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Cultivo y Características del Zapallo

El documento trata sobre el marco teórico del zapallo de tronco. Explica que es nativo de América y se cultiva principalmente para el consumo de sus frutos maduros e inmaduros. Describe la taxonomía, las características botánicas como la raíz, tallo, hojas, flores y fruto. También cubre los requerimientos edafoclimáticos como temperatura, humedad y tipo de suelo ideal. Finalmente, menciona aspectos del manejo del cultivo como la preparación del suelo.

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Cultivo y Características del Zapallo

El documento trata sobre el marco teórico del zapallo de tronco. Explica que es nativo de América y se cultiva principalmente para el consumo de sus frutos maduros e inmaduros. Describe la taxonomía, las características botánicas como la raíz, tallo, hojas, flores y fruto. También cubre los requerimientos edafoclimáticos como temperatura, humedad y tipo de suelo ideal. Finalmente, menciona aspectos del manejo del cultivo como la preparación del suelo.

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CAPITULO II

MARCO TEORICO
CAPITULO II

MARCO TEORICO

2.1 ORIGEN Y GENERALIDADES

El Zapallo de tronco (Cucurbita Maxima) se cultiva desde los 100 m hasta los 3000
msnm. Es una especie más diversa del género. Su variación incluye razas o
variedades locales y abundantes cultivare con hábitos rastreros y arbustivos con frutos
y semillas muy variables en su forma tamaño y coloración y diferentes niveles de
resistencia a enfermedades virales. Se cultiva ampliamente en Latinoamérica y
Estados Unidos, en México y Centroamérica está ausente. [ CITATION 4 \l 16394 ]

El zapallito de tronco (Cucurbita maxima var. zapallito) es un cultivo de verano,


tropical, muy sensible a las heladas, se consume en estado inmaduro, ya que se la
cosecha con la corteza aún tierna, comestible, las semillas están muy poco formadas y
la parte interna del fruto está completa, sin cavidades, y no es ni ácida ni esponjosa.
[CITATION Fer12 \l 16394 ]

El genero cucúrbita es nativo del continente americano. Incluye cerca de 27 especies


que pueden ser anuales o perennes y son cultivadas principalmente para el consumo
de sus frutos el consumo de sus frutos ya sea maduros o inmaduros. Pero también se
consumen otras partes de la plantacomo las hojas, las flores y las semillas de los
frutos. Los nombres comunes mas difundidos en la lengua española son los de zapallo
o calabaza

El género Cucurbita es nativo del continente americano. Incluye cerca de 27 especies que
pueden ser anuales o perennes y son cultivadas principalmente para el consumo de sus
frutos al estado maduro o inmaduro. Pero también se consumen otras partes de la planta
como las hojas, las flores y las semillas de los frutos. Los nombres comunes más difundidos
en la lengua española son los de zapallo o calabaza. (Whitaker
El término “cucurbitáceas” fue acuñado por Liberty Hyde Bailey para las especies
cultivadas de la familia de las Cucurbitáceas. Pero durante el presente siglo el término
se ha utilizado no sólo para formas cultivadas, sino también para cualquier especie
silvestre. Muchas otras lenguas nativas se aplican a los diferentes miembros de esta
gran familia como: “calabaza”, “zapallo”, “zapallito”, “melón”, “sandía”, “pepino”,
etc. De éstos, los de calabaza y zapallo son los más difundidos, casi siempre referidos
a las especies de Cucúrbita (Della, 2003).

