“OBTENCIÓN, MANEJO Y ENVÍO DE MUESTRAS
BIOLÓGICAS”
MVZ MMVZ ADRIANA ISABEL MUÑOZ DUARTE
FACULTAD DE QUÍMICA – UNIDAD DE INVESTIGACIÓN PRECLÍNICA
FACULTAD DE MEDICINA VETERINARIA Y ZOOTECNIA – DEPARTAMENTO DE PATOLOGÍA
INTRODUCCIÓN
El laboratorio clínico es herramienta fundamental para el abordaje diagnóstico; la información
que obtenemos de las diferentes pruebas realizadas en el laboratorio clínico dan la pauta para
encaminar el diagnóstico, por lo cual la confiabilidad de los resultados es de suma importancia para
una adecuada interpretación de las alteraciones. El 80% de los errores que existen en la
determinación de los analitos se deben a condiciones preanalíticas, las cuales abarcan desde el
manejo del paciente, la calidad (libre de artefactos), el manejo y la conservación de la muestra.
Cada prueba diagnóstica tiene condiciones y características muy puntuales que se deben cumplir
para ser analizadas, pasarlas por alto ocasionará interferencias analíticas o cambios en la
concentración de los analitos y en el peor de los casos no podrán ser determinados, perdiendo su
utilidad diagnóstica.
Diversas consideraciones deben ser tomadas en cuenta al momento de obtener una muestra
biológica, con el fin de minimizar situaciones que afecten la determinación del analito de interés:
1.- Especie
2.- Prueba a solicitar
3.- Especificaciones de la prueba (volumen mínimo a colectar, uso de contenedores especiales, etc.)
4.- Sitio y técnica de obtención
5.- Identificación de la muestra
6.- Conservación y tiempo de análisis
7.- Transporte y envío
8.- Reseña e información relevante para el diagnóstico
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MUESTRAS SANGUÍNEAS
Sin duda alguna las muestras sanguíneas representan un alto porcentaje del total de muestras
remitidas al laboratorio clínico. Los sitios de obtención de muestras dependen del volumen a
colectar y el tamaño del paciente, regularmente la vena safena, cefálica y yugular son los vasos
sanguíneos en las cuales podemos obtener buenos volúmenes sanguíneos. El éxito de una adecuada
toma de muestra es la contención del paciente, inmovilizarlo adecuadamente (contención física o
química) nos dará confianza y el tiempo necesario para realizar una adecuada técnica de colección.
El sitio de punción en la medida posible debe ser rasurado previa autorización del propietario, si
esto no es posible el uso de alcohol para visualizar la vena es de ayuda, si la muestra se obtendrá
de la vena safena o cefálica se debe utilizar un torniquete, en el caso de la yugular esta debe ser
inmovilizada generando una presión sobre ella con los dedos, se realiza limpieza de la zona y se
procede a la punción de ser posible en una solo intención con el fin de no generar una lesión
endotelial marcada y la generación de agregados plaquetarios o bien de un coágulo como tal. El
objetivo principal de realizar una correcta técnica de colección es evitar los artefactos principalmente
la hemólisis, artefacto común y que tiene varios efectos negativos en ciertos analitos; las causas de
hemólisis in vitro son: ejercer una presión excesiva con el émbolo de la jeringa, utilizar un calibre
de aguja inadecuado, el contacto de la sangre con el alcohol o material sucio y mojado, vaciado
de la sangre de forma brusca, choques térmicos, entre otros.
Tubos para la toma de muestras sanguíneas
Existen varios tubos que fungen como contenedores para las muestras sanguíneas, que les infiere
características a las muestras para que puedan ser analizadas, los más comunes son los de la marca
Vacutainer® que utiliza como método de identificación el color del tapón.
El tubo color lila o lavanda contiene EDTA (ácido etilendiaminotetracético) un anticoagulante
importante en hematología utilizado en pruebas como hemograma, pruebas cruzadas y evaluación
de médula ósea, pero también en la determinación de amoniaco y análisis de efusiones. El EDTA
es un potente anticoagulante que quela el calcio, el cual actúa como cofactor importante para la
activación de ciertos factores de la coagulación y agregación plaquetaria impidiendo la formación
de coágulo, su uso en hematología recae en el hecho de que preserva adecuadamente el tamaño
y características morfológicas celulares y no interfiere con las tinciones de rutina.
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El tubo de color azul también contiene anticoagulante, el citrato de sodio, existen dos
concentraciones a las que puede tener efecto en la coagulación 3.2 y 3.8%; por regulación
internacional es mejor utilizar citrato de sodio al 3.2%. Al igual que el EDTA el citrato de sodio se
une al calcio, pero de forma iónica evitando su utilización en la cascada de la coagulación, debido
a que es una unión iónica se necesita una cantidad mayor de citrato de sodio para ejercer un efecto
anticoagulante. Su uso se limita en pruebas de coagulación como agregación plaquetaria, tiempos
de coagulación, cuantificación del dímero D y factor de VonWillebrand.
