas, será más y más difícil sostenerlas a todas. Compartir:
Se necesita mucho esfuerzo para sujetar las botellas. De la misma manera, mantener el dolor en
el interior requiere mucho esfuerzo. No somos capaces de prestar atención a cosas importantes
como enseñanzas, la escuela, el trabajo, etc.
F Eventualmente, algunas de las botellas de agua saltarán a la superficie, porque
no podremos sostenerlas todas bajo control. Deje que las botellas salgan a la
superficie y pregunte:
“¿Qué nos enseña esto acerca de tratar de mantener nuestras emociones bajo control?”
CIERRE 5 MIN
F (5 min) Guiar a los participantes a través del ejercicio de respiración, luego darles
tiempo para reflexionar sobre la pregunta 2. Anime a los participantes a leer la
lección y buscar los pasajes de las Escrituras después de la sesión. Nota: algunas
personas pueden entrar en pánico cuando hacen un ejercicio de respiración.
Asegúrese de que los participantes sepan que este ejercicio no es obligatorio.
1. Ejercicio de respiración
Respirar profundamente puede ayudarnos a relajarnos cuando sentimos emociones fuertes.
Si esto le hace sentir incómodo en algún momento, puede detenerse. Cada persona puede
decidir por sí misma.
• Siéntese en una posición cómoda.
• Cierre los ojos si lo prefiere o elija un punto fijo en la pared y concéntrense en ese punto.
Piense únicamente en su respiración.
• Inhale y exhale lentamente, llenando los pulmones y liberando el aire lentamente. Piense
para usted mismo, “(su nombre), siéntase relajado mientras la respiración fluye hacia
adentro y hacia afuera”.
• Piense que se encuentra en un lugar tranquilo. Puede ser en la playa, en una colina o en
un árbol. Es posible que esté solo o con alguien que se preocupa por usted. Podría pensar
en Jesús diciéndole cuánto le ama.
• Continúe pensando en su respiración, fluyendo hacia adentro y hacia afuera, hacia adentro
y hacia afuera.
• Después de unos minutos, abra los ojos o deje de ver el punto fijo en la pared. Estírese y
respire hondo una vez más.
Antes de empezar:
• Para la Sección 1: Decida cómo presentará la historia (véase la página 201, “Historias”
bajo “Preparación de las lecciones”).
• Para la Sección 2B: Encuentre 1 o 2 voluntarios para preparar el drama de escuchar.
• Para la Sección 2C: Infórmese sobre los servicios disponibles en el área para las personas
con heridas del corazón que puedan necesitar apoyo adicional.
• Para la Sección 3: Prepare los materiales para la actividad artística.
Sección 3: ¿De qué otra manera podemos expresar nuestro dolor? 43 min
Cierre 2 min
SECCIÓN 1. 15 MIN
Ramón y Rosa vivían en un pueblo en un valle rodeado de montañas y colinas. Un año llovió
mucho más de lo habitual. Al principio la gente estaba feliz ya que pensaban que obtendrían una
buena cosecha. Pero la lluvia siguió cayendo, inundando rápidamente los campos y haciendo que
las cosechas se arruinaran.
Una mañana, Ramón y Rosa, junto a sus cuatro hijos se levantaron como de costumbre, y los
tres niños mayores se fueron a la escuela del pueblo. Ramón se fue a sus campos a trabajar, mientras
Rosa estaba en la casa con su hijo menor. De repente se escuchó un estruendo muy fuerte. Rosa
salió corriendo, justo a tiempo para ver un alud de lodo y piedras que estaba a punto de enterrar
el pueblo. Apenas tuvo tiempo de agarrar al bebé y correr antes de que la tierra cubriera su casa
por completo.
Ramón vio todo lo que estaba pasando desde los campos. Él y otros hombres comenzaron a
correr hacia el pueblo. Cuando llegaron, encontraron la escuela completamente cubierta por el
lodo. Algunas personas ya estaban tratando de desenterrar frenéticamente a los niños que esta-
ban enterrados bajo los escombros. Pudieron rescatar a algunos niños, pero lamentablemente, la
mayoría de ellos ya estaban muertos.
Las organizaciones sin fines de lucro se movilizaron para ayudar con prontitud. Las organiza-
ciones trabajaron para encontrarles refugio a los aldeanos en el menor tiempo. Aunque ayudaron
a muchos, descubrieron que la mitad de los aldeanos habían muerto en la tragedia, incluyendo la
mayoría de los niños. Ramón y Rosa habían perdido a sus tres hijos mayores. Ellos todavía estaban
demasiado conmocionados, sin ánimos de hablar, y la poca energía que tenían la necesitaban para
encontrar comida y una forma de sobrevivir. Después de un mes, los aldeanos recibieron ayuda para
reconstruir sus casas en un lugar más seguro, alejado de las montañas. Ramón y Rosa no habían
hablado con nadie sobre cómo se sentían, pero lo cierto es que se sentían cada vez peor por dentro.
El líder de iglesia, Marcos, y su esposa Ana estaban de viaje el día de la tragedia. Cuando
regresaron trataron de ayudar a la gente. Un día, Ana visitó a Rosa y la animó a hablar sobre su
dolor. Primero, Ana le preguntó a Rosa con mucha gentileza: “¿Qué pasó ese día?”. Rosa empezó
a contárselo con voz tímida. Después de darle tiempo, Ana le preguntó: “¿Y cómo te sentiste?”.
Cuando Rosa comenzó a describir sus sentimientos de pánico y desesperación en el momento
del deslizamiento de tierra, lloró y lloró, pero también sintió que se le estaba quitando una gran
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupos pequeños. Primero haga la pregunta 1 al grupo grande, para
identificar las tres preguntas guías para escuchar. Luego divida esas tres preguntas
entre los grupos pequeños, para que hablen de cómo ayudó cada pregunta. Haga
que cada grupo seleccione a alguien para tomar notas y hablar por el grupo. (Si es
posible, haga que el grupo seleccione una persona diferente para cada discusión
en el futuro).
Una forma para sacar el dolor de nuestros corazones es hablar de ello. Incluso si hablamos con Dios
sobre nuestras malas experiencias, contarle a otra persona lo que sucedió es una parte importante
de la sanidad. A medida que compartimos nuestro dolor con otra persona, poco a poco nuestras
reacciones se volverán cada vez menos intensas. Es posible que tengamos que contar nuestra his-
toria muchas veces. Por el contrario, si no somos capaces de hablar de nuestro dolor, y si no hay
nadie que nos escuche, estas reacciones pueden continuar durante meses e incluso años.
Cuando hablamos con alguien que sabe escuchar, nos puede ayudar a:
• obtener una comprensión honesta de lo que sucedió y cómo nos ha afectado.
• expresar nuestros sentimientos acerca de lo que sucedió.
• aceptar lo que pasó.
• saber que no estamos solos y sentirnos escuchados.
• confiar en que Dios también quiere escuchar acerca de nuestro dolor (Salmos 62:8).
Podemos ayudarnos a sanar escuchándonos unos a otros. Esto requiere que seamos buenos
oyentes. ¿Cómo es un buen oyente?
F (10 min) Compartir: “Primero veamos una dramatización, y luego hablaremos
de eso”. Haga que los participantes preseleccionados representen el drama.
Asegúrese de que los participantes que están viendo el drama tengan sus libros
cerrados para que no sepan cómo terminará.
DRAMA DE ESCUCHAR
Narrador: Miguel (o María) tuvo un grave accidente de automóvil hace una semana. Como con-
secuencia, le dejó un brazo roto y una conmoción cerebral menor, casi mató a su cónyuge e hija, y
el conductor del otro auto murió. Pudo volver a su casa al salir del hospital, pero la preocupación
por su familia le agobia. Aunque él (ella) tiene personas para ayudar con la comida y otras tareas,
él (ella) se siente peor cada día. Uno de los líderes de su iglesia pudo pasar por el hospital para ver
cómo estaba antes de salir. El/la líder encuentra a Miguel (María) en el área de espera, caminando
de un lado a otro.
(L = Líder; M = Miguel / María)
DRAMATIZACIÓN 1
L: (Saludo apresurado) Vine a ver a tu familia.
M: Están durmiendo en este momento, pero yo en cambio no puedo dormir muy bien.
L: (apresurado) Míralo de forma positiva: ¡sobreviviste! ¡Gracias a Dios!
M: Pero me siento con mucha confusión. ¿Podemos hablar?
L: (distraído) Tengo una reunión del comité de construcción. Hablemos mientras caminamos
hacia mi auto.
M: Bien (no muy convencido/a). Ahora que mi esposa (esposo) y mi hija están bien, yo me siento
peor. No estoy durmiendo y estoy evitando los autos y especialmente evito conducir.
L: No hay razón para tener miedo. Olvídalo. Toma el control. Dios no nos ha dado un “espíritu
de temor”.
M: ¡Oh no! Ahora me siento culpable por tener miedo. Y me siento enojado (enojada). Sé que
debería sentirme agradecido (agradecida), pero…
L: ¡Exacto! Deberías estar agradecido (agradecida). La gratitud borrará tus sentimientos negati-
vos. Esto me recuerda cuando nuestra iglesia se quemó. Decidí alegrarme, y por esa actitud,
todo estaba bien.
M: Lo intenté, pero no puedo controlar el miedo. (Suena el teléfono de L.)
L: (Contesta su teléfono y dice:) “Estoy hablando con Miguel (María). Él (ella) lo está pasando
muy mal, pero estaré allí tan pronto como me pueda escapar”.
M: Puedo ver que estás ocupado, pero solo dime ¿qué puedo hacer con este miedo?
L: Recuerda Romanos 8:28. Sé agradecido/a. Le pediré a la iglesia que ore por ti.
M: ¡Oh, por favor, no, no se lo digas a todo el mundo!
Estas son tres preguntas útiles que un buen oyente podría usar:
1. ¿Qué sucedió?
2. ¿Cómo te sentiste?
3. ¿Qué fue lo más difícil para ti?
Estas son algunas señales de que alguien puede necesitar ayuda más allá de pasar tiempo con un
buen oyente:
• Su comportamiento pone en riesgo su vida y salud.
• No puede completar las actividades diarias ni atender las necesidades básicas.
• Con frecuencia no puede manejar sus emociones.
• Piensa que están sucediendo cosas que no son reales, como escuchar voces o imaginar que
está siendo perseguido.
Estos comportamientos muestran que alguien necesita ayuda profesional. Si un psicólogo o psi-
quiatra no está disponible, un médico o enfermero podría al menos darles medicamentos para
que se calmen y ayudarles a dormir.
Nos convertimos en buenos oyentes al practicar. Incluso mientras practicamos, podemos ayu-
darnos unos a otros a sanar. En parejas, hablen de algo doloroso que les haya sucedido —un
evento leve, no el peor momento que hayan experimentado—. La otra persona escucha, usando
las tres preguntas a continuación. Después de 10 minutos cambien de rol.
SECCIÓN 3. 43 MIN
Otra forma en que podemos expresar el dolor en nuestros corazones es hacer actividades como el
dibujo, la poesía, la danza y la música. Cada una de nuestras culturas tiene diferentes formas en
que las personas se expresan. Podemos usar algunas de estas maneras para ayudar a encontrar la
sanidad de nuestros corazones.
EJERCICIO DE ARTE
F (23 min) El siguiente párrafo le servirá para describir el ejercicio de arte. Dé a los
participantes 20 minutos para hacer el ejercicio de arte. Los participantes pueden
usar marcadores, lápices de colores, arcilla, tiza, movimientos, declamar/escribir
poemas, canciones, etc.
Comience por quedarse quieto y en silencio para pedirle a Dios que le muestre el dolor en su
corazón. Puede ser un evento doloroso de su vida, de este momento o del pasado. Cuando esté
listo, puede comenzar a expresar su dolor a través de la forma de arte que eligió. Su expresión
creative puede ser simbólica en lugar de realista. Este ejercicio no se trata de mostrar su talento
artístico a los demás, sino de expresar lo que hay en su corazón.
CONVERSACIÓN
F (15 min) Grupos pequeños o parejas.
1. Compartan tanto como quieran sobre la pieza de arte que hicieron. O, si lo prefieren,
compartan cómo fue la experiencia de expresar su dolor de esta manera.
2. ¿Les ayudó a darse cuenta de algo nuevo?
3. Oren unos por otros.
F (5 min) Grupo grande. Pregunte si a alguien le gustaría compartir sobre lo que
crearon.
Antes de empezar:
• Para la Sección 1: Decida cómo presentará la historia. (Véase la página 201, “Historias”
bajo “Preparación de las lecciones”).
• Para la Sección 3: Prepare el drama del viaje del duelo y dibuje el diagrama del viaje en
rotafolio o papel grande.
• Planifique un breve descanso antes de comenzar la sección de lamento.
• Prepare papel extra para el ejercicio de lamento.
• Si lo desea, seleccione un salmo de lamento para leer durante el Cierre.
• Ayude a los participantes a comprender que, en este contexto, cuando hablamos de duelo,
nos referimos al dolor o la pena que experimentamos después de la pérdida de algo signi-
ficativo, no solo la pérdida de un ser querido.
Sección 4: ¿Qué puede hacer que el duelo sea más difícil? 10 min
Cierre 5 min
SECCIÓN 1. 10 MIN
José y Pedro eran dos hermanos que crecieron juntos en un pueblo llamado Villa del Sol, en Santiago
del Sur. Desde muy pequeños les enseñaron a trabajar en el campo con dedicación, ya que todos
los habitantes de esa región se dedicaban a la agricultura.
Los tiempos modernos hicieron que las grandes cadenas de supermercados abrieran sucur-
sales en todas las ciudades de alrededor. Esto afectó a las familias que vivían de la agricultura; les
resultaba muy difícil sostener a sus familias, pues ya no les compraban sus productos. Viendo
la necesidad que atravesaban y pensando en un futuro mejor para sus hijos, los dos hermanos
tomaron la decisión de irse de Villa del Sol y cruzar la frontera al país vecino en busca de mejores
oportunidades de empleo. La familia de José intentó convencerlo de muchas maneras para que
no se fuera. Juanito, su hijo más pequeño, le rogaba entre lágrimas que por favor no los dejara,
mientras tanto, su esposa también sufría en silencio.
Llegó el día en que los hermanos emprendieron el camino y, al llegar a la frontera, estaban a
punto de cruzar al país vecino con otro grupo de personas. Mientras caminaban por el desierto, la
policía los descubrió y comenzó a perseguirlos. Todos empezaron a correr desesperados intentando
escapar. Alguien del grupo que traía un arma de fuego, empezó a disparar contra los policías, así
que la policía respondió con más disparos. José y Pedro estaban corriendo juntos cuando una bala
alcanzó a Pedro, quien de inmediato cayó al suelo quedando boca abajo. José se detuvo enseguida
para intentar ayudar a su hermano… pero Pedro permanecía inmóvil y estaba cubierto de sangre.
Los policías seguían corriendo hacia ellos, así que José tuvo que levantarse y correr lo más rápido
que pudo; a duras penas logró escapar de aquella situación.
Después de un tiempo, José se instaló en la ciudad y pudo conseguir un trabajo que le permitía
enviar dinero a su familia, a quienes extrañaba mucho. Después pudo confirmar que su hermano
había muerto en el camino. Al principio, José se enojó con Dios, pensando: “Si Dios es amor, ¿por
qué dejó morir a mi hermano?”. Pasaba el tiempo y él no podía olvidar lo que le había sucedido
a Pedro. El enojo llenaba cada vez más su corazón. En ocasiones, sentía ira contra su propio her-
mano por dejar que lo viera la policía. Otras veces, sentía rencor contra la persona que empezó a
disparar. Pero la ira era más fuerte cuando se encontraba con un policía, porque sentía tanto odio
que deseaba matarlo; después empezaba a sentirse mal y a veces terminaba vomitando. Por las
noches tenía pesadillas terribles recordando la muerte de su hermano, y llorando repetía en voz
alta: “Si tan solo me hubiera quedado a ayudar a Pedro, él no habría muerto”.
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupo grande. Reflexionen y comenten.
¿Qué es el duelo?
CONVERSACIÓN
F (4 min) Grupo grande. Definir el duelo (sentir dolor profundo por la pérdida de
alguien o algo). Respondan las siguientes preguntas. A continuación, agregue
contenido que no se haya mencionado. Dibuje el diagrama “trauma/duelo” de
nuevo (lección de Heridas del corazón).
El duelo significa sentir dolor profundo por la pérdida de alguien o algo. Esto podría ser la pérdida
de un miembro de la familia o un amigo. Podría ser la pérdida de una parte del cuerpo o la fun-
ción de una parte del cuerpo. Podría ser la pérdida de una propiedad, una posición o esperanza
de algo. Ya sean pequeñas o grandes, todas las pérdidas nos afectan (Nehemías 1:3–4). El duelo es
el proceso normal para recuperarnos de estas pérdidas. El trauma siempre implica pérdida, pero
podemos experimentar pérdida sin trauma, como en el caso de la muerte de un padre anciano.
Cuando una persona pierde a alguien o algo muy importante, puede perder el sentido de quién
es. Por ejemplo, ya no es la esposa de…, o la madre de…, o el presidente de… Su vida nunca vol-
verá a ser la misma. A través del proceso de duelo, el sentido de quién es esta persona cambiará.
Esto toma tiempo.
Debido a que Adán y Eva pecaron, la muerte y el dolor entraron al mundo. Solo en el cielo no
habrá más lamento (Apocalipsis 21:4). Los cristianos pueden estar de duelo y tener esperanza al
mismo tiempo (1 Tesalonicenses 4:13).
REFLEXIÓN INDIVIDUAL
F (1 min) Dar tiempo a los participantes para reflexionar sobre la pregunta a
continuación.
El duelo toma tiempo y energía (Salmos 6:6–7). A menudo, es como un viaje que nos lleva a través
de varias aldeas. Cada persona pasa diferentes períodos de tiempo en las aldeas, puede ir y venir
en diferentes momentos. Comprender el viaje de duelo no quita el dolor, pero puede ayudarnos
a ser más pacientes con nosotros mismos y con los demás. Si nos permitimos hacer el viaje, nos
llevará a la sanidad.
Barrio 3
Negación Sin
e Ira Esperanza
Barrio 1
A
PÉRDID
Barrio 2
Justo después de una pérdida, la negación y la ira son naturales y, en realidad, pueden ser útiles:
• La negación nos permite absorber la pérdida poco a poco y nos impide ser abrumados
por ella.
• La ira puede ser una forma de luchar contra la pérdida cuando nos sentimos impotentes.
Puede darnos energía y evitar que nos abrumemos.
F Preguntar: “¿Cómo describirían a la gente en el barrio Negación e Ira?”. Escuchar
las respuestas. A continuación, agregue contenido que no se haya mencionado.
Explique que el comportamiento es normal en cada barrio a medida que una
persona pasa de la crisis a la recuperación.
Reacciones comunes:
• Insensibilidad.
• Ignorar lo que está sucediendo alrededor de nosotros.
• No poder creer que la persona haya muerto o que el evento haya ocurrido.
• Empezar a llorar de repente o estallar de ira.
• Enojarse con Dios.
• Enojarse con una persona que ha muerto, por dejarlos solos.
• Expresar cosas como “si solo hubiera hecho esto o aquello, la persona no habría muerto”
o “Quisiera haber hecho…”.
• Preguntarse: “¿por qué me está pasando esto a mí?”
• Encontrar a alguien a quien culpar por la muerte.
• Querer tomar venganza, lo que resulta en conflicto y más dolor.
• Pensar que escucha o ve a la persona muerta.
F Diga (y actúe) lo siguiente: “¡Las personas A y B están muy enojadas con las
personas que causaron el evento y ahora quieren venganza! Se enojan con
cualquiera que entre en la habitación y le gritan. (A y B pueden actuar de esta
manera, y así sucesivamente, con la descripción de cada persona subsecuente).
C está muy enojado consigo mismo porque cree que podría haber evitado el
desastre. D está muy enojado con Dios por permitir que esto sucediera. E está
diciendo que el ser querido realmente no está muerto, que pronto se reunirán”.
Presente el siguiente párrafo.
Esta etapa puede comenzar durante el tiempo del funeral o inmediatamente después de la pérdida,
y mientras las personas allegadas vienen a consolar a la familia dolida. El llanto, las ceremonias
fúnebres del velatorio y el entierro a menudo son útiles.
En el barrio 3, la gente acepta cada vez más la pérdida y su nueva identidad. Lo que es “normal”
ahora es diferente —una “nueva normalidad”—. Pueden ser más conscientes de lo que realmente les
importa en la vida. Si han tenido un buen proceso de duelo, es posible que puedan ayudar a otros.
F Preguntar: “¿Cómo describirían a la gente en el barrio de Nuevos Comienzos?”
Escuchar las respuestas. A continuación, agregue contenido que no se haya
mencionado.
Reacciones comunes:
• Piensa en pasar a una nueva etapa en su vida.
• Listo para salir y disfrutar tiempo con sus amigos.
• Considera volver a casarse si un cónyuge murió, o tener otro hijo si perdió uno.
• Cambiado por la pérdida, puede ser más fuerte, más considerado.
F Diga (y actúe) lo siguiente: “Diez meses después de la crisis, D y E comienzan a
sentir más interés en la vida. Van a Nuevos Comienzos. D quiere pasar tiempo con
Compartir: “Cada uno de los viajes de las cinco personas fue diferente. Cada
persona pasa diferentes períodos de tiempo en los barrios, puede ir y venir en
diferentes momentos”.
Es normal volver a visitar barrios anteriores por cortos períodos de tiempo. A veces esto sucede
en respuesta a un evento importante, como el aniversario de la muerte de la persona. Poco a poco,
una persona avanza más y más hacia el barrio Nuevos Comienzos.
A veces, las personas se quedan estancadas demasiado tiempo en el barrio 1 o 2, y pueden
necesitar ayuda especial para seguir adelante. Algunos ejemplos de esto podrían ser:
• Una mujer que todavía piensa que puede ver u oír a su esposo años después de su muerte.
• La madre de un niño muerto que le mantiene la ropa lista y no la regalará uno o más años
después de su muerte.
• Un hombre que todavía no está dispuesto a ir a eventos sociales con sus amigos dos años
después de la muerte de su esposa.
E. El Puente Falso
F Presente la siguiente situación: “Ahora, un desastre diferente acaba de sucederle
a la persona A”. (Coloque a la Persona A en el momento de la crisis).
Preguntar: “¿Qué pasa si alguien viene en el momento de la crisis y toma la
mano de A y trata de forzarle hacia Nuevos Comienzos, diciendo, ‘No te enojes,
no estés triste. Si confías en Dios, puedes sentirte feliz ahora mismo. Reanuda tu
vida como si nada hubiera pasado’?”. (Actúe esto con A, arrastrándole hacia el
barrio 3. A se cae antes de llegar al barrio 3, colapsando en el suelo). Pregunte:
“¿Funciona esto?” (No)
Presente el contenido a continuación. Añada el Puente falso a su diagrama
del Viaje del duelo.
A veces pensamos que por creer en el evangelio y en todas las promesas de Dios, sería un error
sentirnos enojado o triste por una pérdida. Nuestras culturas pueden reforzar esta idea. Esto se
puede llamar el “Puente falso”, porque parece proporcionar un camino corto desde el momento de
la pérdida directamente a “Nuevos comienzos” sin pasar por los barrios 1 y 2. Esto no es bíblico,
y no traerá sanidad.
Dios nos creó con la necesidad de lamentar y hacer duelo por nuestras pérdidas. Jesús expresó
emociones dolorosas en la cruz cuando dijo: “¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has abandonado?”
(Mateo 27:46). El salmista clamó a Dios día y noche cuando estaba en el exilio, recordando todo
lo que había perdido (Salmos 42:3–6).
Enfrentar el dolor de la pérdida requiere valentía. Podemos sentirnos tentados a evitarlo. A
veces nos ocupamos haciendo la obra de Dios como una manera de evitar sentir el dolor. Pero
si no enfrentamos nuestra pérdida, el dolor permanecerá en nosotros y puede causar problemas
durante muchos años.
A veces es necesario dejar de lado las pérdidas para sobrevivir. El contexto podría requerir que
simplemente sigamos adelante o sigamos trabajando, por ejemplo, debido a responsabilidades o
porque no es seguro hablar sobre el tema. Cuando estemos seguros y la vida vuelva a ser estable,
tendremos que hacer el Viaje del duelo. Como vimos en el ejercicio “botellas/globos bajo el agua”,
se necesita esfuerzo para mantener las emociones ocultas dentro de nosotros.
CONVERSACIÓN EN PAREJAS
F (10 min) Parejas. Véase la nota para una alternativa a esta conversación.
SECCIÓN 4. 10 MIN
El duelo es una labor muy dura, pero algunas cosas pueden hacer que sea más difícil. Cosas como,
por ejemplo, cómo ocurrió la pérdida, las creencias que las personas tienen sobre el dolor, y las
personas que dicen o hacen cosas que demuestran que no entienden.
A. El tipo de pérdida
F (2 min) Compartir: “Algunas pérdidas son especialmente difíciles, como cuando
un niño ha muerto. ¿Qué otros tipos de pérdidas son especialmente difíciles?” A
continuación, agregue contenido que no se haya mencionado.
CONVERSACIÓN
F (4 min) Grupo grande. A continuación, agregue contenido que no se haya
mencionado.
1. ¿Qué dice nuestra cultura o familia sobre los hombres que lloran? ¿Y acerca de las mujeres 4
que lloran?
2. ¿De qué manera estas creencias ayudan u obstaculizan el duelo de las personas?
Algunas culturas requieren que la gente llore públicamente cuando alguien muere. De lo contra-
rio se puede interpretar que quienes no lloran no querían a la persona que murió, o incluso que
causaron su muerte. Esto puede provocar que las personas lloren dramáticamente, ya sea que se
sientan tristes o no.
Otras culturas no permiten que la gente llore, especialmente los hombres. Esto puede resultar
en que las personas mantengan su dolor dentro de sí mismas, en lugar de expresarlo.
La gente no debe contener sus lágrimas. Dios nos ha diseñado para lamentar o llorar cuando
estamos tristes. Es una parte importante del duelo, tanto para hombres como para mujeres. Incluso
Jesús lloró cuando su amigo Lázaro murió (Juan 11:33–38a). Los salmistas también lloraron (Salmos
6:6; Salmos 39:12; Salmos 42:3), al igual que los profetas (Isaías 22:4; Jeremías 9:1).
Dios pone atención a nuestras lágrimas; son preciosas para él (Isaías 38:3–5; Salmos 56:8).
C. Consejeros miserables
CONVERSACIÓN
F (3 min) Grupo grande. Después de un tiempo breve de conversación, a continuación,
agregue contenido que no se haya mencionado.
Job era un hombre rico con una gran familia. En un instante, perdió todo: sus hijos, su ganado,
su riqueza, su salud. Cuando tres amigos de Job oyeron lo que le había pasado, se reunieron y
decidieron ir a consolarlo (Job 2:11). Se sentaron en silencio con él durante una semana antes de
hablar. Cuando Job rompió el silencio y expresó su dolor, sus amigos se apresuraron a señalar su
falta de fe (Job 4:3–6). Ellos dijeron que su sufrimiento se debía a sus pecados y a los pecados de
sus hijos (Job 4:7–8). Aunque Job afirmó que no había pecado, estaban seguros de que, si él fuera
inocente, Dios no habría permitido que esto sucediera (Job 8:6–8; 11:2–4; 22:21–30). Lo acusaron
una y otra vez para intentar que confesara. Finalmente, Job dijo: “¡Qué consejeros tan miserables
son ustedes!” (Job 16:2 NTV). En lugar de consolar a Job, aumentaron su dolor.
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupos pequeños o parejas. Mencione el título de la sección, luego divida
las preguntas entre los grupos.
1. Cuando usted ha estado sufriendo la pérdida de alguien o algo, ¿qué tipo de cosas útiles
han hecho o dicho las personas? ¿Qué clase de cosas inútiles se han hecho o dicho?
2. ¿Cómo ayuda su cultura tradicionalmente a los que sufren? ¿Qué costumbres son útiles?
¿Cuáles no son útiles? ¿Qué tradiciones están de acuerdo con las Escrituras?
F (10 min) Grupo grande. Escuchar la retroalimentación. Si está utilizando una
pizarra o un rotafolio, enumere las cosas “útiles” y las “inútiles” en dos columnas.
