SANTO ROSARIO EN LA DIVINA VOLUNTAD
MISTERIOS DOLOROSOS EN LA DIVINA VOLUNTAD - (martes y viernes)
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. En el
nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ven, Espíritu Santo, ven por medio de la poderosa intercesión del Corazón Inmaculado de
María, tu amadísima esposa. (3 veces)
Oración Inicial:
Oh buen Jesús, te damos gracias porque nos llamas a la unión contigo por medio de la
oración. Te pedimos nos concedas la gracia de tu Espíritu, y la compañía de María nuestra
Madre para orar como conviene. Queremos unirnos a Ti y en tu adorable Voluntad rezar este
Santo Rosario.
Haz que meditemos, conservando amorosamente en nuestro corazón, el infinito tesoro de tu
Vida, de todos tus actos y los de nuestra Madre Celestial, al acompañarte en estos Misterios.
Queremos sellar todos tus actos con nuestro pequeño “Te amo, te adoro, te bendigo, te
agradezco, por mí y por todos” de modo que en todos ellos encuentres nuestra amorosa
compañía, y hecho esto, es nuestra intención pedir a Dios nuestro Padre junto contigo, con
nuestra Madre del Cielo, con todos los Ángeles y santos y con toda la Creación, que “Venga tu
Reino, y que tu Voluntad se haga en la tierra como en el Cielo”. Amén.
Invocación a la Divina Voluntad:
Somos nada, Dios es todo, Padre te amamos; Continúa Divina Voluntad pensando en nuestras
mentes; circulando en nuestra sangre; mirando en nuestros ojos; escuchando en nuestros
oídos; hablando en nuestras bocas; respirando en nuestros respiros; palpitando en nuestros
corazones; moviéndote en nuestros movimientos; sufriendo en nuestros sufrimientos y
nuestras almas unidas a tu Voluntad sean los crucifijos vivientes inmolados para la gloria del
Padre; orando en nosotros, y después ofrécete a ti mismo esta oración como nuestra para
satisfacerte por las oraciones de todos y para darle al Padre la Gloria que deberían darle todas
las criaturas. Amén.
Acto de Contrición:
Dios mío, perdóname; yo tuve la osadía de ofenderte y de rebelarme contra ti, en el mismo
instante en que tú me amabas. Me arrepiento de todo Corazón de haberte ofendido.
Te ruego, te suplico que me concedas tu amargura, a fin de poder dolerme con ese mismo
dolor con el que tú te doliste por mis pecados; dolor tan grande e intenso que te hizo sudar
sangre. Madre Celestial, alcánzame de tu Jesús el suspirado perdón. Yo propongo y prometo
del modo más enérgico y absoluto nunca más volver a pecar. Amén.
Al Ángel de la Guarda:
Ángel mío, custodio mío, haz que viva siempre en la Voluntad de Dios. Amén.
A San Miguel Arcángel:
San Miguel Arcángel, con tu Luz, Ilumínanos. San Miguel Arcángel, con tus alas, Protégenos.
San Miguel Arcángel, con tu espada, Defiéndenos en la Divina Voluntad. Amén.
Nos unimos espiritualmente con toda la iglesia Universal, con la iglesia Triunfante, Militante y
Purgante, especialmente con nuestra Madre del cielo para implorar al Padre por las siguientes
intenciones: “Que el Señor tenga Misericordia, con el Mundo Entero y que el Mundo Entero
responda a su llamado de conversión, que el hombre se entregue totalmente a Dios y que no
deje pasar este momento tan especial de rezar el Santo Rosario y por la Paz del Mundo. Amén.
Le dedicamos este hermoso Rosario a la Virgen María. Que Viva la Virgen María. Que Viva
(tres veces). Virgen María salva a Venezuela y al Mundo Entero, protégenos y convierte los
corazones de todos a tu Hijo Jesús. Gracias Santísima Virgen por tu intercesión. Amén.
