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Zuheros Trabajo Final

Este documento resume la Cueva de los Murciélagos en Zuheros, Córdoba. La cueva ha sido ocupada desde hace 30,000 años y contiene vestigios arqueológicos importantes del Neolítico como cerámica decorada y el famoso "Vaso de Zuheros". La cueva consta de varias salas como la entrada, una zona de arte rupestre, y un área de enterramiento. Contiene formaciones geológicas notables como estalactitas y estalagmitas. La cueva ha sido declarada Bien

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Zuheros Trabajo Final

Este documento resume la Cueva de los Murciélagos en Zuheros, Córdoba. La cueva ha sido ocupada desde hace 30,000 años y contiene vestigios arqueológicos importantes del Neolítico como cerámica decorada y el famoso "Vaso de Zuheros". La cueva consta de varias salas como la entrada, una zona de arte rupestre, y un área de enterramiento. Contiene formaciones geológicas notables como estalactitas y estalagmitas. La cueva ha sido declarada Bien

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LA CUEVA DE LOS

MURCIÉLAGOS
ZUHEROS

ISABELLA LEAL, ROBERTO LOYA, DAVID RUIZ Y NICOLÁS RUIZ

Prehistoria: Sociedades Productoras


ÍNDICE

1. Introducción ......................................................................................... 3

2. Descripción y características de la cueva ............................................ 6

3. Historiografía de la Cueva ................................................................. 10

4. Estratigrafía ........................................................................................ 12

5. Cerámica ............................................................................................ 14

6. Arte Rupestre ..................................................................................... 18

7. Enterramiento..................................................................................... 21

8. Conservación y Estado del Yacimiento ............................................. 23

9. Puesta en valor del yacimiento. Accesibilidad. Responsable y


Financiación ............................................................................................. 25

10. Propuesta de Mejora ....................................................................... 29

11. Autoevaluación ............................................................................... 31

Bibliografía.................................................................................................. 33
LA CUEVA DE LOS MURCIÉLAGOS

El presente estudio está basado en la localización, historiografía, estado, y todo lo


que conforma y dota de característico al yacimiento de “La Cueva de los Murciélagos”,
en Zuheros. Hablaremos también de los estudios estratigráficos realizados en el
yacimiento, los cuales proceden de las excavaciones realizadas por Ana María Vincent
Zaragoza y Ana Quadra-Salcedo (1962), por Ana María Vincent Zaragoza y Ana María
Muñoz Amilibia (1969), y, por último, excavaciones realizadas por Beatriz Gavilán
Ceballos y Juan Carlos Vera Rodríguez (1990-91 y 1993). Es importante hacer mención
de las representaciones de arte rupestre que encontramos en la cueva, las cuales son
esquemáticas; y de los restos humanos procedentes de un enterramiento realizado allí en
época prehistórica.

Los componentes del trabajo somos: Isabella Leal Martínez (31007828X), Roberto
Loya Pineda (46272157K), David Ruiz Rodríguez (31026562E) y Nicolás Ruiz Mantilla
(30836985B).

1. Introducción

La Cueva de los Murciélagos, una de las más extensas y conocidas de la provincia de


Córdoba, se sitúa en plena Sierra de la Subbética, al sur de la provincia, concretamente a
4 kilómetros del municipio de Zuheros, de tan solo 42 km2 y 657 habitantes. Aunque por
su encanto, el Municipio está declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de
Conjunto Histórico-Artístico y, desde 2015, forma parte de los Pueblos más bonitos de
España.

Figura 1: Castillo de Zuheros. Foto: elaboración propia

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LA CUEVA DE LOS MURCIÉLAGOS

Zuheros destaca también por un castillo erigido en época islámica (siglo IX d.C.),
sobre una gran roca caliza que le da la altura necesaria para controlar el territorio, por lo
que los propios árabes le dieron el nombre de “roca inconquistable”. Posteriormente, en
1540, Alonso Fernández de Córdoba, una vez reconquistada la villa, remodela el castillo,
convirtiéndolo en un castillo-palacio, de estilo renacentista y obra de Hernán Ruiz.
Aunque, tras el terremoto de Lisboa en 1755, que le causó graves daños y la poca
ocupación del mismo por los señores de Zuheros, cayó en un estado de abandono.
La cueva está declarada Bien de interés Cultural (BIC), desde 1985, y Monumento
Natural Mixto de Andalucía, desde 2001, por sus valores tanto naturales como geológicos
y bióticos.

Figura 2: Acceso a la Cueva grande. Foto: elaboración propia.

Además, es referente a nivel europeo por sus vestigios arqueológicos, sobre todo de
la época del Neolítico, puesto que gracias a los estudios realizados en ella sabemos que
el Neolítico en la Andalucía Occidental se inicia entre el 4300 y el 3900 a.C., más de un
milenio de antelación a lo se pensaba. Además, es célebre de este periodo la cerámica,
con una decoración y un acabado destacable por la aplicación de un pigmento rojo,
realizado a la almagra. Las vasijas encontradas en Zuheros gozan de gran popularidad, en
concreto, “El vaso de Zuheros”, por su perfecto acabado. Mediante la técnica de datación
con Carbono 14 de los cereales carbonizados encontrados dentro del mismo, con una
mínima conservación para la efectuación de esta técnica, se estima su fecha entre el 4.000
y el 3.980 a.J.C. Aunque el verdadero valor de las vasijas no está en su decoración, sino
en su funcionalidad. (Arjona Castro, 1991, p. 53)

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LA CUEVA DE LOS MURCIÉLAGOS

Figura 3: Vaso de Zuheros. Foto tomada de la web http://www.jdiezarnal.com/public/cordoba.html

Así mismo, se han encontrado restos de ocupación desde el Hombre de Neandertal,


hace 30.000 años, hasta la época romana. Su nombre le viene dado porque hace décadas
habitaban en ella cuatro especies de murciélagos: el Rhinolophus hipposideros
(murciélago de herradura pequeño), el Rhinolopus ferrumequinum (murciélago de
herradura grande), el Myotis myotis (murciélago ratonero grande) y el Myotis emarginata
(murciélago de oreja partida). Aunque a día de hoy solo quedan un centenar de ellos, que
se ocultan en la zona no visitable de la cueva. Por último, respecto a la superficie de la
cueva, consta de 32,45 hectáreas, y sus coordenadas geográficas son 37º32' Norte y 04º18'
Este. En la siguiente cartografía, se ve representada la Villa de Zuheros con un contorno
rojo, mientras el Castillo con uno de color naranja y el yacimiento de color marrón.

Figura 2: Mapa físico escala 1:25000. Foto: extraída de la web del Instituto Nacional Geográfico
(http://www.ign.es/web/ign/portal)
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LA CUEVA DE LOS MURCIÉLAGOS

Figura 3: Mapa Cartográfico 1:25000. Foto: extraída de la web del Instituto Geográfico Nacional
(http://www.ign.es/web/ign/portal)

2. Descripción y características de la cueva

La puerta de entrada por la que se accede a la cavidad está situada a 980m sobre el
nivel del mar. La existencia de la Cueva de los Murciélagos se ha conocido desde siempre
por los habitantes de la zona y del pueblo, aunque nadie se atrevía a pasar de la sala
principal por temor y superstición.

