Acto Administrativo: Guía Esencial
Acto Administrativo: Guía Esencial
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a) Personales por ejemplo, en el otorgamiento de una beca, el permiso de pesca.
b) Reales, en la expropiación, regularización de tierras.
4.4 Efectos frente a terceros
Aunque la creación, modificación, transmisión, reconocimiento, registro o la extinción de derechos u
obligaciones que contiene el acto administrativo se dirigen a un individuo en especial, resulta lógico
que en la mayoría de las veces surta también efectos frente a terceros y desde luego siempre ante el
propio órgano que lo haya emitido.
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6.3 EXTINCIÓN DEL ACTO ADMINISTRATIVO. MODALIDADES.
Estos se clasifican en:
15.6.3.1 medios normales
Estos son el cumplimiento y la ejecución forzosa. Con el concurso de uno u otro de esos medios y en
virtud de la presunción de legalidad, el acto surtirá efectos frente al gobernado, la administración y
ante terceros.
15.6.3.2 medios anormales
15.6.3.2.1 revocación administrativa
Esta hace cesar los efectos jurídicos de un acto valido, por convenir así a quien lo produjo. Existe
tanto en el derecho público como en el privado.
Esta debe decidirla una autoridad competente, en ejercicio de sus facultades; ha de estar prevista en
la ley; se emite de oficio, nunca a petición del gobernado; no debe causar perjuicio al particular; recae
sobre un acto que no ha agotado sus efectos; obedece a una causa de conveniencia al interés
público; constituye un nuevo acto administrativo.
15.6.3.2.2 la rescisión
Es un medio de concluir un negocio jurídico bilateral, por incumplimiento de una de las partes por
alguna causa ajena a la voluntad de estas; la parte que decide la rescisión no recurre en
responsabilidad alguna.
15.6.3.2.3 la prescripción
Es un medio de adquirir derechos o liberarse de obligaciones por el transcurso del tiempo, conforme a
las modalidades que fije la ley. Esta figura tiene aplicación en derecho administrativo a propósito del
acto cuya extinción por medios excepcionales se viene describiendo, por ejemplo, en materia fiscal.
15.6.3.2.4 caducidad
Es la pérdida de un derecho por falta de actividad dentro de un lapso previsto por la ley para su
ejercicio. Así, la caducidad opera tanto para el gobernado como para la administración.
15.6.3.2.5 condición
Es un acontecimiento, evento o hecho futuro y de realización incierta
15.6.3.2.6 renuncia de derechos
Mediante la renuncia de derechos, el particular desiste de los beneficios que contiene a su favor un
acto administrativo; tal desistimiento puede ser expreso o tácito, ya sea porque le hace saber su
decisión al órgano administrativo, o simplemente no ejerce el derecho que tiene.
6.3.2.7 NULIDAD Y ANULABILIDAD DEL ACTO ADMINISTRATIVO
Sólo puede afirmarse que la teoría de las nulidades en derecho administrativo, fuera de los casos en
que exista disposición expresa en la ley, sigue causes diferentes de los que sigue la teoría en
derecho privado y que en muchas ocasiones no basta comprobar una irregularidad para nulificar un
acto, sino que, de acuerdo con los intereses en juego, el acto podría sostenerse, originando sólo
responsabilidad para su autor.
15.6.3.2.8 extinción por decisión dictada en procesos ante tribunales administrativos
En la cual anula el acto viciado o ilegal y destruye aquellos efectos que se hayan producido en
perjuicio de un particular o de la colectividad, tal medida se equipara a una sanción de carácter
administrativo.
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7 LA FACULTAD DISCRECIONAL
Una facultad es discrecional siempre que el ordenamiento jurídico no establezca cuando debe
ejercitarse, como debe ejercitarse y en qué sentido se deba ejercitar. Ello puede obedecer a una de 2
circunstancias: a que no exista una ley que regule los 3 aspectos o momentos citados, o a que,
existiendo, en aras de la eficacia administrativa, permita la discrecionalidad de los 3 o algunos de
aquellos.
7.1 Facultad vinculada o regulada y acto reglado.
La facultad reglada supone la existencia de una norma jurídica que indica claramente en qué
circunstancias y en qué sentido debe emitirse un acto; la creación de este acto reglado requiere la
presencia de un órgano competente y de un funcionario facultado, con total precisión, para efectuar la
actividad que el sistema jurídico ordena.
7.2 clasificación de las facultades discrecionales
Estas se pueden clasificar en:
7.2.1 La facultad discrecional libre
El órgano puede o no realizar la actividad que le está permitiendo la ley, es decir, existe una total
libertad para actuar o no y también para determinar el sentido y alcance de la declaración unilateral
de voluntad.
7.2.2 La facultad discrecional obligatoria
En esta el funcionario por cuenta del órgano competente tiene que actuar en uno u otro sentido, pero
dentro de los límites que la ley contempla. No puede abstenerse de emitir un acto, aunque la norma le
permite cierta movilidad entre varias opciones prestablecidas como en el caso de las multas.
7.2.3 La facultad discrecional técnica
Esta actividad se considera por su carácter técnico como actividad libre de administración y se
comprende que cuando tal actividad no se refiere a derechos o intereses legítimos de los
administrados.
7.3 DELEGACIÓN Y AVOCACIÓN DE FACULTADES.
La delegación de facultades consiste en trasladar la aptitud legal de obrar en determinados asuntos,
del superior jerárquico al inferior, y tiene por objeto hacer más expedito el despacho de los negocios
administrativos, disminuyendo el volumen de trabajo de los altos mandos del órgano público.
Por otro lado, la avocación es la figura contraria, por medio de ella el superior jerárquico decide
atender un asunto que se encuentra en el ámbito de actuación de un inferior. Esta decisión de
avocarse a conocer determinado negocio debe ser manifestada con los mismos requisitos que la
delegación, incluida su publicación en el periódico o diario oficial.
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DERECHO ADMINISTRATIVO
EL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO
Introducción.
Las disposiciones de este contenido, son aplicables a la actuación de los particulares ante la
administración pública, así como a los actos a través de los cuales se desenvuelve la función administrativa.
En sentido general, conjunto de actos, acontecimientos o realizaciones que se suceden a través del
tiempo y que guardan entre si determinadas relaciones que los unifican.
Conjunto de las actividades del Estado y de los particulares con el cual se realizan los derechos de estos
y de las entidades públicas que han quedado insatisfechos por la falta de actuación de la norma de que
se deriva.
Principios sustanciales.
A. El principio de la legalidad.
Debe estar previsto o permitido en la ley, dentro de la competencia del órgano.
