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Evaluacion Del Proceso de Enseñanza

El documento habla sobre la evaluación del proceso de enseñanza-aprendizaje. Explica que la evaluación debe considerar tanto los aprendizajes de los estudiantes como los procesos de enseñanza. La evaluación debe ser continua y realizarse a nivel del aula, del ciclo y del centro educativo completo. El propósito es mejorar la calidad de la enseñanza y la atención a la diversidad de estudiantes.
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Evaluacion Del Proceso de Enseñanza

El documento habla sobre la evaluación del proceso de enseñanza-aprendizaje. Explica que la evaluación debe considerar tanto los aprendizajes de los estudiantes como los procesos de enseñanza. La evaluación debe ser continua y realizarse a nivel del aula, del ciclo y del centro educativo completo. El propósito es mejorar la calidad de la enseñanza y la atención a la diversidad de estudiantes.
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EVALUACION DEL PROCESO DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE: FUNDAMENTOS

BASICOS

Evaluación del proceso de enseñanza aprendizaje


Consideraciones previas
Si concebimos el aprendizaje como un proceso, con sus progresos y dificultades e
incluso retrocesos, resultaría lógico concebir la enseñanza como un proceso de
ayuda a los alumnos. La evaluación de la enseñanza, por tanto, no puede ni debe
concebirse al margen de la evaluación del aprendizaje. Ignorar este principio
equivale, por una parte, a condenar la evaluación de la enseñanza a una práctica
más o menos formal y, por otra, a limitar el interés de la evaluación de los
aprendizajes a su potencial utilidad para tomar decisiones de promoción,
acreditación o titulación. Cuando evaluamos los aprendizajes que han realizado los
alumnos, estamos también evaluando, se quiera o no, la enseñanza que hemos
llevado a cabo. La evaluación nunca lo es, en sentido riguroso, de la enseñanza o
del aprendizaje, sino más bien de los procesos de enseñanza y aprendizaje.

Introducción
En el transcurso de los últimos años, el tema de la evaluación ha alcanzado un
protagonismo evidente hasta convertirse en uno de los aspectos centrales de
discusiones, reflexiones y debates pedagógicos.
¿El motivo? pocas tareas provocan tantas dudas, y contradicciones a los docentes,
como las relacionadas con la evaluación y las actuaciones o decisiones asociadas
a ella.
Dentro de nuestra normativa educativa, el término evaluación aparece por vez
primera de un modo generalizado con la Ley General de Educación de 1970. Desde
entonces su concepción se ha ido haciendo más compleja y provocando un mayor
grado de confusión, paulatinamente, con su extensión a los diferentes ámbitos de
la enseñanza.
Nuestra falta de tradición, unida a la ausencia de autonomía de los centros y de los
profesores y, provocadas por una Administración Educativa fuertemente
centralizada hasta 1990, se ha dejado sentir en la pobreza conceptual y
metodológica, especialmente si nos comparamos con otros países de nuestro
entorno, con una mayor historia y atención hacia este importante componente
curricular.
Habitualmente, cuando se habla de evaluación se piensa, de forma prioritaria e
incluso exclusiva, en los resultados obtenidos por los alumnos (evaluación del
aprendizaje). Hoy en día éste sigue siendo el principal punto de mira de cualquier
aproximación al hecho evaluador. El profesorado, los padres, los propios alumnos
Nombre: Arlene Moncayo Carpio
Curso: “B” Vespertino
y el propio Sistema, se refieren a la evaluación como el instrumento calificador, en
el cual el sujeto de la evaluación es el alumno y sólo él, y el objeto de la evaluación
son los aprendizajes realizados según objetivos mínimos para todos.
Esta concepción es una herencia del sistema tradicional que ponía énfasis en medir
las adquisiciones o la mejora de las habilidades. Dada la importancia concedida a
los resultados, el alumno justificaba la actividad docente únicamente como una
forma para mejorar dichos resultados.
Es decir, el profesor justifica socialmente su función en la medida que acredita
resultados -óptimos, por supuesto- de sus alumnos.
Hoy la evaluación adquiere un nuevo sentido, superior a la mera recogida de datos,
pero a la vez aparece como pieza clave imprescindible para que el profesor preste
al alumno la ayuda necesaria, y, en consecuencia, pueda valorar las
transformaciones que se han ido produciendo. El profesor que realiza una
programación tiene en cuenta la edad, capacidad y preparación del grupo con el
que piensa realizarla, pero ha de descender a la personalización. La evaluación
hace posible ese descenso de adaptar los programas a las singularidades de cada
alumno.
Por tanto, la evaluación es, ante todo, una práctica reflexiva propia del docente.
Pero, sobre todo, no se circunscribe exclusivamente al ámbito del aprendizaje –
léase el alumno-, sino que abarca todos los aspectos que intervienen en el proceso:
alumno, profesor, sistema.