Los habitantes de la cueva la distribuyeron según sus necesidades. Así, tenemos la


entrada, denominada el Vestíbulo de la Cueva Grande, como lugar donde desarrollaban
su vida, debido a la presencia de luz solar (única sala que recibe luz solar), al fácil acceso
al exterior y por su temperatura, la cual suele rondar los 15 grados centígrados durante
todo el año.

A escasos metros de esta sala, se encuentra la zona mágico-religiosa o santuario,


donde practicaron las pinturas rupestres. Las pinturas con las que nos topamos en la
cavidad están datadas del Neolítico. Encontramos representadas cabras hispánicas (capra
íbex) de forma bastante esquemática. Las pinturas estaban hechas con restos de carbón
mezclado con la grasa de los animales que cazaban. Hay un total de 56 pinturas durante
todo el recorrido, pero por motivos de conservación solo pueden mostrarse 8 de ellas.

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LA CUEVA DE LOS MURCIÉLAGOS

En el fondo a unos 70 metros de profundidad, encontramos la zona mortuoria, donde


destaca la presencia de un esqueleto completo, aunque se han encontrado más restos,
como la mandíbula de un niño, un cráneo, una pelvis y un húmero.

En la llamada “Sala de las formaciones”, conocida así por la cantidad de formaciones


geológicas que almacena, encontramos estalactitas, estalagmitas, columnas y banderolas
(provocadas por las corrientes de aire dentro de la cueva). En esta sala se encuentra la
formación más famosa de toda la cueva, que mide 4 metros de altura y se le llama “el
Espárrago”, lo curioso de esta formación es que se está produciendo por una pequeña
estalactita de unos 10cm que se encuentra en el techo justo encima de ella y que gota a
gota, están formando los cuatro metros de la estalagmita. No se sabe hasta cuándo seguirá
creciendo, si terminará siendo una columna, o su crecimiento se detendrá, ya que esto
depende de muchos factores. Todo esto se
produce por el agua de lluvia que cae en la
superficie, se empieza a filtrar poco a poco por
la capa de tierra, se cuela por los poros de la
roca y cuando llega a filtrarse del todo, es un
agua que lleva mucho carbonato cálcico. Esto,
más las condiciones de presión, temperatura y
humedad, permite que se produzca una reacción
química que hace que, o bien la gota se
solidifique arriba y forme una estalactita, o bien
caiga y empiece a formar una estalagmita.
Debido a todos los factores envueltos en este
proceso, no se puede establecer una tasa de
crecimiento medio, aunque se dice que crece
más o menos 1cm cada 100 años. Figura 4: Sala de las formaciones, detalle del
"espárrago". Foto: elaboración propia

Debemos hacer mención también de la “sala del órgano”, llamada así porque las
paredes nos recuerdan a este instrumento encontrado en iglesias o catedrales, aunque
también se la conoce como la “sala de la imaginación”.

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LA CUEVA DE LOS MURCIÉLAGOS

Esto es así porque en la gran cantidad de visitas que ha recibido la cueva, los visitantes
han hecho numerosas interpretaciones de las formaciones que allí se encuentran (cabeza
de cerdo, caballo del ajedrez, la Sagrada Familia de Zuheros, una réplica de las Casas
colgantes de Cuenca…). Todas estas figuras están creadas de forma natural por la
influencia del viento y la erosión.

Figura 5: Sala del Órgano. Foto: elaboración propia

Hace medio millón de años se produjo un terremoto por la zona, por lo que se originó
una fisura en una roca caliza que actuaba como “techo” y lo dejó en una posición
inclinada. Al principio, la fisura que se formó era muy pequeñita, esto permitía que el
agua de lluvia se fuese colando poco a poco por la grieta, formando así la gran cantidad
de cavidades y formaciones que hay a lo largo del recorrido de la cueva.

En los años 70 se construyeron los escalones que a día de hoy recorren el yacimiento,
y en el 85 la instalación eléctrica. Durante los años 70, la gente del pueblo comenzó a
entrar a la cueva gracias a los escalones, y aseguran que en algunas zonas de la cueva
encontraban que el techo estaba prácticamente negro debido a la gran cantidad de
murciélagos depositados en él; el suelo también estaba negro por la murcielaguina (los
excrementos de los murciélagos). Éste, es un material bastante fértil, por lo que la misma

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LA CUEVA DE LOS MURCIÉLAGOS

gente del pueblo se encargó de hacer limpieza en la cueva, saliendo de ella con grandes
sacos de guano para emplearlo en sus cultivos.

Otra de las salas que encontramos en la cueva es denominada la “sala del fémur” ya
que fue ahí donde aparecieron el fémur de oso (datado del Paleolítico Superior) y la
mandíbula de niño de 6 años (datado del Neolítico). Se encontró también un cráneo en la
cueva de una persona que vivió allí durante el Neolítico. Dicho hueso tiene una
perforación en la parte posterior. Hasta hace unos meses se creía que se trataba de un
cráneo trepanado, aunque a día de hoy sabemos que es simplemente una parte del hueso
que se ha disuelto más que otras.

La última sala que se ve en la visita es la conocida como “cueva chica”. Se llamó así
porque no se pensaba que ambas bocas estuviesen comunicadas y al ser esta última más
pequeña, se le llamó así. Con respecto a los remanentes encontrados, podemos hablar de
molinos de mano, restos de cerámica, puntas de hacha, hojas de sílex e incluso restos
vegetales (semillas de alcaparras, huesos de aceitunas o restos de cereal). En esta sala es
donde aparecieron los restos de trigo tostado más antiguos de Andalucía, datados de la
época Neolítica (hace unos 4.300 años B.P.). Al haber encontrado esos restos de trigo
tostado, sabemos que nuestros antepasados empezaban a tener conocimientos sobre cómo
conservar los alimentos. Hasta ese momento, recogían el trigo en verano, lo almacenaban,
hasta que germinaba y lo tenían que desechar. Sin embargo, se dieron cuenta de que, si
lo tostaban, aguantaba más tiempo y así lo podían usar de un año para otro. Por todos los
hallazgos encontrado en esta sala, se piensa que tuvo que ser utilizada como “la
despensa”. Y no solamente por esto, sino porque se trata de un sitio bastante cercano a la
superficie y cuya temperatura es unos grados más baja que en el resto de las estancias de
la cueva (máximo 7 grados en verano, llegando incluso a temperaturas negativas en
invierno).