A continuación, agregue contenido que no se haya mencionado.
Aquí hay algunas formas en las que podemos ayudarnos mutuamente a hacer el duelo:
A. Ayuda emocional
• Visitar a la persona en duelo, cuando sea apropiado.
• Cuando estén listos, anímelos a hablar sobre cómo se sienten. Permítales expresar su ira
y tristeza.
• Escuche su dolor. Es mejor escuchar que hablar. En el momento de duelo no se puede
absorber la enseñanza y la predicación (Job 21:2; Proverbios 18:13).
• Ayúdelos a entender que llorar es normal, y que es un proceso que tomará tiempo. No
siempre se sentirán como lo hacen en este momento. Es importante que no hagan cambios
importantes basados en cómo se sienten al pasar por los barrios 1 y 2. Cuando estén en el
barrio 3, podrán tomar mejores decisiones.
• Cuando estén listos, pueden orar con o por ellos (Efesios 6:18). También pueden leer una
promesa de la Biblia y animarlos a memorizarla. Por ejemplo: “El Señor está cerca, para salvar
a los que tienen el corazón hecho pedazos y han perdido la esperanza” (Salmos 34:18 DHH).
• Eventualmente, necesitan llevar su dolor a Dios. Cuanto más específicos puedan ser sobre
su pérdida, mejor. Por ejemplo, pueden haber perdido a un ser querido, pero también un
ingreso, la compañía de alguien, respeto o seguridad. Deben entregar estas pérdidas a Dios
una por una.
B. Ayuda práctica
Si una persona en duelo tiene que preocuparse por cuidarse a sí misma y a su familia, no tendrá
suficiente energía para llorar adecuadamente y recuperarse. Pueden estar demasiado agotados
para hacer el trabajo que hacían antes, y mucho menos para hacer todas las cosas que hacía la
persona fallecida.
F (10 min) Presente el contenido a continuación. Señale que la única parte que tiene
que estar presente necesariamente en un lamento es la queja.
En Salmos 13:1, David pregunta, “Mi Señor y Dios, ¿vas a tenerme siempre olvidado? ¿Vas a negarte
a mirarme?”. En el versículo 6, él dice, “¡Voy a cantarte himnos porque has sido bueno conmigo!”.
¿Cómo puede David decir ambas cosas al mismo tiempo? Parecen contradictorias.
Dios nos ha dado una herramienta para ayudarnos a expresar nuestro dolor. Se llama lamento.
Muchos de los salmos son lamentos. En un lamento, las personas derraman las quejas de su corazón
a Dios en un esfuerzo por persuadirlo para que actúe en su nombre, todo el tiempo declarando
su confianza en él (Salmos 62:8). Un lamento puede ser compuesto por una persona de forma
individual, o por varias personas de una comunidad.
EJERCICIO
F (5 min) Lean el Salmo 13 (abajo) en voz alta como grupo e identifiquen las partes
del lamento (vs. 1–2, dirigido y queja; vs. 3–4, petición; v. 5a, declaración de
confianza en Dios; vs. 5b–6, promesa de alabanza). Luego lea las instrucciones
del lamento en el número 2.
Salmo 13
2. Tomen un tiempo para escribir un lamento a Dios. Su lamento podría ser una canción, rap,
poema, oración, danza o cualquier forma creativa que deseen para expresar sus sentimientos
a Dios. No tiene que incluir todas las partes de un lamento, pero sí necesita tener una queja.
F (20–30 min) Ejercicio del lamento. Lo mejor es dejar que la gente trabaje en silencio,
sin música de fondo, ya que la música puede distraer. Haga que los participantes
se mantengan en silencio hasta que todos juntos regresen a su lugar.
Si los participantes han experimentado un evento traumático como comunidad,
puede ser beneficioso crear un lamento como grupo. Esto a menudo se convierte en
una canción que podrán cantar juntos. Pídales que trabajen en grupos pequeños o
en un grupo grande. Para iniciar el proceso, pida a los participantes que identifiquen
el tema de su lamento. Pídales que exploren sus sentimientos y las preguntas que
tienen para Dios acerca de su situación.
Pueden compartir tanto como quieran de su lamento o, si lo prefieren, compartan cómo fue para
ustedes el proceso de escribir un lamento.
4
CIERRE 5 MIN
F (5 min) Dé tiempo para que uno o más participantes compartan su lamento con
el grupo grande. También es posible que deseen cantar juntos una canción de
lamento o elegir un salmo de lamento para leer en voz alta como una oración de
cierre. Después dé tiempo para reflexionar sobre la pregunta final. Anime a los
participantes a leer la lección y buscar los pasajes de las Escrituras después de
la sesión.
Antes de empezar:
• Mucho antes de esta lección, lea la “Nota para el facilitador” que está a continuación, y
hable de los detalles con el anfitrión, para asegurarse de que estará haciendo la lección de
la manera más apropiada culturalmente.
• Identifique a uno o más participantes que puedan asistirle con la lección y repásela previa-
mente con ellos al menos un día completo.
• Programe un descanso al final de esta lección, para que la gente tenga tiempo de reflexionar
sobre la experiencia.
• Prepare los materiales (véase la lista abajo).
• Organice las sillas de la manera más apropiada para la ceremonia (como un círculo u otra
forma que sea diferente al estilo de un salón de clases).
• Para la Sección 1: Decida cómo presentará la historia (véase la página 201, “Historias”
bajo “Preparación de las lecciones”).
• Para las secciones 2 y 3: Seleccione las canciones y la música instrumental que utilizará.
Otras consideraciones:
• Si sabe que uno o más de los participantes experimentaron un evento traumático que 5
incluyó fuego, considere usar uno de los métodos enumerados a continuación para destruir
los documentos sin utilizar fuego. O si el evento incluyó agua, considere no usar agua en
la ceremonia.
• Decida la mejor manera de agrupar a los participantes durante la Sección 2, cuando el
grupo grande se divide en grupos pequeños de dos o tres y cada persona tiene la opor-
tunidad de compartir su dolor más profundo. A veces, es importante mantener hombres
con hombres, pastores con pastores, mujeres con mujeres, etc. Si uno de los objetivos del
grupo para sanar es la reconciliación étnica, se podría reunir a personas de diferentes
grupos étnicos. Cuando las personas confían lo suficiente en los demás para compartir y
escuchar el dolor más profundo de unos y otros, la sanidad puede suceder. Anime a los
participantes a encontrar a alguien con quien les gustaría compartir. Tenga cuidado de
que nadie se quede sin una persona para compartir, a menos que sea por propia elección.
• Puede ser bueno hablar sobre la experiencia la próxima vez que su grupo se reúna, para
analizar cómo se sintieron las personas al respecto y cómo se sienten ahora.
• Si usted hizo la lección de Herida moral con su grupo, considere modificar la lección de
Llevar nuestro dolor a la cruz de la siguiente manera:
• Agregue una jarra de agua, un tazón y una toalla de mano en un soporte pequeño, a
poca distancia de la cruz.
• En la Sección 2, durante “Tiempo a solas”, modifique las instrucciones del primer párrafo
como se indica en el siguiente texto en negrita: Tómese un tiempo a solas y reflexione
sobre el dolor(es) que desea llevar a Jesús para la sanidad. Escriba en un papel las cosas
que le causan dolor —las cosas que le han hecho, y las cosas que usted ha hecho, dejó
de hacer, o que presenció que pueden haber creado una herida para usted. O puede
hacer un dibujo si desea, o crear alguna otra expresión del dolor que le gustaría procesar.
• En la Sección 3, cuando invite a los participantes a llevar su dolor a la cruz, invítelos
también a tomar un momento para lavarse las manos con la jarra de agua (o pídale
a una persona que sostenga la jarra y vierta agua sobre las manos extendidas de cada
participante). Recuerde a los participantes que esto no es una “limpieza mágica” de la
herida de su alma, sino un recordatorio simbólico del lavado del pecado y de recibir
el perdón de Dios.
Hojas de canciones o música grabada. Elija canciones que la mayoría conoce; este no es el momento
de enseñar nuevas canciones.
Un hombre le había pedido a Jesús que fuera y sanara a una niña que estaba muy enferma. Mientras
iba en camino, había mucha gente siguiéndolo y apretujándolo a su alrededor. Una mujer que se
encontraba en la multitud había sufrido durante doce años por un sangrado constante. Había
sufrido demasiado con muchos médicos, y a lo largo de los años había gastado todo lo que tenía
para pagarles, pero no había mejorado. De hecho, había empeorado. Ella había oído hablar de Jesús,
por lo que se acercó detrás de él a través de la multitud y tocó su manto. Porque ella pensó: “Si tan
solo puedo tocar su túnica, seré sanada”. Cuando lo logró, la hemorragia cesó inmediatamente y
pudo sentir en su cuerpo que había sido sanada de su terrible condición.
Jesús se dio cuenta al instante de que el poder curativo había salido de él, por lo que se dio la
vuelta entre la multitud y preguntó: “¿Quién tocó mi túnica?”.
Sus discípulos le dijeron: “Mira esta multitud que te rodea. ¿Cómo puedes preguntar, ‘Quién me
tocó?’ ”.
Pero Jesús siguió mirando a su alrededor para ver quién lo había hecho. Entonces la mujer,
asustada, temblando al darse cuenta de lo que le había sucedido, fue y cayó de rodillas delante de él.
Toda la multitud la oyó explicar por qué lo había tocado y que había sido sanada inmediatamente.
Jesús le dijo: “Hija, tu fe te ha sanado. Ve en paz. Tu sufrimiento se ha terminado” (Adaptado de
Marcos 5:25–34).
CONVERSACIÓN
F (12 min) Grupo grande, excepto para las preguntas 5 y 6.
Así como la persona en la historia llevó su dolor a Jesús, nosotros podemos hacer lo mismo.
Se nos ha enseñado en la Escritura que Jesús vino no solo para llevar nuestros pecados, sino
también para llevar nuestro dolor y sanarnos. El Evangelio de Mateo cita al profeta Isaías para des-
cribir lo que hizo Jesús: “Él cargó con nuestras enfermedades y soportó nuestros dolores”. (Mateo
8:17, citando Isaías 53:4). En el mismo pasaje del profeta Isaías, también dice:
Jesús sintió toda la carga del dolor y el pecado del mundo. Jesús conoce el dolor que hay en nuestros
corazones y necesitamos entregárselo para que él pueda sanarnos.
TIEMPO A SOLAS
F (20 min) Distribuya el(los) papel(es). Presente el siguiente párrafo. Indique a los
participantes cuánto tiempo tendrán a solas y cómo los llamará (por ejemplo,
con su voz, con una campana o tocando música instrumental). Es preferible hacer
esta parte en completo silencio.
Tomese un tiempo a solas y reflexione sobre el(los) dolor(es) que desea traer a Jesús para su
sanidad. Escriba en un papel las cosas que le causan dolor —cosas que le han hecho o cosas
que usted ha hecho. Si lo prefiere, puede hacer un dibujo o crear alguna otra forma de expresar
el dolor. Siéntase libre de encontrar un lugar tranquilo y solo para hacer esto.
CONVERSACIÓN
F (20 min) Grupos de dos o tres. Indique a los participantes cuántos minutos tendrán
o que deben regresar cuando escuchen la campana o la música.
Ahora les daremos la oportunidad de compartir esos dolores con otra persona, si lo desean. 5
Ustedes pueden compartir tanto como quieran de lo que han escrito en su papel. O pueden
compartir cómo fue la experiencia de escribirlo. Después de compartir, tómense un tiempo
para orar el uno por el otro. Si no se sienten cómodos compartiendo lo que está en su corazón,
está bien; simplemente pueden orar juntos.
F Cuando se acabe el tiempo, llame a los participantes, con su voz, la campana o
cantando un coro.
SECCIÓN 3. 25 MIN
Jesús dijo: “Vengan a mí todos ustedes que están cansados de sus trabajos y cargas, y yo los haré
descansar. Acepten el yugo que les pongo, y aprendan de mí, que soy paciente y de corazón humilde;
así encontrarán descanso” (Mateo 11:28–29 DHH). Jesús los invita a venir a él. Cuando estén listos,
pueden traer sus papeles a la cruz. Si quieren, pueden decir, “Estoy trayendo mi dolor a Jesús”.
Siéntanse libres de quedarse en la cruz todo el tiempo que necesiten. Si no están listos para llevar
su papel a la cruz, siéntanse libres de quedarse donde están.
Apocalipsis 21:1–5
Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva, pues “Aquí es donde Dios vive con su pueblo. Dios
ya el primer cielo y la primera tierra habían dejado vivirá con ellos, y ellos serán suyos para siempre.
de existir, lo mismo que el mar. En efecto, Dios mismo será su único Dios. Él secará
Vi también que la ciudad santa, la nueva sus lágrimas, y no morirán jamás. Tampoco volverán
Jerusalén, bajaba del cielo, donde vive Dios. La a llorar, ni a lamentarse, ni sentirán ningún dolor,
ciudad parecía una novia vestida para su boda, lista porque lo que antes existía ha dejado de existir.”
para encontrarse con su novio. Y oí que del trono Dios dijo desde su trono: “¡Yo hago todo nuevo!”
salía una fuerte voz que decía: Y también dijo: “Escribe, porque estas palabras son
verdaderas y dignas de confianza.”
COMPARTIR
F (10 min) Haga la siguiente pregunta y deje tiempo para que algunos participantes
compartan.
¿Hay algo que quieran compartir sobre lo que Dios ha hecho por ustedes durante nuestro
tiempo juntos?
F (4 min) Al cerrar, dígales a los participantes que es normal sentirse más cansados
o emotivos de lo habitual después de esta lección, porque han dejado salir
emociones profundas. Esto es parte de la sanidad. Anímelos a cuidarse a sí mismos
y a ponerse en contacto con los facilitadores si necesitan apoyo adicional.
Ore por los participantes. Canten juntos una canción apropiada. Despedir.
Si esta será la última lección de su grupo para sanar, decida si usará la sección “Mirando hacia
atrás y mirando hacia adelante” (página 73) y qué actividades de cierre usará (sección de Cierre).
Antes de empezar:
• Para la Sección 1: Decida si va a utilizar la historia o los dramas. Si las personas en su grupo
han experimentado problemas de abuso doméstico y usted está usando la historia en lugar 6
de las dramatizaciones, es importante pasar por la lección opcional de Maltrato doméstico
antes de hacer la lección del Perdón. Si usa los dramas, haga arreglos con anticipación para
que ocho participantes los representen. Si es necesario, haga copias de los dramas para
ellos. Si usa la historia, decida cómo la presentará (véase la página 201, “Historias” bajo
“Preparación de las lecciones”).
• Para la Sección 3: Familiarícese con la dramatización de la mujer que fue robada.
• Para la Sección 3: Dibuje el ciclo de perdón en la pizarra, rotafolio o papel grande.
• Para la Sección 4: Familiarícese con el drama de la cuerda o una de las dramatizaciones
suplementarias. Consiga una cuerda o algo que pueda usar para atar a dos personas.
• Para las Secciones 3, 4 y 5B: Si es necesario, prepare hojas de papel o fichas con los versí-
culos de la Biblia o use los versículos de la Biblia para descargar.
Cierre 5 min
María había estado viviendo separada de Juan durante un año. Su corazón estaba amargado, porque
Juan la había tratado con crueldad y la había golpeado a ella y a su hijo. Sin embargo, Juan tam-
bién se sentía solo. Además, se sentía culpable por haber lastimado a María. Él tenía un profundo
remordimiento por haber destruido a su propia familia, pero quería cambiar y convertirse en una
mejor persona. Así que, durante todo ese año, Juan se había estado reuniendo regularmente con
Marcos, el líder de la iglesia, para recibir ayuda y escuchar consejos.
Una tarde, una de las compañeras del grupo de la iglesia le dijo a María: “Ahora tienes que
perdonar a tu esposo por lo que hizo y olvidar todas esas cosas del pasado”. María no tenía la
energía para explicar lo confundida que se sentía, así que le respondió rápidamente: “Yo perdoné
a Juan. Ya no recuerdo lo que hizo”. Sin embargo, en su corazón, María no podía olvidar lo que su
esposo le había hecho.
Un día, María escuchó a Marcos dar un sermón en la iglesia sobre lo que Jesús le dijo a Pedro
que se debe perdonar setenta veces siete a un ofensor. Ella se preguntó cómo se aplicaba eso a los
sentimientos que ella tenía hacia Juan. María no quería hacerle daño, pero no sabía cómo perdo-
narlo o si eso significaría que tendría que volver con él.
Esa noche, María se reunió con su amiga, Ana, que era la esposa de Marcos. María le compartió
que había tratado de perdonar a Juan y olvidar lo que él les había hecho. Ella hizo una pausa antes
de continuar, y luego admitió: “La verdad es que no he podido olvidar lo que nos hizo, y eso me
hace sentir horrible”.
Ana le preguntó: “¿Quién te dijo que debes olvidar? Siempre recordarás lo que sucedió, pero
cada vez que lo recuerdes, puedes llevarle el dolor a Jesús y perdonar nuevamente. Poco a poco
recordarás lo que pasó sin sentir tanto dolor”.
María se fue a casa y comenzó a pedirle a Dios que la ayudara a perdonar a Juan genuinamente.
Poco a poco, empezó a dejar ir su ira y su dolor. A veces recordaba las cosas horribles que él había
hecho y tenía que pedirle a Dios de nuevo que la ayudara a perdonar a Juan. Con el tiempo, la ira
de su corazón comenzó a desaparecer y en su lugar comenzó a sentir la paz de Dios.
DRAMATIZACIÓN 1
(José está conversando con su amigo Bruno).
José: La semana pasada, cuando estaba pasando por el salón, escuché a Samuel decir algo
que me ofendió de verdad. En presencia de los otros líderes de la iglesia, dijo que yo
no servía para predicar. No puedo olvidar lo que escuché. Todavía me duele cuando
pienso en eso.
(Cuando terminan de conversar sale Bruno y entra Samuel).
Samuel: Por favor, perdóname por lo que dije la semana pasada, que no eras bueno predicando.
No debí haberlo dicho.
José: No hay nada que perdonar. No me importó.
DRAMATIZACIÓN 2
(Juan está conversando con Nicolás, quien es un buen amigo).
Juan: Hola Nicolás, te ves molesto. ¿Qué pasa?
Nicolás: He tratado de perdonar a mi papá por su crueldad cuando yo era niño, pero es difícil.
Juan: Pues bien, debes olvidarte de eso. Mientras no olvides, no puedes decir que has perdonado.
DRAMATIZACIÓN 3
Rut: Ana, gracias por reemplazarme en la clase de la semana pasada.
Ana: Ah ¡No quiero volver a enseñar en esa clase nunca más! Yo estaba tratando de enseñar
acerca de los lamentos en los Salmos, pero Sara insistió diciendo que no deberíamos
decir la palabra “Selah.” Y ella no me permitió continuar con sus interrupciones. Me
sentí muy avergonzada por su falta de respeto.
Rut: Entiendo. Ana, dime ¿has podido hablar con Sara?
Ana: No, no he hablado con ella.
Rut: ¿Quieres que te acompañe para hablar con ella de esto?
Ana: ¿Me acompañarías? ¡Eso me ayudaría mucho!
(Rut y Ana van a buscar a Sara y tocan a la puerta de su casa).
Sara: ¡Hola, señoritas! Pasen adelante. ¿Les gustaría algo de tomar, un café o un té? Ana, he
estado pensando en ti. Estoy muy apenada contigo, siento mucho cómo te interrumpí
en la clase bíblica la semana pasada. Tú estabas haciendo un buen trabajo reemplazando
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupo grande.
¿Cuál de estas situaciones muestra el perdón real? ¿En qué se diferencia de los demás?
F Si los participantes están usando libros, anímelos a mantenerlos cerrados el resto
de la lección.
2. ¿Creen que las siguientes definiciones sobre el perdón son verdaderas o falsas? ¿Por qué?
a. El perdón es decir que la ofensa no nos importó o que no fuimos heridos por lo que
nos hicieron. (Falso)
b. El perdón es un proceso que puede llevar tiempo. (Verdadero)
c. El perdón es actuar como si el evento nunca hubiera sucedido. (Falso)
d. El perdón es entender por qué la persona hizo lo que hizo. (Falso)
e. El perdón no depende de que el ofensor se disculpe primero o cambie su comportamiento.
(Verdadero)
f. El perdón significa que olvidaremos lo que pasó. (Falso)
g. El perdón no es lo mismo que la reconciliación. (Verdadero)
h. El perdón significa volver a confiar completamente en la persona a la que hemos
perdonado. (Falso)
i. El perdón significa que no habrá consecuencias por la acción. (Falso)
j. El perdón no significa dejar que el ofensor nos lastime a nosotros o a otras personas
inocentes de nuevo. (Verdadero)
F (5 min) Grupo grande. Escuchar comentarios y compruebe las respuestas a las preguntas.
Si pensamos que perdonar es demasiado difícil para nosotros, estamos en lo correcto. Pero Dios
puede darnos la fuerza para hacer todas las cosas (Filipenses 4:13).
CONVERSACIÓN 6
F (5 min) Grupo grande. Asignar la pregunta 1 abajo a la mitad del grupo y la
pregunta 2 a la otra mitad para conversar.
1. En nuestra última lección llevamos nuestro dolor a Jesús. ¿Cómo podría ayudarle a perdonar
el llevar su dolor a Jesús?
2. Lea Hechos 7:59–60 y Romanos 12:17–19. ¿Cómo perdonamos, si alguien no ha pedido
perdón?
F (8 min) Grupo grande. Invite a hacer comentarios sobre esto, luego agregue
contenido a continuación de A y B que no se haya mencionado.
Libertad
La ‘jaula’
de la ofensa
ofensa Libertad
Forgiveness Cycle
North America – v02 – Updated November 7, 2019 by Jordan Grove Trauma Healing Institute
1 km 2 km 3 km 4 km 5 km 490 km
Lea Romanos 13:1–4 y Números 5:5–7. ¿Cuál es la relación entre el perdón y las consecuencias?
Perdonar a alguien no significa que no deba ser castigado si ha hecho cosas malas. A pesar de que
hemos perdonado a alguien, puede ser necesario llevarlo ante la justicia, para evitar que lastime a
otros en el futuro y para darle la oportunidad de arrepentirse.
Dios ha dado a los gobernantes nacionales y públicos el trabajo de castigar a los criminales y
proteger a los inocentes (Romanos 13:1–4). Dios también ha encargado a los líderes de la iglesia
que protejan a los inocentes. Nunca deben ignorar o encubrir el pecado, sino que deben abordarlo
honestamente (Proverbios 18:5; Efesios 5:11; Gálatas 6:1).
El perdón no significa que el ofensor esté excusado de pagar lo que tomó. Algunas cosas nunca
se pueden pagar, pero si alguien ha robado algo, debe devolverlo o reemplazarlo (Números 5:5–7;
Filemón 18–19).
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupo grande. A continuación, agregue contenido que no se haya
mencionado.
Recordando la historia de José en el Antiguo Testamento, en la que él fue traicionado por sus
hermanos, ¿qué señales vio José en sus hermanos, que indicaban que se podía confiar en ellos
de nuevo? (Considere Génesis 42:21 y 44:30–34).
Conclusión
F (1 min) Presente el contenido a continuación.
El perdón es una decisión de abandonar nuestro derecho a devolverle mal a nuestro ofensor.
Reconoce lo que ha sucedido y cómo nos ha afectado. Es un proceso continuo de reafirmar nuestra
decisión de dejar ir cada vez que recordamos la ofensa. No requiere que confiemos de nuevo en
la persona, ni que la liberemos de las consecuencias de la ofensa.
DRAMA DE LA CUERDA
F Pida dos voluntarios del mismo sexo. Ate a los dos voluntarios espalda con espalda
con una cuerda o un pedazo de tela larga. (Si lo prefiere, haga que junten los
codos). Lea el drama a continuación mientras los voluntarios actúan.
Samuel (o Samanta) fue ofendido por su amigo (o amiga). Dondequiera que Samuel va, lleva a
su amigo con él, cargando un gran peso. Esto es agotador y frustrante para él.
• Cuando Samuel (Samanta) da un paseo, su amigo está allí.
• Si Samuel (Samanta) va a comer, su amigo sigue allí.
• Cuando Samuel (Samanta) trata de hacer su trabajo, su amigo sigue con él.
• Cuando Samuel (Samanta) ora, su amigo sigue allí.
• Cuando Samuel (Samanta) trata de escapar, su amigo lo persigue.
• Cuando Samuel (Samanta) trata de esconderse, su amigo está allí mismo con él.
No importa a donde vaya Samuel (Samanta), no puede escapar de sus pensamientos y senti-
mientos hacia su amigo/a. Él/Ella no puede escapar hasta que pueda perdonar la ofensa.
(Haga que Samuel (Samanta) perdone a su amigo/a; mientras lo hace, desate la cuerda).
Llevar la amargura es como tener al ofensor pegado a nosotros y llevarlo con nosotros don-
dequiera que vayamos. El perdón es un don que hemos recibido de Dios, y uno que también
debemos transmitir a los demás (Mateo 18:21–35).
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupos pequeños. Divida los versículos entre los grupos para su consideración.
¿Qué dicen los siguientes versículos acerca de por qué debemos perdonar?
CONVERSACIÓN
F (10 min) Parejas o grupos pequeños. Elija un conjunto de preguntas. Si elige el
primer conjunto, escuche las respuestas.
1. ¿Qué tradiciones tienen que les ayuden a perdonar a los demás? ¿Hay alguna de sus
tradiciones que les impiden perdonar?
2. ¿Qué es lo más difícil de perdonar a alguien? ¿Qué le ha ayudado más a perdonar a los demás?
CONVERSACIÓN
F (10 min) Grupo grande. Conversen, luego haga que los participantes lean 1 Juan
1:9 y Salmos 103:2–3, 12. A continuación, agregue contenido que no se haya
mencionado.
Si nuestros sentimientos hacen parecer que Dios está lejos, podemos hablar con Dios sobre esto.
Podemos pedirle que nos ayude a experimentar la verdad de que él nos ha perdonado y ha quitado
CIERRE 5 MIN
1. Pídale a Dios que le muestre cualquier pecado del que necesite arrepentirse y cualquier
persona que necesite perdonar. Confiese los pecados a Dios y reciba su perdón. Pídale a
Dios que le ayude a perdonar a las personas.
Pero si reconocemos ante Dios que hemos pecado, podemos estar seguros de que él, que
es justo, nos perdonará y nos limpiará de toda maldad. (1 Juan 1:9).
Use esta sección al final de la lección de Perdón, o en una reunión final, después de que los parti-
cipantes hayan tenido algún tiempo para reflexionar sobre su experiencia en el grupo para sanar.
Antes de empezar:
• Para la Sección 2: Si es necesario, prepare hojas de papel o fichas con versículos de la Biblia
o use la Guía complementaria de las Escrituras.
• Planifique sus actividades de cierre (sección de Cierre).
SECCIÓN 1. 5 MIN
La experiencia de sanar
DIAGRAMA
F (4 min) Dibuje el diagrama DE LA EXPERIENCIA
de experiencia de la sanar y DE
presente el contenido a
continuación. «SANAR LAS HERIDAS DEL CORAZÓN»
Hacer duelo
Restaurar
Ser escuchado
Sufrir Resiliencia
La sanidad de las heridas del corazón es un proceso. Hemos aprendido varias partes de ese proceso:
recordar el amor de Dios, expresar nuestro dolor a través de palabras y el arte, el duelo, escribir
lamentos, llevar nuestro dolor a la cruz y perdonar. Cuando nuestras heridas son profundas, es
posible que necesitemos repetir varias veces las cosas que hemos aprendido y dar tiempo para que
Dios continúe sanando nuestros corazones. Estas son algunas cosas que también podemos hacer
cuando enfrentamos nuevas dificultades en nuestras vidas. Al practicar estas cosas, podremos
reconstruir nuestras vidas y ser más capaces de enfrentar el sufrimiento en el futuro. A esto se le
llama resiliencia. Tendremos días buenos y días malos —todo es parte del viaje. Y, como aprendi-
mos en nuestro tiempo juntos, podemos hablar con Dios en cada paso.
F Aquí hay algunas ideas sobre cómo puede cerrar su grupo para sanar:
• Cantar una canción juntos.
• Dar tiempo para que los participantes oren unos por otros en grupos pequeños.
