EL "CATECISMO R0MANO" DEL CONCILIO DE TRENTO
traducción y notas de P. Pedro Martín Hernández
. Biblioteca de Autores Cristianos (BAC), Madrid 1951.
Encíclica En el campo del Señor (In Dominico agro) CLEMENTE PAPA XIII
100 PROLOGO
I. CAPACIDAD Y LÍMITES DE LA INTELIGENCIA HUMANA FRENTE A LAS VERDADES RELIGIOSAS.-
NECESIDAD DE LA REVELACIÓN
II. EL MAGISTERIO ECLESIÁSTICO
A) Su necesidad
B) Su autoridad
III. LA LUZ FRENTE A LAS TINIEBLAS.
IV. PREDICACIÓN Y APOSTOLADO
A) Sus únicos objetivos
B) Diversidad en el método
C) Fuentes principales
V. DIVISIÓN DEL "CATECISMO ROMANO"
1000 I. DEFINICIÓN DE LA FE
II. EL SÍMBOLO DE LOS APÓSTOLES
A) Su origen histórico
B) Su división
1010 CAPITULO I "Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra"
I. SIGNIFICADO Y VALOR DEL ARTÍCULO
II. "CREO"
A) Firme asentimiento interior a la palabra divina
B) Valentía para confesar públicamente nuestra fe
III. "EN DIOS"
A) Conocimiento sobrenatural de Dios
B) Conocimiento racional de Dios
C) Superioridad y excelencia del conocimiento de Dios que nos proporciona la fe
D) Un solo Dios
IV. "PADRE"
A) Padre por creación y Padre por adopción
B) Primera persona de la Santísima Trinidad.
C) Distinción entre las tres Personas
D) Misterio inescrutable
V. "TODOPODEROSO"
A) Concepto de omnipotencia divina
B) Su importancia y frutos
C) Atributo del Padre
VI. "CREADOR DEL CIELO Y DE LA TIERRA"
A) Creador del universo
B) Creador de los ángeles
C) Creador de todos los seres que pueblan la tierra.
D) Creador del hombre
E) La divina Providencia
F) El acto creativo es común a la Santísima Trinidad
1020 CAPITULO II "Y en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor"
I. SIGNIFICADO Y VALOR DEL ARTÍCULO
II. NOCIONES FREVIAS
A.) El pecado de Adán
B) La fe en el Redentor
III. "EN JESUCRISTO"
A) El nombre de "Jesús"
B) "Cristo": Profeta, Rey y Sacerdote
IV. "Su ÚNICO HIJO"
A) Hijo de Dios y Dios verdadero
C) Único Hijo
V. "NUESTRO SEÑOR"
A) En cuanto Dios y en cuanto hombre
B) Y nosotros, sus siervos
1030 CAPITULO III
I. SIGNIFICADO Y VALOR DEL ARTÍCULO
II. "CONCEBIDO POR OBRA DEL ESPÍRITU SANTO"
III. "NACIÓ DE SANTA MARÍA VIRGEN"
A) El nacimiento de Cristo
B) Paralelismo entre Cristo y Adán, entre María y Eva
C) Figuras y profecías de la encarnación
IV. LECCIONES Y EXIGENCIAS PRÁCTICAS
A) Aprended de mí que soy humilde
B) Sublime dignificación del hombre
C) Vivamos también nosotros una vida nueva
1040 CAPITULO IV
I. SIGNIFICADO Y VALOR DEL ARTÍCULO
II. "PADECIÓ"
III. "BAJO EL PODER DE PONCIO PILATO"
1) Para que la noticia histórica de un suceso tan gran dioso y fundamental pudiera fácilmente ser
constatada por todos, ya que se señala el tiempo exacto en que sucedió.
2) Para demostrar el cumplimiento efectivo de aquella profecía sobre el Salvador: Le entregarán a
los gentiles para que le escarnezcan, le azoten y le crucifiquen (@Mt 20,19@).
IV. "FUÉ CRUCIFICADO"
V. "MUERTO"
VI. "SEPULTADO"
VII. MEDITANDO EN LA PASIÓN
A) ¿Quién padece?
B) ¿Por qué padece? Y para que más claramente resalte la grandeza y eficacia del amor de Cristo
para con nosotros (78), consideremos en segundo lugar por qué padece.
C) ¿Cómo padece? Consideremos en tercer lugar cuánta fue la amargura de Cristo en su pasión.
D) ¿Para qué padece?
E) "Ejemplo os he dado"
1050 CAPITULO V "Descendió a los infiernos y al tercer día resucitó de entre los muertos"
I. SIGNIFICADO Y VALOR DEL ARTÍCULO
II. "DESCENDIÓ A LOS INFIERNOS"
A) Significado preciso de la palabra "infierno"
B) Descendió realmente
C) ¿Para qué descendió?
