Academia
Guatemalteca
de la Lengua
Cuarta Época – Número V
Julio 2021
418
A168 Academia Guatemalteca de la Lengua
Boletín de la Academia Guatemalteca de la Lengua
–AGL- correspondiente a la Real Academia Española
–RAE- [Ponencias presentadas en ocasión del XVI
Congreso de la Asociación de Academias de la Lengua
Española (ASALE), realizado del 4 al 8 de noviembre
de 2019 en Sevilla, España] / Gustavo García Fong
[Editor].— Guatemala : AGL, 2021.
252 p. ; 21.59 cm.
ISBN: 978-9929-8273-3-2
Lingüística / Análisis lingüístico / Lingüística-
Investigaciones / Tradición oral / Lenguaje y lenguas
– Influencia de la música / Analogía (Derecho) /
Interpretación del Derecho / Derecho y Lenguaje / Uso
del lenguaje – Sentencias – Certeza jurídica /
Lenguaje y Lenguas – Congresos, conferencias, etc.
Reservados todos los derechos de conformidad con la ley. No se permite la reproducción total
o parcial de este libro, ni su traducción, ni su incorporación a un sistema informático, ni su
transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea este electrónico, mecánico, por
fotocopia, por grabación u otros métodos, sin el permiso previo y escrito de los titulares del
copyright.
D.R.© Academia Guatemalteca de la Lengua -AGL-
Correspondiente de la Real Academia Española -RAE-
12 calle 6-40, zona 9. Of. 403-404, Edificio Plazuela. Guatemala, 01009
Teléfono y fax: (502) 2332-2824
Correo electrónico: academiaguatemaltecadelalengua@gmail.com
Editor responsable: Gustavo García Fong
Secretario de la junta directiva de la AGL
Impreso en Centro de Impresiones Gráficas
www.cimgra.com
info@cimgra.com
Ciudad de Guatemala, Guatemala
JUNTA DIRECTIVA DE LA ACADEMIA
GUATEMALTECA DE LA LENGUA
PERÍODO 2018 - 2021
Directora Sra. D.ª Raquel Montenegro Muñoz
Subdirectora Sra. D.ª Julia Guillermina Herrera Peña
Secretario Sr. D. Gustavo García Fong
Tesorera Sra. D.ª Gloria Hernández Montes
Vocal Sra. D.ª Lucía Verdugo Urrejola
ACADÉMICOS DE NÚMERO DE LA AGL
Sr. D. Gustavo Adolfo Wyld Ferraté
Sr. D. Mario Alberto Carrera Galindo
Sra. D.ª Julia Guillermina Herrera Peña
Sr. D. Francisco Pérez de Antón
Sra. D.ª Ana María Urruela de Quezada
Sr. D. Mario Antonio Sandoval Samayoa
Sra. D.ª Carmen Matute
Sra. D.ª Lucrecia Méndez de Penedo
Sr. D. Francisco Morales Santos
Sra. D.ª Delia Quiñónez Castillo
Rvdmo. Sr. D. Gonzalo de Villa y Vásquez
Sr. D. Dieter Hasso Lehnhoff Temme
Sr. D. Mario Roberto Morales Álvarez
Sra. D.ª María Raquel Montenegro Muñoz
Sr. D. José Oswaldo Salazar de León
Sr. D. Julio Roberto Palomo Silva
Sr. D. Gustavo Adolfo García Fong
Sra. D.ª María del Rosario Molina
Sra. D.ª Gloria Hernández Montes
Sra. D.ª Lucía Verdugo Urrejola
Sr. D. Carlos Velásquez
Sr. D. José Luis Perdomo
Sr. D. Luis Aceituno
Sra. D.ª Cecilia Cristina Echeverría Falla
ACADÉMICOS CORRESPONDIENTES
Sr. D. Antonio Porpetta Román
Sr. D. Santiago Muñoz Machado
ÍNDICE
Presentación........................................................................................... 11
Ponencias presentadas en ocasión del XVI Congreso de la
Asociación de Academias de la Lengua Española (Asale),
realizado del 4 al 8 de noviembre de 2019 en Sevilla, España
Lengua popular, contacto de lenguas y creatividad
lingüística en producciones de la tradición oral guatemalteca ...... 15
D.ª Guillermina Herrera Peña
Análisis lingüístico y de argumentación jurídica de
sentencias de juzgados del ramo civil en el Organismo
Judicial de Guatemala................................................................... 105
D. Gustavo García Fong
El idioma español en la música del Barroco iberoamericano ...... 143
D. Dieter Lehnhoff
Discurso de ingreso
Discurso de ingreso de la académica D.ª Cecilia Cristina
Echeverría Falla: Repensar el Quijote a la luz de la filosofía
narrativa de Alasdair MacIntyre ................................................... 151
Respuesta al discurso de D.ª Cecilia Cristina Echeverría Falla,
por D.ª Ana María Urruela de Quezada ......................................... 213
Colaboración
Los documentos lingüísticos de la Guatemala dieciochesca
(1690-1810) y su importancia para la diacronía del español
guatemalteco ................................................................................. 227
D. José Luis Ramírez Luengo
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Presentación
La Academia Guatemalteca de la Lengua –AGL-, correspondiente
de la Real Academia Española –RAE-, presenta para la consideración de
profesionales del idioma español, investigadores, profesores, escritores,
periodistas, estudiantes y demás interesados, el boletín de la corporación,
correspondiente a la cuarta época, número V, julio de 2021.
Este número contiene las ponencias presentadas por varios
académicos de número de la AGL, durante el XVI Congreso de la
Asociación de Academias de la Lengua Española (Asale), realizado del 4 al
8 de noviembre de 2019 en Sevilla, España. Es la primera vez en la historia
de los congresos de la Asale, en que la AGL contó con una importante
presencia de sus académicos numerarios, pues participaron, sea como
ponentes, como profesores invitados a impartir una cátedra universitaria,
o como expositores de trabajos académicos, las siguientes personas: Da.
Raquel Montenegro Muñoz (directora de la AGL y quien presentó un
trabajo académico), Da. Guillermina Herrera Peña (subdirectora de la
AGL y ponente), D. Dieter Lehnhoff (anterior vocal de la junta directiva
de la AGL y ponente), D. Gustavo García Fong (secretario de la AGL y
ponente), Da. Gloria Hernández Montes (tesorera de la AGL, profesora
invitada a impartir una cátedra en la Universidad de Sevilla y expositora
de trabajos académicos), y D. Mario Antonio Sandoval (exdirector de la
AGL y profesor invitado a impartir una cátedra en la Universidad de
Sevilla).
- 11 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Se reproduce también el trabajo de ingreso a la AGL de la académica
numeraria Da. Cecilia Cristina Echeverría Falla y su respectivo discurso
de respuesta, a cargo de la académica de número Da. Ana María Urruela
de Quezada, abordando un tema histórico, literario y filosófico de interés
y actualidad para dichas disciplinas.
También se incluye, en este número, la colaboración de don José
Luis Ramírez Luego quien aborda los documentos lingüísticos de la
Guatemala dieciochesca y su importancia para la diacronía del español
guatemalteco. Este artículo tiene su origen en una conferencia sobre el
tema que fue disertada por el autor en la ciudad de Guatemala en febrero
de 2019.
Confiamos en que la información contenida en el boletín sirva como
referente divulgativo sobre las actividades de la AGL y contribuya a la
consolidación y formación de competencias sobre el adecuado uso del
idioma español en el país.
LA JUNTA DIRECTIVA
Guatemala, julio de 2021
- 12 -
Ponencias presentadas
en ocasión del
XVI Congreso de
la Asociación de
Academias de la
Lengua Española
(Asale), realizado del
4 al 8 de noviembre de
2019 en Sevilla, España
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
- 14 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
LENGUA POPULAR, CONTACTO DE
LENGUAS Y CREATIVIDAD LINGÜÍSTICA
EN PRODUCCIONES DE LA TRADICIÓN
ORAL GUATEMALTECA
D.ª Guillermina Herrera Peña
Sumario: Introducción. 1. Sobre los relatos que han servido de base
para el análisis. 2. Rasgos del español guatemalteco en las producciones
analizadas: 2.1 Español guatemalteco general; 2.2 Presencia de léxico del
habla popular y del proveniente del contacto entre lenguas; 2.3
Anotaciones adicionales sobre los relatos base. 3. Conclusiones. 4.
Referencias bibliográficas. Anexo.
Introducción
Este trabajo analiza elementos de la lengua popular del español
guatemalteco y algunos derivados de la influencia que tiene sobre él el
contacto con las lenguas indígenas, con énfasis en el papel que juegan en
la creatividad lingüística.
El estudio tomó como base relatos de la tradición oral recogidos por
la autora y los contrastó con otros recolectados por ella misma y por
- 15 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
terceros. (Cf. Herrera, 2012, 2014, 2017; Polanco, 1989, 2914; Lara,
1990, 1995 y 1996).
Los relatos son representativos de tres contextos: el valle de la
capital, el oriente del país en áreas con escasa población indígena y un
área en donde ocurre una relación significativa entre el español, el idioma
maya q´eqchi´ y otras lenguas mayas minoritarias en cuanto al número de
hablantes, específicamente los departamentos de Alta y Baja Verapaz y
Petén.
Los títulos y la procedencia de los relatos base son los siguientes: La
leyenda del Sombrerón, del valle de la capital; Tio Conejo y Tio Coyote, de
Zacapa, en el oriente del país y El viejo tamarindo, de Petén, departamento
del norte de Guatemala.
La leyenda del Sombrerón se contrastó con El Cadejo protector y La
Siguanaba, historias recopiladas por la autora en la ciudad de Guatemala
y en Antigua Guatemala, respectivamente, y con El misterioso llanto de la
Llorona, recopilada por el antropólogo e historiador Celso Lara Figueroa
(1990).
Tio Conejo y Tio Coyote se contrastó con Tío Conejo y las chancletas
de la abuelita, El tigre, el buey y Tío Conejo, El arriero y el barbero, Los
caites de cuero crudo y El tigre cuto, historias recopiladas por el filósofo
y escritor Moris Polanco Barrera (Polanco, 1989 y 2014).
El viejo tamarindo se contrastó con La paloma torcaz y El castigo
de Tz´ultak´a, el Señor de los Cerros, según se los contaron a la autora en
Cobán, en el departamento de Alta Verapaz, y La monja blanca, que le
contaron en Tactic, también en Alta Verapaz, en ambos casos poblados
norteños.
- 16 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
La tradición oral ofrece muchas versiones, tantas como personas las
narran. Para su análisis, entre otros factores, deben tomarse en cuenta la
edad y grado de escolaridad de los narradores. El momento y el contexto
en el que se dan las narraciones ejercen también notoria influencia.
Consecuentemente, para el presente estudio, se ha seleccionado una
versión de cada relato base, contada en la actualidad y por un único
narrador.
Los narradores de los relatos están situados en un rango de edad de
30 a 45 años, con excepción de quien narró las historias al escritor Moris
Polanco Barrera, que se sitúa por arriba del rango, y de quien narró la
historia al antropólogo Celso Lara Figueroa, cuya edad se desconoce. El
grado de escolaridad de los narradores se sitúa en un rango de 6 a 10 años
de escuela, con excepción de la fuente del antropólogo Lara Figueroa, de
la cual se desconoce esta información.
La tradición oral guatemalteca es sumamente rica y es una fuente
importante para análisis lingüísticos. Es difícil, sin embargo, caracterizarla
como una sola corriente, porque, aun cuando presenta características
culturales y lingüísticas comunes, hay marcadas diferencias entre los
diferentes grupos socioculturales que las producen, y las transmiten, así
como entre los dialectos del español que estos hablan.
En las producciones seleccionadas, si bien aparecen rasgos propios
del español guatemalteco general, los específicos de las variantes
lingüísticas regionales aportan elementos vitales que las distinguen. Esto
se refiere también a la mayor o menor presencia de elementos del habla
popular, del habla rural y de aquellos que han llegado por medio del
contacto de lenguas.
En relación con este último punto, es claro que la fisonomía del
español guatemalteco está marcada por el contacto con las lenguas
- 17 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
indígenas. Se hablan en el país más de veinte lenguas mayas, además de
la garífuna y la xinca, e históricamente se dio un gran influjo del náhuatl,
el cual pervive en muchos términos. El censo de población 2018 reporta
un 41.7 de guatemaltecos que se autoidentifican como mayas.
Sin embargo, fenómenos sociales estigmatizan las lenguas indígenas.
La estigmatización se refleja, por ejemplo, en el rechazo a incorporar
términos indígenas contemporáneos, pero no evita que el contacto se
manifieste en fenómenos sobre los cuales el hispanohablante tiene menos
conciencia y en el uso de términos del náhuatl o de las lenguas mayas
incorporados en el pasado, que se ha ido transformando, en muchos de los
casos, hasta adquirir connotaciones novedosas.
Debe señalarse, también, que en el habla popular hay un gran influjo
del español mexicano por contacto entre hablantes y a través de la radio,
la televisión y otros medios. A esta influencia, que se da sobre todo en el
occidente y en el valle de la capital, se suma la que llega del español
centroamericano al oriente del país, en donde el español resulta más
cercano al salvadoreño y al hondureño.
Finalmente, se informa de que los análisis del estudio reportan
elementos lingüísticos particularmente productivos en cuanto a la
creatividad, en especial aquellos que se refieren al léxico. Los análisis
aportan también algunas observaciones fonético-fonológicas y
morfosintácticas del español guatemalteco que aparecen como constante
en las producciones.
- 18 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
1. Sobre los relatos que han servido de base para el análisis
Algunas historias y personajes de la tradición oral, reportados como
originales del valle de la capital o del oriente de Guatemala, aparecen en
diferentes regiones del país. Esto se debe sin duda a las dinámicas propias
de la tradición oral, pero también a la difusión que han logrado gracias a
escritores muy leídos, como el Premio Nobel Miguel Ángel Asturias
(Asturias, 2005); el creador de la novela histórica guatemalteca, José
Milla (2007) y el gran recopilador de la tradición oral, Celso Lara
Figueroa (1990, 1995, 1996).
Algunos de estos relatos han inspirado a artistas reconocidos, como
el cineasta Jayro Bustamente, director de la película La Llorona,
recientemente presentada al público, o la cantautora Gaby Moreno, quien,
por ejemplo, ha incorporado a su repertorio La leyenda del Sombrerón. Los
nombres de los protagonistas de estas historias aparecen en otros ámbitos,
como en la publicidad. Por ejemplo, en una marca de cerveza denominada
El Cadejo, y en nombres de establecimientos que comercializan productos
típicos de Guatemala. Asimismo, es importante señalar que estos relatos
se publican recurrentemente en las páginas culturales de periódicos de
gran tiraje y que son material de lectura en el sistema escolar.
Unos cuantos relatos y personajes aparecen también en la tradición
oral maya, como las historias del conejo y el coyote. Al respecto, es
interesante observar el papel que tiene el conejo en la tradición maya, en
la cual se le considera “el sabio” entre los animales.
La tradición oral del valle de la capital de Guatemala se caracteriza
por relatos de terror, cuyos personajes son enigmáticos fantasmas (o
espantos, como se les llama comúnmente) y ánimas en pena, que viven
aventuras generalmente trágicas.
- 19 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Entre ellos, destacan los del Cadejo, un perro con pezuñas de cabro,
que acompaña a los borrachos. Puede ser maligno, pero también
compasivo y cuidar de ellos, así como de viudas, niños o personas
especialmente vulnerables. Los de la Siguanaba, mujer que seduce a los
hombres para luego embarrancarlos (de siguán, que en algunas lenguas
mayas significa barranco); los del Sombrerón o Tzitzimite, enano que
enamora a las jóvenes de pelo largo y ojos grandes, las cuales acaban
trágicamente cuando caen en la seducción; los de la Tatuana y otros tantos
de similar catadura, entre los cuales no faltan, como en México y en otros
países hispanoamericanos, los de la Llorona, mujer que mató o perdió
trágicamente a sus hijos y los busca, desconsolada, por las noches.
Las historias se desarrollan en un ambiente que resalta en partes
iguales lo tenebroso y lo mágico, con decorados melancólicos. La lengua
usada para narrarlas guarda relación con los enigmáticos espantos, sus
historias y su entorno. Por lo general, no incorpora muchos términos del
habla popular, los cuales no cabrían en el género. Más bien se puede
encontrar en las historias versos y o tópicos de índole romántica.
Ilustra esta situación el siguiente fragmento de la historia El
misterioso llanto de la Llorona (Lara, 1990: 121)
Cuentan las abuelas que, por las noches, deambula una
hermosa mujer vestida de negro cerca de los lugares obscuros
en donde corre agua. Su tragedia se hace eco en los gritos
plañideros, largos y agudos. Cuando llora lejos es que está
cerca y cuando lo hace cerca es que está lejos. Dicen que
quienes la han escuchado ya no pueden andar, su paso se hace
más pesado y lento, y sienten un aire de frio con la presencia
de este ser sobrenatural que casi le paraliza el corazón. Pero
- 20 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
si se oye el tercer grito y lo “halla a uno en el mismo lugar, de
seguro que se lo gana”.
Si escuchas un grito perdido en la oscuridad de la noche, no
dudes en empezar a correr.
También son ilustrativos los versos que el Sombrerón canta a su
enamorada, en el relato La leyenda del Sombrerón que se ha analizado
para este ensayo:
Eres palomita blanca como la flor de limón, si no me das tu
palabra me moriré de pasión.
Ay...ay... mañana cuando te vayas, voy a salir al camino para
llevarte un pañuelo de lágrimas y suspiros.
Corazón de palo santo, ramo de limón florido, ¿por qué dejas
en el olvido a quien te quiere tanto?
Una excepción se encuentra en los relatos sobre el Cadejo, que se
distinguen por registros diferentes, con mayor presencia del habla popular.
Esto no sorprende, pues las aventuras ocurren en medio de cantinas y
arrabales.
Por ejemplo, en la historia El Cadejo protector:
… No le hacía mal a nadie, solo era chingón.
–Ya madurá, mijo –le decía su mamá–, parecés ishto y ya vas
a cumplir la mayoría de edad.
–Solo me distraigo un poco con mis amigos –respondía el
muchacho. –No le hacemos mal a nadie.
–El mal te lo estás haciendo a vos mismo –le decía la madre.
–Ya es hora que te formalicés.
- 21 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Pero, en lugar de formalizarse, el Tello iba de mal en peor.
Poco a poco se fue alejando de sus amigos de la niñez, de las
chamuscas y de las travesuras, y comenzó a andar en malas
compañías.
Él, que nunca había tomado, comenzó a chupar. Sus nuevos
amigos eran bolos que se reunían en una cantina que estaba
cerca del mercado. Era un lugar todo shuco, con el suelo lleno
de chencas de cigarro, donde aquellos jóvenes que andaban
por mal camino se ponían grandes borracheras. Cuando ya no
tenían para comprar guaro decente, tomaban cusha. Entonces,
al día siguiente, ni se levantaban, porque amanecían con una
gran goma.
La leyenda del Sombrerón que sirvió de base para el estudio es una
de las muchas versiones que se cuentan. Antiguamente al personaje se le
llamaba también Tzitzimite, pero este nombre ha caído en desuso, al
menos en la capital, en donde se le llama también con un genérico “el
duende”.
El Sombrerón aparece en la historia seleccionada como un hombre
de muy corta estatura; siempre viste de negro y calza botas con adornos
dorados. En la cabeza lleva un sombrero de grandes proporciones, el cual
esconde su mirada y sus intenciones. Colgada al hombro lleva una
guitarra.
Como en todas las versiones, el Sombrerón recorre las calles y los
barrios antiguos de la ciudad acompañado de cuatro mulas, buscando
jovencitas para seducirlas con canciones y los acordes de su guitarra.
- 22 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Concreta su hechizo al amarrar las cuatro mulas frente a la casa de
la joven de la cual se ha enamorado. Al notar su presencia, la muchacha
queda embrujada. El Sombrerón se ocupa de perseguirla sin descanso; sin
que se dé cuenta le trenza el cabello por las noches. Al caer en la seducción
del Sombrerón, la jovencita deja de comer, languidece de melancolía y
acaba muriendo.
A continuación, el texto seleccionado. Al igual que en los de los
otros dos relatos base que se exponen más adelante, en este no se presenta
la transcripción fonética, solo se distinguen algunas palabras en las que
ocurren características fonético-fonológicas relevantes para el análisis. El
texto fue recogido por la autora en la ciudad capital.
Un día, como a las seis de la tarde, por el barrio de Candelaria,
aparecieron en la esquina de la casa de la Mariana cuatro
mulas amarradas en un poste de la luz. Pasaron por allí dos
vecinas y una de ellas dijo: ¡Ala! ¿Será el Sombrerón? Vonós
mejor, doña Toyita, le advirtió la otra, no sea que por shutes
nos vaya mal. ¡Púchica!, dijeron muy asustadas mientras
observaban a las mulas. ¡El gran poder de Dios!, se persinó
doña Toyita, y salieron corriendo.
A esa hora, la Mariana ya se había retirado a su dormitorio y
comenzaba a dormirse, porque estaba fatigada. Entonces,
comenzó a oír una música muy bella y una voz dulce que se
colaba por su ventana adornada por la buganvilia y la mata
de [granadías]: “Eres palomita blanca como la flor de limón,
si no me das tu palabra me moriré de pasión”, escuchó.
Desde ese día, todas las noches, la Mariana esperaba
ansiosamente esa música. Las melodías se oían por mucho
tiempo, pero solo podía escucharlo la Mariana, nadie en la
casa se daba cuenta de lo que estaba pasando. Un día, la joven
- 23 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
no aguantó la curiosidad y se asomó a la ventana y ¡cual va
siendo su sorpresa! Vio a un [ombresío] que calzaba botitas
con espuelas doradas y que cantaba y bailaba con su guitarra
de plata, frente a su ventana.
Desde entonces, la Mariana no dejó de pensar en aquel
[ombresío]. Ya no comía, solo vivía esperando el momento de
volverlo a escuchar. El [ombresío] la había embrujado.
Al darse cuenta que las mulas seguían apareciendo todas las
noches amarradas en el poste de la luz, los vecinos fueron a
ver a los padres de la Mariana para advertirle, porque el
[ombresío] de las mulas era el mero duende.
Los señores se admiraron mucho, porque su hija era más bien
amishada, hasta le costaba tener amigos. Entonces la
aconsejaron de que no prestara atención a la seducción del
Sombrerón, pero ella ya no se hallaba sin las dulces melodías
de su enamorado. Las cosas fueron poniéndose cada día pior:
hasta amanecía la patoja con su largo pelo trenzado, sin que
se hubiera hecho trenzas para irse a acostar.
La Mariana, cada día empioraba porque ya no comía. Solo
estaba pendiente del anochecer, extrañando las canciones y la
cautivante música de su enamorado.
Ya sin saber qué hacer, los padres la mandaron a la Antigua, a
la casa de una su tía, pero la patoja dejó diuna vez de comer
y cada día estaba más triste. ¡Ni que tuvieran pistarrajales, la
hubieran podido salvar sus pobres padres! Ya había caído la
patoja en las redes del duende, él ya la consideraba suya.
Mientras tanto el [ombresío] se volvía loco, buscándola por
todas partes. Vivía choteando la casa, a ver si aparecía.
Por fin la bella Mariana no soportó la tristeza y murió el día
de Santa Cecilia. Su cuerpo fue llevado a la casa de sus padres
para velarla. De repente, se escuchó un llanto muy triste. Era
- 24 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
el Sombrerón, que llegaba a cantarle a su amada: “Ay...ay...
mañana cuando te vayas, voy a salir al camino para llevarte
un pañuelo de lágrimas y suspiros”.
Los que vieron al Sombrerón el día del velorio cuentan que
gruesas lágrimas rodaban por su cara mientras cantaba. Toda
la gente lloraba al ver su sufrimiento.
Y cuentan que, para el día de Santa Cecilia, siempre se ven,
en el cementerio, las cuatro mulas cerca de la tumba de la
joven. Entre las flores que aparecen todos los años adornando
el sepulcro de la Mariana, destacan una sus rosas rojas… Por
ratos, se escucha un dulce canto: “Corazón de palo santo,
ramo de limón florido, ¿por qué dejas en el olvido a quien te
quiere tanto?”
Las madres aconsejan a sus hijas que no le hagan caso al
Sombrerón. El oficio de él es andar traidiando, pero no le
conviene a ninguna señorita.
En el oriente del país, cuyo español constituye un dialecto
claramente diferenciado del de la capital, aunque naturalmente con rasgos
importantes en común, la tradición oral refleja una visión desenfadada de
la vida. Los personajes y las historias tienen componentes de picardía y
jocosidad mezclados con una deliciosa y aparente ingenuidad. La lengua
usada para narrarlas incluye elementos del habla popular combinados con
otros de la ruralidad. Las producciones retratan claramente su influencia
en la creatividad de la lengua.
Como se indicó, la historia base seleccionada para este estudio se
titula Tio Conejo y Tio Coyote. Son muchas las fábulas que tienen como
protagonistas a estos personajes, que se enfrentan porque el coyote
persigue al conejo para comérselo. Tío Conejo es el listo y pícaro de la
historia, engaña a Tío Coyote y siempre sale bien librado. Por su parte,
- 25 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Tío Coyote acaba todo el tiempo en situaciones penosas. Son historias con
el tema recurrente del predominio de la inteligencia sobre la fuerza bruta.
A continuación, el texto seleccionado, que fue recogido por la autora
en el oriental departamento de Zacapa.
Un día, Tio Conejo estaba muy tranquilo comiendo zapotes
arriba de un palo. Tio Coyote, como siempre, lo andaba
cuijiando para ver dónde podía cazarlo y comérselo. Al Tio
Conejo le gustaba casaquiarlo, así que cuando lo vio pasar, le
gritó:
—¡Oiga, Tio Coyote!
—Conque ahí estás... Hasta hambre ando aguantando por
andar detrás de vos—le dijo Tio Coyote.
—¿Y para qué me busca, pue? —le preguntó el conejo,
haciéndose el papo.
—Hoy te como, ya lo vas a ver —le dijo Tio Coyote.
—¡Púchis, Tio Coyote! ¡Qué diahuevo! ¿Por qué me va a
comer? No soy tan buena comida, le va a doler la panza —le
respondió Tio Conejo subiendo un poquito más por las ramas
del palo de zapote.
—Pues no importa, hoy te como; es demás—insistió Tio Coyote
relamiéndose el hocico porque ya se hacía con el conejito.
—Mire—le dijo Tio Conejo—, si tanta hambre tiene, pruebe lo
que estoy comiendo aquí arriba, ¡viera qué rico! —y le tiró un
pedazo de zapote maduro.
Al coyote le gustó el zapote, hasta se relamió. Al darse cuenta,
Tio Conejo buscó otro bien maduro, y se lo tiró también a Tio
Coyote.
—¿Qué tal? —le preguntó Tio Conejo, - ¿No le dije que era
rico, pue?
- 26 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
—Sí, pero qué me voy a andar llenando con ese pushito de
fruta que me tiraste—le respondió Tio Coyote. –Tirame uno
grande.
—Ta bueno, pero espérese tantito: le voy a escoger uno bien
maduro, pue —le dijo Tio Conejo buscando entre la fruta que
colgaba de las ramas. No cortó ni un maduro ni siquiera un
camagüe, sino uno verde muy grande. Calculó que no le cabía
en la boca al coyote, y le dijo:
—Mire, aquí le va, pero no lo vaya a dejar caer, porque se
deshace de tan maduro que está. Abra bien la boca.
EI coyote abrió bien el hocico, y Tio Conejo le dejó caer el
zapote.
—¡Ayyy! —gritó el coyote cuando le cayó el zapote verde.
¡Conejo hijoeputa!
Entonce, aprovechó Tio Conejo para salir huyendo. Al chilazo
se fue de ahí.
Como pudo el coyote se quitó el zapote verde del hocico:
trabado se le había quedado el zapote. Los dientes todo
adoloridos le quedaron. Hasta escupió unos, porque se había
quedado cholco.
Muy enojado después del gran clavo, se puso a seguir las
huellas del conejo.
—Ah, hoy no te me librás condenado conejo —decía mientras
lo buscaba en el monte.
Pero ese día ya no lo halló. El conejito se había escapado.
Corrió veloz, se fue a la cocina de su cuevita y se sirvió un
pocío de café.
Días después, el coyote encontró al conejo comiendo zacate.
Cuando quiso capturarlo, el conejo se le escapó corriéndosele
por debajo de las patas, y el coyote se puso a perseguirlo.
— Pará, pará —le decía todo agitado ya de la carrera.
- 27 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Pero Tio Conejo ya tenía pensado cómo librarse del coyote: se
metió por debajo de un cerco de alambre de púas que rodeaba
el zacatal. Como era pequeño, pasó sin dificultad. El coyote
lo siguió lleno de furia. Pensó el pobre que también él podía
pasar, pero no pudo, y se quedó enredado en los alambres
aullando.
Tio Conejo encontró un armadío y se montó sobre él, así se
fue, muy chilero, a su cuevita a tomar café pal susto.
Finalmente, el tercer relato base titulado El viejo tamarindo, fue
recogido por la autora en Sayaxché, Petén, departamento norteño en el
que convive el español con el maya q´eqchi´.
La tradición oral de contextos como el referido se caracteriza por
una gran influencia cultural indígena, que se manifiesta tanto en los
personajes, como en la incorporación de costumbres y tradiciones. Tiene
un componente esencial de magia y encantamientos y ambientes
caracterizados por la exuberancia de la flora y fauna local.
Contiene términos de la lengua indígena en contacto, aunque no
vayan mucho más allá de topónimos y de algunos préstamos que no
generan mayor creatividad en el español.
Ilustran lo indicado, los siguientes fragmentos:
Del relato La monja blanca, recogido por la autora en Tactic,
departamento de Alta Verapaz:
La muchacha se va a vivir con el Tz´ultak´a al interior del cerro,
después de realizar las ceremonias rituales correspondientes.
- 28 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
De El castigo de Tz´ultak´a, el Señor de los Cerros, relato recogido
por la autora en Cobán, departamento de Alta Verapaz:
Cuando no se llevan a cabo las antiguas costumbres, para
pedir permiso a Tz´ultak’a, para cazar animales, cortar
árboles o utilizar las fuentes de agua, el Señor del Cerro
castiga al transgresor.
Él tenía que hacer muchas cosas que mandaba el Señor del
Cerro; tenía que desahumar a sus perros con copal, pom;
desahumar su casa, sus armas, dormir en el suelo frente al
altar y, en fin, no hizo todo lo que mandaban los antiguos, que
eran mandados por el Señor de los Cerros.
Entonces un día se fueron a cazar el venado a como fuera;
pero lo que pasaba era que Juan no quería cumplir con la
costumbre de quemar candelas, copal, pom, velar una noche
antes pidiendo ante el altar de Tz´ultak’a el permiso para
entrar en sus campos a tentar a sus animalitos, pues Tz´ultak´a,
que es el Señor de los Cerros y los Valles de por aquí, los tenía
bien cuidados.
A continuación, el texto de El viejo tamarindo:
No muy lejos de Sayaxhé estaba el pueblo de Raxcholol, pero
no era fácil llegar porque el camino era trabajoso. Después de
pasar por el ferry el río La Pasión, se cruzaba Sayaxché y se
tenían que caminar muchas leguas y atravesar unas aguadas.
Por eso no llegaban muchos extraños a Raxcholol. Los turcos
sí iban y cuando llevaban su venta era como un día de mercado,
toda la gente se arremolinaba, porque llevaban cortes para las
señoras, vajías, herramientas y otras cosas muy útiles.
Cuentan que, cuando los turcos llevaban su venta a aquel lugar,
se almiraban del aprecio que todos sentían por el matrimonio
- 29 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
de don Lucas y doña Petra. Y es que verdaderamente eran
personas muy apreciadas por todos, decía la gente antigua. No
dudaban los turcos en darles fiado de vez en cuando, porque
eran muy cumplidores de sus deudas. En Raxcholol, la gente
no era caquero y todos tenían en veces alguna necesidad, pero
no todos eran cumplidores y los turcos escogían a quién darle
fiado. A don Lucas y doña Petra sí le daban.
Eran personas discretas y nadie las había visto nunca shutear
a los vecinos, tampoco hablaban mal de nadie. Por eso los
apreciaban.
Los esposos tenían una su casa en la entrada de Raxcholol.
Enfrente de la casita habían dos grandes tamarindos, muy
viejos, tal vez tenían doscientos años o eran de la época de los
mayas, como decía la gente antigua. ¡Quién sabe! Lo cierto es
que eran una pareja de tamarindos, porque uno era macho y
el otro, hembra.
Esos palos de tamarindo llamaban la atención de todos,
porque se parecían a la pareja de don Lucas y doña Petra.
Llevaban mucho tiempo juntos, macizos se alzaban desde el
suelo y se llenaban de fruta cuando era la temporada. Era
sabrosa la sombra que daban La gente decían que eran como
el matrimonio de don Lucas y doña Petra, que parecía que no
iba nunca a acabarse. De ahí que la gente los llamaba a ellos
también “los tamarindo”, pues nunca se separaban, solo
cuando don Lucas iba al monte a trabajar.
Lo cierto es que eran una pareja muy especial, decían las
mujeres de aquellos tiempos. Siempre andaban juntitos, iban
juntos a la iglesia, a los bailes, a los cuchubales, al trabajadero
que tenía el marido, a echarse algún colazo. En esa época era
raro ver a una pareja de esposos andar juntos en todos lados,
como a don Lucas y a doña Petra.
- 30 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Las mujeres envidiaban ese matrimonio de ellos y les decían
a sus maridos: ¡Qué dicha tener un marido como don Lucas!
Y les reclamaban que las atendieran mejor, que tuvieran más
consideración con ellas. ¡Mire!, le decía una esposa a su
marido, tome ejemplo y sea más considerado conmigo.
Lléveme al baile o acompáñeme a la iglesia hoy que van a
haber bautizos. ¿Por qué no aprendés, le reclamaba otra al
marido, ellos sí se quieren, pero vos a mí… ¡Me dijistes que
ahora sí ibas a ir conmigo a la iglesia!, y se ponía a llorar. De
plano era por la época, que los maridos creían que ellos
mandaban y que a las mujeres solo les tocaba cocinar y criar
a los hijos, pero ellos era para estar afuera, en la calle.
Los hombres se burlaban de don Lucas. Decían que le hacía
los mandados a su mujer, que ella lo tenía como fustán pegado
a sus naguas, pero en el fondo también lo envidiaban, porque
doña Petra se desvivía por él y lo atendía con mucho amor.
A don Lucas lo que decían los hombres no le importaba,
porque eran chirmoles y era muy feliz con su mujer. Decía que
el amor que le tengás a tu mujer te hace querer estar viéndola
a todas horas.
Esa respuesta le caía requetemal a los raxchololeños, pero era
por la envidia que sentían. Los apreciaban, al matrimonio,
pero mejor no se llevaban mucho con ellos. Pero don Lucas y
doña Petra vivían muy felices en su casita, con sus flores y
yerbas y su gainero lleno de gaínas y poítos.
Una mañana se fue don Lucas al trabajo, pero iba preocupado
pues la Petra había amanecido enferma, con un calenturón
que no se le bajaba. Solo le encomendó a sus vecinas que le
echaran un ojo mientras regresaba.
Se dirigió a su casa del patrón, pues iba a pedir unos centavos
para llevar a su amada esposa con el doctor.
- 31 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Mire, patrón, dicen que le dijo, ¡por vida suya! Deme un
adelanto que tengo que llevar a mi esposa al doctor. ¿Qué le
pasa a la Petra?, preguntó el patrón. Don Lucas dudó en
contarle, pero se animó recordando a su esposa y le dijo: Miré
usté, hoy amaneció con fiebre y con dolor, y le hice unos sus
remedios, pero no se alivia.
El patrón le dio el adelanto y don Lucas se fue de ahí muy
agradecido. Salió de su casa del patrón al chilazo, con un
pálpito raro, como que algo malo iba a pasar. Puyaba a
su bestia para que corriera más y más… En eso el caballo
trompezó con unos ramales que estaban en medio camino y don
Lucas cayó y se dio contra unas piedras. Ahí quedó, muerto,
tendido el pobre don Lucas. El caballo siguió trotando solo
para avisar a doña Petra lo que había sucedido a su esposo.
Cuando el caballo llegó a Raxcholol sin jinete, todos se
almiraron, porque eso nunca había pasado con don Lucas.
Él no era dado a dejar su caballo. Pero la gente se asustó de
veras cuando el caballo se fue a parar abajo del tamarindo
macho. Todos comenzaron a decir que algo grave le había
pasado a don Lucas. Doña Petra oyó el laberinto de la gente y
fue a gritar, pero el grito se le atoró en la garganta. Como pudo
se arrastró desde la cama por una bestia y salió corriendo a
buscar a su marido.
Los pobladores se fueron algunos detrás para ver en qué podía
ayudar a la pobre… Ya no pudieron hacer nada, porque doña
Petra había divisado a su marido, muerto en el camino…
Cuando la gente llegó, encontró tirado el cuerpo de don
Lucas, pero a doña Petra no la encontraron nunca, y eso que
buscaron en las sabanas, en los chololes, en las montañas, en
los julupes y en las aguadas a ver si aparecía… Pero jamás
apareció.
- 32 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
A los nueve días de muerto don Lucas, el tamarindo macho
cayó, nadie se explica qué fue lo que pasó porque no estaba
seco; solo quedó el tamarindo hembra y es el que hoy se
encuentra en Raxcholol. Ora le llaman el viejo tamarindo.
2. Rasgos del español guatemalteco en las producciones analizadas
2.1 Español guatemalteco general
Sin pretender exhaustividad, se presentan rasgos del español
guatemalteco general que aparecen en los relatos analizados.
Entre los rasgos fonético-fonológicos, es importante mencionar el
yeísmo con elisión del fonema cuando una de las vocales que lo rodean es
i, así como el extremado relajamiento que presenta en otras posiciones.
Este rasgo es común tanto en la norma culta como en el habla popular.
En La leyenda del Sombrerón aparece, por ejemplo, en:
… su ventana adornada por la buganvilia y la mata de
granadía (por granadillas).
En Tio Conejo y Tio Coyote:
… se fue a la cocina de su cuevita y se sirvió un pocío de café
(por pocillo).
En El viejo tamarindo:
… la gente se arremolinaba, porque llevaban cortes para las
señoras, vajías (por vajillas), herramientas y otras cosas muy
útiles.
…. el gainero lleno de gaínas y poítos (por gallinero, gallinas
y pollitos).
- 33 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Asimismo, es constante en los relatos la velarización de la nasal n en
posición final de palabra, rasgo que se da en la norma culta y en el habla
popular.
Otro rasgo frecuente es el rehilamiento de r. Aunque ha ido
desapareciendo, pervive aún en muchos hablantes. En casos de algunas
palabras, por ejemplo, el adjetivo rico (a), muchos hablantes perciben que
la pronunciación con rehilamiento expresa mejor la cualidad.
Del contacto con las lenguas indígenas, la variante guatemalteca
tiene los fonemas ortográficamente representados como tl, tz y x (o sh) y
el ensordecimiento y fricatización de los fonemas l y y en posición final
de palabra. Estos rasgos se dan tanto en la norma culta como en el habla
popular.
El grupo consonántico t+l se fonologizó en un solo fonema, que
ocurre siempre, inclusive en palabras propias del español.
En relación con x (sh), es importante mencionar que ocurre en un
grupo numeroso de palabras percibidas por los hablantes como propiamente
guatemaltecas. En algunos casos, las consideran vagamente como palabras
indígenas. Para la transcripción se ha elegido escribirlas con el grafema sh,
porque es el uso común, aunque no normado. Contrasta con la ortografía
con x, que se usa para escribir los términos reconocidamente indígenas, y
que aparece en nombres como Xela (Quetzatenango) o xocomil (remolino
de aguas en el lago de Atitlán), etc.
Si bien pertenecen al habla popular, muchas de las palabras con sh
se utilizan también en el habla informal de hablantes de norma culta. Son
elementos que propician la creatividad en la lengua por sí mismos y por
medio de sus derivados y aplicaciones.
- 34 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Una de estas es, por ejemplo, la palabra shute, con el significado de
entrometido (a), y derivados como shutear, curiosear y shutencia,
entrometimiento. Aparecen regularmente en los relatos analizados. Por
ejemplo, en La leyenda del Sombrerón:
— Vonós mejor, doña Toyita, le advirtió la otra, no sea que por
shutes nos vaya mal.
En El viejo tamarindo:
Eran personas discretas y nadie las había visto nunca shutear
a los vecinos.
En la historia La paloma torcaz, shute aparece con el significado
denotativo de espina o aguijón:
Entonces la mujer lo tomó entre sus brazos y, al acariciarlo, le
quitó el shute que tenía clavado en el cuello.
La pronunciación x (sh) en estas palabras es general, con excepción
de la variante regional del oriente del país con escasa población indígena,
en donde puede pronunciarse como ch.
Por ejemplo, en Tio Conejo y Tio Coyote, aparece la palabra cholco
(desdentado, sin algunos dientes), que en el resto del país se pronuncia
sholco.
Hasta escupió unos, porque se había quedado cholco.
Pero también aparece pushito (poquito), que es como se pronuncia
esta palabra en el resto del país:
- 35 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Sí, pero qué me voy a andar llenando con ese pushito de fruta
que me tiraste—le respondió Tio Coyote. –Tirame uno grande.
A pesar de la pronunciación con ch de muchas de estas palabras en
el contexto del oriente del país, no es aventurado indicar que x (sh) podría
considerarse un fonema del español guatemalteco, según puede
observarse, por ejemplo, en los siguientes pares:
Shola (cabeza) / Chola (hipocorístico del nombre propio Soledad).
Sheca (inteligente y también una clase de pan) / checa (de chequear).
Xela (nombre con el que se conoce comúnmente la ciudad de
Quetzaltenango) / chela (cerveza) y también Chela, por Marcela, nombre
propio.
En cuanto a rasgos morfológicos del español guatemalteco, tal
vez el más importante que aparece en los relatos es el voseo y sus
correspondientes conjugaciones verbales, entre las cuales se conserva en
el habla popular y rural el pretérito perfecto simple de indicativo: dijistes,
comistes (también puede ocurrir como dijites, comites, etc.).
Adicionalmente, la ausencia del pronombre tú (que pervive en la
norma culta) y, por tanto, la reducción del paradigma a vos y usted para
segunda persona singular. Ejemplo, en El viejo tamarindo:
—¡Mire!, le decía una esposa a su marido, tome ejemplo y sea
más considerado conmigo. Lléveme al baile o acompáñeme a
la iglesia hoy que van a haber bautizos. ¿Por qué no aprendés,
le reclamaba otra al marido, ellos sí se quieren, pero vos a
mí… ¡Me dijistes que ahora sí ibas a ir conmigo a la iglesia!,
y se ponía a llorar.
- 36 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Otros rasgos comunes tienen que ver con el posesivo: por ejemplo,
la presencia de artículos indeterminados antes de este, común tanto en la
norma culta como en el habla popular y rural.
Por ejemplo, en La Leyenda del Sombrerón:
… a la casa de una su tía…
Entre las flores que aparecen todos los años adornando el
sepulcro de la Mariana, destacan una sus rosas rojas…
En El tigre, el buey y Tio Conejo (Polanco, 2014: 23-25):
… si te la quito, vos me comés. ¡Una tu patada te voy a meter!
En El viejo tamarindo:
Los esposos tenían una su casa en la entrada de Raxcholol.
— Miré usté, hoy amaneció con fiebre y con dolor, y le hice
unos sus remedios, pero no se alivia.
En El Cadejo protector:
Ahora lo que tenés que hacer es buscar un tu trabajo
En contextos de contacto de lenguas se da duplicación del posesivo.
Por ejemplo, en El viejo tamarindo:
Se dirigió a su casa del patrón, pues iba a pedir unos centavos
para llevar a su amada esposa con el doctor.
- 37 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
En el uso de posesivo y pronombre personal como dativo, pueden
ocurrir construcciones como la siguiente que aparece en El arriero, el
barbero y Tío Conejo (Polanco, 1989: 13-16):
… una tu patada te voy a meter —le dijo, y siguió su camino.
En el habla popular y rural ocurre con frecuencia falta de concordancia
en género y número.
Por ejemplo, en La leyenda de El Sombrerón:
Las melodías se oían por mucho tiempo, pero solo podía
escucharlo la Mariana, nadie en la casa se daba cuenta de lo
que estaba pasando.
En El viejo tamarindo:
Los hombres del pueblo se fueron algunos detrás para ver en
qué podía ayudar a la pobre…
La gente decían que eran como el matrimonio de don Lucas y
doña Petra.
Solo le encomendó a sus vecinas que le echaran un ojo
mientras regresaba.
En El castigo de Tz´ultak´a, el Señor de los Cerros:
Por más que Juan ofreció pisto y riquezas a los curanderos,
que en aquel lugar habían famosos, no quisieron llegar por
tratarse de un caso grave.
- 38 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Asimismo, comúnmente aparece el artículo determinado antes del
nombre propio. Ejemplos:
En La leyenda del Sombrerón:
… aparecieron en la esquina de la casa de la Mariana
En El Cadejo protector:
El Tello la miró agradecido de saber que estaba en su casa.
En El viejo tamarindo:
¿Qué le pasa a la Petra?, preguntó el patrón.
En La monja blanca:
…el padre de la Dominga se convence que es Tz´ultak’a el que
desea casarse con su hija.
En relación con los tiempos verbales utilizados, es notoria la ausencia
casi total del pretérito perfecto compuesto de indicativo. Para ilustrar este
fenómeno, nótese el tratamiento del pretérito en los relatos base según
fueron expuestos anteriormente.
Otro ejemplo, en El Cadejo protector:
-Sí –dijo la señora-, de plano fue el Cadejo. ¿Te agachaste a
verlo? ¿Te lamió en la boca?
- 39 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Pero el Tello le aseguró que no, que solo le había olisqueado
los pies y lo había acompañado en silencio.
Son comunes también el dequeísmo, el queísmo y algunos
fenómenos más que comparte el español guatemalteco con otras variantes
hispanoamericanas.
En La leyenda del Sombrerón:
Entonces la aconsejaron de que no prestara atención a la
seducción del Sombrerón, pero ella ya no se hallaba sin las
dulces melodías de su enamorado.
Al darse cuenta que las mulas seguían apareciendo todas las
noches amarradas en el poste de la luz, los vecinos fueron a
ver a los padres…
En La Siguanaba:
… su matrimonio era motivo de chirmoles y críticas y esto
hacía de que se sintiera muy infeliz.
2.2 Presencia de léxico del habla popular y del proveniente del
contacto entre lenguas
En el análisis de los relatos, se prestó especial atención al léxico
proveniente del habla popular o del contacto de lenguas, cuyas
connotaciones modulan o cambian los significados literales u originales,
en función de la experiencia, los sesgos socioculturales y la intencionalidad
de los hablantes.
- 40 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Algunos términos del habla popular que aparecen en las historias
son propios del español y resultan sumamente fecundos para la creatividad
de la lengua. Por ejemplo, la palabra huevo tiene un gran número de
derivados con diferentes connotaciones, a veces contrarias por marcas de
entonación.
La siguiente es una lista no exhaustiva de estos términos y
expresiones:
¡A huevos! significa “¡seguro que sí!”. ¡Mi huevo!, “¡seguro que
no!”. A puro huevo, “que algo es obligatorio”. ¡Qué huevos!, “¡qué
terrible!”. Hacer huevo, “romper”, “estrellar algo”, “chocar un vehículo”.