Evaluación de la enseñanza
¿Qué evaluar?
Los procesos de evaluación tienen por objeto tanto los aprendizajes de los alumnos
como los procesos mismos de enseñanza. La información que proporciona la
evaluación sirve para que el equipo de profesores disponga de información
relevante con el fin de analizar críticamente su propia intervención educativa y tomar
decisiones al respecto.
Para ello, será necesario contrastar la información suministrada por la evaluación
continua de los alumnos con las intenciones educativas que se pretenden y con el
plan de acción para llevarlas a cabo. Se evalúa, por tanto, la programación del
proceso de enseñanza y la intervención del profesor como animador de este
proceso, los recursos utilizados, los espacios, los tiempos previstos, la agrupación
de alumnos, los criterios e instrumentos de evaluación, la coordinación... Es decir,
se evalúa todo aquello que se circunscribe al ámbito del proceso de enseñanza-
aprendizaje.

Nombre: Arlene Moncayo Carpio


Curso: “B” Vespertino
La evaluación del proceso de enseñanza permite también detectar necesidades de
recursos humanos y materiales, de formación, infraestructura, etc. y racionalizar
tanto el uso interno de estos recursos como las demandas dirigidas a la
Administración para que los facilite en función de las necesidades.
Es importante resaltar que la evaluación de la propia práctica docente, bien sea de
forma individual o del conjunto del equipo, se muestra como una de las estrategias
de formación más potentes para mejorar la calidad del proceso de enseñanza-
aprendizaje. Por otra parte, la evaluación del equipo docente en su conjunto permite
detectar factores relacionados con el funcionamiento de la coordinación, las
relaciones personales, el ambiente de trabajo, aspectos organizativos, entre otros
que son elementos muy significativos en el funcionamiento de los centros.
Esta evaluación de la intervención educativa debe hacerse en dos niveles distintos
o ámbitos:
a) El contexto del aula.
b) El conjunto del centro.
En el primer caso el responsable es cada maestro, mientras que en el ámbito del
centro lo es el conjunto del profesorado.
La Práctica docente en el contexto del Aula
El diseño y desarrollo de la Unidades didácticas y la adecuación de las adaptaciones
realizadas para grupos de alumnos concretos.
El ambiente del aula y todo aquello que favorezca el proceso de enseñanza y
aprendizaje: Organización, espacios y agrupamientos.
La actuación personal de atención a los alumnos.
La coordinación con otros maestros que intervienen en el mismo grupo de alumnos.
La comunicación con los padres.
La Práctica docente en el contexto del Centro.
A) En el ciclo
 Eficacia del sistema e instrumentos de coordinación establecidos.
 Adecuación de los criterios de evaluación y promoción.
 Coherencia interna del ciclo.
B) En la etapa
 Los elementos de la Programación y su coherencia.
 La coordinación interciclos y coherencia vertical entre cada área.
 Las medidas de atención a la diversidad adoptadas.

Nombre: Arlene Moncayo Carpio


Curso: “B” Vespertino
 La relación entre las áreas.
 El tratamiento de los temas transversales.
C) En el contexto del Centro
 La coherencia del Proyecto Educativo.
 La funcionalidad de decisiones sobre asignación de recursos humanos,
materiales, espacios y tiempos.
 El funcionamiento de los órganos unipersonales y colegiados.
 Las relaciones con familias y entorno.
 Los servicios de apoyo (EOEPs, SITE, CPR).
 La utilización de los recursos de la comunidad.

