María José, de 11 años, repitió el 4° grado dos veces y corre el riesgo de repetir el 5° grado. Presenta dificultades en el rendimiento académico y la conducta, como falta de atención, responsabilidad y autocontrol. Sus padres son permisivos y no establecen límites claros, mientras que su hermano la sobreprotege. La escuela busca estrategias para mejorar su desempeño y evitar que quede en sobreedad.
100%(2)100% encontró este documento útil (2 votos)
442 vistas3 páginas
María José, de 11 años, repitió el 4° grado dos veces y corre el riesgo de repetir el 5° grado. Presenta dificultades en el rendimiento académico y la conducta, como falta de atención, responsabilidad y autocontrol. Sus padres son permisivos y no establecen límites claros, mientras que su hermano la sobreprotege. La escuela busca estrategias para mejorar su desempeño y evitar que quede en sobreedad.
María José, de 11 años, repitió el 4° grado dos veces y corre el riesgo de repetir el 5° grado. Presenta dificultades en el rendimiento académico y la conducta, como falta de atención, responsabilidad y autocontrol. Sus padres son permisivos y no establecen límites claros, mientras que su hermano la sobreprotege. La escuela busca estrategias para mejorar su desempeño y evitar que quede en sobreedad.
María José, de 11 años, repitió el 4° grado dos veces y corre el riesgo de repetir el 5° grado. Presenta dificultades en el rendimiento académico y la conducta, como falta de atención, responsabilidad y autocontrol. Sus padres son permisivos y no establecen límites claros, mientras que su hermano la sobreprotege. La escuela busca estrategias para mejorar su desempeño y evitar que quede en sobreedad.
Descargue como DOCX, PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1/ 3
Estudio de caso
María José Pérez Pérez, de 11 años de edad, cursa el 5° grado de Básica. Inició el Nivel Inicial en un colegio privado. Cuando fue promovida a 1°, la inscribieron en una escuela pública por razones económicas. Repitió el 4° en dos ocasiones. En lo que lleva del año escolar proyecta que repetirá el 5° grado también.
Esto ha motivado a la escuela a buscar ayuda para evitar que la alumna caiga en sobreedad y se tenga que ubicar más adelante en educación para adultos.
La escuela a la que asiste tiene una población de unos 600 alumnos por tanda, divididos por ciclos. En la mañana el segundo ciclo y en la tarde el primero.
La familia de la niña está compuesta por sus padres y un hermano mayor, quien ha tenido siempre éxito en sus estudios. El manejo conductual y la actitud hacia ella es permisiva y, en ocasiones, es de sobreprotección. La maestra comenta que la niña llora en ocasiones, cuando se le exige realizar las tareas. Dice no aguantar las “ñoñerías” de la alumna, además de que en algunas ocasiones no asiste, porque según la madre está enferma, pero los amiguitos le han informado que es la niña quien se niega a asistir por sueño o porque “no quiere”.
La madre señala que en el periodo prenatal, en sus primeros meses de embarazo,
presentó riesgo de aborto. Por situaciones de presión arterial indujeron el parto a las 37 semanas de gestación. En el periodo perinatal, destaca que la niña nació con el cordón umbilical enredado en su cuello. En este sentido, su hermano, expresa que María tiene “el cerebro fundido”.
Su desarrollo general fue apropiado para su edad, aunque presentó dificultades de habla, por lo que asistió a terapia de lenguaje hasta aproximadamente de los 6 años. Aún se puede notar alguna dificultad en su pronunciación. En la escuela, sus compañeros no han demostrado rechazo ni la han molestado por esto.
En cuanto a su desarrollo psicosocial, la menor se desenvuelve de manera regular, es
amistosa, cooperadora con sus obligaciones en casa, es un poco impulsiva le falta autocontrol. La madre es permisiva con ella y su padre es flexible y cercano. No existen roles definidos en cuanto a obligaciones para la niña. Frente a esta situación la niña ha desarrollado una actitud manipuladora con lo cual siempre consigue lo que quiere.
En ámbitos académicos, María José presenta problemas de rendimiento por debajo de lo
esperado. No tiene responsabilidad frente a sus tareas y horarios, no le agrada ir al colegio porque prefiere relacionarse con gente en otros espacios. Dice que no le gusta su profesora actual.
Los padres desean que la niña aprenda y tenga un futuro promisorio, por lo que se muestran preocupados ante el actual desempeño de su hija. La escuela señala que han desarrollado varias estrategias para apoyar a la niña y esta no muestra mejoras en su desempeño. Una estrategia utilizada en la escuela es que integran a las familias en las distintas actividades del centro y en ocasiones los invitan a participar en las clases.