Hacerle huevos, “aguantar”, “soportar”. Hacer huevos, “ayudar a
alguien”. Ponerle huevos, “poner empeño en algo”, “esforzarse”. ¡Qué
hueva!, hueva, “¡qué pereza!”, “pereza”. Ahuevar, “asustar”. Huevear,
“robar”. Huevón, “haragán”. Huevudo, “valiente”. ¡Qué de a huevo!, se
dice de algo que “está muy bien”, pero cambiando la entonación significa
que “alguien se está queriendo aprovechar de quien dice la frase”.
Ilustra este último caso la respuesta de Tio Conejo a Tio Coyote,
cuando el primero dice:
¡Qué diahuevo! ¿Por qué me va a comer? No soy tan buena
comida, le va a doler la panza.
La expresión de Tio Conejo refiere al sentimiento de sentirse usado,
de que alguien (el coyote) se quiere aprovechar de él.
Significados relacionados son los siguientes del habla popular:
pasearse (en alguien), columpiarse (en alguien), con el significado
“abusar de alguien” o “de haber acabado con la reputación de alguien”.
- 41 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Otros ejemplos de las aplicaciones de derivados de huevo, aparecen
en El Cadejo protector:
En realidad, algunos ya hueviaban cuando podían. Pero el
Tello no era ladrón. En el fondo seguía siendo bueno.
Ahora lo que tenés que hacer es buscar un tu trabajo y dejar
de chupar y de andar de huevón.
Es, también, sumamente productiva en el habla popular puta y sus
derivados y aplicaciones. Como en el caso anterior, pueden tener
significado positivo o negativo según el contexto y expresado por medio
de marcas de entonación.
¡Puta! ¡A la gran puta!, ¡Ala! ¡A la gran!, ¡Ulugrún!, ¡Púchica! o
¡púchis!. ¡Hijo de la gran puta!, ¡Hijoeputa!, Hijoemilputas!, etc.
Tio Coyote recibe el zapote verde en su hocico y exclama:
¡Ayyy! (…) ¡Conejo hijoeputa!
Algunos de los derivados son eufemismos sobre los cuales el
hablante no suele ser consciente, tal el caso de ¡ala!, púchica o púchis.
En La leyenda del Sombrerón:
Pasaron por allí dos vecinas y una de ellas dijo: ¡Ala! ¿Será
el Sombrerón?
¡Púchica!, dijeron muy asustadas. ¡El gran poder de Dios!, se
persinó doña Toyita, y salieron corriendo.
- 42 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
En Tio Conejo y Tio Coyote:
¡Púchis, Tio Coyote! ¡Qué diahuevo! ¿Por qué me va a comer?
No soy tan buena comida, le va a doler la panza…
Destacan también las siguientes palabras y sus derivados:
Pisto, que significa dinero. Por ejemplo, en La leyenda del
Sombrerón: ¡Ni que tuvieran pistarrajales, la hubieran podido salvar sus
pobres padres!
En El arriero y el barbero (Polanco, 1989: 13-16):
Cuando llegó a su casa, le dijo la esposa:
—Dame mi pisto del chumpipe.
En El castigo de Tz´ultak´a, el Señor de los Cerros:
Por más que Juan ofreció pisto y riquezas a los curanderos…
Pertenecen al mismo campo semántico los siguientes términos del
habla popular: len, que significa centavo, real y peso, términos usados en
sustitución de quetzal, que es la moneda nacional, y choca, moneda de
veinticinco centavos.
Por ejemplo, en Los caites de cuero crudo (Polanco, 1989: 17-21):
¿Y a cómo los da? A dos riales.
- 43 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Otra palabra muy propia del español guatemalteco en registros
informales y de habla popular es traido (a), “enamorado (a)” y sus
derivados como traidear, “enamorar”, “tontear”.
Por ejemplo, en La leyenda del Sombrerón:
El oficio de él es andar traidiando, pero no le conviene a
ninguna señorita.
En La Siguanaba:
Era un hombre galán, con el pelo canche y los ojos zarcos,
pero muy traidero. (Canche significa rubio.)
En el mismo campo semántico están, por ejemplo, términos del
habla popular, como colgarse, “enamorarse” y colgado (a), “enamorado
(a)”.
A continuación, algunas palabras más, muy productivas para la
creatividad lingüística:
Caquero (a) es un adjetivo muy usado que tiene el significado de
“engreído (a)”, “presumido (a)”, “que hace alarde de riqueza”.
Por ejemplo, en El viejo tamarindo:
En Raxcholol, la gente no era caquero y todos tenían en veces
alguna necesidad, pero no todos eran cumplidores y los turcos
escogían a quién darle fiado.
- 44 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Clavo es una palabra a la que se recurre frecuentemente con el
significado de “problema”. Es frecuente también su derivado clavero,
“persona que suele meterse en problemas o ponerse en evidencia”.
Por ejemplo, en Tio Conejo y Tio Coyote:
Muy enojado después del gran clavo, se puso a seguir las
huellas del conejo.
Casaquear significa “mentir”, “engañar” o “enredar por medio de
palabras”. Por ejemplo, en Tio conejo y Tio Coyote:
Al Tio Conejo le gustaba casaquiarlo, así que cuando lo vio
pasar, le gritó…
En relación con el léxico proveniente del contacto con las lenguas
mayas, hay algunos préstamos con efectos creativos y de emotividad,
como los siguientes:
Chipe, que en algunas lenguas mayas significa “el menor de los
hijos”, pero en español guatemalteco tiene connotaciones que van desde
“estar llorando o lloriqueando” a “estar deprimido (a)”. Por ejemplo, en
El Cadejo protector:
… ya pará de chipiar, mejor dale gracias a Dios.
Cuchubal, término que nombra una “suerte de juego en el que un
grupo de personas da cada una cantidad de dinero mensualmente y va
recibiendo el total”. Aparece en El viejo tamarindo:
- 45 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
…a los cuchubales…
Chunero, de ch´un, que significa “cal” en algunas lenguas mayas.
En el español guatemalteco se le llama así al “ayudante de albañil”.
Ejemplo, en El Cadejo protector:
…que tenía el oficio de chunero y falleció en una obra cuando
se desprendió una pared.
Chaye, “obsidiana” en algunas lenguas mayas. En español pasó a
significar “pedazo de cristal”, “vidrio roto”.
Ejemplo, en El Cadejo protector:
Al rato, el suelo de la cantina estaba lleno de chayes, porque
en el relajo habían quebrado montón de botellas y vasos.
Entre los términos del habla popular aparecen algunos de origen
náhuatl, lengua que influyó determinantemente al español guatemalteco,
porque los españoles llegaron inicialmente de México con el acervo
lingüístico del náhuatl y de las lenguas indígenas del Caribe para nombrar
lo novedoso americano. Muchos de los topónimos guatemaltecos usados
en español son de origen náhuatl, como el mismo nombre de Guatemala,
Quetzaltenango, Huehuetenango, Chimaltenango, etc., y contrastan con
los topónimos de las lenguas mayas para los mismos lugares.
Las muchas derivaciones de la palabra chile (del náhuatl chilli) son
sumamente versátiles, muestran y promueven la creatividad lingüística y
se usan frecuentemente en el habla popular. Probablemente algunas de
ellas derivan del contacto con el español mexicano actual.
- 46 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
¡Al chile!, que significa “rápidamente”. ¡Al chilazo!,
“inmediatamente”. Chilero, “bonito”, “que luce bien”; una variante: Lero,
lero, bien chilero, (el componente “lero” es muy guatemalteco), frase que
significa “que luce bien”. Puede darse con sorna. Chilerear, “presumir”;
echando chile, “rápidamente”.
En el mismo campo semántico de chilerear y chilero está, por
ejemplo, la expresión ¡Sa nigua!, usada en el habla popular.
Ejemplos:
En El viejo tamarindo:
Salió de su casa del patrón al chilazo, con un pálpito raro,
como que algo malo iba a pasar
En Tio Conejo y Tio Coyote:
Entonce, aprovechó Tio Conejo para salir huyendo. Al chilazo
se fue de ahí…
… así se fue, muy chilero, a su cuevita a tomar café pal susto.
Caite, del náhuatl cactli, sandalia, es también un término muy usado.
Caitudo puede aplicarse para nombrar o calificar a una persona pobre, de
origen humilde o que se considera ignorante. Aparece, por ejemplo, en el
título del relato Los caites de cuero crudo (Polanco, 1989: 17-21).
Sin etimología definida, aparece cuaje (cuajarse) con el significado
de “dormirse”. En el mismo campo semántico están echarse un cuaje,
fondearse, términos del habla popular.
- 47 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Por ejemplo, en La Siguanaba aparece:
… quería echarse un cuaje, pero solo de pensar que se iba a
encontrar con ella, retrasaba su llegada.
También cuto, que significa “corto”. Tiene derivados interesantes
como cutencia, por “cortedad”, que se usa en frases como ¡qué cutencia!,
con la cual se indica, por ejemplo, que una mujer lleva un vestido muy
corto. Aparece en el título del relato El tigre cuto (Polanco, 2014: 33-37),
en este caso indica que el tigre no tenía cola.
La variante guatemalteca del español tiene dos grupos de palabras
que la distinguen. Los hablantes las consideran propias de Guatemala, y
hasta signos de identidad. Se desconocen las etimologías de gran parte de
ellas, pero los hablantes las perciben vagamente como de origen indígena.
Son términos muy productivos para la creatividad y pueden tener muchos
derivados y aplicaciones. Algunas tienen un componente afectivo.
Pertenecen a la variante popular, pero también se usan en comunicaciones
informales.
Son palabras que corresponden, en su mayoría, al ámbito de la vida
cotidiana. Para categorizarlas, se las ha dividido aquí en palabras que llevan
x (sh) y palabras que llevan ch, por el componente afectivo que percibe el
hablante en estos fonemas. Ilustra este fenómeno el caso de la nana rurrú,
rurrú, rurró, que en el español guatemalteco pasó probablemente de la
pronunciación con r rehilada a la x (sh): shushú, shushú, shushó.
Algunas palabras con x (sh):
Sheca, “tipo de pan integral con anís”, pero también se dice de
“alguien muy inteligente”.
- 48 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Por ejemplo, en El castigo de Tz´ultak´a, el Señor de los Cerros:
¡Qué sheca el Juan!, decía la gente admirada…
Pashte, “estropajo”. Por ejemplo, en El Cadejo protector:
Me va a tocar limpiar con pashtes toda esta shuquedad... (por
suciedad).
Cusha, un “tipo de licor”. Por ejemplo, en El Cadejo protector:
Cuando ya no tenían para comprar guaro decente, tomaban
cusha.
Amishar, de mish, “gato”, significa “avergonzar”; amishado (a),
“tímido (a)”.
Por ejemplo, en La leyenda del Sombrerón:
Los señores se admiraron mucho, porque su hija era más bien
amishada…
Ishto (a), “niño (a)” y también “inmaduro (a)”. Deriva del maya
Kaqchikel xta´, “niña”, “jovencita”. En el mismo campo semántico se
encuentran otras palabras del habla popular, como patojo (a), chirís, güiro
(a), por “niño (a)”, “joven”.
Por ejemplo, en El Cadejo protector:
Ya madurá, mijo –le decía su mamá-, parecés ishto y ya vas a
cumplir la mayoría de edad.
- 49 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
… había sacado adelante sola, con la ayuda de Dios, a sus
patojos…
En La leyenda del Sombrerón:
… pero la patoja dejó diuna vez de comer y cada día estaba
más triste.
Ya había caído la patoja en las redes del duende, él ya la
consideraba suya.
Sho, “interjección vulgar para detener una conversación o callar a
alguien”.
Por ejemplo, en El Cadejo protector:
¡Sho, vieja! –le gritó el cabecilla del grupo del Tello.
Shola, “cabeza”. Variante de chola. Derivados: sholón, sholotón,
“persona que tiene la cabeza grande”.
Por ejemplo, en La Siguanaba:
El hombre era feo, sholotón y arrugado.
Sholco, “desdentado”, “sin algunos dientes”.
Por ejemplo, en La Siguanaba:
Cojeaba y se había quedado sholco.
- 50 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Shuco (a), “sucio (a)”, “algo que está podrido o descompuesto”,
pero también una “clase de emparedado popular” y una “clase de tamal”;
shuquearse, “descomponerse”; shuquedad, “suciedad”.
Por ejemplo, en El Cadejo protector:
Era un lugar todo shuco…
Me va a tocar limpiar con pashtes toda esta shuquedad...
Shute, ya citada anteriormente. Su significado literal es “espina”,
“aguijón”, pero también significa “persona entrometida”. Algunos
derivados son: shutear, “curiosear”; shutencia, “entrometimiento”.
Por ejemplo, es un dicho popular: De cien problemas que tenés, diez
son por mula y noventa por shute.
Deriva de una palabra de origen maya, con el significado de “algo
con punta aguda”. También, en algunas lenguas mayas significa “ano”.
Algunas palabras pertenecientes al grupo con ch:
Chancletas, derivado de chancla. “Sandalias para andar por casa o
en la playa”. Aparece, por ejemplo, en el título del relato Tío Conejo y las
chancletas de la abuelita (Polanco, 2014: 12-13).
Se usa, asimismo, para nombrar un “dulce hecho con güisquil (del
náhuatl hitzli, espina y quilitl, yerba), azúcar y canela”. En Guatemala
güisquil tiene el significado de chayote (“un fruto”).
Chamusca, “juego improvisado de fútbol”. Ejemplo, en El Cadejo
protector:
- 51 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Poco a poco se fue alejando de sus amigos de la niñez, de las
chamuscas y de las travesuras…
Chenca, “colilla del cigarrillo” –al cigarrillo se le llama cigarro-, “lo
que sobra del cigarrillo ya fumado”. También es sinónimo de “cigarrillo”
en el habla popular.
Por ejemplo, en El Cadejo protector:
…con el suelo lleno de chencas de cigarro…
Chiclero, “vendedor informal de golosinas, que suele colocar su
puesto en las esquinas”. Por ejemplo, en El Cadejo protector:
Aunque sea de chiclero podés trabajar. Ya pará de chipiar…
Chinto (a), “de colores chillantes”. Es sinónimo de chingalavista.
Por ejemplo, en El Cadejo protector:
… pintada con colores chintos y toda sucia.
Chingar, aparece con el significado “hacer algo como broma o
juego”. Entre sus derivados está chingón, “travieso”, “juguetón”;
chingadera, “molestia seria”, pero también “travesura”.
Ejemplo, en El Cadejo protector:
Tello era un muchacho despreocupado, que le gustaba andar
chingando con los amigos haciéndole bromas a los demás y
también molestando a las patojas del barrio, allá por Guajitos.
No le hacía mal a nadie, solo era chingón.
- 52 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Encachimbarse, “enojarse”; cachimbazo, “golpe”. Por ejemplo, en
La Siguanaba:
Se encachimbaba por nada, así ella se hubiera esmerado en
preparar la comida, en lavar y planchar la ropa y en tener
muy aseada la casa.
Cachimbazo se sitúa en el mismo campo semántico de otros términos
del habla popular, como morongazo, “golpe fuerte”. Por ejemplo, en El
Cadejo protector:
Volaron los trancazos, los morongazos y las patadas.
Chirmol, del náhuatl chilmolli, “salsa de chile”. Por extensión,
“salsa de tomate”, pero también “chisme”; chirmolero (a), “chismoso”,
“chismosa”.
Ejemplo, en El viejo tamarindo:
A don Lucas lo que decían los hombres no le importaba,
porque eran chirmoles y era muy feliz con su mujer.
En La Siguanaba:
Era muy desgraciada, porque, para colmo, su matrimonio era
motivo de chirmoles y críticas y esto hacía que se sintiera muy
infeliz.
Chish, “expresión de repugnancia o desagrado”. Puede indicar
también “que se trata de poca cosa o de algo sumamente fácil”.
Probablemente, deriva del maya xix, “migajas”, “sobras de comida”. (Cf.
- 53 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Flores Farfán, 2013)
Ejemplo, en El Cadejo protector:
Chish –dijo una señora que trabajaba ahí-, qué sucio lo están
dejando todo.
Chipuste, forma generalmente despectiva para referirse a “una cosa
pequeña que puede o no causar desagrado”.
Ejemplo, en La Siguanaba:
Solo quedó en el suelo un chipuste hediondo que contagió el
aire con un olor como de azufre.
Chiviarse, “avergonzarse”, chiviado (a), “avergonzado (a)”.
Por ejemplo, en La Siguanaba:
La pobre esposa estaba cansada y se sentía chiviada hasta de
salir a la calle.
Chonguengue, “fiesta”, “parranda”.
Chotear, “vigilar”, “controlar”. También “desacreditar”. Choteado
(a), “que ya no puede pasar inadvertido”; “señalado”, “desacreditado”. En
el campo semántico de chotear, cuijiar, con el significado de “vigilar”.
Ejemplo, en El Cadejo protector:
- 54 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
La policía ya los tenía choteados, porque como no trabajaban,
cualquier día se ponían a robar.
En La leyenda del Sombrerón:
Vivía choteando la casa, a ver si aparecía.
En Tio Conejo y Tio Coyote, aparece cuijiar:
Tio Coyote, como siempre, lo andaba cuijiando para ver dónde
podía cazarlo y comérselo.
Choco (a), “que le cuesta ver”; choquera, “falta de vista”. Por
ejemplo, en La Siguanaba:
… y choco de los ojos.
Choya, “lentitud”, “caminar perezosamente y sintiendo pesadez”
choyudo (a), “persona que hace las cosas con lentitud o perezosamente”;
Por ejemplo, en La Siguanaba:
Iba con choya, retrasando el regreso, porque ya no quería a
su mujer.
Choconoy, “clase de gusano”, pero también “apodo para referirse a
alguien con el pelo liso y difícil de peinar”, a quien se llama también
quishpinudo. Asimismo, se utiliza para describir “cejas gruesas”.
Ejemplo, en Tz´ultak´a, el Señor de los Cerros:
- 55 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
… era alto, con el pelo y los ojos negros, cejas de choconoy…
Chompipe, chumpipe, también chunto, chumpe, significa “pavo”.
El derivado chompipear, chumpipear es un verbo que indica “caminar
tontamente, sin rumbo fijo, con movimientos poco articulados”, es decir,
un significado muy diferente a pavonearse.
Ejemplo, en El arriero y el barbero (Polanco, 1989: 13-16):
Mirá, vos, llevame el chumpipe a venderlo.
Chupar, “embriagarse”. En el mismo campo semántico están bolo,
“borracho”; goma, “resaca”; cusha, “tipo de licor”.
Ejemplos, en El Cadejo protector:
Él, que nunca había tomado, comenzó a chupar. Sus nuevos
amigos eran bolos que se reunían en una cantina que estaba
cerca del mercado.
… cuando el Cadejo lame la boca de un bolo, no deja de
seguirlo por nueve días y al final se lo lleva: el bolo muere y el
Cadejo se lleva su alma.
Cuando ya no tenían para comprar guaro decente, tomaban
cusha. Entonces, al día siguiente, ni se levantaban, porque
amanecían con una gran goma.
Finalmente, algunas expresiones del habla popular que aparecen en
los relatos:
Es común el apelativo muchá, de muchachos (as), que equivale a
“ustedes”.
- 56 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Por ejemplo, en El Cadejo protector:
Muchá –les dijo a sus amigos-, miren, ya llegaron unas
señoritas.
Hacer la campaña, significa hace un favor. Por ejemplo, en El
Cadejo protector:
Vio para todos lados en la calle, a ver si veía a algún conocido
que le hiciera la campaña de darle jalón para su casa, que
quedaba como a doce cuadras, pero no había nadie en la calle.
En Tío Conejo y las chancletas de la abuelita (Polanco, 2014: 12-
13):
Ay, señor, es que mire..., yo me traje las chancletas de mi
abuelita, y allí anda ella en la calle, la pobrecita. Quiero ver
cómo se las paso. Hágame una campaña, usted...—le dijo Tío
Conejo al borracho.
Pedir jalón, que significa “pedir que lo lleven gratuitamente en
algún transporte”; “pedir un aventón”, autostop.
Por ejemplo, en El Cadejo protector:
… que le hiciera la campaña de darle jalón para su casa, que
quedaba como a doce cuadras, pero no había nadie en la calle.
Ponele, equivale a “pedir que se suponga algo”. Por ejemplo, en El
Cadejo protector:
- 57 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Ponele –dijo uno de los amigos del Tello-, que a estas señoritas
se les haga noche aquí… ¿quién las va a acompañar a su casa?
¡Te rayaste!, ¡estás rayado! Equivale a tener chiripa. Significa
“tener suerte”. Por ejemplo, en El Cadejo protector:
Te rayaste, Tello, dale gracias a Dios –le dijo a su hijo-, el que
se te apareció fue el Cadejo protector.
Va´a, también va. Expresión de uso muy frecuente al final de la
frase. Es una transformación de la pregunta retórica ¿verdad?
Por ejemplo, en El Cadejo protector:
Nosotros pasamos, ¿va´a?
Dar un colazo significa “ir de paseo”. Por ejemplo, en El viejo
tamarindo:
… echarse algún colazo…
2.3 Anotaciones adicionales sobre los relatos base
Sin pretender exhaustividad, se presentan algunos otros rasgos
lingüísticos de los relatos utilizados como base para el análisis.
En relación con la fonética, aparece el cambio, por demás común en
español, de e en i, por ejemplo, en traidiar y diunavez, en La leyenda del
Sombrerón; o casaquiar y diahuevo, en Tio Conejo y Tio Coyote.
En este último relato, aparecen pue y entonce, que retratan la
aspiración de s propia del dialecto del oriente de Guatemala.
- 58 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
En El viejo tamarindo, aparece almirar por admirar.
Son interesantes, las siguientes palabras:
Turcos, nombre con el que se llama a los comerciantes del Oriente
Medio, generalmente libaneses y palestinos. Por ejemplo, en El viejo
tamarindo:
No dudaban los turcos en darles fiado de vez en cuando,
porque eran muy cumplidores de sus deudas.
Dar o pedir fiado, “al fiado”.
Fustán, “prenda interior de mujer”. Se distingue de combinación,
porque solo corresponde a la falda. Por ejemplo, en El viejo tamarindo:
… que ella lo tenía como fustán pegado a sus naguas.
Laberinto, término antiguo equivalente a “ruido”. Sigue usándose,
aunque con poca frecuencia, en el habla rural. Por ejemplo, en El viejo
tamarindo:
Doña Petra oyó el laberinto de la gente y fue a gritar, pero el
grito se le atoró en la garganta.
Librás, de librar, con el significado de “escapar”. Por ejemplo, en
Tio Conejo y Tio Coyote:
Ah, hoy no te me librás condenado conejo —decía mientras lo
buscaba en el monte.
- 59 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Palo, “árbol”. Por ejemplo, en Tio Conejo y Tio Coyote:
Un día, Tio Conejo estaba muy tranquilo comiendo zapotes
arriba de un palo.
En El viejo tamarindo:
Esos palos de tamarindo llamaban la atención de todos,
porque se parecían a la pareja de don Lucas y doña Petra.
Camagüe, se dice de una “fruta más verde que madura”. No está
clara la etimología de esta palabra. Por ejemplo, en Tio Conejo y Tio
Coyote:
No cortó ni un maduro ni siquiera un camagüe, sino uno verde
muy grande.
En El viejo tamarindo, es interesante el uso de julepes por “laguneta”.
En este mismo relato aparecen palabras mayas, por ejemplo:
Raxcholol, nombre del lugar en donde sucede la historia. La
traducción literal del maya q´eqchi´ sería “verde conjunto arbóreo”.
Seguramente se trata de un nombre ficticio, pues no existe ningún pueblo
en la zona que se conozca con esa denominación. (Raxchololeños,
gentilicio para los habitantes de Raxcholol.)
Chololes, “conjuntos arbóreos que se encuentran en las sabanas”.
Entre las expresiones que se dan en los relatos base destacan las
siguientes.
- 60 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
La suplicatoria ¡por vida suya!, que aparece en El viejo tamarindo
en boca de don Lucas cuando se dirige a su patrón. Es una fórmula antigua,
pero pervive, sobre todo, en el habla rural.
¡El gran poder de Dios!, ¡Gran poder de Dios!, también es una
fórmula que ha ido cayendo en desuso en ambientes urbanos, pero que se
mantiene en el habla popular y rural. Por ejemplo, aparece en La leyenda
del Sombrerón y en El Cadejo protector, lo cual es curioso porque ocurre
en boca del joven Tello cuando lo usual es que la utilicen personas mayores.
Estas dos expresiones ocurren con patrones de entonación muy
marcados.
Hacerse el papo, “hacerse el desentendido”. Aparece más
frecuentemente en el habla rural, por ejemplo, en Tio Conejo y Tio Coyote:
…preguntó el conejo, haciéndose el papo.
Hacerle los mandados (a alguien), “hacer de sirviente por temor o
devoción”. Aparece en El viejo tamarindo:
Los hombres se burlaban de don Lucas. Decían que le hacía
los mandados a su mujer…
Es demás, equivale a “es por demás”. Pertenece al habla rural. Por
ejemplo, en Tio Conejo y Tio Coyote:
Pues no importa, hoy te como; es demás—insistió Tio Coyote
relamiéndose el hocico porque ya se hacía con el conejito.
- 61 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
En relación con otros elementos lingüísticos, nótese que los adjetivos
en los textos presentan una frecuencia equilibrada. No hay un exceso de
calificativos y los que aparecen guardan la necesaria relevancia en las
descripciones.
En cuanto a la clase de sustantivos, predominan los concretos sobre
los abstractos.
No se da profusión de diminutivos ni de despectivos. Entre los
diminutivos, destaca “hombrecillo”, [ombresío], en La leyenda del
Sombrerón, porque no es usual en el español guatemalteco, en donde la
preferencia sería “hombrecito”. Tal vez llamarle [ombresío] responda a
la intención del hablante, que utiliza un diminutivo poco usual para
distinguir a un ser sobrenatural, pero la terminación –illo en este término
también se distingue de la usual en –ito, por su significado despectivo.
Sobre el verbo, es interesante el uso de ir más gerundio, que se usa
para poner énfasis en algún momento de la narración. Por ejemplo, en La
leyenda del Sombrerón aparece va siendo:
Un día, la joven no aguantó la curiosidad y se asomó a la
ventana y ¡cual va siendo su sorpresa! Vio a un hombrecío que
calzaba botitas con espuelas doradas y que cantaba y bailaba
con su guitarra de plata, frente a su ventana.
En cuanto a la sintaxis, ocurre alteración en el orden de las palabras
por anteposición del tema o para conseguir énfasis sobre algún segmento
del mensaje.
Por ejemplo, en Tio Conejo y Tio Coyote:
- 62 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Hasta hambre ando aguantando por andar detrás de vos—le
dijo Tio Coyote.
Los dientes todo adoloridos le quedaron.
En El viejo tamarindo:
Los apreciaban, al matrimonio, pero mejor no se llevaban
mucho con ellos.
Los pobladores se fueron algunos detrás para ver en que podía
ayudar a la pobre…
En La leyenda del Sombrerón:
¡Ni que tuvieran pistarrajales, la hubieran podido salvar sus
pobres padres!
En este relato aparece una construcción propia más bien del habla
rural: hallarse o no hallarse:
… pero ella ya no se hallaba sin las dulces melodías de su
enamorado
Finalmente, se observa una mayor presencia de elementos del habla
rural en los relatos Tio Conejo y Tio Coyote y El viejo tamarindo,
originarios de contextos en el interior del país.
- 63 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
3. Conclusiones
El estudio corrobora, una vez más, cómo la tradición oral es una
fuente importante para el conocimiento de las variantes dialectales del
español, del habla popular, informal y rural, así como de los efectos del
contacto con las lenguas indígenas.
Los relatos analizados, provenientes de contextos lingüísticamente
relevantes, retratan el español guatemalteco general y características de las
variantes dialectales habladas en dichos contextos. Asimismo, se perfilan
como textos especialmente privilegiados para observar la creatividad de la
lengua en dinámicas descriptivas, narrativas y de diálogo entre personajes.
Por la enorme riqueza de las fuentes, el estudio no puede ser
exhaustivo, más bien da pie a posteriores análisis. Sin embargo, ha
arrojado información interesante con la cual trazar un primer retrato
actualizado del español guatemalteco y de la creatividad lingüística que
aporta al español general.
El estudio reporta efectos de fenómenos sociales, como el racismo,
que inciden en el habla. En este caso, la estigmatización que sufren las
lenguas mayas en la actualidad como detonante de un rechazo
generalizado a la incorporación de términos de estas lenguas al español.
Si bien tal fenómeno sociolingüístico se alza como barrera que entorpece
la fluidez del contacto de lenguas, por demás, natural, no evita que este se
manifieste en aspectos en los que el hablante es menos consciente, como
en la fonética y la morfosintaxis. Este fenómeno explica por qué en el
estudio se han reportado situaciones resultantes del contacto de lenguas
más allá del componente lexical.
- 64 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Es interesante el componente afectivo que para el hablante
guatemalteco muestran ciertos fonemas y términos que los llevan, muchos
de los cuales aparecen en el habla popular e informal. Son términos con los
que los hispanohablantes se identifican y reconocen como miembros de
un grupo sociocultural. Es significativo que estos términos sean también
elementos versátiles, que generan creatividad en la lengua.
Hay unacontradicciónmarcadaentreel rechazo alaslenguasindígenas
y la percepción de estos términos como propiamente guatemaltecos y
signos de identidad, a pesar de que los hispanohablantes puedan
considerarlos vagamente indígenas. No obstante, esta contradicción es la
que se vive en Guatemala, entre el rechazo y la acogida del componente
indígena de la sociedad, dependiendo de situaciones y contextos.
4. Referencias bibliográficas
Asociación de Academias de la Lengua Española (2019). Diccionario de
americanismos. Madrid: Taurus.
Asturias, Miguel Ángel (2005). Leyendas de Guatemala. Madrid, Alianza
Editorial.
Flores Farfán, J. (2013). Spanish in contact with indigenous tongues.
Asociación Mexicana de Lingüística Aplicada. Lingüística
Mexicana, Vol. VII.
Herrera Peña, Guillermina (2012). Por qué el tigre tiene manchas.
Guatemala: Editorial Santillana.
Herrera Peña, Guillermina. (2014). El tesoro de los luceros errantes.
Guatemala: Editorial Santillana.
- 65 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Herrera Peña, Guillermina. (2017). Héroes y aventuras I. Guatemala:
Ediciones ASEC.
Herrera Peña, Guillermina. (2017). Héroes y aventuras II. Guatemala:
Ediciones ASEC.
Herrera Peña, Guillermina. (2017). Héroes y aventuras III. Guatemala:
Ediciones ASEC.
Herrera Peña, Guillermina. (2017). Héroes y aventuras IV. Guatemala:
Ediciones ASEC.
Lara Figueroa, Celso (1990). Leyendas y casos de la tradición oral de
Guatemala. Guatemala: Centro de Estudios Folklóricos. Editorial
Universitaria.
Lara Figueroa, Celso. (1995). Por los viejos barrios de la ciudad de
Guatemala. Guatemala: Editorial Artemis-Edinter.
Lara Figueroa, Celso. (1996). Leyendas populares de aparecidos y ánimas
en pena en Guatemala. Guatemala: Editorial Artemis-Edinter.
Milla y Vidaurre, José (2007). La historia de un Pepe. Guatemala:
Editorial Piedrasanta.
Polanco Barreda, Moris (1989). Cuentos populares de Guatemala.
Guatemala: Universidad Rafael Landívar. Serviprensa.
Polanco Barreda, Moris. (2914). Cuentos tradicionales del oriente de
Guatemala contados por Efraín Polanco. Createspace Independent
Publishing Platform.
Real Academia Española de la Lengua (2014). Diccionario de la lengua
española. Madrid: S.L.U. Espasa Libros.
- 66 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
ANEXO
OTROS RELATOS CONSULTADOS
La Siguanaba
Érase una vez una muchacha muy linda a la que su padre la casó
con un hombre mucho mayor que ella, como cuarenta años le llevaba. El
hombre era feo, sholotón y arrugado. Cojeaba y se había quedado sholco
y choco de los ojos. Ni iba ni al médico ni al dentista, porque era muy
codo.
Además, era un hombre muy celoso y tenía grandes ataques de furia
pensando que una mujer tan joven y bonita como ella iba a serle
necesariamente infiel.
Entonces, decidió hechizarla, para que no lo engañara, y la convirtió
en una mujer fea y vieja como él. La pobre no vivió mucho, pero su alma
se había vuelto negra por el rencor de lo que le había hecho su marido y,
antes de él, su propio padre, que no había tenido compasión y la había
entregado a un hombre malvado. Lo único que quería era vengarse, por
eso, al morir, perdió su alma.
Desde entonces, busca a los hombres infieles en parajes solitarios,
cercanos a algún barranco, para vengarse de su marido, que creyó que
ella lo podía traicionar. Se conoce como la Siguanaba, porque arroja a
sus víctimas a barrancos y les roba la vida y el alma. Quienes la han visto
cuentan que es un espanto verdaderamente temible.
- 67 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
El turno de aparecérsele le tocó a un hombre que cometía muchas
infidelidades con su pobre esposa. Era un hombre galán, con el pelo
canche y los ojos zarcos, pero muy traidero. Las mujeres caían seducidas
por él, pero cuando ya habían caído, las abandonaba.
Su pobre esposa no tenía descanso, porque cuando llegaba a su
casa nada le gustaba. Se encachimbaba por nada, así ella se hubiera
esmerado en preparar la comida, en lavar y planchar la ropa y en tener
muy aseada la casa.
Él siempre estaba enojado y la maltrataba. Pero ella no le deseaba
mal, solo quería que se reformara. Hasta una medallita de la Virgen le
prendía en el interior del saco, para que lo protegiera y lo hiciera
reflexionar. El marido había notado la medallita y no se la quitaba, pero
nunca rezaba ni se acordaba de Dios.
La gente se compadecía de la pobre mujer. ¡No solo la engaña con
otras, sino la maltrata! ¡Qué hombre tan malo!, decían. La pobre esposa
estaba cansada y se sentía chiviada hasta de salir a la calle. Era muy
desgraciada, porque, para colmo, su matrimonio era motivo de chirmoles
y críticas y esto hacía de que se sintiera muy infeliz.
Una tarde, después de pasar por la cantina a echarse unos sus
tragos, el marido se dirigió a su casa. Iba con choya, retrasando el
regreso, porque ya no quería a su mujer. Todo lo que hacía le caía mal.
Cierto que estaba cansado y los tragos lo habían relajado mucho, quería
echarse un cuaje, pero solo de pensar que se iba a encontrar con ella,
retrasaba su llegada.
En el camino a su casa, fue adentrándose en un paraje solitario. Iba
oscureciendo y todo estaba silencio. En el aire se sentía como una
- 68 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
gran tristeza. Unos truenos se oyeron a lo lejos, como si fuera a llover. El
paraje estaba lleno de árboles y en el suelo había mucha hojarasca. El
hombre oía sus pasos aplastar las hojas secas de los árboles. De pronto
se dio cuenta que, aunque era el atardecer no se oían pájaros. Más
adelante, oyó a lo lejos como rumor de agua, pensó que era del río que
pasaba por el fondo de un barranco, cercano a aquel paraje. Sintió una
gran soledad, una tristeza que se le metía en el cuerpo, sentía escalofríos
porque comenzó el frío. Para colmo, las tinieblas no le dejaban ver bien
el camino.
De repente, entre las sombras, divisó algo que le llamó la atención:
Era una mujer que caminaba adelante de él, a una distancia como de
cuadra y media. Parecía muy hermosa. Tenía un cuerpo gracioso y su
pelo suelto era muy negro y largo hasta la cintura. El hombre se apresuró
para alcanzarla, pero no podía. Ella iba adelante y parecía que siempre
guardaba la misma distancia, por más que él se apuraba tratando de
alcanzarla.
La siguió y la siguió. Se sentía tan atraído por aquella mujer, que ni
se dio cuenta de que se desviaba de su camino y que ella lo guiaba hacia
el barranco. El hombre estaba como embrujado siguiendo a la misteriosa
mujer. Un resplandor pálido rodeaba a la mujer y hacía que él no la
perdiera de vista.
De repente ella comenzó a ir más lento y él fue acercándosele más y
más a ella. Ya iba a hablarle, porque la tenía muy cerca, cuando la mujer
se volteó y le mostró una cara espantosa, una cara como de caballo, con
los ojos rojos como de una diabla. Entonces, la mujer lanzó una espantosa
carcajada y el eco repitió esa risa aterradora. Todo el paraje tembló. Los
árboles comenzaron a botar más hojas por el aire que soplaba. La
- 69 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
mujer levantó las manos para atraerlo hacia ella y sus uñas comenzaron
a crecer como garras.
El hombre se quedó paralizado, como de piedra. Quiso hablar, pero
no podía. Quiso huir, pero los pies los tenía como clavados en la tierra,
como engarabatados, y no podía moverse. El cuerpo le hormigueaba.
Entonces la mujer quiso agarrarlo con sus manos huesudas y sus largas
uñas para empujarlo al abismo del barranco.
En un instante pasó por la mente del hombre su vida entera, llena de
pecados y de infidelidades. Todas las maldades que había hecho. Recordó
a su buena esposa y, sin saber bien cómo, se acordó de la medallita que
ella le prendía en su saco. Entonces, con un gran esfuerzo, acercó la
medallita a su boca y la mordió. Como por encanto, la mujer de la cara
de caballo desapareció en el aire. Solo quedó en el suelo un chipuste
hediondo, con un olor como de azufre. Tambaleándose, el hombre huyó
de aquel lugar.
Recogido por la autora en Antigua Guatemala, 2019.
El Cadejo protector
Tello era un muchacho despreocupado, que le gustaba andar
chingando con los amigos haciéndole bromas a los demás y también
molestando a las patojas del barrio, allá por Guajitos. No le hacía mal a
nadie, solo era chingón.
Ya madurá, mijo –le decía su mamá-, parecés ishto y ya vas a
cumplir la mayoría de edad.
- 70 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
-Solo me distraigo un poco con mis amigos –respondía el muchacho.
–No le hacemos mal a nadie.
-El mal te lo estás haciendo a vos mismo –le decía la madre. –Ya es
hora que te formalicés.
Pero, en lugar de formalizarse, el Tello iba de mal en peor. Poco a
poco se fue alejando de sus amigos de la niñez, de las chamuscas y de las
travesuras, y comenzó a andar en malas compañías.
Él, que nunca había tomado, comenzó a chupar. Sus nuevos amigos
eran bolos que se reunían en una cantina que estaba cerca del mercado.
Era un lugar todo shuco, con el suelo lleno de chencas de cigarro, donde
aquellos jóvenes que andaban por mal camino se ponían grandes
borracheras. Cuando ya no tenían para comprar guaro decente, tomaban
cusha. Entonces, al día siguiente, ni se levantaban, porque amanecían
con una gran goma.
La policía ya los tenía choteados, porque como no trabajaban,
cualquier día se ponían a robar. En realidad, algunos ya hueveaban
cuando podían. Pero el Tello no era ladrón. En el fondo seguía siendo
bueno. El vicio lo estaba perdiendo, pero en el fondo de su corazón sabía
que estaba mal lo que hacía.
Su mamá era muy trabajadora y le había dado buen ejemplo. Se
había quedado viuda muy joven y había sacado adelante sola, con la
ayuda de Dios, a sus patojos, porque el Tello, que era el más grande, y
tenía otros hermanos.
El muchacho había sufrido mucho cuando murió su papá, que tenía
el oficio de chunero y falleció en una obra cuando se desprendió una
- 71 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
pared. También le dolía ver a su mamá trabajando tanto. En realidad, él
quería sacar adelante a su familia, pero no había hallado el modo.
Una tarde, el Tello fue a reunirse con sus nuevos amigos a aquella
cantina pintada con colores chintos y toda sucia. Estaban chupando,
cuando entraron unos cuques. Uno de los amigos del Tello comenzó a
chingarlos y a provocarlos.
-Muchá –les dijo a sus amigos-, miren, ya llegaron unas señoritas.
Los otros comenzaron a carcajearse y los cuques se enojaron mucho.
-Ponele –dijo uno de los amigos del Tello-, que a estas señoritas se
les haga noche aquí… ¿quién las va a acompañar a su casa? Nosotros
pasamos, ¿va´a?
Los demás seguían carcajeándose. Entonces, un soldado se levantó
y le dio un cachimbazo. Los otros cuques aventaron las sillas y comenzó
una pelea. Volaron los trancazos, los morongazos y las patadas. Al rato,
el suelo de la cantina estaba lleno de chayes, porque en el relajo habían
quebrado montón de botellas y vasos.
El de la cantina quería poner paz, pero no le hacían caso por más
que gritaba.
-Chish –dijo una señora que trabajaba ahí-, qué sucio lo están
dejando todo. Ya paren la pelea, por favor. Me va a tocar limpiar con
pashtes toda esta shuquedad...
-¡Sho, vieja! –le gritó el cabecilla del grupo del Tello-. Éntrese que
le va a caer a usted también. Entonces, hizo como de aventarla.
- 72 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
El Tello lo detuvo como pudo, pero acabó cayéndose sobre la rocola.
Las mesas y las sillas comenzaron a volar por el aire y la trifulca se fue
poniendo fea.
Como pudo, el Tello se levantó y pensó que tenía que irse de allí,
pero había chupado mucho y estaba muy mareado y con náusea. Le
costaba tenerse de pie. De todos modos, se fue acercando a la puerta
tambaleándose y, al fin, pudo salir. Caminaba mareado y varias veces
estuvo a punto de caerse y quedarse tirado en la calle, pero el miedo a
que salieran los de la pelea le ayudaba a querer alejarse. Como sea, tenía
que salir huyendo de ahí.
Vio para todos lados en la calle, a ver si veía a algún conocido que
le hiciera la campaña de darle jalón para su casa, que quedaba como a
doce cuadras, pero no había nadie en la calle. Todo estaba silencio.
De repente vio que se acercaba un perro muy grande, peludo, con
el pelaje entre negro y gris y con los ojos rojos muy brillantes. Cuando
estuvo más cerca, vio que tenía como pezuñas de cabra en las patas. El
perro se acercó y le olfateó los pies.
- ¡El gran poder de Dios! –dijo el Tello-. ¿Será que estoy alucinando?
¡Este parece el Cadejo!
Quería correr, pero sintió los pies pesados, como si fueran de piedra.
El cuerpo le hormigueaba y comenzó a sentir vahídos. Quiso hablar, pero
tenía la lengua como hinchada y no le salían palabras. El perro se paró a
la par de él y lo miró en silencio, con las orejas paradas y el hocico con
espuma. Con ojos tristes, lo miraba.
- 73 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
En su desesperación, el Tello comenzó a llorar, pensando que esto
le pasaba por andar en malas compañías. ¡Si su mamá ya se lo advirtió
muchas veces y él no hacía caso, en lugar de ponerse a trabajar para
ayudarla un poco!
La noche se puso más oscura. No se veía nada, solo los ojos
relucientes del Cadejo. Después de un rato, el Tello comenzó a dar unos
pasos, el Cadejo no se le desprendía, caminaba detrás de él en silencio.
Pero algo más extraño pasaba: cuando creía que lo tenía cerca, estaba
lejos y al revés. Esto se dio cuenta por los casquidos que hacía el perro
cuando caminaba con sus pezuñas de cabra.
Poco a poco, el Tello fue acercándose a su casa, con el Cadejo
detrás, en veces cerca y en veces algo retirado. Todo estaba silencio, ni
muchos carros pasaban. El Tello iba llorando y rezando para que pudiera
llegar a su casa.
No supo cómo llegó, ni cómo entró a su casa. La mañana siguiente,
se despertó tirado a la par de la puerta. Le costó reconocer dónde estaba,
quería llamar a su mamá y a sus hermanos, pero no le salía la voz.
No supo cuánto tiempo pasó así. ¿Qué me pasó? ¿Qué me pasó?,
pensaba y gruesas lágrimas caían por su cara,
Al rato apareció su mamá. El Tello la miró agradecido de saber que
estaba en su casa. Entonces comenzó a tocarse para ver si estaba bien o
estaba herido. Pero, no tenía nada, solo una gran goma.
Cuando su mamá lo vio en ese estado, se puso a llorar. El Tello se
sentía muy mal y le contó lo que le había pasado.
- 74 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
-Sí –dijo la señora-, de plano fue el Cadejo. ¿Te agachaste a verlo?
¿Te lamió en la boca?
Pero el Tello le aseguró que no, que solo le había olisqueado los
pies y lo había acompañado en silencio. La señora dio gracias a Dios
porque cuando el Cadejo lame la boca de un bolo, no deja de seguirlo
por nueve días y al final se lo lleva: el bolo se muere y el Cadejo se lleva
su alma.
–Te rayaste, Tello, dale gracias a Dios –le dijo a su hijo-, el que se
te apareció fue el Cadejo protector.
-Aprendé de esto que te pasó -le dijo-, ya pará de chipiar, mejor dale
gracias a Dios. Ahora lo que tenés que hacer es buscar un tu trabajo y
dejar de chupar y de andar de huevón. Aunque sea de chiclero podés
trabajar. Ya no te juntés con esos bolos con los que andás, que solo te
llevan al despeñadero.
En el caso de este muchacho, el Cadejo lo protegió porque se guio
por el buen corazón y las intenciones que tenía el Tello, que quería ayudar
a su madre y que defendió a la viejita en la cantina. El Cadejo se
compadeció por el muchacho, que no era malo, solo que tenía que
alejarse de las malas compañías.
Recogido por la autora en la capital, 2019.
- 75 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
El misterioso llanto de la Llorona
Los terremotos de Santa Marta destruyeron la Ciudad de Santiago
de Guatemala, hoy la Antigua Guatemala, un 29 de julio de 1773; el
entonces capitán General, don Martín de Mayorga, por orden del rey don
Carlos III, decretó el traslado de la Ciudad al Valle de la Virgen, a pesar
de la oposición de una buena parte de la población.
Es así como la pequeña María de los Remedios Salazar y Rodríguez de
la Palma, hija de un viejo español conservador, se convirtió en la señorita
más bella de la nueva ciudad. Ella se ruborizaba al sentir las miradas de sus
admiradores, que la envolvían al salir de misa en San Sebastián. En todo
lugar captaba la atención de los jóvenes por su deslumbrante hermosura.
Con resignación, María aceptó la enérgica orden de su padre: tenía que
casarse con don Gracián Palma de Montes de Oca, un rico y próspero
comerciante. La boda se celebró con gran pompa en la primera catedral de
la Ciudad de Guatemala, la que después de llamaría Iglesia de Santa Rosa.
Desde entonces, ella vivió en una casona en el Callejón de La Soledad y
aislada, pasaba las horas en su jardín rodeada de flores y recuerdos.
Todos los días a las ocho de la mañana, María de los Remedios
asistía a misa, la acompañaba una niña que llevaba un cojín de seda para
que se arrodillara en la iglesia.
Con discreción, Juan de la Cruz, un joven fontanero, pobre
y mestizo, la veía pasear por el barrio de Los Naranjitos. “¿Por qué
me gusta tanto esta mujer -pensaba con tristeza- si nunca podré
alcanzarla?”
La admiración de Juan halagaba a la bella María de los Remedios.
En las noches, cuando su esposo estaba en sus frecuentes viajes de
negocios, ella recordaba la tierna mirada de Juan de la Cruz.
- 76 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
En su mente repasaba aquel rostro moreno, de ojos almendrados y cabello
de ébano.