¿Cuándo Evaluar?
La evaluación de la intervención educativa debe ser continua y, por tanto, conviene
tomar datos a lo largo del proceso para hacer los cambios pertinentes en el
momento adecuado. No obstante, dadas las características de los diferentes
momentos del proceso de enseñanza- aprendizaje y de los documentos en que se
plasman, hay momentos especialmente indicados para recoger información que
sirve de base para la evaluación, además de los que obligatoriamente dictaminen
las Administraciones Educativas.
Se debe realizar una evaluación inicial al comienzo del curso para situar tanto el
punto de partida del grupo-clase (recursos materiales, situación de los alumnos,
condiciones del aula, etc.), como la del equipo docente (composición, estabilidad,
etc.) así como de los recursos humanos y materiales de que dispone el centro.
El registro de datos para evaluar el desarrollo del proceso tiene momentos
importantes como pueden ser el final de cada unidad didáctica, curso o ciclo.

Evaluación del aprendizaje


¿Qué evaluar?
En el caso de los objetivos, al tratarse de capacidades muy generales, no son
directamente evaluables, mientras que los criterios, al establecer el tipo y grado de
aprendizaje que se espera que los alumnos hayan alcanzado con respecto a esas
capacidades, se convierten en un referente más preciso.
Los criterios de evaluación responden a las capacidades básicas de cada una de
las áreas en cada ciclo (novedad de los RDs de enseñanzas comunes de la LOCE)
y referidas a aquellos contenidos específicos que se consideran especialmente
importantes para su desarrollo. Son, pues, indicadores sobre qué es lo que el
alumno debe alcanzar.

Nombre: Arlene Moncayo Carpio


Curso: “B” Vespertino
los criterios de evaluación establecidos en el currículo no reflejan la totalidad de lo
que un alumno puede aprender, sino exclusivamente aquellos aprendizajes
especialmente relevantes sin los cuales el alumno difícilmente puede proseguir de
forma satisfactoria, su proceso de aprendizaje.
Para que los criterios de evaluación puedan cumplir con su función formativa es
preciso disponer de puntos de referencia secuenciados que puedan ser utilizados
desde el comienzo del proceso, de modo que puedan identificarse posibles
dificultades de aprendizaje antes de que se acumulen retrasos importantes. Para
ello el profesorado debe distribuir secuencialmente los criterios de cada ciclo en los
cursos que lo componen.
Por último, el maestro establecerá para cada U.D. unos objetivos didácticos en los
que se indiquen capacidades que específicamente se pretender conseguir con los
contenidos y se establecerá el grado de los aprendizajes. Esto exige que los propios
objetivos sean indicadores observables del resultado de cada U.D.
Por tanto, al realizar la evaluación en la UD y disponer de objetivos didácticos
directamente evaluables, utilizaremos éstos. Para evaluar al final del curso
utilizaremos los criterios secuenciados por el maestro y para evaluar el ciclo, los
criterios que ha previsto la Administración.

¿Cuándo evaluar?
En esta evaluación cabe distinguir tres momentos o aspectos distintos y
complementarios: inicial, continua y final.
La evaluación inicial permite adecuar las intenciones a los conocimientos previos y
necesidades de los alumnos. Decidir qué tipo de ayuda es la más adecuada cuando
se accede a un nuevo aprendizaje, requiere conocer cómo se ha resuelto la fase
anterior, cuáles son los esquemas de conocimiento del alumno, su actitud, interés,
nivel de competencia curricular.
Con la evaluación continua se irá ajustando la ayuda educativa según la información
que se vaya produciendo. Esta evaluación es formativa, toda vez que permitirá
detectar el momento en que se produce una dificultad, las causas que lo provocan
y las correcciones necesarias que se deben introducir.
Por último, la evaluación final permite conocer si el grado de aprendizaje que para
cada alumno habíamos señalado, se ha conseguido o no, y cuál es el punto de
partida para una nueva intervención. La evaluación final toma datos de la evaluación
formativa, es decir, los obtenidos durante el proceso, y añade a éstos, otros
obtenidos de forma más puntual.