• Proporcionar tiempo para que los participantes intercambien información
de contacto y tomen una foto del grupo, si así lo desean. Decidan entre
todos si la foto del grupo se puede compartir en las redes sociales. Si
es necesario, firme el formulario de autorización grupal (Apéndice).
• Dar a los participantes la oportunidad de llenar el formulario de comentarios
de los participantes (Apéndice).
LECCIONES OPCIONALES
No para distribución
7. Herida moral
Antes de empezar:
• Para la Sección 1: Decida qué historia usará y cómo la presentará (véase la página 201,
“Historias” bajo “Preparación de las lecciones”).
• Para las Secciones 4 y 5: Si es necesario, prepare hojas de papel o fichas con los versículos
de la Biblia o use los versículos de la Biblia para descargar. Si sus participantes están usando
el folleto (Guía complementaria de las Escrituras), tendrá que imprimir los versículos para
conversar de estas secciones, ya que no están impresos en su totalidad en el folleto.
• Para el Cierre: Decida qué ejercicio va a utilizar y prepararse apropiadamente.
Sección 5: ¿Cómo podemos ayudar a alguien que ha sufrido una herida moral? 45 min
Cierre 5 min
7
Dos historias acerca de heridas morales
A. La historia de Jaime
F (5 min) Grupo grande. Presente la historia.
Jaime estaba tenso y en alerta todo el tiempo. Su unidad especial de combate estaba patrullando
un área altamente peligrosa, y se sentía responsable de la seguridad de su personal. De repente,
vieron a un adolescente que se acercaba desde la distancia. El joven saludó y los llamó.
Jaime estaba al frente y gritó en voz alta: “¡Alto! ¡Detente!”, y apuntó al joven con su arma.
“¡Detente o disparamos!”. Otros dos soldados de su unidad hicieron lo mismo, pero el joven siguió
caminando hacia ellos con algo en la mano. Jaime sintió que el tiempo se detenía. Sabía que tendría
que disparar si el chico daba un paso más. ¡Pero era tan joven! Su mente buscaba desesperada-
mente una salida. De nuevo gritó: “¡Alto!”, pero el adolescente dio otro paso fatídico. El instinto
y el entrenamiento se activaron. Jaime disparó su arma y el jovencito cayó al suelo, muerto. Un
paquete de pan rodó de su mano, que se abrió débilmente.
Esa escena permanecía grabada en la mente y el corazón de Jaime, aún dos años después. Jaime
nunca ha compartido la historia con nadie, ni siquiera con su líder de la iglesia. Él lucha con la
culpa y la vergüenza. El horror de haber tomado una vida inocente lo atormenta constantemente,
pero nunca ha hablado de ello. Él se ve a sí mismo como una persona terrible y se ha alejado de sus
amigos y familiares. No puede perdonarse a sí mismo y siente que incluso Dios no puede perdonarlo.
Su propio hijo, Pablo, tiene trece años actualmente. Cada vez que Jaime mira a Pablo, siente
una ola de dolor. A pesar de que ama profundamente a su hijo, se aleja de él cada vez más. Jaime
duda de que pueda ser un buen padre para Pablo. Se pregunta si su hijo estaría mejor sin él.
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupo grande.
1. ¿Qué siente Jaime y qué piensa sobre sí mismo? ¿Qué piensa de los demás? ¿Y cómo se
siente sobre Dios?
2. ¿Qué hace que sea tan difícil para Jaime recuperarse de este evento?
F Si los participantes están usando libros, anímelos a mantenerlos cerrados el resto
de la lección.
HERIDA MORAL 79
No para distribución
B. La historia de Josefina
F (5 min) Grupo grande. Presente la historia.
Josefina se dio cuenta de que iba a llegar tarde a la escuela para recoger a sus hijas. “¡Otra vez no!”,
pensó. Tomó su suéter y su teléfono y salió corriendo de la oficina. Estaba esperando una respuesta
importante de un cliente, pero de ninguna manera podía llegar tarde de nuevo. De la escuela ya
le habían advertido dos veces.
Josefina empezó a conducir su auto hacia la carretera y aceleró, tratando de evadir el tráfico.
Necesitaba recuperar tiempo. Así no era como solía conducir, pero ese día era una excepción.
Ambas niñas jugarían partidos de fútbol esa noche. Apenas tendrían tiempo de llegar a su casa
para cenar rápidamente antes de tener que salir corriendo de nuevo.
Ya estaba en la carretera cuando sonó su teléfono. Josefina miró la pantalla y vio el texto entrante.
Era la respuesta que había estado esperando. Si no respondía de inmediato, este cliente y el negocio
podrían escaparse de sus manos. Josefina era una firme defensora de conducir responsablemente.
Sin embargo, sabía que era una conductora experimentada. Por esta vez, podría arreglárselas para
manejar y responder al mismo tiempo. Rápidamente volvió a mirar la pantalla y tocó el teclado
mientras seguía conduciendo.
Josefina nunca vio la bicicleta que iba a su derecha. Mientras miraba hacia abajo, su coche se
desvió ligeramente, lo suficiente como para golpear la bicicleta y que la persona que la montaba
saliera volando. Al sentir el golpe, Josefina pisó los frenos y se detuvo con fuerza. El conductor del
auto detrás de ella ya se había detenido, y corrió hacia el cuerpo del hombre que estaba en el pavi-
mento. Había sido arrollado. Josefina se acercó e inmediatamente pudo ver que estaba muerto. Se
sintió congelada en el tiempo. Todo parecía suceder en cámara lenta. Alguien la apartó de la carretera.
Más tarde, recordó llamar a su esposo, Santiago, para que fuera a buscar a sus hijas. Llegó
la policía y cubrió el cuerpo del hombre con una sábana. Tomaron declaraciones de los otros
conductores. Josefina, con lágrimas en su rostro, le dijo la verdad al policía. Explicó la prisa en la
que había estado y cómo había volteado a ver su teléfono solo por un segundo. El oficial agitó la
cabeza tristemente.
Los siguientes días y semanas fueron borrosos para ella. Con frecuencia le salían lágrimas sin
poder controlarlo, no podía comer, ni dormir bien. Cuando se enteró de que el joven tenía una
esposa y un bebé, su esposo y sus hijas no podían consolarla. Josefina ya no quería asistir a la iglesia
o estudiar la Biblia. “¡Si supieran lo que he hecho y el monstruo que soy, me odiarían!”, pensaba
dentro de ella. No podía perdonarse a sí misma y sentía que incluso Dios no podría perdonarla.
Josefina le dijo a su mejor amiga, Katy, que sentía que ya no podía vivir con esto en su conscien-
cia. Katy fue a buscar al esposo de Josefina de inmediato para hablarle de esto. “¿Qué deberíamos
hacer, Santiago? Estoy muy preocupada por Josefina”. Santiago también se sentía muy preocupado.
Nunca había visto así a su esposa. Ella ya no podía trabajar, y evitaba pasar tiempo con la familia.
Se acercaba la fecha para declarar en la audiencia, y no parecía importarle lo que pudiera pasarle.
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupo grande.
1. ¿Qué siente Josefina y qué piensa sobre sí misma? ¿Qué piensa de los demás? ¿Y cómo se
siente sobre Dios?
2. ¿Qué hace que sea tan difícil para Josefina recuperarse de este evento?
Muchas personas describen la herida moral como un tipo de “herida del alma”. Sucede cuando las
personas creen que han actuado de maneras que van en contra de sus creencias más profundas 7
sobre lo que es correcto y bueno, y cuando otros han sido perjudicados como resultado. Una herida
moral puede ocurrir cuando las personas:
• Se sienten obligadas a hacer algo que creen que está mal.
• Se les impide hacer algo que creen que es correcto y bueno.
• Se encuentran en situaciones en las que no parece haber buenas opciones para prevenir el
daño o tomar la decisión correcta.
• Se dan cuenta de que han actuado de una manera que va en contra de sus convicciones
morales.
• Presencian que alguien está haciendo algo que no está bien y no actúan, no hacen nada
para detenerlo.
• Descubren que el grupo al que pertenecen, que creían que estaba haciendo el bien, en
realidad está haciendo cosas malas y está causando daño.
• Se sienten que son culpables de que otros sean lastimados o hayan muerto.
Al identificar la herida moral, el enfoque no está en si la acción fue pecaminosa. Mas bien, se
trata del impacto de la acción en la persona.
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupos pequeños. Haga que cada grupo seleccione a alguien para tomar
notas y hablar por el grupo. (Si es posible, haga que el grupo seleccione una
persona diferente para cada tiempo de conversación en el futuro).
Muchos eventos pueden causar heridas morales. Los eventos más comunes son cuando un soldado
mata o daña a un civil, un espectador no interviene cuando alguien está siendo dañado o una
persona apoya una organización o sistema que termina dañando a los individuos.
Como aprendimos en la Lección 2, la impotencia y el horror a menudo están en el centro de
las heridas del corazón. Con una herida en el alma, el enfoque tiende a ser la culpa y la vergüenza
por algo que la persona hizo o cree que hizo y que estuvo profundamente mal. La herida moral
HERIDA MORAL 81
No para distribución
necesita un cuidado especial, para que la sanidad se lleve a cabo, e incluso entonces puede tomar
mucho tiempo para sanar. Muchos sienten que nunca mejorarán.
Este diagrama ilustra la relación entre la herida moral, el trauma y el dolor. No todas las expe-
riencias traumáticas causan una herida moral, y no todas las heridas morales son causadas por
una experiencia traumática. El trauma es causado por algo externo y se caracteriza por un miedo
profundo. La herida moral viene del interior de una persona, de la tensión entre las creencias y
las experiencias. Se caracteriza por la culpa y especialmente la vergüenza.
La herida moral muestra que la persona sabe lo que es correcto y está profundamente afligida
por su mal proceder. Esta es una respuesta más saludable que ser indiferente al mal.
Pérdida
(Duelo)
Herida del
corazón
(Trauma)
Herida
Moral
Es posible que las personas no se den cuenta de que tienen una herida moral por algún tiempo
después del evento que lo causó. Eventualmente, comienzan a experimentar dolor emocional por
la profunda culpa y vergüenza. La culpa es sentir que hemos hecho algo que creemos que es malo.
La vergüenza es sentir que somos malos o profundamente defectuosos.
La culpa y la vergüenza pueden estar presentes en muchas heridas del corazón, pero siempre
S – v04 – Updated March 31, 2022 by Peter Edman Trauma Heal
están presentes y son especialmente profundas y dolorosas cuando se han producido por haber
hecho algo que va en contra de las convicciones morales.
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupos pequeños.
1. ¿Cómo afectan la culpa y la vergüenza la vida de una persona? ¿En su relación con Dios?
2. ¿Cuáles son otros efectos de la herida moral?
F (9 min) Grupo grande. Escuchar la retroalimentación. A continuación, agregue
contenido que no se haya mencionado.
La Biblia no usa el término “herida moral”, pero sí describe muchas situaciones en las que hombres
y mujeres sufrieron culpa y vergüenza después de quebrantar su profundo sentido de lo que era
correcto, o fueron testigos de tal atropello.
CONVERSACIÓN
F (10 min) Grupos pequeños. Divida los versículos entre los grupos para su
consideración.
1. En los siguientes ejemplos, ¿cómo podrían haberse sentido cada uno de los personajes
principales?
David: 2 Samuel 12:1–12
Pedro: Mateo 26:34–35, 69–75
Pablo: Hechos 8:1–3, 22:4–5
HERIDA MORAL 83
No para distribución
F (9 min) Grupo grande. Escuchar la retroalimentación. A continuación, agregue
contenido que no se haya mencionado.
Cada una de estas personas puede haber sentido dolor, arrepentimiento, desesperanza, culpa y
vergüenza. Puede haber sentido que Dios nunca podría usarlas para sus buenos propósitos. Pero
Dios siempre nos busca. Él nos ama y desea una relación con nosotros y está listo para perdonar
nuestras faltas cuando nos volvemos a él. En Mateo 26:69–75, Pedro negó conocer a Cristo y luego
lloró amargamente por su acción. Pero, más tarde, Jesús lo restauró (Juan 21:15–19), y Dios pudo
usarlo de maneras más grandes para sus propósitos divinos. Tanto David como Pablo les causaron
daño a otros. Ese daño los entristeció profundamente, pero Dios no se dio por vencido con ellos.
Dios siempre responde con gracia a las personas humildes y arrepentidas (Isaías 57:15; Salmos
51:17; Santiago 4:6).
SECCIÓN 5. 45 MIN
CONVERSACIÓN
F (10 min) Grupos pequeños.
1. Si usted ha conocido a alguien que ha sufrido este tipo de herida o si usted mismo la ha
sufrido, ¿cuál fue la situación? ¿Hubo algo que le ayudó en eso? Si es así, ¿qué fue útil?
2. ¿Qué no le ayudó?
F (10 min) Grupo grande. Escuchar la retroalimentación. A continuación, agregue
contenido que no se haya mencionado.
Aquí hay algunas cosas que pueden ayudar a sanar a las personas que han sufrido una herida moral.
• Contar su historia a alguien en quien confían. El oyente no debe tratar de minimizar los
sentimientos de la persona o apresurarse a hablar sobre el perdón.
• Comprender qué es la herida moral y cómo lo ha afectado.
• Confesar sus acciones a alguien que ellos respetan como un líder moral o espiritual.
• Con el tiempo, podrán perdonarse a sí mismos y a los demás y comenzar a aceptar el per-
dón que Dios nos promete (1 Juan 1:9).
• Restablecer las relaciones con la familia y la comunidad y hacer las paces, en cuanto sea
posible.
• Pasar tiempo ayudando a otros y hacer cosas útiles para los individuos o la comunidad.
• Participar en una ceremonia comunitaria o de iglesia sobre el perdón y la reintegración.
Una herida moral puede dificultar que alguien se acerque a otros o reciba ayuda. ¿Qué nos
enseña la Biblia acerca de recibir ayuda de otros?
Lea estas dos historias de soldados que necesitaban ayuda. Uno necesitaba ayuda para alguien
que le importaba y el otro para sí mismo: Mateo 8:5–13; 2 Reyes 5:1–14.
En Mateo 8, el centurión buscó ayuda para su siervo paralizado, que no podía pedir ayuda por sí 7
mismo. Esto requería amor y compasión, y Jesús dice que es un hombre de gran fe. Al igual que este
sirviente, las personas lastimadas pueden necesitar la intervención de otros, que se preocupen por ellas.
En 2 Reyes 5, Naamán tuvo que revelar su enfermedad de lepra para encontrar personas que
pudieran ayudarlo. Esto era algo difícil de hacer para él, pero lo llevó a la sanidad. Para aquellos
con heridas del corazón o del alma, requiere valor para nombrar el evento y el dolor, pero esto es
clave en su proceso de recuperación.
CONVERSACIÓN
F (10 min) Grupo grande.
¿Qué cosas prácticas puede hacer la comunidad de su iglesia para ayudar a que las personas
sanen de las heridas morales?
F (5 min) A continuación, agregue contenido que no se haya mencionado.
Las iglesias deben ser como hospitales para personas heridas espiritual y emocionalmente. Las
iglesias pueden ayudar buscando a las personas heridas e invitarlas a desarrollar relaciones en las
que sean respetadas, amadas, escuchadas, perdonadas, y darles oportunidades de participar en el
servicio a los demás. Esto puede ayudarles a conectarse con otros, lo cual es una parte importante
de la sanidad de las heridas tanto del corazón como del alma.
CIERRE 5 MIN
F Escoja de la lista los versículos que le gustaría leer, de acuerdo con su contexto
y tiempo.
Cierren los ojos, si lo desean, y escuchen estos versículos de la Biblia. Estas cosas son ciertas para
todos los que están en Cristo.
F Cierre este ejercicio con una oración, para que las personas con una herida moral
experimenten el amor de Dios por ellos.
HERIDA MORAL 85
No para distribución
8. Cómo podemos ayudar a los niños
que han experimentado cosas malas
Esta lección se enfoca en niños que han sido traumatizados. Los mismos principios pueden aplicarse
a la crianza de los hijos.
Antes de empezar:
• Para la Sección 1: Decida cómo presentará la historia (véase la página 201, “Historias”
bajo “Preparación de las lecciones”).
• Para la Sección 2: Prepare el dibujo de la silueta de un niño.
• Para la Sección 3: Si es necesario, prepare hojas de papel o fichas con los versículos de la
Biblia o use los versículos de la Biblia para descargar.
• Para la Sección 4: Prepare las respuestas para la pregunta 1.
Sección 3: ¿Qué dice nuestra cultura y la Biblia acerca de cómo tratar a los
20 min
niños?
Sección 4: ¿Cómo podemos ayudar a los niños que han experimentado
30 min
cosas malas?
Cierre 10 min
SECCIÓN 1. 10 MIN
Jorge y Ana María se casaron cuando ambos tenían 18 años. Ella ya estaba embarazada, y cuando
nació el bebé, lo llamaron Martín. Los primeros años de matrimonio estuvieron llenos de felicidad.
Martín era un niño feliz, buen estudiante y tenía muchos amigos. Poco después de cumplir siete
años, su papá conoció a una mujer y todo cambió. A veces, cuando se acostaba, Martín escuchaba
a sus padres discutir en voz baja. No le interesaba mucho saber de qué estaban hablando, pero sí
le llamaba la atención, porque era algo extraño. Ni su mamá ni su papá le decían nada de lo que
estaba sucediendo. Una noche se despertó y escuchó que su mamá lloraba desesperada, también
escuchó que su papá salió y que la puerta se cerró detrás de él de un solo golpe. Desde aquel día,
Martín jamás volvió a ver a su padre. La situación económica de Ana María empeoró tanto que
Martín, con solo ocho años, empezó a pedir limosna en la calle. En las noches, al llegar a su casa, se
acostaba y soñaba, una y otra vez, con el día en que su papá lo había abandonado; y se despertaba,
envuelto en llanto, anhelando su presencia.
En la avenida donde pedía dinero había un hombre llamado Gerardo, quien cobraba una tarifa
para permitirles a los niños que mendiguen en esa calle. Un día Martín no pudo cubrir la cuota, y
este hombre malvado lo golpeó y lo dejó sangrando. Su madre, al ver esto, intentó protegerlo, pero
el hombre sacó un arma y amenazó a Ana María, y le dijo que su hijo era un inútil y bueno para
nada. Con instinto de madre y enfurecida, se lanzó encima de Gerardo, quien disparó su arma;
Gerardo estaba tan cerca que el tiro mató a Ana María en el instante. Todo pasó delante de los
ojos de Martín, quien lleno de dolor y con lágrimas en los ojos se fue corriendo. Martín huyó de
aquel lugar con mucha ira por no haber podido proteger a su madre.
Una tía lo rescató y se lo llevó a vivir con ella a su pequeño apartamento. Nunca mencionaron
nada de lo que había pasado con los padres de Martín. Tampoco nadie le preguntó cómo se sen-
tía. Afortunadamente, Martín ya no tenía que pedir limosna y pronto comenzó a estudiar en la
escuela del pueblo; sin embargo, siempre se lo veía decaído y con la mirada triste. Parecía que no
le interesaba aprender. Peleaba mucho con sus primos y con los niños de la escuela. Cada vez que
escuchaba un estruendo corría a esconderse lleno de temor y, muchas veces, se orinaba en la cama.
No le gustaba dormir porque tenía pesadillas, eran escenas del abandono de su padre o de la muerte
de su madre. Esto lo hacía llorar a menudo. Martín no hablaba con nadie de sus pesadillas, ni de
sus sentimientos, ni de sus padres, sino que hacía un esfuerzo enorme por olvidarlos; sin embargo,
CÓMO PODEMOS AYUDAR A LOS NIÑOS QUE HAN EXPERIMENTADO COSAS MALAS 87
No para distribución
no podía conseguirlo. Incluso, cierto día, se le cruzó por la mente el terrible pensamiento de tirarse
de un puente para terminar con su vida y, de una vez por todas, con su sufrimiento.
Su tía no entendía su comportamiento, le pegaba cuando se orinaba o se peleaba con los otros
niños. En la escuela, cuando no hacía sus tareas, la maestra no lo dejaba salir a jugar con los otros
estudiantes. Esto lo hacía llorar más, pero aun así, no cambiaba su conducta. Su tía y la maestra
ya no sabían qué hacer, así que deciden buscar ayuda.
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupo grande.
SECCIÓN 2. 15 MIN
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupo grande. Compartir: “Piensen en el niño de la historia y en los niños que
conocen. ¿Cómo se vieron afectados por las cosas malas que experimentaron? Voy
a dividirlos en tres grupos, cada grupo va a conversar sobre una de las siguientes
preguntas. Pida que una persona en cada grupo escriba las respuestas de todos”.
CÓMO PODEMOS AYUDAR A LOS NIÑOS QUE HAN EXPERIMENTADO COSAS MALAS 89
No para distribución
• Pueden sentir que son responsables de lo que sucedió.
• Los niños mayores pueden sentirse culpables de haber sobrevivido cuando otros no lo
hicieron.
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupo grande.
1. Generalmente, ¿cómo reaccionan los papás en su comunidad cuando sus hijos se comportan
de maneras que no les gusta?
2. En su comunidad, ¿los papás acostumbran a hablar con sus hijos y a escucharlos? Si la
respuesta es no, explique por qué.
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupos pequeños. Divida los versículos entre los grupos para su consideración.
1. Lea los versículos a continuación y compare lo que dice la Biblia con las formas en que los
adultos tratan a los niños en su comunidad.
Marcos 10:13–16 Deuteronomio 6:4–9
Colosenses 3:21 Mateo 18:5–6
2. ¿Cuáles de estas formas culturales de tratar a los niños son útiles para seguir practicándolas
y cuáles deben cambiarse?
F (10 min) Grupo grande. Escuchar la retroalimentación. A continuación, agregue
contenido que no se haya mencionado.
Jesús se preocupaba profundamente por los niños y se enojaba cuando la gente los ignoraba o
los hacía pecar (Marcos 10:13–16; Mateo 18:5–6). Los padres son responsables de la instrucción
espiritual de sus hijos (Deuteronomio 6:4–9). La Biblia advierte a los padres de no amargar y des-
animar a sus hijos (Colosenses 3:21). Como cristianos, debemos tratar a los niños como lo hace
Jesús, incluso si va en contra de nuestra cultura.
Lo más importante que los padres pueden hacer para ayudar a sus hijos es sanar de sus propias heri-
das del corazón. Pueden hacer esto identificando las heridas de sus propios corazones, haciendo el
proceso de duelo y llevando su dolor a Jesús. Esto da un ejemplo para que sus hijos lo imiten. Si los
padres no han enfrentado sus propias heridas del corazón, será difícil para ellos ayudar a sus hijos.
CONVERSACIÓN 8
F (5 min) Grupo grande.
2. ¿Qué otras cosas podemos hacer para ayudar a un niño que ha experimentado cosas malas?
CÓMO PODEMOS AYUDAR A LOS NIÑOS QUE HAN EXPERIMENTADO COSAS MALAS 91
No para distribución
Las familias deben reunirse para hablar sobre las cosas malas que sucedieron. Cada niño debe
tener la oportunidad de decir lo que sintió cuando sucedieron cosas malas. Incluso los niños que
no muestran que tienen problemas pueden estar sufriendo. Deberían tener la oportunidad de
compartir su dolor. También es bueno que los padres hablen con cada niño individualmente.
Los niños menores de edad a menudo son más capaces de expresar cosas jugando con objetos
en lugar de responder preguntas. Cuando los niños interpretan un mal evento mientras juegan, les
ayuda a resolver el dolor que experimentaron. Los papás deben observar a su hijo mientras juega,
y decirle al niño lo que ven, sin juzgarlo. Esto demuestra que quieren entender a su hijo. Los niños
mayores pueden ser capaces de responder preguntas sobre lo que hicieron en su juego. Entonces,
los padres pueden pasar de hablar del juego a hablar de la experiencia dolorosa.
Otra forma de ayudar a los niños a hablar sobre su dolor es dibujando. Los papás pueden darles
papel y lápices o tiza, o si esto no está disponible, pueden hacer que dibujen en la tierra. Pídales
que dibujen a una persona, luego a su familia, después que hagan un dibujo de dónde solían vivir.
Pídales que le expliquen su dibujo. Recuerde que el objetivo es ayudarles a hablar sobre su dolor,
no enseñarles o corregirlos.
Si los niños tienen pesadillas, explíqueles que muchas veces las personas sueñan con cosas
malas que les han sucedido. Anímelos a hablar sobre sus sueños. Pregúnteles si creen que su sueño
podría estar relacionado con algo que les sucedió.
C. Establecer rutinas.
Cuando las actividades de cada día son predecibles, los niños se recuperan más rápidamente. Los
niños deben saber lo que es probable que suceda cada día. Se les debe motivar para ir a la escuela,
hacer tareas regulares y jugar con sus amigos. Como familia, tengan un tiempo cada día para reunirse
y hablar sobre el día, para leer la Biblia, orar y cantar juntos, por ejemplo, a la hora de acostarse.
Para las personas desplazadas, piense en las rutinas que se pueden hacer donde la familia se está
quedando. Parte de las actividades debe ser divertirse juntos. Esto puede ser practicar deportes,
juegos o, si hacer ruido es peligroso, pueden contar historias.
Trate de terminar las actividades que se han iniciado. Esto da a los niños la sensación de que
son capaces de lograr algo. Les restaura la sensación de seguridad, de que el futuro no está fuera
de control.
CÓMO PODEMOS AYUDAR A LOS NIÑOS QUE HAN EXPERIMENTADO COSAS MALAS 93
No para distribución
SECCIÓN 5. 5–15 MIN
Casos especiales
F (5–15 min) Grupo grande. Dependiendo de su contexto, elija uno o más de los
temas de la Sección 5 y hablen de ellos, utilizando las preguntas sugeridas.
A. Adolescentes
F Pregunte: “¿Cuáles son algunas de las necesidades particulares que los adolescentes
pueden tener después de haber experimentado cosas malas?”. A continuación,
agregue contenido que no se haya mencionado.
Los adolescentes pasan por un período difícil en esa etapa de la vida, incluso cuando no hay gue-
rras u otros traumas. Algunos problemas que pueden surgir después de una situación traumática
pueden deberse simplemente a la edad.
Los adolescentes, especialmente las mujeres, pueden necesitar privacidad. Cuando las familias
están desplazadas o en crisis, comprender la necesidad de privacidad de una adolescente puede
ayudar, incluso si los padres no pueden brindarle mucha privacidad.
Los adolescentes a menudo necesitan hablar con sus compañeros de las cosas que les suceden.
Debemos animarlos a hacerlo, especialmente después de un evento traumático. Los adolescentes
también necesitan adultos de confianza, que no sean sus padres, con quienes puedan hablar.
Los adolescentes necesitan sentirse útiles, especialmente cuando su familia está pasando por
dificultades. Si pueden hacer cosas que ayuden a su familia a sobrevivir, esto les dará una sensación
de valor.
Los padres y otros líderes deben acordar una hora para reunirse con el director de la escuela y los
maestros, para conversar lo que les ha sucedido a los niños. Si los maestros entienden la situación
y cómo podría afectar eso el rendimiento del niño en la escuela, serán más pacientes con el estu-
diante y serán parte del proceso de sanidad.
C. Casos graves
F Pregunte: “¿Cómo podría saber usted si un niño necesita ayuda especial?”. A
continuación, agregue contenido que no se haya mencionado.
Si un niño todavía continúa mostrando problemas graves después de algún tiempo o está dañando
a otras personas o a sí mismo, ese niño necesita pasar mucho tiempo con una persona sabia que
sepa escuchar. Es posible que necesite ayuda profesional de alguien capacitado como consejero.
Dios puede sanar al niño, pero tomará tiempo y cuidado extra de parte de las personas cercanas.
F (10 min) En parejas. Pida que los participantes reflexionen y comenten sobre en
las preguntas y oren unos por otros, así como por los niños que conocen y están
en necesidad.
1. Considerando las formas de ayudar a los niños que hemos conversado, ¿qué creen que
podrían comenzar a hacer para ayudarles de inmediato?
2. ¿Qué desafíos creen que enfrentarán?
3. ¿Qué es una cosa que quiere recordar de esta lección?
CÓMO PODEMOS AYUDAR A LOS NIÑOS QUE HAN EXPERIMENTADO COSAS MALAS 95
No para distribución
9. Violación y otras formas de agresión sexual
Antes de empezar:
• Informe con anticipación a los participantes que usted dirigirá esta lección. Hágales saber
que si asistir los incomoda, no tienen que hacerlo.