Casada contra su voluntad, el fontanero le había sembrado una
chispa de esperanza y fuerza de vivir.
Una mañana de noviembre, la casa de María amaneció sin agua
potable, llamaron al Fontanero Mayor del Ayuntamiento pero no encontró
el problema de obstrucción de los caños de loza.
El rostro de la joven señora se iluminó al encontrar la excusa
perfecta para ver al fontanero. Mandó traerlo con toda rapidez.
Al ser notificado, Juan contuvo el aliento e incrédulo respondió que
llegaba al mediodía. Una inmensa emoción lo embargaba y el paso de
una pocas horas le parecieron eternas. Al sonar la 12 campanadas se
dirigió al Callejón de La Soledad.
“¡Jesús!”, pensó al verla cerca, su belleza le llegó a lo profundo del
alma. Aparentando tranquilidad, procedió a trabajar y rápidamente
encontró el problema pero fingió lo contrario para llegar más días y así
verla unos minutos al cruzar el corredor.
Cada día, por una ventana entreabierta, la señora lo observaba
furtivamente con una emoción que antes no conocía.
Después de siete días, Juan dejó correr el agua, entonces María lo
invitó a tomar chocolate en la enorme sala de la casa. El amor los atraía
y lentamente fue quebrándose el pudor de ambos.
- 77 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Juan regresaba frecuentemente con el pretexto de revisar las
cañerías y hacia lo posible por quedarse conversando cada vez más tarde,
hasta que el intenso deseo de amarse lo desbordó.
La declaración de amor llego de manera natural y una noche,
armando valor, Juan se deslizó sigilosamente por una ventana de la
habitación de María de los Remedios. Se amaron hasta que el suspiro del
alba fue anunciado por el canto de los gallos.
Con felicidad, los amantes siguieron frecuentándose en secreto
durante los prolongados meses de ausencia del confiado marido. Un
día María amaneció indispuesta, sintió fuertes dolores de cabeza y las
recurrentes náuseas la abatieron durante días. No se atrevía llamar a un
médico porque intuía que algo andaba mal. Preocupado, Juan le pidió a
una vieja curandera del Callejón del Judío que fuera a verla.
“Señora, usted va tener un hijo”, le dijo secamente la curandera.
No quería imaginar lo que haría su esposo al enterarse. ¡Qué sería
del honor de la familia y de la nobleza de su apellido! Las
murmuraciones de la pequeña ciudad no tardaron en aflorar y María se
ocultó de todos, incluso de Juan.
Los días de angustia aceleraron el parto. Asistida únicamente de
una fiel sirvienta, dio a luz un niño al que llamo Juan de la Cruz, como
su progenitor. Una tarde recibió la noticia que tanto temía: Don Gracián
había arribado al Puerto de Caballos.
Al borde de la locura, tomó al niño al anochecer y vestida de negro,
atravesó el Barrio La Parroquia hasta llegar a la orilla del rio Las Vacas.
Sin pensarlo, hundió al recién nacido en las frías aguas… La luz de la
- 78 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
luna iluminó las últimas burbujas cuando el cuerpo del pequeño dejo de
agitarse.
Ella lo soltó en la corriente del rió…
Fue entonces que el cuerpo de María se crispó, la suave figura que
tantos admiraban se retorció. Su hermoso rostro se desfiguró mientras
emitía un pavoroso grito de angustia que hizo aullar a los perros de toda
la ciudad. Arrastrando su vestido negro, la espectral figura se perdió en
la noche oscura, condenada por toda la eternidad a lanzar espeluznantes
gritos sobrenaturales…
¡Ay mi hijo!
Desde aquella noche, nadie volvió a saber del paradero de la bella
María de los Remedios. Angustiado, el fontanero la buscó en vano pero
nadie sabía nada de ella ni del niño.
Un día, casualmente escuchó la conversación de unas mujeres que
recogían agua en la toma que él arreglaba. Ellas hablaban en voz baja,
comentaban los gritos de la noche anterior, decían que era una mujer que
hundía las manos en la fuentes de agua y llamaba a su hijo, eran gritos
horrendos que a ratos se oían cerca y a ratos lejos. En escalofrío recorrió
la espalda de Juan de la Cruz el comprender lo que había pasado con su
amada y su hijo.
El fontanero envejeció como las leyendas, cuidando la fuente del
Barrio de Los Naranjitos, donde la vio por primera vez, a las ocho en
punto de la mañana, cuando llamaban a misa.
- 79 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Las viejas comenzaron a llamar a esa mujer “La Llorona”, porque
estaba condenada a vagar de noche por las calles, llorando y
buscando a su hijo por los lugares donde hay agua que corre. Pero
también ganándose las almas de los incrédulos, de aquellos que no
creen que si oyen el grito cerca es porque realmente anda lejos; pero al
escucharla lejos, muy lejos, es cuando en realidad la tienen a su lado,
justo a la par y entonces, ya es muy tarde para correr… Cuentan las
abuelas que, por las noches, deambula una hermosa mujer vestida de
negro cerca de los lugares obscuros en donde corre agua. Su tragedia se
hace eco en los gritos plañideros, largos y agudos. Cuando llora lejos es
que está cerca y cuando lo hace cerca es que está lejos. Dicen que quienes
la han escuchado ya no pueden andar, su paso se hace más pesado y lento,
y sienten un aire de frio con la presencia de este ser sobrenatural que
casi le paraliza el corazón. Pero si se oye el tercer grito y lo “halla a
uno en el mismo lugar, de seguro que se lo gana”.
Si escuchas un grito perdido en la oscuridad de la noche, no dudes
en empezar a correr.
Celso Lara Figueroa (1990, Págs. 121-127).
- 80 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Tío Conejo y las chancletas de la abuelita
En un pueblo andaba una vez un grupo de muchachos molestando,
y Tío Conejo los siguió. En un relajo que hicieron los muchachos, llegó la
policía y los capturó a todos: ¡a la cárcel fue a parar Tío Conejo!
Sentado en un rincón de la cárcel, Tío Conejo miraba para arriba y
pensaba: “Cómo hiciera yo para salirme de aquí...’’; pero no se le ocurría
ninguna idea.
En eso, llegó un bolo y le preguntó a Tío Conejo:
—Bueno, ¿y vos qué estás haciendo aquí, triste? ¿Qué te pasa?
—Ay, señor, es que mire..., yo me traje las chancletas de mi abuelita,
y allí anda ella en la calle, la pobrecita. Quiero ver cómo se las paso.
Hágame una campaña usted...—le dijo Tío Conejo al borracho.
—¿Qué querés? —le preguntó el borracho.
—Tírele las chancletas a mi abuelita.
—Prestá —le dice el hombre. Entonces, el conejito le presentó las
orejas, y le dijo.
—Aquí están, mire.
Y el borracho tomó al conejito por las orejas y mandó fuera de la
cárcel. Al no más caer, salió huyendo Tío Conejo.
Moris Polanco (2014, Págs. 12-13).
- 81 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
El tigre, el buey y Tío Conejo
Había un señor que tenía una finca con mucho ganado, pero un tigre
le estaba comiendo los terneros. Entonces decidió ponerle una trampa al
tigre. Pocos días después, el tigre cayó en la trampa; quedó prensado por
una gran tranca. Por más que se esforzaba por librarse, no podía. Al rato
pasó por allí una vaca. El tigre, al verla, le dijo:
—¡Ay!, vaca. ¡Quitame esta tranca de encima!
—El qué? —le contestó la vaca, enojada—, si te la quito, vos me
comés: una tu patada te voy a meter —le dijo, y siguió su camino.
Y así fueron pasando otros animales: pasó un cabro, pasó una mula,
pero ninguno quiso ayudar al tigre. Al caer la tarde, pasó por ahí un pobre
buey, que venía de trabajar.
—¡Ay!, buey, hacé una caridad conmigo —le suplicó el tigre—,
quitame esta tranca, que ya no la aguanto.
—Ah..., vos me comés —le contestó desconfiado el buey.
—No, no te como, palabra que no te como —le aseguró el tigre.
Y tanto se lamentó, que acabó convenciendo al buey de que lo
ayudara. Entonces este metió un cacho debajo de la tranca y la levantó.
Con eso el tigre ya pudo salir. Después, el tigre y el buey se pusieron a
platicar.
—¿Y qué tal vida Ilevás vos? —le preguntaba el tigre al
buey.
- 82 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
—Ah..., a mí me va muy mal: me toca trabajar todo el día, jalando
el arado. Duro me toca —se lamentó el buey.
Ya ves —le dijo el tigre—, lo mejor es que te coma.
—¡Ah! ¿Y por qué? —le preguntó, admirado, el buey.
—Es que dice un dicho que un bien con un mal se paga...
—Pero cómo va a ser eso —le decía el buey—, no seás desagradecido;
si yo te ayudé porque vos me dijiste que no me ibas a comer...
—Pero yo tengo hambre; hace muchos días que no como —lo
amenazó el tigre.
—¿Sabés qué? —le propuso el buey al tigre—, allá viene Tío Conejo:
que decida él.
—Vaya, pues —dijo el tigre.
Tío Conejo no quería meterse en el asunto, pero el buey lo llamó y
le dijo.
—Tío Conejo, venga: usted va a ser juez.
—¿Y eso? ¿Qué pasa? —preguntó el conejo.
—Fíjese que este tigre cayó en una trampa, y cuando yo pasé por
aquí me pidió que lo ayudara, y yo de buena gente vine y le quité la tranca
de encima. ¡Y ahora me quiere comer por el bien que le hice! —le explicó
el buey.
- 83 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
—¡Eh! —dijo Tío Conejo—. Pero para que yo lo crea, es necesario
ver las cosas: levantá, a ver si podés con la tranca —le dijo al buey; y el
buey levantó la tranca con los cachos.
—Ahora vos —le dijo al tigre—: metete debajo para ver como
estabas... El tigre, muy confiado, se metió debajo de la tranca. Entonces
el conejo le hizo una seña al buey de que soltara la tranca; él la soltó y
dejó prensado al tigre, tal como estaba al principio.
—¿Así estabas? —le preguntó Tío Conejo al tigre.
—Sí, así estaba yo —le contestó el tigre.
—Pues así te vas a quedar, por pícaro. Y vos, bruto —le dijo al
buey—, ¡que te quede de lección! Y se fue Tío Conejo, montadito en su
armadillo.
Moris Polanco (2014, Págs. 23-25).
El arriero y el barbero
Había una vez un arriero que vivía con su mujer. Todos los días iba
al pueblo con su burro cargado de leña. La esposa tenía un pavo que
estaba engordando, y un día le dijo a su marido:
—Mirá, vos, llevame el chumpipe a venderlo.
—Está bueno —le contestó el arriero—, amarralo.
- 84 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
El arriero puso al pavo encima de los tercios de leña que llevaba
para vender, y se fue al pueblo.
Al llegar al pueblo, pasó enfrente de una barbería. El barbero, al
verlo pasar, le dijo:
—¿Vendés la carga?
—Para vender la traigo —le contestó el arriero.
—¿Cuánto querés? —le preguntó el barbero.
—Cincuenta quetzales —le respondió el arriero.
—Tomá, te la voy a pagar ya —le dijo el barbero, y se la pagó.
El barbero ayudó al arriero a descargar la leña, y puso al pavo
junto con la leña. Cuando el arriero notó que el barbero quería quedarse
con el pavo, le dijo:
—¿Y el chumpipe?
—¿Cómo el chumpipe? Ese te lo compré también —le contestó el
barbero.
—No —le dijo el arriero—, el chumpipe no me lo ha comprado. Yo
le vendí la leña.
—Yo te compré la carga, y así es que no tenés que reclamar.
—Pues voy a acudir al señor juez —le dijo el arriero.
- 85 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
—Pues andá —le dijo el barbero.
El arriero se fue a pedirle auxilio al juez. Le planteó el asunto tal
como había sucedido, y el juez ordenó que llegara el barbero.
Entonces le dijo el juez:
—¿Por qué no querés pagar el chumpipe?
—Se lo compré —le dijo el barbero—, y se lo pagué de una vez; yo
le compré la carga. Acordate que te dije si vendías la carga —le dijo al
arriero—, y me dijiste que sí; entonces te la pagué de una vez. Ahora me
reclamás el chumpipe...
—¿Así fue? —le preguntó el juez al arriero.
—Sí, así fue —le contestó él.
—Pues estás perdido; andate: está perdido —concluyó el juez.
—Está bueno —dijo el arriero.
Cuando llegó a su casa, le dijo la esposa:
—Dame mi pisto del chumpipe.
—Fijate que fiado lo dejé —le dijo él.
—Ah, ¿y por qué? —le preguntó la mujer.
- 86 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
—Lo dejé en buenas manos —le respondió él. En mi próximo viaje
te traigo tu dinero; lo dejé bien vendido.
El pobre arriero se quedó pensando a ver de qué manera podía
recuperar lo perdido... “Ya pensé”, se dijo. Al siguiente día, se cambió de
vestuario, ensilló su burro y se fue al pueblo. Al llegar, amarró el burro
cerca de donde el barbero, y se fue con él.
—Por cuánto me rasura a mí y a mi compañero? —le dijo al barbero.
—Por cuatro quetzales —le respondió él.
—Entonces le voy a pagar ya —le dijo el arriero, y le pagó.
—Rasúreme a mí primero.
Cuando lo hubo rasurado a él, le dijo el barbero: —Andá a traer a
tu compañero.
Y llegó el arriero con el burro...
—Cómo crees que te voy a rasurar ese burro —le dijo el barbero.
—Es mi compañero —le contestó él.
—Pero yo no lo rasuro...
—Me lo tiene que rasurar, porque ya recibió el pago.
—No lo rasuro —insistió el barbero.
- 87 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
—Pues voy donde el juez —le dijo el arriero. El arriero se fue con
el juez, y le contó que él le había pagado por que lo rasuraran a él y a su
compañero, y que ahora el barbero no quería rasurar a su compañero. El
juez mandó llamar al barbero.
—¿Por qué no querés rasurar al compañero de este? —le preguntó.
—¡Señor, es un burro...!
—Pero es mi compañero —intervino el arriero—, y ya le pagué.
—Pero un burro, vos... —le dijo el juez al arriero.
—Sí, un burro —le contestó él—. Acuérdese que usted mismo me
sentenció perdedor cuando vendí la carga, y allí no iba a cuenta el
chumpe. Ahora yo le estoy reclamando legalmente porque le pagué por
mí y por mi compañero.
—Es cierto —dijo el juez. Rasuralo. Entonces el barbero, con tal de
no rasurar al burro, le pagó al arriero lo que le debía por el pavo.
Moris Polanco (1989, Págs. 13-16).
- 88 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Los caites de cuero crudo
Este cuento es de dos compadres, uno rico y uno pobrecito. El
pobrecito tenía una vaca muy bonita, y el rico tenía bastantes vacas.
El rico tenía envidia de que el compadre tuviera una vaca tan bonita,
y quería comprársela; pero el compadre pobre no la quería vender.
—No la vendo, compadre —le decía—, fíjese que solo esa tengo.
—Véndamela, compadre, —insistía el rico.
Pero un día de tantos, llegó el rico a la casa de su compadre, y le
dijo:
—Compadre, viera cómo se están vendiendo los caites de cuero
crudo en el mercado... De esa su vaquita salen lo menos unos cien pares
—le dijo—, y hace un dineral.
—¿De veras? —le dijo el pobre.
—De veras —le contestó el rico.
—Mirá vos —le dijo a su mujer—, matémola. Vos vendés la carne y
yo hago los caites y los voy a vender a la plaza.
—Está bueno —le dijo la mujer.
El compadre pobre mató su vaca, y se puso a hacer los caites de la
piel del animal. Cuando terminó, se fue a venderlos al mercado.
- 89 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
En el marcado del pueblo, nadie le compraba los caites al compadre,
porque despedían mal olor y se habían llenado de moscas.
Pero al fin de tantas, pasó un hombre pobrecito, y le dijo:
—¿Qué vende allí?
—Son caites.
—¿Y a cómo los da?
—A dos reales.
—Véndame un par —le dijo, y le compró un par. El compadre se
echó los dos reales a la bolsa, y se quedó esperando a ver si lograba
vender más.
Al poco tiempo, pasó por allí un policía.
—Bueno... —le dijo el policía—, ¿y qué está vendiendo allí?
—Son caites —le dijo el compadre.
—Eso me lo quita de aquí inmediatamente y me lo va a arrojar a la
barranca, ¡sin más tardar!
Al compadre no le quedó más remedio que obedecer al policía, y fue
a tirar sus caites.
Al regresar al mercado, muy triste, vio a un hombre que estaba
vendiendo máscaras, y pensó: “Hombre, con esta máscara voy a alegrar a
mis muchachitos. Se las voy a llevar para que jueguen”. Era una máscara
- 90 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
que representaba al diablo. Como no pudo comprar más, tomó camino
para su casa. Ya era bastante tarde.
En el camino se encontró con unos ladrones, que lo tomaron preso
con todo y sus mulas.
—Arreye las bestias —le dijeron—, y lo obligaron a seguirlos.
Cuando entró la noche, los ladrones decidieron acampar, y le
ordenaron al compadre que les ayudara a descargar sus mulas. El
compadre no lo sabía, pero lo que los ladrones llevaban en las mulas eran
bolsas cargadas de dinero.
Los ladrones hicieron una fogata para comer y calentarse, pero al
compadre no le permitieron acercarse.
Cuando los ladrones se acostaron, el compadre se acercó a la fogata
para ver qué habían dejado los ladrones de comida; pero al no encontrar
nada, se puso a atizar el fuego.
En el silencio de la noche, lo empezaron a molestar los zancudos.
“Hombre,” pensó, “la máscara me puede servir para que no me piquen
la cara los zancudos”; entonces fue y sacó la máscara de la bolsa, y se la
puso. Y así se fue quedando dormido, sentado, cerca del fuego.
En eso, despertó un ladrón, y lo vio: “¡Gran poder de Dios!”, dijo,
y tocó a otro:
—Mirá —le dijo—, el diablo. El también despertó a su compañero:
—El diablo —le dijo.
- 91 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Cuando se ya se habían avisado cinco de los ladrones, el último en
despertar dio un grito:
—¡El diablo! —dijo—, y salió huyendo. Entonces todos los demás
se levantaron y corrieron detrás de él.
El compadre estaba un poco retirado, pero alcanzó a oír el grito del
último ladrón. Él no se acordaba de que tenía puesta la máscara, y
cuando vio que los ladrones iban en carrera, se levantó de un brinco y se
fue detrás de ellos. Los ladrones miraban para atrás:
—¡Ay! ¡Viene el diablo, ya nos alcanza!
Él les hacía señas para que lo esperaran; pero como ellos pensaban
que era el diablo, más miedo les daba.
En eso llegaron a un desfiladero: “¡Plongón, plongón, plongón!”,
cayeron los cinco, y se mataron. Cuando el compadre vio lo sucedido, lo
comprendió todo, y decidió regresar al campamento. “Hoy regreso”,
pensó, “a ver qué es lo que llevan allí.”
Primero fue a registrar las alforjas que llevaban los ladrones.
Encontró pan, y se puso a comer. Después de comer, registró las mulas, y
encontró el oro. “Ve”, dijo, “qué suerte la mía”. Entonces cargó las
mulas, y las arreó hasta su casa.
Temprano llegó él a su casa, y el compadre rico lo vio pasar con las
mulas.
—...Bueno, vos —le dijo a la mujer—, fijate que el compadre cinco
bestias viene arriando...
- 92 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
—Eh..., andá ve —le dijo a un sirviente— qué es lo que trae.
En su casa, el compadre pobre vació un costal: puro oro.
—Mirá, mujer, cuánto hice de la vaca —le dijo.
—¿Y cuántas cargas traés?
—Cinco cargas me dieron —le dijo—; ¡ja!, eso está bueno, lo de los
caites...
Entonces, llegó el compadre rico:
—Compadre, ¿cómo le fue? —le dijo.
—¡Ja!, cállese compadre! Mire —le dijo—, usted me ha hecho feliz...,
pase adelante, venga a ver compadre. Mire cuánto dinero me dieron por
un solo cuero que hice caites. Y ahora usted, con ese vaquerío..., no le
cabe en la casa el dinero que va a traer de hacer tanto caite...
—¡A matar, muchachos! —dijo el compadre al regresar a su casa. Y
se puso a matar vacas...: las más grandes, porque tenían más cuero, y a
hacer caites...
Así que hizo los montones de caites, cargó a las mulas y se fue a la
plaza a vender. Al poco tiempo se le llenaron de moscas. Entonces, unos
vecinos fueron a quejarse con la policía, porque los caites despedían muy
mal olor. Y llegó el mismo policía que había despedido antes al compadre
pobre:
- 93 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
—Ayer sacamos a uno que venía con un pushito..., y ahora venís vos
con tanto, ¡a botarlo! —le dijo.
Como el compadre no quería botarlos, además de quitárselos, lo
apalearon. Y así, sin nada y todo golpeado, tomó camino de regreso a su
casa el compadre rico.
—¿Cómo te fue, vos? —le dijo la mujer cuando llegó. —Callate —le
dijo— a mí me mataron a puro palo... A todo esto, el compadre pobre ya
se había ido lejos del pueblo con su dinero.
Moris Polanco (1989, Págs. 17-21).
El tigre cuto
Había un señor que se dedicaba a hacer quesos. Los quesos que
fabricaba los guardaba en una bodega, pero de vez en cuando un coyote
entraba a la bodega y se los robaba. El señor también tenía un perro,
para que corriera al coyote; pero este perro estaba de acuerdo con el
coyote porque su amo lo trataba mal.
Un día, el señor estaba pensando matar a su perro, porque no le
servía para nada. Pero un sirviente le dijo: “No lo mate, patrón, mejor
cuídelo y aliméntelo bien, y verá que cuando esté gordo va a ser un buen
guardián”. El señor decidió seguir este consejo, y empezó a tratar bien a
su perro. Pasado un mes, el perro ya parecía otro de lo gordo que estaba.
Entonces, el perro pensó: “Pobre mi amo, lo estoy traicionando; mejor
cuando venga el coyote le voy a ladrar”. Y así lo hizo: cuando el coyote
estaba comiéndose los quesos, vino el perro y le empezó a ladrar, y no lo
dejó salir. Entonces llegó el señor y mató al coyote.
- 94 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Al otro día, el señor contaba a todos cómo se había portado de bien
el perro. Estaba tan contento, que decidió hacer una fiesta, y ordenó que
al siguiente día le mataran el cabro más viejo. En la noche, en el corral
de los cabros, se oía decir a los cabros más viejos:
“Vos sos el más viejo…” “No, vos sos el más viejo: acordate que yo
estaba mamando y vos ya andabas brincando”. Y así siguieron discutiendo.
Pero como a las dos de la mañana, el cabro más viejo, disimuladamente,
haciendo como que iba a orinar, se salió del corral y se fue de la finca.
Cansado iba el pobre cabro al amanecer cuando, de repente, le salió por
el camino un conejito que llevaba unas bolsitas.
—¡Hola, Tío Cabro!, para dónde va usted? —le dijo el conejito.
—Callate —le respondió el cabro—, yo voy a rodar tierras, porque
allá en la finca donde vivía está peligroso.
—¡Ah! ¿Qué pasó? —le preguntó el conejito.
—Fijáte que me iban a matar para darle de comer a un chucho viejo
que porque mató a un coyote... —le contó el cabro.
—Estuvo bien, Tío Cabro, que se haya venido. A mí tampoco me
gusta ya por aquí: vamos a rodar tierras —le propuso el conejo. Poco
más adelante, le dijo el conejo al cabro:
—Mire: hagamos una cosa: vamos a mancornar estas dos bolsitas
y las lleva usted en el lomo...
—Ponelas, pues —consintió el cabro, y se las echó encima. Pero
como al cabro se le caían las bolsas con el movimiento que hacía al
caminar, le dijo otra vez el conejo:
- 95 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
—Espere, Tío Cabro, espere: para que no se caigan, me voy a
montar yo.
—Montate, pues —le dijo el cabro; y se subió el conejito. Allí iba él,
muy contento, montado en el pobre cabro. Más adelante, exclamó el
conejo:
—¡Pare, Tío Cabro, pare!
—¡Qué pasó, hombre, qué pasó? —le respondió, extrañado, el
cabro.
—Mire —le dijo el conejo—: una cabeza de tigre...
—Ah, ¿y para qué queremos eso? —le preguntó el cabro.
—Cómo no, para algo nos ha de servir; echémosla en la bolsa — le
dijo el conejo, y metieron la cabeza en una de las bolsas.
—Sabe qué —le propuso el conejo al cabro— para que no se caiga,
me meto yo en la bolsa del otro lado...
—Montate, pues... —le dijo el cabro —y se metió el conejo en la otra
bolsa; solo la carita asomaba. Más adelante, encontraron una cabeza de
león:
—¡Pare, Tío Cabro, pare, pare! —exclamó el conejo.
—¿Qué pasa? —te preguntó el cabro.
- 96 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
—Mire: una cabeza de león; echémosla aquí —dijo el conejo,
asomando la cabeza. Metieron la cabeza en la bolsa, y el conejo se fue
encima. Ya habían caminado bastante, cuando llegaron a una casa vieja.
Parecía una casa abandonada.
—Espere, Tío Cabro, pasemos aquí la noche. Entremos, a ver qué
hallamos —dijo el conejo. Adentro encontraron una mesa con cinco
platos servidos.
—Mire: comamos —le propuso el conejo a Tío Cabro.
—Ah, no —le dijo el cabro—, a saber de quién será eso.
—No, no tenga pena: comamos, comamos —insistió el conejo, y se
pusieron a comer. Cuando estaban comiendo, empezaron a llegar unos
tigres. Uno a uno fueron entrando en la casa, hasta que estuvieron todos,
y los rodearon. Uno de los tigres, el que parecía ser el jefe, no tenía cola:
era cuto. Temblando de miedo, el conejito le dijo al cabro:
—Mire, Tío Cabro, se me hace que estos nos van a comer —y empezó
a buscar por dónde escapar. De repente, tuvo una idea y, dirigiéndose al
cabro, pero para que lo oyeran los tigres, dijo con voz fuerte y ronca:
—¡Ah, ah! ¡Esta comida no me gusta, no me gusta; vaya a traerme la
cabeza del tigre que maté de una manada...! —y se fue el cabro despacito
a buscar la cabeza de tigre. La tomó de una oreja, y se la llevó al conejo.
Entonces, empezó el conejito a picarla por un lado y por otro, y la olía, y
hacía como que no le gustaba... Finalmente, le dijo al cabro:
—Mejor no, mejor no. ¡Vaya a traerme la cabeza del león, que le
quité de una patada! —y se fue el cabro a buscar la cabeza de león que
- 97 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
habían recogido en el camino. Entonces, el tigre cuto, que era el jefe de
todos, pensó: “Esto está peligroso”, y les hizo señas a sus compañeros
para que se acercaran.
—¡Qué panteras serán estos! —les dijo—. Si de una manada le quitó
la cabeza a un tigre, y de una patada mató a un león..., a nosotros seguro
que nos matan; hay que tener cuidado. Cuando el conejo y el cabro
terminaron de comer, se les acercó el tigre cuto, y les dijo:
—Señores..., señores: nos da mucho gusto tenerlos aquí como
huéspedes, pero quisiéramos que, para que no los molesten las pulgas,
ustedes durmieran arriba, en el tapanco. Nosotros nos quedaremos aquí
abajo.
—¡Ah!, está bien, está bien —le respondió el conejo, haciéndose el
despreocupado, y se fueron para arriba. Una vez acomodados en el
tapanco, platicaban entre sí el conejo y el cabro:
—Mire, Tío Cabro, si nos atacan en la noche, miramos cómo nos
escapamos saltando por aquella ventana —decía el conejo…
Mientras tanto, abajo, el tigre daba órdenes a sus compañeros:
—Cuidado quién se duerme: quédense vigilando y pónganse en
posición de salir en carrera en caso de un ataque de estos. La puerta no
la vayan a cerrar. Paren todo el tiempo la oreja para ver qué oyen.
Poco después, le dijo el cabro al conejo:
—Tío Conejo, Tío Conejo, ya me orino... ¿Qué hago?
- 98 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
—Cállese, orínese por gotitas —le aconsejó el conejo. Entonces el
cabro se paró y se fue caminando despacito hacia un rincón del tapanco.
Cuando los tigres oyeron el ruido del cabro que caminaba arriba, se
asustaron, y les dijo el jefe:
—Estén listos, estén listos... De repente, como el tapanco era muy
viejo, el cabro se paró en una tabla podrida y se vino para abajo con gran
estruendo. Entonces el conejo, al darse cuenta de lo sucedido, se decidió
a jugar su última carta y gritó:
—¡A la puerta, tío, que el cuto es mío! Al oír esto, salieron en
estampida los pobres tigres... El que más corría era el cuto, y se volvía a
ver si no los venían siguiendo. Cuando estuvieron lejos, preguntaba el
tigre cuto a los demás: ¿Están todos? ¿No falta ninguno? Y así, les quedó
la casa al conejo y al cabro.
Moris Polanco (2014, Págs. 33-37).
La paloma torcaz
Había una vez un guerrero valiente y apuesto, era alto, con el pelo y
los ojos negros, cejas de choconoy y una gran sonrisa que mostraba sus
dientes blancos. Amaba la caza y con frecuencia iba por los bosques
persiguiendo animales.
En una de sus cacerías llegó junto a un lago y, lleno de asombro,
contempló a una mujer bellísima que remaba en una canoa.
El guerrero quedó tan enamorado que, muchas veces, volvió al
lugar con el ánimo de verla. A pesar de todo, fue inútil, pues ante sus ojos
- 99 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
solo brillaron las aguas del lago. Entonces pidió consejo a una hechicera,
quien le dijo: No la verás nunca más, a menos que aceptés convertirte en
palomo.
¡Solo quiero verla otra vez! exclamó el hombre. Si te volvés palomo
jamás recuperarás tu forma humana, le recordó la hechicera. ¡Solo
quiero volverla a ver! le respondió a su vez él. Si así lo deseás, hágase tu
voluntad, declaró ella.
Y la hechicera le clavó en el cuello un shute. En el acto el joven se
convirtió en palomo. Este levantó el vuelo, fue al lago y se posó en una
rama. Al poco rato vio a la mujer y, sin poderse contener, se echó a sus
pies y le hizo mil caricias.
Entonces la mujer lo tomó entre sus brazos y, al acariciarlo, le quitó
el shute que tenía clavada en el cuello.
Ojalá nunca lo hubiera hecho, pues el palomo inclinó la cabeza y
cayó muerto. Al ver esto la mujer desesperada, se hundió en el cuello la
misma espina y se convirtió en paloma.
Y desde aquel día, llora la muerte de su palomo con un canto tan
triste que hace llorar a quienes la oyen. Es la paloma torcaz.
Recogido por la autora en Cobán, Alta Verapaz, 2019.
- 100 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
La monja blanca
Se cree en Chahal y en Chisec, área q’eqchi’, que Tz´ultak’a se
enamoró de una mujer llamada Dominga, a quien regaló una flor en señal
de compromiso para que le fuera entregada al padre de la muchacha.
Cuando la niña dio al padre la flor del Tz´ultak’a, se convirtió en
monja blanca de plata. De este modo, el padre de la Dominga se convence
que es Tz´ultak’a el que desea casarse con su hija.
La muchacha se va a vivir con el Tz´ultak´a al interior del cerro,
después de realizar las ceremonias rituales correspondientes.
Recogido por la autora en Tactic, Alta Verapaz, 2019.
El castigo de Tz´ultak´a, el Señor de los Cerros
Cuando no se llevan a cabo las antiguas costumbres, para pedir
permiso a Tz´ultak’a, para cazar animales, cortar árboles o utilizar las
fuentes de agua, el Señor del Cerro castiga al transgresor.
Así, aseguran en Cahabón que un hombre llamado Juan Cajbón
llegó al pueblo viniendo de otras tierras y se asentó en las tierras de la
aldea Setacalcab; allí tenía buenas cosechas de maíz, frijol, chile, yuca y
otras plantas. ¡Qué sheca el Juan!, decía la gente admirada de cómo
había progresado en tan poco tiempo. Pero a él el lugar le gustaba más
que nada porque habían muchos animales para cazar.
Juan empezó a prepararse para la caza. Entonces, un día, salió
acompañado de Miguel, su hijo mayor, que era el encargado de guiar a
- 101 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
los perros por aquellos guatales donde vive el venado, los tepezcuintles
y el armadío.
Pero no encontraron nada, fueron varias veces, pero no encontraron
al venado, cada vez que Juan tiraba le fallaba la puntería. Solo lograba
cazar uno que otro armadío.
Entonces un día se fueron a cazar el venado a como fuera; pero lo
que pasaba era que Juan no quería cumplir con la costumbre de quemar
candelas, copal, pom, velar una noche antes pidiendo ante el altar de
Tz´ultak’a, el permiso para entrar en sus campos a tentar a sus animalitos,
pues Tz´ultak´a, que es el Señor de los Cerros y los Valles de por aquí, los
tenía bien cuidados.
Él tenía que hacer muchas cosas que mandaba el Señor del Cerro;
tenía que desahumar a sus perros con copal, pom; desahumar su casa,
sus armas, dormir en el suelo frente al altar y, en fin, no hizo todo lo que
mandaban los antiguos, que eran mandados por el Señor de los Cerros.
Entonces Juan y su hijo Miguel salieron muy temprano para el cerro
Julgix, allí se fueron seguidos de sus dos o tres ezentzíes, de los meros
perros cazadores.
El Miguel, que llevaba los perros, se metió al guatal, mientras Juan
se encargaba de atajar el paso del venado. Empezó pues la carrera y los
gritos de Miguel alentando a sus perros; pero todo se arruinó porque los
perros no ladraron y el venado no pasó por donde Juan estaba.
Pasaron las horas y Juan no quería regresar a su casa sin su hijo,
pero se cansó, y pensó que el Miguel había regresado sin avisarle, cuando
llegó y no lo encontró, regresó al monte a quien llamaba y silbaba, incluso
la gente de la aldea lo ayudó, pero no lo encontraron.
- 102 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Al tercer día apareció Miguel y no podía hablar. Lo entraron, lo
desahumaron con copal, pom, se le rezó por último hasta que Miguel
contó que cuando estaba a medio guatal llegó un patojito que no conocía
y le dijo que su tata quería verlo. Lo llevó al cerro Julgix y en la entrada
de una cueva se le desapareció el mandadero, solo entonces se fue por la
vereda de la cueva hasta llegar junto a un viejo, que estaba en la cueva
al fondo, ahí lo esperaba un señor en una hamaca de colores muy alegres;
pero al verlos bien se dio cuenta que el trenzado de la hamaca era de
culebras de colores, los muebles eran animales, como armadíos y
venados. Habían muchos animales como si aquello fuera un hospital.
Entonces el viejo le dijo: Decíle a tu tata que deje de estar
molestando a mis animalitos, vos podés ver todos heridos por ustedes;
mirá que me voy a vengar. Se van a acordar de mí, les voy a mandar mis
culebras si siguen molestando en mis lugares sin pedirme permiso.
Luego el Miguel se enfermó y a los tres días se murió, pues resulta
que ningún curandero quiso hacer nada, porque era venganza del Señor
del Cerro, de Tz´ultatk´a.
Fue en balde todo lo que hicieron. Por más que Juan ofreció pisto
y riquezas a los curanderos, que en aquel lugar habían famosos, no
quisieron llegar por tratarse de un caso grave. En él estaban puestos el
Dios Guarde, las manos del Señor de los Cerros y Valles, Tz´ultak´a.”
Recogido por la autora en Cobán, Alta Verapaz, 2019.
- 103 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
ANÁLISIS LINGÜÍSTICO Y DE
ARGUMENTACIÓN JURÍDICA DE
SENTENCIAS DE JUZGADOS DEL
RAMO CIVIL EN EL ORGANISMO
JUDICIAL DE GUATEMALA1
D. Gustavo García Fong
Sumario: 1. Introducción. 2. Breve fundamentación teórica. 3.
Cuestiones de sintáctica: 3.1 Redundancia en oraciones. 3.2 Sobre la
expresión “menaje de casa”. 3.3 Sobre la expresión “cónyuge”. 3.4
Errores mecanográficos. 3.5 Cacofonías. 3.6 Recurrencias léxicas. 4.
Asuntos ortográficos: 4.1 Aspectos generales. 4.2 Acentuación de las
mayúsculas. 4.3 Uso incorrecto de comillas. 4.4 Uso de la coma: 4.4.1
Aspectos generales. 4.4.2 Combinación de la coma con otros signos
ortográficos. 5. Argumentación jurídica: 5.1 Argumento de autoridad.
5.2 Argumento analógico. 5.3 Argumento sistemático. 5.4 Argumento de
equidad o equitativo. 5.5 Argumento a fortiori. 5.6 Argumento a
contrario. 5.7 Argumento teleológico. 5.8 Los vicios en la argumentación.
6. Conclusiones y recomendaciones. 7. Referencias consultadas.
1
Esta ponencia procede de un trabajo más extenso, del que se han extraído algunas partes: García
Fong, Gustavo (2017). Fallos con calidad: Análisis lingüístico, lógico, argumentativo e
interpretativo de sentencias de juzgados del ramo civil en el Organismo Judicial de
Guatemala. Guatemala: Asociación de Investigación y Estudios Sociales –Asies- y Fundación
Konrad Adenauer.
- 104 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Introducción
El acceso a la justicia constituye un pilar fundamental en todo
Estado de derecho. Cuando el derecho de acceso a la justicia no es una
realidad palpable en un determinado Estado, los ciudadanos ven reducidas
las posibilidades de hacerse escuchar, ejercitar sus derechos o solicitar la
rendición de cuentas de quienes, de conformidad con la legislación, les
corresponde la toma de decisiones en el marco institucional.
Por lo tanto, destaca la importancia de que administradores y
operadores de justicia cuenten con las competencias que les permitan un
apropiado uso del lenguaje, tanto en el plano coloquial como técnico y
contar con conocimientos de lógica, argumentación e interpretación
jurídica, a efecto de que esas capacidades se traduzcan en fallos que
apliquen la justicia en los diversos casos sometidos a su jurisdicción y las
sentencias sean redactadas en términos claros y precisos, asequibles no
solo a los expertos en la materia, sino también a los ciudadanos que
acuden al órgano jurisdiccional en demanda de justicia.
Al respecto, el director de la Real Academia Española –RAE-
Santiago Muñoz Machado, en una entrevista al diario El País (2017),
cuando fungía como secretario de la corporación, ha dicho respecto al
apropiado uso del lenguaje jurídico, que:
La batalla por un lenguaje jurídico claro abarca 25 siglos. El
Derecho Romano ya fijó el principio de que “las leyes deben
ser comprensibles por todos” (Leges intellegi ab omnibus
debent). Esta estela latina fue continuada, entre otros, por
Alfonso X El Sabio en sus Partidas, por Montesquieu en El
espíritu de las leyes (1747) y, más recientemente, por los
programas de calidad legislativa de la Unión Europea. Sin
embargo, el español legal sigue aquejado de hermetismo.
- 105 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
En tal virtud se estimó necesario investigar con qué alcances se
manifiestan dichos criterios en las resoluciones judiciales de los tribunales
de la ciudad de Guatemala en el ramo civil, a efecto de que en las sentencias
no se vea afectado el derecho de las partes de acceso a la justicia y de
dirimir una controversia en particular, pues se considera que si los fallos
reflejan criterios lingüísticos correctos, la lógica bien estructurada, los
argumentos debidamente planteados y una adecuada interpretación del
derecho, tal situación se traducirá en resaltar la eficiencia y eficacia de la
administración de justicia en el país.
Conforme a lo anterior, es indispensable establecer la forma y
características tenidas en cuenta para la elaboración de los fallos de los
tribunales del área civil, según los criterios lingüísticos, lógicos,
argumentativos e interpretativos utilizados en gestiones del despacho
judicial exitosas.
Para tal efecto se planteó el siguiente objetivo general de la presente
investigación: Establecer el nivel de calidad lingüística, técnica, lógica,
argumentativa e interpretativa utilizada en la redacción de las sentencias
en los tribunales del ramo civil del organismo judicial de Guatemala.
Los objetivos específicos fueron: Determinar las fortalezas y las
debilidades en los aspectos lingüísticos, técnicos, lógicos, argumentativos
e interpretativos en los fallos judiciales del área civil e identificar las
necesidades de capacitación y formación de competencias para
administradores y operadores de justicia en materia de redacción de
resoluciones judiciales.
En cuanto a los aspectos de tipo metodológico, se compiló
información documental e institucional, conformando un corpus con las
sentencias judiciales del ramo civil (entendidas como la declaración de un
- 106 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
juicio que contiene la resolución del juez), provenientes de los fallos de
primera instancia.
1. Breve fundamentación teórica
El filósofo del derecho especializado en lógica, Georges Kalinowsky
ha expresado de una forma concisa y no por ello menos profunda: “es
evidente que todo término jurídico es o se manifiesta a través de una
expresión lingüística” (Kalinowsky, 1973, p. xiv). Este reconocimiento de
la realidad lingüística del derecho implica ratificar que el mismo precisa
de un determinado lenguaje para su formulación, como herramienta
necesaria de expresión y que posibilita el conocimiento y la comunicación.
Desde el momento en que el derecho entra a formar parte de las
dinámicas sociales, la lingüística ha volcado su interés en el quehacer del
derecho, con las contribuciones de la sociología, la historia y la psicología,
ha ratificado la necesidad de que para entender a la sociedad de forma
integral, es importante atender al conjunto de normas y resoluciones que
implican orden para la vida humana asociada, de lo que deriva entender
al derecho como una ciencia, tanto normativa, como prescriptiva de
acciones o comportamientos y como un sistema de comunicación entre las
personas, en especial en lo referente a las diversas formas de relaciones
que pueden ocurrir en las diversas culturas (Lévi-Strauss, 1987).
De acuerdo con el Diccionario de la lengua española, el lenguaje se
define en su primera acepción, como el “conjunto de sonidos articulados
con que el hombre manifiesta lo que piensa o siente” (Real Academia
Española, 2014). Una de las tareas más arduas en el ámbito lingüístico
radica en determinar qué criterio o criterios deben utilizarse para denominar
a una cosa u objeto de una manera concreta y no de otra. Por ello se afirma
- 107 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
que el lenguaje es un conjunto de “usos” lingüísticos y el significado de
una palabra lo determina su uso y dicho uso posee determinadas “reglas”.
El contenido de la Carta de Derechos de las Personas ante la
Justicia en el Ámbito Judicial Iberoamericano2, guarda relación con esta
investigación en varios sentidos; uno de ellos está en el segundo
considerando, cuando indica: “que todas las personas tienen derecho a
recibir una protección adecuada de los órganos jurisdiccionales al (sic)
objeto de asegurar que comprenden el significado y trascendencia
jurídica de las actuaciones procesales en las que intervengan por
cualquier causa”. (El paréntesis y la negrilla son propios).
Más adelante indica la Carta en el punto n.° 1: “La presente carta
resulta de aplicación a todas aquellas personas que requieran el servicio de
administración de justicia en el ámbito iberoamericano”. Y también en el
epígrafe titulado “Una justicia moderna y accesible a todas las personas”,
subtítulo “Una justicia comprensible”, puntos del 6 al 9 establece:
6. Todas las personas tienen derecho a que los actos de
comunicación contengan términos sencillos y comprensibles,
evitándose el uso de elementos intimidatorios innecesarios.
2
Luego de la celebración de la VII Cumbre Iberoamericana de Presidentes de Cortes Supremas y
Tribunales Supremos de Justicia (Cumbre Judicial Iberoamericana, 2002), en la ciudad de
Cancún, Estado de Quintana Roo, México, que contó con la presencia de representantes de 22
países de América Latina, se produjo la declaración de la Carta de Derechos de las Personas
ante la Justicia en el Ámbito Judicial Iberoamericano cuyo fin es contribuir al respeto y
observancia de los derechos de las personas frente a la administración de justicia. Los
principios contenidos en la Carta son: una justicia moderna y accesible a todas las personas,
sin discriminación alguna (transparente, comprensible, atenta a las personas, responsable ante
el ciudadano, ágil y tecnológicamente avanzada); una justicia dirigida a la protección de los
segmentos más vulnerables de la población (las víctimas, los miembros de pueblos
originarios, la niñez y adolescencia, las personas en situación de discapacidad, etc.).
- 108 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
7. Todas las personas tienen derecho a que en las vistas y
comparecencias se utilice un lenguaje que, respetando las
exigencias técnicas necesarias, resulte comprensible para
todos los que no sean especialistas en derecho. Los jueces y
magistrados que dirijan los actos procesales velarán por la
salvaguardia de este derecho. 8. Todas las personas tienen
derecho a que las sentencias y demás resoluciones judiciales
se redacten de tal forma que sean comprensibles por sus
destinatarios, empleando una sintaxis y estructura
sencillas, sin perjuicio de su rigor técnico. Se deberá facilitar
especialmente el ejercicio de estos derechos en aquellos
procedimientos en los que no sea obligatoria la intervención
de abogado. 9. Todas las personas tienen derecho a disponer
gratuitamente de los formularios necesarios para el ejercicio
de sus derechos ante los tribunales cuando no sea preceptiva
la intervención de abogado.
De las sentencias que se analizaron, se presentan a continuación los
siguientes hallazgos.
1. Cuestiones de sintáctica
Se entiende por análisis sintáctico a la manera en que las palabras se
combinan y se disponen linealmente, así como el de los grupos que
forman (Real Academia Española y Asociación de Academias de la
Lengua Española, 2011).
1.1 Redundancia en oraciones
En los fallos de divorcio, tanto voluntarios como ordinarios se
aprecia como una costumbre reiterada el uso de la expresión “el vínculo
- 109 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
conyugal que los une”, como aparece en el párrafo que a continuación se
cita:
RESUMEN DE LOS HECHOS CONTENIDOS EN LA SOLICITUD
DE DIVORCIO. El siete de junio de dos mil once comparecieron
(..........) y (. ........ ) solicitando que en sentencia de divorcio voluntario
se declare disuelto el vínculo conyugal que los une”. (Las itálicas y
negrillas son propias).
Al respecto, el Diccionario de la Lengua Española –DLE- (2014)
indica en su primera acepción lo que debe entenderse por “vínculo”:
“Unión o atadura de una persona o cosa con otra”. En tal sentido la oración
pudo haberse redactado así:
“...solicitando que en sentencia de divorcio voluntario se declare
disuelto el vínculo conyugal”.
1.2 Sobre la expresión “menaje de casa”
En cuanto al uso correcto de la expresión “menaje de la casa”, en
una única sentencia se encontró la siguiente expresión que, inicialmente,
se pensó en atribuir a un error mecanográfico, pero luego esta se volvió a
consignar de la misma manera, y no tuvo ningún tipo de aclaración
posterior, por lo que se estimó necesario hacer las consideraciones
correspondientes. Dice la parte conducente:
“DEL MENSAJE DE LA CASA. La señora (..........) conserva la
totalidad del mensaje del hogar conyugal”.
- 110 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
En este caso, se asume que el juez hace referencia al “menaje” de la
casa. En tal sentido, el DLE (2014) entiende por menaje: “Conjunto de
muebles y accesorios de una casa”. Esta palabra, proveniente del galicismo
ménage, cuenta con amplio arraigo, tanto en el español coloquial, como en
el jurídico y tiene idéntica significación en el campo del derecho, al igual
que en el uso cotidiano. Tampoco puede descartarse que esta situación
obedezca a una corrección automática de la computadora utilizada para la
redacción del fallo, y la palabra “menaje” no se encuentre registrada en el
diccionario electrónico de dicha computadora, acudiendo a una expresión
similar.
