NT - La Gestión Financiera de Los Stocks
NT - La Gestión Financiera de Los Stocks
Universidad de Navarra
                                                                                                                  Barcelona-Madrid
                                                                                                                                                                                                     0-296-016
                                                                                                                                                                                                     FN-391
Documento de consulta gratuito para el uso exclusivo del/a Prof. BOLIVAR DE LA TORRE, 2016-06-22
Introducción
                                                                                                            En esta nota centramos nuestra atención en una partida del balance generada por las
                                                                                                   operaciones de la empresa, en este caso los stocks, con el propósito de analizar las acciones
                                                                                                   directivas que dan lugar a la creación y evolución a lo largo del tiempo de esta inversión de
                                                                                                   recursos. Hablaremos, por tanto, del empleo de recursos en stocks o, dicho de otra forma,
                                                                                                   de la gestión financiera de los stocks y, tal vez de forma más precisa, de las implicaciones
                                                                                                   financieras de la gestión operativa de los stocks.
                                                                                                             Esto hace que se pueda hablar de stocks desde muchos ángulos y con enfoques muy
                                                                                                   diversos. Aquí nos limitaremos, con exclusión de todo lo demás, a considerar los aspectos
                                                                                                   financieros de la gestión de los stocks por parte de los directivos operativos, dando por
                                                                                                   supuesto que los demás aspectos ya son conocidos. Una vez más revertimos a la idea central
                                                                                                   de que las finanzas operativas afectan directamente a todos los directivos que, de una forma u
                                                                                                   otra, tienen responsabilidades sobre las operaciones.
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                                                                                                           Normalmente, en los balances de las compañías aparece una sola rúbrica, bajo el
                                                                                                   nombre de «stocks», «mercancías», «inventario» o cualquier otra denominación similar.
                                                                                                   Ahora bien, puede clasificarse el stock en tres grandes categorías:
                                                                                                           La problemática de cada una de estas tres categorías de bienes es distinta, por lo que
                                                                                                   creemos conveniente analizarlas por separado para así poder delimitar mejor sus
                                                                                                   implicaciones financieras.
Materias primas
                                                                                                            De modo general se puede decir que son materias primas todos aquellos bienes,
                                                                                                   productos o materiales necesarios para la producción de la empresa y que aún no han entrado
                                                                                                   en el proceso productivo. Este stock sube con las compras y baja cuando entran en proceso
                                                                                                   los materiales que lo componen.
                                                                                                                    El lote mínimo de compra, por tanto, dependerá de las condiciones que los
                                                                                                                    proveedores tengan por costumbre dar; las ventajas en precio y condiciones
                                                                                                                    importantes de una compra deben ponderarse, sin embargo, con la cuantía de
                                                                                                                    los costes que el mantenimiento de grandes stocks suponga.
                                                                                                            Hay un problema que debe considerarse atentamente. Nos referimos a que, al menos
                                                                                                   durante los últimos años, la inflación más o menos declarada que han padecido la mayor
                                                                                                   parte de los países ha hecho que los beneficios contables derivados de la simple alza de
                                                                                                   precios de los stocks hayan compensado cualquier otra desventaja económica que su
                                                                                                   sostenimiento comportase. Dejando aparte, por el momento, el hecho de que estos beneficios
                                                                                                   han sido más aparentes que reales a consecuencia de la pérdida de poder de compra de las
                                                                                                   unidades monetarias en que se hallaban expresados, es también muy importante pensar que
                                                                                                   esta coyuntura alcista puede quebrar –y de hecho ha quebrado en ocasiones– motivando
                                                                                                   pérdidas notables para las empresas que mantenían excesivos stocks y que obtenían
                                                                                                   beneficios por el simple hecho del mayor valor de sus materias primas. Por consiguiente,
                                                                                                   debe medirse muy cuidadosamente este aspecto del problema, pues, insistimos,
                                                                                                   una devaluación de los stocks de las materias primas puede suponer la creación de una
                                                                                                   situación de atasco financiero de muy difícil salida.