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LA CUEVA DE LOS MURCIÉLAGOS

3. Historiografía de la Cueva

La Cueva de los Murciélagos es uno de los yacimientos andaluces en el que más


estudios se han centrado, debido a su importancia a nivel internacional por el motivo que
se ha mencionado de manera previa.
Muchos son los escritos sobre la Cueva de los Murciélagos, nuestro estudio se ha
centrado, principalmente, en escritos de Antonio Arjona Castro, Ana María Vicent
Zaragoza y Ana María Muñoz Amilibia, de los cuales, extraemos una gran cantidad de
información. (Cosano Moyano, et al., 2009, p. 13)

Gracias a Don Manuel de Góngora y su aportación sobre Zuheros, este es uno de los
lugares de los que poseemos información con más antigüedad relativa a la Prehistoria.
Habla sobre el yacimiento en su publicación Antigüedades prehistóricas de Andalucía.
Sin embargo, no cita ningún hallazgo arqueológico, sino que su aportación se limita
únicamente a una mera descripción de la entrada de la cueva. Este autor logró tener muy
diversa información gracias a su amistad con un paisano llamado Don Aureliano
Fernández-Guerra y Orbe, que desde temprana edad recogía objetos y datos referentes a
la Antigüedad hallados en Zuheros, los cuales facilitaba a Don Manuel de Góngora,
cuando este realizaba sus visitas. (Asquerino Fernández, 1991)
La Cueva de los Murciélagos ha sido desde su exploración, en 1938 por el entonces
párroco del municipio don Pedro Vallejo junto a unos oficiales del ejército, objeto de
admiración, historiografiada por historiadores, paleontólogos, geógrafos y demás
estudiosos, idealizada por pintores, y cantada y venerada por poetas. (Cosano Moyano, et
al., 2009, p. 13)
El 1 de mayo de 1938 se realiza una segunda expedición en la Cueva, que se ve
plasmada en el periódico Azul de Córdoba del 1 de julio de 1938. En esta publicación se
hace mención del hallazgo de un esqueleto fósil y un pequeño lago (gour) “en cuyas
orillas se encontraron algunas vasijas.” (Arjona Castro, 1991)
El 27 de agosto de 1938 se publica en el periódico La Opinión de Cabra, un artículo
sobre una expedición realizada en la cueva el 1 de agosto de ese mismo año por el señor
Moreno Olmedo. Se explica cómo los restos humanos estaban colocados (posición fetal,
recostado en su lado derecho y sin cráneo).

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LA CUEVA DE LOS MURCIÉLAGOS

Posteriormente el farmacéutico don Juan Fernández Cruz fue nombrado Comisario


Local de Excavaciones debido a su gran interés por la cueva. En su título Cueva del
Neolítico Hispano-Mauritano nos describe el material recogido de la superficie del
yacimiento.
Es interesante saber, que en las publicaciones donde se hace un análisis más
sistemático y exhaustivo del yacimiento son los informes de las excavaciones.
Destacando en primer lugar la campaña realizada en 1962, seguida de la publicación a
raíz de la excavación de 1969 y continuando con las intervenciones realizadas por Beatriz
Gavilán Ceballos y Juan Carlos Vera Rodríguez entre los años 1990-1993.
El número de publicaciones acerca de la Cueva de los Murciélagos en Zuheros es
bastante numerosa. No sólo es objeto de estudio en los informes de excavaciones
realizados sobre el yacimiento, sino que también aparece en documentos que se dedican
a estudiar de forma más general la prehistoria.
Podemos destacar algunos títulos como La Cerámica a la Almagra en Andalucía de
Encarnación Rivero Galán, donde hace un ensayo tipológico de los diversos tipos de
cerámica almagra que se han encontrado en la zona de Andalucía. Otro título en el que se
hace mención de nuestro yacimiento es en El neolítico en el sur de Córdoba: análisis
sistemático de las primeras culturas productoras de Beatriz Gavilán Ceballos. En esta
publicación se hace una descripción de las diferentes manifestaciones que ha tenido el
neolítico en el sur de la provincia de Córdoba. Se trata de una publicación con dos
volúmenes, en uno de ellos sólo hay imágenes, mientras que en el otro se hace un
exhaustivo estudio de las mismas en referencia al neolítico. Por último, aunque
insistimos, hay muchas más, otra publicación en la que aparece la Cueva de los
Murciélagos es en El fenómeno rupestre esquemático en la cuenca alta del Guadalquivir
de Javier Carrasco et al. Aquí se hace un análisis de las diferentes manifestaciones de arte
rupestre en la zona indicada en el título de la publicación.

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LA CUEVA DE LOS MURCIÉLAGOS

4. Estratigrafía

La primera excavación científica en la cueva se realiza en el año 1962, bajo


supervisión de Ana María Vicent Zaragoza y Ana María De La Quadra-Salcedo, y
patrocinada por la Dirección General de Bellas Artes. Durante este estudio surgieron
numerosas dificultades, ya que el suelo se vio modificado por excavaciones previas
realizadas por buscadores de tesoros. En esta excavación se diferencian un total de seis
capas estratigráficas, las cuales son (Vicent Zaragoza & De la Quadra-Salcedo, 1964):

En el primer nivel se encuentran fragmentos de cerámica vulgar romana, tégulas, asas


de ánforas y una moneda de bronce del siglo IV d.C. (Vicent Zaragoza & De la Quadra-
Salcedo, 1964)

En el segundo nivel se halló una estalagmita de unos 10cm de grosor. (Vicent


Zaragoza & De la Quadra-Salcedo, 1964)

En el tercer nivel, correspondiente con una capa de tierra negra de unos 25cm, se halló
un vaso prácticamente entero de fondo plano y boca redonda, además de una decoración
sutilmente incisa. Se encontraron también una gran multiplicidad de fragmentos de
cerámica lisa y numerosos restos de fauna (cabras, ciervos…). (Vicent Zaragoza & De la
Quadra-Salcedo, 1964)

En el cuarto nivel, al igual que en el segundo, se encuentra una estalagmita de unos


12cm de espesor aproximadamente. (Vicent Zaragoza & De la Quadra-Salcedo, 1964)

El quinto nivel consta de unos 30cm de tierra suelta, y en él se encontraron fragmentos


carbonosos del nivel anterior con huesos calcinados; del mismo modo, se encontraron
también granos de trigo, bellotas chamuscadas, laminitas de sílex de sección triangular
con retoques, fragmentos de vasijas decoradas, dos brazaletes (uno de jaspe y otro en
colmillo de jabalí), cantos rodados empleados para la cocción e incluso un idolillo cónico
de caliza con incisiones y otro de tierra cocida. (Vicent Zaragoza & De la Quadra-
Salcedo, 1964)

Por último, el sexto nivel establecido por las dos arqueólogas, se compone de “peñas
calizas anegadas por cascajos pequeños en un espesor aún no comprobado”. (Vicent
Zaragoza & De la Quadra-Salcedo, 1964)