El principio de legalidad “implica que la acción administrativa debe necesariamente, adecuarse a la totalidad del
sistema normativo escrito o no escrito, o sea a lo que solemos llamar bloque de legalidad en todo momento
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requiere de una habilitación normativa que a un propio tiempo justifique y autorice la conducta desplegada para
que esta pueda considerarse lícita, y más que lícita, no prohibida”.
5.1.1.1 Normatividad Jurídica. Es una regla dirigida a la ordenación del comportamiento humano prescrita por
una autoridad cuyo incumplimiento puede llevar aparejado una sanción. Generalmente, impone deberes y
confiere derechos.
5.1.1.2 Jerarquía Normativa. En Derecho Administrativo se le llama Ordenación jerárquica o escalonada de las
normas jurídicas de modo que las normas de rango inferior no pueden contradecir ni vulnerar lo establecido por
una norma de rango superior que tiene mucho valor.
El principio de jerarquía normativa permite establecer el orden de aplicabilidad de las normas jurídicas y el
criterio para solucionar las posibles contradicciones entre normas de distinto rango. La Constitución garantiza
expresamente el principio de jerarquía normativa.
5.1.1.3 Igualdad Jurídica. El principio de igualdad. Viene impuesto por el art. 14 CE. Principio de igualdad de
condiciones y prestaciones ante la ley y derecho a no discriminación.
5.1.1.4 Razonabilidad. Este es un principio nuevo que se le conoce también como “proporcionalidad” y está
propiamente referido a las resoluciones que al resolver un asunto determinado debe mantener “la debida
proporción entre los medios a emplease y los fines públicos que debe tutelar a fin de que respondan a lo
estrictamente necesario para la satisfacción de su cometido.
5.1.2 B.- El principio del debido proceso. Este principio pretende otorgar a los administrados todas las
garantías siguientes:
5.1.2.1 El derecho de audiencia, o de ser oído. Se entiende por tal, el derecho del investigado y su defensor de
intervenir en el procedimiento, de hacerse oír por quienes dirigen el mismo, de traer toda prueba que consideren
oportuna para respaldar su defensa, de controlar la actividad de las partes y de combatir sus argumentos y las
pruebas de cargo.
5.1.2.2 Derecho a ofrecer y producir pruebas. La defensa no sería completa si el gobernado no tuvieron oportunidad
probatoria, es decir, el derecho de demostrar la veracidad de los hechos en los cuales funda sus pretensiones.
Corresponden los órganos que tramitan el procedimiento administrativo realizar todas las diligencias tendientes a la
averiguación de los hechos que fundamentan su decisión, por ello deben permitir al gobernado el ejercicio del derecho de
ofrecer, antes de la emisión del acto, todo tipo de pruebas que sean idóneas para acreditar sus razonamientos.
No obstante la importancia del principio de defensa en el procedimiento administrativo, en nuestro sistema jurídico
existen algunos casos en que la garantía de defensa no se realiza de manera previa, sino en forma posterior y, o bien no
tienen lugar su aplicación.
En el primero de los actos mencionados tenemos los relativos a la materia tributaria, a la materia de expropiación y
a los casos de expulsión de extranjeros indeseables.
5.1.2.3 Derecho de alegar. Hay que diferenciar entre alegaciones propiamente dichas, que podrán ser
formuladas por los interesados en cualquier momento antes del trámite de audiencia, y podrán aportar
documentos u otros elementos de juicio.
Tanto estas alegaciones como los documentos que se aporten, deberán tenerse en cuenta por el órgano
competente para redactar la propuesta de resolución (art. 79 de la ley 30/92). Otras alegaciones son las que se
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producen contra los defectos de tramitación. Estas alegaciones pueden ser alegadas por los interesados en
cualquier momento y especialmente aquellas que supongan denunciar la paralización del procedimiento, la
infracción de los plazos establecidos o la omisión de trámites antes de la resolución definitiva del asunto.
5.1.2.4 Derecho de que se emita una resolución congruente. Para darse por concluido el Debido Proceso, se
requiere que la resolución adoptada respete al menos ciertos principios constitucionales, siendo uno de ellos la
congruencia de la resolución; es decir, la correlación entre acusación, prueba y resolución, en virtud de que ésta
tiene que fundamentarse en los hechos discutidos y pruebas recibidas en el procedimiento.
5.1.3 El principio de gratitud. Este se postula sin costo alguno para los interesados, salvo al acto final
administrativo que se concreta en licencias, permisos y autorizaciones, cuando por la expedición de los mismos
se causen derechos conforme a la Ley Federal de Derechos.
5.1.4 La publicidad. Es decir, no existen los procedimientos secretos excepto en asuntos de seguridad nacional,
diplomáticos o por razones morales.
5.2.1 El principio de oficiosidad. Aquella solicitud puesta por la parte interesada y concretamente, se establece
que el procedimiento se impulsara de oficio en todos sus trámites sin necesidad del impulso de los particulares
para llegar a una decisión final, obligando a la administración pública por el interés público en juego a desplegar
por si misma toda la actividad que sea necesaria para dar adecuada satisfacción a ese interés, sin perjuicio de que
si el obstáculo de la continuación del procedimiento es ocasionado por causas imputables al interesado, el
procedimiento podrá ser declarado caduco.
5.2.2 El principio de simplicidad. Este principio persigue que todos los procedimientos administrativos,
reglados y no reglados, sean sencillos, eliminándose requisitos innecesarios, en razón de lo cual la ley apela al
criterio de la racionalidad, así como de la proporcionalidad entre el trámite, y el fin que persigue el acto
administrativo.
Por la simplicidad se prohíbe la formación de expedientillos o hijuelos del expediente prohibiéndose las
excepciones, tercerías que únicamente son considerados como argumentos de las partes pero que no se tramitan
en cuaderno separado sino que se resuelven en la resolución que pone fin a la instancia administrativa.
5.2.3 El principio de eficacia. Este principio persigue que el procedimiento administrativo cumpla los fines para
los cuales ha sido creado, esto es el pronunciamiento oportuno, fundamentado en derecho y dentro de una
secuencia procedimental preestablecida.
Esto implica la eliminación de los formalismos que no incidan directamente sobre el fin que persigue el
procedimiento o no “determinan aspectos importantes en la decisión final, ni disminuyan las garantías del
procedimiento, ni causen indefensión al administrado” como se lee en el texto de la Ley.
