UNIDAD XIII: La dictadura de Trujillo (1930-1961)
13.1 Causas y surgimiento del sistema trujillista de dictadura, factores internos
y externos.
Causas del surgimiento del sistema trujillista de dictadura. Factores
internos y externos
El ascenso de Trujillo al poder estuvo vinculado a varios factores, algunos
motivados por situaciones acaecidas en el país durante aquella época, otros,
vinculados con la situación mundial predominante. Entre estos factores
podemos mencionar: La ocupación militar norteamericana de 1916 a 1924 y el
ejército policiaco que creó el gobierno de ocupación.
El ingreso de Trujillo en las fuerzas norteamericanas de intervención tuvo lugar
en diciembre de 1918, cuando ingresó al Ejército Dominicano bajo los auspicios
de la Infantería de Marina de los Estados Unidos, quienes ocupaban el territorio
dominicano para esa época. Su carrera militar fue brillante.
Durante la ocupación de los Estados Unidos (1916-1924) Trujillo se incorporó a
la Guardia Nacional. Rápidamente subió en las jerarquías, bajo el gobierno de
Horacio Vásquez recibió el rango de Teniente Coronel, Jefe de Estado Mayor y
Comandante Auxiliar de la Policía Nacional.
El ascenso del General Rafael Leónidas Trujillo al poder en 1930 puso en
evidencia otra de las consecuencias de la Ocupación Militar Norteamericana: el
indiscutible peso del ejército nacional en la vida dominicana en una forma
totalmente diferente a como había ocurrido en el pasado, pues ahora, con la
población totalmente desarmada, no había ningún grupo político capaz de
hacer frente en el terreno militar a los soldados y oficiales entrenados entre
1917 y 1924. Trujillo fue el heredero de ese cuerpo de orden creado por los
norteamericanos y no tardo en demostrar que sabía utilizar a cabalidad los
métodos de control que se utilizaron para luchar en contra de los gavilleros y
reprimir cualquier tipo de oposición que se presentara. El favoritismo horacista
que promovió su ascenso al poder
13.2 Mecanismos económicos y políticos empleados por Trujillo.
La forma tiránica en que Rafael L. Trujillo se impuso a la sociedad,
estableciendo la más larga dictadura conocida en la historia de la República
Dominicana (1930-1961), se instituyó con la organización y acción permanente
de un aparato de inteligencia conocido como “servicio secreto”; adscrito por
muchos años al Ejercito Nacional (E.N), aunque también la Policía Municipal de
la Capital tuvo su propia unidad de “inteligencia”. Cuando esa institución de
orden público se transformó en Policía Nacional en 1935, el Servicio Secreto
permaneció operando en ella y participó en las tareas de espionajes y
represión contra los opositores, más allá de la muerte de Trujillo.
Politización del Ejercito Nacional.
A dos meses del derrocamiento de Vásquez, el encargado de inteligencia del
Ejército Nacional había estado muy activo, apremiado por las exigencias
hechas por Trujillo. En respuesta a solicitud de datos que este hacía, el mayor
Furcy Castellanos, quien fungía como responsable, Oficial de Leyes e
Inteligencia, recibió la orden (el 27 de mayo de 1930), de parte del
“Comandante en Jefe del Ejército Nacional”, y así la transmitió, de que se
pasara “una circular a todos los Oficiales Comandantes de
Compañías, exigiéndoles que rindan a esta Oficina un informe en relación con
el movimiento político, comercial, social, etc., ocurrido cada mes en la provincia
bajo su Comando, así como cualquier otro informe que pueda ser útil a la
reorganización del Servicio de Inteligencia del E. N”.(1)De lo que se trataba era,
en ese momento, de descabezar a la oposición al golpe de Estado y a las
fraudulentas elecciones, como una forma de retener el poder.
Servicio Secreto en la Policía Municipal.
Autores han señalados y se repite como cierto, que el surgimiento del Servicio
Secreto ocurrió en 1926, al parecer cometiendo un error. El Servicio
Secreto del Ejército venía desde los tiempos de la ocupación americana
cuando, en 1917, el gobierno militar creó la Guardia Nacional Dominicana.
Posteriormente, esa institución militar formada por dominicanos, cambió su
nombre a Policía Nacional Dominicana (PND), y en 1928 se transformó
en Ejercito Nacional. Esto, sin que su servicio de inteligencia dejara de operar
durante las tres décadas de dictadura.
