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Lecturas del Misal 1962 en Vernáculo

Este documento presenta el leccionario para la segunda semana de Adviento según el Misal de 1962, con las lecturas de la Epístola y el Evangelio en lengua vernácula según las directivas del Motu Proprio Traditionis Custodes. Incluye notas sobre cómo proceder en la proclamación de las lecturas de acuerdo con las normas litúrgicas y respetando la identidad del Rito.
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Este documento presenta el leccionario para la segunda semana de Adviento según el Misal de 1962, con las lecturas de la Epístola y el Evangelio en lengua vernácula según las directivas del Motu Proprio Traditionis Custodes. Incluye notas sobre cómo proceder en la proclamación de las lecturas de acuerdo con las normas litúrgicas y respetando la identidad del Rito.
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LECCIONARIO

Misal de 1962
Texto en lengua vernácula de la Epístola y el Evangelio para la santa misa según el misal de 1962 tomado
de la Biblia de la Conferencia Episcopal Española 2010 para el cumplimiento del Artículo 3. § 3. del
Motu Proprio «Traditionis Custodes»: “En estas celebraciones las lecturas se proclamarán en lengua
vernácula, utilizando las traducciones de la Sagrada Escritura para uso litúrgico, aprobadas por las
respectivas Conferencias Episcopales.”

II DOMINGO DE ADVIENTO
I clase
EPÍSTOLA
Lección de la carta del Apóstol san Pablo a los Romanos.
Romanos 15, 4-13
Hermanos: Todo lo que se escribió en el pasado, se escribió para
enseñanza nuestra, a fin de que a través de nuestra paciencia y del
consuelo que dan las Escrituras mantengamos la esperanza. Que
el Dios de la paciencia y del consuelo os conceda tener entre
vosotros los mismos sentimientos, según Cristo Jesús; de este
modo, unánimes, a una voz, glorificaréis al Dios y Padre de
nuestro Señor Jesucristo. Por eso, acogeos mutuamente, como
Cristo os acogió para gloria de Dios. Es decir, Cristo se hizo
servidor de la circuncisión en atención a la fidelidad de Dios, para
llevar a cumplimiento las promesas hechas a los patriarcas y, en
cuanto a los gentiles, para que glorifiquen a Dios por su
misericordia; como está escrito: Por esto te alabaré entre los
gentiles y cantaré para tu nombre. Y en otro lugar: Regocijaos,
gentiles, junto con su pueblo. Y además: Alabad al Señor todos
los gentiles, proclamadlo todos los pueblos. E Isaías vuelve a
decir: Aparecerá el retoño de Jesé y el que se levanta para
dominar a los gentiles; en él esperarán los gentiles. Que el Dios
de la esperanza os colme de alegría y de paz viviendo vuestra fe,
para que desbordéis de esperanza por la fuerza del Espíritu Santo.
EVANGELIO
Continuación del Santo Evangelio según San Mateo
Mateo 11, 2-10
En aquel tiempo: Juan, que había oído en la cárcel las obras del
Mesías, mandó a sus discípulos a preguntarle: «¿Eres tú el que ha
de venir o tenemos que esperar a otro?». Jesús les respondió: «Id
a anunciar a Juan lo que estáis viendo y oyendo: los ciegos ven y
los cojos andan; los leprosos quedan limpios y los sordos oyen;
los muertos resucitan y los pobres son evangelizados. ¡Y
bienaventurado el que no se escandalice de mí!». Al irse ellos,
Jesús se puso a hablar a la gente sobre Juan: «¿Qué salisteis a
contemplar en el desierto, una caña sacudida por el viento? ¿O
qué salisteis a ver, un hombre vestido con lujo? Mirad, los que
visten con lujo habitan en los palacios. Entonces, ¿a qué
salisteis?, ¿a ver a un profeta? Sí, os digo, y más que profeta. Este
es de quien está escrito: “Yo envío a mi mensajero delante de ti,
el cual preparará tu camino ante ti”.
NOTA DEL EDITOR

Modos de proceder en la proclamación de las Lecciones del Misal de 1962

El Artículo 3. § 3. del Motu Proprio «Traditionis Custodes» dice: “En estas celebraciones las
lecturas se proclamarán en lengua vernácula, utilizando las traducciones de la Sagrada Escritura
para uso litúrgico, aprobadas por las respectivas Conferencias Episcopales.”

Antes es necesario recordar que:


1. En la misa solemne, la Epístola y el Evangelio cantados respectivamente por el
subdiácono y el diácono, ha de mantenerse en lengua latina y con las melodías propias
del Graduale Romanum.
2. En la misa cantada, no es obligatorio que el sacerdote cante la Epístola y el Evangelio.
3. En la misa rezada, el sacerdote lee la epístola y el evangelio como de costumbre.

Mientras no haya otra aclaración por la Sede Apostólica, puede procederse de los siguientes
modos, para el cumplimiento del actual Motu Proprio.
1. Como es costumbre en muchos lugares, hacer la lectura de las lecciones antes de
comenzar la homilía. Este modo es el más apropiado para guardar la identidad del Rito.
2. Leer o cantar las lecciones en latín como se describe en Ritus Servandus del Missale
Romanum, e inmediatamente “versus Deo” o “versus populum” proclamarlas en
castellano tanto en la misa rezada, como cantada como solemne. Sobre la orientación, es
necesario recordar que la primera función de la lección de la Palabra de Dios en la
liturgia no es la instrucción sino el culto de adoración y alabanza a Dios, por eso se hace
orientados hacia el altar y el Evangelio particularmente hacia el norte.
3. Leer el cuerpo del texto directamente en castellano “versus Deo” o “versus populum”,
leyendo antes el título en latín. Leer el título en latín sería lo más adecuado en el caso
del Evangelio, por el rito de la signación, de la incensación del libro y el ósculo.

Los ministros de las lecturas


1. En las misas solemnes, los ministros ordinarios son el subdiácono y el diácono;
2. En las misas cantadas y rezadas, el sacerdote celebrante.
3. Se permite en la misa cantada que un lector revestido de sotana y sobrepelliz cante la
Epístola.
4. Se permite que en las misas rezadas, un lector, preferiblemente revestido de sotana y
sobrepelliz pues es una acción litúrgica, lea el texto de la Epístola en lengua vernácula,
mientras el sacerdote la reza en latín o posteriormente a que este la haya rezado en latín
en voz clara.
5. Se permite que otro sacerdote asistente lea el Evangelio en lengua vernácula, mientras
el sacerdote la reza en latín o posteriormente a que este la haya rezado en latín en voz
clara.

Es importante impregnarse del sentido sacro que el misal de 1962 expresa en todas sus
ceremonias y rúbricas, y vigilar con cuidado la tentación del “activismo” litúrgico siempre
presente, teniendo en cuenta “la liturgia se "hace" para Dios y no para nosotros mismos.”

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