5.2.4 Principio de celeridad. La actual normativa ha introducido nuevas regulaciones que disciplinan al
procedimiento administrativo como por ejemplo mayor amplitud de medios probatorios, mayores formalidades
para los actos administrativos así como para las notificaciones, sin embargo se persigue que el procedimiento sea
dinámico y que se eviten las actuaciones que puedan dificultar el desarrollo normal del procedimiento, como por
ejemplo los informes abundantes, gaseosos e inconsistentes, o las providencias retardadas al expediente, se
persigue por el contrario estructurar un procedimiento directo, ágil, sin mayores formalidades, ni actuaciones
innecesarias, de modo tal que se pueda llegar a una decisión en un tiempo razonable.
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Otra de las medidas que obedecen a este principio es que el procedimiento debe durar un máximo de 30 días
hábiles, CONTRARIO SENSU los procedimientos deben resolverse antes de los 30 días, decir fijar plazos
menores sin que esto menoscabe la función de control ni desnaturalice los fines propios de los entes
administrativos.
5.2.5 Buena fe. El principio de buena fe es un principio general del derecho, como tal, constituye una de las
bases del ordenamiento, informa la labor interpretativa de las normas que le integran y cumple una importante
función de integración en os supuestos de laguna.
5.2.6 In dubio pro actione. Este principio se postula a favor del derecho de acción y, por tanto, asegurar, en lo
posible, más allá de las dificultades de índole formal, una decisión sobre el fondo de la cuestión objeto del
procedimiento administrativo.
De este principio se derivan abundantes aplicaciones como son la calificación de la autoridad competente para
conocer el asunto; la obligación de la autoridad que resulta incompetente de remitir el asunto a la competente; la
calificación de un recurso; la advertencia o apercibimiento, según el caso, al interesado para que subsane la falta
u omisión cometida en cuanto a la información y documentación exigidos para estar en posibilidad la autoridad
de resolver el asunto.
La administración pública y los particulares están obligados a seguir desarrollos legales, que se establecen con
un propósito general o que se imponen para hacer valer un derecho.
6.2 Principios de la ley. Los principios o valores representan proposiciones jurídicas o directivas, pero no tienen
un desarrollo normativo: es decir, el principio es más bien un criterio fundamental en sí mismo, que marca, de
alguna manera, el sentido de justicia de las normas jurídicas.
6.3 Ámbito material de aplicación. Artículo 1.Los órganos y entidades de la Administración Pública estarán
sujetos a la presente Ley, cuando declaren, reconozcan o limiten los derechos de los particulares.
Artículo 2.Sin perjuicio de lo dispuesto en el Artículo anterior las normas contenidas en el Título III, salvo las
del Capítulo I y las que se refieren al silencio administrativo, serán de aplicación supletoria para los
procedimientos administrativos previstos en leyes especiales.
6.4.1 Iniciación. a) De oficio por acuerdo del órgano competente, por propia iniciativa, por orden superior, a
petición razonada de otros órganos o por denuncia.
Con anterioridad al acuerdo de iniciación, podrá el órgano competente abrir un periodo de información previa
con el fin de conocer las circunstancias del caso concreto y la conveniencia o no de iniciar el procedimiento.
b) A instancia de parte. Estas solicitudes de iniciación del procedimiento deberán reunir los siguientes requisitos:
16.6.4.2 Instrucción. La instrucción es el conjunto de actos por medio de los cuales se aportan al órgano
decisorio los elementos de juicio necesarios para que dicte resolución, impulsándose de oficio sin merma del
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derecho del interesado a proponer lo que convenga a sus intereses, con posibilidad de presentar alegaciones las
partes, proponer práctica de pruebas, con los informes preceptivos y facultativos correspondientes.
De las Pruebas
Sólo se podrán rechazar pruebas, fundada y motivadamente, cuando: 1) no fuesen ofrecidas conforme a
derecho, 2) no tengan relación con el fondo del asunto, 3) sean improcedentes e innecesarias o 4) contrarias a la
moral y al derecho.
Desahogo de Pruebas Art. 51 y 52
El órgano administrativo notificará a los interesados, con una anticipación de tres días, el inicio de las
actuaciones necesarias para el desahogo de las pruebas que hayan sido admitidas.
El desahogo de las pruebas ofrecidas y admitidas se realizará dentro de un plazo no menor a tres ni mayor
de quince días, contado a partir de su admisión.
Si se ofreciesen pruebas que ameriten ulterior desahogo, se concederá al interesado un plazo no menor de
ocho ni mayor de quince días para tal efecto.
6.4.3 Decisión. La decisión se halla conformada por todas las actuaciones que han de preordenar el desarrollo
del procedimiento hasta su finalización, para permitir la realización efectiva de los actos de instrucción.
Como principio que rige esta fase tenemos el de impulso de oficio, a tenor del cual no es preciso que el
administrado solicite el desarrollo del proceso, dado el interés general que anima el procedimiento
administrativo.
Igualmente, se halla también presidida por el principio de celeridad, que ha de impregnar todo el procedimiento,
a la vez que por el principio de eficacia, coordinándose ambos al exigirse que se acuerden en un sólo acto los
trámites que admitan impulso simultáneo, sin precisarse impulso sucesivo.
Siempre que se incumplan los principios aludidos, cabe la reacción del interesado a través de la queja o
reclamación.
6.4.4 Recurso. En un sentido amplio serían los remedios o medios de protección del individuo para impugnar
los actos y hechos administrativos que lo afectan y defender sus derechos frente a la administración.
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VI. El convenio de las partes, siempre y cuando no sea contrario al ordenamiento jurídico ni verse sobre
materias que no sean susceptibles de transacción, y tengan por objeto satisfacer el interés público, con el alcance,
efectos y régimen jurídico específico que en cada caso prevea la disposición que lo regula.
8 Tipos de procedimiento.
16.8.1 De oficio. Es el que realiza el órgano administrativo en cumplimiento de sus facultades y obligaciones,
sin que medie petición de parte.
8.2 A petición de parte. Como su nombre lo indica, este procedimiento se realiza en virtud de la gestión que
hacen los particulares administrados para que el acto se lleve a cabo.
8.3 De oposición. Artículo 84. La oposición a los actos de trámite en un procedimiento administrativo deberá
alegarse por los interesados durante dicho procedimiento, para su consideración, en la resolución que ponga fin
al mismo. La oposición a tales actos de trámite se hará valer en todo caso al impugnar la resolución definitiva.
8.4 De ejecución. Por regla general, en varios actos administrativos es necesaria la existencia de los actos o
procedimientos de ejecución, pero en algunos casos no existe, por ejemplo, tratándose de contratos
administrativos.
