Bolivia es un país situado en la parte central de América del Sur.
CAPÍTULO VIII INTEGRACIÓN EUROPEA Antecedentes.- Proceso de formación.- Tratado de Roma.-
Desarrollo del proceso.- Ampliación de la Comunidad.- Tratados Constitutivos y Complementarios.-
Estructura Institucional.- Relaciones externas.- Situación actual y proyecciones.
1. ANTECEDENTES Durante siglos una constante en la historia europea fueron los conflictos
bélicos. Pese a la formación y consolidación de los estados nacionales en la edad moderna, las
guerras de conquista o agresiones mantuvieron la geografía política de Europa con una
impresionante volatilidad, que cambiaba con una dinámica inusitada los mapas políticos y las
fronteras entre los estados, al margen de considerar las grandes pérdidas humanas que se
tuvieron que soportar por generaciones a consecuencia del flagelo de las guerras. Sin embargo,
siempre estuvieron presentes las ideas de paz y unificación, inspiradas por la conciencia histórica
del rol que debía jugar Europa en el concierto internacional. Estas tendencias de paneuropeismo
se fueron cristalizando en propuestas concretas en la primera mitad del siglo XX, ante el horror de
las dos conflagraciones mundiales que tuvieron en Europa uno de sus principales escenarios. A la
finalización de la Segunda Guerra Mundial, muchos líderes europeos propugnaban con claridad
que la única forma de asegurar una paz duradera entre sus países era unirlos económica y
políticamente. Es precursora, por ejemplo, la propuesta de Churchill sobre la necesidad de la
creación de los Estados Unidos de Europa, proclamada en uno de sus famosos discursos a la
finalización del conflicto bélico. En 1945, el problema europeo era fundamentalmente una
cuestión de recursos, con industrias destruidas, sin stocks de materias primas, deudas importantes
de guerra (Alemania e Italia) y las inmensas necesidades de la reconstrucción. Políticamente, por
otro lado, los partidos socialistas y comunistas presionaban hacia la socialización. Se enfrentaba,
en realidad, el fenómeno de un capitalismo descapitalizado, casi agonizante. Los siguientes años
(1946-1947) fueron difíciles para todos los países, cada país buscaba sus propias soluciones, el
Reino Unido enfrentaba el problema de la inconvertibilidad de la libra esterlina y fuertes presiones
de socialización; Francia, pese al Plan “Monnet” de modernización, enfrentaba un programa
intenso de nacionalizaciones y, Alemania, dividida 106 en cuatro zonas ocupadas, tenía sus
fábricas desmanteladas y pesaba sobre ella la carga de las reparaciones de guerra. Fueron años de
un rígido bilateralismo, más de doscientos acuerdos de Clearing regían todo el comercio
intraeuropeo y mundial. Ante esta situación, se empezaron a perfilar dos salidas: 1ª La ayuda
externa. Para esta posibilidad losEstados Unidos eran el único país con posibilidades de
concederla. 2ª La planificación socialista. Mediante el sacrificio temporal del consumo para
generar tasas de ahorro e inversión a mediano plazo. La primera salida fue adoptada por la Europa
Occidental y la segunda por los países del Este, optando estos últimos por una alineación con el
bloque soviético. En cuanto a la ayuda externa, los Estados Unidos tenián importantes razones
para concederla, la primera surgía de las necesidades de expansión de su propia economía,
indemne como resultado del conflicto bélico, pero además preocupaba sobremanera el
mantenimiento del sistema capitalista en las depauperadas economías europeas, amenazadas
también en lo político y militar por la recién inaugurada guerra fría. Estas fueron las principales
motivaciones del Plan Marshall, a través del cual se transfirieron un estimado de unos 35.000
millones en 4 años, destinados a la recuperación de los países de Europa Occidental. Pero la
característica importante del Plan Marshall fue su enfoque y aplicación conjunta, es decir que no
se operó individualmente respecto a cada país receptor de la ayuda sino en forma colectiva, para
lo cual fue creado en 1948 un organismo multilateral, la Organización Europea de Cooperación
Económica, OECE, con el encargo de coordinar la aplicación de la ayuda americana, así como para
promover la liberación del comercio y una unión europea de pagos, con el propósito de superar así
las principales distorsiones del bilateralismo de los años anteriores. La OECE, pese a sus logros en
materia de recuperación, no pudo superar la fase de la simple cooperación, sin haber llegado
realmente a figuras de integración. De manera coincidente, las reglas del GATT, ya vigentes, sólo
hacían posible la creación de zonas de libre comercio y de uniones aduaneras, en cuyo marco se
empezaron a dar los primeros intentos de uniones aduaneras, registrándose entre estos el
BENELUX (Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo); el FRANCITAL (Francia e Italia) y el FINEBEL
(Finlandia, Holanda y Países Bajos), estos dos últimos fracasados.