• Si tiene tanto hombres como mujeres en su sesión, trate de tener un facilitador masculino
y otro femenino para dirigir la sesión. Si esto no es posible, estudie la lección de antemano
con un cristiano maduro del otro género del grupo para que le ayude a dirigirla. Prepárelos
específicamente para dirigir las preguntas de conversación en la Sección 3.
• Para la Sección 1: Decida qué historia usará y cómo la presentará. No hagan ninguna drama-
tización de las historias. Representar una historia de agresión sexual puede ser perturbador
para algunos y puede desencadenar respuestas dolorosas.
• Para la Sección 3: Decida si elegirá la Opción 1 o la Opción 2 para los tiempos de conver-
sación y prepárese apropiadamente.
• Para la Sección 4: Averigüe qué ayuda médica y legal está disponible en el área, para las
víctimas de agresión sexual.
• Para la Sección 4: Lea la declaración sobre Confidencialidad (página 202). Averigüe los
requisitos legales para denunciar una agresión sexual en el área. En la mayoría de los países,
los cuidadores están obligados por ley a denunciar cualquier caso de abuso de un menor.
Si no se informa, puede haber consecuencias legales.
• Considere que puede tener tanto agresores sexuales como víctimas en su grupo. Algunos
pueden ser ambos. Esta lección se centra en la experiencia de la víctima. Use el anexo sobre
agresores sexuales si es apropiado para su grupo (página 106).
Este es un tema delicado. Si usted comienza a sentirse incómodo en algún momento y siente que
un descanso sería útil, por favor, no dude en parar y salir de la habitación si es posible. Alguien
puede acompañarle, para escucharlo o incluso orar con usted, si así lo desea.
Mónica había comenzado a ayudar en la iglesia y estaba muy contenta. Una noche, al salir de una
reunión, de camino a casa iba pensando en lo feliz que era al dar la bienvenida a las personas que
llegaban a la iglesia y lo bien que le hacía conversar con ellos antes del servicio. Entonces recordó
que no había leche en la casa y se detuvo en una tienda para comprarla. Cuando iba saliendo, un
hombre se le acercó y le preguntó la hora, y cuando ella bajó la cabeza para mirar el reloj, él le
puso una pistola en la cintura y le pidió que en silencio fueran hacia el vehículo de ella. Mónica,
temiendo por su vida, obedeció sin decir una palabra.
Aquel hombre la obligó a conducir hasta un lugar solitario. Allí la golpeó, la violó y la maltrató.
Con mucha dificultad, Mónica regresó a su casa y fue a bañarse. Horas más tarde su esposo llegó y la
encontró llorando y se dio cuenta que estaba golpeada. Ella le contó lo sucedido y ambos acordaron
no decírselo a nadie. Semana tras semana, el recuerdo de aquel acto violento le robaba la felicidad.
Se ausentaba con frecuencia de su trabajo y no contestaba las llamadas de sus amigas. Su esposo
trataba de animarla, pero desde aquel terrible incidente no había querido tener intimidad con él.
Esto le causaba mucha tristeza, porque amaba mucho a su esposo, pero se sentía sucia e indigna.
Además de los sentimientos de culpabilidad que la atormentaban diariamente.
Un día, una mujer de la iglesia, preocupada, decidió hacerle una visita. Mónica no podía aguantar
más la carga pesada que le atormentaba cada día, y le contó lo sucedido e incluso reconoció que,
a menudo, pensaba en quitarse la vida.
Amnón era el hijo primogénito del rey David y, por lo tanto, el primero en la línea para el trono.
Se obsesionó tanto con su media hermana Tamar, que se enfermó. Ella era virgen, y Amnón pensó
que nunca podría tenerla.
Cuando su primo vio lo triste que estaba, le preguntó a Amnón: “¿Cuál es el problema? ¿Por
qué el hijo de un rey se ve tan abatido día tras día?”.
Así que Amnón le dijo la verdad: “Estoy enamorado de Tamar”.
“Bueno”, le dijo su primo, “vuelve a la cama y finge que estás enfermo. Cuando tu padre venga
a verte, pídele que deje que Tamar venga y te prepare algo de comida”.
Cuando el rey vino a verlo, Amnón hizo lo que su primo le había dicho. Entonces, el rey David
envió a Tamar a casa de Amnón, para que le preparara comida.
Cuando Tamar llegó a la casa de Amnón, ella fue al lugar donde él estaba acostado y preparó
su comida favorita para él. Pero cuando ella puso la bandeja con la comida ante él, él se negó a
comer. Amnón les ordenó a sus sirvientes: “Todo el mundo fuera de aquí”. Así que todos se fueron.
Luego dijo a Tamar: “Ahora trae la comida a mi dormitorio y dame tú de comer aquí”. Así que
Tamar le llevó su plato favorito al dormitorio. Pero mientras ella le daba de comer, él la agarró y
le exigió: “Ven a la cama conmigo, mi querida hermana”.
“¡No, hermano mío!”, ella suplicó, llorando. “¡No seas tonto! ¡No me hagas esto! Este tipo de
cosas malas no se hacen en Israel. ¿A dónde podría ir con mi vergüenza? Y tú serías llamado uno de
los necios más grandes de Israel. Por favor, pregúntale al rey y seguro dejará que te cases conmigo”.
Pero Amnón no la escuchaba, y como era más fuerte que ella, la violó. De repente, tan pronto
como consiguió tenerla, el amor de Amnón se convirtió en odio, y él la llegó a odiar aún más de
lo que la había amado. “¡Fuera de aquí!”, le gritó.
“¡No, no!”, Tamar clamó. “Enviarme lejos ahora es peor de lo que ya me has hecho”.
Pero Amnón no quiso escucharla. Llamó a uno de sus sirvientes y le exigió gritando: “¡Echa a
esta mujer fuera, y cierra la puerta detrás de ella!”.
Así que el criado la echó. Llevaba una túnica larga y hermosa. Entonces Tamar rasgó su túnica
y puso cenizas en su cabeza. Así se fue llorando, con la cara entre sus manos.
Su hermano Absalón la vio y le preguntó: “¿Es verdad que Amnón ha estado contigo? Después
de escucharla le respondió, mi hermana, cállate por ahora, ya que es tu hermano. No te preocupes
por eso”. Y Tamar se quedó como mujer desolada en casa de su hermano Absalón.
Cuando el rey David oyó lo que había sucedido, se enojó mucho, pero no hizo nada para cas-
tigar a Amnón, porque era su hijo favorito.
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupos pequeños o parejas. Divida las preguntas entre los grupos.
1. ¿Qué efectos tuvo en Tamar esta violación? ¿Qué efectos tuvo en Amnón? ¿Qué efectos
tuvo en la familia?
2. ¿Qué parte en esta historia nos permite saber que la familia de Tamar no era un lugar
seguro para ella?
3. ¿Qué piensan de la forma en que el rey David manejó esa situación? 9
4. En su cultura, ¿cómo se trata a una víctima de violación?
F (15 min) Grupo grande. Escuchar la retroalimentación. Si los participantes están
usando libros, anímelos a mantenerlos cerrados el resto de la lección.
SECCIÓN 2. 5 MIN
La agresión sexual es cuando una persona es obligada sexualmente por otra persona. Los tipos
de agresión sexual incluyen el contacto no deseado de las partes privadas del cuerpo, el intento
de violación, la violación y el obligar a una víctima a realizar actos sexuales. Específicamente, la
violación es penetrar el ano, la vagina o la boca de una persona sin su consentimiento.
La violación y otras formas de agresión sexual utilizan la fuerza física, la manipulación o las
amenazas para causar daño si la víctima no coopera. Puede sucederle a una mujer, niña, hombre
o niño. El victimario puede ser hombre o mujer.
La agresión sexual suele ser cometida por alguien conocido y de confianza, pero también puede
ser cometida por un extraño. Aunque en tiempos de paz, la agresión sexual es un problema, en
tiempos de guerra es mucho más frecuente.
Si bien la agresión sexual puede contener un elemento de deseo sexual, se trata principalmente
de poder y control. A veces su propósito principal es humillar a un individuo o una comunidad.
La agresión sexual afecta cada parte de la vida de una persona y deja heridas profundas, que duran
mucho tiempo. Debido a que las víctimas se sienten avergonzadas por esto, a menudo lo mantie-
nen en secreto. El hecho de que una persona no hable de ello no significa que no haya sucedido.
F Las preguntas de conversación en la Sección 3 deben tratarse de manera diferente
si tiene hombres y mujeres en su grupo. Elija una de las siguientes opciones,
dependiendo de su contexto.
1. Separarse en un grupo de hombres y un grupo de mujeres para las dos
preguntas de la Sección 3 y las dos preguntas de la Sección 3C. Si es posible,
un facilitador masculino debe dirigir el grupo de hombres y una facilitadora
femenina debe dirigir el grupo de mujeres. Si esto no es posible, asegúrese de
que haya un cristiano espiritualmente maduro en cada grupo, que entienda
la lección de antemano. Esto ayuda a evitar que los participantes compartan
cosas más tarde con el grupo grande que serían dañinas para el otro género
y los haría sentir inseguros. Reúna a todo el grupo para leer sus comentarios
sobre la pregunta 2 de la Sección 3C.
2. Permanezcan en grupos mixtos de género para las preguntas 1 y 2 en Sección
3 y la pregunta 1 en Sección 3C. Separarse en un grupo de hombres y un grupo
de mujeres para la pregunta 2 en la Sección 3C. Reúna a todo el grupo para
leer sus comentarios sobre esta pregunta.
CONVERSACIÓN
F (5 min) Indique a los participantes que esta conversación se enfocará primero
en los efectos de la violación, luego en los efectos de otras formas de agresión
sexual. Dependiendo del tamaño de su grupo, considere dar la pregunta 1 a algunos
grupos y la pregunta 2 a otros grupos.
Efectos específicos de las víctimas femeninas, que pueden variar según la cultura:
• Es posible que no puedan casarse.
• Pueden ser obligadas a casarse con su violador.
• Si quedan embarazadas de la violación, pueden considerar el aborto.
• Pueden ser asesinadas en un esfuerzo por eliminar la vergüenza de la familia.
• Pueden creer que esto es “parte normal de ser una mujer”.
1. ¿Cómo son los efectos de otros tipos de agresión sexual? ¿Son los mismos que los efectos
de la violación? ¿En qué se diferencian?
Los efectos de otros tipos de agresión sexual pueden ser los mismos que los de la violación, en
diversos grados. Estos efectos son descartados por la víctima y otros más fácilmente. La víctima
puede sentirse sola y confundida, lo que aumenta su dolor. También puede haber menos ayuda
legal para la víctima.
F (5 min) Grupos pequeños. Si está haciendo la opción 2, separe ahora en un grupo
de hombres y un grupo de mujeres para la siguiente reflexión.
2. ¿Qué le gustaría decirle al otro grupo sobre la violación y la agresión sexual? Anote su
respuesta y elija a la persona más apropiada para leerla al grupo grande.
F (5 min) Reúna a todos de nuevo. Haga que un portavoz de cada grupo lea su
respuesta de la pregunta 2 a todo el grupo. Esté alerta durante la retroalimentación
a cualquier comentario que pueda lastimar a alguien, e intervenga según sea
necesario.
Para ayudar a las víctimas a recuperarse de la violación u otras formas de agresión sexual, permí-
tales tomar tantas decisiones por sí mismas como sea posible. Esto ayuda a restaurar el poder y la
voz que el victimario tomó o trató de tomar de ellos.
1. ¿Qué tipo de ayuda médica y legal necesitan las víctimas de agresión sexual? ¿Cuáles de
estos recursos están disponibles en su área?
2. ¿Qué tipo de ayuda emocional y espiritual necesitan?
F (24 min) Grupo grande. Escuchar la retroalimentación. Luego agregue contenido
de A y B que no se haya mencionado. Presente sección C.
Atención médica:
• Póngase en contacto con un centro de crisis de agresión sexual o violación en su área, si
hubiera alguno. Si la víctima es considerada un adulto por las leyes del país, asegúrese de 9
pedirle permiso. Un centro de crisis conocerá los mejores pasos a seguir para cuidar de
la víctima.
• Obtener atención médica tan pronto como sea posible. Incluso si hay una demora, la aten-
ción médica todavía vale la pena.
• Un médico debe comprobar si hay infecciones y lesiones como huesos rotos o sangrado
interno.
• Se pueden administrar medicamentos inmediatamente o poco después de una violación, que
hacen que sea menos probable que la persona contraiga el VIH u otras enfermedades de trans-
misión sexual. Estos medicamentos son diferentes de los que rechazan un posible embarazo.
• Si una víctima descubre que está embarazada, necesitará ayuda especial.
Ayuda legal:
• La violación es un delito en la mayoría de los países, al igual que muchos otros tipos de
agresión sexual.
• Informe a la policía. Si la víctima es un adulto, tiene que estar de acuerdo en denunciarlo.
No siempre están dispuestos a hacerlo. Alguien que tenga experiencia en esta área puede
hablar con ellos y ayudarlos a decidir qué hacer.
• La mayoría de los países exigen que cualquier persona que tenga conocimiento de la vio-
lación de un menor lo denuncie a la policía.
Alguien en quien la víctima confía debe acompañarle al médico y a la policía. Esto proporciona
comodidad y apoyo. A menudo, la policía o el médico les hacen preguntas incómodas.
Ayuda emocional:
• Las víctimas necesitan hablar con alguien en quien confían, alguien que mantendrá el
asunto en privado. Permítales elegir con quién quieren reunirse.
Ayuda espiritual:
• Las víctimas pueden culpar a Dios por no protegerlos o sentirse tan enojadas con Dios que
no están dispuestas a orar, escuchar la Palabra de Dios o escuchar hablar del amor de Dios
por ellos, al menos al principio. Esto es normal.
• Las víctimas necesitan personas que simplemente estén dispuestas a mostrarles el amor
de Dios. Cuando vean que estas personas todavía los valoran y los aman, gradualmente
se darán cuenta de que no están arruinadas. Los cónyuges y los miembros de la familia
pueden desempeñar un papel clave en esto.
• Las víctimas necesitan saber que es comprensible que se sientan enojadas con Dios. Él
las comprende y todavía las ama y las acepta. Es mejor para ellas ser sinceras acerca de
sus sentimientos que ocultarlos. Escribir un lamento puede ser una manera de sacar los
sentimientos (véase “Lamentos” en la lección de Duelo).
• Eventualmente, pueden estar dispuestas a recibir consuelo de la Palabra de Dios y hacer
que otros oren por ellas. Algunas Escrituras que pueden ser útiles son Salmos 9:9–10 y
Salmos 10:17–18.
• Cuando las víctimas estén listas, pueden llevar su dolor a Dios en oración y pedirle que las
sane. Deben ser alentadas a ser específicas al decirle a Dios lo que perdieron en la agresión
sexual —por ejemplo, inocencia, pureza, alegría. Pueden pedirle a Dios que les restaure
estas cosas (Salmos 71:20–21).
Las víctimas pueden ser ayudadas por una iglesia o comunidad de apoyo. Los líderes de la iglesia
pueden:
• Abordar la agresión sexual en sermones y orar por las víctimas. Esto puede traer esperanza
a aquellos que han mantenido su agresión en secreto y puede ayudarlos a estar dispuestos
a hablar con alguien al respecto.
• Identificar a las personas en la iglesia que son buenos oyentes y darles entrenamiento para
mejorar sus habilidades.
• Guiar a sus congregaciones en la práctica del lamento, para que las personas sepan que
está bien expresar su ira y su dolor a Dios.
SECCIÓN 5. 10 MIN
¿Hay algún niño en su iglesia o comunidad del que se burlan o rechazan debido a los eventos
que rodean su nacimiento? Si es así, ¿cómo lo están ayudando?
F (7 min) Grupo grande. Escuchar la retroalimentación. Luego, cubra los puntos A
y B brevemente.
ANEXO. 15 MIN
CONVERSACIÓN
F (7 min) Grupo grande. A continuación, agregue contenido que no se haya
mencionado.
¿Cuáles son las señales de que una persona ha comenzado el proceso de arrepentimiento
verdadero?
Admitirlo honestamente:
• Se dicen a sí mismos y a otros la verdad sobre lo que han hecho.
• Sienten remordimiento por lo que han hecho.
• Asumen la responsabilidad por el daño que han causado.
• Examinan las raíces de su deseo de tener poder sobre los demás.
• Confiesan su pecado a Dios y aceptan el perdón de Dios.
Esfuerzos sostenidos para reparar el daño causado:
• Si la víctima está dispuesta a hablar con ellos, le piden perdón.
• Muestran su arrepentimiento del hecho como corresponde (Números 5:5–7; Lucas 3:8;
Lucas 19:8; Hechos 26:20b).
• Aceptan que se necesita tiempo para reconstruir la confianza.
• Aceptan que la reconciliación tal vez nunca sea posible.
CONVERSACIÓN
F (6 min) Grupo grande. Después del tiempo de conversación, a continuación
agregue contenido que no se haya mencionado.
¿Cómo podría una iglesia proporcionar oportunidades a los agresores sexuales en la comunidad, 9
de una manera que sea segura para ellos y para otros?
Los agresores sexuales necesitan una conexión significativa con la comunidad. Si se les deja aisla-
dos y solos, es más probable que vuelvan a dañar a otros. Una iglesia puede asignar un equipo de
miembros maduros que puedan reunirse regularmente con la persona y discipularla.
Incluso si las personas se han arrepentido genuinamente de la agresión sexual, las iglesias
deben tomar medidas para asegurarse de que las personas vulnerables nunca estén solas con ellos.
Esto también es cierto para los agresores sexuales que fueron líderes en la iglesia. De la misma
manera que los sacerdotes de Israel fueron removidos del liderazgo cuando cometieron pecado y
guiaron al pueblo por el mal camino, así mismo estos líderes de la iglesia deben ser removidos del
liderazgo. Si demuestran arrepentimiento genuino, pueden ser capaces de ser asignados a otras
tareas para servir al pueblo de Dios, como lo fueron los sacerdotes de Israel (Ezequiel 44:10–14).
Algunos agresores sexuales han sido víctimas de agresión sexual o abuso. Pueden necesitar ayuda
como la que se encuentra en la Sección 4 anterior.
Antes de empezar:
• Para la Sección 1: Decida si va a utilizar el drama o la historia, dependiendo de cuál es lo
más apropiado en su contexto. Si elige el drama, prepare las señales y encuentre a 10 par-
ticipantes que estén dispuestos a desempeñar los roles. Si usa la historia, decida cómo la
presentará (véase la página 201, “Historias” bajo “Preparación de las lecciones”).
• Si es posible, busque un médico informado que pueda estar presente durante esta sesión,
particularmente durante la Sección 3.
• Decida si va a incluir la Sección 4. (Véase la nota de ahorro de tiempo bajo esa sección).
Sección 4: ¿Cuáles son algunas prácticas que aumentan la propagación del VIH? 10 min
Sección 6: ¿Cómo podemos ayudar a las personas que son VIH positivo? 15 min
Cierre 20 min
SECCIÓN 1. 15 MIN 10
a. Los Soldados de la sangre rondan alrededor del cuerpo de Diego en busca de cualquier
enfermedad que intente entrar.
4. Diga en voz alta: “Todos se quedan quietos”. Luego lea lo siguiente, mientras los participantes
actúan a y b: “Diego está bien y es capaz de derrotar enfermedades usando sus Soldados
de la sangre. Ahora Diego fue y tuvo relaciones con alguien que no era su esposa”.
a. Dos VIH entran infiltrados, sin que los Soldados de la sangre se den cuenta y se esconden.
b. Gripe regresa —y es expulsada tan rápido como sucedió antes. Ahora haga que Malaria
invada —también es expulsada después de una pequeña lucha.
5. Diga en voz alta: “Todos se quedan quietos”. Luego diga lo siguiente, mientras los participantes
actúan a, b y c: “Diego no se da cuenta de que está enfermo. Sin embargo, es infeccioso y
puede transmitir el VIH a otras personas. El tiempo pasa… un año después”.
a. Ahora VIH se levanta y detiene a uno de los Soldados de la sangre para que no pueda
hacer nada.
b. Gripe vuelve y hay una lucha. Neumonía se une. Se necesita una larga lucha para que
el Soldado de la sangre que queda pueda echarlas.
c. El otro VIH se levanta y detiene al Soldado de la sangre restante. Gripe, Neumonía,
Malaria y Diarrea invaden el cuerpo de Diego. Los Soldados de la sangre son deteni-
dos y Gripe y todas las otras enfermedades tienen una danza de victoria alrededor del
cuerpo de Diego.
6. Diga en voz alta: “Todos se quedan quietos”. Luego lea lo siguiente, mientras los participantes
actúan: “Diego ahora tiene sida. El VIH, un virus diminuto, ha incapacitado su cuerpo para
combatir la infección, por lo que muchas otras enfermedades invaden. El sida no es una
enfermedad sino una combinación de enfermedades. Finalmente, la persona se consume.
Ahora veamos qué sucede cuando se usan medicamentos antirretrovirales”.
• Ahora dos ARV entran en el cuerpo de Diego. Ellos mantienen bajo control el VIH, por
lo que ahora, cuando Gripe, Malaria, etc. quieren invadir, los Soldados de la sangre
pueden echarlos.
7. Diga en voz alta: “Todos se quedan quietos”. Continúe leyendo: “Los análisis de sangre son
importantes; es la única manera de estar seguro y de reconocer la infección por el VIH.
Los ARV son medicamentos que no eliminan el VIH en el cuerpo, sino que lo controlan.
El medicamento debe tomarse de por vida; si se detiene, el VIH escapará y volverá a causar
problemas”.
Diego y Margarita estaban felizmente casados y tenían cuatro hijos. Ambos eran cristianos com-
prometidos. Diego fue elegido por su comunidad para ir a la capital a hacer un curso acerca de
los mejores métodos agrícolas. Muy contento de haber sido elegido, Diego se fue a hacer el curso,
que duró cuatro meses.
1. En su área, ¿si las personas saben que tienen VIH o sida les dicen a otros? ¿Por qué sí o
por qué no?
2. ¿En su comunidad, cómo tratan a las personas con VIH o sida?
F (5 min) Grupo grande. Escuchar la retroalimentación. Si los participantes están
usando libros, anímelos a mantenerlos cerrados el resto de la lección.
CUESTIONARIO
1. ¿Qué significa la palabra sida?
2. ¿Qué significan las iniciales VIH?
3. ¿Cuáles son los tres fluidos que pueden transmitir el VIH?
4. ¿Cuál es la forma más frecuente en que las personas en todo el mundo se infectan con el VIH?
5. ¿Existe una cura para el VIH o el sida?
6. ¿Es posible que usted se infecte con el VIH haciendo lo siguiente? Marque cada uno sí o no.
7. ¿Puede decir que alguien tiene VIH o sida solo al mirar a esa persona?
8. ¿Cuál es la única manera de saber con certeza si se tiene VIH?
CONVERSACIÓN
F (10 min) Grupos pequeños.
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupos pequeños.
¿Existen prácticas que aumenten la propagación del VIH en su cultura? ¿Cuáles son?
F (5 min) Grupo grande. Escuchar la retroalimentación. A continuación, agregue
contenido que no se haya mencionado.
SECCIÓN 5. 15 MIN
CONVERSACIÓN
¿Cómo podemos evitar que el VIH se propague?
F (10 min) Grupo grande. Escuchar la retroalimentación. A continuación, agregue
contenido que no se haya mencionado. (Si el tiempo lo permite, pregunte cómo
y cuándo se enseña a los niños sobre el sexo y cuándo sería apropiado enseñarles
sobre el VIH/sida).
SECCIÓN 6. 15 MIN
Ahora, tener un diagnóstico de VIH no significa que una persona necesariamente morirá de la
enfermedad. Si se diagnostica, se trata adecuadamente y se le da el apoyo adecuado, una persona
con VIH puede vivir una vida plena. A medida que tratamos de ayudar a las personas con VIH,
es importante centrarse en cómo pueden vivir positivamente en lugar de centrarse en la muerte.
CONVERSACIÓN
F (14 min) Grupo grande. Lea la pregunta y haga una lluvia de ideas con la actividad
llamada “papa caliente”, para obtener respuestas. (Usando un balón pequeño o
10
E. Asegurarse de que ellos y sus familias reciban apoyo práctico
Ayude a que la persona pueda conectarse con programas que puedan ayudarle a obtener ingresos
para mantener a su familia. La familia puede necesitar apoyo práctico para sus necesidades diarias
(Mateo 25:35–40).
Ayudar a una persona a escribir un testamento puede proteger al cónyuge y a los hijos de que
la familia extendida u otras personas tomen la casa, la tierra u otros activos si ocurre la muerte.
Santiago 1:27 dice: “La religión pura y sin mancha delante de Dios el Padre es esta: ayudar a los
huérfanos y a las viudas en sus aflicciones”.
Si la persona o los miembros de su familia dependen del trabajo sexual para sobrevivir, ayúdelos
a encontrar otra manera de ganarse la vida.
CONVERSACIÓN
F (15 min) Grupos pequeños. Dé a cada grupo 5 minutos para la actividad 1. Luego
haga que un representante de cada grupo forme parte de un panel que presente
sus planes al grupo grande, durante 10 minutos. Como facilitador, actúa como
anfitrión del panel.
2. Después de experimentar esta lección, ¿qué es una cosa que le gustaría empezar a hacer
en su iglesia?
Respuestas al cuestionario
1. Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida
2. Virus de Inmunodeficiencia Humana
3. Sangre, líquidos de los órganos sexuales y leche materna
4. A través del sexo sin protección
5. No. Los medicamentos antirretrovirales solo reducen el crecimiento del VIH. No lo curan.
6. a. No, b. Sí, c. No, d. No, e. Sí, f. Sí, g. No, h. Sí
7. No
8. Análisis de sangre en un laboratorio
Esta lección produce emociones fuertes, y las opiniones pueden extenderse fácilmente más allá del
tiempo asignado. Esté atento a la hora.
Antes de empezar:
• Para la Sección 1: Decida cómo presentará la historia (véase la página 201, “Historias”
bajo “Preparación de las lecciones”).
• Para la Sección 2: Obtenga dos tazas para la ilustración de la taza (véase Respuestas al
ejercicio verdadero/falso, número 2, en la última página de la lección).
• Para la Sección 3: Si es necesario, prepare hojas de papel o fichas con los versículos de la
Biblia o use los versículos de la Biblia para descargar.
• Si tiene poco tiempo, decida si omitirá la Sección 4. Véase la nota en esa sección.
Sección 3: ¿Qué dicen su cultura y la Biblia acerca de cómo debemos tratar a los
25 min
miembros de la familia?
Sección 5: ¿Cómo podemos ayudar a las víctimas del maltrato doméstico? 25 min
Cierre 5 min
SECCIÓN 1. 15 MIN
“¡Tienes que dejarlo!”, le dijo María. Estaba atando un vendaje en el brazo de su vecina, Alejandra,
después de que su esposo la golpeara una vez más.
Alejandra había estado casada durante tres años. Durante el primer año de su matrimonio,
Alejandra y Joaquín fueron felices juntos. Ambos eran cristianos —Joaquín había venido a Cristo
en los últimos años, pero tenía un pasado turbulento. Cuando era niño, veía a su padre golpear a su
madre todo el tiempo. Los problemas surgieron para Alejandra y Joaquín cuando dos cosas sucedie-
ron a la vez: Alejandra dio a luz a un bebé que lloraba todo el tiempo, y Joaquín perdió su trabajo.
Joaquín eligió responder a estos problemas saliendo y bebiendo con sus amigos. Cuando llegó
a casa, Alejandra pudo oler perfume de mujer en la ropa de su esposo. Joaquín también se enojaba
más fácilmente, especialmente porque tuvo que lidiar con la dificultad de encontrar otro trabajo.
Alejandra trató de hacer cosas para complacer a Joaquín, pero no importaba lo que hiciera,
todo parecía irritarlo más. Empezó a gritarle mucho. Había poco dinero para la comida, así que
Alejandra encontró un trabajo de medio tiempo y alguien que cuidara al bebé, pero esto solo parecía
empeorar las cosas. Joaquín seguía diciéndole que era una mala esposa y madre.
