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TCD Agosto

Este documento presenta un devocional diario para la formación y meditación espiritual. Incluye poesía, calendario, consejos sobre cómo hacer un tiempo con Dios, artículos bíblicos y devocionales diarios para cada día del mes.
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
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TCD Agosto

Este documento presenta un devocional diario para la formación y meditación espiritual. Incluye poesía, calendario, consejos sobre cómo hacer un tiempo con Dios, artículos bíblicos y devocionales diarios para cada día del mes.
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8

2020
AGOSTO
Romanos 5-16
Agosto 2020
Romanos 5-16 8
Un devocional para la formación y meditación espiritual

Para:

_______________________________________

De:

_______________________________________
Presidente y editor: Hyung Kee Ha Director General: Park Tae-sung
Gerente de Edición: Joo Tae Kim Base Ministerial : Duranno Latino
Revisión y coordinación: Antonella Pineda Diago Director General: Kim Joo-Tae
Diagramación: Paola Andrea Franco Chacón Director Ministerial: Luis Hernando Beltrán
Coordinación: Duranno USA Director Ejecutivo: Fernando Rodríguez
Vicepresidente: Peter Ha Director Administrativo: Camilo Ruiz

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vidavivard@gmail.com
tiempocondios@riodevida.es; espana@durannolatino.org
republicadominicana@durannolatino.org
Y daré bendición a ellos y a los alrededores de mi collado, y haré
descender la lluvia en su tiempo: lluvias de bendición serán.
Ezequiel 34:26

Agosto 2020

5 Poesía para meditar


6 Calendario
7 Cómo hacer TcD es Vida Viva
8 La bendición de caminar con Jesús
Con dones y frutos del Espíritu
12 La Palabra de mi vida (8)
Fiel Señor
15 Pioneros de la misión
La vida del siervo bendecido
18 Buscando respuestas
¿Qué pasa con los bebés que mueren
sin haber escuchado el evangelio?
20 Introducción Bíblica
Romanos (2)
26 Devocional diario
Romanos
152 Estudios bíblicos semanales
160 Testimonio
La Palabra nos prepara para lo que vendrá

TcD es Vida Viva ® (ISSN 2150-5888)


Es una publicación mensual de The Hall of Tyrannus Mission dba Duranno
International Ministry © Derechos reservados, 2014
Texto bíblico: Reina-Valera 95 ® © Sociedades Bíblicas Unidas,1995.
Texto bíblico: Dios habla hoy ®, Tercera edición
© Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.
Usados con permiso. www.labibliaweb.com

Prohibida su reproducci ó n total o parcial sin autorizaci ó n expresa


de Duranno Latino. contacto@durannolatino.org
Instagram @durannolatino
Facebook www.fb.com/tiempocondiosesvidaviva
Prohibida su reproducción por cualquier medio escrito,
electrónico o de amplia difusión.
NUESTRA VISIÓN
Ser un canal para que los cristianos alrededor del mundo desarrollen hábi-
tos que los ayuden a alcanzar la madurez espiritual. Es nuestra meta pro-
porcionarles a los creyentes una herramienta práctica que los anime en su
meditación diaria, llevándolos a la reflexión, la vida de oración y a lograr
una relación de intimidad con Dios y la Palabra.

¿QUÉ SIGNIFICA TcD es Vida Viva?


Significa un tiempo especial, un encuentro personal diario con Dios, don-
de uno establece un lugar y un tiempo silencioso en el día para escuchar Su
voz a través de Su Palabra, que meditándola y aplicándola a su vida produ-
cirá cambio y madurez.

¿POR QUÉ HACER TcD es Vida Viva?


Mucha gente, que hace TcD es Vida Viva, comparte con nosotros acerca
del crecimiento espiritual obtenido al conectarse con el Señor diariamente.
Nos reportan que tan sólo tomando unos minutos diarios centrados com-
pletamente en Dios, es suficiente para ser llenos de paz, gozo y paciencia.
Cuando usted desea conocer a alguien, es necesario que invierta tiempo en
saber más de esa persona. Lo mismo sucede con el Señor, si usted desea te-
ner intimidad con Dios, debe invertir tiempo con Él. El TcD es Vida Vi-
va es una herramienta ideal, práctica y metódica, que lo ayudará a tener ese
tiempo de intimidad.

¿POR QUÉ TcD es Vida Viva?


Aun cuando usted puede meditar a su modo, con su Biblia, TcD es Vida Vi-
va es una herramienta que lo ayuda a tener constancia, explorando sistemá-
ticamente toda la Biblia. El TcD es Vida Viva en forma continua y perseve-
rante lo ayudará a tener disciplina, logrando establecer el hábito de conec-
tarse con Dios diariamente. Un equipo de escritores excepcionales a nivel
internacional se esfuerza en hacer el contenido y llevar la Palabra de Dios a
cada creyente alrededor del mundo. Esperamos que usted disfrute y se ma-
raville de su TcD es Vida Viva, y pueda compartirlo con otros. Oramos pa-
ra que su vida cambie cada día. También deseamos que TcD es Vida Viva le
sirva de refugio, lo anime, desafíe e inspire en su diario caminar con Dios.

4
Poesía para meditar

Fe y Vida

“En mi puesto de guardia estaré,


sobre la fortaleza afirmaré el pie.
Velaré para ver lo que se me dirá
y qué he de responder tocante a mi queja.

Jehová me respondió y dijo:


‘Escribe la visión, grábala en tablas,
para que pueda leerse de corrido.

Aunque la visión tarda en cumplirse,


se cumplirá a su tiempo, no fallará.
Aunque tarde, espérala,
porque sin duda vendrá, no tardará.

Aquel cuya alma no es recta se enorgullece;


mas el justo por su fe vivirá’”.

Habacuc 2:1-4, RVR95

5
8
07 09 Calendario
1 2 3 4 1 2 3 4 5 Agosto 2020

5 6 7 8 9 10 11 6 7 8 9 10 11 12

12 13 14 15 16 17 18 13 14 15 16 17 18 19

19 20 21 22 23 24 25 20 21 22 23 24 25 26

26 27 28 29 30 31 27 28 29 30

DOM LUN MAR MIÉ JUE VIE SÁB

2 3 4 5 6 7 8

9 10 11 12 13 14 15

16 17 18 19 20 21 22

23 24 25 26 27 28 29

30 31

Notas:

6
Cómo hacer TcD es Vida Viva

Plan de Lectura Bíblica Resumen


Anual M’Cheyne El resumen, del pasaje bíblico de cada día, nos ayuda a compren-
der en un vistazo todo el contenido.

Meditación
Son meditaciones bíblicas y espirituales para
ayudar al lector. Cada meditación ofrece ‘Pre-
guntas para meditar’ y ‘Preguntas de aplica-
ción’, las cuales nos ayudan al meditar en el
pasaje bíblico, para poderlo aplicar de manera
práctica.

Sábado - Aprendizaje de TcD


El último sábado de cada mes, en vez de
‘Ensayos para meditar’, presentamos ejemplos
de aplicación, con la meditación de ese día.
Los que tienen su TcD por primera vez, pueden
aprender, de manera práctica, con el proceso Domingo- Compartir el TcD en familia
de ‘meditación, aplicación, oración’ ya Para los domingos, hemos creado ‘Compartir el
preparado. TcD en familia’ para que todos los miembros de
la familia puedan compartir unidos e interceder
unos por otros. Puede usar ‘Compartir el TcD
en familia’ en su tiempo de culto o altar familiar.

01 02 03 04

Alabanza y oración Leer Meditar Escribir


Busque la presencia Escuche la voz de Dios Converse con el Escriba todo lo que
de Dios con Alabanza por medio de la lectura Señor a través de la el Señor le muestre
y Oración - Marcos del pasaje - Salmos meditación - Josué 1: 8; y enseñe durante
1:35; Lucas 5:16 46:10; Juan 10:3-5 Salmos 1:2 su meditación -
Apocalipsis 1:19
05 06 07

Aplicar Interceder Compartir


Obedezca la voz del Señor por Interceda en oración, por Salga y comparta con otros lo
medio de la aplicación - Salmos usted, por su iglesia y su país que Dios le habló -
119:33-34; Santiago 1:22 - Mateo 6:6 Hechos 20:35

7
La bendición de caminar con Jesús
del pastor Ha Yong-jo

08
Con dones y frutos
del Espíritu

“Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad,
fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley” (Gá. 5:22-23).

8
C uando recibimos el bautismo del Espíritu Santo, nuestro
hombre interior comienza a dar frutos. Además, se mani-
fiestan diversos dones y comenzamos a servir a Dios. Los frutos
y los dones del Espíritu Santo son como las dos caras de una
misma moneda; ninguno es más importante que otro.
Conforme a la imagen de Cristo
Dios es un gran escultor. Él no ve la piedra como es, sino la obra
que puede resultar de ella. Entonces, según esa obra que tiene en
mente, saca todo lo que es necesario con un martillo y un cincel.
Como un escultor que da todo de sí, hasta ver su obra termina-
da, el Espíritu Santo nos moldea a través de la aflicción, lláme-
se enfermedad, quiebra económica o problemas en las relaciones
interpersonales. Así nos moldea, como pueblo del reino de Dios,
conforme a la imagen de Cristo que está en nosotros.
Los frutos del Espíritu Santo son el carácter que se forma en
nosotros, los creyentes, cuando estamos en la presencia de Dios.
Los frutos nos indican cuánto nos parecemos a Cristo. El Espíri-
tu Santo va puliendo diferentes áreas de nuestra vida, para crear
en nosotros el carácter de un cristiano. El Espíritu Santo nunca
se equivoca; según Su plan perfecto, nos va moldeando, perfec-
cionando. Cuanto más tiempo pasamos con Jesús, es más fácil
para el Espíritu Santo crear en nosotros el carácter de Cristo. Es-
tos son los frutos del Espíritu Santo.

Los dones del Espíritu Santo son repartidos por gracia.


De gracia recibisteis, dad de gracia.
Gracias a los cristianos que sirven con amor y verdad,
la gloria de Dios cubrirá el mundo como las aguas cubren el mar.

9
Jesús dijo que el pámpano que no permanece en la vid no pue-
de llevar fruto por sí mismo (Jn. 15:4). El secreto para dar fruto
es permanecer en la vid; de esta manera, podemos ser fructífe-
ros de manera natural y sin esfuerzo. Cada día, veremos el creci-
miento de esos frutos y glorificaremos a Dios.
¿Qué pasaría, si miráramos a Jesús cada día? Cambiaríamos, sin
duda. Como el pámpano no puede dar frutos por sí mismo, pese
a su esfuerzo, tampoco podemos nosotros adoptar el carácter de
Cristo con nuestras fuerzas. Solo damos frutos, cuando perma-
necemos injertos en Él.
Solo con observar los frutos, podemos saber de qué tipo de ár-
bol se trata. Así mismo, los frutos del Espíritu Santo se ven en un
carácter dócil y bueno. Pablo explica el fruto del Espíritu Santo
como: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, man-
sedumbre, templanza (Gá. 5:22-23). Estas nueve virtudes difie-
ren una de la otra y, al mismo tiempo, conforman un solo fruto.
Si permanecemos en Jesús, restauraremos la primera imagen crea-
da por Dios: con una perspectiva correcta para ver las cosas, con
pensamientos y acto bondadosos, incluso para los que son indi-
ferentes con nosotros.
La templanza es la máxima expresión de la madurez espiritual,
la que mantiene el equilibrio entre todas estas virtudes. La tem-
planza no es sinónimo del ascetismo o autocontrol; es imponer
orden y unidad entre todas las virtudes de manera perfecta. Her-
mosa es la templanza.
El servicio, para la gloria de Dios
Cuando somos bautizados por el Espíritu Santo, se manifiestan
los dones de manera visible, y estos nos ayudan a servir a Dios y
al prójimo. El Espíritu Santo reparte dones para que seamos de
edificación para la iglesia y el cuerpo de Cristo (1 Co. cap. 14). Si
no es así, debemos detenernos y orar con humildad a Dios.
¿Para qué nos han sido dado los dones? No los recibimos por
mérito, sino por la gracia de Dios, para que así mismo los com-
partamos de gracia. Los dones no son adquisiciones personales,
sino medios para compartir a otros. Si tenemos el don de la en-
señanza, es para que enseñemos a otros la verdad y los valores
bíblicos; si Dios nos ha dado dinero, es para que sirvamos a los
más pobres, enfermos y marginados. Así es también con la salud;
podemos ir a buscar a los que se encuentran en dificultad y con-
solar sus corazones.

10
De esta manera, los dones del Espíritu Santo no tienen como fin
obtener alguna ganancia personal, sino servir mejor al prójimo,
ser de edificación para la iglesia y así glorificar a Dios.
¿Cuál será el don más importante? El don del amor. Después
de mencionar varios dones, Pablo nos muestra un camino más
excelente (1 Co. 12:31), el de el amor. Buscamos recibir los do-
nes por amor y con amor, y debemos disponerlos para los demás.
Los dones varían, pero uno es el que los reparte, el Espíritu San-
to, según Su voluntad. Por tanto, no hay razón para jactarse de
nuestros dones, por eso, debemos poner nuestros ojos en el Es-
píritu Santo y disponerlos con amor y humildad.
¿Cómo mantenemos viva la esperanza, en un mundo lleno de
corrupción, confusión y desesperación? Los que han recibido
el Espíritu Santo servirán de canal para transmitir la bendición
celestial. Y así dejarán fluir el amor, la verdad y sanarán esta tierra.
La llenura del Espíritu Santo es lo que caracteriza a los cristianos.
El Espíritu Santo supera las barreras de tiempo, raza, lenguaje,
cultura, conocimiento y género, y obra para que la gloria de Dios
cubra la tierra como las aguas cubren el mar.

Como el escultor comienza a labrar la piedra,


así el Espíritu Santo nos moldea con la aflicción,
para hallar en nosotros la imagen de Cristo.

Escrito por Yongjo Ha - Fotografía: equipo de Duranno, shutterstock

Pastor Ha Yong-jo, fundador de la Iglesia Onnuri, Duranno Press, y CGNTV. Apóstol


del amor y hombre de visión, que dio su vida por el Evangelio. Autor de Será feliz
si tiene su tiempo devocional, Una iglesia como la de Hechos, y otros 60 libros.

11
La Palabra de mi vida (8)
Romanos 8:28

Señor
Fiel

Choi Yong-deok / Compositor de música para coros, Editor de la revista mensual “Sol y luna”.

12
C recí lamentándome por ser hijo de madre soltera, de una
familia pobre, por ser débil y carente de todo coraje y vita-
lidad. Hasta que comencé a ir a una pequeña iglesia, cuando es-
taba en secundaria, porque un amigo me dijo que había muchas
chicas lindas. Así, me bauticé a los 15 años, sin siquiera saber lo
que estaba haciendo, y esto alteró a toda la familia.

Aunque parezca una catástrofe


Si bien cuando nací era el fruto una relación de adulterio, de la
noche a la mañana pasé a ser el nieto mayor de una familia que
había seguido el budismo y el confucianismo durante generacio-
nes. Por lo tanto, era completamente inaceptable que el nieto ma-
yor de la familia creyera en Jesús. Mis tíos se oponían con todo su
ser a que yo fuera a la iglesia. Hasta que, finalmente, terminaron
quitándome del árbol genealógico. La pesadilla siguió y, en mi úl-
timo año de la secundaria, me diagnosticaron artritis reumatoide,
lo que me obligó a descansar la segunda mitad del año, debido a
que la enfermedad se había agudizado significativamente. Mi vida
estaba acabada. Ya no podía ni siquiera caminar y la enfermedad
continuaba agravándose. Así, cuando ya me encontraba inmerso
en la desesperanza, gracias a la exhortación de un amigo que ha-
bía vivido una sanación milagrosa, decidí dejar este problema en
manos de Dios y, el primero de octubre del mismo año, me fui a
una casa de oración donde oré en ayunas durante tres días. Clamé
día y noche, hasta que quedé afónico, pidiendo que Dios me de-
mostrara su existencia librándome de esa maldición. No obstan-
te, me frustré aún más al ver que nada cambiaba. Pero, a la tercera
noche, la Palabra sacudió mi ser cuando leí: “Sabemos, además,
que a los que aman a Dios, todas las cosas los ayudan a bien, esto
es, a los que conforme a su propósito son llamados” (Romanos
8:28). En ese instante, en el que decidí entregarle mi vida entera
a Dios si este pasaje era cierto, me puse de rodillas, extendí mis
brazos y confesé: “Dios, gracias por haber hecho que naciera de
una madre soltera. Gracias por haber hecho que naciera de una
familia pobre. Gracias por haberme hecho cobarde y débil. Ten-
go fe en que utilizarás todo esto para hacer el bien. También te
agradezco por haberme dado artritis reumatoide. Estaré agrade-
cido, si me curas; pero también te agradeceré, si no lo haces. Sé
que todo esto será un beneficio para mí”.
Aquella noche acepté al Salvador Jesús en el centro de mi vida y
dejé de orar para que sanara mis piernas. Estaba tan conmovido
por la salvación que había recibido, que durante seis días solo leí

13
La Palabra de mi vida (8)
Romanos 8:28

la Biblia. Finalmente, el 9 de octubre sucedió el milagro que sanó


mis piernas y las volvió a dejar totalmente recuperadas. Así, ba-
jé corriendo de aquella casa de oración a la que nueve días antes
había subido arrastrándome.

Dios usa todo para hacer el bien


Este milagro dio lugar a otra buena obra que fue clave para que
mi familia me aceptara como cristiano. Si bien después de aquel
día también tuve miles de adversidades y sufrimiento físico, pude
superarlos aferrándome a la promesa de Romanos 8:28. Dios cum-
plió Su promesa de sostenerme y de hacer obras increíbles por
medio de todo lo que me sucediera. Utilizó el talento que me dio
para formarme como compositor de alabanzas para coros, como
editor del libro alabanzas (de la serie “Praise Jesus”), como obre-
ro en el ministerio de las prédicas escritas, y me permitió ser líder
de la adoración de los jueves en la provincia de Dae-gu. En el ca-
so de los libros “Praise Jesus 1000” y “Praise Jesus 1500”, fueron
creados durante los dos años que pasé en medio de la montaña,
luego de haber perdido la voz, en una época en la que estaba es-
merándome al máximo en el ministerio. O sea que, de no haber-
me quedado afónico, estos dos himnarios no existirían.
La alabanza “Grande es Tu fidelidad” nació mientras me encon-
traba en lo profundo de las montañas y la letra es mi testimonio:
“Dios, Tú no me has defraudado jamás y siempre me has prote-
gido con Tu justicia y gracia / Al mirar hacia atrás, sé que no hay
nada que no haya estado en Tus manos”. Así, las numerosas ad-
versidades que Él permitió que sucedieran fueron para moldear
mi personalidad y hacer que me pareciera más a Jesús. Dios fue
podando mi ego inflexible y terco, para hacerme más humilde,
más suave y generoso. De esta manera, el entorno en el que nací,
mi difícil situación familiar, mi debilidad, mis defectos y la sani-
dad de una enfermedad incurable, se convirtieron en los bienes
más preciosos que necesitaba para ser un obrero de Dios. Se con-
virtieron en mi certificado para consolar y alentar a quienes vie-
nen de familias parecidas y padecen el mismo dolor (2 Corintios
1:3-5). ¿Hay algo mejor que esto?

14
Pioneros de la misión

La vida del
siervo bendecido
Heo Eon-yak · Park Ireh - Misioneros enviados por la Iglesia
Presbiteriana de la República de Corea

Q uienes nos visitan, nos preguntan: “¿Cómo llegaron hasta aquí?”. Pero
esta pregunta también implica otra inquietud: ‘¿Cómo pueden vivir aquí
con sus hijas?’. En las montañas de Nepal, donde vivimos mis cuatro hijas, mi
esposa y yo, a menudo se corta la electricidad y tenemos que usar el agua de la
lluvia, porque no hay acueducto. Y para comprar productos básicos tenemos
que ir hasta Katmandú, la capital, que queda a unas cuatro horas.
Llegamos hasta esta aldea de Nepal siguiendo a Dios; y aquí ayudamos a las
humildes iglesias que se encuentran en estas áreas remotas de la cordillera, al
mismo tiempo que servimos a los misioneros locales, que están sedientos de
la Palabra, a través de la escuela bíblica. Además, fundamos una escuela mi-
sionera en la zona fronteriza a la Región Autónoma del Tíbet de China, don-
de servimos y amamos con el corazón de Dios a sus habitantes, cuya mayoría
son budistas tibetanos, y les predicamos el mensaje de Cristo. Como siento que
logro compartir sobre el Señor a través de la convivencia, entonces vivimos
como ellos, sin gozar de los beneficios de la civilización: sin bañarnos duran-
te días, durmiendo en el piso de barro y alimentándonos a base de arroz y sal.
“¿Quién es el mayordomo fiel y prudente al cual su señor pondrá sobre su ca-
sa para que a tiempo les dé su ración? Bienaventurado aquel siervo al cual,
cuando su señor venga, lo halle haciendo así” (Lucas 12:42-43). Lo que hago
no es por mi propia fuerza, sino que simplemente obedezco siguiendo la Pa-
labra. Hoy también subo esta montaña para encontrarme con esta pobre gen-
te, que le entrega todo al budismo tibetano, sin conocer al Dios Padre, que es
más grande que el Himalaya que Él mismo creó.
15
Pioneros de la misión
La escuela misionera ubicada a 2.600 metros al nivel del mar comenzó a trans-
formar el pensamiento y la vida de los habitantes. Les enseñamos a los niños
que fueron creados por Dios, creador del cielo y la tierra, que Su amor por
ellos es infinito y que Él tiene un plan para ellos. Entonces, estos niños, que
todo lo que querían era resolver el pan de cada día, empezaron a tener visio-
nes como la de poder manejar, para trabajar en el zoológico y ayudar a los de-
más con su sueldo, y muchas otras actividades que quieren intentar por primera
vez. Por mi parte, quisiera ser el guía que los lleva hacia Jesús, y que la confe-
sión de Lucas 17:10 llene la vida de mi familia y la mía. “Siervos inútiles so-
mos, pues lo que debíamos hacer, hicimos”.

Pakistán China

Nepal
Bután

Katmandú
Bangladés
India

Bahía de
Bengala

Información sobre el PAÍS

S u nombre oficial es República Federal Democrática de Nepal y es don-


de se encuentra la montaña más alta del mundo, el Everest, entre la Re-
gión Autónoma del Tíbet e India. Tiene unos 30 millones de habitantes y es
un país multiétnico, donde conviven más de 100 grupos étnicos. El idioma
oficial es el nepalí, aunque tiene más de 50 lenguas distintas.
Si bien reinó la monarquía absoluta durante mucho tiempo, en 1990 eligie-
ron la monarquía constitucional, la cual fue derribada, en el 2006, tras una
lucha armada con el partido comunista. Así, en el 2008 adoptaron el mode-
lo de la república. Su principal actividad económica es la agricultura, y los
productos que más exporta son la caña de azúcar y el tabaco. Sin embargo,
cuenta con un nivel bajo de producción, debido a las peligrosas montañas.

16
Información para ORAR

E n la frontera sur, que limita con India, predomina el hinduismo; mientras


que, en el norte, donde la Región Autónoma del Tíbet limita con Chi-
na, predomina el budismo tibetano. El 85 % de la población es hinduista y
el 10 % budista. El cristianismo no llega al 3 %, una cifra similar a la de los
musulmanes.
Quienes habitan en las remotas zonas montañosas son menospreciados y la
tasa de evangelización es extremadamente baja por el difícil acceso para los
misioneros. En parte, también se debe a las restricciones para evitar la di-
fusión del cristianismo y así conservar el hinduismo, a pesar de que asegu-
ran estar a favor de la república democrática. Oremos para que el evangelio
de Jesús se anuncie con fuerza hasta los rincones más remotos de Nepal.

Temas de oración de los misioneros


HEO EON-YAK · PARK IREH

1
Para que podamos

2
ser mayordomos
honestos y sabios que
comparten fielmente Para que las tribus
el pan del alma budistas que viven en
confiando en Dios. las montañas sean
transformadas por
el Espíritu Santo y
puedan disfrutar de

3
una vida que adora a
Dios.
Para que las iglesias
de las montañas sean
llenas de la Palabra

4
con la obra potente
del Espíritu Santo y Para que el evangelio
sean iglesias fuertes fluya en Nepal
invencibles ante las por medio de los
fuerzas del mal. estudiantes que se
están entrenando para
ser pastores.

17
¿ ?
Buscando respuestas (8)

Qué pasa con los bebés


que mueren sin haber
escuchado el evangelio

Lee Sang-hee / Pastor principal de la iglesia Hosanna. Doctorado


en Antiguo Testamento de la Universidad de Princeton

L as obras “Virgen de la leche” y


“Madonna con San Francisco”
del artista italiano renacentista, An-
¿Los bebés que mueren sin
haber escuchado el evangelio
pueden ir al cielo?
tonio Da Correggio (1494-1534), in-
cluyen ángeles bebés conocidos como La obra “Madonna Sixtina” de Ra-
putto, en singular, y putti, en plural. fael, “Madonna con San Francisco”
Por su parte, Rafael Sanzio (1483- y “La Virgen y el niño en la gloria”
1520), otro artista de esa época, tam- de Correggio tienen pintados suave-
bién pintó a dos putti en la parte infe- mente rostros de bebés en el fondo.
rior de su obra “Madonna Sixtina”, y Tal vez sean putti, pero, al observar
uno de ellos se hizo famoso cuando a estas pequeñas caras difuminadas
una cadena de cafetería lo eligió para entre la bruma, que miran a Jesús y
su logo. ¿Por qué pintaban a estos án- a María, no puedo evitar pensar en
geles bebés tan seguido? De hecho, los bebés que Herodes ordenó matar
en distintas ciudades de Europa, cuando se acercaba el nacimiento de
como Roma y Múnich, se pueden ver Jesús. Del mismo modo, los dos ánge-
numerosas esculturas en las que un les de Madonna Sixtina, que miran al
grupo de putti luchan contra enfer- cielo desde abajo con una mirada llena
medades contagiosas. Un ejemplo es de curiosidad, parecieran preguntán-
el monumento Pestsäule (Columna de dole a Dios: ‘¿Los bebés que mueren
la Peste) de Viena, Austria, donde se sin haber escuchado el evangelio pue-
ven nueve coros de ángeles matando den ir al cielo?’.
a la peste. Es posible que los ángeles La presencia de estos ángeles bebé en
que aparecen a menudo en las obras las obras europeas de la Edad Media
de la Edad Media en Europa tengan hace alusión al interrogante frente a la
que ver con esa epidemia que dejó a salvación de los infantes que perdie-
muchos sin vida. ron sus vidas a causa de la peste. Juan

18
Calvino explicó: “Dios afirmó que Él n­o vedad, sino que se vienen trans-
elige a los niños como Su pueblo an- mitiendo desde la iglesia primitiva, la
tes de que nazcan. A esto se refiere cual nos pide que recordemos que los
cuando promete ser nuestro Dios y el hijos de los creyentes son salvos. Una
Dios de nuestros hijos (Génesis 17:7). razón más para aceptar el evangelio y
Así, aquel pasaje incluye la salvación creer en Jesús.
de los pequeños” (“La institución de Si la muerte del hijo de un creyente
la religión cristiana”, Tomo IV 15:20). es un problema aparte, ¿qué sucede
Además, agregó: “Esto no quiere de- con aquellos que mueren sin haber es-
cir que un niño que muere antes de ser cuchado el evangelio? Como dice en
bautizado no pueda entrar al cielo, ya la Biblia: “la muerte pasó a todos los
que el pacto de Dios no tiene efecto hombres, por cuanto todos pecaron”
solo por medio de elementos adicio- (Romanos 5:12). O sea que todos co-
nales como el bautismo” (“La institu- metimos un pecado que nos lleva a la
ción de la religión cristiana”, Tomo IV muerte y, por consiguiente, viviremos
15:22). También en el artículo XVII siendo instrumento de la muerte has-
de los “Cánones de Dort”, conocidos ta el final. Esto no es una excepción
como “La flor de la teología refor- para nadie por más grandioso que pa-
mada”, se aclara lo siguiente: “[...] los rezca ser. Y nadie puede superar el
hijos de los creyentes son santos, no juicio de Dios por más buenas obras
por naturaleza, sino en virtud del pac- que haya realizado, debido a que hizo
to de gracia en el que están compren- muchas otras cosas como herramien-
didos con sus padres. Por esta razón, ta de la muerte. Si en vida hemos oído
los padres piadosos no deben dudar el evangelio, creemos en Jesús y he-
de la elección y salvación de los hi- mos recibido la misericordia de Dios,
jos a quienes Dios quita de esta vida ¡gracias le debemos dar al Señor! Aho-
en su niñez” (Gn. 17:7; Hch. 2:39; 1 ra, si alguno no ha oído el evangelio,
Cor. 7:14). no por eso será injusto el juicio con-
tra su pecado. Sin embargo, mientras
¿Por qué debemos responder el resto se queja de no haber tenido
al evangelio y predicarlo? la oportunidad de escuchar el evange-
lio, Dios les encomendó a todos los
Si bien las preguntas sobre el bautis- fieles el deber de predicarlo. Por eso,
mo y la salvación de los bebés suenan debemos esforzarnos siempre en pre-
complicadas, en realidad son simples dicar, a tiempo y fuera de tiempo (2
y directas. Así mismo, no son una Timoteo 4:2).
19
Introducción bíblica

Romanos (2) (cap. 5-16)


Mas el justo por la fe vivirá
¡Oh, cuán grande es el misterio de la salvación de Dios! Tanto los judíos como
los gentiles adoran y glorifican juntos a Dios. Por Su gracia han sido justificados
todos los que creen en Él, así que deben vivir en santidad, bajo la guía del
Espíritu Santo. La fe de los creyentes brilla cuando aman a sus enemigos y los
aceptan como son, según el ejemplo que les mostró el Padre, al entregar a Su
Unigénito por amor a nosotros, aun cuando éramos Sus enemigos.

Doctrina: la La gracia de Dios (3:21-8:39): l a muerte de Jesucristo en


justicia por la fe la cruz es la máxima expresión del amor y la gracia de Dios
(1:1-11:36) por nosotros.
La bendición de la justificación (5:1-11): cuando toda-
vía éramos enemigos de Dios, Él entregó a Jesucristo a la
cruz por nosotros. Con Su sangre expió todos nuestros pe-
cados y derramó Su amor por medio del Espíritu Santo. Jus-
tificados por la fe, disfrutamos de paz y gozo en Cristo, y
nos gloriamos en la esperanza de Dios en las tribulaciones.
La eficacia de la justificación (5:12-21): e l pecado en-
tró en el mundo por un hombre, Adán; y por el pecado, la
muerte. Así, la muerte pasó a todos los hombres, por cuan-
to todos pecaron. No obstante, por la justicia y obediencia
de uno (Jesucristo), muchos son constituidos justos y reci-
ben vida eterna.
Esclavo del pecado o de la justicia (6:1-23): no pode-
mos perseverar en el pecado bajo la excusa de que la salva-
ción es por fe y no por las obras de la Ley. Los que creemos
en Jesús nos hemos unido a él para morir al pecado, hemos
resucitado con él, vivimos para Dios y gozamos de la vida
eterna. Por cuanto el viejo hombre fue crucificado con Cris-
to, el pecado no se puede enseñorear más de nosotros. Li-
bres del pecado, vinimos a ser siervos de la justicia. Ya no
estamos bajo la Ley, sino bajo la gracia. Como siervos de
la justicia, sometámonos a Dios; porque por nuestra obe-
diencia alcanzaremos santidad.
La Ley y el pecado (7:1-25): la Ley no expía el pecado. Se-
gún el parámetro de la Ley, el precio del pecado es la muer-
te. Pero como el viejo hombre, que se encontraba bajo la
Ley, murió con Cristo (6:6), la Ley ha perdido su función de
20
condenación. Pablo lo explica mediante la sujeción de una
relación matrimonial. No es que la Ley en sí sea mala; de
hecho, el hombre que la cumple vivirá (Lv. 18:5; Ez. 20:13,
21), porque es santa, justa y buena. No obstante, ella obra
para muerte cuando se incumple. Antes de la Ley, pecába-
mos sin saberlo; pero ahora sabemos qué es pecado. Nada
bueno hay en nosotros. Aunque conocemos la Ley de Dios,
somos incapaces de cumplirla a la perfección; y, aunque lu-
chemos contra el pecado, al final, nos sometemos a él. Je-
sucristo es el único que nos puede rescatar del pecado que
nos lleva a la muerte.
La Ley del Espíritu de vida (8:1-17): l a carne es débil, por
eso, no podemos alcanzar la salvación guardando la Ley. Sin
embargo, Dios habilitó un camino de salvación al enviar al
mundo a Su Hijo, Jesucristo, en la carne, para que pagara el
precio de nuestros pecados. También envió al Espíritu San-
to para que habitara dentro de nuestro ser. Hemos sido li-
berados del pecado y de la muerte; ya no hay condenación,
sino vida eterna en Cristo. Por tanto, debemos hacer morir
las obras de la carne por el Espíritu Santo y vivir en santi-
dad. El Espíritu de Dios, quien mora dentro de nosotros, da
testimonio de que somos hijos de Dios. Las aflicciones del
tiempo presente no son comparables con la gloria venidera
que en nosotros ha de manifestarse. Por tanto, esperamos
lo que no vemos y con paciencia aguardamos la perfección
de nuestra salvación.
El amor de Dios (8:18-39): D  ios no nos deja solos en es-
te camino de la fe; nos ha dado el Espíritu Santo para que
nos ayude en nuestra debilidad e interceda por nosotros,
conforme a Su voluntad. Nosotros, los creyentes, no vivi-
mos con nuestras fuerzas, sino con el poder del Espíritu. A
los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien. Su
propósito es llamar a los que predestinó, imputarles justi-
cia (justificación), enseñarles a imitar la imagen de Cristo
(santificación) y llevarlos a la glorificación. Por Su gracia,
ha entregado a Su Hijo para salvarnos. Por tanto, nadie po-
drá condenar ni vencer a los que estamos en Cristo. Nada ni
nadie podrá separarnos del amor de Dios ni de Cristo. Ese
amor nos da el poder para vencer en las aflicciones.
El plan de Dios (9:1-11:36): e l amor de Dios por el pue-
blo de Israel es eterno; Su plan es guiarlo a la salvación, que
es por la fe en Cristo.