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LA CUEVA DE LOS MURCIÉLAGOS

Es aquí cuando se abandona esta primera campaña de excavaciones en la cueva, no


siendo hasta 1969, cuando se realiza una segunda expedición. Esta se lleva a cabo por
Ana María Vicent Zaragoza y Ana María Muñoz Amilibia y en ella se han encontrado un
total de 340 objetos, de los cuales 265 son cerámicos, diseminados a lo largo de cinco
estratos (y no seis como en la previa campaña). Haciendo, seguidamente, distinción a
todos, profundizando en el mayoritario objeto cerámico. (Vicent Zaragoza & Muñoz
Amilibia, 1969)

Como se ha mencionado previamente, se introduce una pequeña variación con


respecto a la primera división estratigráfica realizada en la campaña de excavaciones en
el año 62. Se elimina la capa estalagmítica correspondiente al nivel cuatro de la previa
excavación, reduciendo así los seis niveles únicamente a cinco estratos. De este modo, la
secuencia estratigráfica queda de la siguiente manera (Vicent Zaragoza & Muñoz
Amilibia, 1969):

Estrato I: es una capa superficial que aparece solamente en la parte norte de la zona
excavada. Se encuentran restos de cerámica romana, cerámica árabe y cerámica moderna.
(Vicent Zaragoza & Muñoz Amilibia, 1969)

Estrato II: se trata de una capa estalagmítica de aproximadamente unos 10 – 15cm de


grosor, que tenía incrustados diversos huesos y fragmentos cerámicos. Todos estos restos
pertenecen a la capa inferior, es decir, al estrato III de tierra negra. De igual modo, aparece
un cráneo datado de época romana, cuya presencia se podría explicar por un accidente
dentro de la cueva en dicho período. Próximos a dichos restos óseos se encuentran
fragmentos de cerámica romana (terra sigillata y tégulas). (Vicent Zaragoza & Muñoz
Amilibia, 1969)

Estrato III: se corresponde con una capa de tierra negra de unos 25 – 40cm de grosor
dependiendo de la zona, aunque se da prácticamente en todo el yacimiento. En este nivel
se encuentra abundante cerámica ibérica y romana hecha a torno, aunque también se
descubre cerámica hecha a mano. Aparece de igual modo, un clavo de hierro. (Vicent
Zaragoza & Muñoz Amilibia, 1969)

Estrato IV: es el nivel que ha aportado una mayor riqueza en lo que respecta a restos
arqueológicos y aparece únicamente en la mitad norte de la zona donde se excava. Como
se intuye en la previa excavación de 1962, se confirma la existencia de una “importante

13
LA CUEVA DE LOS MURCIÉLAGOS

masa de trigo y bellotas carbonizadas que han proporcionado abundantes muestras a lo


largo de la excavación”. Se encuentran restos de cerámica (véase apartado 4) a mano, lisa
y decorada ya sea con incisiones o con motivos en relieve. En cuanto a la industria de
sílex, podemos deducir que es de procedencia local al ser de color gris. Son pequeñas
piezas alargadas de forma triangular y muy planas (como si se tratasen de cuchillos muy
finos de bordes cortantes y sin retoques). Se encuentra también un hacha de basalto
bastante desgastada y una pequeña hacha muy pulimentada de piedra blanca. Aparecen
molinos de mano hechos de arenisca, aunque la gran mayoría estaban fragmentados.
También vemos pequeñas moletas para machacar o moler diversos productos y un
mortero de piedra que se había utilizado para moler ocre. En lo que respecta a restos
humanos, cabe destacar la presencia de huesos sueltos como son un fémur y una tibia
izquierda, ninguno de los dos correspondiente a una inhumación. Se cree que son
testimonio de “la caída de materiales por arrastre a la zona de desnivel más profundo”
(Vicent Zaragoza & Muñoz Amilibia, 1969)

Estrato V: consta de pequeñas piedras sueltas, en las que se encuentran restos de


carbón y materiales arqueológicos. En este estrato se hallan restos de cerámica, e
instrumentos y objetos de adorno de piedra y hueso (hojitas de sílex, una hachita
triangular de piedra pulimentada, fragmentos de ocre empleados para dar color a la
almagra y otros, un brazalete circular de mármol y fragmentos de otro brazalete).

5. Cerámica

Hemos considerado oportuno dedicar un apartado a la cerámica debido a la gran


cantidad de objetos de este material encontrados en las excavaciones. Según nos señalan
las muestras de las expediciones realizadas, los restos de cerámica de los estratos IV y V
datan del Neolítico medio-final andaluz. Desde los niveles más profundos que
corresponderían al Neolítico inicial en la cueva, hallamos una cerámica con decoración
cardial. Tenemos constancia que la cerámica andaluza no tiene nada que ver con las
cerámicas rojas de Chipre (datadas de un milenio después), conclusión a la que llegan
Ana María Muñoz y Ana María Vicent.

Las arqueólogas hablan de formas y técnicas distintas en la cerámica almagra,


describiendo unas figuras geométricas más o menos perfectas, aun sabiendo que fueron

14
LA CUEVA DE LOS MURCIÉLAGOS

realizadas a mano. Se han distinguido dos tipos de cerámicas en la época Neolítica y


Calcolítica, dependiendo de la adherencia de la capa o pintura, calidad de la coloración,
la superficie… (Rivero Galán, 1985):

Tenemos en primer lugar la cerámica almagra. Son vasos con una capa de pintura de
buena calidad, color rojo intenso, muy bruñido (que brilla al haber sido pulido) y bien
cocidos. Tiene un aspecto “acharolado” y muy buena adherencia. (Rivero Galán, 1985)

En segundo y último lugar, destaca la cerámica almagroide con tonos rojizos sin llegar
a ser intensos. Tiene una calidad inferior con respecto a la almagra, y el material no muy
bruñidos presentando señas de espatulación. La capa de almagra se puede desprender
fácilmente del vaso, a diferencia de la primera. (Rivero Galán, 1985)

Se define una ordenación tipológica que queda de la siguiente manera (Rivero Galán,
1985):

- TIPO I – Esféricos: tendencia esférica, semiesférica y de casquete esférico. Son


los más abundantes con un 48.40% del total. La forma más abundante es la del
subtipo III y del TIPO A.
Respecto a la decoración, dentro del TIPO I, debemos saber que no es muy
frecuente. No obstante, las que se dan con más frecuencia son las incisiones,
impresiones, que suelen ser cardialoides, puntillado, de pequeños trazos continuos
situados en el cuerpo del vaso o bien decorando solamente el borde y las
acanaladas.
Los vasos que suelen llevar estas decoraciones son por regla general los del
subtipo I (altura superior…). En el subtipo II la tónica dominante son los vasos
sin decoración, aunque algunos si los hay decorados. En el subtipo III no tenemos
ningún vaso con decoración propia de la almagra.

- TIPO II – Elipsoidales: la mitad elipsoidales y la otra mitad formas geométricas.


Aparecen con un 11,9%, la mayoría de aquí corresponden al subtipo I con un
8,48%. El subtipo II es reducido (2,60%).

- TIPO III – Ovoides. 2 tipos: tendencia ovoide y tendencia semiovoide.


