[go: up one dir, main page]

0% encontró este documento útil (0 votos)
48 vistas18 páginas

MONOGRAFIA zUcCeTty

Este documento proporciona información sobre cómo prevenir la ansiedad y la depresión. Explica qué son la ansiedad y la depresión, cómo identificarlos y cómo prevenirlos y brindar apoyo. Cubre temas como las causas, los síntomas y el tratamiento de estos trastornos mentales comunes. El objetivo es informar a los lectores y ayudarlos a comprender y abordar mejor la ansiedad y la depresión.
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
48 vistas18 páginas

MONOGRAFIA zUcCeTty

Este documento proporciona información sobre cómo prevenir la ansiedad y la depresión. Explica qué son la ansiedad y la depresión, cómo identificarlos y cómo prevenirlos y brindar apoyo. Cubre temas como las causas, los síntomas y el tratamiento de estos trastornos mentales comunes. El objetivo es informar a los lectores y ayudarlos a comprender y abordar mejor la ansiedad y la depresión.
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 18

¿CÓMO PREVENIR LA ANSIEDAD Y DEPRESIÓN?

AUTORA:
Tiquillahuanca Castro, Geraldine Zucetty

PROFESOR:
Rivadeneira Távara, Julio Cesar

ÁREA DE INVESTIGACIÓN:
PSICOLOGÍA

Chiclayo-Lambayeque 2021

1
Índice

INTRODUCCIÓN
03
CONTENIDO TEMÁTICO
04
CAPÍTULO I: ¿Qué es la depresión y ansiedad?
05
1.1. Antecedentes del problema depresión
1.2. Antecedentes del problema ansiedad
CAPÍTULO II: La depresión
06
2.1 Como identificar
2.2 Como prevenirla y apoyar
CAPÍTULO III: La ansiedad
07
3.1 Como identificar
3.2 Como prevenirla y apoyar
CONCLUSIONES
08
RECOMENDACIONES
09
FUENTES DE INFORMACIÓN
10
ANEXOS
11

2
INTRODUCIÓN

Esta monografía pretende informar y ayudar, el tema de la ansiedad y


depresión es muy controvertido ya que éste se refiere a un trastorno mental
caracterizado por sentimientos de inutilidad, culpa, tristeza, indefensión y
desesperanza, mismo que se presenta tanto en hombres como en mujeres de
todas las clases sociales.

Hablar de la depresión, sin duda alguna para mí, es un tema que no se agotaría
dadas las repercusiones que ésta tiene en todos los actos de nuestra vida diaria.
La depresión es algo más común de lo que se supone, sobre todo hoy en día
donde nuestra sociedad y los núcleos más directos que influyen en la persona,
como la familia y la escuela, pero separé los dos temas para comprender mejor,
escogí este tema porque un familiar sufre de esto (ansiedad para ser exacta).

Por otro lado, las personas que padecen sintomatología ansiosa, aun cuando les
provoca sufrimiento y discapacidad están temerosas de hablarlo con el
profesional de salud por que suele considerarle como producto de una debilidad
de carácter. Sin embargo, todo médico puede diagnosticar y tratar estos
trastornos sin recurrir a técnicas sofisticadas; solas se requiere de una buena
relación médico-paciente, escuchar con atención, preguntar diligentemente e
indicar medidas educativas, farmacológicas y psicosociales sencillas.

3
CONTENIDO TEMÁTICO

Sabías que...?

Los trastornos de ansiedad constituyen los trastornos mentales más frecuentes.

Las personas con trastorno de ansiedad presentan un riesgo más elevado de


depresión que el resto de la población.

¿Y la depresión? ¿Qué entiende la Medicina por depresión?

La depresión es una enfermedad muy frecuente que alcanza al 5% de la


población mundial, lo cual representa que entre 120 y 150 millones de personas la
padecen.

¿Qué puedo hacer si pienso que tengo depresión?.

