Capítulo 3
Predicando El Evangelio Completo De Cristo
Introducción
“Porque no osaría hablar sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mí para la obediencia de los
gentiles, con la palabra y con las obras, con potencia de señales y prodigios, en el poder el Espíritu de
Dios; de manera que desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico, TODO lo he LLENADO del
evangelio de Cristo...
Y sé que cuando vaya a vosotros, llegaré con la abundancia de la bendición del evangelio de Cristo” (Ro
15:18, 19, 29).
En nuestros capítulos anteriores, hemos presentado varios secretos de cómo obtener avivamientos en la
iglesia de la ciudad o en la iglesia del hogar. Estos son fundamentales para el éxito en cualquier iglesia.
No obstante, debemos tener un mensaje, el mensaje correcto, el mensaje de Dios que es conforme a Su
Palabra. Aquí está entonces, un secreto indispensable del avivamiento: El Poder Del Evangelio
Completo.
A. ¿QUÉ ES EL EVANGELIO COMPLETO?
Cuando usamos la frase “evangelio completo”, algunas personas piensan que estamos implicando que
hay dos evangelios en la Biblia. Esto, por supuesto, no es así.
Yo creo que Pablo ha expresado el pensamiento muy claramente cuando escribió: “...TODO lo he
LLENADO del EVANGELIO de Cristo”, y otra vez: “...la ABUNDANCIA de la bendición del EVANGELIO de
Cristo”.
El mismo evangelio que contiene su Biblia, también lo contiene la mía; sin embargo, la pregunta para
nosotros es si acaso el evangelio ha sido “predicado a plenitud” o no. ¿Estamos nosotros presentando la
“plenitud de la bendición del evangelio” o no?
No podemos tener un avivamiento del Nuevo Testamento, a menos que prediquemos el evangelio del
Nuevo Testamento. No podemos tener los resultados que Pablo tuvo, a menos que prediquemos el
evangelio como él lo predicó.
Esto, entonces, es un reto para nosotros individualmente y colectivamente como iglesia. ¿Estamos
predicando como Pablo predicó? ¿Está nuestra iglesia predicando como Pablo predicó? ¿Estamos
predicando el evangelio de Cristo, completo?
B. ¿CÓMO PREDICÓ PABLO EL EVANGELIO?
Notamos que Pablo dijo: “DE MANERA QUE... todo lo he llenado del evangelio de Cristo”. Por
consiguiente, vemos que había ciertas cosas que eran esenciales en la mente de Pablo, a fin de predicar
el evangelio completo.
Para comprender cada detalle del mensaje de Pablo, necesitaríamos hacer un estudio cabal, tanto del
Libro de los Hechos como de las epístolas de Pablo, lo cual, obviamente no podemos realizar aquí. Sin
embargo, hay ciertas cosas fundamentales y sobresalientes del ministerio de Pablo, que estaremos
estudiando.
1. El Predicó Con Demostración
Pablo dijo: “Para la obediencia de los gentiles, con la palabra y con las obras...” (Ro 15:18). “La palabra y
las obras” eran muy necesarias en la predicación del evangelio completo. No sólo había palabras, mas
también obras sobrenaturales en el ministerio de Pablo.
Las buenas nuevas (el evangelio), de la resurrección de Cristo, no era una mera teoría en el ministerio de
Pablo. Él había visto al Señor resucitado.
Él lo mostró y lo confirmó con las demostraciones del poder de Dios. Esto estaba en completa armonía
con el ministerio de los apóstoles y evangelistas primitivos en el libro de los Hechos.
2 E7.3
Lucas, en el primer versículo del libro de los Hechos, hace referencia al evangelio que escribió: “En el
primer tratado (evangelio de Lucas), oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a
hacer y a enseñar” (Hch 1:1).
Aquí Lucas declaró que el registro del ministerio de Jesús, como está contenido en su evangelio, fue “de
todas las cosas que Jesús comenzó a HACER y a ENSEÑAR”.
A medida que Lucas escribe el libro de los Hechos, es cuidadoso en registrar los datos del ministerio de
la iglesia primitiva, mostrando el cómo, por el poder del Espíritu Santo, Jesús continuó ambos, haciendo
y enseñando. El ministerio del Nuevo Testamento, debe incluir el HACER tanto como el ENSEÑAR.