3.3 Sobre el uso correcto de la palabra “cónyuge”
Se encontró también la siguiente oración:
“PENSION (sic) ALIMENTICIA PARA LA CONYUGUE (sic): ...”
Aquí es necesario indicar que la palabra “conyugue” no existe en el
DLE y tampoco en otro diccionario del idioma español. En cambio, el
DLE sí contiene la siguiente expresión en una única acepción relacionada
con lo que se analiza: “Cónyuge: persona unida a otra en matrimonio”. Se
trata de un nombre o término que se aplica a ambos sexos.
Desde tiempos pasados, en las facultades de Derecho o de Ciencias
Jurídicas y Sociales de las universidades del país en el curso de Derecho
Civil I o de Derecho de Familia, que se ocupaba del estudio de las personas y
de la familia, los profesores se encargaban de explicar el sentido, escritura
y pronunciación correctos de la palabra “cónyuge”, indicando (una y otra
vez) que resultaba incorrecto escribir y pronunciar “cónyugue”. Se
desconoce el enfoque actual de este proceso de enseñanza-aprendizaje,
- 111 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
pero no es poco frecuente, en la práctica, escuchar la pronunciación de
la palabra “cónyugue” y, probablemente también su escritura incorrecta.
3.4 Errores mecanográficos
Sobre este particular, se estima que dichos errores serían subsanables
mediante una lectura general de la sentencia, una vez concluida su
redacción y previo a su firma. Este tipo de errores fueron encontrados en
varias sentencias. Como ejemplo, se transcribe el siguiente párrafo,
extractado de la parte referente a los hechos contenidos en el escrito de
demanda:
“...en consecuencia comparece a promover juicio ejecutivo en su
contra para requerir de pago en concepto de pensión alimenticia
correspondientes a los meses de...” (La itálica y negrilla es propia).
Lo correcto era anotar la palabra “correspondiente”. Al parecer,
quien redactó la sentencia no se percató que se consignó una letra “s” de
más.
Luego aparece otro párrafo donde lo que se echa en falta es la
preposición “de”:
“...del mes de junio de dos mil once le debe un remanente (sic)
trescientos quetzales...”
Lo correcto sería:
- 112 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
“...del mes de junio de dos mil once le debe un remanente de trescientos
quetzales...”
Finalmente, en el segundo considerando de una sentencia se repite
el mismo problema en el siguiente párrafo:
“...y siendo que al ejecutado le fue legalmente notificado y requerido
de pago, asimismo se decreto (sic) medida precautoria de embargo de
(sic) sobre el salario que percibe el ejecutado en...” (Las itálicas y las
negrillas son propias).
En este párrafo destaca el uso incorrecto del pronombre personal
“le”, que no tiene razón de ser en la oración, habiendo sido suficiente
indicar:
“...y siendo que el ejecutado fue legalmente notificado...”
En este caso se ha sustituido la contracción “al” por el artículo “el”.
Llama también la atención el uso innecesario de la preposición “de”. Pudo
haberse escrito:
“...y siendo que el ejecutado fue legalmente notificado y requerido de
pago, también se decretó la medida precautoria de embargo sobre el
salario que percibe en...”
- 113 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
3.5 Cacofonías
A este tipo de disonancias producto de la inarmónica combinación
de los elementos acústicos en vocablos o expresiones, el DLE (2014),
llama “cacofonía”. A continuación se cita un ejemplo:
“Indicó que como médico tratante de su caso le recomendó que era
necesario eliminar el cartílago innecesario de sus fosas nasales y
retocar estéticamente su nariz;...”. (Las itálicas y negrillas son propias).
En ese orden de ideas habría sido recomendable reemplazar la
palabra “necesario” por otra para evitar esa impresión, siempre y cuando
la palabra a utilizar trasmitiera, con la mayor calidad posible, la idea que
se tuvo en mente. Por ejemplo, algún sinónimo que cumpla ese fin:
importante, indispensable, ineludible, etc.
3.6 Recurrencias léxicas
Se detectaron algunos casos de recurrencias léxicas en varias
sentencias. De acuerdo al DLE (2014) esto significa: “calidad de recurrente”
y “recurrente”: “que vuelve a ocurrir o a aparecer, especialmente después
de un intervalo”. La situación puede apreciarse en el siguiente ejemplo:
“III. a) El menor (. ........ ) que (sic) quedará confiado al cuidado de su
madre (..........) pudiendo el padre (. ........ ), relacionarse con su menor
hijo los días (sic) domingos de ocho de la mañana a siete de la noche,
pudiendo el padre recogerlo...”. (Las itálicas y negrillas son propias).
- 114 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Lo anterior pudo solventarse acudiendo al uso de sinónimos u otra
construcción sintáctica, por ejemplo:
“III. a) El menor (..........) quedará al cuidado de su madre (. ........ ),
pudiendo el padre (. ........ ), relacionarse con su hijo los domingos, de
ocho de la mañana a siete de la noche y lo recogerá en. .. ”.
Otro ejemplo de recurrencia léxica encontrado:
“V. Al estar firme la presente sentencia extiéndase las certificaciones
que en el presente y futuro soliciten las partes”. (Las itálicas y negrillas
son propias”.
Tal situación pudo haberse resuelto con el empleo de algún sinónimo
de la palabra “presente” o utilizando otra redacción:
“V. Al estar firme esta sentencia extiéndase las certificaciones que
soliciten las partes”.
4. Asuntos ortográficos
Continuando con el análisis de las sentencias, corresponde ahora
atender al aspecto ortográfico de las mismas. Se iniciará con lo que de
acuerdo con la RAE y la ASALE (2012) se considera como ortografía:
Es el conjunto de normas que regulan la correcta escritura de
una lengua. Se denomina también así la disciplina lingüística
que se ocupa de describir el funcionamiento del sistema
- 115 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
ortográfico, de fijar sus normas y de efectuar las modificaciones
necesarias para la mejor adecuación a sus fines.
La función esencial de la ortografía es facilitar y garantizar
la comunicación escrita entre los usuarios de una lengua
mediante el establecimiento de un código común para su
representación gráfica. Cumple, además, un papel esencial
como factor de unidad lingüística, pues impone una
representación gráfica uniforme y compartida por encima de
las variantes de pronunciación que puedan existir debido a
factores geográficos, socioculturales e incluso individuales.
La ortografía se concreta en un conjunto de normas que
deben ser respetadas por todos los hablantes que deseen
escribir con corrección. Su incumplimiento da lugar a las
comúnmente denominadas faltas de ortografía. El
conocimiento de las normas ortográficas es condición
necesaria para el completo desarrollo del individuo, ya
que es indisociable de la adquisición de las destrezas
básicas de la lectura y la escritura. Es la propia sociedad la
que recompensa a quienes dominan la ortografía con una
buena imagen social y profesional y, en sentido contrario, la
que sanciona a las personas que muestran una ortografía
deficiente con valoraciones que afectan a su imagen y pueden
restringir su promoción académica y profesional”. (RAE y
ASALE, 2012, XXI). (La negrilla es propia).
4.1 Aspectos generales
En las sentencias analizadas se advirtió un excesivo e incorrecto uso
de mayúsculas. En tal sentido, vendría bien recordar lo que indica la RAE
- 116 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
y el Consejo General del Poder Judicial de España (2017), al describir
cuales no son funciones de la mayúscula:
A. Señalar la relevancia. La mayúscula se ha empleado en
ocasiones en el pasado para marcar en la palabra el respeto o
relevancia otorgados social o individualmente a determinada
personas o realidades: papa, rey, misa, patria, bandera...
También se ha empleado para destacar conceptos considerados
relevantes en determinados ámbitos o contextos: humanidad,
naturaleza, derecho... Dado que se trata de nombres comunes
y su aplicación es subjetiva, se recomienda prescindir del uso
de la mayúscula en estos casos, o, al menos, restringirlo al
máximo.
B. Distinguir significados. Tampoco debe utilizarse la
mayúscula para distinguir sentidos diferentes en palabras con
varios significados. Solo cuando un sustantivo que cuenta con
varias acepciones se emplea para designar una entidad
institucional debe escribirse con inicial mayúscula, como
sucede con Estado, Gobierno, Iglesia o Parlamento. Los textos
jurídicos cuentan con una gran profusión de este tipo de
mayúsculas no justificadas que, en muchas ocasiones,
responden a la perpetuación de usos y fórmulas no acordes
con la norma actual o que incluso la contravienen. Por ello,
se debe poner especial cuidado en evitarlas”. (RAE y Consejo
General del Poder Judicial, 2017, p. 149).
En las sentencias analizadas se advirtió el uso excesivo de
mayúsculas, no solo en los encabezados, sino en los diversos párrafos que
las componen (utilizando mayúsculas iniciales donde no es necesario, por
ejemplo). Luego de haber revisado y analizado todos los fallos, puede
- 117 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
sugerirse a los juzgados de primera instancia del ramo civil y mercantil y
del ramo de familia, que el uso de encabezados, títulos, subtítulos,
nombres o expresiones por resaltar, escritos con mayúscula de principio a
fin, se circunscriba a:
• Tipo de proceso (incluye el número de identificación, oficial y
notificador a cargo);
• Nombres de las partes y otros interesados;
• Los títulos o subtítulos que sean necesarios y que convenga
resaltar para alcanzar una mayor claridad y precisión en la
redacción, por ejemplo: RESUMEN DE LOS HECHOS
CONTENIDOS EN LA DEMANDA, CONSIDERANDOS,
CITA DE LEYES (excluyendo la palabra “artículos”), POR
TANTO (o parte resolutiva), los pronunciamientos respecto a si
la demanda es declarada con lugar o sin lugar: DECLARA: CON
LUGAR / SIN LUGAR...
En cuanto al resto del texto forense, no es necesario escribir con
mayúsculas de principio a fin otras palabras y circunscribir el uso de la
inicial mayúscula únicamente a los casos donde, de acuerdo con la
normativa ortográfica vigente sea necesario utilizarlas. Lo anterior va en
la línea de lo establecido por la RAE y el Consejo General del Poder
Judicial de España (2017), donde bajo el epígrafe 11.5 LA MAYÚSCULA
PARA FAVORECER LA LEGIBILIDAD, indica:
Las mayúsculas favorecen la visibilidad y la lectura de textos
cortos, por lo que habitualmente se escriben de esa forma
palabras, frases e incluso textos completos en inscripciones,
- 118 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
carteles, letreros, paneles informativos, títulos, etc. Así, suelen
escribirse enteramente con mayúsculas:
• ...En textos jurídicos y administrativos, los verbos que expresan
la finalidad del escrito o que introducen como encabezamiento
cada una de sus partes fundamentales, a fin de favorecer su rápida
lectura: CERTIFICA, EXPONE, SOLICITA, CONSIDERANDO,
VISTO.
• Los términos con los que se alude de forma breve y repetida a las
diversas partes que se citan como intervinientes en documentos
jurídicos o administrativos: D José Pérez García, en adelante,
el DEMANDANTE...
• Advertencia: no es correcto escribir estas voces únicamente con
mayúscula inicial: en adelante, el Demandante...
• Los numerales que encabezan los antecedentes y fundamentos
de las sentencias: SEGUNDO. Que en su escrito de demanda...”
(RAE y Consejo General del Poder Judicial, 2017, p. 162). (Las
negrillas y las itálicas están en el original).
Por ejemplo, en el siguiente párrafo, recurrente en la mayoría de
resoluciones examinadas:
“Se trae a la vista para dictar SENTENCIA (sic) en las diligencias
voluntarias de Divorcio, (sic) promovido por...”. (Las itálicas y las
negrillas son propias).
- 119 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Aquí puede notarse que la palabra “SENTENCIA”, no tendría por
qué escribirse con mayúsculas y si se hizo para “señalar la relevancia” del
fallo; no hay que olvidar que la misma se mantiene por el simple hecho del
tipo de resolución judicial que es, por sí misma, sin necesidad de escribir
su nombre todo en mayúsculas. Lo mismo puede decirse del sustantivo
“divorcio”, que tampoco debería escribirse con la “d” mayúscula.
Más adelante se repite la misma situación, en unas líneas más abajo
del párrafo ya citado:
“...promovido por (..........) y (. ........ ), ambos son de éste (sic) domicilio;
El (sic) primero actúa bajo la Dirección (sic) y Procuración (sic) de la
abogada (. ........ ) y el segundo bajo la Dirección (sic) y Procuración
(sic) del abogado (. ........ )”. (Las itálicas y las negrillas son propias).
De lo resaltado en el ejemplo, no tuvo que escribirse con mayúscula
“el”, “dirección” ni “procuración”.
4.2 Acentuación de las mayúsculas
Otro aspecto importante a destacar es el relacionado con la
acentuación de las mayúsculas. No hay que olvidar que, de acuerdo a la
RAE y ASALE (2017) “Las reglas de uso de la tilde y la diéresis se aplican
a todas las palabras también cuando están escritas con mayúscula: Álvaro,
LEÓN, ANTIGÜEDAD”. (RAE y Consejo General del Poder Judicial,
2017, p. 148).
La razón por la que en el pasado no se acentuaban las mayúsculas
puede obedecer a que las antiguas máquinas de escribir no permitían tal
posibilidad, circunstancia que favoreció la creencia de que no era necesario
- 120 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
acentuarlas. Luego, a partir de 1990 cuando comenzó a extenderse el uso
de los ordenadores o computadoras a mayor escala, desapareció la
dificultad técnica que favoreció aquella circunstancia, retomándose la
obligación de tildar o acentuar las mayúsculas. A continuación se citan
dos ejemplos donde puede apreciarse lo anterior:
“I. CON LUGAR la solicitud de DIVORCIO POR MUTUO
CONSENTIMIENTO (sic) presentada en la VIA (sic) VOLUNTARIA
(sic) por los señores (..........) y (. ) como consecuencia se declara
DISUELTO EL VINCULO (sic) CONYUGAL que los une (sic),
dejándolos en libertad de contraer nuevas nupcias. ” (Las itálicas y
las negrillas son propias).
En el ejemplo citado puede apreciarse que no debió escribirse toda
con mayúsculas la construcción “divorcio por mutuo consentimiento” ni la
frase “vía voluntaria, donde además la palabra “vía” tuvo que agregársele
la tilde a la “í” (tanto si se escribe con mayúscula como con minúscula).
Lo mismo se aplica para la oración “disuelto el vínculo conyugal” (sin
mayúsculas y con tilde en la “í” en la palabra “vínculo”).
4.3 Uso incorrecto de comillas
Otro asunto relacionado con la ortografía, de gran importancia en el
discurso forense es el que se refiere al uso de otros signos de puntuación,
tales como las comillas. De acuerdo con el Libro de estilo de la justicia
(2017), las comillas “son un signo doble cuya función principal es
enmarcar la reproducción de palabras que corresponden a alguien distinto
del emisor del mensaje” (Libro de estilo de la justicia, 2017, p. 140).
- 121 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
También es importante aclarar que: “En español se emplean tres tipos
de comillas: las angulares, también llamadas latinas o españolas (« »), las
inglesas (“ ”) y las simples (‘ ’). En los textos impresos se recomienda
utilizar en primera instancia las comillas angulares, reservando los otros
tipos para cuando deban entrecomillarse partes de un texto ya
entrecomillado. En este caso, las comillas simples se emplearán en último
lugar” (Libro de estilo de la justicia, 2017, p. 140). Por ejemplo: «El jefe
indicó: “todo el equipo se reunirá esta tarde ‘con puntualidad británica’, a
partir de las tres”».
Entre los principales usos que se da a las comillas, siguiendo la
publicación antes citada, está el de servir para enmarcar citas, por ejemplo:
«El Estado de Guatemala se organiza para proteger a la persona y a la
familia; su fin supremo es la realización del bien común», dice el artículo
1º. de la Constitución Política de la República de Guatemala.
También se utilizan las comillas para señalar el carácter especial de
una palabra. En ese sentido, las comillas se pueden usar para destacar que
una palabra o expresión resulta impropia o vulgar; proviene de otro idioma
o se utiliza con ironía o con un sentido especial, por ejemplo: parece que
en Guatemala la política ha dejado de ser un buen «negocio».
Es importante aclarar que, al igual que se comentó en este estudio
respecto a la acentuación de las mayúsculas, puede suceder que los teclados
de las computadores u ordenadores no tengan a la vista la posibilidad de
acceder a las comillas españolas, razón por la cual el difundido uso que se
les ha dado a las comillas inglesas para destacar una cita textual puede
entenderse y no significa precisamente una incorrección.
En los fallos que se analizaron se observó que, en su gran mayoría,
utilizan citas textuales de artículos de códigos y en tales casos las citas no
se encierran entre comillas.
- 122 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
4.4 Uso de la coma
4.4.1 Aspectos generales
En general, la coma (RAE, 2012) delimita ciertos tipos de oraciones,
por ejemplo: Aunque no te agrade, tendrás que tomar la medicina. Y
algunos grupos sintácticos, por ejemplo: Marcos, el administrativo, no ha
venido hoy.
Sus principales usos son para delimitar incisos (oraciones
subordinadas adjetivas explicativas, construcciones absolutas,
comentarios. Ejemplos:
“Valentín Suárez, experto en semiótica, disertará esta tarde”. “La
casa, que está al fondo del vecindario, es una mansión”.
También se utiliza para separar interjecciones y locuciones
interjectivas, por ejemplo: “Bah, no te agobies”.
Se usa también ante apéndices confirmativos, por ejemplo: ¿verdad?,
¿eh? Confías en mí, ¿no?
Para aislar vocativos: Luis, cierra la puerta; A ver, tú, cállate.
Para separar marcadores del discurso (esto es, o sea, por ejemplo...;
además; asimismo...; sin embargo, por el contrario...; así pues, por lo
tanto...; en primer lugar...): “Se ha llevado todo. O sea, no piensa volver”.
Para delimitar unidades coordinadas:
- 123 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Elementos de enumeraciones no unidos por y, e, ni o por o, u:
“Acudieron a la reunión abuelos, padres, hijos, etc.”
En coordinaciones introducidas por “así como”: “Era famoso por su
voz, así como por su forma de actuar”.
Ante las conjunciones adversativas “pero, más, aunque, sino...”:
“Hazlo si quieres, pero luego no digas que no te lo advertí”; “No lo hizo
porque le gustara, sino porque era su deber”.
4.4.2 Combinación de la coma con otros signos ortográficos
La coma puede aparecer tras los puntos suspensivos (nunca delante
de ellos) cuando estos no cierran el enunciado, o tras el punto de una
abreviatura; también, combinada con los signos de interrogación o de
exclamación (delante del de apertura, y con un espacio en medio, o tras el
de cierre y pegado a él). Asimismo, puede aparecer la coma después del
signo de cierre de los paréntesis, los corchetes, la raya y las comillas
cuando tras ellos continúa el enunciado:
“Buenas noches”, dijo muy circunspecto al entrar en la habitación.
¿Quieren saberlo?, pues pregúntenmelo.
De las sentencias que fueron analizadas, se citará el siguiente ejemplo
donde fue evidente la inexistencia del uso de la coma y, a continuación, se
presenta el párrafo o párrafos citados con la ubicación de la coma de
manera adecuada:
El caso procede del primer considerando de una sentencia de un
juicio oral de extinción de pensión alimenticia:
- 124 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
“IV) En el caso de estudio el señor (. ) demanda (sic) a su hija
(. ) la extinción de la Pensión (sic) alimenticia fijada a su favor,
argumentando que (sic): a) Que por medio de juicio oral de alimentos
número dos mil tres guión (sic) cinco mil ochocientos dieciséis a
cargo del oficial primero en el juzgado (sic) primero (sic) de primera
(sic) instancia (sic) de familia (sic) de este departamento (sic) quedó
obligado a proporcionar alimentos a favor de sus hijos. y en dicho
proceso se dictó sentencia en primera instancia y en la cual se obligo
(sic) a pasar una pensión alimenticia de ochocientos quetzales a razón
de ciento sesenta quetzales por cada menor”. (Las itálicas y negrillas
son propias).
Como puede apreciarse, se omitieron algunas comas, las que ubicadas
en el lugar que corresponde, sin duda habrían contribuido a que el párrafo
tenga más claridad y sea más entendible. A continuación se transcribe de
nueva cuenta el párrafo, anotando las comas que se consideraron
oportunas, incluyendo otras correcciones de tipo ortográfico:
“IV) En el caso de estudio, el señor (……….) demandó a su hija
(..........) la extinción de la pensión alimenticia fijada a su favor,
argumentando: a) Que por medio de juicio oral de alimentos número
dos mil tres guion cinco mil ochocientos dieciséis, a cargo del oficial
primero en el Juzgado Primero de Primera Instancia de Familia de
este departamento, quedó obligado a proporcionar alimentos a favor de
sus hijos... y en dicho proceso se dictó sentencia en primera instancia,
en la cual se obligó a pasar una pensión alimenticia de ochocientos
quetzales, a razón de ciento sesenta quetzales por cada menor”.
- 125 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
5. Argumentación jurídica
De acuerdo con la autora Meza Fonseca (s/a, s/p), puede entenderse
por argumentación jurídica a “aquel tipo de razonamiento que se formula
en alguno de los niveles en que se utilizan normas del derecho y en los
cuales sea necesario convencer”.
Respecto a las clases o especies de argumentación y, siguiendo a la
misma autora, pueden mencionarse que:
La argumentación relacionada con la producción y promulgación de
normas jurídicas, distinguiéndolas, a su vez, de las argumentaciones que
se producen en una etapa prelegislativa y las que se producen en la etapa
legislativa propiamente dicha. Las primeras surgen con ocasión del
aparecimiento de una determinada problemática social, cuya solución
podría llegar a ser factible, mediante la consideración y aplicación de una
medida legislativa. En dicho caso, la argumentación figura en los debates
legislativos, actas de sesiones y, posteriormente, en la exposición de
motivos que antecede al texto de una determinada ley. En cuanto a la etapa
legislativa propiamente dicha, la argumentación se encuentra en los
aspectos puramente técnicos y jurídicos de redacción de las normas, las
que adquieren una mayor preponderancia.
Un segundo ámbito donde se producen argumentos jurídicos, es el de
la aplicación de las normas a un determinado caso concreto, distinguiendo
entre la argumentación que se refiere a los hechos, o bien al derecho;
entonces, la argumentación jurídica dominante se centra en los casos con
mayor dificultad relativos a las reglas o métodos de interpretación del
derecho y que se plantean día con día en los tribunales de justicia del país.
- 126 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Y un tercer ámbito donde también se producen argumentos jurídicos,
es el de la dogmática jurídica, donde es dable identificar tres funciones:
1) Suministrar directrices para la producción de criterios en las diversas
instancias en que la situación tiene lugar; 2) Suministrar criterios para la
aplicación del derecho; y 3) Ordenar y sistematizar a un determinado
sector del ordenamiento jurídico.
Las diversas teorías de la argumentación jurídica se ocupan también
de las argumentaciones que desarrolla la dogmática en el cumplimiento del
segundo de los ámbitos ya descritos: de lo que se trata es de proporcionar
a los órganos legislativo y jurisdiccional criterios —argumentos—
encaminados a facilitar la adopción de una decisión jurídica, que consiste
en la aplicación de una norma a un caso concreto.
Dichos argumentos son: el argumento de autoridad, el argumento
analógico, el argumento sistemático, el argumento de equidad o equitativo,
el argumento a fortiori, el argumento a contrario, el argumento teleológico,
y en general, también lo relacionado con los vicios de la argumentación.
5.1 Argumento de autoridad
La magistrada mexicana Meza Fonseca (2006), indica al respecto
“Mediante el argumento de autoridad se reconoce a la cita de la
jurisprudencia y de la doctrina para reafirmar o reforzar las razones que se
dan para sostener una tesis” (Meza Fonseca, 2006, p. 94).
En los fallos que se tuvo la oportunidad de analizar, no se observó
en la mayoría de ellos referencia alguna a aspectos tipo doctrinal. Es
únicamente en dos sentencias, donde se citan autores reconocidos en
materia civil, un autor nacional (Rubén Contreras Ortiz) y dos autores
españoles (Luis Díez-Picaso y Ponce de León y Juan Montero Aroca).
- 127 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
5.2 Argumento analógico
La “analogía jurídica” supone que entre hechos o situaciones
jurídicas puede existir semejanza y se refiere a la operación realizada por
quien interpreta la ley (en este caso, el juez), para aplicar a un caso, no
previsto por el ordenamiento jurídico, las normas jurídicas que van a regir
casos similares.
En el ámbito de la práctica no se detectó la presencia de este
argumento, dado que en todos los casos que fueron analizados, existe una
o varias normas en el ordenamiento jurídico vigente del ámbito civil que
regula la resolución de las controversias suscitadas.
5.3 Argumento sistemático
Interpretar de manera sistemática una norma jurídica implica
reconocer que dicha regla no está aislada del orden jurídico en general, ya
que la misma guarda relación con otros preceptos legales. En suma, el
argumento sistemático es el razonamiento que se fundamenta en que la
norma jurídica aplicada al caso concreto forma parte de un sistema de
normas unidas o interrelacionadas y que le dan justificación a su
aplicación.
En las sentencias que se analizaron se advirtió la presencia de este
argumento, particularmente en los juicios ordinarios de propiedad y en los
sumarios (de desocupación y de amparo de posesión o de tenencia), donde
se hace uso de las normas jurídicas, según la famosa pirámide kelseniana,
citando convenios internacionales en materia de derechos humanos, la
Constitución Política de la República, el Código Civil y el Código Procesal
Civil y Mercantil, en los artículos relacionados con esta temática.
- 128 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
También, pudo notarse que en un juicio ejecutivo se cita la
Constitución de la República, el Código Civil y el Código Procesal Civil y
Mercantil. En dos casos, uno relacionado con un juicio oral de fijación de
pensión alimenticia, se cita la Convención sobre los Derechos del Niño,
la Constitución Política de la República y el Código Civil y, en otro juicio
oral de relaciones familiares, se cita la ya referida Convención sobre los
Derechos del Niño y el Código Civil.
En el resto de procesos y sus sentencias, se limitan a resolver la
controversia citando, a lo sumo, un par de artículos del mismo código
(generalmente del Código Civil). Se estima que en todos o, al menos, en
una gran mayoría de casos, pudo haberse utilizado el argumento
sistemático para fundamentar las resoluciones.
5.4 Argumento de equidad o equitativo
Desde el punto de vista histórico este concepto se remonta al filósofo
griego Aristóteles (1997) cuando expresa que la epiqueya es la adaptación
prudente de la ley general, con el fin de aplicarla a un caso en particular,
siendo en ese sentido, una forma de justicia. La definición aristotélica
trascendió las fronteras y el tiempo, siendo retomada por la escolástica,
donde la equidad fue considerada como una especie de correctivo para el
derecho, indispensable para que el mismo no se desvirtuara de sus
auténticos fines (la realización de la justicia, la procuración del bien
común, el mantenimiento de la seguridad jurídica, la continua referencia
a valores, etc.). La equidad implica un juicio atemperado y conveniente
que habrá de ejercitar el juez, dentro de los límites de la ley.
En el caso guatemalteco, la Ley del Organismo Judicial bajo el
epígrafe de “interpretación de la ley”, artículo 10, letra d, se reconoce la
función de la equidad en materia de interpretación del derecho. Finalmente,
- 129 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
no es factible, so pretexto de actuar con justicia, utilizar argumentos de
forma equitativa, desconociendo la norma que efectivamente resulta
aplicable a un caso, o bien darle un sentido diferente.
En las sentencias que resuelven los casos que fueron objeto de
análisis, pudo apreciarse un caso de un juicio voluntario de divorcio donde
se aplicó el argumento de equidad, cuando correspondía aprobar el
convenio de divorcio que, de conformidad con la ley, debe elaborarse de
común acuerdo por los interesados, que será resuelto por el juez en la
sentencia. En este caso, cuando se procuraba acordar los días y horas en
que el hijo de los promotores del divorcio podía relacionarse con su padre,
la situación fue analizada y resuelta conforme a las necesidades específicas
de la familia en cuestión, teniendo en cuenta aspectos referentes a las
circunstancias laborales de ambos padres, algunas de ellas relacionadas
con viajes al exterior, como también el contexto social y económico de la
familia, con la finalidad de que en el acuerdo se optara por la postura que
representara una mayor justicia para los intereses del menor y que fuera
también favorable para que los padres desempeñaran adecuadamente sus
roles y ejercieran sus derechos adecuadamente.
5.5 Argumento a fortiori
La expresión latina a fortiori, significa en castellano “con mayor
fuerza” o razón. En el campo del derecho, se traduce en que la solución
prevista para un caso específico, puede extenderse con mayor razón a
otro caso, el cual, en principio, no ha sido previsto. Algunos autores
consideran que existe similitud de este argumento con el analógico. La
finalidad de este argumento es su identificación con el “tanto más, cuanto
que”, expresión gramatical de un hecho de que una parte de lo que pueda
aducirse como prueba, viene a incorporarse a la otra, sobreabundando en
la afirmación. En otras palabras, también puede entenderse como tal a la
- 130 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
utilización de argumentos provistos de fuerza y razón, para reafirmar o
fundamentar otros argumentos.
En los fallos que se analizaron y por las materias que fueron objeto
de la controversia, no se advirtió el uso de estos argumentos, circunstancia
que no puede calificarse como negativa, pues se trató de materias y casos
concretos donde no llegó a requerirse el uso de este tipo de argumentos.
5.6 Argumento a contrario
La autora Emma Meza Fonseca, citando al autor Francisco Javier
Ezquiaga Ganuzas, indica que este argumento “se basa en la presunción
de que si el legislador ha regulado expresamente una hipótesis, entonces
esa regulación se refiere a esa hipótesis y solo a ella” (Meza Fonseca,
2006, p. 100).
Lo anterior hace recordar aquella famosa expresión latina: Ubi lex
non distinguit, nec nos distinguere debemus (Donde la ley no distingue,
nosotros no debemos distinguir).
En las sentencias analizadas no se encontraron casos donde resaltara
el uso de este argumento. Lo cual, al igual que en el caso anterior del
argumento a fortiori, tampoco puede calificarse como una falencia, dado
que los asuntos se resolvieron mediante la aplicación de las leyes
pertinentes, sin necesidad de recurrir a mayores lucubraciones.
5.7 Argumento teleológico
Este argumento destaca el espíritu y la finalidad que se tuvo en cuenta
para la creación de la normativa jurídica. Sobre la pregunta de cuál debe
ser el fin de la norma, tanto en la filosofía como en la teoría del derecho
- 131 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
se hace referencia a varios de ellos, los cuales resultan válidos: realizar
valores, destacar lo intrínseco o inmanente de la ley, las necesidades de la
sociedad, la evolución del derecho para resolver de una mejor forma los
conflictos y, por último, una posición con fundamento en la jurisprudencia
de intereses, es decir que el creador de la norma la identifica con un fin
práctico, es decir, teniendo en cuenta los intereses cuyo conflicto dicha
norma persigue dirimir.
En los fallos analizados, se considera que en las normas jurídicas
que se utilizaron para la resolución de las controversias planteadas, en la
mayoría de ellas subyacen aspectos relacionados con la finalidad de las
normas o teleológicos, el fin de la materia que regulan, el fin del derecho
y los fines de la sociedad, los cuales se refuerzan con la interpretación que
los juzgadores hicieron de ellas para aplicarlas a los casos concretos,
construyendo argumentos de este tipo.
Por ejemplo, en los juicios orales de alimentos, destaca el valor de
asegurar por medio de la aplicación del derecho, la existencia digna de la
infancia, en caso de que uno de los progenitores (generalmente el padre),
no cumpla con sus obligaciones.
En los casos de procesos ordinarios o voluntarios de divorcio, si bien
por diversas circunstancias el vínculo conyugal se disuelve, al menos le
interesa al derecho arribar a acuerdos respecto a garantizar el bienestar de
la prole, establecer en qué situación (generalmente económica) quedará la
madre y regular la forma en la que el padre se relacionará con sus hijos
(también con la consiguiente alusión a los aspectos económicos
necesarios).
En los juicios ordinarios de daños, de propiedad y en los sumarios
de desocupación, prima el valor de conservar la integridad de las personas
- 132 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
y de restituir las pérdidas en el patrimonio o las ganancias dejadas de
percibir, como también destaca el respeto al derecho de propiedad en
todas sus manifestaciones.
Finalmente, en los juicios ejecutivos, también lo relacionado con la
finalidad de las normas se hace notar, al momento en que el derecho
constituye un medio para exigir de manera coercitiva el cumplimiento de
una obligación que, por la propia voluntad del obligado no pudo ser una
realidad.
5.8 Los vicios en la argumentación
Se consideran vicios en la argumentación cuando un razonamiento
en general y, un razonamiento jurídico en particular, utiliza los argumentos
de forma incorrecta, acudiendo a las llamadas falacias. Una falacia, de
acuerdo al DLE (2014), en sus dos únicas acepciones es un: “Engaño,
fraude o mentira con que se intenta dañar a alguien”; o bien un “Hábito de
emplear falsedades en daño ajeno”
Manuel Atienza (1997), citando a Stephen Toulmin, enumera las
siguientes categorías, según que las mismas provengan:
1. De una falta de razones. Se refiere a la petición de principio, es
decir, cuando se dan razones cuyo significado equivale al de la
pretensión original. Dicho con otras palabras, cuando la
proposición por ser probada, se encuentra implícita o de manera
explícita entre las premisas.
2. De las razones irrelevantes. Cuando la prueba presentada y que
favorece a una pretensión no resulta directamente importante para
ella. Por ejemplo, argumentar contra una persona, utilizando el
- 133 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
argumento ad ignorantiam (llamada a la ignorancia), sosteniendo
la verdad (o falsedad) de la proposición, alegando que no existe
prueba de lo contrario o que el oponente resulta incapaz o se
niega a presentar pruebas convincentes de lo contrario y apelar a
otros argumentos, provenientes de la colectividad, por ejemplo.
3. De las razones defectuosas. Se produce cuando las razones que
apoyan una determinada pretensión son correctas. Sin embargo,
son inapropiadas para establecer la pretensión específica. Por
ejemplo, cuando se arriba a una conclusión con ejemplos
insuficientes o con ejemplos atípicos.
4. De suposiciones no garantizadas. Es posible pasar de las razones
a la pretensión, con base en una garantía que comparten todos o
la mayoría de los miembros de una comunidad, cuando en
realidad la referida garantía no resulta generalmente aceptada
por la mayoría. Por ejemplo, la falacia de la falsa causa (pensar
que la causa de un suceso o acontecimiento es producida por
aquello que sucede antes).
5. De ambigüedades. Se producen cuando una palabra o frase se
emplean de forma equivocada, debido a un problema gramatical,
como la anfibología, una colocación inadecuada del énfasis
(falacia del acento), afirmar de todo un grupo o conjunto, algo
que únicamente es válido para cada una de sus partes, por
ejemplo, la falacia de la composición, o afirmar de cada una de
las partes lo que es válido para el conjunto o grupo (falacia de la
división).
En las sentencias que se analizaron, no se observó la existencia
de este tipo de vicios y falacias, situación que puede calificarse como
- 134 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
positiva, pues cuando un fallo llega a incluir en su contenido algún vicio
de esta naturaleza, sería necesario su enmienda a través de los recursos
que la propia legislación establece, con el consiguiente retraso y perjuicio
para las partes que intervienen en el proceso.
6. Conclusiones y recomendaciones
Se ha establecido la importancia de fortalecer las competencias de
administradores y operadores de justicia en aspectos lingüísticos, lógicos,
argumentativos e interpretativos.
Es necesario entonces, formar a los operadores y administradores
jurídicos del presente y del futuro en dichas áreas, con el fin de elevar la
calidad de las sentencias que se emiten en los tribunales de primera
instancia del ramo civil y mercantil y de familia de la ciudad de Guatemala,
identificándose al menos tres momentos importantes para impartir
capacitaciones en esas áreas:
• Durante la etapa de formación en las facultades de Derecho o
de Ciencias Jurídicas y Sociales de las universidades del país,
para lo cual habrá que establecer si en sus programas de estudio
cuentan con cursos de lenguaje y redacción, lógica,
argumentación jurídica e interpretación del derecho. En caso de
existir dichos cursos en el pensum, analizar qué abarcan sus
contenidos, cómo se imparten los cursos y cómo se evalúan.
• Durante la etapa de formación recibida en la Unidad de
Capacitación Institucional —UCI— o Escuela de Estudios
Judiciales del Organismo Judicial de Guatemala y, en igual
sentido, establecer si en los programas de formación se
- 135 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
reciben cursos de lenguaje, redacción, lógica, argumentación e
interpretación del derecho y, en caso existan los cursos, analizar
sus contenidos, la forma de impartirlos y evaluarlos.
• Durante cursos cortos impartidos por universidades u otros
centros educativos o culturales que tengan relación con esos
temas.
La investigación realizada reveló la existencia de deficiencias en la
redacción de las sentencias, relacionadas con incorrecciones de tipo
sintáctico, morfológico y ortográfico en un alto porcentaje.
Es indispensable entonces, que los cursos sobre lenguaje cuenten
con contenidos relacionados al menos con los siguientes temas: aspectos
sintácticos, morfológicos y ortográficos. En el ámbito de la ortografía, es
preciso capacitar en el uso correcto de mayúsculas y minúsculas, signos
de puntuación (coma, punto y coma, punto y seguido, punto y aparte),
tilde y uso de prefijos.
En cuanto a aspectos de argumentación jurídica, la investigación
reveló que, al menos en cuanto a los argumentos de autoridad y sistemático,
la mayoría de las sentencias hace caso omiso de ellos, desperdiciando una
valiosa oportunidad de alcanzar una verdadera calidad científica y técnica
para los fallos.
Es imperativo, entonces, que en las capacitaciones que se impartan
al respecto, se destaque la importancia de fundamentar las sentencias en
criterios de doctrina o de pensamiento jurídico, como también en utilizar
el amplio panorama normativo vigente en el país para resolver los casos
que se presenten, desde las convenciones internacionales en materia de
- 136 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
derechos humanos, la Constitución Política de la República de Guatemala
y demás legislación ordinaria.
Cuando los términos en los que se redacta una sentencia resultan
oscuros, ambiguos o contradictorios o, en general, poco claros, el fallo puede
ser objeto de recursos, de aclaración o ampliación, según corresponda. Tal
situación se pudo apreciar en un fallo, donde la gran cantidad de errores
de forma contenidos, motivó una aclaración al respecto. Sin lugar a dudas
tal circunstancia afectó la celeridad necesaria para su emisión.
Conforme a lo anterior, es importante que administradores y
operadores de justicia, a través de la debida formación y capacitación,
sean conscientes de que, en tanto la redacción y estructura de las
sentencias revistan los criterios lingüísticos, lógicos, argumentativos e
interpretativos que dichos documentos precisan, ello contribuirá a que los
plazos establecidos en la ley para la tramitación del proceso se cumplan
como corresponde y, con ello, cumplir con el imperativo de administrar
justicia de manera pronta y cumplida, evitando dilaciones innecesarias.
La interposición de recursos (como las aclaraciones o ampliaciones
ya indicadas) frente a una resolución judicial de la naturaleza de una
sentencia cuando la misma adolece de vicios, implica para los órganos
jurisdiccionales una sobrecarga de trabajo innecesaria, que afecta en su
conjunto a la tramitación de la considerable cantidad de procesos que
normalmente los juzgados tienen a su cargo.
Entonces, es preciso que, adicionalmente a la formación y
capacitación en la redacción y estructura de las sentencias para
administradores y operadores de justicia, se consolide la formación sobre
la administración del despacho judicial, haciendo hincapié en que
- 137 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
la gestión de los casos no debería demorarse debido a la enmienda de
errores que pudieron haberse evitado, de contar con las competencias
profesionales requeridas.
El derecho de acceso a la justicia, como se indicó al inicio de esta
investigación, comprende, entre otros temas, contar con una justicia
“comprensible” en sus decisiones, mediante la utilización de un lenguaje
que respetando las exigencias técnicas, sea entendible para quienes han
sometido la resolución de un caso a los órganos jurisdiccionales.
Por lo anterior, es preciso que administradores y operadores de
justicia encaminen sus actuaciones profesionales para hacer realidad este
derecho, redactando sus fallos con observancia de las reglas lingüísticas,
los procesos lógicos de argumentación e interpretación, que contribuyen
a la realización de tan importante derecho fundamental.
Los administradores y operadores de justicia deben superar procesos
de oposición para ingresar a la carrera judicial y, una vez dentro de la
misma, están sujetos a evaluaciones del desempeño de sus labores, con la
finalidad de que los servicios de acceso a la justicia resulten eficientes y
eficaces respecto de los usuarios.
En tal sentido, tanto en los procesos de oposición para ingresar a
la carrera judicial como en las evaluaciones del desempeño, deberían
incluirse aspectos relacionados con las áreas de redacción, razonamiento
lógico, argumentación e interpretación del derecho a efecto de que la
gestión de dicho personal, adecuadamente admitido en el servicio y
positivamente evaluado, refleje esos resultados en el trabajo que realiza.
La confianza de los ciudadanos en el trabajo del poder judicial es
fundamental para la consolidación del Estado de derecho. En Guatemala,
- 138 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
de acuerdo a mediciones de instituciones académicas internacionales que
evalúan y analizan esos índices de confianza, los resultados no son muy
favorables.
Es necesario, entonces, que la formación, capacitación y
profesionalización de administradores y operadores de justicia, haga
énfasis en consolidar la trascendencia que reviste esa función, la cual
se traduce también, entre otros temas, en la adecuada redacción,
estructuración lógica, argumentación jurídica e interpretación del
derecho, en función de las necesidades de todos los ciudadanos que
demandan justicia.
Se reitera la necesidad de que administradores y operadores de
justicia cuenten con las competencias profesionales y técnicas que les
permitan redactar sus resoluciones, en este caso las sentencias del ramo
civil y mercantil y de familia en los juzgados de primera instancia de la
ciudad de Guatemala, de una forma clara y precisa, donde se respeten las
reglas gramaticales y ortográficas, se apliquen las reglas de la lógica y
de la argumentación jurídica y donde también, se interprete la normativa
vigente con criterios científicos y técnicos.
Lo anterior implica la necesidad de que los funcionarios del sector
reciban la formación adecuada en temas lingüísticos y de redacción,
como también en las áreas de la lógica, argumentación e interpretación
del derecho.
- 139 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
7. Referencias consultadas
Aristóteles (1997). Moral, a Nicómaco. Madrid: Espasa-Calpe. Colección
Austral.
Atienza, M. (1997). Las razones del derecho. Teorías de la argumentación
jurídica. Madrid: Centro de Estudios Constitucionales.
Guatemala (1985). Asamblea Nacional Constituyente. Constitución
Política de la República de Guatemala. Diario oficial n.° 41, tomo:
226, pp. 897-920, 3 de junio de 1985.Guatemala.
. (1989). Ley del Organismo Judicial, Decreto n.° 2-89 del
Congreso de la República. Diario oficial n.° 98, tomo 235, pp. 2425,
3 de abril de 1989. Guatemala.
Kalinowsky, G. (1973). Introducción a la lógica jurídica. Buenos Aires:
Eudeba.
Lévy-Strauss, C. (1987). Antropología estructural. Barcelona: Paidós.
Meza Fonseca, E. (2006). “Argumentación e interpretación jurídica”.
Revista del Instituto de la Judicatura Federal, n.° 22, 2006, pp. 91-
113. Recuperado de: https://revistascolaboracion.juridicas.unam.
mx/index.php/judicatura/article/view/32160/29153
Muñoz Machado, S. (2017). “La claridad de los textos es un deber para
el jurista”. Entrevista al diario El país, 24 de enero de 2017.
Recuperado de: https://politica.elpais.com/politica/2017/01/24/
actualidad/1485287452_141787.html
- 140 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Real Academia Española –RAE- y Asociación de Academias de la Lengua
Española –ASALE- (2011). Nueva gramática básica de la lengua
española. Madrid: Espasa.
. (2012). Ortografía básica de la lengua española. Madrid:
Espasa.
. (2014). Diccionario de la lengua española–DLE- (23º Ed.).
Madrid: Espasa.
. (2017). Libro de estilo de la justicia. Madrid: Espasa.
VII Cumbre Iberoamericana de Presidentes de Cortes Supremas y
Tribunales Supremos de Justicia (2002). Carta de derechos de
las personas ante la justicia en el espacio judicial iberoamericano.
Recuperado de: http://www.poderjudicial.gob.
hn/CUMBREJUDICIALIBEROAMERICANA/Documents/
cartadederechodelaspersonas.pdf
- 141 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
EL IDIOMA ESPAÑOL EN LA MÚSICA
DEL BARROCO IBEROAMERICANO
D. Dieter Lehnhoff
Durante el Barroco, que en la América española abarca
aproximadamente desde 1600 hasta la década del 1770, la música pertenecía
principalmente al ámbito de la Iglesia. Predominaba el canto gregoriano
y la polifonía sacra en latín, especialmente para la misa y las horas del
oficio divino, con excepción de los maitines. En esta hora canónica la
forma predilecta era el villancico, que se cantaba después de las lecturas.
La predilección por la composición del villancico es un fenómeno propio
del barroco que se observa en todos los dominios españoles de América.
Se dio tanto en las aldeas más remotas como también en las iglesias de las
ciudades y, en mayor medida, en las catedrales, que eran los centros de
mayor actividad litúrgico-musical. Es en las letras de ese género que se
observan interesantes variantes del idioma español. A continuación se
examina ese género emblemático de la época barroca en el mundo
hispánico.
Fue el oficio de maitines la puerta a través de la cual el idioma
vernáculo pudo entrar a la liturgia, por medio de una innovación que
resultaría crucial para el desarrollo de la música y la poesía durante los
siglos siguientes en todos los dominios españoles. Esto se dio cuando Fray
Hernando de Talavera –confesor de la reina Isabel la Católica
- 142 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
y evangelizador responsable de la conversión de incontables moros y
sefardíes– empezó a sustituir, en los maitines de ciertas fiestas, los
responsorios en latín por canciones en castellano. Por venir de las villas
rurales estos cantos eran llamados “villanos”, o en diminutivo “villancetes”
o “villancicos”.
El término villancico designa desde aquellos días a una forma de
poesía popular española que consiste de un refrán o estribillo y varias
estrofas o coplas. La gama de variantes abarcaba desde la canción más
sencilla con o sin acompañamiento instrumental, hasta las composiciones
elaboradas que exigían la intervención simultánea de dos o tres coros,
cada uno con su respectivo apoyo instrumental. En ciertas variantes del
villancico de maitines se observa también el germen de la acción teatral
de tema sacro. Las composiciones puramente seculares en esta forma se
denominaron “tonada”, “tono” o bien “tono humano”.
Como lo demuestran las obras de numerosos compositores tanto
peninsulares como del Nuevo Mundo desde fines del siglo XVI hasta el
XVIII, se cultivaron diversos tipos de villancicos, que muchas veces,
particularmente en el caso de aquellos destinados a la Natividad, presentaban
carácter regional. En el siglo XVIII, la tarea del maestro de capilla consistía
en adaptar composiciones del repertorio antiguo o de obras que venían de
España, los virreinatos o incluso de Italia. En lo referente al texto, se
aplicaban letras “a lo divino” a manera de contrafacta, adaptando nueva
letra a obras musicales ya existentes, con el objeto de adecuarlas para ser
cantadas en determinada ocasión litúrgica distinta a la inicial. Las letras
podían ser originales de la pluma del propio compositor o adaptador, si
bien otras veces se tomaban las letras de canciones extranjeras y se les
componía nueva música. En ciertas oportunidades, las letras eran
aportadas por autores locales.
