José Joaquín de Olmedo
José Joaquín Eufrasio de Olmedo y Maruri (Guayaquil, 5 de marzo de 1780-ibídem, 19
de febrero de 1847) fue un abogado, político y poeta ecuatoriano. Fue uno de los
personajes con mayor trascendencia y participación en la historia ecuatoriana. Su
figura se hizo notable en la era independentista, en la integración grancolombiana y en
los inicios republicanos de Ecuador.
En la era colonial española, Olmedo se destacó como gran orador en las Cortes de
Cádiz, con el fin de lograr la abolición de las mitas. Sin embargo, con la derrota de las
tropas napoleónicas en la península ibérica y el retorno del rey Fernando VII al trono,
se disolvieron las cortes y se persiguió a sus diputados, entre ellos Olmedo, quien
estuvo prófugo un breve tiempo. Volvió a Guayaquil e inició, junto a otros partidarios
de las ideas emancipadoras, la preparación para la independencia guayaquileña, la cual
se concretó el 9 de octubre de 1820.
Luego de la firma del Acta de Independencia, Olmedo fue proclamado presidente de la
Provincia Libre de Guayaquil y gestionó la creación del ejército guayaquileño que luchó
por la emancipación de los demás pueblos de la antigua Real Audiencia de Quito,
obteniendo la ayuda de Antonio José de Sucre, con quien suscribió un convenio de
cooperación bélica que unía las tropas locales con las colombianas. Olmedo se refugió
en Lima y llegó a ser diputado del primer Congreso Constituyente del Perú (1822). Sin
embargo, en 1827, junto a Vicente Rocafuerte, lideró la rebelión del Departamento en
contra de las políticas centralistas bolivarianas. Olmedo en su admiración hacia los
actos heróicos de Bolívar le dedicó un extenso poema llamado ‘Victoria de Junín’ Canto
a Bolivar.