Pedimos: Por el eterno descanso de las almas de nuestros seres queridos que has llamado de
esta vida a tu presencia y de las benditas Almas del Purgatorio, especialmente por las más
necesitadas descansen en Paz. Dales Señor el descanso eterno. Que brille para ellas la Luz
perpetua. Descansen en Paz. Amén.
Por la conversión de nosotros, los pecadores, por la paz del mundo y la unidad de las familias;
por la salvación de todas las almas, y para que Dios Padre detenga el curso de la guerra y nos
conceda la Gracia del verdadero Amor y perfecta Obediencia a Su Voluntad. Por la paz y la
unidad de la Iglesia y de todos los Cristianos; por el Papa, los Obispos, Sacerdotes, Religiosos
y por todo el laicado en general, para que seamos preservados de las fuerzas del mal; por la
salvación de las almas Consagradas, la Santificación del Clero, y para que el Señor suscite los
apóstoles de los últimos tiempos. Por los gobernantes de todas las naciones, para que
administren en favor de la paz y la justicia social; por la conversión del corazón del mundo,
para que la humanidad reciba una iluminación de conciencia, y para que Jesús calme la
naturaleza y las naciones sean preservadas de inundaciones, incendios, terremotos, volcanes,
devastaciones y guerras. Por todos los atribulados que sufren: Tristes y oprimidos; explotados
y vejados; hambrientos y abandonados; refugiados y damnificados; presos y secuestrados;
perseguidos y desterrados; torturados y violados; heridos y enfermos; alcohólicos y
drogadictos; dementes y posesos; moribundos y agonizantes, para que sean consolados y
salvados.
Por los que están de Feliz Cumpleaños, aniversario. Que todos sus deseos se hagan realidad.
Oremos al Señor. Te lo pedimos Señor.
- 1er. Misterio Doloroso. La Agonía de Jesús en el Huerto de los Olivos:
En este Huerto todo es terror; todo es espanto y silencio profundo…. Pero, ¡Qué cambio
tan terrible! Por eso me abrazo a sus pies y haciéndome más audaz, me acerco a sus
brazos, le pongo mi mano en la frente para sostenerlo, y en voz baja lo llamó: ¡Jesús,
Jesús! Y él: Hija, ¿estás aquí? Te estaba esperando, y ésta era la tristeza que más me
oprimía: el completo abandono de todos; y te estaba esperando a ti para hacer que
fueras espectadora de mis penas y que bebieras junto conmigo el cáliz de las
amarguras que mi Padre Celestial me enviará dentro de poco por medio de un ángel; lo
tomaremos juntos poco a poco, porque no será un cáliz de consuelo, sino de intensa
amargura, y siento la necesidad de que algún alma que verdaderamente me ame beba
de él al menos alguna gota… Es por eso que te he llamado, para que tú la aceptes y
compartas conmigo mis penas y para que me asegures que no me vas a dejar solo en
tanto abandono.
Padre Nuestro, Diez “Ave María” y Gloria
Jaculatorias:
- Madre mía, te amo y tú ámame, hazle probar un poco de Voluntad de Dios a mi alma y
dame tu bendición, para que pueda hacer todas mis acciones bajo tu mirada materna.
- Jesús yo creo en tu amor por mí; hago mío todo y a todos en tu Voluntad porque te
amo, y quiero amarte, alabarte, darte gracias, repararte y compensarte, por mí y por
todos en tu Divina Voluntad, junto con María Santísima y Luisa.
- Invocación a Luisa: Luisa, pequeña hija de la Divina Voluntad, continúa en medio de
nosotros viviendo y difundiendo el Reino de la Divina Voluntad. Amén.
- Oh, Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo
a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Tu Divina Misericordia.
Amén.
- Sagrado Corazón de Jesús: En Vos confío Inmaculado Corazón de María: Sé la
Salvación del alma mía. JESÚS, MARÍA Y JOSÉ, OS AMO, SALVAD LAS ALMAS
- María dijo: «Mi alma alaba la grandeza del Señor; mi espíritu se alegra en Dios mi
Salvador. Porque Dios ha puesto sus ojos en mí, su humilde esclava, y desde ahora
siempre me llamarán dichosa; porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas.
