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Las 10 Leyendas Japonesas Más Interesantes

El documento presenta un resumen de 10 de las leyendas japonesas más populares, incluyendo la leyenda de la Princesa de la Luna Kaguya-hime, el hilo rojo del destino, la historia de amor entre Sakura y Yohiro que explica el origen de los cerezos en flor, y la leyenda del Yuki-Onna, un espíritu de la nieve que se alimenta de la energía vital de los viajeros. Las leyendas describen aspectos de la mitología japonesa y ofrecen explicaciones tradic

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Las 10 Leyendas Japonesas Más Interesantes

El documento presenta un resumen de 10 de las leyendas japonesas más populares, incluyendo la leyenda de la Princesa de la Luna Kaguya-hime, el hilo rojo del destino, la historia de amor entre Sakura y Yohiro que explica el origen de los cerezos en flor, y la leyenda del Yuki-Onna, un espíritu de la nieve que se alimenta de la energía vital de los viajeros. Las leyendas describen aspectos de la mitología japonesa y ofrecen explicaciones tradic

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Las 10 leyendas japonesas más interesantes

La cultura de Japón contiene muchos mitos e historias que tratan de


describir la moral y el mundo.

A lo largo del mundo existen una gran cantidad de mitos y tradiciones,


procedentes de la amplia diversidad de culturas que han habido (y siguen
habiendo) a lo largo de la historia. Una de las mitologías que más suele
fascinar al mundo occidental es la japonesa, la cual genera gran interés
y se ha ido popularizando a lo largo del tiempo.

Son múltiples los mitos y leyendas japonesas a través de las cuales los
antiguos pobladores de la isla intentaban dar una explicación al mundo
que les rodeaba, y que siguen siendo objeto de inspiración para múltiples
escritores y artistas.

Es por ello que a lo largo de este artículo vamos a hacer una breve
recolección de diez leyendas japonesas, cortas o más complejas, prueba de
la riqueza cultural de esta región de Asia. Estas nos permiten ver la
perspectiva tradicional del pueblo nipón respecto a temas temas tan
diversos como el amor o el origen de elementos de la naturaleza o la
geografía de su territorio.

Una selección de las leyendas japonesas más populares

A continuación os dejamos con una breve recolección de diez leyendas


japonesas altamente conocidas y relevantes, que nos explican desde el
folclore nipón el porqué de la existencia de elementos de la naturaleza o
historias de amor o terror en base a dioses, criaturas y espíritus
propios de su mitología.

1. El cortador de bambú y la princesa de la Luna

Una de las figuras mitológicas más conocidas de japón es la Kaguya-hime,


sobre la cual existen numerosas leyendas. Entre ellas podemos observar
cómo algunas de sus leyendas hacen referencia a algunos de los elementos
geográficos más relevantes de la isla, como el monte Fuji. Una de ellas
es la siguiente, que además incorpora referencias al porqué de la neblina
que recubre dicho monte (en realidad un volcán que aún manifiesta cierta
actividad).

Según la leyenda hubo una vez una humilde pareja de ancianos que nunca
había podido tener hijos pese a desearlo profundamente. Para vivir, la
pareja dependía de la recolección de bambú y de su uso para elaborar
diferentes artículos. Una noche, el anciano se internó en el bosque para
cortar y recoger bambú, pero de repente se dió cuenta de que una de las
muestras que había cortado brillaba a la luz de la Luna. Tras examinar el
tallo, encontró dentro de él a una pequeña niña, de pocos centímetros de
tamaño.

