CAPÍTULO CUATRO
CONCLUSIONES SOBRE EL MATRIMONIO, DIVORCIO Y
    CASAMIENTO DE NUEVO, SEGÚN LA LEY Y EL EVANGELIO
Debido a que el presente estudio no es principalmente una tesis con una hipótesis para analizar y
comprobar, las conclusiones no pueden declararse en forma concisa. Hay que recordar que la
asignación original fue eumerar todos los pasajes bíblicos que tenían que ver con el matrimonio,
divorcio y casamiento de nuevo. Se debía permitir que las Escrituras hablaran por sí mismas. Cuando
un punto parecía obscuro para algunos, los autores tenían que clarificar el significado tanto posible.
Sin embargo, se debía prestar atención a las Escrituras. Es cierto que la clarificación requería un
arreglo, la exégesis, el contexto, un narrativo, un comentario y observaciones extendidas. Sin
embargo, se espera que este informe no presente las conclusiones del comité, sino que demuestre un
arreglo de los mandatos y consejos de Moisés, de nuestro Señor Jesucristo, y de los Apóstoles.
Por ende, las conclusiones se encuentran en las Escrituras que se ha examinado en cada capítulo y en
los resúmenes a fin de cada sección. Para la comodidad del lector, se presenta aquí un número de
observaciones y afirmaciones que pueden servir como un resumen general de los puntos dignos de
una consideración devota. Se espera que las siguientes declaraciones provoquen pensamientos para
ayudar al lector sacar conclusiones pertinentes de esta “lectura bíblica sobre el matrimonio, divorcio y
casamiento de nuevo.”
1. Dios mismo proveyó el matrimonio para la ayuda mutua y cumplimiento que un varón y una
   mujer pueden contribuirse.
2. Un segundo valor del matrimonio es proveer una situación en la cual los niños se nacen y se crían.
3. El matrimonio es un pacto sagrado – unión que toma prioridad sobre cualquiera otra relación
   humana.
4. El plan y propósito de Dios dio lugar para un matrimonio monógamo permanente de “una sola
   carne” sin provisión para la separación o divorcio.
5. Dios está estrictamente en contra de los abusos sexuales que destruyen el matrimonio – tales
   como la homosexualidad, la bestialidad, la fornicación, el adulterio y toda impureza sexual.
6. Dios evaluó Su creación, incluyendo la primera pareja, y dijo que todo estaba muy bien.
7. Jesús prohibe que el hombre separe lo que Dios ha unido.
8. Pablo hizo del matrimonio una analogía grande de Cristo y Su Iglesia.
9. El matrimonio es el estado preferido para la mayoría de las personas, según Dios, Jesús y Pablo.
10. El celibato es la excepción y con un propósito.
11. El celibato conlleva problemas que son casi inmanejables para algunos (1 de Corintios 7:2,5,9).
12. Sin embargo, el celibato puede traer recompensas y beneficios. En ese sentido es bueno.
13. A los casados, se les prohibe defraudar al cónyuge por medio de una separación indebida y
    prolongada.
14. Dios ni instituyó ni autorizó el divorcio en el Antiguo Testamento.
15. Jesús y Pablo prohibieron el divorcio debido a que era un pecado.
16. Sin embargo, el divorcio casi siempre ha sido reconocido y tolerado en la sociedad humana como
    una hecho verdadero y efectivo.
17. Cuando se consigue el divorcio, se supone que es una disolución válida del matrimonio, sin tomar
    en cuenta la legitimidad del motivo.
18. Se prohibe el divorcio por todo motivo excepto lo del pecado sexual del cónyuge.
19. Parece que Pablo declare que se puede llegar a ser una víctima inocente del divorcio, si el
    cónyuge incrédulo rechaza seguir viviendo con el creyente, e insiste en separarse, haciendo que la
    separación sea legal y duradera.
20. El divorcio sin base bíblico es pecado – una desobediencia radical contra Dios. El pecado es
    ampliado por un casamiento de nuevo adultero.
21. Los creyentes verdaderos no pueden iniciar un divorcio y casamiento de nuevo. El único divorcio
    y casamiento de nuevo “inocente” es cuando el creyente ha sido víctima y no el protagonista del
    divorcio.
22. No se requiere y recomienda el divorcio cuando el ofensor se arrepiente haciendo posible el
    perdón y reconciliación.
23. En la antigüedad, no hubo costumbre para una separación legal sin el divorcio. La persona o era
    casada o soltera. Tenía todos los privilegios y responsabilidades del matrimonio, o no tenía
    ninguno. Pablo prohibió las separaciones largas dentro del matrimonio (1 de Corintios 7:2-5).
24. La única referencia bíblica a “quedarse desligado” después de una “separación por medio del
    divorcio,” es cuando el creyente desobedece el mandato del Apóstol y se separa del cónyuge
    cristiano. Se le requiere quedarse desligada para mantener abierta la posibilidad de una
    reconciliación.
25. Dios odia al divorcio.
26. Pablo prohibió a los “matrimonios mixtos” (entre un creyente y un incrédulo.)
27. Pablo también prohibió que el creyente dejara o se separa de su cónyuge incrédulo.
28. El casamiento de nuevo después del divorcio fue permitido por Jesús cuando el divorcio fue
    provocado por el adulterio del cónyuge. Pablo interpretó que esa excepción incluía la deserción y
    divorcio conseguido por el cónyuge incrédulo, quien tajantemente rehusa vivir con el creyente y
    obtiene el divorcio a pesar de la objeción del creyente.
29. Parece que Pablo permitía a los creyentes divorciados el derecho de casarse de nuevo si habían
    hecho todo lo posible para corregir los errores suyos y ya están caminando en la luz. Parece que
    este principio incluye tanto a los ___ y los recién convertidos.
30. Se debe clasificar al creyente según su experiencia y vida actual. Ya no es un adultero. Tal vez
    fuera antes, y mucho más. Pablo declara: “Algunos de ustedes fueron así, pero ya son lavados…
    santificados… justificados…” (1 de Corintios 6:11) Los pecados anteriores están bajo la sangre
    de Cristo aunque algunas consecuencias permanecen. Sin embargo, Dios no nos castiga por los
    pecados perdonados.
31. Jesús y los Apóstoles ofrecen la esperanza de una vida nueva a todos los que han perdido el plan
    de Dios, si se acercan a Cristo y se convierten en nuevas criaturas en Él. Todos su pecados serán
    perdonados y algunas de las consecuencias de sus pecados pueden corregirse.
32. El matrimonio es para el hombre – el hombre no fue creado para el matrimonio. Los mandatos
    sirven para tener una vida completa. El legalismo no puede cumplir con las normas de la ley,
    pero el amor sí puede hacerlo.
33. Uno de los retos mayores que enfrenta a la Iglesia de hoy, tiene que ver con los nuevos
    convertidos quienes han sido golpeados y dañados por matrimonios destrozados y por alianzas
    pecaminosas. La Iglesia de Cristo debe comenzar un ministerio para prevenir y sanar el
    matrimonio y la familia, si no, efectivamente deniega su misión a un porcentaje alto de la raza
    humana. Algunos de nosotros éramos así.