Infección
Se define la infección como la presencia y multiplicación del microorganismo en los tejidos del
huésped (hospedador) o dicho de otra manera un proceso causado por la invasión de tejidos,
fluidos o cavidades del organismo normalmente estériles por microorganismos patógenos o
potencialmente patógenos. Un proceso infeccioso representa la interacción de un microorganismo
con un macroorganismo (en este caso el huésped humano) bajo ciertas condiciones ambientales.
La interacción puede ser muy variable dependiendo de factores como las características del
microorganismo la cantidad del inóculo y factores dependientes del huésped como la respuesta
inmunitaria.
Otra definición
¿Qué es una infección?
Una infección es un estado de enfermedad resultante de la invasión y el crecimiento de
microbios en el cuerpo. La infección es una amenaza importante para la salud y la
seguridad. Las infecciones menores se resuelven en un corto plazo de tiempo. Algunas
infecciones son graves y pueden causar la muerte. Las personas mayores y discapacitadas
son personal de riesgo. El equipo de salud debe seguir ciertas prácticas y procedimientos
que previenen la propagación de infecciones (control de infecciones El objetivo es proteger
de las infecciones a los pacientes, residentes, visitantes y al propio personal. Este capítulo
describe las medidas de antisepsia. La antisepsia son los procesos, procedimientos y
tratamientos químicos que matan a los microbios o evitan que causen una
infección; anti signifi ca contra y sepsis signifi ca infección.
La cadena de infección
Fuente: un patógeno.
Reservorio: el patógeno necesita un lugar donde pueda crecer y multiplicarse. Un portador es un
humano o animal que es un reservorio de microbios pero que no desarrolla la infección. Los
portadores pueden transmitir patógenos a otros.
Puerta de salida: el patógeno necesita una forma de salir del reservorio. Las salidas son las vías
respiratoria, gastrointestinal (GI), urinaria, reproductiva, lesiones en la piel y la sangre.
Método de transmisión: el patógeno es transmitido a otro huésped.
Puerta de entrada: el patógeno entra en el cuerpo. Las puertas de entrada y salida son las mismas:
las vías respiratoria, gastrointestinal, urinaria, reproductiva, lesiones en la piel y la sangre.
Huésped susceptible: el microbio transmitido necesita un huésped donde pueda crecer y
multiplicarse.
Huéspedes susceptibles
Los huéspedes susceptibles tienen riesgo de desarrollar la infección. Incluyen personas que:
Son muy jóvenes o mayores.
Están enfermas.
Se han expuesto al patógeno.
No siguen las prácticas para prevenir la infección.
Son pacientes quemados. Cuando las quemaduras destruyen la piel, la herida es una
puerta de entrada para los microbios.
Son pacientes trasplantados. Un trasplante implica transferir un órgano o tejido de una
persona a otra o de una parte del cuerpo a otra. La respuesta inmunitaria normal del
cuerpo es atacar (rechazar) el nuevo órgano o tejido. Para prevenir el rechazo se da
medicación, que evita (impide) que el sistema inmunológico produzca anticuerpos. Se
necesitan anticuerpos para combatir las infecciones.
Son pacientes en tratamiento con quimioterapia. Algunos medicamentos quimioterápicos
interfieren en la capacidad de producción de glóbulos blancos (GB). Se necesitan GB para
combatir las infecciones
Afinidad de los tejidos
Adherencia del microorganismo a la superficie epitelial
Tras la entrada del patógeno se produce la unión mediante moléculas del patógeno
denominadas globalmente adhesinas y que incluyen moléculas como la lectina, los pili
(fimbrias), glucosaminoglucanos, proteínas de la cápside viral (hemaglutinina), lípidos y
otras, que se unen a receptores específicos en la célula huésped (ácido sialico,
glucosaminoglicanos, integrinas, moléculas de adhesión como las moléculas de adhesión
intercelular de tipo 1 (ICAM-1), integrinas, CD4, etc.); cada patógeno puede utilizar
múltiples adhesinas para múltiples receptores, una adhesina puede unirse a varios
receptores del huésped y un receptor puede reconocer varias adhesinas8., 9..
Multiplicación tras la entrada
Los virus precisan transcribir o traducir su material genético; para las bacterias y hongos se
requieren condiciones nutricionales específicas que encuentran en el entrono o los
sintetizan.
Colonización y escape de las defensas naturales o innatas del huésped
Este es el caso de la acción de los fagocitos; por ejemplo algunos microorganismos
presentan una cápsula antifagocítica, otros producen hemolisinas o leucocidinas que
destruyen a los fagocitos y algunos interfieren en la respuesta del huésped alterando los
mecanismos de reconocimiento del sistema inmune8.
Invasión tisular y daño celular
Existen diversos mecanismos que provocan la disfunción o la destrucción del órgano
invadido. Algunos virus tienen un efecto citopático directo; el crecimiento de bacterias y
hongos puede comprometer la función del órgano que invaden. De gran importancia en
algunas infecciones es la producción de diversos tipos de toxinas: exotoxinas que inhiben la
síntesis proteica (como son las enterotoxinas de E. coli o Vibrio spp. o las neurotoxinas de
C. botulinum) o bien endotoxinas como el lipopolisacárido (LPS) que induce la liberación
de mediadores inflamatorios dando lugar a los fenómenos de la respuesta sistémica o
sepsis.
Extensión
Diseminación a otros lugares distintos de la entrada (a través del torrente circulatorio, o vía
linfática o por contigüidad) y en su caso, transmisión a otros huéspedes.