¡Santo es su nombre. Dios tiene siempre misericordia de quienes lo reverencian. Actuó
con todo su poder: deshizo los planes de los orgullosos, derribó a los reyes de sus
tronos y puso en alto a los humildes. Llenó de bienes a los hambrientos y despidió a los
ricos con las manos vacías. Ayudó al pueblo de Israel, su siervo, y no se olvidó de
tratarlo con misericordia. Así lo había prometido a nuestros antepasados, a Abraham y
a sus futuros descendientes.» Amén
- “Oh María Sin Pecado Concebida ruega por nosotros que recurrimos a Ti”.
- 2º. Misterio Doloroso. La Flagelación de Jesús:
Todo aquél que me ama venga a aprender el heroísmo del verdadero amor, venga a
apagar en mi sangre la sed de sus pasiones, la sed de tantas ambiciones, de tantos
placeres, de tanta sensualidad. En mi sangre hallarán el remedio para todos sus males.
¡Oh Padre, mira cómo estoy hecho todo una llaga bajo esta tempestad de golpes!, pero
no basta, quiero formar en mi cuerpo tantas llagas que en el cielo de mi humanidad
sean suficientes moradas para todas las almas, de modo que forme en mí mismo su
salvación, para hacer que luego pasen al cielo de mi divinidad, Padre mío, cada golpe de
flagelo repare ante ti, uno por uno cada pecado, y que al golpearme a mí sea una
excusa para quienes los cometen, que estos golpes golpeen los corazones de las
criaturas y les hablen de mi amor, hasta que las fuercen a rendirse a mí.
Padre Nuestro, Diez “Ave María” y Gloria.
Jaculatorias:
- Madre mía, te amo y tú ámame, hazle probar un poco de Voluntad de Dios a mi alma y
dame tu bendición, para que pueda hacer todas mis acciones bajo tu mirada materna.
- Jesús yo creo en tu amor por mí; hago mío todo y a todos en tu Voluntad porque te
amo, y quiero amarte, alabarte, darte gracias, repararte y compensarte, por mí y por
todos en tu Divina Voluntad, junto con María Santísima y Luisa.
- Invocación a Luisa: Luisa, pequeña hija de la Divina Voluntad, continúa en medio de
nosotros viviendo y difundiendo el Reino de la Divina Voluntad. Amén.
- Oh, Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo
a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Tu Divina Misericordia.
Amén.
- Sagrado Corazón de Jesús: En Vos confío Inmaculado Corazón de María: Sé la
Salvación del alma mía. JESÚS, MARÍA Y JOSÉ, OS AMO, SALVAD LAS ALMAS
- María dijo: «Mi alma alaba la grandeza del Señor; mi espíritu se alegra en Dios mi
Salvador. Porque Dios ha puesto sus ojos en mí, su humilde esclava, y desde ahora
siempre me llamarán dichosa; porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas.
¡Santo es su nombre. Dios tiene siempre misericordia de quienes lo reverencian. Actuó
con todo su poder: deshizo los planes de los orgullosos, derribó a los reyes de sus
tronos y puso en alto a los humildes. Llenó de bienes a los hambrientos y despidió a los
ricos con las manos vacías. Ayudó al pueblo de Israel, su siervo, y no se olvidó de
tratarlo con misericordia. Así lo había prometido a nuestros antepasados, a Abraham y
a sus futuros descendientes.» Amén.