21
Introducción bíblica
La soberanía de Dios y Su promesa (9:1-33): I srael, el
pueblo escogido de Dios, recibió la promesa del Padre. Sin
embargo, rechazaron el evangelio y la gracia de la redención
que Dios concede a los que creen en Él. Alguno podría de-
cir que Dios ha invalidado el pacto, pero no es así. De los
hijos de Abraham, Isaac sería el único heredero de la pro-
mesa. Fue también por la soberanía de Dios que escogió a
Jacob y no a Esaú de entre los hijos de Isaac. Nosotros so-
mos creación de Dios, por tanto, debemos aceptar Su sobe-
ranía. Es la voluntad del Soberano justificar tanto a judíos
como gentiles por la fe. Los israelitas iban tras una Ley de
justicia, por obras de la Ley, y fallaron en cumplirla (v. 31).
Pero habrá un remanente de Israel que será salvo (v. 27): los
que reaccionen con fe ante Dios. De ninguna manera ha si-
do invalidada la promesa de Dios.
La incredulidad de Israel (10:1-21): el pueblo de Israel
procuró establecer su propia justicia, porque creían equívo-
camente que podían alcanzar la salvación por las obras de
la Ley. No obstante, la justicia de Dios revelada en el evan-
gelio establece que la salvación es solo para aquel que cree
en Cristo. Para esto, Jesús murió en la cruz. Además, Él per-
feccionó la Ley con su muerte conforme estaba estableci-
do en ella. Todo aquel que cree que Dios levantó a Cristo
de entre los muertos y confiese que Jesucristo es el Señor,
será salvo. Ahora, la oportunidad para la salvación está dis-
ponible, tanto para los judíos como también para los gen-
tiles. El evangelio ha sido predicado, así que los que oyen
y creen en él, serán salvos. Por tanto, no hay excusas para
los judíos que han oído el evangelio y no la han aceptado.
El remanente de Israel (11:1-24): c on todo, Dios no ha
desechado a Israel, Su pueblo escogido. En este tiempo, ha
quedado un remanente escogido por gracia. El evangelio de
Cristo, quien fue rechazado por los judíos, ha sido anuncia-
do a los gentiles; y los que han aceptado con fe a Jesús han
recibido salvación. Por la transgresión de los judíos, vino
la salvación a los gentiles, por la gracia de Dios. Por tanto,
los gentiles deben tener temor y humildad en su corazón
en todo momento.
La restauración de Israel (11:25-36): i rrevocables son los
dones y el llamamiento de Dios. Por la desobediencia de Is-
rael, los gentiles han alcanzado la misericordia de Dios y la
salvación por la fe. Sin embargo, los israelitas, que en otro
22
tiempo desobedecieron a Dios, alcanzarán misericordia y
serán salvos conforme a la promesa. Es decir, que cree-
rán en Cristo y serán restaurados como el pueblo de Dios.
¿Quién podrá conocer la profundidad de la sabiduría y de
la ciencia de Dios?

Aplicación: Deberes de los santos (12:1-21): e s de esperar que los re-


deberes de los dimidos por la gracia de Dios obedezcan a Su Palabra y a
justificados Su voluntad.
(12:1-16:27) Adoración sin límites (12:1-8): n  o rendimos el culto solo
dentro de la iglesia; adoramos a Dios también en nuestra vi-
da cotidiana, obedeciendo a la Palabra. No seguimos la co-
rriente de este mundo pecaminoso, sino que nos guiamos
por nuevos valores y una forma de vida diferente. Esto es
posible solamente cuando nuestro corazón es transformado,
renovado y capacitado para discernir la voluntad de Dios.
El servicio y el amor (12:9-21): c omo miembros con di-
ferentes dones, todos formamos parte de un solo cuerpo,
que es la iglesia y Cristo. No hay dones mejores o peores;
cada uno debe servir a otros conforme a los dones recibi-
dos. Nos consagramos por amor y por lo que dice la Pala-
bra, que es verdad. Como creyentes, debemos perseverar
con esperanza, siendo constantes en la oración para vencer
la aflicción. Nos gozamos con los que se gozan y lloramos
con los que lloran, sin compararnos con nadie. Si es posi-
ble, en cuanto depende de nosotros, estamos en paz con
todos los hombres y amamos, incluso con nuestros enemi-
gos. Este es el amor que Cristo nos mostró en la cruz. So-
mos canales de bendición para los que todavía no conocen
a Cristo y no han recibido la salvación.
Deberes de ciudadanos (13:1-14): l os creyentes somos
ciudadanos celestiales y, al mismo tiempo, ciudadanos de
una nación terrenal. Debemos cumplir con todos los debe-
res de ambas naciones.
Sometimiento a las autoridades (13:1-7): t oda autoridad
terrenal es imperfecta, pero ha sido establecida por Dios
para fomentar el bien y detener el mal. Los creyentes de-
ben cumplir con todos los deberes del ciudadano y respe-
tar a los líderes de la nación.
La deuda del amor (13:8-14): D  ios entregó a Su Hijo por
amor a nosotros; y Cristo nos amó hasta la muerte. El amor
es una deuda eterna que trataremos de saldar en lo que r­esta
23
Introducción bíblica
de nuestra vida. El amor no le hace mal al prójimo, sino
que es el cumplimiento de la Ley. Aunque seguimos en es-
te mundo terrenal esperando el retorno del Señor, busca-
mos apartarnos en santidad, haciendo las obras del Espíritu
y no de la carne.
Ser de edificación (14:1-15:13): n  o hay comunidad terre-
nal libre de problemas. Sin embargo, cuando los creyentes
logran la unidad en el Espíritu, el reino de Dios es instau-
rado dentro de la iglesia, en el cual reina la justicia, la paz
y el gozo.
Divisiones de la iglesia (14:1-12): la iglesia de Roma estaba
dividida. Por un lado, estaban los débiles en la fe, que con-
tinuaban guardando las leyes de la alimentación y las fies-
tas solemnes; y por otro, estaban los más fuertes en la fe,
que comían con libertad, sin restricciones y no celebraban
las fiestas solemnes. Estos últimos menospreciaban a los
primeros, acusándoles de no tener fe; y los primeros con-
denaban a los otros. El cumplimiento de la Ley en cuanto a
la alimentación o las fiestas solemnes no es condición para
recibir la salvación (Gá. 2:16). Más importante que discutir
sobre estas cosas que no son esenciales es guardar la uni-
dad de la iglesia. Debemos vivir por Cristo, Aquel que mu-
rió y resucitó por nosotros. Dios es el único Juez; no nos
corresponde a nosotros juzgar al prójimo.
Toleraos con amor (14:13-23): n ada es inmundo en Cris-
to. Pero el que está firme en la fe y ama al prójimo, limita-
rá sus obras para no poner tropiezo a los más débiles. Los
miembros de la iglesia se deben amar en el Espíritu Santo,
tolerarse, servirse los unos a los otros, y tratarse con justi-
cia, paz y gozo, pues son una comunidad que Dios utiliza
para mostrar Sus obras y Su reino. Por tanto, los que están
firmes en el Señor, deben guardar su fe y limitar su libertad
por amor a los más débiles.
La parábola de la rama injerta en Romanos capítulo 11
Simbología

Las ramas
La raíz del buen Ramas desprendidas (los Las ramas silvestres injertas en el buen
naturales
olivo (padres de fe) judíos que no creen en Jesús) olivo (los gentiles que creen en Jesús)
(judíos)

Las ramas naturales simbolizan a los judíos (Israel), que fueron arrancados del olivo por su
Enseñanzas

incredulidad. Por su transgresión, los gentiles fueron injertados en Abraham, el padre de los
judíos y de todos los creyentes, por voluntad de Dios, porque han oído y creído en el evangelio de
Jesucristo. Por tanto, los creyentes gentiles, que son como ramas silvestres que han sido injertas
en el buen olivo, no pueden jactarse contra los judíos. Por supuesto, cuando los judíos, que son las
ramas naturales, crean en Cristo, serán injertos nuevamente en el buen olivo y serán salvos.

24
Unánimes (15:1-13): p  ara la gloria de Dios, Cristo fue afli-
gido en la cruz por nosotros, cuando todavía éramos débiles
y pecadores. Deseamos imitar a Jesús, tratando de agradar al
prójimo, en lugar de buscar nuestro propio beneficio. Co-
mo Cristo nos recibió siendo pecadores, así también debe-
mos aceptarnos los unos a los otros. La voluntad de Dios
es que todos los hombres del mundo conformen un solo
pueblo, el pueblo de Dios mediante Cristo, y que con gozo
adoren al único que es digno.
Conclusión (15:14-16:27): d espués de explicar la razón por
la cual envía la epístola a los creyentes en Roma, Pablo les
revela sus futuros planes y les pide oración.
Planes de ir a Roma (15:14-33): e n esta epístola, Pablo
testifica a los santos en Roma cuán grande ha sido la mise-
ricordia de Dios, pues fue considerado como el apóstol de
los gentiles sin merecerlo. Después de predicar el evange-
lio de Cristo por todo el oriente del mar Mediterráneo por
el poder del Espíritu Santo en Cristo, les comenta que de-
sea ir a España. Si bien no había podido ir a Roma en varias
ocasiones, planea hacerlo después de entregar las ofrendas
en Jerusalén, camino a España. El Apóstol pide a los roma-
nos que intercedan por él, por cuanto piensa que pueden
suscitarse ciertos obstáculos a la evangelización.
Saludos personales (16:1-27): e s posible que Febe sea la
persona que haya llevado la epístola de Pablo a la iglesia de
Roma. De todas las epístolas pauli-
nas que contienen una lista de con-
Roma y las naciones vecinas
siervos del Apóstol, Romanos es
Roma Mar Adriático Macedonia la más extensa. También Pablo les
Ita
lia Anfípolis
advierte a los lectores de discernir
Foro de
Apio
Tesalónica y apartarse de los falsos maestros
Pompeya
Mar Tirreno
que causan divisiones. Debemos
Acaya
ser sabios para el bien, e ingenuos
Sicilia Corinto para el mal. El evangelio anunciado
Siracusa Atenas por Pablo corresponde a las profe-
Esparta
Malta cías dichas por Dios en las Escritu-
Mar Mediterráneo ras y que se cumplieron en Cristo,
para que todas las naciones crean
Cirene y obedezcan a la fe.
Cirenaica

25
SÁB

01 La cruz, nuestra
esperanza
Romanos 5:1-11

La Biblia en un año:
1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para
Jue. 15/ Hch. 19/ Jer. 28/ Mr. 14
con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, 
1   Puesto que Dios ya nos ha hecho justos gracias a la
fe, tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor
Jesucristo. 

2 por quien también tenemos entrada por la fe a


esta gracia en la cual estamos firmes, y nos glo-
riamos en la esperanza de la gloria de Dios. 
2 Pues por Cristo hemos podido acercarnos a Dios por
medio de la fe, para gozar de su favor, y estamos firmes,
y nos gloriamos con la esperanza de tener parte en la
gloria de Dios.

3 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos


en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación
produce paciencia; 
3 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos de los
sufrimientos; porque sabemos que el sufrimiento nos da
firmeza para soportar, 

4 y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; 


4 y esta firmeza nos permite salir aprobados, y el salir
aprobados nos llena de esperanza. 

5 y la esperanza no nos defrauda, porque el amor


de Dios ha sido derramado en nuestros corazo-
nes por el Espíritu Santo que nos fue dado.
5 Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha lle-
nado con su amor nuestro corazón por medio del Espíritu
Santo que nos ha dado.

6  Cristo,
cuando aún éramos débiles, a su tiem-
po murió por los impíos. 
6 Pues cuando nosotros éramos incapaces de salvar-
nos, Cristo, a su debido tiempo, murió por los pecadores. 
26
Romanos 5:1-11

El que ha sido justificado por la fe, tiene paz con Dios y se


gloría en Su esperanza. Además, se gloría en las tribulaciones,
sabiendo que producen paciencia; y la paciencia, prueba; y la
prueba, esperanza. Cristo, cuando aún éramos débiles, murió
para reconciliarnos con Dios.

7 Ciertamente, apenas morirá alguno por un jus-


to; con todo, pudiera ser que alguien tuviera el
valor de morir por el bueno. 
7 No es fácil que alguien se deje matar en lugar de otra
persona. Ni siquiera en lugar de una persona justa;
aunque quizás alguien estaría dispuesto a morir por la
persona que le haya hecho un gran bien. 

8  Pero Dios muestra su amor para con noso-


tros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió
por nosotros. 
8 Pero Dios prueba que nos ama, en que, cuando todavía
éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.

9  Con mucha más razón, habiendo sido ya jus-


tificados en su sangre, por él seremos salvos de
la ira,
9 Y ahora, después que Dios nos ha hecho justos me-
diante la muerte de Cristo, con mayor razón seremos
salvados del castigo final por medio de él. 

10  porque, si siendo enemigos, fuimos reconci-


liados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho
más, estando reconciliados, seremos salvos por
su vida. 
10 Porque si Dios, cuando todavía éramos sus enemigos,
nos reconcilió consigo mismo mediante la muerte de su
Hijo, con mayor razón seremos salvados por su vida,
ahora que ya estamos reconciliados con él. 

11 Y no sólo esto, sino que también nos gloria-


mos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por
quien hemos recibido ahora la reconciliación.
11 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en
Dios mediante nuestro Señor Jesucristo, pues por Cristo
hemos recibido ahora la reconciliación.

27
Ayuda a su meditación

El gozo de la esperanza (5:1-5)


Como cristianos nos regocijamos por motivos diferentes a los del mundo. Dios
llama ‘justos’ a todos los que han sido salvos por su fe en Jesús. Gracias a Su
sacrificio en la cruz, tenemos paz para con Dios y la grata esperanza de que se-
remos santificados y glorificados en un futuro cercano. Esa esperanza en el fu-
turo eterno influye de manera positiva sobre el presente. No nos gozamos solo
en el tiempo de paz, sino también en la tribulación. La aflicción en sí es amarga,
pero dicho proceso nos lleva a imitar más a Cristo, y a alimentar la esperanza
en la vida eterna y en los galardones de Dios. La esperanza no avergüenza; por
tanto, pidamos al Espíritu Santo que nos ayude a atesorar el amor que Dios ha
derramado sobre nuestros corazones.
¿Cómo pueden los creyentes regocijarse en la tribulación, según Pablo? ¿Cuál
es la prueba que debo soportar con gozo, por el amor de Dios?

Dios ha mostrado Su amor (5:6-11)


El amor de Dios es nuestra esperanza, y Jesucristo es la máxima expresión de
dicho amor. Pablo explica Su amor en términos de la muerte de Jesús en la cruz.
Jesús, el unigénito del Padre, entregó su vida por nosotros, cuando aún éramos
pecadores. Su muerte redentora a favor de los pecadores demuestra el gran
amor de Dios para con nosotros. Gracias a la muerte de Cristo, fuimos recon-
ciliados con Dios; gracias a la resurrección de Cristo, fuimos rescatados de la
muerte y del juicio. La convicción de la salvación es el motivo de nuestro gozo
y esperanza. Debemos regocijarnos en la esperanza, por cuanto hemos sido re-
vestidos del gran amor y la misericordia de Dios; y también debemos anunciar a
otros que hemos sido reconciliados con Dios por Su misericordia y amor.
¿Cómo éramos nosotros, antes de conocer a Jesús? ¿Cómo podría correspon-
der al gran amor que Dios me ha mostrado por medio de Jesús?

Amado Dios, gracias porque has entregado la vida de Tu Unigénito para


Una Carta
salvarme a mí, cuando era débil y pecador, y porque me sigues amando
a Dios con ese amor incondicional. Confío en que me moldearás hasta que sea
una persona de fe. Ayúdame a soportar con gozo la aflicción presente
hasta participar de la gloria venidera
28
Ensayo para meditar Romanos 5:1-11

La alegría de quien
conoce la gracia

M
i sueño era ser profesor universitario para dar clases y di-
rigir investigaciones. Pero, mientras me preparaba para ir a
estudiar a EE. UU., Dios le dio un giro a mi vida e hizo que
cambiara de especialidad por una poco conocida: historia del islam.
Si bien en aquel entonces no comprendía bien la dirección en la que
me llevaba, cuando me entregué por completo a Él, descubrí que
me había ensañado a predicar el evangelio (que es el ministerio más
importante). Así mismo, entre los obreros que me acompañan hoy
en Indonesia hay quienes tuvieron experiencias similares, porque,
habiendo tenido la oportunidad de enseñar en universidades esta-
dounidenses, recibiendo un generoso salario, decidieron dedicarse
al ministerio de Dios, sin recibir un sueldo. Todos confiesan que
están agradecidos y que no dudarían en volver a entregar sus vidas
enteras, porque conocieron a Jesús, quien lo dio todo por ellos.
Quienes creen que todo fruto brota por la gracia de Dios, tienen un
gozo inexplicable. Yo mismo he experimentado esa alegría que me
permite superar toda adversidad, porque sé que todo mi ministerio
en Mongolia e Indonesia ha sido posible enteramente por la gracia
de Dios.
Recibimos la vida eterna porque Jesús se entregó por completo,
cuando nosotros todavía éramos pecadores. Por ende, debemos
entregarle nuestra vida entera como una ofrenda de grato aroma.
Pongamos entonces nuestro presente y nuestro mañana en Sus ma-
nos, como un sacrificio vivo de adoración, reconociendo que todo
lo que hemos experimentado ha sido bajo Su gracia y porque Él lo
ha permitido.

Expectativa, Lee Yong-kyu


Aplicación Personal

29
DOM

02 La desobediencia
trajo la muerte
Romanos 5:12-21

La Biblia en un año:
12  Por tanto, como el pecado entró en el mun-
Jue. 16/ Hch. 20/ Jer. 29/ Mr. 15
do por un hombre y por el pecado la muerte, así
la muerte pasó a todos los hombres, por cuan-
to todos pecaron. 
12 Así pues, por medio de un solo hombre entró el peca-
do en el mundo y por el pecado entró la muerte, y así la
muerte pasó a todos porque todos pecaron. 

13 Antesde la Ley ya había pecado en el mundo;


pero donde no hay Ley, no se inculpa de pecado. 
13 Antes que hubiera ley, ya había pecado en el mun-
do; aunque el pecado no se toma en cuenta cuando no
hay ley. 

14 No obstante, reinó la muerte desde Adán has-


ta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera
de la transgresión de Adán, el cual es figura del
que había de venir.
14 Sin embargo, desde el tiempo de Adán hasta el de
Moisés, la muerte reinó sobre los que pecaron, aunque
el pecado de éstos no consistió en desobedecer un man-
dato, como hizo Adán, el cual fue figura de aquel que
había de venir.

15 Pero el don no fue como la transgresión, porque


si por la transgresión de aquel uno muchos mu-
rieron, la gracia y el don de Dios abundaron para
muchos por la gracia de un solo hombre, Jesucristo. 
15 Pero el delito de Adán no puede compararse con el
don que Dios nos ha dado. Pues por el delito de un so-
lo hombre, muchos murieron; pero el don que Dios nos
ha dado gratuitamente por medio de un solo hombre,
Jesucristo, es mucho mayor y en bien de muchos. 

16  Y con el don no sucede como en el caso de


aquel uno que pecó, porque, ciertamente, el
juicio vino a causa de un solo pecado para con-
denación, pero el don vino a causa de muchas
transgresiones para justificación. 
16 El pecado de un solo hombre no puede comparar-
se con el don de Dios, pues por un solo pecado vino la
condenación; pero el don de Dios, a partir de muchos
pecados, hace justos a los hombres. 

30
Romanos 5:12-21

Como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el


pecado la muerte, mucho más reinarán en vida por Jesucristo
los que reciben la abundancia de la gracia y el don de la justicia.
La Ley se introdujo para que el pecado abundase; mas cuando
el pecado abundó, sobreabundó la gracia. La gracia reina por la
justicia para vida eterna, mediante Jesucristo.

17  Sipor la transgresión de uno solo reinó la


muerte, mucho más reinarán en vida por uno so-
lo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de
la gracia y del don de la justicia.
17 Pues si la muerte reinó como resultado del delito de
un solo hombre, con mayor razón aquellos a quienes
Dios, en su gran bondad y gratuitamente, hace justos,
reinarán en la nueva vida mediante un solo hombre,
Jesucristo.

18 Asíque, como por la transgresión de uno vino


la condenación a todos los hombres, de la mis-
ma manera por la justicia de uno vino a todos
los hombres la justificación que produce vida. 
18 Y así como el delito de Adán puso bajo condena-
ción a todos los hombres, así también el acto justo de
Jesucristo hace justos a todos los hombres para que
tengan vida. 

19  Así como por la desobediencia de un hom-


bre muchos fueron constituidos pecadores, así
también por la obediencia de uno, muchos se-
rán constituidos justos.
19 Es decir, que por la desobediencia de un solo hom-
bre, muchos fueron hechos pecadores; pero, de la misma
manera, por la obediencia de un solo hombre, muchos
serán hechos justos.

20 LaLey, pues, se introdujo para que el pecado


abundara; pero cuando el pecado abundó, so-
breabundó la gracia, 
20 La ley se añadió para que aumentara el pecado; pe-
ro cuando el pecado aumentó, Dios se mostró aún más
bondadoso. 

21 porque así como el pecado reinó para muerte,


así también la gracia reinará por la justicia para
vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro.
21 Y así como el pecado reinó trayendo la muerte,
así también la bondad de Dios reinó haciéndonos jus-
tos y dándonos vida eterna mediante nuestro Señor
Jesucristo.

31
Ayuda a su meditación

Adán y Jesucristo (5:12-21)


Adán, el primer hombre, representa a la humanidad; por su pecado, la muerte
afectó a todos los hombres. Estos nacen con el pecado de Adán, su antecesor.
Lejos de dejar al hombre perecer en sus propios pecados, Dios envió a Jesús
al mundo. Por la transgresión de Adán reinó la muerte en todos los hombres;
pero por la justicia de Jesucristo vino la justificación de vida para muchos. La
paga del pecado es la muerte; pero la fe en Cristo es justificación para vida. La
obediencia absoluta de Jesús resultó en la redención de la humanidad, poniendo
fin a la desesperación y el pecado, y abriendo un nuevo camino de vida eterna. Y,
por la gracia soberana de Dios, hemos tomado ese camino de vida, obedeciendo
al Padre como Cristo en la cruz.
¿Cómo influyó el pecado de Adán sobre la humanidad? ¿Qué debo cambiar
de mi vida, por la obediencia a Cristo?

Altar Comencemos con alabanza y oración. Compartamos acerca de nuestra semana,


familiar inclusive el agradecimiento por las cosas que Dios ha hecho.

1 Observación
¿Por la transgresión de quién entró el pecado y la
muerte al mundo? (5:12, 14)

Aplicación y ¿Quién es el don de la justicia que Dios nos concedió


diálogo
para rescatarnos del pecado y de la muerte? (5:15)
¿Cómo he de reaccionar ante dicho don?

2 Observación
¿Cómo difiere la desobediencia de Adán de la obe-
diencia de Cristo? (5:18-19)

Aplicación y Compartamos concretamente lo que podemos co-


diálogo
menzar a hacer como familia y lo que debemos dejar
de hacer, para que reine sobre nosotros la gracia y
no el pecado.
Compartamos las peticiones de oración individuales y seleccionemos los temas para orar
como familia durante toda la semana. Terminemos el devocional con la oración final.

32
Prédica del domingo

Título:

Pasaje:

Notas:

Intercesión por las naciones

Desde el año 2014, Ucrania ha perdido más de catorce mil vidas por los
enfrentamientos armados entre grupos prorrusos y el gobierno, dejando
más de un millón de refugiados. En diciembre del 2019, ambos grupos
intercambiaron unos doscientos rehenes, con la esperanza de poner fin a la
guerra civil. Oremos a Dios para que las familias que han recibido heridas
por la violencia sean restauradas.

33
LUN

03 Muertos,
pero vivos
Romanos 6:1-11

La Biblia en un año:
1  ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el
Jue. 17/ Hch. 21/ Jer. 30-31/ Mr. 16
pecado para que la gracia abunde? 
1   ¿Qué diremos entonces? ¿Vamos a seguir pecando
para que Dios se muestre aún más bondadoso? 

2  ¡De
ninguna manera! Porque los que hemos
muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? 
2  ¡Claro que no! Nosotros ya hemos muerto respecto
al pecado; ¿cómo, pues, podremos seguir viviendo en
pecado?

3  ¿O no sabéis que todos los que hemos sido


bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautiza-
dos en su muerte?, 
3  ¿No saben ustedes que, al quedar unidos a Cristo
Jesús en el bautismo, quedamos unidos a su muerte? 

4  porque somos sepultados juntamente con él


para muerte por el bautismo, a fin de que co-
mo Cristo resucitó de los muertos por la gloria
del Padre, así también nosotros andemos en vi-
da nueva.
4  Pues por el bautismo fuimos sepultados con Cristo,
y morimos para ser resucitados y vivir una vida nueva,
así como Cristo fue resucitado por el glorioso poder del
Padre.

5 Sifuimos plantados juntamente con él en la se-


mejanza de su muerte, así también lo seremos en
la de su resurrección; 
5 Si nos hemos unido a Cristo en una muerte como la
suya, también nos uniremos a él en su resurrección. 

6  sabiendoesto, que nuestro viejo hombre fue


crucificado juntamente con él, para que el cuer-
po del pecado sea destruido, a fin de que no
sirvamos más al pecado, 
34
Romanos 6:1-11

No podemos perseverar en el pecado para que la gracia abunde.


Los que hemos muerto al pecado, hemos sido bautizados en
Cristo Jesús y en Su muerte. Como Cristo murió al pecado y vive
para Dios, considerémonos muertos al pecado, pero vivos para
Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.

6 Sabemos que lo que antes éramos fue crucificado con


Cristo, para que el poder de nuestra naturaleza pecadora
quedara destruido y ya no siguiéramos siendo esclavos
del pecado. 

7  porque, el que ha muerto ha sido justificado


del pecado. 
7 Porque, cuando uno muere, queda libre del pecado. 

8 Y si morimos con Cristo, creemos que también


viviremos con él,
8 Si nosotros hemos muerto con Cristo, confiamos en
que también viviremos con él. 

9 y sabemos que Cristo, habiendo resucitado de


los muertos, ya no muere; la muerte no se ense-
ñorea más de él. 
9 Sabemos que Cristo, habiendo resucitado, no volverá
a morir. La muerte ya no tiene poder sobre él. 

10  Encuanto murió, al pecado murió una vez


por todas; pero en cuanto vive, para Dios vive. 
10 Pues Cristo, al morir, murió de una vez para siempre
respecto al pecado; pero al vivir, vive para Dios. 

11 Así también vosotros consideraos muertos al


pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús,
Señor nuestro.
11 Así también, ustedes considérense muertos respec-
to al pecado, pero vivos para Dios en unión con Cristo
Jesús.

35
Ayuda a su meditación

Muertos al pecado (6:1-4)


Cuanto más abunda el pecado en algún lugar, con mayor claridad se manifiesta
la gracia de Dios. ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado, para que
la gracia abunde? La respuesta de Pablo es clara y rotunda: “de ninguna mane-
ra”. Si bien es cierto que cuando el pecado abunda, sobreabunda la gracia (5:20),
nosotros, que ya hemos sido justificados, no podemos volver al pecado para que
abunde la gracia de Dios. Los que creemos en Jesús no solo hemos participado
de la muerte de Cristo y hemos muerto con Él, sino que hemos participado
también de Su resurrección. Al morir con Cristo, morimos al pecado; por eso,
no debemos entregarnos nuevamente al servicio de la maldad, sino que debe-
mos caminar en la nueva vida que nos ha sido dada.
¿Por qué tenemos que alejarnos del pecado? ¿Cuál es el pecado del cual debo
apartarme, ahora que ando en vida nueva en Cristo?

Vivos para Dios (6:5-11)


El que está muerto no tiene ninguna reacción. Antes de conocer a Cristo, reac-
cionábamos ante el mandato del pecado y le obedecíamos en todo, pero ahora
tenemos el poder para confrontar y vencer la tentación. Las cosas cambian,
cuando el viejo hombre es crucificado juntamente con Cristo (v. 6), pues ya no
servimos más al pecado. El cuerpo del pecado no es nuestro cuerpo físico, sino
la naturaleza pecaminosa que utiliza el cuerpo como instrumento de iniquidad.
Pero en Cristo hemos muerto al pecado y estamos vivos en Dios; participamos
de la resurrección de Jesús, para ser llamados justos y tener comunión con el
Padre. Busquemos, pues, una mayor santidad y justicia en nuestra vida, para
mantener una comunión constante con Dios.
¿Qué significa que el viejo hombre ha sido crucificado con Cristo? ¿Cómo
puedo disponer el día de hoy, sabiendo que estoy vivo para Dios?

Señor, cuando fui bautizado, morí con Cristo; por tanto, ya no puedo
Una Carta
vivir más en el pecado. Me tomo de la cruz, en este día, y viviré para
a Dios Ti. Me consideraré muerto al pecado y a la codicia; y seré una persona
renovada, sensible a Tu voz y a Tu voluntad. Presento mi vida como
instrumento de justicia en Tus manos.
36
Ensayo para meditar Romanos 6:1-11

La victoria que se
alcanza con la cruz

R
ecuerdo haber visto en un documental a unos cuervos que
se estaban alimentando del cadáver de un animal. Me llamó
la atención que solo se alejaron cuando ya no quedaba nada
más para comer. Así mismo, Dios solucionó nuestro pecado con la
cruz de Cristo, para que Satanás ya no pudiera alimentarse de no-
sotros. Como nuestro antiguo ser murió por completo, quedamos
también desligados del pecado. Y, tal como las moscas se alejan
de los cuerpos en descomposición cuando son enterrados, Satanás
(que nos seguía como las moscas) se aleja de nosotros cuando nues-
tro antiguo ser muere en la cruz y es enterrado. Otro ejemplo es el
del lobo que deja de perseguir a la oveja, cuando esta permanece
cerca del pastor.
También conocí la historia de un grupo de creyentes que, en un
viaje misionero en Birmania, cayeron en un charco y quedaron lle-
nos de sanguijuelas. Aterrados, intentaron quitárselas, pero notaron
que las ventosas aferradas terminaban por arrancar los pedazos de
piel. Sin embargo, al llegar a donde se hospedaban, se sumergieron
en un aromático aceite y las sanguijuelas se soltaron solas. Del mis-
mo modo, nosotros no podemos derrotar a Satanás con nuestra
personalidad pecaminosa. Pero, si nuestro antiguo ser es crucifica-
do en la cruz junto a Jesucristo y desaparece nuestra vieja manera de
vivir, la cual era usada por el enemigo para atacarnos, conoceremos
el reino de Dios.

De mi reino al reino de Dios, Lee Jae-hoon

Aplicación Personal

37
MAR

04 Como instrumentos
de justicia
Romanos 6:12-23

La Biblia en un año:
12  No reine, pues, el pecado en vuestro cuer-
Jue. 18/ Hch. 22/ Jer. 32/ Sal. 1-2
po mortal, de modo que lo obedezcáis en sus
apetitos; 
12 Por lo tanto, no dejen ustedes que el pecado siga do-
minando en su cuerpo mortal y que los siga obligando a
obedecer los deseos del cuerpo. 
13  ni
tampoco presentéis vuestros miembros al
pecado como instrumentos de iniquidad, sino
presentaos vosotros mismos a Dios como vi-
vos de entre los muertos, y vuestros miembros
a Dios como instrumentos de justicia. 
13 No entreguen su cuerpo al pecado, como instrumen-
to para hacer lo malo. Al contrario, entréguense a Dios,
como personas que han muerto y han vuelto a vivir, y
entréguenle su cuerpo como instrumento para hacer lo
que es justo ante él. 
14 El pecado no se enseñoreará de vosotros, pues
no estáis bajo la Ley, sino bajo la gracia.
14 Así el pecado ya no tendrá poder sobre ustedes, pues
no están sujetos a la ley sino a la bondad de Dios.
15  ¿Qué,pues? ¿Pecaremos porque no estamos
bajo la Ley, sino bajo la gracia? ¡De ninguna
manera! 
15 ¿Entonces qué? ¿Vamos a pecar porque no estamos
sujetos a la ley sino a la bondad de Dios? ¡Claro que no! 
16 ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como
esclavos para obedecerlo, sois esclavos de aquel
a quien obedecéis, sea del pecado para muerte o
sea de la obediencia para justicia? 
16 Ustedes saben muy bien que si se entregan como
esclavos a un amo para obedecerlo, entonces son escla-
vos de ese amo a quien obedecen. Y esto es así, tanto
si obedecen al pecado, lo cual lleva a la muerte, como
si obedecen a Dios para vivir en la justicia. 
17  Pero gracias a Dios que, aunque erais escla-
vos del pecado, habéis obedecido de corazón a
aquella forma de doctrina que os transmitieron; 
17 Pero gracias a Dios que ustedes, que antes eran es-
clavos del pecado, ya han obedecido de corazón a la
forma de enseñanza que han recibido. 
38
Romanos 6:12-23

No debemos presentar nuestros miembros al pecado como ins-


trumentos de iniquidad, sino presentarnos como instrumentos
de justicia. Los esclavos del pecado dan frutos de los cuales se
avergüenzan; pero los siervos de Dios tienen por fruto la santifi-
cación que lleva a la vida eterna. La paga del pecado es muerte,
mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús.

18  y
libertados del pecado, vinisteis a ser sier-
vos de la justicia.
18 Una vez libres de la esclavitud del pecado, ustedes
han entrado al servicio de la justicia. 

19  Hablo como humano, por vuestra humana


debilidad: así como para iniquidad presentasteis
vuestros miembros para servir a la impureza y a
la iniquidad, así ahora para santificación presen-
tad vuestros miembros para servir a la justicia.
19 (Hablo en términos humanos, porque ustedes, por su
debilidad, no pueden entender bien estas cosas.) De mo-
do que, así como antes entregaron su cuerpo al servicio
de la impureza y la maldad para hacer lo malo, entreguen
también ahora su cuerpo al servicio de la justicia, con el
fin de llevar una vida santa.

20 Cuando erais esclavos del pecado, erais libres


con respecto a la justicia. 
20 Cuando ustedes todavía eran esclavos del pecado,
no estaban al servicio de la justicia;

21  ¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de


las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de
ellas es muerte. 
21 pero ¿qué provecho sacaron entonces? Ahora uste-
des se avergüenzan de esas cosas, pues sólo llevan a
la muerte. 