Alcázar (1993), menciona que el género Cucúrbita tendría sólo dos centros de origen
en el Nuevo Mundo: México para las especies Cucúrbita pepo, Cucúrbita moschata,
Cucúrbita angiosperma y posiblemente Cucúrbita ficifolia y el otro centro de origen
estaría ubicado en el sur de Perú, Bolivia y el Norte de Argentina y correspondería a
la especie Cucúrbita máxima. De ellas, sólo Cucúrbita máxima fue encontrada
exclusivamente en Sudamérica con una antigüedad de casi 4000 años (Whitaker,
1981), menciona que los zapallitos redondos de tronco son conocidos como
Cucúrbita máxima; esta variedad es cultivada únicamente en Uruguay y Argentina.
El zapallito redondo de tronco (Cucúrbita máxima Duch), fue encontrada
exclusivamente en Sudamérica, deriva del zapallito amargo que es nativa del Centro y
Norte de Argentina. Raffo (1997), Menciona que es uno de los cultivos más
difundidos en el Cinturón Verde del Gran Buenos Aires, y en las zonas de primicias
del noroeste y noreste de Argentina, debido a la posibilidad de cultivarlo durante gran
parte del año a través de siembras escalonadas. No obstante su corto ciclo de
producción, tiene gran importancia económica acortarlo aún más para entrar en forma
anticipada al mercado y obtener mejores precios (De Grazia et al., 2005).

2.2 TAXONOMÍA
Huanca (1987), indica que el zapallito de tronco le corresponde la siguiente
clasificación taxonómica:
División : Magnoliophyta
Clase : Magnoliopsida
Orden : Violales
Familia : Cucurbitácea
Subfamilia : Cucurbitoideae
Género : Cucúrbita
Especie : Máxima Duch, var. Zapallito
N. Común : Zapallito de tronco

2.2 DESCRIPCIÓN BOTÁNICA

Millán (1943), menciona que los zapallos de tronco vegetan en forma de mata densa;
generalmente emiten un tallo único, corto y más o menos erecto, con entrenudos muy
breves y sin zarcillos. Por otra parte De Grazia et al., (2005), mencionan que son
plantas anuales herbáceas y sus características son las siguientes:

Raíz
Su raíz es axonomorfa que alcanza un gran desarrollo en relación con las raíces
secundarias, las cuales se extienden superficialmente .Posee además varias raíces
secundarias que crecen en sentido horizontal muy superficialmente y que cumplen
una función muy importante en la nutrición mineral (De Grazia et al., 2005
Tallo

El tallo es más o menos de 20 cm de longitud, erecto de color verde oscuro. Es


cilíndrico, grueso, de superficie pelosa y áspera al tacto. Posee entrenudos cortos, de
los que parten las hojas, flores y frutos (De Grazia et al., 2005).

Unterladstatter (2000), publica que esta especie crece rápido y forma una mata de no
más de 80 cm de altura cuando es conducida en tutores o espaldares, aspecto que es
muy raro diferenciándose de las otras cucurbitáceas, porque son de crecimiento
compacto, erecto y no se desarrollan extendiéndose por el suelo como la mayoría de
las especies del género. Por lo general se trata de planta de tallo corto, que producen
frutos en la base del mismo.

Hojas
Es palmeada, de limbo grande, con 5 lóbulos pronunciados de margen dentado. El
haz es glabro y el envés áspero y está recubierto de fuertes pelos cortos y puntiagudos
a lo largo de las nervaduras. Los nervios principales parten de la base de la hoja y se
dirigen a cada lóbulo subdividiéndose hacia los extremos. El color de las hojas oscila
entre el verde claro y oscuro, dependiendo de la variedad, presentando en ocasiones
pequeñas manchas blanquecinas. Las hojas están sostenidas por pecíolos fuertes y
alargados, recubiertos con fuertes pelos rígidos (De Grazia et al., 2005).

Flor

La floración es monoica, por lo que en una misma planta coexisten flores masculinas
y femeninas. Son solitarias, vistosas, axilares, grandes y acampanadas. El cáliz es
zigomorfo y consta de 5 sépalos verdes y puntiagudos. La corola es actinomorfa y
está constituida por cinco pétalos de color amarillo donde las flores masculinas
aportan el polen y flores femeninas que generan el zapallito después de ser
polinizadas (zoppolo et al., 2008).

