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El Santo Rosario

El documento describe la práctica del Santo Rosario, incluyendo sus misterios y la importancia de meditar sobre ellos en comunión con la Virgen María. Se menciona la historia del Rosario, su origen y la influencia de Santo Domingo de Guzmán en su difusión. Además, se invita a los fieles a rezar el Rosario como una forma de acercarse a Dios y recordar los misterios de la vida de Jesús y María.
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El Santo Rosario

El documento describe la práctica del Santo Rosario, incluyendo sus misterios y la importancia de meditar sobre ellos en comunión con la Virgen María. Se menciona la historia del Rosario, su origen y la influencia de Santo Domingo de Guzmán en su difusión. Además, se invita a los fieles a rezar el Rosario como una forma de acercarse a Dios y recordar los misterios de la vida de Jesús y María.
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EL SANTO ROSARIO

43 Si quieres meditar los misterios de nuestra Redención en comunión con la


Madre del Señor y Madre de la Iglesia, obséquiala con frecuencia con el
Santo Rosario. 44 EL SANTO ROSARIO Invocación Lector: Ave María
Purísima Todos: Sin pecado concebida Lector: Por la señal de la Santa
Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del
Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. Acto de Contrición (Se
encuentran varias formas en la pag. 134) Todos: Oh Jesús mío, me
arrepiento de haberte ofendido… Intenciones Vamos a meditar estos
sagrados misterios por… (mencionar las intenciones) 45 Misterios del Día
(Por cada uno de los cinco misterios del día se reza un Padre Nuestro y diez
Ave María) Lunes y Sábado: Misterios de Gozo 1. La Encarnación del Hijo
de Dios. 2. La Visitación de María Santísima a su prima Santa Isabel. 3. En
Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo. 4. La Purificación de Nuestra
Señora. 5. El Niño perdido y hallado en el templo. Martes y Viernes:
Misterios de Dolor 1. La oración de Nuestro Señor Jesucristo en el huerto de
Getsemaní. 2. La flagelación del Señor. 3. La coronación de espinas. 4. Jesús
con la cruz a cuestas. 5. La Crucifixión y muerte del Redentor. 46 Miércoles
y Domingo: Misterios Gloria 1. La triunfante Resurrección de Nuestro
Señor Jesucristo. 2. La admirable Ascensión de Jesucristo a los cielos. 3. La
Venida del Espíritu Santo sobre el Colegio Apostólico. 4. La Asunción de la
Santísima Virgen María, en cuerpo y alma, a los cielos. 5. La Coronación de
María Santísima como Reina y Señora de cielos y tierra. Jueves: Misterios
de Luz 1. El Bautismo de Jesús en el Jordán. 2. La autorrevelación de Jesús
en las bodas de Caná. 3. El anuncio del Reino de Dios. 4. La Transfiguración
del Señor. 5. La institución de la Eucaristía en la Última Cena. 47 Padre
Nuestro y Ave María finales (Al terminar los misterios se reza un Padre
Nuestro y tres Ave María, que opcionalmente, por tradición, pueden ser
como sigue: ) Padre Nuestro, que estás en el cielo… Dios te salve María
Santísima, HIJA de Dios PADRE. Virgen purísima ANTES del parto. En tus
santísimas manos ponemos nuestra FE para que la ILUMINES. Llena eres
de gracia, el Señor es contigo… Dios te salve María Santísima, MADRE de
Dios HIJO. Virgen purísima EN el parto. En tus santísimas manos ponemos
nuestra ESPERANZA para que la ALIENTES. Llena eres de gracia, el
Señor es contigo… 48 Dios te salve María Santísima, ESPOSA de Dios
ESPÍRITU SANTO Virgen purísima DESPUÉS del parto. En tus santísimas
manos ponemos nuestra CARIDAD para que la INFLAMES. Llena eres de
gracia, el Señor es contigo… Dios te salve María Santísima, Templo, Trono y
Sagrario de la Santísima Trinidad, Virgen concebida sin la culpa del pecado
original. La Salve Todos: Dios te salve, Reina y Madre, Madre de
Misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra. “Dios te salve”, a Ti