Deben hacer obras de poder, así también como palabras de instrucción.
En armonía con este patrón, el apóstol Pablo, predicó a plenitud el evangelio por palabra y por obras
(haciendo).
2. El Predicó La Bendición De La Salvación
“Y sé que cuando vaya a vosotros, llegaré con abundancia de la bendición del evangelio de Cristo” (Ro
15:29). Cuando Pablo dijo esto; Él incluyó la bendición de la salvación personal.
Anteriormente, en su epístola, él había escrito: “Así que, en cuanto a mí, pronto estoy a anunciaros el
evangelio también a vosotros que estáis en Roma. Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es
poder de Dios para salvación a todo aquel que cree” (Ro 1:15, 16).
Al predicar el evangelio de Cristo a plenitud, y al presentar la plenitud de la bendición del evangelio, Pablo
enseñó que la salvación era una experiencia muy real y definida obrada por el poder de Dios.
Aún en nuestra época, el poder del evangelio completo que nosotros predicamos, incluye una experiencia
de salvación vital que transforma el corazón. Debemos predicar para salvar las almas. Es mejor que no
estemos satisfechos, a menos que nuestra predicación, o la predicación de la iglesia de nuestro hogar,
produzca salvación por el poder de Dios en los hombres y las mujeres.
¿Cómo es posible que alguien pueda regocijarse en la plenitud de la bendición del evangelio, si tal
bendición no está produciendo salvación a los pecadores? ¿Cómo podría alguien estar contento o
disfrutar de la plenitud del evangelio si tal poder no está tocando las vidas de los que no son salvos?
3. Él Predicó La Bendición De La Obediencia.
Él dijo que el evangelio que él predicó fue “...para la obediencia de los gentiles, con la palabra y con las
obras” (Ro 15:18). El creer al evangelio genuinamente, significa obedecerlo. El primer paso de la
obediencia, para aquéllos que dicen que obedecen el evangelio, es por supuesto, ser bautizados en
agua.
Sólo tenemos que leer el libro de los Hechos y los muchos pasajes en las epístolas de Pablo, para
descubrir cuán firmemente creía él en el bautismo en agua en obediencia al mandato de Cristo.
Un resultado práctico de nuestra predicación del evangelio completo, será visto en los que siguen a Cristo
a través de las aguas del bautismo, en obediencia a Su mandato.
4. Él Predicó Con Señales Y Maravillas
Las palabras usadas por Pablo: “A través de señales y maravillas” (versión del Rey Jacobo), son
traducidas a la versión de Reina Valera en español así: “con potencia de señales y prodigios” (Ro
15:19). Fue por vía del poder de las señales sobrenaturales y maravillas, que Pablo predicó a plenitud el
evangelio en sus días. El evangelio que nosotros predicamos hoy debe incluir las mismas
manifestaciones sobrenaturales.
A medida que leemos el registro del ministerio de Pablo, como aparece en el Libro de los Hechos, no
podemos pasar por alto observar el lugar tan prominente que se le dio a las sanidades milagrosas.
En Hechos 14, había un hombre en Listra que era paralítico desde su nacimiento; éste, fue sanado
milagrosamente a través del ministerio de Pablo.
3 E7.3
En Hechos 19 leemos acerca de milagros especiales obrados a través de su ministerio también.
Pañuelos y sudarios eran tomados del cuerpo de Pablo, los ponían sobre los enfermos y poseídos de
demonios y eran sanados y liberados.
En Hechos 28 tenemos el relato de la sanidad milagrosa de Publio y otros habitantes de la isla, después
del naufragio que Pablo experimentó en su ruta a Roma.
Luego, en 1 Corintios 12, Pablo escribe acerca del don de la fe, los dones de sanidades y la operación de
milagros, como dones que fueron puestos en la Iglesia como parte esencial de su ministerio.
Amigos, el Apóstol Pablo pudo predicar el evangelio de Cristo a plenitud, únicamente por el poder de
señales y maravillas. Cualquier cosa menor, no podía ser llamada “la plenitud de la bendición del
evangelio”. Cualquier cosa menor, no podría ser clasificada como: “todo lo he llenado del evangelio de
Cristo”.