22 Pero ahora que habéis sido libertados del pe-


cado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro
fruto la santificación y, como fin, la vida eterna, 
22 Pero ahora, libres de la esclavitud del pecado, han en-
trado al servicio de Dios. Esto sí les es provechoso, pues
el resultado es la vida santa y, finalmente, la vida eterna. 

23  porquela paga del pecado es muerte, pero la


dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús,
Señor nuestro.
23 El pago que da el pecado es la muerte, pero el don
de Dios es vida eterna en unión con Cristo Jesús, nues-
tro Señor.

39
Ayuda a su meditación

Como vivos de entre los muertos (6:12-14)


Cuando dejamos de recibir el dominio de alguien, para recibir el señorío de
otro, experimentamos cambios en nuestra vida. Hemos sido trasladados del
pecado a la justicia, de la muerte a la vida; ya no estamos bajo la Ley, sino bajo
la gracia. En teoría, deberíamos apartarnos completamente del pecado, pero,
en la práctica no es así. Somos tentados a diario y a menudo caemos debido a
‘nuestro cuerpo mortal’ (v. 12). Con la conversión, nuestro espíritu es vivificado
y comenzamos a reaccionar ante la gracia y los mandatos de Dios; pero segui-
mos con ‘nuestro cuerpo mortal’, con hábitos pecaminosos y concupiscencias
carnales, que algún día morirán. No dejemos que el pecado se enseñoree de
nuestro cuerpo; utilicemos nuestra voluntad para ser instrumentos de justicia
que agradan a Dios.
¿Por qué nos cuesta apartarnos del pecado? ¿Cuál es el pecado al que debo
renunciar, para dejar de ser un instrumento de iniquidad?

Presentaos para santificación (6:15-23)


Es una pena ver a muchos cristianos que no se han dejado influenciar por los
valores supremos y su ideal. Por esto, Pablo exhorta diciendo que hemos sido
trasladados a la justicia después de ser libertados del pecado por la fe en Cristo,
y que debemos vivir como es digno de la nueva vida, la cual requiere un esfuer-
zo contante de nuestra parte. Antes que nada, debemos tomar la decisión de
obedecer a Dios en todo y presentar nuestros miembros para servir a la justicia.
El esfuerzo humano no es suficiente, porque necesitamos la ayuda del Espíritu
Santo. Ya no somos esclavos del pecado, sino siervos de Dios que buscan la
santificación. La búsqueda constante de la santidad y de la voluntad de Dios nos
ayudará a mantener la comunión íntima con nuestro Creador.
¿Qué deben buscar los creyentes ahora que han sido libertados del pecado?
¿En qué áreas debo cambiar, para alcanzar mayor santidad en mi vida?

Señor Jesús, deseo permanecer bajo Tu gracia y dar frutos de santi-


Una Carta
ficación. Consagro mi ser y mi corazón como instrumento de justicia
a Dios para Tu obra. Te obedeceré inmediatamente con gozo y de corazón,
para disfrutar de todas Tus bendiciones y de la vida eterna que me has
regalado por misericordia.
40
Ensayo para meditar Romanos 6:12-23

Una obediencia feliz

N
o puedo olvidar los hermosos recuerdos que tengo de cuan-
do servía en una iglesia de famosos. Durante siete años fui
todos los días y sin falta al canal donde trabajaban, para pre-
dicarles el evangelio y exhortarlos. Esta experiencia me permitió
ver cómo personas que solían ser esclavas de la popularidad y el
pecado, se transformaban en siervos de la justicia.
Al primero que prediqué fue a un comediante y conductor lla-
mado Kwak Kyu-seok, también conocido como “Fly Boy”, quien
abrió su propia empresa de publicidad y luego se declaró en quie-
bra. Él aceptó a Jesús en medio de aquella dificultad y llegó a ser
anciano en la congregación de famosos. Después, abandonó por
completo sus actividades mediáticas, para ir a EE. UU. a estudiar
teología y convertirse en pastor.
Además de él, no se imaginan cuántas personas se volvieron al
Señor dejando los elegantes escenarios y pantallas de cine. Todas
las madrugadas llorábamos orando de rodillas, agradecidos por el
amor del Señor y por la salvación que nos había regalado. Incluso,
las actrices no se maquillaban, para que no se les dañara todo du-
rante el culto.
Si confiamos en Dios y decidimos ser Sus siervos, seguimos el
camino de la obediencia voluntariamente, sin que nos importe si
somos pobres, si nos enfermamos o morimos. Tampoco nos im-
porta que la gente diga que estamos locos. Una vida que obedece la
Palabra no hace nada por obligación, sino porque sabe que es una
bendición y un motivo de gozo verdadero.

La bendición de Romanos, Ha Yong-jo

Aplicación Personal

41
MIÉ

05 Sujeción y libertad
Romanos 7:1-6

La Biblia en un año:
1 ¿Acaso ignoráis, hermanos (hablo con los que
Jue. 19/ Hch. 23/ Jer. 33/ Sal. 3-4
conocen de leyes), que la ley se enseñorea del
hombre entre tanto que éste vive? 
1  Hermanos, ustedes conocen la ley, y saben que la ley
solamente tiene poder sobre una persona mientras esa
persona vive. 

2  La mujer casada está sujeta por la ley al mari-


do mientras éste vive; pero si el marido muere,
ella queda libre de la ley que la unía a su marido.
2 Por ejemplo, una mujer casada está ligada por ley a su
esposo mientras éste vive; pero si el esposo muere, la
mujer queda libre de la ley que la ligaba a él. 

3  Así que, si en vida del marido se une a otro


hombre, será llamada adúltera; pero si su mari-
do muere, es libre de esa ley, de tal manera que
si se une a otro marido, no será adúltera.
3 De modo que si ella se une a otro hombre mientras el
esposo vive, comete adulterio, pero si el esposo muere,
ella queda libre de esa ley, y puede unirse a otro hombre
sin cometer adulterio.
42
Romanos 7:1-6

La Ley se enseñorea del hombre entre tanto que éste vive.


Hemos muerto a la Ley mediante el cuerpo de Cristo, para que
seamos del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos
fruto para Dios. Ahora estamos libres de la Ley que nos tenía
sujetos, de modo que ahora podemos servir a Dios en la nueva
vida del Espíritu y no bajo el régimen de la letra.

4  Asítambién vosotros, hermanos míos, habéis


muerto a la Ley mediante el cuerpo de Cristo, pa-
ra que seáis de otro, del que resucitó de entre los
muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios. 
4 Así también, ustedes, hermanos míos, al incorporarse
a Cristo han muerto con él a la ley, para quedar unidos a
otro, es decir, a aquel que después de morir resucitó. De
este modo, podremos dar una cosecha agradable a Dios.

5 Mientrasvivíamos en la carne, las pasiones pe-


caminosas, estimuladas por la Ley, obraban en
nuestros miembros llevando fruto para muerte. 
5 Porque cuando vivíamos como pecadores, la ley sirvió
para despertar en nuestro cuerpo los malos deseos, y lo
único que cosechamos fue la muerte. 

6 Pero ahora estamos libres de la Ley, por haber


muerto para aquella a la que estábamos sujetos,
de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo
del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra.
6 Pero ahora hemos muerto a la ley que nos tenía bajo
su poder, quedando así libres para servir a Dios en la
nueva vida del Espíritu y no bajo una ley ya anticuada.

43
Ayuda a su meditación

Somos libres de la Ley (7:1-3)


La Ley nos fue dada por Dios y refleja Su santidad. Pablo no acusa a la Ley
de ser dañina ni sostiene que debe ser abrogada para siempre. Es el pecado lo
que domina y controla al hombre, al punto que carece de poder para cumplir
cabalmente la Ley, es decir, la voluntad perfecta de Dios; de hecho, hace lo que
es contrario a los requisitos de la Ley. Para el que vive en sus pecados, la Ley
se constituye en una herramienta de muerte, porque plantea un estándar inal-
canzable. Sin embargo, así como una mujer queda libre de las obligaciones del
matrimonio si muere su marido, de igual forma Dios habilitó un camino para
librarnos de la Ley: su nombre es Jesucristo, nuestro Redentor.
¿Cómo compara Pablo la vida bajo la Ley con la vida matrimonial? ¿En qué se
diferencia estar sujeto por la Ley y disfrutar de la libertad?

El nuevo régimen del Espíritu (7:4-6)


No es fácil cumplir con todos los requisitos de la Ley a cabalidad. Para los fari-
seos, no había nada más importante que cumplir la Ley literalmente, motivo por
el cual fueron duramente criticados por Jesús; además, no tenían parámetros
correctos para medir su cumplimiento. Pablo señala que los que han participa-
do de la muerte en Cristo, han muerto a la Ley. La nueva vida en Cristo ya no
recibe dominio de la Ley, sino del Espíritu de Dios. Los que hemos renacido
en Espíritu, gracias a la muerte y la resurrección de Cristo, recibimos el señorío
del Espíritu Santo. Dejamos de buscar apariencias, para obedecer la voluntad
de Dios de corazón. Cuando nos unimos a Cristo y obedecemos a Dios con la
ayuda del Espíritu Santo, damos muchos buenos frutos y no de muerte.
¿Cómo podemos dar frutos para Dios o para muerte? ¿Cuáles son los frutos
que he dado al obedecer la voz del Espíritu Santo?

Amado Señor, ten misericordia de mí. Aunque Tú me has hecho libre de


Una Carta
la ley, sigo sirviendo bajo el régimen viejo de la letra, y uso la Ley para
a Dios juzgar a los demás. Concédeme la gracia del Espíritu Santo que me
permite disfrutar de la vida en plenitud en Cristo, y ayúdame a servir a
Dios de corazón y dar los frutos del Espíritu.
44
Ensayo para meditar Romanos 7:1-6

La única solución al
problema del hombre

A
pesar de que Atenas ya era conocida como la ciudad de la
filosofía en la época del apóstol Pablo, ningún personaje im-
portante ni filósofo podía responder a la pregunta del peca-
do y su consecuente muerte. Por eso, los epicúreos, que estaban a
favor del placer, alentaban a la gente a disfrutar de la vida sin pensar
en sus implicaciones. Sin embargo, por más bueno que fuera el pla-
cer, la culpa que este acarrea era y sigue siendo inevitable, pues es
imposible huir de las consecuencias de nuestros actos. En contra-
posición, los estoicos enseñaban a comportarse bien y a no pecar,
en lo posible. No obstante, se comprobó claramente que por más
educado y decente que sea un individuo, no solo es difícil, sino que
es imposible ser intachable.
Por eso, el cristianismo fue una solución inimaginable para el
hombre inmerso en la desesperanza. La cruz de Jesucristo, el Hijo
de Dios, es la única solución para resolver este problema. El camino
para vencer el pecado es aceptando la salvación de Jesús con la fe
y vivir por el poder del Espíritu Santo. Como Jesús resucitó y está
vivo, ya no tenemos que temer a la muerte, que es la consecuencia
directa del pecado. Y nuestras vidas tienen sentido, gracias que Él
sostiene nuestro presente y nuestro futuro. En esta época turbu-
lenta en la que vivimos, debemos aferrarnos al evangelio, que es la
verdad y que no cambia con el tiempo.

El primer evangelio que debemos volver a escuchar, Lee Dong-won

Aplicación Personal

45
JUE

06 El clamor del
pecador bajo la Ley
Romanos 7:7-25

La Biblia en un año:
7  ¿Qué,pues, diremos? ¿La Ley es pecado? ¡De
Jue. 20/ Hch. 24/ Jer. 34/ Sal. 5-6
ninguna manera! Pero yo no conocí el pecado si-
no por la Ley; y tampoco conocería la codicia, si
la Ley no dijera: «No codiciarás».

8  Pero el pecado, aprovechándose del manda-


miento, produjo en mí toda codicia porque sin
la Ley, el pecado está muerto.

9 Y yo sin la Ley vivía en un tiempo; pero al ve-


nir el mandamiento, el pecado revivió y yo morí. 

10  Yhallé que el mismo mandamiento que era


para vida, a mí me resultó para muerte,

11 porque el pecado, aprovechándose del manda-


miento, me engañó, y por él me mató.

12  Demanera que la Ley a la verdad es santa, y


el mandamiento santo, justo y bueno.

13 Entonces, ¿lo que es bueno vino a ser muerte


para mí? ¡De ninguna manera! Más bien, el peca-
do, para mostrarse como pecado, produjo en mí
la muerte por medio de lo que es bueno, a fin de
que el pecado, por medio del mandamiento, lle-
gara a ser extremadamente pecaminoso.

14 Sabemos que la Ley es espiritual; pero yo soy


carnal, vendido al pecado. 

15 Loque hago, no lo entiendo, pues no hago lo


que quiero, sino lo que detesto, eso hago. 
46
Romanos 7:7-25

La Ley trae conocimiento del pecado, y este nos lleva a la muerte. La Ley es
espiritual, sin embargo, Pablo dice: “pero yo soy carnal, vendido al pecado. Lo
que hago, no lo entiendo, pues no hago lo que quiero, sino lo que detesto, eso
hago. (…) pues según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero
veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que
me lleva cautivo”. Solo Cristo nos librará de este cuerpo de muerte.

16 Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que


la Ley es buena. 

17 De manera que ya no soy yo quien hace aque-


llo, sino el pecado que está en mí.

18 Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no ha-


bita el bien, porque el querer el bien está en mí,
pero no el hacerlo. 

19  No hago el bien que quiero, sino el mal que


no quiero, eso hago.

20 Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo,


sino el pecado que está en mí.

21 Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo es-


ta ley: que el mal está en mí, 

22 pues según el hombre interior, me deleito en


la ley de Dios;

23  pero veo otra ley en mis miembros, que se


rebela contra la ley de mi mente, y que me lle-
va cautivo a la ley del pecado que está en mis
miembros.

24  ¡Miserable
de mí! ¿Quién me librará de este
cuerpo de muerte? 

25  ¡Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor


nuestro! Así que, yo mismo con la mente sir-
vo a la ley de Dios, pero con la carne, a la ley * Por falta de espacio se ha omitido
del pecado. la versión “Dios Habla Hoy”

47
Ayuda a su meditación

Principios del pecado y la Ley (7:7-13)


El hombre es completamente incapaz de cumplir cabalmente la Ley. Pablo
hace un paralelismo entre el judaísmo — que practicaba en el pasado — y los
descendientes de Adán, que viven bajo el pecado. Considerado por los judíos
como un hombre piadoso, Saulo estaba convencido de que era justo; pero esta
percepción de sí mismo cambió al conocer a Jesucristo. Al recordar su pasado,
entiende que estaba lejos de la justicia divina. Reconoce haber incumplido espe-
cialmente el último de los Diez Mandamientos, ‘no codiciarás’; y confiesa que la
Ley, que a la verdad es santa, justa y buena, vino a ser muerte para él. El pecado
utiliza la Ley, que en sí es buena, para introducir la muerte a toda la humanidad.
¿En qué se ve la incapacidad del hombre en cumplir la Ley? ¿Cómo he cam-
biado antes y después de conocer a Jesús de manera personal?

El clamor del pecador (7:14-25)


Pablo dice que no hace lo que quiere, sino lo que aborrece. Dios escogió a Israel
de entre los pueblos y le dio la Ley. Pablo pensaba que era cumplidor de esa Ley,
hasta que conoció a Jesús. Luego de su conversión, se dio cuenta de que su vida
era tan pecaminosa como la de cualquier otro e incluso peor, porque pecaba
teniendo el conocimiento de la Ley. Así entendió que el pecado moraba dentro
de sí. Su corazón deseaba seguir la Ley, pero estaba siendo enseñoreado por el
pecado, porque no tenía poder para cumplirla. “¡Miserable de mí!”, clamó Pablo,
con el deseo de librarse algún día de esta contradicción. Deseamos una cosa con
el corazón, pero con el cuerpo hacemos lo contrario. La única respuesta a esto
es Jesucristo.
¿Cómo describe Pablo su vida pasada, cuando servía en el judaísmo? ¿Cuál es
el conflicto interno que siento cada vez que desobedezco la Palabra de Dios?

Padre, gracias por iluminar mis iniquidades y pecados con la luz de Tu


Una Carta
Palabra. Confieso que por más que me esfuerzo, no está en mí el poder
a Dios de hacer el bien. Confío en el amor incondicional de Dios en Jesucristo.
Transforma mi clamor de aflicción en gritos de júbilo y de alabanza al
Único que es digno.
48
Ensayo para meditar Romanos 7:7-25

La base de mi fe

C
ada vez que alguien me viene a ver a la oficina, lo primero
que hago es orar pidiéndole al Señor que me muestre su
corazón, porque, si tenemos la intención correcta, esta guia-
rá nuestra vida, aunque nos falte entendimiento o voluntad para
actuar.
Recuerdo que conocí a un hombre que alguna vez fue pastor, pero
que llevaba ya 10 años con adicción a las drogas. Al ver su terrible
rostro, pude corroborar que aún tenía pasión por Dios, lo que me
alegró y me llenó de agradecimiento. Entonces, proclamé que Dios
liberaría a este hermano y sucedió tal cual: Dios lo hizo libre.
Los verdaderos cristianos tenemos varios momentos en los que
reflexionamos sobre nuestras acciones y nos arrepentimos. Esto se
debe a que el deseo de nuestro corazón se encuentra en Dios. De lo
contrario, no nos importarían nuestros pecados. Por eso, el Señor
toma en consideración los deseos de nuestro corazón y nos guía
de regreso hacia Él. ¿Qué padre no perdona a su hijo cuando este
pide perdón y se arrepiente sinceramente por haber mentido? Y la
premisa más importante no es el hecho de que hubiera mentido,
sino que está madurando. Cuando hacemos algo que contradice
nuestra verdadera identidad, sentimos que no somos hijos de Dios;
sin embargo, debemos recordar que nuestra confianza no debe es-
tar puesta en nuestras fuerzas, sino exclusivamente en Dios y en que
Él es más grande que nuestros sentimientos. Es así como vamos
madurando como personas de fe.

Hasta el discípulo del cielo, Michael Wells

Aplicación Personal

49
VIE

07 Viviendo en
el Espíritu
Romanos 8:1-11

La Biblia en un año:
1  Ahora, pues, ninguna condenación hay para
Jue. 21/ Hch. 25/ Jer. 35/ Sal. 7-8
los que están en Cristo Jesús, los que no andan
conforme a la carne, sino conforme al Espíritu, 
1  Así pues, ahora ya no hay ninguna condenación para
los que están unidos a Cristo Jesús, 

2  porque la ley del Espíritu de vida en Cristo


Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la
muerte. 
2 porque la ley del Espíritu que da vida en Cristo Jesús,
te liberó de la ley del pecado y de la muerte. 

3  Loque era imposible para la Ley, por cuanto


era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo
en semejanza de carne de pecado, y a causa del
pecado, condenó al pecado en la carne, 
3 Porque Dios ha hecho lo que la ley de Moisés no pudo
hacer, pues no era capaz de hacerlo debido a la debili-
dad humana: Dios envió a su propio Hijo en condición
débil como la del hombre pecador y como sacrificio por
el pecado, para de esta manera condenar al pecado en
esa misma condición débil. 

4  para que la justicia de la Ley se cumpliera en


nosotros, que no andamos conforme a la carne,
sino conforme al Espíritu.
4 Lo hizo para que nosotros podamos cumplir con las
justas exigencias de la ley, pues ya no vivimos según
las inclinaciones de la naturaleza débil sino según el
Espíritu.

5  Los que son de la carne piensan en las cosas


de la carne; pero los que son del Espíritu, en las
cosas del Espíritu. 
5 Los que viven según las inclinaciones de la naturale-
za débil, sólo se preocupan por seguirlas; pero los que
viven conforme al Espíritu, se preocupan por las cosas
del Espíritu. 

6 Elocuparse de la carne es muerte, pero el ocu-


parse del Espíritu es vida y paz, 
50
Romanos 8:1-11

Ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús.


La Ley del Espíritu de vida me ha librado de la ley del pecado y
de la muerte. Los designios de la carne son enemistad contra
Dios. Si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Él. El que
levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también nuestros
cuerpos mortales.

6 Y preocuparse por seguir las inclinaciones de la natu-


raleza débil lleva a la muerte; pero preocuparse por las
cosas del Espíritu lleva a la vida y a la paz. 

7  por cuanto los designios de la carne son ene-


mistad contra Dios, porque no se sujetan a la Ley
de Dios, ni tampoco pueden;
7 Los que se preocupan por seguir las inclinaciones de la
naturaleza débil son enemigos de Dios, porque ni quie-
ren ni pueden someterse a su ley. 

8 y los que viven según la carne no pueden agra-


dar a Dios.
8 Por eso, los que viven según las inclinaciones de la
naturaleza débil no pueden agradar a Dios.

9 Pero vosotros no vivís según la carne, sino se-


gún el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios está
en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de
Cristo, no es de él. 
9 Pero ustedes ya no viven según esas inclinaciones,
sino según el Espíritu, puesto que el Espíritu de Dios
vive en ustedes. El que no tiene el Espíritu de Cristo,
no es de Cristo.

10  Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en


verdad está muerto a causa del pecado, pero el
espíritu vive a causa de la justicia. 
10 Pero si Cristo vive en ustedes, el espíritu vive porque
Dios los ha hecho justos, aun cuando el cuerpo esté des-
tinado a la muerte por causa del pecado. 

11  Y si el Espíritu de aquel que levantó de los


muertos a Jesús está en vosotros, el que levantó
de los muertos a Cristo Jesús vivificará también
vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que
está en vosotros.
11 Y si el Espíritu de aquel que resucitó a Jesús vive en
ustedes, el mismo que resucitó a Cristo dará nueva vida
a sus cuerpos mortales por medio del Espíritu de Dios
que vive en ustedes.

51
Ayuda a su meditación

Libres del pecado y la muerte (8:1-8)


Jesucristo es el parámetro que divide la historia en dos. Estábamos en con-
denación bajo la Ley, pues no teníamos el poder para cumplirla. La Ley trajo
condenación y muerte. Pero Jesucristo nos libró del pecado y de la muerte, para
darnos una nueva vida. Dios envió a Su Hijo Jesús al mundo, para perdonar-
nos de nuestros pecados. Cuando creemos en el plan de salvación de Dios, el
Espíritu Santo nos guía a la vida eterna. El hombre que no conoce a Jesús hace
las cosas de la carne, conforme a la concupiscencia de su corazón; pero los que
hemos renacido en Cristo hacemos la voluntad de Dios en el Espíritu Santo, y
disfrutamos de vida y paz. Busquemos la guía del Espíritu Santo en todo mo-
mento, para agradar a Dios.
¿En qué difieren las cosas del Espíritu y de la carne? ¿A qué debo renunciar
en mi corazón para tener vida y paz?

Disfrutando de la vida eterna (8:9-11)


El Espíritu Santo, el Espíritu de Cristo, mora dentro de nosotros. Pablo señala
que nuestro cuerpo está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa
de la justicia. La muerte física es uno de los resultados de la caída del hombre;
mientras que, por los méritos de Jesús, nuestro espíritu goza de la justicia y la
vida de Dios. Por la gracia de Dios, nuestro espíritu ha sido vivificado; pero
nuestro cuerpo sigue siendo corrupto y pecaminoso. Sin embargo, tenemos
una esperanza: así como Cristo resucitó, nosotros también resucitaremos con
un cuerpo glorioso. Aprendamos a interpretar los sucesos del presente desde la
mirada eterna, y seamos sensibles a la obra del Espíritu Santo y al amor de Dios.
¿Cuál es el estado de nuestro espíritu y cuerpo, si Cristo mora dentro de noso-
tros? ¿Cuál es mi oración, sabiendo que el Señor que vivificó mi espíritu también
levantará con vida mi cuerpo?

Señor, gracias por venir al mundo como hombre y recibir en Tu cuerpo


Una Carta
el castigo de mis pecados, para librarme de la maldición y de la muerte.
a Dios Ten misericordia de mí, pues muchas veces me olvido de Tu gran mi-
sericordia y voy tras las obras de la carne. Espíritu Santo, ayúdame a
hacer solo aquello que te agrada.
52
Ensayo para meditar Romanos 8:1-11

Lugar de retorno

E
l libro Jesús de Tim Keller cuenta la historia de una mujer que
llevaba una vida extravagante y que luego se convirtió en una
deprimida madre soltera. Criticada por todos, decide creer en
Jesucristo, tras recibir el evangelio. No obstante, una semana más
tarde, él la encontró llorando nuevamente, porque su hermana le
dijo: “¡Despierta! ¿Cómo es posible que alguien como tú, que toda
la vida cometió inmoralidades, reciba la salvación, solo porque de-
cidió arrepentirse y creer en Jesús cinco minutos antes de morir?”.
Resulta que para ella el evangelio de la cruz no era confiable, porque
pone el amor de Dios al alcance de personas que no lo merecen.
Entonces, el pastor le leyó la Biblia a la mujer que lloraba descon-
solada. Después de oírlo, ella comprendió que su fe se basaba en
la promesa que Dios había hecho en Su Palabra y, al descubrir que
Cristo vino al mundo para salvar a quienes reconocen su debilidad
y la necesidad de un salvador, recuperó la alegría.
Una joven se hizo la misma pregunta que su hermana y la respues-
ta fue la misma: la cruz. Aunque antes deambulaba con un profun-
do sentimiento de fracaso por ver su vida derrumbada y sin saber
si había un lugar de retorno, ahora tiene un lugar adonde volver,
cuando caiga o se sienta agotada: a la cruz de Jesús. Si regresamos al
Cordero, podemos volver a ponernos de pie cuando sea.

Jesús, la esperanza, Yu Ki-sung

Aplicación Personal

53
SÁB

08 Habéis recibido el
espíritu de adopción
Romanos 8:12-17

La Biblia en un año:
12  Asíque, hermanos, deudores somos, no a la
Rt 1/ Hch. 26/ Jer. 36-37/ Sal. 9
carne, para que vivamos conforme a la carne,
12 Así pues, hermanos, tenemos una obligación, pero
no es la de vivir según las inclinaciones de la naturale-
za débil. 

13 porque si vivís conforme a la carne, moriréis;


pero si por el Espíritu hacéis morir las obras de
la carne, viviréis.
13 Porque si viven ustedes conforme a tales inclina-
ciones, morirán; pero si por medio del Espíritu hacen
ustedes morir esas inclinaciones, vivirán.

14 Todos los que son guiados por el Espíritu de


Dios, son hijos de Dios, 
14 Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios,
son hijos de Dios. 
54
Romanos 8:12-17

El ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu


es vida y paz. Los que hemos recibido el espíritu de adopción
clamamos a Dios diciéndole ¡Abba Padre!, y el Espíritu mismo
da testimonio de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también
herederos y coherederos con Cristo, si es que padecemos junta-
mente con Él, para que juntamente con Él seamos glorificados.

15 pues no habéis recibido el espíritu de esclavi-


tud para estar otra vez en temor, sino que habéis
recibido el Espíritu de adopción, por el cual cla-
mamos: «¡Abba, Padre!» 
15 Pues ustedes no han recibido un espíritu de esclavi-
tud que los lleve otra vez a tener miedo, sino el Espíritu
que los hace hijos de Dios. Por este Espíritu nos dirigi-
mos a Dios, diciendo: «¡Abbá! ¡Padre!»

16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro es-


píritu, de que somos hijos de Dios. 
16 Y este mismo Espíritu se une a nuestro espíritu para
dar testimonio de que ya somos hijos de Dios. 

17  Y si hijos, también herederos; herederos de


Dios y coherederos con Cristo, si es que pade-
cemos juntamente con él, para que juntamente
con él seamos glorificados.
17 Y puesto que somos sus hijos, también tendremos
parte en la herencia que Dios nos ha prometido, la cual
compartiremos con Cristo, puesto que sufrimos con él
para estar también con él en su gloria.

55
Ayuda a su meditación

Deudores somos (8:12-13)


Los que hemos sido alcanzados por Jesús en Su gracia somos deudores del
evangelio; y este es uno de los mayores cambios que experimentamos desde
la conversión. Por los méritos de Jesús, ya no tenemos que vivir conforme a la
carne; y esta bendición viene de Dios. Como deudores de la gracia soberana de
Dios, debemos vivir como a Él le agrada. Siempre seremos propensos a pecar
debido a nuestra naturaleza pecaminosa, pero está en nosotros la decisión de
tomar el camino de la vida con la ayuda del Espíritu Santo o seguir las concupis-
cencias de la carne. Si dejamos nuestros deseos de la carne a los pies de la cruz
y dejamos que el Espíritu Santo tome el señorío de nuestra vida, agradaremos
a Dios.
¿Por qué Pablo describe a los creyentes como deudores del evangelio? ¿Cuál
es la obra de la carne que debemos hacer morir, por obra del Espíritu Santo?

Adoptados como hijos de Dios (8:14-17)


Cuando somos bautizados por el Espíritu Santo, el Espíritu de Dios, experi-
mentamos un gran cambio en nuestra vida. Pablo lo explica en términos de la
relación del ‘Padre con el hijo’. Los judíos, siendo el pueblo escogido de Dios,
no pudieron experimentar la paternidad de Dios. De hecho, a cualquiera que
oían decir que era hijo de Dios, lo apedreaban por blasfemo. No obstante, Pablo
describe la relación de Dios y los creyentes como la de un padre con sus hijos.
Así enseñó a orar Jesús a sus discípulos (Mr. 14:36; Lc. 11:1-2). El Espíritu San-
to da testimonio del gran amor del Dios Padre hacia nosotros. Como herederos
celestiales, fuimos llamados a participar de Su gloria, pero también de la aflic-
ción, así como Cristo fue glorificado por medio de la aflicción.
¿Cómo describe Pablo la relación de Dios y los creyentes? ¿Cómo debiera
hablar y actuar, considerando que soy heredero e hijo de Dios?

Amado Dios, gracias porque puedo acercarme confiadamente a Ti y


Una Carta
llamarte ‘Papá’. Deseo andar en el camino de la fe, bajo la guía del
a Dios Espíritu Santo. Anhelo la gloria que algún día recibiré como cohere-
dero con Cristo. Ayúdame a participar del padecimiento del Señor con
denuedo en mi corazón.
56
Ensayo para meditar Romanos 8:12-17

Siempre lleno del


Espíritu Santo

E
l pastor R. A. Torrey es el abuelo del reverendo Reuben Ar-
cher Torrey III, quien ministraba en la Abadía de Jesús de la
provincia coreana de Gang-won. Él fue un famoso predica-
dor y destacado teólogo, cuyas enseñanzas sobre el Espíritu Santo
son consideradas como la llama que inició el avivamiento mundial
a principios del siglo XX. En sus publicaciones más importantes
para comprender fácilmente las verdades de la Biblia, hace mucho
énfasis en la llenura del Espíritu Santo. “Lo primero que hago al
levantarme por la mañana es leer la Palabra de Dios y orar pidien-
do la llenura del Espíritu Santo, diciendo: ‘Lléname del Espíritu
Santo, para que pueda comprender Tu Palabra y obrar conforme
a sus enseñanzas’. Sin la llenura del Espíritu soy incapaz de tomar
decisiones correctas y me siento tentado con facilidad. También,
tiendo a hablar a mi manera, cuando no tengo Su llenura, así que
termino equivocándome y lastimando a los demás. Por eso, le pido
que me ayude a no tomar decisiones importantes de vida cuando no
esté lleno del Espíritu Santo, porque toda decisión sin Él siempre
es incorrecta”.
No debemos intentar vivir por nuestra propia fuerza, porque tro-
pezaremos y fracasaremos una y otra vez a causa de nuestra natu-
raleza pecaminosa, la cual está profundamente arraigada. Debemos
permanecer constantemente en Dios, llenos del Espíritu Santo,
porque Él protege completamente a quienes se encuentren bajo Su
soberanía y hasta les concede los deseos más profundos.

Obrar siempre con amor, Lee Young-hoon

Aplicación Personal

57
DOM

09 El anhelo ardiente
de la creación
Romanos 8:18-25

La Biblia en un año:
18 Tengo por cierto que las aflicciones del tiem-
Rt. 2/ Hch. 27/ Jer. 38/ Sal. 10
po presente no son comparables con la gloria
venidera que en nosotros ha de manifestarse, 
18 Considero que los sufrimientos del tiempo presente
no son nada si los comparamos con la gloria que habre-
mos de ver después. 

19 porque el anhelo ardiente de la creación es el


aguardar la manifestación de los hijos de Dios. 
19 La creación espera con gran impaciencia el momen-
to en que se manifieste claramente que somos hijos de
Dios. 

20 La creación fue sujetada a vanidad, no por su


propia voluntad, sino por causa del que la suje-
tó en esperanza. 
20 Porque la creación perdió su verdadera finalidad, no
por su propia voluntad, sino porque Dios así lo había dis-
puesto; pero le quedaba siempre la esperanza 

21  Por tanto, también la creación misma será


libertada de la esclavitud de corrupción a la li-
bertad gloriosa de los hijos de Dios. 
21 de ser liberada de la esclavitud y la destrucción, para
alcanzar la gloriosa libertad de los hijos de Dios. 

58
Romanos 8:18-25

Las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la


gloria venidera. La creación gime por ver la manifestación de los
hijos de Dios, para ser libertada de la esclavitud a la libertad glo-
riosa. También nosotros, que tenemos las primicias del Espíritu,
gemimos esperando la redención de nuestro cuerpo.

22 Sabemos que toda la creación gime a una, y a


una está con dolores de parto hasta ahora. 
22 Sabemos que hasta ahora la creación entera se queja
y sufre como una mujer con dolores de parto. 

23  Yno sólo ella, sino que también nosotros


mismos, que tenemos las primicias del Espíritu,
nosotros también gemimos dentro de nosotros
mismos, esperando la adopción, la redención de
nuestro cuerpo, 
23 Y no sólo ella sufre, sino también nosotros, que ya
tenemos el Espíritu como anticipo de lo que vamos a re-
cibir. Sufrimos profundamente, esperando el momento
de ser adoptados como hijos de Dios, con lo cual serán
liberados nuestros cuerpos. 

24  porqueen esperanza fuimos salvos; pero la


esperanza que se ve, no es esperanza; ya que lo
que alguno ve, ¿para qué esperarlo?
24 Con esa esperanza hemos sido salvados. Sólo que
esperar lo que ya se está viendo no es esperanza, pues,
¿quién espera lo que ya está viendo? 

25  Pero si esperamos lo que no vemos, con pa-


ciencia lo aguardamos.
25 Pero si lo que esperamos es algo que todavía no
vemos, tenemos que esperarlo sufriendo con firmeza.