clamamos los desterrados hijos de Eva. A Ti suspiramos gimiendo y llorando
en este valle de lágrimas. Ea pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a
nosotros esos tus ojos misericordiosos. Y después de este destierro
muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre, oh clemente, oh piadosa, oh
dulce siempre, Virgen María. 49 Lector: Ruega por nosotros, Santa Madre
de Dios. Todos: Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro
Señor Jesucristo. Amén. (A continuación conviene rezar la letanía.) Letanía
Lauretana (Las letanías son clamores a Cristo; peticiones a la Santísima
Trinidad; piropos encendidos a Santa María, Madre de Cristo) Lector
Todos Señor, ten piedad de nosotros. Señor, ten piedad de nosotros. Cristo,
ten piedad de nosotros. Cristo, ten piedad de nosotros. Señor, ten piedad de
nosotros. Señor, ten piedad de nosotros. Cristo, óyenos Cristo, óyenos Cristo,
escúchanos Cristo, escúchanos 50 Dios, Padre Celestial Ten piedad de
nosotros Dios Hijo, Redentor del mundo “ Dios, Espíritu Santo “ Santísima
Trinidad que eres un solo Dios “ Santa María Ruega por nosotros Santa
Madre de Dios “ Santa Virgen de las vírgenes “ Madre de Jesucristo “
Madre de la Divina Gracia “ Madre purísima “ Madre castísima “ Madre
virgen “ Madre inmaculada “ 51 Madre amable Ruega por nosotros Madre
admirable “ Madre del buen consejo “ Madre del Creador “ Madre del
Salvador “ Virgen prudentísima “ Virgen venerable “ Virgen laudable “
Virgen poderosa “ Virgen Clemente “ Virgen fiel “ Espejo de justicia “
Trono de la Sabiduría “ Causa de nuestra alegría “ Vaso espiritual “ Vaso
honorable “ 52 Vaso insigne de devoción Ruega por nosotros Rosa mística “
Torre de David “ Torre de marfil “ Casa de oro “ Arca de la Alianza “
Puerta del cielo “ Estrella de la mañana “ Salud de los enfermos “ Refugio
de los pecadores “ Consuelo de los afligidos “ Auxilio de los cristianos “
Reina de los ángeles “ Reina de los Patriarcas “ Reina de los Profetas “
Reina de los Mártires “ 53 Reina de los Confesores Ruega por nosotros
Reina de las Vírgenes “ Reina de todos los santos “ Reina concebida sin
pecado original “ Reina elevada al cielo “ Reina del Santísimo Rosario “
Reina de la paz “ Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo
Perdónanos, Señor Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo Óyenos,
Señor Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo Ten piedad y
misericordia de nosotros 54 Todos: Bajo tu amparo nos acogemos, Santa
Madre de Dios. No desprecies las oraciones que te hacemos en nuestra
necesidad, antes bien, líbranos de todos los peligros, oh Virgen gloriosa y
bendita. Lector: Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios Todos: Para que
seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Oración Lector: Te pedimos, Señor, que nosotros, tus hijos, gocemos
siempre de salud de alma y cuerpo, y que por intercesión de María
Santísima, la Virgen, nos libres de las tristezas de este mundo y nos concedas
las alegrías del Cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Todos: Amén. Lector:
Ave María Purísima Todos: Sin pecado concebida En el nombre del Padre, y
del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. 55 HISTORIA DEL SANTO
ROSARIO En la antigüedad, los romanos y los griegos solían coronar con
rosas a las estatuas que representaban a sus dioses como símbolo del
ofrecimiento de sus corazones. La palabra rosario significa “corona de
rosas”. Siguiendo esta tradición, las mujeres cristianas que eran llevadas al
martirio por los romanos, marchaban por el Coliseo vestidas con sus ropas
más vistosas y con sus cabezas adornadas de coronas de rosas, como símbolo
de alegría y de la entrega de sus corazones al ir al encuentro de Dios. Por la
noche, los cristianos recogían sus coronas y por cada rosa, recitaban una
oración o un salmo por el eterno descanso del alma de las mártires. La
