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Sarna o Escabiosis Humano

1) Sarcoptes scabiei es un ácaro que causa sarna humana al vivir y reproducirse bajo la piel. 2) Los síntomas incluyen prurito intenso y erupciones como surcos o túneles en áreas como dedos de manos y pies. 3) El tratamiento más efectivo es la aplicación de crema de permetrina al 5% por 10 horas y repetir después de 1-2 semanas para eliminar el parásito.

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Sarna o Escabiosis Humano

1) Sarcoptes scabiei es un ácaro que causa sarna humana al vivir y reproducirse bajo la piel. 2) Los síntomas incluyen prurito intenso y erupciones como surcos o túneles en áreas como dedos de manos y pies. 3) El tratamiento más efectivo es la aplicación de crema de permetrina al 5% por 10 horas y repetir después de 1-2 semanas para eliminar el parásito.

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Sarna o Escabiosis humana:

La sarna es una dermatosis extremadamente contagiosa debida a Sarcoptes scabiei var.


hominis. Existen muchas variedades de ácaros de la sarna, que tienen especificidad para
cada especie de mamífero. El ácaro de la sarna humana puede persistir en la piel de sus
huéspedes alrededor de un mes antes de que se produzca una respuesta inmunitaria, lo que
permite que el organismo complete su ciclo vital, se aparee y se propague.

La respuesta inmunológica del individuo da lugar a la aparición de prurito y signos


inflamatorios, que determinan la clínica de la sarna. Sin embargo, la sarna adquirida de
otras especies animales produce un prurito inmediato, con el consiguiente rascado y
eliminación del ácaro antes de que pueda producir surcos o reproducirse.

NTI: La hembra de Sarcoptes scabiei es un ácaro de unos 0,4 X 0,3 mm, oval, aplanado
ventralmente y provisto de cuatro pares de patas, las dos posteriores con proyecciones
espiculares y las dos anteriores con ventosas. El macho, algo más pequeño, muere después
de la cópula, que tiene lugar en un túnel excavado por la hembra en la capa córnea. Una vez
fertilizada, la hembra excava el túnel, avanzando unos 2 mm cada día y depositando hasta
un total de 50 huevos en el transcurso de 4-6 semanas. Los huevos contienen larvas que
emergen a los 3-4 días, para transformarse en ácaros adultos en el transcurso de unos 10-14
días. Los ácaros adultos solo pueden sobrevivir 2-3 días fuera de la epidermis.

El número promedio de parásitos por paciente es de 12, excepto en situaciones de


inmunodepresión. La sarna se transmite habitualmente por contacto directo íntimo, pero
también es posible, aunque infrecuente, el contagio por medio del vestido o de la ropa de
cama.

Manifestaciones clínicas:
El principal síntoma de la sarna es el prurito intenso, predominantemente nocturno, y que
tiende a respetar la cara y el cuero cabelludo. La presencia de prurito en los convivientes a
menudo orienta hacia el diagnóstico. Las lesiones específicas son surcos o túneles, intactos
o excoriados, que tienden a localizarse entre los dedos de las manos y los pies y en los
genitales. Otras zonas afectadas con frecuencia son las muñecas, las nalgas, los pezones, el
ombligo y las axilas.

En los lactantes y en los niños de corta edad suele haber


afectación palmoplantar, con aparición de vesículas y, en
ocasiones, lesiones en el cuero cabelludo.
Los surcos acarinos, que pueden visualizarse mejor mediante la
aplicación de tinta china, son túneles de 5-20 mm de longitud que
aparecen como líneas de trayecto sinuoso o rectilíneo y que, en el
extremo de avance, pueden presentar una elevación nacarada o
eminencia acariña, en la que se encuentra el parásito (fig. 9-10).

Otras lesiones que se observan con menor frecuencia son pápulas,


erosiones y excoriaciones con costras melicéricas por impetiginización, pústulas o
vesículas.

La sarna nodular es una variedad común de sarna caracterizada por la presencia de nódulos
parduscos y pruriginosos de hasta 1 cm de diámetro, presentes en escaso número,
localizados con preferencia en los grandes pliegues y los genitales, y que pueden persistir
pese a la eliminación de los parásitos. Corresponden a una reacción inmunológica
persistente.

El cuadro clínico depende de la cuantía de la parasitación, de los hábitos de higiene y del


estado inmunitario del huésped. En individuos extremadamente aseados o tratados con
corticoides tópicos las manifestaciones clínicas pueden ser mínimas (sarna ignota). En
ancianos es frecuente observar lesiones papulodescamativas en el tronco, que a menudo
presentan surcos en superficie; son frecuentes las epidemias en pacientes
institucionalizados.

La sarna noruega, caracterizada por la presencia de multitud de parásitos en innumerables


surcos acarinos y característica de los pacientes inmunodeprimidos o con deterioro
neurológico, se manifiesta con hiperqueratosis generalizada o localizada en las manos y los
pies, especialmente intensa en la región periungueal y palmoplantar, que puede dar lugar a
eritrodermia y cursa con prurito de intensidad variable.