59
Ayuda a su meditación

Toda la creación gime (8:18-25)


La fe nos lleva a esperar la gloria venidera y a no enfocarnos en las aflicciones
presentes. Pablo señala la existencia del triple gemido: el gemido de la natura-
leza (vv. 19-22), de los hijos de Dios (vv. 23-25) y del Espíritu Santo (8:26). La
naturaleza gime esperando ser libertada de la esclavitud de corrupción, cau-
sada por la caída del hombre y el dominio de las potestades del maligno. Los
creyentes también gemimos, esperando quitarnos el cuerpo pecaminoso, para
vestirnos de uno espiritual. Anhelamos ver más pronto que tarde la perfección
de la salvación, que será grande y gloriosa. No inclinemos nuestro corazón a
las cosas imperfectas de este mundo, sino al reino de los cielos que es perfecto.
Escojamos la esperanza antes que la desesperación y esperemos con paciencia.
¿Cómo es el estado de la naturaleza actual, en contraste con la gloria venide-
ra? ¿Cómo debo vivir hoy, esperando la gloriosa perfección de la salvación?

Altar Comencemos con alabanza y oración. Compartamos acerca de nuestra semana,


familiar inclusive el agradecimiento por las cosas que Dios ha hecho.

1 Observación
¿Cuál es el anhelo de la creación? (8:20-21) ¿Cómo
ha afectado el pecado de Adán a toda la creación?
(Gn. 3:17-18)

Aplicación y Recordando el mandato cultural de Dios (Gn. 1:26-


diálogo
28), ¿qué puedo hacer para librar a la creación de
la aflicción?

2 Observación
¿Qué anhelan la creación y los creyentes, en medio
de su aflicción? (8:23)

Aplicación y ¿Anhelamos más la gloria futura, antes que el bien-


diálogo
estar presente? ¿Por qué es importante esperar en
el día glorioso?

Compartamos las peticiones de oración individuales y seleccionemos los temas para orar
como familia durante toda la semana. Terminemos el devocional con la oración final.

60
Prédica del domingo

Título:

Pasaje:

Notas:

Intercesión por las naciones

Mozambique, un país del sur de África, sufre una preocupante crisis


alimentaria debido a la crisis económica, la sequía y la inseguridad
alimentaria. Aunque el 40 % de la población es analfabeta, aproximadamente
el 27 % es protestante. Intercedamos juntos por esta nación, para que la
economía y la educación sean restauradas y el pueblo pueda librarse de la
pobreza y escasez con el evangelio de la cruz.

61
LUN

10 Conformes a la
imagen de Cristo
Romanos 8:26-30

La Biblia en un año:
26  De igual manera, el Espíritu nos ayuda en
Rt. 3-4/ Hch. 28/ Jer. 39/ Sal. 11-12
nuestra debilidad, pues qué hemos de pedir co-
mo conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu
mismo intercede por nosotros con gemidos
indecibles. 
26 De igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra de-
bilidad. Porque no sabemos orar como es debido, pero el
Espíritu mismo ruega a Dios por nosotros, con gemidos
que no pueden expresarse con palabras. 

27 Pero el que escudriña los corazones sabe cuál


es la intención del Espíritu, porque conforme
a la voluntad de Dios intercede por los santos.
27 Y Dios, que examina los corazones, sabe qué es lo
que el Espíritu quiere decir, porque el Espíritu ruega,
conforme a la voluntad de Dios, por los del pueblo santo.

28 Sabemos, además, que a los que aman a Dios,


todas las cosas los ayudan a bien, esto es, a los
que conforme a su propósito son llamados. 
28 Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el
bien de quienes lo aman, a los cuales él ha llamado de
acuerdo con su propósito. 
62
Romanos 8:26-30

El Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. Como no sabemos


orar como es debido, el Espíritu intercede por nosotros con ge-
midos indecibles. A los que aman a Dios todas las cosas les
ayudan a bien, es decir, a los que conforme a Su propósito son
llamados. A los que antes conoció, los predestinó, los llamó, los
justificó y los glorificó.

29  A los que antes conoció, también los pre-


destinó para que fueran hechos conformes a la
imagen de su Hijo, para que él sea el primogéni-
to entre muchos hermanos.
29 A los que de antemano Dios había conocido, los des-
tinó desde un principio a ser como su Hijo, para que su
Hijo fuera el primero entre muchos hermanos. 

30  Y a los que predestinó, a estos también lla-


mó; y a los que llamó, a estos también justificó;
y a los que justificó, a estos también glorificó.
30 Y a los que Dios destinó desde un principio, también
los llamó; y a los que llamó, los hizo justos; y a los que
hizo justos, les dio parte en su gloria.

63
Ayuda a su meditación

La intercesión del Espíritu Santo (8:26-27)


A veces, cuando estamos en dificultad no sabemos cómo orar. Sentimos que
se nos debilita la fe y olvidamos con frecuencia la grandeza de Dios, de Aquel
que oye nuestra oración, de Su sublime amor y de la salvación que nos ha dado.
¡Cuántas veces fallamos en levantar a Dios una oración correcta, en el momento
correcto! Pero qué bueno es saber que, aun en los momentos de debilidad, hay
esperanza, por cuanto el Espíritu Santo es quien nos ayuda. Aunque no sabe-
mos cómo orar, Él pide conforme a la voluntad de Dios y el Padre obra a nues-
tro favor. La oración que levantamos con la ayuda del Espíritu Santo siempre
coincide con la voluntad de Dios. Aprendamos, pues, a depender del Espíritu
Santo cada vez que oremos a Dios.
¿Quién intercede por nosotros cuando no sabemos qué pedir en oración?
¿Cómo podemos orar recibiendo la guía del Espíritu Santo?

Todas las cosas ayudan a bien (8:28-30)


El propósito de nuestra vida es imitar a Jesucristo. El versículo 28 es uno de
los pasajes más citados y amados por los creyentes, pero, al mismo tiempo, me-
nos comprendidos. Cuando Pablo dice que todas las cosas ayudan a bien, pero
‘bien’ (‘agathos’ en griego) no significa los beneficios de este mundo. Si seguimos
leyendo un versículo más, nos dice que el bien es ser hechos conformes a la
imagen de Jesús. Esto es posible, por cuanto Dios nos predestinó desde antes
de la fundación del mundo, nos llamó a Su tiempo, nos justificó en Cristo y nos
glorificó en Su soberanía. Recordemos que tanto la aflicción como el gozo son
herramientas que Dios utiliza para moldearnos conforme a la imagen de Cristo.
Cuando entendemos esto, logramos ver las cosas desde otro ángulo, es decir,
desde la óptica de Dios.
¿Qué significa que ayudan a bien? ¿Cómo puede Dios moldearme por medio
de la aflicción y el gozo?

Amado Espíritu Santo, gracias por interceder por mí, especialmente


Una Carta
cuando no sé qué pedir. Tú obras de tal manera que haces que todas
a Dios las cosas, las personas y el ambiente que me rodea ayuden a bien.
Perseveraré en Ti, sabiendo que Tú obrarás de manera que cada día,
sea más semejante a Cristo, mi Señor.
64
Ensayo para meditar Romanos 8:26-30

Mi salvación no es
motivo de alardeo

M
e bauticé 23 años atrás, sin embargo, a pesar de que respe-
taba a Jesús y lo reconocía como el hacedor de numerosos
milagros, me costó mucho eliminar la duda sobre su divi-
nidad. No obstante, como no podía negar que el Espíritu Santo
habitaba en mí y me había transformado, prediqué a miles de per-
sonas y di testimonio con mi vida, ocultando al mismo tiempo esa
vacilación en mi fe. Hasta que un día, mientras conducía para ir a
otro seminario, me vi a mí mismo dando testimonio y me invadió
una arrogancia desafiante: ‘¡Que levante la mano quien tenga una fe
tan buena como la mía y predique tan bien como yo!’. Ante seme-
jante soberbia, me sentí incómodo, como si el peso de aquel pesado
pecado me estuviera sofocando. Entonces, Jesús me dijo: “Yo morí
por un pecador como tú”.
Inmediatamente, estacioné el coche a un costado y me postré ante
el Señor. Allí, al comprender cuán pecador era, escuché cómo se
derrumbaba con un fuerte estruendo mi ego y quebré en llanto, sin
poder contenerme. Ese día renací, ante la cruz, porque confesé sin
reserva que era un pecador y que no tenía ningún derecho. Enton-
ces, Jesús, que había derramado su sangre por mi culpa y que había
entrado en mí con una nueva vida, pasó a ser mi razón de vivir, mi
motivo de misión y a quien amo. Fue así como volví a nacer y me
convertí en una persona incapaz de rechazar el Señorío de Jesús,
mi Dios.

La restauración de la oración, Kang Eun-hye

Aplicación Personal

65
MAR

11 Somos más que


vencedores
Romanos 8:31-39

La Biblia en un año:
31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por no-
1 S. 1/ Ro. 1/ Jer. 40/ Sal. 13-14
sotros, ¿quién contra nosotros? 
31 ¿Qué más podremos decir? ¡Que si Dios está a nues-
tro favor, nadie podrá estar contra nosotros! 

32  El
que no escatimó ni a su propio Hijo, sino
que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no
nos dará también con él todas las cosas? 
32 Si Dios no nos negó ni a su propio Hijo, sino que lo
entregó a la muerte por todos nosotros, ¿cómo no habrá
de darnos también, junto con su Hijo, todas las cosas? 

33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios


es el que justifica. 
33 ¿Quién podrá acusar a los que Dios ha escogido?
Dios es quien los hace justos. 

34  ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que


murió; más aun, el que también resucitó, el que
además está a la diestra de Dios, el que también
intercede por nosotros.
34 ¿Quién podrá condenarlos? Cristo Jesús es quien
murió; todavía más, quien resucitó y está a la derecha
de Dios, rogando por nosotros. 

35  ¿Quién nos separará del amor de Cristo?


¿Tribulación, angustia, persecución, hambre,
desnudez, peligro o espada? 
35 ¿Quién nos podrá separar del amor de Cristo? ¿El
sufrimiento, o las dificultades, o la persecución, o el ham-
bre, o la falta de ropa, o el peligro, o la muerte violenta? 
66
Romanos 8:31-39

Dios no escatimó ni a Su propio Hijo, sino que lo entregó por


nosotros. ¿Cómo no nos dará también con él todas las cosas? Si
Dios es el que justifica, nadie podrá condenarnos. Nada ni nadie
podrá separarnos del amor de Dios, por cuanto Cristo, quien
resucitó, está a la diestra de Dios intercediendo por nosotros.

36  Como está escrito: «Por causa de ti somos


muertos todo el tiempo; somos contados como
ovejas de matadero.»
36 Como dice la Escritura: «Por causa tuya estamos
siempre expuestos a la muerte; nos tratan como a ovejas
llevadas al matadero.»

37  Antes, en todas estas cosas somos más que


vencedores por medio de aquel que nos amó.
37 Pero en todo esto salimos más que vencedores por
medio de aquel que nos amó.

38  Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte


ni la vida, ni ángeles ni principados ni potesta-
des, ni lo presente ni lo por venir, 
38 Estoy convencido de que nada podrá separarnos del
amor de Dios: ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni
los poderes y fuerzas espirituales, ni lo presente, ni lo
futuro, 

39 nilo alto ni lo profundo, ni ninguna otra cosa


creada nos podrá separar del amor de Dios, que
es en Cristo Jesús, Señor nuestro.
39 ni lo más alto, ni lo más profundo, ni ninguna otra de
las cosas creadas por Dios. ¡Nada podrá separarnos del
amor que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús nues-
tro Señor!

67
Ayuda a su meditación

Si Dios es por nosotros (8:31-36)


Una fe sólida, que cree en el amor de Dios, nos da paz y tranquilidad en todo
momento. Pablo plantea cinco preguntas y luego las responde. Dichas preguntas
se refieren al amor de Dios: “¿quién contra nosotros?, ¿nos dará Dios todas las
cosas?, ¿quién acusará a los escogidos de Dios?, ¿quién nos condenará?, ¿quién
nos separará del amor de Cristo?”. Hay una premisa que sirve de fundamento
a todas las respuestas y es que Dios es por nosotros (v. 31), es decir, que nadie
podrá hacernos frente. Dios nos dará todas las cosas, no habrá condenación ni
acusación contra nosotros, nada ni nadie podrá separarnos del amor de Dios.
No dudemos ni temamos perder la salvación por nuestros pecados. Confiemos
en el amor de Dios y andemos con denuedo por el camino de salvación.
¿Cuáles son las cinco preguntas y respuestas de Pablo? ¿Me siento identificado
con alguna pregunta?

Nada nos separará de Cristo (8:37-39)


No es fácil soportar la aflicción. Pablo describe las muchas dificultades que ha
tenido que afrontar con palabras como ‘tribulación’, ‘angustia’, ‘persecución’,
‘hambre’, ‘desnudez’, ‘peligro’ y ‘espada’ (v. 35). Estas dificultades fácilmente
desanimarían a cualquiera, pero no a Pablo, quien señala que somos más que
vencedores. ‘Vencedores’ en griego es ‘hupernikao’, que significa ‘la victoria más
gloriosa’. Según el Apóstol, podemos ser protagonistas de esa gloriosa victoria,
gracias al amor de Dios para con nosotros. Nada podrá separarnos del amor
de Dios en Cristo Jesús: ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni
potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna
otra cosa creada. Los que aman a Dios, tendrán la victoria más gloriosa en todas
las áreas de su vida.
¿Cómo puede Pablo estar tan seguro de tener victoria en todo? ¿En qué áreas
de mi vida he visto la victoria de Dios en Cristo?

Padre Celestial, si Tú me has dado hasta Tu Hijo, no hay nada que


Una Carta
pueda separarme de tu amor. No tendré temor, por cuanto Tu amor es
a Dios inmutable, eterno. Aunque no vea esperanza alguna, sé que Tu amor
es fiel; la fe y la esperanza que he puesto en ti, me animan a andar por
esta senda de fe con denuedo.
68
Ensayo para meditar Romanos 8:31-39

¿Cuchara de barro o
cuchara de oro?

L
a nueva teoría de clases conocida como “La teoría de las cu-
charas” afirma que la posición socioeconómica de los padres
define la de los hijos. En ella se clasifican a las familias de
distintas clases, haciendo la analogía con cucharas de diferentes ma-
teriales, como oro, plata, bronce y barro, y siguiendo parámetros
increíblemente específicos como el nivel de ingresos, entre otros.
En mi caso, pertenecí a la cuchara de barro. O, mejor dicho, nues-
tra situación era tan mala que ni siquiera podíamos imaginar una
cuchara. Estábamos físicamente debilitados y no teníamos nada de
qué alardear. Hasta que pasó algo que cambió por completo nuestra
miseria, conocí a Dios. Hasta ese día pensaba que mi padre era el
terrenal, pero descubrí que mi Padre era en realidad el Creador del
universo. ¡Aleluya!
A partir de entonces cambiaron por completo mi manera de pen-
sar y de actuar. De un día para otro, mi identidad subió de lo más
bajo del estrato social a lo más alto. Se podría decir que, siguiendo
“La teoría de las cucharas”, pasé a la cuchara de diamante, ni si-
quiera de oro. Al cambiar mi corazón, cambió mi manera de obrar
y empecé a tener más confianza. Dejé de medirme bajo los están-
dares del mundo, porque lo único que me empezó a importar fue la
opinión de Dios y la intención de conocerlo correctamente. Todas
las dimensiones de nuestra vida cambian, si anhelamos únicamente
al Señor, y entendemos claramente a quién pertenecemos y dónde
nos encontramos.

Un talento, Kwon Hong

Aplicación Personal

69
MIE

12 La elección
soberana de Dios
Romanos 9:1-13

La Biblia en un año:
1  Verdad digo en Cristo, no miento, y mi con-
1 S. 2/ Ro. 2/ Jer. 41/ Sal. 15-16
ciencia me da testimonio en el Espíritu Santo, 
1   Como creyente que soy en Cristo, estoy diciendo la
verdad, no miento. Además, mi conciencia, guiada por el
Espíritu Santo, me asegura que esto es verdad: 

2  quetengo gran tristeza y continuo dolor en


mi corazón, 
2 tengo una gran tristeza y en mi corazón hay un dolor
continuo,

3 porque deseara yo mismo ser anatema, separa-


do de Cristo, por amor a mis hermanos, los que
son mis parientes según la carne; 
3  pues hasta quisiera estar yo mismo bajo maldición,
separado de Cristo, si así pudiera favorecer a mis her-
manos, los de mi propia raza. 

4 que son israelitas, de los cuales son la adopción,


la gloria, el pacto, la promulgación de la Ley, el
culto y las promesas. 
4 Son descendientes de Israel, y Dios los adoptó como
hijos. Dios estuvo entre ellos con su presencia glorio-
sa, y les dio las alianzas, la ley de Moisés, el culto y las
promesas. 

5  A ellos también pertenecen los patriarcas, de


los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es
Dios sobre todas las cosas, bendito por los si-
glos. Amén.
5 Son descendientes de nuestros antepasados; y de su
raza, en cuanto a lo humano, vino el Mesías, el cual es
Dios sobre todas las cosas, alabado por siempre. Amén.

6  No que la palabra de Dios haya fallado, por-


que no todos los que descienden de Israel son
israelitas, 
6 Pero no es que las promesas de Dios a Israel hayan
perdido su validez; más bien es que no todos los des-
cendientes de Israel son verdadero pueblo de Israel. 
70
Romanos 9:1-13

Pablo siente gran tristeza y continuo dolor por sus compatrio-


tas. De los israelitas son la adopción, la gloria, el pacto, la Ley,
el culto, las promesas y, sobre todo, Cristo. Pero no todos los
descendientes de Abraham serán llamados hijos. No son hijos
los nacidos de la carne, sino de la promesa. No depende del que
quiere ni del que corre, sino de la misericordia de Dios.

7  ni por ser descendientes de Abraham, son to-


dos hijos suyos, sino: «En Isaac te será llamada
descendencia.» 
7 No todos los descendientes de Abraham son verda-
deramente sus hijos, sino que Dios le había dicho: «Tu
descendencia vendrá por medio de Isaac.» 

8 Esto es: no son hijos de Dios los hijos según la


carne, sino que son contados como descenden-
cia los hijos según la promesa, 
8 Esto nos da a entender que nadie es hijo de Dios so-
lamente por pertenecer a cierta raza; al contrario, sólo
a quienes son hijos en cumplimiento de la promesa de
Dios, se les considera verdaderos descendientes.

9 pues la palabra de la promesa es ésta: «Por este


tiempo vendré y Sara tendrá un hijo.»
9 Porque ésta es la promesa que Dios hizo a Abraham:
«Por este tiempo volveré, y Sara tendrá un hijo.»

10 Pero no sólo esto, pues también Rebeca con-


cibió de un solo hombre, de Isaac nuestro padre. 
10 Pero eso no es todo. Los dos hijos de Rebeca eran de
un mismo padre, nuestro antepasado Isaac, 

11 No habían aún nacido, ni habían hecho aún ni


bien ni mal (para que el propósito de Dios con-
forme a la elección permaneciera, no por las
obras sino por el que llama),
11-13 y antes que ellos nacieran, cuando aún no habían
hecho nada, ni bueno ni malo, Dios anunció a Rebeca:
«El mayor será siervo del menor.» Lo cual también está
de acuerdo con la Escritura que dice: «Amé a Jacob y
aborrecí a Esaú.» Así quedó confirmado el derecho que
Dios tiene de escoger, de acuerdo con su propósito, a
los que quiere llamar, sin tomar en cuenta lo que hayan
hecho.

12 cuando Dios le dijo a Rebeca: «El mayor ser-


virá al menor.» 
13 Como está escrito: «A Jacob amé, mas a Esaú
aborrecí.»
71
Ayuda a su meditación

El sentir de Pablo por Israel (9:1-5)


Comenzamos a evangelizar, cuando vemos a las almas desde la óptica de Dios.
Pablo predicó el evangelio a los judíos, pero muchas veces fue rechazado por
ellos. Sus compatriotas, el pueblo escogido por Dios, se rebeló al dar muerte a
Cristo, el enviado por Dios, y perseguir a los creyentes. Con todo, Pablo no dejó
de anunciarles el evangelio con compasión y en todo momento. Al evangelizar,
debemos imitar dos aptitudes de Pablo: el amor genuino y el respeto por las
almas. Pablo sentía compasión y no ira hacia los que le perseguían, y recono-
ció que los judíos habían sido escogidos por Dios y que contaban con ciertos
privilegios. Pero cuanto más reacios sean para aceptar el evangelio, más amor y
respeto debemos demostrarles.
¿Qué sentía Pablo por los judíos, que negaban el evangelio? ¿Con qué dispo-
sición debo anunciar el evangelio a mis familiares y amigos que no conocen
todavía a Jesús?

La promesa eterna de Dios (9:6-13)


La falta de una respuesta inmediata de parte de Dios puede producir cierto des-
ánimo en nosotros, especialmente después de levantar una oración fervorosa.
Pero a Pablo le sirvió para comprender la voluntad de Dios. Él cita a Isaac e
Ismael para señalar que no todo el pueblo de Israel recibirá la promesa de Dios.
Siendo hijos de Abraham en la carne, solo Isaac pudo heredar la promesa de
Dios. Lo mismo ocurrió con Jacob y Esaú. Dios amó a Jacob; mas aborreció
a Esaú. Dios escogió a Jacob mucho antes de que naciera; la elección no fue
producto de sus obras, sino de la soberana voluntad de Dios. La salvación no
se gana por obras ni méritos, sino que resulta de la elección soberana de Dios.
¿Qué nos enseña la elección divina de Isaac sobre Ismael y de Jacob sobre
Esaú? ¿Es mi salvación producto de mis méritos o de la gracia soberana de
Dios?

Señor Jesús, deseo aprender de la pasión que Pablo sentía por las
Una Carta
almas perdidas, especialmente, por sus compatriotas, por quienes
a Dios estaba dispuesto a dar su vida. Dame el denuedo para compartir Tu
gracia a mi familia, parientes y amigos, en agradecimiento por la mise-
ricordia que has tenido para conmigo, sin merecerla.
72
Ensayo para meditar Romanos 9:1-13

Con el corazón de Pablo

E
l misionero Seo Dae-ban, quien ministra en una zona protegi-
da, vino a nuestra iglesia a dar un testimonio y nos contó una
anécdota que sucedió durante el culto en su iglesia Bong-su
de Corea del Norte. Resulta que, en la alabanza, cantó el himno
“Mi tristeza y esclavitud”, pero no lo hizo muy bien, porque se
emocionó y se echó a llorar. Al verlo, los 150 fieles que participaban
de la adoración comenzaron a llorar con él y cantaron todos juntos
con un solo corazón. Y es que en Corea del Norte hay numerosos
compatriotas que reaccionan mal al escuchar el nombre de Jesús, a
pesar de que viven en situaciones difíciles, al igual que algunos en
nuestra familia y a nuestro alrededor. Por eso, el Señor nos mira y
nos pregunta: “¿Tienes el corazón de Pablo? ¡Hay tantas almas que
pueden ser salvas con solo predicar el nombre Jesús, aunque estén
viviendo en el camino equivocado! ¿Cuánto oras por ellos y cuánto
sufres por ellos?”. Debemos poder responder a esta pregunta di-
ciendo: “Señor, oro todos los días por ellos con gran dolor”. Por lo
tanto, agradezcamos la gracia que nos dio a través de Jesucristo, que
es la justicia de Dios, y oremos por nuestros compatriotas que viven
desperdiciando cada día y esforzándose en vano, al no conocer la
fuente de la vida.

Mi salvación indestructible, Ok Han-heum

Aplicación Personal

73
JUE

13 Misericordia de
quien quiere
Romanos 9:14-24

La Biblia en un año:
14  ¿Qué,
pues, diremos? ¿Que hay injusticia en
1 S. 3/ Ro. 3/ Jer. 42/ Sal. 17
Dios? ¡De ninguna manera!, 
14 ¿Diremos por eso que Dios es injusto? ¡Claro que no! 

15 pues a Moisés dice: «Tendré misericordia del


que yo tenga misericordia y me compadeceré del
que yo me compadezca.» 
15 Porque Dios dijo a Moisés: «Tendré misericordia de
quien yo quiera, y tendré compasión también de quien
yo quiera.» 

16 Así que no depende del que quiere, ni del que


corre, sino de Dios que tiene misericordia, 
16 Así pues, no depende de que el hombre quiera o se
esfuerce, sino de que Dios tenga compasión. 

17  porque la Escritura dice al faraón: «Para es-


to mismo te he levantado, para mostrar en ti mi
poder y para que mi nombre sea anunciado por
toda la tierra.» 
17 Pues en la Escritura Dios le dice al rey de Egipto: «Te
hice rey precisamente para mostrar en ti mi poder y para
darme a conocer en toda la tierra.» 

18 De manera que de quien quiere, tiene miseri-


cordia, y al que quiere endurecer, endurece.
18 De manera que Dios tiene compasión de quien él
quiere tenerla, y también le endurece el corazón a quien
él quiere endurecérselo.

19  Perome dirás: «¿Por qué, pues, inculpa?


¿Quién ha resistido a su voluntad?» 
19 Pero me dirás: «Siendo así, ¿de qué puede Dios cul-
par al hombre, si nadie puede oponerse a su voluntad?» 
74
Romanos 9:14-24

Dios de quien quiere tiene misericordia y al que quiere endurecer,


endurece. El alfarero tiene potestad sobre el barro, para hacer
un vaso de honra y otro de deshonra. Está en la soberanía de
Dios soportar con mucha paciencia los vasos de ira preparados
para destrucción y hacer notorias las riquezas de Su gloria para
con los vasos de misericordia.

20  Pero tú, hombre, ¿quién eres, para que alter-


ques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo
formó: «Por qué me has hecho así»? 
20 Y tú, hombre, ¿quién eres para pedirle cuentas a
Dios? ¿Acaso la olla de barro le dirá al que la hizo: «Por
qué me hiciste así?» 

21  ¿Acasono tiene potestad el alfarero sobre el


barro para hacer de la misma masa un vaso pa-
ra honra y otro para deshonra?
21 El alfarero tiene el derecho de hacer lo que quiera con
el barro, y del mismo barro puede hacer una olla para
uso especial y otra para uso común.

22  ¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira


y hacer notorio su poder, soportó con mu-
cha paciencia los vasos de ira preparados para
destrucción? 
22 Dios, queriendo dar un ejemplo de castigo y mostrar
su poder, soportó con mucha paciencia a aquellos que
merecían el castigo e iban a la perdición. 

23 Él, para hacer notorias las riquezas de su glo-


ria, las mostró para con los vasos de misericordia
que había preparado de antemano para gloria. 
23 Al mismo tiempo quiso dar a conocer en nosotros la
grandeza de su gloria, pues nos tuvo compasión y nos
preparó de antemano para tener parte en ella. 

24 A estos también ha llamado, es decir, a noso-


tros, no sólo de los judíos, sino también de los
gentiles.
24 Así que Dios nos llamó, a unos de entre los judíos y
a otros de entre los no judíos.

75
Ayuda a su meditación

¿Hay injusticia en Dios? (9:14-18)


¿Es justa la elección de Dios? Sí, siempre. No hay lugar para la injusticia en la
soberanía de Dios. Nadie es salvo por sus propios méritos (3:23); es por el puro
afecto de Su voluntad que Dios escogió a Su pueblo. Esta elección no resulta
de la justicia humana, ni del anhelo o el esfuerzo por la salvación, sino solo de
la misericordia de Dios. Su soberanía es absoluta; Él obra incluso por medio de
los que endurecen su corazón para no aceptar Su voluntad. No fue Dios quien
aumentó la incredulidad en el faraón, sino que él no tenía el deseo de obedecer
a Dios desde un principio. Dios dejó que el faraón endureciera su corazón (Éx.
7:3; 8:32). La elección de Dios es siempre buena y no hay injusticia en Él.
¿Qué quiere decir que Dios endurece al que quiere endurecer? ¿Cuál es la
misericordia y la gracia que disfruto bajo la absoluta soberanía de Dios?

Dios es el alfarero (9:19-24)


La libre elección de Dios depende exclusivamente de Su soberana voluntad.
Pablo señala que el hombre no tiene potestad para altercar con Dios; así como
el vaso tampoco puede quejarse contra el alfarero, porque él tiene toda la po-
testad para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra.
Los vasos de ira y los de misericordia reflejan el propósito de Dios. Dios dará a
conocer Su misericordia y justicia tanto a los redimidos como a los incrédulos,
para hacer notorias las riquezas de Su gloria. Dios llamó tanto a judíos como a
gentiles para utilizarlos como vasos de misericordia. En esto se ve la gran mise-
ricordia y absoluta gloria de Dios hacia los hombres.
¿Qué aspecto de Dios evidencian los vasos de ira y los de misericordia? ¿Qué
puedo hacer para la gloria de Dios, habiendo sido escogido como vaso de
misericordia?

Señor, gracias por escogerme en Tu infinita misericordia y por regalarme


Una Carta
el don de la salvación. Dejaré de ser sabio en mi propia opinión y de
a Dios quejarme por situaciones que no comprendo; confiaré en Tu perfecta
justicia en todo momento. Moldéame como un vaso que pueda ser utili-
zado en Tu obra, para dar a conocer la plenitud de Tu gloria.
76
Ensayo para meditar Romanos 9:14-24

Siguiendo al alfarero

E
n la casa de un alfarero, había una vasija muy fea y tosca junto
a miles de hermosas vasijas que habían sido muy bien elabo-
radas. No obstante, cada vez que iba a traer agua, el hombre
llevaba a la primera, que además estaba rayada. El resto de las va-
sijas protestaban por su preferencia, y ni siquiera la jarra fea podía
entender la razón por la que era usada con más frecuencia. Enton-
ces le preguntó al alfarero: “¿Por qué siempre me lleva a mí a juntar
agua cuando tiene otros recipientes bonitos?”. El hombre sonrió y
le dijo: “Hace mucho que tú y yo recorremos este camino. Mira las
hermosas y coloridas flores a los lados de la calle. ¿Sabes cómo flo-
recieron así? Gracias al agua que goteas cada vez que pasamos por
aquí”. Allí, la tinaja comprendió la intención de su dueño. ¿Quién
podrá cuestionar la obra del alfarero? Nadie.
Lo mismo sucede con nuestras vidas. Nuestro alfarero es Dios. Él
es soberano sobre todas las cosas y podemos confiar plenamente en
Su inigualable amor. Por eso, debemos correr hacia Jesucristo aun
en medio de una situación difícil de aceptar o de entender. Dicho
en otras palabras, nuestro corazón y nuestros actos deben reflejar
obediencia. Entonces, seremos la carta de presentación del Señor y
el aroma del evangelio de Cristo, y seremos utilizados valiosamente.

Todo fin es el comienzo, Song Tae-keun

Aplicación Personal

77
VIE

14 La justicia que
es por fe
Romanos 9:25-33

La Biblia en un año:
25 Como también en Oseas dice: «Llamaré pue-
1 S. 4/ Ro. 4/ Jer. 43/ Sal. 18
blo mío al que no era mi pueblo, y a la no amada,
amada.
25 Como se dice en el libro de Oseas: «A los que no eran
mi pueblo, los llamaré mi pueblo; a la que no era amada,
la llamaré mi amada.

26 Y en el lugar donde se les dijo: “Vosotros no


sois pueblo mío”, allí serán llamados “hijos del
Dios viviente”.»
26 Y en el mismo lugar donde se les dijo: “Ustedes no
son mi pueblo”, serán llamados hijos del Dios viviente.»

27  También Isaías proclama acerca de Israel:


«Aunque el número de los hijos de Israel fue-
ra como la arena del mar, tan sólo el remanente
será salvo, 
27 En cuanto a los israelitas, Isaías dijo: «Aunque los
descendientes de Israel sean tan numerosos como la
arena del mar, solamente un resto de ellos alcanzará
la salvación,

28  porque el Señor ejecutará su sentencia sobre


la tierra con justicia y prontitud.» 
28 porque muy pronto el Señor cumplirá plenamente su
palabra en todo el mundo.»
78
Romanos 9:25-33

Las Escrituras dicen: “Llamaré pueblo mío al que no era mi pueblo


(…)” y “Aunque el número de los hijos de Israel fuera como la
arena del mar, tan solo el remanente será salvo”. Los gentiles
alcanzaron la justicia que es por fe, mientras que Israel no. Los
que confían en las obras de la Ley tropezarán con la piedra de
Sion; pero los que creen en el Señor, no serán avergonzados.

29  Y como antes dijo Isaías: «Si el Señor de los


ejércitos no nos hubiera dejado descenden-
cia, como Sodoma habríamos venido a ser, y a
Gomorra seríamos semejantes.»
29 Como el mismo Isaías había dicho antes: «Si el Señor
todopoderoso no nos hubiera dejado descendencia, aho-
ra mismo estaríamos como Sodoma y Gomorra.»

30 ¿Qué, pues, diremos? Que los gentiles, que no


iban tras la justicia, han alcanzado la justicia, es
decir, la justicia que es por fe;
30 ¿Qué diremos a esto? Que, por medio de la fe, Dios
ha hecho justos a los paganos, que no buscaban la
justicia. 

31  mientras Israel, que iba tras una ley de justi-


cia, no la alcanzó. 
31 En cambio, los israelitas, que querían basar su justicia
en la ley, no lo lograron. 

32  ¿Por qué? Porque iban tras ella no por fe, si-
no dependiendo de las obras de la Ley, de modo
que tropezaron en la piedra de tropiezo, 
32 ¿Por qué? Porque no se basaban en la fe, sino en
sus propios hechos. Por eso tropezaron con la «piedra
de tropiezo»

33  como está escrito: «He aquí pongo en Sión


piedra de tropiezo y roca de caída; y el que crea
en él, no será defraudado.»
33 que se menciona en la Escritura: «Yo pongo en Sión
una roca, una piedra con la cual tropezarán; el que con-
fíe en ella, no quedará defraudado.»

79
Ayuda a su meditación

El remanente de los gentiles y judíos (9:25-29)


El plan de salvación de Dios no está limitado a una sola nación. En varias partes
del Antiguo Testamento, Dios anunció que los gentiles también serían parte de
Su pueblo (Os. 1:10, 2:23). Y, respecto a Israel, el pueblo escogido de Dios, no
todos recibirán la promesa del nuevo pacto, pues solo el remanente será salvo
(Is. 1:9, 10:22-23). El interés de Pablo no se limita solo a la salvación de Israel,
sino que incluye también a los gentiles, a los que fueron ajenos a la promesa. El
plan de salvación de Dios refleja Su gran amor, por cuanto adopta como hijos a
los que no pertenecían a Su pueblo: “Llamaré pueblo mío al que no era mi pue-
blo, y a la no amada, amada”. No nos olvidemos de la gracia redentora de Dios.
¿Cuál es el pasaje del Antiguo Testamento que Pablo cita en referencia a la sal-
vación de los gentiles? ¿A quien debo anunciar el evangelio, confiando en Dios?

