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Pablo Manolo Rodriguez
LAS PALABRAS EN LAS COSAS
Saber, poder y subjetivacion
entre algoritmos y biomoléculasIntroduccién
Hace 27 aitos, en los inicios del menemismo y en pleno auge de
PAginal12, empecé la carrera de Ciencias de la Comunicacién Social
de la Universidad de Buenos Aires con la intencién, algo vaga y para
nada original en aquellos afos, de ser periodista. Y aunque finalmente
supe trabajar en periodismo, y concretamente en Pégina/12, la carrera
me pegé algunos cachetazos seguidos de advertencias acerca de las
veleidades del mundo de la comunicacién en general y del periodismo
en particular’, Algo habra tenido que ver el hecho de que el plantel
docente de esa época giraba alrededor de figuras de los 70 que habjan
pensado el “campo de la comunicacién’” de una manera muy liicida,
mientras sorteaban con més o menos fortuna los tiempos dictatoriales.
Ellos lograron construir un Ambito cuya gran virtud fue desconfiar de
su propia constitucién, algo para nada comin en el mundo académico.
' Pégina/12 es un diatio creado en 1987 que renové el periodismo grafico en Argentina.
Durante la ola neoliberal que significé el menemismo de los afios 90, se destacé entre
otras cosas por sus investigaciones en contra del gobierno.
BLas palabras en ls cosas
Y otro algo tuvo que ver que, por efecto de esa autodistancia, la carrera
a disimular con sus tecnicaturas (periodismo, opinién
dad, comunicacién comunitaria, educaci6n, politi 7
y planificacién de la comunicacién) que s trataba, nada mis ni oa "
menos, de un curso larguisimo de cultura general. Pues piene en Ja
actualidad la cultura en general es basicamente comun! ae one
nicacién lo es todo, pero desde la distribucién de saberes de ae F a
¢ institutos de investigaci6n, sencillamente, no s eve. En Gr (tica de
comunicacién, Lucien Sfez sostiene que la comunicacion existe cn UD
continuo que va de una episteme a una forma simbdlica. El Smee
de “forma simbélica” est4 tomado del filésofo Ernst Cassirer y en d
caben cuestiones tales como el mito, la religi6n, el arte, dl lenguaje, la
historia y la ciencia; ahora entrarfa, segtin Sfer, la comunicacién.
Serd para tanto? No se puede dudar de la importancia de los me-
dios de comunicacién en el tiltimo siglo, ni de la importancia de los
medios digitales en las tltimas tres décadas. Si la politica es, como
hoy se nos afirma, un asunto de construccién de “relatos”, entonces
es comunicacién, tanto massmedidtica como de redes sociales. Luego
de mis aiios de carrera la suerte quiso que me encontrara con un gran
biélogo, Diego Ferreiro, que me planted muy seriamente si no le
podia explicar algo de lingiiistica 0 de semiologia ante la constatacién
de que su ciencia empleaba constantemente nociones como “cédigo
genético”, “expresién’” y “silenciamiento” de un gen, “frustracién” de
una proteina en cuyo caso se requeriria también el recurso del saber
“psi”. Pero serfa dificil, por caso, proponer a las ciencias de la comu-
nicacién que incorporen la biologia molecular en sus programas de
estudio. Debido al particular recorte realizado sobre lo humano, las
parejas, las empresas, las instituciones: pueden tener “problemas de
comunicacién”, pero no los genes, y as{ ocurre que muchos respetados
intelectuales hablan de la “manipulaci6n de la vida” sin tener la menor
idea de qué se entiende hoy por vida. El problema es que esos recortes
de lo humano estén definitivamente perimidos y hay que analizar qué
se estd instalando en su lugar.
3 Junto a Sfex, otro de los autores fundamentales de esta suerte de
teoria critica de fa comunicacién” es Armand Mattelart, quien realizé
una gran genealogfa politica de lo comunicacional en libros como La
no consigui
publica, publi
4Introducl6n
invencién de la comunicacién, Historia de la sociedad de la informacién y
La comunicacién-mundo, Historia de las ideus y de las estrategias. Segiin
el investigador belga, en los tiltimos 50 afios se verifica una transfor-
macién significativa del capitalismo no solo en los grandes procesos
productivos, sino también y sobre todo en el juego de tdcticas y estra-
tegias, de dominaciones y resistencias a nivel global, que se evidencian
con la puesta a punto de las computadoras, los satclites o los sistemas
de reglamentaciones de las tecnologfas de informacién. Si Sfez hablaba
de una episteme de la comunicacién, Mattelart insistira en una utopia
que luego se enlaza en batallas geopoliticas acerca de la informacién y
de la comunicacién hasta desembocar en el orden actual.
También es preciso mencionar La utopia de la comunicacién de
Philippe Breton. Al igual que Sfez y Mattelart, Breton encontré en la
cibernética, fundamentalmente en el discurso de su mentor Norbert
Wiener, el punto de apoyo a partir del cual despegé la utopia de la
transparencia comunicacional mencionada por Mattelart; una utopia
que, a diferencia de otros proyectos utépicos, creé de manera inmediata
sus condiciones técnicas de realizacién. Esto se puede ver cuando Wiener
sostiene en 1948 que en el futuro tendran cada vez més importancia “las
comunicaciones entre méquina y maquina’, y que esas maquinas, entre
otras muchas cosas, iban a organizar una “tercera revolucién industrial”
centrada en la informacién. Pocos afios después se constituyé Internet y
se desplegé la informatizacién de la produccién industrial. Breton analizd
la cibernética como una utopia que aspiraba a “desantropomorfizar” la
comunicacién, el movimiento paralelo a “comunicacionalizar” técni-
camente a las sociedades occidentales. Los recortes de lo humano antes
mencionados ya estaban en crisis desde hacia por lo menos medio siglo.