Nombre: Arlene Moncayo Carpio


Curso: “B” Vespertino
función de la evaluación
Según se trata del aprendizaje o la enseñanza, la evaluación cumple unas funciones
claras y determinantes en nuestro sistema educativo.

Del aprendizaje
a) Función Orientadora
En la medida que ayuda para elaborar proyectos y programaciones al orientar sobre
aspectos básicos que el alumno debe alcanzar.
Esta función está íntimamente ligada al momento de evaluación inicial y a los
efectos que de ella se extraen: diagnóstico y pronóstico.
Diagnóstico porque determina situaciones reales y de partida en un momento
determinado.
Pronóstico porque permite aventurar hipótesis de trabajo.
b) Función Formativa
La evaluación ayuda a tomar medidas en el momento oportuno sin esperar a
situaciones de riesgo. Implica la detección de cómo cada alumno se sitúa en la
actividad escolar, dificultades o facilidades que encuentra, influencia que aporta la
estructura docente.
Esta función está unida a evaluación continua, en cuanto que está inmersa en el
proceso de enseñanza-aprendizaje del alumno y forma parte del mismo.
c)Función Sumativa
La evaluación permite comprobar los resultados alcanzados y valorar el grado de
consecución.
Va asociada al momento de evaluación final.
d)Función de Homologación
Evaluar exige tomar como referencia criterios y objetivos, lo cual garantiza a todos
los alumnos una experiencia, capacidades. esenciales y similares.

De la enseñanza
a) Función Formativa
Participa de lo citado en esta misma función en el aprendizaje.

Nombre: Arlene Moncayo Carpio


Curso: “B” Vespertino
b) Función de Calidad
La evaluación de la enseñanza permite abordar cambios e innovaciones en las
programaciones educativas y acciones didácticas, basado en percepciones
rigurosas de la realidad, lo que contribuye, sin lugar a dudas, en una mejora de la
calidad de la enseñanza, al mejorar la acción docente.

Técnicas e instrumentos de la evaluación


Como señalábamos antes, las técnicas e instrumentos de evaluación responden a
la pregunta ¿Cómo evaluar? Es decir, a las pruebas que dispondremos para recoger
información, y a los mecanismos de interpretación y análisis de la información
(técnicas).
Para llevar a cabo los modelos de evaluación propuestos (enseñanza y
aprendizaje), es necesario prestar atención a la forma en que se realiza la selección
de información. Si la evaluación es continua, la información recogida también debe
serlo.
Recoger y seleccionar información para la evaluación exige una reflexión previa
sobre los instrumentos que mejor se adecuan. Estos deben cumplir algunos
requisitos.
 Ser variados.
 Ofrecer información concreta sobre lo que se pretende.
 Utilizar distintos códigos de modo que se adecuen a estilos de aprendizaje
de los alumnos (orales, verbales, escritos, gráficos.)
 Que se puedan aplicar a situaciones cotidianas de la actividad escolar.
Funcionales: Que permitan transferencia de aprendizaje a contextos distintos.
a) Instrumentos para evaluación de la enseñanza
Cuestionarios: Alumnos, padres.
 Reflexión personal.
 Observador externo.
 Contraste de experiencias con compañeros.
b) Instrumentos para la evaluación del aprendizaje
 Observación directa y sistemática: escalas, listas de control, registro
anecdotario.
 Análisis de producción de los alumnos: resúmenes, trabajos, cuadernos de
clase, resolución de ejercicios y problemas, pruebas orales, motrices,
plásticas, musicales.
 Intercambios orales con los alumnos: entrevista, diálogo, puestas en común.
 Grabaciones.
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Curso: “B” Vespertino
 Observador externo.
 Cuestionarios.
Con respecto a las técnicas, existen fundamentalmente dos.
Análisis directo de contenido: Se analiza directamente la información, y se toman
decisiones, previa concreción de unidades de análisis o categorías.
Triangulación: Es una técnica que permite validar la información y asegurar niveles
de objetividad.
Fuentes: Recogida de información de diversa procedencia.
 Métodos.
 Evaluadores.
 Temporal.

Nombre: Arlene Moncayo Carpio


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