- 143 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Una de las fuentes a las que recurrieron los compositores en busca
de textos fueron las letras escritas específicamente para ser puestas en
música, entre las cuales destacan las publicadas por la monja jerónima Sor
Juana Inés de la Cruz en la Nueva España hacia finales del siglo XVII.
En el corpus de obras surgidas en el Nuevo Mundo se pueden identificar
diferentes variedades de villancicos para diversas ocasiones del año litúrgico.
Se pueden clasificar en varios grupos, según su temática, concepción y
ejecución, su carácter y la fiesta a la que estaban destinados. Entre estas,
las destinadas a la fiesta de Natividad presentan una gran variedad por su
intención de provocar la alegría en los fieles. En un primer grupo se ubican
los villancicos navideños de tipo dramático y semidramático, que presentan
situaciones y personajes específicos, en una situación divertida que se
relaciona de alguna manera con la Navidad. Una temática predilecta se da
en el villancico de astrólogos. El asunto de este tipo de pieza generalmente
gira en torno a una profecía –la predicción del nacimiento del Señor– hecha
por uno o más astrólogos. Sin embargo, el foco no está en ellos, sino más
bien en la predicción misma.
En la variante del villancico de filósofos, un par de filósofos o sabios
debaten sobre el significado de determinada ocasión religiosa desde puntos
de vista opuestos. Las opiniones opuestas de las “filosofías” con respecto
a la condición del Niño Dios también inciden sobre el tratamiento que el
compositor da a las coplas. Otro tipo de villancico navideño que puede
definirse como perteneciente a este grupo, es el “Villancico de escuela”.
Los personajes que aparecen en estas obras incluyen a maestros de escuela
y sus alumnos durante las lecciones de gramática o aritmética; la letra se
refiere, de manera amena y juguetona, a algún aspecto relacionado con la
Natividad. El villancico “de latines” constituye una variante del anterior,
ya que su escenario es escolar o académico. Se utilizan términos en latín,
correctos o inventados, para dar un efecto jocoso, en argumentos
- 144 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
relacionados con la Navidad. Aquí también pertenece la jácara, intermedio
escénico español cantado y bailado cuya letra hacía referencia a personajes
de ambientes bajos o periféricos, induciendo a la risa. Muy propio para la
Natividad es desde luego el escenario del villancico pastoril. Los
personajes que habitan este tipo de villancicos son pastores o pastoras. La
acción se puede desarrollar en el momento de la anunciación por parte del
arcángel Gabriel, o bien cuando las pastoras están dándose ánimo para ir
a adorar al Niño Jesús en su pesebre.
Un segundo grupo está constituido por villancicos de tipo dramático
o semidramático en los cuales se utilizan identidades no hispanas y
acentos característicos. Con frecuencia están subtitulados “villancico de
extranjeros”. Este tipo incluye todas aquellas piezas en las cuales se
imita o satiriza algún acento extranjero (generalmente europeo, e.g.
portugués, gallego, francés o italiano) para lograr situaciones cómicas. La
conversación es informal (en contraste con el tipo más teatralmente “serio”
de “filósofos”); aquí los interlocutores comentan “en sus medias lenguas”
sobre el pesebre, el Niño, la música y los regalos que han traído. Los
errores gramaticales y sintácticos, así como los acentos de pronunciación
de los extranjeros, resultaban divertidos y provocaban la risa de los fieles.
En el villancico “de indios”, como en el “de extranjeros”, se imita un
acento, solamente que en este caso es el de los indígenas para quienes el
castellano en muchos casos era (y aún es) un segundo idioma. Constituye
este un elocuente ejemplo de la referencia a las músicas, los acentos y, en
resumen, a las identidades locales más de un siglo antes de que estos
elementos culturales se empezaran a explorar y valorar conscientemente
en el nacionalismo musical de finales del XIX.
El “negro”, “negrito” o villancico “de negros” fue muy popular en la
tradición navideña en la Península y toda la América española. Las letras
generalmente imitan la pronunciación de los africanos y afrocaribeños que
- 145 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
fueron traídos a América Central en grandes números a partir de mediados
del siglo XVI. En el “negrito” Negros de Guaranganá, la voz solista
anuncia en la introducción que la pieza se trata de la adoración del Niño
Dios por un grupo de negros provenientes del imaginario “Guaranganá”.
Las coplas empiezan con un breve diálogo entre el “Tío Antoño” y su
sobrino “Tata Gazpá” (Gaspar), quien le invita a ir al portal a adorar al
Niño. El coro “tenga su micé” ahora es presentado en alternación entre
“Tata Gazpá” y el coro. Este episodio a su vez constituye la vuelta de las
coplas y, como anteriormente, está construido sobre una repetición
insistente de los acordes de dominante y tónica. Mientras las partes
vocales se caracterizan por la rápida alternación responsorial entre solista
y coro observada en ciertos géneros afrocaribeños, los instrumentos de
cuerda acompañan a las voces en triples cuerdas punteadas claramente
reminiscentes de los acompañamientos marimbísticos.
El villancico de gitanos es otro tipo encontrado en todo el mundo
español del XVIII. Los elementos utilizados para evocar la identidad
gitana no vienen de experiencia directa, sino es más bien de fantasía.
Un tercer grupo está constituido por los diálogos abstractos entre dos
personajes o grupos sin identidad dramática específica. El villancico en
diálogo, con frecuencia designado “a dúo”, lleva en sí la semilla de la
acción dramática. No obstante, permanece en un plano abstracto, ya que
las voces que participan en el debate no poseen identidad teatral alguna.
Por su estilo musical o temática poética se definen también otros tipos.
Las letras del “vejamen” por lo general son cómicas y presentan una serie
de insultos y apodos ridículos al demonio para la víspera del día de la
Inmaculada Concepción. En el “villancico de esdrújulos”, cultivado por
muchos compositores en el mundo hispano durante el siglo XVIII, el
poema presenta numerosas palabras esdrújulas. La música de Si
- 146 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
perfecciona apoya y acentúa el ritmo de las esdrújulas que caracterizan la
versificación.
La música puesta a los villancicos “de milicia” estiliza las fanfárreas o
marchas militares, muchas veces con el propósito de dar expresión al poder
del Señor en su llegada a la tierra, o bien al carácter combativo de Santa
Cecilia. Un cuarto grupo consta de villancicos no dramáticos para diversas
fiestas, de contenido devocional y amoroso, con simbolismo religioso,
clasificados según la ocasión o fiesta. El texto suele ser de carácter didáctico
y constituye una reflexión o explicación de algún tópico teológico.
En conclusión, en el dilatado corpus de obras en castellano para la hora
de maitines que se ha conservado en forma manuscrita, nos encontramos
con una heterogénea y variada colección de composiciones vernáculas
caracterizadas por su colorido y originalidad, tanto en lo referente a la letra
como también en la música.
La relación de la letra y la música es tal, que esta última está llamada
a expresar los afectos poéticos a través de una amplia gama de recursos
musicales que, además de los propios del tiempo de los compositores,
incluyen frecuentes referencias a las músicas populares de su momento y
circunstancia. Uno de los rasgos más interesantes del villancico es
precisamente la frecuente referencia, en letra y música, a elementos de las
culturas vernáculas locales, que constituyen reflejos de una identidad en
formación, cuyo estudio resulta revelador de un aspecto más de la riqueza
de la cultura iberoamericana y de la contribución que su conocimiento
significa para la cultura literaria y musical universal.
- 147 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
- 148 -
Discurso
de ingreso
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
- 150 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
REPENSAR EL QUIJOTE A LA LUZ
DE LA FILOSOFÍA NARRATIVA
DE ALASDAIR MACINTYRE
D.a Cecilia Cristina Echeverría Falla
Sumario: Introducción. 1. A modo de introducción: el Quijote,
modelo insuperable de narrativa de ficción. 2. Aportes del Quijote a la
narrativa de ficción. 3. Propuesta ética de MacIntyre. 4. Estructura narrativa
de la vida. 5. Analogía entre la acción dramática de las narraciones y la
acción humana: a. Anagnórisis o reconocimiento en el Quijote (II, 45);
b. Construcción de la trama en la narrativa ficticia según Ricoeur. 6. Un
aporte a la cultura de la solidaridad desde la dimensión narrativa: a. Fuerza
dialógica de la narrativa del Quijote; b. Razones de amistad en la narrativa
del Quijote.
Introducción
Señora directora y académicos miembros de la junta directiva de la
Academia Guatemalteca de la Lengua, señoras y señores académicos de
número, distinguido público: en este indescifrable tapiz multicolor que
llamamos vida hay una serie de hilos que se entrelazan entre sí, que
difícilmente se pueden entender aislados, porque la providencia compone
la trama y distribuye los eventos a su modo. En este momento, la
providencia ha querido que hagamos un parón forzoso, causado por
- 151 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
la pandemia que ha asolado el planeta, que también ha provocado que nos
hagamos muchas preguntas, hacia dónde va el mundo, hacia dónde vamos
nosotros, preguntas que no tienen respuesta precisa y solo dan pie a
elucubraciones. Alexander Solzchenitzyn1 decía que, para poder mirar
hacia adelante, hay que mirar hacia arriba. Quizá esta pandemia es una
llamada a que retomemos el respeto por lo eterno, por lo que no está en
nuestras manos, y cambiemos de paradigmas a través de una sana
autocrítica.
En medio de este confinamiento, el acto de unirme a las tareas que
realiza la Academia Guatemalteca de la Lengua, correspondiente de la
Real Academia Española, supone para mí un honor inmerecido. En ningún
momento, podría decir que soy una experta en la materia, pero sí una
enamorada de la palabra y una aprendiz de la expresión escrita.
Únicamente, y es lo que con toda franqueza y modestia pongo desde ahora
a su servicio, la relación de cercanía y de trato natural con la lengua,
especialmente la poesía, cuya semilla dejaron desde mi infancia mis tías
abuelas, es la que me da ahora el necesario atrevimiento, o mejor decir, la
osadía para dirigirme a ustedes, ilustres anfitriones de la república de las
letras. La lengua ha sido desde siempre mi aliada; su capacidad de ser
vehículo de pensamiento y de adaptarse a los más variados y
extraordinarios conceptos y misterios de la vida, es lo que me ha permitido
explorar y entender mi relación con el mundo y conmigo misma.
Muy en particular quiero agradecer a D.ª Ana María Urruela de
Quezada y a D.ª Guillermina Herrera Peña la especial consideración de
que me han hecho objeto al proponer mi candidatura a la Academia.
1
Discurso pronunciado en Harvard el 8 de junio de 1978.
- 152 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Los méritos académicos de D.ª Ana María de Quezada son muchos,
pero quisiera destacar, entre sus publicaciones relacionadas con la lengua,
su aporte en la publicación de los 6 volúmenes de Historia general de
Guatemala de la Asociación de Amigos del País, en el área de letras, que
ha contribuido a comprender la configuración de la propia identidad del
guatemalteco y su evolución a través de la literatura. Ana María ha tenido
un papel protagónico y muy importante en el rescate del patrimonio
artístico y religioso del país, plasmado en bastantes publicaciones de
altura, fruto de su talante de investigadora tenaz, aparte de ser impulsora
del Museo de la Merced y del Museo de la Arquidiócesis de Guatemala.
Asimismo, la mirada incisiva y analítica que la Da. Guillermina
Herrera hace de la gramática y el funcionamiento de los idiomas mayas,
y la sosegada valentía con que ha apostado por la educación intercultural
bilingüe, dan brillo a sus numerosos méritos académicos, por no mencionar
la audaz defensa de los derechos de esos pueblos y el combate incansable
del racismo en Guatemala. Durante más de tres décadas Guillermina ha
servido a la institución universitaria ocupando diversos cargos, desde la
dirección del departamento de lenguas hasta la rectoría de la Universidad
Rafael Landívar.
Cada época histórica tiene los héroes que se merece. Quizá la
nuestra se caracteriza por tener heroínas silenciosas, que tienen algo de
extraordinario, pero no sabríamos definir qué. Personas de gran calidad
humana, que pasan inadvertidas sacrificando lo personal ante lo común, y
proyectan sus vidas para construir y robustecer la cultura del país dejando
un surco profundo en la educación, la sabiduría y el patrimonio nacional.
No me queda más que decir ‘gracias’, muchísimas gracias a las dos.
- 153 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
1. A modo de introducción: el Quijote, modelo insuperable de
narrativa de ficción
Hace cuatro siglos vio la luz un libro excepcional: “El Ingenioso
Hidalgo Don Quijote de La Mancha”2, de Miguel de Cervantes Saavedra.
La lengua española tiene en esta novela su más importante contribución y
guarda en ella su más preciado tesoro lingüístico y literario. A cuatrocientos
años de distancia, desde su primera aparición en 1605, son innumerables
los estudios críticos sobre esta obra, como inagotables siguen siendo los
matices y aristas que hacen merecer seguir estudiándola. En este ensayo,
yo no pretendo “descubrir” algo inédito sobre la obra de Cervantes que,
por otra parte, sería vana presunción, ya que mi especialidad es la filosofía,
en concreto, la filosofía moral; pero sí quisiera acercarme, a través del
Quijote, a un terreno común entre la filosofía y la literatura, que es el
sentido narrativo que confiere el uso de la palabra, cuyas implicaciones
en la configuración de la propia identidad y en la comprensión de la vida
son profundas. El campo tradicional donde se abrazan la filosofía y la
literatura es la ética y es en este terreno por donde va a transitar este
estudio.
Durante las casi tres décadas que llevo enseñando filosofía en
distintos países y centros universitarios, me he llegado a convencer de que
un profesor/profesora de filosofía debe apelar a la literatura para iluminar
lo universal a través de lo concreto, debe recurrir a los relatos literarios
para llegar a la idea a través de la imagen, y, al mismo tiempo, ha de ver
lo concreto iluminado por lo universal, saber apreciar en el
2
CERVANTES, M., Don Quijote de la Mancha, edición del IV Centenario, Real Academia
Española, Edición y notas de Francisco Rico, 2004. A partir de ahora, voy a citar esta obra
simplemente llamándolo el Quijote y, cuando cite algún pasaje del libro, lo haré por la parte
(si se trata de la I Parte de 1605 o de la II Parte de 1615), el título, el capítulo y el número de
la página de la edición del IV Centenario.
- 154 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
símbolo la irradiación de una idea3. Esta disparidad de enfoques —
literario y filosófico— es fecunda y armoniosa, y, a veces, necesaria,
porque permite sensibilizar a los estudiantes frente a ciertos problemas
reales y conducirlos paulatinamente por dicha senda hacia enfoques más
propiamente filosóficos.
Don Quijote de la Mancha fue escrito para hacer escarnio de los
libros de caballería, tan populares entonces. Lo curioso, así lo declara
Martín de Riquer4, uno de los más importantes cervantistas de la época
reciente, es que, aún tratándose de una novela literaria, es decir, inspirada
en la literatura misma, haya tenido tanto éxito popular desde el primer
momento. Cervantes realiza la invectiva con tanto acierto que logra que el
libro se convierta en un acontecimiento de fama internacional sin barreras
de idioma, cultura o época.
Para entender mejor lo que quiero expresar con esto, y siguiendo la
observación de Riquer, imaginemos que alguien escribiera en son de burla
y con una gran dosis de ironía un libro destinado a ridiculizar los reality
shows o los videojuegos, por trasladar la reflexión al contexto presente,
que se encuentra bajo el dominio subyugante de las redes sociales, los
videojuegos y la navegación sin límites provocada por internet. Es
probable que, aunque no hayamos leído nunca libros de caballería, todos
nos parezcan muy inofensivos comparados con los efectos depredadores
de los “nuevos encantadores” mediáticos.
Siguiendo este razonamiento, es comprensible el éxito que tuviera
el libro en la España del s. XVII, cuando aún se leían libros de caballerías,
3
Cfr. PEÑA VIAL, J., La poética del tiempo. Ética y estética de la narración, Editorial
Universitaria, Santiago de Chile, 2002, 108.
4
Cfr. Martín de Riquer, Para leer a Cervantes, Editorial El Acantilado 74, Barcelona, 2003.
- 155 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
—aunque después de la publicación del Quijote, de hecho, se vino abajo
la venta de ese género de libros—, pero el Quijote continuó reeditándose.
Entonces, ¿cómo explicamos el éxito que tuvo y sigue teniendo en lugares
tan dispares cultural y geográficamente como China o Brasil (se han
hecho traducciones a más de 50 idiomas, en más de 1,500 ediciones)?
¿Cómo explicar que a los dos años de publicarse ya fuera traducido al
inglés? Este solo hecho pone de relieve que los valores principales del
libro de Cervantes hay que verlos más allá de la simple crítica contra los
libros de caballería e incluso del grado de perfección que alcanza la pluma
de Cervantes, que hace gala de la riqueza y flexibilidad de la lengua
castellana. Debemos admitir que, incluso más allá del deseo expreso del
propio Cervantes, el resultado es infinitamente más profundo y rico: hace
pensar, y, sobre todo, pensar como mejor puede hacerlo el ser humano,
riéndose, del personaje de la novela, pero también de uno mismo, y de
todos, los de allá y de los de acá, los del pasado, los del presente y los del
futuro.
El blanco de la ironía cervantina es, por así decirlo, nuestro sentido
de la realidad y con él la subjetividad, en perenne recorrido entre las
borrosas líneas divisorias que separan lo real de lo fantástico. Muchos
autores, entre ellos la alemana Christiane Zschirnt5, han estudiado la
importancia que esta cuestión de la ficción reviste para el nacimiento de
la novela moderna. Lo que resaltan es que fue a partir de la aparición del
Quijote cuando verdaderamente surge la narrativa de ficción, contrapuesta
a la realidad. Está claro que la intención de Cervantes era entretener y no
ampliar el conocimiento de la realidad ni mostrarnos la verdad por vías
científicas o fácticas. Pero “como consecuencia de la búsqueda de la
5
“Si Cervantes no hubiese inventado el Quijote, la literatura moderna hubiera ido por otro lado.
Él la inventó al proponer el cruce entre la realidad y la ficción”, Libros. Todo lo que hay que
leer, Santillana, Madrid, 2006.
- 156 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
forma plena, de la palabra densa y significativa, de la belleza de la forma
lograda”6, se abre una ventana hacia la realidad, la acción y la vida, desde
la ficción literaria.
El esquema narrativo del Quijote sigue el modelo de trama
argumentativo de las fábulas más antiguas, donde el caballero debe
superar encuentros con crueles encantadores, siempre moviéndose en una
naturaleza o en una sociedad despiadadas. Constituye un esquema
narrativo que Cervantes nutre de profundidad, sensibilidad e intensidad y
nos abre al conocimiento del mundo. Aumenta nuestra capacidad para
discernir matices y detalles con mayor finura y nos abre a una visión más
penetrante de la realidad y de nosotros mismos. La narración cervantina
ayuda a los ciudadanos de la república de las letras —los lectores—, a
conocer la perspectiva y el modo de ser de pueblos distintos al suyo, ayuda
a superar el conflicto entre su propio ethos social y su propia conciencia,
a experimentar, sin tener que sufrirlo en carne propia, el tormento de los
celos, del agravio, del desamparo, de la miseria y de la ruina. La ficción
literaria potencia la experiencia imaginaria que es tantas veces —y quizá
siempre— más intensa que la de la propia vida. Como afirma el filósofo
francés, Nicolás Grimaldi, “las experiencias de la ficción son puras y
absolutas, mientras que las de la vida no pueden ser más que relativas,
mezcladas y siempre impuras7.”
Tras varios años de perderme en la lectura amena de las páginas del
Quijote, decidí elegir esta novela como trasfondo literario de mi discurso
de ingreso a la Academia. El pulso narrativo de Cervantes que discurre
6
PEÑA VIAL, J., La poética del tiempo. Ética y estética de la narración, Editorial Universitaria,
Santiago de Chile, 2002, 184.
7
“El aprendizaje de la vida a través del cine y la literatura” en Nuestro Tiempo, Pamplona,
diciembre 1994, 116-125.
- 157 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
siempre con asombrosa naturalidad me condujo a cuestionarme cosas, que
ya me había preguntado con anterioridad durante mi época de doctoranda
en filosofía, cuando estudié a Alasdair MacIntyre, un filósofo moral, que
ha puesto al descubierto la importancia de la narratividad para la vida. Las
preguntas son: ¿por qué contamos historias?, ¿por qué no podemos vivir
sin relatos?, ¿por qué necesitamos las narraciones para entendernos?,
¿cómo vivir a fondo la cultura de la solidaridad en un contexto social
fragmentado y sin referencias narrativas?
En este ensayo pretendo discurrir por un camino que contiene siete
estaciones, a través de las cuales intentaré responder a estas preguntas y
alumbrar la comprensión de la unidad narrativa de la vida y su interna
estructuración, vinculada con la trama narrativa de ficción.
1. En primer lugar, he querido unir filosofía y literatura, ya que tanto
la una como la otra trabajan con palabras y ambas aspiran a la
verdad, lo único capaz de dar sentido a las palabras. Aunque por
métodos diversos, tanto la narración literaria como la filosofía,
se mueven en un terreno común, el lenguaje, y se dan la mano al
abordar la temática ética. La narración literaria envuelve los
conceptos metafísicos de música y de colorido, desplegando las
circunstancias concretas, e ilumina las ideas abstractas al
encarnarlas en una piel y una carne que palpita vida.
2. En segundo lugar, he elegido un texto narrativo clásico (Don
Quijote de la Mancha) que ha logrado difusión y un eco histórico
y geográfico a nivel universal sin precedentes y continúa siendo
objeto de estudio por especialistas en todo el mundo.
3. En tercer lugar, he procurado que el texto literario sea de ficción,
antes que de no-ficción, porque, desde un punto de vista
- 158 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
narrativo, el texto de ficción, a diferencia del relato histórico, ya
está completo, debido a que la trama está estructurada desde el
nacimiento hasta la muerte con todos los avatares dramáticos de
los personajes entre estos dos extremos. El Quijote es un texto
cerrado, no susceptible de volver a ser narrado, porque Alonso
Quijano ya murió.
4. En cuarto lugar, cuando nos movemos en los dominios de la
razón práctica —de la ética—, la narratividad constituye una
forma de pensamiento vinculada a la práctica de las virtudes y al
télos o fin último. A mi modo de ver, la filosofía narrativa encaja
con una visión completa de la vida humana, proveyéndola
adecuadamente de unidad, de medios de perfeccionamiento (las
virtudes) y de un bien propio (el télos). Al igual que en el campo
de la poética, me acerco a este tema desde la perspectiva de
Aristóteles, a través de la obra del neoaristotélico Alasdair
MacIntyre, una de las figuras más originales, penetrantes y
agudas de la filosofía moral de los siglos XX y XXI. En el tercer
y cuarto epígrafe se expondrá el pensamiento ético de MacIntyre
acerca de la estructura narrativa de la vida.
5. En quinto lugar, cabe subrayar que el punto de confluencia entre
la praxis ética y la acción dramática es la acción humana perfecta
y completa, es decir, la acción inmanente. Para poder explicar la
analogía entre la mímesis praxeos y la praxis humana teleológica,
resulta inevitable abordar la teoría de la acción según Aristóteles.
6. En sexto lugar, quisiera resaltar un ejemplo del Quijote y algunas
ideas en torno a un rasgo clásico y peculiar de las obras poéticas,
que desde Aristóteles se conoce con el nombre
- 159 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
de “anagnórisis”, “agnición” o “reconocimiento”. Se trata de un
rasgo que se da entre los personajes de la trama diegética y
también entre los textos narrativos y dramáticos y las personas
(lectores y espectadores) que se asoman y participan en ellos de
modo afectivo y cognoscitivo. Este rasgo facilita apreciar la
hondura de los pasajes poéticos y el decisivo valor moral de las
narraciones en la formación de la personalidad. También hablaré
de la construcción de la trama en la narrativa ficticia según Paul
Ricoeur, otro de los autores para quien es clave la narración en
la comprensión de los asuntos humanos, éticos, políticos y
educativos. El eje articulador de la filosofía de Ricoeur es el
concepto aristotélico de mímesis praxeos de la Poética de
Aristóteles, pero no es este el lugar para analizar
pormenorizadamente el proceso de construcción de la trama, se
tratará en términos generales.
7. Y finalmente, como reflexión conclusiva y como un aporte a la
cultura de la solidaridad, abordo dos rasgos humanos derivados
del sentido narrativo de la vida: el diálogo y la amistad. La
tremenda fuerza que el diálogo cobra en la novela de Cervantes
potencia el sentido que esa arma poderosa —el lenguaje—
adquiere para el encuentro con el “tú”. Para la interrelación, la
donación y la comparecencia ante otra persona se necesita
diálogo y también amistad; es más, aquel es requisito para que
esta surja. El diálogo es un instrumento útil para comprender,
para sentirse comprendido, para compartir, con mayor razón
ahora que la pandemia ha provocado el aislamiento social y la
quiebra económica en tantas familias. Dialogar tiene que ver con
saber escuchar y saber abrirse, requisitos indispensables para
que surja una verdadera amistad.
- 160 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
2. Aportes del Quijote a la narrativa de ficción
Entre los méritos de Cervantes, que son muchos y vistos desde muy
variadas perspectivas, está el ser un hábil constructor de tramas. Logra
ensamblar unitariamente elementos heterogéneos y, sin perder la
coherencia, es capaz de introducir un relato dentro de una narración cuyo
propósito es reflexionar sobre la narración inicial, una hermosa
reproducción laberíntica de la estructura de muñecas rusas o myse-en-
abyme.
«A esta sazón dijo el barbero: —“Suplico a vuestras mercedes
que se me dé licencia para contar un cuento breve que sucedió
en Sevilla, que, por venir aquí como de molde, me da gana de
contarle”. Dio la licencia don Quijote, y el cura y los demás
le prestaron atención.» Y pasa a relatar el cuento del loco de
Sevilla que se creía Júpiter, pero que finge estar cuerdo, para
que lo dejen salir del manicomio8.» (II Parte, 1, 552-553)
Contar y escuchar relatos no es una ocurrencia ocasional, ni un ribete
de una imaginación desbocada: es un rasgo universal de la condición
humana, que está en todas las sociedades y arranca en la primera edad de
la vida. Prívese a un pueblo de sus narraciones y se tornará vulnerable, sin
ninguna meta y fácilmente manipulable al vaivén de las tiranías. La
biblioteca de Alejandría, con sus cuatrocientos mil volúmenes, constituía
un foco intelectual sin parangón con otras metrópolis de larga tradición
cultural. Cuando los invasores quisieron dominarlos y esclavizar al pueblo
egipcio, quemaron sus libros, mataron sus sueños para que no tuvieran
recursos intelectuales ni fuerzas para alzarse y defenderse. Cuando a
8
Don Quijote no pasa por alto que el barbero lo ha comparado con un hombre loco que finge
estar cuerdo.
- 161 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
la gente no se le permite soñar, se le esclaviza. Incinerar los sueños es el
secreto para abatir al enemigo, para que no moleste. Sin relatos, no quedan
ya ideas ni palabras, solo la ceniza de los antiguos sueños. A través de la
señal perpetua que nos llega del Smartphone o de cualquier artilugio
conectado a internet, nos hemos convertido en simples operarios, torpes
para la reflexión. Ante la hegemonía del Iphone o el Android las
conversaciones más interesantes quedan truncadas, porque más que con
palabras, ahora se habla con imágenes y, por eso, quien no tenga buenas
fotos qué exhibir, que mejor se desconecte si no se quiere sentir
desplazado.
Hay que salir fuera de la pecera de encierro térmico rodeado de
pantallas y buscar la inmensidad del océano de la cultura y la estrella de
la verdad. Pero solo a través del diálogo se logra que la verdad deje una
huella imborrable en quienes la conocen: se interioriza, se pregunta, se
dialoga y se expone. Lo que hacen continuamente nuestro valiente hidalgo
y su leal escudero. La sabiduría solo puede ser auténtica cuando se alcanza
a través del diálogo y no en solitario, porque ‘ni la sabiduría es un libro
cerrado, ni se adquiere por sí sola, es siempre algo de dos’, se aprende en
los relatos de manera dialógica.
Por ser un acervo de ideas y de emociones, de vidas humanas y de
experiencias, la gran literatura es un medio para aprender humanidad, un
camino para conocer a fondo al ser humano y así entenderlo mejor. Rinde
tributo a la esencia de lo humano en todos sus pliegues, porque nos permite
conocernos y fundamentar lo que somos y estamos siendo. No en balde se
dice que los buenos escritores, junto con los filósofos, son los arquitectos
de la historia.
- 162 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
La literatura es una de las grandes instancias educadoras de la
humanidad. Como sostiene Muñoz Molina9, el Quijote no es un” tratado
moral”, pero sería imperdonable ignorar el potente contenido ético que
encierran estas páginas inmortales de nuestra lengua. Muchos filósofos
morales contemporáneos sugieren que una educación moral debe estar
basada en textos literarios que permitan a niños, jóvenes y adultos
imaginar modos de vida, o aspectos particulares de modos de vida, que los
prepare para razonar moralmente, ser críticos, entablar un diálogo y hacer
autocrítica. “La obra narrativa literaria provoca una verdadera ampliación
de nuestro ser, posibilitada por la artística construcción de una trama que
es capaz de condensar y representar esencialmente la vida”10. El niño debe
abrir las puertas de su imaginación a una fila imparable de visitantes
fantásticos y reales, y empapelar su cuarto interior de súper héroes y
villanos, de hadas y de brujas, de caballeros andantes, de princesas y
dragones, de magos y piratas. Así va construyéndose el “yo”, la identidad
personal, en íntima convivencia con los seres imaginarios que llaman a su
puerta. Un niño normal sabrá distinguir lo real de lo imaginario, pero será
imposible discernir cuál influyó más en la formación de su personalidad,
porque en la configuración de su identidad y su talante ético ambos
elementos convergen unidos11.
Los textos narrativos nos dan un conocimiento profundo del espíritu
humano, de lo que es el hombre y del mundo que le rodea. Por eso, he
querido referirme concretamente a esta obra de la literatura universal. En
el Quijote advertimos que el hombre es un ser limitado con aspiraciones
ilimitadas, piénsese en la pasión por las aventuras caballerescas del
9
Entrevista con Antonio Muñoz Molina, director entonces del Instituto Cervantes en Nueva York,
16 de febrero de 2005, con motivo del IV centenario de la publicación del Quijote, organizado
por la RAE y Alfaguara.
10
Jorge PEÑA VIAL, La poética del tiempo. Ética y estética de la narración, cit., 139.
11
Cfr. Jorge PEÑA VIAL, La poética del tiempo. Ética y estética de la narración, cit., 103.
- 163 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
valeroso hidalgo; que en el hombre es tan real la finitud de lo que es como
la infinitud de lo que desea ser, que en su perenne aspirar a lo inalcanzable
se pone de relieve tanto aquello de lo que carece como la magnitud de su
deseo. Así lo expresa bellamente Cervantes en un discurso típico del
barroco, puesto en boca del ficticio narrador morisco Cide Hamete. Nos
transmite que todas las cosas llegan a su fin, que el hombre es un ser finito
y que el tiempo no se detiene.
«Pensar que en esta vida las cosas de ella han de durar siempre
en un estado es pensar en lo excusado (es un error): (…) la
primavera sigue al verano, (…) y el invierno a la primavera,
y así torna a andarse el tiempo con esta rueda continua; sola
la vida humana corre a su fin ligera más que el viento, sin
esperar renovarse si no es en la otra, que no tiene términos
que la limiten12.» Y añade que la mayoría de seres humanos
«con la sola luz natural, es decir, sin lumbre de fe, llegan a
entender la ligereza e inestabilidad de la vida presente, y la
duración de la eterna que se espera.» (II, 53, 953).
Miguel de Cervantes nos interpela a lo largo de todo el libro, nos
pide ser héroes silenciosos de la cotidianidad, nos reta a luchar contra las
injusticias y los abusos, a salir del embotamiento de la rutina y a conquistar
libertades en la pequeña esfera de nuestra responsabilidad diaria. No sin
cierta ironía y agudeza comentaba Magris: “Don Quijote es un personaje
que parece haberse equivocado de libro, es un héroe épico e inocente que
se mueve en una novela, un caballero del ideal que recorre los caminos
polvorientos de la modernidad para descubrir un encanto insustituible en
cada cosa cotidiana, el yelmo de Mambrino, la bacía de barbero13.”
12
Haciendo eco a la enseñanza del libro de Job 7, 6-7.
13
Claudio MAGRIS, L’anello di Clarisse. Grande stile et nichilismo nella litteratura moderna,
ed. Giulio Einaudi, Torino 1984; trad. al castellano de Pilar Estelriche, Ediciones Península,
Barcelona, 1993.
- 164 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
El Quijote tiene una novedad perenne, a pesar de no ser nuevo.
Soporta la traducción a otras lenguas y el escrutinio de todos los estudios
que se han hecho sobre él. El texto no solo soporta, sino que se ilumina
cada vez que un nuevo lector se pierde dichoso en sus laberintos de risa y
ficción. En el Quijote está casi todo lo que hay que saber sobre el hombre:
sobre sus pasiones, sobre sus virtudes y vicios, sobre su anhelo perenne
de felicidad y sus abismos de miseria. Ciertamente, el mérito de las buenas
narraciones literarias estriba en haber sabido entretejer la acción humana
en contextos de grandeza y de vileza, conjugando la capacidad de
descripción de los personajes con la trascendencia del sentido final de la
vida o con la levedad de lo inmediato. En los personajes del Quijote no
faltan las crisis ni las conversiones, los avances y los retrocesos, no están
libres de la atracción del mal, ni de los convencionalismos sociales de la
época ni de las leyes, pero late en el fondo de su alma la capacidad de
rectificar y atemperar sus posturas, de encauzar su vida. En la narrativa
cervantina hay ironía, pero no cinismo, porque demuestra que toda
persona, a cualquier edad, puede cambiar, y que, para ello, necesita un
interlocutor dialógico.
El modelo que ofrece el Quijote presenta una característica
particularmente interesante, porque, en la propia novela, aparecen como
virtualmente operativos personajes de ficción. El lector presiente, durante
la lectura, que está ante un fenómeno literario inusitado, una literatura
dentro de otra literatura. El relato mismo se pone en boca de un ficticio
autor morisco, llamado Cide Hamete Benengeli y los lectores
contemporáneos del Quijote (el bachiller Sansón Carrasco, los Duques,
etc.) parecen pasearse a sus anchas por sus páginas junto a los héroes de
los libros de caballería como si fueran personajes reales. A inicios del
capítulo 40 de la Segunda Parte del Quijote un narrador interviene y
argumenta que todos aquellos que están disfrutando de la historia
«deben de mostrarse agradecidos a Cide Hamete, su autor primero, por la
- 165 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
curiosidad que tuvo en contarnos las semínimas della» (II, 40, 848). Este
es un caso de mise-en-abyme intenso, en el que nos vemos forzados a ser
conscientes de que estamos leyendo una ficción dentro de otra ficción, y
que el Duque y la Duquesa, personajes inventados por Cervantes, están
representando otro nivel ficticio dentro de los demás. No sabemos quién es
el narrador principal, pero conoce muy bien las intenciones, pensamientos
y recuerdos de todos los personajes. Unos cuantos capítulos más adelante,
Cervantes nos lanza otro de esos momentos mise-en-abyme metaliterarios
que anticipan uno de los tropos favoritos de la literatura moderna. Don
Quijote escucha que dos hombres discuten sobre “la Segunda Parte de
Don Quijote de la Mancha”, y a él le empiezan a temblar las piernas:
«Apenas oyó su nombre don Quijote, cuando se puso en pie y
con oído alerto escuchó lo que trataban» (II, 59, 999).
Esto es un momento maravilloso de anagnórisis y de ficción literaria,
porque los nobles están leyendo el Quijote apócrifo deAvellaneda publicado
en 1614 y le dan el libro a don Quijote para que lo revise. Habíamos leído
sobre personajes que han leído la Primera Parte, pero esta es la primera
vez que los personajes han leído la Segunda Parte, que todavía está en
marcha en aquel momento. Se trata de una anagnórisis de “revelación”,
que involucra al personaje y al lector causándoles una enorme sorpresa.
Tanto es así, que acontece una ruptura enérgica y repentina en el nudo de
la historia: don Quijote cambia Barcelona por Zaragoza como destino
final de su viaje, para contravenir lo que dice el Quijote apócrifo. Pero el
episodio narrativamente más violento ocurre 13 capítulos más adelante.
Cervantes hace que su personaje de ficción, don Quijote, se encuentre
amigablemente con un personaje de ficción del Segundo tomo apócrifo.
Este personaje se llama Álvaro Tarfe, al que don Quijote convence de que
él es el verdadero don Quijote. Tanto lo persuade que hace que Tarfe firme
- 166 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
una declaración jurada ante un alcalde y un escribano en la cual proclama
que
«no conocía de don Quijote de la Mancha, que asimismo
estaba allí presente, y que no era aquel que andaba impreso
en una historia intitulada Segunda parte de don Quijote de la
Mancha, compuesta por un tal de Avellaneda, natural de
Tordesillas» (II, 72, 1092).
Vemos aquí una maniobra narrativa sin precedentes propia solo de
un genio de la novela, para construir una modalidad de anagnórisis de
“revelación” al revés. Aparece un Álvaro Tarfe que no reconoce a “su”
propio don Quijote, a quien le debe la existencia en el libro apócrifo. Se
trata de la abolición del personaje de Avellaneda y de la creación de un
nuevo personaje de Cervantes. Tras salir del mesón, don Quijote y Sancho
Panza celebran su triunfo sobre Tarfe y el atrevido autor falso: «cuán bien
acordado había sido tomar su declaración ante la justicia» (II, 72, 1092).
Martín de Riquer, editor notable de Avellaneda, habla de un “secuestro”
de Álvaro Tarfe y de una “jugada maestra propia de un gran novelista”14.
Esto es lo que hace extraordinariamente compleja la narrativa del
Quijote: la constante interacción entre ficción y realidad, llevada a cabo
en el seno mismo de una obra de ficción, donde los niveles narrativos se
multiplican y se imbrican.
14
Martín de RIQUER, Introducción a su edición del Quijote de Avellaneda, Planeta, Barcelona
1962. Jean-Pierre ÉTIENVRE, «La elusión del apócrifo en la segunda parte del Quijote: final
del juego », Criticón [En línea], 127. URL: http://journals.openedition.org/criticon/2969 ;
DOI: https://doi.org/10.4000/criticon.2969.
- 167 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Contrariamente al socorrido proverbio popular según el cual las
narraciones se relatan y la vida se vive, podemos apreciar que no existe una
grieta tan insalvable entre las narraciones y la vida. Las representaciones
llegan a aparecer como más reales que lo representado. Nuestro héroe no
acepta (en el caso de los libros de caballerías) la distinción entre
representación artística y realidad efectiva. Quizá los momentos en que tal
entreveramiento se hace más indiscernible es en las aventuras fantásticas
de la cueva de Montesinos (II, 23), del Barco encantado (II, 29), del
caballo Clavileño (II, 41), cuyos episodios preludian figuradamente el
desdichado final del reinado de Sancho Panza y de la andante caballería
de su amo. Como afirma agudamente Alejandro Llano, “El Quijote es una
obra plenamente barroca, cuyo parangón plástico viene dado por Las
Meninas. En el cuadro de Velásquez la representación se introduce en la
realidad y la realidad invade la representación. El pintor se pinta a sí
mismo, mientras que sus modelos se reflejan en un espejo, y los reyes de
España se entrevén en una lejanía indeterminada por la falta de referencias
sobre lo que hay más allá de la puerta que aparece en el fondo de la
pintura15.”
Cabe observar que, dada la estructura temporal de la vida, es falsa
la otra parte del proverbio popular según el cual la vida se vive y no se
narra. Es que la misma vida deja de ser un mero fenómeno biológico en la
medida en que es biográfica, como ya lo había advertido Ortega16, en tanto
que es interpretada y unificada a través de una narración. ¿En qué consiste
la unidad e identidad del yo? La unidad del yo “consiste en la unidad de
15
Alejandro LLANO, A., Deseo, violencia, sacrificio. El secreto del mito según René Girard,
EUNSA, Pamplona, 2004, 29.
16
José ORTEGA Y GASSET, La historia como sistema, 7ª ed., Revista de Occidente, Madrid
1975, 10.
- 168 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
una narrativa que liga el nacimiento con la vida y con la muerte, como el
inicio de una narrativa lo hace con el medio y con el fin”17.
3. Propuesta ética de MacIntyre
Uno de los filósofos que mejor ha puesto al descubierto la estructura
narrativa de la vida humana y la importancia de contar historias para la
educación ética es el escocés Alasdair MacIntyre (1929). Sus obras han
enriquecido el escenario de las últimas cuatro décadas de la filosofía moral
con respuestas consistentes a los nuevos retos que la sociedad occidental
presenta. Su obra célebre After Virtue18, de 1984, constituye una de las
aportaciones más originales y clarividentes en materia de filosofía moral.
Recordemos los interrogantes básicos que dieron origen a este ensayo:
¿por qué no podemos vivir sin relatos?, ¿cómo es que la vida humana
presenta una estructura narrativa?, ¿por qué contamos historias y las
necesitamos para entendernos?, ¿cómo vivir la amistad y la solidaridad en
un ambiente cultural sin referencias narrativas? Con el fin de poder
apreciar la riqueza de la contribución de MacIntyre sobre estos puntos,
veo necesario esbozar brevemente algunos trazos de su propuesta19.
MacIntyre dedica los primeros doce capítulos de su libro After Virtue
a analizar la historia de la cultura occidental. Comienza su estudio
afirmando que ha habido una catástrofe en la cual la mayor parte del
conocimiento moral se ha perdido. Después de la catástrofe se ha
intentado reconstruir la moralidad a partir de fragmentos aislados, pero
17
Alasdair MACINTYRE, After Virtue, 3ª ed., University of Notre Dame Press, Indiana 2003,
205.
18
Alasdair MACINTYRE, After Virtue, 3ª ed., University of Notre Dame Press, Indiana 2003. De
ahora en adelante citaré a MacIntyre en español en el cuerpo del artículo, y a pie de página
pondré la cita correspondiente en inglés. La traducción al español es mía.
19
Cfr. Alasdair MACINTYRE, “Plain Persons and Moral Philosophy: Rules, Virtues and Good”,
American Catholic Philosophical Quarterly 66 (1): 3-19 (1992).
- 169 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
tan solo se ha producido algo ininteligible que “parece” moral, pero no lo
es. Dado que los argumentos morales son ininteligibles, tampoco pueden
ser determinantes para decidir acerca de cómo actuar. Pero como hay que
actuar, hemos tenido que adoptar otro criterio: las emociones, pasiones e
intereses egoístas son ahora los guías determinantes de nuestro modo de
obrar “ético”. En la moral contemporánea lo que predomina es el
emotivismo.
El emotivismo es una postura vital que sostiene que los enunciados
éticos no son más que muestras de preferencia subjetiva que, para el autor
británico, no pueden tener valor de verdad. En esta nueva postura todo
argumento moral funciona como una máscara para manifestar las propias
preferencias subjetivas. Todo ello se debe a que después de la catástrofe
moral se ha intentado comprender las virtudes, las normas y los bienes de
manera aislada, independientemente los unos de los otros. El error
consiste en haber trastocado el esquema aristotélico que articulaba de
modo coherente la relación entre esos elementos, por querer desproveer a
la moral de su fundamento último. El resultado es un esquema moral
donde la referencia a los fines ha sido eliminada.
El precio de abandonar la concepción aristotélica de la vida buena
con fundamento teleológico se denomina, clama MacIntyre, nihilismo.
Nuestras reglas morales no son más que las hebras de una visión perdida
que hilaban un tejido completo. No podemos seguir haciendo caso omiso
de la demanda de Nietzsche de reemplazar nuestro código moral heredado
por uno radicalmente nuevo. Hemos de elegir: o Nietzsche o volver a
Aristóteles. MacIntyre opta por Aristóteles. Al rehabilitar el aristotelismo
se propone restaurar la noción de moralidad vista a la luz de un propósito
humano fundamental (el télos). Dentro del marco teleológico su propuesta
básica es volver a las virtudes y a una concepción más sólida de comunidad,
donde se compartan ideales comunes y una historia propia. La comunidad
es el lugar apropiado para vivir las virtudes.
- 170 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
La idea fundamental de After Virtue es que la ética presupone alguna
interpretación del télos humano, es la ciencia que nos instruye en cómo
alcanzar nuestro verdadero fin. “La ética es la ciencia que hace a los
hombres capaces de entender cómo realizar la transición del primer estado
al segundo. La ética, sin embargo, presupone desde este punto de vista
alguna interpretación de posibilidad y acto, de la esencia del hombre como
animal racional y, sobre todo, alguna interpretación del télos humano”20.
La fundamentación de la ética presupone el esquema tripartito. Su
estructura básica -del esquema moral- es la que Aristóteles analizó en la
Ética a Nicómaco. “Dentro de ese esquema teleológico es fundamental el
contraste entre “el-hombre-tal-como-es” y “el-hombre-tal-como-podría-
ser-si-realizara-su-naturaleza-esencial”21.
La ética es vista como aquello por lo que es posible pasar del primer
estadio al segundo; por ello, presupone el paso de potencia a acto y, sobre
todo, un conocimiento de la naturaleza humana racional y del télos
humano. Estos son los tres elementos sobre los que se funda el master
argument: naturaleza humana, finalidad o télos y virtudes morales. Si
llegase a faltar alguno de los tres el esquema moral, afirma MacIntyre, se
tornaría ininteligible. Este esquema triple impregnó la racionalidad
práctica y el horizonte moral de la antigüedad clásica y medieval, pero se
perdió en la Edad Moderna durante la catástrofe.
20
“Ethics is the science which is to enable men to understand how they make the transition from
the former state to the latter. Ethics therefore in this view presupposes some account of
potentiality and act, some account of the essence of man as a rational animal and above all
some account of the human telos.” (Alasdair MACINTYRE, After Virtue, cit., 52).
21
“Within that teleological scheme there is a fundamental contrast between man-as-he-happens-
to-be and man-as-he-could-be-if-he-realized-his-essential nature.” (Alasdair MACINTYRE,
After Virtue, cit., p. 52).
- 171 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Con todo, se puede concluir que para MacIntyre el télos humano
ocupa un lugar central, sin el cual no es posible sostener una concepción
coherente de la virtud, y que la noción de fin último o télos está
estrechamente ligada a la consideración narrativa de la vida.
4. Estructura narrativa de la vida
“Vivimos narrativamente nuestras vidas y las entendemos
narrativamente, es debido a eso que la estructura narrativa es la más
apropiada para comprender las acciones humanas propias y ajenas22.”
Lo primero que puede deducirse de estas palabras es que MacIntyre
está entendiendo la vida como una historia (a story). Una historia que está
estructurada como una narración, con un comienzo, un desarrollo y un
final, sin los cuales no sería inteligible. Retrospectivamente narramos
nuestro pasado y narrativamente nos proyectamos al futuro. Los hechos y
acontecimientos del presente no acaecen simplemente, sino que la persona
los inserta en una narración y constituyen presagios, signos y anuncios de
posibles relatos por venir. Pero surge una objeción a esta concepción de la
vida concebida de modo narrativo. La plantea Sartre en La náusea:
presentar la vida humana en forma de una narración equivale a falsearla.