2. PROCESO DE FORMACIÓN En 1950, inspirado por Jean Monnet, se presentó el llamado Plan
Schuman, propuesto por el Ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Robert Schuman, que
planteaba integrar las 107 industrias del carbón y del acero de Europa Occidental. Ello dio origen a
la suscripción del Tratado de París en 1951 y a la institución de la Comunidad Europea del Carbón y
del Acero (CECA), con seis miembros: Alemania Occidental, Bélgica, Francia, Italia, Luxemburgo y
los Países Bajos. La importancia de la CECA radica en que además de constituir el primer proceso
de integración europeo, mostró claros signos de un nuevo concepto de representatividad y
organización basado en lo que se llamó la supranacionalidad, puesto que el poder de la toma de
decisiones sobre los sectores integrados se ponía en manos de un órgano independiente llamado
“Alta Autoridad”, cuyo primer presidente fue precisamente Jean Monnet. Sin embargo, pese a su
éxito pero por su limitado alcance sectorial la CECA tuvo un carácter transitorio. El afán integrador
europeo apuntaba hacia metas mucho más ambiciosas. Las limitaciones de la integración sectorial
y acontecimientos políticos mundiales, como Corea, Canal de Suez y Hungría, impulsaron un
avance más profundo en el proceso de la unidad europea. Los objetivos se dirigieron hacía el logro
de la unión aduanera y la unión económica. A propuesta de los países del BENELUX, se plantea en
el seno de la CECA la idea de crear un Mercado Común sobre bases de integración global,
abriéndose un rápido proceso de negociaciones entre los mismos seis países que culminó en la
Conferencia de Messina, 1955, y con la aprobación del informe de la Comisión Spaak, encargada
de formular las proposiciones concretas. De esta manera, en 1957 se suscriben los Tratados
constitutivos de la Comunidad Económica Europea (CEE) y de la Comunidad Europea de la Energía
Atómica (EURATOM), firmados en Roma el 25de marzo de 1957 y que entraron en vigor el 10 de
enero de 1958. De este modo quedaron oficialmente constituidas las Comunidades Europeas, las
cuales, recién en 1967, lograron fusionar sus respectivas instituciones unificándose en una sola
Comisión, un único Consejo de Ministros y el Parlamento Europeo.
3. TRATADO DE ROMA Considerado la piedra angular del proceso de integración económica, se
trata en realidad de un tratado base o marco que establece los fundamentos de la unificación
económica y crea un verdadero poder legislativo autónomo, permitiendo a la Comunidad
establece disposiciones en áreas en las cuales los parlamentos nacionales resignan su poder de
legislar. 108 El Tratado, constituye un proceso más que un producto, el objetivo básico que
plantea es la conformación de un Mercado Común que deba evolucionar hacia una Unión
Económica. Para ello, establece un proceso gradual de supresión de barreras intracomunitarias y
el establecimiento de un Arancel Externo (Unión Aduanera)., en un periodo transitorio de 12 años.
En el mismo marco, el Tratado de Roma establece la exigencia de la formulación de políticas
comunes en una amplia gama de campos y el establecimiento de nuevas instituciones de carácter
comunitario. Entre las políticas las más relevantes se hallan referidas a la Política Agrícola Común,
las reglas para regular la competencia entre los actores económicos que actuen en el mercado
común, la coordinación de políticas económicas y la prevención de desequilibrios de las balanzas
de pagos, la aproximación o armonización de legislaciones nacionales, una política externa común,
y otras de igual importancia para la consecución de los objetivos de la integración. Entre las
principales instituciones, fuera de las comunitarias previtas para gestionar el proceso como el
Consejo de Ministros, la Comisión, el Parlamento Europeo y el Tribunal de Justicia, figuran
instituciones como el Fondo Social para mejorar las condiciones y niveles de empleo y el Banco
Europeo de Inversiones, una especie de banca central comunitaria.