III. "RESUCITÓ"
A) Resucitó por su propio poder
B) El primogénito de los muertos
IV. "AL TERCER DÍA"
V. "SEGÚN LAS ESCRITURAS"
VI. MEDITANDO EN EL MISTERIO DE LA RESURRECCIÓN DE CRISTO
A) Su necesidad
B) Su utilidad
C) Su ejemplaridad
D) Las señales de nuestra propia resurrección espiritual
1060 CAPITULO VI "Subió a los cíelos y está sentado a la diestra de Dios Padre todopoderoso"
I. SIGNIFICADO Y VALOR DEL ARTÍCULO
II. "SUBIÓ A LOS CIELOS"
III. "ESTÁ SENTADO A LA DIESTRA DEL PADRE"
IV. MEDITANDO EN LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR
1070 CAPITULO VII "Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos"
I. SIGNIFICADO Y VALOR DEL ARTÍCULO
II. "DESDE ALLÍ HA DE VENIR" Doble venida de Jesucristo
III. "A JUZGAR A LOS VIVOS Y A LOS MUERTOS*
IV. "ACUÉRDATE DE TUS POSTRIMERÍAS"
1080 CAPITULO VIII "Creo en el Espíritu Santo"
I. SIGNIFICADO Y VALOR DEL ARTÍCULO
II. "ESPÍRITU SANTO"
III. LOS DONES DEL ESPÍRITU SANTO
1090 CAPITULO IX
I. SIGNIFICADO Y VALOR DEL ARTÍCULO
II. "CREO EN LA IGLESIA"
A) Significado común de la palabra "iglesia"
B) Significado concreto
C) Otros nombres con que se expresa la misma realidad
D) Iglesia militante - Iglesia triunfante - Una única Iglesia
E) ¿Quiénes pertenecen a la Iglesia?
F) ¿Quiénes están excluidos de la Iglesia?
G) Otras significaciones de la palabra "iglesia"
III. "SANTA, CATÓLICA"
A) Unidad de la Iglesia
B) Santidad de la Iglesia
C) Catolicidad de la Iglesia
D) Apostolicidad de la Iglesia
IV. LA VERDAO DE LA IGLESIA
A) Simbolizada en el Antiguo Testamento
B) Objeto de nuestra fe
V. "LA COMUNIÓN DE LOS SANTOS"
A) Significado y valor de este dogma
B) La analogía del cuerpo humano
C) Los miembros
1100 CAPITULO X "Creo en el perdón de los pecadas"
I. SIGNIFICADO Y VALOR DEL ARTÍCULO
II. "CREO EN EL PERDÓN"
A) La Iglesia tiene verdadera potestad de perdonar pecados
B) Por el bautismo
C) En virtud de las "llaves del reino"
III. "DE LOS PECADOS"
IV. MINISTROS DEL PERDÓN
V. LA IGLESIA PERDONA EN EL NOMBRE DE DIOS
VI. RECONOCIMIENTO ESPERANZADO DE LA INFINITA
VII. EL USO DEL SACRAMENTO DE LA PENITENCIA
1110 CAPITULO XI "Creo en la resurrección de la carne"
I. SIGNIFICADO Y VALOR DEL ARTÍCULO
II. "CREO EN LA RESURRECCIÓN DE LA CARNE"
A) Sentido de la proposición
B) Argumentos de la Sagrada Escritura
C) Algunas semejanzas
D) Pruebas de razón
III. ACLARANDO EL MISTERIO
A) Resucitaremos todos
B) Con nuestro "propio" cuerpo
C) íntegros y perfectos en lo natural
D) Nuestros cuerpos resucitados serán inmortales
IV. DOTES DE LOS CUERPOS RESUCITADOS
A) Impasibilidad
B) Claridad
C) Agilidad
D) Sutileza
V. FRUTOS QUE DEBE REPORTARNOS ESTA DOCTRINA
1120 CAPITULO XII "Creo en la vida eterna"
I. SIGNIFICADO Y VALOR DEL ARTÍCULO
II. "LA VIDA ETERNA"
A) Felicidad perpetua
B) Naturaleza de esta felicidad
C) Felicidad inefable
D) Frutos que debe reportarnos esta verdad de fe
III. DOBLE BIENAVENTURANZA
A) Bienaventuranza esencial
B) Bienaventuranza accidental
IV. MEDIOS PARA ADQUIRIR LA VIDA ETERNA
NOTAS Prologo y PRIMERA PARTE
I. Fundamento dogmático
II. Naturaleza de las indulgencias
III. Condiciones para lucrar las indulgencias
IV. Utilidad de las indulgencias
2000 SEGUNDA PARTE: LOS SACRAMENTOS
INTRODUCCION
I. IMPORTANCIA DEL ESTUDIO DE LOS SACRAMENTOS
II. NOCIÓN ETIMOLÓGICA
III. DEFINICIÓN REAL DE SACRAMENTO
Cada palabra de la definición merece un detallado análisis.