Los pacientes con sarna pueden presentar diversas complicaciones, incluyendo


eccematización, impetiginización, foliculitis y, ocasionalmente, pielonefritis y
glomerulonefritis agudas.

Histopatología:
Las lesiones inespecíficas muestran ligera ortoqueratosis o paraqueratosis y un infiltrado
parcelar con eosinófilos y/o neutrófilos. Ocasionalmente, puede detectarse la sección
transversal de un surco o túnel en la capa córnea, o incluso un fragmento del ácaro, su
larva, sus huevos o excrementos (escíbalos). A veces, la reacción inflamatoria es intensa y
puede dar lugar a ampollas o asociarse con vasculitis. En las lesiones nodulares se observa
un infiltrado denso y difuso de celularidad mixta, que incluye numerosos eosinófilos y
neutrófilos. En ocasiones puede plantearse el diagnóstico diferencial con un seudolinfoma.
Diagnóstico:
Se efectúa mediante la detección del parásito adulto, sus huevos, sus larvas o sus escíbalos.
A tal fin, puede efectuarse la prueba de Müller, empleando una hoja de bisturí con una gota
de aceite mineral, rascando el surco o la eminencia acariña, y examinando la muestra al
microscopio.

En el diagnóstico diferencial deben excluirse diversas dermatosis pruriginosas, incluyendo


picaduras, neurodermatitis, dermatitis atópica, toxicodermias, dermatitis herpetiforme y
oncocercosis.

El diagnóstico se establece por la identificación del ácaro, de huevos o de sus heces en


raspados de piel obtenidos de las pápulas o de los túneles. Utilizando una hoja de bisturí
estéril sobre la que se coloca una gota de aceite mineral estéril, se aplica aceite a la
superficie del túnel o de la pápula. Se raspa la pápula o el túnel de manera enérgica para
eliminar la totalidad de la pápula; se observarán pequeñas manchas de sangre en el aceite.
Se transfiere el aceite a una laminilla y se examina en busca de ácaros, huevecillos y heces.
Los ácaros tienen un tamaño de 0.2 a 0.4 mm y tienen cuatro pares de patas (fig. 28-16

Tratamiento:
El tratamiento debe ser sintomático y escabicida, eliminando asimismo las complicaciones
(sobreinfecciones y liquenificaciones). El tratamiento más efectivo consiste en la aplicación
de una crema de permetrina al 5% durante 10 horas.

La principal alternativa, el lindane (hexaclorociclogammahexano) al 1% en forma de loción


es irritante, existen resistencias por parte del parásito en algunas zonas, y está
contraindicado en lactantes, niños pequeños por riesgo de convulsiones y en embarazadas.
Otros posibles tratamientos, de menor eficacia, son la aplicación de azufre al 10% en
vaselina, o de crotamitón. El tratamiento debe repetirse al cabo de 1 o 2 semanas. La ropa y
los enseres de cama utilizados durante el tratamiento deben lavarse a 60 °C y no volverse a
emplear hasta transcurridos 5 días, o hasta 15 días si no se lavan.

En la actualidad, se está investigando la eficacia y la seguridad del empleo de ivermectina


por vía oral y tópica.

La sarna nodular representa una manifestación de hipersensibilidad que puede no responder


a los escabicidas, requiriendo tratamiento con corticoides tópicos de elevada potencia, en
inyección intralesional.

Otros: Bálsamo del Perú, pomadas con base de azufre.


Sarna animal:
Diversos ácaros (S. scabiei var. canis, Notoedres cati, Cheyletiella parasitovorax,
Cheyletiella yasguri) son parásitos propios de diversos animales, y pueden contagiar
accidentalmente al hombre, pero al no encontrar un hábitat óptimo producen erupciones
urticariales o papulovesiculosas más limitadas en extensión y curso evolutivo.

La sarna de los alimentos (producida por Tiroglyphide y Glycyphagide, que parasitan la


harina, los quesos, las carnes y los frutos secos), la sarna de la hierba (Trombiculus), la
sarna de los cereales (Pyemotes) y la sarna de las aves de corral y roedores (Gamasoidosis)
producen manifestaciones clínicas similares y responden al mismo tratamiento
(principalmente, sintomático).

Demodecidosis:
Demodexfolliculorum es un ácaro vermiforme de 0,4 mm de longitud que parasita los
folículos pilosebáceos, especialmente los de la cara. Aunque se trata de un parásito muy
frecuente, se ha descrito su papel patógeno en algunas formas de rosácea pustulosa y
granulomatosa, especialmente en pacientes tratados con corticoides tópicos, y en ciertas
erupciones pruriginosas de distribución perifolicular que son especialmente frecuentes en
los pacientes con sida.

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