- “Oh María Sin Pecado Concebida ruega por nosotros que recurrimos a Ti”
- 3º. Misterio Doloroso. La Coronación de espinas:
Coronado Jesús mío, tus crueles enemigos hacen que te sientes, te echan encima un
trapo viejo de púrpura, toman la corona de espinas y con furia infernal te la ponen sobre
tu cabeza, y con un palo, a base de golpes, hacen que las espinas penetren sobre tu
frente, y parte de ellas se te clavan hasta en los ojos, en los oídos, en el cráneo y hasta
por detrás de la nuca. Amor mío, ¡qué pena tan desgarradora e indescriptibles! ¡Cuántas
muertes tan crueles sufres! Tu sangre corre sobre tu rostro, de manera que ya no se ve
más que sangre; pero bajo esas espinas y esa sangre se puede ver todavía tu rostro
santísimo, radiante de dulzura, de paz y de amor. Y los verdugos, queriendo concluir la
tragedia, te vendan los ojos, te ponen en la mano una caña como si fuera un cetro y dan
inicio a sus burlas. Te saludan cual Rey de los judíos, te golpean la corona, te dan de
bofetadas y dicen: ¿Adivina, quién te ha golpeado? Y tú callas.
Padre Nuestro, Diez “Ave María” y Gloria
Jaculatorias:
- Madre mía, te amo y tú ámame, hazle probar un poco de Voluntad de Dios a mi alma y
dame tu bendición, para que pueda hacer todas mis acciones bajo tu mirada materna.
- Jesús yo creo en tu amor por mí; hago mío todo y a todos en tu Voluntad porque te
amo, y quiero amarte, alabarte, darte gracias, repararte y compensarte, por mí y por
todos en tu Divina Voluntad, junto con María Santísima y Luisa.
- Invocación a Luisa: Luisa, pequeña hija de la Divina Voluntad, continúa en medio de
nosotros viviendo y difundiendo el Reino de la Divina Voluntad. Amén.
- Oh, Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo
a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Tu Divina Misericordia.
Amén.
- Sagrado Corazón de Jesús: En Vos confío Inmaculado Corazón de María: Sé la
Salvación del alma mía. JESÚS, MARÍA Y JOSÉ, OS AMO, SALVAD LAS ALMAS.
- María dijo: «Mi alma alaba la grandeza del Señor; mi espíritu se alegra en Dios mi
Salvador. Porque Dios ha puesto sus ojos en mí, su humilde esclava, y desde ahora
siempre me llamarán dichosa; porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas.
¡Santo es su nombre. Dios tiene siempre misericordia de quienes lo reverencian. Actuó
con todo su poder: deshizo los planes de los orgullosos, derribó a los reyes d e sus
tronos y puso en alto a los humildes. Llenó de bienes a los hambrientos y despidió a los
ricos con las manos vacías. Ayudó al pueblo de Israel, su siervo, y no se olvidó de
tratarlo con misericordia. Así lo había prometido a nuestros antepasados, a Abraham y
a sus futuros descendientes.» Amén.
- “Oh María Sin Pecado Concebida ruega por nosotros que recurrimos a Ti”
- 4º. Misterio Doloroso. Jesús toma la Cruz y se encamina al Calvario:
¡Cruz adorada, finalmente te abrazo! Tú eras el suspiro de mi Corazón, el martirio de mi
amor; pero tú, ¡Oh cruz!, has tardado tanto, mientras que mis pasos siempre hacia ti se
dirigían. Cruz santa, tú eras la meta de mis deseos, la finalidad de mi existencia sobre la
tierra. En ti yo concentro todo mi ser, en ti pongo a todos mis hijos, tú serás su vida, su
luz, su defensa, tú serás quien me los cuide y les de fuerza, tú los sostendrás en todo y
me los conducirás gloriosos al cielo. ¡Oh cruz, cátedra de sabiduría! sólo tú enseñarás
la verdadera santidad, tú formarás los héroes, los atletas, los mártires, los santos. Cruz
hermosa, tú eres mi trono y teniendo yo que abandonar la tierra, te quedarás tú en mi
lugar; a ti te doy como dote a todas las almas. ¡Cuídamelas, sálvamelas, a ti te las
confío!
Padre Nuestro, Diez “Ave María” y Gloria.
