EL ROSARIO PARA
DONKEYS
Por Bety Pezino
¿Dónde los dejé, dónde están?
Oye ¿no has visto por ahí mis lentes? Por más que pienso no
recuerdo donde los dejé.
B ¿Por casualidad, no son los que traes sobre la cabeza?
Jajaja, claro, estos son. Muchas gracias.
B Yo siempre recuerdo donde pongo las cosas. Sobre todo,
cuando se trata de deliciosas manzanas.
¿Será que los burros tengan memoria?
B ¡Epa! seré burro; pero que si tengo memoria, tanta así que sé
historias que me contó mi padre, que le contó su padre, que
platicaba su abuelo, que recordaba su tatarabuelo, que…
Para, para. Es decir que sabes historias que se han transmitido por
tradición familiar desde hace muchos años.
B Mmmm… Algo así.
B Oye ¿sabías que mi tataratataratatara…abuelo fue el burro que
acompañó a José y a María a Belén?
Órale, que interesante… ¿Sabes?… a lo mejor tú puedes
ayudarme, es que estoy haciendo unas reflexiones para rezar el
Rosario y…
B ¿El Rosario?… ¿Qué es eso tú?
¿No sabes que es el rosario burro?
B No, pa nada.
Bueno, mira, el Rosario es una oración que Dios nos ha dado por
medio de la Virgen María.
B ¿Y eso como para qué sirve?
Pues para que va a hacer, pues para platicar con Jesús, para
conocerlo más, para estar más cerca de él.
B ¿Pos que es un nuevo paquete de teléfono… ¡Háblele!
¡No burro! Aunque bueno pensándolo bien no estás tan perdido
eh, podría ser como un tipo de teléfono o mejor aún, un
teletransportador.
B ¿Tele qué?
Olvídalo Burrito, yo me entiendo.
B ¿…?
Mira, el Rosario es una manera de recordar los pasajes más
importantes en la vida de Jesús y de esta manera pues es como
estar cerquita de él.
B ¿Y eso cómo de qué manera funciona tú?
¡Ah pues bien fácil! Primero dices un pasaje de la vida de Jesús,
por ejemplo, su nacimiento, reflexionas un poco sobre él y después
dices un Padrenuestro y diez Aves Marías.
B ¿Y cómo para qué tantas aves Marías, pos ahí faltan los aves
Jesuses?
Ay burrito, no existen los ave Jesuses. Son solo Ave Marías porque
María es la madre de Jesús y ella nos va a ayudar a recordar y a
entender con mayor facilidad todo el misterio de la vida de su Hijo.
Además, y lo más importante es que lo que dice el Ave María es el
principio de la vida mortal de Jesús.
B Haber, haber, haber, barajéamelo más despacio porque no
entendí ni una coma.
Burrito, ¿te sabes el Ave María?
B Pos la neta es que no.
No, pues por ahí debimos de haber empezado.
Mira, la primera parte del Ave María está escrito en la Biblia en el
libro de San Lucas, capítulo 1, versículo 28 y dice: “Salve llena de
gracia el Señor está contigo”.
B Órale, ¿y como que quien dijo eso tú?
Pues esto se lo dijo el Arcángel Gabriel a la virgen María para
anunciar, al mundo entero, la buena nueva de la llegada de Jesús a
la tierra, es decir que después de estas palabras, el Angel le dijo a
María que en ese momento Dios se haría carne en su vientre, es
decir que iba a quedar embarazada de Jesús. Es por eso por lo que
es el más importante en la vida del hombre, pues en ese preciso
instante llego la salvación para la humanidad.
B ¡Orale, que profundo! Pero y apoco solo eso dice el Ave María,
pos así hasta veinte me aviento.
Como crees burro, ya te dije que esta es solo la primera parte.
B Ah bueno; pos que sigue.
La parte que sigue también está escrita en la Biblia, en el capítulo 1
de San Lucas y dice: “Bendita tu entre todas las mujeres y bendito
el fruto de tu vientre”.
B ¡Orale, que bonito!, ¿quién dijo eso? y ¿qué fruta traía? ya me
dio hambre, espero que sean manzanas, son mis favoritas.
Burro, es en sentido figurado, como una poesía, una metáfora.
B ¿Una meta qué?
Metáfora, burro, es decir que… Mira el fruto que traía la Virgen
María en su vientre era Jesús, es decir que estaba embarazada,
como un árbol que pronto va a dar su fruto.
B Ah bueno pos así está mejor.
Quien lo dijo fue Santa Isabel a la virgen María cuando fue a
visitarla. Y se lo dijo porque ella ya sabía que había sido la
escogida para ser la madre de Dios. Por eso Isabel le dijo:
“Quien soy yo para que la madre de mi Señor venga a verme”.
B ¡Orale, no pos si los chismes vuelan!
No burro, no fue un chisme; pero, pensándolo bien, sí que voló,
porque fue el Espíritu Santo el que se lo dijo.
B ¿Y ese como que quien es tu?
Ay burro, después te digo.
B Pero me dices, he.
Si burrito te lo prometo. Pero mira déjame terminar de explicarte.
En esta segunda parte del Ave María, Dios nos confirma por boca
de Isabel ¡que ya Jesús está entre nosotros! ¡Ya Jesús se ha hecho
hombre! Por eso estas dos primeras partes son el acontecimiento
más importante de la humanidad; y es por eso por lo que las
repetimos tantas veces, como para que…
B Pos para que les caiga el veinte.
Si burrito, en parte tienes razón, pero también es una forma de
reconocer la misericordia que Dios tuvo con nosotros en ese
preciso momento. Y además es la mejor manera de empezar a
recordar la vida de Jesús, que es precisamente de lo que se trata el
rezo del Santo Rosario.
B Ah pos sí. ¿Y luego, ya se terminó?
No, falta una tercera parte. Y esta es la voz del pueblo de Dios que
reconociéndonos pecadores e indignos de un regalo tan grande
como es Jesús, acudimos a su Madre, es decir a María, para qué
con sus ruegos, nos ayude a alejarnos del pecado y a reconocer a
Jesús como nuestro único Dios y Salvador. Y dice así:
“Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora
y en la hora de nuestra muerte, amen.”
B Oye ¿si yo rezo el Ave María podría salvarme de las tundas que
me da mi amo?
Pobre burrito, yo creo que si te va a ayudar.
B Bueno pos me dijiste que yo podía ayudarte, pero pos como que
no veo cómo.
Si burrito mira, tú dices que uno de tus antepasados acompañó a la
Virgen y a san José a Belén.
B Pos sí, yo dije eso.
Bueno pues lo que necesito que hagas es que me platiques todo lo
que recuerdes sobre las historias que contaban tus antepasados
sobre la vida de Jesús.
B ¡Ah pos eso si lo puedo hacer, yo tengo muy buena memoria!
Bueno, pero con una condición.
Dime.
B Que me enseñes a rezar el Rosario.
¡Claro burrito, con todo gusto! Mira lo haremos así, yo te voy a
decir el misterio y tú me vas platicando todo lo que recuerdes de él.
B Pos bueno, me parece bien. Pero ¡pos ya empieza!
Está bien, pero antes de empezar hay que persignarnos.
B ¿Y, eso con que se come tú?
Pues es como decir a Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo
que en su nombre vamos a rezar el rosario.
B ¿?
Va, que con su bendición vamos a rezar el rosario.
B Ah bueno así sí.
¿Sabes persignarte burrito?
B Pos la neta que no sé.
Bueno pues aprende, haber dame tu pata, te voy a enseñar cómo.
En el nombre del Padre, (te tocas la frente) del Hijo (te tocas el
estómago) y del Espíritu (te tocas el hombro izquierdo) Santo (te
tocas el hombro derecho), y así haces la Señal de la Cruz.
B ¡Ah qué bonito, otra vez, otra vez!
Bueno, una vez más para que aprendas.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
B Bueno pos ya me persigné ahora que sigue.
Pues ahora lo que sigue, es pedirle perdón a Dios por nuestras
faltas.
B ¡Pos si no tengo faltas en el trabajo. Ni chance me da el abusivo
de mi amo de faltar ni siquiera un ratito; ¡me trae trabaje que
trabaje todos los días y…!
Burrito, burrito, no me refiero a ese tipo de faltas, sino a nuestros
pecados.
B ¿?
Ay burro, no sabes que es el pecado, pues claro eres un animalito;
a ustedes Dios los hizo diferentes en eso también a nosotros.
B ¡Pos claro que nos hizo diferentes!, nomás mírate y mírame, yo
si estoy guapo, mira mi perfil caballesco.
Ay burro, ya déjate de estar presumiendo, mira que eso a los ojos
de Dios es un pecado ¡eh!
B ¿Apoco?, pues será que ya estuve mucho rato contigo y ya me
contagié.
¡Síguele eh! y ya no te enseño el Rosario.
B No, no, no te enojes, es solo una bromita. Ya me voy a portar
bien.
Eso espero. Bueno en que estábamos… a sí, mira el pecado es un
acto que desagrada a Dios y nos separa de él.
B Ah ya se, es como cuando me pongo rejego con mi patrón y él
termina diciéndome: “¡burro tonto, mejor me voy, contigo no se
puede!”.
¡Qué cosas se te ocurren!, no, para nada, Dios es infinitamente
misericordioso y respetuoso, él jamás nos va a decir tontos,
imagínate, es como decir que la obra que él hizo quedó mocha. El
se pone muy triste cuando decidimos hacer algo que sabe hará
daño a nuestra alma, es por eso por lo que nos lo prohíbe. Y
nosotros somos los que nos alejamos de él, por caprichosos, porque
queremos salirnos con la nuestra.
B ¡Ahhh! Es como mi amo que siempre le anda diciendo a su hijo:
“¡Mijo!, no se acerque ahí, no ve que esta un poso, no se vaya a
caer”. Pero el chiquillo es terco como yo sabré quien, y ahí va una
y otra vez, hasta que mi amo lo regaña; entonces el chiquillo agarra
a chillar corriendo y haciendo berrinche pa su casa.
Pues mira que sí, algo parecido es esto del pecado; y Dios que es
nuestro Padre pues tiene que corregirnos para que desistamos de
ese mal acto, pero igual que ese niño, nosotros nos alejamos
enojados con Dios por reprendernos. Por eso es necesario hacer un
acto de arrepentimiento, para volver a la amistad con Dios.
B Pos si Dios perdona tantas veces como mi amo perdona a su
chamaco, pos ya estuvo que el acontentamiento es cosa fácil.
Huy burrito, Dios perdona aún mucho más que eso. Perdona hasta
los pecados más terribles que hayamos cometido.
B ¡Orale!, pos sí que tienen un Papá bien chido. Yo quisiera tener
un papá así. El mío pos hace un año que se fue y pos quien sabe pa
donde, ni se despidió.
Ay, pobrecito de ti. Mira, que yo sepa, Dios solamente es Padre de
los hombres, pero a ti también te creó él, de seguro te cuida y te da
todo lo que necesitas para vivir.
B ¿De veras? No, pos que chido saber que hay alguien que se
preocupa por mí y que me cuida. Oye, pero, pos entonces por qué
deja que mi amo me de tantas tundas y me haga trabajar como
burro… a pos que menso, soy burro ¿verdad? Bueno, pero por qué
deja que me maltrate tanto.
Ay burrito, es que uno de los grandes regalos que dio Dios a los
hombres, fue la libertad de actuar con voluntad propia. Y los
hombres hemos usado terriblemente mal este regalo de Dios.
B Y ¿porque entonces no se los quita?, eso hace mi amo cuando
castiga a su hijo.
