CRISTO VIVE EN MI
Oración de Sanación y Liberación a través de la Cruz de Cristo
(según Padre Claudiu Barbut)
Padre celestial, me presento ante el trono de Tu gracia, bañado en la Sangre de Cristo, para
pedirte por los méritos de los sufrimientos de Jesús, por sus Santas Llagas y por su Santa
Cruz, enviar Tu Espíritu Santo sobre mi cuerpo y mi espíritu para liberarme y sanarme de...
Padre bueno, enséñame a amar, aceptar, vivir y abrazar mi cruz con paciencia, gozo y
perseverancia, imitando el ejemplo de Tu Hijo muy amado.
REPARACIÓN
Querido Jesús: te pido perdón por todas mis ofensas y las del mundo entero. Beso cada una
de tus Santas Llagas y Te entrego todo mi corazón, mi alma y mi mente, para que
dispongas de ellos para Tu obra de redención.
SANACIÓN DE LOS SENTIDOS
Jesús, Hijo de Dios vivo:
Te entrego mis cinco sentidos y Te pido que vengas a vivir en mí y restaures Tu imagen
divina dentro de mí.
Te ofrezco mis ojos: sana mi forma de ver. Que mis ojos sean Tus ojos para que mires Tu
mi cuerpo, mi vida, la creación y a todos los demás con Tus ojos de misericordia y los
sanes.
Te ofrezco mis oídos: sana mi forma de escuchar y obedecer. Que mi oído sea Tu oído al
escuchar la Palabra del Padre y la voz de los que sufren.
Te ofrezco mi cuerpo: sana mi forma de tocar. Que mis manos sean Tus manos, mi abrazar
Tu abrazar y mi aliviar Tu aliviar.
Te ofrezco mi respiro: sana mi forma de vivir. Que mi respiro sea Tu respiro. Que en cada
uno de mis respiros resuene un "Te amo, Te adoro, Te bendigo, Te doy gracias" por cada
segundo de mi vida y la de todos.
Te ofrezco mi boca: sana mi forma de hablar. Que mi voz sea Tu voz, mi hablar Tu hablar,
mi pensar Tu pensar.
Toca mi alma con el don de compasión para los demás.
Toca mi corazón con Tu coraje y amor infinito para todos.
Toca mi mente con Tu sabiduría, de tal forma que mi boca proclame siempre tu gloria.
Conclusión:
Jesús mírame con tus ojos de misericordia y manda Tu Santo Espíritu sobre mí. Haz de mí
un testigo auténtico de Tu Resurrección, de Tu victoria sobre el pecado y la muerte y de Tu
presencia viva en medio de nosotros. Haz que estas palabras se hagan realidad en mi vida:
"ya no soy yo quien vive, es Cristo quien vive en mi" (Gal 2,20). Hágase siempre Tu
Voluntad en mi vida, venga a mi Tu Reino. Amén.