8.5 Revisor. Artículo 87. La interposición del recurso suspenderá la ejecución del acto impugnado, siempre y
cuando:
Sea procedente el recurso; No se siga perjuicio al interés social o se contravengan disposiciones de orden
público; No se ocasionen daños o perjuicios a terceros, a menos que se garanticen éstos para el caso de no
obtener resolución favorable; y Tratándose de multas, el recurrente garantice el crédito fiscal en cualesquiera de
las formas prevista en el Código Fiscal de l.
La autoridad deberá acordar, en su caso, la suspensión o la denegación de la suspensión dentro de los cinco días
siguientes a su interposición, en cuyo defecto se entenderá otorgada la suspensión.
8.6 Sancionador. Dentro de la Administración, el Derecho Sancionador tiene como finalidad mantener el orden
del sistema y reprimir por medios coactivos, aquellas conductas contrarias a las políticas del ente estatal. Un
sector de la doctrina define el poder sancionador dado a la Administración como aquel en virtud del cual
“pueden imponerse sanciones a quienes incurran en la inobservancia de las acciones u omisiones que le son
impuestas por el ordenamiento normativo administrativo, o el que sea aplicable por la Administración Pública en
cada caso”.
El Derecho Administrativo Sancionador es, ante todo, de índole administrativa, siendo lo sancionador una rama
la misma, por lo que la aplicación de principios básicos del Derecho Penal debe estar orientado a garantizar
derechos fundamentales de la persona, de lo cual debe entenderse que no existe una relación de subordinación
del Derecho Administrativo hacia el Derecho Penal, sino que ambos se encuentran en un mismo plano, siendo su
única diferencia el grado de desarrollo alcanzado en materia sancionadora por el segundo.
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RESUMEN: La Concesión Administrativa
1 Concepto de Concesión.-
El concepto de Concesión no tiene un significado definido en nuestra ley, sin embargo, debemos tomar en
cuenta que la administración pública cumple con sus diversas actividades por medio de diversos mecanismos
Gabino Fraga, "La concesión administrativa es el acto por el cual se concede a un particular el manejo
y explotación de un servicio público o la explotación y aprovechamiento de bienes del dominio del
Estado.“
Otto Mayer, “Es el acto administrativo de determinado contenido. Este contenido debe consistir en el
que se dé al súbdito un poder jurídico sobre una manifestación de la administración pública”
Hoy en día se continúa adoptando varias posiciones para tratar de definir la naturaleza jurídica de la concesión;
acerca de las teorías sobre este particular tres soluciones se han propuesto a este respecto:
Como acto unilateral: aquí la concesión se somete a un mandato del poder público, a una situación legal
y reglamentaria, sin que la voluntad del concesionario intervenga, ya que solo se concreta a aceptar las
condiciones preestablecidas.
Como Acto Mixto: esta solución es la más aceptada y se compone de dos elementos; la situación
reglamentaria y el contrato administrativo.
El Concedente (Autoridad que puede ser la Administración Publica Federal, Local o Municipal)
Usuario (habrá relaciones entre el concesionario y los particulares, pero no bajo el concepto de
usuarios)
Cabe hacer mención que la terminología de estos elementos son utilizados tanto para el derecho
administrativo como también en el ámbito privado.
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Artículo 28. En los Estados Unidos Mexicanos quedan prohibidos los monopolios, la (sic DOF 03-02-1983)
prácticas monopólicas, los estancos y las exenciones de impuestos en los términos y condiciones que fijan
las leyes. El mismo tratamiento se dará a ls (sic DOF 03-02-1983) prohibiciones a título de protección a la
industria.
Artículo 27. La propiedad de las tierras y aguas comprendidas dentro de los límites del territorio nacional,
corresponde originariamente a la Nación, la cual ha tenido y tiene el derecho de transmitir el dominio de ellas
a los particulares, constituyendo la propiedad privada”.
Así como también los Artículos 25, 26, 27, 115 y 153, Constitucionales, entre otros.
La concesión deberá de ajustarse a los elementos, requisitos y formalidades señalados, por lo que será
necesario recurrir a la Ley de la materia para conocer y aplicar la normatividad a cada actividad concesionable,
algunas entre ellas:
La capacidad del concesionario se podrá mirar a través del estudio del régimen jurídico de cada Estado, el
cual podrá ser o no restringido, aumentando o disminuyendo las condiciones o requisitos que deban cumplir
para su otorgamiento.
Ya lo dice Rafael Rojina Villegas que: “toda persona tiene capacidad de goce. La cual es la aptitud para ser
titular de derechos y para ser sujeto de obligaciones”, por lo tanto el concesionario a de contar con capacidad
de goce y de ejercicio para celebrar en nombre propio actos jurídicos y cumplir estas obligaciones.
La capacidad técnica del concesionario podremos apreciarla en dos aspectos: personal y material.
Personal.- el concesionario debe reunir ciertos requisitos mínimos de capacidad técnica, ya sea en lo
particular o mediante el personal que contrate para desarrollar la actividad concedida, sobre todo,
tratándose de servicios públicos.
Material.- Los medios necesarios para prestar la concesión, consisten en el conjunto de elementos
materiales, especialmente de equipos. Necesarios para realizar la actividad.
Capacidad Técnica deberá ser evaluada en cada caso conforme a Ley y reglamentos de la materia,
además debe subsistir durante el tiempo que dure la concesión.
Este es otro de los requisitos que independiente de la capacidad técnica que se le pide, debe contar con el
capital necesario que le permita contratar al personal que va a prestar el servicio, el que se va a dedicar a la
explotación del los bienes del Estado y para adquirir los el equipo y los bienes que serán destinados para ello.
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8 Plazo de la Concesión.-
Para el plazo en lo que se refiere a la concesión, no existe un precepto que fije un mínimo o un máximo para
todos los casos, cada materia es tratada particularmente acorde a su legislación aplicable, atendiendo a su
naturaleza y a sus fines ya que podrá haber plazos que son para cumplirse en seis meses, 25, 30, y 50, anos
o hasta concesiones indefinidas, (de acuerdo a la consulta este tipo de concesión es muy rara).
Una vez otorgada la concesión, esta genera una serie de derechos y obligaciones al particular.
Cabe hacer mención que en México, no se permite ceder, traspasar o gravar los derechos derivados de la
concesión a menos que la autoridad concedente emita la autorización.
Los bienes podrán ser del concesionario o del Estado, (concedente), normalmente los bienes afectados a
la explotación pueden pertenecer al concesionario porque este aporta bienes propios para la operación de
esta concesión o sean del patrimonio público y/o que el objeto sea el aprovechamiento de cosas de propiedad
estatal. La titularidad patrimonial de los bienes utilizado en la concesión no varía de su original propietario,
solo quedaran sujetos a las limitaciones que en la propia concesión se haya estipulado, ya que este pudiera
ser un patrimonio de afectación, aunque en ocasiones se señalan que al término de la concesión los bienes
del concesionario pasen al estado o bien, que los del concedente se consuman o extraigan; algunos bienes
por su naturaleza se aprovechan hasta su totalidad.
