El feudalismo Gregorio Vll y Enrique IV
El conflicto entre Gregorio VII y Enrique IV estalló, cuando al ser depuesto el Obispo de Milán en
1075, la vacante fue aprovechada por Enrique IV de Alemania para nombrar por su cuenta a otro
candidato entre los eclesiásticos de su simpatía. Milán era parte de los dominios de la corona
alemana.
El 1076, Enrique IV, reprendió duramente al Papa Gregorio VII. En varias cartas, afirmaba que el
Papa es un usurpador. Enrique convocó un Sínodo de obispos partidarios de su causa y ¡depuso al
“falso monje Hildebrando!” El Rey se consideraba -en carta a Hildebrando - Vicario de Cristo,
poseedor de una de las dos espadas del Evangelio. El Papa suspendió la autoridad del rey
(durante la Cuaresma del 1076) y libró a sus súbditos de toda obediencia al Emperador. La medida
de suspender la obediencia al emperador, rompía los fundamentos del feudalismo. Los nobles
alemanes se reunieron y opinaron que Enrique IV debía de defenderse ante el Papa.
El conflicto entre Gregorio VII y Enrique IV estalló, cuando al ser depuesto el Obispo de Milán en
1075, la vacante fue aprovechada por Enrique IV de Alemania para nombrar por su cuenta a otro
candidato entre los eclesiásticos de su simpatía. Milán era parte de los dominios de la corona
alemana.
El 1076, Enrique IV, reprendió duramente al Papa Gregorio VII. En varias cartas, afirmaba que el
Papa es un usurpador. Enrique convocó un Sínodo de obispos partidarios de su causa y ¡depuso al
“falso monje Hildebrando!” El Rey se consideraba -en carta a Hildebrando - Vicario de Cristo,
poseedor de una de las dos espadas del Evangelio. El Papa suspendió la autoridad del rey
(durante la Cuaresma del 1076) y libró a sus súbditos de toda obediencia al Emperador. La medida
de suspender la obediencia al emperador, rompía los fundamentos del feudalismo. Los nobles
alemanes se reunieron y opinaron que Enrique IV debía de defenderse ante el Papa.
El concordato de Worms entre el estado y el papado
El Concordato de Worms fue un acuerdo político entre el emperador alemán Enrique V y el
papa Calixto II, firmado en 1122, que supuso el final de la querella de las investiduras.
Las diferencias entre el papa y el emperador Enrique V fueron limándose hasta que, por mediación
del obispo Lamberto de Ostia, el papa y el monarca alemán llegaron a un acuerdo siguiendo el
modelo aplicado para Inglaterra en el concordato de 1107: fue el llamado Concordato de Worms del
23 de septiembre de 1122, que fue ratificado un año después por el Concilio de Letrán I.
Por este acuerdo, el emperador renunciaba a las investiduras por el báculo y el anillo y aceptaba la
libre elección de los obispos por el cabildo de la catedral. De este modo, correspondía al poder
eclesiástico la investidura clerical mediante la entrega del anillo y el báculo y la consagración con
las órdenes religiosas, mientras que al estamento civil se le reservaba la investidura feudal con
otorgamiento de los derechos temporales de regalía y demás atributos seculares. Los así investidos
se debían al papa en lo religioso y al soberano laico en lo civil.
No obstante, en el seno del Imperio se produjeron diferencias. En Alemania, al emperador se le
reconocía además la potestad de asistir a la elección de los cargos eclesiásticos y de utilizar su voto
de calidad cuando no hubiese acuerdo entre los electores. Como las presiones que se ejercían
sobre los cabildos de las catedrales y abadías eran muy fuertes respecto a la elección de un
determinado candidato, lo que dificultaba la obtención del cuórum necesario, al final acabó siendo
con harta frecuencia el emperador quien imponía su arbitraje. Una vez elegido el candidato, se
producía la investidura feudal antes de la consagración. En Italia y Borgoña, las elecciones
episcopales eran completamente libres y al sexto mes de la consagración el obispo debía ir a recibir
la investidura feudal del emperador.
El emperador se comprometió también a restituir a la Iglesia de Roma los bienes que le habían sido
arrebatados en tiempos de la querella y a ayudar al papa cuando fuera requerido para ello.
El Concordato de Worms permitió al papado asumir el liderazgo de la reforma en Europa, marcado
en los concilios de Letrán I (1123), Letrán II (1139) y Letrán III (1179) y en la compilación de normas
canónicas en el Decretum Gratiani.
Tomas de Aquino y su oposición a san Agustín
es considerado el principal representante de la enseñanza escolástica y una de las mayores figuras
de la teología sistemática. En materia de metafísica, su obra representa una de las fuentes más
citadas del siglo XIII, además de ser punto de referencia de las escuelas del
pensamiento tomista y neotomista. La Iglesia católica lo nombra Doctor Angélico, Doctor
Común y Doctor de la Humanidad y considera su obra fundamental para los estudios
de filosofía y teología. Fue el principal defensor clásico de la teología natural.
El porqué de la oposición a san Agustín era por que Los planteamientos de
Santo Tomás se contraponen a los de San Agustín. Así, ante el conflicto entre ciencia y
religión, para San Agustín la fe adquiría relevancia, mientras que San Tomás buscaba
una respuesta científica que no objetara los postulados bíblicos.