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Consultoría en La Industria Mexicana

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INSTITUTO TECNOLÓGICO SUPERIOR DE ALVARADO

Trabajo
Investigación documental acerca de la Consultoría en la Industria Mexicana

Materia
Productividad aplicada

Alumno
Jacob Rafael Ramírez García

No. de control
C196Z0020

Profesor
Francisco Javier González Fernández

Fecha
20 de Febrero del 2021
INTRODUCCIÓN

La consultoría, como industria del conocimiento, puede clasificarse en dos grandes grupos:
la consultoría de gestión (administración, economía y finanzas), la cual representa una parte
importante del mercado, y la consultoría de ingeniería, que abarca desde estudios de
viabilidad técnica, hasta el diseño para procesos de conservación y mantenimiento etc., y que
representa un porcentaje menor de la demanda.
La clasificación formal del sector se puede englobar dentro del Sistema de Clasificación
Industrial de América del Norte (SCIAN). Bajo el epígrafe 54: “Servicios profesionales,
científicos y técnicos” y 5416: “Servicios de consultoría administrativa, científica y técnica”
se pueden encontrar los diferentes sub-sectores de actividad propios de la consultoría.
México destaca por un tejido industrial compuesto principalmente de pymes y con un alto
grado de informalidad en su economía. Pese a contar con un PIB similar al de España, la
realidad del país es muy diversa y existen importantes diferencias geográficas dentro del
propio territorio. Las regiones más desarrolladas y de mayor interés para las empresas
consultoras son las de Ciudad y Estado de México; la zona norte cuya capital económica es
Monterrey, Nuevo León; y la zona del Bajío que contempla los estados de Jalisco,
Guanajuato, Querétaro y San Luís Potosí entre otros.
Los servicios privados no financieros en los que se incluiría la consultoría de ingeniería que
se analiza en este estudio, abarcan más de un 38% del total de empresas registradas en
México, según el censo económico publicado por el INEGI, con un total de 1.613.601
unidades económicas. De todas esas empresas de servicios, 97.923 se encuentran registradas
dentro del sector “Servicios Profesionales, Científicos y Técnicos” de las cuales una gran
mayoría se dedicaban a proporcionar servicios que pueden considerarse de consultoría
profesional.
Muestra de la concentración geográfica es el número de empresas dedicadas a los servicios
de consultoría administrativa, científica y técnica. La Ciudad de México y el Estado de
México registran 1.901 empresas de este tipo, un 29,6% del total nacional.
Los servicios privados no financieros son la principal fuente de empleo en el país. El 49,5%
del empleo se ocupa en actividades de servicios privados no financieros y en valor de
producción bruta el sector es de los que más genera, con una cifra superior a 2.355 millones,
aunque bastante por detrás del sector manufacturero.
Dentro del sector de la consultoría destaca la alta demanda de ingenieros para los proyectos
relativos a la manufactura, la industria de la automoción, las tecnologías de la información,
la energía y las infraestructuras. Los salarios de los profesionales recién titulados en estas
categorías están por debajo de la media de los países europeos, pero existe un desajuste entre
la formación adquirida en las universidades y la requerida por las empresas.
En general se trata de un sector maduro con un alto grado de competencia, con las grandes
consultoras multinacionales firmemente establecidas en el país. Existen un gran número de
empresas extranjeras de ingeniería y consultoría operando en el país contra las que es difícil
competir por su tamaño y conocimiento del mercado.
La demanda de servicios de ingeniería y consultoría está correlacionada con la inversión
pública. En los últimos años la demanda ha sido impulsada por la liberalización del sector
energético en 2013 y con el Plan Nacional de Infraestructuras 2014-2018. La nueva
administración tomó posesión en diciembre de 2018 y no se conocen aún con detalle sus
planes y proyectos de infraestructura.
Los precios de consultoría varían en función del tipo de la misma, el tamaño del cliente, el
grado de especialidad, la localización geográfica, etc. Por ello las tarifas estándar son
negociables en función de las condiciones particulares de cada proyecto. Como punto de
comparación con la ingeniería y la consultoría en España se proporcionan los salarios
promedio de los cargos más representativos en los sectores de interés: banca, finanzas,
ingeniería y legal.
La percepción de la ingeniería y consultoría española es una fortaleza en un país como
México. Existe un vínculo económico y cultural muy estrecho entre ambos países. Las
principales empresas de construcción y energía españolas son líderes en el país. Esta realidad
propicia que México sea una de las primeras opciones a las que se dirige la empresa española
cuando busca internacionalizar su actividad.