Al interactuar con la alumna, se muestra en primera instancia tímida, aunque luego tiende a relajarse y ser más expresiva. Le gustan las actividades de carácter lúdico. Sus compañeros de clases dicen que usualmente no termina las tareas y se pone a corretear en la clase o a cantar mientras la profe explica la clase.
Sin embargo, en aquellas actividades que exigen mayor atención y concentración se ve
una niña desinteresada desde el comienzo de las actividades, sin preocuparse si lo hacía bien o no, y dejando inconclusas las tareas planteadas. La niña se muestra dependiente, insegura, falta de iniciativa y poco reflexiva. La docente indica que no puede perder tanto tiempo detrás de ella, tiene otros 30 y tanto alumnos que requieren de su atención, incluyendo uno con hipoacusia, y María José no está en disposición a trabajar.
La alumna se mueve constantemente de sitio, rompe las filas de butacas y, en ocasiones,
se sienta junto a la maestra para “ayudarla” con los cuadernos. La maestra la deja, pues entiende que busca su afecto.
María, expresa que su familia es muy buena. No salen mucho porque no tienen dinero, pero sus papás la quieren mucho. El único malo es su hermano que no la deja jugar para que haga la tarea, y ella quiere jugar con sus amigos o ver televisión, en especial los videos musicales pues ella quiere ser actriz o cantante.
Tienen pocos recursos didácticos en el aula y la escuela presenta algunas dificultades de
mobiliario e infraestructura, sin embargo las familias apoyan cuando les solicitan algún tipo de ayuda en este sentido, incluso algunos padres reparan las butacas y pintan las paredes. Hace uno o dos meses no tienen electricidad, pues se ha dañado el cableado por las lluvias.
María José, muestra un adecuado ajuste al medio, en especial en la relación con sus pares, ya que demuestra agrado, interés, comodidad y aceptación hacia éste. De acuerdo con la relación con los adultos la niña no presenta mayor dificultad, ya que las averiguaciones realizadas respecto a ese ámbito ella es una persona respetuosa tanto con sus padres, vecinos y profesores.
En la escuela, María José logra una atención sostenida, localiza rápidamente dibujos, tiene una muy buena discriminación visual. No retiene fácilmente los procedimientos planteados, en cuanto al desarrollo de las operaciones de multiplicación y división.
En las clases de educación física, muestra torpeza en la motricidad gruesa, que se
manifiesta en especial al diferenciar lateralidades y direccionalidades. La cancha es pequeña, pero está en buenas condiciones. En cuanto a la motricidad fina no presenta dificultades.
La niña, también presenta dificultad al comprender las instrucciones que se le
entregan, lee cada parte de la actividad en voz baja y no mentalmente, muchas veces con ayuda de su dedo índice como guía. Se apresura a terminar todas las actividades. En ocasiones no se toma el tiempo de pensar la respuesta. Se muestra impulsiva al momento de contestar. La orientadora dice que ha conversado con los padres para darles algunas estrategias para desarrollar el autocontrol en la niña, pero no han tenido grandes resultados.
Los padres no tienen mucho tiempo para apoyarla en la realización de las tareas, por lo que su hermano asume esta responsabilidad. Después de terminar la terapia del habla, la inscribieron en una sala de tareas, pero al parecer no aprendía nada y optaron por retirarla, además de que no podían seguir pagando la mensualidad.
María José, tiene dificultad para comprender instrucciones con un vocabulario
medianamente complejo. No es capaz de retener información verbal inmediata, lo mismo sucede al evaluar las capacidades de abstracción verbal. Su escritura es legible y ordenada, pero no así en ortografía; no agrega las puntuaciones correspondientes y comete errores específicos como omisiones y sustituciones de letras, por ende no tiene un óptimo desarrollo de redacción. Presenta una comprensión de lectura baja, no lee textos en forma fluida, sino silabeante. La mayoría de las veces presenta vacilaciones, cometiendo errores en la pronunciación.
En cuanto a la resolución de problemas, no logra inferir y aplicar operaciones aritméticas
adecuadas para resolver las actividades que se le exigen, lo que implica problemas en el uso de números y operaciones propios de su nivel, y junto con el retraso lector, da como resultado la escasa comprensión de los problemas planteados y la adecuada selección de los procedimientos de resolución que debe seguir para la obtención de los resultados correctos.
La escuela está ubicada en un sector urbano marginal, donde la población mayormente
vive del trabajo informal. La delincuencia es aún manejable, permitiendo moverse con cierta tranquilidad, según el personal de la escuela. Reciben niños de toda la zona, sin “discriminar”, pero entienden que los niños en sobreedad, representan una dificultad para los demás niños de edades menores, por los consabidos problemas de violencia, abuso, intereses sociales y sexuales, etc.
Adaptado de http://portafoliopsicopedagogico2010.blogspot.com/2010/12/informe-psicopedagogico.html