Una noche, Joaquín llegó borracho a su casa y la golpeó tan fuerte que ella cayó contra una
mesa y se rompió el brazo. Joaquín estaba fuera de sí cuando la llevó al hospital. Dijo una y otra
vez, “¡No quise hacer eso! ¡Por favor, perdóname y no le digas al doctor!”. Alejandra todavía amaba
a Joaquín y pensó que tal vez ahora cambiaría, por lo que le dijo al médico que se había tropezado
y caído fuera de la casa.
Durante unas semanas, Joaquín no golpeó a Alejandra, pero su ira salía en palabras duras. Le
decía: “Eres tan estúpida. ¡Ni siquiera puedes cuidar bien al bebé!”. Comenzó a pensar que debía
dejarlo por el bien del bebé, pero luego pensó: “¿Cómo podría vivir sin Joaquín? Soy tan estúpida.
¿Cómo podría ganar suficiente dinero para sobrevivir? ¡Además, nuestro pastor dijo que las esposas
deben someterse a sus maridos como la cabeza del hogar!”. En ese momento, Joaquín vino y dijo que
lo sentía por gritarle de nuevo, y se reconciliaron. Alejandra vivía para tener esos breves momentos.
Al poco tiempo, Joaquín volvió borracho a casa de nuevo, y el bebé estaba llorando cuando
Joaquín entró. Primero golpeó fuertemente a Alejandra, y luego le dijo: “¡Ese estúpido bebé!”.
Levantó al pequeñito y lo abofeteó. El bebé gritó más fuerte. Alejandra tomó al bebé de sus brazos
y salió corriendo. Joaquín la siguió, gritando.
Alejandra tocó a la puerta de Marta. Tan pronto como se abrió, ella entró de un salto. Mientras
entraba, ella le suplicó: “¡No dejes entrar a Joaquín!”. El esposo de Marta cerró la puerta mientras
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupo grande. Divida las preguntas 1–3 entre los grupos pequeños. Haga
que cada grupo converse acerca de la pregunta 4. Haga que cada grupo seleccione
a alguien para tomar notas y hablar por el grupo. (Si es posible, haga que el grupo
seleccione una persona diferente para cada tiempo de conversación en el futuro).
Dios nos llama a tratar a los miembros de la familia con respeto y bondad, pero algunos hogares
son como zonas de guerra —lugares de maltrato.
F (10 min) Grupo grande. Pídale al grupo que defina qué es el abuso doméstico. A
continuación, agregue contenido que no se haya mencionado.
TENSIÓN
CALMA
MALTRATO
Todas las familias tienen conflictos, pero cuando hay un patrón de control y manipulación, esto
es maltrato doméstico. A menudo, la violencia ocurre en un ciclo predecible: tensión, incidente
violento, calma; tensión, incidente violento, calma. El ciclo puede ocurrir diariamente, o en ciertos
días, como los fines de semana. Con el tiempo, la víctima puede comenzar a sentirse incapaz de
vivir sin la persona violenta y puede vivir para los tiempos de calma y reconciliación. Incluso si
las víctimas dejan a la persona violenta, a menudo regresan.
11
SECCIÓN 3. 25 MIN
CONVERSACIÓN
F (3 min) Grupo grande.
1. En su cultura, ¿cuáles son las creencias o dichos comunes sobre cómo se tratan entre sí los
miembros de la familia (por ejemplo, marido-mujer, padre-hijo)?
F (5 min) Grupos pequeños. Divida los versículos entre los grupos para su consideración.
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupo grande.
En su comunidad, ¿las personas creen que la Biblia nos enseña a tratar a los miembros de la
familia con dureza? En caso afirmativo, ¿qué pasajes usan y qué dicen? ¡Asegúrese de leer todo
el pasaje en contexto!
SECCIÓN 4. 10 MIN
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupo grande. Después del tiempo de conversación, agregue contenido
que no se haya mencionado.
Vimos en la historia que había muchas razones por las que el esposo era violento con su esposa.
¿Cuáles fueron esas razones? ¿Hay otras razones por las que una persona podría maltratar a
los miembros de la familia?
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupo grande. A continuación, agregue contenido que no se haya
mencionado.
Vimos en la historia que había muchas razones por las que la esposa permanecía en esa relación
de maltrato. ¿Cuáles fueron esas razones? ¿Hay otras razones por las que una persona que está
siendo maltratada podría quedarse?
SECCIÓN 5. 25 MIN
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupos pequeños.
¿Cómo se puede ayudar a las víctimas de maltrato doméstico? Si usted es víctima de maltrato
doméstico o sabe de alguien que ha sido víctima, ¿qué cosas han sido útiles?
F (10 min) Grupo grande. Escuchar la retroalimentación. A continuación, agregue
contenido que no se haya mencionado.
• Escuchar: las víctimas necesitan a alguien con quien puedan hablar, pero esto puede ser
difícil porque a menudo el matrato incluye el aislarles de otros.
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupos pequeños.
¿Qué ha hecho su iglesia para estar lista para ayudar a las víctimas de maltrato doméstico?
¿Qué más se podría hacer?
F (5 min) Grupo grande. Escuchar la retroalimentación. Si no hay tiempo para
comentarios en el grupo grande, haga que los grupos compartan sus respuestas
pegando las hojas en la pared.
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupo grande. Después de dar tiempo para que conversen, debajo de la
pregunta agregue el contenido que no se haya mencionado.
Algunas maneras en que podemos ayudar a una persona violenta a cambiar son:
• Ayudarles a darse cuenta de que tienen un problema. A menudo, se han engañado a sí
mismos y culpan a otros. 11
• Animarles a obtener ayuda profesional, si está disponible, de un consejero con experiencia
en el trabajo con abusadores. Tenga a la mano recursos para sugerir.
• Ayudarles a lidiar con las causas profundas de sus problemas y a encontrar la sanidad.
• Ayudarles a identificar las cosas que desencadenan su comportamiento violento y a desa-
rrollar mejores formas de responder.
• Si están consumiendo drogas o alcohol, ayudarles a ver la necesidad de dejar de hacerlo.
Los grupos de apoyo pueden ayudar.
• Ayudarles a entender que el arrepentimiento incluye admitir honestamente lo que han
hecho, hacer esfuerzos para reparar el daño que han causado y trabajar con alguien que
los ayudará a cambiar.
• Ayudarles a buscar y recibir el perdón de Dios por lo que han hecho.
• No permitir que presionen a la víctima para que regrese. Su comportamiento debe cambiar,
y la confianza debe ser restaurada antes de que la reconciliación sea posible.
CIERRE 5 MIN
Dado que el maltrato doméstico es común, es bastante probable que algunos de ustedes hayan
sido o sigan siendo víctimas. En sus grupos pequeños, tomen tiempo para orar por las personas
que están viviendo en situaciones violentas o que todavía están sufriendo el dolor de haber
estado en una situación de violencia doméstica.
3. A veces puede ser útil golpear a los miembros de la familia. A veces las personas usan la fuerza
para hacer que los cónyuges o los hijos obedezcan y se sometan. Pero en Efesios 6:4 leemos: “Ustedes,
padres, no hagan enojar a sus hijos, sino más bien edúquenlos y denles enseñanzas cristianas”. Y
en Colosenses 3:19 leemos: “Ustedes, esposos, deben amar a sus esposas y no maltratarlas”. Los
golpes pueden resultar en obediencia, pero eso se basa en el miedo, y hace del hogar un lugar que
no es seguro. Golpear a los miembros de la familia es humillarlos y hacerlos sentir pequeños en
lugar de convertirse en las personas maravillosas que Dios creó.
4. Una víctima podría haber detenido la violencia si realmente lo hubiera intentado. Solo la
persona violenta puede detener la violencia. Nadie puede hacer que se detenga. El violento es
responsable de sus acciones (Mateo 15:18–19).
5. A menudo, el violento se detiene sin intervención externa. Las personas que maltratan nece-
sitan enfrentar sus problemas personales para que la violencia cese, y la mayoría de las veces no
pueden hacerlo sin ayuda. La gente no renuncia al poder fácilmente. Incluso si la violencia física
se detiene, el violento puede continuar controlando a la víctima sin perder los estribos o volverse
violento, por ejemplo, con el tono de voz cuando le habla o dando una cierta mirada.
6. Alguien que maltrata dentro del hogar también lo hace fuera del hogar. Las personas que mal-
tratan saben cómo ser muy agradables en público. Por lo general, no es posible distinguir a una
persona abusiva de otras personas. Por ejemplo, ha habido muchos casos de líderes de la iglesia muy
respetados, muy queridos por su congregación, que en secreto estaban maltratando a sus familiares.
Antes de empezar:
• Para la Sección 1: Decida cómo presentará la historia (véase la página 201, “Historias”
bajo “Preparación de las lecciones”). No haga ninguna dramatización en esta historia.
Representar una historia de suicidio puede ser perturbador para algunos y puede desen-
cadenar respuestas dolorosas.
• Para la Sección 3: Si es necesario, prepare hojas de papel o fichas con los versículos de la
Biblia o use los versículos de la Biblia para descargar.
• Para las Secciones 4 y 5: Haga cuatro copias del drama y encuentre a cuatro participantes
dispuestos a representarlo. Pídales que lo practiquen antes de que comience la sesión. Si
usted va a leer las líneas del narrador, solo necesita tres participantes.
• Si el tema de la obra no es apropiado para su contexto, ajuste el texto para una causa común
de suicidio en su área. Ejemplos: alguien que ha sido abusado sexual o físicamente, un
estudiante intimidado en la escuela, un esposo que pierde su trabajo. También debe ajustar
el texto para conversar sobre el suicidio de la manera en que se habla en su cultura. Por
12
ejemplo, en los Estados Unidos, la gente puede hacer preguntas directas como “¿alguna
vez ha pensado en suicidarse?” En otros países, es más apropiado preguntar: “¿Siente que
ha perdido la esperanza?”
SUICIDIO 129
No para distribución
12. Suicidio
SECCIÓN 1. 15 MIN
La historia de Rubí
F (5 min) Grupo grande. Presente la historia. No hagan ninguna dramatización en
esta historia.
Estrella esperó toda la tarde a su amiga Rubí, que había quedado en reunirse con ella en el parque,
para pasar la tarde juntas como lo hacían siempre; pero esta vez su amiga no llegó. La casa de Rubí
le quedaba de camino, así que Estrella tenía que pasar por allí de cualquier forma, decidió tocar la
puerta para saber por qué su amiga no había venido. Al acercarse a la casa, notó que había muchos
autos. Casi siguió de largo pero cambió de idea, pensando “por lo menos puedo decirle buenas noches”.
Al estar más cerca de la puerta, escuchó que adentro las personas lloraban. En realidad, era más que
llorar, eran como los gemidos que se hacen cuando alguien muere. Al escucharlos, Estrella sintió un
escalofrío de pies a cabeza. “Alguien ha muerto”, se dijo a sí misma. Tocó la puerta, tratando de con-
trolar sus nervios; el hermano de Rubí la abrió. Estrella entró y la abuela de Rubí se tiró a sus brazos,
“¡Se fue mi Rubí! —decía llorando— ¡Rubí se fue!”. Estrella sintió como si recibiera un golpe en
todo el cuerpo y lloró con la abuela por unos minutos. Después le contaron lo que había pasado:
Rubí se había suicidado tomando una sobredosis de pastillas contra el dolor. ¡No lo podía creer!
Estrella asistió al entierro pero no le parecía real. Durante semanas sentía que la vida no tenía
sentido. Perdió el apetito. Bajaron sus notas en el colegio. Le costaba mucho dormirse, y cuando
dormía, con frecuencia tenía pesadillas. Pero una noche soñó que Rubí vino a decirle cuánto la
amaba. La gente tenía la costumbre de ir a visitar el hogar de la persona que había muerto, pero
Estrella evitaba ver a los familiares de Rubí.
Un día, la abuela de Estrella la llamó y le pidió que se sentara con ella un rato a la sombra de
un árbol que había en el jardín. Estuvieron varios minutos en silencio, entonces la abuela empezó
a acariciar el cabello de Estrella.
“Estrella —le dijo— ya han pasado varias semanas desde que se fue tu amiga. Al principio tenía
miedo de que tú también quisieras irte con ella, pero ahora pareces una persona muerta en vida.
¿Cuándo piensas volver?”. Tomó entre sus manos la mano delgada de Estrella. Estrella respondió,
“abuela, ¿por qué? ¿Por qué lo hizo? Yo no sabía que ella se sentía así. No pude ayudarla. ¡No pude
salvar a mi amiga, abuela!” La abuela le dijo: “Llora, cariño. Quizá nunca sepamos por qué Rubí
decidió hacerlo. No fue culpa tuya. Rubí tomó su decisión, así como nosotros también tomamos
nuestras decisiones”. Estrella lloró y lloró, como si a través de sus lágrimas saliera el mar de tris-
teza que llevaba dentro. La abuela le dijo: “Cuando quieras, ven a verme”. Desde entonces, Estrella
empezó a visitar a la abuela con frecuencia. Conversaban y lloraban juntas. Cocinaban y jugaban.
Poco a poco, Estrella empezó a reír de nuevo. Pasaron alrededor de dos años, ahora cada vez que
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupos pequeños. Asigne una pregunta por grupo pequeño o pareja. O
haga que cada grupo responda a ambas preguntas, en ese caso necesitará más de
5 minutos. Haga que cada grupo seleccione a alguien para tomar notas y hablar
por el grupo. (Si es posible, haga que el grupo seleccione una persona diferente
para cada tiempo de conversación en el futuro).
1. ¿Cómo afectó a Estrella el suicidio de Rubí? ¿Cómo afectó a sus seres queridos?
2. ¿Cómo ayudó la abuela a Estrella?
F (5 min) Grupo grande. Escuchar la retroalimentación. Si los participantes están
usando libros, anímelos a mantenerlos cerrados el resto de la lección.
SECCIÓN 2. 10 MIN
Suicidio es cuando una persona decide acabar con su propia vida intencionalmente. Sucede en
todas las sociedades y en todo tipo de personas: jóvenes, mayores, hombres y mujeres.
En algunos casos, puede no estar claro si un suicidio fue intencional o accidental, como cuando
una persona sufre una sobredosis de drogas o de alcohol y muere a consecuencia de eso.
Es común decir “suicidarse”, pero en algunas culturas es más considerado decir “morir por
suicidio” o “quitarse la vida”.
CONVERSACIÓN
F (8 min) Grupo grande. A continuación, agregue contenido que no se haya mencionado.
SUICIDIO 131
No para distribución
SECCIÓN 3. 15 MIN
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupos pequeños. Divida los pasajes de la Biblia entre los grupos pequeños.
Lea uno de los siguientes pasajes de la Biblia que involucran a personas. Conversen lo que
saben sobre los personajes principales. ¿Qué podrían haber estado sintiendo? ¿Qué hicieron?
Muchas personas en la Biblia estaban tan desesperadas que querían morir, incluyendo gente de
gran fe. Elías, Job y Jonás expresaron honestamente a Dios su deseo de morir (1 Reyes 19:1–4; Job
3:11–14; Jonás 4:1–3). Esto no impidió que Dios los amara. Sabemos que nada puede separarnos
del amor de Dios. El apóstol Pablo escribe:
Yo estoy seguro de que nada podrá separarnos del amor de Dios: ni la vida ni la muerte, ni los
ángeles ni los espíritus, ni lo presente ni lo futuro, ni los poderes del cielo ni los del infierno, ni
nada de lo creado por Dios. ¡Nada, absolutamente nada, podrá separarnos del amor que Dios
nos ha mostrado por medio de nuestro Señor Jesucristo! (Romanos 8:38–39)
Sabemos que tener sentimientos suicidas o quitarnos la vida no impide que Dios nos ame.
SECCIÓN 4. 20 MIN
12
Señales de advertencia de que alguien
puede estar considerando suicidarse
F (15 min) Mencione el título de la sección. Haga que cuatro participantes representen
las escenas 1 y 2 de la dramatización sobre la evaluación del riesgo de suicidio (la
escena 3 está en la Sección 5).
SUICIDIO 133
No para distribución
P: Probablemente solo necesites ayuda con tus estudios. Vamos a estudiar juntas. Primero, ase-
gurémonos de cenar.
J: (Sentada e inclinándose más en la silla) No, no lo creo. No creo que valga la pena seguir
intentando. Tengo ganas de rendirme.
P: (Volviéndose un poco más dramática, levantando los brazos, poniéndose de pie) No puedes
decir eso, Jimena. Tenemos un Dios que nos cuida y nos ama. Necesitamos esperar en él; de
lo contrario estamos siendo débiles en nuestra fe. Déjame orar por ti.
J. (No tiene más remedio que dejar que Paula tome sus manos para orar) Está bien, aunque no
sé si eso ayudará. He estado orando y solo me he sentido peor. No tengo esperanza.
P: (Ora) Querido Dios, ayuda a Jimena a saber que te preocupas por ella. Ayúdala a sentirse
mejor y a ser obediente enfocándose más en sus estudios. Amén. ¿Te sientes mejor?
J: (Encogiéndose de hombros) No estoy segura.
P: (Se levanta para irse) Mañana temprano, con una buena noche de sueño, estoy segura de que
te sentirás mejor. Nos vemos en clase mañana.
J: (No mira hacia arriba) Adiós.
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupo grande. Respondan las siguientes preguntas. Para la pregunta 2,
asegúrese de notar las siguientes señales de advertencia de Jimena: “Simplemente
no soy capaz de concentrarme”. “Tengo ganas de rendirme”. “No tengo esperanza”.
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupo grande. A continuación, agregue contenido que no se haya
mencionado.
12
1. ¿En qué se diferencia la respuesta de Sara a Jimena de la respuesta de Paula?
2. ¿Cuáles eran las señales de advertencia de que Jimena estaba considerando suicidarse?
3. ¿Qué otros signos han notado cuando alguien está considerando suicidarse?
SUICIDIO 135
No para distribución
SECCIÓN 5. 15 MIN
1. ¿Qué vieron en el drama que se podría poner en práctica para ayudar a las personas que
están considerando suicidarse?
2. ¿Qué se puede hacer para ayudar a las personas que están considerando el suicidio?
F (10 min) Grupo grande. Escuchar la retroalimentación. A continuación, agregue
contenido que no se haya mencionado.
Hablar de ello:
• No evite hablar de suicidio por miedo a ofenderlos o de poner la idea en sus mentes.
• Averigüe qué tan serias son sus intenciones. ¿Han hecho un plan? ¿Han preparado algo?
¿Han practicado su plan? ¿Han pensado en cómo esto afectará a los demás?
• No les predique ni les diga qué hacer. En su lugar, haga preguntas que los ayudarán a
expresar cómo se sienten. Las lágrimas ayudan. Ayúdelos a encontrar maneras de liberar
su dolor y expresar su ira.
Manténgalos a salvo:
• Si sus intenciones de suicidarse son serias, retire cualquier medio que tengan de hacerlo
en su entorno, como medicamentos, cuerdas, armas de fuego, etc. 12
• No los deje solos. Estar con ellos o encontrar a alguien más para estar con ellos.
Construir esperanza:
• Pídales que imaginen que su situación es un poco mejor. ¿Qué cambiarían?
• Explorar lo que les ha impedido cometer suicidio hasta ahora. Tratar de construir espe-
ranza sobre estas ideas. Por ejemplo, si una madre está preocupada por el futuro de su hijo,
conversen cuánto la necesita su hijo.
• Averigüe los problemas que ya han intentado superar y ayúdelos a pensar en qué más
podrían intentar.
• Asegúreles que otros han estado en situaciones similares y que hay una salida que no sea
la muerte.
Ayúdelos a encontrar apoyo adicional:
• Averigüe si hay un número de teléfono directo de ayuda ante el suicidio en su comunidad
y, si es así, ayúdelos a llamar.
• Ayúdelos a conectarse con otros. La sanidad viene a medida que cuentan su historia y se
reconectan con los demás. Incluso si tienen ayuda profesional, todavía necesitarán el apoyo
de amigos y seres queridos.
• Los medicamentos para la depresión pueden ayudar. Si ya están tomando medicamentos,
anímelos a seguir tomándolos.
• Encuentre un consejero profesional que los ayude.
• Si no hay programas de prevención del suicidio en su comunidad, considere trabajar con
otros para organizar uno. Ayude a las escuelas a tomar conciencia de que cuando un estu-
diante intenta suicidarse o muere por suicidio, otros estudiantes pueden verse tentados a
seguir su ejemplo.
SUICIDIO 137
No para distribución
SECCIÓN 6. 15 MIN
Toda muerte y pérdida es dolorosa, pero cuando alguien muere por suicidio, el dolor de sus seres
queridos es especialmente profundo. Sus vidas estarán marcadas por “antes del suicidio” y “después
del suicidio”. Si una persona intenta suicidarse pero no tiene éxito, el efecto en sus seres queridos
seguirá siendo profundo. Sus vidas cambiarán.
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupo grande. A continuación, agregue contenido que no se haya
mencionado.
¿Cómo creen que se sienten los seres queridos de alguien que ha intentado suicidarse o ha
muerto por suicidio?
Pueden sentirse
• culpables de que no vieron las señales de advertencia.
• culpables de que no fueron capaces de detener a la persona.
• enojados con la persona por quitarse la vida (o tratar de hacerlo).
• atrapados en su proceso de duelo, que puede ser complicado y prolongado.
• avergonzados, y la comunidad puede contribuir en aumentar su vergüenza. Por ejemplo, en
algunas comunidades, las personas que se quitan la vida no son enterradas de la manera normal.
• que necesitan entender por qué ocurrió el suicidio o por qué la persona intentó suicidarse.
• con miedo de que ocurran más cosas malas o de que la persona intente suicidarse de nuevo.
• incapaces de confiar de nuevo en otros, particularmente en la persona que intentó suicidarse.
• especialmente angustiados si su tradición religiosa enseña que el suicidio es un pecado
imperdonable.
• traicionados, preguntándose por qué la persona no compartió su dolor.
• responsables del suicidio.
Los niños en especial pueden pensar que es su culpa. La lección sobre los niños (Lección 8) puede
ayudar a los adultos a saber cómo ayudar a un niño a enfrentar la pérdida de alguien que murió
por suicidio.
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupos pequeños. Divida las preguntas entre los grupos.
1. Cuando una persona en su comunidad muere por suicidio, ¿qué formas útiles de tratar a
los seres queridos ayudan en su comunidad? ¿De qué maneras son inútiles?
2. ¿Cómo pueden ayudar a los seres queridos de alguien que ha muerto por suicidio? Si alguien
que amaba murió por suicidio, ¿qué le ha ayudado?
Podemos ayudar a los seres queridos de alguien que ha muerto por suicidio al:
• Ayudar con las necesidades físicas.
• Proporcionar servicios funerarios normales para aquellos que mueren por suicidio. Si el
suicidio fue en el pasado y no hubo funeral, tenga una ceremonia o tiempo para recordar
a la persona.
• Pasar tiempo con ellos.
• Hablar abiertamente del suicidio sin avergonzarlos.
• Escucharlos. Usar las tres preguntas de escuchar bien de la lección de sanidad.
• Ayudarlos a darse cuenta de que no son responsables de lo que sucedió.
• Ayudarlos a aceptar que es posible que nunca entiendan por qué lo hizo la persona. No hay
respuestas simples de por qué una persona se quita la vida.
• Ayudarlos a recordar las cosas buenas sobre la vida de la persona, no solo la forma en que
12
murió.
F (5–10 min) Elija una o más de las opciones, dependiendo del tiempo que tenga
disponible.
• ¿Alguna vez han conocido a alguien que quería acabar con su vida? ¿Cómo se sintieron
respecto a quienes quisieron terminar con su vida? ¿Qué hicieron?
• ¿Alguna vez han estado tan desanimados o frustrados que querían morir? ¿Cómo fue
eso para usted? ¿Qué le ayudó a superar ese sentimiento?
SUICIDIO 139
No para distribución
13. Adicciones
Antes de empezar:
• Para la Sección 1: Decida cómo presentará la historia (véase la página 201, “Historias”
bajo “Preparación de las lecciones”).
• Para la Sección 4: Si es necesario, prepare hojas de papel o fichas con los versículos de la
Biblia o use los versículos de la Biblia para descargar.
• Para la Sección 5: Encuentre dos participantes que estén dispuestos a representar el “juego
de roles de adicciones”. Pídales que lo practiquen antes de que comience la sesión.
• Decida si utilizará la Sección 6A (“¿Cómo podemos ayudar a los familiares de una persona
con una adicción?”) o 6B (“¿Cómo ha afectado su vida la adicción?”), dependiendo de los
participantes en su grupo.
• Decida qué ejercicios de cierre utilizará.
• Considere utilizar dos sesiones para esta lección de acuerdo con las necesidades de su grupo.
Esto permitiría generar más conversación y lograr más de las opciones.
Esta lección se incluye porque el trauma puede conducir a adicciones, y las adicciones a menudo
causan trauma tanto a las personas con adicciones como a los que los rodean.
SECCIÓN 1. 15 MIN
“Solo una cerveza más”, pensó Daniel, sentado con sus compañeros de trabajo. Todos los viernes, al
salir del trabajo, él y sus amigos iban juntos al bar que les quedaba más cerca. Su esposa, Cecilia, le
había pedido que llegara a casa a las seis, porque Miguel, su hijo de doce años, iba a jugar su primer
partido como miembro del equipo de la escuela. “Iré a un bar cerca del colegio —pensó Daniel—, 13
Cecilia sabe lo mucho que trabajo, claro que no me va a hacer problema”, pero no llegó al partido.
Pasaron cinco años. Miguel ya tenía diecisiete años y estaba orgulloso de haber llegado al cam-
peonato nacional interescolar. No obstante, sabía que no tenía sentido buscar a su papá en la tribuna.
Habían pasado demasiados años y demasiados partidos a los que Daniel no había asistido. “Mejor
ni siquiera pienso en él”, se dijo Miguel al anotar el gol con el que su colegio ganó el campeonato.
Después del partido, Miguel y Cecilia regresaron a casa. Encontraron a Daniel dormido en el
sofá. En el piso había varias botellas de cerveza vacías. Miguel fue directo a su cuarto. Cecilia empezó
a recoger las botellas. Miguel golpeó la puerta de su cuarto y eso hizo que su padre se despertara.
Poco después, escuchó que sus padres volvían a discutir sobre el mismo tema que había escu-
chado durante años.
“¡Sabías que hoy era el campeonato nacional! ¿Cómo pudiste perderte el partido?”.
“Lo siento, Cecilia. Pensé tomarme una siestita y se me pasó la hora”, dijo Daniel.
“¿Y las botellas? —gritó Cecilia—. Me prometiste que dejarías de tomar… pasaste todo un mes
sin tomar”.
“Lo sé, Cecilia, pero sabes lo duro que es mi trabajo a veces —contestó Daniel—, necesitaba rela-
jarme. Compré solo cuatro botellas. Tenía toda la intención de ir al partido. No volverá a suceder”…
No hubo respuesta, sino el estruendo de la puerta cuando Cecilia salió de la sala para ir a
consolar otra vez a su hijo.
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupos pequeños. Divida las preguntas entre los grupos. Haga que cada
grupo seleccione a alguien para tomar notas y hablar por el grupo. (Si es posible,
haga que el grupo seleccione una persona diferente para cada reflexión en el
futuro).
ADICCIONES 141
No para distribución
1. ¿Cuál era el problema de Daniel?
2. ¿Cómo afectaba este problema a Cecilia? ¿Cómo afectaba a Miguel?
3. Mencione algunas de las cosas a las que pueden ser adictas las personas
F (5 min) Grupo grande. Escuchar la retroalimentación. Si los participantes están
usando libros, anímelos a mantenerlos cerrados el resto de la lección.
SECCIÓN 2. 5 MIN
Una adicción es un patrón continuo de uso de una sustancia o una actividad, que las personas uti-
lizan para sentirse bien y para afrontar alguna situación de su vida. No se puede detener fácilmente,
y al final causa daño. Una adicción difiere de un hábito, en las siguientes maneras:
• La gente la anhela y depende de eso para enfrentar la vida.
• Hace que se sientan mejor, o al menos evita que sientan dolor. Pero cuando la buena
sensación desaparece, la extrañan, por lo que repiten el comportamiento de nuevo. Esto
continúa una y otra vez. Con el tiempo se vuelven incapaces de detener el comportamiento.
• A medida que pasa el tiempo, necesitan repetir una y otra vez su comportamiento adictivo,
para obtener la misma buena sensación. Con el tiempo la buena sensación desaparece, y las
personas usan la adicción para evitar las malas sensaciones que tendrían si trataran de parar.