4
"Detrás de la máscara de una adolescencia difícil, está el rostro de una sociedad
difícil, hostil y que no desea comprender," A. Aberasturi" (Rivero, s.f.).

CAPÍTULO I: ¿QUE ES LA DEPRESION Y ANSIEDAD?


1.1. Antecedentes del problema depresión

Se valoraron 1.016 pacientes (el 62,32% eran mujeres), con una edad media de
87,4 años. Índice de Barthel medio previo de 71,8 (intervalo de confianza [IC] del
95%: 69,8–73,9). Diagnosticados como trastorno depresivo en el 17,4% de los
casos (el 75,7% eran mujeres). Del total, ingresaron 721 individuos (71,0%),
mientras que entre los diagnosticados de depresión, ingresó el 79,7% (p=0,002).
Tras el análisis de regresión logística ajustado por edad, sexo, estado civil,
institucionalización, forma de convivencia, índice de Barthel y deterioro cognitivo,
la depresión se asoció de forma independiente a un mayor riesgo de ingreso
(odds ratio: 1,83; IC del 95%: 1,20–2,78).

Con respecto a la edad, al realizarse estudios en la comunidad se ha observado


que la depresión mayor es menos común en adultos mayores que en jóvenes con
una tasa de aproximadamente 1 al 2%, aunque otros estudios en centros de
atención primarios indican que las prevalencias son similares tanto en adultos
mayores como en jóvenes. Al considerar como grupo etario separado a los
adultos mayores, la depresión sí está considerada como uno de sus mayores
problemas de salud; sin embargo, a pesar de ser una patología altamente
tratable, la mayoría de adultos mayores no reciben tratamiento. Si a esto se
añade concomitancia con enfermedades médicas ya sean agudas o crónicas, las
tasas de prevalencia son también altas, especialmente si los adultos mayores
están en casas de reposo o centros de asistencia.

El factor bioquímico de vulnerabilidad a la depresión más estudiado es la


serotonina (5-HT). Los avances en la biología molecular han permitido demostrar
alteraciones en la concentración de 5-HT en las sinapsis y plaquetas de pacientes
deprimidos; así como aumento de la densidad de los receptores serotoninérgicos.
La noradrenalina y la dopamina también están implicadas en la fisiopatología de
la depresión.

5
1.2. Antecedentes del problema ansiedad

Berrios (2008) explica que las conductas “de tipo ansioso” —“inquietud y
desasosiego”, según el autor— pueden ser rastreadas en la bibliografía de
distintos momentos históricos. En efecto, desde los primeros textos atribuibles a la
disciplina médica occidental, se hacía referencia a estados de angustia o aflicción
que acompañaban el curso de distintas enfermedades físicas, aunque no
necesariamente eran circunscriptos a cuadros mórbidos específicos. Por ejemplo,
en el siglo v a. C., en Aforismos y sentencias Hipócrates señalaba sobre un
enfermo: “En el [día] tercero estuvo muy caído, tuvo sed, congoja en el estómago,
mucha inquietud y aflicción con angustias, deliró” (enfermo vigesimosegundo).
Asimismo, tal como plantean Papakostas, Eftychiadis, Papakostas y
Christodoulou (2003), también pueden observarse condiciones homologables a
estados de ansiedad en textos de Sófocles, Platón o Arateo. Ya entrado el siglo
xix, Pinel incluía en distintos cuadros los síntomas que actualmente se
corresponderían con la ansiedad, tales como la epilepsia, la melancolía o ciertas
neurosis, al igual que Georget (Beer, 1996).

Más adelante en su introducción al estudio sobre la ansiedad mórbida, da cuenta


de ella como una “reacción afectiva patológica tan general que, lejos de constituir
un síntoma o un síndrome bien delimitado, se encuentra más o menos en la
estructura misma de todos los estados psicopatológicos coloreándolos así de uno
de los reflejos más específicos del alma humana, la inquietud y el miedo” (Ey,
2008).