Las tareas de inteligencia eran parte de la cotidianidad de la PND y la unidad
responsable de ejecutarla permaneció activa cuando esa organismo militar se
transformó en Ejercito Nacional; pero el servicio secreto que el presidente
Horacio Vásquez autorizó formal en 1926, mediante decreto del 10 de
septiembre, no fue el de la Policía Nacional, sino el de la Policía Municipal. Eso
quiere decir, que desde entonces en el país operaban dos organismos de
inteligencia: uno en el Ejército que tenía jurisdicción nacional, y otro que solo
actuaba en la ciudad de Santo Domingo, pero a cargo de la Policía Municipal.
13.3 Fases en el proyecto de desarrollo capitalista de Trujillo.
Hurgando en la historia económica de República Dominicana, se puede colegir
que la concepción monopólica del Estado, el gobierno y la economía nacional,
fue un marcado distintivo de la denominada era de Trujillo. Esta visión
monopólica, sin embargo, no se basó solo en medidas arbitrarias del régimen,
sino también en acciones aparentemente legales que buscaron, y lo lograron,
legitimar determinados procesos, mecanismos e instrumentos de dominación
trujillista.
En efecto, desde la promulgación de una Ley de Emergencias en el 1933,
hasta la creación de la Ley de Defensa del Azúcar en el 1957, se estableció en
casi todo el país un marco legal que fue esquematizando lo que algunos
estudiosos han identificado como un sistema capitalista particularizado.
13.4 El Estado bajo Trujillo, manifestaciones ideológicas y diversas formas de
dominación.
El endeudamiento externo constituye uno de los indicadores a través de los
cuales se puede dimensionar la jerarquía económica que rige la relación entre
un actor imperial y uno periférico. La subordinación financiera es, en efecto,
una subdimensión de la dependencia económica y el endeudamiento externo
representa uno de los elementos más importantes para medirla. En las páginas
que siguen se describe la situación financiera que llevó a una relación de
imperialismo informal entre los Estados Unidos y la República Dominicana. En
ese marco general, el endeudamiento externo con Washington se verifica como
un dato insoslayable de la realidad dominicana de principios del siglo XX. La
materialización del carácter imperial informal del vínculo se concretó con el
desplazamiento de los acreedores de origen europeo. La ausencia de rivalidad
interimperial –rasgo distintivo del imperialismo informal– se fue consolidando a
medida que la deuda externa dominicana se concentró en los Estados Unidos.
Como se ha descrito en el capítulo anterior, la historia de sometimiento de la
República Dominicana tiene antecedentes que exceden el periodo de estudio
de este trabajo. En lo que hace a la deuda externa, el antecedente que suelen
tomar los historiadores es el denominado empréstito con la Hartmont & Co. de
Londres en 1869. Suele ser sindicado como el origen de una larga historia de
endeudamiento que, con breves excepciones, se ha mantenido hasta el
presente.
3.1.1. Antecedentes
Tras algunos intentos por ceder el territorio de la República Dominicana a los
Estados Unidos (Herrera 2009: 33-37), el gobierno de Buenaventura Báez
concertó en 1869 un préstamo de 420.000 libras esterlinas (dos millones de
dólares) con la empresa Hartmont & Co. de Londres. Los intentos de Báez por
obtener empréstitos tanto en los Estados Unidos como en Europa se habían
iniciado a través de Abraham Jesurum, director de la casa bancaria homónima
en Curazao. Jesurum no logró concretar la operación, pero su asociado
Adolphe Mendes (encargado de negocios dominicano en Francia) pudo
contactar a Edward Hartmont, con quien se inició lo que César Herrera
describió como “la más colosal estafa de que ha sido víctima el Estado
dominicano” (Herrera 2009: 33). El “empréstito Hartmont” [1] implicaba que el
gobierno se obligaba a reembolsar 1.472.500 libras esterlinas y que se
comprometía a saldar la deuda en un plazo de 25 años a un interés del 6 por
ciento anual. Como garantía, Báez hipotecó las recaudaciones aduaneras y
ciertos bienes nacionales, entre ellos las minas carboníferas y los bosques de
la península de Samaná.[2] El préstamo ofrece un primer indicio de lo que
posteriormente sería la materialización del imperialismo informal
estadounidense. A pesar de la conocida orientación pro-norteamericana de
Báez, la noticia de la operación generó recelos en Washington. En el entorno
del presidente Ulysses Grant se interpretó el artículo 9° del contrato –que abría
las puertas a una eventual ocupación europea del territorio dominicano– como
un avance sobre la doctrina Monroe (de la Rosa 1969: 34).