Tanto las flores masculinas como las femeninas se abren normalmente a la


madrugada y se marchitan en la tarde, pero al finalizar la estación, cuando hace frio y
el sol menos fuerte suelen permanecer más o menos turgentes hasta cuatro a cinco
días. Lo mismo ocurre, aunque por menos tiempo, en pleno verano, en los días
lluviosos o nublados y húmedos (De Grazia et al., 2005).

Fruto
Producen frutos pepónide carnoso, unilocular, sin cavidad central, de color variable,
liso estriado, reticulado, etc., con cascara de color verde, comestible en estado
inmaduro y con semillas blancas (De Grazia et., al.2005).
INTA (2014), publica que el fruto tiene forma esférica con los polos achatados, la
cavidad seminal es de forma similar a la del fruto. La piel es de color verde claro con
líneas de color crema longitudinales desde la base hasta el ápice del fruto. Produce
entre 15 y 20 frutos por planta con un peso comercial de cosecha aproximado a 0.200
kg.
En su madurez, alcanzan entre 10 y 15 cm de diámetro y son bien apreciados por su
color verde claro brillante. La piel del zapallito se endurece y engrosa a medida que
avanza la temporada. En su interior alberga una pulpa muy tierna y varios centenares
de semillas (Millán, 1943).
Semilla
La semilla de zapallito de tronco es blanco mate o blanca, elíptica, con una
concavidad, débilmente aguzada del lado de hilo. El tegumento y los bordes de la
semilla son ásperos. Las semillas, que existen están cubiertas de una capa fina y
tierna. Cuando las condiciones de almacenamiento son favorables la capacidad
germinativa se conserva de cinco a ocho años (Stanziola et al., 2003).

2.3 REQUERIMIENTOS EDAFOCLIMATICOS

Della (2013), menciona que los requerimientos del cultivo de temperatura, humedad,
suelo se mencionan a continuación:

Temperatura

Las temperaturas óptimas de crecimiento están entre 18° y 24 °C. La máxima media
es de 32 ºC y la mínima media es de 10 ºC. Para germinar necesita temperaturas de
más de 15 °C en suelo. Aunque requiere 80 días de periodo libre de heladas.
Humedad
La humedad relativa óptima del aire en el invernadero oscila entre el 65% y el 80%.
Humedades relativas muy elevadas favorecen el desarrollo de enfermedades aéreas y
dificultan la fecundación. La gran masa foliar de la planta y el elevado contenido en
agua del fruto (alrededor de 95%), indican que se trata de un cultivo exigente en agua,
por lo que el rendimiento dependerá en gran medida de la disponibilidad de agua en
el suelo.

Suelo
Este debe ser sueltos, bien drenado, ricos en fosforo, potasio y calcio. Responde muy
bien al agregado de materia orgánica (compost, lombricompuesto, etc.)
medianamente resistente a salinidad; tolerante a la sequía; moderadamente tolerante a
acidez; pH 5,55,8. Adaptándose a un amplio rango de suelos, pero produce mejor en
suelos fértiles y profundos con un buen contenido de materia orgánica.
Los suelos indicados son los areno-limo-arcillosos, muy ricos en materia orgánica, de
fertilidad media, bien drenados y profundos. Donde el nitrógeno es muy importante
en este cultivo, ya que promueve la producción de flores femeninas y por lo tanto de
frutos comerciales (Unterladstatter, 2000).

2.4 MANEJO DEL CULTIVO

Preparación del suelo

La FAO (2000), explica lo vital de los requerimientos por parte de las hortalizas sobre
la buena preparación del suelo y aireación necesaria para que el sistema radicular del
cultivo se desarrolle sin dificultad alguna.