Si nosotros predicáramos el evangelio a plenitud, si le ofreciéramos a los hombres y mujeres la plenitud
de su bendición, entonces, en nuestro ministerio sucedería lo mismo que sucedió en el ministerio de
Pablo, señales y milagros seguirían nuestra predicación, particularmente las sanidades milagrosas de los
enfermos. No podría haber avivamientos en el Nuevo Testamento, donde estas manifestaciones naturales
están ausentes.
La iglesia del Nuevo Testamento es una que practica la sanidad divina. El evangelio del Nuevo
Testamento es confirmado con señales y maravillas.
5. Él Incluyó La Bendición De Poder Espiritual
Pablo dijo que él había llenado todo del evangelio de Cristo “En el poder del Espíritu de Dios” (Ro 15:19).
El Señor había dicho en Hechos 1:8: “pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el
Espíritu Santo”.
Pablo recibió el Espíritu Santo (Hch 9:17). Él dirigió a los creyentes a recibirlo y a ser revestidos de poder
de la misma manera.
En Hechos 19, el apóstol saludó a los discípulos de Efeso con la pregunta: “¿Recibisteis el Espíritu Santo
cuando creísteis?”
Luego, procedió a imponer sus manos sobre ellos para que recibieran el Espíritu Santo, con el resultado
de que hablaron en lenguas y profetizaron.
Asimismo, puede suceder hoy. Nosotros los que reclamamos predicar el evangelio completo (los que
ofrecemos la plenitud de la bendición del evangelio) creemos y enseñamos que todos los creyentes
deben ser bautizados en el Espíritu Santo.
Que no sea un ministerio en palabras solamente, sino en palabras y hechos, para que podamos testificar
constantemente de esta experiencia gloriosa, hombres y mujeres bautizadas en el Espíritu Santo y
revestidas del poder de lo alto. Este es el palpitar vital de la vida de cada creyente y de cada iglesia en el
hogar. No podemos ser cristianos del evangelio completo, ni podemos predicar el evangelio a plenitud,
sin la bendición del poder del Espíritu de Dios.
6. Él Predicó La Segunda Venida De Cristo
Cuán claramente predicó él esta gran verdad. Mantuvo firmemente que cuando Cristo viniera otra vez al
final de los tiempos, los que murieron en la fe resucitarían. Él dijo que los creyentes que vivieran para esa
ocasión, serían transformados a la inmortalidad, y luego, todos juntos serían arrebatados a las nubes
para encontrarse con el Señor en el aire (1 Ts 4:17).
Creo que Pablo resumió su enseñanza sobre la Segunda Venida en Tito 2:13: “Aguardando la esperanza
bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo”.
4 E7.3
Pablo dijo que ésta es la esperanza bienaventurada del cristiano. Si somos realmente salvos y
esperamos por el Señor, nosotros también descubriremos que ésta es nuestra esperanza
bienaventurada: que pronto el Señor Jesús regresará.
El pensamiento del retorno de nuestro Señor, ciertamente que presta una nota de urgencia a nuestro
ministerio de servicio a Él. Si alguna vez debemos sentir la necesidad de predicar el evangelio completo,
ahora es el tiempo. Si alguna vez debemos procurar ver señales y milagros sobrenaturales, ahora es el
tiempo.
Demasiados han desarrollado el hábito de esperar estas bendiciones en el futuro. Pero es AHORA que
debemos disfrutarlas y presentarlas a otros, “...abundancia de la bendición del evangelio de Cristo” (Ro
15:29).
C. RESUMEN
Los principios fundamentales que hemos considerado, eran esenciales para el Apóstol Pablo. Él predicó
el evangelio a plenitud por todas partes. ¿Cómo podemos hacer algo menor a lo que él hizo? Por
consiguiente, dediquémonos al poder de la plenitud del evangelio, no sólo en palabra, sino también en
hechos.
Este Evangelio es la provisión de Dios para el espíritu, mente y cuerpo. Es Su modo de liberación para
todos los que están atados. Es la ruta hacia el avivamiento del Nuevo Testamento.
En la época en la cual estamos ante nuestro Señor, ojalá que podamos repetir valientemente las mismas
palabras de Pablo: “Porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios” (Hch 20:27).