4. DESARROLLO DEL PROCESO En una breve reseña, se puede afirmar que el proceso tuvo avances
espectaculares pero también crisis y fases de estancamiento. En todo caso si algún observador
apreciara las condiciones que tenía Europa a la finalización de la Segunda Guerra Mundial, las
condiciones de las cuales arrancó la integración de la Europa de los Seis en 1957, y las condiciones
que presentaba el proceso europeo de integración 20 años después, no se podría aspirar a un
escenario de mayor optimismo. A título de ejemplo mencionamos algunos de sus principales
logros: A. Unión Aduanera El periodo transitorio de 12 años (1958 – 1970) para liberar el comercio
intracomunitario y conformar la unión aduanera, fue cumplido a cabalidad. En julio de 1968 se
llegó al total desarme arancelario y al establecimiento de la Tarifa Externa Común (TEC) con 18
meses de anticipación, dando como resultado que a partir de 1970 la CEE alcanzara plenamente la
unión aduanera. 109 B. Mercado Común Agrícola Inicialmente y a diferencia de los productos
industriales que contaban solo con protección de aranceles y contingentes, el comercio de los
productos agrícolas enfrentaba otras muchas restricciones. Con evidentes dificultades que nacian
de fuertes tradiciones agrícolas nacionales y una fuerte competencia en algunos productos como
el aceite de oliva y los vinos. Mediante la PAC se fue avanzando no sólo en la formulación de
principios programáticos en seguridad alimentaria y precios estables para los productores, sino
que gradualmente se llegó a un 90% de la producción agrícola regida por la política común y
liberada en su circulación. C. Mercado Común Superada la unión aduanera, el objetivo se centró
en alcanzar la formación de un mercado común, designación que pasó a identificar al mismo
proceso. El objetivo del mercado interior o único fue formalmente expresado en 1986 mediante el
Acta Unica, instrumento adicional al Tratado de Roma. Sin embargo, tuvo que pasar algún tiempo
antes de que se eliminaran todos los obstáculos y barreras a la libre circulación de factores. El
mercado común se completó formalmente recién en 1992, cuando pasó a convertirse en un
autentico mercado único en el que las mercancías, los trabajadores, las personas, las empresas, los
capitales y los servicios pudieron circular y establecerse libremente. D. Paso a la Unión Económica
y Monetaria En 1993, mediante el Tratado de Maastricht, Tratado de la Unión Europea (TUE), el
proceso europeo se proyectó a las etapas superiores de la integración, introduciendo nuevas
formas de cooperación y armonización de políticas en varios sectores como los de defensa, justicia
e interior, estos nuevos desarrollos añadidos al sistema comunitario existente posibilitó el paso a
la etapa de unión económica, siendo el mencionado Tratado de Maastricht el que crea
formalmente la Unión Europea (U.E.), denominación que sustituye a la CEE y que refleja
directamente el grado de integración alcanzado. Paralelamente, se crea una unión monetaria que
supone la adopción de una moneda europea única gestionada por un Banco Central Europeo. La
moneda única, el Euro, se hizo realidad el 1 de enero de 2002, cuando los billetes y monedas del
Euro reemplazaron a los billetes y monedas nacionales en 12 de los entoncés 15 países miembros
de la Unión (Bélgica, Alemania, Grecia, España, Francia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Países Bajos,
Austria, Portugal y Finlandia). E. Supranacionalidad Al presente la Unión Europea es la
organización supraestatal de ámbito europeo que impulsa y gestiona la integración económica y
política y refuerza la cooperación entre sus estados miembros, mediante un especial sistema de
relaciones basado en el concepto de la supranacionalidad, que se refleja principalmente en su
sistema normativo y su sistema institucional. El establecimiento de un mismo ordenamiento
jurídico, cuya fuente es un verdadero poder legislativo autónomo mediante la cesión de
competencias, ha configurado la categoría de un derecho comunitario que tiene primacía o
prelación sobre los derechos nacionales en aquellos casos en que las normas nacionales entren en
colisión con las normas comunitarias. El Derecho Comunitario, en realidad no es superior al
Derecho interno de los Estados miembros de la Unión, sino que se integra en él coexistiendo de
manera interdependiente. En igual forma, la existencia y funcionamiento de sus propias
instituciones comunitarias introdujo nuevos elementos y conceptos en relación a la
representatividad y acción de los mismos, las cuales ya no responden al interés individual de cada
uno de los Estados miembros, sino que representan y gestionan el interés conjunto, el interés
comunitario. Al mismo tiempo, en virtud del Tratado de la Unión Europea, que otorgó la
ciudadanía europea a los ciudadanos de cada Estado, no sólo se avanzó en la concepción de un
proyecto de integración política, sino que se instauró para los ciudadanos europeos un régimen de
mayor libertad para circular, vivir, trabajar o estudiar en cualquiera de los Estados miembros.
5. AMPLIACIÓN DE LA COMUNIDAD A partir del proceso de formación, iniciado por pocos países
de Europa occidental, la integración europea tuvo periodos de ampliación muy importantes que
fueron incrementandose gradualmente, hasta enfrentar en la última década una verdadera
avalancha de solicitudes de incorporación. Se pueden distinguir los siguientes periodos de
crecimiento mediante la adhesión de nuevos miembros: La Europa de los Seis Agrupó a los seis
Estados fundadores (Alemania, Bélgica, Francia, Italia, Luxemburgo y Países Bajos), que iniciaron el
proceso mediante la suscripción del Tratado de París en 1951, que instituyó la CECA, y los Tratados
de Roma en 1957 que instituyeron la CEE y el EURATOM. 111 La Europa de los Nueve Después de
los Tratados constitutivos, el proceso se mantuvo sólo con los seis países iniciales durante 15 años,
lo quizá le permitió un avance más acelerado y coordinado. No obstante, desde temprano se hizo
manifiesto el interés del Reino Unido y de algunos de los países nórdicos para su adhesión a la CEE,
atraidos seguramente por el éxito visible del proceso y los pocos resultados de la EFTA (proceso
paralelo liderizado por Inglaterra y los denominados “países exteriores” del norte y centro de
Europa, que terminaron en su mayoría por integrarse a la CEE). Despúes de un proceso complejo y
largo de negociaciones, en 1973 se concretó la incorporación del Reino Unido, Dinamarca e
Irlanda. Noruega, que participó del proceso de negociación terminó por no ingresar en virtud del
resultado negativo del referendo de consulta realizado en ese país. La Europa de los Diez En 1982
se produce la incorporación de Grecia La Europa de los Doce En 1986 se incorporan España y
Portugal En 1990 se produce la reunificación de Alemania, con la fusión de la República
Democrática Alemana (RDA) a la República Federal de Alemania (RFA), incorporándose por tanto a
la U.E. la población y el territorio de la RDA. La Europa de los Quince En 1995 se incorporan
Austria, Finlandia y Suecia La Europa de los Veinticinco En 2004, la U.E. acoge a diez nuevos países
miembros que se incorporan en bloque y que provienen en su mayor parte del Este de Europa
(Chipre, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia y la República
Checa). Casi la totalidad de estos países, con excepción de Chipre y Malta, son resultado del
reordenamiento de la geografía política que se produce a raíz del derrumbe del bloque soviético.