1. OBJETIVO

El objetivo fundamental de la consultoría es proporcionar recomendaciones viables e


implantar medidas apropiadas para aumentar la productividad y la competitividad
de las empresas.

2. CONTENIDO

Consultoría: Definición

La consultoría se puede definir como la transmisión del conocimiento y la experiencia


de un hombre o de un equipo de expertos hacia otros con el objetivo de alcanzar más
fácilmente una meta humana. Esencialmente, es la búsqueda constante de
conocimiento preparado para el beneficio de otros.
La consultoría, como industria del conocimiento, puede clasificarse en dos grandes
grupos: la consultoría de gestión (administración, economía y finanzas), la cual
representa una parte importante del mercado, y la consultoría de ingeniería, que
abarca desde estudios de viabilidad técnica, hasta el diseño para procesos de
conservación y mantenimiento, y que representa un porcentaje menor de la demanda.

El límite entre la consultoría de gestión y la consultoría tecnológica está poco claro.


Hay veces que se solapan, pero normalmente los consultores tecnológicos tienen
titulaciones en las TIC como Ingeniería Informática, Ingeniería en
Telecomunicaciones, Ingeniería Electrónica y tecnología en general, mientras que los
consultores de gestión tienen titulaciones de contabilidad, economía, finanzas o un
máster en administración de empresas.

A su vez, en la industria de la consultoría pueden diferenciarse diferentes esquemas:

• Consultores independientes y autónomos.

• Grupos o empresas de consultores asociados. Fórmula basada en la


agrupación de profesionales reunidos bajo una misma empresa o marca;
normalmente compuesta de consultores sénior con dilatada experiencia, con
dominio de disciplinas complementarias que suponen una oferta variada de
servicios: formación, orientación al cambio, búsqueda de objetivos mediante
TIC e incluso staff de apoyo a estrategias y dirección.

• Subcontratación. Se podría incluir como otra categoría dentro de los tipos de


esquemas de consultoría. Cada vez es más frecuente, a causa de la situación
económica inestable en muchos sectores

El trabajo del consultor está basado en proyectos. Individuos o empresas


consultoras se contratan para trabajar en proyectos que se consideran fuera de la
actividad normal del cliente, y hay una conclusión de su involucramiento. Si
los mismos se necesitan para la actividad normal, entonces se trata de sustitución de
personal o sea de “outsourcing”.
Orígenes y evolución de la consultoría en México

En México la consultoría de ingeniería experimentó un fuerte desarrollo entre las


décadas de los años 30 y 50, debido a que las instituciones públicas mexicanas
emprendieron un gran número de proyectos de ingeniería en diversos ámbitos
(comunicaciones y transportes, hidráulica, petrolera, eléctrica, etc.), si bien cabe
destacar el hecho de que en ese momento la ingeniería era desarrollada
exclusivamente por los órganos del Estado. A finales de la década de los 40, el
Gobierno comenzaba ya a contratar la construcción de proyectos.