Así, se evidencian ciertas coincidencias con la postura de Pinel, pues, más que
ser un cuadro específico, complementa enfermedades más complejas, mientras
que, a su vez, nos da pie para relacionar de manera concreta a la ansiedad con el
miedo y la inquietud. Éste es un punto que reviste una suma importancia, ya que
en la mayoría de los textos contemporáneos que tratan sobre la ansiedad, se
hace referencia, las más de las veces, a su relación con el miedo. Al miedo como
una experiencia propia de los seres humanos —aunque no exclusiva—, la cual
implica ciertas consecuencias, ya sean éstas comportamentales, fisiológicas,
emocionales, psicológicas, cognitivas o espirituales.

6
CAPÍTULO II: LA DEPRESIÓN

2.1.- ¿En qué consiste la depresión?


(Juan Tomás García Martínez Director General de Asistencia Sanitaria y
Resultados en Salud)
“Últimamente me siento triste y no tengo ganas de hacer nada. Me echo a llorar
por cualquier cosa y todo me sienta mal. No comento mis preocupaciones porque
creo que nadie puede entender lo que me pasa y eso hace que me sienta muy
sola aunque esté rodeada de gente. Me considero una persona muy alegre pero
hace tiempo que tengo muchos pensamientos negativos, sobre mí y sobre mi
futuro, Es como si mi vida no tuviera sentido. Ya no voy los domingos al campo
con la familia ni veo el futbol en el bar con los amigos. No tengo planes de futuro
ni proyectos que me ilusionen. Incluso he pensado que la vida ya no tiene sentido
para mí y que no me importaría morirme”.

El hecho de sentirse triste, “deprimido”, de tener “pensamientos negativos“ o


dificultad para dormir no significa necesariamente que usted sufra una depresión.
Los momentos de tristeza, de duda o cuestionamiento forman parte de la vida. A
lo largo de la vida y en relación con los acontecimientos que nos van sucediendo,
las personas experimentamos una amplia gama de sentimientos, del más triste al
más optimista. Dentro de esta variedad de emociones, la tristeza, el desánimo y la
desesperación son experiencias humanas normales. Estas disminuciones en el
estado de ánimo no deben confundirse con las que experimenta una persona
deprimida. La depresión es una enfermedad, como lo es la diabetes o una úlcera
de estómago. Para hablar de depresión, y por lo tanto de enfermedad se requiere:
• que estos sentimientos se presenten de forma (casi) continua durante un
período superior a dos semanas; • que causen un malestar importante en una o
varias áreas de la vida diaria (dificultad o imposibilidad de levantarse, de ir a
trabajar, salir a hacer las compras...).

7
2.2.- ¿Cuáles son las causas de la depresión?
(E. Vanesa Nogueras Morillas. Psiquiatra Unidad de Gestión Clínica Salud Mental. Hospital
Regional de Málaga)

Frente a una depresión, a menudo se buscan explicaciones y las primeras


preguntas que surgen son: “¿Por qué yo?, ¿Qué es lo que me ha pasado?, ¿A
qué es debido?, ¿Qué he hecho?“. La necesidad de comprender y darle sentido a
lo que nos sucede es un proceso natural, especialmente en relación con las
experiencias dolorosas. Es frecuente también recurrir a explicaciones que podrían
parecer posibles. Se piensa en causas externas (“Es por los problemas que tengo
con mis hijos/as”, ”Si mi madre viviera no tendría estos problemas

Sin embargo, estas interpretaciones están a menudo muy lejos de las “causas
reales “ de la depresión y a menudo son un obstáculo para el tratamiento y la
curación, retrasando la consulta al médico. La depresión, como la mayoría de las
enfermedades psíquicas, no está causada por un solo factor sino que es el
resultado de un conjunto de mecanismos de diferente naturaleza que todavía no
se conocen completamente.