La desobediencia de Israel (9:30-33)


La salvación es solo por la fe en Jesucristo, sea judío o gentil. Pedro señaló que
los judíos también son salvos por la gracia de Jesús, al igual que los gentiles en
el concilio de Jerusalén (Hch. 15:11). Los gentiles oyen el evangelio mediante
los apóstoles y, por su fe en Jesucristo, entablan una correcta relación con Dios.
Pero los judíos buscaron tener comunión con Dios guardando la Ley y rechaza-
ron a Jesucristo, el único camino de salvación para el hombre, el cual es incapaz
de cumplir la Ley a cabalidad. Por eso, para los judíos que han tratado de alcan-
zar su justicia por la Ley, Jesucristo ha sido una piedra de tropiezo. Nadie puede
ser salvo, si no es por la fe.
¿Qué ocurrió con Israel, que puso su confianza en las obras antes que en la
fe? ¿Alguna vez he tratado de alcanzar mi propia justicia con las obras de la
Ley y no con la fe en la gracia de Dios?

Amado Dios, ¿cómo no darte las gracias, si has derramado el amor


Una Carta más perfecto sobre mí, sin merecerlo, y me has considerado justo por
a Dios mi fe? Me gloriaré solo en la cruz del Señor. No permitas que tropiece
y caiga, al jactarme de mis obras. Mi confianza está en Ti, Roca mía, y
no seré avergonzado.
80
Ensayo para meditar Romanos 9:25-33

Un plan minucioso
para un alma

A
ún recuerdo el testimonio que compartió el pastor Lee en
medio del sermón. Cuando comenzó a ministrar en la igle-
sia coreana de Ginebra, Suiza, tuvo que hacer todo solo, ya
que la situación de la iglesia no permitía nombrar a nadie más. Así
que estaba a cargo de la limpieza, del comedor, de lavar la vajilla
y demás. Un día, mientras lavaba los platos, se le rompieron los
guantes y se frustró, porque allí no hay supermercados por todos
lados como en otras ciudades. No obstante, al día siguiente, recibió
una caja por correo de parte de un antiguo fiel de EE. UU. ¡Y tenía
un par de guantes de goma! Sorprendido, le preguntó qué lo había
movido a enviar los guantes, y el fiel le contó que no podía dejar de
pensar en que debía mandárselos. A pesar de que no estaba conven-
cido ni entendía la razón por la cual tenía en su mente enviarle algo
así a un pastor que no veía hace muchos años, el Espíritu Santo le
dio el coraje para hacerlo.
Dios identifica nuestras incomodidades más pequeñas antes que
nosotros y se prepara. Teniendo en cuenta esto, ¿se imaginan cuán
detalladamente debe preparar el plan de salvación de un alma? Sin
duda y aunque nosotros no lo sepamos ahora, ya hay quienes es-
tán destinados a recibir la salvación del Señor. Y, justamente, por
esta razón debemos predicar el evangelio. Esta también es la razón
por la que no podemos relajarnos pensando en la garantía de nues-
tra propia salvación, ya que cualquiera puede necesitar escuchar el
evangelio o ser exhortado para no desviarse del mensaje de Cristo.
Por eso, debemos avanzar en el peregrinaje de la fe sin relajarnos.

Creí que había sido salvo, Park Han-soo

Aplicación Personal

81
SÁB

15 Con el corazón se
cree para justicia
Romanos 10:1-13

La Biblia en un año:
1  Hermanos, ciertamente el anhelo de mi cora-
1 S. 5-6/ Ro. 5/ Jer. 44/ Sal. 19
zón, y mi oración a Dios es por la salvación de
Israel, 
1 Hermanos, el deseo de mi corazón y mi oración a Dios
por los israelitas es que alcancen la salvación. 

2  porque yo soy testigo de que tienen ce-


lo por Dios, pero no conforme al verdadero
conocimiento. 
2 En su favor puedo decir que tienen un gran deseo de
servir a Dios; sólo que ese deseo no está basado en el
verdadero conocimiento. 

3 Ignorando la justicia de Dios y procurando es-


tablecer la suya propia, no se han sujetado a la
justicia de Dios, 
3 Pues no reconocen que es Dios quien hace justos a
los hombres, y pretenden ser justos por sí mismos; y
así no se han sometido a lo que Dios estableció para
hacernos justos. 

4  puesel fin de la Ley es Cristo, para justicia a


todo aquel que cree.
4 Porque la ley llega a su término con Cristo, y así todos
por la fe pueden llegar a ser justos.

5  Moisés escribe así de la justicia que es por la


Ley: «El hombre que haga estas cosas vivirá por
ellas.» 
5 De la justicia basada en la ley, Moisés escribió esto:
«La persona que cumpla la ley, vivirá por ella.» 

6 Pero de la justicia que es por la fe, dice así: «No


digas en tu corazón: “¿Quién subirá al cielo?”
(Esto es, para traer abajo a Cristo.) 
6 Pero de la justicia basada en la fe, se dice: «No pien-
ses: “¿Quién subirá al cielo?” —esto es, para hacer que
Cristo baje—; 

7  Ni digas, “¿quién descenderá al abismo?”


(Esto es, para hacer subir a Cristo de entre los
muertos.)» 
82
Romanos 10:1-13

Pablo anhela la salvación de Israel, un pueblo que ha ignorado


la justicia de Dios y ha procurado establecer la suya propia. El
fin de la Ley es Cristo, para justicia de todo aquel que cree. Si
confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu cora-
zón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Todo aquel
que en Él crea, no será avergonzado.

7 o “¿Quién bajará al abismo?”» —esto es, para hacer


que Cristo suba de entre los muertos.

8 Pero ¿qué dice?: «Cerca de ti está la palabra, en


tu boca y en tu corazón.» Ésta es la palabra de
fe que predicamos: 
8 ¿Qué es, pues, lo que dice?: «La palabra está cerca
de ti, en tu boca y en tu corazón.» Esta palabra es el
mensaje de fe que predicamos.

9  Siconfiesas con tu boca que Jesús es el Señor


y crees en tu corazón que Dios lo levantó de en-
tre los muertos, serás salvo, 
9 Si con tu boca reconoces a Jesús como Señor, y con
tu corazón crees que Dios lo resucitó, alcanzarás la
salvación. 

10  porquecon el corazón se cree para justicia,


pero con la boca se confiesa para salvación.
10 Pues con el corazón se cree para alcanzar la justicia,
y con la boca se reconoce a Jesucristo para alcanzar la
salvación.

11 La Escritura dice: «Todo aquel que en él cree,


no será defraudado», 
11 La Escritura dice: «El que confíe en él, no quedará
defraudado.» 

12 porque no hay diferencia entre judío y griego,


pues el mismo que es Señor de todos, es rico pa-
ra con todos los que lo invocan; 
12 No hay diferencia entre los judíos y los no judíos; pues
el mismo Señor es Señor de todos, y da con abundancia
a todos los que lo invocan. 

13 ya
que todo aquel que invoque el nombre del
Señor, será salvo.
13 Porque esto es lo que dice: «Todos los que invoquen
el nombre del Señor, alcanzarán la salvación.»

83
Ayuda a su meditación

Cristo, el fin de la Ley (10:1-4)


Es importante tener en cuenta dos cosas en una carrera: una es la dirección, y la
otra, la velocidad. Si tomamos una dirección equivocada, de nada servirá correr
rápido, ya que nunca llegaremos al destino final. Así fue el caso de los judíos,
porque ellos servían a Dios con fervor, pero como no tenían un conocimiento
correcto de Su voluntad y salvación, no pudieron llegar al destino, es decir, a
conocer Su justicia. Ellos rechazaron a Jesucristo, el fin de la Ley, y por eso
fue su piedra de tropiezo. Nosotros, que hemos creído en Jesús como nuestro
Salvador, debemos acabar la carrera de fe con éxito; siempre recordando que
podemos desconocer la salvación en cuanto nos jactamos de nuestros propios
méritos.
¿Por qué los judíos, que eran fervorosos en las cosas de Dios, no pudieron
alcanzar Su justicia? ¿En quién debo poner mis ojos y correr la carrera de la fe?

La Ley y la fe (10:5-13)
¿Es la salvación por obras o por fe? Es imposible alcanzar la justicia por el cum-
plimiento de la Ley; pero es fácil obtener la justicia por la fe en Cristo. Pablo
cita Deuteronomio 30:12-14 para explicar que no hubo necesidad de ir a buscar
a Cristo a los cielos, por cuanto Dios lo envió a este mundo; ni hizo falta des-
cender al abismo para traer a Cristo, pues Él se levantó de entre los muertos. La
Palabra de Dios no está lejos, sino muy cerca de nosotros. Solo debemos creer
con el corazón la salvación que logró Jesucristo y confesarlo con la boca. La fe
no es solo un consentimiento intelectual, sino reconocer y aceptar de corazón
las obras de Dios.
¿Qué debemos hacer con el corazón y con la boca, a fin de alcanzar la salva-
ción? ¿Por qué es importante conocer y creer en Cristo, más allá del consen-
timiento intelectual?

Dios mío, ¡gracias, porque has dicho que todo aquel que invoque el
Una Carta nombre del Señor será salvo! El que crea en Ti, no será avergonzado.
a Dios Hoy consagro mi vida, para anunciar Tu nombre, confesando con mi
boca y creyendo con el corazón que Jesús es el Señor y que Dios le
levantó de los muertos.
84
Ensayo para meditar Romanos 10:1-13

La sabiduría que nos


lleva a la salvación

S
e dice que para administrar la iglesia también es necesario sa-
ber de marketing. Al ser una organización, la iglesia puede be-
neficiarse de una buena administración y valerse de todas las
estrategias de mercadeo para la predicación del evangelio. Dios nos
dio el conocimiento necesario, para alcanzar almas, y nos permite
utilizarlo. Sin embargo, los estudios que hagamos no son suficien-
tes, ya que la iglesia es una comunidad del Espíritu Santo y no un
grupo con fines de lucro. Para tener el enfoque correcto en todo
lo que hagamos, es necesario conocer debidamente la voluntad de
Dios primero, pues, de lo contrario, nuestros esfuerzos serán en
vano.
¿Cómo se sentirían, si un hijo, al que le dan dinero mensualmente,
les da un costoso obsequio y actúa como si lo hubiera comprado
con su propio dinero? Así es cuando no obedecemos, intentando
hacer nuestra voluntad, sin conocer la de Dios. La manera de alcan-
zar la sabiduría correcta es escuchando la Palabra, encontrándonos
cada día con el Señor, y dejando que Su Palabra entre a nuestro
corazón y permanezca en nuestros labios. Cuando tiene que to-
mar una decisión importante, ¿abre la Biblia o se fija primero en su
agenda telefónica? Solo quien clame el nombre del Señor será salvo;
esa es la sabiduría correcta para ministrar, para hacer negocios y
decidir sobre el matrimonio. Debemos clamar día a día el nombre
del Señor desde el lugar en el que nos encontremos.

Obediencia absoluta, Kim Yang-jae

Aplicación Personal

85
DOM
No todos
16 obedecieron al
evangelio
Romanos 10:14-21

La Biblia en un año:
14 ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no
1 S. 7-8/ Ro. 6/ Jer. 45/ Sal. 20-21
han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien
no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les
predique? 
14 Pero ¿cómo van a invocarlo, si no han creído en él?
¿Y cómo van a creer en él, si no han oído hablar de
él? ¿Y cómo van a oír, si no hay quien les anuncie el
mensaje? 

15  ¿Y cómo predicarán si no son enviados?


Como está escrito: «¡Cuán hermosos son los pies
de los que anuncian la paz, de los que anuncian
buenas nuevas!»
15 ¿Y cómo van a anunciar el mensaje, si no son en-
viados? Como dice la Escritura: «¡Qué hermosa es la
llegada de los que traen buenas noticias!»

16 Pero no todos obedecieron al evangelio, pues


Isaías dice: «Señor, ¿quién ha creído a nuestro
anuncio?» 
16 Pero no todos han aceptado el evangelio. Es co-
mo dice Isaías: «Señor, ¿quién ha creído al oír nuestro
mensaje?» 

17  Así que la fe es por el oír, y el oír, por la pa-


labra de Dios.
17 Así pues, la fe nace al oír el mensaje, y el mensaje
viene de la palabra de Cristo.
86
Romanos 10:14-21

La fe es por el oír, y el oír, por la Palabra de Dios. Los enviados


anunciaron buenas nuevas de salvación, mas no todos obede-
cieron al evangelio. Dios extendió Sus manos todo el día a un
pueblo rebelde y desobediente, así que les provocó celos con un
pueblo que no es Su pueblo, con un pueblo insensato.

18 Pero yo pregunto: ¿Acaso no han oído? Antes,


bien, «Por toda la tierra ha salido la voz de ellos
y hasta los fines de la tierra sus palabras.»
18 Pero yo pregunto: ¿Será tal vez que no oyeron el
mensaje? ¡Claro que lo oyeron! Porque la Escritura dice:
«La voz de ellos salió por toda la tierra, y hasta los últi-
mos rincones del mundo llegaron sus palabras.»

19  También pregunto: ¿No ha conocido esto


Israel? Primeramente Moisés dice: «Yo os pro-
vocaré a celos con un pueblo que no es pueblo;
con pueblo insensato os provocaré a ira.»
19 Y vuelvo a preguntar: ¿Será que los de Israel no
se han dado cuenta? En primer lugar, Moisés dice: «Yo
los pondré a ustedes celosos de un pueblo que no es
pueblo; los haré enojar contra un pueblo que no quiere
entender.»

20 E Isaías dice resueltamente: «Fui hallado por


los que no me buscaban; me manifesté a los que
no preguntaban por mí.»
20 Luego, Isaías se atreve a decir: «Los que no me
buscaban, me encontraron; y me mostré a los que no
preguntaban por mí.»

21 Pero acerca de Israel dice: «Todo el día extendí


mis manos a un pueblo desobediente y rebelde.»
21 Y al hablar de los israelitas, Isaías dice: «Todo el día
extendí mis manos a un pueblo desobediente y rebelde.»

87
Ayuda a su meditación

No hay excusas para Israel (10:14-21)


La fe es por el oír el evangelio. ¿A qué se debe la incredulidad de Israel? ¿Es
porque no hubo quién les predicara el evangelio que no han oído las buenas
nuevas? De hecho, el evangelio predicado por Pablo se había extendido por
doquier, alcanzando a muchos gentiles. Si no fue así con los judíos, fue por su
incredulidad. La fe es por el oír (v. 17); muchos de los gentiles creyeron que Je-
sús es el Cristo, después de oír a los apóstoles o predicadores. Esto fue así antes
de la canonización del Nuevo Testamento, pero, hoy en día, podemos oír la voz
del Señor al leer la Palabra escrita. Cuando oímos una prédica o leemos la Biblia,
el Espíritu Santo siembra fe en nosotros en la cruz y en la resurrección de Jesús.
¿A qué se debe la incredulidad de Israel? ¿Qué pasa si no creemos con el
corazón cuando oímos o leemos la Palabra de Dios?

Altar Comencemos con alabanza y oración. Compartamos acerca de nuestra semana,


familiar inclusive el agradecimiento por las cosas que Dios ha hecho.

1 Observación
¿Cómo explica Pablo el principio de la fe? (10:17)

Aplicación y ¿Somos fervorosos en leer y oír la Palabra de Dios


diálogo
como familia? Compartamos cómo podríamos oír y
leer la Palabra de Dios de manera personal y grupal.

2 Observación
¿Qué hará Dios para con Israel, por su rebelión y
desobediencia? (10:19, 21)

Aplicación y Compartamos sobre las veces que hemos desobe-


diálogo
decido a la Palabra de Dios y los resultados que
hemos obtenido. Oremos juntos para obedecer con
fe la Palabra de Dios.

Compartamos las peticiones de oración individuales y seleccionemos los temas para orar
como familia durante toda la semana. Terminemos el devocional con la oración final.

88
Prédica del domingo

Título:

Pasaje:

Notas:

Intercesión por las naciones

Perú, en donde se originó la civilización incaica, cuenta con unos 32 millones


de habitantes, de los cuales el 81 % profesa la religión católica y el 13 %,
la protestante. En muchos casos, los pastores están frente a una iglesia sin
haber recibido educación formal en las Escrituras, motivo por el cual muchas
iglesias son influenciadas por sectas. Oremos a Dios, para que la iglesia de
Perú pueda estar firme sobre la verdad y tenga victoria con el evangelio.

89
LUN

17 El plan de salvación
de Dios
Romanos 11:1-10

La Biblia en un año:
1 Por tanto, pregunto: ¿Ha desechado Dios a su
1 S. 9/ Ro. 7/ Jer. 46/ Sal. 22
pueblo? ¡De ninguna manera!, porque también
soy israelita, descendiente de Abraham, de la tri-
bu de Benjamín. 
1   Ahora pregunto: ¿Será que Dios ha rechazado a su
pueblo? ¡Claro que no! Yo mismo soy israelita, descen-
diente de Abraham y de la tribu de Benjamín. 

2 No ha desechado Dios a su pueblo, al cual des-


de antes conoció. ¿O no sabéis lo que dice la
Escritura acerca de Elías, de cómo se quejó an-
te Dios contra Israel, diciendo: 
2 Desde el principio, Dios había reconocido a los israe-
litas como su pueblo; y ahora no los ha rechazado. ¿No
saben ustedes que la Escritura dice en la historia del
profeta Elías que éste, en su oración a Dios, acusó al
pueblo de Israel? Dijo:

3  «Señor, a tus profetas han dado muerte y tus


altares han derribado; sólo yo he quedado y pro-
curan matarme»? 
3 «Señor, han matado a tus profetas y han destruido tus
altares; sólo yo he quedado con vida, y a mí también me
quieren matar.» 

4  Pero ¿cuál fue la divina respuesta? «Me he re-


servado siete mil hombres, que no han doblado
la rodilla delante de Baal.» 
4 Pero Dios le contestó: «He apartado para mí siete mil
hombres que no se han arrodillado ante el dios Baal.» 

5 Así
también aun en este tiempo ha quedado un
remanente escogido por gracia.
5 Pues de la misma manera, ha quedado ahora un pe-
queño resto, que Dios, en su bondad, ha escogido. 
90
Romanos 11:1-10

Dios no ha desechado a Su pueblo. Así como Dios reservó siete


mil hombres que no doblaron la rodilla delante de Baal en los días
de Elías, también ha quedado un remanente escogido por gracia.
Lo que busca Israel, no lo ha alcanzado; pero los escogidos sí lo
han alcanzado. Los demás de Israel fueron endurecidos.

6  Y si es por gracia, ya no es por obras; de otra


manera la gracia ya no sería gracia. Y si es por
obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya
no sería obra.
6  Y si es por la bondad de Dios, ya no es por los he-
chos; porque si así fuera, la bondad de Dios ya no sería
bondad.

7 ¿Qué, pues? Lo que buscaba Israel, no lo ha al-


canzado; pero los escogidos sí lo han alcanzado,
y los demás fueron endurecidos;
7 ¿Entonces qué? Los israelitas no consiguieron lo que
buscaban, pero los que Dios escogió sí lo consiguieron.
Los otros fueron endurecidos, 

8  como está escrito: «Dios les dio espíritu in-


sensible, ojos que no vean y oídos que no oigan,
hasta el día de hoy.» 
8 como dice la Escritura: «Dios los hizo espiritualmente
insensibles, y así son hasta el día de hoy; les dio ojos
que no ven y oídos que no oyen.» 

9 Y David dice: «Sea vuelto su banquete en tram-


pa y en red, en tropiezo y justo castigo.
9  También dice David: «Que sus banquetes se les
vuelvan trampas y redes, para que tropiecen y sean
castigados.

10  Sean oscurecidos sus ojos para que no vean,


y agóbiales la espalda para siempre.»
10 Que sus ojos se queden ciegos y no vean; que su
espalda se les doble para siempre.»

91
Ayuda a su meditación

Un remanente escogido por gracia (11:1-6)


Dios cuida de Su pueblo escogido hasta las últimas consecuencias. Al ver a los
judíos rechazar a Jesús, nos preguntamos: “¿ha desechado Dios a Su pueblo?”;
Pablo responde que no. Primero, por la nacionalidad de Pablo: él mismo es is-
raelita, de la tribu de Benjamín, y cree en Jesús. Segundo, por los siete mil hom-
bres que no doblaron rodilla delante de Baal en los días de Elías. Aunque este
profeta creía ser el único siervo de Dios con vida, el Señor se había reservado
siete mil para Él. Hay entre los judíos personas escogidas por Su gracia. Esta es
la evidencia de que Dios no ha desechado del todo a los judíos. Él ha preparado
personas en los lugares menos esperados para concederles la salvación.
¿Cuáles son las evidencias de que Dios no ha desechado a los judíos? ¿A qué
óptica egoísta debo renunciar, para ver con los ojos de Dios?

Espíritu de estupor (11:7-10)


Es una necedad rechazar un mejor regalo, pensando en otro inferior que se
recibió en el pasado. Dios les dio a los judíos la Ley, un presente exclusivo para
dicho pueblo. Pero los judíos trataron de alcanzar su salvación cumpliendo la
Ley. Incluso, después de la primera venida de Jesús, se enfocaron en la Ley y
rechazaron al Hijo de Dios, quien es el fin de la Ley. Fallaron en ver la salvación
de Dios mediante la cruz de Cristo, porque sus ojos no vieron y sus oídos no
oyeron. ‘Su banquete’ (v. 9) se refiere al sacrificio de expiación y a la comunión
de la mesa que excluye a los judíos. Si fallan en ver a Jesús, a quien señala la Ley,
serán como creyentes jorobados, incapaces de caminar erguidos.
¿Por qué los judíos no pudieron recibir la salvación por medio de Cristo? ¿Cómo
se diferencia la vida de aquel que ve y oye claramente a Jesucristo, de aquel
que no lo hace?

Padre, Tú has guardado a Tu pueblo con fidelidad, incluso cuando este


no ha sido fiel contigo. Reconozco que no ha sido por mis méritos
Una Carta
a Dios
que hoy disfruto de Tu salvación. Solo puedo agradecerte por haberme
escogido en tu infinita misericordia y sin merecerlo. Quiero darte las
gracias de corazón.
92
Ensayo para meditar Romanos 11:1-10

Dios estuvo siempre

U
n líder a cargo de la adoración perdió a su padre cuando
estaba pequeño, a causa de un derrame cerebral que le dio
en medio de la noche, mientras dormía. Al año siguiente,
estafaron a su madre en un hecho desafortunado y ella decidió qui-
tarse la vida. Luego de haber perdido tan abruptamente a sus pa-
dres, no le inquietó cómo iba a resolver su situación económica ni
el haber quedado huérfano, sino la existencia de un Dios vivo. No
podía creer en los versículos de la Biblia que aseguran que Dios es
todopoderoso, porque, de ser cierto, no hubiera permitido que le
sucedieran todas esas tragedias.
Sin embargo, un día fue a una reunión de cristianos y tuvo un
encuentro íntimo con Dios. Allí, comprendió que Jesús lloró junto
a él cuando se subía al taxi con su padre inconsciente y cuando le
quitó el respirador a su madre. Jesús también estuvo a su lado cuan-
do dormía en la fría biblioteca después de trabajar toda la noche.
Entonces, todos los versículos en los que desconfiaba comenzaron
a revelarse, y este hombre se convirtió en un pastor con la visión
de Dios.
¿Ha sufrido tanto en su vida, que siente que su fe está siendo pro-
bada a causa de la Palabra? Entonces, adéntrese más aún en ella. Si
lo hace, hallará el camino de la vida; pero, si intenta resolver sus du-
das con la lógica humana, lo más seguro es que se aleje de la verdad.
Dios le explicará todo, mientras camina a su lado.

Tres preguntas que transformaron mi vida, Cho Dong-cheon

Aplicación Personal

93
MAR

18 Humildad ante la
misericordia de Dios
Romanos 11:11-24

La Biblia en un año:
11 Pero yo pregunto: ¿Será que los israelitas, al
1 S. 10/ Ro. 8/ Jer. 47/ Sal. 23-24
tropezar, cayeron definitivamente? ¡De ninguna
manera! Al contrario, debido a su transgresión
vino la salvación a los gentiles, a fin de provo-
carlos a celos. 

12 Y si su transgresión ha servido para enrique-


cer al mundo, y su caída, a los gentiles, ¿cuánto
más lo será su plena restauración?

13 Hablo a vosotros, gentiles. Por cuanto yo soy


apóstol a los gentiles, honro mi ministerio,

14  por si en alguna manera pudiera provocar a


celos a los de mi sangre y hacer salvos a algu-
nos de ellos, 

15 porque si su exclusión es la reconciliación del


mundo, ¿qué será su admisión, sino vida de en-
tre los muertos?

16  Si las primicias son santas, también lo es la


masa restante; y si la raíz es santa, también lo
son las ramas. 

17  Sialgunas de las ramas fueron desgajadas y


tú, siendo olivo silvestre, has sido injertado en
lugar de ellas y has sido hecho participante de la
raíz y de la rica savia del olivo, 
94
Romanos 11:11-24

Por la transgresión de Israel vino la salvación a los gentiles. Así


como las ramas del olivo silvestre fueron injertadas para partici-
par de la raíz y la savia del olivo, los gentiles fueron injertados
en Israel. Por tanto, los gentiles se deben cuidar de no caer en la
soberbia y temer a Dios. Porque, si Dios no perdonó a las ramas
naturales, tampoco lo hará con las injertas.

18 no te jactes contra las ramas; y si te jactas, re-


cuerda que no sustentas tú a la raíz, sino la raíz
a ti.

19  Tal
vez dirás: «Las ramas fueron desgajadas
para que yo fuera injertado.» 

20  Bien; por su incredulidad fueron desgajadas,


pero tú por la fe estás en pie. Así que no te jac-
tes, sino teme,

21  porque si Dios no perdonó a las ramas natu-


rales, a ti tampoco te perdonará.

22 Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios:


la severidad ciertamente para con los que caye-
ron, pero la bondad para contigo, si permaneces
en esa bondad, pues de otra manera tú también
serás eliminado. 

23  Yaun ellos, si no permanecen en incredu-


lidad, serán injertados, pues poderoso es Dios
para volverlos a injertar. 

24 Si tú fuiste cortado del que por naturaleza es


olivo silvestre y contra naturaleza fuiste injerta-
do en el buen olivo, ¿cuánto más estos, que son
las ramas naturales, serán injertados en su pro- * Por falta de espacio se ha omitido
pio olivo? la versión “Dios Habla Hoy”

95
Ayuda a su meditación

La salvación de los gentiles (11:11-16)


Las obras de Dios sobrepasan nuestro entendimiento. Los judíos rechazaron el
evangelio de Cristo anunciado por Pablo, lo cual desembocó en tres cosas: la
apertura de la salvación a favor de los gentiles, los celos de los judíos por la sal-
vación de los gentiles, y la futura salvación de los judíos, para que todos moren
bajo la gracia divina. Pablo señala que vendrán los tiempos escatológicos en los
que Dios admitirá a los judíos en la salvación. La gracia de Dios supera nuestra
imaginación. Es imposible que los hombres, con todas las limitaciones que te-
nemos, podamos conocer todas las obras eternas de Dios. La sabiduría está en
confiar siempre en la providencia divina y morar humildemente bajo Su gracia.
¿Cuáles son los resultados que trajo aparejado el rechazo del evangelio de
parte de los judíos? ¿Cómo me guiará Dios, sabiendo que todo ayudará a bien?

Advertencias a los creyentes gentiles (11:17-24)


Fuimos rescatados por gracia; no tengamos, pues, un corazón altanero, sino
seamos siempre humildes. La exhortación de Pablo hacia los creyentes gentiles
es que no se jacten de su salvación delante de los judíos. El Apóstol lo explica
con el ejemplo de las ramas injertas. ‘Las ramas del olivo silvestre’ (los gentiles)
fueron injertadas en lugar de ‘las ramas desgajadas’ (judíos), para participar de
la raíz y de la rica savia del olivo. Es decir, por la transgresión de Israel, vino la
salvación a los gentiles. También dice que no debemos enaltecernos delante de
Dios, sino recordar que las ramas fueron desgajadas por su incredulidad; por
eso, debemos permanecer bajo Su bondad con temor. No obviemos la gracia de
Dios, porque podremos caer en la soberbia. Salvos por gracia, temamos a Dios
para agradar Su corazón.
¿Por qué los gentiles no pueden sentirse superiores a los judíos? ¿Cuál es la
clave para permanecer bajo la bondad de Dios por largos días?

Señor Jesús, entiendo que no soy más que una rama de olivo silvestre,
injerto en Cristo por misericordia. Reconozco que más de una vez he
Una Carta
a Dios
caído en la soberbia y, al compararme con otros, llegué a creer que yo
merecía la salvación más que ellos. Ayúdame a buscar mayor santidad
en mi vida, por la gratitud de la vida eterna que me has regalado.
96
Ensayo para meditar Romanos 11:11-24

Recuerda la gracia

L
a película “Rescatando al soldado Ryan” se trata del rescate de
James Ryan durante la Segunda Guerra Mundial. Los cuatro
hijos de la familia Ryan van a la guerra y tres de ellos mueren.
Entonces, despliegan al pelotón del capitán Miller al campo de ba-
talla, para salvar al último de los hermanos. En la misión, varias
personas terminan lastimadas y otras pierden. La película termina
con James Ryan, ya hecho un anciano, llorando ante la tumba del
capitán Miller y confesando: “Me esforcé toda la vida, para no des-
honrar su sacrificio”. O sea que la vida de Ryan estuvo motivada
por la gracia.
Nosotros también fuimos salvados por el costoso sacrificio del
Señor. Nosotros, quienes merecíamos morir a causa del inmundo
pecado, la hipocresía y la soberbia, fuimos rescatados y nos conver-
timos en el pueblo de Dios, Sus amigos, y podemos ser utilizados
en Su obra eterna. ¡No debemos olvidar tanta gracia!
Toda queja, frustración y reproche nace cuando olvidamos el fa-
vor de Dios; incluso, la vida de fe se complica y el ministerio se con-
vierte en una pesada carga. Desaparece el gozo y solo nos queda la
responsabilidad. Lo que diferencia a la iglesia del mundo no es otra
cosa que la gracia de Dios, pues ella es la que nos permite continuar
vivos y en movimiento como cuerpo. Ella es la que le da más calidez
a nuestra comunidad.

Lecciones sobre el ministerio de Dios, Lee Jae-ki

Aplicación Personal

97
MIÉ

19 El misterio de
la salvación
Romanos 11:25-36

La Biblia en un año:
25  No quiero, hermanos, que ignoréis este mis-
1 S. 11/ Ro. 9/ Jer. 48/ Sal. 25
terio, para que no seáis arrogantes en cuanto
a vosotros mismos: el endurecimiento de una
parte de Israel durará hasta que haya entrado la
plenitud de los gentiles. 
25 Hermanos, quiero que sepan este designio secreto
de Dios, para que no presuman de sabios: los israelitas
se han endurecido en parte, pero sólo hasta que hayan
entrado todos los que no son de Israel. 

26 Luego todo Israel será salvo, como está escri-


to: «Vendrá de Sión el Libertador, que apartará
de Jacob la impiedad.
26 Cuando esto suceda, todo Israel alcanzará la salva-
ción, pues la Escritura dice: «El libertador vendrá de Sión
y apartará de Jacob la maldad.

27 Y éste será mi pacto con ellos, cuando yo qui-


te sus pecados.»
27 Y ésta será mi alianza con ellos cuando yo quite sus
pecados.»

28 Así que en cuanto al evangelio, son enemigos


por causa de vosotros; pero en cuanto a la elec-
ción, son amados por causa de sus padres, 
28 En cuanto al evangelio, los judíos son tenidos por
enemigos de Dios a fin de darles oportunidad a uste-
des; pero Dios todavía los ama a ellos, porque escogió
a sus antepasados. 

29 porque irrevocables son los dones y el llama-


miento de Dios.
29 Pues lo que Dios da, no lo quita, ni retira tampoco
su llamamiento. 

30 Como también vosotros erais, en otro tiempo,


desobedientes a Dios, pero ahora habéis alcan-
zado misericordia por la desobediencia de ellos, 
98
Romanos 11:25-36

El endurecimiento de Israel durará hasta que haya entrado la


plenitud de los gentiles; luego, todo Israel será salvo. Los gentiles
han alcanzado misericordia por la desobediencia de Israel, pero
el pueblo escogido también alcanzará misericordia. Esta es la
riqueza de la sabiduría de Dios, que Él desea tener misericordia
de todos.

30 En tiempos pasados, ustedes desobedecieron a Dios,


pero ahora que los judíos han desobedecido, Dios tiene
compasión de ustedes. 

31 asítambién estos ahora han sido desobedien-


tes, para que por la misericordia concedida a
vosotros, ellos también alcancen misericordia, 
31 De la misma manera, ellos han desobedecido aho-
ra, pero solamente para que Dios tenga compasión de
ustedes y para que, también ahora, tenga compasión
de ellos.

32  puesDios sujetó a todos en desobediencia,


para tener misericordia de todos.
32 Porque Dios sujetó a todos por igual a la desobedien-
cia, con el fin de tener compasión de todos por igual.

33  ¡Profundidad de las riquezas, de la sabiduría


y del conocimiento de Dios! ¡Cuán insondables
son sus juicios e inescrutables sus caminos!,
33 ¡Qué profundas son las riquezas de Dios, y su sa-
biduría y entendimiento! Nadie puede explicar sus
decisiones, ni llegar a comprender sus caminos. 

34  porque, ¿quién entendió la mente del Señor?


¿o quién fue su consejero?
34 Pues «¿quién conoce la mente del Señor? ¿Quién
podrá darle consejos?

35  ¿Quién
le dio a él primero, para que le fuera
recompensado?,
35 ¿Quién le ha dado algo antes, para que él tenga que
devolvérselo?» 

36 porque de él, por él y para él son todas las co-


sas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.
36 Porque todas las cosas vienen de Dios, y existen por
él y para él. ¡Gloria para siempre a Dios! Amén.