La vida humana se compone de acciones discretas que no llevan a ninguna
parte, que no tienen ningún orden y ninguna ilación. Es el que cuenta la
historia quien impone retrospectivamente a los acontecimientos humanos
un orden que no tenían cuando se vivieron23. Isabel Allende, la escritora
chilena, quiso escribir bajo el efecto de una experiencia fuerte,
22
“It is because we all live out narratives in our lives and because we understand our own lives
in terms of narratives that we live out that the form of narrative is appropriate for
understanding the actions of others. Stories are lived before they are told –except in the case
of fiction.” (Alasdair MACINTYRE, After Virtue, cit., 212).
23
Cfr. Jorge PEÑA VIAL, Poética del tiempo. Ética y estética de la narración, cit., 89.
- 172 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
al lado del lecho de su hija en coma: «¿Para qué tanta palabra si no puedes
oírme? ¿Para qué estas páginas que tal vez nunca leas? Mi vida se hace al
contarla y mi memoria se fija en la escritura24. Perder la memoria esperder
la propia historia. El rememorar es siempre una reconquista del yo perdido
con el paso del tiempo.
Cabe destacar que en el enfoque macintariano no es solo que la
vida se parezca a una narración, sino que existe un orden narrativo
anterior a toda vida humana. El orden narrativo que constatamos en la
propia vida y en los relatos procede de una instancia anterior: el orden de
la experiencia. Por eso, cuando en la vida no se descubre la lógica de la
narración se torna confusa e ininteligible, pierde sentido, porque una vida
fragmentada y atomizada no nos permite conocernos y fundamentar lo
que somos y estamos siendo. Ciertamente, algunas personas acuden al
suicidio para escapar del sinsentido y del absurdo de un tiempo sin
articulación lógica y significativa. Lo hacen porque la narrativa de su vida
se ha hecho ininiteligible, carente de tensión, de movimiento hacia un
clímax o télos25. De acuerdo con la ética de la narrativa de MacIntyre, es
bueno experimentar o concebir la vida de uno como una narración; una
perspectiva narrativa rica es esencial para una vida bien vivida26. Él
mismo explica el por qué en uno de sus últimos libros: «La perspectiva
narrativa de la ética me conduce a preguntarme “¿qué es el bien para mí?”
lo cual equivale a preguntarme de qué forma mi vida, entendida como
poseedora de la unidad que se revela al ser narrada, podría llegar a ser
completa de la mejor manera»27. Entender la vida narrativamente
24
Isabel ALLENDE, Paula, Editorial Sudamericana, Santiago de Chile, 1994, 61.
25
Cfr. Alasdair MACINTYRE, After Virtue, cit. 217.
26
Cfr. Alasdair MacIntyre, Ética en los conflictos de la modernidad. Sobre el deseo, el
razonamiento práctico y la narrativa, Ediciones Rialp, Madrid, 2017, 226.
27
Cfr. Alasdair MacIntyre, Ética en los conflictos de la modernidad. Sobre el deseo, el
razonamiento práctico y la narrativa, Ediciones Rialp, Madrid, 2017, 226.
- 173 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
nos conduce a descubrir un sentido en la vida y solo así puede vivirse
logradamente.
La narrativa es la estructura de la realidad. Nuestras vidas tienen una
forma narrativa, a la vez impredecible y teleológica. Solo si se considera
la vida como una totalidad narrativa se torna inteligible la acción humana.
Lo natural es pensar en términos narrativos. Si dejamos algo fuera de esa
narración, aquello se hace ininteligible y existen muchos riesgos de
equivocación28.
La búsqueda de un hilo narrativo proporciona unidad a la vida y hace
que se conciba como una totalidad29. MacIntyre pone como ejemplo el
fenómeno tan común y ordinario de la conversación humana. ¿Qué sería
de la vida humana, de la vida en sociedad, sin la conversación? Aunque
sea muy breve, una conversación es una obra dramática donde los que
dialogan son a la vez actores y autores, que buscan un acuerdo en el modo
de la producción. Las mismas conversaciones podrían clasificarse por
géneros literarios dependiendo del cariz que tomen: las hay de género
dramático o cómico, una conversación puede ser un relato o un cuento corto
28
El bien global abarca y comprende todos los aspectos, exigencias y manifestaciones de la vida
humana.
29
¿En qué consiste esa búsqueda? 1) En la búsqueda de un bien para el hombre. Una concepción
del bien provee una comprensión del puesto de la integridad y constancia en la vida; 2) La
concepción medieval de una búsqueda implica la superación de peligros, daños, tentaciones y
distracciones, y nos lleva a conocernos a nosotros mismos y a conocer el bien. En definitiva,
la vida buena del hombre es la vida empleada en la búsqueda de la vida buena del hombre, y
de las virtudes necesarias en su búsqueda. (“It is in looking for a conception of the good which
will enable us to order other goods. For a conception of the good which will enable us to
extend our understanding of the purpose and content of the virtues. For a conception of the
good which will enable us to understand the place of integrity and constancy in life, that we
initially define the kind of life which is a quest for the good. But secondly it is clear the
medieval conception of a quest is not at all that of a search for something already adequately”.
(Alasdair MACINTYRE, After Virtue, cit., 219).
- 174 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
o una novela. Las conversaciones tienen principio, nudo y desenlace, al
igual que las obras narrativas. Siempre toman un rumbo: pueden dirigirse
hacia delante o hacia atrás, tienen flashbacks y flashforwards, adquieren
una estructura más o menos lineal, con digresiones y subtramas, o bien,
circular con giros hacia el eje inicial. Y la conversación no es el único
fenómeno narrativo del comportamiento humano: los hechos muchas
veces hablan más que las palabras, porque son hechos de aquellos que
hablamos con palabras. La escritura narrativa no es trabajo exclusivo de
poetas, dramaturgos y novelistas que deciden imponerle un orden
narrativo a una serie de eventos; la narrativa no es decoración ni disfraz: es
la estructura de la realidad. Barbara Hardy ha escrito: “soñamos dormidos
narrativamente, soñamos despiertos de forma narrrativa, recordamos, nos
anticipamos, esperamos, desesperamos, creemos, dudamos, planeamos,
revisamos, criticamos, construimos, cotilleamos, aprendemos, amamos y
odiamos narrativamente30.”
Por eso, podemos afirmar con MacIntyre: “Vivimos narrativamente
nuestras vidas y las entendemos narrativamente, es debido a eso que la
estructura narrativa es la más apropiada para comprender las acciones
humanas propias y ajenas31.”
30
“We dream in narrative, day-dream in narrative, remember, anticipate, hope, despair, believe,
doubt, plan, revise, criticize, construct, gossip, learn, hate and love by narrative’ in arguing
the same point” (Hardy 1968, 5). Citado por Alasdair MACINTYRE, After Virtue, cit., 211.
31
Alasdair MACINTYRE, After Virtue, cit., 212: “It is because we all live out narratives in our
lives and because we understand our own lives in terms of narratives that we live out that the
form of narrative is appropriate for understanding the actions of others. Stories are lived
before they are told –except in the case of fiction.”
- 175 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
¿Qué sería de las acciones humanas si se les despojase de un orden
narrrativo32? No se entenderían33, porque el hombre es esencialmente un
animal que cuenta historias (a story telling animal), y las cuenta para
entenderse a sí mismo. Esto lo vemos ejemplarmente plasmado en el
personaje de Cardenio, que aparece en el capítulo 25 de la Primera Parte del
Quijote. Cardenio sufre de algún desequilibrio mental, específicamente,
desmayos que le dejan con blancos en la memoria. Él mismo advierte que
la única medicina para «aquel terrible accidente» es volver a contar su
historia a quien le quiera prestar oídos.
«—“Os ruego que escuchéis”, le dice a la comitiva que venía
con don Quijote y Sancho (el cura, el barbero, Dorotea), “que
escuchéis el cuento, que no tiene conclusión de mis
desventuras (…). Y con esto el triste caballero comenzó su
lastimera historia”» (II, 25, 263).
No hay manera de comprender la sociedad, sino a través del depósito
de sus relatos primitivos, mitológicos, costumbristas y religiosos. A este
respecto, también en la Primera Parte en el capítulo 32, al llegar a la venta
por tercera vez, los circunstantes tienen un debate sobre el valor moral y
social de la ficción narrativa, que se remonta a la República de Platón. El
32
Sartre nunca respondió a esta cuestión, es más, lo sorprendente fue que para demostrar que no
existen narraciones verdaderas, él escribió una narración, aunque fuera de ficción. (Cfr.
Alasdair MACINTYRE, cit., 214).
33
La acción no es más que un momento actual o posible de una o varias historias. La noción de
relato es una noción tan fundamental como la de acción. Una requiere de la otra. Esto es
precisamente lo que Sartre rechaza: toda su teoría del yo capta muy bien el espíritu de la
modernidad. En La náusea, Sartre expone que la narrativa es muy diferente de la vida y que
presentar la vida narrativamente es igual a falsearla. No pueden ni deben existir relatos
verdaderos. La vida humana está compuesta de acciones discretas que no conducen a nada,
que no tienen orden; el story-teller o narrador de historias impone retrospectivamente en los
eventos humanos un orden que no tenían cuando fueron vividos.
- 176 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
detalle más significativo y jocoso de las prácticas narrativas del s. XVII es
que el ventero y don Quijote comparten los mismos gustos novelísticos y
se ve que las novelas tienen un efecto fuerte sobre el ventero, porque dice
su mujer que cuando las lee «se vuelve manso» (I, 37, 322). Ciertamente,
los relatos caballerescos de alguna manera estaban relacionados con la
violencia, al igual que en nuestros días lo están los vídeojuegos, las series
de acción y los videos de Fortnite y otros de su género. Y, por lo que
comentan el ventero y la ventera, los mismos relatos ejercen un efecto
distinto en cada uno: funcionan como melodramas para las mujeres y
como épicas violentas para los hombres.
Las señales y proclamas más profundas que han transmitido los
hombres vienen casi siempre transmitidas a través de relatos: la vida
humana no se puede comprender íntegramente de manera impersonal; ha
de ser relatada por unas personas a otras. Los relatos han constituido una
pieza clave en la educación moral de los pueblos, desde las sociedades
heroicas pasando por la sociedad medieval a la sociedad contemporánea.
El sentido original de la mitología, hiende en lo profundo del misterio del
relato34. Sin referencias narrativas no hay nada fijo, los individuos serían
nómadas desgarrados y sin rumbo, vagabundos que se identifican con
modelos de la sociedad del espectáculo que, por ser superficiales y
efímeros, son consumidos, reemplazados y olvidados en un mundo de
entretenimiento que no debe parar35.
Julián Marías resalta este aspecto ordenador e inteligible que otorga
de suyo todo relato: “el mero intento de contar la vida —o escenificarla,
34
Cfr. LLANO, A., Deseo, violencia, sacrificio. El secreto del mito según René Girard, cit., 25.
35
Cfr. Claudio MAGRIS, L’anello di Clarisse. Grande stile et nichilismo nella litteratura
moderna, ed. Giulio Einaudi, Torino 1984; trad. al castellano de Pilar Estelriche, Ediciones
Península, Barcelona, 1993, 423.
- 177 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
o ponerla en imágenes, es lo mismo— introduce en ella orden y claridad.
Actúa sobre una “materia prima” opaca, caótica, por lo pronto irracional e
ininteligible, y la interpreta, estructura y elabora. Es inseparable del decir
la significación, y la vida humana narrada, esto es “dicha”, resulta por eso
mismo significativa y comprensible. El relato en todas sus formas es una
potencia de racionalización36.” Algo muy similar plantea Ortega y Gasset:
“Frente a la razón pura físico-matemática hay, pues, una razón narrativa.
Para comprender algo humano, personal o colectivo, es preciso contar una
historia. Este hombre, esta nación hace tal cosa y es así porque antes hizo
tal otra y fue de tal otro modo. La vida solo se vuelve un poco transparente
ante la razón histórica37.”
Otra autora que pondera la importancia de contar historias para
redimir del olvido los sufrimientos y penalidades de un pueblo es la
pensadora alemana judía Hannah Arendt. Cuando ella acepta el papel de
reportera especializada en la cobertura periodística del juicio a Adolf
Eichmann, famoso criminal nazi, realizado en Jerusalén en 1961, se da
cuenta del papel insustituible que tienen los poetas y narradores en
custodiar el recuerdo y recuperar del olvido, no solo las grandes injusticias
que claman al cielo (p. ej. el holocausto judío), sino también las acciones
heroicas de personas ordinarias que han hecho todo lo necesario para
oponerse a la degradación del mundo38. Para Arendt, la memoria y el
recuerdo es un imperioso deber cívico que atañe a los poetas resguardar,
no para propiciar un resentimiento histórico o buscar en el pasado una
gloria consoladora, sino para conservar la identidad en el tiempo, tanto
36
Julián MARÍAS, La imagen de la vida humana. Y dos ejemplos literarios: Cervantes, Valle
Inclán, Editorial Revista de Occidente, Madrid, 1971, 31.
37
José ORTEGA Y GASSET, La historia como sistema, 7ª ed., Revista de Occidente, Madrid
1975, 5.
38
Cfr. Hannah ARENDT, Eichmann in Jerusalem. A report on banality of evil, ed. Penguin,
New York, 1994.
- 178 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
personal como comunitaria39. Además, la importancia de contar historias
se refuerza en Arendt por la misma constatación de que, como permite ver
la experiencia, el solo acontecer de los hechos no es suficiente y el hombre
tiene un deber sagrado para con ellos: “La obstinación de la realidad es
relativa. La realidad nos necesita para protegerla. Si podemos hacer
estallar el mundo, significa que Dios nos ha creado para ser guardianes del
mismo; del mismo modo, somos los guardianes de la verdad”40.
El orden narrativo hunde sus raíces en la perspectiva teleológica del
hombre. Sin embargo, a través de la experiencia constatamos que en
nuestra vida obramos muchas veces en vistas a fines secundarios que no
son globales. Por ejemplo, pensemos en Juan, un joven profesional que
antes de dirigirse a su trabajo, sale a ejercitarse por su vecindario y al
volver a casa por la noche se sienta delante de la televisión para disfrutar
de una serie de Netflix. A juzgar por los hechos, Juan obra por fines
diversos y no solo de cara al fin último de su vida. Probablemente haga
ejercicio por las mañanas por salud, pues quizá tiene el colesterol alto y
se lo ha recomendado el médico. Posiblemente, por la noche, Juan mira la
serie de acción para descansar, e indudablemente se dirige cada día a su
trabajo para ganar dinero y sostener a su familia. Entonces, ¿cuál es el fin
último de la vida de Juan, si parece que se mueve por varios fines, todos
inmediatos? Ciertamente, hay tantas cosas que realizamos todos sin pensar
en el fin último (pasear, hacer deporte, trabajar, leer, descansar, tocar un
instrumento, estar con la familia). Es que resulta que aparte del fin último,
existen otros fines en la vida que el hombre se puede proponer hacia el
39
Cfr. Jorge PEÑA VIAL, Poética del tiempo. Ética y estética de la narración, cit., 82.
40
Nota de Hannah Arendt al pie de una carta que recibió de David Riesman, del 8 de junio de
1948, existente en los archivos de la Library of Congress de Washington D. C., EE.UU.
Tomada de una biografía sobre la pensadora de Hannover escrita por Elisabeth Young-Brouel,
Hannah Arendt, For love of the world, Yale University Press, New Haven and London, 1982,
329. Cfr. Jorge PEÑA VIAL, Poética del tiempo. Ética y estética de la narración, cit., 84.
- 179 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
logro de otros objetivos que se dirigen a bienes parciales. Sin embargo,
solo la noción global de bien humano, de fin último (télos), articula las
demás acciones humanas en un horizonte desiderativo unitario. Aristóteles
en la Ética a Nicómaco, observó que las acciones que se ordenan unas a
otras no pueden proceder hacia el infinito en ordenación mutua, sino que
tiene que haber un fin último (la felicidad o vida feliz), como meta última
del deseo, porque si no, todos los otros deseos quedarían insatisfechos.
Desde este enfoque, no queda nada fuera del télos humano o felicidad. De
ahí que sea la estructura narrativa (principio-nudo-fin) el género básico y
fundamental para entender la vida humana41.
La filosofía analítica, por el contrario, tiende a pensar la acción
humana de forma atomística y a analizar las acciones humanas en términos
de simples unidades. Sin embargo, una vida es más que una secuencia de
acciones individuales y episodios. Algunos filósofos analíticos han
pretendido que las acciones humanas puedan individuarse como si fueran
los pasos de una receta de cocina. Los recetarios de cocina individúan las
acciones en unidades que, separadas del contexto y la secuencia en que
fueron pensadas, no se entenderían: “Tome seis huevos. Quiébrelos en un
bol. Añada harina, sal, azúcar, mantequilla, etc.” Como elementos
aislados de la secuencia, cada elemento sería ininteligible, como ocurre
con las acciones humanas cuando se separan de su contexto narrativo.
No deja de sorprender que Aristóteles empiece la Ética a Nicómaco
hablando de la acción libre y de fines: “Toda acción, elección, etc., miran
hacia un bien”42. Ese bien al que tendemos en la acción libre puede ser real
41
“Narrative history of a certain kind turns out to be the basic and essential genre for the
characterization of human actions.” (Alasdair MACINTYRE, After Virtue, cit., 208).
42
«Toda arte y toda investigación, y del mismo modo toda acción y elección, parecen tender aalgún
bien; por esto se ha dicho con razón que el bien es aquello a que todas las cosas tienden».
(ARISTÓTELES, Ética a Nicómaco, I, 1, 1094 a 1-3. Utilizamos la edición bilingüe de Julián
Marías y María Araujo, Instituto de Estudios Políticos, Madrid, 1970).
- 180 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
o aparente. Quien roba un celular, por ejemplo, lo hace porque para él ese
robo tiene razón de bien. En el capítulo 26 de la Primera Parte, don Quijote
se encuentra medio desnudo haciendo penitencia en la Sierra Morena. El
capítulo comienza con una descripción de don Quijote penitente: «de
medio abajo desnudo y de medio arriba vestido». Al igual que en otros
momentos de la novela, nuestro héroe está confundido entre una serie de
ejemplos de héroes de caballería. Esta confusión parece ser la de siempre:
«Tornó a pensar lo que otras muchas veces había pensado sin
haberse jamás resuelto en ello, y era que cuál sería mejor y le
estaría más a cuento: imitar a Roldán en las locuras
desaforadas que hizo, o Amadís en las melancolías»
(I, 26,249). Finalmente, se decide por Amadís:
«¡Viva la memoria de Amadís, y sea imitado de don Quijote
de la Mancha en todo lo que pudiere, del cual se dirá lo que
del otro se dijo, que si no acabó grandes cosas, murió por
acometellas» (I, 26, 250).
A partir de ese momento, lo único que tiene razón de bien en su
existencia caballeresca son los deseos de Amadís de Gaula, a favor de los
cuales ha renunciado como sujeto. ¿Qué pecado ha cometido nuestro
hidalgo, para pensar que debe hacer penitencia? Ninguno, pero el discípulo
se inclina hacia los objetos que le designa el modelo de la caballería, y de
ahora en adelante todas las obras de Amadís tendrán para don Quijote
razón de bien, aunque solo sean buenas aparente y subjetivamente.
No existe acción libre que no busque un bien. Todos los actos de la
voluntad son intencionales, se dirigen a un objeto. No hay acciones vacías,
ni deseos vacíos, toda acción voluntaria se dirige hacia algo. Incluso las
emociones, que son menos transparentes en cuanto a la intencionalidad,
- 181 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
siempre se dirigen a algo o son causadas por algo (cuando alguien está
triste, lo está por algo). La estructura intencional, narrativa, de nuestra
voluntad es unitaria y libre. Que sea libre significa que la persona queda
comprometida como persona en todo acto voluntario. Toda determinación
acerca de un objeto es siempre autodeterminación de la persona, lo cual
significa que es libre.
Cabría añadir que además de ser intencional y autodeterminante, la
acción libre también es autorreferencial, es decir, que deja poso en la
facultad, en el sujeto. La autorreferencialidad hace posible los hábitos, que
son perfeccionamientos de las facultades. Se perfeccionan o deterioran a
base de acciones voluntarias. La voluntariedad del objeto revierte en el
sujeto y con ello, la facultad se perfecciona a sí misma, da de sí.
Sin pretender exceder los límites de este trabajo, resulta oportuno
mencionar la clásica distinción aristotélica entre acciones inmanentes y
acciones transitivas para entender porqué las acciones voluntarias
producen hábitos en las facultades, esto es, porqué son autorreferenciales.
Las operaciones kinéticas (de kínesis) o movimientos transitivos son
temporales, es decir, que al hacerlas transcurre el tiempo, y no tienen
finalidad (télos) sino solo término (péras). Por ejemplo, la acción de
construir una casa: cuando se construye no se posee lo construido en la
facultad, sino afuera del sujeto. La acción de construir es un medio para
llegar al término (la casa). Terminada la acción, termina también el
movimiento: es imperfecto. Aunque de una manera implícita y sin
afirmarlo, la tesis de MacIntyre acerca de los bienes externos a las
prácticas podría asimilarse a las operaciones transitivas, ante todo, porque
la relación medios-fin es extrínseca, como en el caso del dinero, el placer,
la fortuna, la fama, etc. Por ejemplo, se puede realizar una práctica como
la escritura de cuentos infantiles con el fin de adquirir fama, dinero o
- 182 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
prestigio; en este caso, el escritor creativo y competente podrá hacerse
acreedor de un premio literario, que anulará o restará fama a los demás
escritores. Pero también puede dedicarse a la escritura de cuentos por el
puro afán de escribir y de recrearse en la realidad; el logro interno de esta
práctica es un bien para toda la comunidad que participa en la práctica y
no disminuye crédito a los demás, sino que a todos engrandece con su
lectura. Los bienes internos no son solo posesión ni propiedad de un solo
individuo sino de toda la comunidad.
Las operaciones inmanentes o energeia poseen el fin en sí mismas,
es decir, que se ve y se tiene lo visto, se ama y se tiene lo amado. Lo amado
está en la operación de amar, no es algo externo como sería el edificio.
Aristóteles las llama operaciones perfectas, porque son atemporales, no
tienen tiempo. El fin (lo visto) es intrínseco a la acción de ver. Las
operaciones inmanentes podrían asimilarse a lo que MacIntyre denomina
bienes internos a las prácticas, donde la relación medios-fin es intrínseca,
como en el caso de la virtud y el logro ilusionado de un cuentista feliz.
Las acciones inmanentes son las que hacen posibles los hábitos, que
son tanto más intensos cuanto más espiritual sea la facultad. Por ejemplo,
el amar es más intenso que el ver, aunque ambos sean operaciones
inmanentes. La facilidad de ejercer los hábitos es aumento en libertad. En
esto se distinguen los hábitos de las costumbres: aquellos perfeccionan la
voluntad, porque la liberan; estas en algunos casos la esclavizan, porque
no se sabe por qué se hacen las cosas, solo se hacen.
La felicidad según Aristóteles no es, entonces, un objetivo que
sobrepasa los umbrales de la ética (un ideal extra-ético, sería, por ejemplo,
una vida cómoda, llena de bienestar y riquezas, o el éxito profesional o
la consecución de metas políticas), sino la perfección de la vida del ser
racional. La felicidad, añade Spaemann, es para Aristóteles la íntima
- 183 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
esencia de la praxis, es un concepto impregnado de contenido ético: la
plenitud de sentido de la condición humana, y no un fin que podría ser
definido de cualquier manera, independientemente de los medios
necesarios para su consecución. Las acciones inmanentes o praxis no
pueden ser medios subordinados instrumentalmente a un fin externo, sino
ingredientes constitutivos de la totalidad de una vida43; de ahí que sean las
acciones inmanentes las que interesan en las ficciones, porque cuando se
representan en los personajes de ficción logran la unidad de la vida
humana al completo, por la solidez del personaje y la coherencia narrativa.
“Como dice Aristóteles, el gozo de la actividad y el gozo del logro
no son los fines a los que tiende el agente, pero el gozo procede del éxito
en la actividad, de modo que la actividad lograda y la actividad gozada
son uno y el mismo estado44.”
5. Analogía entre la acción dramática de las narraciones y la acción
humana
Ahora pasemos a comparar la acción humana con la actuación de los
personajes de ficción. Pensemos si el mundo de la praxis cotidiana (como
la expuesta en el epígrafe anterior) tiene también la estructura de una
trama y si cabe hablar de integración unitaria y de un yo articulador que
justifique el carácter mimético de lo realizado por la poiesis. Dicho en
palabras más sencillas, preguntémonos qué de común hay entre la
43
Cfr. SPAEMANN, R., Etica teleologica o etica deontologica?, Un dibattito al centro della
teologia morale odierna, CRIS Documenti 49/50, Roma 1983, 13-14. Citado por Ángel
Rodríguez-Luño y Arturo Bellocq, Ética general, 7ª ed. renovada, Eunsa, Pamplona, 2014.
44
“As Aristotle says, the enjoyment of the activity and the enjoyment of achievement are not the
ends at which the agent aims, but the enjoyment supervenes upon the successful activity in
such a way that the activity achieved and the activity enjoyed are one and the same state.
Hence to aim at the one is to aim at the other.” (Alasdair MACINTYRE, After Virtue, cit.,
197).
- 184 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
acción práctica y la trama narrativa. Pienso que existe una analogía de
proporcionalidad entre nuestra vida personal y la vida figurada de los
personajes dramáticos (de la literatura, el cine, las series de televisión, las
narrativas transmedia, etc.), que crece en la medida en que la unidad
narrativa del personaje dramático se consolida. Hay unidad narrativa
cuando las acciones inmanentes (por ejemplo, la capacidad humana de
conocer y obrar el bien y el mal, de sentir la culpa y aceptar el perdón)
están tejidas por la búsqueda interna de un fin o télos, para Aristóteles, la
felicidad. Un primer aspecto a considerar es que las historias que logran
representar un nexo intrínseco entre praxis y télos, es decir, consiguen
unidad narrativa, alcanzan más identificación emocional en el lector y un
“reconocimiento axiológico” hacia la propia plenitud vital.
La unidad narrativa, tal y como implícitamente la plantea MacIntyre
y otros filósofos de la narración (Paul Ricouer, Hannah Arendt, Charles
Taylor), estaba ya presente en la filosofía de Aristóteles. El eje articulador
de la trama es el concepto de mimesis praxeos de la Poética, la construcción
de una trama que represente la acción. En la Poética, el Estagirita se
plantea qué es lo que da unidad a la tragedia. Su conclusión es que la
unidad le viene otorgada por la unidad de una acción perfecta y completa,
que es el objeto de la tragedia. Así lo afirma Aristóteles: “Tragedia es
representación de una acción perfecta y completa y dotada de cierta
extensión (…). Completo es, en realidad, lo que tiene principio, medio y
fin. Principio es aquello que necesariamente no está precedido por otra
cosa y aquello después de lo cual otra cosa existe o llega a existir. Fin, por
el contrario, es aquello que por naturaleza, necesariamente o en la mayor
parte de los casos, viene después de otra cosa y aquello después de lo cual
nada viene. Medio es aquello que viene después de algo y después de lo
cual algo viene. Es preciso, pues, que los argumentos bien construidos no
comiencen en cualquier parte ni en cualquier parte concluyan, sino
- 185 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
que se ajusten a las ideas antes expuestas45”. Lo que Aristóteles quiere
decir es que la unidad de la acción dramática es una unidad causal (un
hecho causa de otro) y no meramente temporal. No se trata solamente de
narrar una acción después de la otra, sino “una acción causa de la otra”46.
Es este encadenamiento causal de acciones y pasiones lo que dota de
verosimilitud y universalidad a la tragedia.
Una trama orgánica, cohesiva y unitaria es una totalidad temporal que
comprendemos. Se trata de acciones lógica e internamente estructuradas
que alcanzan la universalidad gracias a su organización, totalidad y
plenitud. La característica que da sentido a la trama argumentativa es la
inteligibilidad. Un acontecimiento no es simplemente algo que ocurre o
meramente sucede, sino el elemento básico de una narración. No todo lo
que ocurre se narra ni merece contarse. El acontecimiento posee un
estatuto único porque se integra en una totalidad narrativa en la cual hay
un origen y un cumplimiento, un principio y un final. Y todo ello
atravesado por una dirección, por un sentido y por un norte47.
Seguir una historia nos hace alimentar expectativas sobre cómo
sigue esa historia: “¿qué pasó después?”, y “luego ¿qué sucedió?”, y
“entonces”. Al igual que los niños, hacemos verdaderas anticipaciones
imaginativas de lo que sospechamos que pueda suceder. ¿Habrá muerto
por envenenamiento o muerte natural? ¿Habrá sido él quien lo envenenó?
Por el cruce de miradas con el otro protagonista, pareciera que sí… El
final de la historia hace que se afloje la tensión de la espera y se disipe lo
enigmático del futuro, por eso, nos caen tan mal los “spoilers”, porque
45
ARISTÓTELES, Poética, 1450 b (versión española de García Yebra, Poética de Aristóteles,
Gredos, Madrid).
46
ARISTÓTELES, Poética, 1452 a, 4.
47
Cfr. PEÑA VIAL, J., Poética del tiempo. Ética y estética de la narración, cit., 20.
- 186 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
cuando ya sabemos el final de la historia el sentido de lo narrado queda
iluminado, se disipan todos los sinsentidos o cabos sin atar. Siempre será
el final de la historia el polo magnético que otorgue inteligibilidad a todo
el acontecer narrativo.
En la narración del Quijote se puede descubrir la estructura del mito
heroico: el sujeto (don Quijote), el encargo o misión (desfacer agravios y
enderezar entuertos), el adversario (los encantadores, endriagos y bestias)
y el destinatario (las doncellas burladas y los desfavorecidos por las
injusticias de la sociedad). El final de la narración no puede simplemente
deducirse ni predecirse. Si pudiéramos predecir el final, la historia perdería
todo interés y el factor determinante de las acciones humanas, la libertad,
se fundiría en una bola de nieve que se desliza en una pendiente de bajada
de modo previsible y necesario. Don Quijote podría haber recobrado la
cordura y haber advertido la maldad de los Duques en las infinitas burlas
de que fue objeto o podría haberse muerto en una batalla, o haberse dado
cuenta de que Amadís de Gaula no existió y no tiene sentido imitarlo. Pero
ese final no puede ser previsible, pues el cuento perdería todo su interés.
El final, más que ser previsible ha de ser aceptable. Podemos tener
experiencia acerca de la configuración de la trama, esa actividad sintética
integradora, cuando volvemos a contar una historia. Cuando la contamos
varias veces, como cuando se filtra el café en una tela fina, se va decantando
la historia en sus aspectos esenciales y cada vez nos sentimos menos
cautivados por los eventos circunstanciales que pueden desviarnos del
curso inteligible de la historia. Nos interesa llegar cuanto antes al
desenlace y, por eso, prestamos más atención a su coherencia narrativa48.
Para Aristóteles una tragedia puede ser evaluada en términos de éxito
o fracaso según logre o no mostrar la unidad de la acción representada.
48
Cfr. PEÑA VIAL, J., Poética del tiempo. Ética y estética de la narración, cit., 21.
- 187 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Así lo subraya la filosofía narrativa de MacIntyre: la vida humana como
un todo puede ser evaluada, puesto que, al igual que la tragedia, posee una
forma común, que es la de la narrativa. Toda historia tiene una trama, que
es lo que permite estructurar los diversos elementos de forma coherente49.
La analogía entre la acción dramática y la vida no solo no impide,
sino que facilita que las historias tengan la capacidad de representar la
acción humana en su verosimilitud. Cuanto más se parezcan al obrar
humano “desde dentro”: inspirado por intereses, fines, modos de valorar,
aspectos que lo mejoran o lo degradan, tanto más se consigue la articulación
narrativa en las historias. Desde esta perspectiva se comprende mejor al
hombre como autor de su vida y de sus decisiones, de su libertad y se logra
un mayor “reconocimiento axiológico” en la experiencia del hallazgo.
a. Anagnórisis o reconocimiento en el Quijote (DQ II, 45)
De la anagnórisis o el reconocimiento habla Aristóteles en la
Poética, capítulo XI tomando como modelo la acción trágica. Establece
que los cambios característicos de toda trama narrativa son la “peripecia”
(peripeteia) y la “agnición” (anagnórisis); a ellas hay que añadirles el
lance patético (pathos)50. Las peripecias son los acontecimientos
sorprendentes e inesperados que acaecen. En el caso del modelo trágico,
el mythos gira en torno a los cambios de suerte y exclusivamente de la
dicha a la desdicha. El personaje es arrojado en contra de su voluntad
hacia la desventura contra toda esperanza.
49
Cfr. MORENO, P., “La unidad de la vida humana en la filosofía de Alasdair MacIntyre”, tesis
de grado, Universidad de Navarra, 2013.
50
ARISTÓTELES, Poética 1452, a, 1-4.
- 188 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
La noción de anagnórisis es aparentemente más humilde que las
grandes cuestiones poéticas que se plantean con la mímesis, la hamartía
(el error o pecado trágico) y la catarsis; si bien, conviene advertir que estas
tres en buena medida dependen precisamente de la anagnórisis. Veamos
lo que dice el Estagirita: «La agnición es, como ya el nombre indica, un
cambio desde la ignorancia al conocimiento, para amistad o para odio de
los destinados a la dicha o al infortunio»51, y luego pasa a concretar los
tipos de reconocimiento de objetos y entre personas, y destaca que es
poéticamente mejor el que viene acompañado de peripecia, como sucede
en el caso paradigmático de Ulises, cuando regresa de Ítaca y nadie le
reconoce, ni siquiera su esposa Penélope. El reconocimiento solo se logra
cuando ella, fingiendo haberlo reconocido, le pide que saque el lecho
matrimonial a la terraza. Momento emocionante en el que Odiseo le dice
que tal cosa no es posible, porque él mismo lo construyó, años atrás, sobre
un olivo secular firmemente enraizado52. A Penélope se le quiebra la voz y
le tiemblan las piernas en este definitivo reconocimiento entre personajes,
mientras el espectador queda satisfecho al ver cómo suceden las cosas
ante un desenlace largamente previsto y deseado.
Ambos aspectos (reconocimiento y peripecia) son partes integrantes
del mito o fábula, y deben responder a la lógica profunda que gobierna la
construcción del relato, y si bien se observan en las acciones de los
personajes, no cabe olvidar, como dice Aristóteles, que “deben surgir de
la misma naturaleza de la estructura del mito53”, o bien, en el capítulo XVI,
que el mejor reconocimiento “proviene de los mismos hechos ya que
genera sorpresa por medio de elementos plausibles”54. Si se respeta
51
ARISTÓTELES, Poética, 1452 a 19-21.
52
Cfr. HOMERO, La Odisea, 9ª ed., Editores Mexicanos Unidos, S. A., México 1994, rapsodia
XX, 200.
53
ARISTÓTELES, Poética, 1452 a 19-21.
54
ARISTÓTELES, Poética, 1455 a 16.
- 189 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
esta condición, el reconocimiento y la peripecia constituyen los medios
principales para suscitar la piedad o compasión (eleón) y el temor o piedad
(fobon), que son -como es bien sabido- los sentimientos o pasiones del
alma que suscita directamente la catarsis poética.
Hay en la Segunda Parte del Quijote una escena de reconocimiento
sumamente divertida donde queda puesta en primer plano la relación de
filía o amistad entre don Quijote y Sancho, asunto clave para el tema que
trataremos en el último capítulo de este ensayo. El contexto del episodio
es un tanto oscuro y enigmático. Sancho ha dejado el cetro de gobernador
en Barataria y se dispone a recuperar su antigua libertad junto a su amo,
cuando se encuentra por el camino a su amigo morisco, Ricote, quien le
pide ayuda para desenterrar un tesoro escondido y así rescatar a su familia
cautiva en Argel. Sancho no identifica a su amigo Ricote, por lo que existe
aquí un primer punto de reconocimiento real, porque la sorpresa del
reconocimiento alcanza también al lector, que no sabe que Sancho tuviera
amigos que lo apreciaran tanto. El texto describe cómo Ricote desde el
suelo se abraza a la cintura de Sancho Panza que va montado en su asno.
Ricote exclama:
«—¿Cómo es posible, Sancho Panza hermano, que no conoces
a tu vecino Ricote el morisco, tendero de tu lugar? Entonces
Sancho le miró con más atención y … finalmente le vino a
conocer de todo punto» (DQM II, 54, 960).
Tras despedirse de Ricote, Sancho se adentra en una «noche algo
escura y cerrada», donde:
«quiso su corta y desventurada suerte que buscando lugar
donde mejor acomodarse cayeron él y el rucio en una honda y
escurísima sima que entre unos edificios antiguos estaba» (II,
54, 968).
- 190 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Al día siguiente, después de una pésima noche en la cueva junto a su
rucio, se pone a pegar de gritos para que vengan a rescatarlos.
«—¿Hay algún cristiano que me escuche o algún caballero
caritativo que se duela de un pecador enterrado en vida, a un
desdichado desgobernado gobernador?».
La sorpresa es grande cuando quien casualmente pasa por allí es su
amo don Quijote:
«Pareciole a don Quijote que oía la voz de Sancho Panza, de
que quedó suspenso y asombrado» (II, 54, 971).
El frustrado gobernador de la ínsula responde que era él, el
mismísimo Sancho Panza.
«Oyendo lo cual don Quijote, se le dobló la admiración y se le
acrecentó el pasmo, viniéndole al pensamiento que Sancho
Panza debía de ser muerto y que estaba allí penando su alma,
y llevado de esta imaginación dijo: —“Si eres alma en pena,
dime qué quieres que haga por ti”» (II, 54, 971).
Don Quijote piensa que Sancho está en el Purgatorio, incluso afirma
que su profesión de caballero andante le obliga a salvarlo. Cómicamente
Sancho tiene que repetir insistentemente que está vivo. En ese momento
don Quijote realiza una exposición doctrinal sobre los sufragios que se
pueden ofrecer por él para sacarlo de las penas purgativas de la otra vida.
El momento crucial del reconocimiento llega gracias al rebuzno del asno:
- 191 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
«…parece que el jumento entendió lo que Sancho dijo, porque
al momento comenzó a rebuznar tan recio, que toda la cueva
retumbaba.
—“¡Famoso testigo! -dijo don Quijote- El rebuzno conozco
como si le pariera, y tu voz oigo, Sancho mío”» (II, 55, 972).
El asombro alcanza de tal modo a don Quijote que decide ir corriendo
al castillo del Duque a pedir ayuda para sacar a Sancho de la caverna. Este
reconocimiento entre personajes es una agnición “técnica” o “artefacto”,
según Umberto Eco55, porque solo sucede entre los personajes cuando los
lectores estamos al tanto del asunto, atentos entonces a observar cómo
reaccionan los personajes diegéticos. Este mismo juego se da hoy en los
casos del uso de máscaras y disfraces en las historias populares de
superhéroes como “Batman” y el “Caballero de la noche” y los restantes
personajes que pueblan el universo de ficción de Marvel o DC Comics.
Los reconocimientos producen muchas idas y venidas emocionales
y cambios dramáticos en la vida de los personajes, hacen que la narración
sea compleja y estimulante, a diferencia de una trama sencilla que se
distingue por su falta de peripecia y anagnórisis. Recordemos que el
problema fundamental para los escritores de la época de Cervantes era
cómo mantener el interés en los lectores. Quizá porque tenían tramas muy
sencillas, tenían que recurrir al empleo de milagros y eventos fantásticos
en la literatura creativa. Este era precisamente el fallo de las novelas de
caballerías, su falta de verosimilitud.
«Los caminos narrativos del Quijote van de anagnórisis en
anagnórisis, siendo estas de variable carácter e intensidad, pero
55
Umberto ECO, “L’agnizione: appunti per una tipologia del riconoscimento”, en Il superuomo
di massa. Retorica e ideologia nel romanzo popolare, Ed. Bompiani RCS Libri, 1987, Milano.
- 192 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
imprescindibles en el itinerario textual. Algunas evocan gran risa, otras
lágrimas de felicidad o tristeza, otras extrañamiento o admiración, algunas
son más ligeras o profundas que otras, etc. En su conjunto figuran entre
los momentos más climácticos de la novela»56.
La obra misma de Cervantes es una gran anagnórisis, donde está
en juego lo que Umberto Eco denomina “reconocimiento real”: el empeño
insistente de poner en evidencia el error que para las personas supone
confundir la vida con la ficción. El protagonista de la novela está
convencido desde el principio de que Alonso Quijano se ha convertido en
otra persona (don Quijote) y de que Aldonza Lorenzo se ha convertido en
Dulcinea. La narración transita de anagnórisis en anagnórisis hasta el
triste final cuando Alonso Quijano cobra conciencia de que ya no es don
Quijote (y que quizá nunca lo ha sido). Este es un rasgo característico y
capital de la novela moderna que el Quijote inaugura.
b. Construcción de la trama en la narrativa ficticia según
Ricoeur
Veo conveniente introducir algunas consideraciones generales de
Paul Ricoeur acerca de la configuración de la trama poética por las luces
que puede arrojar a nuestro estudio. A diferencia de MacIntyre, donde la
narratividad y el rol articulador del fin están más directamente vinculados
a la vida real y, por tanto, a la filosofía moral y política, Ricoeur interpreta
las categorías de la Poética de Aristóteles de cara a la ficción narrativa.
Como veíamos en el epígrafe anterior, Aristóteles, en el capítulo XI
de la Poética, toma como modelo la tragedia y establece los cambios
56
Steven HUTCHINSON, “Anagnórisis en las novelas de Cervantes” en Actas de VII Congreso
de la Asociación Internacional “Siglo de Oro”, Robinson College, Cambridge, 18-22 julio,
2005.
- 193 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
característicos y necesarios de toda trama narrativa: la “peripecia”
(peripeteia) y la agnición (anagnórisis), a las que hay que añadir el lance
patético (pathos). Al lance patético deben vincularse “los incidentes de
temor y compasión”: «Puesto que el poeta debería producir el placer de la
compasión y del temor por medio de la imitación, está claro que esta
función debe ser introducida en los incidentes»57.
Ricoeur amplía las categorías de mímesis, mythos y catharsis a tal
punto que se extiendan a cualquier modelo narrativo y no solo a la tragedia.
Para que haya verdadera trama narrativa se debe realizar, en primer lugar,
lo que Ricoeur llama la “síntesis de lo heterogéneo”, que es el resultado
de la conjunción entre discordancia y concordancia realizada por la
configuración narrativa. En segundo lugar, se debe reconocer su carácter
ficcional y, en tercer lugar, se debe introducir una temporalización propia
de la narración. Pese a que es un poco largo, voy a citar un texto de Ricoeur
en el que se insiste en el carácter ficticio de estas operaciones: “De este
régimen de ficción se deducen los tres términos de la tríada aristotélica: la
mímesis no imita de manera creativa, solo representa en la medida en que
se adquiere una distancia gracias a la ficción. El mythos solo se cuenta o
actúa con la condición de que se cumpla la función fabuladora (que señala
adecuadamente la traducción fabula o “fábula”), función que hace de la
literatura un inmenso laboratorio de experiencias de pensamiento donde
se ponen a prueba múltiples maneras de componer juntos dicha/desdicha,
bien/mal, vida/muerte; en este sentido, la tragedia no es más que una
combinación típica de estas grandezas entre otras permutaciones posibles.
Y, finalmente, la catharsis, no es menos ficticia que la mímesis o el mythos,
57
ARISTÓTELES, Poética, 1453 b, 12-13. Cfr. Jorge PEÑA VIAL, La poética del tiempo:
ética y estética de la narración, cit.,126.
- 194 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
en la medida en que lo que purga las pasiones es la comprensión de la
fábula. Lo que he llamado más arriba la metaforización de las pasiones58.”
Es mérito de Ricoeur ser uno de los autores que más han insistido
en el profundo influjo de las narraciones literarias en la forja de la propia
identidad. Literatura, poesía y cine deben ser considerados como
forjadores de identidad y escuelas de vida en varios sentidos. La persona
puede enfrentarse a libros que le abren experiencias inéditas, a un real
aprendizaje del amor y de la muerte. La lectura puede suplir la falta de
experiencia vivida de algunas tesituras humanas, pues dota de
inteligibilidad a verdades escondidas y profundas que el hombre lleva
dentro de sí. A través de la buena literatura se entra en contacto con la
urdimbre verdadera de la condición humana. Anhelamos y estamos ávidos
de historias que iluminen nuestra búsqueda personal, la propia vida está
implicada en la literatura.
Italo Calvino, un escritor italiano, decía que no convendría renunciar
a leer obras de ficción porque es en ellas donde buscamos, en el transcurso
de nuestra existencia, una historia originaria que nos diga porqué hemos
nacido y vivido. Las obras de ficción nos narran tramas en las que el héroe
no siempre hace el bien, hay toda una introspección de la psicología
humana, de las miserias y vilezas, de las virtudes y los vicios. Las novelas
clásicas nos dan un conocimiento por experiencia que muchas veces no
vamos a adquirir por experiencias cotidianas propias. Tanto en los amores
de nuestras heroínas, como en la muerte de nuestros héroes, tenemos las
primeras experiencias del amor y de la muerte. Es en las novelas donde
verdaderamente afrontamos las complejidades de la vida y comprendemos
58
Paul RICOEUR, “Relectura de la Poética de Aristóteles” en Con Paul Ricoeur, Ricoeur, Wood,
Clark y otros, Mario J. Valdés (eds.), Monte Ávila Editores Latinoamericana, Azul Editorial,
Barcelona, 2000, 146.
- 195 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
a los demás. Podemos padecer y vivir la experiencia de haber cometido
una traición a un amigo, como en la novela del “Curioso impertinente”
del capítulo 33 de la Primera Parte del Quijote, nos vemos metidos en un
triángulo amoroso, que tiene notas psicopatológicas de celos, traición y
venganza. Vemos representada en la caída de Lotario y Camila la esencia
irremediablemente conflictiva de los seres humanos. Cuando Lotario
supone que Camila ha sido infiel con él de la misma manera que había
sido infiel con Ambrosio, trama la venganza diciendo todo acerca de su
relación con Camila a Anselmo. Camila, con la ayuda de Leonela, su
criada cómplice, finalmente monta un tinglado y da una larga arenga en
contra de Lotario, al final de la cual dice que quiere matar muriendo. En
ese momento, nadie —ni siquiera el narrador— puede saber si Camila
tiene verdadera intención de matarlo o finge al atacar a Lotario.
En Ricoeur es clave el término “refiguración literaria”. Un fenómeno
que establece una conexión entre el mundo del texto (la literatura) y el
mundo del lector (la vida). La identidad narrativa del personaje ficticio
incide sobre el mundo del lector contribuyendo narrativamente a la
formación de su propia identidad. La refiguración parte de la obra leída y
desde ella induce al lector, implícita o abiertamente, a una valoración del
mundo. El lector se convierte en agente e iniciador de la acción inmanente
y debe escoger entre las opciones de lealtad ética ofrecidas por la lectura.
De acuerdo con Ricoeur, en la refiguración literaria operan los
mismos factores de la configuración de la trama narrativa: la “síntesis de
lo heterogéneo”, que es el resultado de la conjunción entre discordancia y
concordancia —según la terminología de Aristóteles— realizada por la
configuración narrativa. Me parece que un ejemplo de la trama del Quijote
puede proyectar claridad a esta imbricada cuestión.
- 196 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Por discordancia se refiere Aristóteles a la diversidad de
acontecimientos, componentes inconexos de la acción narrativa. En
concreto, me referiré a la diversidad de personajes inconexos que
representan los amantes de Sierra Morena y los de la venta de los capítulos
23 a 42 de la Primera Parte del Quijote: Cardenio, Dorotea, doña Clara,
don Luis, Luscinda, don Fernando, Sancho Panza en su mandadería y don
Quijote en su penitencia, el cura y el barbero.
