Resumen
Concebir la Teoría del Proceso como una disciplina unitaria contribuye a resaltar el carácter
científico del Derecho Procesal, puesto que es mucho más compatible con los fines de la
ciencia pensar en un cuerpo de conocimientos generales, que, en varios cuerpos
particulares, con proposiciones a veces contradictorias entre rama y rama. Si bien esta
caracterización corresponde más bien a la ciencia experimental, también es posible su
aplicación a las ciencias humanas, a condición -como hemos dicho- de tener un adecuado
nivel de generalidad y un razonable número de investigaciones.
El Derecho de acceso a la jurisdicción. Otras en cambio, como la española, definen el
derecho de acción en términos similares a los que se emplean para hacer la consagración
del debido proceso.
Derecho a un debido proceso.
Por razones de método, este acápite se pospone en su desenvolvimiento.
Derecho a una sentencia de mérito o fondo.
El conflicto que se somete a la jurisdicción. No hacerlo es denegar justicia. Aflora en esta
faceta el repudio que se experimenta ante pretextos irracionales de fallas imaginadas que
impidan o retarden absurdamente la decisión del conflicto. La instrumentalidad del derecho
procesal no excusa la observancia de las formas que son a la vez garantía de la libertad,
Pero el cuidado de la forma es tarea del juez quien responde de su atropello. No puede
perderse de vista que toda la perfección de un proceso no tiene un fin diverso del de lograr
la mejor decisión del conflicto.
Se tiene derecho a que se adelante un debido proceso. Cuando un Estado rinde culto a la
libertad y a la democracia, paradójicamente tal vez será el más exigente de la observancia
de las formas del proceso. El meollo de la garantía constitucional del debido proceso, su
núcleo jurídico, cabal como principio axiológico que en sí mismo contenga la esencia de la
garantía, corresponde en su ethos histórico a un corpus diseñado por la doctrina en el
decurso de varios siglos.
El principio de la bilateralidad de la audiencia o del contradictorio, significa que el juez
no podrá decidir una pretensión o reclamo del actor, si la persona en contra de quien ha sido
propuesto no ha tenido oportunidad de ser oída.
Esa norma de valuación procesal que se incrusta en la Constitución como la garantía del
individuo a la inviolabilidad de su defensa en juicio, halla su desenvolvimiento
perfeccionador en el principio de la bilateralidad de la audiencia, por cuanto él mismo
presupone una razonable oportunidad de ser oído y asegura en sus términos latos la
posibilidad de ejercer la defensa de la persona y de los derechos. Se debe expresar que la
bilateralidad alude a la exigencia de dos partes contrapuestas en el proceso, en completa lid,
en contradictorio, en perfecta igualdad de oportunidades y de recíprocas cargas en el curso
del proceso. En el proceso las partes tienen que gozar de idénticas y recíprocas
oportunidades de ataque y de defensa y este es el aforismo que condensa el concepto de
igualdad procesal.
En una organización jerárquica del poder jurisdiccional, como la que históricamente ha
caracterizado el civillaw, de ordinario el proceso está regulado por una red internamente
coherente de reglas inflexibles. Un sistema procesal será tanto más perfecto y eficaz cuanto
más se adapte a su objeto y a su fin.
Las demás son indisponibles en lo absoluto. El régimen del civillaw las considera
presupuestos de una sentencia justa.
Adoptar uno u otro sistema va a depender de la estructura del proceso, a veces, y otras de la
filtración de alguna ideología en el derecho procesal. El sujeto del derecho disponible lo
negocia en sentido pleno y esta disponibilidad se hace extensiva, a veces, hasta el
instrumento mediante el cual se procura su tutela jurisdiccional. El proceso y el
procedimiento son las relaciones jurídicas formales que integran el fenómeno instrumental
destinado a procesar el conflicto de derecho sustancial que va a ser solucionado. El
procedimiento es la serie de actos procesales trazados de antemano por la ley procesal en
atención a la índole sustancial del conflicto que va a ser procesado.