Veamos ante todo cómo el sacramento es un "signo".
Expliquemos ahora la segunda parte de la definición: "de cosa sagrada".
IV. MÚLTIPLES SIGNIFICADOS DE LOS SACRAMENTOS
V. CAUSAS DE SU INSTITUCIÓN
VI. MATERIA Y FORMA
VII LAS CEREMONIAS
VIII. NÚMERO SEPTENARIO
IX. NECESIDAD DE LOS SACRAMENTOS
X. SU AUTOR
XI. EL MINISTRO
XII. EFECTOS DE LOS SACRAMENTOS
XIII. EL RESPETO Y LA FRECUENCIA DE LOS SACRAMENTOS
NOTAS
APLICACIONES. -
APLICACIONES. -
2100 CAPITULO I EL BAUTISMO
I. NECESIDAD E IMPORTANCIA DEL ESTUDIO DE ESTE SACRAMENTO
Y antes de nada precisemos el significado del mismo nombre.
II. NOCIÓN ETIMOLÓGICA
Y será suficiente esta breve explicación sobre el significado del nombre.
III. NATURALEZA DEL BAUTISMO
IV. PARTES ESENCIALES
V. DISTINTOS MODOS DE ABLUCIÓN
VI. INSTITUCIÓN DIVINA
VII. MINISTROS DE ESTE SACRAMENTO
VIII. NECESIDAD DEL BAUTISMO
Esta ley obliga no sólo a los adultos, sino también a los niños más pequeños.
IX. EFECTOS DE ESTE SACRAMENTO
El que creyere y fuete bautizado se salvará (@Mc 16,16@).
Por último, el bautismo imprime en el alma la señal indeleble del carácter (97).
X. LAS CEREMONIAS DEL BAUTISMO
A) Antes del bautismo
B) En la pila bautismal
C) Después del bautismo
XI. CONCLUSIÓN
NOTAS
2200 CAPITULO II LA CONFIRMACIÓN
I. NECESIDAD E IMPORTANCIA DEL ESTUDIO DE ESTE SACRAMENTO
II. NOCIÓN ETIMOLÓGICA
Y empezaremos su estudio por el significado del mismo nombre.
III. NATURALEZA DE LA CONFIRMACIÓN
IV. INSTITUCIÓN DIVINA
V. PARTES ESENCIALES
A) Materia
B) Forma
El segundo elemento de la confirmación es la forma con que se administra.
Podemos probar con argumentos de razón la oportunidad y verdad de esta fórmula.
VI. MINISTRO
VII. UTILIDAD DE ESTE SACRAMENTO
VIII. EFECTOS
IX. CEREMONIAS EN SU ADMINISTRACIÓN
X. CONCLUSIÓN
NOTAS
2300 CAPITULO III LA EUCARISTÍA
I. NECESIDAD E IMPORTANCIA DEL ESTUDIO DE ESTE SACRAMENTO
II. INSTITUCIÓN DIVINA
III. NOCIÓN ETIMOLÓGICA
LA EUCARISTÍA COMO SACRAMENTO
IV. NATURALEZA DE LA EUCARISTÍA
A) Diferencia entre éste y los demás sacramentos
B) Un solo sacramento
C) Triple significado espiritual
V, PARTES ESENCIALES
A) Materia
B) Forma
VI. LOS TRES MISTERIOS DE LA EUCARISTÍA
Luego no puede subsistir nada de la substancia del pan y del vino.
Escritura.
VII EFECTOS DE ESTE SACRAMENTO
VIII. Uso DE LA EUCARISTÍA
LA EUCARISTÍA COMO SACRIFICIO X. LA EUCARISTÍA, SACRAMENTO Y SACRIFICIO
NOTAS
2400 CAPITULO IV LA PENITENCIA
I. NECESIDAD E IMPORTANCIA DEL ESTUDIO DE ESTE SACRAMENTO
II, NOCIÓN ETÍMOLÓGICA
III. LA PENITENCIA COMO VIRTUD
A) Definición
B) Verdadera y propia virtud
C) Grados de la penitencia
IV. LA PENITENCIA COMO SACRAMENTO
V. PARTES ESENCIALES DE LA PENITENCIA A) Materia
A) Materia
B) Forma
VI. EFECTOS
VII ACTOS QUE EL PENITENTE DEBE PONER PARA LA INTEGRIDAD DEL SACRAMENTO
VIII. ALGUNAS ADVERTENCIAS SOBRE LA ADMINISTRACIÓN DEL SACRAMENTO
IX. CONCLUSIÓN
NOTAS.