Se incorporan a la comunidad internacional y a la U.E. como países de economía en transición - de
economía socialista a economía de mercado - bajo regímenes especiales de apoyo y tratamiento
preferencial. 112 La Europa de los Veintisiete En 2007, se incorporan a la U.E. Bulgaria y Rumania,
bajo el mismo régimen de países de economía en transición. Desde 2005, se hallan en curso de
negociación las solicitudes de incorporación de Turquía y Croacia. Las sucesivas ampliaciones del
proceso europeo de integración, si bien fortalecieron su dimensión e importancia económica y
política, no obstante significaron un efecto de desaceleración del proceso en muchos aspectos,
especialmente en cuanto a los reajustes arancelarios e institucionales, en la adaptación a las
políticas comunes y a las disciplinas económicas y jurídicas del régimen comunitario, así como en
el sistema de toma de decisiones. Este efecto fue muy visible desde las primeras adhesiones y se
acentuó en procesos complejos como la reunificación alemana y la posterior adhesión masiva de
los países de economía en transición.
6. TRATADOS CONSTITUTIVOS Y COMPLEMENTARIOS La Unión Europea se basa en el Estado de
Derecho. Esto significa que todas sus actividades se derivan de los tratados, acordados y
ratificados voluntaria y democráticamente por todos los Estados miembros. Los tratados se han
ido modificando y complementando para adaptarse a la evolución del proceso de integración. Los
principales Tratados del proceso europeo, desde los primeros hasta los más actuales, son: Tratado
constitutivo de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA), firmado el 18 de abril de
1951 en París, entró en vigor el 23 de julio de 1952 y expiró el 23 de julio de 2002. Tratado de
Roma, constitutivo de la Comunidad Económica Europea (CEE), se firmó en esa ciudad el 25 de
marzo de 1957 y entró en vigor el 1 de enero de 1958. Su firma coincidió con la del Tratado
constitutivo de la Comunidad Europea de la Energía Atómica (Euratom), por lo que ambos son
conocidos conjuntamente como los "Tratados de Roma". El Tratado de fusión, firmado en Bruselas
el 8 de abril de 1965, entró en vigor el 1 de julio de 1967. Estableció una sola Comisión y un solo
Consejo para las tres Comunidades Europeas entonces existentes. 113 El Acta Única Europea,
firmada en Luxemburgo y La Haya, entró en vigor el 1 de julio de 1987. Introdujo las adaptaciones
necesarias para completar el mercado interior. Tratado de la Unión Europea, firmado en
Maastricht el 7 de febrero de 1992, entró en vigor el 1 de noviembre de 1993. El Tratado de
Maastricht introdujo nuevas formas de cooperación entre los gobiernos de los Estados miembros
(por ejemplo, en defensa, justicia e interior). Al añadir esta cooperación intergubernamental al
sistema "comunitario" existente, el Tratado de Maastricht creó una nueva estructura con tres
"pilares", de naturaleza tanto económica como política: es la denominada "Unión Europea" (UE).
Tratado de Ámsterdam, firmado el 2 de octubre de 1997, entró en vigor el 1 de mayo de 1999.