• Confían cada vez más en el comportamiento adictivo y sacrifican otras cosas para conti-
nuar con ello.
• Respecto a las adicciones químicas, como las drogas y el alcohol, el cuerpo y el cerebro
comienzan a depender de la sustancia. Sin ella, la gente se enferma físicamente. Incluso
las adicciones no químicas como el sexo, la pornografía, los juegos de azar y los juegos
también afectan el cerebro y el cuerpo.
• Las adicciones prosperan en el aislamiento y en secreto.
• Eventualmente, las adicciones destruyen la vida de las personas: su salud, sus familias, sus
amistades, sus trabajos y sus roles en la comunidad.
CONVERSACIÓN
F (1 min) Grupo grande. Después de invitar a hacer comentarios, agregue contenido
que no se haya mencionado.
¿Cuáles son algunas cosas a las que las personas pueden tener adicción?
Las adicciones comunes incluyen el alcohol, el tabaco, las drogas, la pornografía, el sexo, los juegos
de azar, los videojuegos, las redes sociales, el uso del teléfono celular, las compras, comer demasiado,
las dietas extremas, correr o hacer otro ejercicio, e incluso el trabajo.
CONVERSACIÓN 13
F (5 min) Grupos pequeños.
• Razones sociales: Están con otros que beben (o juegan, etc.) y quieren ser aceptados. Necesitan
la sustancia para sentirse relajados con otras personas. Los miembros de la familia pueden
tener una adicción, como la bebida o la pornografía, que influye en otros miembros de la
familia.
• Razones personales: (1) Comienzan a hacer algo porque lo disfrutan, pero luego no pueden
controlarlo. (2) La adicción los adormece y así no sienten las heridas de su corazón. (3) La
adicción puede ser una forma de lidiar con el estrés o los problemas.
• Personalidad y rasgos hereditarios: Algunas personas son mucho más propensas que otras
a volverse adictas.
• Exposición temprana: Estar expuestos a una sustancia o actividad adictiva a una edad tem-
prana aumenta la probabilidad de una adicción.
• Tipo de sustancia: Ciertas sustancias y métodos de uso aumentan la probabilidad de adicción.
Por ejemplo, las drogas que se inyectan o fuman llegan al cerebro en cuestión de segundos.
Tener una o más de estas razones para volverse adicto no significa que alguien se vuelva adicto,
pero sí significa que es más probable.
ADICCIONES 143
No para distribución
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupos pequeños o parejas.
Detonante
Abstinencia Decisiones
Pequeñas
Culpa y Ceder
Penitencia
Las personas que luchan con adicciones a menudo quedan atrapadas en un ciclo. No siempre
reconocen el ciclo o saben cómo detenerlo.
1. Detonante: un disparador o detonante es cualquier cosa que mueva la persona hacia participar
en un comportamiento adictivo. Puede incluir emociones dolorosas o positivas, ciertos
pensamientos o recuerdos, estrés, fatiga, ciertos olores, imágenes o sonidos. Incluso puede
Addiction Cycle suceder después de que una persona celebra cuánto tiempo se ha abstenido de una adicción.
– v03Pequeñas
North America 2. decisiones:
ES – Updated hacen
April 5, 2022 algo
by Peter realmente pequeño que abre la puerta a la adicción
Edman de Healing
Trauma nuevo.Institute
Sienten que pueden soportar la tentación, o que se merecen esta pequeña cosa. Por ejemplo,
ver la televisión, pasar por un bar o pasar por una calle donde previamente consumieron
o compraron drogas, no ser honestos sobre lo que están sintiendo.
3. Ceder al deseo: ceden a la adicción de nuevo y esta toma el control.
4. Culpa y penitencia: se sienten mal y tratan de hacer cosas buenas para compensar el ceder a
la tentación. También pueden sentir vergüenza, sintiendo que algo está mal con quiénes son.
5. Abstinencia: se comprometen a dejar la adicción. En esta fase pueden sentirse libres de la adicción
o la ansiedad, pueden comenzar de nuevo y avanzar para lograr que el cambio sea permanente.
La palabra “adicción” no está en la Biblia. Pero encontramos allí mucha enseñanza sobre deseos,
comportamientos, pensamientos y tentaciones, los cuales están involucrados en una adicción.
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupo grande. Lea la pregunta, luego distribuya uno o dos de los versículos
a cada grupo o pareja, para leerlos en voz alta en su grupo y comentar.
ADICCIONES 145
No para distribución
SECCIÓN 5. 15 MIN
Las personas pasan por etapas en su voluntad de lidiar con su adicción, y cada etapa requiere una
respuesta diferente de alguien que quiere ayudarlos. No es útil predicar a las personas con una adic-
ción o tratar de resolver sus problemas por ellos. Deben decidir por sí mismos que quieren parar.
E TA PA 1 E TA PA 2 E TA PA 3 E TA PA 4
No tengo Tal vez tenga Tengo un problema; ¡Oh no!
un problema un problema voy a detenerme ¡Lo hice de nuevo!
F (14 min) Pida a los dos participantes que han ensayado el drama de Adicciones
que lo representen para el grupo grande. Presente la obra diciendo: “Esta obra nos
ayudará a saber cómo responder a las personas en diferentes etapas, que están
lidiando con su adicción. Las conversaciones se arman a partir de respuestas que
podrían ser útiles durante un período de tiempo. Sería raro que una conversación
completa sucediera así”.
Nombre cada escena, luego indique a los “actores” que representen el drama
en el escenario. Haga una pausa durante el drama, después de cada etapa, para
conversar cada respuesta, como se sugiere a continuación, o preséntelo completo,
para conversar de las cuatro respuestas al finalizar.
Respuestas útiles en la etapa 1: Ayúdelos a pensar a dónde les llevará su estilo de vida y si esto
es lo que realmente quieren.
Respuestas útiles en la etapa 2: Ayúdelos a pensar en los beneficios y las dificultades de dejar
su adicción.
ETAPA 3: “TENGO UN PROBLEMA. VOY A DETENERME”. (LISTO)
A: Jonatán, ¿cómo estás?
P: No muy bien. ¿Recuerdas que te dije que estaba pensando en dejar de beber?
A: Sí, lo recuerdo.
P: Bueno, he intentado reducir la velocidad, pero no está funcionando. Esto se ha salido de
control. Quiero parar ahora, y necesito ayuda.
A: Gracias por decírmelo. Esto suena muy difícil, pero quiero ayudar. Vamos a tomar un café…
¿Por qué crees que empezaste a beber, en primer lugar?
P: No lo sé. Estaba en la secundaria, y mi padre dejó a mi madre, y estaba tan enojado, y entonces
mis amigos, bueno, ellos bebían demasiado.
A: Entonces, ¿qué pasó cuando empezaste a beber de nuevo la semana pasada? ¿Qué estaba
pasando?
P: Fue justo después de que tuve una pelea con mi padre. Estaba tan enojado que no sabía qué hacer.
A: Uh. ¿Tal vez bebes cuando estás enojado y confundido?
P: Sí, creo que eso es verdad.
A: Una amiga mía, Sally, superó una adicción. Ella dijo que cuando el deseo la asediaba, esperaba
diez minutos, trataba de entender lo que estaba sintiendo, y después hacía algo para resistir
la tentación. ¿Hay algo bueno que puedas hacer cuando empiezas a desear un trago? Me
pregunto si podríamos hacer una lista.
ADICCIONES 147
No para distribución
P: De acuerdo, bueno, podría ir a correr. O que demos juntos un paseo. Eso normalmente me
hace sentir bien. O tal vez, mmm, ¡podría llamarte! Debería evitar la televisión y ¡todos esos
anuncios de cerveza!
A: ¡Es un buen comienzo! Tal vez podamos encontrar un grupo de apoyo, también. ¿Te gustaría
conocer a Sally?
P: Claro. Buena idea. Eso podría ayudar.
F Preguntar: “¿Cómo respondió el amigo en la etapa 3?”. Escuchar la retroalimentación.
A continuación, agregue contenido que no se haya mencionado.
Respuestas útiles en la etapa 3: Elogie los pasos que están tomando para detener su adicción,
incluso si son pasos pequeños. Anímeles con frecuencia. Ayúdeles a:
• Hacer una pausa cuando se sientan tentados y preguntar: “¿Tengo hambre? ¿Estoy
enojado? ¿Estoy solo? ¿Estoy cansado?”. Esto les da la oportunidad de evaluar por qué
están siendo tentados. En inglés, esto se deletrea “HALT” [detener]: Hungry (hambre),
Angry (enojo), Lonely (soledad), Tired (cansado).
• Evitar situaciones y lugares donde han cedido a su adicción en el pasado. Por ejemplo,
si fueron a un bar con amigos pensando que pedirían un refresco, pero terminaron
ebrios, deben evitar los lugares donde el alcohol es prominente. O si son adictos a los
juegos, establezcan rutinas a la hora de acostarse para evitar jugar durante la noche.
• Tener un plan de qué hacer cada vez que piensen en ceder a la adicción. A menudo son
capaces de resistir si esperan, se involucran en una actividad alternativa o hablan con
alguien que entiende su deseo urgente.
• Reemplazar la adicción con algo bueno (Efesios 4:22–24, 28).
• Identificar fuentes de tensión y aprender nuevas formas de relajarse.
• Anímelos a pasar más tiempo con buenas personas, en vez de estar a solas. Cuando son
tentados, necesitan estar con otras personas que no son adictas.
• Encuentre a alguien que se haya recuperado de una adicción similar, a quien pueda
pedir ayuda e informar sobre su progreso de recuperación.
• Conéctese con un grupo local de apoyo para la recuperación de adicciones. Normalmente,
las personas no se recuperarán de una adicción sin el apoyo de los demás.
• Dependiendo del tipo de adicción, busque ayuda médica para apoyarlos en el proceso
de recuperación.
CONVERSACIÓN
F (3 min) Grupo grande. A continuación, agregue contenido que no se haya
mencionado.
¿Cómo podrían sentirse la familia y los amigos de alguien con una adicción?
Los familiares y amigos de alguien con una adicción pueden sentirse enojados, traicionados, atra-
pados, deshonestos (debido a guardar los secretos de la persona), asustados, ansiosos, indefensos,
sin esperanza, desesperados y resentidos.
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupos pequeños o parejas.
¿Cómo podemos ayudar a los miembros de la familia u otros seres queridos de una persona
con una adicción?
F (12 min) Grupo grande. A continuación, agregue contenido que no se haya
mencionado.
ADICCIONES 149
No para distribución
Podemos ayudar a los miembros de la familia u otros seres queridos a:
• Darse cuenta de lo mucho que el comportamiento adictivo está afectando sus vidas y que
su situación no es normal.
• Identificar y sanar las heridas del corazón que pueden haber experimentado como resultado
de las adicciones de la persona (por ejemplo, abuso físico o emocional).
• Abordar los desafíos que enfrentan en torno a la adicción, como los sentimientos que están
experimentando, las diferencias de opinión sobre cómo responder, la tensión financiera
debido al rescate de la persona, y así sucesivamente.
• Asumir la responsabilidad de sus propias decisiones y responsabilizar a la persona de sus
decisiones, permitiéndole enfrentar las consecuencias.
• Hablar con la persona sobre la situación, con cautela y en el momento adecuado. Esto es
difícil, por lo que pueden necesitar la ayuda de otras personas. Muy a menudo, las per-
sonas con una adicción quieren tapar el problema. Es posible que se sientan demasiado
avergonzados para hablar de ello.
• Adaptarse a la vida después de que la persona se recupera. Los familiares y amigos pueden
sentir que han perdido parte de su identidad y propósito en la vida después de que alguien
se recupera. Pueden sentirse enojados si la gente felicita a la persona por recuperarse de
una adicción y no reconoce cuánto ha sufrido la familia a través de los años. También
pueden darse cuenta por primera vez de otros problemas que tienen y que estaban ocultos.
CONVERSACIÓN
F (10 min) Conversen de las preguntas en el grupo grande o en grupos de dos o
tres, según la cantidad de tiempo que tenga.
Imagine que está viviendo con una persona con una adicción. Reflexionen y conversen sobre
estas preguntas:
CONVERSACIÓN EN PAREJAS
F (5 min) En parejas.
Dibuje una línea de tiempo. Indique cuándo se volvió adicto a las diversas cosas a las que es o a
las que fue adicto. Entonces consideren las siguientes preguntas.
1. Para cualquier cosa a la que sea activamente adicto en este momento, ¿cómo se verá su
adicción en seis meses si no se controla? ¿En un año? ¿En cinco años?
2. Cuando mira hacia atrás, a la edad en la que empezó a tener la adicción, ¿qué pasó en su
vida antes de esa edad? Haga un dibujo o escriba lo que recuerde.
3. De las causas de adicciones enumeradas en la Sección 3, ¿cuál (una o más) cree que
contribuyó a su adicción? ¿Había alguna herida en el corazón que intentaba sobrellevar a 13
través de su adicción?
F Anime a los participantes a llevar su dolor a Jesús cuando el grupo para sanar
haga esta lección.
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupos pequeños.
1. Volviendo a mirar la Sección 5, ¿en qué etapa del proceso de adicción se encuentra?
2. ¿Cómo sería ir a la siguiente etapa?
F Elija entre las opciones 1–3 según el tiempo que tenga. Dé tiempo a los participantes
para responder a la pregunta “una cosa que desea recordar”.
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupo grande.
¿Qué grupo de apoyo está disponible en su comunidad o iglesia, para aquellos que quieren
detener una adicción o que viven con alguien con una adicción?
ADICCIONES 151
No para distribución
Opción 2: Para quienes ayudan a alguien con una adicción
CONVERSACIÓN EN PAREJAS
F (10 min) En parejas. Haga que las parejas elijan entre las dos preguntas. Anímelos
a compartir tanto como se sientan cómodos y luego oren unos por otros. Cierre
con la Oración de la Serenidad.
1. ¿Alguna vez ha estado en una relación con alguien que tiene una adicción? ¿Se encuentra
en esa situación ahora mismo? ¿Cómo ha sido esto para usted?
2. Dibuje el ciclo de adicción (Sección 3) de alguien que le importa, a quien le gustaría que
Dios le permitiera ayudar. Haga dibujos o símbolos, o escriba palabras, para lo que está
sucediendo en cada etapa. ¿Qué parte del ciclo les parece más difícil de romper?
Oren unos por otros. Consideren hacer la Oración de la Serenidad, que ha ayudado a muchas
personas que luchan con una adicción:
Dios, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar,
el valor para cambiar las cosas que puedo, y la sabiduría para conocer la diferencia.
ACTIVIDAD DE ARTE
F (15 min) Lea las instrucciones de la actividad y dé a los participantes 7–8 minutos
para reflexionar y dibujar. Deles 7–8 minutos para compartir en parejas, y luego
orar uno por el otro. Cierre con la Oración de la Serenidad.
Reflexione sobre un ciclo de comportamiento poco saludable que se encuentra repitiendo. Dibuje el
ciclo de la adicción (Sección 3), con ese comportamiento representado de alguna manera en el centro.
Haga dibujos o símbolos, o escriba palabras, para cada parte del ciclo en el que se sienta atrapado.
1. ¿Ha sufrido de alguna adicción? ¿Tiene una adicción a algo ahora mismo? Comparta tanto
como se sienta cómodo.
2. ¿Cuáles son las formas en que se puede detener el ciclo?
3. ¿Qué parte del ciclo le parece más difícil de romper?
4. ¿Qué puede hacer para buscar la ayuda de Dios, para recuperarse de la adicción?
Consideren hacer la Oración de la Serenidad, que ha ayudado a muchas personas que luchan con
una adicción:
Dios, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar,
el valor para cambiar las cosas que puedo, y la sabiduría para conocer la diferencia.
Antes de empezar:
• Para la Sección 1: Decida cómo presentará la historia (véase la página 201, “Historias”
bajo “Preparación de las lecciones”).
• Para la Sección 2: Encuentre seis participantes que estén dispuestos a representar el drama.
• Para la Sección 4: Si es necesario, prepare hojas de papel o fichas con los versículos de la
Biblia o use los versículos de la Biblia para descargar.
• Para el Cierre: Determine si usará el ejercicio del Contenedor o el ejercicio del Árbol (última
página de la lección).
SECCIÓN 1. 10 MIN
La economía en el pueblo de Santiago había empeorado, muchas personas de otros pueblos más
pequeños se habían mudado a la ciudad en busca de empleo. La mayoría llegaban a la iglesia de
Luis López, quien trabajaba arduamente. Muchas personas lo buscaban en su casa y él escuchaba
a cada uno que le relataba las dificultades que enfrentaban. Luis creía que como servidor de Dios,
siempre debía estar listo para oírlos, atender sus peticiones y ayudarlos a buscar trabajo y vivienda.
Manuel, uno de los miembros recién llegado, vino a contarle en detalle lo que estaba viviendo.
Estaba sin trabajo y llevaba varios meses buscando una forma de ganarse la vida. En ocasiones él y
su familia se iban a dormir sin comer porque no les alcanza el dinero. Apenas podía pagar la renta
de un cuarto en una zona muy peligrosa de la ciudad. Una noche, mientras Manuel y su familia
dormían, dos hombres armados entraron por la ventana; le colocaron una pistola en la cabeza, y
le advirtieron a la familia que si se movían, los matarían a todos. Manuel le pidió a su familia que
se quedaran quietos, mientras veían cómo el otro ladrón robaba toda la comida y las pocas cosas
de valor que les quedaban.
Luis no podía dejar de pensar en lo que le había sucedido a Manuel. Su esposa notó que él no
estaba durmiendo bien y que se despertaba con el menor ruido. Había perdido su energía y se
levantaba muy cansado cada mañana. La semana anterior, se había despertado tres veces porque
tenía pesadillas aterradoras. Cada día se sentía más desanimado, ya no quería predicar y hasta
estaba pensando en renunciar. Luis pensaba que era un fracaso como líder de su iglesia. Su esposa
se preocupaba, porque él ya no hablaba con ella ni pasaba tiempo con sus hijos. Al día siguiente,
cuando se dirigía a la iglesia, iba tan distraído y pensativo que tuvo un accidente. Se quebró una
pierna y su auto quedó destrozado. Cuando los miembros de la iglesia fueron a visitarlo al hospital,
y vieron el estado físico y emocional en el que se encontraba, se ofrecieron para ayudarle a cubrir
las tareas que Luis estaba haciendo por sí solo.
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupo grande.
1. ¿Por qué creen que Luis está teniendo todos estos problemas?
2. ¿Alguna vez se han sentido como Luis? Explicar respuesta.
F Si los participantes están usando libros, anímelos a mantenerlos cerrados el resto
de la lección.
Drama de Noemí
Noemí es una madre sobrecargada, que tiene hablar del suicidio de su hermano. Noemí recibe
demasiadas responsabilidades. Su esposo nece- una llamada telefónica de la iglesia, pidiéndole
sita tener la ropa limpia, sus hijos necesitan que que organice ayuda con comida para una mujer
les preparen la comida, sus suegros se quejan, que acaba de tener un bebé.
y su vecina viene llorando a verla porque quiere
Trauma secundario: Cuando escuchamos las historias de trauma y dolor de las personas podemos
absorber parte de su dolor y experimentar algunos de los mismos síntomas que están experimen-
tando (revivir, evitar o estar en alerta todo el tiempo). A esto se le conoce como trauma secundario.
No es lo mismo que estar sobrecargado, pero una persona podría estar sobrecargada y a la vez
experimentar un trauma secundario.
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupo grande. Después de invitar a hacer comentarios, a continuación,
agregue contenido que no se haya mencionado.
¿Conocen a personas que se han sobrecargado tanto ayudando a otros, que se desanimaron o
se enfermaron? ¿Qué dicen? ¿Cómo se comportan?
Cuidar de otras personas puede agotarnos. Podemos estar tan ocupados cuidando a los demás que
no nos tomamos el tiempo para cuidarnos a nosotros mismos. Podemos estar sobrecargados si:
• Nos sentimos enojados o tristes todo el tiempo.
• Tenemos una sensación de cansancio e irritabilidad con frecuencia.
• Dormimos mal o muy poco.
• Tenemos problemas con las relaciones.
• Nos enfermamos o tenemos muchos accidentes.
• Nos resentimos con aquellos que necesitan nuestra ayuda.
CONVERSACIÓN EN PAREJAS
F (5 min) En parejas.
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupos pequeños.
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupos pequeños o parejas.
CONVERSACIÓN
F (3 min) Grupo grande. Sostenga un teléfono celular y un cargador, luego haga las
preguntas de reflexión. (Otras opciones son usar un lápiz sin punta o un cuchillo sin
filo y un sacapuntas/lima, o un recipiente de agua sin agua. Ajuste las preguntas
según sea necesario). Luego presente el contenido debajo de las preguntas.
Somos instrumentos de Dios para el bien en el mundo. Si no se cuidan los instrumentos, se rom-
perán, se agotarán y perderán su utilidad. Así como debemos tomarnos el tiempo para recargar
un teléfono celular o afilar un cuchillo o sacar punta a un lápiz, también debemos detenernos y
cuidarnos a nosotros mismos. Entonces podremos cuidar de los demás. Cuando escuchamos a
muchas personas, la carga de todo su dolor puede desgastarnos. Debemos tener cuidado de no
ser aplastados por esta sensación.
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupos pequeños. Divida los versículos entre los grupos para su consideración.
¿Qué dicen los siguientes versículos acerca del cuidado de nosotros mismos?
1 Reyes 19:3–8 Lucas 5:15–16 Marcos 1:35–39
Gálatas 6:2 Éxodo 18:13–23 Marcos 6:31
F (5–10 min) Lea las preguntas y luego dé tiempo a los participantes para reflexionar.
1. Piense en su carga de trabajo. ¿Cómo puede cuidar de sí mismo y de su familia como cuida
de los demás?
2. ¿Qué cambios cree que Dios quiere que usted haga para cuidarse mejor?
3. ¿Qué puede mencionar específicamente, que pueda hacer en la próxima semana, para
cuidarse mejor?
F Anime a los participantes a compartir “esa acción específica” con su cónyuge,
compañero de trabajo o un amigo cercano en las próximas veinticuatro horas.
Opcional: (5 min) En parejas, haga que los participantes compartan sobre lo que
descubrieron en su tiempo individual, luego oren unos por otros.
(5–10 min) Guíe a los participantes a través de uno de los ejercicios a continuación.
Lea el texto lo suficientemente lento como para permitir que las personas imaginen
cada parte.
• ¿Qué tipo de árbol sería? Mírese a sí mismo como ese tipo de árbol.
• En su imaginación, mire a su alrededor. ¿Su árbol está solo?
• ¿Cuál es el paisaje que le rodea?
• Observe que va hacia abajo en la tierra y hacia arriba en las ramas. Siga las ramas hasta las
14
hojas. Si es un árbol frutal: mire la fruta colgando de las ramas.
• Mire las raíces —¿es una sola raíz larga o muchas raíces que salen? Observe cómo están
ancladas las raíces en el suelo.
• Ahora vea cómo el conjunto de raíces está trayendo agua y nutrientes a las raíces y cómo
esos nutrientes viajan por el árbol hasta las ramas.
Fíjese en el clima.
• Imagine el sol brillando en las hojas, produciendo oxígeno. Imagine que el árbol está ahí
con la temperatura y la luz adecuadas.
• Ahora el árbol necesita un poco de agua. Imagine una lluvia suave que baja lentamente
sobre las hojas y va hacia las raíces. Mire el agua bajando, hacia las raíces. Mire la humedad
que se absorbe en el árbol.
• Ahora detenga la lluvia e imagine que el sol sale de nuevo para secar las hojas.
Ahora imagine el árbol con algunas criaturas vivas, tal vez pájaros, ardillas o insectos que suben
y bajan. Observe toda la actividad.
Cuando el árbol está quieto otra vez, el sol está brillando, los insectos y las aves están de regreso,
puede tomar gradualmente algunas respiraciones profundas y abrir los ojos.
Esta lección puede despertar muchas emociones, dependiendo del contexto y quién está en el grupo.
Obtenga consejos de la gente local mientras se prepara para facilitarla.
Antes de empezar:
• Para la Sección 1: Decida si va a utilizar el drama o la historia de Hechos 6. Si usa el drama,
busque a alguien que esté dispuesto a representar a Pedro y dele el papel de este perso-
naje. Si usa la historia, decida cómo la presentará (véase la página 201, “Historias” bajo
“Preparación de las lecciones”). Si decide usar tanto el drama como la historia, ajuste su
tiempo total.
• Para la Sección 2: Elija qué ejercicio hará (ejercicio del árbol de conflicto o ejercicio de
prejuicios) y prepare la(s) pieza(s) grande(s) de papel para cada grupo/mesa. Si decide usar
ambos ejercicios, ajuste su tiempo total.
• Para las Secciones 2 y 3: Si es necesario, prepare hojas de papel o fichas con los versículos
de la Biblia o use los versículos de la Biblia para descargar.
• Para el Cierre: Si va a hacer el ejercicio del árbol de la paz, obtenga un pedazo de papel
grande para cada grupo.
Sección 3: ¿Cómo podemos vivir como cristianos en medio del conflicto? 20 min
1 hora 50 minutos –
Tiempo Total
2 horas 10 minutos
El trauma puede ser una causa de conflicto y un resultado de conflicto. Esta lección tiene la inten-
ción de ayudar a las personas a abordar el conflicto de una manera que reduzca la probabilidad de
trauma en el futuro. Esto puede contribuir a la reconciliación, pero los dirigentes políticos tendrán
que participar en última instancia para resolver los conflictos a nivel nacional.
Dado que la iglesia es multiétnica e involucra a personas de todas las clases sociales, las ten-
siones ocultas a menudo pueden surgir de manera velada, incluso si no hay un conflicto abierto.
SECCIÓN 1. 15 MIN
A. Conflicto de la iglesia
F (10 min) Haga que el grupo actúe espontáneamente, usando las indicaciones
en cursiva para dirigir el drama. No les anticipe a los participantes que es un
pasaje de la Biblia, excepto a una persona: la persona que desempeña el papel
de Pedro. Pídale que lea Hechos 6:1–7 de antemano y que esté listo para decir:
“¡Detenganse! No está bien que dejemos de estudiar y predicar la Palabra de Dios
para distribuir alimentos. Por lo tanto, elijan algunos hombres sabios para poner
a cargo de este problema”.
DRAMA
En una gran iglesia en la ciudad capital, los problemas estaban empezando a surgir. Esta iglesia
era conocida por cuidar de las viudas en la congregación. En ese momento había dos grupos de
viudas, y ambos grupos estaban compuestos por buenas cristianas.
El primer grupo de viudas siempre había vivido en ese país. (Elija un grupo de personas y
envíelas a un lado para que parezcan viudas tristes). Todos los días, la iglesia enviaba algunos
obreros para dar comida a estas viudas y otras cosas que necesitaban. (Elija un grupo de personas
para llevar comida y ropa a las viudas. Las viudas deben verse felices).
El segundo grupo de viudas está formado por mujeres desplazadas por la guerra y que han
vivido en otro país durante tanto tiempo que ya no hablan su propio idioma. (Elija un grupo de
personas para ser el segundo grupo de viudas. Colóquelas a distancia del primer grupo. Deberían
actuar como viudas tristes también). La iglesia también les envió comida. (Haga que otro grupo
de personas comience a llevarles comida y ropa).
Un día, las viudas que vivían en el extranjero comenzaron a quejarse de que recibían menos
comida que las viudas que siempre habían vivido allí. (Haga que el segundo grupo de viudas
En el momento en que la Iglesia recién comenzaba, muchos judíos habían sido desplazados y vivían
en países extranjeros. Vivieron allí tanto tiempo que adoptaron las costumbres y el idioma de su
país de adopción. Temían a Dios y continuaron adorándolo y hacían viajes de regreso a Jerusalén
tan a menudo como les era posible. Creían que era bueno ser enterrados en la patria, por lo que
las parejas mayores se mudaban a Israel si podían. A menudo, el esposo moría primero, y dejaba
a su viuda con la necesidad de que alguien la mantuviera.
Mientras tanto, los judíos que permanecieron en Israel a través de los años continuaron
siguiendo sus costumbres y hablando su propio idioma. Sentían que, porque nunca habían dejado
su tierra o tradiciones, eran mejores a los ojos de Dios. Aunque eran más pobres, despreciaban a
los judíos extranjeros.