99
Ayuda a su meditación

Misericordia para con Israel (11:25-32)


El plan de salvación de Dios es un misterio, porque no cambia, pese al pecado
y a la desobediencia del hombre. Después de expresar su preocupación por la
incredulidad de Israel, Pablo cambia de tema, para tratar sobre el plan de salva-
ción de Dios. Cuando haya entrado la plenitud de los gentiles, todo Israel será
salvo; pero hasta entonces, una parte del pueblo será endurecida como lo dice
en Isaías (Is. 27:9; 59:20-21). Jesucristo es la clave para la restauración de Israel.
Pese a la desobediencia y a la incredulidad de Israel, sigue siendo el pueblo ama-
do y escogido por Dios, según señala el Apóstol. No es solo con Israel, Dios es
misericordioso para con todos los hombres, pese a su rebelión. Es por Su amor
y fidelidad incomparable y eterna que seguimos siendo Sus hijos.
¿Cómo explica Pablo el misterio de la salvación de Israel? ¿Cuán grande es la
misericordia de Dios para conmigo, pese a mi desobediencia?

Profundidad de la sabiduría de Dios (11:33-36)


¡Cuán profunda es la riqueza de la sabiduría y de la ciencia de Dios! Después de
sentirse afligido por el endurecimiento de Israel en cuanto a la salvación, Pablo
alaba a Dios al entender el misterio de Su plan de salvación. Son insondables los
juicios e inescrutables los caminos de Dios. No hay quien entienda la mente del
Señor, ni quien pueda ser Su consejero; nadie pudo darle algo a Él para suplir
Sus necesidades. Todo lo que tenemos, nos ha sido dado como regalo de Dios.
“(…) porque de Él, y por Él, y para Él, son todas las cosas” (v. 36). Dios es la
fuente, el que preserva, el fin de todas las cosas; glorifiquemos por los siglos de
los siglos al Único digno.
¿Cómo es Dios a quien alaba Pablo? ¿Cuál es la alabanza que puedo ofrecer
a Dios, la fuente, el que preserva y el fin de todas las cosas?

Padre, ¡profunda es la riqueza de Tu sabiduría y de Tu ciencia! Tú


no necesitas consejo de nadie para gobernar la creación; Tus conoci-
Una Carta
a Dios
mientos son infinitos. Deseo predicar ese evangelio que contiene Tu
sabiduría, a tiempo y fuera de tiempo; y enaltecer Tu Santo nombre en
todo momento.
100
Ensayo para meditar Romanos 11:25-36

El Hijo que Dios salvó

M
ientras que mi esposa y yo estábamos ministrando en el
Amazonas, nuestro hijo logró ingresar a la universidad.
Pero, a los pocos meses la abandonó, se fue de casa y per-
dimos todo contacto con él. Este hijo nuestro, que cuando nació le
dijimos a Dios que deseábamos que fuera Su siervo, se alejaba cada
vez más, mientras que nosotros nos acercábamos más a la cruz.
Sin embargo, cuando mi esposa empezó su lucha contra el cáncer,
regresó al Señor. Vino al Amazonas a visitarnos y se encontró con
una iglesia que buscaba confesar sus pecados y arrepentirse públi-
camente. Y un día, en medio de una vigilia, mi hijo subió al púlpito
y comenzó a hablar delante de los cientos de fieles: “Esta es una
historia que ni siquiera mis padres saben. Lo confieso porque esta
noche el Espíritu Santo fue muy insistente. Fui drogadicto y for-
mé parte de una pandilla que vendía drogas”. Nosotros quedamos
completamente sorprendidos al escucharlo, por suerte, los fieles no
lo juzgaron ni criticaron; por el contrario, agradecieron su honesta
confesión. Por nuestra parte, mi esposa y yo nos arrepentimos de
haberle impuesto un estándar moral tan alto, mientras fingíamos
ser siervos de la Ley, y nos lamentamos por no haberle prestado la
debida atención con la excusa de tener que atender nuestro deman-
dante ministerio.
Actualmente, nuestro hijo es misionero y está estudiando en el
Seminario Teológico. Así que estamos agradecidos por la providen-
cia de Dios. Además, gracias a su experiencia, está siendo utilizado
para ayudar con misericordia y exhortar a los jóvenes que caminan
sin dirección.

Un arrepentimiento desgarrador, Kim Cheol-ki

Aplicación Personal

101
JUE

20 Culto racional en
sacrificio vivo
Romanos 12:1-8

La Biblia en un año:
1  Por lo tanto, hermanos, os ruego por las mi-
1 S. 12/ Ro. 10/ Jer. 49/ Sal. 26-27
sericordias de Dios que presentéis vuestros
cuerpos como sacrificio vivo, santo, agradable
a Dios, que es vuestro verdadero culto. 
1 Por tanto, hermanos míos, les ruego por la misericordia
de Dios que se presenten ustedes mismos como ofren-
da viva, santa y agradable a Dios. Éste es el verdadero
culto que deben ofrecer. 

2  No os conforméis a este mundo, sino trans-


formaos por medio de la renovación de vuestro
entendimiento, para que comprobéis cuál es la
buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
2 No vivan ya según los criterios del tiempo presente;
al contrario, cambien su manera de pensar para que así
cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la volun-
tad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato,
lo que es perfecto.

3 Digo,pues, por la gracia que me es dada, a cada


cual que está entre vosotros, que no tenga más
alto concepto de sí que el que debe tener, sino
que piense de sí con cordura, conforme a la me-
dida de fe que Dios repartió a cada uno. 
3  Por el encargo que Dios en su bondad me ha dado,
digo a todos ustedes que ninguno piense de sí mismo
más de lo que debe pensar. Antes bien, cada uno piense
de sí con moderación, según los dones que Dios le haya
dado junto con la fe. 

4  De la manera que en un cuerpo tenemos mu-


chos miembros, pero no todos los miembros
tienen la misma función, 
4 Porque así como en un solo cuerpo tenemos muchos
miembros, y no todos los miembros sirven para lo mismo, 
102
Romanos 12:1-8

Por la gracia redentora de Dios, debemos presentar nuestros


cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es nues-
tro culto racional. No nos conformemos a este siglo, sino transfor-
mémonos por medio de la renovación de nuestro entendimiento,
para comprobar la buena voluntad de Dios. Somos un cuerpo en
Cristo con muchos miembros y diferentes dones.

5  así nosotros, siendo muchos, somos un cuer-


po en Cristo, y todos miembros los unos de los
otros.
5 así también nosotros, aunque somos muchos, forma-
mos un solo cuerpo en Cristo y estamos unidos unos a
otros como miembros de un mismo cuerpo.

6  Tenemos, pues, diferentes dones, según la


gracia que nos es dada: el que tiene el don de
profecía, úselo conforme a la medida de la fe;
6  Dios nos ha dado diferentes dones, según lo que él
quiso dar a cada uno. Por lo tanto, si Dios nos ha dado
el don de profecía, hablemos según la fe que tenemos; 

7  el de servicio, en servir; el que enseña, en la


enseñanza; 
7 si nos ha dado el don de servir a otros, sirvámoslos
bien. El que haya recibido el don de enseñar, que se de-
dique a la enseñanza; 

8 el que exhorta, en la exhortación; el que repar-


te, con generosidad; el que preside, con solicitud;
el que hace misericordia, con alegría.
8 el que haya recibido el don de animar a otros, que se
dedique a animarlos. El que da, hágalo con sencillez; el
que ocupa un puesto de responsabilidad, desempeñe su
cargo con todo cuidado; el que ayuda a los necesitados,
hágalo con alegría.

103
Ayuda a su meditación

Sacrificio espiritual de los creyentes (12:1-2)


Hemos sido salvos y redimidos por gracia de Dios; seamos adoradores fieles.
Pablo toma la figura del sacrificio del Antiguo Testamento, para explicar sobre
el culto que debemos rendir. Antes, el pueblo de Israel mataba ciertos animales
con ciertas características y los ofrecía como sacrificio a Dios en adoración.
Pero ahora, en la era del Nuevo Testamento, debemos presentar nuestro cuerpo
como ‘sacrificio vivo’, santo, agradable a Dios. Esto significa rechazar los valo-
res de este mundo, renovar nuestro corazón y hacer la voluntad de Dios; decir sí
a la invitación que nos hace de agradar a Dios con nuestra vida, renunciando al
egoísmo. Permanecer en Jesucristo es cumplir con el llamado de ser verdaderos
adoradores, dispuestos a ir en contra de la corriente de este siglo, conforme a la
buena y agradable voluntad de Dios.
¿Cuál es el culto que debemos rendir? ¿En qué debo esforzarme, para trans-
formar mi ambiente en una adoración agradable a Dios?

Un cuerpo con muchos dones (12:3-8)


Cuando creímos en Jesús, nos unimos a él. Cristo es la cabeza; la iglesia es Su
cuerpo; y nosotros, Sus miembros. Un cuerpo saludable tiene todos sus órga-
nos sanos cumpliendo cada uno su rol; así también una iglesia saludable. No
todos tenemos el mismo rol. Dios nos ha dado diferentes dones y llamados para
servir a un mismo cuerpo. Servimos según la gracia que nos es dada: profecía,
servicio, enseñanza, exhortación o repartición de bienes. No hay necesidad de
envidiar dones ajenos; el principio del servicio es saber cuáles son los dones
y el llamado que Dios nos ha dado, y servir dando lo mejor de nuestra parte.
Cuando servimos con humildad y respeto, edificamos a la comunidad, es decir,
al cuerpo de Jesús.
¿Con qué compara Pablo a la iglesia? ¿Cuáles son los dones que Dios me ha
dado, y cómo puedo servir a la iglesia y al prójimo con ellos?

Señor, ayúdame a no caer en la tentación de ceder ante los deseos de


los ojos, de la carne y la vanagloria de este mundo. Transfórmame con
Una Carta
a Dios
Tu Palabra de verdad; dame discernimiento para ofrecer mi vida como
sacrificio agradable para ti. Deseo ser de edificación para la iglesia, el
cuerpo del Señor, utilizando los dones que me has dado.
104
Ensayo para meditar Romanos 12:1-8

Obediencia genuina

U
n niño perdió su juguete y, como no podía encontrarlo, se
puso a practicar piano con el himnario. Luego de un rato,
su madre le avisó que había dejado su muñeco afuera y que
debía recogerlo. No obstante, el pequeño respondió: “No puedo.
Estoy alabando a Jesús”. Entonces la madre le explicó: “De nada
sirve alabar a Jesús, si no obedeces”.
Dios se alegra de aquellos que le obedecen, no de aquellos que
piensan que solo es un nombre importante. Si nos emocionamos
profundamente al asistir al culto y participar de la adoración, pero
no obedecemos al Señor en nuestras vidas, estamos utilizándolo
con motivos egoístas, cuando nuestra actitud debería ser de com-
pleta entrega. A pesar de que el cristiano recibe la salvación por la fe
y no por la Ley, esta nos enseña a amar e ir pareciéndonos a quien
nos salvó por gracia.
Un acto justo, pero carente de reverencia y gozo, no es una ex-
presión de fe verdadera; así como tampoco lo es alabar solo por
emoción. Por lo tanto, a lo largo de nuestras vidas debemos afianzar
el señorío de Dios en nuestros pensamientos, nuestra fe y nuestras
emociones.

The Songs of Jesus, Tim y Kathy Keller

Aplicación Personal

105
VIE

21 Señales de los
creyentes
Romanos 12:9-14

La Biblia en un año:
9 El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo ma-
1 S. 13/ Ro. 11/ Jer. 50/ Sal.28-29
lo y seguid lo bueno. 
9 Ámense sinceramente unos a otros. Aborrezcan lo ma-
lo y apéguense a lo bueno.

10  Amaos los unos a los otros con amor frater-


nal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos
a los otros. 
10 Ámense como hermanos los unos a los otros, dándo-
se preferencia y respetándose mutuamente.

11 En lo que requiere diligencia, no perezosos;


fervientes en espíritu, sirviendo al Señor; 
11 Esfuércense, no sean perezosos y sirvan al Señor
con corazón ferviente.

106
Romanos 12:9-14

El amor sea sin fingimiento. Aborrezcamos lo malo, sigamos lo


bueno; amémonos los unos a los otros; honremos al prójimo.
Seamos diligentes en servir al Señor; gozosos en la esperanza;
sufridos en la tribulación; constantes en la oración; compartiendo
para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad.
Bendigamos a los que nos persiguen.

12 gozosos en la esperanza, sufridos en la tribu-


lación, constantes en la oración. 
12 Vivan alegres por la esperanza que tienen; soporten
con valor los sufrimientos; no dejen nunca de orar.

13  Compartid las necesidades de los santos y


practicad la hospitalidad. 
13 Hagan suyas las necesidades del pueblo santo; reci-
ban bien a quienes los visitan.

14  Bendecid a los que os persiguen; bendecid y


no maldigáis. 
14 Bendigan a quienes los persiguen. Bendíganlos y no
los maldigan.

107
Ayuda a su meditación

Respeto mutuo y servicio al Señor (12:9-11)


El amor es lo que caracteriza el cristianismo. Al entregar su cuerpo en la cruz,
Jesús demostró que su amor es perfecto, sin fingimiento ni hipocresía. Nosotros
somos los miembros de Su cuerpo, por eso, debemos dejar fluir de nosotros ese
mismo amor de Cristo hacia el prójimo. Sin embargo, nada de esto lo podemos
hacer con nuestras fuerzas; solo es posible lograrlo cuando el Espíritu Santo
transforma nuestro corazón. En estos tiempos en los que es cada vez más difícil
ver a alguien servir, necesitamos amar y servir como Jesús lo hizo con nosotros.
¿Cómo debe ser el amor fraternal entre los creyentes, según Pablo? Examine-
mos si nuestro servicio lo estamos realizando con fingimiento o hipocresía, o
si está fundamentado en el verdadero amor.

Compartiendo para las necesidades (12:12-14)


El deber cristiano es compartir lo que tenemos con los más necesitados. No
era común la solidaridad entre los romanos en la época de la iglesia primitiva.
No obstante, Pablo ayudó a los pobres y sirvió a las iglesias durante sus viajes
misioneros. Suplir las necesidades físicas de los miembros de la comunidad es
tan importante como las espirituales. La esperanza, la paciencia, la oración y la
bendición son elementos importantes de piedad; pero antes que ello, prima la
solidaridad, especialmente, cuando nuestros hermanos se encuentran en dificul-
tad. El mundo nos insta a obtener más que los demás, pero Jesús dijo que más
bienaventurado es dar que recibir (Hch. 20:35). La verdadera bendición está en
agradecer lo que por gracia hemos recibido y, así mismo, compartirlo con los
demás.
¿Cómo difiere la exhortación de Pablo a los valores de este mundo? ¿Con
quién debo compartir el tiempo, los bienes y los dones que Dios me ha dado?

Padre Celestial, dame un corazón generoso para amar y honrar a los


Una Carta
que Tú me has dado. Deseo ser manos y pies que estén prestos a suplir
a Dios sus necesidades. No solo cuidaré de los que se encuentran más cerca
de mí, sino también de aquellos que me han causado aflicción, poniendo
mis ojos en el Ti, antes que en los hombres.
108
Ensayo para meditar Romanos 12:9-14

El pabellón de la felicidad

E
l centro Holy Nations, que inauguramos en el 2000, está abier-
to las 24 horas. Un día, un joven camboyano comenzó a tener
dolores de estómago en la madrugada, lo acompañé al hospi-
tal y descubrieron que era apendicitis. Así que lo operaron inmedia-
tamente, gracias a que pudimos cubrir los gastos del hospital con la
ofrenda que un diácono envió al centro misionero.
Estando en el hospital también tuvimos que ayudar a otro de
nuestros empleados extranjeros, porque ingresó a terapia intensiva
vomitando sangre. Curiosamente, ese mismo día, otro diácono in-
tentó enviar dinero para el ministerio utilizando el servicio on-line
del banco, pero, como le salió la notificación de error, volvió a in-
tentarlo y terminó realizando la transferencia dos veces. En ese ins-
tante, reflexionó y llegó a la conclusión de que Dios lo estaba guian-
do para cubrir gastos extras que el ministerio podría necesitar. Y
así fue. Gracias al corazón de servicio de estos hermanos, pudimos
pagar el tratamiento de ambos hombres, sus estudios teológicos y
la construcción del centro Holy Nations, gastos que se acercaban a
los cinco millones de dólares.
Cuando iniciamos el ministerio Holy Nations, teníamos la inten-
ción de servir a los expatriados, aunque no teníamos el lugar, los
recursos humanos ni los económicos para hacerlo. Pero Dios cum-
plió con Su promesa y nos envió servidores que aman al Señor
por sobre todas las cosas, llenó nuestras necesidades financieras y
fundó este centro en todos los países del mundo, mostrándonos
el crecimiento de Su reino. Es imposible no compartir el inmenso
amor que hemos recibido del Señor con el prójimo y, por eso, todo
el equipo rebosa de alegría.

Imitar al cielo, Kim Sang-sook

Aplicación Personal

109
SÁB

22 Vence con el
bien el mal
Romanos 12:15-21

La Biblia en un año:
15  Gozaos con los que se gozan; llorad con los
1 S. 14/ Ro. 12/ Jer. 51/ Sal 30
que lloran.
15 Alégrense con los que están alegres y lloren con los
que lloran.

16 Unánimes entre vosotros; no seáis altivos, si-


no asociaos con los humildes. No seáis sabios
en vuestra propia opinión.
16 Vivan en armonía unos con otros. No sean orgullosos,
sino pónganse al nivel de los humildes. No presuman
de sabios.

17 Nopaguéis a nadie mal por mal; procurad lo


bueno delante de todos los hombres. 
17 No paguen a nadie mal por mal. Procuren hacer lo
bueno delante de todos. 

18 Si es posible, en cuanto dependa de vosotros,


estad en paz con todos los hombres. 
18 Hasta donde dependa de ustedes, hagan cuanto pue-
dan por vivir en paz con todos. 
110
Romanos 12:15-21

Gocémonos con los que se gozan; lloremos con los que lloran.
Seamos unánimes entre nosotros, no altivos, sino asociándonos
con los humildes. No paguemos a nadie mal por mal; procuremos
lo bueno; si es posible, estemos en paz con todos los hombres.
No seamos vencidos por el mal. Al contrario, venzamos con el
bien el mal.

19  No os venguéis vosotros mismos, amados


míos, sino dejad lugar a la ira de Dios, porque
escrito está: «Mía es la venganza, yo pagaré, di-
ce el Señor.»
19 Queridos hermanos, no tomen venganza ustedes mis-
mos, sino dejen que Dios sea quien castigue; porque la
Escritura dice: «A mí me corresponde hacer justicia; yo
pagaré, dice el Señor.» 

20  Así que, si tu enemigo tiene hambre, dale de


comer; si tiene sed, dale de beber, pues hacien-
do esto, harás que le arda la cara de vergüenza.
20 Y también: «Si tu enemigo tiene hambre, dale de co-
mer; y si tiene sed, dale de beber; así harás que le arda
la cara de vergüenza.» 

21  No seas vencido de lo malo, sino vence con


el bien el mal.
21 No te dejes vencer por el mal. Al contrario, vence con
el bien el mal.
111
Ayuda a su meditación

Unánimes entre vosotros (12:15-16)


Los sentimientos ocupan un lugar importante en las personas. Según la imagen
original de Dios, nos gozamos con los que se gozan y lloramos con los que
lloran por alguna dificultad. Pero, quebrantado por el pecado, el hombre perdió
su capacidad de empatizar con los demás, dejándose dominar por su corazón
y por el ambiente que lo envuelve. Una vez que entramos en el evangelio, no
podemos permitir que el corazón mande. De nada sirve aparentar sabiduría y
buscar posiciones privilegiadas; debemos imitar la vida de Jesús, quien siendo
en forma de Dios no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino
que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo (Flp. 2:5-8). Renunciemos
al egoísmo de este mundo, para aprender de la humildad de Jesús.
¿Cuál debe ser el sentir de los creyentes que conocen el evangelio? ¿Cuál es
el sentimiento al que debo renunciar a los pies de la cruz, para ser más como
Jesús?

Estad en paz con todos (12:17-21)


El mundo nos enseña a aborrecer a nuestros enemigos y a pagar el mal con
mal. El principio que rige en el mundo es devolver el mal que hemos recibido.
No obstante, la Palabra nos insta a no pagar el mal con mal, sino con el bien.
No es de Dios que devolvamos con el mal las injusticias recibidas. Nosotros no
tenemos la autoridad para juzgar a los culpables, porque uno es el Juez, Dios. Lo
que sí podemos hacer es darle de comer al enemigo, cuando está hambriento,
y darle de beber, si está sediento, para que sienta vergüenza de sí mismo y se
arrepienta del mal. El servicio y el amor genuino convertirá a nuestros enemi-
gos en amigos. Esto significa vencer el mal con el bien; no hay mal que el bien
no pueda vencer.
¿Cómo exhorta Pablo a tratar a nuestros enemigos? ¿En qué debo esforzarme
más, para estar en paz con todos?

Amado Jesús, ten misericordia de mí, porque no he sido sincero con los
Una Carta
demás: no he gozado con los que se gozan, ni he llorado con los que
a Dios lloran. Encomiendo toda mi causa a Ti, porque eres Juez justo. Deseo
hacer buenas obras, sabiendo que la victoria no está en la venganza,
sino en el perdón y en el amor.
112
Ensayo para meditar Romanos 12:15-21

Hacedor de paz

E
n el paso de Uspallata, que se encuentra en la frontera entre
Argentina y Chile, a 3.832 metros sobre el nivel del mar, está
el monumento “Cristo Redentor de los Andes” realizado en
bronce. Esta obra, que comenzaron en 1904 para celebrar la reso-
lución pacífica entre ambos países sobre un conflicto limítrofe, ter-
minó mirando hacia Argentina. Entonces, los chilenos empezaron
a quejarse, porque les daba la espalda, como si Jesús solo quisiera
bendecir a los argentinos. A medida que crecía el descontento en-
tre los chilenos, también lo hacía la tensión entre las dos naciones.
Hasta que el editor de un periódico publicó un artículo que logró
calmar las aguas. En el texto, explicó el motivo por el que el monu-
mento le daba la espalda a Chile: “Jesús mira hacia Argentina, por-
que este país aún necesita mucho cuidado”. ¿Quién fue el verdadero
líder de Chile: los políticos que llevaron a los ciudadanos a la furia
o el editor que apaciguó la hostilidad?
Los cristianos debemos ser como este editor y ser los hacedores
de paz, aportando una mirada profunda que invite a la armonía en
el trabajo, la escuela y la iglesia, en vez de incitar a la ira. El deber del
cristiano es acercarse a los más débiles de los lugares más oscuros
de la tierra, para protegerlos y hacer que la justicia de Dios fluya
como un río en este mundo.

¿Por qué nos enfurecemos?, Cho Jung-min

Aplicación Personal

113
DOM

23 Sométase a las
autoridades
Romanos 13:1-7

La Biblia en un año:
1  Sométase toda persona a las autoridades su-
1 S. 15/ Ro. 13/ Jer. 52/ Sal. 31
periores, porque no hay autoridad que no
provenga de Dios, y las que hay, por Dios han
sido establecidas. 
1   Todos deben someterse a las personas que ejercen
la autoridad. Porque no hay autoridad que no venga de
Dios, y las que existen, fueron puestas por él. 

2 De modo que quien se opone a la autoridad, a


lo establecido por Dios resiste; y los que resisten,
acarrean condenación para sí mismos. 
2 Así que quien se opone a la autoridad, va en contra
de lo que Dios ha ordenado. Y los que se oponen serán
castigados; 

3 Los magistrados no están para infundir temor


al que hace el bien, sino al malo. ¿Quieres, pues,
no temer la autoridad? Haz lo bueno y serás ala-
bado por ella, 
3 porque los gobernantes no están para causar miedo
a los que hacen lo bueno, sino a los que hacen lo malo.
¿Quieres vivir sin miedo a la autoridad? Pues pórtate
bien, y la autoridad te aprobará, 

4  porque está al servicio de Dios para tu bien.


Pero si haces lo malo, teme, porque no en vano
lleva la espada, pues está al servicio de Dios para
hacer justicia y para castigar al que hace lo malo. 
114
Romanos 13:1-7

Sometámonos a las autoridades, porque por Dios han sido es-


tablecidas. Las autoridades no están para infundir temor al que
hace el bien; son servidores de Dios para nuestro bien y para
reprender al que hace lo malo. Démosle a cada uno lo que corres-
ponde: los tributos, los impuestos, así como el respeto y la honra.

4 porque está al servicio de Dios para tu bien. Pero si te


portas mal, entonces sí debes tener miedo; porque no
en vano la autoridad lleva la espada, ya que está al ser-
vicio de Dios para dar su merecido al que hace lo malo. 

5 Por lo cual es necesario estarle sujetos, no so-


lamente por razón del castigo, sino también por
causa de la conciencia, 
5 Por lo tanto, es preciso someterse a las autoridades,
no sólo para evitar el castigo, sino como un deber de
conciencia. 

6 puespor esto pagáis también los tributos, por-


que las autoridades están al servicio de Dios,
dedicadas continuamente a este oficio. 
6 También por esta razón ustedes pagan impuestos; por-
que las autoridades están al servicio de Dios, y a eso
se dedican.

7 Pagad a todos lo que debéis: al que tributo, tri-


buto; al que impuesto, impuesto; al que respeto,
respeto; al que honra, honra.
7 Denle a cada uno lo que le corresponde. Al que deban
pagar contribuciones, páguenle las contribuciones; al
que deban pagar impuestos, páguenle los impuestos;
al que deban respeto, respétenlo; al que deban estima-
ción, estímenlo.

115
Ayuda a su meditación

La autoridad viene de Dios (13:1-7)


Somos el pueblo celestial, pero también ciudadanos de un país terrenal. Pablo
nos insta a cumplir con el deber de la doble ciudadanía. Cada persona debe
someterse a las autoridades superiores y a los gobernantes de su nación, entre-
gando los tributos y cumpliendo los deberes que tiene como ciudadano. Toda
autoridad viene de parte de Dios; quien se opone y se rebela a la autoridad, a lo
establecido por Dios resiste, y acarrea condenación para sí mismo. Dios utiliza
a los líderes de una nación para hacer el bien y castigar al que hace lo malo. Sin
embargo, si ellos se oponen a Dios y cometen maldad (Ap. cap. 13), no está bien
acatar sus órdenes de manera incondicional. Nuestro deber como ciudadanos es
orar por los líderes de la nación, para que ellos puedan gobernar bien.
¿Por qué debemos someternos a las autoridades superiores? ¿Oro por los
líderes de mi nación y cumplo con los deberes del ciudadano?

Altar Comencemos con alabanza y oración. Compartamos acerca de nuestra semana,


familiar inclusive el agradecimiento por las cosas que Dios ha hecho.

1 Observación
¿Qué significa oponerse a la autoridad? (13:2)

Aplicación y ¿Se somete mi familia a las autoridades establecidas


diálogo
por Dios? Compartamos alguna experiencia en la
que nos hemos resistido a ello.

2 Observación
¿Por qué debemos someternos a las autoridades de
la nación? (13:5)

Aplicación y ¿Por qué es importante someternos a los líderes de


diálogo
la nación por buena consciencia y no por temor?
Oremos juntos por los líderes de nuestra nación.

Compartamos las peticiones de oración individuales y seleccionemos los temas para orar
como familia durante toda la semana. Terminemos el devocional con la oración final.

116
Prédica del domingo

Título:

Pasaje:

Notas:

Intercesión por las naciones

Hace más de mil quinientos años que Omán adoptó la religión islámica. Hoy,
sus cuatro millones trecientos mil habitantes son musulmanes. Aunque el
gobierno aplica una política moderada del islamismo, está terminantemente
prohibida la obra misionera y la conversión a otras religiones. En este país,
en donde no se había visto mucho fruto de la evangelización, los omaníes
comenzaron a ser más receptivos al evangelio. Oremos para que todos ellos
conozcan a Cristo.

117
LUN

24 El amor
perfecciona la Ley
Romanos 13:8-14

La Biblia en un año:
8  No debáis a nadie nada, sino el amaros unos
1 S. 16/ Ro. 14/ Lm. 1/ Sal. 32
a otros, pues el que ama al prójimo ha cumpli-
do la Ley, 
8 No tengan deudas con nadie, aparte de la deuda de
amor que tienen unos con otros; pues el que ama a su
prójimo ya ha cumplido todo lo que la ley ordena. 

9  porque: «No adulterarás, no matarás, no hur-


tarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás», y
cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se
resume: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo.» 
9 Los mandamientos dicen: «No cometas adulterio, no
mates, no robes, no codicies»; pero éstos y los demás
mandamientos quedan comprendidos en estas palabras:
«Ama a tu prójimo como a ti mismo.»

10  El
amor no hace mal al prójimo; así que el
cumplimiento de la Ley es el amor.
10 El que tiene amor no hace mal al prójimo; así que en
el amor se cumple perfectamente la ley.

11 Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora


de levantarnos del sueño, porque ahora está más
cerca de nosotros nuestra salvación que cuan-
do creímos. 
118
Romanos 13:8-14

No debamos a nadie nada, sino el amarnos unos a otros. El


amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la Ley
es el amor. Ahora está más cerca nuestra salvación que cuando
creímos. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas y vistá-
monos con las armas de la luz. Andemos como de día, vestidos
del Señor Jesucristo, y sin ceder a los deseos de la carne.

11 En todo esto tengan en cuenta el tiempo en que vivi-


mos, y sepan que ya es hora de despertarnos del sueño.
Porque nuestra salvación está más cerca ahora que al
principio, cuando creímos en el mensaje. 

12  Lanoche está avanzada y se acerca el día.


Desechemos, pues, las obras de las tinieblas y
vistámonos las armas de la luz. 
12 La noche está muy avanzada, y se acerca el día; por
eso dejemos de hacer las cosas propias de la oscuridad
y revistámonos de luz, como un soldado se reviste de
su armadura.

13 Andemos como de día, honestamente; no en


glotonerías y borracheras, no en lujurias y liber-
tinaje, no en contiendas y envidia. 
13 Actuemos con decencia, como en pleno día. No an-
demos en banquetes y borracheras, ni en inmoralidades
y vicios, ni en discordias y envidias. 

14 Al contrario, vestíos del Señor Jesucristo y no


satisfagáis los deseos de la carne.
14 Al contrario, revístanse ustedes del Señor Jesucristo,
y no busquen satisfacer los malos deseos de la natura-
leza humana.

119
Ayuda a su meditación

Solo la deuda del amor (13:8-10)


El amor es el valor supremo del pueblo de Dios. Tener una deuda significa vivir
con la carga de saldarla cuanto antes. Sin embargo, Pablo nos exhorta a contraer
deudas con el amor hacia el prójimo. Además, aclara que, al cumplir con los
Diez Mandamientos, es decir, al no adulterar, no matar, no hurtar, no codiciar,
entre otros, estamos amando al prójimo como a nosotros mismos. El amor es
el cumplimiento de la Ley. Para cumplirla no hacen falta muchas palabras, sino
simplemente amar. El mundo no va a mejorar por un cambio de sistema, sino
por la transformación de las personas que lo componen. El pueblo de Dios, que
tiene la capacidad para amar, puede ser el primero en tomar la iniciativa y pro-
vocar cambios en otros. En este sentido, si el amor es el cumplimiento de toda
la Ley, entonces tiene el poder para sanar y transformar la sociedad.
¿Qué significa cumplir los requisitos de la Ley? ¿Qué debo poner en práctica
para transformar este mundo con el amor?

Vistámonos con las armas de la luz (13:11-14)


El período entre la primera y la segunda venida de Jesús se llama escatología, y
son dos las exhortaciones que Pablo hace para los creyentes que vivan durante
ese tiempo. Primero, en lugar de dormir profundamente, debemos ser cons-
cientes de esta etapa de la humanidad y saber que la noche está avanzada. Sin
embargo, muchos desconocen la verdad. Pero ya es hora de levantarnos del
sueño, porque se acerca el día, es decir, estamos cerca de la segunda venida de
Jesucristo y de nuestra salvación. Segundo, debemos desechar las obras de las
tinieblas y vestirnos con las armas de la luz, es decir, del Señor Jesucristo. Lejos
de entregarnos a las obras de las tinieblas, como las glotonerías, las borrache-
ras o la lujuria, debemos andar como de día, con honestidad. El Señor volverá
pronto y dará a cada uno el pago de sus obras.
¿Cómo debe ser nuestra vida en los tiempos escatológicos? ¿Cuáles son las
obras de las tinieblas de las cuales debo despojarme?

Dios mío, anhelo desechar las obras de las tinieblas y vestirme de


Jesucristo, Aquel que vino a perfeccionar la Ley con el amor. Cuanto
Una Carta
a Dios
más avanzada esté la noche, más cerca estaré de ver el alba; ayúdame
a vestirme con las armas de la luz. Tu gracia redentora es la que me
renueva cada día y me lleva a renunciar los valores de este mundo.
120
Ensayo para meditar Romanos 13:8-14

Revelar la santidad

E
l pastor Song cuenta en su libro, Aquel que llegó a las cinco de la
tarde, que comenzó a creer en Jesús cuando estaba en la secun-
daria. Como empezó a predicar mucho en la escuela, el alum-
no que peor fama tenía lo llamó al baño. ‘Esta es la persecución que
me toca padecer por predicar’, pensó. Para su sorpresa, el joven le
pidió que no llamara tanto la atención, porque él también era de
una familia cristiana. Además, le advirtió a Song que su emoción
por evangelizar era porque llevaba poco tiempo de haber recibido
la salvación y que iba a terminar obstruyendo la gloria de Dios, si
cometía un error. En últimas, esa era la razón por la que él no le
hablaba a nadie sobre su fe.
Muchos cristianos coinciden en que debemos vivir la fe en secreto.
Sin embargo, si no la compartimos con nadie, podemos perder en
un instante nuestra herencia y la esperanza que debemos proteger
con toda nuestra vida. La fe se trata de obedecer a Dios, quien obra
en medio de la vida del creyente, y reconocer que Él es bueno. Esto
significa que Él siempre está obrando, incluso cuando nos quita lo
más valioso o cuando nos pasan cosas difíciles de comprender. Lla-
mamos cristiano a quien entiende esa verdad y revela con su vida la
santidad y el corazón de Dios.

Un evangelio feroz, Kim Byung-sam

Aplicación Personal

121
MAR

25 Para el Señor
vivimos
Romanos 14:1-12

La Biblia en un año:
1 Recibid al débil en la fe, pero no para conten-
1 S. 17/ Ro. 15/ Lm. 2/ Sal. 33
der sobre opiniones. 
1   Reciban bien al que es débil en la fe, y no entren en
discusiones con él. 