Iglesia recomendó rezar el rosario, el cual consistía en recitar los 150 salmos
de David, pues era considerada una oración sumamente agradable a Dios y
fuente de innumerables gracias para aquellos que la rezaran. Sin embargo,
esta recomendación sólo la seguían 56 las personas cultas y letradas, pero no
la mayoría de los cristianos. Por esto, la Iglesia sugirió que aquellos que no
supieran leer, suplantaran los 150 salmos por 150 Avemarías, divididas en
quince decenas. A este rosario corto se le llamó el salterio de la Virgen. A
finales del siglo XII, Santo Domingo de Guzmán sufría al ver que la
gravedad de los pecados de la gente estaba impidiendo su conversión y
decidió ir al bosque a rezar. Estuvo en oración tres días y tres noches
haciendo penitencia y flagelándose hasta perder el sentido. En este
momento, se le apareció la Virgen con tres ángeles y le dijo que la mejor
arma para convertir a las almas duras no era la flagelación, sino el rezo de
su salterio. Santo Domingo se dirigió en ese mismo momento a la catedral de
Toulouse, sonaron las campanas y la gente se reunió para escucharlo.
Cuando iba a empezar a hablar, se soltó una tormenta con rayos y viento
muy fuerte que hizo que la gente se asustara. Todos los 57 presentes
pudieron ver que la imagen de la Virgen que estaba en la catedral, alzaba
tres veces los brazos hacia el Cielo. Santo Domingo empezó a rezar el
salterio de la Virgen y la tormenta se terminó. En otra ocasión, Santo
Domingo tenía que dar un sermón en la Iglesia de Notre Dame en París con
motivo de la fiesta de San Juan y, antes de hacerlo, rezó el Rosario. La
Virgen se le apareció y le dijo que su sermón estaba bien, pero que mejor lo
cambiara y le entregó un libro con imágenes, en el cual le explicaba lo
mucho que gustaba a Dios el rosario de Avemarías porque le recordaba
ciento cincuenta veces el momento en que la humanidad, representada por
María, había aceptado a su Hijo como Salvador. Santo Domingo cambió su
homilía y habló de la devoción del Rosario y la gente comenzó a rezarlo con
devoción, a vivir cristianamente y a dejar atrás sus malos hábitos. Santo
Domingo murió en 1221, después de una vida en la que se dedicó a predicar
y hacer 58 popular la devoción del Rosario entre las gentes de todas las
clases sociales para el sufragio de las almas del Purgatorio, para el triunfo
sobre el mal y prosperidad de la Santa Madre de la Iglesia. A lo largo de la
historia, se ha visto como el rezo del Santo Rosario pone al demonio fuera de
la ruta del hombre y de la Iglesia. Llena de bendiciones a quienes lo rezan
con devoción. Nuestra Madre del Cielo ha seguido promoviéndolo,
principalmente en sus apariciones a los pastorcillos de Fátima. El Rosario es
una verdadera fuente de gracias. María es medianera de las gracias de Dios.
Dios ha querido que muchas gracias nos lleguen por su conducto, ya que fue
por ella que nos llegó la salvación. Todo cristiano puede rezar el Rosario. Es
una oración muy completa, ya que requiere del empleo simultáneo de tres
potencias de la persona: física, vocal y espiritual. Las cuentas favorecen la
concentración de la mente. 59 Rezar el Rosario es como llevar diez flores a
María en cada misterio. Es una manera de repetirle muchas veces lo mucho
que la queremos. El amor y la piedad no se cansan nunca de repetir con
frecuencia las mismas palabras, porque siempre contienen algo nuevo. Si lo
rezamos todos los días, la Virgen nos llenará de gracias y nos ayudará a
llegar al Cielo. María intercede por nosotros sus hijos y no nos deja de
premiar con su ayuda. Al rezarlo, recordamos con la mente y el corazón los
misterios de la vida de Jesús y los misterios de la conducta admirable de
María: los gozosos, los dolorosos, los gloriosos y los luminosos. Nos metemos
en las escenas evangélicas, que pRosario Vocacional Meditado “Abrí
puertas al Amor”