13.5 Ocupación de los sectores sociales a la tiranía de Trujillo.
En esta nueva fase de la historia dominicana somos afortunados de poder
escribir y expresar nuestros criterios sin el temor de ser asesinados como
sucedía en la época de 1930 a 1961. La Era de Trujillo es el caso en su
totalidad de la mayor distribución de encierro verbal por la que ha cursado la
historia dominicana. Hablar de la era de Trujillo es tratar de imponer la verdad
sobre la mentira a lo cual ameritamos el trabajo en si, ya que trataremos puntos
claves en el desarrollo del trabajo que nos mostraran brevemente como era el
gobierno en ese entonces y como maneja al pueblo que con temor asumía todo
lo que decía el tirano.
Esperamos cubrir algunos de los puntos más importantes en esta amplía época
y más que todo sea de su agrado.
La era de Trujillo es el largo periodo de 31 años que sigue al horacismo a partir
de 1930. Se caracteriza por el militarismo, el unipersonal ismo y el despotismo
de su máximo caudillo y exponente: Rafael Leonidas Trujillo Molina. Su
aparición y ascenso político se vincula a una serie de factores como fueron:
La ocupación estadounidense.
El ejército policiaco que creo dicha ocupación.
El favoritismo horacista que permitió su ascenso militar.
El acaudillamiento que consiguió en las filas del ejército nacional.
Sus características personales.
Su vinculación con el movimiento cívico que, planteando la necesidad de un
"hombre nuevo", produjo el derrocamiento del "viejo político" Horacio Vázquez.
Cuando se produjo la ocupación de 1916, las tropas invasoras se dieron la
tarea de neutralizar las luchas armadas del país. El gobierno ocupante creó por
ordenanza un cuerpo militar destinado a mantener el orden posteriormente,
dicho cuerpo fue llamado Policía Nacional, y para el entrenamiento de los
soldados se estableció la Escuela Militar en Haina.
13.6 Relaciones Estados Unidos y República Dominicana durante la tiranía de
Trujillo.
La presente sección busca dar cuenta de las condiciones que dieron lugar a un
imperialismo informal militarizado en la relación entre los Estados Unidos y la
República Dominicana. El argumento central es que el carácter militarizado de
esta relación imperial se liga, por un lado, a la cercanía geográfica que facilitó
la proyección de poder de Washington; y, por otro, a los conflictos geopolíticos
globales que tuvieron lugar durante las dos guerras mundiales y la Guerra Fría,
que llevaron al gobierno estadounidense a intervenir recurrentemente en su
“periferia cercana” a los efectos de evitar la influencia alemana, durante la
primera etapa, y la soviética, durante la segunda. Los factores que explican
esta creciente militarización no eran rasgos salientes de los imperialismos de
libre comercio del siglo XIX.
La cuenca del Caribe fue caracterizada por diferentes analistas como una
“frontera imperial” (Williams 1961; Bosch 1970; Green y Scowcroft 1985). Esta
conceptualización, a su vez, ha sido problematizada en diversos trabajos
empírico-descriptivos, entre los que se destaca el de Howard Wiarda (1985).
Este autor efectuó una precisa síntesis de la trayectoria de la región como
ámbito de disputas interimperiales, hasta llegar a la situación del siglo XX, en la
que los Estados Unidos desplazaron a sus competidores europeos. La
preeminencia norteamericana, que empezó a cobrar forma a fines del siglo XIX
y se robusteció durante las primeras dos décadas del siglo XX, implicó, en
términos conceptuales, la retracción de las “áreas de influencia” y el avance de
otras formas de dominación como los “imperios informales” y los
“protectorados”. Los Estados Unidos lograron en 1898 desplazar a España de
la cuenca del Caribe, a través de su intervención directa en la guerra de
independencia cubana. En simultáneo, se fue produciendo –lenta pero
sostenidamente– el reemplazo de Gran Bretaña como potencia económica y
militar del área. Al concluir la primera Guerra Mundial, ya no quedaban
vestigios de rivalidad interimperial: los países de la cuenca habían trasladado
su dependencia a los Estados Unidos, dejando atrás viejas relaciones de
subordinación con España, Francia y Gran Bretaña (Wiarda 1985: 77). Es éste,
en definitiva, el contexto histórico y geopolítico que permite adentrarse en los
orígenes del imperialismo informal estadounidense en la República
Dominicana.