Dado que su mujer y él nunca habían podido tener hijos, el hombre la


llevó a su hogar, donde la pareja le daría el nombre de Kaguya y
decidiría criarla como a su hija. Además de ello, la rama de la cual
había salido la niña empezó con el tiempo a generar oro y piedras
preciosas, haciendo rica a la familia.
La niña fue creciendo con el paso del tiempo, convirtiéndose en una
hermosa mujer. Su belleza sería tal que empezaría a tener numerosos
pretendientes, pero ella se negó a casarse con ninguno. Las noticias
sobre su belleza llegaron a oídos del emperador, quien intrigado solicitó
que acudiera a su presencia, a lo que Kaguya-hime se negó. Ante la
negativa el emperador acudiría en persona a visitarla, cayendo
rápidamente enamorado de ella y pretendiendo llevarla con él a su
castillo, a lo que la joven también se negaría. A partir de entonces el
emperador seguiría manteniendo la comunicación con Kaguya-hime a través
de numerosas cartas.

Un día, la joven habló con su padre adoptivo sobre el porqué de sus


negativas, así como el motivo por el que cada noche pasaba las horas
mirando al cielo: ella provenía de la Luna, su hogar, de la cual era
princesa y a la cual estaba destinada a volver en poco tiempo.
Angustiados, los padres se lo comunicaron al emperador, el cual envió
guardias para intentar evitar que la mujer fuera devuelta a la Luna.

Pese a las medidas de seguridad, una noche de luna llena una nube
descendió desde la Luna con intención de llevársela. Antes de partir de
nuevo a su hogar natal, sin embargo, Kaguya-hime se despidió de sus
padres y dejó atrás una carta de amor para el emperador, junto con una
botella en la que le dejaba al segundo el elixir de la vida eterna. La
carta y la botella le fueron entregados al emperador, quien decidió
llevarlos a la montaña más alta y crear una hoguera. Allí, una vez salió
la Luna, el emperador arrojó la carta y el elixir al fuego, generando un
humo que ascendería hacia el lugar donde había partido su amada. Ese
monte es el monte Fuji-yama, y aún hoy en día podemos ver en su cima el
humo procedente de la hoguera del emperador.

2. El hilo rojo del destino

Una de las leyendas de amor más conocidas del pueblo nipón es la que nos
habla del hilo rojo del destino, el cual parte de nuestro meñique (el
cual es irrigado por la misma arteria que el dedo corazón, algo que
terminó por asociar el primero con la transmisión de sentimientos) para
atarse al de otra persona a la cual estamos destinados a conocer,
manteniendo un profundo vínculo con ellas. Se trata de leyendas que
suelen hablan de amores que están predistinados a ocurrir. Aunque existe
más de una leyenda basada en este concepto, la más famosa es la que
sigue.

Dice la leyenda que hace muchos años, un emperador recibió la noticia de


que existía en su reino una poderosa hechicera capaz de ver el hilo rojo
del destino. El emperador la mandó traer ante su presencia, solicitando
que le ayudara a encontrar a la que debía ser su esposa.

La hechicera aceptó y empezó a seguir dicho hilo, llevando a ambos a un


mercado. Allí, la hechicera pararía frente a una plebeya, una campesina
pobre que vendía productos en el mercado con su bebé en brazos. Luego, la
hechicera le dijo al emperador que allí terminaba su hilo. Sin embargo, y
viendo que estaba ante una campesina de gran pobreza, el emperador pensó
que la hechicera se estaba burlando y empujó a la campesina, haciendo que
su bebé cayera y se hiciera una gran herida en la cabeza. Tras ordenar la
ejecución de la hechicera, el emperador volvió al palacio.
Muchos años más tarde y guiado por sus consejeros, el emperador decidió
desposar a la hija de uno de los generales más importantes del país, si
bien no la vería hasta el día de la boda. Ese día, al verle la cara por
primera vez, descubrió que su futura esposa tenía una cicatriz en la
cabeza, producto de una caída cuando era bebé. Evidentemente: tal y como
la hechicera había pronosticado, la mujer que iba a compartir su vida era
el bebé de la campesina.

Esta es una de las leyendas japonesas que hablan sobre el concepto de la


predestinación, concretamente aplicado al tema del amor. El mito de la
media naranja encuentra en esta historia un reflejo en su versión
oriental.