No es tan fácil. Mira, Dios nos dio la libertad de escoger por
voluntad propia, hacer el bien o hacer el mal. Escoger el camino
que lleva a él o el que lleva a la muerte.
B ¡Híjole!, yo he visto unos pobres becerritos que caminaban
directito pa el matadero; y por más que les gritaba que se salieran
de ahí, nunca me hicieron caso.
Pues sí, es algo parecido. Nosotros los humanos, tenemos un
enemigo muy poderoso que desea nuestra muerte; este ser, fue la
primera criatura que se rebeló contra Dios y le declaró la guerra;
por eso a todos los que somos hijos de Dios nos odia infinitamente;
así que trata de engañarnos con un sin fin de trucos para que nos
desviemos del camino correcto y entremos al camino de la muerte.
B ¡Órale, que fuerte!
Pues si burrito, pero aparte de esto también esta nuestra debilidad
humana hacia el pecado.
B ¿Pos que no comen bien o qué? A mí me agarra la debilidad
cuando no como.
Si burrito, eso es, no alimentamos al alma como es debido.
B Pos no se quien sea esa, pero pobre, pos que ya le den de comer
bien.
El alma es lo que Dios nos ha dado para tener vida, es lo que
permite al cuerpo moverse, pensar, actuar…
B ¡Ah!, pos por ahí debías de haber empezado, pos yo dije, pos
quien sabe quién será esa. Pero bueno y; ¿que come el alma?
Pues mira, al alma se la alimenta con el SOL.
B Perate, perate, ¡Pos como qué con el Sol! pos ni modo que abra
la boca y empiece a masticar los rayos. No, pos que complicado.
No burrito, no me refiero a ese sol, sino al SOL que es Cristo, es
decir, S de Sacramentos, O de Oración y L de Lectura de la
Palabra de Dios.
B No, pos nomás tu sabías eso. ¿Pero pos que es eso de los
sacramentos, oración y lectura de la palabra de Dios?
Pues mira, te lo voy a explicar rapidito porque ya nos desviamos
del tema del Rosario. Los sacramentos son regalos maravillosos
que Jesús nos dejó y que ahora los sacerdotes nos los dan. Están
escritos en La Biblia. Hoy solo te voy a hablar de la
reconciliación.
B Ah pos la reconciliación ya sé que es, ta bien fácil, es cuando te
acontentas con alguien con quien te habías enojado, ¿apoco no?
Muy bien burrito, es reconciliarse con Dios por medio de un
sacerdote.
B ¡Epa! ¿y pa que tiene que estar ese mal tercio ahí? Pos, si yo
quiero arreglarme con alguien, voy yo solito, pa que necesito
padrino.
Burrito, es que con Dios es diferente, porque él no va a venir
personalmente a decirte que te perdona y a aconsejarte para que no
vuelvas a caer en ese pecado. Entonces utiliza al sacerdote como
instrumento para hacerlo. Pero mira esto no es cosa mía, esto lo
dejó Jesús en su Evangelio.
B ¿Evanque? Oye que palabras domingueras que sacas tú.
Ay burro, no son palabras domingueras, tú que no te gusta estudiar,
ni leer y por eso no sabes tantas cosas.
B No, pos eso sí.
Bueno, mira, El Evangelio es la vida y enseñanzas de Jesús, es
más, es Jesús mismo. Y los apóstoles, es decir sus alumnos, sus
amigos y trabajadores en su obra, escribieron parte de estas
enseñanzas de Jesús en un libro llamado La Biblia. Esto que yo te
digo, viene en San Juan, capítulo 20, versículos 21 al 23, y dice
así: “Luego Jesús les dijo otra vez: ¡Paz a ustedes! Como el Padre
me envió a mí, así yo los envío a ustedes. Y sopló sobre ellos y les
dijo: - Reciban el Espíritu Santo. A quienes ustedes perdones los
pecados, les quedarán perdonados; y a quien no se los perdonen,
les quedarán sin perdonar.”
B ¡Orale, que fuerte! entonces, si el sacerdote dice: no te perdono,
pos te amolaste, pero pos, ¿no dices que Dios perdona todo?
Si burrito, Dios perdona todo cuando tú estás verdaderamente
arrepentido y dispuesto a no cometer más ese pecado; cuando estás
dispuesto a reparar tus faltas. Pero si por ejemplo, va un muchacho
y le dice al sacerdote:
“Oiga padre, pues yo vengo a confesarme porque, pues, tengo una
novia, y la quiero mucho, pero pues, hay dos muchachas que me
gustan bastante y; pues, cuando no salgo con mi novia me veo con
una y con otra.”
Entonces el padre le pregunta:
“¿pero, estás arrepentido?”
A lo que el muchacho le responde:
“Pues la verdad es que, pues soy muy débil padre, y pues me
gustan las tres, y no quiero dejar a ninguna”.
¿Tú crees que Dios lo va a perdonar así?
B No, pos la neta que no. ¡Pos si está hecho un lío! Ni sabe lo que
quiere, al rato deja a ésta pa andar con otra y pos, así va a andar
con todo el vecindario. Yo cuando me case con mi burrita, va a ser
pa toda la vida.
Bueno burrito, pues esta es una de las razones por las que Jesús
utiliza a los sacerdotes, para hacernos saber si hemos sido
perdonados o aconsejarnos que hacer para que Dios nos perdone.
Cuando un sacerdote te dice: “Yo te perdono en el nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”, es el mismo Cristo el que te
perdona.
B ¡Ah, no, pos así sí! Pero, pos ahora explícame eso de la oración.
Pues esto es muy sencillo, la oración es la manera en que el alma
del hombre se comunica con Dios.
B Pos, ¿que no es lo mismo que el rosario?
Bueno, el rosario es un tipo de oración, pero hay muchas formas
diferentes como podemos orar.
B Ah, ¿y como cuáles son esas?
Pues puedes simplemente platicar con Dios, como lo haces ahora
conmigo.
B Ay si… cómo no… ¿y él te contesta?
Claro que te contesta.
B ¡¿Pos no dijiste antes que Dios no bajaba a decirte si te
perdonaba o no?!
Claro, si lo dije, pero esto es diferente, porque Jesús te habla a
través de la lectura de la palabra, que es la L de SOL.
B ¡Adió! ¿Y cómo que te habla a través de un libro?, ahora sí que
te la fumaste.
Es que burrito, este no es un libro cualquiera, sino la palabra de
Dios. Dios, Jesús mismo, escribió estos libros a través de algunos
hombres, es por eso por lo que Dios te habla y te contesta, te
instruye y alimenta, por medio de su palabra.
B A ver si entendí, por ejemplo, si yo tuviera dudas sobre el
sacramento de la confesión, pos voy y platico con Jesús y le digo,
oye, ¿pos cómo está eso de la confesión? Pero, y ¿cómo voy a
saber en qué página viene la respuesta?
Bueno, pues cuando te familiarizas con La Biblia, te es muy fácil
encontrar las respuestas; y a veces El Espíritu Santo te da alguna
ayudadita poniendo en tu mente la página o el versículo.
B A ver, es como cuando mi amo me lleva por un camino nuevo, al
principio pos me tropiezo y me pierdo, pero ya como a la quinta
vez ya me siento más seguro.
¡Ándale burrito! igual con La Biblia, al principio te pierdes y no
sabes ni por dónde empezar a buscar, pero después de un tiempo
de leerla vas encontrando las respuestas más fácilmente.
B Ah pos ya entendí.
Pero mira, mejor te leo lo que dice san Pablo respecto a la palabra
de Dios.
B ¡Orale!, ¿ese quién es?... Ya sé, ya se, soy un burro que no leo
libros, pero, es que no se leer y...
Burrito, no te apures, mira yo te voy a decir quién es San Pablo. él
fue un apóstol de Cristo que escribió muchos libros del nuevo
testamento, es decir después de la venida de Jesús, y en uno de
esos libros, llamado carta a los hebreos, en el capítulo 4, versículo
12, escribió lo siguiente sobre la palabra de Dios:
“Porque la palabra de Dios tiene vida y poder”.
B ¡Orale!, ósea, que está viva… y es poderosa…, ¿pero pos donde
vive tú? Yo los únicos que conozco que tienen poder pos, son el
alcaide del pueblo y el dueño de la tierrita donde trabaja mi amo; y
pos, la verdad, hasta tiemblo nomás de pensar que ellos fueran la
palabra de Dios… ¡huy!
Pues te diré burrito, que no debería de haber temor más grande que
el de desobedecer y desconocer la palabra de Dios.
B Huy, pos si me va pior que cuando desobedezco a mi amo, pos
ya me amolé, porque pos ahora voy a recibir doble paliza.
No burrito, Dios no le da palizas a nadie, él es sumamente bueno y
amoroso. Pero al desobedecer su palabra nos estamos alejando de
su protección, de su ayuda, de su amor y entonces por eso nos va
mal en la vida. Además, burrito, Su palabra, en unión con los
sacramentos, es la vida que nos mantiene vivos a nosotros; si nos
alejamos de él pues nos morimos.
B ¿Apoco? No, pos yo ya debo de estar a punto de estirar la
pata… ¡No, pos tengo que aprender a leer bien rápido pa no
petatearme!
Pues más bien lo que se muere es el alma no el cuerpo, pero si se te
muere el alma, cuando se muera tu cuerpo en lugar de ir al cielo te
vas a ir al infierno.
B ¡Orale, pos eso esta pior! No, pos yo me quiero ir al cielo de los
burritos.
Pues entonces aplícate burro. Aprende a leer y a obedecer. Podrías
empezar obedeciendo a tu amo para que ya no recibas más palizas.
B No, pos así por las buenas pos sí. Ya me voy a portar bien y a ser
obediente.
Bueno pues a seguirle al rosario.
B ¿Pos que sigue?
Mira, ya te persignaste, ya reconociste tus pecados, estas
arrepentido de ellos y estás dispuesto a portarte bien. Pues solo te
falta decírselo a Dios. Mira repite después de mí.
Pésame, Dios mío,
B Pésame, Dios mío
me pesa de todo corazón haberte ofendido,
B me pesa más que toda la carga que mi amo me pone en mi lomo,
(¡y sí que pesa he!) haberte ofendido.
Porque eres infinitamente bueno y el pecado te desagrada.
B porque tú eres bien chido conmigo, y yo, a veces me porto bien
mala onda contigo
Propongo firmemente, con la ayuda de tu gracia, no volver a
ofenderte
B La neta que ya no quiero ofenderte, pero pos ya sabes cómo soy,
así que ayúdame porfa.
Y hacer penitencia.
B Te prometo que cargaré todo lo que me ponga mi amo sin
renegar.
B ¿Lo dije bien?
¿…?
Pues, un poquito cambiado, pero, está bien.
B ¿Y ora qué?
Bueno, pues ahora, ya podemos empezar con los misterios del
rosario.
B ¿Oye, y por qué se llaman misterios? Suena como el programa
ese de televisión “Cold Case o CSI”.
Oye burrito, que internacional me saliste.
B A pos pa que veas que no soy tan ignorante como parezco.
Pues ya veo que no. Bueno pues, te explico, un santo muy querido
por la Virgen María y por Jesús, que se llama san Luis María
Grignón de Montfort, escribió en uno de sus libros: “Se llaman,
con razón, las obras de Jesucristo y de su Santa Madre, misterios,
porque están repletas de maravillas, de perfecciones e
instrucciones profundas y sublimes, que el Espíritu Santo descubre
a los humildes y a las almas sencillas que les honran”.