Abundancia del tipo I con 24,84%. Dentro de este tipo, los vasos más abundantes

15
LA CUEVA DE LOS MURCIÉLAGOS

son los correspondientes al tipo de tendencia ovoide (21,55%), mientras que los
de tendencia semiovoide (1,95%)

- TIPO IV – Troncocónicos (13,05%).

- TIPO V – Cilíndricos corresponde a su forma cilíndrica.

- TIPO VI – Varios: La siguiente división está hecha en función a la altura del


vaso. A pesar de esta subdivisión, junto a los del TIPO V, solo atiende a una
misma forma a pesar de que su altura cambie. En este tipo incluimos los vasos de
forma campaniforme. La decoración es la técnica campaniforme, a base de bandas
paralelas incisas, que encierran en sí un reticulado.

Esta división se hace con el objetivo de facilitar el entendimiento de los subtipos de


cerámica que podemos encontrar (Rivero Galán, 1985):

o Subtipo I: vasos cuya altura es superior al radio máximo medido en sentido


vertical
o Subtipo II: vasos cuya altura es igual al radio máximo medido en …
o Subtipo III: vasos cuya altura es inferior al radio máximo medido en … Los
platos los incluiremos en este subtipo.

Dado que en cada tipo hay una serie de elementos que hacen que los vasos sean diferentes,
se han creado unas variantes, que se designan con letras mayúsculas y son cuatro en total
(Rivero Galán, 1985):

- TIPO A: vasos que son la representación más fiel del tipo.


- TIPO B: vasos con base plana.
- TIPO C: vasos con paredes rectas.
- TIPO D: vasos con carena.

Para diferencias los distintos matices de formas de inicio y de desarrollo del cuello que
presentan dichos vasos, se han creado a su vez unas subvariantes, que designamos con
letras minúsculas y son tres (Rivero Galán, 1985):

16
LA CUEVA DE LOS MURCIÉLAGOS

- Tipo a: cuello indicado o gollete.


- Tipo b: cuello indicado y bordes exvasados.
- Tipo c: cuello desarrollado, en el que incluimos los de tendencia troncocónica,
troncocónica invertida y los rectos.

Figura 6:Tipología de los vasos a la Almagra en el Neolítico y Calcolítico.


Tipología de la I - VI. Gráfico: Rivero Galán, E., 1985. La cerámica a la almagra
en Andalucía: Ensayo tipológico. Habis

17
LA CUEVA DE LOS MURCIÉLAGOS

6. Arte Rupestre

Las pinturas fueron descubiertas por primera vez gracias a las exploraciones, a
principios de los años 60, por el Grupo de Espeología de Córdoba. Aunque no se darán a
conocer hasta 1964, cuando D. José María Piñol Aguadé habla por primera vez de la
existencia de pintura en la cueva. No obstante, no se trata de un estudio como tal, sino
una interpretación aludiendo a la posibilidad de que estas se traten de un preámbulo a la
escritura, aunque esto ya se puede ver desde las pinturas paleolíticas. Posteriormente, en
el año 1968 se publicará un estudio más completo, realizado por Bernier y Fortea. (IAPH,
s.f.)
Estas pinturas tienen un carácter muy peculiar que, en cierto modo, las distingue de
otras representaciones de arte rupestre datadas del Neolítico. Como ya sabemos, la
inmensa mayoría de representaciones de Arte Esquemático se localizaban en los abrigos
de las cuevas y no en el interior de las mismas. Esto no ocurre en la Cueva de los
Murciélagos, donde podemos encontrar dichas representaciones una vez nos adentramos
en el yacimiento. Encontramos un total de veintiocho cuadrúpedos realizados
esquemáticamente y a base de pigmentación negra. No obstante, debemos saber que
aparecen algunos signos no animalísticos acompañando a las representaciones
esquemáticas de la fauna. (Asquerino Fernández, 1991)
Las pinturas aparecen colocadas de forma longitudinal, como si se tratase de un friso.
Es por este motivo por el que se hace referencia a él como “friso de las cabras”. Son
representaciones esquemáticas de estos cuadrúpedos, donde anecdóticamente se ve la
desproporción entre cornamenta y resto de cuerpo, mucho mayor la primera, con
ausencias de cabeza y rabo. Son trazos puramente horizontales (cuerpo) y verticales
(patas). Todas las figuras están dibujadas de perfil, pero únicamente una de ellas parece
representar movimiento, estando el resto de imágenes estáticas. En este friso podemos
ver un total de cinco grupos de representaciones (Carrasco Rus, et al., 1985):

En el primer grupo vemos un conjunto de cuatro cabras colocadas una detrás de otra
siguiendo una línea horizontal. Si analizamos este conjunto de izquierda a derecha, vemos
que de la primera figura se conservan únicamente el lomo y los cuernos; mientras que las
tres figuras restantes se ven de manera completa y sus dimensiones oscilan entre los 20 y
los 30cm. El detalle que más llama la atención es la exagerada cornamenta que presentas
las cabras, siendo anormal en comparación con otras pinturas esquemáticas. Si nos

18
LA CUEVA DE LOS MURCIÉLAGOS

fijamos en la parte inferior de la figura 7, vemos una quinta cabra, que se encuentra
realmente unos 25cm más abajo y 10cm más a la derecha, por lo que no se encuentra
como tal dentro de este primer grupo. (Bernier & Fortea Pérez, 1968)

Figura 7: Grupo 1 "friso de las cabras". Ilustración:


Bernier, J. & Fortea Pérez, F. J., 1968. Nuevas pinturas
rupestres esquemáticas en la provincia de Córdoba.
Avance de su estudio. Zephyrus , Volumen 19, pp. 149-
154.

En el segundo conjunto que se distingue en el “friso de las cabras”, se nos presenta


en la parte superior izquierda un ancoriforme de un color rojo anaranjado, repartido de
forma regular. Encontramos también una serie de esquematizaciones de cabras colocadas
de manera oblicua, lo que destacada frente a la rigurosa colocación de los cuadrúpedos
en el grupo uno. La figura que se encuentra más a la derecha parece tener la
intencionalidad de representar movimiento. A excepción de ella, el resto de figuras son
estáticas y su tamaño varía entra los 15 y 3cm. (Bernier & Fortea Pérez, 1968)

Figura 8:Grupo 2 "friso de las cabras". Ilustración: Bernier, J. & Fortea Pérez, F. J., 1968. Nuevas
pinturas rupestres esquemáticas en la provincia de Córdoba. Avance de su estudio. Zephyrus ,
Volumen 19, pp. 149-154.

Con respecto al tercer grupo, encontramos un total de cuatro cabras con una
cornamenta de gran tamaño en relación al cuerpo. Vemos una cuarta figura en la parte
inferior derecha, sin embargo, esta vez no se trata de una cabra (lo que se deduce por la

19
LA CUEVA DE LOS MURCIÉLAGOS

ausencia de cornamenta), sino que son unos trazos que asociamos con el cuerpo y las
patas de otro cuadrúpedo. (Bernier & Fortea Pérez, 1968)

Figura 9: Grupo 3 "friso de las cabras".