2500 CAPITULO V LA EXTREMAUNCIÓN
I. NECESIDAD E IMPORTANCIA DEL ESTUDIO DE ESTE SACRAMENTO
II. NOCIÓN ETIMOLÓGICA
III. NATURALEZA DE LA EXTREMAUNCIÓN
IV. PARTES ESENCIALES
V. INSTITUCIÓN DIVINA DE ESTE SACRAMENTO
VI. SUJETO DE LA EXTREMAUNCIÓN
VII. USO DEL SACRAMENTO
VIII. EL MINISTRO
IX. EFECTOS DE LA EXTREMAUNCIÓN .
NOTAS:
2600 CAPITULO VI EL ORDEN SAGRADO
I. NECESIDAD E IMPORTANCIA DEL ESTUDIO DE ESTE SACRAMENTO
II. NATURALEZA DEL SACERDOCIO
III. SIGNIFICADO DEL NOMBRE
IV. VERDADERO Y PROPIO SACRAMENTO
V. ÓRDENES MAYORES Y MENORES
A) Tonsura
B) Ostiariado
C) Lectorado
D) Exorcistado
E) Acolitado
F) Subdiaconado
G) Diaconado
H) Sacerdocio
1) SACERDOCIO INTERNO. -
2) SACERDOCIO EXTERNO. -
VI. MINISTRO DEL ORDEN
VII. SUJETO DEL ORDEN
VIII. EFECTOS DEL SACRAMENTO
NOTAS:
2700 CAPITULO VII EL MATRIMONIO
I. NECESIDAD E IMPORTANCIA DEL ESTUDIO DE ESTE SACRAMENTO
II. NOCIÓN ETIMOLÓGICA
III. DEFINICIÓN
IV. ESENCIA DEL MATRIMONIO
NATURALEZA DEL CONSENTIMIENTO
V. EL MATRIMONIO COMO CONTRATO NATURAL
A. ) Instituido por Dios
B) Indisoluble
VI. EL MATRIMONIO COMO SACRAMENTO
VII EFECTOS DEL SACRAMENTO
VIII. DEBERES CONYUGALES
A. ) Obligaciones del marido
B) Obligaciones de la esposa
IX. RECEPCIÓN DEL SACRAMENTO A) Ceremonias
B) Impedimentos matrimoniales
X. USO DEL MATRIMONIO
NOTAS:
3000 LOS MANDAMIENTOS
INTRODUCCION
I. SIGNIFICADO Y VALOR DEL DECÁLOGO
II. MOTIVOS QUE DEBEN INDUCIRNOS A SU PERFECTA OBSERVANCIA
III. INSTITUCIÓN DIVINA DEL DECÁLOGO
IV. EXORDIO
3100 CAPITULO I: Primer mandamiento del Decálogo
I. SIGNIFICADO Y VALOR DEL MANDAMIENTO
II. DOBLE ASPECTO DEL PRECEPTO
III. EXCELENCIA DE ESTE PRIMER MANDAMIENTO
IV. LEGITIMIDAD DEL CULTO A LOS ÁNGELES Y SANTOS
V. PECADO DE IDOLATRÍA
VI. UTILIDAD DEL CULTO A LAS IMÁGENES
VII PENAS CONTRA LOS TRANSGRESORES DEL MANDAMIENTO
VIII. ESTÍMULOS EFICACES
3200 CAPITULO II Segundo mandamiento del Decálogo
I. SIGNIFICADO Y VALOR DEL MANDAMIENTO
II. DOBLE ASPECTO DEL PRECEPTO
III. ASPECTO POSITIVO
IV. ASPECTO NEGATIVO
V. PENAS CONTRA LOS TRANSGRESORES
3300 CAPITULO III Tercer mandamiento del Decálogo
I. SIGNIFICADO Y VALOR DEL MANDAMIENTO
II. EN QUÉ SE DIFERENCIA Y EN QUÉ CONVIENE ESTE CON LOS DEMÁS PRECEPTOS DE LA LEY
III. DIVERSOS ASPECTOS DEL PRECEPTO
IV. ASPECTO POSITIVO
V. ASPECTO NEGATIVO
VI. MOTIVOS DE ESTE MANDAMIENTO
3400 CAPITULO IV Cuarto mandamiento del Decálogo
I. SIGNIFICADO Y VALOR DEL MANDAMIENTO
II. Su DIFERENCIA CON LOS TRES PRIMEROS PRECEPTOS
III. ASPECTO POSITIVO
G) El premio prometido a los observantes
IV. ASPECTO NEGATIVO
V. DEBERES DE LOS PADRES PARA CON LOS HIJOS
3500 CAPITULO V Quinto mandamiento del Decálogo
I. SIGNIFICADO Y VALOR DEL MANDAMIENTO
II. DOBLE ASPECTO DEL PRECEPTO
III. ASPECTO NEGATIVO
IV. ASPECTO POSITIVO
CUALIDADES DE LA CARIDAD.-
3600 CAPITULO VI Sexto mandamiento del Decálogo
I. SIGNIFICADO Y VALOR DEL MANDAMIENTO
II. DOBLE ASPECTO DEL PRECEPTO
III. ASPECTO NEGATIVO
Adulterio es la violación del legítimo lecho, propio o ajeno.