A partir de los años 50 empezaron a desarrollarse firmas de ingeniería que realizaban


parte de los proyectos, que eran coordinados por funcionarios estatales, quienes
finalmente integraban los proyectos y contrataban su construcción. Esta protección
de la actividad obstaculizó el desarrollo de las empresas de consultoría e impidió que
el personal que trabajaba en el sector adquiriera los conocimientos necesarios para el
desarrollo de proyectos integrales. A pesar de todo, en algunas especialidades se
propició el desarrollo de firmas de ingeniería de diferente tamaño. Petróleos
Mexicanos, por ejemplo, llegó a contar con un conjunto de empresas de ingeniería
suficiente para cubrir sus necesidades, pero también contrató a firmas extranjeras para
realizar la ingeniería básica y de proceso.

Posteriormente, en los años 60 y 70, el sector de la consultoría de ingeniería


experimentó tal crecimiento, que le permitió llegar a satisfacer la creciente demanda
nacional e, incluso, exportar dichos servicios al extranjero. Dichas exportaciones
tuvieron como principales destinos América Latina y el Caribe, aunque también se
dirigieron, en menor medida, a África y Asia.

Este crecimiento exponencial, se vio motivado principalmente por el boom petrolero


de finales de los años 70. Como referencia, en ese momento, solamente PEMEX ya
contrataba 20 millones de horas/hombre/año y unos 8.000 ingenieros y técnicos
especializados.
Sin embargo, la tendencia creciente de la demanda de ingeniería en México se vio
truncada por la caída de los precios del petróleo a principios de los años 80 y por la
posterior crisis económica que afectó a todo el mundo. Estos hechos supusieron un
duro revés para el sector, el cual vio reducir su volumen de actividad y el número de
profesionales empleados en el mismo.

En años posteriores, las empresas de consultoría de ingeniería mexicanas trataron de


recuperar el mercado latinoamericano, que habían desatendido debido a la crisis. Sin
embargo, para entonces, éste ya había sido acaparado por otras empresas,
principalmente brasileñas.

A partir de ese momento y durante algunos años, la consultoría de ingeniería ha


experimentado un cierto declive. Por un lado, el estado dejó de construir
infraestructuras al mismo ritmo que lo había hecho hasta el momento; por otro, no se
elaboró un plan de transferencia adecuado, para dejar en manos de las empresas
nacionales las actividades de ingeniería que hasta el momento había tutelado el
Estado, lo que favoreció la entrada de empresas extranjeras en el sector.

Otro factor que contribuyó a la caída del sector de la consultoría mexicana en esa
época, fue el creciente requerimiento de proyectos “Llave en mano”. Éstos precisan
de una elevada financiación (ya que abarcan todo el proceso, desde el diseño hasta la
construcción), lo cual hizo que dichos proyectos quedaran mayoritariamente en
manos de firmas extranjeras, con una mayor fuerza financiera y un mayor apoyo de
sus propios Gobiernos lo que les daba un fácil acceso a los bancos de desarrollo
internacionales.

Más adelante, y especialmente con la puesta en marcha de ambiciosos planes de


infraestructura en los sexenios de Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012) y Enrique
Peña Nieto (2012-2018) la contratación de servicios de consultoría e ingeniería,
estudios, supervisión etc. experimentó un notable crecimiento.

Por otro lado, la consultoría de gestión es relativamente novedosa en el mercado


mexicano. En 2000 comenzaron a proliferar en México empresas consultoras
especializadas en economía, finanzas, informática, recursos humanos, calidad,
capacitación, planeación estratégica, inspección, verificación, certificación, etc. Sin
embargo, pese a esta proliferación de prestadores nacionales de servicios, más del
80% de la facturación de este rubro lo siguen generando empresas extranjeras.

La Cámara Nacional de Empresas de Consultoría (CNEC: cnec.org.mx), creada en


1985, regula y fomenta el sector mexicano de la consultoría.
Sus objetivos son:

• Representar los intereses de la consultoría nacional.


