CARMEN LIND PETTERSEN (1900-1991)
Pintora, acuarelista y artista visual, Carmen Lind Pettersen dedicó su práctica a plasmar la historia y cultura de
Guatemala. Tuvo especial interés en los paisajes de la costa sur, y además fue una gran retratista. En 1976 publicó el
libro Los Mayas de Guatemala, con el fin de documentar los colores y patrones de los textiles locales. Pasó sus últimos
años en la Finca El Zapote, ubicada en Escuintla.
ANTONIA MATOS (1904-1994)
Antonia Clementina Matos Aycinena descubrió su vocación por la pintura desde muy joven. Estudió en la Academia
Nacional de Pintura, y cuando su familia se trasladó a Europa, ingresó a la Escuela de Bellas Artes de París. Expuso una
sola vez en vida en Guatemala en 1934. La muestra fue cerrada rápidamente porque entre las piezas expuestas había
desnudos, un tema que Matos exploró en repetidas ocasiones con ayuda de una paleta de colores sobrios.
RINA LAZO (1923-2019)
Aunque Rina Lazo era una pintora y activista guatemalteca, fue una figura importante del muralismo mexicano. Su
incursión en el movimiento fue como asistente de Diego Rivera, quien la consideró “mi mano derecha, la mejor de mis
estudiantes”. Tras empaparse de los encendidos comentarios políticos y sociales del muralismo mexicano, Lazo forjó un
estilo propio basado en la alegoría y una paleta suave que buscaba celebrar las culturas mesoamericanas.
ROBERTO OSSAYE (1927-1954)
A Roberto Ossaye le bastaron 27 años de vida para transformar el paradigma de la pintura en Guatemala. Tras estudiar
en la Escuela Nacional de Artes Plásticas, viajó a Nueva York y París para conocer de primera mano las vanguardias
pictóricas del momento. Es difícil encasillar su obra en una sola corriente, aunque se pueden apreciar influencias del
cubismo y expresionismo en sus piezas. Durante su corta carrera experimentó con varios medios, como la acuarela, el
óleo y el gouache.
ELMAR ROJAS (1942-2018)
Elmar René Rojas, originario del departamento de Sacatepéquez, inició su carrera como arquitecto antes de sumergirse
en la pintura y la escultura. Los estudiosos de su obra la adscriben al realismo mágico, ya que fusiona escenarios
fantásticos con elementos de abstracción. En 1986, fundó el Ministerio de Cultura y Deportes de Guatemala con el fin de
impulsar el arte y la cultura en su país.
obras de escritores guatemaltecos
LOS JUECES DE ARNOLDO GÁLVEZ SUÁREZ
Es una novela ganadora del Premio Centroamericano Mario Monteforte Toledo 2008,
presenta una metáfora novelada del mundo, usando como referencia el cotidiano
transcurrir de una colonia citadina, misma donde confluyen dentro de ella o a partir de
ella, todos los elementos característicos de la sociedad actual: división de clases,
ambición por el poder, discriminación clasista, dogmas que se contradicen a sí
mismos, explotación, frialdad, megalomanía, acoso, y la pérdida de credibilidad en las
instituciones oficiales como garantes de derechos
LA MANSIÓN DEL PÁJARO SERPIENTE
Es una de las obras más conocidas de Virgilio Rodríguez Macal. Usó relatos orales de la
cosmovisión maya y resaltó la vida del quetzal, nombrado Pájaro Serpiente por su cola
bífida y colorido plumaje. En ella los animales que viven en la selva guatemalteca se
humanizan y cuentan su vida.
EL SEÑOR PRESIDENTE
El señor Presidente es una novela de Miguel Ángel Asturias (1899–1974), escritor y
diplomático guatemalteco quien recibió el Premio Nobel de Literatura en 1967. La novela,
considerada como un punto de referencia en la literatura de América Latina, explora la
naturaleza de la dictadura y sus efectos en la sociedad. Asturias es uno de los primeros en
utilizar una técnica literaria que actualmente es conocida como realismo mágico. Siendo
una de las obras más notables del género literario conocido como , El señor Presidente fue
desarrollado a partir de un cuento que Asturias había escrito anteriormente para protestar
contra la injusticia social, tras un devastador terremoto que sacudió la ciudad natal del
autor.
HOMBRES DE MAÍZ
Hombres de maíz es una novela del Nobel de Literatura Miguel Ángel Asturias,
publicada en 1949. Su título hace referencia a un mito del Popol Vuh, uno de los
libros sagrados de los mayas. Esta novela es considerada la obra maestra de Asturias,
aunque sigue siendo una de sus novelas menos comprendidas. Narra el contraste
entre las costumbres tradicionales de los indígenas y las de una sociedad que está en
pleno proceso de modernización y cambio. “Fue mi abuelo, Juan Mérida Rodríguez,
quien me leyó fragmentos de Hombres de maíz, de Miguel Ángel Asturias, que, según
Gerald Martin de la Universidad de Pittsburg, era ‘una de las grandes novelas del
siglo’. Mi abuelo se fue para jamás volver, hace un par de años, cuando tenía 109
años de edad. Gracias a él me hice amigo de los libros”, cuenta Elder Exvedi Morales
Mérida, un lector que vivió en Santa Ana Huista, Huehuetenango, y en aquel
entonces tenía 7 años de edad.
Popol Wuj
El texto más antiguo que se conserva del Popol Vuh es una transcripción del texto quiché
hecha a principios del siglo XVIII por el fraile dominico Francisco Ximénez, que también
hizo la primera traducción conocida al español. Ximénez presentó en doble columna el
texto quiché junto a la versión española, y lo tituló “Empiezan las Historias del Origen de
los Indios de esta Provincia de Guatemala”. Este manuscrito se encuentra en la colección
Ayer de la Biblioteca Newberry de la ciudad de Chicago. Fue extraído de la biblioteca de
la Universidad Nacional de Guatemala por el abate francés Charles Etienne Brasseur de
Bourbourg, quien lo publicó por primera vez en forma completa en 1861. Desde
entonces, se han realizado numerosas ediciones y traducciones.
¿Qué es el lenguaje individual?
El habla es la realización de una lengua, es decir, el acto individual por medio del cual una persona hace uso de una
lengua para poder comunicarse, elaborando un mensaje según las reglas y convenciones gramaticales que comparte con
una comunidad lingüística determinada.