B Orale… hmmm me lo podrías explicar.
Claro burrito, mira, lo que quiere decir es que, la Vida de Jesús y
de la Virgen María, es tan maravillosa, que no la podemos
entender fácilmente, y es el Espíritu Santo, cuando pensamos en
estos misterios, que regala poder comprender, a los humildes y
sencillos, algunas de estas cosas.
B Oye, ¿y yo soy humilde y sencillo?
Pues, cuando te entran tus aires de grandeza, no tanto burrito, eso
de perfil caballezco, ja.
B Pues bueno, igual y exageré un poquito, pero que tal perfil de
burro griego.
Ay burro, sí que estas tremendo.
B Bueno pos síguele, que ya entendí eso de los misterios.
Pues, en lo que sigue, ya voy a necesitar tú ayuda, ok. Vamos a
empezar a meditar el rosario.
El primer misterio que vamos a meditar son los misterios gozosos,
es decir, desde que Jesús fue concebido hasta su infancia.
Pero antes burrito, nos falta hacer algo muy importante; ofrecer
nuestro rosario.
B ¿Cómo? ¿Pos no lo íbamos a rezar nosotros? ¡Pos, cómo qué
ahora se lo vamos a dar a alguien más! No, pos ya no entendí
nada.
A quien se lo vamos a ofrecer es a Dios; y no para que lo rece él,
sino, para darle gracias por todo lo que nos da, pedirle por los
demás, y por nosotros también.
B Ah, pos cómo lo que te decía, pa que mi amo ya no me de tantas
tundas. Ah, pues eso sí que me gustó; y que, ¿Le puedo pedir todo
lo que yo quiera?
Si burrito, solo falta que él quiera dártelo.
B Ah no, pos ahora me vas a salir con que, a chuchita la bolsearon
y que a Dios le duele el codo.
¡Burro, más respeto! Dios es infinitamente bueno y generoso. Es
solo que él sabe lo que te hace bien y lo que te hace mal y no te va
a dar algo que te haga daño, aunque tú se lo pidas y le ofrezcas mil
rosarios.
B ¡Ah, pos bueno, me hubieras dicho eso antes!
Además, lo que más agrada a Dios es que ofrezcamos nuestro
rosario por las necesidades de los demás.
B Pero, pos los demás tienen su propia boca, porque no rezan ellos
y piden lo que necesitan, no, pos que cada quien se rasque con sus
propias pezuñas.
Eso es precisamente lo que Dios no quiere burrito; pues Dios nos
dejó una ley muy clara que debemos obedecer. Dice así: “Ama a tu
prójimo como a ti mismo”. Es decir, que siempre hay que dar y
hacer por los demás, lo que haríamos por nosotros mismos.
B Pos eso está muy difícil, pero pos, lo voy a intentar. Pero pos,
¡eso que tiene que ver con que yo tenga que pedir por los demás,
pos si ni siquiera sé que necesitan! No, pos que mejor pidan ellos.
Mira burrito, tú antes de que yo te enseñara esta oración, ¿rezabas
alguna otra oración?
B No, pos la neta que no.
Entonces, no tenías ninguna necesidad, todo era maravilloso en tu
vida, tu amo nunca te golpeaba…
B ¡No perate, pos para nada! Pues no me iba tan mal, pero, así
como que maravillosa y placentera, pos no.
Bueno pues ahí está burrito, alguien estaba rezando por ti para que
no te faltara que comer, pero, sobre todo, para que abrieras tu
corazón a Dios, que aprendieras a darle gracias. A pedir por que
otros también abran su corazón a Dios y; que no les falte lo
esencial para vivir bien. Ya ves, Dios escuchó esas oraciones y tu
estas aprendiendo a rezar.
B ¿De veras? No, pos la neta que no había pensado en eso… no,
pos que chido. ¿De veras alguien se interesó en rezar por mí?
¿Pero, pos quien se iba a fijar en un burro insignificante como yo?
¿De veras, de veras tú crees que alguien rezó por mí?
Claro burrito, porque cuando uno tiene a Dios en su corazón
aprende a amar todo lo que él creó. Cuando uno ama, desea lo
mejor para los demás y pide a Dios para que así sea. Además, tú
no eres insignificante, Dios te ama y eso te hace un ser especial.
B ¡Wow, me vas a hacer llorar! Mira que yo pensaba que a nadie
le importaba mi suerte. ¡Qué noticia tan maravillosa me acabas de
dar! No, pos ahora yo tengo que hacer lo mismo por los demás. A
ver, pos enséñame cómo.
Es muy fácil burrito, solo pides por los que aún no tienen a Dios en
su corazón, por los que no tienen que comer etc. Pero es muy
importante también pedir por las personas que ya lo sirven y que
trabajan para él, para que no se desanimen y sigan haciendo el bien
por los demás.
B Oye, pos se me está ocurriendo una ocurrencia, pero pos no me
regañes, es solo una ocurrencia de burro.
Está bien burrito, dime, ¿que se te ha ocurrido?
B Pos que, ya que a Dios no podemos verlo, pos él nos usa a
nosotros para que seamos sus manos, sus pies y su boca para
ayudar a los demás.
¡Burrito, de verdad que me sorprendes!, ¡que linda reflexión!
Claro que es verdad, los que trabajamos para Dios somos su
cuerpo, la Biblia lo dice, nosotros la iglesia somos su cuerpo y
Cristo es la cabeza, en el libro de Colosenses, capítulo 1, versículo
18.
B Bueno pos, tengo que decir mi ofrecimiento en voz alta, ahí te
va….
Espera burrito, puedes hacerlo en silencio, con el pensamiento,
Dios escucha tus pensamientos.
B ¡De veras!, ¡ay no!, ¡qué vergüenza!, ¿de veras?
¿Pues qué, están tan cochambrosos?
B ¡Pos, es que nadie me había dicho que Dios escuchaba mis
pensamientos!… ¡no, pos así no se vale!
Bueno burrito, pues ahora ya lo sabes. Puedes empezar pidiéndole
perdón por ellos, y que te ayude a no tener en adelante malos
pensamientos.
B Bueno, pos ya, le ofrecí mi rosario por todos los que conozco, y
por los que no conozco y; pos también pedí algunas cosillas para
mí, pos, como que ya entre en el corazón de mi amo, pos pa que ya
no me golpee tanto.
Y ya verás que pronto va a hacerlo. Lo que tu acabas de hacer es
lo que Jesús nos enseña en Mateo, cap 5, ver 44: “Amen a sus
enemigos y oren por quienes los persiguen”. Que también
significa por los que te han hecho algún daño.
B Ah pos ya entendí, pos si nosotros oramos por los que hacen el
mal, para que Dios entre en sus corazones, pos muy pronto ya no
va a haber malos en el mundo, todos vamos a hacer buenos.
Muy bien burrito, cada vez me sorprendes más. Bueno, pues ya
que hicimos nuestro ofrecimiento, empecemos a meditar el primer
misterio.
MISTERIOS GOZOSOS
Primer misterio: La visita del Angel Gabriel y la encarnación
de Dios.
B Pos ya me habías comentado algo de eso.
Sí, mira burrito, yo te voy a leer lo que dice la Biblia, si tu
recuerdas algo, me lo dices y pues yo lo escribo aquí.
B No pos ta bueno.
A ver si tienes tan buena memoria. ¿En qué libro y qué capitulo te
dije que estaba este pasaje?
B No, pos del paisaje no recuerdo nada, pero lo demás me lo
aprendí muy bien, y es Lucas, Capítulo 1, versículo 28
Muy bien burrito, entonces voy a volver a leerlo: “Llegó el ángel
hasta ella y le dijo: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está
contigo." María quedó muy conmovida al oír estas palabras, y se
preguntaba qué significaría tal saludo.
B Pos claro que yo también me hubiera quedado con un signote de
interrogación en la cara. Entiendo lo de alégrate y lo del Señor está
contigo, pero ¿apoco tu entiendes lo que quiso decir el Angel con
eso de llena de gracia? Pos será que comió mucho de esa fruta que
yo no conozco, pero pos que ya se me antojó, tengo hambre.
Se nota que tienes hambre burro. Mira, sobre eso, yo he leído
algunos comentarios de estudiosos de la Biblia; ellos dicen que
esto significa que, ella estaba llena de Dios, es decir que no había
lugar en su corazón y en su mente, para nadie más que no fuera
Dios, es por eso por lo que desde su concepción nunca tuvo
pecado.
B ¡Orale, pos que fuerte! No, pos yo todo el día pienso en
manzanas, peras, elotes, ahhh, y en mi burrita, claro. Pero pos en
Dios… nomás cuando me van a dar una paliza y digo: ¡ay Diosito!
¡ay Diosito! a cada golpe.
Burrito, pues hay que acordarse de Dios también en las buenas.
Pero bueno, sigamos leyendo: Pero el ángel le dijo: "No temas,
María, porque has encontrado el favor de Dios. Concebirás en tu
seno y darás a luz un hijo, al que pondrás el nombre de Jesús.
B Ah, pos esto ya me lo dijiste, es el momento más importante
para la humanidad, pa ustedes, porque en este momento Dios se
convierte en un bebé dentro de la pancita de María. Ay, que tierno.
Muy bien burrito, veo que aprendes rápido. Bueno, sigamos:
María entonces dijo al ángel: "¿Cómo puede ser eso, si yo soy
virgen?" Contestó el ángel: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti
y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el niño
santo que nacerá de ti será llamado Hijo de Dios.
B Oye, pos ya dime quien es ese tan nombrado Espíritu Santo, por
lo que veo es bien famoso.
El Espíritu Santo, es la tercera persona de la Santísima Trinidad, es
decir, es el Espíritu de Dios que viene a ayudarnos a que no
perdamos el camino que lleva al cielo.
B Oye, pos aquí dicen que se aparecen espíritus, y que andan
penando, ¿no será uno de esos tú?
¡Cómo crees burro! El Espíritu Santo es Dios mismo y Dios no
pena. Qué cosas se te ocurren.
B Bueno, pos yo nomás decía. Pero ¿y eso del gigante poderoso?
Pos, que miedo, dicen que esos son bien malos.
Ay burrito, no es gigante, sino Altísimo.
B Pos, ¿qué no es lo mismo?
En este caso no, mira, se refiere al alma, no al cuerpo. Y quiere
decir que, Dios es tan grande y poderoso que no hay lugar que no
alcance su poder, es decir, que él todo lo puede, no hay nadie más
poderoso que él.
B Ah, pos entonces hay que estar de su lado. No, pos pa que lo
quieres de enemigo. ¡Huy que miedo!
Pues si burrito, hay que estar siempre bajo la protección de Dios.
Pero ya sigamos: Dijo María: "Yo soy la servidora del Señor,
hágase en mí tal como has dicho." Después la dejó el ángel.
B Oye, estoy recordando algo que me dijo mi tío. Que contaban
los burros viejos que, la niña María tenía un burrito que la
acompañaba a todos lados, al cual ella quería un chorro. Cuando
ella estaba en su cuarto a él le gustaba descansar afuera de su
ventana. Bueno, pos ese Burro, era mi tatara tatara tátara tatara
tatara tatara …
¡Burro!…
Ta bien, ta bien. Bueno pues él vio algo muy maravilloso, cuentan
que de pronto, la habitación de la niña se iluminó como si hubieran
prendido como cien focos, y pos en ese tiempo todavía no se
inventaban. Entonces él pudo ver clarito clarito a la niña María,
que de pronto, levantó su carita como si alguien hubiera llegado,
pero lo raro es que no veía a nadie, pero escuchaba lo que
contestaba la niña y, pos fue esto mismo que acabas de leer.