Jaculatorias:
- Madre mía, te amo y tú ámame, hazle probar un poco de Voluntad de Dios a mi alma y
dame tu bendición, para que pueda hacer todas mis acciones bajo tu mirada materna.
- Jesús yo creo en tu amor por mí; hago mío todo y a todos en tu Voluntad porque te
amo, y quiero amarte, alabarte, darte gracias, repararte y compensarte, por mí y por
todos en tu Divina Voluntad, junto con María Santísima y Luisa.
- Invocación a Luisa: Luisa, pequeña hija de la Divina Voluntad, continúa en medio de
nosotros viviendo y difundiendo el Reino de la Divina Voluntad. Amén. Oh, Jesús mío,
perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las
almas, especialmente a las más necesitadas de Tu Divina Misericordia. Amén.
- Sagrado Corazón de Jesús: En Vos confío Inmaculado Corazón de María: Sé la
Salvación del alma mía. JESÚS, MARÍA Y JOSÉ, OS AMO, SALVAD LAS ALMAS.
- María dijo: «Mi alma alaba la grandeza del Señor; mi espíritu se alegra en Dios mi
Salvador. Porque Dios ha puesto sus ojos en mí, su humilde esclava, y desde ahora
siempre me llamarán dichosa; porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas.
¡Santo es su nombre. Dios tiene siempre misericordia de quienes lo reverencian. Actuó
con todo su poder: deshizo los planes de los orgullosos, derribó a los reyes de sus
tronos y puso en alto a los humildes. Llenó de bienes a los hambrientos y despidió a los
ricos con las manos vacías. Ayudó al pueblo de Israel, su siervo, y no se olvidó de
tratarlo con misericordia. Así lo había prometido a nuestros antepasados, a Abraham y
a sus futuros descendientes.» Amén.
- “Oh María Sin Pecado Concebida ruega por nosotros que recurrimos a Ti”
- 5º. Misterio Doloroso. La Crucifixión y Muerte de Jesús:
Padre Santo, mírame, aquí estoy, cargado de todos los pecados del mundo; no hay
culpa que no recaiga sobre mí. Por eso, ya no descargues sobre los hombres los
flagelos de tu divina justicia, sino sobre mí, tu Hijo, Padre mío, detén tu furor contra la
pobre humanidad; están ciegos y no saben lo que hacen. Por eso, obsérvame bien y
mira cómo he quedado reducido. Si no te mueves a compasión por la mísera
humanidad, que te enternezca al menos mi rostro cubierto de salivazos y sangre,
amoratado e hinchado por tantas bofetadas y golpes recibidos. ¡Piedad, Padre mío! Yo
era el más bello de los hijos de los hombres, y ahora estoy tan desfigurado que no me
reconozco, me he convertido en el último de todos los hombres. Por eso, ¡a cualquier
precio quiero salvar a la criatura! ¡Mujer, he ahí a tu hijo! ¡He ahí a tu Madre! ¡Padre, en
tus manos entrego mi espíritu!
Padre Nuestro, Diez “Ave María” y Gloria
Jaculatorias:
- Madre mía, te amo y tú ámame, hazle probar un poco de Voluntad de Dios a mi alma y
dame tu bendición, para que pueda hacer todas mis acciones bajo tu mirada materna.
- Jesús yo creo en tu amor por mí; hago mío todo y a todos en tu Voluntad porque te
amo, y quiero amarte, alabarte, darte gracias, repararte y compensarte, por mí y por
todos en tu Divina Voluntad, junto con María Santísima y Luisa.
- Invocación a Luisa: Luisa, pequeña hija de la Divina Voluntad, continúa en medio de
nosotros viviendo y difundiendo el Reino de la Divina Voluntad. Amén.
- Oh, Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo
a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Tu Divina Misericordia.
Amén.
- Sagrado Corazón de Jesús: En Vos confío Inmaculado Corazón de María: Sé la
Salvación del alma mía. JESÚS, MARÍA Y JOSÉ, OS AMO, SALVAD LAS ALMAS
- María dijo: «Mi alma alaba la grandeza del Señor; mi espíritu se alegra en Dios mi
Salvador. Porque Dios ha puesto sus ojos en mí, su humilde esclava, y desde ahora
siempre me llamarán dichosa; porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas.