                                                                                                            IESE                                   4                                         296-016
                                                                                                   Universidad de Navarra                                                                    FN-391
                                                                                                             Para poder establecer correctamente la programación financiera hay que tener clara
                                                                                                   la circulación de fondos que el mantenimiento de los stocks de materias primas lleva consigo.
                                                                                                   normalmente, deberá hacerse efectiva algún tiempo después, digamos 30, 60, 90 ó 120 días, y
                                                                                                   no precisamente siempre en el momento en que la materia prima es adquirida. Esto permite
                                                                                                   planear la incidencia financiera de las compras y, por tanto, hace posible una política de
                                                                                                   compra atemperada a las disponibilidades financieras.
                                                                                                            El segundo punto a tener en cuenta es que cuando la materia prima «sale» del stock
                                                                                                   para entrar en el proceso de producción no se produce entrada financiera alguna. Dicha
                                                                                                   entrada no tendrá lugar hasta que, terminada la fabricación, el producto sea vendido y su
                                                                                                   importe hecho efectivo por algún procedimiento financiero del cliente. De ahí que un
                                                                                                   descenso en el stock de materias primas por traslado al stock de productos en curso no se
                                                                                                   traduce en una entrada de fondos.
                                                                                                           ¿Cuáles son los factores determinantes del volumen de stock de los productos en
                                                                                                   proceso de producción?
                                                                                                            Si, como hemos visto, el valor del stock se obtiene sumando a la materia prima los
                                                                                                   costes variables que se van incorporando a lo largo del proceso productivo, el movimiento de
                                                                                                   caja relacionado con este tipo de stock es simplemente el desembolso, fase por fase, de la
                                                                                                   cuantía de los fondos necesarios para la elaboración progresiva del mismo. Ahora bien, en
                                                                                                   esta clase de stock, muchos de los costes variables se producen con pago prácticamente al
                                                                                                   contado o por períodos de tiempo muy cortos –por ejemplo, semanalmente los salarios,
                                                                                                   mensualmente los servicios, etc.– y, por tanto, no existe aquel desfase en el tiempo que
                                                                                                   hemos visto que ocurre con el pago de las materias primas.
Productos terminados
                                                                                                           El stock de productos terminados se incrementa a medida que éstos van saliendo del
                                                                                                   proceso productivo, y se reduce a través de las ventas.
                                                                                                            El modo de variar este stock es muy distinto para una compañía que produce sobre
                                                                                                   pedido que para otra que produce sin tener vendido el producto, es decir, que va almacenando
                                                                                                   sus productos y les va dando salida a medida que los vende. Todo lo dicho sobre la
                                                                                                   valoración de los stocks de productos en curso es igualmente válido para los productos
                                                                                                   acabados, cuyo valor de coste es igual al coste de los materiales y suministros incorporados o
                                                                                                   consumidos en el proceso más el valor directamente añadido a lo largo del mismo. La
                                                                                                   diferencia entre el precio neto obtenido, deducidos los gastos inherentes a la venta, y el coste,
                                                                                                   calculado como queda dicho, es el margen de contribución al sostenimiento de las cargas de
                                                                                                   estructura.
                                                                                                            La venta es la salida normal de los productos terminados. Pero esta venta no siempre
                                                                                                   supone la entrada inmediata de fondos en caja, ya que la mayor parte de las operaciones de
                                                                                                   venta se hacen a crédito.
                                                                                                            IESE                                 7                                          296-016
                                                                                                   Universidad de Navarra                                                                   FN-391
                                                                                                            Existen varios métodos para determinar la relación entre las ventas y el volumen del
                                                                                                   stock. En la nota FN-386, y dentro de la sección sobre ratios operativos, se introduce y
                                                                                                   comenta la utilidad de expresar el stock de productos terminados en días de ventas, así como
                                                                                                   el stock de materias primas en días de compras. El primero representa el plazo medio de
                                                                                                   permanencia en almacén de los géneros terminados. La rotación de stocks de productos
                                                                                                   terminados se obtiene dividiendo el número de días del año por los días de permanencia
                                                                                                   media en almacén de dichos stocks. Si el tiempo de permanencia media es de dos meses, la
                                                                                                   rotación será de 6 vueltas al año.