Cuentan que mi tatara decía que la carita de la niña, al principio,
parecía como que hubiera visto un fantasma, se puso pálida, pálida,
hasta mi tatara se asustó que pensó que de verdad había algún
fantasma por allí, pero luego lueguito le cambió el semblante y se
le puso de un rosado hermoso. Desde ese momento, se transformó
tan hermosa que, no hubo, ni habrá mujer en toda la tierra que la
iguale. Mi tatara nunca entendió nadita de lo que pasó ahí, aunque
dice que después se fue acostumbrando, porque a la niña María
seguido le pasaban cosas inexplicables.
Oye burrito, que interesante. Y dime, contaba tu tatara como era la
Virgen en su forma de ser, es decir, si era alegre o le gustaba jugar.
B Ah, pos si, él decía que era muy alegre y que, ahí, en su cuarto,
le gustaba mucho alabar a Dios cantando y que, cantaba tan
hermoso que él se quedaba embelesado escuchándola.
Wow, me imagino que sí.
Mira burrito que, precisamente, pensando en cómo sería la Virgen
María en ese tiempo, compuse una canción, la quieres oír.
B Pos claro, a mí me súper gusta cantar y bailar. ¡Órale, pos
aviéntate!
Muy bien burrito, pero antes vamos a rezar el Padre nuestro y los
Aves Marías.
B Ah pos sí, pero, pos no serán mucho diez, ¿no podrías quitar
unos cuantos?
Ay burrito, bueno está bien, vamos a rezar, por esta ocasión, solo
un Padre nuestro un ave María, un Gloria, y otras dos oracioncitas
más.
B Ah pos ta bueno. Pero, hay un pequeño problemita.
¿Cuál es burrito?
B Pos que yo no sé rezar el Padre Nuestro y aun no me aprendo el
Ave María
Ok burrito, no te preocupes, mira, yo voy diciendo la oración y tú
la repites ok, así te la vas aprendiendo poco a poquito.
B A pos así esta requetefácil.
Padre Nuestro,
que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en tentación,
y líbranos del mal.
Amén.
Dios te salve María
llena eres de gracia
el Señor es contigo;
bendita tú eres
entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto
de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la ahora
de nuestra muerte.
Amén
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los
siglos. Amen
SEGUNDO MISTERIO: La visita de la Santísima Virgen a
Santa Isabel.
B Oye, que chida estuvo la canción, nombre, pos que si bailé.
Si burrito, me di cuenta y, por cierto, no bailas nada mal eh. Pero
bueno, vamos ahora al segundo misterio. Cuando la Virgen María
visita a su prima Isabel.
B A pos también me acuerdo de eso, déjame ver, está en San
Lucas, capítulo 1.
Muy bien burrito, te mereces una estrellita.
B ¿No me la podrías cambiar por una manzanita? tengo hambre.
Sí burrito, te daré varias manzanitas al final del rosario, ¿te parece?
B No, pos claro que me parece. Pos entonces apurémosle a esto,
que sigue.
No burrito, el rosario no se puede apurar, debe rezarse
tranquilamente y meditando bien cada misterio, porque a la carrera
no sirve de mucho. Pero bueno, leamos de nuevo este pasaje:
Por entonces María tomó su decisión y se fue, sin más demora, a
una ciudad ubicada en los cerros de Judá. Entró en la casa de
Zacarías y saludó a Isabel. Al oír Isabel su saludo, el niño dio
saltos en su vientre. Isabel se llenó del Espíritu Santo y exclamó en
alta voz: "¡Bendita tú eres entre las mujeres y bendito el fruto de
tu vientre! ¿Cómo he merecido yo que venga a mí la madre de mi
Señor? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de alegría
en mis entrañas. ¡Dichosa tú por haber creído que se cumplirían
las promesas del Señor!"
B Oye, pos mira que estoy recordando algo sobre esto.
A ver, dime burrito, déjame tomo nota.
B Pos decía mi tatara, que como dos días después del suceso raro
de cuando se iluminó el cuarto de la niña, pos bueno, que ella lo
desató, le dio muy bien de desayunar, le puso bultos sobre su lomo
y se lo llevo a caminar como dos días; y pos que ella iba como en
la luna, como pensativa, suspiro que suspiro; de repente se reía, se
tocaba la pancita, se volvía a reír y luego, le hablaba a su pancita,
repetía Jesús, Jesús y decía un montón de cosas raras, no, pos dice
mi tatara que él pensó pos que la pobrecita había perdido su buen
juicio. Pero luego que llegaron a una casa y pa pronto que sale una
señora y que la abraza con aquel gusto y luego pos que le dice, pos
eso que tu leíste. Pos dice mi tatara que se quedó de a cuatro, y
que pensó, ¿Pos como que mi niña María es la madre de Dios? Y
pos entonces atando cabos se dio cuenta pos que el día que se
ilumino la habitación, pos que esa luz era Dios mismo que se metió
dentro de su vientre. Pos ahora mi tatara era el que casi se vuelve
loquito, porque pos no entendía cómo había pasado todo eso. Pero
pos clarito que escuchó que la Señora Isabel le decía: ¿Como he
merecido que venga a mí la madre de mi Señor?
Y pos luego que la niña María se arranca en primera diciendo un
montón de palabras que mi tatara no entendió ni jota. No pos más
confundido quedó mi pobre tatara.
Ah, bueno, burrito, eso que escuchó tu tatara debe de haber sido el
Magníficat, que viene en el pasaje siguiente de San Lucas.
B Pos sí, debió de haber sido algo bien magnífico, porque se quedó
con el hocico bien abierto.
No, burro, es que Magníficat se le llama a la oración de alabanza
que la Santísima Virgen elevó a Dios aquella vez, como si dirigiera
hacia él, la alabanza que Santa Isabel le hizo a ella.
B Ah, pos debe de haber sido eso tú, pero pos decía mi tatara que,
cuando la niña María dijo eso, pos que estaba como fuera de este
mundo, bien parecido al día de las luces, ándale, como si se
iluminara de nuevo su rostro.
Eso se llama éxtasis místico burrito. Es como si Dios te sacara por
un momento de este mundo y te llevara al Cielo. Eso le pasó a la
Virgen María porque estaba llena de Dios y; sobre todo, por la
humildad que había en su corazón. Por eso en el Magníficat ella
dice: "«Proclama mi alma la grandeza del Señor y mi espíritu se
alegra en Dios mi salvador, porque ha puesto los ojos en la
humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las
generaciones me llamarán bienaventurada, porque ha hecho en mi
favor maravillas el Poderoso, Santo es su nombre y su
misericordia alcanza de generación en generación a los que le
temen."
B No, pos si es cierto, si hubiera sido yo, pa pronto que me hubiera
pavoneado por todos lados presumiendo a todos.
No, pues ya lo creo que sí.
B Pero, pos déjame y te digo otra cosa, pos que luego pensaba mi
tátara, pos cómo mi niña recién embarazada, y del mismo Dios,
anda visitando parientas. Pos debería de haberse quedado en su
casa, cuidándose mucho. Pos eso es lo que hacen las burritas
embarazadas, pos más ella que trae a Dios en su vientre.
Pues si burrito, es que la Santísima Virgen es una persona mucho
muy servicial y pensó que su prima, al ser ya anciana, necesitaría
quien la cuidara y como, además, es una persona que ama a todos,
pues no le pensó dos veces para ir a ayudarla.
Pero anda, ya es hora de rezar.
B Oye, pos, nomás que antes, pos contéstame una preguntita.
Dime burrito
B ¿Pos no que íbamos a meditar la vida de Jesús? Pos ya es el
segundo misterio y no hemos hablado mucho de él que digamos.
Bueno burrito, lo que pasa es que no podemos hablar de Jesús sin
hablar antes de su Madre, pues sin ella él no hubiera nacido,
además, en estos misterios meditamos que la Virgen María tenía
que ser una mujer única, diferente a todas, porque Cristo era el
mismo Dios, así que, tenía que nacer de una mujer llena de gracia,
es decir, inmaculada, porque si no, entonces él hubiera nacido
hombre pecador, y nosotros como Cristianos, afirmamos que
Cristo es verdadero Dios y verdadero hombre, igual en todo a los
demás hombres, menos en el pecado. Además, pues siempre que
se habla de la vida de una persona se habla también de sus padres,
¿o no?
B No pos eso si es cierto. No, pos ya me quedó aclarada la duda,
continuemos.
Muy bien burrito, pues ya sabes cómo ok, yo voy a volver a decir
la oración y tú la repites.
Padre Nuestro…
Ave María…
Gloria...
TERCER MISTERIO: El nacimiento de nuestro Señor
Jesucristo en Belén
B Ah, pos eso es lo que te decía, que ahí los llevo mi tatara.
Bueno burrito, platícame todo lo que recuerdes, solo déjame y te
leo primero lo que dice la Biblia, al respecto, en San Lucas,
Capítulo. 2, versículos. 6 y 7
Mientras estaban en Belén, llegó para María el momento del parto
y dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo
acostó en un pesebre, pues no había lugar para ellos en el mesón.
B ¡Perate, pos si mi tatara nunca habló de que fueran a buscar
comida, sino un cuarto! ¡¿Pos cómo que mesón?!
Mesón le decían en aquel tiempo, a los lugares donde recibían a los
visitantes que necesitaban un lugar donde comer y dormir.
B ¿Ah, pos que dormían arriba de las mesas o qué?
Pues dormían donde podían burrito, es por eso por lo que para San
José y la Virgen, no era conveniente que se quedaran ahí, pues
imagínate que Jesús iba a nacer en medio de tanta gente y tanto
ruido, y hombres borrachos y sabrá Dios que más.
B No, pos eso sí que es cierto. Pero bueno, pos déjame contarte lo
que sucedió.
Ándale burrito, yo voy a tomar nota de todo lo que digas.
B Pos decía mi tatara, que después de que casi se vuelve loquito
con todas las cosas raras que había visto y escuchado el día de las
luces y con esa señora Isabel. Pos que ahí se quedaron un tiempo.
Después regresaron a Nazaret y todo fue paz y tranquilidad,
aunque con la diferencia de que ahora vivían en la casa del joven
José, que se convirtió en su amo también y, además, veía como la
pancita de la niña María, pos crecía cada vez más. Ya mi tatara
estaba recuperando su cordura, cuando una mañana, bien
tempranito, y mientras se alimentaba, pos que sintió que lo
cargaban de bultos y escuchó cómo el amo José y la niña María
hablaban sobre si ella debía de ir o no; entonces, la niña María dijo
bien clarito, adonde vayas esposo mío ahí iré yo, y por la gracia de
Dios todo saldrá bien. Y pos el amo José le da las gracias y le
dice, prometo cuidar de ti y del niño con mi propia vida; yo
también confió en que Dios proveerá y todo estará bien.
Y pos que se monta la niña María en el lomo de mi tatara. Y pos
dice mi tatara que sintió mucho peso en su lomo, pero que era algo
extraño, porque pos sentía mucha alegría en su corazón, cosa que
solo había sentido antes, cuando llevó a la niña María con su prima
Isabel, pero pos en aquel tiempo, ella no pesaba tanto. Y pos que,
en esta ocasión, esa alegría que sentía, lo ayudó mucho a aguantar
largo rato caminando.