Modificó el texto y la numeración de los Tratados UE y CE, estableciendo la versión consolidada de
ambos. Los artículos del Tratado de la Unión Europea pasaron a designarse mediante números en
lugar de letras. Tratado de Niza, firmado el 26 de febrero del 2001, entró en vigor el 1 de febrero
de 2003. Sobre todo reformó las instituciones para que la Unión pudiera funcionar eficazmente
tras su ampliación a 25 Estados miembros en 2004 y a 27 Estados miembros en 2007. El Tratado
de Niza, el Tratado de la UE y el antiguo Tratado de la CEE, han sido fusionados en una versión
consolidada. Tratado por el que se establece una Constitución para Europa, fue aprobado por los
Jefes de Estado y Gobierno en el Consejo Europeo de Bruselas de 17 y 18 de junio de 2004, y
firmado en Roma el 29 de octubre de 2004, con el que se pretende dotar a la U.E. y a sus
ciudadanos de una auténtica representación dentro y fuera de la Unión, mediante varios ajustes
institucionales especialmente en el campo de la política exterior y las competencias, con el
objetivo de dar voz a Europa en el mundo. Este Tratado, no ha sido ratificado sino por pocos
Estados miembros, mediante referendos. En Francia y Países Bajos ganó el no. Tratado de Lisboa,
firmado el 13 de diciembre de 2007. Antes de entrar en vigor, deberá ser ratificado por cada uno
de los 27 Estados miembros, lo que se espera tenga lugar antes de las próximas elecciones al
Parlamento Europeo de junio de 2009. Sus principales objetivos son aumentar la democracia en la
UE – como respuesta a las elevadas expectativas de los ciudadanos europeos en materia de
responsabilidad, apertura, transparencia y participación – e incrementar la eficacia de la actuación
de la UE y su capacidad para enfrentarse a los actuales desafíos globales, como el cambio
climático, la seguridad y el desarrollo sostenible. El acuerdo sobre el Tratado de Lisboa siguió a las
discusiones mantenidas para la elaboración de una Constitución. 114
Los tratados fundacionales se han modificado también con motivo del ingreso de nuevos Estados
miembros en 1973 (Dinamarca, Irlanda y Reino Unido), 1981 (Grecia), 1986 (España y Portugal),
1995 (Austria, Finlandia y Suecia), 2004 (Chipre, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia,
Lituania, Malta, Polonia y República Checa) y 2007 (Bulgaria y Rumanía).
7. ESTRUCTURA INSTITUCIONAL Las instituciones de la integración europea tuvieron un largo y
complejo camino de formación y evolución, determinado por la dinámica del proceso, por la
naturaleza supranacional de muchas de éllas, así como por el crecimiento importante de sus
estados miembros. Si bien se mantienen los órganos iniciales, hoy en día se han transformado en
instancias de compleja organización e institucionalidad. La actual U.E. cuenta con cinco
instituciones principales, cada una de ellas con una misión específica: - El Consejo de la Unión
Europea, evolución del antiguo Consejo de Ministros, es el órgano intergubernamental que
representa a los Gobiernos de los Estados Miembros, tiene capacidad decisoria y normativa
(Reglamentos). Tiene una Presidencia rotatoria entre los países miembros que se renueva cada
semestre, así como un Secretariado General con sede en Bruselas. - La Comisión, órgano ejecutivo
técnico que dirige el proceso y que tiene carácter supranacional, con capacidad decisoria y
normativa (Decisiones y Directivas). Se halla constituido por una Presidencia y varios Comisarios
sectoriales, tiene también su sede en Bruselas (la presencia del Consejo y de la Comisión en esta
ciudad ha llevado a considerarla como la sede del virtual gobierno europeo). La Comisión tiene
una planta muy grande de funcionarios y expertos en los diversos temas de la integración que
también ha llevado a designarla como la eurocracia que dirige y gestiona el proceso de
integración. - El Parlamento Europeo, es el órgano deliberante, de iniciativa y consulta del proceso,
aunque también se le ha otorgado alguna potestad normativa mediante la emisión de Directivas.
El Parlamento es elegido mediante voto universal y directo por los ciudadanos de los Estados
miembros, antes sus miembros eran elegidos por los parlamentos nacionales de entre sus
miembros, pero en 1979 se celebraron las primeras elecciones directas que permitieron a los
ciudadanos votar por candidatos en el ámbito comunitario, desde entoncés se han celebrado
elecciones directas cada cinco años. 115 - Tribunal de Justicia de la Unión Europea, es el órgano
jurisdiccional independiente que ejerce el control de legalidad y garantiza el cumplimiento del
ordenamiento jurídico comunitario. Tienen legitimación activa ante el Tribunal tanto los Estados
como las personas naturales y jurídicas. Se halla constituido por magistrados nombrados en forma
comunitaria. - Tribunal de Cuentas Europeo, efectúa el control de la legalidad y regularidad en la
gestión del presupuesto de la U.E. Existen, además, muchas otras instituciones las más de carácter
comunitario, entre las más relevantes se hallan el Banco Central Europeo, el Comité Económico y
Social Europeo, el Comité de las Regiones, El Banco Europeo de Inversiones, la Defensoría del
Pueblo Europeo y la Europol.