IV. ASPECTO POSITIVO
Y el santo Job: Había hecho pacto con mis ojos de no mirar a virgen (@Jb 31,1@).
3700 CAPITULO VII Séptimo mandamiento del Decálogo
I. SIGNIFICADO Y VALOR DEL MANDAMIENTO
II. DOBLE ASPECTO DEL PRECEPTO
III. ASPECTO NEGATIVO
IV. ASPECTO POSITIVO
V. EXHORTACIONES DIVINAS
VI. EXCUSAS VANAS
3800 CAPITULO VIII Octavo mandamiento del Decálogo
I. SIGNIFICADO Y VALOR DEL MANDAMIENTO
II. DOBLE ASPECTO DEL PRECEPTO
III. ASPECTO NEGATIVO
IV. ASPECTO POSITIVO
V. VULGARIDAD Y BAJEZA DE LA MENTIRA
VI. EXCUSAS VANAS
3900 CAPITULO IX Nono y décimo mandamientos del Decálogo
I. SIGNIFICADO Y VALOR DE LOS MANDAMIENTOS
II. NUEVA PRUEBA DE LA BONDAD INFINITA DE DIOS PARA CON NOSOTROS
III. DOBLE ASPECTO DE LOS PRECEPTOS
IV. ASPECTO NEGATIVO
V. ASPECTO POSITIVO
4000 INTRODUCCION
I. SIGNIFICADO Y VALOR DE ESTA CUARTA PARTE DEL CATECISMO
II. PRINCIPIOS GENERALES SOBRE LA ORACIÓN
A) Su necesidad
B) Sus frutos
C) Sus distintas especies
Pidamos al Señor que sean buenos, piadosos y justos.
D) Modo práctico de orar
CAPITULO I Pórtico de la oración dominical
Padre nuestro, que estás en los cielos. (Mt 6, 9)
I. SIGNIFICADO Y VALOR DE ESTAS PALABRAS
II. "PADRE"
A) Padre por creación, por providencia y por redención
B) Y nosotros, sus hijos
III. "NUESTRO"
A.) Padre de todos. Y nosotros" todos hermanos
B) Oremos siempre con espíritu filial
IV. "QUE ESTÁS EN LOS CIELOS"
A) Omnipresencia divina
B) El cielo, morada de Dios
C) Reflexiones
4100 I. SIGNIFICADO Y VALOR DE ESTA PETICIÓN
II. "SANTIFICADO SEA TU NOMBRE"
A) Extensión del reino de Dios en el mundo
B) Universalidad del bautismo
C) Conversión de los pecadores
D) Reconocimiento de los dones divinos
E) Santidad de la Iglesia
III. LA VIDA DEL CRISTIANO COMO ALABANZA DE DIOS
4200. CAPITULO III Segunda petición del Padrenuestro
I. SIGNIFICADO Y VALOR DE ESTA PETICIÓN
II. Su NECESIDAD
III. "VENGA A NOS TU REINO"
A) Diversos significados de la palabra "reino"
B) El reino de Dios no es de este mundo
C) El reino de la Gracia y el reino de la Gloria
IV. UNIVERSALIDAD DE ESTA PETICIÓN
V. DISPOSICIONES TARA PODER HACERLA CONVENIENTEMENTE
VI. CONCLUSIÓN
4300 CAPITULO IV Tercera petición del Padrenuestro
I. SIGNIFICADO Y VALOR DE ESTA PETICIÓN
II. NECESIDAD DE UNA LEY
III. "HÁGASE TU VOLUNTAD"
A) Voluntad de "signo"
B) Detestación de los malos deseos
C) Renuncia a nuestras equivocadas aspiraciones
D) Ayuda divina
IV. "Así EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO*'
A) Como los ángeles y santos
B) Reconocida gratitud
V. DISPOSICIONES CON QUE DEBE RECITARSE ESTA PETICIÓN
A) Humildad
B) Alegría
C) Santo abandono
4400 CAPITULO V Cuarta petición del Padrenuestro
I. SIGNIFICADO Y VALOR DE ESTA PETICIÓN
II. SU NECESIDAD
III. "EL PAN"
IV. "NUESTRO"
V. "DE CADA DÍA"
VI. "DÁNOSLE"
VII. "HOY"
VIII. EL PAN ESPIRITUAL
IX. LA RESPUESTA DEL PADRE
4500 CAPITULO VI Quinta petición del Padrenuestro
I. SIGNIFICADO Y VALOR DE ESTA PETICIÓN
II. DISPOSICIONES NECESARIAS PARA HACERLA CONVENIENTE
III. "LAS DEUDAS"
IV. '"NUESTRAS"
V. "PERDÓNANOSLAS"
VI. "ASÍ COMO NOSOTROS PERDONAMOS A NUESTROS DEUDORES"
A) El perdón de las ofensas
B) Su necesidad
VII. EFICACIA DE ESTA PETICIÓN
4600 CAPITULO VII Sexta petición del Padrenuestro
I. SIGNIFICADO Y VALOR DE ESTA PETICIÓN
II. SU NECESIDAD
A.) Por la debilidad y miserias que en nosotros dejó el pecado de origen
B) Por el poder del demonio
III. "NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN"
A) La tentación
B) La caída
C) Qué no pedimos" y qué pedimos
D) Confianza en Dios