Pos bueno, pos luego decía que después de muchos días de camino
y de mucho cansancio, ya cuando sentía que no podía caminar un
paso más, que ya casi de noche llegaron a un lugar llamado Belén;
y que la niña María pos que de repente que se toca su pancita y
mira al amo José, quien se da cuenta, pos de que ya su esposa está
próxima a dar a luz, y pos que se apura a buscar un lugar para que
nazca el niño, y que todo está lleno de gente y; pos dice que
escuchaba como su amo le decía a un señor, pos que su esposa
estaba embarazada y que necesitaba un lugar para pasar la noche.
Después de pedir posada en varios lugares, por fin un señor pos se
apiadó, y que le dice que pos le presta la cueva donde guarda los
animales, y pos que llegamos ahí. El pobre de su amo estaba todo
preocupado, pos porque decía que él hubiera querido conseguir un
lugar digno para que naciera Jesús, pero pos que solo pudo
conseguir aquel lugar. Decía que la niña María, pos a pesar de su
estado de urgencia, aunque decía mi tatara que parecía que no
sentía ningún dolor, porque en vez de quejarse, ella misma limpió
un poco aquel lugar y sacó la mantilla con que arroparía al bebé.
Pero bueno, consolaba a su esposo diciéndole que no se
preocupara, que todo estaría bien. Y pos que el amo trajo paja
limpia para que se recostara su esposa; y pos ahí viene lo bueno,
otra vez que casi que mi tatara se le bota el seso de nuevo. Pos
dice que otra vez, estando todo oscuro, de repente que parece de
día por tanta luz, pero, pos dice que parecía que el mismo sol
estuviera dentro de esa cueva, no, pos que todos los animales que
estaban ahí junto con mi tatara se quedaron hocicabiertos y con los
ojos pos medio que, abiertos y cerrados, porque pos estaban bien
encandilados. Y que cuando se apagó aquella luz, vieron a la niña
María sentada sobre la paja y con el niñito en brazos; y para
cuando acordaron, todos estaban postrados ante El. Contaba mi
tatara que la niña María y el amo José lloraban de emoción y
alegría y que, aunque se quedaron mudos por mucho tiempo, pos
no dejaban de sonreír y de mirarse el uno al otro y mirar al niño. Y
pos que la niña abrazaba a su niñito y lo besaba y bendecía a Dios
y luego se lo pasaba a su esposo y él lo abrazaba y solo decía, que
bueno eres Señor yo no soy digno de este regalo, no soy digno, y
se lo volvía a pasar a su esposa, y ella lo abrazaba de nuevo y los
dos se quedaron horas mirándolo, solo cuando el niño empezó a
llorar, que rápido que la niña se lo prende a su pecho y asunto
arreglado, no más llanto.
Y pos las sorpresas no quedaron ahí. No, pos si te digo que mi
tatara antes no le dio un infarto con tantas cosas inexplicables que
sucedieron. Pos que de repente, pos que llegan unos pastores, pos
dizque preguntando que si ahí estaba Dios hecho hombre, pos
porque iban a adorarlo; porque unos Ángeles se les aparecieron y
les dijeron que ahí lo iban a encontrar. Y pos que la niña María y
el amo José, pos nomás se miraban y no dijeron palabras, solo la
niña cargó al niño y se los mostró, y pos ellos pa pronto que se
hincan y lo besan y empiezan a alabar a Dios. No pos decía mi
tatara que por más que abría sus ojotes y sus orejotas pos no
entendía nadita de lo que pasaba ahí. No y pos puedo pasarme
toda el día platicándote cosas que sucedieron despuesito de eso.
Oye burrito, pues que interesante, después me sigues contando
cosas sobre este pasaje. Qué bendición de tu tatara poder estar ahí,
precisamente, en el nacimiento de Jesús. ¡Cómo desearía yo
también haber estado ahí! Pero pues tu relato casi que me
transportó a ese lugar y a ese momento. Oye, te deberías de dedicar
a contar historias, lo haces muy bien.
B Gracias maja, que lo he aprendío de mi padre.
Ay burrito, sí que me haces reír. Bueno, ahora vamos a rezar ¿te
parece?
B Me parece, me parece.
Padre nuestro…
Ave María…
Gloria...
CUARTO MISTERIO: La presentación del niño Jesús en el
templo.
B ¿Y pos a quien le querían presentar tu?, no, pos si estaba
rechiquito como para andar de relaciones públicas. Ah que papás
tan alcahuetes.
Burro, más respeto, a quien lo llevaron a presentar fue a Dios. Por
eso iban al templo, que era la casa de Dios. Pero mira mejor te leo
lo que dice la Biblia en San Lucas 2, del 22 al 24:
Asimismo, cuando llegó el día en que, de acuerdo con la Ley de
Moisés, debían cumplir el rito de la purificación, llevaron al niño
a Jerusalén para presentarlo al Señor, tal como está escrito en la
Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor.
También ofrecieron el sacrificio que ordena la Ley del Señor: una
pareja de tórtolas o dos pichones.
B ¡Ah, Pos si mi tatara también los llevó ahí!
¿A sí? pues ándale platícame.
B Pos resulta que decía mi tatara, que después de algunos días de
sorpresas y más sorpresas, después del nacimiento del niño, y de
ver a la niña María bien atareada, teje que teje y cose que cose, pos
un día se levantaron el amo y ella más temprano que de
costumbre; y eso que decía que casi casi se levantaban antes de que
el gallo cantara todos los días, pero bueno, ese día sí que se
levantaron antes del canto del gallo; y que la niña lo llevó a traer
agua, y por fin supo que era eso que tan atareada hacía; eran dos
hermosas túnicas, dos hermosos mantos y un ropón bellísimo pa el
niño. Nombre, decía mi tatara que su amo le hermoseó muchísimo
su trabajo a la niña. Ojalá y mi amo me dijera alguna vez algo
agradable sobre el mío, por más que me esfuerzo siempre me dice,
“¡burro tonto, no haces nada bien, ya debería remplazarte por un
caballo, esos sí que trabajan!” No, pos así ni ganas dan de trabajar.
Ay burrito, pues pide mucho por la conversión de tu amo, para que
sea tan bueno como San José y la Virgen María con tu tatara.
B No pos sí. Pero bueno, pos entonces decía mi tatara, que se
arreglaron, se peinaron y arreglaron al niño como si fueran a una
fiesta; y luego pos salieron por él, y decía que hasta a él lo
cepillaron y le pusieron una manta requetebonita. No, pos que si
se sentía bien orondo mi tatara. Dice que sentía como si llevara en
el lomo a unos reyes.
Ay burrito, si supiera tu tatara que de verdad llevaba a los futuros
reyes del Universo.
B No, pos se hubiera caído pa tras. Pero pos por algo él dijo eso, a
lo mejor pos presentía algo. Pero bueno, luego decía mi tatara que
llegaron a comprar dos pichones, pos que él pensó que eran un
regalo del amo a la niña María, pero pos que luego se dio cuenta
que no. Pos bueno, luego pasaron por un lugar donde había mucha
gente que vendía cosas. Luego lo llevaron a otro lugar donde se oía
a mucha gente alabar y cantar a Dios, y ahí lo amarraron junto a
otros burros que estaban ahí, y se fueron. De rato vio que venían y
que, de repente, les sale al encuentro un hombre, que les dio
tremendo susto, porque tomó a la niña del hombro y la detuvo y
después, que se le queda mirando al niño y que empieza a decir
cosas bien raras.
Si burrito, lo que dice viene en la Biblia en el mismo capítulo 2,
pero en el versículo 29 al 32 y dice:
“Ahora, Señor, ya puedes dejar que tu servidor muera en paz,
como le has dicho. Porque mis ojos han visto a tu salvador, que
has preparado y ofreces a todos los pueblos, luz que se revelará a
las naciones y gloria de tu pueblo, Israel.”
B No, pos con razón mi tatara no entendió nada.
Mira burrito, el que dijo eso se llamaba Simeón; él era un hombre
que creía firmemente en la venida del Mesías, es decir del Salvador
de los hombres. Dios premió su fe permitiéndole que reconociera
en Jesús al Salvador, es por eso por lo que da gracias y alaba a
Dios; cómo ya era muy anciano le dice que ya puede morir en paz
porque ya vio a Jesús.
B Ah, pos ta bueno. Pero pos, luego le dijo otras cosas que mi
tatara tampoco entendió, algo de una espada; no pos mi tatara
pensó, “ya tan chiquito y le piensan comprar espadas al niño, pos
que querrán que sea soldado de grande, pobre crío”.
Ya veo burrito de donde sacaste ser tan ocurrente, ja.
B ¿Pos, como por qué me dices eso tú?
Pues porque eres igual de ocurrente que tu tatara. ¿Pues cómo que
comprarle una espada al niño Jesús?
B Pos bueno, fue lo que él entendió.
Mejor leamos lo que dice la Biblia en los versículos 34 y 35:
"Mira, este niño traerá a la gente de Israel caída o resurrección.
Será una señal impugnada en cuanto se manifieste, mientras a ti
misma una espada te atravesará el alma. Por este medio, sin
embargo, saldrán a la luz los pensamientos íntimos de los
hombres."
B No, pos me quedé igual que mi tatara, ¡pero, pos ahí está lo de la
espada!
Esto significa que Jesús viene a decir muchas verdades y a corregir
a muchos. Para los que lo acepten será de resurrección, es decir
tener una vida nueva, pero para los que no lo acepten será como
morir en vida; y éstos lo van a odiar, a rechazar y lo van a
crucificar. Todo esto será tan doloroso para la Virgen María, que
sentirá como si una espada le atravesara su corazón.
B No, pos que fuerte, pobrecita de la niña María y pos también del
niño Jesús. ¡No, pos si habrá gente mala en el mundo!
Mira burrito, la Iglesia Católica ha tomado como ejemplo a seguir,
para todas las familias del mundo, a la Familia de Jesús, José y
María; porque fueron una familia santa que siempre estaba
dispuesta a hacer la voluntad de Dios; que a pesar de que fue una
familia muy atacada por la maldad humana y hasta por el mismo
Satanás, nunca perdió la fe, siempre se mantuvo firme haciendo y
aceptando la voluntad de Dios fuera la que fuera.
B ¡Orale, que fuerte! No, pos que bonita familia, ojalá y todas las
familias del mundo fueran así, como ellos.
Pues si burrito. Que te parece si este misterio lo ofrecemos por
todas las familias.
B Ah pos me parece muy bien. Sirve que yo también pido por la
mía, pos pa que mi papá regrese a casa.
Padre nuestro…
Ave María…
Gloria...
QUINTO MISTERIO: El niño perdido y encontrado en el
templo.
B Jesús, José y María salven a las familias, Jesús, María y José
salven la mía también.
Burrito… ya terminamos de rezar.
B Ah, pos ni cuenta me di. No, pos yo seguía pide que pide, pos pa
que mi papá regrese.
Te aseguro burrito, que ya tu oración fue escuchada, pero bueno,
mañana y en adelante la repites de nuevo hasta que tu papá regrese.
B A no pos ta bien. Que al cabo ya me aprendí esta oracioncita.
Bueno pues sigamos.
Este es el quinto y último misterio gozoso. Es el niño perdido y
encontrado en el templo.
B Oye, y ¿pos qué niño fue el que se perdió? no, pos pobre de su
mamá.
Pues Jesús, burrito. Mira, ya que estaba de doce años lo llevaron
por primera vez al Templo. De regreso a casa, como iban con un
grupo grande de personas, pues José pensó que Jesús iba con María
y ella pensó que iba con José…
B Ah sí, también mi tatara contó eso. Pos que, en la tarde, ya casi
de noche, se dieron cuenta de que no estaba el niño; y que pos que
la pobre niña, solo lloraba en silencio y murmuraba algunas
oraciones. El amo José trataba de consolarla orando junto con ella.