11 Régimen de la Concesión.-
La tarifas en nuestro país, la cobra el concesionario, dicha tasa es previamente aprobada por el estado, según
su propio criterio, el cual se debe basar en que el importe de la tarifa tenga un carácter compensatorio, justo
y razonable, y que permita un lucro equitativo, de acuerdo con los intereses comunes del concesionarios y los
usuarios.
Las relaciones entre los concesionarios y los usuarios pueden estar reguladas tanto por normas de derecho
público como de derecho privado. Una distinción importante, que suele hacerse, es la que se establece entre
servicios públicos obligatorios y facultativos para el usuario (entre los primeros: La energía eléctrica y el
servicio de teléfonos; dentro de los segundos: el transporte de pasajeros); conforme a este criterio los
obligatorios son regidos por el derecho público y los facultativos por el derecho privado.
Como la concesión tiene un carácter intuitu persona, el concesionario deberá ejercerla personal y
directamente, es decir no podrá trasmitirla, cederla o enajenarla. El concesionario tiene la obligación tanto de
cuidar los bienes concesionados como la de no interrumpir el servicio público. Tales bienes no pueden ser
gravados sin autorización expresa del concedente. Existe también la obligación de acatar puntualmente la
tarifa que corresponda. Además, los bienes deben ser cuidados y los servicios prestados con la mayor
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diligencia posible, cumpliendo con todas las disposiciones legales, teniendo en consideración que se trata de
cuestiones de interés público.
12 Derecho de Reversión.-
Los bienes afectos a la concesión no cambian de dueño por ese solo hecho; no obstante, puede estipularse
que al terminar la concesión, las instalaciones que haya utilizado el concesionario pasen a ser propiedad del
estado, sin que éste deba pagar indemnización alguna. A esto se le denomina reversión; pero es necesario
aclarar que no se trata de un derecho nato del concedente, si no que es una estipulación que puede o no estar
prevista en la concesión.
El procedimiento para otorgar una concesión variará según el dispositivo legal aplicable; es decir, para cada
materia será la ley y el reglamento correspondientes, los que fijen los pasos que tanto la autoridad como el
solicitante deben cumplir en esta cuestión. En cualquier supuesto, los lineamientos constitucionales deben ser
observados, así como los previstos en la Ley Federal de Procedimiento Administrativo.
14 El Titulo de la Concesión.-
El título de la concesiones el documento donde consta la decisión del poder ejecutivo, así como la aceptación
del particular; es un aviso al interesado acerca de los derechos y las obligaciones que implica ese acto
administrativo, desde luego, no se trata de un título negociable o de crédito (esta aclaración parecería ociosa,
pero valga ante una posible confusión terminológica). Dependiendo de la importancia de la concesión, el título
deberá publicarse en el Diario Oficial de la Federación; si se trata de concesiones trascendentales de carácter
estatal o municipal, tendrá que reproducirse el documento relativo en el órgano del gobierno local.
15 La Extinción de la Concesión.-
• Rescisión • Renuncia
15.1. Cumplimiento del Plazo.- No hay en el derecho mexicano un plazo uniforme para la duración de las
concesiones. En cada caso, conforme a la ley específica, se fijará la fecha en que fenezcan. Cumplido el
plazo, el acto jurídico cesa sus efectos; puede existir prórroga, según prevea la ley, el otorgamiento de la
prórroga quedará a la decisión discrecional del poder público, previa solicitud del gobernado.
15.1. Falta de Objeto o Materia de Concesión.- Es natural que si el objeto o materia de la concesión se
extingue o agota, es imposible que ésta subsista, lo que implica su necesaria terminación. Ejemplos de esto:
la explotación de recursos naturales, el transporte de pasajeros en un río que se seque o sea desviado.
15.1. Recisión.- José Canasi expone que en la concesión "podrían aplicarse los principios, generales de la
rescisión de los contratos", por incumplimiento del concesionario, lo cual es aceptable siempre y cuando se
considere a la concesión como un contrato administrativo. La mención tiene importancia porque en nuestra
práctica jurídico administrativa se usa, erróneamente, la expresión contrato concesión.
15.1. Caducidad. Referida a las obras y servicios públicos, es la que se produce por incumplimiento de
alguna de las condiciones o plazos en que incurre el concesionario.
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La caducidad es una sanción de orden público que se considera inherente a la concesión misma y que nunca
podrá dejar de existir si se considera que está de por medio un interés colectivo.
15.1. Rescate. Es un acto administrativo mediante el cual la autoridad administrativa recupera los bienes que
había concesionado previamente, por causas de utilidad pública.
En el rescate la transferencia a la administración, concedente del bien o servicio público concesionario, opera
mediante un acto de poder y antes del vencimiento del plazo de la concesión; es por esto que la indemnización
debe abarcar los beneficios dejados de perseguir durante el tiempo que reste para completar el plazo de la
concesión.
15.1. Renuncia. Las concesiones pueden concluir por la renuncia de los derechos que el concesionario
adquirió al obtenerla, siempre y cuando no se lesionen derechos a terceros.
15.1. Quiebra O Muerte Del Concesionario. Esta es una de las formas en que se extingue la concesión y
se estima que en estos casos, las autoridades, si se trata de la prestación de servicios públicos de gran
trascendencia para la colectividad, deben asegurar la continuidad de los mismos, haciéndose cargo de la
prestación para evitar una crisis.
15.1. La Asignación. El Estado puede concesionar a los particulares, bienes y servicios, pero esto no quiere
decir que él no pueda explotar directamente los bienes o servicios que estén dentro de sus atribuciones: de
aquí la figura de la asignación. La asignación es el acto administrativo por el cual se incorpora al
patrimonio de las entidades, los derechos para explotar sustancias en zonas determinadas.
*La Asignación Minera.- Por medio de la asignación minera, se adjudican a un ente paraestatal, los derechos
para extraer minerales en alguna región del territorio nacional. Las entidades titulares de una asignación no la
pueden transmitir a los administrados por ningún concepto ni bajo otra figura jurídica, únicamente podrán
celebrar con los particulares contratos de obra pública.
*La Asignación en Materia de Aguas Federales. En lo que se refiere a recursos hidrológicos, también se
puede presentar la asignación, esta se da al otorgar a un organismo paraestatal la potestad de usar aguas de
propiedad federal, lo que incluye los trabajos de localización, captación, almacenamiento, etcétera.