3. Sakura y Yohiro

Otra de las leyendas más conocidas nos explica a partir de una historia
de amor el origen y floración de uno de los árboles más hermosos y
emblemáticos de Japón: el cerezo. La historia es la siguiente.

Dice la leyenda que hace mucho tiempo, en un tiempo de grandes conflictos


bélicos, existía un bosque lleno de hermosos árboles. Todos ellos tenían
copa abundante y florida, y era tal su belleza y el consuelo que ofrecían
que ningún combate tenía lugar en el bosque. Todos menos uno: había un
joven ejemplar que nunca florecía, y al que nadie se acercaba debido a su
aspecto seco y de apariencia decrépita.

Un día un hada, viendo la situación del árbol, se conmovió y decidió


ayudarle: le propuso al árbol lanzarle un hechizo gracias al cual podría
sentir lo mismo que un corazón humano a lo largo de veinte años, con la
esperanza de que la vivencia de la emoción le hiciese florecer. Además
durante dicho periodo podría transformarse en ser humano a voluntad. Sin
embargo, si después de dichos años no lograba recuperarse y florecer,
moriría.

Tras aceptar el hechizo y recibir la capacidad de sentir y transformarse,


el árbol empezó a internarse en el mundo de los hombres. Lo que encontró
fue guerra y muerte, algo que le hizo rehuirlos durante largos períodos.
Fueron pasando los años y el árbol iba perdiendo la esperanza. Sin
embargo, un día en el que se tornó humano, el árbol se encontró en un
arroyo a una bella joven, que le trató con gran amabilidad. Se trataba de
Sakura, con quien tras ayudarla a llevar agua hasta su hogar sustuvo una
larga conversación sobre el estado de la guerra y el mundo.

Al preguntarle la joven su nombre, el árbol consiguió balbucear Yohiro


(esperanza). Fueron viéndose todos los días, surgiendo una profunda
amistad. Dicha amistad terminaría poco poco haciéndose más profunda,
hasta llegar a ser amor. Yohiro decidió contarle a Sakura lo que sentía
por ella, junto con el hecho de que era un árbol a punto de morir. La
joven calló.

Cuando faltaba poco para que acabaran los veinte años del hechizo, Yohiro
se tornó árbol de nuevo. Pero aunque no lo esperaba, Sakura llegó y le
abrazó, contándole que también le quería. En ello apareció de nuevo el
hada, ofreciendo a la joven Sakura dos opciones: seguir siendo humana, o
fundirse con el árbol. Sakura eligió fundirse por siempre con Yohiro,
algo que dió lugar a las flores del árbol: el cerezo. A partir de ese
momento su amor puede verse durante la floración del cerezo.
4. La leyenda de Yuki Onna

Yuki-Onna es un yokai o espíritu, de forma femenina, que aparece durante


las noches de nieve para alimentarse de la energía vital de quienes se
pierden en su territorio y transformarles en estatuas heladas. Este ser
forma parte de varias leyendas, representando la muerte por congelación.
Entre ellas una de las que más destaca es la que sigue.

Dice la leyenda que un día dos jóvenes leñadores y carpinteros, Mosaku y


Minokichi, volvían a casa del bosque cuando se vieron inmersos en una
tormenta de nieve. Ambos, maestro y alumno respectivamente, se refugiaron
en una cabaña y al poco tiempo se durmieron.

Sin embargo, en ese momento una ráfaga abrió la puerta con violencia,
entrando junto con ella una mujer vestida blanco que, acercándose al
maestro Mosaku, absorbió su energía vital y lo congeló, algo que lo mató
en el acto. El joven Minokichi estaba paralizado, pero al ver su juventud
Yuki-Onna decidió perdonarle a cambio de que jamás revelara lo sucedido,
en cuyo caso lo mataría. El joven accedió.