Preguntaron por todas partes y nada, nadie lo había visto, decía mi
tatara que él rebuznaba y rebuznaba hablándole y nada que
contestaba el niño. Hasta tres días más tarde lo encontraron en el
templo. Pos mi tatara no supo que estaría haciendo ahí, pero decía
que regresaron todos bien calladitos y no hablaron por un buen
rato. Pero luego contó, que después de eso, el niño Jesús nunca
volvió a hacer una travesura como esa; y que siempre fue un niño
muy bueno, que obedecía en todo a sus papás, aunque a veces
decía cosas que sorprendían mucho a la niña, pero ella en lugar de
alegarle, se quedaba callada por un rato y después llegaba de nuevo
el niño y la hacía reír muchísimo, y empezaban a jugar y a correr
uno detrás de otro y luego el niño que ya estaba de su misma
estatura, alcanzaba a la niña y la abrazaba y le daba besos… ¡Ah!,
que me he acordado de mi mamá, ¡qué buena que es, y yo, cuánto
la hago renegar!
Pues si burrito, a veces somos muy ingratos con nuestros padres,
debemos de aprender a respetarlos, a quererlos y a orar mucho por
ellos. Pero bueno, que linda que debió de haber sido la familia de
Jesús, que alegre, y que difícil debió de ser para José, pero sobre
todo para María, perderlo; pues para una madre el dolor más
grande que puede tener viene de sus hijos.
Pues bueno, todo esto que hemos meditado, viene en la Biblia, en
San Lucas capítulo 2 versículos del 43 al 51, cuando aprendas a
leer lo lees ok.
B Está bien. Pero ahora vamos a rezar; y sabes, me está gustando
mucho, me siento contento y pos siento mucha paz.
Qué bueno burrito, eso significa que ya Dios está entrando en tu
corazón.
B Pos sí que la Biblia es verdad, porque pos mi tatara, igual que
yo, tampoco sabía leer ni escribir y pos el platicaba cosas que están
escritas aquí. ¡No, pos que fuerte!
Pues sí, todo lo que está escrito en la Biblia es verdad y fue
inspirado por Dios a quienes lo escribieron.
Pero bueno burrito, ¿pues qué crees?, que ya hemos terminado de
rezar los misterios gozosos del santo Rosario, solo nos falta hacer
una oración por el santo Padre.
B ¿Y ese quien es tu?
Pues el Santo Padre es el representante de Cristo en la tierra, es el
sucesor de san Pedro y quien dirige la iglesia que fundó Jesús.
B ¿Y quién es san Pedro? Y pos ¿cómo estuvo el suceso ese?
Sucesor burrito. Mira, San Pedro fue el primer Papa, Jesús fue
quien lo escogió para que fundara su Iglesia. Esto está escrito en la
Biblia en San Mateo capítulo 16 versículo 18 y dice:
“Y yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra voy a construir
mi Iglesia.”
¡Orale, pos si cierto! Pero pos ni modo que lo haya hecho también
inmortal, ¿Pos cómo que todavía vive y que vamos a rezar por él?
Ay burrito, pues es que no me dejas terminar de explicarte, mira,
después de que murió San Pedro, los apóstoles oraron para que el
Espíritu Santo los iluminara y de entre ellos mismos escoger al
sucesor de san Pedro, es decir, a quien se iba a quedar en su lugar,
y así, después de que murió ese papa, escogieron a otro y después
de muchos papas, pues ahora tenemos al papa actual y por él es por
quien vamos a rezar.
B Ahhhhh ya entendí. Bueno pos ta bien, y ¿qué vamos a rezar?
Un Padre nuestro, un Ave María y un Gloria.
B A pos ta bien, esas ya me la sé.
Padre nuestro….
Bueno y ahora la Salve.
B ¿Y a quien vamos a salvar tú?, ¿! qué, alguien se está
ahogando?!, ¡ya vamos aguante, aguante!…
Burrito, burrito, nadie se está ahogando. La Salve Regina es una
oración a la Virgen María.
B Ah, pos explícate, yo ya iba a lanzarme al agua… oye pos si no
hay agua aquí…
Ay burrito, mira, mejor ya terminemos. Fue suficiente por hoy.
Repite después de mí.
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra.
Dios te salve.
A Tí clamamos los desterrados hijos de Eva,
a Tí suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora Abogada Nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos,
y después de este destierro, muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
Oh, clemente, oh piadosa, oh, dulce Virgen María.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar
las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Bueno, pues te veo mañana para que me digas lo que recuerdes de
los misterios luminosos.
B Bueno, pero y ¿pos cuáles son esos?
Burrito, mañana te digo.
B ¡Uh! pos que poca paciencia tienes, pos yo nomas quiero saber.
Mañana burrito.
B ¿Me vas a dejar con la duda?
Si burro.
B No voy a poder dormir.
Si puedes burrito. Ya me voy.
B ¡Eh, no te vayas!
¿Hola?... huy, ya se fue…
¿Cuáles serán?... Ya quiero que sea mañana…
Oye, ¿y mis manzanas…?
MISTERIOS LUMINOSOS
Burrito por qué traes esa cara, parece que no has dormido en una
semana.
B Que chistosa que eres. ¡Pos claro que no dormí!
Pobre burrito, ¿pues por qué no pudiste dormir?
B Y todavía lo preguntas, ¡pos porque alguien no me quiso decir,
CUALES SON LOS MISTERIOS LUMINOSOS!
Calma burrito, ahora te digo; oye, sí que eres curioso. Pues mira
que es bueno ser curioso, pero eso de no dormir… como que
exageraste un poquito ¿no crees?
B Grrrrrr
Calma, calma burrito, haber, respirando, respirando, respirando,
respirando, y soltamos.
Muy bien, así se hace. A ver, ¿quién es el burrito más lindo del
mundo…?
B Pos yo… ¡pero ya dime!
Muy bien, pues los misterios luminosos son la vida pública de
Jesús.
B Apoco Jesús fue un artista, mi tatara no me contó eso. A ver,
hecha el chisme.
No burrito, Jesús no fue ningún artista, aunque es el hombre más
influyente de todos los tiempos y su fama, aun hoy, es muy grande.
B ¡Orale! ¿y qué fue lo que lo llevo a la fama tu?
Sus prédicas burrito, pero, sobre todo, su testimonio de vida, pues
él hablaba con sus obras más que con sus palabras.
B No, pos yo las únicas obras que conozco son las que hace el
maistro que vive en el rancho, y pos ninguna habla, y eso que
dicen que hasta las piedras me gritan, ¡ya cállate burro! pero…
Burrito, yo no hablo de las obras de construcción, hablo de la obra
de la vida de Jesús, es decir, lo que decía con sus actitudes, con su
manera de vivir.
B Ah… pos ¿y que dijo tú?
Pues empecemos a meditarlo y ya verás. Mira, el primer misterio
es el bautismo de Jesús en el Jordán.
B Ay, que tierno. Yo estuve en el bautizo de los hijos de mi amo y
que bonitos se veían con su roponcito… oye, pero pos eso ya lo
meditamos, pos cuando lo llevaron al templo…
No burrito, ahí solo lo presentaron, pero no lo bautizaron porque
todavía no existía la costumbre de bautizar con agua. Sino que fue
San Juan el Bautista quien lo hizo por primera vez.
B Oye, pos que no se llamaba Juan el hijo de la Señora Isabel.
Ándale burrito, muy bien, pues él nació para ser el precursor de
Cristo, es decir, el que lo iba a anunciar…
B Ah, como en la fiesta del pueblo, cuando dicen: “¡Y con ustedes
queda, JESUS!”
No burrito, así no presentó Juan a Jesús, él lo que anunciaba es que
se convirtieran, que dejaran de pecar, porque el Mesías había
llegado, que era el hijo de Dios; en san Marcos capítulo 1, del 9 al
11, viene como Juan bautiza a Jesús:
En aquellos días Jesús vino de Nazaret, pueblo de Galilea, y se
hizo bautizar por Juan en el río Jordán. Al momento de salir del
agua, Jesús vio los Cielos abiertos: el Espíritu bajaba sobre él
como lo hace la paloma, mientras se escuchaban estas palabras
del Cielo: "Tú eres mi Hijo, el Amado, mi Elegido."
B ¿Oye, por qué antes se bautizaban a las personas ya grandes y
ahora se bautizan de bebes?
Pues porque cuando se instituyó el sacramento del bautismo,
obvio, nadie antes había sido bautizado, entonces pues se
bautizaban a la edad que tenían en ese momento. Y como era algo
nuevo pues solo los grandes lo hacían, pero con el tiempo se dieron
cuenta de que, lo mejor era bautizar a los recién nacidos para que
desde pequeñitos pudieran ser Hijos de Dios y miembros de la
Iglesia de Cristo.
B Ah pos si verdad. Oye, y ¿cómo que el cielo se abrió? Pos ni
modo que lo cortaran con un serrucho gigante. A mí se me hace
que ahí si como que se les paso la mano.
Burro, nunca debes de dudar de la veracidad en la palabra de Dios.
Quizás lo que sucedió es que el cielo estuviera muy nublado, que
precisamente en ese momento se abrieron las nubes y bajó el
Espíritu Santo en forma de Paloma.
B ¿Ja, y como saben que esa paloma era el Espíritu Santo?
Pues porque en el momento que se paró la paloma sobre Jesús, se
escuchó la voz de Dios que decía a Jesús: “Tu eres mi Hijo, el
Amado, mi Elegido”.
B Y no sería alguien más que dijo eso, a lo mejor era un hombre
que se lo decía a su hijo y luego dijeron que era la voz de Dios.
Burro, que incrédulo que eres. Pero mira que cuando Dios habla
retumba el cielo, la tierra y todo el universo. Obvio que la voz de
Dios es inconfundible. Por lo que veo tu tatara no estuvo ahí
verdad.
B No, pos no recuerdo que me hayan platicado nada de eso. ¿Pero
y tu como sabes eso, que todo retumba cuando Dios habla?
Pues porque la Biblia lo dice, en el Salmo 29:
“La voz del Señor resuena con fuerza. La voz del Señor resuena
imponente. La voz del Señor hace temblar al desierto. La voz del
Señor sacude las encinas y deja sin árboles los bosques” …
B No pos con eso es suficiente, te creo. Oye pos sí que tienes
respuesta pa todo.
Yo no burrito, sino la Palabra de Dios, ya te dije que en ella puedes
encontrar la respuesta a casi todas tus dudas.
Pero bueno, continuemos con el rezo del rosario; y sabes, en esta
ocasión, antes de las oraciones, diremos a Jesús algo que nazca de
nuestro corazón.
B No, pos a mí me nace decirle que con gusto lo llevaría a donde
quisiera, que sería feliz siendo su burro de carga, pero, pos ya no
vive aquí en la tierra, pos eso no puede ser.
Claro que puede ser burrito, ya se te olvido lo que me dijiste antes,
que nosotros somos los pies y la boca y el cuerpo de Dios aquí en
la tierra. Pues entonces tú puedes llevarlo a él, llevando su palabra
a los demás, ayudando a otros a encontrarse con él. Ayudando al
necesitado, al hambriento, al preso, al más lejano de su amor.
B ¡De veras!, ha pos yo me apunto pa hacer eso.