Por lo general, se considera que existen “factores” biológicos, psicológicos y


ambientales (aquéllos relacionados con el entorno social o la familia). Algunos de
ellos pueden actuar bastante antes de que se presente la depresión, ellos
“preparan el terreno” y se les conoce como factores de riesgo (o vulnerabilidad).
Por ejemplo, el hecho de tener un padre o una madre que ha sufrido depresión
aumentaría el riesgo de poder verse afectado por la enfermedad. Del mismo
modo, el haber vivido acontecimientos traumáticos o conflictos graves en la
familia durante la primera infancia está asociado con un mayor riesgo de
depresión en la edad adulta. Algunos de los factores que pueden favorecer o
precipitar la aparición de una depresión son:

• Factores genéticos: En algunas personas puede haber una predisposición

genética, existiendo antecedentes familiares que aumentan la probabilidad

de padecerla. “Las mujeres sufren con mayor frecuencia depresiones que

los hombres”

8
• Factores biológicos: En nuestro cerebro existen sustancias químicas

denominadas neurotransmisores que pasan señales de una célula a otra. En

la depresión algunos de estos sistemas, particularmente los de Serotonina

y Noradrenalina, parecen no estar funcionando correctamente.

Algunas mujeres la presentan tras el parto por los cambios hormonales

Factores sociales: Determinadas situaciones especialmente complicadas

y difíciles que ocurren en la vida (problemas familiares, laborales, etc.)

2.3.- ¿Cuáles son los síntomas de la depresión?


Conducta: Ataques de llanto, aislamiento de los demás, descuido de las
responsabilidades, pérdida de interés por la apariencia, pérdida de la motivación.

Emociones: Tristeza, ansiedad, culpabilidad, ira, cambios de humor, falta de


emociones (embotamiento afectivo), sentimientos de desesperanza. •
Pensamientos: Autocrítica, sentimiento de culpa, preocupación, pesimismo,
problemas de memoria, falta de concentración, dificultad para la toma de
decisiones, confusión, pensamientos referentes a que otras personas le vean mal.

Síntomas Físicos: Sensación de cansancio, falta de energía, dormir mucho o


muy poco, comer en exceso o la pérdida de apetito, estreñimiento, pérdida o
aumento de peso, ciclo menstrual irregular, pérdida de apetito sexual, dolores sin
explicación aparente.

¿Cómo sé si estoy deprimido? A menudo la persona no se da cuenta de lo


deprimida que está, debido a que la depresión se ha desarrollado gradualmente.
Quizás intenta seguir luchando y sobrellevar los sentimientos de depresión
manteniéndose ocupado, pero esto puede provocarle aún más estrés y
agotamiento. Entonces empiezan los dolores físicos tales como dolor de cabeza
constante o el insomnio. Los signos más frecuentes suelen ser:

– Un cambio en el estado de ánimo (principalmente tristeza y el llorar sin motivo);


– la pérdida de interés en actividades que son por lo general placenteras

9
2.4.- ¿CÓMO PREVENIR LA DEPRESIÓN?

25 JUNIO 2018 / PUBLICADO EN ACTUALIDAD, BLOG Medicur

Esta pregunta probablemente sea la que muchas personas se hagan, ¿es posible
prevenir una depresión? La respuesta puede ser muy complicada de concretar,
pero con algunas pautas que daremos a continuación, al menos, se puede
reducir el riesgo de padecerla.
 Trabajar tu inteligencia emocional: saber manejar las emociones, para
poder expresarlas correctamente y regularlas para que no te desborden, te
ayudará a no dejarte llevar por estas. De esta manera, tus estados anímicos
no dependerán tanto de la fluctuación de tus emociones, sino que sentirás que
tienes el poder de manejarlas y no al revés.

 Hacer ejercicio: es fundamental mantener una buena actividad física para


activar las endorfinas, unas hormonas que básicamente mejoran la sensación
de felicidad y bienestar. Promover ese estado, permitirá pensar con más
positividad y encerrarse menos en uno mismo. Y otra ventaja, es que te hará
sentirte mejor contigo mismo al mejorar tu aspecto físico.