                                                                                                   permanencia en almacén. Para que los días calculados tengan esta consideración, el volumen
                                                                                                   de stock de materias primas no debería relacionarse con el flujo de entradas, sino con el
                                                                                                   flujo de salidas.
                                                                                                            En sentido estricto, este flujo de salida habría que medirlo en función de las órdenes
                                                                                                   de fabricación previstas y de los consumos de materias primas que surgieran del despiece de
                                                                                                   estas órdenes. No obstante, en términos de análisis financiero, lo normal es relacionar todos
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                                                                                                   los volúmenes de stocks con una única variable básica definidora del ritmo de actividad, para
                                                                                                   la que se suele tomar la cifra de ventas. En este sentido hablaríamos de tiempo de
                                                                                                   permanencia medio en el almacén de materias primas como los «días de materia prima en
                                                                                                   ventas» que contiene dicho almacén. Dicho de otra manera, si podemos estimar el volumen
                                                                                                   de materias primas contenido en la cifra media de venta diaria, tendremos el volumen medio
                                                                                                   diario de materias primas que «salen de la empresa» y, por tanto, podemos obtener el tiempo
                                                                                                   de permanencia medio dividiendo el volumen del almacén en unidades monetarias por la
                                                                                                   cifra media de materias primas que salen diariamente de la empresa.
                                                                                                            En cualquier caso, comparando las cifras de inventario no con las compras, sino con
                                                                                                   las materias primas salidas, tendríamos:
                                                                                                            Algunos analistas afirman, a nuestro juicio con razón, que el stock de fin de año no
                                                                                                   puede ponerse significativamente en relación con las ventas de todo el año, salvo en el caso
                                                                                                   de que ambos hayan sido constantes a lo largo del período. Cualquier procedimiento que
                                                                                                   tienda a poner en relación las ventas descompuestas por los períodos disponibles, para dar la
                                                                                                   máxima regularidad dentro del período, con el stock medio sostenido a lo largo de este
                                                                                                   período, dará una medida más adecuada de los plazos de permanencia en almacén y, por
                                                                                                   tanto, de las rotaciones de los stocks, cifras que en todo caso deberán finalmente ser elevadas
                                                                                                   ponderadamente al año. Pero un observador extraño a la compañía no podrá llegar a este
                                                                                                   refinamiento del cálculo, y menos todavía en España, debido a la falta de datos publicados
                                                                                                   por las empresas. Lo más que se consigue es la relación entre el coste de las ventas del
                                                                                                   período publicado, que en nuestro país casi sin excepción será de un año, por el stock medio
                                                                                                   entre el de apertura y el de cierre del período. En este orden de ideas, es interesante conocer
                                                                                                   el desarrollo estacional de las ventas de la compañía, si es que lo tiene, pues puede darse el
                                                                                                   caso de que el balance esté cerrado en una época punta –tanto al alza como a la baja– de la
                                                                                                   temporada o campaña y, por tanto, no sea representativo.
                                                                                                            Hasta ahora no hemos hablado de los stocks en curso. Aquí no podemos hablar de
                                                                                                   «permanencia en almacén». Más bien, en todo caso, de plazo promedio de «permanencia en
                                                                                                   fábrica». A este plazo promedio, en ocasiones se le llama «duración del proceso». La
                                                                                                   denominación no es incorrecta, pero exige cierta prudencia en su interpretación. Para tomar
                                                                                                   un ejemplo sencillo, en aquellos procesos productivos que consisten básicamente en una
                                                                                                   transformación de las primeras materias, el plazo habría que entenderlo como el período
                                                                                                   medio de tiempo transcurrido entre la salida de una unidad de materia prima de su almacén
                                                                                                   para entrar en fábrica y la salida de fábrica de la correspondiente unidad como producto
                                                                                                   acabado. Ello no es lo mismo, por ejemplo, que el tiempo que se tarda en completar una
                                                                                                            IESE                                  10                                       296-016
                                                                                                   Universidad de Navarra                                                                  FN-391
                                                                                                   orden de fabricación, cuyo tiempo total de proceso desde que se inicia la fabricación hasta
                                                                                                   que se termina depende, entre otras cosas, del propio tamaño de la orden.