La preparación de suelos es uno de los puntos más importantes en el establecimiento de los


cultivos, siendo su finalidad la adecuada preparación de la cama de semillas y de raíces,
disminuyendo a su vez, la densidad del suelo, mejorando la aireación de éste, como también
la retención de humedad. En muchos casos, la preparación de suelos contempla también la
construcción de camellones altos sobre los cuales se realizará el trasplante, favoreciéndose
con ello el desarrollo del cultivo (para disminuir encharcamientos, lixiviación y daños en
raíce.

Siembra

Della (2013), menciona que la siembra se debe realizar en primavera, pasadas las heladas,
en surcos separados a 1m, a golpe de 2-3 semillas a unos 2 cm de profundidad separadas
0.70 m.

Las siembras se inician en septiembre y octubre. Luego de la emergencia, se ralean dejando


1 a 2 plantas por casilla. Para adelantar las siembras a campo se pueden hacer siembras en
macetas protegidas en agosto y trasplantarlas con 2 o 3 hojas en setiembre, cuidando de
mantener el terrón sano.
Conviene seguir sembrando una vez al mes hasta la primera quincena de febrero, para
lograr una producción continua hasta abril y mayo. Si tenemos un lugar protegido de las
heladas podemos seguir sembrando en marzo, pudiendo llegar con producción al invierno.
Es una planta sensible a heladas por lo que puede cultivarse desde primavera hasta el
otoño.

Por otra parte Unterladstatter (2000), menciona en los valles el cultivo de esta hortaliza es
recomendado entre los meses de noviembre y marzo, en el llano se la puede cultivar
durante todo el año, salvo en los meses más lluviosos en las provincias del norte del
Departamento de Santa Cruz, en todo el Beni y Pando.

Densidad de siembra

En el cultivo del zapallito de tronco, por lo general se utiliza la densidad de siembra manual,
que es de 2 a 3 kg/ha y para la siembra con equipos mecánicos de 4 a 5 kg/ha.

Distancia entre surcos y plantas

La distancia entre plantas de 60 cm y entre filas de 1.2 m (Zoppolo, et al., 2008). Según
Raffo (1997), concluye que si bien las siembras densas no aumentan significativamente el
rendimiento, elimina por lo menos las pérdidas debidas a fallas individuales en el cultivo.
Asimismo las plantas tienen que disponerse sobre un lomo alto, ya que es muy sensible a los
marchitamientos. La distancia entre plantas recomendada es entre 50 y 60 cm y entre
surcos de 80 a 90 cm, que se pueden disponer de a pares, dejando uno libre.

Control de malezas

Yuste et al., (1997), menciona que las malezas compiten con los cultivos de cucurbitáceas
en agua, luz y nutrientes, es importante mantener al cultivo libre de malezas durante las
primeras semanas, después de la siembra. Para la eliminación se dispone de medios
culturales y químicos.

Según Raffo (1997), sugiere que los herbicidas recomendables económicamente son de
Preemergencia Dual 96 EC que se aplica después de la siembra y antes de que las malezas
hagan su aparición, preferentemente sobre terreno húmedo y después de una lluvia o riego,
sobre suelo bien desmenuzado y sin terrones.

Los medios culturales son las carpidas para controlar malezas y aporques cuando la planta
tiene entre 15 y 20 cm, hasta que el cultivo alcance 30 cm de altura luego las malezas no
serán un problema (Raffo, 1997).

Riego
Raffo (1997), publica que el riego debe ser realizado fundamentalmente en la floración y
durante el cuaje de los frutos con bastante frecuencia para producir zapallitos claros y
brillosos. Una falta de agua produce zapallitos oscuros y opacos.