1.  Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor Dios Nuestro.
2.             En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Hermanos  les invitamos a  rezar el Rosario contemplando algunas llamadas  que  Dios hizo a
sus seguidores  y sigamos abriendo las puertas de nuestro Corazón para poder escuchar al
maestro, y descubrir su voluntad y  por intercesión de María pidamos que siga llamando hoy a
muchos obreros para su mies, que anuncien el evangelio a todos los hombres. 
3.             Reconocemos humildemente nuestros pecados y pedimos perdón al señor por
nuestras faltas. (Silencio).
4.             Decimos: Acto de Contrición. Pésame.

Cantamos: Junto a ti María

•         En el Primer Misterio Contemplamos...


•         Rezamos Padre Nuestro, 10 Ave María, y  Gloria.

1)         Primer Misterio Vocacional: “Jesús llama a Cuatro pescadores para que lo


sigan”.

Jesús iba caminando  por la orilla del lago de Galilea, cuando vio a Simón y a
su hermano Andrés. Eran pescadores, estaban echando la red al agua.
Jesús les dijo: “Síganme, y yo hare que ustedes sean pescadores de
hombres”.
Al momento dejaron sus redes y se fueron con él.
Un poco más adelante, Jesús vio a Santiago y a su hermano Juan, hijos de
Zebedeo, que estaban en una barca arreglando las redes. En seguida los
llamó, y ellos dejaron a su padre Zebedeo en la barca con sus ayudantes y se
fueron. (Mc 1, 16-20).

Así como ayer, Jesús camina también hoy en nuestra vida y nos llama por nuestro
nombre, invitándonos a seguirlo con un corazón abierto a su proyecto de amor para
con nosotros.
Pidamos la Gracia al señor para convertirnos en verdaderos pescadores de
hombres, y así como sus discípulos seguirlo sin mirar hacia atrás, desde nuestra
condición de jóvenes y entregarnos confiadamente hacer su voluntad.

Cantamos: “Pescador de hombres”

2)         Segundo Misterio: “El llamado de Jeremías”


La palabra del Señor llegó a mí en estos términos:
Antes de formarte en el vientre materno, yo  te conocía; antes de que
salieras del seno, yo te había consagrado, te había constituido profeta para
las naciones”.
 Y yo respondí: ¡Ah! Señor! Mira que no sé hablar, porque soy demasiado
joven.
El Señor me dijo: “No digas: Soy demasiado joven; porque tu iras donde yo
te envié y dirás todo lo que yo te ordene. No temas delante de ellos, porque
yo estoy contigo para librarte -oráculo del Señor-“. (Jr 1, 4-8)

El amor de Dios es infinitamente poderoso, él desde antes que naciéramos ya nos


conocía y nos había pensado con una misión única e importante.
Hoy también nos dice: No temas joven, si yo estoy contigo en todo momento, él no
mira ni nuestra edad, ni nuestra capacidad, sino simplemente nuestro corazón y
nuestra disponibilidad.

¿Eres Consciente de que has venido a este mundo a ser feliz y a cumplir una
misión encomendada por el Padre desde antes que nacieras? O ¿te encierras en
tus miedos, sintiéndote incapaz de ser luz en este mundo para otros tantos
jóvenes que aun no conocen el amor del Padre?

Oremos al Padre por tantos Jóvenes que son esclavos de los vicios y de lo que
ofrece el mundo, para que abran sus corazones a la Gracia del Espíritu y sepan
descubrir lo esencial de la vida.

Cantamos: Tienes que encender una luz

3)         Tercer Misterio: “Mira que estoy a tu puerta y llamo”


Yo estoy junto a la puerta y llamo, si alguien oye mi voz y me abre, entrare
en su casa y cenaremos juntos. (Ap 3, 20).
  
       Jesús constantemente está tocando nuestra puerta interior, en medio del ruido
de nuestras preocupaciones, nuestras distracciones, o pensamientos vanos, que
no nos dejan del todo poder reconocerlo y escucharlo.

     En este encuentro, nos invita a estar atento y a su voz que habla dentro, y nos
invita a dejar de lado nuestras preocupaciones y entregarlas a él, pero sobre todo,
nos invita abrir nuestra puerta, para quedarnos con él y compartirle nuestros
sueños y anhelos como jóvenes.

Por intercesión de nuestra Madre pidamos al Señor de abrir las puertas de nuestro
corazón de par en par al Amor que sana todas las heridas, que ahuyenta todas las
tibiezas, y que nos hace capaces de ser verdaderos jóvenes cristianos en este
mundo con tanta falta de amor. 

Cantamos: 4) “Ábreme la Puerta”

4)         Cuarto Misterio: Dialogo de Jesús con Pedro:


Después de comer Jesús dijo a Simón Pedro: Simón hijo de Juan ¿Me
Amas más que a estos?
Él le respondió: Si, señor, tu sabes que te quiero”.
Jesús le dijo apacienta mis ovejas”. Y volvió a preguntarle:
 «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?»
 «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.»
 «Cuida de mis ovejas.»
Por tercera vez Jesús le preguntó:
 «Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?»
A Pedro le dolió que por tercera vez Jesús le hubiera preguntado: « ¿Me
quieres?» 
Así que le dijo:
 «Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero.»
 «Apacienta mis ovejas, » le dijo Jesús.
              