                                                                                                            Por ejemplo, si el coste de la materia prima representa el 40% del precio de venta y
                                                                                                   el coste del producto terminado es el 70% del precio de venta, suponiendo que toda la
                                                                                                   materia prima se incorpora al inicio del proceso y que este proceso va incorporando costes
                                                                                                   con cierta regularidad, podría considerarse que el coste promedio de los géneros en curso
                                                                                                   representa un 55% del precio de venta. Si, además, los géneros en curso se han valorado
                                                                                                   realmente de esta forma, no habría problema para calcular la duración del proceso. Veamos
                                                                                                   un ejemplo numérico.
                                                                                                                 Ventas                                               73.000.000
                                                                                                                 Productos en curso                                    5.720.000
                                                                                                                 Valoración productos en curso           55% del precio de venta
Podríamos calcular:
                                                                                                            Repetimos que este tipo de cálculos ni tiene sentido siempre ni siempre es fácil de
                                                                                                   hacer y, en algunos casos, será mejor ni tan siquiera intentarlo.
                                                                                                            Por otra parte, cabe recordar que, como se indica en la nota FN-386, en el fondo, con
                                                                                                   estos cálculos lo único que se puede conseguir es una mejor información sobre la situación de
                                                                                                   la empresa. Pero si no pueden ser comparados a lo largo de una serie de años o con los ratios
                                                                                                   de las empresas del sector que pudiéramos considerar «normalizadas», el significado de los
                                                                                                   mismos, especialmente para un analista externo, queda muy reducido.
                                                                                                            IESE                               11                                        296-016
                                                                                                   Universidad de Navarra                                                                FN-391
                                                                                                           Habiendo expuesto de modo descriptivo lo que los stocks son, cómo funcionan, de
                                                                                                   qué variables dependen y cómo pueden ser analizados desde el ángulo financiero, sólo nos
                                                                                                   queda centrar el porqué de los mismos.
                                                                                                             En realidad, las empresas mantienen stocks porque solamente con ellos se puede,
Documento de consulta gratuito para el uso exclusivo del/a Prof. BOLIVAR DE LA TORRE, 2016-06-22
                                                                                                            Ultimamente han estado muy en boga las técnicas en ocasiones llamadas «just-in-
                                                                                                   time», que preconizan determinados esquemas organizativos mediante los cuales puede
                                                                                                   pensarse idealmente en no mantener stocks de ninguna clase, salvo los de productos en
                                                                                                   proceso y únicamente en tanto en cuanto técnicamente éstos sean imprescindibles. Algunos
                                                                                                   fabricantes de automóviles han conseguido logros espectaculares en este sentido, a base de
                                                                                                   organizaciones complejas que incorporan necesariamente a los propios proveedores, y que se
                                                                                                   basan en los llamados «pull systems», mediante los cuales cada centro de operaciones va
                                                                                                   pasando pedidos a las operaciones inmediatamente anteriores. Los fabricantes japoneses
                                                                                                   popularizaron un sistema de «tarjetas de pedido» denominadas «kanban», nombre que en
                                                                                                   ocasiones se ha usado también para designar estos sistemas de «cero inventario». La filosofía
                                                                                                   de esta forma concreta de poner en marcha el sistema es poder llegar a controlar lotes de
                                                                                                   fabricación de una unidad.
                                                                                                             Todo ello requiere una complejísima organización para programar las compras de
                                                                                                   materias primas, las diversas fases del proceso y las expediciones de productos terminados,
                                                                                                   sin posible error. Además, exige un poder de negociación y convencimiento, especialmente
                                                                                                   frente a los proveedores, que no está al alcance de muchas empresas. Visto así el problema,
                                                                                                   puede decirse que los stocks «compran» organización, ya que a mayor cantidad de stocks,
                                                                                                   menos necesaria será esa compleja organización de programación.