El último anticoagulante utilizado es la heparina contenida en los tubos con tapón verde, la heparina
tiene actividad antitrombínica, es decir evita que la trombina genere polímeros de fibrina a partir
del fibrinógeno. Este anticoagulante se utiliza en la determinación de gases sanguíneos, algunos
analitos bioquímicos y la realización de hemogramas en aves y reptiles, esto último para optimizar
las muestras en estas especies, pues la heparina no conserva adecuadamente la morfología celular,
interfiere con la tinción y genera agregados plaquetarios por lo que su uso para esta prueba no es
recomendable en pequeñas especies.
Los tubos de tapón rojo carecen de anticoagulante y su uso está enfocado a bioquímica clínica y
endocrinología, también son usados en la evaluación de líquidos corporales. Para la obtención de
suero se debe esperar la retracción del coágulo que sucede entre los 30 a 40 minutos en perros y
gatos después de colectada la muestra, se centrifuga de 3000 a 3500 rpm durante 10 minutos.
MANEJO DE MUESTRAS PARA DIFERENTES ESTUDIOS DE LABORATORIO
Hemograma
Para realizar un hemograma debemos colocar la muestra de sangre en un tubo con EDTA, cuidando
siempre mantener la relación anticoagulante: sangre, de no ser posible la mitad del tubo debe ser
llenado, un exceso de EDTA ocasiona la formación de equinocitos y disminución del tamaño del
eritrocito, por lo que puede afectar el hematocrito y VGM por encogimiento osmótico. Recordar
que la presencia de coágulo evitará el procesamiento de la muestra, por lo que es importante
homogenizar la muestra para que entre en contacto con el EDTA.
Lo ideal es que el hemograma se realice dentro de una hora de haber sido colectada la muestra,
si no es posible se puede conservar a temperatura ambiente (15-25°C) durante 2 horas, o bien en
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refrigeración durante 24 horas (atemperar la muestra 15 minutos). La refrigeración ayuda a preservar
los componentes celulares, sin embargo; después de 12 horas comienzan a presentarse cambios
morfológicos importantes. La sangre no refrigerada puede inducir cambios in vitro que causarán
errores analíticos.
Bioquímica sanguínea
Para los estudios bioquímicos la sangre se coloca en un tubo sin anticoagulante (tubo rojo), una
vez separado el suero, este debe transferirse a un segundo tubo con el fin de eliminar el paquete
celular de la muestra, pues el metabolismo de las células puede alterar ciertos componentes
bioquímicos del suero, el cambio más frecuente que observamos es la falsa disminución de la
glucosa, la cual puede consumirse a razón del 10% cada hora, este porcentaje puede incrementar
si el paciente presenta leucocitosis o eritrocitosis, otro analito que se afectado por el consumo in
vitro en menor porcentaje es el bicarbonato. El suero tiene una gran estabilidad en refrigeración
(4°C) hasta una semana los componentes del suero de interés en bioquímica clínica son estables,
mientras que en congelación (-20°C a -70°C) su estabilidad aumenta meses. Es bueno mantener
esta información en mente, pero considerar que si necesitamos la información del análisis del suero
para emitir o guiar un diagnóstico la muestra debe ser remitida al laboratorio lo antes posible para
poder correlacionar los resultados con la anamnesis y signos clínicos del paciente.
Urianálisis
La orina puede colectarse por 3 diferentes métodos, micción espontánea o inducida, cateterismo
(sondeo) y cistocentesis; es importante referir al laboratorio la técnica empleada, debido a que de
esto depende la interpretación de los resultados. Las muestras de orina deben colocarse en
recipientes limpios y herméticos, protegidos de la luz pues el contacto directo de la orina con los
rayos solares degrada las bilirrubinas presentes en orina convirtiéndolas en biliverdina, lo cual las
harás indetectables en la muestra. La orina es una muestra poco estable, dada su naturaleza líquida,
y con nulos nutrientes para que las células sean conservadas por largos periodos de tiempo, además
con el tiempo se presentar cambios in vitro que alteran el examen químico; idealmente las muestras
de orina deben ser procesadas de inmediato o por lo menos dentro de las primeras 4 horas de
colección, si esto no sucederá la orina debe refrigerarse para ser conservada hasta 12 horas o bien
un mejor manejo será separar la orina en dos fracciones una de ellas se congelará y servirá para
realizar el examen físico y químico y a la otra fracción se le añade una gota de formal y se congela
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esta parte de la muestra se utilizará para el examen microscópico ya que al añadir formol
ocasionamos fijación celular.
Muestras de líquidos corporales
Por lo regular los líquidos corporales (sinovial, cefalorraquídeo o efusiones) se colectan para su
análisis en tubos con y sin anticoagulante, colocarlos en EDTA limita realizar un análisis
bacteriológico ya que el EDTA es bacteriostático. Para cualquier tipo de estudio es recomendable
mantenerlos en refrigeración y considerar que la evaluación de un líquido cefalorraquídeo debe
realizarse dentro de los primeros 30 a 40 min de obtenida la muestra ya que durante este tiempo
permanecen las células mejor conservadas, en al caso de las efusiones se debe realizar antes de las
2 horas y el líquido sinovial es muy estable puede ser analizado hasta semanas después.