 Comer de manera saludable: es cierto que no te quitará la depresión, pero si


hará que te sientas mejor con tu cuerpo, ya que digestiones pesadas no
ayudan tampoco a mejorar un estado depresivo. Sentirte ligero y menos
pesado cuando comes, también favorecerá un mejor estado de bienestar.

 Practica tus hobbies: todos tenemos actividades que nos gustan más


realizar. Cuando estamos desanimados, nos suele costar dedicarnos tiempo
de calidad, así que el hecho de saber lo que te gusta y poder hacerlo con
frecuencia, favorecerá que te sientas realizado y satisfecho contigo mismo.

Ten una vida social activa: pasar tiempo con las personas que nos hacen
sentir bien y que se preocupan por nosotros, también ayudará a que nos
sintamos apoyados y mejor con nosotros mismos. Compartir incluso nuestra
vivencia con los seres queridos, nos hará sentir acompañados en momentos
más difíciles.

10
 Vivir el presente: es la base de un estado de felicidad más permanente.
Muchas veces caemos en bucles de preocupación o de autocastigo al pensar
en el futuro y querer controlarlo, o rememorar el pasado creyendo que es
mejor que el tiempo que vivimos. De hecho, este elemento es la base de una
práctica cada vez más habitual, el mindfulness.

 Aceptarte y perdonarte: la mayor parte de las veces, nosotros somos más


duros con nosotros mismos que los demás. Rechazamos lo que sentimos y
pensamos, y nos castigamos por errores que hayamos podido cometer,
pretendiendo ser perfectos para no cometer errores. Pero la base de la vida es
aprender a base de cometer errores, ya que, de lo contrario, no
aprenderíamos. Solo sabiendo cómo no hacer las cosas después de hacerlas,
sabremos de qué manera no repetirlas.

 Evitar el estrés: el ritmo de vida actual, si no nos damos cuenta, nos empuja
al estrés y al frenesís, y si esto va a más, lleva a la ansiedad. La ansiedad es
la antesala de la depresión, así que evita cargarte tu agenda de actividades
superfluas, y priorízate haciendo las cosas que de verdad te gustan.

 Evita el alcohol, y por supuesto, las drogas: muchos de estos productos


producen emociones negativas y estados que pueden inducir con mucha más
facilidad a la depresión. Evita su consumo si quieres sentirte bien contigo
mismo.

 Duerme las horas necesarias: tener un buen descanso es necesario para


oxigenar la mente, el cuerpo y levantarse con ganas para empezar el día. Esa
será la base sobre la que comenzar a trabajar a diario.

11
CAPITULO III
LA ANSIEDAD
José Luis Ayuso Gutiérrez Catedrático de Psiquiatría de la Universidad Complutense, Vice-
Presidente de la Federación Mundial de Sociedades de Psiquiatría Biológica.

La ansiedad es la más común y universal de las emociones. Es sinónimo de


congoja, preocupación, desasosiego ante acontecimientos futuros o situaciones
de incertidumbre. Es la anticipación temerosa de peligro inminente acompañada
de un sentimiento intenso y displacentero o de síntomas físicos ubicados en
cualquier región de la geografía corporal. Implica el presentimiento de que algo
grave le va a ocurrir al sujeto. Se afirma a menudo que el tipo de vida de la
sociedad actual tecnológica, urbanizada y competitiva genera mucha ansiedad
Sin embargo ansiedad ha habido siempre en toda época. Es impensable la vida
sin ella. Cierto grado de ansiedad está presente en nuestras vidas cotidianas
Existe una ansiedad normal, ligada a las situaciones que vivimos, que cumple una
función adaptativa y prepara al individuo para la ejecución de tareas o alerta
frente a posibles amenazas. Sin embargo, la ansiedad puede ser patológica
cuando no se presenta como respuesta proporcionada frente a un estímulo o si su
intensidad y duración exceden de los límites aceptables. En tales condiciones
pierde su función de adaptación y se convierte en un problema para el individuo.