8. RELACIONES EXTERNAS El relacionamiento externo de la Unión Europea siempre ha revestido
una importancia capital para el proceso, no se puede olvidar que una de sus iniciales y principales
motivaciones estuvo basada en una visión de defensa y seguridad, lo que ha constituido una
constante dentro de sus políticas comunes, tan es así que sus principales países miembros lo han
sido también de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), proceso paralelo que
actúa en el campo de la seguridad y defensa de los países democráticos occidentales. En todos los
otros ámbitos, la política externa común también ha sido uno de los pilares de la dinámica
comunitaria, que tiene dimensiones variadas en función de las áreas o países objeto de
relacionamiento. En las primeras etapas, su política externa estuvo preferentemente orientada
hacia la región, llegando a establecer un acuerdo de libre comercio con los países integrantes de la
Asociación Europea de Libre Comercio, más conocida por su sigla en inglés como la EFTA, y desde
la cual el proceso europeo se fue nutriendo con sucesivas adhesiones, hasta dejar a la EFTA casi sin
miembros. Especial atención se tuvo también con los países o territorios de ultramar (PUT),
básicamente con aquellos que en su momento fueron colonias o territorios bajo el dominio de las
principales potencias europeas. En la actualidad existen aproximadamente unos veinte PUT
franceses, británicos y neerlandeses, en algunos de los cuales incluso sus ciudadanos poseen la
ciudadanía de los correspondientes Estados Europeos. Con este tipo de países, a los que se
considera asociados, se tienen también acuerdos preferenciales de comercio y políticas de
cooperación muy definidas (Acuerdo de Lomé). 116 Con terceros países, si bién las relaciones
externas siempre han tratado de ser conducidas en el marco de la promoción del comercio y las
relaciones económicas recíprocas, sin embargo las políticas comunitarias frente a estos países se
ha caracterizado por un alto proteccionismo, especialmente en el sector agrícola, lo que se
mantiene pese a ser la U. E. uno de los principales promotores y actores de los acuerdos
multilaterales del GATT y de la actual OMC. Otro rasgo característico del relacionamiento externo
del proceso europeo, ha consistido en privilegiar sus relaciones con bloques o grupos de países,
especialmente los participantes en acuerdos regionales, antes que relaciones de carácter
simplemente bilateral. Respecto a las relaciones con América Latina, es reciente una tendencia a la
aproximación y a promover acuerdos de cooperación especialmente de tipo comercial.
Actualmente, se tiene un acuerdo de asociación con el MERCOSUR y se halla en curso de
negociación otro acuerdo parecido con los países de la Comunidad Andina, excepto Bolivia.
9. SITUACIÓN ACTUAL Y PROYECCIONES La Unión Europea, en un ya largo proceso de evolución y
pese a sus dificultades de origen interno y externo, actualmente se ha convertido en una de las
primeras potencias económicas mundiales. Agrupa al mayor número de países participantes en un
proceso de integración regional, que en conjunto representan indicadores significativos a escala
mundial, con una superficie que supera los 4 millones de Km2, excluyendo territorios de ultramar,
con una población de aproximadamente 470 millones de personas que sustentan el mercado
interior, donde los intercambios recíprocos alcanzan el 60% de su comercio total, así como con un
PIB superior al de los EE. UU. La Unión Económica y Monetaria representa actualmente una zona
con un mercado único y con una zona de una moneda única, donde las las personas, las
mercancías, los servicios y los capitales circulan sin restricciones. Consolidan este marco de
estabilidad económica un Banco Central independiente, el sistema de normas jurídicas obligatorias
a los Estados miembros y políticas comunes sólidas y coordinadas estrechamente. En el aspecto
político, el proceso europeo es sin duda el que ha alcanzado los mayores niveles de integración,
traducidos en una política única de defensa y de relaciones exteriores, en el otorgamiento de una
ciudadanía única a sus ciudadanos, en la creación de fuertes instituciones comunitarias y en el
objetivo – aún no alcanzado – de un marco constitucional uniforme. La U.E. ha alcanzado también
otro de sus más ansiados objetivos, constituirse en un referente importante de la política
internacional, constituyendo uno de los factores principales en la toma de decisiones a nivel
mundial. Indudablemente el proceso europeo de integración representa la más avanzada
experiencia de desarrollo y aplicación de los principios, normas e instituciones de la integración.
117 Inicialmente, los tratados de París (1951) y Roma (1957) y, después, el Acta Única, los Tratados
de Masstrich, Ámsterdam, Niza y Atenas, hasta el proyecto de Constitución europea, que dieron el
marco jurídico a la evolución del proceso, dan cuenta de avances espectaculares, en una marcha
que no estuvo exenta, sin embargo, de períodos de crisis y de estancamiento, muchas veces de
periodos muy complejos en los que el consenso fue alcanzado difícilmente. Si se considera
solamente los problemas derivados del crecimiento y expansión del proceso, con la incorporación
de tantos países, muchos de ellos con situaciones difíciles y en proceso de transición de economías
centralmente planificadas a economías de libre mercado, se puede entender el costo de esta
incorporación en la dinámica del proceso. La apertura del proceso a los países del este de Europa
le ha significado resignar un avance más homogéneo y acelerado y seguramente le significará el
afrontar todavía serios problemas para superar problemas que se originan en el menor nivel de
desarrollo de la mayor parte de los países recién incorporados. Al presente preocupa, por ejemplo,