¡Santo es su nombre! Dios tiene siempre misericordia de quienes lo reverencian. Actuó
con todo su poder: deshizo los planes de los orgullosos, derribó a los reyes de sus
tronos y puso en alto a los humildes. Llenó de bienes a los hambrientos y despidió a los
ricos con las manos vacías. Ayudó al pueblo de Israel, su siervo, y no se olvidó de
tratarlo con misericordia. Así lo había prometido a nuestros antepasados, a Abraham y
a sus futuros descendientes.» Amén.
- “Oh María Sin Pecado Concebida ruega por nosotros que recurrimos a Ti”
Oración:
Dulce Jesús mío, unido estrechamente a ti quiero darte el testimonio de mi amor, de mi
agradecimiento y de todo lo que la criatura tiene el deber de hacer para contigo, por haber tú
creado a nuestra Reina y Madre Inmaculada; la más bella, la más santa, un portento de la
gracia, por haberla enriquecido de todos los dones y también por haberla hecho Madre
nuestra. Esto lo hago a nombre de todas las criaturas pasadas, presentes y futuras; quiero
tomar cada acto de criatura, cada palabra, cada pensamiento, cada latido y cada paso, y en
cada uno de ellos decirte que te amo, te doy gracias, te bendigo, te adoro, por todo lo que has
obrado en mi Madre Celestial y Madre tuya. Amén.
Una Salve al Inmaculado Corazón de María:
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra. Dios te salve.
A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva, a Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle
de lágrimas. Ea, pues, Señora Abogada Nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos
misericordiosos, y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.
Oh, clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar y gozar las promesas y gracias de Nuestro Señor
Jesucristo. Amén.
- Virgen Purísima y Castísima antes del parto, hacednos puros, mansos, humildes y
castos. En pensamientos, palabras y obras.
Dios te Salve María llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tu eres entre todas
las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María Madre de Dios, ruega
por nosotros, pecadores, ahora y en hora de nuestra muerte. Amén.
- Virgen Purísima y Castísima en el parto, hacednos puros, mansos, humildes y castos.
En pensamientos, palabras y obras.
Dios te Salve María llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tu eres entre todas
las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María Madre de Dios, ruega
por nosotros, pecadores, ahora y en hora de nuestra muerte. Amén.
- Virgen Purísima y Castísima después del parto, hacednos puros, mansos, humildes y
castos. En pensamientos, palabras y obras.
Dios te Salve María llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tu eres entre todas
las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María Madre de Dios, ruega
por nosotros, pecadores, ahora y en hora de nuestra muerte. Amén.
- Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por
los siglos de los siglos. Amén
Letanías a la Santísima Virgen
Señor, Ten piedad de nosotros
Cristo, Ten piedad de nosotros
Señor, Ten piedad de nosotros
Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos
Dios Padre Celestial, Ten piedad de nosotros
Dios Hijo Redentor del Mundo, Ten piedad de nosotros
Dios Espíritu Santo, Ten piedad de nosotros
Santísima Trinidad un solo Dios, Ten piedad de nosotros
Santa María, Ruega por nosotros
Santa Madre de Dios, Ruega por nosotros
Santa Virgen de las Vírgenes, Ruega por nosotros
Madre de Cristo, Ruega por nosotros
Madre de la Iglesia, Ruega por nosotros
Madre de la Misericordia, Ruega por nosotros
Madre de la Divina Gracia, Ruega por nosotros
Madre de la Esperanza, Ruega por nosotros
Madre Purísima, Ruega por nosotros
Madre Castísima, Ruega por nosotros
Madre siempre Virgen, Ruega por nosotros
Madre Sin Mancha, Ruega por nosotros
Madre Inmaculada, Ruega por nosotros
Madre Amable, Ruega por nosotros
Madre Admirable, Ruega por nosotros
Madre del Buen Consejo, Ruega por nosotros
Madre del Creador, Ruega por nosotros
Madre del Salvador, Ruega por nosotros
Virgen Prudentísima, Ruega por nosotros
Virgen Venerada, Ruega por nosotros
Virgen Laudable, Ruega por nosotros
Virgen Poderosa, Ruega por nosotros
Virgen Clemente, Ruega por nosotros
Virgen fiel, Ruega por nosotros
Espejo de justicia, Ruega por nosotros
Trono de Sabiduría, Ruega por nosotros
Causa de nuestra Alegría, Ruega por nosotros
Vaso Espiritual, Ruega por nosotros
Vaso Honorable, Ruega por nosotros
Vaso Digno de Honor, Ruega por nosotros
Vaso insigne de devoción, Ruega por nosotros
Rosa Mística, Ruega por nosotros
Torre de David, Ruega por nosotros
Torre de Marfil, Ruega por nosotros
Casa de oro, Ruega por nosotros
Arca de la Alianza, Ruega por nosotros
Puerta al Cielo, Ruega por nosotros
Estrella de la mañana, Ruega por nosotros
Salud de los enfermos, Ruega por nosotros
Refugio de los pecadores, Ruega por nosotros
Consuelo de los migrantes, Ruega por nosotros
Consuelo de los afligidos, Ruega por nosotros
Auxilio de los Cristianos, Ruega por nosotros
Reina de los Ángeles, Ruega por nosotros
Reina de los Patriarcas, Ruega por nosotros
Reina de los Profetas, Ruega por nosotros
Reina de los Apóstoles, Ruega por nosotros
Reina de los Mártires, Ruega por nosotros
Reina de los Confesores, Ruega por nosotros
Reina de las Vírgenes, Ruega por nosotros
Reina de todos los Santos, Ruega por nosotros
Reina concebida sin pecado original, Ruega por nosotros
Reina elevada al Cielo, Ruega por nosotros
Reina del Santo Rosario, Ruega por nosotros
Reina de la Familia, Ruega por nosotros
Reina de la paz, Ruega por nosotros
Cordero de Dios que quitas el pecado del Mundo Perdónanos Señor
Cordero de Dios que quitas el pecado del Mundo Escúchanos Señor
Cordero de Dios que quitas el pecado del Mundo Ten piedad de nosotros
Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios. No desprecies las súplicas que te
hacemos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos siempre de todo peligro. ¡Oh
Virgen llena de Gloria y Bendición! Ruega por nosotros Santa Madre de Dios. Para que
seamos dignos de alcanzar y gozar las promesas y gracias de nuestro Señor
Jesucristo. Amén.
Por las intenciones del Santo Padre para ganar las indulgencias, por la iglesia que es
una santa, católica y apostólica, por las vocaciones sacerdotales, por los misioneros,
por la paz del mundo y la libertad de Venezuela.
Recemos: Un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria.
Oración:
Infunde Señor en nuestras almas el Don de tu Divina Voluntad para que los que hemos
conocido el anuncio de tu Reino, en virtud de la Encarnación, Vida, Pasión y Muerte de
Nuestro Señor Jesucristo podamos vivir la plenitud de su Resurrección en tu Divina
Voluntad sobre la tierra como en el cielo. Por Cristo Nuestro Señor. Amén. Ofrecimiento
a la Santísima Virgen: Oh Señora mía, oh Madre mía, yo me ofrezco enteramente a ti. En
prueba de mi filial afecto te consagro en este día, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi
corazón, en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo tuyo, oh Madre de bondad,
guárdame y defiéndeme como pertenencia y posesión tuya. Amén.
Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea, en tan
graciosa belleza. A Ti celestial princesa, Virgen Sagrada María, yo te ofrezco en este
día, alma vida y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía. Y dame tú
Santa Bendición, que la recibo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Ave María Purísima Sin Pecado Original Concebida (tres veces)