Es un cultivo exigente en agua: una planta adulta de zapallitos puede necesitar entre 3 y 4
litros de agua por día. Cuando se riega es necesario cuidar de no mojar el cuello de la planta
para evitar ataque de hongos. La cantidad de riegos depende de los registros pluviométricos
en cada zona productora. Siempre debe evitarse el exceso de agua, ya que la misma
ocasiona pudriciones poscosecha, en la etapa de conservación.

a) Riego de siembra: El objetivo es proporcionar al terreno la humedad necesaria


para la normal germinación de las semillas. Puede realizarse antes o bien después de la
siembra.
b) Riegos durante el desarrollo del cultivo: Para mantener la humedad del
terreno y lograr el normal desarrollo del cultivo, normalmente se aplican entre cinco y diez
riegos durante todo el ciclo de producción; el número varía según el tipo de suelo y las
características meteorológicas del año. El requerimiento hídrico es elevado, principalmente
en la fase de engrosamiento del fruto (Rodríguez, 2001).

Fertilización

La fertilización según Raffo (1997), propone que el zapallito de tronco responde en forma
satisfactoria al agregado de abonos orgánicos y fertilizantes químicos con fósforo. Es
distinto para formulaciones con nitrógeno y potasio ya que hasta el momento no se han
encontrado antecedentes específicos en su aplicación.
Los abonos foliares tienen muy buena respuesta debido a la amplia superficie de absorción
que presentan sus hojas. En regiones hortícolas del centro y sur del país se aconseja una
fertilización a la siembra con fosfato diamónico y posteriores aplicaciones de urea. Otras
propuesta es la utilización de triple 15 como abono de base y abono foliar durante el
desarrollo del cultivo por lo que es bueno abonar el suelo con compost o estiércol
mezclando 2 o 3 kg por metro.

Por otra parte Unterladstatter (2000), menciona que los horticultores brasileños aconsejan
la aplicación de 5 kg de estiércol de corral por punto de desarrollo de las plantas, y la
aplicación de estiércol liquido en cobertura en plena fase de desarrollo de las plantas.

Poda
Sólo se justifica cuando las hojas de la parte baja de la planta están muy envejecidas o
cuando su excesivo desarrollo dificulte la luminosidad o la aireación, ya que de lo contrario
traería consigo una reducción de la producción. No deben eliminarse más de dos hojas
(Raffo, 1997).
Aporque
Práctica que se realiza a los 15-20 días de iniciado el cultivo y que consiste en cubrir con
tierra o arena parte del tallo de la planta para reforzar su base y favorecer el desarrollo
radicular. Es aconsejable no sobrepasar la altura de los cotiledones (Raffo, 1997).
Por otra parte Agroinformación (2002), indica que el aporcado es una práctica que se
realiza cuando el tallo comienza a inclinarse, con el objeto de restablecer su verticalidad, de
este modo se aprovecha mejor la iluminación, ventilación reduciendo el ataque de
enfermedades, facilidad en las labores y prácticas culturales.
De la misma manera Rodríguez (2003), publica que el aporque se realiza de 2 a 3 veces con
la finalidad de alejar el surco del cuello de la planta y también para evitar que los futuros
frutos queden en el interior de los mismos. Es conveniente formar un lomo prominente para
que escurra el agua de las lluvias.
Aislamiento

Casseres (1984), menciona que, las parcelas dedicadas a la producción de semillas de


cucurbitáceas en general deben estar aisladas al menos de 1000 m, de cualquier otro
cultivo, incluyendo la producción para el mercado.

2.5 PLAGAS DEL CULTIVO

2.6 Plagas

Según Halfacre et al., (1984) Las principales plagas que atacan a las
cucurbitáceas son numerosas la severidad de estas varia con el clima, región,
variedad y la especie de planta.