la profunda crisis generada en Grecia por su enorme deuda pública que ha desestabilizado su
economía y que, indudablemente se ha reflejado en la zona del euro exponiendo a la moneda
comunitaria a sensibles riesgos en el mercado monetario internacional. La crisis griega, además,
como toda crisis financiera tiene un alcance global que amenaza expandirse vía contagio a otros
países europeos como España y Portugal e, incluso, reflejar sus efectos a las economías
latinoamericanas. Esta situación representa un nuevo desafío que pondrá a prueba la capacidad de
concertación y de búsqueda de equilibrios que solo la conciencia y el esfuerzo paradigmático de
integración europea podrán superar. Pero lo importante para nuestro análisis, es el hecho que se
desarrolló un orden jurídico autónomo, que descansa sobre un sistema coordinado de normas e
instituciones comunes, que encarnan un nuevo concepto de la soberanía nacional dentro de un
orden supranacional, marco dentro del cual el proceso de integración ha podido evolucionar hasta
las formas superiores de unión económica y monetaria y se apresta a ingresar en un franco
proceso de integración política, bajo una Constitución común. Todas estas características apoyan
una visión de integración económica, social y política, que no es nueva, sino que fue avisorada ya
desde el inicio del proceso por sus precursores, cuando se arrancó con una idea muy clara en
sentido de que el proceso europeo debía proyectarse, haciendo un simil, como “un pacífico
proyectil consignado en tres fases: Unión Aduanera, Unión Económica y Unión Política”. 118
CAPÍTULO IX INTEGRACIÓN SOCIALISTA: EL CAME/COMECON
Marco de análisis.- Proceso de formación.- Principios.- Evolución.- Órganos.- Resultados.-
1. MARCO DE ANÁLISIS El escenario de las posguerra fue muy dinámico en Europa, como se vio los
procesos de cooperación e integración tuvieron un desarrollo muy importante entre los países de
Europa Occidental, pero no dejó de ser menos entre los países de Europa del Este, con la
diferencia que en los primeros se trabajó en una integración de tipo capitalista, es decir basada en
la complementación de economías de libre mercado y, en los segundos, en una concepción o
sistema económico distinto, la economía centralmente planificada de corte socialista. Si bien es
cierto que el proceso de integración socialista, denominado como el Consejo de Ayuda Mutua
Económica, CAME, pero más conocido por sus siglas en inglés como el COMECON, dejó de tener
existencia al promediar los años 90 del siglo XX, como un resultado directo de la desintegración o
derrumbe del bloque socialista liderado por la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, URSS, no
se lo puede ignorar por algunas características muy importantes que tuvo este intento de integrar
a un numeroso grupo de países bajo un modelo completamente diferente al desarrollado entre los
países de Occidente. Y este es el marco de análisis del presente capítulo, relevar aunque sea de
una manera muy general la formación y desarrollo de un proceso que no puede dejar de ser –
aunque extinguido - un referente obligado en el estudio del fenómeno integrador, concebido bajo
pautas de conducción e internacionalización diferentes.
2. PROCESO DE FORMACIÓN Como ya se vio, los Estados Unidos, con el Plan Marshall, consiguen
poner en marcha un programa de recuperación en Europa Occidental, para lo cual promovieron la
creación de la OECE en 1948, como paso previo a la organización de la OTAN. Frente a esta acción,
la URSS reacciona con la organización de mecanismos análogos, primero el CAME/COMECON en
enero de 1949 y después con el Pacto de Varsovia en mayo de 1955. En consecuencia, ambos
procesos tuvieron una base de partida desde el mismo escenario pero con concepciones distintas.
Europa Oriental al terminar la II Guerra Mundial, estaba 119 constituida mayormente por países
rurales y subdesarrollados, salvo Checoslovaquia y Alemania del Este. En este escenario de países
de precario desarrollo o dividos por el nueno mapa político que resultó del conflicto bélico, fue
fácil lograr su alineamiento en las líneas políticas que marcaba la URSS como nueva potencia
regional, que bajo la égida del socialismo vio la oportunidad de expandir su influencia y control
sobre todo un bloque de países, el bloque soviético, enfrentado al otro bloque que agrupaba a las
democracias occidentales. En este marco de bipolaridad y de “guerra fria”, se movio el mundo casi
toda la segunda mitad del siglo XX. Formalmente el COMECON se crea en enero 1949, teniendo
como socios fundadores a la URSS, Polonia, Checoslovaquia, Hungría, Rumania, Bulgaria y
República Democrática Alemana. Posteriormente se produjo el ingreso de Albania, país que sin
embargo se retiró en 1968 como resultado del cisma chino – soviético, alineándose en la
tendencia del socialismo de la China Popular , la que por su parte se mantuvo como observador
hasta mediados de los años 60, marginándose después por el conflicto ideológico con la URSS. En
1962, ingresan Mongolia y posteriormente Corea del Norte, Vietnam y Cuba. La entonces
Yugoslavia se mantuvo siempre como país observador. Una de las principales características de
este proceso fue la hegemonía política ejercida por la URSS, muchas veces de manera vertical. Por
ejemplo, en 1948 Bulgaria y Yugoslavia trataron de formar una Unión Aduanera, intento que
tropezó con la negativa determinante por parte de Stalín, rigidéz que perduró mientras vivio éste,
para quien solo eran concebibles y permitidas acciones que estuvieran bajo su directo control.
Posteriormente, pese a tratarse de una típica integración hegemónica, el proceso de cooperación
e integración socialista evoluciona a conceptos y mecanismos que son considerados de avanzada
en este tipo de procesos.