En la estela de Sfez y de Breton, la investigadora canadiense Céline
Lafontaine planted en Lempire cybernétique. Des machines a penser a la
pensée-machine que la cibernética, en su triple funcién de utopia, epis-
teme y proyecto politico, también sostenfa una apuesta estrictamente
filoséfica en una alianza variable con el estructuralismo. Trazando los
puntos de contacto entre Wiener y el psicoanalista francés Jacques
Lacan, 0 entre Ja gran figura del estructuralismo, Claude Lévi-Strauss,
y la del sistemismo, Gregory Bateson, Lafontaine sostuvo que en los
aftos 50 del siglo xx se establecié una trama filosdfica que funciond
afhas paras en as cosas
como basti ; jeti
stidor para el pensamiento posestructuralista, extrafo adjetivo
dentro del cual son forzados a convivir Michel Foucault, Gilles Deleu-
ze, Jean-Francois Lyotard y Jacques Derrida, entre otros La “desan-
tropomorfizacién” mentada por Breton para el caso de Ja cibernética
se transforma ahora en un “antihumanismo” militante 0 el terreno
flosdfico y politico que deriva, en definitiva, en ciert0s SET de un
soo mano”, enconees» Podia Ser
nravyaea incelectual: Faltaba
vida cotidiana.
que promovi6 €
“espiritu posmoderno”. La crisis de
celebrada, pero tinicamente desde el punto
que penetrara en el sentido comiin y en la
Durante mucho tiempo, la cibernética, : ds
la informacién como una suerte de nueva entidad universal que itla
« teansformarlo todo, quedé confinada a los suefios de algunos tec-
néeratas y cientificos “locos” que hacian obots, ¥ que eventualmente
ayudaron a que se inventara la computadora. Sin embargo, Come dice
elcolectivo Tiqqun en su excelente La hipdtesis cibernética, el verdadero
vr las elaciones de poder en el mundo
‘meollo de los modos de saber y
.n Ja cibernética.
| ascenso de
contempordneo se encuentra ¢
En 1953, cuando se publica The Nerves of Government en
pleno periodo de desarrollo de la hipétesis cibernética en las
vencias naturales, Karl Deutsch, un universitario estadouni-
sJense de las ciencias sociales, se roma en serio las posibilidades
politicas de la cibernética. Fl recomienda abandonar las viejas
Concepciones soberanistas del poder que desde mucho tiempo
sos han sido la esencia de la politica. Gobernar consistiré en in-
ventar una coordinacién racional de los flujos de informaciones
y decisiones que circulan en el cuerpo social. Tres condiciones
asegurarin esto, dice: instalar un conjunto de captores para no
perder ninguna informacién procedente de los “sujetos”; tratar
Jas informaciones mediante correlacién y asociaci6n; situarse a
proximidad de cada comunidad viviente. (Tiqqun, 2015: 32)
Y hoy proliferan los andlisis sobre la novedad que significan las redes
sociales.
Yhoy se habla de deep learning, de las m4quinas que aprenden, de los
al eons que nos constituyen y nos determinan, Pero las maquinas
que aprenden constituyen uno de los temas centrales de Cibernética
16Introducién
4 sociedad, el libro mas conocido de Wiener, publicado en 1950. Y
Marvin Minsky, uno de los primeros gurties de la inteligencia artificial,
planteaba en los tiempos del Mayo Francés que el debate sobre si las
méquinas piensan 0 no quedaria saldado cuando se lograra escribir pro-
gramas capaces de introducir mejoras en si mismos. En ese momento,
vaticinaba Minsky, comenzardn a evolucionar.
Y hoy se habla del control algoritmico de las emociones, pero sa-
beres tan diferentes como la proxémica y el cognitivismo, derivados
enteramente de los principios cibernéticos, proponian ya a fines de los
50, quizés en consonancia con la propuesta de Deutsch, cuantificar los
afectos y elaborar coeficientes de implicacién emocional de las perso-
nas en cualquier situacién de la vida cotidiana, para no mencionat los
proyectos de principios de los 60 para “medir” la informacién que se
transmite en una clase de lengua de una escuela secundaria y otorgarle
un valor econémico.
Ahora bien, este no es un libro centrado tinicamente en la cibernética,
ni cree que ella es la causa que permite explicarlo todo. La cibernética
y lo que la rodea serdn inscriptas en un marco general de transforma-
ciones que sefiale la procedencia de sus problemas y la historia de sus
condiciones de posibilidad. Esto es, que pueda establecer una genealogia
y una arqueologia. El sostén teérico de esta investigacién es la obra de
Michel Foucault, y también la de su mejor intérprete, Gilles Deleuze.
En filigrana se encontrard a Gilbert Simondon, tinico contemporaneo
de Foucault y Deleuze que le dio a la cibernética, contempordnea de
todos ellos, el valor necesario para que pueda ser integrada precisamente
en una arqueologia y una genealogia.
Existe un Foucault de base que sale de memoria, el de las disciplinas
(Vigilar y castigar). Existe también un “nuevo” Foucault que emergié con
la publicacién de sus cursos de fines de los 70 y principios de los 80: el
de la gubernamentalidad y los modos de subjetivacién, el del andlisis del
neoliberalismo y la construccién de una ética traida de la Antigiiedad
gtecorromana. Y entre estos Foucault surge la tension entre Jas lecturas
VW