• Impulsar la creación de organismos para el desarrollo de esta actividad.
• Detectar oportunidades de trabajo para sus afiliados. o Combatir la corrupción
en los negocios internacionales y nacionales.
• Establecer autocontroles y mecanismos preventivos que eviten los actos de
corrupción. o Fomentar en las organizaciones y en los sujetos la integridad, la
transparencia, responsabilidad y compromiso social.
• Coadyuvar en el desarrollo tecnológico y la infraestructura del país.
• Ser órgano de consulta del Estado.

Descripción de productos o sectores


Las empresas de consultoría son empresas de servicios profesionales con experiencia o
conocimiento específico de un área, que asesoran a otras empresas, a grupos de empresas, a
países o a organizaciones en general. La consultoría engloba, por tanto, diversos campos o
áreas de conocimiento. Dentro de los subsectores de los servicios de consultoría encontramos
la ingeniería.
En México, las estadísticas no permiten dimensionar con precisión el mercado mexicano de
estos servicios y la escasa información existente debe tratarse con cautela.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en su Sistema de
Clasificación Industrial de América del Norte (SCIAN), se incluye en: “Servicios
profesionales, científicos y técnicos” (Sector 54)
Es por ello que no existen datos estadísticos precisos, y para obtener una información más
fiable este sector debe analizarse de forma desagregada. Dentro de dicho sector podemos
encontrar diferentes sub-ramas relacionadas con la consultoría:
Sector 54: “Servicios profesionales, científicos y técnicos”
• “Servicios legales” (5411).

• “Servicios de contabilidad, auditoría y servicios relacionados” (5412).


• “Servicios de arquitectura, ingeniería y actividades relacionadas” (5413).
• “Servicios de diseño de sistemas de cómputo y servicios relacionados” (5415).

• “Servicios de consultoría administrativa, científica y técnica” (5416).


• “Otros servicios profesionales, científicos y técnicos” (5419).
3. CONCLUSION

La consultoría profesional no es hoy parte constitutiva del sistema nacional de


conocimientos ni es objeto de atención estratégica a nivel político. La razón de esta
omisión es que, hasta hoy, el Sistema Nacional de Innovaciones (SNI) se ha concentrado,
principalmente, en estimular la “producción de innovaciones” en universidades e
institutos nacionales de investigación. A partir de la mitad de los años 90 ha
evolucionado una política que coloca al SNI en el centro de la estrategia de productividad (y
competitividad) del país cuya preocupación ha sido encontrar métodos para transferir y
diseminar innovaciones tecnológicas de la academia a las empresas. Sin embargo, en
México como en China y otros países, “los ejemplos de innovaciones que del
laboratorio llegan al mercado son muy pocos.” En la realidad estas organizaciones
carecen de las redes de clientes, el manejo de proyecto y la capacidad de difusión
comercial necesarias.
Hasta hoy, en México, no se ha considerado que consultores puedan contribuir en
acelerar la adaptación y diseminación de innovación, impulsados por su pragmatismo
y su cultura del mercado. En muchos respectos esta cultura es antitética a la encontrada en
universidades e institutos de investigación. El crecimiento explosivo de la industria
consultora en los países de más alta competitividad, comenzando con los EEUU, Canadá,
Inglaterra, constituye un indicio a este efecto. La estrategia del gobierno de México
empuntada a incrementar la productividad debería reconocer la consultoría profesional y
experta como un importante transformador de conocimientos en desempeño dirigido por su
misión en el mismo rumbo.
Mercados maduros resuelven en una buena parte el problema de la intermediación
independiente de innovaciones y mejores prácticas, remunerando la industria consultora
por absolver esta función.
De lo observado en los países mencionados el apoyo del gobierno a la integración de la
industria consultora a las otras instituciones de la economía del conocimiento está basado en
dos premisas: (i) la industria consultora debe ser un “sistema abierto” apoyado por un
mercado eficiente; y (ii) la industria debe alimentarse de los talentos profesionales
que necesita ocupándolos en condiciones adecuadas a sus aspiraciones. Ambas premisas
no requieren de una política de subsidios, capturas regulatorias u otro favoritismo.

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