E) La esperanza del premio
4700 CAPITULO VIII Séptima petición del Padrenuestro
I. SIGNIFICADO Y VALOR DE ESTA PETICIÓN
II. ESPÍRITU CON QUE DEBE HACERSE
III. "LÍBRANOS DEL MAL"
A) Qué no debemos pedir y qué pedimos
B) Respuesta de Dios
C) El gran mal: el demonio
IV. LA PACIENCIA EN EL DOLOR
CAPITULO IX Broche de oro de la oración dominical
I. SELLO FINAL
II. RESPUESTA DE DIOS
III. "AMÉN"
Encíclica en el campo del Señor
(In Dominico agro)
CLEMENTE PAPA XIII
A NUESTROS VENERABLES HERMANOS PATRIARCAS,
PRIMADOS, ARZOBISPOS Y OBISPOS:
Venerables hermanos, salud y bendición apostólica.
EN el campo del Señor, cuyo cultivo está á nuestro cargo por disposición de la Divina Providencia,
ninguna cosa requiere cuidado tan exquisito y trabajo tan continuado como la defensa de la buena
semilla en él sembrada, esto es, de la Doctrina católica, enseñada por Jesucristo y por los
Apóstoles, y á Nos confiada; no sea que, si se abandona por culpable negligencia ó por cobarde
desidia, mientras duermen (Mt 13,25) los obreros, siembre zizaña en medio del trigo el enemigo
del humano linaje; de donde resulte que, en la época de la recolección, en vez de grano para
guardarlo en las paneras, se halle maleza, que sólo sirve para arrojarla al fuego. Y á defender la fe
(Jud 3), enseñada primeramente á los Santos, nos exhorta con energía San Pablo, quien escribe á
Timoteo (Cf 2Tm 3,1) que guarde el rico depósito, porque (2Tm 1,14) sobrevendrán tiempos
peligrosos, en que se levantarán en la Iglesia de Dios (2Tm 1,13) hombres perversos é impostores,
por medio de los cuales el astuto tentador se esforzará en corromper las almas incautas con
errores contrarios á la verdad del Evangelio.
Y si, como sucede con frecuencia, se vertiesen en la Iglesia de Dios ciertas doctrinas depravadas,
que, aunque opuestas entre sí abiertamente, están, sin embargo, acordes para denigrar de
cualquiera modo la pureza de la,fe católica, es muy difícil en tal caso dirigir los tiros de nuestra
argumentación contra uno y otro enemigo con prudencia tal, que se vea claramente, no que
volvemos la espalda á ninguno de ellos, sino que rechazamos y reprobamos por iguala entrambos
enemigos de Jesucristo. Y, á veces, se presenta de tal suerte el error, que fácilmente se encubre la
falsedad diabólica con mentiras disfrazadas bajo cierta apariencia de verdad, corrompiéndose el
sentido de los testimonios con alguna pequeña adición ó variación, y á las palabras que obraban la
salud, por alteraciones á veces ingeniosas, se las hace producir la muerte.
Por esta razón debe apartarse á los fieles, singularmente á los que son de entendimiento rudo y
sencillo, de tales caminos peligrosos y resbaladizos, por los cuales apenas podrán estar en pie ó
andar sin caer; ni deben ser guiadas las ovejas á los pastos por sendas desconocidas, ni
proponérseles tampoco ciertas opiniones particulares, aunque sean de doctores católicos; sino
que se les ha de enseñar la nota certísima de la verdad católica, esto es, la catolicidad, la
antigüedad y la unidad de la doctrina. No pudiendo, además, el pueblo (Cf Ex 19,12) subir al monte
adonde desciende la gloria del Señor, pues el que traspase los límites para verle perecerá, deberán
los doctores señalar al pueblo los límites dentro de sus facultades, para que sus conversaciones no
anden errando fuera de lo que es necesario ó sumamente útil á la salvación, y los fieles sean
obedientes al dicho del Apóstol (Rom 12,3): Que no intentéis saber más de lo que se debe saber,
sino que habéis de saber con moderación.