      Jesús al preguntar tres veces a Pedro si lo ama, restaura en él, sus tres
negaciones durante  el camino al calvario, pero Jesús no es rencoroso sino que a
pesar de sus negaciones y fallas le confía la tarea de cuidar sus ovejas.
    Hoy también Jesús nos pregunta a cada uno, si le amamos de verdad, él se
acerca a nosotros preguntándonos si estamos dispuestos amarlo con todas sus
consecuencias, con todo lo que implica, dejando de lado nuestros intereses, para
asumir la responsabilidad de cuidar aquello que él nos confía, así como a Pedro.
    También nos propone a entrar en su Corazón infinito de Amor y cobijarnos bajo
su misericordia, él que conoce todo lo que hay en nosotros hasta lo más
insignificante, todas nuestras miserias y todo lo que nos impide ser verdaderos
testigos suyos, nos sigue animando a dejarnos amar por él y ser instrumento suyo,
con nuestros hermanos.
Oremos al Padre para abrir nuestro corazón a su misericordia infinita y así
expresar como Pedro  «Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero.».

Cantamos: “Todo en mi cobra sentido por tu Amor”

5)         Quinto Misterio: el joven rico


Se ponía ya [Jesús] en camino cuando uno corrió a su encuentro y
arrodillándose ante él, le preguntó: "Maestro bueno, ¿qué he de hacer para
tener en herencia vida eterna?" Jesús le dijo: "¿Por qué me llamas bueno?
Nadie es bueno sino sólo Dios. Ya sabes los mandamientos: No mates, no
cometas adulterio, no robes, no levantes falso testimonio, no seas injusto,
honra a tu padre y a tu madre." El, entonces, le dijo: "Maestro, todo eso lo he
guardado desde mi juventud." Jesús, fijando en él su mirada, le amó y le
dijo: "Una cosa te falta: anda, cuanto tienes véndelo y dáselo a los pobres y
tendrás un tesoro en el cielo; luego, ven y sígueme." Pero él, abatido por
estas palabras, se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes. (Mc 10,
17-22).

  Fijando en él su mirada lo Amo,  hoy también él se detiene y fija su mirada en


cada uno, si le preguntamos de verdad cual es su voluntad para con nuestra vida,
él nos respondería con Amor.
 Es el momento, de preguntarnos sobre el sentido auténtico de la existencia:
“¿Quién soy? ¿Hay algo que me falta?”, ¿Qué riquezas me atan y no me dejan
avanzar en al camino del señor?
La tristeza que siente el joven rico del Evangelio es la que nace del corazón de
cada uno cuando no se tiene el valor de seguir a Cristo, de realizar la elección
correcta. ¡Pero nunca es demasiado tarde para responderle!
Jesús siempre está atento y nos busca insaciablemente, toca nuestra puerta y
desea que confiemos él, poniendo al servicio nuestras cualidades, energías,
sueños, esperanza y hasta nuestra  propia edad que es  una gran riqueza, para
los demás, para la Iglesia y para el mundo.
Seamos valientes y preguntemos al maestro: ¿Qué tengo que hacer, para que mi
vida tenga pleno valor y pleno sentido?"

Oración: María, madre nuestra, te confiamos todos los niños, jóvenes y


familias del mundo entero, para que se animen a seguirlo a Jesús, y sepan unirse en
su Amor y compartir el gozo de Cristo resucitado que vive en medio de nuestro
pueblo y pidamos la Gracia al señor, de morir a nosotros mismos, para así proclamar
un día como San Pablo "Ya no soy yo quien vive, sino es Cristo quien Vive en Mi".

Cantamos: “Canción del Si”

Ángelus.

Oración por las vocaciones:


 Señor Dios, Padre Celestial, Tu Hijo Jesucristo nos dijo: "La mies es abundante,
pero los obreros pocos. Pedid al dueño de la mies que envíe obreros a su mies".
Animados por estas enseñanzas, te pedimos que envíes a tu Iglesia, numerosas y
santas vocaciones para el sacerdocio, a la vida religiosa y al apostolado laical.
Consérvales fieles en su ministerio hasta el fin; y concédeles, por tu Espíritu
Santo, un gran amor a Dios y a los hermanos, para que en su ministerio y en su
vida busquen solamente tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.
SALVE
asan por nuestra mente, mientras nuestros labios oran.

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