El acto de aprobación es un acto complejo, es decir, la producción de efectos se verifica desde el momento
en que se produce la aprobación; esta es facultativa del órgano competente que puede pertenecer al mismo
sistema orgánico o a otro diverso. Sin embargo, el órgano de aprobación debe descartarlo o aceptarlo de
lleno. No puede aprobar parcialmente el acto presentado a esos efectos.
Permiso. Facilitar o remover obstáculos para el uso de bienes del Estado en situaciones que no sean materia
de concesión.
5
Licencia. Aceptar la realización de actividades, previa edificación de conocimiento o pericia para el caso.
Se diferencia claramente la concesión de la autorización porque, mientras esta se reduce a permitir el ejercicio
de un derecho, preexistente, aquella crea, en beneficio del concesionario, un derecho del que antes carecía
totalmente.
No existe concesión si no permiso o autorización cuando existe para el particular una libertad de obrar
cumpliendo con determinadas condiciones, las autorizaciones no crean, un nuevo derecho, mientras que las
concesiones si lo hacen nacer, mediante la autorización, se actualiza un derecho existente en potencia.
6
RESUMEN: SERVICIO PÚBLICO
1- ANTECEDENTES. ORIGEN DE LA IDEA DE SERVICIO PÚBLICO:
Los principales usos del conjunto de palabras “servicio público” datan en el siglo 18, pero no es sino hasta
a mediados del siglo 19 que en Francia, con influencia de España e Italia cuando se especifica concretamente la
idea de Servicio Público, tan fundamental para nuestro actual derecho administrativo.
Gastón Jezé y León Duguit, en Francia, son los principales exponentes de este pensamiento, cuya
influencia llego a nuestro país cobrando especial relevancia dentro del D. Administrativo.
León Duguit consideraba que el estado no era más que un prestador de servicios públicos… “El Estado
no es como lo hemos querido hacer, ni como hemos creído en algún tiempo que era, una fuerza que manda, una
soberanía; Es una cooperación de servicios públicos organizados y controlados por los gobernantes.
La noción de S.P. ha sido tan repetida por distintos autores, tomando cada uno extractos o fragmentos de
los demás, volviéndose el estudio del servicio público, bastante amplio, pero muy repetitivo, es por eso que surgen
las principales corrientes en torno a la idea del servicio público, y son las que a continuación se presentan:
Es toda actividad cuyo cumplimiento debe ser asegurado, regulado y controlado por los gobernantes,
porque el cumplimiento de esa actividad es indispensable a la realización y al desarrollo de la interdependencia
social, y de tal naturaleza que no puede ser realizada completamente sino por la intervención de la fuerza del
gobernante.
Gaston Geze, conocido como el enfant terrible de la escuela del servicio público es el que creo esta
corriente,
“Para que una actividad sea considerada, en modo alguna, como servicio público, se requiere que un precepto
legal lo declare así, ya que la calidad de servicio público surge virtualmente por su carácter objetivo, de la índole
misma de su actividad ejercida.” MARIENHOFF.
Esta corriente es la más amplia y la que más ha perdurado, “es un servicio técnico prestado al público, de una
manera regular y continua, para la satisfacción de una necesidad publica y por una organización publica”
(También conocido como Subjetivo o Formal) Lo que define este criterio es el órgano, persona o institución a cuyo
cargo queda la prestación del servicio. Aquí no cuenta la actividad a realizar, sino el ente que la va a prestar.
“Solo se deberá considerar servicio Publico a la actividad satisfecha por la administración pública, directamente
por si, o indirectamente por concesionarios”
“Desde el punto de vista legal, la creación de un servicio público es la obra del legislador que una ley
general de servicios públicos o en una ley que organiza un servicio público especializado, determina la
posibilidad de atención de dicho servicio, La creación de un servicio público se verifica por ley.”
1
“El Servicio Publico no es simplemente un concepto jurídico, es ante todo un hecho, una realidad, Las
manifestaciones de la autoridad declarando que tal o cual actividad es un servicio, no pasara de meras
declaraciones arbitrarias en el supuesto de que no exista de por medio la satisfacción efectiva de una
necesidad de interés general .”
También llamado, Objetivo, Material o Sustancial el elemento definitorio del servicio público radica en el
hecho de que su prestación satisfaga una necesidad general sin importar el carácter del órgano, persona o
institución a cuyo cargo queda, ni tampoco el reconocimiento de ley, es intrascendente si la ley lo reconoce o no,
mientras este brinde satisfacción general, entonces será un servicio público.
Por tanto, atendiendo el criterio Funcional, el carácter público de un servicio dado, lo imprime la naturaleza
de la necesidad que se pretende satisfacer mediante la prestación del servicio respectico Si se trata de una
necesidad general= de carácter Colectivo “Servicio público no es otro que servicio para el público” 1
La doctrina ha determinado en el servicio público, ciertos caracteres jurídicos esenciales, sin los cuales
este se desnaturaliza o desvirtúa, Estos son; Generalidad, Igualdad, Regularidad, Continuidad Obligatoriedad,
Aceptabilidad, Permanencia, y Gratuidad.
La doctrina a reconocido de manera unánime, los cuatro primeros como esenciales; El de obligatoriedad
es poco mencionado porque muchos autores lo asimilan al de continuidad, el de adaptabilidad con frecuencia no
se reconoce o se incluye en el de regularidad; El de permanencia suele identificarse con el de continuidad; Y el
de gratuidad es inadmisible en el Servicio concesionado.
4.1- LA GENERALIDAD:
Se entiende por generalidad o universalidad del servicio público, la posibilidad de que toda persona lo
use, previa satisfacción de los requisitos señalados en su normativa jurídica, sin otro límite que el derivado en su
propia capacidad operativa. “El servicio Publico el para todos y no para determinadas personas” 2
Consiste en el trato igualo igual o uniforme que debe a todos sus usuarios, sin que ello impida establecer
diversas clases o categorías en su prestación, siempre y cuando, dentro de cada categoría, se dé el mismo trato
a todos los usuarios de ella.
“La expresada igualdad de trato que debe dársele a los habitantes, en la utilización de un servicio público,
es un corolario del principio fundamental de igualdad ante la ley” 3
El derecho Internacional de los derechos apoya y reconoce tanto la generalidad como la igualdad del
servicio público, a través de diversos instrumentos como la declaración universal de los derechos humanos, el
pacto internacional de derechos civiles y políticos, La convención americana a de los derechos humanos y La
convención internacional sobre la eliminación de todas las formas de tortura.