Por concordancia se refiere Aristóteles al principio de orden unitario
y el efecto de verosimilitud, que supone cierta necesidad narrativa y
totalidad temporal articulada en la obra. La concordancia la consigue
Cervantes al hilo de la narración del cautivo donde logra unir a todos los
personajes dispares que han ido apareciendo en los capítulos anteriores de
modo casual y un tanto inverosímil. A primera vista, la historia del cautivo
parece totalmente ajena a las aventuras caballerescas y ficticias de don
Quijote y Sancho, pero es a través de esta narración como Cervantes logra
plasmar su desventurado retrato, contar su propia historia, encuadrar la
narración en un marco histórico preciso, aportar datos históricos verídicos
y otorgar verosimilitud al encuentro “mágico” de los personajes en la
venta. La historia anuda a los personajes inconexos y logra establecer
relaciones y vínculos entre ellos. Este es el caso de Pedro de Aguilar, un
sublime poeta, de grandes valores y hombría, amigo del cautivo en Argel,
que resulta ser el hermano de don Fernando en el capítulo 39. Otro caso
es el del Oidor, del capítulo 42, que llega a la venta rumbo a Perú y que
resulta ser el hermano menor del cautivo, que escogió el camino de las
letras, cuando su padre les dio a elegir a los tres hijos entre “Iglesia o mar
o casa real”. El cautivo había explicado anteriormente que él había elegido
el camino de las armas, por lo que fue destinado al mar a defender su patria.
- 197 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Esta estructura se reproduce en tres niveles:
1. La acción narrada: cómo el cautivo cayó en manos de los
moros y fue encarcelado, cómo logró escapar de la prisión
de Argel, el encuentro amoroso con Zoraida, la conversión
de Zoraida a la fe cristiana.
2. La correlación entre acción o trama y personaje: el cautivo
a veces está en alta mar en el mediterráneo o en otros
países de Europa. La acción incluye espionaje, suspenso y
notas de intriga amorosa.
3. El propio personaje: este texto es el más íntimamente
autobiográfico de Cervantes: es el único lugar donde él
cuenta de su cautiverio en Argel.
Ricoeur diría que el autor construye la identidad del personaje, lo que
podemos llamar su identidad narrativa, al construir la historia narrada59.
La identidad narrativa incide sobre el mundo del lector contribuyendo
narrativamente a la formación de su propia identidad.
6. Un aporte a la cultura de la solidaridad desde la dimensión
narrativa
Es hora de terminar con una reflexión conclusiva acerca del impacto
que la dimensión narrativa pueda ejercer en nuestra textura moral,
psicológica y espiritual. Las referencias narrativas de la literatura de ficción
pueden ejercer una sana influencia en la práctica de la amistad solidaria, tan
necesaria en este tiempo de pandemia, en el que estamos todos llamados
59
Cfr. Paul RICOEUR, Sí mismo como otro, 3ª ed., Siglo XXI editores, Madrid, 2006, 147.
- 198 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
a bregar juntos, todos necesitados de confortarnos mutuamente. Esta
tragedia del COVID-19 nos ha hecho constatar la situación innegable de
que nuestra cultura ha ido derivando hacia un progresivo individualismo,
donde íbamos cada vez más a lo nuestro, a lo individual. Tal vez es una
llamada para no continuar imperturbables pensando mantenernos sanos
en un mundo que, obviamente, está enfermo.
Nuestra sociedad actual se encuentra aquejada por un consumismo
integral, alimentado por ideas tan falsas como que la felicidad depende de
tener más cosas cada día o de adquirir productos sin límite. La televisión
y las nuevas tecnologías digitales, aún proporcionando beneficios
innumerables de interconectividad, velocidad y posibilidad de establecer
relaciones y alianzas internacionales, han formado cabezas planas, sin
relieves, que aceptan e imitan todo lo que ven y optan por estilos
fragmentarios de vida. Hoy más que nunca se ve necesario el recurso a
referencias narrativas para acceder a dimensiones de la realidad que son
decisivas para encontrar sentido a la vida. Un texto de MacIntyre es
revelador en este sentido: “El hombre es esencialmente un animal que
cuenta historias. Lo que no es esencialmente, aunque llegue a serlo a
través de su historia, es un contador de historias que aspire a la verdad60.”
El hombre no es un mero contador de historias, como un pasatiempo
entretenido y útil, sino que contando historias debe encontrar su verdad,
“pues es la verdad la que otorga a la narración –sobre todo a la de nuestra
propia vida- profundidad y densidad de sentido61.”
Las implicaciones antropológicas de las narraciones ficticias residen
en que nos ofrecen desenlaces, tramas narrativas del todo desplegadas de
principio a fin, vidas logradas y desaprovechadas, que de algún modo nos
60
Alasdair MACINTYRE, After Virtue, cit., 266.
61
Jorge PEÑA VIAL, Poética del tiempo. Ética y estética de la narración, cit., 110.
- 199 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
dicen qué camino tomar y qué actitudes son las que nos conducen a nuestra
plenitud anhelada. En realidad, vivimos otras vidas en las narraciones
ficticias para saber cómo vivir la nuestra62.
Hoy más que nunca necesitamos desarrollar, entre los jóvenes
particularmente, “habilidades narrativas” para superar el riesgo de la
fragmentación. El sentido narrativo desentierra la belleza oculta detrás de
situaciones humanas, desarrolla la capacidad de mirar a los demás y de
recrearnos en la realidad, fomenta el conocimiento intuitivo en las
relaciones humanas, y el papel de la evocación y de los matices. Ante todo,
inspira la práctica de la solidaridad en un mundo dominado por intereses
egoístas. ¿Qué importa “el otro” en una cultura fragmentada donde las
vidas ajenas no son más que unidades aisladas de un escenario confuso y
desértico? Sin un hilo narrativo que otorgue un sentido unificador a la
existencia es difícil escapar del solipsismo o del repliegue sobre uno
mismo.
En un contexto de referentes narrativos, las personas que tenemos a
nuestro lado y en el mismo país constituyen los grandes contenidos de la
propia narración. No se puede vivir a fondo la vida y disfrutarla de verdad
sin la práctica de la solidaridad que, en su versión más humana y sustancial,
conocemos como amistad. “Una vida sin amigos –decía Aristóteles- nadie
la querría vivir, aunque poseyera todos los demás bienes de la tierra63.” La
amistad es el mayor tesoro, el mayor regalo, un don, porque es vivir otra
vida además de la propia. Es poder vivir dos veces y reafirmar la propia
existencia con aceptación plena. En la novela ejemplar de “El curioso
impertinente” que Cervantes intercala en la Primera Parte del Quijote,
Lotario ofrece un largo razonamiento a su amigo Anselmo sobre el valor
62
Cfr. Jorge PEÑA VIAL, Poética del tiempo. Ética y estética de la narración, cit., 85.
63
ARISTÓTELES, Ética a Nicómaco, 1531b.
- 200 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
de la amistad. A juicio de Lotario, resulta totalmente improcedente poner
a prueba la fidelidad de su esposa, Camila, con un amigo,
«Porque los buenos amigos han de probar a sus amigos y
valerse dellos, como dijo un poeta, usque ad aras; que quiso
decir que no se habían de valer de su amistad en cosas que
fuesen contra Dios. Pues, si esto sintió un gentil de la amistad,
¿cuánto mejor es que lo sienta el cristiano, que sabe que por
ninguna humana ha de perder la amistad divina?» (I, 33, 332-
333).
a. Fuerza dialógica de la narrativa del Quijote
Entre todas las cualidades del Quijote, que son de variados enfoques,
quisiera resaltar, como ha señalado Harold Bloom64,su tremenda fuerza
dialógica. Bloom hace una comparación entre Shakespeare y Cervantes,
atribuyéndoles a ambos el primado de literatura sapiencial, entre todos
los escritores occidentales desde el Renacimiento hasta ahora. Detecta con
acierto que mientras Shakespeare nos enseña cómo hablar con nosotros
mismos, Cervantes es maestro del diálogo, nos enseña a hablar y escuchar
a los demás. Las grandes figuras de Shakespeare (Hamlet, Julio César,
Macbeth) son magníficos solipsistas. Por el contrario, don Quijote y
Sancho Panza se van escuchando uno al otro y van cambiando a través de
su receptividad. Ya en 1914 Ortega y Gasset en sus Meditaciones sobre el
Quijote definía la obra como un conjunto de diálogos. Después de la
forma “es” del verbo “ser” los dos verbos más frecuentes en la novela son:
“dijo” y “respondió”. Don Quijote y Sancho se escuchan mutuamente
64
“Friendship in Shakespeare is ironic at best, treacherous more commonly. The friendship
between Sancho Panza and his knight surpasses any other in literary representation. (…) The
fascination of Don Quixote’s endurance and of Sancho’s loyal wisdom always remains.”
(Harold Bloom, “The knight in the mirror”, The Guardian, December 13th, 2003).
- 201 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
con una gran receptividad, la obra es un modelo de amistad65, de diálogo,
nos enseña cómo hablar los unos con los otros. El hecho de que se toman
en serio el uno al otro, se demuestra en el interés con que plantean sus
preguntas y la atención con la que reciben las respuestas correspondientes.
Hay aspectos y sucesos de su vivir y de su sentir que al ser compartidos
el uno al otro pierden toda esa carga de incertidumbre y ansiedad, que es
consecuencia de la soledad. Esta necesidad de diálogo es irrenunciable
para la propia supervivencia y el atemperarse de su personalidad. Hay un
momento en el cual don Quijote le hace la prohibición a Sancho de iniciar
la plática, hasta que don Quijote no le dé permiso.
«Sancho iba muerto por razonar con su amo y deseaba que él
comenzase la plática, por no contravenir a lo que le tenía
mandado; mas no pudiendo sufrir tanto silencio, le dijo:
—“Señor,… me quiero volver a mi casa y a mi mujer y a mis
hijos, con los cuales por lo menos hablaré y departiré todo lo
que quisiere; porque querer vuestra merced que vaya por
estas soledades de día y de noche, y que no le hable cuando me
diere gusto, es enterrarme en vida. (…)”. —“Ya te entiendo
Sancho” -respondió don Quijote- “dale por alzado y di lo que
quisieres, con condición que no ha de durar este alzamiento
más de en cuanto anduviéremos por estas sierras”» (I, 25,
231).
Lo primero que llama la atención es que Sancho siente que, o habla
con otro, o acabará hablando en voz alta consigo mismo (porque, añade
Sancho, «con los animales no puedo hablar»). El hombre es un
65
Este motivo de la amistad lo han subrayado muchos autores reconocidos como Turguéniev,
Dostoievsky, Borges.
- 202 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
ser constitutivamente dialogante. Este es el sentido de esa arma poderosa
que es el lenguaje, si no, no se entendería su razón de ser. La ausencia de
diálogo encierra a la persona en sí misma, al mismo tiempo que la arruina
y la degrada a lo que, en modo alguno es ella misma.
«—En cuántos libros de caballería que he leído, que son
infinitos, jamás he hallado que ningún escudero hablase tanto
con su señor como tú con el tuyo» (I, 20, 186).
Esta necesidad de diálogo que experimenta Sancho es consecuencia
y manifestación de la apertura irrestricta del hombre, de la
interrelacionalidad. El diálogo entre ambos personajes es el instrumento útil
para la comprensión, para sentirse comprendidos, para tomar conciencia
de que no están solos, de que lo más fecundo cobra un significado distinto
y enriquecedor cuando se comparte con otra persona. Así se lo explica
Sancho a don Quijote:
«—“Cada día, Sancho” —dijo don Quijote— “te vas haciendo
menos simple y más discreto”. —“Sí, que algo se me ha de
pegar de la discreción de vuestra merced” -respondió Sancho-
, “que las tierras que de suyo son estériles y secas,
estercolándolas y cultivándolas vienen a dar buenos frutos.
Quiero decir que la conversación de vuestra merced ha sido el
estiércol que sobre la estéril tierra de mi seco ingenio ha
caído”» (II, 12, 632).
De nada serviría abrir ese diálogo fecundo y majestuoso del valiente
hidalgo, si su leal escudero no lo escuchase. Muchos no lo hacen, como el
canónigo o Altisidora, pues lo toman por loco, pero su escudero sí y lo
hace atentamente. Dialogar tiene mucho que ver con saber escuchar y
también, aunque un poco menos, con saber abrirse. En el diálogo es
- 203 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
más importante escuchar que tomar la iniciativa, aun cuando esta última
sea fundamental66. La intimidad no se basta a sí misma, sino que anhela
vertirse a la intimidad de otra persona, a fin de compartirla y encontrar un
punto de equilibrio, para entenderse y autodescifrarse la persona a sí
misma. La charla casi ininterrumpida entre el ingenioso hidalgo y su
valiente escudero, acaba por convertir la cercanía en identidad. Por eso,
en la Segunda Parte del Quijote Sancho es más dado a adoptar la
perspectiva irreal que don Quijote solía mantener en la Primera Parte y
acaba encandilado con las esperanzas locas del caballero andante que le
guía.
Esta capacidad de apertura y diálogo que Cervantes plasma en sus
personajes puede conectarse con la filosofía narrativa de MacIntyre. Don
Quijote y Sancho pueden dialogar porque viven dentro de una estructura
narrativa única. Aunque pertenezcan a niveles sociales diferentes, viven
en universos conceptuales semejantes, comparten religión católica y
moral cristiana, y su narrativa bebe de la misma fuente que brota de una
cultura en la que se refleja un imperio que cae de la grandeza a la
decadencia, lo que hace a ambos melancólicos y más bien pesimistas
acerca de la condición humana. Pese a sus diferencias caracterológicas,
según van actuando van narrando relatos cada vez más parecidos y
compatibles entre sí, tanto que llega un momento en que se invierten las
posiciones de partida. Lo que Américo Castro llamó «sanchopancización»
de don Quijote y «donquijotización» de Sancho67. El caballero andante va
atemperando sus fantasías aventureras, al tiempo que el escudero va
acentuando su vocación hacia la vida caballeresca. En el capítulo 59 de la
66
Cfr. Aquilino POLAINO (dir.), José Canyes Truffino, Américo del Pozo Armentia,
Fundamentos de la psicología de la personalidad. Instituto de Ciencias para la Familia,
Pamplona, 2003, 25.
67
Américo CASTRO, Realidad Revista de Ideas, volumen II, Buenos Aires, 1947-1949, ed.
Renacimiento, Sevilla, 2007.
- 204 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Segunda Parte Sancho Panza disuade a don Quijote del suicidio:
«—Sepa señor que no hay mayor locura que la que toca en
querer desesperarse»,
y le sugiere que intente dormir. Don Quijote obedece,
«pareciéndole que las razones de Sancho más eran de filósofo
que de mentecato» (II, 59, 997).
b. Razones de amistad en la narrativa del Quijote
Según Aristóteles existen tres tipos de amistad según que el objeto
del amor sea útil, agradable o bueno68. La primera es la amistad por interés,
que es la más imperfecta, pues los amigos se quieren por el beneficio que se
proporcionan el uno al otro, son amigos, digamos, por conveniencia. Este
tipo de amistad, afirma Tomás de Aquino comentando a Aristóteles, es la
más impropia e imperfecta69. Una persona se muestra benévola con otra y
quiere hacerle un bien aunque sea para recibir algo a cambio. Sirvámonos
del inicio de la relación amo-escudero en la novela, para imaginar cómo
puede ser una amistad interesada.
«Solicitó don Quijote a un labrador vecino suyo, hombre de
bien, pero de muy poca sal en la mollera. En resolución, tanto
le dijo, tanto le persuadió y prometió, que el pobre villano se
determinó de salirse con él y servirle de escudero. Prometíale
68
Aristóteles en los libros VIII y IX de la Etica a Nicómaco trata sobre la amistad. Esta es para
Aristóteles una virtud o algo estrechamente enlazado con la virtud. De todos modos, es lo más
necesario para la vida, ya que los bienes que esta ofrece, tales como la riqueza, el poder, etc.,
no se pueden conservar ni utilizar bien sin los amigos (VIII, 1, 1155 a 1).
69
Cfr. S. Th. I-II q. 26, a. 4, ad 3.
- 205 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
… ser gobernador de alguna ínsula. Con estas promesas y
otras tales, Sancho Panza, que así se llamaba el labrador, dejó
su mujer y hijos y asentó por escudero de su vecino» (I, 7,72).
Así, la amistad por interés está basada en algo imperfecto: en bienes
materiales y superficiales, que no tienen que ver con la verdadera esencia
de las personas.
El segundo tipo de amistad que suscribe Aristóteles es la amistad por
agrado o simpatía70. Los amigos de este tipo aman lo que les es agradable
del amigo. En la relación entre amo y criado, ha habido un crescendo de
intimidad y de confianza a medida que pasa el tiempo y comparten más
aventuras. Se da una evolución en la relación acompañada por cierta
maduración espiritual de Sancho. Así lo constatamos en las respuestas de
Sancho ante las incitaciones de la Duquesa de abandonar a su amo por
loco. La Duquesa le dice que le han referido que Sancho es menguado y
mentecato, por no querer dejarlo. Sancho responde:
«Es verdad que, si yo fuera discreto, días ha que había de
haber dejado a mi amo. Pero esta fue mi suerte, y esta mi
malandanza; no puedo más, seguirle tengo: somos de un
mismo lugar, he comido su pan, quiérole bien, es agradecido,
diome sus pollinos, y, sobre todo, yo soy fiel; y así, es imposible
que nos pueda apartar otro suceso que el de la pala y azadón»
(II, 33, 808).
El tercer tipo de amistad es exclusivo de personas virtuosas. El
primer requisito es buscar el bien y la perfección del amigo; consiste en
vivir según la naturaleza racional, compartiendo el bien teórico y
70
También la desarrolla Tomás de Aquino en la S. Th. II-II, q. 189, a. 10, ad 2.
- 206 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
práctico. Se tiene con el amigo concordia en la virtud71. La amistad como
crecimiento aparece relatada en la relación entre el caballero andante y
su escudero. Al acompañar a don Quijote hasta el final de la misión
caballeresca que “los cielos” le han encomendado de deshacer agravios y
enderezar entuertos, Sancho Panza tiene que superarse a sí mismo, y a su
naturaleza blanda y conformista, tranquila, poco heroica y aventurera en
incontables ocasiones, hasta el punto de que hay varios momentos en los
que él decide abandonar a su amo, triste y melancólico,
«Porque en muchas ocasiones le pareció que estaba muy lejos
de su acrecentamiento, porque, maguer tonto, bien se le
alcanzaba que las acciones de su amo, todas o las más, eran
disparates» (II, 30, 778).
Como sucede en la Aventura con el Barco Encantado del capítulo 29
de la Segunda Parte. Así relata el narrador:
«Por sus pasos contados y por contar, llegaron don Quijote y
Sancho al río Ebro, y el verle fue de gran gusto a don Quijote.
Su alegre vista renovó en su memoria, mil amorosos
pensamientos. La barca amarrada a una orilla, sin remos ni
aparejos, le parece al caballero una provocadora invitación.
—“Haz de saber Sancho, dice, que este barco que está aquí
derechamente y sin poder ser cosa en contrario, me está
llamando y convidando a que entre en él y vaya en él a dar
socorro a algún caballero o a otra necesitada y principal
persona que debe de estar puesta en alguna grande cuita» (II,
29, 771-772).
71
Cfr. Ana María Romero Iribas, La innecesaria necesidad de la amistad. EUNSA, Pamplona
2015, 50.
- 207 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Imaginemos cómo acaba la aventura: don Quijote se empeña en hacer
de las aceñas, molinos de río, una fortaleza enorme, y los molineros que
llevan el rostro blanco y lleno de harina, son a sus ojos, los defensores del
castillo. Sin dudarlo, puesto un pie en el barco, con grandes exclamaciones,
comenzó a amenazar a los molineros diciéndoles:
«—Canalla malvada y peor aconsejada, dejad en su libertad
a la persona que en esa vuestra fortaleza o prisión tenéis
oprimida».
Como es lógico, la canalla malvada echa mano de sus varas para
detener el barco, pero, nos dice el narrador,
«No de manera que dejasen de trastornar el barco y dar con
don Quijote y Sancho al través en el agua y, si no fuera por los
molineros, que se arrojaron al agua y los sacaron como en
peso a entrambos, allí habría sido Troya para los dos».
El barco se hace trizas y caballero y escudero deben ser rescatados
por los molineros.
«En esta aventura, se dice para sí, deben de haberse
encontrado dos valientes encantadores y el uno estorba lo que
el otro intenta. Dios lo remedie, que todo este mundo es
máquinas y trazas contrarias unas de otras. Yo no puedo más»
(II, 29, 777).
Fijémonos en la reacción de don Quijote. Primero acepta la derrota,
poniéndose taciturno y cariacontecido porque no puede ayudar a las
personas atrapadas en el castillo; pero luego acepta la idea realista de que
los sucesos de la realidad, tal vez de la historia misma, están más allá del
control de un solo hombre y concluye dentro de sí:
- 208 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
«Para otro caballero debe estar guardada y reservada esta
aventura» (II, 29, 778).
Aquí podemos decir que inicia la fase de decaimiento de las aventuras
de don Quijote. Mientras tanto, Sancho está ensombrecido y enojado por la
derrota y el fracaso de la aventura, pero, aún así, les paga a los pescadores
50 reales por la destrucción del barco. Después de esto, cuenta el narrador,
Sancho Panza decide abandonar a su amo en la primera oportunidad que
se le presente, aunque «sin entrar en cuentas y en despedimientos con su
señor» (II, 30, 778). No obstante, la idea se desvanece cuando entran en
una campiña en la que hay una partida de caza, dirigida por una gallarda
señora sobre un palafrén, con un azor en la mano izquierda, como signo
de nobleza, la Duquesa (II, 30, 779).
Se trata de una misión caballeresca que el mismo Sancho no
comprende bien, pero que asume por ser la de su amo y por estar junto a
su amo, al principio por interés de la ínsula, luego también por lealtad. Y
en ese viaje que juntos les toca recorrer, Sancho se ve en situaciones que
le superan y por las que nunca hubiera pasado voluntariamente, pero que
afronta por acompañar a su amo don Quijote. Es la amistad con su amo lo
que le hace crecer a Sancho y dar lo mejor de sí mismo, como vemos en
su desempeño del cargo de gobernador de la ínsula Barataria, guiado por
una sabiduría y humildad sin precedentes en su conducta.
La amistad no es propiamente una virtud, pero se funda en la
búsqueda conjunta de las virtudes72. Aparte de don Quijote y Sancho
Panza, hay muchos ejemplos tomados de la literatura y de la historia de
amistades que se forjan por virtud: David y Jonatán, Cicerón y Ático, San
Agustín y Alipio, Sam y Frodo. Empero, la amistad de caballero y
72
Cfr. S. Th., II-II q. 106. a. 1, ad 3.
- 209 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
escudero constituye una síntesis poética inigualable. Cuando el escudero
del Caballero del Bosque le dice que su amo es tonto, Sancho aguanta,
pero cuando le dice que es un bellaco, Sancho salta y lo defiende:
«—Ese no es el mío: digo, que no tiene nada de bellaco; antes
tiene una alma como un cántaro: no sabe hacer mal a nadie,
sino bien a todos, ni tiene malicia alguna: un niño le hará
entender que es de noche en la mitad del día; y por esta
sencillez le quiero como a las telas de mi corazón, y no me
amaño a dejarle, por más disparates que haga» (II, 13, 641-
642).
Ya se conocen y saben que nunca harían nada para lastimar al otro.
Y es que la amistad no se instrumentaliza, no sirve para nada. Por el
contrario, todo debe estar al servicio de la amistad. Está esencialmente
unida a la virtud de la lealtad, que consiste en no traicionar nunca esa
intimidad común. En la carta que don Quijote le escribe a Sancho cuando
está con el cetro de Barataria, el caballero se despide: «Tu amigo, Don
Quijote de la Mancha». La carta es preciosa. Cuando Sancho recibe la
carta, le ordena a su secretario que la mire por encima para ver si la puede
leer en voz alta:
«—Bien se puede leer en voz alta, que lo que el señor don
Quijote escribe a vuestra merced merece ser estampado y
escrito con letras de oro» (II, 51, 943).
El preámbulo de don Quijote muestra su orgullo por la humildad de
Sancho Panza, la cual ha generado una metamorfosis. Luego, da gracias
al cielo: «el cual del estiércol sabe levantar los pobres» y alude a la
milagrosa transformación de Sancho, quien ha pasado de ser un asno a ser
un hombre hecho y derecho:
- 210 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
«Dícenme que gobiernas como si fueses hombre, y que eres
hombre como si fueses bestia, según es la humildad con que te
tratas». Le da más consejos sobre cómo evitar la caída en el
ámbito político: «sé civilizado, asegúrate de que tu gente está
alimentada, no emitas demasiados decretos, abraza la virtud y
evita el vicio, recuerda el justo medio aristotélico y promueve
la justicia y la rectitud en lo relativo a pesos y medidas en los
mercados» (II, 51, 943). También le recuerda que revise los
consejos que le dejó escritos.
En ocasiones, también se advierte la profunda admiración que don
Quijote produce en Sancho Panza, como cuando encontraron las imágenes
de los Santos Caballeros en el capítulo 58 de la Segunda Parte.
«Quedó Sancho de nuevo, como si jamás hubiera conocido a
su señor, admirado de lo que sabía, pareciéndole que no debía
de haber historia en el mundo ni suceso que no lo tuviese
cifrado en la uña y clavado en la memoria» (II, 58, 987).
En ocasiones parece que en nuestra sociedad, la amistad solidaria
tuviera que vivirse a golpe de ley, de decretos o de puntos académicos.
Esto es reflejo de una sociedad consumista y egocéntrica donde si no es
a cambio de algo (puntos, dinero) no se hacen las cosas. La cultura del
descarte, donde el que ya no “sirve”, porque está enfermo o porque no
puede hablar, no tiene voz, pues todavía no ha nacido o perdió sus
capacidades físicas y/o mentales, se desecha debido a que solo supone un
gasto y no aporta beneficios. Esa mentalidad fragmentaria e individualista
supone una amenaza para la concordia social y un impedimento para el
progreso y el desarrollo espiritual y material de nuestro pueblo. La única
vía para forjar una sociedad más justa y armoniosa es empeñarnos por dar
un paso fuerte en la solidaridad de la vida cotidiana. El primer
- 211 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
requisito de la práctica de la solidaridad es la vivencia de la amistad. Solo
quien llega a ser verdadero amigo de sus amigos, puede también
desvelarse por los demás, trabajar por el bien de los que sufren y atender a
los más necesitados. En efecto, la misma Ética nicomaquea, tras discurrir
detenidamente acerca de la amistad, recuerda que “parece que sea la philía
lo que mantiene unida la ciudad73.”
Al inicio decía que contar historias es el mejor medio de conocimiento
moral y de educarnos en las virtudes. Empero, hay una única historia que
vale la pena relatar con acierto y cuidado: la historia de nuestra vida. Si no
es digna de ser narrada, si no es una vida dedicada al servicio de los demás,
en primer lugar, de los amigos, si no es una vida empleada en proteger al
desfavorecido, —aunque no sea intachable— no estará integrada en una
narración con sentido. “El desafío de una vida humana será la de
configurar una vida digna de ser narrada: por la misión que llevó a cabo,
por la fidelidad a su vocación, por el influjo irradiador en los demás74.”
Deseo concluir este ensayo con tres invitaciones para lograr la
práctica de la solidaridad en nuestras vidas en esta etapa que recorremos en
confinamiento y distanciamiento social a causa del coronavirus que, como
han dicho los expertos, ha venido para quedarse. Frente a la prisa que la
globalización ha impreso en nuestro modo de vivir y en nuestro espacio
interior, que nos arrastra con su ritmo hiperactivo, calma. Vale la pena
cultivar la propia interioridad, dedicar tiempo a la reflexión y al estudio.
Frente al desmesurado afán de éxito y al descarte de los “fracasados”,
humanismo. Y frente al ruido que nos impide poder estar solos, silencio.
La amistad requiere de momentos de silencio, actitud contemplativa,
mirada abierta y receptiva.
73
ARISTÓTELES, Ética a Nicómaco, 1155 a 22-3.
74
Jorge PEÑA VIAL, Poética del tiempo. Ética y estética de la narración, cit., 98.
- 212 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Respuesta al discurso
de ingreso de Da. Cecilia
Cristina Echeverría Falla
D.a Ana María Urruela de Quezada
Por designación de la junta directiva, me es grato dar respuesta al
discurso de ingreso de la Dra. Cecilia Echeverría Falla, “Repensar el
Quijote a la luz de la filosofía narrativa de Alasdair MacIntyre”, cuya
exposición nos ha permitido apreciar el valor, logros y aciertos de su
trabajo de ingreso a la Academia Guatemalteca de la Lengua.
Del currículo de la doctora Echeverría Falla, deduzco que sus
antecedentes académicos contribuyen a la formación de su vocación
literaria y filosófica, y la definen como una valiosa intelectual con una clara
inclinación filosófica hacia la ética y la moral. Una palpable prueba de esa
vocación, se advierte en su trabajo de ingreso, en el que se desarrollan
interesantes temas, que han de promover futuras investigaciones, así como
frescas luces sobre la importancia y vigencia de la gran obra clásica de
Miguel de Cervantes y Saavedra (1547-1616).
El ensayo que hoy nos ha resumido la doctora Echeverría Falla es
un estudio y una meditación, que comportan una meticulosa consulta de
textos afines al tema que desarrolla. Es importante destacar lo anterior,
porque El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha es una obra
- 213 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
que ha tenido una influencia sin precedentes en la literatura universal,
prácticamente desde 1605, año en que fue publicada la primera parte, que
se completó en 1615, un año antes de la muerte de su autor. La obra de
Cervantes ha llamado la atención a un sinnúmero de eruditos interesados
en descubrir los inagotables valores que radican en el Quijote, obra que,
como escribe Harold Bloom1, contribuye al crecimiento de nuestro yo
interior, es decir, propicia ese motivo por el cual estudiosos, como el caso
de la doctora Echeverría Falla, continúan enriqueciendo con sus
investigaciones y ensayos el contenido de las múltiples interpretaciones
de esa magistral novela.
Luis Alberto Sánchez, señala que don Quijote se conoció en las
Indias Occidentales el mismo año que se imprimió en Madrid, en las
prensas de Juan de la Cuesta, y que fueron más de trescientos ejemplares
de la inmortal obra cervantina los que llegaron a nuestro continente a
bordo de los barcos “Espíritu Santo”, “Nuestra Señora del Rosario”, y en
otras embarcaciones en las que los pasajeros entretenían sus pesados ocios
y largas y penosas travesías leyendo capítulos del Quijote, del Amadís, y
otros libros fantasiosos2. Agrega que esta noticia la confirma Irving
Leonard en su obra Don Carlos de Siguenza y Góngora, a Mexican Savant
of the Seventeenth Century, publicada en Berkeley, California, 1929, en la
que puntualiza que el librero Juan de Sarria, natural de Alcalá de Henares,
la patria del Manco, llevó 61 cajas de diversas publicaciones a Sevilla con
el objeto de que los funcionarios del Santo Oficio revisaran las dichas cajas
fletadas a su socio Miguel Méndez, librero de Lima; esto ocurría en marzo
de 1605, dos meses después de la aparición de la gran novela. Más
adelante cuenta que no todas las cajas, pero sí un buen número de ellas,
llegaron primero a Lima y Buenos Aires y de ahí se distribuyeron en
1
Bloom, H., p. 40.
2
Sánchez, L., p. 67.
- 214 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
América3. ¡Más de cuatro siglos han transcurrido desde su aparición en el
viejo mundo y la obra continúa vigente no solo allende los mares y en los
territorios de habla hispana entre los que se incluye nuestra propia nación!
Por la naturaleza de este acto, solo haré una breve referencia a tropos
y a otros recursos literarios y lingüísticos destacados, que se infieren de la
manera en que la doctora Echeverría Falla analizó la obra cervantina, y
confirman, por otro lado, cómo la aplicación de técnicas narrativas
intervienen y auxilian la interpretación del trabajo de ingreso que ella ha
resumido el día de hoy.
Escribe la autora: “Hoy más que nunca se ve necesario el recurso a
referencias narrativas para acceder a dimensiones de la realidad que son
decisivas para encontrar el sentido de la vida.” Y yo me formulo las
siguientes preguntas ¿cuál es esa realidad?, ¿cuál es el sentido de la vida?
Estas dos interrogantes, que la autora responde al final de su trabajo,
aplicando los lineamientos de Alisdair MacIntyre, le sirven de fundamento
para su interpretación y estudio literario y filosófico de la temática del
Quijote, porque le ayudan a demostrar que la estructura narrativa de la
novela corre paralela a la propia vida y que, gracias a ello, los personajes
actúan y piensan dejando entrever, a lo largo de la narración, los recónditos
vericuetos de sus almas. Cuando se lee el Quijote, ciertamente se oscila
entre realidad y fantasía, al punto en que el lector se abandona en la magia
del tema olvidando, muchas veces, su propia realidad; quizá por esto la
obra invita a ser leída incansablemente, una y otra vez.
Considero que la escogencia de El ingenioso hidalgo don Quijote de
la Mancha para su trabajo de ingreso a la Academia, fue un acierto de la
doctora Echeverría Falla, porque la obra le permite enfrentarse a infinidad
3 Ibid, p. 68.
- 215 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
de posibilidades interpretativas y conseguir que la misma se adapte a los
fines que persigue con su estudio. Escoger una obra es de por sí una tarea
ardua y difícil; tan solo recordemos que el Quijote puede ser un espejo en
el que no solo los personajes actúan y se independizan, sino que, además,
refleja aspectos propios de la interpretación que el autor hace de la vida
asomándose y participando en la narración, muchas veces él mismo, como
sucede con Jorge Luis Borges y “su otro yo”. En Siete noches, este célebre
autor argentino, escribe que una biblioteca es un gabinete mágico en el
que hay muchos espíritus hechizados, espíritus que despiertan cuando los
llamamos; es decir, que mientras no abrimos un libro, ese libro,
literalmente, geométricamente, es un volumen, una cosa entre las cosas,
pero cuando lo abrimos, cuando el libro da con su lector, ocurre el hecho
mágico y estético que nos permite conocer la narración, involucrarnos en
ella, aceptarla o rechazarla4, como seguramente le sucedió a la doctora
Echeverría Falla al acercarse a los personajes de la obra cervantina, entre
ellos, por supuesto, a don Quijote y a Sancho.
La literatura siempre ofrece un infinito despliegue de ideas,
sentimientos y críticas de todo lo que el mundo de la cultura pone en
manos de un lector atento, de un lector que lee para apreciar y gozar de lo
escrito, porque la obra le despierta e inquieta su espíritu, de tal manera
que el deleite se le vuelve un reto al intelecto, y termina estudiándola a
fondo como sucede en el caso de la doctora Echeverría Falla. Retornando
al trabajo de la nueva académica me permito hacer notar que, en un
principio, tuve la impresión de que había escogido la obra de Cervantes a
sabiendas de que sus fines interpretativos serían más fácilmente
inteligibles y se adaptarían cómodamente al pensamiento de MacIntyre;
sin embargo, conforme avancé en el estudio del trabajo me di cuenta de
que, definitivamente, entre lectora y obra se había generado un vaivén, un
4
Borges, J. L., p. 102.
- 216 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
ir y venir, un acercamiento y distanciamiento que la indujeron a estudiarla
con objetividad y definir de qué manera la obra le “hablaba”, le descifraba
sus secretos. Acaso el “azar” puso el Quijote en las manos de la doctora
Echeverría Falla, pero no cabe duda que la magia y el misterio de la
temática de la obra la inclinó a profundizarla y a exponer la interpretación
que nos ofrece en su trabajo de investigación.
La decisión por el Quijote y la orientación que nos proporciona
Alisdair MacIntyre, me obligan a referirme a algunos elementos de la
narrativa que ayudan y aclaran literariamente la interpretación de la
doctora Echeverría Falla, quien afirma que entre narración y acción
humana hay una gran semejanza, y siguiendo a Aristóteles, agrega que la
estructura narrativa tiene principio, nudo y fin, fin que ella entiende o
interpreta como un acto de voluntad. En mi opinión, es un acto que, como
explico más adelante, lo decide el autor.
Obviamente el Quijote, es una narración que se circunscribe, como
anotan Wellek y Warren5, a la literatura imaginativa, a la literatura de
fantasía o acaso, como apunta Echevarría Falla, a un espejo de la vida en
la que se sufre y añora, pero también se sueña. Jaime Alasraki6 nos dice
que un autor –citando a Borges-, escoge la máscara que más íntimamente
lo define para que se le aprecie como escritor, personaje y autor en su
propia obra. O como señala el crítico Michel Foucault, citado por el propio
Alasraki, las aventuras de don Quijote son “un recorrido minucioso para
destacar, sobre toda la superficie de la tierra, las figuras que muestran que
los libros dicen la verdad…”7. ¿La verdad de la vida?, se pregunta la
doctora Echeverría Falla. Efectivamente, en el caso del Quijote sí se
5
Wellek y Warren, p. 117.
6 Cfr. Alasraki, J.
7
Ibid, p. 288.
- 217 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
refleja la vida, porque la temática de la obra lo permite y esto es lo que la
doctora Echeverría Falla encuentra cuando anota que MacIntyre busca esa
unidad de la vida en el hijo narrativo, es decir, que acepta que la narración
corresponde a una estructura de la realidad8. Don Quijote sueña y Sancho
realiza. Don Quijote entiende el mundo a su modo, y transforma la realidad
en fantasía9, así nos abre una ventana para distinguirlas. Don Quijote,
escribe la autora, ayuda a experimentar los celos, el desamparo, la miseria,
la ruina y también, agrego yo, la justicia, la honra, la dignidad, el buen
proceder y otros valores de igual importancia.
Meditemos ahora, tan solo un instante, sobre lo que significa el
recurso de la intromisión o presencia del autor dentro de un texto. Sin
duda, este recurso sirve para reforzar la semejanza –ya señalada- entre
narración y vida. En una obra como el Quijote, el carácter ilusorio de la
realidad, o sea la alteración y trastrueque de un orden establecido, sugiere
al lector que los caracteres o los personajes de una ficción pueden también,
dentro de una obra, ser actores o espectadores. Don Quijote nos habla de sí
mismo y es lector del Quijote, Borges es Jorge Luis Borges en algunos de
sus cuentos, sobre todo en “El otro”10; Hamlet, en cambio, es espectador
en Hamlet, y nosotros, ¿seremos solo sus lectores o espectadores y
deberemos permanecer alejados del texto o, por el contrario, se nos
permitirá acaso esa misma intromisión? Miguel de Unamuno (1864-1937),
lo cito a manera de ejemplo para que se conozca la importancia de este
recurso, va más allá, y permite a Augusto Pérez, personaje central de su
novela Niebla11, dirigirse a Salamanca para consultarle a él, al propio don
Miguel de Unamuno, sobre el suicidio, porque ha leído un ensayo sobre el
8 MacIntyre, A., citado por Echeverría Falla.
9 Ibid, p. 288.
10
Borges, J.L., pp. 5-15.
11
Unamuno, M., p. 13.
- 218 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
tema escrito por el autor. Personaje y autor dialogan hasta que el primero
repara en que él no es real sino que simplemente es un personaje de novela
creado por el autor, por Unamuno, quien no le permite suicidarse sino que
lo ha de matar después de una comida pantagruélica.
Podemos, entonces, concluir que la semejanza entre realidad y
fantasía o mejor dicho entre vida y novela también se consigue en literatura
haciendo alternar a figuras históricas y a los propios autores con los
personajes ficticios de sus cuentos o novelas. Este efecto también se logra,
por ejemplo, cuando los autores citan obras o tratados apócrifos y resumen
libros que no existen como sucede en la trama de la novela que nos ocupa.
El personaje central de El Quijote, preocupado en saber cómo continuarán
sus aventuras, encuentra en Toledo, unos cartapacios en árabe, los hace
traducir por un morisco, que resultan ser, ni más ni menos, la Historia de
don Quijote escrita por Cide Hamete Benengeli, un historiador arábigo.
Esto lleva al lector a dudar qué es lo que lee hasta que toma conciencia
que aún continúa leyendo la misma obra de Cervantes y que es el autor
quien ha utilizado el recurso señalado para darle mayor veracidad a las
aventuras de su “héroe”. En estas páginas, “los protagonistas lectores se
pasean a sus anchas junto a los héroes de los libros de caballería como si
fueran personajes reales”12. Para comprender esto, es indispensable que
recordemos que los libros castellanos de caballerías se presentaban como
traducciones del griego y del latín para envolverlos aún más en el
misterio de lo real y lo ficticio. Don Quijote no elimina su identidad sino
que refuerza su papel protagónico, pues en la segunda parte de la obra,
afirma que sigue siendo el caballero andante en busca de aventuras y
resuelve como tal la batalla del vizcaíno que había quedado inconclusa en
la primera parte.
12 Echeverría, Cecilia.
- 219 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Para que la complejidad y juego entre autor, lector y fantasía se dé,
el autor utiliza otra técnica que la estudiosa Echeverría Falla denomina
mis en abyme; en realidad, en literatura se conoce más como juego de cajas
chinas. Este recurso refiere que en narrativa existe un hilo central, casi
siempre dominado por un narrador omnisciente, sin importar que sea lineal
o no, lo interesante es que a la narración se le mezcla otra de menor
importancia y duración, y a esta, otra, y así sucesivamente hasta encontrar
motivos que iluminen o diluyan la semejanza con hechos de la vida real.
La mayoría de las veces, este recurso sirve para complicar la trama, pero en
otras ocasiones es útil para apartarnos de ella, y lo que es más importante,
sirve para encontrar oportunidades de mayores y profundas reflexiones,
como cuando don Quijote aconseja a Sancho cómo deberá gobernar su tan
deseada ínsula de Barataria.
En el Quijote también se utiliza esta técnica para hacer una pausa de
sus aventuras. En efecto, Cervantes juega con las cosas y no necesita jugar
con las palabras, en tanto, sencillamente, se sirve del oxímoron para
mezclar la realidad y la fantasía, para “conciliar dos nociones opuestas”.
Además, recurre a figuras de contigüidad, como la sinécdoque y la
metonimia para designar algo con el nombre de otra cosa tomando el efecto
por la causa o viceversa; por ejemplo, el bacín por escudo, los molinos por
gigantes, la venta por castillo, la piara por un ejército, etcétera. Son las
ocasiones propicias en que en la mente de don Quijote, lo real se altera,
es el momento en que hace al lector partícipe de la fantasía, lo aleja de la
realidad, pero acentúa que ello sucede dentro del contexto narrado, el
hilván narrativo no se pierde.
Se lee en el trabajo de ingreso que Alisdair MacIntyre escribe que
“el hombre es esencialmente un animal que cuenta historias. Lo que no es
esencialmente, aunque llegue a serlo a través de su historia, es un contador
de historias que aspire a la verdad”. ¿A qué conclusión aspira
- 220 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
la doctora Echeverría Falla con este señalamiento? ¿Qué nos indica esta
oración y la primera que mencioné respecto del sentido de la vida? Para
responder estas preguntas pondré énfasis en la importancia que la doctora
Echeverría Falla concede al diálogo.
Señalo esto ya al final de mi contestación, porque en el diálogo entre
los personajes, ya sea entre Sancho y don Quijote o entre el cura y el
barbero, o entre cualesquiera de los más de 600 personajes de la novela, lo
que importa es lo que se dice, porque la finalidad del diálogo es guiarnos
a la profundidad temática y a la confirmación de que la obra es el “espejo”
de la vida, que permite introducirse en el pensamiento y en el alma de los
personajes, tal como afirma la doctora Echeverría Falla. El diálogo es
imprescindible en la técnica narrativa que Cervantes utiliza en su novela,
don Quijote es un personaje que no puede vagar por el mundo hablando
consigo mismo, necesita de un contestatario para expresar sus ideas, sus
estados de ánimo, su voluntad y deseos. Sancho le acompaña, unidos por
una amistad y admiración inquebrantables, forman la inmortal pareja de
las figuras más sobresalientes de la Literatura. Por ello, y con toda razón,
concibe el diálogo entre los personajes como la vía necesaria para
interpretar los valores morales y éticos que Cervantes adjudica a sus dos
personajes y que Echeverría Falla cita en su trabajo. Sin duda, el diálogo
le sirve a Cervantes para aliviar el vagabundeo de la pareja por el campo
y le permite llevar a cabo su exposición vital.
El principio, el nudo y el desenlace de la narración se termina
cuando don Quijote regresa a su aldea y decide abandonar sus quimeras
caballerescas y entregarse a la vida pastoril, situación que no sucede.
Entonces es cuando Don Quijote recobra la cordura y Sancho regresa
investido de experiencia y sabiduría. Ni uno ni otro son el mismo, Cecilia
Echeverría Falla así lo comprende y aprovecha esa circunstancia para
recordarnos lo que apuntaba desde el principio sobre la ética y la
- 221 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
moral, o como al respecto apunta Américo Castro al anotar que Cervantes
siente hondamente el valor de las virtudes cristianas en cuanto amor y
comprensión del prójimo13. Llega así el momento en que nos recuerda los
sabios consejos que, en su oportunidad, don Quijote brinda a Sancho al
recomendarle que gobierne su ínsula con humildad, que abrace la virtud,
evite el vicio y recuerde el justo medio aristotélico al promover justicia y
rectitud. Ha llegado la ocasión propicia para que la amistad se manifieste
en toda su dimensión, y que Sancho, por su parte, afirme su admiración
por su amo. Leemos: “Quedó Sancho, de nuevo, como si jamás hubiera
conocido a su señor, admirado de lo que sabía, pareciéndole que no debía
de haber historia en el mundo ni suceso que no lo tuviese cifrado en la uña
y clavado en la memoria”14. Se termina, pues, el sueño de don Quijote.
En resumen, podemos afirmar que don Quijote y Sancho, en el lapso
de sus vidas que se narra en la obra, han encontrado ambos el sentido de
su existencia y han dejado manifiesto sus valores éticos y morales. El
aporte a la solidaridad, desde el punto de vista de Echeverría Falla, se
cumple y afianza con los recursos literarios apenas esbozados. “Las
realidades se estremecen ante nuestra crítica y acaban por resolverse,
intelectualmente, en impresión de relatividad; moralmente, en enérgica
resignación, en melancólica victoria sobre nosotros mismos, ya que fuera
de ese reducto de la conciencia, en las trágicas crisis, todo es inseguro y
problemático”, esto es lo que afirma Américo Castro en su estudio sobre
el pensamiento de Cervantes15.
Termino, pues, con las siguientes palabras de Miguel de Unamuno,
que, en mi concepto, reafirman la interpretación de la nueva académica.
13
Castro, A., p. 291.
14 Cervantes, M.
15
Castro, A., p. 390.
- 222 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Rezan así: “En una misma turquesa forjaron a caballero y escudero, como
suponía el cura, lo más grande y más consolador de la vida, que en común
hicieron, es el no poderse concebir el uno sin el otro y que muy lejos de
ser dos cabos opuestos, como hay quien mal supone, fueron y son, no ya
las dos mitades de una naranja, sino un mismo ser visto por dos lados.
Sancho mantenía vivo el sanchopancismo de don Quijote y este
quijotizaba a Sancho sacándole a flor de alma su entraña quijotesca”16.
Permítanme felicitar y dar la más cordial bienvenida a la nueva
académica, a quien auguro un espléndido desempeño en nuestra asociación.