3. PRINCIPIOS El proceso del COMECON se asentó en principios fundamentales como los
siguientes: - Cooperación económica, que fue esencialmente su sentido primigenio,
estableciéndose un flujo de cooperación económica, energética y tecnológica desde la potencia
mayor hacia el resto de los países. - Internacionalismo socialista, dentro de la concepción
ideológica de expandir las corrientes que buscaban la construcción de sociedades basadas en la
solidaridad socialista y en una posición conjunta hacia el mundo. “La vida económica y política de
la humanidad se internacionaliza más y más con el capitalismo. El socialismo la internacionalizará
por completo”. Lenín. 120 - Colaboración científico – tecnológica, ya que el principal objetivo del
proceso se orientaba a privilegiar la industrialización como medio de una eficáz recuperación
económica y de un desarrollo armónico. Es paradigmático en este aspecto la adopción del
Principio de Sofía, por el cual se planteó como un objetivo central del proceso la transferencia de
tecnología entre los países, a nivel completamente gratuito. - Especialización productiva,
considerando la necesidad de optimizar los recursos y evitar duplicaciones innecesarias, se
propendió a la especialización de cada país en determinados tipos de industria. - Unión económica
socialista, como objetivo final se planteaba la creación de una superior forma de cooperación y
armonización de sus planes de desarrollo, que condujera a la conformación de un bloque
económico y político, compatible con su rol de potencia mundial.
4. EVOLUCIÓN El desarrollo del proceso claramente puede mostrar las siguientes etapas y sus
respectivas caracterizaciones: 1949-1954: - Planes nacionales para la reconstrucción y para la
industrialización. - Acumulación socialista a base de restringir el consumo. - Comercio recíproco,
pero en un marco de bilateralismo. - Formulación de políticas de industrialización pesada . -
Crecimiento autárquico, aún sin coordinación. - URSS cubre 70% de materias primas y
combustibles a cambio de productos agropecuarios, barcos y equipos industriales. 1954-1962 -
Mayor vitalidad. Acuerdos de especialización en la producción de diversas ramas industriales
(máquinas – herramientas, siderurgia, equipo minero) . Se establecen Comisiones de coordinación.
- Se trata de evitar un desarrollo paralelo de producciones en países sin economía de escala. -
Resultados modestos pero mucha claridad en los objetivos. 121 1962-1969 - El Congreso de los
Partidos Comunistas, reunido en Moscú, formula los principios básicos para la “División
Internacional del Trabajo”. - Coordinación de planes nacionales para evitar tendencias autárquicas.
- Establecimiento de un sistema multilateral de pagos. - Creación de un Banco Internacional de
Cooperación Económica (BICE) 1970-Adelante - - Programa Complejo que formula la visión
estratégica del proceso para el largo plazo (15 a 20 años). - Coordinación y complementación de
acciones y esfuerzos en todos los sectores de la economía. - Planificación conjunta e integración
económica.
5. ÓRGANOS El COMECON, tuvo una estructura institucional muy simple, constituida por los
siguientes órganos: - Conferencia, era la asamblea de las partes, con representación
gubernamental de todos los países miembros. - El Consejo, órgano permanente que se encargaba
principalmente del registro de los acuerdos bilaterales y de los créditos recíprocos. - Comisiones,
constituidas sectorialmente por representantes gubernamentales. Se encargan de la coordinación
de los planes y posteriormente de la formulación de la planificación conjunta. El poco desarrollo
institucional del proceso se explica quizá en mayor grado por las características hegemónicas, el
proceso decisorio estaba en manos de la principal potencia, la URSS, con participación marginal de
los demás países participantes. 122
6. RESULTADOS En un intento de identificar los principales resultados del proceso de integración
socialista, se pueden de manera general destacar los siguientes: - Procesos de especialización
productiva entre los países - Incremento industrial muy dinámico (580% , en los años 50 al 70) -
Prioridad del desarrollo científico – tecnológico (Principio de Sofía) - Planificación versus
mecanismos del mercado. - Planificación conjunta, como quizá la caracterización más relevante. -
En el sector energético, la construcción del Oleoducto de la Amistad, a través del cual se proveía
de hidrocarburos desde la URSS a los demás países del COMECON. El proceso de la integración
socialista tuvo indudablemente, a la par que algunos resultados destacados, profundos problemas
en su desarrollo, siendo quizá los principales los relativos a la convertibilidad de sus monedas que
impidieron el establecimiento de un adecuado sistema de pagos y complicó en gran manera el
comercio recíproco. El poco desarrollo institucional también fue otra de las grandes limitaciones
del proceso, debido en gran medida al carácter hegemónico de este tipo de integración. En el
balance final, el COMECON sentó interesantes precedentes en materia de crecimiento industrial,
mediante la utilización de la especialización productiva para un mejor aprovechamiento de un
espacio económico ampliado. En todo caso, si se compara, sus resultados en general fueron
escasos frente a los logrados en la integración de la Europa Occidental.