2 Uno cree que se ha de comer de todo; otro, que


es débil, sólo come legumbres. 
2 Por ejemplo, hay quienes piensan que pueden comer
de todo, mientras otros, que son débiles en la fe, comen
solamente verduras. 

3  El
que come de todo no menosprecie al que
no come, y el que no come no juzgue al que co-
me, porque Dios lo ha recibido. 
3 Pues bien, el que come de todo no debe menospreciar
al que no come ciertas cosas; y el que no come ciertas
cosas no debe criticar al que come de todo, pues Dios
lo ha aceptado. 

4 ¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para


su propio Señor está en pie, o cae; pero estará
firme, porque poderoso es el Señor para hacer-
lo estar firme.
4 ¿Quién eres tú para criticar al servidor de otro? Si que-
da bien o queda mal, es asunto de su propio amo. Pero
quedará bien, porque el Señor tiene poder para hacerlo
quedar bien.

5  Uno hace diferencia entre día y día, mientras


que otro juzga iguales todos los días. Cada uno
esté plenamente convencido de lo que piensa.
5 Otro caso: Hay quienes dan más importancia a un día
que a otro, y hay quienes creen que todos los días son
iguales. Cada uno debe estar convencido de lo que cree. 

6 El que distingue un día de otro, lo hace para el


Señor; y el que no distingue el día, para el Señor
no lo hace. El que come, para el Señor come,
porque da gracias a Dios; y el que no come, para
el Señor no come, y también da gracias a Dios.
122
Romanos 14:1-12

Recibamos al débil en la fe, pero no para contender sobre opi-


niones. Dios le ha recibido; poderoso es el Señor para hacerle
estar firme. Si vivimos, para el Señor vivimos; si morimos, para
el Señor morimos. Todos compareceremos ante el tribunal de
Cristo; cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí mismo.

6 El que guarda cierto día, para honrar al Señor lo guar-


da. Y el que come de todo, para honrar al Señor lo come,
y da gracias a Dios; y el que no come ciertas cosas,
para honrar al Señor deja de comerlas, y también da
gracias a Dios.

7  Ninguno de nosotros vive para sí y ninguno


muere para sí. 
7 Ninguno de nosotros vive para sí mismo ni muere pa-
ra sí mismo. 

8 Si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos,


para el Señor morimos. Así pues, sea que viva-
mos o que muramos, del Señor somos. 
8 Si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para
el Señor morimos. De manera que, tanto en la vida como
en la muerte, del Señor somos. 

9  Cristopara esto murió, resucitó y volvió a vi-


vir: para ser Señor así de los muertos como de
los que viven.
9 Para eso murió Cristo y volvió a la vida: para ser Señor
tanto de los muertos como de los vivos.

10 Tú,pues ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú


también, ¿por qué menosprecias a tu hermano?,
porque todos compareceremos ante el tribunal
de Cristo, 
10 ¿Por qué, entonces, criticas a tu hermano? ¿O tú, por
qué lo desprecias? Todos tendremos que presentarnos
delante de Dios, para que él nos juzgue. 

11 pues escrito está: «Vivo yo, dice el Señor, que


ante mí se doblará toda rodilla, y toda lengua
confesará a Dios.»
11 Porque la Escritura dice: «Juro por mi vida, dice el
Señor, que ante mí todos doblarán la rodilla y todos ala-
barán a Dios.»

12  Demanera que cada uno de nosotros dará a


Dios cuenta de sí.
12 Así pues, cada uno de nosotros tendrá que dar cuenta
de sí mismo a Dios.

123
Ayuda a su meditación

Débil o fuerte en la fe (14:1-4)


Debemos distinguir lo esencial de lo secundario en las cosas espirituales. La
postura de Pablo es tajante cuando se trata de la salvación; pero es pasiva en
temas no esenciales. Los débiles en la fe a los que se refiere Pablo son los que
creen en Jesús, quien vino a perfeccionar la Ley, pero siguen considerando im-
portante las leyes de la alimentación; el otro grupo mencionado es el que come
con mayor libertad. La exhortación de Pablo es que no juzguemos a otros por-
que comen o porque no comen. El reino de Dios no es comida ni bebida, sino
justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. La clave para edificar la iglesia está en
lograr la unanimidad en el amor, es decir, en temas esenciales de la fe.
¿Cuál debe ser la actitud de los creyentes hacia los débiles en la fe? ¿Cómo
debo tratar a los miembros que tienen una opinión diferente a la mía?

Para el Señor vivimos o morimos (14:5-12)


Aunque pertenezcamos al pueblo de Dios, nos diferenciamos en personalidad
y también en la estatura de la fe. Las opiniones que podamos tener sobre te-
mas no esenciales de la fe pueden variar. Sin embargo, hay algo que nos une a
todos nosotros y es un propósito en común: que vivimos para el Señor. Todos
somos del Señor y debemos vivir para Él. Este principio general se aplica en
regulaciones como la alimentación y las fiestas solemnes. No podemos criticar a
otros hermanos que han sido redimidos por Cristo Jesús, porque juzgar a otros
es ponernos en el lugar de Dios. Dejemos de pensar que somos los únicos que
tenemos la razón, aceptemos las opiniones de los demás y alentemos amorosa-
mente a otros a vivir para el Señor.
¿Para quién vivimos y para quién morimos? ¿A qué debo renunciar, para co-
menzar a vivir para el Señor?

Amado Jesús, perdóname porque he pecado, al criticar y condenar


Una Carta
a los demás, según mis propios criterios. Tú me abrazaste con amor
a Dios cuando estaba en debilidad y en pecado; yo deseo aprender de Ti y no
menospreciar a nadie. Consagro todos mis pensamientos y mis obras;
ayúdame a reflejar Tu amor a otros.
124
Ensayo para meditar Romanos 14:1-12

Ser un peldaño

L
as flores no florecen de la nada. Necesitan de un ambiente
que les provea sol, viento y agua. Del mismo modo, el hombre
también necesita una familia sana, buenos amigos y una comu-
nidad para poder florecer. Nadie puede hacerlo correctamente sin
el sol y el agua, es decir, sin aprobación y aliento. Por eso, cuando
juzgamos a alguien basándonos en los estándares del mundo, esta-
mos matando una flor o impidiendo que florezca. Jesús nos advier-
te: “Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños” (Mateo
18:10). Esto significa que hasta el más pequeño y menos importante
posee una hermosura única, y el mundo recibe una gran bendición
cuando este florece.
No es un hecho insignificante condenar a alguien por lo que dijo
o hizo. Tal vez el que provoca la herida olvida rápidamente lo su-
cedido, pero es muy probable que el que resultó lastimado sufra
por ese mismo evento durante mucho tiempo. De hecho, existe
la posibilidad de que esa herida se convierta en un obstáculo para
el resto de su vida. Una palabra que juzga y critica al otro puede
torcer su vida, causarle un gran dolor y cohibirlo de los beneficios
de vivir en sociedad. Además, también perjudica a Dios, su creador.
Por eso, debemos ser un peldaño y no un obstáculo entre nosotros,
recordando que alentarnos y felicitarnos, en vez de criticarnos, son
elementos indispensables para acercar la llegada del reino de Dios.

¿Cómo vivirá?, Jung Hyun-goo

Aplicación Personal

125
MIÉ

26 Piedra de tropiezo
o de apoyo
Romanos 14:13-23

La Biblia en un año:
13  Asíque, ya no nos juzguemos más los unos
1 S. 18/ Ro. 16/ Lm. 3/ Sal. 34
a los otros, sino más bien decidid no poner tro-
piezo u ocasión de caer al hermano. 
13 Por eso, ya no debemos criticarnos unos a otros. Al
contrario, propónganse ustedes no hacer nada que sea
causa de que su hermano tropiece, o que ponga en pe-
ligro su fe. 

14 Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que nada es


impuro en sí mismo; pero para el que piensa que
algo es impuro, para él lo es. 
14 Yo sé que no hay nada impuro en sí mismo; como
creyente en el Señor Jesús, estoy seguro de ello. Pero
si alguno piensa que una cosa es impura, será impura
para él. 

15 Pero si por causa de la comida tu hermano es


entristecido, ya no andas conforme al amor. No
hagas que por causa de tu comida se pierda aquel
por quien Cristo murió. 
15 Ahora bien, si por lo que tú comes tu hermano se
siente ofendido, tu conducta ya no es de amor. ¡Que tu
comida no sea causa de que se pierda aquel por quien
Cristo murió! 

16  No deis, pues, lugar a que se hable mal de


vuestro bien, 
16 No den, pues, lugar a que se hable mal de ese bien
que ustedes tienen. 

17 porque el reino de Dios no es comida ni bebi-


da, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. 
17 Porque el reino de Dios no es cuestión de comer o
beber determinadas cosas, sino de vivir en justicia, paz
y alegría por medio del Espíritu Santo. 
126
Romanos 14:13-23

No nos juzguemos más los unos a los otros, y decidamos no


poner tropiezo u ocasión de caer al hermano. El reino de Dios no
es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.
Sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación. No
seamos de tropiezo para nadie por lo que hemos de comer. Todo
lo que no proviene de la fe es pecado.

18 El que de esta manera sirve a Cristo, agrada a


Dios y es aprobado por los hombres.
18 El que de esta manera sirve a Cristo, agrada a Dios
y es aprobado por los hombres.

19  Porlo tanto, sigamos lo que contribuye a la


paz y a la mutua edificación. 
19 Por lo tanto, busquemos todo lo que conduce a la paz
y a la edificación mutua.

20 No destruyas la obra de Dios por causa de la


comida. Todas las cosas a la verdad son limpias;
pero lo malo es comer algo que haga tropezar
a otros. 
20 No eches a perder la obra de Dios por causa de la
comida. En realidad, todos los alimentos son limpios; lo
malo es comer algo que haga perder la fe a otros. 

21 Mejor es no comer carne ni beber vino ni ha-


cer nada que ofenda, debilite o haga tropezar a
tu hermano. 
21 Es mejor no comer carne, ni beber vino, ni hacer nada
que sea causa de que tu hermano tropiece. 

22 ¿Tienes tú fe? Tenla para ti mismo delante de


Dios. Bienaventurado el que no se condena a sí
mismo en lo que aprueba. 
22 La fe que tienes, debes tenerla tú mismo delante de
Dios. ¡Dichoso aquel que usa de su libertad sin cargos
de conciencia! 

23 Pero el que duda sobre lo que come, se conde-


na a sí mismo, porque no lo hace con fe; y todo
lo que no proviene de fe, es pecado.
23 Pero el que no está seguro de si debe o no comer al-
go, al comerlo se hace culpable, porque no lo come con
la convicción que da la fe; y todo lo que no se hace con
la convicción que da la fe, es pecado.

127
Ayuda a su meditación

El principio del amor (14:13-18)


Todo nos es lícito en Cristo; tenemos la libertad de hacer lo que deseamos en
Jesucristo. La excepción a esta regla general es no ser de tropiezo para el her-
mano que es débil en la fe. Los derechos y la libertad que gozamos deben estar
cimentados en el amor por el prójimo, porque todo lo que hacemos sin amor,
puede resultar ser destructivo a los demás. No podemos ser de tropiezo a otros
por temas de comida o bebida, es decir, por aquellas cosas que no son esenciales
del evangelio. La discusión y el pleito constantes destruyen a una comunidad. El
reino de Dios no es bebida, ni comida, sino justicia, paz y gozo. Aceptemos las
diferencias, y seamos piedra de apoyo y no de tropiezo para los demás.
¿En qué consiste el reino de Dios, según el apóstol Pablo? ¿En qué puedo
esforzarme para edificar el reino de Dios en mi comunidad?

Lo que contribuye a la paz (14:19-23)


Lo que no proviene de la fe es pecado. No podemos destruir a los hermanos en
Cristo con opiniones y principios personales. La obra de Dios no puede sufrir
agravio por cosas no esenciales de la fe, como la comida y la bebida. Es malo
llamar inmundo lo que Dios a la verdad ha llamado limpio. Sigamos lo que con-
tribuye a la paz y a la mutua edificación, haciendo todo con fe. Un rey da a co-
nocer su presencia y autoridad con su bandera, sea en su palacio o en la guerra.
El pueblo es alentado al ver dicha bandera. Nosotros representamos el reino de
Dios y damos testimonio de Él con nuestro testimonio de vida. Bienaventurado
el hombre de fe que contribuye a la paz y a la mutua edificación.
¿Qué ocurre cuando dudamos sobre lo que comemos? ¿En qué debo mostrar
templanza, para contribuir a la paz y a la mutua edificación?

Padre, aunque todo me sea lícito, tendré templanza para hacer solo
Una Carta aquello que edifica, por amor al prójimo. Ayúdame a ser una piedra de
a Dios apoyo y no de tropiezo para las almas que desean acercarse a Ti. Deseo
ser una iglesia que refleja el reino de Dios en este mundo.
128
Ensayo para meditar Romanos 14:13-23

El entrenamiento más
importante del creyente

D
ebemos demostrar que somos testigos de Jesucristo, en todo
lo que hagamos. Esta es una lucha cotidiana que no tiene
nada de especial. A lo largo de nuestras vidas conocemos
gente destacada, pero la mayoría tiene un denominador común: na-
die a su alrededor los quiere. Quienes no son de su círculo cercano
puede que los valoren por ser únicos o admirables, pero aquellos
que verdaderamente los conocen tienden a odiarlos. Sin embargo,
no se puede ser genuinamente relevante, sin el reconocimiento del
prójimo.
En cierto sentido, el mayor entrenamiento para uno mismo es el
discernimiento y la moderación. El primero se trata de observar
cómo se enfrentan la tentación del pecado y la lucha por la santidad
en las responsabilidades cotidianas. Y es que es difícil discernir las
pruebas cuando su apariencia es insignificante. Por el contrario, es
fácil cuando se trata de juzgar entre las cosas que están enmarcadas
en la religión o que representan una oposición frontal. Por eso, in-
sisto, lo que más necesitamos los fieles es discernimiento. En cuan-
to a la moderación, se puede decir que consiste en vencer el deseo
de demostrar que no somos tontos al cumplir con nuestro deber
de ser obedientes hasta en las nimiedades. Es controlar el afán de
comprobarles a otros que somos hombres y mujeres de Dios. Por
eso, esta disciplina es tan necesaria en el camino del discípulo.
Como ya recibimos el deber de vivir como testigos de Jesús, deseo
que aceptemos nuestra situación, nuestra familia y nuestro prójimo
como el precioso lugar de nuestra misión, y que podamos caminar
una vida bendecida y agradecida, siendo fieles a Dios.

Discipulado, Park Young-seon


Aplicación Personal

129
JUE

27 Glorificad a Dios,
unánimes
Romanos 15:1-13

La Biblia en un año:
1  Los que somos fuertes debemos soportar las
1 S. 19/ 1 Co. 1/ Lm. 4/ Sal. 35
flaquezas de los débiles y no agradarnos a no-
sotros mismos. 
1 Los que somos fuertes en la fe debemos aceptar como
nuestras las debilidades de los que son menos fuertes, y
no buscar lo que a nosotros mismos nos agrada. 

2  Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en


lo que es bueno, para edificación, 
2 Todos nosotros debemos agradar a nuestro prójimo y
hacer las cosas para su bien y para la edificación mutua.

3 porque ni aun Cristo se agradó a sí mismo; an-


tes bien, como está escrito: «Los vituperios de
los que te vituperaban cayeron sobre mí.» 
3 Porque tampoco Cristo buscó agradarse a sí mismo; al
contrario, en él se cumplió lo que dice la Escritura: «Las
ofensas de los que te insultaban cayeron sobre mí.» 

4  Las cosas que se escribieron antes, para nues-


tra enseñanza se escribieron, a fin de que, por la
paciencia y la consolación de las Escrituras, ten-
gamos esperanza. 
4 Todo lo que antes se dijo en las Escrituras, se escribió
para nuestra instrucción, para que con constancia y con
el consuelo que de ellas recibimos, tengamos esperanza. 

5 Y el Dios de la paciencia y de la consolación os


dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo
Jesús,
5  Y Dios, que es quien da constancia y consuelo, los
ayude a ustedes a vivir en armonía unos con otros, con-
forme al ejemplo de Cristo Jesús, 

6  para que unánimes, a una voz, glorifiquéis al


Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.
6 para que todos juntos, a una sola voz, alaben al Dios
y Padre de nuestro Señor Jesucristo.
130
Romanos 15:1-13

Los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los


débiles; cada uno agrade a su prójimo en lo que es bueno, para
edificación, así como lo hizo Cristo. Recibámonos los unos a los
otros, como también Cristo nos recibió, para gloria de Dios. El
Dios de esperanza nos llenará de todo gozo, paz y esperanza.

7  Por
tanto, recibíos los unos a los otros, como
también Cristo nos recibió, para gloria de Dios.
7 Así pues, acéptense los unos a los otros, como también
Cristo los aceptó a ustedes, para gloria de Dios. 

8 Os digo que Cristo Jesús vino a ser siervo de la


circuncisión para mostrar la verdad de Dios, pa-
ra confirmar las promesas hechas a los padres, 
8 Puedo decirles que Cristo vino a servir a los judíos para
cumplir las promesas hechas a nuestros antepasados y
demostrar así que Dios es fiel a lo que promete. 

9  y
para que los gentiles glorifiquen a Dios por
su misericordia, como está escrito: «Por tanto,
yo te confesaré entre los gentiles y cantaré a tu
nombre.»
9 Vino también para que los no judíos alaben a Dios por
su misericordia, según dice la Escritura: «Por eso te ala-
baré entre las naciones y cantaré himnos a tu nombre.»

10  Y otra vez dice: «Alegraos, gentiles, con su


pueblo.»
10 En otra parte, la Escritura dice: «¡Alégrense, nacio-
nes, con el pueblo de Dios!»

11 Y otra vez: «Alabad al Señor todos los genti-


les y exaltadlo todos los pueblos.»
11 Y en otro lugar dice: «Naciones y pueblos todos, ¡ala-
ben al Señor!»

12 Y otra vez dice Isaías: «Estará la raíz de Isaí y


el que se levantará para gobernar a las naciones,
las cuales esperarán en él.»
12 Isaías también escribió: «Brotará la raíz de Jesé, que
se levantará para gobernar a las naciones, las cuales
pondrán en él su esperanza.»

13 Y el Dios de la esperanza os llene de todo go-


zo y paz en la fe, para que abundéis en esperanza
por el poder del Espíritu Santo.
13 Que Dios, que da esperanza, los llene de alegría y
paz a ustedes que tienen fe en él, y les dé abundante
esperanza por el poder del Espíritu Santo.

131
Ayuda a su meditación

Recibíos los unos a los otros (15:1-7)


Las diferencias entre los fuertes y los débiles pueden ser superadas en Cristo.
Pablo exhorta a los fuertes en la fe a soportar las flaquezas de los débiles y a
recibirlos. Esto solo es posible cuando buscamos agradar al prójimo en lo que
es bueno, para edificación, como Jesús lo hizo con nosotros. Él nos mostró el
más hermoso ejemplo a seguir, aun cuando estábamos en medio del pecado.
Cuando somos consolados por la Palabra, perseveramos en imitar a Jesús, y
Dios nos ayuda a convivir en armonía, tanto con los débiles como con los
fuertes en la fe. Y nosotros, unánimes, a una voz, debemos buscar glorificar al
Padre. La comunidad que tiene un mismo sentir en Cristo Jesús glorifica a Dios
y edifica a los demás.
¿Cuál es la exhortación para los que están firmes en la fe? ¿A quién debo recibir
con el amor de Cristo para glorificar a Dios?

Alabad todos los pueblos (15:8-13)


Jesucristo es la esperanza eterna de todos los pueblos. En su primera venida,
confirmó la promesa que Dios había concedido a Abraham. Jesús nació como
judío, perteneció al linaje de Abraham; fue circuncidado al octavo día y guardó
todas las costumbres judías. El cumplimiento del pacto por medio de Jesús
confirmó la fidelidad de Dios. Cristo tuvo misericordia también de los gentiles,
invitándoles a formar parte del pueblo de Dios. Pablo cita pasajes del Antiguo
Testamento en los que las naciones alaban a Dios (Dt. 32:43; Sal. 18:49, 117:1;
Is. 11:10). En Cristo se disipan todas las diferencias entre judíos y gentiles, para
formar un solo pueblo redimido de Dios. Todas las naciones alaben al Señor,
quien nos ha concedido gozo y paz.
¿Sobre qué desea Pablo enfatizar, al citar cuatro pasajes del Antiguo Testa-
mento? ¿Por qué nación puedo comenzar a interceder del día de hoy, para que
conozca y crea que Jesús es la esperanza?

Señor Jesús, ¡cuánta necedad de mi parte al no darme cuenta de mis


debilidades! Gracias una vez más, por haber cargado con todos mis
Una Carta
a Dios
pecados en la cruz. Desde ahora, me esforzaré en aceptar las debilida-
des de los demás y en lograr la unidad. Es mi anhelo ver el día en que
pueblos y naciones del mundo entero adorarán al único Dios.
132
Ensayo para meditar Romanos 15:1-13

Como la mesa de Jesús

U
na de las obras del artista Jesus Mafa es una representación
de una fiesta en la que han sido invitadas personas pobres.
Se ven muchas mujeres con niños y en la entrada se observa
a un anciano, que parece ser el dueño de la casa, dándole la bien-
venida a una persona completamente desnuda. Cada vez que veo
esta pintura pienso que me gustaría ser uno de ellos. En los tiempos
bíblicos, los líderes religiosos excluían a los recaudadores de im-
puestos, a las prostitutas, entre otros, con distintas leyes, en lugar de
ser empáticos y comprender la situación de estos. Pero Jesús sí los
entendía y los aceptaba con misericordia. Y la obra de Jesus Mafa
logra retratar esa verdad con su arte.
Se desconoce cómo y a partir de cuándo la iglesia se transfor-
mó en una comunidad más excluyente que el mundo. Es una pena
cómo silencian dentro de la iglesia a los pobres, a los enfermos y
a los que sufren injustamente. Pareciera que incluso los cristianos
que se jactan de ser piadosos no comprenden la intención original
de la misericordia del Dios Padre y Su Palabra. Por eso, deseo que
la mesa que Jesús compartió con el recaudador de impuestos sea
la esperanza del cristiano hoy en día. ¿Acaso la virtud de la fe que
más necesitamos los cristianos que vivimos en esta época no es un
corazón misericordioso que acepta a los marginados?

Las lágrimas de Jesús, Kim Jung-hyung

Aplicación Personal

133
VIE

28 El llamamiento
por gracia
Romanos 15:14-21

La Biblia en un año:
14 Estoy seguro de vosotros, hermanos míos, de
1 S. 20/ 1 Co. 2/ Lm. 5/ Sal. 36
que vosotros mismos estáis llenos de bondad y
rebosantes de todo conocimiento, de tal mane-
ra que podéis aconsejaros unos a otros. 
14 Hermanos míos, estoy convencido de que ustedes
están llenos de bondad y de todo conocimiento, y que
saben aconsejarse unos a otros; 

15  Pero os he escrito, hermanos, en parte con


atrevimiento, como para haceros recordar, por
la gracia que de Dios me es dada 
15 pero en esta carta me he atrevido a escribirles franca-
mente sobre algunas cosas, para que no las olviden. Lo
hago por el encargo que Dios en su bondad me ha dado, 

16  paraser ministro de Jesucristo a los gentiles,


ministrando el evangelio de Dios, para que los
gentiles le sean como ofrenda agradable, santi-
ficada por el Espíritu Santo.
16 de servir a Cristo Jesús para bien de los que no son
judíos. El servicio sacerdotal que presto consiste en
anunciar el evangelio de Dios, con el fin de presentar
ante él a los no judíos, como ofrenda que le sea grata,
santificada por el Espíritu Santo.

17 Tengo, pues, de qué gloriarme en Cristo Jesús


en lo que a Dios se refiere, 
17 Tengo razón para gloriarme en Cristo Jesús de mi
servicio a Dios, 
134
Romanos 15:14-21

Por la gracia de Dios, Pablo acudió al llamado sacerdotal del


evangelio a favor de los gentiles, para que estos fuesen presen-
tados como una ofrenda agradable, santificada por el Espíritu
Santo. Todo esto se ha hecho con la palabra, con las obras, con
la potencia de señales y prodigios, y con el poder del Espíritu de
Dios. Pablo se esforzó en predicar donde Cristo no fue anunciado.

18 porque no osaría hablar sino de lo que Cristo


ha hecho por medio de mí, para conducir a los
gentiles a la obediencia. Y lo he hecho de pala-
bra y de obra, 
18 porque no me atrevo a hablar de nada, aparte de lo
que Cristo mismo ha hecho por medio de mí para llevar
a los no judíos a obedecer a Dios. Esto se ha realizado
con palabras y hechos, 

19 con potencia de señales y prodigios, en el po-


der del Espíritu de Dios; de manera que desde
Jerusalén y por los alrededores hasta Ilírico, to-
do lo he llenado del evangelio de Cristo. 
19 por el poder de señales y milagros y por el poder del
Espíritu de Dios. De esta manera he llevado a buen tér-
mino el anuncio del evangelio de Cristo, desde Jerusalén
y por todas partes hasta la región de Iliria. 

20  Y de esta manera me esforcé en predicar el


evangelio, no donde Cristo ya hubiera sido anun-
ciado, para no edificar sobre fundamento ajeno, 
20 Pero siempre he procurado anunciar el evangelio don-
de nunca antes se había oído hablar de Cristo, para no
construir sobre bases puestas por otros, 

21  sino, como está escrito: «Aquellos a quienes


nunca les fue anunciado acerca de él, verán; y los
que nunca han oído de él, entenderán.»
21 sino más bien, como dice la Escritura: «Verán los que
nunca habían tenido noticias de él; entenderán los que
nunca habían oído de él.»

135
Ayuda a su meditación

El sacerdocio del evangelio (15:14-16)


El llamamiento de Dios no es una pesada carga que llevamos por obligación o
en contra de nuestra voluntad. Pablo explica sobre el llamamiento con la palabra
gracia. Antes que nada, aclara que escribe a los creyentes en Roma para compar-
tir la gracia recibida de Dios. Es por la gracia divina que somos honrados con
cargos dentro de la iglesia y somos santificados. Pablo compara su llamamiento
a ser apóstol de los gentiles, con el sacerdocio del Antiguo Testamento. Cada
vez que ha guiado a las almas a Dios, lo ha hecho como un sacerdote, preparan-
do el sacrificio con dedicación y ofreciéndolo al Señor para ser acepto. Fuimos
llamados a ser real sacerdocio; si nos consagramos a la evangelización para traer
a las almas a Dios como sacerdotes del evangelio que somos, agradaremos Su
corazón.
¿Cómo compara Pablo su ministerio con el de un sacerdote? ¿Considero que
es por gracia el sacerdocio del evangelio que he recibido?

El poder del Espíritu Santo (15:17-21)


Dios es el protagonista de toda actividad misionera. Pablo hace una breve rese-
ña sobre su vida y señala que se gloría de lo que Cristo ha hecho, a favor de los
gentiles. Nada de esto fue hecho con la palabra y las obras del Apóstol, sino con
el poder del Espíritu Santo. Por otro lado, Pablo se dedicó a predicar el evange-
lio en donde Cristo no fue anunciado, en pueblos no alcanzados, especialmente
desde Jerusalén hasta Ilírico, al oeste de Roma. Así fue abriendo camino para el
evangelio, procurando no dejar a nadie en la ignorancia sobre Jesús. Hoy en día,
Dios sigue buscando personas que preparen el camino del retorno del Señor,
predicando en lugares en donde el evangelio no haya sido anunciado, y espera
que no tomen caminos ya allanados por otros.
¿Cuál era el principio misionero de Pablo? ¿Cuál es el desafío que debo tomar
para la propagación del evangelio?

Padre, como sacerdote del evangelio, decido ser el primero en obedecer


a Tu Palabra y buscar la santidad en mi vida. Concédeme la llenura del
Una Carta
a Dios
Espíritu Santo para anunciar el evangelio con mi testimonio de vida, a
fin de que muchas almas puedan llegar a la cruz de Cristo. Permite que
más personas puedan llevar el evangelio hasta los confines de la tierra.
136
Ensayo para meditar Romanos 15:14-21

Misionero 111

Y
o soy el “misionero 111”. Soy un médico clínico, cuya misión
es predicar cada día sobre el único salvador a todas las perso-
nas que pueda. ¿Cómo lo hago? Todo encuentro que tengo
con los pacientes es un punto de contacto para hablar del evangelio.
Por ejemplo, a una paciente que llegó con dolores de pecho tras
tomar un antibiótico, le realizamos una endoscopia y descubrimos
que tenía una úlcera. Entonces, mientras orábamos para que se ali-
viara del dolor después del tratamiento con medicamentos, le hablé
sobre el Dios vivo, los límites del hombre y del médico, y la invité
a asistir a la iglesia. Del mismo modo, a quienes tienen problemas
en el hígado por beber mucho, les digo: “¿Ha visto cómo los niños
pierden interés en los juguetes viejos, cuando reciben uno nuevo
que les gusta? Si va a la iglesia y conoce a Jesús, dejará de beber y de
fumar, incluso sin darse cuenta”. O a quien padece herpes lo invito
a orar a Dios, explicándole que soy cristiano.
Predicar es lo que más alegra a Dios y es el propósito por el que Je-
sús vino al mundo, nos llamó y nos disciplinó. Incluso hoy, el mayor
interés de Jesús es la salvación de las almas y el Señor desea utilizar-
nos para esto. Predicando el evangelio siento cómo el Espíritu de
Dios se alegra en mí día a día, y esta es una sensación incomparable
con cualquier otra cosa en el mundo.

Predicar todos los días 111, Chang Kyung-moon

Aplicación Personal

137
SÁB

29 Todo por la
voluntad de Dios
Romanos 15:22-33

La Biblia en un año:
22 Por esta causa me he visto impedido muchas
1 S. 21-22/ 1 Co. 3/ Ez. 1/ Sal. 37
veces de ir a vosotros. 
22 Precisamente por esto no he podido ir a verlos, aun-
que muchas veces me lo había propuesto. 

23 Pero ahora, no teniendo más campo en estas


regiones, y deseando desde hace muchos años
ir a vosotros, 
23 Pero ahora que ya he terminado mi trabajo en estas
regiones, y como desde hace muchos años estoy que-
riendo visitarlos,

24 cuando vaya a España, iré a vosotros, pues es-


pero veros al pasar y ser encaminado hacia allá
por vosotros una vez que haya disfrutado de
vuestra compañía.
24 espero que podré hacerlo durante mi viaje a España.
Y una vez que haya tenido el gusto de verlos, aunque
sea por poco tiempo, espero que ustedes me ayuden a
continuar el viaje.

25  Peroahora voy a Jerusalén para ministrar a


los santos, 
25 Pero ahora voy a Jerusalén, a llevar ayuda a los her-
manos de allí. 

26  porque Macedonia y Acaya tuvieron a bien


hacer una ofrenda para los pobres que hay en-
tre los santos que están en Jerusalén. 
26 Porque los de Macedonia y Acaya decidieron volun-
tariamente hacer una colecta y mandarla a los hermanos
pobres de Jerusalén. 

27 Les pareció bueno hacerla, ya que son deudo-


res a ellos, porque si los gentiles han sido hechos
partícipes de sus bienes espirituales, deben tam-
bién ellos ayudarlos con bienes materiales. 
27 Lo decidieron voluntariamente, aunque, en realidad,
estaban en la obligación de hacerlo, porque así como
los creyentes judíos compartieron sus bienes espiritua-
les con los no judíos, éstos, a su vez, deben ayudar con
sus bienes materiales a los creyentes judíos. 
138
Romanos 15:22-33

Pablo va camino a Jerusalén a llevar la ofrenda de Macedonia


y Acaya. Después, pasará por Roma a conocer a los hermanos,
a quienes deseaba ver desde hace muchos años; y de allí, se
propone ir a España. Pablo pide oración, para que con gozo
pueda servir a los santos de Jerusalén y volver a los romanos.

28 Así que, cuando haya concluido esto, y les ha-


ya entregado esta ofrenda, pasaré entre vosotros
rumbo a España. 
28 Así que, cuando yo haya terminado este asunto y les
haya entregado a ellos la colecta, saldré para España,
y de paso los visitaré a ustedes. 

29  Ysé que cuando vaya a vosotros, llegaré con


abundancia de la bendición del evangelio de
Cristo.
29 Estoy seguro de que cuando yo vaya, nos enriquece-
remos todos con las bendiciones de Cristo.

30  Pero os ruego, hermanos, por nuestro Señor


Jesucristo y por el amor del Espíritu, que me ayu-
déis orando por mí a Dios, 
30 Hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor
que el Espíritu nos da, les ruego que se unan conmigo
en la lucha, orando a Dios por mí. 

31 para que sea librado de los rebeldes que están


en Judea y que la ofrenda de mi servicio a los
santos en Jerusalén sea bien recibida; 
31 Pidan a Dios que me libre de los incrédulos que hay
en Judea, y que la ayuda que llevo a los hermanos de
Jerusalén sea bien recibida, 

32  para que, si es la voluntad de Dios, llegue


con gozo a vosotros y pueda descansar entre
vosotros.
32 para que, si Dios quiere, llegue yo con alegría a verlos
a ustedes y tenga descanso al visitarlos. 

33  Que el Dios de paz sea con todos vosotros.


Amén.
33 Que el Dios de paz esté con todos ustedes. Amén.

139
Ayuda a su meditación

Deseo de ir a España (15:22-29)


El siervo apasionado por las almas perdidas no va tras la comodidad. Nacido
en Tarso, Cilicia, provincia de Roma, Pablo predicó el evangelio mayormente al
oriente de Roma. Lejos de conformarse con ello, recauda ofrendas de las iglesias
de gentiles en Macedonia y Acaya, a favor de los santos en Jerusalén, y las lleva
a dicha ciudad. De Jerusalén, desea pasar por Roma en dirección a España, para
predicar allí el evangelio, esperando recibir alguna ayuda de los romanos. Espa-
ña era un país poco conocido para el Apóstol. Pero, en lugar de quedarse en un
lugar ya conocido, desea llevar las buenas nuevas a dicho país, conocido enton-
ces como los confines de la tierra. El fervor por la Gran Comisión del Señor
(Mt. 28:19-20; Hch. 1:8) es más importante que nuestra comodidad personal.
¿Qué podemos decir de Pablo, cuando enfatiza su deseo de ir a España? ¿A
dónde debo ir a predicar el evangelio, aunque no conozca bien el lugar?