Un año después, Minokichi conoció y posteriormente se casó con una joven


de nombre O-Yuki, con quien tuvo hijos y una relación feliz. Un día, el
joven decidió contarle a su esposa lo que había vivido. En ese momento O-
Yuki se transformó, descubriéndose como Yuki-Onna y dispuesta a matar a
Minokichi tras haber rote este su pacto. Sin embargo en el último momento
decidió perdonarle al considerarlo buen padre, y tras dejar a sus hijos
al cuidado de Minokichi abandonó el hogar para no volver jamás.

5. Shita-kiri Suzume: el gorrión de la lengua cortada

Algunas leyendas japonesas antiguas tienen forma de fábula que nos


muestra el precio de la codicia y la virtud de la bondad y la mesura. Una
de ellas es la leyenda del gorrión de la lengua cortada.

Esta historia nos narra cómo un noble y benevolente anciano fue al bosque
a cortar leña, para encontrarse con un gorrión herido. El anciano se
apiadó del ave, llevando al animal a su casa para cuidarlo y alimentarlo.
La esposa del anciano, una señora codiciosa y avara, no lo apoyaba, pero
eso no le detuvo. Un día en que el anciano tuvo que volver al bosque, la
mujer dejó al ave herida sola, la cual encontró harina de maíz que
terminó por comerse. Al volver esta, viendo que se la había terminado, se
enfadó y le cortó la lengua al gorrión antes de expulsarlo de la casa.

Más tarde, al volver el anciano leñador y enterarse de lo ocurrido, salió


a buscarlo. En el bosque y con la ayuda de algunos gorriones, el anciano
halló la posada de los gorriones, donde fue bienvenido y pudo saludar al
que él había salvado. Al despedirse, los gorriones le dieron a elegir
como regalo de agradecimiento entre dos cestas, una grande y otra
pequeña.

El anciano escogió la pequeña, para descubrir una vez en casa que


ocultaba un tesoro de gran valor. Su esposa, tras saber la historia y que
existía otra cesta, acudió a la posada y exigió el otro cesto para ella.
Se lo dieron con la advertencia de que no la abriera hasta llegar a su
casa. Pese a ello la anciano los desoyó, abriendo el cesto en plena
montaña. Ello provocó que lo que viese en su interior fueran diversos
monstruos, algo que la asustó de tal modo que tropezó y cayó montaña
abajo.

Esta es una de las leyendas japonesas que tratan el tema de la avaricia,


algo muy discutido en la cultura popular de muchas sociedades. Su
trasfondo moral se hace evidente, al mostrar un caso de premio obtenido
no mediante el esfuerzo y el trabajo sino mediante la arrogancia.

6. Amemasu y los tsunamis

Japón se encuentra en un territorio que, por su situación geológica y


desde la antigüedad, resulta frecuentemente castigado por numerosas
catástrofes naturales como los terremotos o los tsunamis. En este sentido
también podemos encontrar mitos y leyendas que intentan dar una
explicación al porqué de los dichos fenómenos. Un ejemplo lo encontramos
en la leyenda de Amemasu, la cual intenta explicar el porqué de los
tsunamis.

Dice la leyenda que en la antigüedad existía un gigantesco yokai (término


que hace referencia a un conjunto de espíritus sobrenaturales de gran
poder que conforman buena parte de la mitología japonesa) en forma de
ballena llamado Amemasu, el cual habitaba el lago Mashu de tal manera que
su enorme cuerpo bloqueaba el paso de las aguas del océano Pacífico.

Un día, un pequeño ciervo se acercó al lago con el fin de saciar su sed.


En ese momento el gigantesco yokai saltó para comerse al ciervo,
engulléndolo en el acto. El pequeño ciervo, dentro de Amemasu, lloró.
Lloró de tal forma que sus lágrimas, de una pureza excepcional,
perforaron el estómago de la bestia con tal fuerza que se abrió una
agujero en las tripas de Amemasu, matándolo a la par que dejaba salir al
ciervo.