Una de las tradiciones de la iglesia primitiva era cuidar de las viudas, como se enseña en la
Biblia. La mayoría de los primeros cristianos eran judíos. Cuidaban de las viudas judías extranjeras
al igual que cuidaban de las suyas. Pero había tantas viudas judías extranjeras que los judíos de la 15
patria tenían dificultades para cuidarlas.
No pasó mucho tiempo antes de que se formaran tensiones entre los judíos de la patria y los
judíos extranjeros. Los judíos extranjeros se quejaban de que a sus viudas no se les daba su parte,
cuando se repartía comida todos los días. Así que los apóstoles convocaron una reunión para tratar
el problema abiertamente. Se dieron cuenta de que estas tensiones étnicas podrían destruir la iglesia.
Ellos dijeron: “No está bien que renunciemos a la Palabra de Dios para distribuir alimentos. Así
que, hermanos y hermanas, elijan a siete hombres que sean respetados, sabios y llenos del Espíritu
Santo. Los pondremos a cargo de este problema”.
La iglesia eligió a siete hombres. Al menos uno de estos hombres era del grupo de judíos
extranjeros. Ellos se ocuparon del problema, y la iglesia continuó creciendo. La unidad entre los
judíos extranjeros y los que habían vivido fuera de la patria fue un buen testimonio para los que
estaban fuera de la iglesia (Resumen de Hechos 6).
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupo grande.
1. ¿Qué podrían haber estado pensando y sintiendo las mujeres judías extranjeras?
2. ¿Qué podrían haber estado pensando y sintiendo las mujeres judías de la patria?
3. ¿Qué podemos aprender de este pasaje acerca de la resolución de conflictos?
F Si los participantes están usando libros, anímelos a mantenerlos cerrados el resto
de la lección.
En la nación de Santiago del Sur hay dos grupos, los colonos y los ocuraníes, que por más de cien
años han estado peleando por un territorio que ambos reclaman. Casi toda familia ocuraní conoce
una historia de cómo un pariente fue maltratado, o de cómo los colonos les robaron las tierras. Y
las familias de los colonos hablan de cómo los ocuraníes robaban sus animales o destruían lo que
sembraban.
Los padres les enseñan a sus hijos desde pequeños lo peligroso y violento que es el otro grupo.
Todas las escuelas son solo para niños colonos o solo para ocuraníes. Nunca se mezclan. En reali-
dad casi no hay escuelas para los ocuraníes. Y si hay alguna, tiene como maestro a un colono, que
maltrata e insulta a los niños ocuraníes.
Jonás Sánchez, un colono que es doctor y creyente, fue elegido como parte de un comité de
desarrollo, para que asistiera a la reunión de una organización internacional en la capital. Fabio es
ocuraní y ha sido líder de la iglesia para los ocuraníes por algunos años. También lo seleccionaron
para que fuera a la misma reunión de la organización de desarrollo.
Entre los veinticinco santiagueños asistentes, había siete colonos y tres ocuraníes de la región
de Jonás y Fabio. Cada grupo se sentó lo más lejos posible del otro. Pretendieron que los otros ni
siquiera estaban allí. Luego de dos días de reunión, nombraron a Jonás y a Fabio para que formaran
parte de un subcomité de cuatro miembros. Al principio, ni Fabio ni Jonás se hablaban directa-
mente, pero, conforme avanzaba la reunión, se interesaron más en el tema que se estaba tratando
y empezaron a dirigirse la palabra.
Cuando terminó la reunión, Jonás y Fabio siguieron conversando y descubrieron que ambos
amaban profundamente a Cristo. Al principio, ambos habían pensado en su corazón: “¿Puede un
colono —o un ocuraní— ser un verdadero cristiano?”. Una vez que pudieron aceptar ese asombroso
hecho, empezaron a considerar cómo podrían ayudar para que la reconciliación se llevara a cabo
entre los dos grupos. Pero primero tenían que aclarar muchas cosas que habían oído cuando eran
niños. Jonás le preguntó a Fabio: “¿Es verdad que los ocuraníes se comen a los hombres cuando ya
están demasiado viejos para trabajar?”. Fabio se asombró; no podía creer que los colonos pensa-
ran que ellos hicieran eso. Hablaron de otras cosas que los colonos creían acerca de los ocuraníes.
Entonces Fabio le preguntó a Jonás: “¿Es verdad que todos los colonos siempre se van a dormir
con una escopeta a mano y lista para dispararle a cualquier ocuraní que entre en su casa?” Pronto
descubrieron que muchas de las cosas que habían escuchado, no eran verdad.
Una noche, los dos hombres se sentaron juntos a conversar. Jonás comenzó a pensar en voz
alta. “¿Sabes algo?, yo quería matar ocuraníes porque mataron a mi abuelo. Pero ya no quiero
tomar venganza. El versículo «la venganza es mía, dice el Señor», siempre viene a mi mente y algo
dentro de mí ha cambiado. ¡Incluso los dolores de cabeza que siempre he tenido parecen haber
desaparecido!”.
“Sé lo que quieres decir —dijo Fabio—, tal vez podríamos servir como un puente para ayudar
a reunir a nuestros grupos”. Jonás estuvo de acuerdo y le respondió: “¡Es una excelente idea!”
1. ¿Por qué era difícil para Fabio y Jonás aceptar que ambos eran verdaderos cristianos?
2. ¿Qué van a pensar y a hacer los otros colonos y ocuraníes cuando vean a Fabio y Jonás
conversar?
3. ¿Cómo pueden ellos empezar a unir a los dos grupos?
F (5 min) Grupo grande. Escuchar la retroalimentación. Si los participantes están
usando libros, anímelos a mantenerlos cerrados el resto de la lección.
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupo grande o grupos pequeños. Haga esta pregunta para identificar el
tipo de conflicto(s) en el que se enfocará más adelante en la lección.
15
¿Qué tipo de conflicto afecta a su comunidad?
F Si las personas tienen problemas para responder a la pregunta, haga una de las
siguientes preguntas:
• ¿Qué diferentes grupos en nuestra comunidad o
país tienen desacuerdos o tensiones?
• ¿Creen las personas de un grupo que sus dificultades
fueron causadas por el otro grupo?
• ¿Parece que algunos grupos disfrutan de privilegios
mientras que otros son víctimas de discriminación?
• ¿Perciben ambas partes del conflicto que fueron las víctimas en la historia?
CONVERSACIÓN
F (8 min) Grupos pequeños. Divida los temas y versículos entre los grupos o parejas.
1. ¿Qué revelan los versículos y temas siguientes acerca de las causas de los conflictos entre grupos?
• Deseo de recursos. Santiago 4:1–3.
• Gobiernos ineficaces o injustos. Proverbios 29:4.
• Personas que provocan conflictos. 2 Samuel 20:1–2.
• Una historia de prejuicios. Hechos 10:34–35 y 11:1–3.
A. Deseo de recursos
Podemos desear tener algo tan fuertemente, que estemos dispuestos a luchar por ello. Esto puede
llevar al conflicto y a veces a la violencia (Santiago 4:1–3). Podemos luchar por la tierra o el agua o
el poder político, por ejemplo. Podemos ser codiciosos y querer más de nuestra parte de recursos,
o temerosos porque los recursos se están agotando, o temerosos de que otros nos quiten lo que
tenemos y es nuestro.
Dibuje un árbol en un pedazo de papel grande, que muestre sus raíces. Este árbol representa
una comunidad dividida por el conflicto. Identifique un conflicto que le gustaría discutir.
Escríbalo en el tronco del árbol. Hablen de la siguiente pregunta:
A medida que se identifican las raíces, escríbalas en las raíces del árbol.
Para resolver el conflicto, un grupo necesita abordar las raíces, no los frutos. Esto suele ser una
tarea a largo plazo, que supera la capacidad que el grupo tiene para resolverlo, pero este ejercicio
puede ayudarles a reconocer los problemas subyacentes y abordarlos a su nivel de influencia.
F (10 min) Coloque los dibujos del árbol en la pared y haga que cada grupo explique
brevemente su árbol. En el grupo grande conversen: “¿Qué aprendieron de este
ejercicio, y qué fue difícil?” Ahorro de tiempo: deje que las personas vean los
dibujos durante los descansos en lugar de hacer presentaciones orales.
15
1. ¿Cuáles son algunos prejuicios que pueden haber heredado acerca de otro grupo? ¿Se les
ocurre algún ejemplo que demuestre que estas ideas no son ciertas?
2. ¿Cómo describen los demás a su grupo? ¿Qué ejemplos podrían tener para esta descripción?
F (10 min) Grupo grande. Escuchar la retroalimentación.
Dios llama a los cristianos a ser sal y luz, llevando las buenas nuevas de Jesucristo a situaciones
malas y oscuras (Mateo 5:13–16; Filipenses 2:14–16). La Biblia anima a los cristianos a no ser
vencidos por el mal, sino a vencer el mal con el bien (Romanos 12:21).
El conflicto entre cristianos es un motivo especial de preocupación, ya que afecta al testimonio
de Cristo en el mundo. Jesús dijo: “Te pido que todos ellos estén unidos; que como tú, Padre, estás
en mí y yo en ti, también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste” (Juan
17:21 DHH). Los cristianos deben tener sus mentes transformadas por Cristo. Esto significa que
deben reaccionar de manera diferente a lo que hacen los no cristianos (Romanos 12:1–2). Este es
el camino de la bendición, pero no es un camino fácil y debemos elegir seguirlo.
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupos pequeños. Lea la pregunta de reflexión en voz alta. Distribuya los
temas y versículos entre grupos pequeños o parejas, para que lean sus versículos
y respondan a la pregunta. Si lo desea, sustituya 2 Corintios 12:9–10 por 2 Timoteo
3:16–17 en “Recibir fortaleza de Dios” (véase D).
15
C. No vengarnos, sino mostrar amor y trabajar por la justicia
• No tomar venganza por los males hechos a nosotros o a nuestras familias, sino mostrar amor
y permitir que Dios castigue a los otros (Romanos 12:19–21; Mateo 5:38–42). La venganza no
trae paz a nuestros corazones ni trae de regreso lo que se perdió. Solo mantiene viva la violencia.
• Respetar la vida humana como criaturas a imagen de Dios (Génesis 1:27). No dañar ni
maltratar a los demás.
• Trabajar por la justicia y defender los derechos de los pobres y oprimidos (Salmos 82:3).
Hablar por aquellos que no pueden hablar por sí mismos (Proverbios 31:8).
• Siempre que sea posible, usar medios no violentos para defender a aquellos que están en
peligro de ser maltratados. Una de las obras más poderosas que Jesús hizo fue hacerse
completamente vulnerable a sus enemigos mientras estaba en la cruz (1 Pedro 2:21–23).
Personas como Gandhi en la India y Martin Luther King Jr. en los Estados Unidos han
desafiado a los gobiernos oponiéndose al mal sin usar la violencia. Estos movimientos han
resultado en corregir la injusticia generalizada de manera más efectiva de lo que podría haber
hecho una reacción violenta, y los involucrados no fueron culpables de derramar sangre.
SECCIÓN 4. 15 MIN
CONVERSACIÓN
F (15 min) Grupo grande. Escuchar la retroalimentación. A continuación, agregue
contenido que no se haya mencionado.
B. Podemos ayudar a las personas a llevar su dolor a Cristo para ser sanadas
• Donde hay conflicto, casi todos tienen heridas del corazón. Estos deben ser llevados a
Cristo para que él pueda sanar el dolor.
• Cuando las personas han pecado contra otros, deben arrepentirse y pedir perdón a Dios
y a aquellos a quienes han lastimado.
• Cuando Cristo ha derribado barreras entre nosotros, necesitamos celebrarlo y alabarlo
juntos (Efesios 2:14). Él es el Señor. Él nos libera de las mentiras y trampas del enemigo.
F Elija uno de los ejercicios de cierre. Deles tiempo a los participantes para reflexionar
sobre la última pregunta.
Dibuje un árbol en un pedazo de papel grande, que muestre sus raíces. Escriba “Paz” en el
tronco del árbol. Este árbol representa las cosas positivas que podrían ayudar a su comunidad
a resolver sus conflictos. Hablen de la siguiente pregunta:
1. ¿Cuáles podrían ser las raíces (las causas) de esta paz y reconciliación?
A medida que se identifican las raíces, escríbalas en las raíces del árbol. Entonces conversen:
2. ¿Cuáles podrían ser los frutos (los resultados) de esta paz y reconciliación?
Dibuje y etiquete los frutos en el árbol. Miren juntos las imágenes del árbol de la paz. Formen
un círculo para orar por la fortaleza de Dios, para tomar estas acciones para traer la paz.
Un río fluye en medio de esta habitación. Un grupo acampa a cada lado del río. Están en con-
flicto. En grupos pequeños, encuentre algo que simbolice lo que podrían hacer para tender un
puente entre los dos grupos. Luego explique su símbolo mientras lo pone sobre el río.
F Dé tiempo a los grupos para encontrar su símbolo y explicarlo.
Antes de empezar:
• Para la Sección 1: Decida cómo presentará la historia (véase la página 201, “Historias”
bajo “Preparación de las lecciones”).
• Para la Sección 4: Asegúrese de saber cómo programar números de contacto de emergencia
en un teléfono celular, para que pueda hacer una demostración a los participantes.
• Para la Sección 5: Si es necesario, prepare hojas de papel o fichas con los versículos de la
Biblia o use los versículos de la Biblia para descargar.
Cierre 5 min
SECCIÓN 1. 10 MIN
Tenisagua es una nación que se encuentra situada al oriente de Santiago del Sur. Los problemas
del país empezaron a cruzar la frontera hasta afectar a Tenisagua. La gente empezó a hablar de lo
que podría sucederle a su país. Se temía que la guerra civil estallaría pronto.
José era un líder de la iglesia en Tenisagua, y al ver que la situación política se deterioraba, se
preguntaba: “¿De qué manera puedo preparar a la iglesia para los futuros problemas?” Un día lo
invitaron a la capital para participar en una conferencia. Los organizadores también habían invi-
tado a líderes de Santiago.
Una noche escuchaban las noticias por radio, y todos expresaban su preocupación, porque la
guerra podía estallar en cualquier momento. Pedro, quien también era líder de la iglesia, pero en
Santiago, dijo: “Cuando estalló la guerra en nuestro país, sabíamos que duraría por meses. Ojalá
hubiera preparado a los creyentes para lo que iba a venir, pero en ese entonces no tenía ni la menor
idea de cómo hacerlo. Pero ahora, si lo desean, puedo darles algunas ideas sobre cómo prepararse
para este tipo de problemas”.
Otro de los líderes agregó: “Si al volver a Tenisagua, empezamos a preparar a nuestra gente para
el conflicto, ¿no diría el gobierno que estamos queriendo que se desate la guerra? O también, ¿que la
estamos promoviendo?” Pedro les aseguró: “No, si lo hacen como es debido”. Todo el grupo convino
en que era importante escucharlo, y por tres noches Pedro habló de los preparativos que podían
hacer, desde el punto de vista práctico, como también la preparación espiritual de las personas.
Cuando terminó la conferencia y los participantes regresaron a sus respectivos hogares, José
empezó a contar en su congregación lo que había aprendido. Muchos hicieron preparativos prác-
ticos, por ejemplo, empacar medicamentos recetados y otros artículos esenciales para llevarlos
en caso de tener que huir. También hicieron planes sobre cómo advertir a la comunidad cuando
hubiera peligro.
En la iglesia empezaron una serie de estudios bíblicos titulados: «¿Qué tal si… ?», que consistían
en situaciones imaginarias que pudieran surgir y cómo las enfrentarían. En esos estudios incluye-
ron pasajes bíblicos que hablaban de temas tales como la mentira, el homicidio y las violaciones
sexuales. Hablaron de qué hacer en caso de recibir la orden de matar a alguien, de ser amenazados
de muerte y otras situaciones similares.
Dos meses después, la guerra estalló en Tenisagua, y la congregación de José se esparció por
todas partes. La vida fue muy dura para todos. Después de un año, se restauró la paz, y la gente pudo
regresar y comenzar a reconstruir sus vidas. José empezó a recibir a la mayoría de los miembros
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupo grande.
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupo grande. Después de invitar comentarios, agregue contenido que
no se haya mencionado.
16
¿Por qué debemos prepararnos para los problemas?
La Palabra de Dios dice: “El prudente se anticipa al peligro y toma precauciones. El simplón avanza
a ciegas y sufre las consecuencias” (Proverbios 22:3 NTV). Dios nos ha dado inteligencia y sentido
común y espera que los usemos. Los líderes de la iglesia son responsables ante Dios de guiar y
cuidar de sus congregaciones (1 Pedro 5:1–2; Hechos 20:28).
• Si los temas se han abordado y se han desarrollado planes de antemano, es mucho más fácil
responder bien cuando llega una crisis. Las personas en medio de una crisis a menudo no
tienen la capacidad de pensar con claridad.
• Se pueden salvar vidas y satisfacer mejor las necesidades de las víctimas si se desarrollan
planes para los tipos de problemas que son más comunes en el área, ya sean guerras, dis-
turbios, ataques terroristas o desastres naturales. Por ejemplo, si una comunidad vive cerca
de un volcán, o en un área sujeta a inundaciones, la comunidad puede hacer planes y pre-
pararse para ayudar a las personas después de una inundación o una erupción volcánica.
• Si la iglesia trabaja en la preparación con la comunidad y el gobierno local, esto ayuda a
establecer buenas relaciones entre ellos y evitar acusaciones de que la iglesia está promo-
viendo disturbios civiles.
Hay tres áreas de preparación que son importantes: preparación práctica, comunicación y
preparación espiritual.
CONVERSACIÓN
F (7 min) Grupos pequeños.
Imagine la siguiente situación: A su familia se le informa que, debido a una crisis inminente
(un desastre natural o conflicto), debe huir dentro de los siguientes treinta minutos, llevando
solo lo esencial. ¿Cuáles son los elementos más importantes para llevar?
F (13 min) Grupo grande. Haga que cada grupo comparta algunos de los elementos
de su lista, hasta que los grupos hayan compartido todos los elementos en sus
listas. Anote eso en la pizarra. Luego agregue cualquier cosa de la lista de abajo
que no haya sido mencionada. Ponga los elementos menos esenciales entre
paréntesis. Hablen de lo que una iglesia necesita preparar, además de lo que ya
se ha mencionado. Hablen de cómo guardar objetos sensibles o valiosos que son
difíciles de transportar.
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupo grande. A continuación, agregue contenido que no se haya
mencionado.
Si tuviera que permanecer en su casa durante muchos días debido a una crisis, posiblemente
sin electricidad o acceso a agua limpia, ¿necesitaría algún artículo adicional además de los de
la lista anterior?
Es posible que desee considerar un filtro de agua o un producto que desinfecte el agua, y fuentes
de energía baratas y seguras que no requieran electricidad. Algunos lugares tienen sitios web de
preparación para emergencias que son útiles.
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupos pequeños. Adapte estas preguntas a las situaciones locales, por
ejemplo, ataques terroristas, diferentes tipos de desastres, acercamiento de
soldados enemigos, etc.
¿Usted o su familia tiene un plan de dónde ir y cómo comunicarse si ocurre una crisis? ¿Su
comunidad / iglesia tiene tal plan? Si es así, explique los planes. Si no es así, hablen de quién
debe participar en la elaboración de esos planes.
F (15 min) Grupo grande. Escuchar la retroalimentación. A continuación, agregue
contenido que no se haya mencionado. Considere tomarse el tiempo necesario
para ayudar a que las personas ingresen números de contacto de emergencia en
sus teléfonos celulares.
La Biblia muestra que durante nuestras vidas vamos a tener que enfrentar problemas, pero también
que Dios siempre estará con nosotros en esos problemas (Juan 16:33). Dios es más grande que la
crisis. Hay varias maneras en que podemos prepararnos espiritualmente para situaciones difíciles.
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupo grande. Consulte los ejemplos de la pregunta a continuación si es
necesario.
¿Cuáles son algunos ejemplos en la Biblia que hablan de que Dios está con su pueblo durante
los problemas?
La Biblia está llena de historias de cómo Dios estuvo con su pueblo durante las crisis. Una y otra
vez, Dios les abrió las puertas, les concedió gracia a los ojos de las autoridades, les proporcionó
liberación de maneras sorprendentes, y les dio valor para enfrentar la muerte con audacia. Estos
son algunos ejemplos: 16
• Cuando José fue enviado a Egipto como esclavo, Dios le concedió favor una y otra vez a
los ojos de sus captores (Génesis 39:1–5, 19–23). Dios le dio a José una visión sobrenatural
de la hambruna que se avecinaba y cómo responder para que se salvaran muchas vidas
(Génesis 45:3–8; Hechos 7:9–15).
• Cuando se planeó un genocidio contra los israelitas que vivían en Persia, Dios le dio a Ester
coraje y sabiduría para interactuar con el rey. Esto resultó en la liberación para su pueblo
(Ester 4:15–16, 8:3–11).
• El apóstol Pablo experimentó crisis tras crisis mientras predicaba el evangelio, enfren-
tando la muerte repetidamente, y siendo entregado repetidamente (2 Timoteo 4:16–18; 2
Corintios 12:10).
• Esteban recibió ánimo al ver a Jesús en el cielo. Esto le dio valor cuando murió, y fue capaz
de perdonar a sus enemigos (Hechos 7:54–60).
• El escritor de la carta a los Hebreos, en el Nuevo Testamento, ofrece una lista de personas
de fe. Algunos de ellos experimentaron la liberación milagrosa, mientras que otros no
(Hebreos 11:33–37).
Recordar cómo Dios ha estado con su pueblo en el pasado puede ayudarnos a confiar en él
cuando llegan los problemas.
CONVERSACIÓN EN PAREJAS
F (5 min) En parejas.
1. ¿Cómo tiende a responder a los problemas en la vida diaria? Considere los sentimientos,
comportamientos, pensamientos y los patrones de expresión.
2. ¿Cómo se relaciona con Dios durante los problemas?
3. Cuando se enfrenta a problemas ahora, ¿cómo podría manejarlos de manera más efectiva?
F (5 min) Grupo grande. Escuchar la retroalimentación. A continuación, agregue
contenido que no se haya mencionado.
Podemos prepararnos espiritualmente para una crisis comenzando a practicar buenas respuestas
a los problemas ahora mismo. La manera en que respondemos a las dificultades hoy es la misma
manera en que responderemos a las dificultades en el futuro, ya sea con fe o incredulidad. La fe
no significa que no experimentemos emociones fuertes de miedo, duda, confusión o ira, sino que
seguimos llevando nuestros problemas a Dios y buscando ayuda en él. Clamamos a Dios y pedi-
mos a otros que lo hagan en nuestro nombre. Aprendemos a lidiar con esas emociones fuertes de
maneras saludables, como usar ejercicios de relajación y respiración, cantar o escuchar música,
hacer ejercicio y cuidar nuestro cuerpo, escribir en un diario o escribir lamentos y hablar con otros.
Durante las crisis, a menudo nos enfrentamos a decisiones difíciles. Si consideramos estas situa-
ciones de antemano y decidimos cómo queremos responder, es más probable que actuemos de
una manera que sea consistente con nuestras creencias.
CONVERSACIÓN
F (5 min) Grupos pequeños. Asigne uno de estos escenarios a cada grupo. Mencione
que no siempre hay una respuesta clara a estas preguntas, pero reflexionar sobre
nuestras respuestas antes de una crisis puede ayudar.
Elija uno de las situaciones que se describen a continuación. Lean todas o algunas de las
Escrituras y reflexionen en las preguntas.
F (18 min) Grupo grande. Escuchar la retroalimentación. Debajo de cada conjunto
de preguntas, agregue contenido que no se haya mencionado.
1. ¿Qué pasa si solo tiene la comida necesaria para su familia, y sus vecinos vienen y le piden
comida? Lea Lucas 10:30–37, 1 Reyes 17:9–16 y 1 Timoteo 5:8. Luego reflexionen en las
preguntas que siguen.
2. ¿Qué pasa si una persona enojada amenaza con matarle si no le permite robarle sus cosas? Lea
Mateo 6:24–33, Hebreos 10:34 y Lucas 12:15. Luego reflexionen en las preguntas que siguen.
• En el pasaje de Proverbios, ¿cuáles son las partes más importantes de un plan cuidadoso?
• El pasaje de Efesios hace un contraste entre las personas sabias y las necias. ¿Qué marca
la diferencia?
• Según el pasaje de Filipenses, ¿por qué debemos preocuparnos?
• Según los pasajes en 1 Juan y Mateo, ¿cómo ve Dios nuestro servicio (o falta de servicio)
a las personas necesitadas?
Debemos estar dispuestos a ayudar a otros necesitados. Sin embargo, también debemos actuar con
prudencia. Puede haber requisitos especiales de seguridad para un refugio. Si su iglesia no puede
proporcionar vivienda, tal vez haya otras necesidades que la iglesia pueda satisfacer para las perso-
nas desplazadas, como ayudar con alimentos o ropa. Quienes están entrenados en ayudar a otros
emocional y espiritualmente podrían proporcionar apoyo a aquellos que están pasando problemas.
5. ¿Qué pasa si un enemigo le dice que mate a alguien o lo matará a usted? Lea Apocalipsis
21:1–7 y Éxodo 20:13. Luego reflexionen en las preguntas a continuación.
6. ¿Qué pasa si un enemigo dice que debe renunciar a su fe en Cristo para permanecer vivo?
Lea Marcos 8:31–9:1, Hechos 4:13–21 y Apocalipsis 3:7–10. Luego reflexionen en las
preguntas que siguen.
• En el pasaje de Marcos, ¿qué dice Jesús que deben hacer sus seguidores?
• ¿Qué dice Jesús acerca de alguien que trata de aferrarse a su propia vida en lugar de
seguir a Jesús?
• En el pasaje de Hechos, ¿por qué Pedro y Juan se niegan a obedecer a los líderes religiosos?
• En el pasaje de Apocalipsis, ¿por qué Jesús alaba a la iglesia de Filadelfia?
Nunca es correcto negar que seguimos a Cristo, aunque a veces la situación puede ser muy difícil. Si
negamos a Cristo, sentiremos gran vergüenza y culpa. Podemos recordar la historia de Pedro, quien
negó a Jesús tres veces, pero Jesús lo restauró (Juan 13:37–38; Juan 18:17, 25–27; Juan 21:15–19).
7. ¿Qué pasa si está escondiendo a personas de un grupo étnico que están buscando para
matar, y sus enemigos vienen a su casa? Si preguntan dónde están estas personas, ¿cómo
responderá? Lea Josué 2:1–16. Luego reflexionen en las preguntas que siguen.
CIERRE 5 MIN
CONVERSACIÓN EN PAREJAS
F (4 min) En parejas.
1. Anote al menos una cosa que puede hacer en cada una de las siguientes áreas, para prepararse
para un desastre o crisis futura, luego comparta con otra persona:
• Preparación práctica
• Plan de comunicación
• Preparación espiritual
2. ¿Qué es una cosa que quiere recordar de esta lección?
F (1 min) Cierre la lección orando por los participantes y la comunidad. Considere la
posibilidad de practicar un ejercicio de respiración o relajación con los participantes,
ya que hablar sobre problemas futuros puede causar ansiedad.
PREPARÁNDOSE PARA
DIRIGIR SUS PROPIOS
GRUPOS PARA SANAR
No para distribución
Preparándose para dirigir
sus propios grupos para sanar
Bienvenido a la comunidad global de decenas de miles de personas que han recorrido un viaje
de sanidad utilizando el programa Sanar las heridas del corazón. Muchos se han convertido en
facilitadores que son capaces de guiar a otras personas a través del mismo viaje de sanidad.
Estos son los pasos para convertirse en un Facilitador de Sanidad del Trauma:
• Experimentar al menos las lecciones básicas de Sanar las heridas del corazón como
participante.
• Obtener una visión general del programa de sanidad interior.
• Aprender lo esencial de la facilitación de grupos.
• Demostrar la capacidad de facilitar un grupo de una manera participativa (a través de un
ejercicio práctico de facilitación).
• Demostrar comprensión del contenido de las lecciones (a través de una prueba).
• Aprender cómo organizar un grupo para sanar y acceder a los materiales que se necesitan
para hacerlo.
• Planificar dos grupos para sanar con la intención de dirigirlos.
Hay cinco características que hacen que este método sea excepcionalmente efectivo.