Ilustración: Bernier, J. & Fortea Pérez, F. J.,
1968. Nuevas pinturas rupestres
esquemáticas en la provincia de Córdoba.
Avance de su estudio. Zephyrus , Volumen
19, pp. 149-154.

El cuarto grupo es algo peculiar, ya que no observamos ninguna representación animal


como ha ocurrido en los conjuntos previos. En este caso se nos presenta una
esquematización de unos 37cm de longitud que: “Podría quizá interpretarse como una
deformación del tipo humano de brazos en asa, variedad del círculo partido por un trazo
vertical, que en este caso —el círculo— se ha hecho elipsoide.” (Bernier & Fortea Pérez,
1968)

Figura 10: Grupo 4 "friso de las cabras".


Ilustración: Bernier, J. & Fortea Pérez, F. J.,
1968. Nuevas pinturas rupestres
esquemáticas en la provincia de Córdoba.
Avance de su estudio. Zephyrus , Volumen
19, pp. 149-154.

En el quinto y último grupo se nos presentan una serie de trazos algo confusos. Entre
ellos destaca una cabra de unos 7cm más o menos y otro cuadrúpedo con una flecha
doblada. (Bernier & Fortea Pérez, 1968)

Figura 11: Grupo 5 "friso de las


cabras". Ilustración: Bernier, J. &
Fortea Pérez, F. J., 1968. Nuevas
pinturas rupestres esquemáticas
en la provincia de Córdoba.
Avance de su estudio. Zephyrus ,
Volumen 19, pp. 149-154.

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LA CUEVA DE LOS MURCIÉLAGOS

Si descendemos por la pared donde están las pinturas que se acaban de describir, a
unos 10 metros aproximadamente, encontramos una figura tipo ídolo oculado. Junto a
este se encuentra una representación de un cuadrúpedo de mayor dimensión que los que
vemos en el “friso de las cabras”, pero puramente esquemático, reducido a trazos
verticales y horizontales, y tiene un color rojo anaranjados del mismo tono que el
ancoriforme del segundo grupo de dicho friso. En cuanto al ídolo oculado, es del tipo
ídolo-placa, generalmente relacionado con contextos funerarios. Está realizado con un
instrumento duro y con una pigmentación negra. “Sus dimensiones son de 10 cm. en la
parte superior, 22 cm. en la inferior y 17 de altura.”. (Bernier & Fortea Pérez, 1968)

Figura 12: Ídolo Oculado y cuadrúpedo de la Cueva de los Murciélagos. Ilustración: Bernier, J. & Fortea Pérez, F. J.,
1968. Nuevas pinturas rupestres esquemáticas en la provincia de Córdoba. Avance de su estudio. Zephyrus , Volumen
19, pp. 149-154.

7. Enterramiento

Al final de la galería donde se encuentran las representaciones de arte esquemático,


encontramos la llamada “sala de las formaciones”, en la que, desde las primeras
exploraciones realizadas en la época de la Guerra Civil (1938), vemos una clara
insistencia en publicaciones científicas sobre la existencia de vestigios óseos procedentes
de enterramientos realizados en la cueva. Estos restos humanos están datados del
Neolítico. No obstante, la mayoría de las pruebas fueron destruidas en el trazado de las
escaleras y las obras de iluminación iniciadas en 1969, que paradójicamente facilitarían
el acceso a la cueva para tener una mayor comodidad a la hora de acceder a ella. (Vera
Rodríguez & Gavilán Ceballos, 1999)

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LA CUEVA DE LOS MURCIÉLAGOS

Una de las evidencias prehistóricas de la cueva que mejor se ha conservado, ha sido


el enterramiento, localizado en la parte más recóndita de la sala y depositado en el interior
de un gour (depósitos de calcita debido al agua de lluvia infiltrada). La sepultura es
individual, tratándose de un sujeto humano colocado en una posición un tanto forzada
según los escritos: “[…] que descansa sobre el lado derecho en posición replegada o
"fetal" bastante forzada, con los brazos flexionados sobre el pecho, las rodillas
acurrucadas a la altura de la transición entre las vértebras dorsales y lumbares. y los
talones a la altura de los coxales.” Esta posición tan antinatural se puede deber a que a la
hora de transportar el cadáver por las instancias de la cueva (que en muchas partes puede
resultar laberíntica), se hubiera sujetado con ligaduras. No obstante, también se baraja la
posibilidad de que el cuerpo se hubiera depositado en el interior de un recipiente hecho
con materiales perecederos, como, por ejemplo, una cesta o un saco. (Vera Rodríguez &
Gavilán Ceballos, 1999)
Es interesante cómo se ha relacionado la postura del cuerpo con el ritual funerario,
del mismo modo que la colocación del difunto en áreas asociadas al agua, en este caso el
gour. Fue a orillas de este “lago” donde se encontró la famosa vasija de cerámica almagra,
que actualmente se encuentra en el Museo Arqueológico Provincial de Córdoba. En
relación al rito funerario, debemos saber que se han encontrado otros vasos de la misma
tipología colocados en recodos de las rocas. (Vera Rodríguez & Gavilán Ceballos, 1999)

Figura 12: Restos humanos del Neolítico. Foto tomada de la página web del Ayuntamiento de
Zuheros (http://www.zuheros.es/cueva_de_los_murcielagos) (vista por última vez el 29/04/2017)

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LA CUEVA DE LOS MURCIÉLAGOS

Aunque no nos consta que pertenezcan a un enterramiento y, como hemos


mencionado previamente en la introducción del trabajo, encontramos otros restos óseos
humanos como son dos cráneos, una mandíbula de un niño, una pelvis y un húmero, entre
otros.

8. Conservación y Estado del Yacimiento

El yacimiento de la Cueva de los Murciélagos conserva de manera espectacular sus


valores geológicos, como podemos ver en la Sala del órgano y la Sala de las formaciones,
a través de las múltiples estalagmitas, estalactitas y banderolas que se pueden contemplar.
Además de ello, conserva pinturas esquemáticas en bastante buen estado.
Sin embargo, se encuentran signos de vandalismo en el interior de la cueva (entre la
“sala de las formaciones” y la zona del enterramiento), donde podemos apreciar una serie
de pintadas.

Figura 13: Pintadas en la zona entre la Sala de las Formaciones y la zona de enterramiento. Foto: elaboración propia

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LA CUEVA DE LOS MURCIÉLAGOS

Además, según el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH), las obras de
acondicionamiento para la apertura al público, que se hicieron en 1969 sin la supervisión
de ningún arqueólogo, unido a la labor clandestina de los “caza-tesoros”, han supuesto la
destrucción de más del 95% del yacimiento.