Estando bien persuadidos de esto los Romanos Pontífices, nuestros predecesores, pusieron todo
su cuidado, no sólo en cortar con la espada del anatema las raíces venenosas de renacientes
errores, sino también en impedir el curso á ciertas opiniones que subrepticiamente venían
introduciéndose, las cuales, ó por su exageración impedirían en el pueblo cristiano frutos
riquísimos de la fe, ó por su proximidad á error podrían perjudicar á las almas de los fieles. Por
tanto, después de haber condenado el Concilio de Treñto las herejías que en aquel siglo habían
intentado obscurecer la luz de la Iglesia, y de haber puesto mucho más evidente la verdad católica,
habiéndose como desvanecido las tinieblas del error; considerando los mismos Predecesores
nuestros que aquella sagrada Asamblea de toda la Iglesia había procedido con tan prudente
criterio y con tal moderación, que se abstuvo de reprobar las opiniones apoyadas en autoridades
de doctores eclesiásticos, determinaron se escribiese otra obra, según la mente del mismo Santo
Concilio, que comprendiese toda la doctrina, según la cual habrían de instruirse los fieles, y que
estuviese completamente exenta de todo error, cuyo libro publicaron con el nombre de Catecismo
Romano, siendo por esto muy dignos de alabanza por dos razones. Porque, por una parte,
encerraron en él la doctrina común en la Iglesia y libre de todo peligro de error; y por otra, porque
la expusieron con palabras muy claras, para que fuese enseñada públicamente al pueblo,
siguiendo de este modo el precepto de Cristo, nuestro Señor, que mandó á sus Apóstoles (Cf. Mt
10,27) dijeran á la luz del día lo que Él les había dicho de noche, y que lo que se les había dicho al
oído, lo predicasen desde los terrados; y conformándose con su Esposa, la Iglesia, de quien son
estas palabras (Ct 1,6): Dime dónde pasas la siesta al medio día; porque, en donde no fuere medio
día y no hubiese una luz tan clara que manifiestamente se conozca la verdad, con facilidad se
admite por ella la mentira por su semejanza con aquélla, puesto que en la obscuridad difícilmente
se distingue de la verdad. Sabían perfectamente que antes hubo y que después habría quienes
atraerían á las ovejas, prometiéndoles pastos más abundantes de sabiduría y de ciencia, adonde
muchas acudirían, porque (Pr 9,17) las aguas hurtadas (ó deleites prohibidos) son más dulces, y el
pan tomado d escondidas es más sabroso. Con el fin, pues, de que la Iglesia no estuviese incierta,
andando engañada tras de los rebaños de sus compañeros, los cuales también andaban errantes,
por no estar apoyados en principio alguno cierto de verdad, (2Tm 3,7) estando siempre
aprendiendo, sin arribar jamás al conocimiento de la verdad; por esta razón dispusieron que se
enseñase al pueblo cristiano solamente las cosas necesarias y sumamente útiles para salvarse, las
cuales se hallan expuestas clara y sencillamente en el Catecismo Romano.
Pero este libro, compuesto con no pequeño trabajo y celo, aprobado por general asentimiento y
recibido con los mayores encomios, ha sido en los tiempos presentes poco menos que arrebatado
de las manos de los párrocos por el amor á la novedad, enamorándose de diversos Catecismos,
que de ningún modo pueden compararse con el Romano; de donde se originaron dos males: el
uno, haber casi desaparecido la uniformidad en el modo de enseñar, produciéndose cierto
escándalo en las almas sencillas, que se figuraban no estar ya en (Jn 11,1) la tierra de un solo
lenguaje y de unos mismos pensamientos; y el otro, haber nacido contiendas de los diversos y
varios métodos de enseñar la verdad católica; y de la emulación, al andar diciendo uno que (1Tm
3,15) seguía á Apolo, otro á Cefas y otro á Pablo, nacían divisiones en el juicio y grandes discordias;
y no creemos pueda haber nada más pernicioso que estas acres disensiones para disminuir la
gloria de Dios, ni más perjudicial para destruir los frutos que los fieles deben sacar de la Doctrina
cristiana. Por consiguiente , para poner término á estos dos males de la Iglesia, consideramos
necesario volver á la misma enseñanza, de donde' hacía tiempo habían apartado al pueblo
cristiano, unos con muy poco sano juicio, y otros llevados de soberbia, juzgándose los más sabios
de la Iglesia; y resolvimos recomendar de nuevo este mismo Catecismo Romano á los pastores de
las almas, para que, del mismo modo con que antiguamente fue confirmada la fe católica, y
fortalecidas las almas de los fieles con la doctrina de la Iglesia, que (3) es columna de la verdad,
por ese mismo modo las aparten ahora también, todo lo posible, de las opiniones nuevas, que no
tienen á su favor ni el común asentimiento ni la antigüedad. Y para que este libro se pudiera
adquirir más fácilmente y resultase mejor corregido de los errores que se habían introducido por
defecto de los'editores, hemos procurado se publique de nuevo en Roma, con el mayor cuidado,
según el ejemplar que publicó nuestro predecesor San Pío V, por decreto del Concilio Tridentino;
el cual, traducido en lengua vulgar, y publicado por orden del mismo San Pío V, en breve saldrá
otra vez á luz, impreso igualmente por nuestro mandato.