Araña roja (Tetranychus urticae)

Se desarrolla en el envés de las hojas causando decoloraciones, manchas amarillas y se


alimentan de la savia. Las temperaturas elevadas y la escasa humedad relativa favorecen su
desarrollo

Métodos preventivos y técnicas culturales


Desinfección de estructuras de suelos previo a la plantación de las parcelas eliminando
malezas y resto de cultivos y vigilancia de de los cultivos durante las primeras fases de su
desarrollo.
Mosca blanca (Bermicia tabaci)
Se desarrollan en las hojas tiernas de las plantas, causando daños directos: amarillamiento,
debilitamiento de la planta ya que se alimentan de la savia. Y los daños indirectos se deben
a la proliferación de negrilla sobre la melaza producida en la alimentación manchando y
depreciando los frutos dificultando su normal desarrollo de la planta.
Métodos preventivos y técnicas culturales
Colocación de mallas en los invernaderos, limpieza de las malas hierbas, restos de cultivos,
no asociar con cultivos en el mismo invernadero, no abandonar brotes al final del ciclo ya
que los brotes jóvenes atraen a los adultos de la mosca blanca.
Pulgón (Myzus Persicae)

Son los más comunes y abundantes en los cultivos hortícolas, se diseminan principalmente
en primavera y otoño mediante las hembras aladas.
Métodos preventivos y prácticas culturales

Colocación de mallas en las bandas del invernadero, eliminación de malezas y restos del
cultivo anterior y colocación de trampas cromáticas amarillas.

2.7 ENFERMEDADES DEL CULTIVO

Para Torrez (2007), las principales enfermedades para la pérdida del zapallito de tronco son
los que se mencionan a continuación:

Oidio (Sphaerotheca fuligineae y Erysiphe cichoracearum)


Esta enfermedad no es tan agresiva porque tiene mayor resistencia que las otras
cucurbitáceas, pero si se le puede encontrar en ocasiones cuando las condiciones
ambientales son favorables.
La alta humedad relativa favorece la producción de conidias y la infección, aunque puede
ocurrir con humedad relativa por debajo del 50%. La sequía favorece la esporulación,
colonización y dispersión del hongo. La temperatura óptima para la enfermedad está entre
20 a 27°C, aunque también llega a desarrollarse entre 10 a 32°C. Las hojas más susceptibles
son las de 19 a 23 días de edad.
Síntomas y daños
Los síntomas se desarrollan primero en las hojas más viejas de la planta, se observan
manchas pequeñas pulverulentas de color blanco, de forma circular talcoso en la superficie
de las hojas que van cubriendo todo el aparato vegetativo invadiendo la hoja entera. El
hongo se desarrolla tanto en las hojas como en los pecíolos, tallos y ocasionalmente en los
frutos. Las hojas infectadas se arrugan, secan y desprenden de la planta. Se puede notar una
masa color blanquecino, de forma circular y aspecto polvoriento desarrollándose sobre el
tejido. Estas masas se componen de micelio y estructuras de reproducción del hongo.
Control preventivo y técnicas culturales
Lo importante en el control de esta enfermedad es realizar las practicas a tiempo como:
limpieza de restos de cultivos, eliminación de plantas hospederas, malas hierbas, limpieza
de los bordes de los lotes, no asociar el cultivos en la misma parcela, utilización de plántulas
sanas, tratamientos a las estructuras 2 veces por semana, muestreo de las plantas y
aplicación el producto fitosanitario si es necesario. Las aplicaciones se deben dirigir a toda la
planta y calibración del equipo de pulverización para asegurar que el producto sea aplicado
correctamente.
Podredumbre gris (Botrytis cinerea)
Es un parásito que ataca a todos los cultivos hortícolas, pudiéndose comportar como
parásito y saprofito. Las principales fuentes de inóculo las constituyen las conidias y los
restos vegetales que son dispersados por el viento, salpicaduras de lluvia, gotas de
condensación en plástico del túnel o invernadero y agua de riego. La temperatura, la
humedad relativa y fenología influyen en la enfermedad de forma separada o conjunta.