La muerte del yokai fue vista por una ave que pasaba por la zona, la cual
correría a las distintas aldeas para avisar del peligro de que la muerte
del ser suponía, el ser su cuerpo el que frenaba las aguas del océano.
Sin embargo, con la excepción de los Ainu, que huyeron a territorios
elevados, la mayoría de pobladores de la isla sintieron curiosidad y
acudieron al lago con el fin de ver lo sucedido.

Una vez allí y viendo el enorme cuerpo del yokai decidieron comérselo sin
ningún respeto. Pero eso tuvo graves consecuencias: tras haber sido
devorado el cuerpo de Amemasu había desaparecido lo que bloqueaba las
aguas del Pacífico, con lo que en ese mismo momento las aguas contenidas
anegaron la zona y mataron a todos los presentes.

Ello causaría el primer tsunami, el cual únicamente dejaría con vida a


los Ainu, quienes hicieron caso de las advertencias del ave. Se dice que
después de ello, el resto de tsunamis que asolan Japón son causados por
la ira del espíritu ante los crímenes dirigidos a los animales del mar.

7. Teke-teke

Una leyenda urbana de terror basada en los tiempos modernos, la historia


de Teke-teke nos cuenta cómo una joven tímida que se transformó en un
espíritu que sigue rondando las estaciones de tren del país.
La leyenda nos cuenta cómo una joven tímida y frágil era víctima de acoso
escolar. La joven recibía constantes vejaciones y humillaciones, sin
poder defenderse. Un día, la joven estaba absorta en sus pensamientos y
esperando un tren para volver a su hogar cuando algunas de sus
torturadoras la avistaron.

Estas cogieron una cigarra del camino, lanzándosela a la espalda. Cuando


el animal empezó a cantar en su espalda, la chica se asustó y cayó a las
vías, de tal manera que justamente pasó un tren por encima: la muchacha
murió, siendo partida en dos por el tren.

A partir de entonces se dice que durante las noches es posible ver la


parte superior su cuerpo arrastrándose con sus uñas, buscando su otra
mitad de manera desesperada e iracunda. Si encuentra alguien, le pregunta
por dónde están sus piernas, y en ocasiones las ataca con sus garras
(llegando empujar a otras personas a las vías e incluso matarlas y
transformarlas en criaturas como ella).

8. Yamaya no Orochi

Las leyendas japonesas incluyen a menudo también la presencia de diversos


dioses sintoístas, además de grandes gestas y la obtención de tesoros. Un
ejemplo de estas es la leyenda del dragón Yamaya no Orochi.

La leyenda nos dice como en el inicio de los tiempos la humanidad


convivía en la misma tierra con deidades y bestias, estando en equilibrio
y ayudándose los unos a los otros. Sin embargo, llegó un momento en el
que el dios Izanagi entró en conflcito con su esposa Izanami, algo que
destruyó el equilibrio para siempre.

En el contexto de la guerra entre ambos dioses, la maldad surgió en


muchas deidades, y vinieron al mundo los oni y los dragones (naciendo
estos últimos de la la vegetación que había absorbido la sangre de los
dioses). Entre estos últimos seres surgió un de los dragones más
poderosos, Yamata no Orochi, el cual contaba con ocho cabezas y colas. La
criatura demandó a los pobladores humanos de Izumo el sacrificio de ocho
muchachas cada noche de luna llena, una vez al mes.

Los ciudadanos fueron cumpliendo con el sacrificio, quedándose poco a


poco sin doncellas. El líder de Izumo tuvo una hija, Kushinada, la cual
al llegar los dieciséis años vio como las últimas doncellas eran
sacrificadas. Ella sería la próxima. Pero un día el dios Susanowo llegó a
Izumo y se enamoró de Kushinada. El dios prometió destruir a Yamata no
Orochi si a cambio le concedían la mano de la joven, algo a lo que el rey
accedió rápidamente.