Bibliografía
ALASRAKI, Jaime. La prosa narrativa de Jorge Luis Borges. Madrid:
Biblioteca Románica Hispánica. Editorial Gredos. 2.ª edición
aumentada, 1974.
BLOOM, Harold. El canon occidental. Barcelona: Editorial Anagrama,
2015.
BORGES, Jorge Luis. Siete noches. México: Fondo de Cultura Económica,
Colección Tierra Firme, 1.ª edición, 1980.
BORGES, Jorge Luis. El libro de arena. Barcelona: Plaza y Janés, S. A.,
Colección Rotativa, 1977.
CASTRO, Américo. El pensamiento de Cervantes. Barcelona-Madrid:
Editorial Noguer, S.A., 1973.
16
Diccionario literario, p. 279.
- 223 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
CERVANTES Saavedra, Miguel de, El ingenioso hidalgo Don Quijote de
La Mancha. Primera y segunda parte. Edición según el texto de
Francisco Rodríguez Marín, de la Real Academia Española. Con
comentarios de los más eminentes cervantistas seleccionados por
Juan Ginavel y más de la Real Academia de las Buenas Letras de
Barcelona y precedida de la Vida y Semblanza de Cervantes por
Miguel S. Oliver. Ilustraciones de Ricardo Balaca y José Luis
Pellicer. Tomo I. Barcelona: Montaner y Simón, S.A. Editores, 1930.
Diccionario literario, tomo VIII. Madrid: Editorial Montaner y Simón,
S.A., 1959.
KAYSER, Wolfgang. Interpretación y análisis de la obra literaria.
Madrid: Editorial Gredos, S. A., 4.ª edición, 1972.
MACINTYRE, Alasdair, AfterVirtue. Indiana: University pf Notre Dame
Press, 2003, 2005.
MENENDEZ Y PIDAL, Ramón. De Cervantes y Lope de Vega. Madrid:
Espasa Calpe Colección Austral, No. 120, 7.ª edición.
SANCHEZ, Luis Alberto. Proceso y contenido de la novela hispano-
americana. Madrid: Editorial Gredos, 3.ª edición, 1976.
UNAMUNO, Miguel de. Niebla. Madrid: Editorial Espasa Calpe,
Colección Austral. No. 99, 1968.
WELLEK, RENE Y AUSTIN WARREN. Teoría literaria. Madrid:
Biblioteca Románica Hispánica. Editorial Gredos, 4.ª edición, 1974.
- 224 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Colaboración
- 225 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
- 226 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
LOS DOCUMENTOS LINGÜÍSTICOS
DE LA GUATEMALA DIECIOCHESCA
(1690-1810) Y SU IMPORTANCIA
PARA LA DIACRONÍA DEL ESPAÑOL
GUATEMALTECO1
D. José Luis Ramírez Luengo2
Sumario: 1. Introducción: las fuentes documentales para el estudio
lingüístico del pasado. 2. Una primera cuestión: ¿por qué Guatemala?.
3. Los Documentos lingüísticos de la Guatemala dieciochesca (DLGD),
I: una descripción del corpus. 4. Los Documentos lingüísticos de la
Guatemala dieciochesca (DLGD), II: los criterios de edición. 5. El español
dieciochesco de Guatemala en los DLGD: algunos datos de interés. 6. A
modo de conclusión. Bibliografía citada.
1
Este artículo tiene su origen en una conferencia que, sobre la misma cuestión, se impartió en el
Centro Cultural de España, en la Ciudad de Guatemala, el 1 de febrero de 2019; el autor quiere
agradecer a la Academia Guatemalteca de la Lengua Española –y muy especialmente a Da.
Julia Guillermina Herrera, miembro de ella– su interés por publicarlo en el boletín de la
institución.
2
Universidad Autónoma de Querétaro. Correo electrónico: joseluis.ramirezluengo@gmail. com
- 227 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
1. Introducción: las fuentes documentales para el estudio lingüístico
del pasado
Cualquier estudioso que pretenda acercarse a la historia de la lengua
está obligado a enfrentarse, antes de comenzar su trabajo, a decisiones de
muy diversa naturaleza que van a determinar el mayor o menor éxito de
su tarea; entre tales cuestiones indefectiblemente aparece la que sin duda
se erige como una de las problemáticas fundamentales: la adecuación del
corpus a los propósitos que se procuran, es decir, “la necesidad de
conseguir un conjunto de materiales que sean útiles a la hora de analizar
un aspecto concreto de la evolución diacrónica y a partir de los cuales se
pueda extraer con cierta fiabilidad la situación lingüística (...) que existe
en un lugar y en un momento determinados” (Ramírez Luengo, 2016: 88).
Como se establece en el trabajo que se acaba de citar (Ramírez
Luengo, 2016: 88), las respuestas que tradicionalmente se han dado a este
asunto no han permanecido inalteradas a través del tiempo, sino que se
han ido transformando de acuerdo con los cambios que ha experimentado
la disciplina, y más en concreto con la manera como los investigadores la
han entendido y la finalidad que se le ha concedido: de este modo, no
sorprende que, si en sus inicios la historia de la lengua adopta un carácter
cercano a lo auxiliar, supeditada al mejor conocimiento de la literatura,
sean precisamente las fuentes literarias las que compongan el corpus por
excelencia en los estudios que buscan describir la diacronía del español
(Menéndez Pidal, 1954; Lapesa, 1980)3; del mismo modo, tampoco es de
extrañar que, en un momento posterior, el cambio que experimenta esta
investigación –la cual comienza a valorarse por sí misma y como
3
Lo que no supone, por supuesto, que sea el corpus único; téngase en cuenta como excepción a
lo mencionado los Orígenes del español, obra fundacional de Menéndez Pidal (1926) que,
por sus propios intereses, utiliza la documentación notarial como materiales básicos para el
estudio.
- 228 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
forma de comprender mejor los mecanismos del cambio lingüístico–
conlleve importantes transformaciones en lo que se refiere a los textos que
se utilizan como base de análisis, que cada vez con mayor frecuencia se
buscan entre la documentación de archivo, tanto epistolar como muy
especialmente notarial (Fontanella de Weinberg, 1987; Quesada Pacheco,
2009)4.
Por supuesto, no es este el momento de enunciar detalladamente
todas las ventajas que, a la hora de realizar estudios sobre la historia del
español, presenta esta documentación frente al texto literario, pero quizá
no esté de más indicar una serie de cuestiones que demuestran su evidente
interés para llevar a cabo investigaciones de esta naturaleza: en primer
lugar, es relevante señalar su carácter de texto único, circunstancia que
evita los problemas de fiabilidad lingüística que indefectiblemente conlleva
para el investigador el proceso de copia; junto a lo anterior, tampoco
carece de importancia el hecho de que esta documentación presente una
menor sujeción respecto a una norma de tipo estético, algo que faculta la
aparición en ella de fenómenos que no van a pasar al registro literario hasta
fechas más tardías; por último, cabe destacar también el hecho de que, en
general, estos documentos cuenten con una precisa ubicación espacio-
temporal –por medio de su data crónica– y sean producto de una enorme
multiplicidad de autores de naturaleza social y geográfica muy variada,
cuestiones de primera importancia si se quiere llevar a cabo una historia
de la lengua más completa y a la que se incorporen perspectivas como la
sociolingüística y la dialectología histórica, fundamentales para entender
4
Esta transformación no solo tiene que ver con el cambio de perspectiva que afecta a la propia
disciplina, sino también con las insuficiencias que, desde diferentes puntos de vista, presentan
como corpus de estudio las obras literarias, muy especialmente –aunque no solo– en el caso
americano; para lo que tiene que ver con esta cuestión, véase lo señalado en Ramírez Luengo
(2016: 88-89).
- 229 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
de manera más profunda la evolución que experimenta el español a través
de los siglos.
Así pues, no cabe duda alguna de que la documentación de archivo,
sea epistolar o sea de carácter notarial, es del todo insustituible a la hora
de analizar la diacronía de la lengua española, y de ahí que su uso resulte
cada vez más frecuente, tanto en aquellos trabajos que toman por objeto
de análisis un momento de esa diacronía –a manera de ejemplo, los ya
citados Fontanella de Weinberg (1987) o Quesada Pacheco (2009)– como
en las cada vez más frecuentes antologías documentales que, entendidas
como infraestrutura de investigación, aportan los corpus de estudio para
tales trabajos (entre otros, Company, 1994; Obediente Sosa, 2003;
Rivarola, 2009; Ramírez Luengo, 2017); en esta línea, lo que pretenden
las siguientes páginas es, precisamente, describir las características
fundamentales que presenta una de estas antologías (Ramírez Luengo,
2017b), así como hacer hincapié en su interés para el mejor conocimiento
de la historia del español centroamericano en general y guatemalteco
particularmente.
2. Una primera cuestión: ¿por qué Guatemala?
Aunque son múltiples las respuestas que se pueden dar a esta
pregunta –y que se relacionan con el propio interés intrínseco que presenta
esta variedad del español desde diversos puntos de vista5–, quizá una de
5
Entre otros, su carácter de transición entre las hablas mexicanas, en general fonéticamente
conservadoras, y (el resto de) las centroamericanas, mucho más innovadoras, su importancia a
la hora de analizar la dinámica centro-periferia desde el punto de vista de las áreas lingüísticas
–al constituir históricamente un habla periférica respecto a la variedad novohispana del
Altiplano mexicano, pero central dentro del marco de Centroamérica–, o las importantes
situaciones de contacto lingüístico en la que tradicionalmente se ha visto envuelta, por citar
solo algunas cuestiones.
- 230 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
las razones fundamentales sea el escaso conocimiento que a día de hoy se
tiene acerca de esta variedad y de sus principales características, tanto
desde el punto de vista sincrónico como muy especialmente diacrónico,
cuestión que señalaba hace ya medio siglo Lope Blanch (1968: 89), pero
que sigue siendo una realidad en el momento actual.
Es importante mencionar, con todo, que la situación descrita por el
profesor mexicano ha cambiado parcialmente gracias a los esfuerzos de
un grupo más o menos extenso de investigadores nacionales y extranjeros,
de manera que, si bien es verdad que todavía no se cuenta con unos
conocimientos tan detallados acerca de la variedad hablada actualmente en
Guatemala como los que se poseen de otras zonas geográficas americanas,
al menos existe ya un conjunto de trabajos lo suficientemente amplio
como para poder ofrecer un descripción de los principales fenómenos que
caracterizan el español del país; por supuesto, no es este el momento de hacer
una revisión completa de tales trabajos, pero resulta sin duda importante
citar algunos como las completas descripciones que aparecen en Lipski
(1996: 280-285) y Verdugo (2006) o los que se dedican respectivamente
a cuestiones fónicas (Candfield, 1951; Alvar, 1980; Herrera, 1989, 1993;
Acevedo-Halvick, 2005, Utgård, 2010), morfosintácticas (Martin, 1985;
Pinkerton, 1986; Polanco, 1988; Pato, 2001; Chavarría Úbeda, 2013) y
léxicas (Armas, 1971; Rubio, 1982).
En comparación con la sincronía, la diacronía parece, sin embargo,
haber despertado menor interés entre los estudiosos, de manera que los
trabajos existentes sobre esta cuestión son bastante más escasos, y se
reducen a dos descripciones generales sobre la situación lingüística del
país en el siglo XVIII (Solano, 1970; Ramírez Luengo, 2004) y diversos
análisis acerca de fenómenos específicos del español, sea en esta misma
centuria (Ramírez Luengo, 2003, 2006, 2008, 2018, 2019; Polo Cano,
2005; Pérez Cordón y Ramírez Luengo, 2007; Hernández, 2008,
- 231 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
2008b; Ramírez Luengo, Aquino Melchor y Ramírez Vázquez, 2017) o
sea –de forma mucho más escasa– en el Ochocientos (Taracena Arriola,
1985); salta a la vista, por tanto, que si bien resulta ya posible aportar
algunos datos sobre la situación que presenta el español guatemalteco en
momentos pretéritos de su historia, lo cierto es que es aún mucho lo que
se debe investigar en relación con esta cuestión antes de que se pueda
trazar una descripción más o menos completa que permita comprender
cómo, cuándo y por qué se producen las transformaciones que dan como
resultado la situación lingüística que, en relación con su español, presenta
hoy Guatemala.
En este sentido, son muchas las tareas que se deben desarrollar con
el objetivo de responder a las preguntas planteadas en el párrafo anterior,
pero no cabe duda de que una de las tareas más perentorias es contar con un
corpus documental filológicamente fiable que permita llevar a cabo estudios
de naturaleza diacrónica, pues, como bien señala Company (2001: 208),
“sólo cuando tengamos la documentación filológica adecuada podremos
conocer la idiosincrasia dialectal del español que arribó a distintas zonas
del continente americano, así como su posterior evolución”; partiendo de
este diagnóstico, durante 2016 y 2017 se desarrolla en el marco de las
actividades del Seminario Queretano de Historia de la Lengua (SEQUEHL)
un proyecto de investigación denominado Documentos lingüísticos de la
Guatemala dieciochesca: localización, transcripción y edición filológica6,
del cual se deriva una primera antología documental (Ramírez Luengo,
2017b) que cumple con los requisitos de rigor filológico exigibles en estos
6
El proyecto fue financiado por la Universidad Autónoma de Querétaro (México) por medio de
la convocatoria competitiva Fondo para el Fortalecimiento de la Investigación UAQ- 2015,
y en él participaron el autor de estas páginas como director y varios estudiantes de la
licenciatura en Letras Modernas – Español (Susana A. Aquino, Margarita Hurtado, Miguel
Ángel Peña y José J. Ramírez), habida cuenta de que una de las finalidades de tal convocatoria
es la iniciación de los estudiantes en el campo de la investigación.
- 232 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
estudios y que permite, por tanto, comenzar a desarrollar de manera fiable
diferentes estudios acerca de la situación que presenta el español escrito
en la actual Guatemala durante el Siglo Ilustrado.
3. Los Documentos lingüísticos de la Guatemala dieciochesca
(DLGD), I: una descripción del corpus7
Como suele ser habitual en estos casos, antes de comenzar la
preparación de la antología documental se procedió a establecer un primer
corpus ideal, caracterizado por una serie de aspectos diacrónicos,
diatópicos y diastrático-diafásicos que garanticen su utilidad para el
estudio del español guatemalteco desde la perspectiva de la dialectología
histórica8; con este objetivo, se estableció que en principio los materiales
considerados útiles para la investigación debían responder positivamente
a las cinco cuestiones que se citan a continuación: I) ser cuantitativamente
equilibrados dentro de la antología desde el punto de vista geográfico y
temporal; II) estar redactados en las diversas zonas de lo que hoy
constituye la República de Guatemala; III) estar datados en el siglo XVIII;
IV) encontrarse cercanos al polo de la inmediatez comunicativa
(Oesterreicher, 2004: 735); y V) estar generados por los diversos grupos
étnicos y sociales que componen la sociedad colonial guatemalteca. Por
supuesto, no constituye sorpresa alguna constatar que la confrontación de
este corpus ideal con los fondos que conserva el Archivo General de la
Nación (AGN; Ciudad de México, México) –de donde se han tomado
7
Dados los objetivos comunes que persiguen tanto la introducción de la antología mencionada
como este apartado, se sigue en él muy de cerca todo lo indicado en Ramírez Luengo (2017b:
10-15).
8
Que, como es más que sabido, implica el estudio de la variación de una lengua en dos ejes
simultáneos, el diatópico y el diacrónico, con el propósito de describir los procesos de cambio
parcial o totalmente semejantes –pero no necesariamente idénticos en su proceso o en su
cronología– que experimenta un conjunto de variedades geográficamente determinadas.
- 233 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
todos los documentos9– ha obligado a variar en parte los criterios de
inclusión mencionados más arriba, lo que conlleva la configuración de un
corpus parcialmente diferente al modelo establecido pero en todo caso de
gran interés para los objetivos que se pretenden conseguir con sus páginas.
Comenzando por lo cuantitativo, se debe indicar que la antología
documental está conformada por un total de 79 escritos de diferente
extensión, los cuales equivalen a un total aproximado de 49.000 palabras,
cantidad que, si bien puede parecer escasa en comparación con la que
ofrecen los grandes repositorios actuales como CORDE o CORDIAM,
resulta sin duda relevante a la luz de factores como su homogeneidad en
cuanto a la edición o –tal y como se explicará en los párrafos siguientes–
su alta concreción geográfica y cronológica.
Por lo que se refiere a esta última cuestión, el mismo nombre de la
antología, Documentos lingüísticos de la Guatemala dieciochesca,
demuestra la importancia que se ha concedido en ella al Siglo Ilustrado,
por más que sus páginas no se circunscriban estrictamente a esta centuria,
sino que presenten también textos del último siglo de la centuria anterior
y de la primera del Ochocientos; cubre, por tanto, un ámbito cronológico
de poco más de cien años, pero en el que el siglo XVIII tiene un peso
esencial, cuestión que se debe relacionar con la importancia que tal
momento posee para la historia del español americano y algunos de sus
procesos fundamentales como es la dialectalización (Company, 2007;
Ramírez Luengo, 2012: 158-159). En concreto, la distribución temporal
9
En concreto, de las secciones Inquisición –con diferencia, la más utilizada–, Indiferente Virreinal
y Jesuitas; cabe decir que el empleo de estas secciones no ha sido casual, sino que responde
al interés de contar con unas tipologías textuales muy específicas que se definirán más
adelante.
- 234 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
de los textos en el corpus –presentada en periodos de 30 años, para cubrir
así los 120 de este– es la que aparece en la tabla siguiente (tabla 1)10:
Período Densidad Documentos
1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15,
1690-1719 27 (34.17 %)
16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 26, 27
1720-1749 12 (15.18 %) 28, 29, 30, 31, 32, 33, 34, 35, 36, 37, 38, 39
40, 41, 42, 43, 44, 45, 46, 47, 48, 49, 50, 51,
1750-1779 15 (18.98 %)
52, 53, 54
55, 56, 57, 58, 59, 60, 61, 62, 63, 64, 65, 66,
1780-1810 25 (31.64 %) 67, 68, 69, 70, 71, 72, 73, 74, 75, 76, 77, 78,
79
TOTAL 79 (100 %)
Tabla 1: DisTribución cronológica De los DocumenTos Del corpus
Al igual que en lo cronológico, tampoco en lo geográfico ha sido
posible respetar los lineamientos plateados en el corpus ideal: en efecto,
aunque el propósito inicial del proyecto era ofrecer documentación de las
distintas regiones de la actual Guatemala, los materiales existentes en el
AGN han obligado a reducir ese objetivo a un área muy concreta del país,
las tierras altas, y más específicamente a las dos ciudades que actúan como
capitales durante la época colonial (Santiago de los Caballeros y Nueva
10
Nótese que los fondos conservados en el Archivo General de la Nación han impedido
cumplir el objetivo –planteado en el corpus ideal– de ofrecer una antología
cronológicamente equilibrada, muy especialmente por la escasez de documentación
apropiada que se conserva de mediados del siglo XVIII; así las cosas, se ha optado
por “sacrificar tal equilibrio a favor de la incorporación en la antología de todos
aquellos documentos que, con independencia de su fecha de redacción, ofrecieran
un evidente interés lingüístico” (Ramírez Luengo, 2017b: 11).
- 235 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Guatemala de la Asunción), las cuales concentran la práctica totalidad de
los documentos editados (tabla 2):
Localidad Densidad Documentos
Chiquimulilla 2 (2.53 %) 6, 7
55, 56, 57, 58, 59, 60, 61, 62,
Nueva Guatemala de 63, 64, 65, 66, 67, 68, 69, 70,
25 (31.64 %)
la Asunción 71, 72, 73, 74, 75, 76, 77, 78,
79
San Miguel Petapa 2 (2.53 %) 23, 26
Santa Catarina Mita 2 (2.53 %) 34, 35
1, 2, 3, 4, 5, 8, 9, 10, 11, 12, 13,
14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21,
Santiago de los 22, 24, 25, 27, 28, 29, 30, 31,
48 (60.75 %)
Caballeros 32, 33, 36, 37, 38, 39, 40, 41,
42, 43, 44, 45, 46, 47, 48, 49,
50, 51, 52, 53, 54
TOTAL 79
Tabla 2: DisTribución geográfica De los DocumenTos Del corpus
Naturalmente, la situación que se acaba de describir no constituye
en modo alguno una sorpresa, pues se trata de la consecuencia esperable
de una serie de cuestiones históricas que tienen que ver con la
incorporación del actual territorio guatemalteco al ámbito hispánico y, en
consecuencia, con la extensión que presenta el español en él durante la
época tardocolonial; entre todas esas cuestiones, sin duda destacan
algunas como el que los españoles se establezcan preferentemente en la
región mencionada o las costas del Pacífico y eviten el interior selvático
- 236 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
(Meléndez, 1993: 23-24), el que –como bien señala Lipski (1996: 280)–
“la implantación de la lengua española en Guatemala fue menos efectiva
que en cualquier otra zona de Centroamérica, y se limitó, durante la época
colonial, a un puñado de núcleos urbanos”, o incluso el hecho de que la
ciudad se erija durante la época hispánica en el centro por excelencia de
la administración colonial, lo que explica por qué es precisamente en ellas
donde se redacta la mayor parte de la documentación editada, de
naturaleza predominantemente administrativa11.
En contraste con todo lo indicado hasta el momento, desde el punto de
vista tipológico ha sido posible cumplir sin mayor dificultad los requisitos
planteados en el corpus ideal, es decir, contar con documentación que se
aproxime al polo de la inmediatez comunicativa y que permitan acercarse
de la manera más fidedigna posible a la realidad lingüística guatemalteca
del siglo XVIII y, en consecuencia, a sus usos diatópicamente más
característicos. De hecho, este propósito es el que ha guiado en gran parte
la propia selección textual, por lo que se ha optado por dar prioridad a
ciertas tipologías documentales como las denuncias inquisitoriales, las
cartas, los interrogatorios o los memoriales, es decir, aquellas en las que
de manera más frecuente se hacen presentes, por ejemplo, muestras de
oralidad transcrita; ahora bien, conviene señalar que, aunque estos tipos
textuales son los más abundantes –en concreto, representan más del 90 % de
todo el corpus–, se ha decidido que la antología cuente también de manera
11
En relación con esta última cuestión, no cabe duda de que la búsqueda entre los fondos
del archivo nacional mexicano también ha influido en la preponderancia de las
capitales como centros generadores de documentos, por ser solamente algunos
materiales concretos –en principio, aquellos confeccionados por las autoridades
civiles o religiosas que van dirigidos a sus superiores virreinales– los que llegan a
la Ciudad de México; en este sentido, es probable que el trabajo en los archivos
guatemaltecos hubiera dado resultados muy distintos, si bien las limitaciones del
proyecto han hecho imposible explorar tal posibilidad.
- 237 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
minoritaria con otros como certificados, informes, autos judiciales y un
escrito de carácter médico, algo que responde tanto al interés intrínseco
que presenta esta documentación como muy especialmente a la intención
de representar mejor el universo discursivo que existe en la Guatemala del
siglo XVIII. Así las cosas, los datos específicos que, por lo que se refiere
al factor tipológico, caracterizan a los DLGD son los siguientes (tabla 3):
Tipología Densidad Documentos
Autos 1 (1.26 %) 32
3, 15, 18, 29, 38, 39, 40, 41,
Carta 22 (27.84 %) 42, 43, 44, 45, 46, 55, 56, 57,
58, 63, 69, 75, 76, 78
Certificado 2 (2.53 %) 10, 77
1, 4, 5, 8, 13, 14, 16, 17, 19,
20, 25, 28, 30, 34, 36, 37, 49,
Denuncia 30 (37.97 %)
51, 52, 53, 54, 59, 60, 65, 67,
70, 71, 72, 73, 74
Informe 2 (2.53 %) 22, 66
Interrogatorio 6 (7.59 %) 6, 7, 12, 33, 62, 79
Memorial 5 (6.32 %) 26, 27, 47, 64, 68
2, 9, 11, 21, 23, 24, 31, 35, 50,
Ratificación denuncia 10 (12.65 %)
61
Reconocimiento méd. 1 (1.26 %) 48
TOTAL 79
Tabla 3: DisTribución Tipológica De los DocumenTos Del corpus
- 238 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
En definitiva, parece posible sostener, a partir de esta somera
descripción de los DLGD, que se trata de un corpus definible como:
a) cuantitativamente suficiente; b) cronológicamente centrado en el siglo
XVIII; c) geográficamente reducido a las tierras altas de la actual
Guatemala; y d) tipológicamente conformado en su mayor parte por
documentación perteneciente al polo de la inmediatez comunicativa.
Responde, por tanto, a las características que debe cumplir un antología
documental que, como es el caso de esta, pretenda ofrecer al investigador
unos materiales útiles y fiables para la reconstrucción lingüística del
español que se emplea en (parte del) territorio guatemalteco durante el
último siglo de la Colonia.
4. Los Documentos lingüísticos de la Guatemala dieciochesca
(DLGD), II: los criterios de edición
Por otro lado, no cabe duda de que, más allá de la selección de los
documentos, el otro factor que establece el interés y la validez de una
antología como la que se está describiendo en estas páginas son los
criterios de edición que se emplean en la presentación de sus textos, pues
son precisamente tales criterios los que, como bien señala Sánchez-Prieto
(2011: 5), determinan en gran medida su utilidad y el empleo que de ella
puede hacer el estudioso. Teniendo en cuenta, pues, la importancia
fundamental de esta cuestión, se ha optado en este caso por seguir la
metodología de edición que propugna la Red Internacional CHARTA
(2015), tanto por tratarse de un estándar reconocido y empleado por
numerosos grupos de investigación –europeos, americanos y asiáticos–
dedicados a la historia de la lengua española, como por haber demostrado
ya su utilidad a la hora de transcribir documentación centroamericana del
Siglo Ilustrado, en concreto salvadoreña y hondureña (Ramírez Luengo,
2017).
- 239 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
De este modo –y respetando lo que constituye uno de los rasgos de
identidad de los criterios CHARTA–, los DLGD ofrecen una edición doble
de cada documento, en forma de transcripción paleográfica, notablemente
cercana a la situación que muestra originalmente el documento, y de
presentación crítica, en la que, sin traicionar en ningún caso la realidad
lingüística de la época, se llevan a cabo ciertas modificaciones del texto;
como se explica en la misma presentación de los criterios (CHARTA,
2015: 6), esto permite acercarse “al ideal (…) de interrogar el documento
en su integridad”, y precisamente por eso posibilita estudios de distinta
naturaleza que permiten investigar la historia del español desde perspectivas
muy diferentes12. Junto a esto, es necesario señalar también que los propios
documentos han obligado en ocasiones a apartarse parcialmente de los
criterios propuestos por la red, lo que ha determinado la introducción de
modificaciones muy puntuales relacionadas con algunos problemas
específicos que mostraban los textos incorporados a la antología13, si bien
esto no merma –más bien al contrario– el rigor que, desde este punto de
vista, presenta el corpus editado y, por tanto, hace patente, como se dijo
ya anteriormente, su relevancia para los estudios que tengan por objeto la
historia del español guatemalteco.
12
En realidad, CHARTA exige una triple presentación, en la que, a las dos ya mencionadas, se
añade la versión facsimilar; en este caso fue imposible contar con las imágenes de los textos,
más allá de algunas muy concretas que aparecen a lo largo del volumen.
13
Para una revisión completa de los criterios específicos que se han seguido en los DLGD, véase
el apartado dedicado a esta cuestión en el estudio preliminar que aparece en la antología
(Ramírez Luengo, 2017b: 18-22).
- 240 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
5. El español dieciochesco de Guatemala en los DLGD: algunos
datos de interés
Aunque no es este el momento de señalar todas las potencialidad
que, desde diversos puntos de vista, encierra la antología que se acaba de
describir más arriba, quizá sí sea adecuado señalar una serie de cuestiones
que se desprenden de una rápida lectura de los documentos y que ponen
en evidencia el interés que posee esta documentación para el estudio de la
diacronía del español de Guatemala, tal y como se ha puesto ya de
manifiesto en algunas investigaciones que la han utilizado como corpus
de trabajo (Ramírez Luengo, Aquino Melchor y Ramírez Vázquez, 2017;
Ramírez Luengo, 2018, 2019).
Por lo que se refiere a los usos gráficos, es cierto que –tal y como
ocurre para la práctica totalidad del continente– aún no se han desarrollado
acercamientos que permitan describir cuáles son sus principales
características en la Guatemala del Siglo Ilustrado, pero una simple
búsqueda permite señalar algunos elementos que identifican la escritura del
Setecientos, tales como la preferencia por la tildación grave y circunfleja
<`, ^> sobre la aguda <´> o el empleo de tendencias gráficas como la <y>
inicial y la <q> en el segmento [kwa], así como la clara decadencia de la
<ç> a lo largo de la centuria –en consonancia con lo que se ha descrito ya
para otras zonas del mundo hispánico (Ramírez Luengo, 2015: 33)– o el
empleo abundante de los dígrafos cultos latinizantes <ph, th, ch>, si bien
circunscritos a voces como, entre otras, Joseph(a), nephrítico, blasphemia,
Goathemala, cathedral, cathólico, Christo y Christoval; parece claro, por
tanto, que en esta cuestión el español guatemalteco no se separa de lo que
constituyen los aspectos más habituales de la época, si bien será necesario
- 241 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
llevar a cabo estudios específicos que, basándose en datos cuantitativos y
cualitativos, demuestren lo acertado de esta afirmación14.
Desde el punto de vista fónico, el análisis desarrollado en Ramírez
Luengo (2018) a partir de este corpus permite no solo ampliar los datos
existentes hasta el momento sobre la cuestión, sino también matizar
algunas de las conclusiones a las que se había llegado en un estudio previo
(Ramírez Luengo, 2006); a este respecto, quizá el aporte más importante
del trabajo citado sea el descubrimiento en los textos, junto a
características propias del español dieciochesco, “ciertos fenómenos
fónicos que identifican actualmente al español de Guatemala desde el
punto de vista diatópico y cuya presencia en esta variedad, a la luz de estos
datos, se puede retrotraer al menos hasta el Setecientos” (Ramírez
Luengo, 2018: 50)15, algo que permite sostener la hipótesis de que “para
el periodo tardocolonial el español guatemalteco se caracteriza por contar
ya con una configuración fónica que presenta un perfil dialectal muy
marcado, en el que se incluyen, si no todos, al menos muchos de los
fenómenos que actualmente se consideran más identificadores del país”
(Ramírez Luengo, 2018: 51).
Al igual que se ha indicado en el caso de lo gráfico, tampoco se han
desarrollado por el momento investigaciones de índole morfosintática que
hayan utilizado los DLGD como material de estudio, si bien eso no impide
14
Cabe decir que tales estudios están ya en proceso: en concreto, Nicolò Cervelli, de la Universidad
Autónoma de Querétaro está desarrollando en estos momentos su tesis de maestría sobre la
tildación del Setecientos a partir de los textos de los DLGD.
15
Entre tales fenómenos cabe citar el relajamiento de vocales átonas, el refuerzo antihiático, la
confusión de sibilantes, el consonantismo fuerte y la realización sibilante de la /-s/ implosiva,
así como –de manera más dudosa– la realización no aproximante de las oclusivas sonoras y la
imposición de determinados alófonos como la /-n/ implosiva velar, la aspirada [h] del fonema
velar /x/ o la [ř] asibilada.
- 242 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
que se pueda apuntar una serie de aspectos cuyo análisis detallado deberá
llevarse a cabo en un futuro no demasiado lejano; a este respecto, quizá sea
interesante mencionar cuestiones que –al menos actualmente– se pueden
interpretar como rasgos dialectales propios del español guatemalteco y
cuya aparición en los documentos del corpus demuestra la profundidad
histórica que presentan, entre los cuales se hace necesario señalar los usos
de demostrativo + posesivo (docs. 14, 28, 63, 68) y doble posesivo (docs.
16, 30) o la presencia esporádica de formas voseantes diptongadas (docs.
7, 14), en línea con lo registrado por Ramírez Luengo (2003: 270-271) en
un texto dramático de esta misma centuria, así como, desde otro punto de
vista, la aparición con cierta profusión del futuro del subjuntivo cantare,
si bien reducida en su práctica totalidad a un único contexto sintáctico, la
oración de relativo, algo que refuerza las conclusiones a las que, respecto
al uso de este tiempo verbal, se había llegado en un estudio previo dedicado
a toda el área centroamericana (Ramírez Luengo, 2008: 152-154).
Por último, estos documentos lingüísticos resultan también de interés
para la investigación léxica, y de ello dan cuenta dos estudios que se han
llevado ya a cabo sobre la cuestión: por un lado, Ramírez Luengo, Aquino
Melchor y Ramírez Vázquez (2017) dedican un trabajo monográfico a los
indigenismos que aparecen en el textos, en el cual se ponen de manifiesto
cuestiones de cierta relevancia para el mejor conocimiento histórico de
estos elementos –tales como su notable escasez cuantitativa16 y la práctica
inexistencia de mayismos entre ellos– y al mismo tiempo se proporciona
16
Algo que, en sus propias palabras (Ramírez Luengo, Qquino Melchor y Ramírez Vázquez, 2017:
121), “sorprende si se tiene en cuenta la fuerte impronta indígena que tiene durante la época
colonial una zona como Guatemala”, lo que lleva a los autores a plantearse “si la ausencia
de indigenismos en la documentación es consecuencia del escaso empleo de estos elementos
en el español guatemalteco de la época o responde más bien a cuestiones de índole muy
diferente, probablemente relacionadas con las propias características del corpus”, cuestión que
será necesario analizar de manera detallada en el futuro.
- 243 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
un conjunto de registros dieciochescos que permiten adelantar la datación
de algunos vocablos (jocotal como ‘árbol de la familia de las
anacardáceas’, mapachín e ichansicat), facilitar nuevas atestiguaciones de
voces escasamente documentadas (casqueme y siguamonte) o incluso
aportar lo que parecen ser los primeros testimonios de elementos cuya
historia lingüística se desconocía (chácara con su valor propiamente
guatemalteco, sintul o yulpate); por otro, un análisis monográfico del
riquísimo léxico del mestizaje presente en esta documentación (Ramírez
Luengo, 2019) no solo ofrece una nutrida nómina de adjetivos y
sustantivos referidos a esta cuestión (amestizado, amulatado, azambado,
blanco, criollo, prieto y retinto; castizo, español, indio, mestizo, mulato,
mulo, natural y negro), sino que además sugiere una situación muy
diferente a la que presentan en este punto los textos literarios o las obras
artísticas coloniales, caracterizada por el empleo de “unos sustantivos
básicos relacionados con los grandes grupos étnicos que son matizados
posteriomente por medio de adjetivos que expresan distintas tonalidades
de la piel” (Ramírez Luengo, 2019: 21).
6. A modo de conclusión
En definitiva, no parece exagerado sostener, a la luz de los datos
preliminares que han sido expuestos en el apartado anterior, que los textos
que componen los DLGD configuran un corpus de notable relevancia para
la reconstrucción del español guatemalteco del siglo XVIII, y que
constituyen, por tanto, un primer paso para poder profundizar en el estudio
de la historia cultural de Guatemala, de la que lo lingüístico conforma una
parte no menor17.
17
De hecho, el interés de esta documentación no se circunscribe estrictamente a lo lingüístico, sino
que atañe también a otros campos como, por ejemplo, el estudio de la vida cotidiana y la
historia de las mentalidades; a medio camino entre estas dos perspectivas, una de las
- 244 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Con todo, es importante señalar que, a pesar de todo lo indicado hasta
el momento, la aparición de este corpus lingüístico en ningún caso supone
la solución de todas las dificultades a las que se enfrenta el investigador
interesado en la cuestión; en realidad, son muchas aún las tareas que
quedan pendientes, entre las que se pueden destacar las siguientes: a)
reforzar cuantitativamente el corpus disponible del Siglo Ilustrado, dado
que 79 documentos constituyen una muestra en principio representativa,
pero todavía relativamente escasa; b) ampliar su cronología, incorporando
documentos de los siglos XVI y XVII –esto es, del periodo en el que se
produce el nacimiento y la consolidación del español en la región– y del
Ochocientos, momento de fundamentales transformaciones en el español
americano y de importancia capital para poder comprender su evolución
diacrónica (Ramírez Luengo, 2011: 15-19); c) cubrir la totalidad geográfica
del territorio por medio de la introducción de textos procedentes de zonas
aún no consideradas, tales como la costa pacífica, la región de Los Altos
o –en la medida de lo posible– las áreas de la Verapaz y el Petén; y d)
acrecentar su representatividad social, muy especialmente a través de la
localización y edición de textos de escribientes indígenas que reflejen el
español utilizado por los bilingües.
Así pues, parece posible concluir estas páginas con el convencimiento
de que la tarea a la que se enfrenta el investigador no termina, ni mucho
menos, con los DLGD; en realidad, estos se entienden más bien como un
punto de partida que será necesario completar con proyectos editoriales
semejantes, así como –sobre todo– como una primera llamada de atención
sobre una labor que sin duda será necesario seguir desarrollando en el
futuro si lo que se pretende es conocer de manera más profunda la historia
temáticas más habituales en el corpus lo constituye lo prohibido –entendido este concepto
desde la mentalidad católica del momento–, algo que ha sido ya analizado en Ramírez Luengo
(en prensa, en prensa b).
- 245 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
del español de Guatemala y, en consecuencia, la historia del español de
América en su totalidad.
Bibliografía citada
Acevedo Halvick, Ana (2005): “La /r/ fricativa sorda asibilada: creencias
y actitudes de dos grupos generacionales hacia un fenómenos
lingüístico en la ciudad capital de Guatemala”. Boletín de Lingüística
19, 104.
Alvar, Manuel (1980): “Encuestas dialectales en el suroccidente de
Guatemala”. Lingüística española actual 2, 245-287.
Armas, Daniel (1971): Diccionario de la expresión popular guatemalteca.
Ciudad de Guatemala: Tipografía Nacional.
Canfield, Delos L. (1951): “Guatemalan rr and s: a recapitulation of Old
Spanish siblant gradation”. Florida State University Studies in
Modern Language and Literatures 3, 49-51.
Charta (2015): Criterios de edición de documentos hispánicos (orígenes-
siglo XIX). En línea: <http://files.redcharta1.webnode.
es/200000023de670df5d6/Criterios %20CH ARTA%2011abr2013.
pdf> [Consulta: 10/02/2019].
Chavarría Úbeda, Carmen (2013): “El español de Guatemala en el nivel
morfosintáctico: análisis geolingüístico y pluridimensional”, en
M. A. Quesada Pacheco (coord.): El español hablado en América
Central. Nivel morfosintáctico. Frankfurt/Madrid: Vervuert/
Iberoamericana, 65-140.
- 246 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Company, Concepción (1994): Documentos lingüísticos de la Nueva
España. Altiplano Central. México DF: Universidad Nacional
Autónoma de México.
Company, Concepción (2001): “Para una historia del español americano.
La edición crítica de documentos coloniales de interés lingüístico”,
en L. Funes y J. L. Moure (eds.): Studia in honorem G. Orduna.
Alcalá de Henares: Universidad de Alcalá de Henares, 207-224.
Company, Concepción (2007): El siglo XVIII y la identidad lingüística de
México. México DF: Universidad Nacional Autónoma de México –
Academia Mexicana de la Lengua.
Fontanella de Weinberg, M. Beatriz (1987): El español bonaerense (1580-
1980). Cuatro siglos de evolución lingüística. Buenos Aires:
Hachette.
Hernández, Esther (2008): “Aproximación al vocabulario de la lengua
cakchiquel o guatemalteca de fray Thomás de Coto (c. 1650) como
fuente léxica del español”. Bulletin Hispanique 110/1, 319-331.
Hernández, Esther, (2008b): “Indigenismos en el vocabulario de la lengua
cakchiquel atribuido a fray Domingo de Vico, ms. BNF R.7507”.
Revista de Filología Española 88/1, 67-88.
Herrera, Guillermina (1989): “Una nota sobre el yeísmo guatemalteco”.
Boletín de Lingüística 15, 6.
Herrera, Guillermina (1993): “Los idiomas hablados en Guatemala: notas
sobre el español hablado en Guatemala”. Boletín de Lingüística 42,
2-4.
- 247 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Lapesa, Rafael (1980): Historia de la lengua española. Madrid: Gredos.
Lipski, John M. (1996): El español de América. Madrid: Cátedra.
Lope Blanch, Juan M. (1968): El español de América. Madrid: Alcalá.
Martin, Laura (1985): “Una mi tacita de café: the indefinite article in
Guatemala Spanish”. Hispania 68, 383-387.
Meléndez, Carlos (1993): La Independencia de Centroamérica. Madrid:
MAPFRE.
Menéndez Pidal, Ramón (1926): Orígenes del español. Estado lingüístico
de la Península Ibérica hasta el siglo XI. Madrid: Junta para la
Ampliación de Estudios.
Menéndez Pidal, Ramón (1954): Cantar de Mio Cid. Texto, gramática y
vocabulario. Madrid: Espasa-Calpe.
Obediente Sosa, Enrique (comp. y ed.) (2003): Documentos para la
historia lingüística de Mérida (Venezuela) (siglos XVI-XVII).
Mérida: Universidad de Los Andes.
Oesterreicher, Wulf (2004): “Textos entre inmediatez y distancia
comunicativas. El problema de lo hablado escrito en el Siglo de
Oro”, en R. Cano Aguilar (coord.): Historia de la lengua española.
Barcelona: Ariel, 729-769.
Pato, Enrique (2001): “La estructura posesiva ‘una mi amiga’ en el
español de Guatemala”, en A. Palacios y A. I. García Tesoro
(coords.): Indigenismo americano. Actas de las III jornadas sobre
- 248 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
el indigenismo americano. Valencia: Universitat de València, 121-
154.
Pérez Cordón, Cristina y José Luis Ramírez Luengo (2007): “El español
de Guatemala en el siglo XVIII: un memorial de un criollo”, en
C. Pérez Cordón y J. L. Ramírez Luengo (eds.): El español en sus
textos: Manual de comentarios lingüísticos y filológicos. Lugo:
Axac, 99-108.
Pinkerton, Anne (1986): “Observations on the tú/vos option in Guatemalan
Ladino Spanish”. Hispania 69/3, 690-698.
Polanco, Morris a. (1988): “Pretérito simple y compuesto en el castellano
de Guatemala”. Boletín de Lingüística 8-9, 5-10.
Polo Cano, Nuria (2005): “Algunos indigenismos léxicos en el español de
Guatemala del siglo XVIII”, en A. García Lenza y A. Rodríguez
Barreiro (eds.): Res Diachronicae Virtual 4: El contacto de lenguas,
185-202. En línea: <http://www.resdi.net> [consulta: 17/02/2019].
Quesada Pacheco, Miguel Ángel (2009): Historia de la lengua española
en Costa Rica. San José: Universidad de Costa Rica.
Ramírez Luengo, José Luis (2003): “Las segundas personas en el español
guatemalteco del siglo XVIII”. Res Diachronicae. Anuario de la
Asociación de Jóvenes investigadores de Historiografía e Historia
de la Lengua Española 2, 266-274.
Ramírez Luengo, José Luis (2004): “Para una historia del español en
Guatemala: notas sobre historia externa en el siglo XVIII”, en M.
Fuertes Gutiérrez, M. J. García Folgado y J. L. Ramírez Luengo
- 249 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
(eds.): Res Diachronicae Digital 3: Estudios sobre el siglo XVIII,
153-70. En línea:<http://www.resdi.net> [consulta: 17/02/2019].
Ramírez Luengo, José Luis (2006): “Aproximación al español de
Guatemala en el siglo XVIII: algunas características fonético-
fonológicas”. Lexis 30/2, 259-272.
Ramírez Luengo, José Luis (2008): “El futuro de subjuntivo en el español
centroamericano del siglo XVIII: vitalidad, empleo e indicios de
decadencia”. Nueva Revista de Filología Hispánica 56/1, 141-154.
Ramírez Luengo, José Luis (2011): La lengua que hablaban los próceres.
El español de América en la época de las independencias. Buenos
Aires: Voces del Sur.
Ramírez Luengo, José Luis (2012): “Una aportación a la historia de la
lengua española en Nicaragua: algunos datos sobre el siglo XVIII”,
en Mª. T. García Godoy (ed.): El español del siglo XVIII. Berna/
Bruselas/New York: Peter Lang, 293-312.
Ramírez Luengo, José Luis (2015): “La muerte de una letra: empleo y
decadencia de la <ç> en la escritura del español (siglos XVI-
XVIII)”. Diálogo de la Lengua 7, 1-14.
Ramírez Luengo, José Luis (2016): “Documentación de archivo e historia
de la lengua: una reflexión desde el caso colombiano”. Lingüística
y Literatura 70, 87-117.
Ramírez Luengo, José Luis (2017): Textos para la historia del español,
XI. Honduras y El Salvador. Alcalá de Henares: Universidad de
Alcalá.
- 250 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Ramírez Luengo, José Luis (2017b): (ed.): Documentos lingüísticos de la
Guatemala dieciochesca (1690-1810). Lugo: Axac.
Ramírez Luengo, José Luis (2018): “Datos sobre la historia del español
en Centroamérica: el nivel fónico en la Guatemala del siglo XVIII”.
Études Romanes de Brno 39/2, 41-54.
Ramírez Luengo, José Luis (2019): “Algunas notas sobre el léxico del
mestizaje en la Guatemala del siglo XVIII (1690-1810)”. RILEX.
Revista de investigaciones léxicas 2/1, 5-24.
Ramírez Luengo, José Luis (en prensa): “La cotidianeidad perseguida. Lo
prohibido en la América Virreinal”, en C. Company (ed.): Hablar y
vivir en América. Siglos XVI-XIX. Ciudad de México: Universidad
Nacional Autónoma de México/El Colegio Nacional.
Ramírez Luengo, José Luis (en prensa b): “Per litteras ad tenebras: libros
y literatura en la Inquisición centroamericana de los siglos XVII-
XVIII”. Revolución y cultura (en prensa).
Ramírez Luengo, José Luis, Susana A. AQUINO MELCHOR y José J.
RAMÍREZ VÁZQUEZ (2017): “Indigenismos léxicos en el español
guatemalteco del siglo XVIII”. Lengua y habla 21, 111-125.
Rivarola, José Luis (2009): Documentos lingüísticos del Perú. Siglos xvi
y xvii. Edición y comentario (Anejo 103 de la Revista de Filología
Española). Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Rubio, J. Francisco (1982): Diccionario de voces usadas en Guatemala.
Ciudad de Guatemala: Piedra Santa.
- 251 -
ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA
Sánchez-Prieto Borja, Pedro (2011): La edición de textos españoles
medievales y clásicos. Criterios de presentación gráfica. San Millán
de La Cogolla: Cilengua.
Solano, Francisco de (1970): “Castellanización del indio y áreas del
castellano en Guatemala en 1772”. Revista de la Universidad de
Madrid 19/73, 289-340.
Taracena Arriola, Arturo (1985): “El `voseo´ en la literatura guatemalteca
en el siglo XIX”. Anales de la Academia de Geografía e Historia de
Guatemala 59, 29-35.
Utgard, Katrine (2010): “El español en Guatemala”, en M. A. Quesada
Pacheco (coord.): El español hablado en América Central. Nivel
fonético. Frankfurt/Madrid: Vervuert/Iberoamericana, 49-82.
Verdugo, Lucía (2006): “Situación lingüística de Guatemala”, en A. M.
Cestero, I. Molina y F. Paredes (eds.): estudios sociolingüísticos del
español de España y América. Madrid: ArcoLibros, 195-201.
- 252 -