4.3- LA REGULARIDAD:
Estriba en que su prestación no se realiza de manera arbitraria, o caprichosa, sino que está sujeta a una
regulación específica, es decir sometida a una precisa normativa jurídica que lo regula.
“La regularidad se vincula especialmente con los reglamentos generales del servicio, reglamentos de
orden interno que constituyen normas administrativas para su funcionamiento.” 4
4.4- LA CONTINUIDAD:
1Arnoldo de Valles
2Manuel M. Diez.
3
Marienhoff.
4Villegas
Basavilbaso.
2
Deberá entenderse por Continuidad, la oferta permanente y correlativa posibilidad constante, de usar un
servicio público dentro de los horarios y condiciones predeterminadas de manera expresa en las normas que lo
regulan.
Principalmente se proporciona un concepto de lo que es huelga, esto es conocido como la suspensión temporal
del trabajo llevada a cabo por una coalición de trabajadores, según la LFT, sin embargo la doctrina nos dice que
"es la cesación colectiva y concertada del trabajo por parte de los trabajadores, con el objeto de obtener
determinadas condiciones de sus patrones o ejercer presión sobre los mismos." 5
Se ha manejado durante algún tiempo que los funcionarios públicos no podían ejercer el derecho de huelga,
porque con el mismo se ponía en peligro la continuidad del servicio público, que era el principio nuclear que
justificaba del derecho de la función pública como diferenciado del Derecho Laboral o del derecho común que rige
las relaciones entre los empleadores y los empleados.
La publicación de la Constitución de 1978 introduce algunos cambios, ya que reconoce del derecho a la
huelga (art. 28), si bien acondiciona la misma a su adaptación a las peculiaridades del servicio público. Sobre esa
base, se han ido dictando normas específicas que han prohibido el ejercicio del derecho de huelga a determinados
colectivos por las características propias de las profesiones como por ejemplo las Fuerzas Armadas, judicatura,
etc. Sin embargo, no se ha dictado una norma general que regule el derecho de huelga de los funcionarios.
a) La existencia de servicios esenciales que se cubren mediante una norma general, que decreta servicios
mínimos que se concretan ante cada convocatoria de huelga.
LFT Artículo 466.- Los trabajadores huelguistas deberán continuar prestando los siguientes servicios:
I. Los buques, aeronaves, trenes, autobuses y demás vehículos de transporte que se encuentren en ruta,
deberán conducirse a su punto de destino; y
II. En los hospitales, sanatorios, clínicas y demás establecimientos análogos, continuará la atención de los
pacientes recluidos al momento de suspenderse el trabajo, hasta que puedan ser trasladados a otro
establecimiento.
Para asegurar la continuidad de servicios públicos fundamentales en casos de huelga, en México y en otros países
se ha utilizado la requisa o requisición. Institución jurídica poco estudiada, Robert Ducos Adder, en su excelente
monografía sobre la requisición la define como:
[...]....una operación por la cual la autoridad administrativa, en forma unilateral, compele a los
particulares –personas físicas o morales-, a proporcionar, ya sea a ella misma o a terceros,
prestaciones de servicios, uso de bienes inmuebles, o la propiedad o el uso de bienes muebles,
en vista de la satisfacción de necesidades excepcionales y temporales reconocidas por la ley como
interés general.
Intervención del Poder Ejecutivo en una Empresa(s) de Servicio Público que es afectada por un estallamiento de
huelga, por su Sindicato de Trabajadores, (Titular de Contrato Colectivo en la misma) con el objeto de no perjudicar
el interés público ni la economía nacional, en la inteligencia que estará vigente, mientras se llega a un arreglo en
la huelga.De lo anterior, surge el comentario siguiente: tratándose de una huelga en empresa de servicios privados,
ver una fábrica de pinturas, no opera la requisa; solo en huelgas de servicios públicos.
En ocasiones el servicio público se interrumpe por causas totalmente imputables a quien tiene encomendada su
prestación; entre esas causas destacan: la deficiencia en el mantenimiento u operación, el paro patronal, el
abandono del servicio o la quiebra de su concesionario.
5Guillermo Cabanellas, El derecho del trabajo y sus contratos, Buenos Aires/ Mundo Atlántico, 1945.
3
Pueden provocar la interrupción del servicio público por abandono, la muerte, la desaparición o la renuncia expresa
o tácita del concesionario, sin la aceptación del condecente. En tales casos el Estado debe actuar de inmediato
para reestablecer el servicio a la brevedad posible.
Es una actividad técnica, general, uniforme, regular y continúa realizada por el Estado o por los
particulares, conforme a las disposiciones legales que la regulan, para la satisfacción de necesidades
colectivas de interés general.
5.2 EN LA JURISPRUDENCIA.
En derecho administrativo se entiende por servicio público un servicio técnico prestado al público,
de una manera regular y continua, para la satisfacción del orden público y por una organización
pública. Es indispensable, para que un servicio se considere público, que la administración pública lo
hayan centralizado y que lo atienda directamente y de por sí, con el carácter de dueño, para satisfacer
intereses generales y que, consiguientemente, los funcionarios empleados respectivos serán nombrados
por el poder público y formen parte de la administración.
Superfluos entre los que se encuentran los relativos a ciertos espectáculos o diversiones como los de carreras de
caballos, la pelota vasca y la lucha libre.
Gratuitos, cuando son financiados por completo con recursos fiscales por lo que no se cobra al usuario el acceso
a su utilización, tal es el caso del servicio de tránsito.
Onerosos que son aquellos servicios en que los usuarios deben pagar por su uso de acuerdo con una tarifa
predeterminada por la autoridad competente, aún cuando se trate de servicios públicos muy subvencionados, ya
que el acceso no es libre, sino supeditado al pago de una cuota.
Régimen de monopolio, cuando solamente el prestador del servicio lo es el Estado o un particular por autorización
y/o concesión del Estado.
Constantes, cuando su prestación es diaria y a todas horas, durante todo el año, como el servicio de tránsito.
Cotidianos, si su prestación es diaria, durante todo el año, pero dentro de un horario predeterminado como el de
alumbrado público.
Intermitentes cuando su prestación no es diaria o no todos los meses del año y dentro de un horario ilimitado,
como el servicio de educación primaria.
Esporádicos que sólo se prestan cuando aparece la necesidad como el servicio de bomberos
6.5. Por las características (Identificación) de los usuarios. Por las características de los usuarios, según
sean determinados o indeterminados. El servicio público será:
4
uti singuli cuando tiene usuarios determinados, como el suministro de energía eléctrica.
uti universi cuando no sea posible determinar individualmente a los usuarios, como en el servicio de alumbrado
público.
5
RESUMEN CONTRATOS ADMINISTRATIVOS
2.- JUSTIFICACIÓN.