Cuando llegó la noche en que Kushinada iba a ser sacrificada, Susanowo se


disfrazó de sirviente y agasajó al dragón con ocho barriles de licor
antes de que empezara el banquete en que la joven iba a morir. El dragón
bebió, cada cabeza de un barril, hasta llegar a estar ebrio y dormirse.
Tras ello, el dios Susanowo procedió a cortarle las cabezas y las colas
al ser, así como sus entrañas. De entre los restos extrajo la espada
Kusanagi no Tsurugi, el espejo de Yata no Kagami y el medallón Yasakani
no Magatama, los tres tesoros imperiales de Japón.

9. El pescador y la tortuga
Muchas leyendas japonesas se basan en promover la bondad y la virtud, así
como hacer referencia a la necesidad de escuchar las advertencias. Es lo
que ocurre con la leyenda del pescador y la tortuga, la cual es también
una de las más antiguas referencias a los viajes en el tiempo.

La leyenda nos cuenta que había una vez un pescador llamado Urashima, el
cual un día observó como en la playa unos niños estaban torturando a una
tortuga gigante. Tras encararse a ellos y pagarles unas monedas para que
la dejaran, ayudó al animal a volver al mar. Al día siguiente, pescando
en el mar, el joven oyó una voz que le llamaba. Al volverse vio de nuevo
a la tortuga, la cual le comentó que era servidora de la reina de los
mares y que esta quería conocerle (en otras versiones, la propia tortuga
era la hija del dios del mar).

La criatura le llevó al Palacio del Dragón, donde el pescador fue bien


recibido y agasajado. Se quedó allí por tres días, pero tras ello quiso
volver a su hogar dado que sus padres tenían una edad avanzada y quería
visitarlos. Antes de partir, la deidad del mar le otorgó una caja, que le
advirtió nunca debía abrir.

Urashima volvió a la superficie y se dirigió hacia su casa, pero según


iba llegando fue viendo que la gente era extraña y los edificios estaban
diferentes. Al llegar a su caso la encontró totalmente abandonada, y tras
buscar a su familia no pudo encontrarla. Preguntando a los vecinos,
algunos ancianos le dijeron que en esa casa vivió hace mucho una anciana
con su hijo, pero este se ahogó. Pero la mujer había muerto hacía mucho,
antes de que él naciera, y con el tiempo el pueblo había ido
desarrollándose. Aunque para Urashima apenas habían pasado unos días, en
el mundo habían pasado varios siglos.

Añorando el tiempo pasado en el Palacio del Dragón, el joven miró la


cajita con la que la deidad del mar le había obsequiado, y decidió
abrirla. Desde el interior surgió una pequeña nube, que empezó a partir
hacia el horizonte. Urashima la siguió hacia la playa, pero cada vez le
costó más avanzar y empezó a notar más y más debilidad. su piel se arrugó
y cuarteó, como la de una persona de edad avanzada. Al llegar a la playa
terminó de comprender que lo que guardaba la caja no eran otra cosa que
los años que habían pasado para él, que tras abrirla volvían a su cuerpo.
Murió poco después.

10. La leyenda de Tsukimi

Algunas leyendas japonesas nos narran el origen de algunas celebraciones


y tradiciones, como la leyenda de Tsukimi, la cual explica la tradición
de observar la Luna el primer día del otoño.

Dice la leyenda que había una vez un anciano peregrino se encontró un día
con varios animales, como el mono, el zorro o la el conejo. Agotado y
hambriento, les pidió ayuda para conseguir alimento. Mientras que el
zorro cazó un ave y el mono recogió frutos de los árboles, el conejo no
conseguía nada que el ser humano pudiera comer.

Viendo al anciano tan agotado y débil, el animal decidió encender un


fuego y lanzarse a él, ofreciendo su propia carne como alimento. Ante el
noble gesto, el anciano reveló su verdadera identidad: se trataba de una
poderosa deidad, la encarnación de la propia Luna, la cual decidió
recompensar el gesto del conejo llevándolo a la Luna junto a él.

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