Figura 14: Destrozos a causa de las intervenciones para el acondicionamiento de la Cueva


de los Murciélagos. Foto: elaboración propia

Por lo que hay que considerarlo un grave error en el patrimonio histórico que nos
rodea, puesto que durante las obras que se citaban anteriormente, “se ampliaron pasos
estrechos, se trasladaron grandes cantidades de sedimento arqueológico de un lugar a otro
para intentar salvar los desniveles existentes, en el vestíbulo de la Cueva Grande el caos
de bloques fue allanado con sedimentos del mismo vestíbulo, en el Corredor de las
Pinturas el sedimento fue cortado y arrastrado para intentar nivelar el paso y poder
construir los escalones, se retiró la tierra que cerraba determinados pasos practicando
zanjas, para facilitar la comunicación entre la Cueva Chica y la Cueva Grande, por
ejemplo, se lanzó sedimento al exterior, gran parte de la Cueva Chica se perdió cuando
se niveló el recorrido hasta la Sala de los Estratos. […] Los paneles con pinturas y
grabados se vieron también muy afectados por estas obras, manchas de cemento, cables,
suciedad, quedando muy degradados por pintadas y grafitos realizados sobre las
representaciones y en las proximidades” (IAPH, s.f.)

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LA CUEVA DE LOS MURCIÉLAGOS

9. Puesta en valor del yacimiento. Accesibilidad. Responsable y


Financiación

La Cueva de los Murciélagos es propiedad del Ayuntamiento de Zuheros, quien lo


gestiona y es responsable del mismo. En cuanto a la financiación, según una entrevista
mantenida con Antonio Poyato, de la oficina de turismo de Zuheros, afirma que se
mantiene únicamente con las entradas a la cueva, pero teniendo en cuenta que cada
entrada tiene un coste de 6 euros y que la cueva, según datos que nos ha proporcionado
el mismo informante, recibe unos 19.000 visitantes al año, lo que conllevaría un beneficio
total de unos 114.000 euros, lo que, desde nuestro punto de vista, no es suficiente para
mantener las labores de conservación, investigación y pago de los empleados allí
presentes. Por lo que seguramente, el ayuntamiento de Zuheros y/o la Junta de Andalucía
aporte dinero a través de subvenciones para financiarlo.

Sin embargo, en las dos visitas que hemos realizado al municipio de Zuheros, hemos
observado como el yacimiento repercute muy positivamente en el turismo de la zona,
aunque, desgraciadamente, este beneficio quede solamente en el sector hostelero, que,
pese a ser un pueblo pequeño, como ya comentábamos en la introducción, dispone de un
hotel, un albergue, una tienda de recuerdos, y una serie de bares y restaurantes que acogen
a los visitantes de la cueva y se aprovechan económicamente de ello. Por tanto, podemos
decir que la cueva es el principal atractivo turístico y quien ha dado la fama y renombre
al municipio.

El yacimiento puede visitarse, desde el 21 de marzo de 1991, todos los días, exceptos
los lunes, los días festivos de martes a viernes, el día 1 de enero, la tarde del 24 de
diciembre y la tarde del 31 de diciembre, reservándose el derecho a añadir más días no
visitables a través de la página web del Ayuntamiento de Zuheros
(www.zuheros.es/cueva_de_los_murcielagos/horarios).

Para visitar la cueva, se recomienda realizar una reserva, a través de teléfono (957 69
45 45) o e-mail (turismo@zuheros.es), para garantizar entrar en el pase deseado, puesto
que solo se permiten grupos de 30 personas en la visita individual, aunque se pueden
concertar también la visita de grupos en el caso de ser más de 30 personas. Entre semana
para las visitas individuales tan sólo se realizan dos pases: uno por la mañana y otro por
la tarde; y cinco pases en fin de semana y festivos: tres por la mañana y dos por la tarde,
distando siempre 1 hora y 30 minutos entre cada pase.

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LA CUEVA DE LOS MURCIÉLAGOS

Tiene un fácil acceso a la cueva, siempre que dispongas de un vehículo privado,


llegando la carretera hasta la misma boca de la cueva y se dispone de un parking donde
se puede aparcar gratuitamente el coche. La señalización es inmejorable, incluso antes de
entrar al municipio de Zuheros, estando siempre muy bien marcado cómo llegar.

Figura 15: vía de acceso de vehículos hasta casi la entrada de la cueva. Foto: elaboración propia

Una vez en la cueva, en la entrada nos recibe una pareja de guías turísticos, que ofrece
dos alternativas en la compra de entradas: una entrada simple a la cueva por 6 euros (para
mayores de 13 años) y 5 euros (para niños 4 a 13 años); o una entrada conjunta en la que
se incluye la entrada a la cueva, al castillo y al museo arqueológico por 7,50 euros (para
mayores de 13 años) y 6 euros (para niños 4 a 13 años). Estando exentos de pago menores
de 4 años y reduciéndose el precio de las visitas en grupo 1 euro en la entrada individual
y de 1,50 euros en la conjunta. En la entrada también podemos encontrar folletos
informativos de las actividades turísticas que podemos hacer en el Municipio, donde
destaca la de la propia cueva, que hace un repaso de la historia de la cueva.

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LA CUEVA DE LOS MURCIÉLAGOS

Figura 16: Visita guiada en el interior de la Cueva de los Murciélagos. Foto: elaboración propia

Uno de ellos nos guiará y explicará lo más interesante a lo largo de la parte visitable
de la cueva, que tiene un recorrido aproximado de 2 kilómetros y 700 escalones. Además
de ello, a lo largo del recorrido se muestran paneles informativos, incluyendo en uno de
ellos restos arqueológicos, lo que favorece la interpretación del yacimiento.

Figura 17: Panel informativo a lo largo del recorrido. Interior de la cueva, donde
también se muestran restos arqueológicos. Foto: elaboración propia

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LA CUEVA DE LOS MURCIÉLAGOS

Para el público más delicado que desee visitar el yacimiento (personas mayores,
personas de movilidad reducida, embarazadas, etc.) tiene una ruta alternativa que facilita
el recorrido de la visita, disponiendo de una pasarela.

Figura 18:.Pasarela que facilita una ruta


alternativa. Foto: elaboración propia

Aunque para interpretar de forma más adecuada el yacimiento es necesaria la visita


al Museo Arqueológico de Zuheros, el cual está compuesto prácticamente en su totalidad
por los restos encontrados en la Cueva de los Murciélagos, donde destacan los restos
óseos humanos y de óvido-caprinos, cerámica neolítica y calcolítica, instrumentos líticos
del paleolítico medio y superior, piedras pulimentadas y adornos del neolítico. Así como
el Eco-museo de la Cueva de los Murciélagos, donde se exponen los valores geológicos
y patrimoniales que caracterizan a la cueva.

