LETANIAS SAN MIGUEL ARCANGEL

Cordero de Dios, que quitas el pecado del

Señor, ten piedad mundo. Perdónanos Señor. CORONA ANGÉLICA
Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Cordero de Dios, que quitas el pecado del
mundo. Escúchanos Señor.
DEL ARCÁNGEL
Señor, ten piedad Cordero de Dios, que quitas el pecado del SAN MIGUEL
Cristo, óyenos mundo. Ten misericordia de nosotros.
Cristo, escúchanos
Ruega por nosotros, glorioso San Miguel, prínci-
Dios Padre Celestial, ten piedad pe de la Iglesia de Jesucristo, para que seamos
Dios Hijo Redentor del mundo, dignos de sus promesas.
Dios Espíritu Santo,
Santa Trinidad, un solo Dios, ORACIÓN
Santa María, reina de los Ángeles, Ruega por Señor Jesús, santifícanos siempre con una ben-
nosotros. dición, y concedemos por la intercesión de San
San Miguel, ruega por nosotros. Miguel, aquella sabiduría que nos enseña a
San Miguel, lleno de la gracia de Dios, juntar las riquezas del cielo y cambiar los bie-
San Miguel, perfecto adorador del verbo di- nes temporales por los de la eternidad. Tú, que
vino, vives y reinas por todos los siglos de los siglos.
San Miguel, coronado de honor y gloria, Amén.”
San Miguel, poderoso príncipe de los ejércitos
del Señor,
San Miguel, portaestandarte de la Santísima
Trinidad, Oración. De acuerdo con una piadosa tradición el
San Miguel, guardián del paraíso, arcángel san Miguel declaró a una persona
San Miguel, guía y consolador del pueblo israe- Omnipotente y sempiterno Dios, que con un devota que le sería grato se pusieran en uso
lita, prodigio de bondad y misericordia para la sal-
San Miguel, esplendor y vigor de la Iglesia mili- vación de todos los hombres elegisteis por prín- las siguientes oraciones en honor suyo. La
tante, cipe de vuestra Iglesia al gloriosísimo san Mi- propagación y difusión de esta devoción se
San Miguel, honor y alegría de Iglesia triunfan- guel arcángel; os suplicamos nos hagáis dignos debe a una religiosa carmelita del monasterio
te, de que con su benéfica protección nos libre de
San Miguel, luz de los ángeles, todos nuestros enemigos, para que ninguno de de Vetralla, diócesis de Viterbo (Italia),
San Miguel, baluarte de los ortodoxos, ellos nos moleste en la hora de nuestra muerte, muerta con fama de santidad en 1751. El 8 de
San Miguel, fuerza de los que combaten bajo el sino que seamos conducidos por él a la presen- agosto de 1851 Pío IX concedió indulgencias
estandarte de la cruz, cia de vuestra divina Majestad. Por los méritos
San Miguel, luz y confianza de las almas en el de Nuestros Señor Jesucristo. Amén. a la práctica de este piadoso ejercicio.
último momento de la vida,
San Miguel, socorro certero, A ser posible, delante de una imagen del
San Miguel, nuestro auxilio en todas las adver-
sidades, santo Arcángel, hacer un acto de verdadera
San Miguel, heraldo de la sentencia eterna, contrición y rezar a continuación devotamen-
San Miguel, consolador de las almas que están te las siguientes salutaciones:
en el purgatorio,
San Miguel, a quien el señor encomendó recibir
las almas después de la muerte, V. Oh Dios, ven en mi ayuda.
San Miguel, nuestro príncipe, R. Apresúrate, Señor a socorrerme. Gloria al
San Miguel, nuestro abogado,
Padre...
 SALUTACIÓN IV. Un Padrenuestro y tres SALUTACIÓN IX. Un Padrenuestro y
Avemarías al cuarto coro angélico. tres Avemarías al noveno coro angélico.
Por intercesión del glorioso arcángel san Miguel y Por intercesión del glorioso arcángel san Mi-
del coro celeste de las Dominaciones, quiera el guel y del coro celeste de todos los Ángeles,
Señor concedernos la gracia de poder dominar dígnese el Señor concedernos que nos guar-
nuestros sentidos y corregir las pasiones deprava- den en la presente vida mortal, y después
das. Amén. nos conduzcan a la gloria eterna de los cie-
los. Amén.
SALUTACIÓN V. Un Padrenuestro y tres Ave-
marías al quinto coro angélico. A continuación se rezan cuatro Padre-
Por intercesión del glorioso arcángel san Miguel y nuestros: el primero a San Miguel, el segun-
del celeste coro de las Potestades, dígnese el Se- do a san Gabriel, el tercero a san Rafael, y el
Coronilla a San Miguel ñor librar nuestras almas de las asechanzas y ten- cuarto a nuestro Ángel Custodio.
Arcangel taciones del demonio. Amén.
Se concluye este ejercicio con la siguiente
SALUTACIÓN I. Un Padrenuestro y tres SALUTACIÓN VI. Un Padrenuestro y tres antífona y oración final:
Avemarías al primer coro angélico. Avemarías al sex to coro ang élico.
Por intercesión del glorioso arcángel san Mi- Por intercesión del glorioso arcángel san Miguel y Antífona.
guel y del celeste coro de Serafines, suplica- del coro de las admirables Virtudes celestiales,
Gloriosísimo príncipe san Miguel arcángel,
mos al Señor nos haga dignos de una llama no permita el Señor que caigamos en las tentacio-
cabeza y jefe de los ejércitos celestiales, de-
de perfecta caridad. Amén. nes, sino que nos libre de todo mal. Amén.
positario de las almas, vencedor de los espí-
SALUTACIÓN II. Un Padrenuestro y tres SALUTACIÓN VII. Un Padrenuestro y tres ritus rebeldes, doméstico en la real morada
Avemarías al segundo coro angélico. Avemarías al séptimo coro angélico. de Dios, nuestra guía admirable después de
Por intercesión del glorioso arcángel san Mi- Por intercesión del glorioso arcángel san Miguel y Jesucristo, y de excelencia y virtud sobrehu-
guel y del coro celeste de Querubines, quie- del coro celeste de los Principados, dígnese Dios manas, dignaos librar de todo mal a todos
ra el Señor concedernos la gracia de abando- llenar nuestras almas del espíritu de verdadera y los que acudimos a Vos con confianza, y
nar el camino del pecado, y de correr por el sincera obediencia. Amén. haced por medio de vuestra protección in-
de la perfección cristiana. Amén. comparable que adelantemos cada día en
SALUTACIÓN VIII. Un Padrenuestro y tres servir fielmente a nuestro Dios.
SALUTACIÓN III. Un Padrenuestro y Avemarías al octavo coro angélico.
tres Avemarías al tercer coro angélico. Por intercesión del glorioso arcángel san Miguel y V. Rogad por nosotros, oh gloriosísimo San
Por intercesión del glorioso arcángel san Mi- del coro celeste de los Arcángeles, quiera el Se- Miguel arcángel, príncipe de la Iglesia de Je-
guel y del sagrado coro de los Tronos, in- ñor concedernos el don de la perseverancia en la sucristo.
funda el Señor en nuestros corazones un fe y en las obras buenas, para que podamos con- R. Para que seamos dignos de alcanzar sus
espíritu de verdadera y sincera humil- seguir la gloria del paraíso. Amén. promesas.