Síntomas y daños
En plántulas produce Damping-off. En las hojas y las flores se producen lesiones pardas. En
frutos tiene lugar una podredumbre blanda (más o menos acuosa, según el tejido), en los
que se observa el micelio gris del hongo.
Control preventivo y técnicas culturales
Para controlar esta enfermedad se debe realizar las practicas a tiempo como ser: limpieza
de restos de cultivos, plantas infectadas, eliminación de plantas hospederas y malas hierbas
en la parcela, limpieza de los bordes de los lotes, no asociar el cultivos en la misma parcela,
tener especial cuidado en la poda, realizando cortes limpios a ras del tallo, emplear marcos
de plantación adecuados que permitan la aireación, manejo adecuado del riego, hacer
calibración del equipo de pulverización para asegurar que el producto sea aplicado
correctamente.
Por otra parte Szczesny (2014), Notifica los principales factores que favorecen la obtención
de un control efectivo de plagas: El éxito en el control de plagas en cultivos protegidos
depende de: La utilización de prácticas que dificulten el desarrollo de las plagas, monitoreo
del cultivo desde su implantación, posibilidad de implementar control biológico, utilización
de variedades resistentes, uso de “plantas atrayentes o repelentes” asimismo el uso de
trampas (colores, pegamentos, feromonas) y la correcta aplicación de los plaguicidas.
Respecto a este último punto se deberá poner atención en: Dosis y especificidad del
agroquímico, volumen de agua adecuado, calidad de aplicación (tamaño y distribución de
las gotas pulverizadas), compatibilidad de los productos (cuando se mezclan insecticidas,
fungicidas, abonos foliares, coadyuvantes, etc.).Considerando la formulación a utilizar
(líquido, polvo mojable, etc.) grado toxicidad, período de carencia y condiciones
climatológicas.
Actualmente está incrementando la producción en invernadero de zapallito de tronco
redondo. El microclima en estos ambientes favorecerá a ciertos patógenos que al aire libre
son, quizás, menos importantes, tales como Botrytis cinerea, Sclerotiniasclerotiorum,
Pseudoperonospora cubensis y otros. Además, cultivos protegidos realizados durante el
invierno permiten la continuidad de algunos patógenos y vectores que al aire libre no
podrían sobrevivir debido a las bajas temperaturas y/o la ausencia de sus hospedantes. Se
trata en primer lugar de parásitos biótrofos, tales como virus y los hongos que causan oídio
y mildiu. La importancia de algunas de esas enfermedades podría incrementar en caso de
que se expandiera la práctica del cultivo en invernadero, en los meses del invierno (Kiehr, et
al 2002).
CAPITULO III
MATERIALES Y MÉTODO
CAPITULO III

MATERIALES Y METODOS

3.1 LOCALIZACIÓN

3.2 CARACTERISTICAS FISIOGRAFICAS

3.3 ALTITUDES

3.4 RELIEVE

3.5 PISOS ECOLOGICOS

3.6 CARACTERÍSTICAS CLIMATOLÓGICAS

3.7 MATERIALES DE CAMPO Y BIOLÓGICO

3.8 PROCEDIMIENTO

3.9 DISEÑO EXPERIMENTAL


3.10 VARIABLES RESPUESTAS
CAPITULO IV

RESULTADOS Y DISCUSION
CAPITULO IV

RESULTADOS Y DISCUSIONES

4.1 RESULTADOS DE VARIABLES MEDIDAS

4.2 ANÁLISIS DE COSTO Y BENEFICIOS

4.3 ANÁLISIS DE SENSIBILIDAD


CAPITULO V

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
CAPITULO V

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

5.1 CONCLUCIONES

5.2 RECOMENDACIONES
BIBLIOGRAFÍA

Ferraris, G., Mendicino, L., & Panisse, C. (2012). Boletin Informativo Contacto
Rural " El Zapallito de Troco". Obtenido de
https://www.agro.unlp.edu.ar/sites/default/files/paginas/contacto_rural_3_201
2.pdf

Vallejo, F., & Estrada, E. (2004). Producción de Hortalizas de Clima Cálido. Cali,
Colombia: Imagenes Graficas S.A.
ANEXOS
FOTOGRAFÍAS

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