Rafael I. Martínez Morales nos explica que dada la gran cantidad y diversidad de
cuestiones que maneja el estado vía la función administrativa, la administración pública tiene
necesidad de realizar convenios y contratos que le permitan efectuar acciones que la habiliten
para el logro de sus fines y para lo cual es indispensable que entable relaciones con los
particulares, ya que necesita de estos, en virtud que el estado no tiene a su alcance todos los
bienes o servicios que requiere; en ese sentido la administración realiza una serie de contratos
tales como los de obra pública y suministro (los típicos contratos administrativos), así como los
de arrendamiento, compraventa, donación, etc. estos últimos se encuentran en el campo del
derecho privado.
Al respecto comenta el maestro Gabino Fraga lo siguiente: ¨... el criterio para hacer la distinción
de esas dos categorías es de lo más discutido e impreciso, pues varía, desde la equiparación
sustancial de las dos clases de contratos, con sólo diferencias de carácter formal o externo, hasta
la negativa de que el llamado contrato administrativo sea realmente un verdadero contrato....¨
Entre las teorías que se han elaborado al respecto destacan las siguientes:
Criterio de la jurisdicción.
Conforme a esta teoría los contratos administrativos son aquellos que en caso de controversia,
su conocimiento está reservado a los tribunales administrativos. En cambio, serán
contratos civiles de la Administración cuando las controversias que genere su celebración,
interpretación, ejecución o extinción, se ventilen ante los tribunales ordinarios.
Criterio Formal.
1
Para esta teoría el contrato administrativo es aquél en que, para su celebración, la administración
pública debe atender ciertas formas especiales, como es la exigencia del procedimiento de
licitación, la existencia de las bases o condiciones de contratación, etcétera.
Tal criterio no es idóneo para determinar la naturaleza del contrato administrativo, en cuanto
que en el derecho privado los contratos también pueden ser celebrados bajo tales formalidades.
Además de que en nuestro sistema jurídico se prevé la posibilidad de que la administración
célebre contratos administrativos bajo la adjudicación directa, en la que no es necesaria la
tramitación de licitaciones públicas o privadas
Criterio Legalista.
Indudablemente, el más pragmático de todos los criterios empleados para establecer el carácter
administrativo de un contrato, es el criterio legal, conforme al cual sólo serán administrativos los
contratos que la ley determine como tales. El criterio legal es objetable porque podría el legislador
llegar a considerar como administrativos contratos estricta- mente de derecho ordinario celebrados
por la administración pública.
Son contratos administrativos, de acuerdo con esta teoría, aquellos que celebra la
administración con un fin de utilidad pública1.
1
El contenido del principio de “utilidad pública” lo encuentro en el concepto “utilidad” y en el concepto
“pública”. Utilidad significa “lo que trae o produce provecho, comodidad, fruto o interés”, (Diccionario de la Lengua
Española), pública se refiere a lo que es “perteneciente o relativo a todo el pueblo”, (Diccionario de la Lengua
Española) Por lo tanto el contenido del principio o norma de “utilidad pública” es “lo que trae o produce
provecho, comodidad, fruto o interés a todo el pueblo”.
2
La base o fundamento constitucional del contrato de obra pública se halla en el art. 134,
reformado según decreto publicado en diario oficial de la federación del 28 de diciembre de 1982.
1.- SUJETOS.- Esencialmente deberá contar con la personalidad de Estado como parte del
contrato, lo anterior sin despojarse de sus poderes y privilegios y permaneciendo dicho contrato
para con los particulares y obedeciendo al interés general.
6.3.- OBJETO.- Siendo este el propósito que tienen ambas partes para la celebración de dicho
contrato, debiendo tener un objeto cierto, posible, lícito y determinado o determinable en cuanto
a su especie.
6.6.- FINALIDAD.-Este elemento está implícito o presupuesto en el objeto mismo habida cuenta
que la finalidad explica el porqué de tal objeto, la finalidad constituye la razón que justifica la
emisión del acto.
Consiste en la facultad que tienen los órganos administrativos, para elegir en forma directa
y discrecional, a la persona o institución con la cual va contratar sin sujetarse a procedimiento
especial alguno.
Es común en los procesos licitatorios, existen intereses contrapuestos de los particulares. Por tal
motivo, dicho procedimiento tienen carácter contradictorio, que la Administración Pública está
obligada asegurar, permitiendo, en un plano de igualdad, la participación de todos los interesados,
a través de vistas o traslado de cada impugnación al oferente atacado, en inteligencia que, de no
hacerlo, la decisión o resolución que al efecto recaiga a esas inconformidades estarían viciadas
de ilegalidad
La licitación privada sigue los mismas reglas que la licitación privada y dicho acto tendrá la misma
naturaleza y efectos en ambos procedimientos de contratación.
La licitación restringida es aquélla en la cual sólo pueden intervenir quienes tengan las
características o condiciones determinadas previamente por la Administración Pública, Se trata
de un procedimiento rápido, flexible, más económico para la administración y el contratista, y
sobre todo oportuno frente a la inmediata o urgente satisfacción de necesidades públicas. Tales
supuestos son citados en el artículo 42 de la ley de obras públicas.
4
7.2.4.- CONTRATACIÓN DIRECTA.
La subasta pública tiene como finalidad obtener el mejor precio posible, a diferencia de la
licitación que, como vimos, su fin es obtener las mejores condiciones, no sólo en cuanto a precio
sino también a calidad, financiamiento, oportunidad y demás circunstancias pertinentes, aunque
como en la licitación, dicho fin se logra mediante la concurrencia de una pluralidad de
participantes.
7.2.6.- EL CONCURSO.
Rafael I. Martínez morales dice que toda construcción ampliación, conservación o mejora
que realiza un particular contratista en bienes inmuebles del estado y que este utiliza en sus
cometidos.
Los contratos de adquisición funcionan como una convocatoria a licitación pública para la
adquisición de bienes en pequeñas cantidades con objeto de solventar una necesidad inmediata,
lo anterior sin establecer una relación continúa con el proveedor.
5
Artículo 2.- Se considera que existe una relación contractual de largo plazo, cuando la
construcción de la infraestructura y la prestación de servicios en los términos a que se
refiere dicho artículo, requieran el otorgamiento de un contrato con duración mayor a tres
años.
La presente Ley es de orden público y tiene por objeto regular los proyectos de Asociación Público
Privada, a fin de garantizar que los mismos se ajusten a los principios de legalidad, libre
concurrencia y competencia, objetividad e imparcialidad, transparencia y publicidad, que realicen:
Artículo 2. Definiciones