La ansiedad es una experiencia emocional que todos estamos familiarizados con


ella, pero no por eso fácil de definir. La ansiedad es un fenómeno normal que
lleva al conocimiento del propio ser, que moviliza las operaciones defensivas del
organismo, es base para el aprendizaje, estimula el desarrollo de la personalidad,
motiva el logro de metas y contribuye a mantener un elevado nivel de trabajo y
conducta. En exceso, la ansiedad es nociva, mal adaptativa, compromete la
eficacia y conduce a las enfermedades.

12
2.2.- ¿Cuáles son las causas de la ansiedad?
Ansiedad y miedo. En psiquiatría ansiedad se define como un estado emocional
desagradable en las que hay sensación subjetiva de un peligro, malestar, tensión
o aprensión, acompañado de una descarga neurovegetativa y cuya causa no está
claramente reconocida para la persona. En el miedo existe similar respuesta
fisiológica que la ansiedad, pero se diferencia en que hay una causa, un peligro
real, consiente, externo, que esta presente o que amenaza con materializarse
(Kaplan).
Factores de riesgo
Los siguientes factores pueden incrementar el riesgo de padecer un trastorno de
ansiedad:
 Trauma. Los niños que soportaron maltratos o traumas o que presenciaron
eventos traumáticos tienen mayor riesgo de manifestar un trastorno de
ansiedad en algún momento de sus vidas. Los adultos que atraviesan un
evento traumático también pueden manifestar trastornos de ansiedad.
 Estrés debido a una enfermedad. Tener un problema de salud o una
enfermedad grave puede causar gran preocupación acerca de cuestiones
como el tratamiento y el futuro.
 Acumulación de estrés. Un evento importante o una acumulación de
situaciones estresantes más pequeñas de la vida pueden provocar
ansiedad excesiva, por ejemplo, la muerte de algún familiar, estrés en el
trabajo o preocupaciones continuas por la situación financiera.
 Personalidad. Las personas con determinados tipos de personalidad son
más propensas a sufrir trastornos de ansiedad que otras personas.
 Otros trastornos mentales. Las personas que padecen otros trastornos
mentales, como depresión, a menudo también padecen un trastorno de
ansiedad.
 Tener familiares consanguíneos que padecen un trastorno de
ansiedad. Los trastornos de ansiedad pueden ser hereditarios.
 Drogas o alcohol. El consumo o el uso indebido o la abstinencia de
drogas o alcohol pueden provocar o empeorar la ansiedad.