Petición de oración de Pablo (15:30-33)


Es un verdadero privilegio que tenemos como cristianos, poder orar por nues-
tro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu Santo, y pedir oración a otros.
Pablo pide a los creyentes en Roma que intercedan por su viaje a Jerusalén,
porque allí había judíos que rechazaban el evangelio, causando aflicción y per-
secución contra el Apóstol. Además, de entre los creyentes en Jerusalén, los
más conservadores podían rechazar la ofrenda de los gentiles. Con todo esto en
mente, pide a los cristianos romanos que oren por él, para que los de Jerusalén
puedan aceptar la ofrenda con gozo, y el Apóstol pueda cumplir con todas las
cosas y volver a Roma, conforme a la voluntad de Dios. Siempre debemos orar
para cumplir la voluntad de Dios.
¿Por qué Pablo pide a los creyentes de Roma que oren por él? ¿Por qué pro-
blema debo orar o pedir oración, en el día de hoy?

Señor, perdóname si no he acatado Tu orden de ir a algún lugar a anun-


Una Carta
ciar el evangelio debido a mi pereza. Extiende el horizonte del evangelio
a Dios en mi vida; envíame allí, en donde está Tu presencia. Utilízame para
servir con ofrendas y con oración a los hermanos que se encuentran
en dificultad.
140
Aprendiendo con el devocional
*Les presentamos el tiempo devocional en “Tres pasos” (meditación, aplicación y oración) para que
puedan aprender diversas maneras de tener un tiempo devocional.

La Palabra que me da hoy:  Romanos 15:26-27

Mi meditación

Tras su visita a la iglesia de Roma, Pablo pasa primero por Jerusalén, camino a
España, para llevarles la ofrenda que los fieles de Macedonia y Acaya donaron
para los pobres de Jerusalén, a quienes estos gentiles les deben el evangelio.
Les pareció bien responder a su servicio espiritual, por el cual escucharon el
evangelio de Jesucristo, ayudándolos con bienes materiales.

Mi aplicación

Meditando la Palabra de hoy, descubro que soy un deudor. Tengo una deuda
con el evangelio, con la oración y con el amor hacia los demás. A pesar de
todo lo que he recibido de Dios, he sido incapaz de verme a mí mismo como
un deudor. Por eso, jamás pensé en pagar mi deuda y solo buscaba seguir
recibiendo consuelo y disfrutando de la gracia y la alegría de haber conocido
el evangelio. No obstante, el Señor me está invitando a cancelar la deuda de
amor y de oración que tengo con Él. La verdad es que cuando mi hija estuvo
enferma mucha gente oró por nosotros, pero nunca agradecí el gesto, porque
no entendía la intención de los que lo hicieron. No podía comprender cómo
alguien oraba por otra familia, siendo que yo nunca me había visto motivado
a orar por los demás. Sin embargo, creo que ahora puedo comprenderlos, ya
que desde que conocí al Señor siempre me acuerdo de alguien cuando estoy
orando. Ahora que he comprendido que soy un deudor, cumpliré con mi com-
promiso de orar por todos aquellos que intercedieron por mi hija y por quienes
me acuerde hoy. También serviré con mis riquezas a las iglesias, en especial a
las pequeñas comunidades aún no establecidas, porque son los mensajeros del
evangelio. Agradeceré con el corazón de un deudor y ofrendaré voluntariamente
para ayudarlos, e iré adonde sea por el evangelio.

Mi oración

Dios, gracias por hacerme comprender que soy yo y no otra persona quien
tiene una deuda con el evangelio. Ayúdame para que pueda vivir pagando mi
deuda de amor y de oración con un corazón humilde.

141
DOM

30 Servicio por el
reino de Dios
Romanos 16:1-16

La Biblia en un año:
1  Os recomiendo, además, a nuestra hermana
1 S. 23/ 1 Co. 4/ Ez. 2/ Sal. 38
Febe, diaconisa de la iglesia en Cencrea. 
1   Les recomiendo a nuestra hermana Febe, diaconisa
en la iglesia de Cencreas. 

2  Recibidlaen el Señor, como es digno de los


santos, y ayudadla en cualquier cosa en que ne-
cesite de vosotros, porque ella ha ayudado a
muchos y a mí mismo.
2 Recíbanla bien en el nombre del Señor, como se debe
hacer entre los hermanos en la fe, y ayúdenla en todo lo
que necesite, porque ha ayudado a muchos, y también
a mí mismo.

3  Saludada Priscila y a Aquila, mis colaborado-


res en Cristo Jesús, 
3 Saluden a Prisca y Aquila, mis compañeros de trabajo
en el servicio de Cristo Jesús. 

4 que expusieron su vida por mí, a los cuales no


sólo yo doy las gracias, sino también todas las
iglesias de los gentiles. 
4 A ellos, que pusieron en peligro su propia vida por sal-
var la mía, no sólo yo les doy las gracias, sino también
todos los hermanos de las iglesias no judías. 
142
Romanos 16:1-16

Pablo recomienda a los santos en Roma a Febe, diaconisa de la


iglesia en Cencrea; también presenta a Priscila y Aquila, quienes
expusieron su vida por el Apóstol; y a Epeneto, el primer fruto
de Acaya para Cristo. Desea que se saluden los unos a los otros
con beso santo y les entrega los saludos de todas las iglesias
de Cristo.

5 Saludad también a la iglesia que se reúne en su


casa. Saludad a Epeneto, amado mío, que es el
primer fruto de Acaya para Cristo. 
5 Saluden igualmente a la iglesia que se reúne en casa
de Prisca y Aquila. Saluden a mi querido amigo Epéneto,
que en la provincia de Asia fue el primer creyente en
Cristo. 

6  Saludada María, la cual ha trabajado mucho


entre vosotros. 
6 Saluden a María, que tanto ha trabajado por ustedes. 

7  Saludada Andrónico y a Junias, mis parientes


y compañeros de prisiones. Ellos son muy esti-
mados entre los apóstoles, y además creyeron en
Cristo antes que yo. 
7 Saluden a mis paisanos Andrónico y Junias, que fue-
ron mis compañeros de cárcel; se han distinguido entre
los apóstoles, y se hicieron creyentes en Cristo antes
que yo.

8 Saludad a Amplias, amado mío en el Señor. 


8 Saluden a Ampliato, mi querido amigo en el Señor. 

143
9  Saludad a Urbano, nuestro colaborador en
Cristo Jesús, y a Estaquis, amado mío. 
9 Saluden a Urbano, nuestro compañero de trabajo en
Cristo, y a mi querido Estaquis.

10 Saludad a Apeles, aprobado en Cristo. Saludad


a los de la familia de Aristóbulo. 
10 Saluden a Apeles, que ha dado tantas pruebas de su
fe en Cristo; y también a los de la familia de Aristóbulo. 

11 Saludad a Herodión, mi pariente. Saludad a


los de la familia de Narciso, los cuales están en
el Señor. 
11 Saluden a mi paisano Herodión, y a los de la familia
de Narciso que creen en el Señor. 

12  Saludad a Trifena y a Trifosa, que trabajan


arduamente en el Señor. Saludad a la amada
Pérsida, que tanto ha trabajado en el Señor. 
12 Saluden a Trifena y a Trifosa, que trabajan en la obra
del Señor; y también a nuestra querida hermana Pérside,
que tanto ha trabajado en la obra del Señor. 
144
Romanos 16:1-16

13  Saludad a Rufo, escogido en el Señor, y a su


madre, que lo es también mía. 
13 Saluden a Rufo, distinguido creyente en el Señor, y a
su madre, que ha sido también como una madre para mí. 

14  Saludad a Asíncrito, a Flegonte, a Hermas,


a Patrobas, a Hermes y a los hermanos que es-
tán con ellos. 
14 Saluden a Asíncrito, a Flegonte, a Hermes, a Patrobas,
a Hermas y a los hermanos que están con ellos.

15 Saludad a Filólogo, a Julia, a Nereo y a su her-


mana, a Olimpas y a todos los santos que están
con ellos.
15 Saluden también a Filólogo y a Julia, a Nereo y a su
hermana, a Olimpas y a todos los hermanos en la fe que
están con ellos.

16 Saludaos los unos a los otros con beso santo.


Os saludan todas las iglesias de Cristo.
16 Salúdense los unos a los otros con un beso santo.
Todas las iglesias de Cristo les mandan saludos.

145
Ayuda a su meditación

Los consiervos de Pablo (16:1-16)


Reconocer el esfuerzo de nuestros consiervos y alentarles en el Señor signifi-
cará para ellos nuevas fuerzas. En la última parte de su epístola, Pablo manda
saludos a los consiervos que se encuentran en Roma. Febe, la primera persona
mencionada, es la diaconisa que brindó ayuda y protección a muchos. Es po-
sible que ella haya llevado la epístola a los romanos. También pide Pablo que
saluden a Priscila y Aquila, Epeneto, Andrónico y Junias, colaboradores del
evangelio que trabajaron mucho por el reino. Si no los agrupó bajo el título de
‘todos los santos en Roma’, sino que los nombró a cada uno, es porque Pablo
sentía algo muy especial por ellos. En esta lista encontramos a judíos, gentiles,
hombres, mujeres, presos, y aquellos que llevan años en la fe. En Cristo somos
todos consiervos de Dios.
¿Por qué Pablo habrá nombrado a cada consiervo? ¿Cómo sería recordado
como consiervo?

Altar Comencemos con alabanza y oración. Compartamos acerca de nuestra semana,


familiar inclusive el agradecimiento por las cosas que Dios ha hecho.

1 Observación
¿Cómo deben recibir los creyentes en Roma a Febe?
¿Cómo presenta Pablo a Priscila y a Aquila? (16:1-4)

Aplicación y ¿Hay algún ministro (pastor, misionero) que recibe


diálogo
apoyo de nuestra familia? ¿Cómo podemos apoyar
y de qué modo?

2 Observación
Examinemos cómo ha sido presentado cada con-
siervo de Pablo (16:5-15). ¿Qué función cumplen los
consiervos en el Señor?

Aplicación y ¿Cuál consiervo ha sido un ejemplo para mí, dentro


diálogo
de mi iglesia o comunidad? ¿Qué deseo aprender
de él?

Compartamos las peticiones de oración individuales y seleccionemos los temas para orar
como familia durante toda la semana. Terminemos el devocional con la oración final.

146
Prédica del domingo

Título:

Pasaje:

Notas:

Intercesión por las naciones

Fue en el año 1835 que un misionero inglés predicó el evangelio en Fiji, un


país del Pacífico Sur; y, desde entonces, presenta una estadística increíble:
la mayoría de sus habitantes son cristianos. Sin embargo, muchos han caído
en la religiosidad y en la tradición; oremos por ellos, para que Dios avive la
pasión por el evangelio en sus corazones.

147
LUN

31 Creyentes que se
apartan del mal
Romanos 16:17-27

La Biblia en un año:
17 Pero os ruego, hermanos, que os fijéis en los
1 S. 24/ 1 Co. 5/ Ez. 3/ Sal. 39
que causan divisiones y ponen tropiezos en con-
tra de la doctrina que vosotros habéis aprendido.
Apartaos de ellos, 
17 Hermanos, les ruego que se fijen en los que causan
divisiones y ponen tropiezos, en contra de la enseñanza
que ustedes recibieron. Apártense de ellos, 

18  porque tales personas no sirven a nuestro


Señor Jesucristo, sino a sus propios vientres, y
con suaves palabras y halagos engañan los cora-
zones de los ingenuos. 
18 porque no sirven a Cristo nuestro Señor, sino a sus
propios apetitos, y con sus palabras suaves y agradables
engañan el corazón de la gente sencilla. 

19  Vuestra obediencia ha venido a ser notoria


a todos, y por eso me gozo de vosotros. Pero
quiero que seáis sabios para el bien e ingenuos
para el mal. 
19 Todos saben que ustedes han sido obedientes. Me
alegro de su actitud, y quiero que muestren sabiduría
para hacer lo bueno, pero no para hacer lo malo; 

20  Y el Dios de paz aplastará muy pronto a


Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro
Señor Jesucristo sea con vosotros.
20 así el Dios de paz aplastará pronto a Satanás bajo
los pies de ustedes. Que nuestro Señor Jesús les dé
su gracia.

21  Ossaludan Timoteo mi colaborador, y mis


parientes Lucio, Jasón y Sosípater.
21 Les manda saludos Timoteo, mi compañero de tra-
bajo; y también Lucio, Jasón y Sosípatro, mis paisanos.

22  Yo Tercio, que escribí la epístola, os saludo


en el Señor.
22 Yo, Tercio, que estoy escribiendo esta carta, también
les mando saludos en el Señor.
148
Romanos 16:17-27

Pablo exhorta a los romanos a apartarse de los que causan divi-


siones y tropiezos; y ser sabios para el bien e ingenuos para el
mal. Manda saludos de Timoteo, de Tercio, a quien Pablo le dic-
taba sus notas, entre otros. Por último, el Apóstol glorifica a Dios,
quien fortalecerá a los santos en Roma por medio del evangelio.

23 Os saluda Gayo, que me hospeda a mí y a toda


la iglesia. Os saluda Erasto, tesorero de la ciu-
dad, y el hermano Cuarto.
23 Los saluda Gayo. Estoy alojado en su casa, que él
pone a disposición de toda la iglesia. También los salu-
da Erasto, tesorero de la ciudad, y el hermano Cuarto.

24 Lagracia de nuestro Señor Jesucristo sea con


todos vosotros. Amén.

25  Yal que puede fortaleceros según mi evan-


gelio y la predicación de Jesucristo, según la
revelación del misterio que se ha mantenido
oculto desde tiempos eternos, 
25 Alabemos a Dios, que puede hacerlos a ustedes
firmes conforme al evangelio que yo anuncio y la ense-
ñanza acerca de Jesucristo. Esto está de acuerdo con
lo que Dios ha revelado de su designio secreto, el cual
estuvo oculto desde antes que el mundo existiera,

26  pero se ha manifestado ahora, y que por las


Escrituras de los profetas, según el mandamien-
to del Dios eterno, se ha dado a conocer a todas
las naciones para que obedezcan a la fe, 
26 pero ahora se ha dado a conocer por los escritos de
los profetas, de acuerdo con el mandato del Dios eterno.
Este secreto del plan de Dios se ha dado a conocer a to-
das las naciones, para que crean y obedezcan.

27  al
único y sabio Dios, sea gloria mediante
Jesucristo para siempre. Amén.
27 ¡A Dios, el único y sabio, sea la gloria para siempre
por medio de Jesucristo! Amén.

149
Ayuda a su meditación

Contra los falsos maestros (16:17-20)


Las potestades del maligno tratarán de derribar la comunidad de la iglesia por
todos los medios. En los días de Pablo, había falsos maestros en casi todas las
iglesias, por tanto, los santos en Roma tenían que apartarse de ellos, para no ser
engañados. Los falsos maestros no sirven a Cristo; su único interés es obtener
algún beneficio material, engañando a otros con palabras suaves y lisonjas. Pa-
blo les pide que sean sabios para el bien e ingenuos para el mal. La advertencia
contra los falsos maestros persiste hasta hoy en día. Debemos ser ingenuos para
el mal, pero sabios para acatar las enseñanzas de la verdad. Nuestra esperanza
está en Dios, quien ha destruido las potestades del maligno para darnos paz y
victoria por medio de Jesucristo.
¿Cuáles son las características de los falsos maestros? ¿Cómo debo orar y
esforzarme para ser sabio para el bien e ingenuo para el mal?

A Dios sea la gloria (16:21-27)


Los creyentes somos una familia en el Señor, que nos une la hermandad más
allá de nuestro origen o lugar de residencia. Tercio, quien escribió la epístola de
la boca de Pablo, manda saludos a los creyentes de Roma. También es mencio-
nado Gayo, hospedador del Apóstol (1 Co. 1:14); Erasto, tesorero de Corinto;
y Cuarto, el hermano de Erasto. Por eso, se cree que Romanos pudo haber sido
escrito en Corinto. Dios desea que todas las naciones crean en el evangelio de
Cristo y le obedezcan, razón por la que Pablo consagró su vida en anunciar a
Cristo por doquier. Al único y sabio Dios, quien abrió el camino de salvación
por medio del evangelio de la cruz y que tiene verdadero poder, a Él sea la gloria
para siempre.
¿Por qué Dios reveló el misterio del evangelio a todas las naciones? ¿Cómo
podría agradecer a Dios por los que han anunciado el evangelio, siendo yo un
beneficiario de su trabajo?

Dios mío, enséñame más sobre Tu Palabra que es verdad y líbrame de


Una Carta
las falsas enseñanzas. Deseo alcanzar pureza espiritual, para no hacer
a Dios concesiones con la maldad y hacer buenas obras junto a mis consiervos.
Te alabo, Señor, porque Tú levantas a Tus siervos con Tu Palabra, en
medio de un mundo tan cambiante.
150
Ensayo para meditar Romanos 16:17-27

Cubra hasta el orificio


más pequeño

E
l Imperio romano adoptó como religión oficial al cristianismo
en el siglo IV d. C. y creció tanto, que llegó hasta el punto
de ser llamado el “reino cristiano”. Sin embargo, el evangelio
perdió fuerza con el tiempo por la intervención de Satanás, hasta
que solo quedaron los restos de la religión. El Imperio romano
continuó siendo fuerte y rico, y dejó de perseguir a los cristianos,
lo que permitió que creciera el número de sacerdotes. Sin embargo,
terminaron destruyéndose, al no poder formar el reino de Dios y
crecer solo en apariencia, es decir, sin madurar espiritualmente.
Así como un pequeño orificio puede derrumbar un dique entero y
un árbol no puede evitar su caída si lo están talando, una falsa ense-
ñanza que dejamos desatendida puede arrasar con la base de fe. Si
nos desviamos de la enseñanza que Jesucristo, que es el único cami-
no para llegar a Dios, al final nos esperarán las puertas del infierno
y no del cielo. Por lo tanto, debemos discernir y vigilar cada día si
hay enseñanzas o valores alejados de la Palabra de Dios en nuestra
comunidad o en nuestros corazones.
¿Cómo es su vida? Evalúe todos los días su interior, para perseve-
rar en la santidad ante Dios. Preguntándose si está haciendo acuer-
dos o negociaciones con el mundo. Examine si está confiando en
el poder y los valores del mundo o en el dinero, mientras que dice
confiar en Dios. ¿Está ocultando su pecado con la excusa de que
Dios es amor, inclinándose a la desobediencia, incluso sabiendo
cuál es la voluntad de Dios?

La fe es un verbo, Cho Seong-heun

Aplicación Personal

151
Estudio bíblico semanal

01
Romanos 6:12-23
Invitación hacia una
vida sagrada

|  El fiel que fue justificado ante Dios debe vivir en santidad.
Enfoque 

Abriendo los Abran sus corazones compartiendo brevemente cómo les fue a lo lar-
corazones go de la semana, el tiempo devocional, temas de oración, entre otros.

Leyendo la Romanos 6:12-23.


Palabra
Entendiendo el contexto: la humanidad se encontró ante el pecado y la
muerte por la desobediencia de Adán, el primer hombre, y consiguió la
vida por la obediencia de Jesucristo. Así, fuimos justificados por creer
en Cristo por la gracia absoluta de Dios y no por obra o mérito nues-
tro. Donde hay pecado, desborda la gracia de Dios; sin embargo, no
podemos pecar para recibir más gracia. Además, el creyente que se
une a Cristo ha muerto al pecado, para empezar a vivir por Dios. Por
lo tanto, debemos buscar la santidad que Él anhela. En conclusión, el
pasaje de hoy resalta que el creyente recibió la vida eterna, al ser li-
berado del pecado, y nos exhorta a vivir en santidad.

1• Compartiendo la Palabra:
Observando y meditando:
1. ¿Cómo debe utilizar su cuerpo el fiel que se convirtió en santo por
creer en Cristo? (vv. 12-13)

Aplicando y compartiendo:
1. ¿Qué dificultades encuentra al intentar vivir como cristiano?
2. ¿Cómo podemos alcanzar la santificación con gozo?

152
2• Observando y meditando:
1. ¿Qué frutos damos, cuando somos esclavos del pecado?
2. ¿Qué frutos damos, si somos siervos de Dios? (vv. 20-23)

Aplicando y compartiendo:
1. ¿Cómo vive alguien que es verdaderamente un siervo de Dios?
2. Compartan las características del verdadero siervo.

Ordenando Quien fue justificado por creer en Jesucristo, debe vivir en santidad. La
las ideas: santificación es un rasgo que debemos conservar todo el tiempo que
vivamos en esta tierra, debido a que ya no somos esclavos del peca-
do, sino siervos de Dios, siervos de la justicia. Ser siervos de Dios sig-
nifica que fuimos salvos, o sea que debemos obedecerle a nuestro
Señor con devoción y fidelidad. Aquel que busque la santificación si-
guiendo la Palabra y con la ayuda del Espíritu Santo, después de re-
cibir la salvación por la fe, gozará del fruto de la vida eterna. Este es el
obsequio que recibe el siervo que se entregó por completo al Señor.

Orando con la Dios, gracias por haberme dado la gracia de convertirme en Tu hijo(a)
Palabra: creyendo en Jesucristo. Guíame para que pueda vivir como ciudada-
no de Tu reino y para obedecer Tu Palabra con devoción.

Orando 1. Oremos para que nuestra sociedad, que fue sorprendida con el in-
juntos: esperado Covid-19, pueda gozar, a través de la gracia de Dios, de
estabilidad y restauración en todas las áreas.
2. Oremos por la evangelización de Marruecos, donde el 98 % de los
habitantes son musulmanes y está prohibido predicar públicamen-
te. Cabe anotar que cada vez aumenta más el número de jóvenes
que abren sus corazones a Jesús.

Versículo para “Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eter-
memorizar: na en Cristo Jesús, Señor nuestro” (Romanos 6:23).

** Finalicen la reunión con alabanza y oración.


153
Estudio bíblico semanal

02
Romanos 8:31-39
El amor de Dios nos
da la victoria

|  El amor incesante de Dios guía al fiel hacia la victoria.


Enfoque 

Abriendo los Abran sus corazones compartiendo brevemente cómo les fue a lo lar-
corazones go de la semana, el tiempo devocional, temas de oración, entre otros.

Leyendo la Romanos 8:31-39.


Palabra
Entendiendo el contexto: alguien sostuvo lo siguiente acerca de Roma-
nos 8: “Si hubiera un incendio que destruyera todas las Biblias, pero
nos quedara Romanos 8, no tendríamos que preocuparnos por la sal-
vación”. Lo que quiso decir es que este capítulo de Romanos contiene
el núcleo del evangelio. Así, Pablo divide el proceso de la salvación en
tres etapas: justificación, santificación y glorificación, mientras predica
sobre la gracia de Jesucristo y el inmenso amor de Dios, que busca
salvar al hombre pecador. En este capítulo, en especial, habla sobre
la glorificación que alcanzará el fiel que viva una vida de santificación
con la ayuda del Espíritu Santo. De este modo, todo creyente podrá
conseguir la glorificación por el amor incesante de Dios, el cual se en-
cuentra en Cristo.

1• Compartiendo la Palabra:
Observando y meditando:
1. ¿Por qué no debemos atacar, acusar o condenar a quien fue elegi-
do por Dios? (vv. 31-34)

Aplicando y compartiendo:
1. ¿Hay algún versículo que le haya dado fuerza, cuando se encontra-
ba en una situación difícil por buscar la santificación?

154
2• Observando y meditando:
1. ¿Cómo asevera Pablo el amor incesante e inquebrantable de Dios
por los fieles? (vv. 35-39)

Aplicando y compartiendo:
1. ¿Cuándo sintió el amor inseparable de Dios?
2. ¿Qué debemos hacer cuando desconfiamos de Su amor?

Ordenando Nadie puede enfrentarse al fiel que Dios ama. Dios, quien entregó a
las ideas: Su Hijo sin escatimar, nos da todo a nosotros. Nada puede separar-
nos de Su amor, el cual nos garantizó la salvación. A lo largo de nues-
tras vidas atravesamos aflicciones y adversidades viviendo en la fe,
pero, si confiamos firmemente en el amor de Dios, podemos salir a flo-
te sin debilitarnos ante la persecución, la congoja o el peligro. El triunfo
que el fiel goza es una victoria amplia y aplastante. Por eso, quien ha
conocido el amor incondicional e inmutable de Dios, no tiene miedo.

Orando con la Dios, Tú derramaste Tu inmenso amor en un pecador como yo. Te


Palabra: pido que me ayudes a permanecer fuerte y firme ante las adversida-
des de la vida, recordando Tu perfecto amor por mí; guíame para que
pueda disfrutar de la paz y la victoria que el mundo no puede darme.

Orando 1. Oremos agradeciendo a Dios, quien nos concedió el gozo de la li-


juntos: beración, y para que la Iglesia pueda ser la luz y la sal del mundo
siguiendo los pasos de los antepasados de la fe, quienes lo die-
ron todo por la nación.
2. En África continúan habiendo casos de asesinatos y agresiones fí-
sicas a pacientes de albinismo. Oremos para que acaben pronto
los delitos impulsados por supersticiones.

Versículo para “El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos noso-
memorizar: tros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?” (Romanos 8:32)

** Finalicen la reunión con alabanza y oración.


155
Estudio bíblico semanal

03
Romanos 12:1-8
La adoración espiritual
que debe entregar el fiel

|  Aquel que fue justificado por la fe, edifica la comunidad hacien-


Enfoque 
do lo que alegra a Dios.

Abriendo los Abran sus corazones compartiendo brevemente cómo les fue a lo lar-
corazones go de la semana, el tiempo devocional, temas de oración, entre otros.

Leyendo la Romanos 12:1-8.


Palabra
Entendiendo el contexto: en Romanos 1-11, Pablo proclama el evan-
gelio de la justificación por la fe. No obstante, es necesaria una apli-
cación realista para poder transmitir esta verdad en la vida. Por eso,
en Romanos 12-15, Pablo enseña cómo debe ser la vida del cristia-
no en función de la forma en la que se relaciona con los demás, con
las autoridades terrenales, la sociedad, entre otros. El evangelio tiene
una influencia positiva en la vida del fiel y todas sus relaciones. Ade-
más, Romanos 12:1-2 establece cómo debe ser la relación con Dios,
la cual establece el principio de las demás relaciones. Así, todo fiel
que haya sido redimido, debe desear vivir una vida que alegre a Dios,
por estar centrada en la adoración.

1• Compartiendo la Palabra:
Observando y meditando:
1. ¿Cuál es esta adoración espiritual a la que se refiere Pablo?
2. ¿Cómo podemos discernir la voluntad de Dios? (vv. 1-2)

Aplicando y compartiendo:
1. ¿Su vida es una adoración que alegra a Dios por la santidad?
2. ¿Cuáles son las tendencias de este mundo que no debe seguir?

156
2• Observando y meditando:
1. Los dones son un obsequio que Dios le da a cada uno de nosotros.
¿Qué dones existen? (vv. 6-8)

Aplicando y compartiendo:
1. ¿Qué dones posee?
2. Compartan cómo utilizan estos dones para edificar la comunidad.

Ordenando Si somos justificados por creer en el amor de Dios manifiesto en Je-


las ideas: sucristo, cambia la razón y el propósito de nuestras vidas. Morimos al
pecado y volvemos a vivir para Dios. Abandonamos la vida que vivía-
mos para nuestro propio beneficio y satisfacción, para seguir la per-
fecta y buena voluntad de Dios. Buscamos la vida del adorador en
la rutina diaria, entregándonos como un sacrificio vivo. La gente ve a
Dios, cuando conoce la vida de un cristiano que da testimonio de ado-
ración de esa manera. Además, el fiel logra la santificación por medio
de Dios y de la comunidad. Así como la comunidad se fortalece en la
fe, cuando los fieles utilizan los dones que Dios les dio, para el servi-
cio y para glorificarlo a Él.

Orando con la Dios, alzamos los ojos, que hasta ahora solo buscaban los beneficios
Palabra: terrenales, para mirarte a Ti. Ayúdanos a ser verdaderos adoradores
que revelan Tu gloria al mundo, a través de nuestras obras, discer-
niendo correctamente Tu buena voluntad.

Orando 1. Oremos para que todas las entidades financieras cooperen y unan
juntos: su sabiduría, para que los empleados temporales, emprendedores
y gerentes de pequeñas y medianas empresas, puedan participar
con estabilidad de las actividades económicas.
2. Oremos para que los fieles de la región china de Sinkiang, que es-
tán atravesando momentos difíciles debido al estricto control y re-
presión del gobierno, puedan proteger su comunidad eclesiástica
con una fe firme.

“No os conforméis a este mundo, sino transformaos por medio de la renova-


Versículo para
ción de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál es la buena volun-
memorizar:
tad de Dios, agradable y perfecta” (Romanos 12:2).
** Finalicen la reunión con alabanza y oración.
157
Estudio bíblico semanal

04
Romanos 14:1-12
El estándar del cristiano
para elegir

|  A la hora de actuar, el creyente busca el beneficio del reino de


Enfoque 
Dios en el amor.

Abriendo los Abran sus corazones compartiendo brevemente cómo les fue a lo lar-
corazones go de la semana, el tiempo devocional, temas de oración, entre otros.

Leyendo la Romanos 14:1-12.


Palabra
Entendiendo el contexto: la comunidad de la iglesia de Roma estaba
formada por personas de diversos orígenes , lo que causaba diferen-
cias culturales y étnicas, como la comida y el calendario. Esto gene-
ró tensión entre los fieles judíos y los gentiles. Los primeros seguían
la tradición judía para los alimentos y las festividades, que los segun-
dos ignoraban. Ante esta disputa, Pablo les enseña con qué valores
deben resolver los problemas de la vida real, si son seguidores del
evangelio, y cuál es el estándar que deben buscar para que todos vi-
van plenamente.

1• Compartiendo la Palabra:
Observando y meditando:
1. ¿Por qué no se debe juzgar al fuerte o al débil de fe por lo que come
o por lo que celebra? (vv. 1-5)

Aplicando y compartiendo:
1. ¿Alguna vez atravesaron adversidades en la comunidad, a causa
de distintos valores o tradiciones?
2. Compartan cómo las superaron.

158
2• Observando y meditando:
1. Según Pablo, ¿cuál debe ser la solución a estas disputas? (vv. 6-9)

Aplicando y compartiendo:
1. ¿Cuál es la razón y el objetivo de su vida?
2. Compartan qué beneficios les trae la verdad de que Jesús es el Se-
ñor de nuestras vidas.

Ordenando El fiel que fue justificado por la fe debe tener el discernimiento para di-
las ideas: ferenciar lo esencial de lo secundario, ya que esto, si no es visto como
producto de la diversidad, genera enfrentamientos en la comunidad.
El parámetro para resolver estas diferencias es procurar hacer las co-
sas para el Señor y no para nosotros. Jesús debe ser el estándar de
nuestras vidas y tenemos que poder ser capaces de vivir y morir para
él. Para aceptar a Jesús como el Señor de todos los aspectos de nues-
tras vidas, debemos ser uno con él, tanto con su muerte como con su
resurrección. Y, cuando lo logremos, amaremos a todos naturalmen-
te, madurará nuestra fe y seremos mensajeros de la vida que se en-
cuentra en el reino de Dios.

Orando con la Dios, me arrepiento de haber juzgado a los demás con mis propios
Palabra: valores y opinión. Ayúdame a mí y a los miembros de nuestra comuni-
dad, para que siempre pensemos, hablemos y obremos con el cora-
zón de Jesús; y para que así el mundo vea al Señor a través de nuestra
comunidad de fe.

Orando 1. Oremos por los jóvenes de entre 20 y 30 años, que caen con facili-
juntos: dad en la tentación de las sectas por la inestable realidad, para que
puedan encontrar el camino en Jesús, que es la verdad y la vida.
2. Oremos por la región montañosa del Himalaya, que tiene una baja
tasa de evangelización debido al difícil acceso. Para que se formen
iglesias en cada rincón de la cadena montañosa y cubran todo el
Himalaya con la alabanza (véase “Pioneros de la misión”).

Versículo para “Si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así
memorizar: pues, sea que vivamos o que muramos, del Señor somos” (Romanos 14:8).

** Finalicen la reunión con alabanza y oración.


159
Testimonio

La palabra nos prepara


para lo que vendrá
Familia Rocha G. (Orlando, Ofelia, Daniel y Mariana) - Iglesia Paz en la Cd. de Puebla - México.

A nteriormente, el Tiempo con


Dios fue una herramienta sú-
per útil para estudiar la Palabra
como familia con nuestros dos
hijos. Ahora, ellos ya no viven
en casa por razones laborales,
pero sabemos que la semilla que
se sembró en ellos esta dando
mucho fruto.
Actualmente, para mi esposo y
para mí aun sigue siendo un instrumento hermoso para tener nuestro devocional
(meditación y oración) en la Palabra de Dios. Ya que todas las mañanas, después de
tener nuestra relación personal con Dios, leemos el TcD como pareja, comentamos lo
que hemos leído, él me da sus opiniones y yo las mías, y eso nos enriquece mucho y
nos une como esposos. También los comentarios del devocional nos ayudan mucho
para aclarar nuestras dudas, y las preguntas nos ayudan a reflexionar. Creo que ya
no podríamos vivir sin esta herramienta tan hermosa que nos ayuda a profundizar y a
meditar en la Palabra, ya que está escrita por hermanos eruditos, que nos transmiten
sus conocimientos y sabiduría. ¡Por eso, estamos profundamente agradecidos!
El TcD también nos impactó muchísimo pues, justo en septiembre del 2018,
cuando en nuestro país hubo temblores, nosotros sentimos que Dios nos estaba
preparando para que oráramos por nuestra nación. Y lo mismo sucedió para la
coyuntura del coronavirus, pues sentimos que Él estaba haciendo un llamado
especial para reflexionar en medio de esa situación, a través del ensayo “Un precio
diferente” del devocional de abril: “Justamente esto es lo que satanás hizo con
nosotros. Entro a nuestra vida y cambio los valores por completo, engañándonos
sobre lo que es valioso y lo que no (…). Debemos volver a restaurar los valores que
satanás cambio sin que lo notáramos”.
Por lo tanto, les queremos agradecer infinitamente todo el esfuerzo para realizar
estos libros, que han sido de muchísima bendición para nuestra familia, nuestro
matrimonio, familiares, amigos y aun desconocidos.

Si desea compartir a los demás lectores la gracia que recibió, no dude en enviarnos su valioso
testimonio a: [testimonios@durannolatino.org]

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