2. Está diseñado para que cualquier persona que lo reciba pueda usarlo después, con un
lenguaje simple e ideas claras que son fáciles de entender.
3. Se lleva a cabo en grupos pequeños, dirigidos por facilitadores capacitados, que no necesitan
ser consejeros profesionales.
Para obtener más información sobre estos materiales y sobre cómo recibir capacitación para usarlos,
visite traumahealinginstitute.org o póngase en contacto con la Sociedad Bíblica local.
F
Proceso de formación
FASE DE FORMACIÓN
Paso 1: Capacitación inicial
Propósito:
1. Explorar sus propias heridas del corazón
2. Aprender a ayudar a los demás
Resultado: El participante puede ser certificado como Aprendiz de facilitador y está autorizado
para hacer una práctica.
Paso 2: Práctica
Propósito:
1. Adquirir experiencia utilizando material de Sanar las heridas del corazón y el método
participativo
2. Ayudar a los participantes del Grupo para sanar a encontrar la sanidad
Resultado: El participante es elegible para asistir a una capacitación avanzada
FASE MINISTERIAL
Resultado: Las personas que sufren encuentran sanidad en grupos para sanar.
Resultado de apoyo: El número de grupos para sanar aumenta, a medida que los facilitadores
de capacitación dirigen las sesiones informativas y las sesiones de capacitación.
Véase “Dones, llamamiento y actividades del facilitador” en el apéndice para más detalles.
Facilitar bien los grupos requiere tres cosas: aprendizaje participativo, utilización eficaz de las
ayudas visuales y manejo de la dinámica de grupo.
A. APRENDIZAJE PARTICIPATIVO
CONVERSACIÓN
1. Piense en cómo hemos estado haciendo esta sesión de Sanidad del Trauma y compárela
con otros seminarios o clases en las que escuchó a personas dar conferencias, o sermones
en los que escuchó a alguien que predicaba. ¿Qué tan diferente ha sido esta sesión?
2. ¿Cuáles son algunas de las diferentes formas en que ha participado en esta sesión?
CONVERSACIÓN
¿Cuáles podrían ser algunos beneficios de usar un método participativo, en comparación con
un método de enseñanza tradicional?
F
CONVERSACIÓN
¿Por qué el método participativo podría ser útil para las personas que se recuperan de un trauma?
CONVERSACIÓN
¿Qué tipos de objetos o ayudas visuales hemos utilizado, durante esta sesión, para ilustrar ideas
o ayudar a que las personas recuerden lo que se ha dicho?
En este programa usamos cosas como rotafolios/pizarras, diagramas y accesorios (como botellas
de agua vacías/globos en un recipiente con agua) para ayudar a que las personas recuerden lo que
se ha dicho.
Al escribir en rotafolios/pizarras:
• Solo escriba las cosas importantes. Si escribe todo, lo que es importante ya no se destacará.
También se vuelve monótono. Es mejor escribir menos.
• Escriba con claridad y lo suficientemente grande para que los participantes puedan leerlo.
Las personas no se benefician si no pueden leer lo que está escrito.
Abrumado: Esta persona estalla en sollozos y Encontrar a alguien que pueda ir con esta persona a
lágrimas, incapaz de contener las emociones. un lugar tranquilo donde puedan hablar.
Abrumador: Alguien puede contar su historia Antes de que comiencen a compartir, guía al grupo
de una manera tan gráfica que traumatiza a para que comparta sus historias sin contar detalles
los demás. horribles que puedan molestar a los demás.
Ofensivo: Alguien puede ser culturalmente ina- Asegúrese de que nadie sea marginado. Es posible
propiado o irrespetuoso con otras tradiciones que tenga que confrontar a alguien en privado por el
de fe. bien del grupo.
INSTRUCCIONES
El ejercicio de práctica de facilitación le permite obtener experiencia facilitando en un entorno
seguro y con retroalimentación de otras personas. Se deberá hacer una representación de un grupo
para sanar pequeño (4–6 personas), y cada uno se turnará para interpretar al facilitador. Los demás
actuarán como si esta fuera su primera vez hablando de este contenido (¡este no es el momento
de practicar los “comportamientos desafiantes” descritos anteriormente!).
Hay dos desafíos característicos en la práctica de la facilitación:
1. Las personas que han trabajado como maestros o pastores están acostumbradas a hablar,
no a escuchar. Puede ser un desafío cambiar la forma en que hace las cosas y dejar que los
participantes hablen más que usted. Para ayudarse a sí mismo, siéntese en una silla en medio
de un círculo cuando facilite, en lugar de estar de pie. Imagine que está sosteniendo un
micrófono cuando esté hablando. Su objetivo debe ser dar el micrófono a los participantes
la mayor parte del tiempo, ya que la sanidad es más probable que ocurra cuando ellos están
hablando, no cuando usted está hablando.
2. Las personas que no están acostumbradas a estar frente a grupos pueden tener miedo
escénico. La mejor manera de superar esto es practicar. Para ayudarse a sí mismo, concéntrese
en hacer las preguntas y escuchar bien, mientras deja que los demás hablen. Sea amable
consigo mismo, como lo sería con un niño pequeño que aprende a caminar o con alguien
que aprende una nueva habilidad.
Usted será el facilitador solo por diez minutos. Los puntos principales para recordar en sus diez
minutos son:
PASO MINUTOS
Presentar
¿Qué voy a decir para presentar el tema?
Preguntar
F
¿Cuál es(son) la(s) pregunta(s) para la
conversación? ¿Conversaremos en parejas
o como un grupo pequeño?
Escuchar
Mientras conversan, yo escucharé. Si
hablan en parejas, obtendré comenta-
rios después.
Añadir
¿Cuáles son los puntos principales que
añadiré del libro, si no se mencionan?
¿Qué voy a decir para concluir?
Luego, los miembros del grupo le darán retroalimentación usando las mismas preguntas.
Sus habilidades facilitadoras serán evaluadas en una escala de 1 a 10, con 10 como excelente.
• Muy bueno (9–10 puntos): Comunica el material del libro de manera muy clara y precisa.
La participación del grupo se organizó muy bien. Responde muy bien a las preguntas.
Mantiene el grupo funcionando bien. Una experiencia de aprendizaje agradable.
• Bueno (7–8 puntos): Comunica el material del libro de manera muy clara y precisa. La par-
ticipación del grupo se organizó muy bien. Responde muy bien a las preguntas. Algunos
problemas menores en el manejo del grupo.
• Aceptable (5–6 puntos): Comunica el material del libro con precisión. Poca participación del
grupo. Presentación o participación del grupo no siempre bien planificada o clara. Tiene
alguna dificultad para responder a las preguntas y manejar el grupo.
• Débil (3–4 puntos): Predica o da conferencias con muy poca o ninguna participación grupal,
o la presentación es confusa o inexacta, o se enfoca en material que no está en el libro. No
responde satisfactoriamente a las preguntas. No es capaz de manejar bien el grupo.
• Muy débil (1–2 puntos): Incapaz de comunicarse en grupo. Carece de buen manejo de grupo.
Revise la lista de verificación del grupo para sanar en el Apéndice para ver una lista de las respon-
sabilidades del facilitador que se describen a continuación. Visite el sitio web del facilitador del
THI para recomendaciones para dirigir un grupo para sanar en línea.
A. Obtener autorización
Antes de comenzar su ministerio de grupo para sanar, necesita obtener la autorización de los líde-
res apropiados. Los folletos de información general del programa en el sitio web del Instituto de
Sanidad del Trauma pueden ser útiles a medida que explica el programa.
Los grupos para sanar son parte de un ministerio local y no deben requerir financiamiento
externo, excepto, posiblemente, para los materiales. En muchos casos, los participantes o las fuentes
locales pueden cubrir, al menos, el costo de la Guía complementaria de las Escrituras.
Facilitador:
• Es ideal que los facilitadores trabajen en equipos de dos, para que puedan equilibrar las
fortalezas y debilidades de cada uno y apoyarse mutuamente.
• Si no hay otro facilitador que viva cerca de usted y con quien pueda facilitar el grupo: F
◆ manténgase en contacto cercano con su mentor mientras prepara su grupo y lo dirige.
◆ elija a un amigo/a que tenga el don de cuidar a las personas para que le ayude, y primero
repasen juntos la lección.
Participante:
Haga “Llevar nuestro dolor a la cruz” después de completar las primeras cuatro lecciones principales
y tantas de las lecciones opcionales como haya elegido, para que los participantes hayan tenido la
oportunidad de reflexionar sobre el dolor en sus corazones. Haga “Cómo podemos perdonar a los
demás” después de “Llevar nuestro dolor a la cruz” porque es mucho más fácil para las personas
perdonar a aquellos que los han herido, una vez que su dolor ha comenzado a sanar.
Recursos locales
Antes de comenzar su grupo, identifique a los consejeros o agencias locales que podrían ayudar
a los participantes que necesitan más atención (maltrato doméstico, agresión sexual, adicciones,
suicidio, etc.).
Confidencialidad
El proceso de Sanidad del Trauma requiere un espacio seguro para que las personas trabajen a través
de los materiales y sus propias experiencias. Como condición para participar, a los miembros de
DURANTE EL GRUPO
CONVERSACIÓN
¿Cuáles son algunas de las razones por las que los informes pueden ser útiles?
Estos informes son vitales para el trabajo de Sanidad del Trauma porque:
1. Ayudan a los facilitadores a reflexionar sobre lo que han hecho bien y lo que podría ser
necesario hacer de manera diferente la próxima vez. También documentan las cosas buenas
que sucedieron y sirven como fuente de aliento.
2. Le indica al THI qué facilitadores están activos en qué lugares. Esto es especialmente
importante cuando el THI recibe solicitudes de personas que necesitan sanidad del trauma.
3. Anima a los socios financieros, asegurando que el programa pueda llegar a más personas
traumatizadas, e informar y expandir la comunidad local de práctica.
Asegúrese de obtener permiso para las fotos. Utilice el formulario de autorización individual
o grupal según sea necesario (véase el Apéndice).
A veces tendrá la oportunidad de presentar una o más de las lecciones de Sanar las heridas del
corazón para abordar una necesidad específica, en lugar de cubrir las seis lecciones básicas. A esto
se le llama Minisesión de Sanidad del Trauma.
Para dirigir una minisesión, deberá crear un entorno seguro para compartir, incluyendo al
menos lo siguiente:
• Hacer una sesión de bienvenida, incluyendo la conversación sobre cómo hacer que el grupo
sea seguro para todos (Bienvenida, Sección 2).
• Definir qué es una herida del corazón y comparar una herida del corazón y una herida
física (Lección de Heridas del corazón, Sección 2A).
• Hablar de cómo se comportan las personas con corazones heridos (Lección de Heridas
del Corazón, Sección 2B).
• Cómo ser un buen oyente, incluyendo las tres preguntas de escuchar bien (Lección de
Heridas del Corazón, Sección 2B).
• Ejercicio de escuchar bien (Lección de Sufrimiento, al final de la Sección 2).
• El viaje del duelo (Lección de Duelo, Sección 3).
Hable con su mentor antes de dirigir su minisesión, para saber si hay algo más que debe incluir,
dada la oportunidad única ante usted.
Cuando se complete la sesión, llene y envíe un formulario de informe de minisesión (véase
Apéndice).
F
Sitio web del THI
El próximo paso en su capacitación es completar dos grupos para sanar como práctica, idealmente
dentro de los siguientes seis meses. Estos dos grupos para sanar le califican para la capacitación
avanzada. (Cuanto más tiempo pase sin usar este material, menos recordará y menos seguro estará.
La certificación de Aprendiz de Facilitador expira después de 24 meses de inactividad).
Use las siguientes preguntas para guiarlo en la planificación de sus dos grupos para sanar.
Trabaje en pareja con alguien que espera que sea su cofacilitador. Trabaje individualmente si se
encuentra en un lugar aislado.
☐ Paso 1. ¿Con qué líderes necesitamos reunirnos para presentar el programa y obtener su
apoyo antes de comenzar?
☐ Paso 2. ¿Quiénes son las personas en nuestra ubicación que podrían beneficiarse de un
grupo para sanar? ¿Cuántas hay? ¿Cuál es el número máximo de participantes que ten-
dremos en nuestro grupo?
☐ Paso 3. ¿Cómo informaríamos a nuestros participantes potenciales sobre el grupo para sanar?
☐ Paso 4. ¿Dónde sería un lugar conveniente y cómodo para llevar a cabo las reuniones?
☐ Paso 5. ¿Qué lecciones necesitan estas personas además de las lecciones básicas? ¿Cuántas
sesiones necesitaremos para completar todas las lecciones?
☐ Paso 6. ¿En qué fechas y días y a qué horas estaremos disponibles para reunirnos nosotros
y nuestros posibles participantes?
☐ Paso 7. ¿Qué materiales les daremos? (Sanar las heridas del corazón, Guía complementaria
de las Escrituras, etc.).
El nombre de mi mentor:
Correo electrónico:
Teléfono:
Completaré dos grupos para sanar y así poder tomar la capacitación avanzada en
(fecha).
Este es mi plan:
Notificaré a mi mentor cuando esté a punto de comenzar cada grupo para sanar.
Después de cada grupo para sanar, enviaré mi informe de grupo a
APÉNDICE
No para distribución
Competencias y capacidades del facilitador
Discernir si usted es apto para convertirse en un facilitador y el tipo de facilitador que coincide
con sus dones y llamado se hace en oración, en diálogo entre usted, sus capacitadores y sus líderes
organizacionales.
La certificación significa que el THI está de acuerdo en que usted tiene las competencias nece-
sarias para llevar a cabo un ministerio de Sanidad del Trauma. Estas competencias pueden mejorar
con el tiempo, y su mentor puede trabajar con usted para desarrollar un plan para el aprendizaje
continuo.
Si alguna vez se hace evidente que usted carece de una competencia, su certificación puede ser
puesta como “inactiva”, mientras se toma el tiempo para mejorar en esa área. Esto es tanto para su
beneficio como para el beneficio de aquellos a quienes ministra.
Facilitador Máster Igual que el anterior, además: Continuar las actividades anteriores,
además de promover el crecimiento
• estrategias y administración de
de la programación de Sanidad del
programas ministeriales
Trauma mediante:
• detección de problemas y
búsqueda de soluciones • organizar y ayudar a facilitar sesio-
nes de capacitación avanzada
• aprobar y guiar a los Facilitadores
de Capacitación
• elaborar estrategias y tomar medi-
das para promover el ministerio de
Sanidad del Trauma
• participar en el desarrollo del
programa
APÉNDICE 211
No para distribución
Tiempo requerido para cada lección
del grupo para sanar
¿Qué puede ayudar para sanar las heridas de nuestro corazón? 2 horas
¿Cómo podemos vivir como cristianos en medio del conflicto? 1 hora 45 min – 2 horas 10 min
Visite el sitio web del facilitador del THI para la versión más actualizada de la lista de verificación.
ANTES
☐ Obtener la autorización de los líderes apropiados para realizar un grupo para sanar.
☐ Encontrar un facilitador para codirigir el grupo para sanar.
☐ Determinar el lugar del grupo para sanar. Identifique una ubicación en función de las
necesidades locales, el costo y la accesibilidad para los asistentes.
☐ Determinar las fechas y el horario del grupo para sanar.
• Incluya al menos la sesión de bienvenida, seis lecciones básicas y “Mirando hacia atrás”.
• Asegúrese de informar sobre los ejercicios de arte y lamento si los participantes los
hacen como tarea.
• No programe más de tres lecciones en un día, para evitar que los participantes se sientan
abrumados emocionalmente.
• Programar horas de café/comida, si es apropiado.
• Obtenga la opinión de su mentor respecto a su horario previsto.
☐ Calcular costos. Los grupos para sanar son parte de un ministerio local y no deben requerir
financiamiento externo. Los únicos costos deberían ser para materiales, libros, alimentos
y bebidas.
☐ Dividir las secciones de la lección con el cofacilitador.
☐ Estudiar y prepararse para las secciones de la lección. Practique dramas y ejercicios, prepare
referencias bíblicas, música (si fuera apropiado).
☐ Compra/preparación de materiales.
• El libro Sanar las heridas del corazón para el participante o Guía complementaria de las
Escrituras (uno para cada participante)
A
• Pañuelos faciales desechables
• Biblias, si fuera necesario
• Bolígrafos/lápices
• Etiquetas o tarjetas de mesa para los nombres
• Marcadores/crayones o lápices de colores
• Papel en blanco
• Rotafolio, marcadores para rotafolio o pizarra y marcadores
• Copias de letras de las canciones
• Cruz, si es permitido
☐ Prepárese para cuidar bien a los participantes. Investigue los recursos locales a los que
puede dirigir a los participantes, si fuera necesario, y las leyes relativas a la confidencialidad.
☐ Supervisar la lista de registro. A menudo, algunas personas que se registran no pueden
venir, así que mantenga una lista de espera para quienes les gustaría asistir. Recuerde que
una vez que el grupo comienza, no se deben agregar nuevos participantes, a menos que
todos en el grupo estén de acuerdo.
APÉNDICE 213
No para distribución
☐ Organizar servicios de interpretación para los participantes, si fuera necesario.
☐ Supervisar el suministro de alimentos, bebidas y refrigerios, si corresponde. Es útil tener un
anfitrión que sea responsable de esto, para que usted pueda concentrarse en las lecciones.
☐ Recordar a los participantes los detalles del grupo, tales como:
• Fechas y horas de inicio y finalización
• Cronograma
• Importancia de asistir a todas las sesiones. Los participantes deben hablar directamente
con el facilitador sobre los conflictos del horario.
☐ Reunirse con el(los) cofacilitador(es). Hable sobre el horario. Asegúrese de que todas las
secciones de cada lección estén cubiertas y que tenga todos los materiales necesarios. Ore
por los participantes, el personal y la sesión.
☐ Configure el espacio para las reuniones. Organice las mesas y sillas de una manera que
permita a los participantes interactuar, idealmente en un círculo o en la(s) mesa(s). Trate
de que sea un ambiente agradable.
DURANTE
☐ Reúnase con el cofacilitador al final de cada sesión. Revise los aprendizajes de la sesión,
las preocupaciones de los participantes y las modificaciones del programa para la próxima
sesión. Si fuera necesario, hable con su mentor sobre cualquier preocupación.
☐ Esté en contacto con los participantes regularmente. Averigüe cómo se sienten y si están
teniendo alguna dificultad como resultado de la experiencia del grupo para sanar.
☐ Conéctese con su mentor al menos una vez durante el grupo para sanar, para hablar sobre
algunas preguntas.
☐ Imprimir certificados de participación, si corresponde.
• Algunos contextos aprecian los certificados, mientras que para otros puede no tener
importancia. Determine si los certificados serían útiles.
• Descargue el certificado de participación del grupo para sanar del sitio web del THI.
Complete los datos faltantes como la ubicación, la fecha y el nombre de cada partici-
pante. Imprima y firme.
☐ Si se toman fotografías, asegúrese de que los participantes firmen el formulario de auto-
rización grupal.
☐ Si se dan testimonios, asegúrese de que los participantes firmen el formulario de autori-
zación individual.
☐ Si lo desea, dé a los participantes la oportunidad de llenar el formulario de comentarios
de los participantes.
DESPUÉS
☐ Sesión de análisis con el cofacilitador. Revise los formularios de comentarios de los
participantes.
☐ Envíe su formulario de informe del grupo para sanar a su mentor o coordinador.
Descargue este archivo desde el sitio web del facilitador del THI.
APÉNDICE 215
No para distribución
Formulario de informe del grupo para sanar
Para obtener la versión más actualizada de este formulario, consulte el sitio web del facilitador del
THI.
Formulario de informe del grupo para sanar (todos los programas para adultos)
Ciudad: Cofacilitador(es):
Copie esta página o prepare una hoja de papel con el texto que está a continuación, y pida a los
participantes que escriban su nombre y firmen para autorizar el uso de fotos y grabaciones en las que
estén presentes. Envíe este formulario de autorización con la fotografía o grabación a su mentor o
coordinador de Sanidad del Trauma.
Fecha: Ciudad, país:
Facilitador(es):
Autorizo al Instituto de Sanidad del Trauma y a sus asociados a usar fotos y/o grabaciones de
voz/video en las que esté presente, para promover sus programas de Sanidad del Trauma. Soy
mayor de edad.
Nombre Firma
APÉNDICE 217
No para distribución
Autorización individual de testimonios,
fotografías y grabaciones
Autorización individual para la difusión de testimonios, fotografías y
grabaciones
Si se puede identificar a la persona para un testimonio, una foto o una grabación, obtenga su permiso
antes de compartirlo. Utilice este formulario o cree su propia hoja de autorización usando esta redacción.
Envíe este formulario de autorización con el testimonio, fotografía o grabación a su mentor o coordinador
de Sanidad del Trauma.
Descripción del documento: ____________________________________________
Autorizo a Instituto de Sanidad del Trauma y sus asociados para usar los materiales
referidos en su ministerio, para promover programas de Sanidad del Trauma. El material en
mención es de mi propiedad y estoy dispuesto(a) a otorgar mi autorización.
4. ¿Qué cambios, si los hubiera, cree que podrían mejorar el Grupo para sanar (o la
capacitación, si corresponde)?
5. ¿Cómo le ha impactado este Grupo para sanar (o capacitación)? (Por ejemplo: aprender
algo nuevo, su propia sanidad, sentirse mejor y capaz de ayudar a otros, etc.).
A
6. ¿Tiene algún otro comentario?
APÉNDICE 219
No para distribución
Formulario de informe de la minisesión de
Sanidad del Trauma
Formulario de informe de la minisesión de Sanidad del Trauma
Nombre: Mes: ________________________
Fecha
Ubicación
Tipo de grupo
¿1º 2º 3º
encuentro?
Horario de
encuentro
Facilitador(es)
principal(es)
Cofacilitador(es)
Lecciones o
partes de
lecciones/
ejercicios
realizados
Idioma(s)
utilizado(s)
Número de
participantes
¿Dios puede sanar a una persona que ha experimentado cosas terribles? ¿La Biblia puede ayudarla
a sanar? Estas son preguntas que los autores de este libro se hacían a finales de la década de 1990,
cuando veían a la gente sufriendo como resultado de la guerra. En ese momento, contaban con
muy poco para ayudar a los líderes de la iglesia en las zonas rurales a encontrar respuestas a estos
problemas. Margaret Hill (Coordinadora de Uso de Escrituras del Área de SIL África), Richard
Baggé y Pat Miersma (Ministerios de Consejería del Área de SIL África) encontraron un libro que
fue útil: Healing the Wounds of Ethnic Conflict: The Role of the Church in Healing, Forgiveness and
Reconciliation (Sanando las heridas del conflicto étnico: el papel de la Iglesia en la sanidad, el perdón
y la reconciliación) por Rhiannon Lloyd. Usando este libro como modelo y con el acuerdo de Lloyd,
decidieron escribir un tipo de libro diferente para los líderes de la iglesia local. Debiera ser fácil
de enseñar, fácil de traducir y fácil para que los líderes de la iglesia enseñaran a otros. Además,
incorporaría las mejores prácticas de salud mental. Margaret desarrolló y probó cuatro lecciones
en la República Democrática del Congo, con la ayuda de líderes de la iglesia Ngbaka, después
trabajó con Richard y Pat para desarrollar borradores de más lecciones.
En 2001, Margaret, Richard, Pat y Harriet Hill (Coordinadora de Antropología del Área de SIL
África) se reunieron con el siguiente grupo para seguir desarrollando los materiales: Anzelekyeho
Abiti (traductora de la Biblia); Londroma Bandony (pastor, República Democrática del Congo);
Karl Dortzback (Instituto para el Estudio de las Realidades Africanas); Joyce Fiodembo (conse-
jera); Emmy Gichinga (consejera); Edward Kajivora (ACROSS y Cruzada de Literatura Sudán);
Pio Lokoro (traductora de la Biblia); Violette Nyrarukundo (consejera); Anastasse Sabamungu
(Empresa Evangelista Africana). Las lecciones fueron probadas en zonas de guerra y fueron publi-
cadas por primera vez en 2004 por Paulines Publications en Nairobi. En 2011, personas de cuarenta
y dos países de los cinco continentes estaban utilizando el libro, que había sido traducido, en su
totalidad o en parte, a 157 idiomas.
Más y más personas pidieron ser capacitadas en sanar de las heridas del trauma, al mismo
tiempo que American Bible Society (ABS) se interesó en la sanidad del trauma. Así que, en 2011,
los autores dieron permiso a ABS para proporcionar la infraestructura necesaria para ampliar el
alcance del programa, y ABS nombró a Harriet Hill su directora del Programa de Sanidad del
Trauma. Ella coordinó el desarrollo de materiales y el modelo del programa para Sanar las heridas
del corazón, por ejemplo, Sanidad del Trauma basado en historias, audio y video, una base de datos
en línea para informar y un sitio web. ABS convocó al Concilio Asesor de Sanidad del Trauma,
compuesto por profesionales de la salud mental, para asegurarse de que se utilizaran los mejores
principios de salud mental. El Instituto Nida en ABS ayudó a asegurar de que las Escrituras se
usaran correctamente.
En 2012, ABS estableció el Instituto de Sanidad del Trauma para apoyar y desarrollar el pro-
grama. Ese mismo año, Harriet inició la primera reunión de “comunidad de práctica”, para reunir
a organizaciones e individuos que trabajan en el área de la sanidad del trauma. La comunidad de
práctica se convirtió en parte del modelo del programa, a nivel internacional, nacional y local. En
HISTORIA 221
No para distribución
2016, Harriet inició la Alianza para la Sanidad del Trauma para proporcionar liderazgo multia-
gencias para el desarrollo posterior del programa. Las principales revisiones de Sanar las heridas
del corazón se publicaron en 2013 y 2016. Esta revisión de 2021 continúa con los desarrollos más
recientes de los materiales y el modelo.
A lo largo de todos estos desarrollos, se ha mantenido el enfoque básico que los autores utili-
zaron desde el principio:
• La sanidad del trauma se basa en lo que dice la Biblia y los expertos en salud mental.
• Adaptamos el libro y el programa a la situación local.
• Probamos materiales con los participantes en varios entornos y los revisamos hasta que
funcionen bien.
• Capacitamos a líderes locales para enseñar el material.
• Trabajamos principalmente con grupos en lugar de individuos.
• Utilizamos el aprendizaje participativo porque las personas aprenden mejor de esta manera
y les ayuda a sanar de su trauma.
• Trabajamos de maneras que permitan que las iglesias y comunidades continúen la sanidad
de traumas por su cuenta.
• Animamos a las organizaciones a trabajar juntas para ayudar a la amplia cantidad de per-
sonas que sufren traumas.
Reconocimientos
Agradecemos a todos aquellos que han contribuido a hacer de estos materiales lo que son. En pri-
mer lugar, reconocemos a los cristianos en África, cuyo sufrimiento obligó a los autores a mirar
las Escrituras con nuevos ojos y comprometerse con ella.
Reconocemos el trabajo fundamental de Rhiannon Lloyd en Healing the Wounds of Ethnic
Conflict: The Role of the Church in Healing, Forgiveness and Reconciliation (Sanando las heridas
de los conflictos étnicos: el papel de la Iglesia en la sanidad, el perdón y la reconciliación) (Mercy
Ministries International) que surgió debido a las secuelas del genocidio de Ruanda de 1994.
Sanar las heridas del corazón ha evolucionado gracias a los muchos líderes de la Iglesia que
han utilizado estos materiales y han proporcionado información y comentarios sobre cómo comu-
nicarse eficazmente con aquellos que sufren de traumas. Les damos las gracias por su pasión y
compañerismo.
Agradecemos a SIL Internacional y Wycliffe Bible Translators, quienes alentaron a los autores
a responder a las necesidades traumáticas de las personas que habían llegado a amar y quienes
apoyaron sus esfuerzos para lograrlo.
Agradecemos a las muchas personas que han ayudado en el desarrollo de estos materiales.
Agradecemos específicamente a los autores que contribuyeron a las lecciones agregadas en años
posteriores: Carol King, Harriet Hill (ABS) y Phil Monroe (ABS) por Maltrato doméstico, Suicidio y
Adicciones; Pat Miersma (SIL) y Stacey Conard (SIM) por Herida moral. Estamos profundamente
HISTORIA 223
No para distribución
ISBN 978-1-58516-338-0
ISBN 978-1-58516-339-7
9 781585 163397
TraumaHealingInstitute.org
125236