13
DIFERENTES SIGNIFICADOS DE ANSIEDAD
1. Ansiedad como sentimiento es una sensación normal de tensión provocado
por estímulos internos como recuerdos, pensamientos, fantasías o problemas
2. Ansiedad como síntoma (ej. "siento como si me van a dar una mala noticia" o
"como un mal presentimiento", "nerviosismo", "ansias", “temor a no se que”, etc.)
forma parte de cualquier enfermedad psiquiátrica y constituye el componente
psicológico esencial de los trastornos de ansiedad. El síntoma ansiedad es al
trastorno por ansiedad lo que la tristeza es al trastorno por depresión.
3. Ansiedad como síndrome es el conjunto de síntomas psíquicos, físicos y
conductuales, mediados por mecanismos neurobiológicos y asociados a
diferentes etiologías. El síndrome ansioso puede ser secundario a intoxicación,
abuso, abstinencia o efecto secundario de substancias; hipertiroidismo,
hipoglicemia, insuficiencia cardíaca, epilepsia, o bien ser producido por cualquier
trastorno de ansiedad.
4. La ansiedad como enfermedad es cuando el cuadro clínico ansioso está
claramente definido, tiene su propia etiopatogenia, evolución, pronóstico y
tratamiento. Es por lo tanto un trastorno primario (ej. trastorno por pánico,
trastorno obsesivo compulsivo, trastorno por fobia social, etc.).
FACTORES BIOLOGICOS
PREDISPOSICION GENETICA Una vulnerabilidad biológica primaria
condicionada genéticamente se ha encontrado en la mayoría de los trastornos de
ansiedad pero con mayor contundencia en el trastorno por pánico, trastorno
obsesivo compulsivo y fobia social.
FACTORES PSICOSOCIALES Los estresores psicosociales juegan un papel
muy importante en muchos de los trastornos de ansiedad, como factores
precipitantes, agravantes o causales. Los problemas de relaciones
interpersonales, académicas y laborales, amenazas de pérdidas, necesidades
sociales y económicas apremiantes, cambios en el sistema de vida, etc.
FACTORES TRAUMATICOS Enfrentar acontecimientos traumáticos fuera del
rango de la experiencia humana normal, como accidentes graves, desastres,
asaltos, violaciones, torturas, secuestros, etc., suelen provocar serios daños
biológicos cerebrales que se asocian a síntomas graves de ansiedad, como es el
caso del estrés agudo y del trastorno de estrés postraumático.
FACTORES PSICODINAMICOS La ansiedad se considera como la respuesta
individual a un peligro que amenaza desde dentro en forma de un impulso
instintivo prohibido que está a punto de escapar del control del individuo (Kaplan).
La ansiedad como señal de alarma provoca que el "yo" adopte medidas
defensivas. Si las defensas tienen éxito la ansiedad desaparece y si no sale
libremente o se contiene, según el tipo de defensa empleada, puede presentar
síntomas conversivos, disociativos, fóbicos, y obsesivo compulsivos (Kaplan).

14
COMO PREVENIR LA ANSIEDAD
Dado que es una enfermedad de la mente que afecta al cuerpo, ¿es posible
prevenirla? ¿Qué debemos hacer para evitar que nos domine la ansiedad? Es
muy importante que se entienda que esta enfermedad tiene unas ramificaciones
personales indisolubles de la persona, por lo que cada caso debe abordarse de
forma individual.
De ahí la dificultad para encontrar la receta perfecta para prevenir la ansiedad.
Ahora bien, precisamente en su naturaleza encontramos las claves para prevenir
hasta donde es posible este trastorno mental.
Así, es aconsejable llevar una dieta equilibrada, en el que se evite todo lo
posible la ingesta regular de alcohol, tabaco o cualquier otra droga. Estas tienen
un efecto contraproducente, ya que si bien en el momento pueden generar una
cierta sensación de euforia, una vez pasado el “subidón” se genera un valle tan
profundo como intenso ha sido el chute de adrenalina.
Otro de los productos que son perjudiciales para las personas con ansiedad o
con cierta predisposición vivir episodios de este trastorno es el café. Sin llegar a
los extremos de las drogas, al ser un excitante, con la ansiedad, genera una
mayor intensidad en las sensaciones que tiene la persona.
El descanso adecuado y el ejercicio moderado son dos de las acciones que
menos cuesta mantener y que además más hacer para alejar la larga sombra de
la ansiedad. Por supuesto, ante cualquiera de los síntomas, se ha de acudir al
médico de cabecera para evitar que el brote vaya a más.
Intente dejar un hueco todos los días para incluir entre sus tareas aquellas
actividades que van a resultarle más agradables y placenteras: leer, escuchar
música, hacer algo de ejercicio, pasear, cualquier cosa que sea relajante para
usted.
Tratamiento para la ansiedad
Cómo se aborda el tratamiento de la ansiedad si cada caso es particular. Los
especialistas plantean al paciente, según su situación y predisposición, algunas
opciones de tratamientos para la ansiedad y los problemas que de ella
derivan: desde la terapia cognitivo-conductual a grupos de apoyo.
También hay tratamientos basados en fármacos. Sea cual sea la sensación que
abruma a la persona, es vital para su evolución a futuro que acuda rápidamente a
la consulta del especialista para comenzar su largo camino a una nueva vida sin
ansiedad y sin estrés.

15
Conclusiones

16
17
18

También podría gustarte