13.7 Causas de la caída de Trujillo.
1- El ataque terrorista contra Rómulo Betancourt en Venezuela
2- El asesinato de Galíndez
3- El asesinato del piloto norteamericano Gerald Murphy
4- La muerte de las hermanas Mirabal
5- El deterioro de las relaciones de Trujillo con la Iglesia y con los Estados
Unidos.
…Y así fue, como un 30 de mayo de 1961 cayó abatido el hombre que
encabezó una de las más oprobiosas tiranías de América Latina.
13.8 La Iglesia Católica en contra de la tiranía.
Cuando el general Rafael L. Trujillo asumió el poder, en el año 1930, la máxima
autoridad de la Iglesia Católica era monseñor Francisco Adolfo Nouel, que
había sido presidente de la República. Renunció a la alta posición antes de los
70 años. Las relaciones entre ambos siempre fueron cordiales y el nuevo
presidente hacia demostraciones palpables de una verdadera unción religiosa.
Asistía con frecuencia, junto a su esposa, a los actos religiosos.
En las celebraciones de las festividades patrias, Trujillo y sus más cercanos
colaboradores participaban en el Tedéum que se oficiaba (y se oficia) en la
Catedral, donde siempre llegaba de manera puntual. Puede afirmarse que hubo
una colaboración recíproca entre la iglesia y el futuro dictador, que culminó con
la firma y puesta en vigencia de un Concordato que todavía está vigente. Esos
vínculos Trujillo los aprovechó para utilizar ciertas condiciones de la iglesia
para implementar programas sociales que resaltaban la presencia de su
gobierno.
El área relativa al manejo de la alimentación, las medicinas y la administración
de los hospitales públicos los puso bajo el control de comunidades religiosas de
monjas, que mantuvieron las farmacias bien provistas de medicinas y sostenían
un sistema de alimentación abundante, sano y de evidentes variedad y calidad.
También usó Trujillo a religiosos para crear colegios y asilos de huérfanos,
estancias para niños y albergues para la vejez desamparada.
Las relaciones con la iglesia se estrecharon más todavía con la llegada al país
de Monseñor Ricardo Pittini, quien en el año 1935 sustituyó a Monseñor Nouel.
El nuevo prelado concitó una estrecha amistad con el poder y era común su
presencia en la más ligera actividad donde asistía Trujillo. Pittini se retiróa su
hogar debido a problemas visuales. En su lugar fue designado Arzobispo
Coadjutor de Santo Domingo, el seibano Octavio A. Beras Rojas, quien quedó
entonces, a la muerte de Pittini, como Arzobispo Metropolitano titular.
13.9 Balaguer presidente.
Aficionado a la política y militante antihoracista, Balaguer participó en la conjura
de Estrella Ureña y de Rafael Leónidas Trujillo contra el régimen de Horacio
Vásquez en 1930. Desde entonces y hasta 1961, año de la muerte de Trujillo,
ocupó cargos de importancia: subsecretario de la Presidencia (1936),
embajador en varios países hispanoamericanos y en la ONU (años cuarenta),
ministro de Asuntos Exteriores (1954) y de Educación (1955) y vicepresidente
de la República (1957).
Cuando Rafael Leónidas Trujillo hubo de cesar a su hermano de la presidencia
a causa de su impopularidad en el interior y en el exterior, cedió el poder a
Balaguer (1960); estrechamente vigilado por el dictador, Balaguer trató de
suavizar el régimen del que se sentía «prisionero». El posterior asesinato de
Trujillo (1961) dejó a Balaguer como único poder en el país, con el difícil reto de
desmantelar la dictadura. Tras varias semanas de manifestaciones contra la
continuación de las estructuras represivas del trujillismo, el 16 de enero de
1962 Balaguer fue derrocado en un golpe de Estado encabezado por el general
Pedro Rodríguez Echevarría, y se exilió en Nueva York.
La grave crisis de 1965, en la que los partidarios y los detractores del
presidente izquierdista Juan Bosch (depuesto en 1963) se enzarzaron en una
suerte de guerra civil, quedó zanjada con una intervención militar de los
Estados Unidos y el compromiso de las partes de celebrar elecciones, lo que
permitió el regreso de Balaguer a Santo Domingo. Joaquín Balaguer concurrió
a las elecciones como candidato del Partido Reformista (el PR, que había
fundado en junio de 1964 en Nueva York) y derrotó en la jornada electoral del 1
de junio de 1966 a Juan Bosch, del Partido Revolucionario Dominicano (PRD),
en lo sucesivo su más enconado rival.