SÓLO
UNO
“Puede que existan esos llamados «dioses» tanto en el cielo como
en la tierra, y algunas personas de hecho rinden culto a muchos
dioses y a muchos señores. Pero para nosotros: Hay un Dios, el Padre,
por quien todas las cosas fueron creadas y para quien vivimos; y
hay un Señor, Jesucristo, por medio de quien todas las cosas fueron
creadas y por medio de quien vivimos.” 1a Corintios 8:5-6
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INTRODUCCIÓN
Hoy en día abundan las propuestas religiosas, incluso, dentro de los mismos movimientos de
fe, hay quienes tratan de establecer nuevas formas de ver o interpretar la biblia, por ello es importante que
como jóvenes conozcamos que la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús, tenemos como fundamento la
palabra de Dios (Biblia) y la presencia de Dios como guía (Espíritu Santo). Creemos que estos elementos nos
han revelado nuestra doctrina (enseñanza) para que nuestra fe este firme y trascienda aún al paso de los años
pues la palabra de Dios no cambia ni caduca.
Reflexionemos en los siguientes fundamentos:
ESE ÚNICO DIOS HA CREADO TODAS LAS COSAS
La ciudad de Corinto, en la antigua Grecia se caracterizaba por el desenfreno y la idolatría, se
rendía adoración a toda clase de individuos u objetos. Esto llevaba a las personas a creer en muchos dioses.
Pablo el Apóstol les expresa: “…Sabemos que un ídolo no es en verdad un dios y que hay solo un Dios... para
nosotros: Hay un Dios, el Padre, por quien todas las cosas fueron creadas y para quien vivimos…” (1 Corintios
8:4b, 6 NTV). Nos son dos, ni tres, ni varios según la cultura de cada nación. Solo hay un Dios: “… no hay otro
Dios aparte de mí, un Dios justo y Salvador; fuera de mí no hay otro. ¡Que todo el mundo me busque para la
salvación!, porque yo soy Dios; no hay otro.” (Isaías 45:21b, 22 NTV)
JESUCRISTO QUIEN NOS DA SALVACIÓN
Pablo no sólo enseña que hay un solo Dios, sino que también enseña quien es ese Dios y cual es
su poder: “Pero, para nosotros… hay un Señor, Jesucristo, por medio de quien todas las cosas fueron creadas
y por medio de quien vivimos.” (1 Corintios 8:6 NTV). El señorío y poder no es de los ídolos, es de Jesucristo;
Señor de la creación y por quien ahora vivimos.
La Biblia nos enseña con claridad que hay un solo Dios, Jesucristo: “… Y ahora vivimos en comunión
con el Dios verdadero porque vivimos en comunión con su Hijo, Jesucristo. Él es el único Dios verdadero y Él es
la vida eterna.” (1ª Juan 5:20b NTV). También revela que Jesucristo dio su vida para darnos libertad a toda la
humanidad: “Pues, Hay un Dios y un Mediador que puede reconciliar a la humanidad con Dios, y es el hombre
Cristo Jesús. Él dio su vida para comprarles la libertad a todos...” (1ª Timoteo 2:5, 6a NTV). Nuestra fe está en
Jesucristo.
HAY UN SOLO DIOS
Creemos que hay un solo Dios único e indivisible en su esencia y se ha manifestado al mundo en
distintas formas a través de las edades y que especialmente se ha revelado como Padre en la creación del
universo, como hijo en la redención de la humanidad y como Espíritu Santo derramándose en los corazones
de los creyentes (Génesis 1:1, Juan 1:1-3,14, 2 Corintios 3:17).
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Este Dios es el creador de todo lo que existe, sea visible o invisible. Es eterno, infinito en poder,
Santo en su naturaleza, atributos y propósitos y poseyendo una Divinidad absoluta e indivisible; es infinito en
su inmensidad, inconcebible en su modo de ser e indescriptible en su esencia; conocido completamente sólo
por sí mismo, porque una mente infinita sólo ella puede comprenderse a sí misma. No tiene cuerpo ni partes
y por lo tanto está libre de todas las limitaciones. “El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel, el Señor
nuestro Dios, el Señor uno es” (Deuteronomio 6:4; Isaías 43:11; Isaías 44:6; Marcos 12:29). Para nosotros, sin
embargo, sólo hay un Dios... (̈ 1 Corintios 8:5,6).
JESUCRISTO
Creemos que Jesucristo fue engendrado milagrosamente en el vientre de la virgen María, por
obra del Espíritu Santo, y que al mismo tiempo es el único y verdadero Dios (Romanos 9:5; 1 Juan 5:20). El
mismo Dios del Antiguo Testamento tomó forma humana (Isaías 60:1-3). “Y aquel Verbo fue hecho carne,
y habitó entre nosotros...” (Juan 1:14). “Y sin contradicción, grande es el misterio de la piedad: Dios ha sido
manifestado en carne, ha sido justificado en el Espíritu; ha sido visto de los ángeles; ha sido predicado a los
gentiles; ha sido creído en el mundo; ha sido recibido arriba en gloria” (1 Timoteo 3:16).
Creemos que en Jesucristo se unieron en una forma perfecta e incomprensible los atributos
divinos y la naturaleza humana, por lo tanto, se manifestaron en él la voluntad humana y divina. (Lucas 22:42;
Juan 6:38; Filipenses 2:8). Por parte de María, en cuyo vientre tomó forma de hombre, era humano; por parte
del Espíritu Santo, que fue el que lo engendró en María, era divino (Lucas 1:35); por eso se le llama Hijo de Dios
e Hijo de hombre.
Por lo tanto, creemos que Jesucristo es Dios “y que en él habita toda la plenitud de la Divinidad
corporalmente” (Colosenses 2:9), y que la Biblia da a conocer todos los atributos: es Padre Eterno, a la vez
que es un niño que nos ha nacido (Isaías 9:6). Es creador de todo (Isaías 45:18; Colosenses 1:16, 17). Es
Omnipresente (Deuteronomio 4:39; Juan 3:13, Mateo 18:20, Juan 14:3). Hace maravillas como Dios
Todopoderoso (Salmos 86:10; Lucas 5:24-26). Tiene potestad sobre el mar (Salmos 107:29, 30; Marcos 4:37-
39). Es el mismo siempre (Salmos 102:27; Hebreos 13:8).
APLICACIÓN, UN MENSAJE PARA TU VIDA.
En la actualidad se han diversificado las creencias y las religiones, incluso de aquello que se
contrapone a la biblia se han desarrollado rituales, creencias y pactos. La confusión se ha apoderado de las
nuevas generaciones al tratar de encontrar un sentido para la vida. Por ello creemos fundamental que en
medio de esta vorágine de ideas tengamos siempre en nuestra mente y corazón, la declaración del único Dios
verdadero: “No rindas culto a ninguno de los dioses de las naciones vecinas, porque el Señor tu Dios, quien vive
en medio de ti, es Dios celoso…” (Deuteronomio 6:14, 15 NTV).
Un solo Dios merece adoración, un solo Dios nos da salvación, un solo Dios promete la vida eterna.
Jesucristo.
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