Figura 19: Imágenes del exterior e interior del Museo Arqueológico de Zuheros. Detalle restos óseos encontrados
en la Cueva de los Murciélagos. Fotos: elaboración propia

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LA CUEVA DE LOS MURCIÉLAGOS

10. Propuesta de Mejora

La accesibilidad a la cueva y la señalización, tanto en el exterior de la cueva para


llegar como en el interior, ya indicado anteriormente, son inmejorables. Aunque, cabe
volver a criticar la destrucción que se hizo del yacimiento al colocar las escaleras de la
ruta, pero en ese aspecto no podemos hacer ya nada más que lamentarnos, puesto que el
daño hecho no se puede reparar.

Figura 20: restos de cemento y cableado en la Cueva de los Murciélagos. Foto: elaboración propia

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LA CUEVA DE LOS MURCIÉLAGOS

Además de ello, vemos un grave error de gestión del patrimonio, ya que las personas
contratadas, tanto en la cueva como en el Museo Arqueológico, que custodian y explican
el patrimonio histórico-artístico, no son historiadores ni historiadores del arte, sino
licenciados en turismo, un claro ejemplo de intrusismo laboral y de incompetencia, al no
tener formación adecuada sobre lo que están mostrando al público, sino que simplemente
se limitan a aprender de memoria lo que tienen que decir, sin poder responder preguntas
históricas que se le plantean, o sencillamente saber explicar la cueva de forma más
histórica, obviando las anécdotas e incluir más datos científicos.

Algo que nos ha parecido irónico es que se prohíban hacer fotos con flash, para la
protección del yacimiento, cuando a lo largo del recorrido hay instalado un sistema
eléctrico de iluminación de gran potencia, que dañaría de igual forma el patrimonio, por
un lado; por otro, esto nos impide ver la cueva de la forma que nuestros antepasados la
verían, no pudiendo interpretar de forma correcta los vestigios presentes en el yacimiento.
Por ello, una alternativa, a esas luces excesivas y costosas, podría ser que cada visitante
a la cueva llevara una especie de antorcha, como lo llevaban nuestros antepasados, pero
para no contaminar el yacimiento, podría construirse algo similar con una bombilla de
bajo consumo.

Otro factor que también está contribuyendo a deteriorar el yacimiento es que se


permita la visita de grupos de más de 30 personas, debiendo de estar reducido, bajo
nuestra visión, a un máximo de 15 individuos. Además de ello, en las paredes de la cueva
se pueden ver restos de cemento y cableado eléctrico incrustado en ellas, habiéndolas
perforado, dañando, así, el patrimonio histórico.

Con respecto a la accesibilidad, podría mejorarse si se diera la posibilidad de poder


coger el transporte público para llegar al yacimiento.

También sería interesante, la posibilidad de reducir el impacto visual que producen


las obras realizadas en el interior de la cueva. Es decir, camuflar el cableado de la
instalación eléctrica (como se hace en algunos puntos), etc.

Por último, cabe criticar que solo se muestra el friso de las cabras, pero el visitante
no puede ver el resto de las pinturas, suponemos que, por motivos de conservación, pero,
sin embargo, el guía turístico ni si quiera hace mención de ellas, otro motivo más por el
que debe de estar explicado por un historiador, algo fundamental.

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LA CUEVA DE LOS MURCIÉLAGOS

11. Autoevaluación

11.1. Cuántos han sido en el trabajo y por qué

En un principio, el grupo estaba formado por tres personas, de las cuales una decidió dejar
la carrera, por lo que nos quedamos únicamente dos integrantes: Roberto Loya Pineda e
Isabella Leal Martínez. Intentamos realizar el trabajo, pero vimos que teníamos bastantes
deficiencias al ser tan pocas personas y por ese motivo decidimos contactar con otros
compañeros para que formaran parte de nuestro grupo.

Estos habían dejado su anterior grupo debido a una mala organización de sus respectivos
trabajos. El nuevo grupo está formado por cuatro personas: Roberto Loya Pineda, David
Ruiz Rodríguez, Isabella Leal Martínez y Nicolás Ruiz Mantilla.

En el caso de David, decidimos proponerle unirse a nuestro grupo tras haber trabajado
con él en otras asignaturas y observar el buen funcionamiento del trabajo en equipo. Por
otro lado, Nicolás estaba en otro grupo trabajando sobre el mismo tema, por lo que
consideramos oportuno que pasara a formar parte del grupo para unir los esfuerzos
realizados en el primer cuatrimestre.

11.2. Organigrama: quién ha trabajado qué

En el trabajo realizado se ha asignado un responsable a cada uno de los apartados,


atendiendo a nuestros intereses y conocimientos, colaborando todos los integrantes en el
desarrollo de todos los puntos. Así, esta es la distribución que se ha seguido en el
proyecto:

 Introducción: en este apartado hemos intervenido todos los integrantes, ya que


hemos considerado oportuno que cada uno aportase lo que estimase necesario de
tal forma que quedase lo más completo posible.
 Descripción y características de la Cueva: realizado por David Ruiz e Isabella
Leal.
 Historiografía: este punto del trabajo ha sido coordinado por Isabella Leal.
 Estratigrafía: en un principio, este epígrafe fue asignado a Nicolás Ruiz. No
obstante, debido a su deficiencia en el desarrollo del trabajo, ha sido completado
por Isabella Leal.
 Cerámica: ha sido asignado a Roberto Loya.

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LA CUEVA DE LOS MURCIÉLAGOS

 Arte Rupestre: también asignado a Nicolás Ruiz, aunque por el mismo motivo
ya mencionado, ha sido realizado por Isabella Leal y David Ruiz.
 Enterramiento: asignado a Isabella Leal.
 Conservación y Estado del Yacimiento: realizado por David Ruiz
 Puesta en valor del yacimiento. Accesibilidad. Responsable y Financiación:
asignado a David Ruiz.
 Propuesta de mejora: desarrollado por David Ruiz.

11.3. Nivel de competencia de cada cual y su trabajo

Isabella Leal y David Ruiz han adquirido un rol más activo durante el desarrollo
del trabajo. Llevando a cabo tareas de organización y coordinación del resultado final del
proyecto. El resto de los integrantes se han encargado únicamente de desarrollar las partes
asignadas y enviarlas para su integración en el documento final.

11.4. Debilidades y problemas encontrados durante el desarrollo del trabajo.


En su caso, cómo se solucionan.

En primer lugar, Isabella Leal tomó la iniciativa del grupo, sin embargo, no
éramos capaces de trabajar en grupo de forma correcta, sino que cada uno trabajaba de
forma individual e inconexa. Posteriormente, surgió un conflicto en el grupo debido a
diferencias en la organización y trabajo en grupo. Finalmente, se arregló gracias al dialogo
entre las partes implicadas, llegando a un acuerdo con respecto a la organización y forma
de trabajo que nos dieron mejores resultados.

Por otro lado, a uno de los componentes del grupo se le “estropeó” el ordenador
justo en el tramo final del trabajo, eludiendo así la responsabilidad que se le había
asignado con respecto al proyecto. Se ha solucionado distribuyendo los epígrafes de dicho
compañero entre el resto de integrantes que formamos el grupo.

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LA CUEVA DE LOS MURCIÉLAGOS

Bibliografía
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