Y es cargo Nuestro, venerables Hermanos, procurar que sea recibida por los fieles esta obra, que
en tiempos tan trabajosos para la república cristiana os ofrece nuestro cuidado y diligencia, como
remedio muy oportuno para librarse de los engaños de las malas opiniones, y para propagar y
afirmar la verdadera y sana doctrina. En virtud de lo cual, este libro, que los Romanos Pontífices
quisieron proponer á los Párrocos como norma de la fe católica y de la enseñanza cristiana, para
que se manifestase unánime el consentimiento hasta en el modo de enseñar la doctrina, os le
recomendamos ahora muy especialmente, venerables Hermanos, y os exhortamos en el Señor con
no menor encarecimiento que mandéis á todos los que tienen la cura de almas se rijan por él para
instruir á los pueblos en la verdad católica, con lo cual se conseguirá restablecer así la unidad de la
enseñanza, como la caridad y concordia de los espíritus. Pues es vuestro deber mirar por la pureza
en todas las cosas que están verdaderamente á cargo del Obispo; el cual, por esto mismo, debe
procurar con mayor cuidado en que nadie, procediendo con soberbia por causa de sus honores,
promueva cismas, rompiendo los lazos de la unidad.
Ningún fruto provechoso, sin embargo, ó muy pequeño, será el que den estos libros, si los que han
de exponerlos y explicarlos á los fieles son poco idóneos para la enseñanza. Y así importa
muchísimo que elijáis para este ca,rgo de enseñar al pueblo la Doctrina cristiana personas, no
solamente dotadas de conocimientos en las ciencias eclesiásticas, sino mucho más que se
distingan por su humildad, por su práctica en la santificación de las almas y por su caridad. Porque
el mérito de la enseñanza cristiana no está en la afluencia de palabras , no en la habilidad para
discutir, ni en el deseo de alabanza y gloria, sino en la humildad verdadera y afectuosa. Pues hay
quienes se distinguen por sus grandes conocimientos, pero que desdeñan el trato con los demás,
y, cuanto más saben, tanto más les disgusta la virtud de la concordia, á los cuales advierte la
misma Sabiduría por medio del Evangelista (Mc 9,49): Tened en vosotros sal de sabiduría y
prudencia] y guardad la paz entre vosotros; porque de modo tal se debe tener la sal de la
sabiduría, que se conserve con ella el amor al prójimo y desaparezcan nuestros defectos. Y si de la
aplicación á la ciencia y del celo por el bien del prójimo se entregan luego á las discordias, tienen
sal sin paz, lo cual no es efecto de virtud, sino señal de reprobación; y cuanto más saben, tanto
más delinquen; á los cuales condena la sentencia del apóstol Santiago por estas palabras (Jc 3,14):
Mas si tenéis un celo amargo, y reina en vuestros corazones el espíritu de discordia, no hay para
qué gloriaros y levantar mentiras contra la verdad • porque no es ésta la sabiduría que desciende
de arriba, sino más bien una sabiduría terrena, animal y diabólica; porque donde hay tal celo y
espíritu de discordia, allí reina el desorden y todo género de malas obras; por el contrario, la
sabiduría que desciende de arriba, además de ser honesta, es también pacífica, modesta, dócil,
inclinada á todo lo bueno, muy misericordiosa y abundante en excelentes frutos de buenas obras,
que no se mete á juzgar, ni es hipócrita.
Y en tanto que á Dios rogamos con espíritu humilde y contrito derrame en abundancia sobre los
esfuerzos de nuestro celo é ingenio su bondad y misericordia, para que la discordia no perturbe al
pueblo cristiano, y para que, en unión de paz y caridad de espíritu, tengamos todos una misma
aspiración, alabando y glorificando todos solamente á Dios y á Jesucristo, Señor nuestro, (Rm
16,16) os saludamos, venerables Hermanos, con el ósculo santo; y á todos vosotros, é igualmente
á los fieles todos de vuestras Iglesias, os damos muy tiernamente la bendición apostólica.
Dado en nuestro Palacio Pontificio de Castel Gandolfo, día 14 de Junio de 1761, año tercero de
nuestro Pontificado.