Yo quiero Jesús, llevarte a donde tú quieras, quiero ser tu boca, tus
manos, tus pies en este mundo, quiero aprender a leer pa conocer
tu palabra y llevarla a los demás, como ahora yo la estoy
recibiendo. Di que sí, ándale, di que sí, ¿sí?, ¿no te escucho?
¿podrías hablar más fuerte? … Ay no, mejor no tan fuerte, porque
no sea que empiece a temblar aquí, no pos que miedo.
Mejor recemos, ¿sí?
Padre nuestro…
Ave María…
Gloria...
SEGUNDO MISTERIO: La autorrevelación en las bodas de Caná
B ¡Orale, un bodorrio, que chido! ¿Dónde va a hacer? Yo me
apunto.
Burrito, no habrá ninguna boda. Jesús y María fueron invitados a
una boda y en ella, Jesús hizo su primer milagro. por eso se llama
la auto revelación, porque ahí Jesús descubre al mundo su
naturaleza Divina.
B Ahhhh ya recordé, mi tatara contó de esa boda.
Espera burrito déjame primero leer el pasaje de la Biblia que viene
en san Juan 2,1-8.11
Al tercer día se celebró una boda en Caná de Galilea, y estaba allí
la madre de Jesús; y también Jesús fue invitado a la boda, con
Sus discípulos.
Cuando se acabó el vino, la madre de Jesús Le dijo: "No tienen
vino." Y Jesús le dijo: Mujer, ¿qué nos interesa esto a ti y a Mí?
Todavía no ha llegado Mi hora."
Su madre dijo a los que servían: "Hagan todo lo que El les diga."
Y había allí seis tinajas de piedra, puestas para ser usadas en el
rito de la purificación de los Judíos; en cada una cabían dos o tres
cántaros (unos 100 litros). Jesús les dijo: "Llenen de agua las
tinajas." Y las llenaron hasta el borde. Entonces les dijo:
"Saquen ahora un poco y llévenlo al mayordomo."
Este principio de Sus señales (milagros) hizo Jesús en Caná de
Galilea, y manifestó Su gloria, y Sus discípulos creyeron en El.
B ¡Ay, por fin terminaste de leer! Bueno, déjame y te cuento que...
Tranquilo burrito, porque si no, no te entiendo nada.
B Bueno, es que mi tatara platicaba que la niña María lo amarró en
el patio de la casa, y que después de un rato, empezó a escuchar a
los sirvientes decir, se acabó el vino y la fiesta aún no termina, y
entonces empezaron a hablar mal del novio, que compró muy poco
vino, que cómo era posible, que los invitados se molestarían
mucho y el quedaría en vergüenza delate de todos como un mal
anfitrión, y muchísimas cosas más. La niña María estaba allí y
escuchó todo; entonces dice mi tatara que hizo una seña como
llamando a alguien, y de repente, ve que llega el joven Jesús y ella
le dice que se acabó el vino. Dice mi tatara que le extrañó
muchísimo como le contestó el amo Jesús a su madre. Pero pues
dice mi tatara que pos el amo tenía razón, pos de donde iban a
sacar tanto vino, así pos de isofacto. pero pos dice que la niña les
dijo a los sirvientes hicieran lo que su hijo les dijera, y pos que
nomás de repente que le cargan a mi pobre tatara un montón de
cantaros y que se lo llevan a sacar agua al pozo. Pobre de mí tátara,
dice que quedó exhausto, pero pos que el amo Jesús pone sus
manos encima de los jarrones y dice algo que mi tatara no
entendió, ¡qué raro verda! Pero que luego se quedó con el hocico
abierto y los ojos bien pelones, pos bueno, no era cosa rara en el
verda; y pos que se empieza a oír entre los sirvientes, ¡Milagro,
milagro, como es posible, pero si esto era agua! y que mi tatara se
asoma y pos que sí, pos ya no había agua, sino vino. Mi tatara se
quedó tan impresionado que ni la tunda que, le dieron por
asomarse a los jarrones le dolió.
Burrito, este pasaje nos enseña a ser obedientes. La santísima
Virgen obedeció a la voz del Espíritu Santo, que habló por medio
de ella, para marcarle a Jesús que ya había llegado el tiempo de
salir y revelar quién era en realidad. Jesús obedece a su madre
porque la conoce y sabe que nunca habla por ella misma, sino que
siempre calla y deja hablar al Espíritu Santo. Dios nos revela que,
así como por medio de ella le habló a Jesús y les ordenó a los
sirvientes, así nosotros ahora debemos de obedecer la voz de la
virgen María que nos dice: “hagan todo lo que mi Hijo les pida”,
porque ella sigue siendo ahora más que nunca, un instrumento muy
poderoso de Dios para hablarnos, instruirnos y protegernos.
Aprovechemos entonces, este misterio, para pedirle a ella que nos
ayude a hacer siempre la voluntad de Dios.
B Me parece muy bien. Recemos entonces.
TERCER MISTERIO: La propagación del Reino de Dios y la
invitación a la conversión
B Amen. Bueno ¿pues ya lee no? para ver si así entiendo algo.
Mira burrito, Jesús vino al mundo para darnos a conocer el Reino
de Dios, es decir, a lo que nosotros llamamos Cielo, pero para
poder entrar en él, necesitamos convertirnos, es decir, dejar nuestra
vida de pecado y convertirnos a la vida de la gracia.
B Ahhhh no, pues tu todo lo haces ver tan sencillo.
Gracias burrito, pero no soy yo, sino el Espíritu Santo que pone las
palabras en mi boca. Mira, voy a leer un pasaje que explica esto.
«También es semejante el Reino de los Cielos a una red que se
echa en el mar y recoge peces de todas clases; y cuando está llena,
la sacan a la orilla, se sientan, y recogen en cestos los buenos y
tiran los malos.
B Ay pobres pescaditos, igual todos van a morir, pero yo no sabía
que había peces malos… aunque a lo mejor eran tiburones, uy que
miedo. Dicen que son asesinos, que te comen vivo. Esos sí, que se
mueran y que se vayan al infierno por malos. Pero y los pececitos
buenos, ¿se van a ir al cielo?
Este versículo que sigue creo que responderá a tu pregunta.
Así sucederá al fin del mundo: saldrán los ángeles, separarán a
los malos de entre los justos y los echarán en el horno de fuego;
allí será el llanto y el rechinar de dientes. «¿Habéis entendido
todo esto?»
B Oye, ¿los ángeles comen tiburones?
No burrito, en ninguna parte de la Biblia dice que los ángeles
coman pescados o carne o algo de lo que comemos nosotros en la
tierra. ¿Pero por qué me preguntas eso?
B Pues porque tu acabas de leer que a los pescados malos los
arrojaron al horno de fuego, aunque al parecer los echaron vivos y
los pobrecitos lloraban de dolor. Ay, aunque sean malos, ya me
dio lástima, pobrecitos.
Burrito, lo que acabo de leer es una parábola, es decir un pequeño
cuento que tiene una enseñanza. Jesús explicaba todo con
parábolas.
Mira, La red de la que habla este cuento es la Palabra de Dios,
específicamente el Evangelio. La mayoría de los discípulos de
Jesús eran pescadores y cuando El los invitó a seguirlo les dijo: Yo
los haré pescadores de hombres.
B Ay me salvé, porque solo van a pescar a los hombres y no a los
burros.
A ver si piensas lo mismo al final.
Los peces representan a toda la humanidad. Al final los ángeles se
encargarán de tirar a todos los que hayan rechazado el Evangelio,
serán como esos pescados malos. El horno de fuego es el infierno
y ahí serán arrojados por la eternidad, y como dices tu serán
quemados, pero nunca morirán, por más que ardan nunca dejarán
de sentir un terrible dolor y desesperación.
B Ay que fuerte, que feo es el infierno, ya me arrepentí de haber
mandado a los tiburones ahí, mejor voy a rezar por ellos para que
se arrepientan y se vuelvan buenos.
Veo que ya vas entendiendo lo útil que es la oración. Muchas
personas muy malas, que han hecho muchísimo daño a los demás,
se han arrepentido después de que alguien rezó por ellos. Y no
solo se arrepintieron, sino que se convirtieron en santos.
B ¡Orale, que bien! Pero qué pasó con los otros peces, me imagino
que como quiera se murieron también.
Si burrito, sí murieron, pero ellos representan a los que aceptaron a
Jesús como su único Dios, los que escucharon su Palabra y la
obedecieron. Su premio será vivir eternamente en el Reino de
Dios.
B Ay ya veo porque me dijiste que me arrepentiría de lo que dije.
Si yo trato de ser muy bueno, muy bueno, muy bueno, ¿podré
entrar en el reino de Dios?
Yo creo que sí burrito. Nada pierdes tratando de ser muy bueno,
así, al final, y cuando mueras, si no entras no pasa nada
simplemente dormirás eternamente, pero imagínate que linda
sorpresa te vas a llevar si sí puedes entrar.
B Pos sí, además imagínate que por no creer que vaya a entrar al
cielo, deje de tratar de ser obediente a Dios y a la mera hora me
vaya pa el infierno, uy no que miedo. Mejor como tú dices.
Además, con el simple hecho de aceptar a Jesús en mi corazón, ya
me siento tan en paz y tan feliz, que creo casi estar en el cielo.
Tienes razón burrito, Jesús mismo dice que el reino de Dios ya está
entre nosotros, porque él mismo es el Reino de Dios.
B Amen. Bueno pues ahora a rezar.
CUARTO MISTERIO: La Transfiguración de nuestro Señor
Jesucristo.
B ¿¿¿What???
Burrito, déjame y te leo la cita y vas a entender mejor de que se
trata ¿ok? Mira, está en Marcos 9,2-8
Seis días después, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a
Juan y los llevó a ellos solos a un monte alto. A la vista de ellos su
aspecto cambió completamente. Incluso sus ropas se volvieron
resplandecientes, tan blancas como nadie en el mundo sería capaz
de blanquearlas.
B Use detergente Celestial para blanquear su alma, ningún otro le
garantiza un blanqueado perfecto, solo el detergente Celestial está
hecho con ingredientes divinos: los sacramentos de la Iglesia
Católica, la oración, la Palabra de Dios y el ingrediente secreto, la
sangre de Jesús vertida en la cruz por los pecados del mundo.
Aproveche porque por el día de hoy, es completamente gratis.
Interesados acudir a su Iglesia más cercana y preguntar a su
párroco por esta promoción. No se aplican restricciones, valido
con otras promociones, los siete días de la semana en cualquier
horario.
Jajajaja, burrito, benditas ideas que se te ocurren. A ver, vamos a
seguir.
Y se les aparecieron Elías y Moisés, que conversaban con Jesús.
B ¿Cómo que se les aparecieron? ¡Pos que eran fantasmas o qué!
Bueno como que fantasmas no es la palabra burrito, pero si eran
apariciones santas, como el Angel Gabriel a la Virgen María.
B Pos sí, pero el arcángel Gabriel, era eso, un ángel, y estos pos al
parecer eran muertitos.
Mira burrito, para el que cree en Cristo no hay muerte y no hay
muertitos, sino resucitados en Cristo. De hecho, cuenta el Antiguo
Testamento, es decir antes de la venida de Cristo, que Elías fue
llevado al cielo por un carro de fuego, y nunca apareció su cuerpo
por ningún lado, es por ello por lo que se cree que esta en el cielo
en cuerpo y alma.
B ¿Y todos creen eso?
¿Todos quienes?
B Pos esos, los que hablan mal de la Virgen María
Pues yo creo que si burrito, pero ¿por qué me preguntas eso?
B pos porque una vez fueron al rancho de mi amo unos que dizque
predicaban la palabra de Dios, y pos cuando vieron una imagen de
la Virgen María que tenía la esposa de mi amo, pos allí en la
terracita de su casa. Pos que empiezan a decirles un montón de
cosas bien feas de la Virgen; y pues una de ellas era que la niña
María no había sido llevada al Cielo en cuerpo y alma, que se
había muerto como todos. Y la esposa de mi amo les decía que a
ella le habían dicho en la Iglesia que así era y así lo creía, pero pos
ellos le decían que donde decía eso en la Biblia, y bueno un
montón de cosas más. Pero pos ahora que tú dices que ese Elías
fue llevado al Cielo, pos yo ni lo conozco, ni se quién es, ni que
hizo para que así fuera, y pos Dios así lo quiso, y pos yo lo creo.
Pero pos entonces con mayor razón a la niña María debió llevarla
Dios al Cielo, pos es su mamá. Si lo hizo con otro que no era nada
de él, pos como no lo iba a hacer con su mamá, a quien yo estoy
seguro de que amaba muchísimo, no, pos yo no creo que sea
necesario que lo diga la Biblia para creerlo así.
Pues si burrito, que verdad tan grande has dicho, definitivamente
que el Espíritu Santo ya entró en tu corazón y está guiando tus
palabras. Pero bueno sigamos:
Pedro tomó la palabra y dijo a Jesús: «Maestro, ¡qué bueno es
que estemos aquí! Levantemos tres chozas: una para ti, otra para
Moisés y otra para Elías.» En realidad, no sabía lo que decía,
porque estaban aterrados.
B No, pos ya creo que no sabían lo que decían, pos como iban a
vivir ahí Elías y Moisés, pos si ya están muertos y resucitados, pos
apoco iban a querer venir a vivir otra vez a la tierra cuando se
encuentran felices y contentos en el cielo. No, pos nomás a ellos
se les ocurrió eso.
Es que cuando uno está asustado dice muchas cosas sin pensar.
Pero mira lo que sigue:
En eso se formó una nube que los cubrió con su sombra, y desde
la nube llegaron estas palabras: «Este es mi Hijo, el Amado,
escúchenlo.» Y de pronto, mirando a su alrededor, no vieron ya a
nadie; sólo Jesús estaba con ellos.
B Orale, esta es la segunda vez que dice eso Dios. Pero qué bueno
que les dijo escúchenlo, pos pa que aprendieran a no decir tantas
tonterías, pos porque yo creo que Jesús pos, era bien sabio, bien
inteligente, no pos que padre pa ellos que lo tenían de maestro.
Tú lo puedes tener de maestro también burrito, si tú quieres.
B ¡De veras!, pero ¿pos cómo?
Pues leyendo el Evangelio. Lo mismo que les enseñó a ellos está
escrito ahí.
B No, pos tengo que aprender a leer bien rápido. Oye, ¿me
enseñarías a leer?
Claro burrito, con todo gusto. Pero sabes, lo que tu dijiste en
broma hace ratito, es verdad, nuestra alma puede ser transfigurada
aquí en la tierra, igual que lo fue la de Jesús, igual como decía que
resplandecían sus ropas y eran blanquísimas como ninguna otra,
igual puede Jesús, con su sangre preciosa, transfigurar nuestra
alma si hacemos todo lo que tu dijiste: Arrepentirnos de nuestros
pecados, confesarnos, recibir a Cristo Sacramentado en la
Eucaristía, orar y leer la palabra de Dios. Que te parece si en este
misterio le pedimos a Jesús que nos ayude a hacer todo esto.
B Clarín que sí.
QUINTO MISTERIO: La Institución de la Eucaristía
B Oye, yo nunca escuche que hubiera un instituto para la
Eucaristía, pos yo nomás conozco el Instituto Mexicano del Seguro
Social, y pos no creo que sea ahí verdad, no, pos en mi pueblo no
hay de eso.
Mira burrito, una institución es como llevar a cabo una idea, un
plan que es autorizado por una autoridad competente, en este caso
por Dios. Hay muchas instituciones y no precisamente tienen que
ser un edificio, muchas de ellas son acciones, obras, como la
Eucaristía, que es un sacramento. Pero mira, primero leamos la
cita ok. Está en varios libros del Evangelio, pero tomaremos el de
Lucas, 22,19-20
Después tomó pan y, dando gracias, lo partió y se lo dio diciendo:
«Esto es mi cuerpo, que es entregado por ustedes. (Hagan esto en
memoria mía.»
Hizo lo mismo con la copa después de cenar, diciendo: «Esta copa
es la alianza nueva sellada con mi sangre, que es derramada por
ustedes»).
B Oye ¿y de verdad ese pan y ese vino se convirtieron en el cuerpo
y sangre de Jesús?
Si burrito, de la misma forma, como en la boda, convirtió el agua
en vino así convirtió el pan y el vino en su cuerpo y su sangre.
B wuacala, eso se debió de haber visto muy feo, pos ahí carne
cruda y sangre; no pos yo ni loco que me comía eso.
Espera burrito, es que el vino y el pan nunca cambiaron de aspecto,
sino que siguieron viéndose como pan y vino y sabiendo a pan y a
vino.
B Ahhh, pos entonces fue como una representación solamente.
No burrito, verdaderamente ese pan y ese vino eran el cuerpo y la
sangre de Cristo y lo sigue siendo también hoy en día.
B Pos entonces que, te imaginas que ese pan y ese vino es el
cuerpo y la sangre de Cristo ¿o qué?
Mas que imaginarte, crees verdaderamente que así es.
B Pos eso está muy difícil, si yo veo pan, pos yo pienso que estoy
comiendo pan, no puedo comer pan y creer que estoy comiendo
carne cruda, waak.
Precisamente por eso Cristo no cambio los sabores ni las formas, el
milagro va mucho más allá de lo que los ojos ven y la boca
saborea, es un milagro que traspasa por mucho la razón humana;
por eso hasta sus mismos discípulos pensaron que se había vuelto
loco. Mira te voy a leer lo que dice en Juan 6,48-58
Yo soy el pan de vida. Sus antepasados comieron el maná en el
desierto, pero murieron: aquí tienen el pan que baja del cielo,
para que lo coman y ya no mueran.
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo. El que coma de este
pan vivirá para siempre. El pan que yo daré es mi carne, y lo daré
para la vida del mundo.»
Los judíos discutían entre sí: «¿Cómo puede éste darnos a comer
carne?» Jesús les dijo: «En verdad les digo que, si no comen la
carne del Hijo del Hombre y no beben su sangre, no tienen vida en
ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre vive de vida
eterna, y yo lo resucitaré el último día.
Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida.
El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en
él. Como el Padre, que es vida, me envió y yo vivo por el Padre,
así quien me come vivirá por mí. Este es el pan que ha bajado del
cielo. Pero no como el de vuestros antepasados, que comieron y
después murieron. El que coma este pan vivirá para siempre.
Ves burrito, Jesús mismo antes de instituir la Eucaristía ya lo había
dicho. Pero muy pocos le creyeron. Hoy en día pasa lo mismo,
muy pocos son los que creen que de verdad Jesús está en cuerpo,
sangre, alma y divinidad en el pan y el vino consagrados. Pero
pues ahí están sus palabras y el que no quiera creer pues allá él.
Como decía Jesús, “el que tenga oídos que oiga”.
B No, pos ni hablar, pos si está bien clarito lo que dice Jesús.
Oye, ¿y que hay que hacer para recibir la Eucaristía?
Pues, primeramente, creer que el pan y el vino consagrados, son el
cuerpo y la sangre de Jesús y desear fervientemente recibirlo.
Segundo, estar bautizado en la Iglesia Católica que fundó
Jesucristo, tercero estar en gracia, es decir no estar en pecado
grave.
B Oye, ¿y yo puedo hacer todo eso para recibir a Jesús?
Yo nunca he sabido de un animalito que le sea permitido recibir la
Eucaristía.
B Orale, que mala onda, yo de verdad quisiera con todo mi corazón
recibir a Cristo, pos porque con todo lo que me acabas de decir,
pos creo verdaderamente que él está en el pan y el vino
consagrados. Oye, ¿y pos no se podrá hacer una excepción?
No te agüites burrito, hay otra forma de recibir a Cristo Eucaristía.
B ¡Cual, cual, cual....!
Guarda silencio y te digo.
Es la comunión espiritual. Mira, muchas personas, aunque son
católicas, no pueden recibir la Eucaristía porque están en pecado o
no han hecho su primera Comunión, entonces, la Iglesia, para
animarlos, les permite recibirla espiritualmente.
B ¿Y eso como se hace tú?
Mira, cuando todos están comulgando di esta oración: Creo Señor
mío que éstas realmente presente en el Santísimo Sacramento del
altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo ardientemente recibirte
dentro de mi alma; pero, no pudiendo hacerlo ahora
sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si te hubiese recibido, me abrazo y me uno todo a Ti; Oh
Señor, no permitas que me separe de Ti.
B ¿Y eso lo puedo hacer yo?
Si burrito, eso lo puedes hacer tú, las veces que quieras, mientras te
hayas portado bien ¿ok?, que no por ser una comunión espiritual te
está permitido hacer lo que quieras y luego venir bien campante a
recibirlo. Porque Jesús verdaderamente te une a él.
B Si, sí ya entendí. ¡Yupi, voy a recibir a Jesús en mi corazón!
Oye, ¿y no necesito bautizarme para hacer esto?
No burrito, cualquier persona que lo desee pueda hacerlo, aunque
no esté bautizada en la Iglesia Católica. Lo ideal es que esta
comunión se haga frente al Santísimo, es decir, frente al Sagrario
que guarda el copón con las hostias consagradas. Pero si no estás
ahí, y deseas con todo tu corazón recibirlo en ese momento, puedes
hacerlo en el lugar donde te encuentres, siempre y cuando te
apartes del ruido y de toda distracción y te concentres en la
oración.
B ¡Yupi! ¡Que alegre estoy! ¡Wow, voy a recibir a Jesús en mi
corazón!
Oye, ¿podemos hacerlo en este momento? y así invitamos a todos
los que estén leyendo este libro.
Claro burrito, si podemos hacerla. ¿Nos acompañan?
B Si, digan que sí. Sabía que no me fallarían, ¡eso es todo amigos!
Bueno, repitan después de mi...
Creo Señor mío que éstas realmente presente en el Santísimo
Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo ardientemente recibirte
dentro de mi alma; pero, no pudiendo hacerlo ahora
sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Aquí, hacemos un minuto de silencio para adorar a Jesús.
Después decimos:
Y como si te hubiese recibido, me abrazo y me uno todo a Ti; Oh
Señor, no permitas que me separe de Ti.
Bueno, ahora así, en silencio, démosle gracias a Jesús por haber
querido unirnos a él en un abrazo espiritual. Ahora digámosle que
queremos quedarnos unidos a él para siempre, en nuestra vida
ordinaria, en nuestro trabajo, descanso, y en todo momento del día
y de la noche; pero, que somos tan inquietos, y tan cabezones, que
es muy probable que pronto nos separemos de él para ir a buscar
las cosas del mundo. Así que le pedimos a la Santísima Virgen
que nos ayude para que eso no suceda, y que si sucede nos consiga
de Jesús, la gracia de regresar a él en otra comunión Espiritual.
Amen
B ¡¡¡Wow, ya lo recibí!!! ¡¡¡Ya lo recibí!!! Y ahora, ¡recemos,
recemos, recemos!
Santo Dios burrito. Muy bien recemos entonces.
Padre nuestro…
Ave María…
Gloria...