Ideas para Plastica de Secundaria PDF
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7-21
MONOGRÁFICO
Miradas, espacios y relaciones
en la Didáctica de las Artes Plásticas
Emma BOSCH
Universitat de Barcelona
emmabosch@ub.edu
Bosch, E. (2019). «Metaclases» para la Didáctica de la Educación
Resumen: Uno de los objetivos de la asignatura Educación Visual y Plástica en Primaria de los estudios de Grado de Maestro
en Educación Primaria es «identificar los núcleos conceptuales del área de la Educación Artística». Este artículo presenta tres
ejemplos que persiguen alcanzar dicho objetivo a través de lo que podría llamarse metaclase (clases en las que se evidencia el
Visual y Plástica. Didacticae, 6, 7-21.
Palabras clave: educación visual y plástica; metaclase, práctica reflexiva, formación del profesorado.
Abstract: One of the objectives of the syllabus of the Resum: Un dels objectius de l’assignatura Educació Visual i
Arts Education in Primary Schools subject of the degree in Plástica a Primària dels estudis de Grau de Mestre en Educació
Primary Education is «to identify the conceptual issues in the Primària és «identificar els nuclis conceptuals de l’àrea de
Artistic Education Area”. This text presents three examples l’Educació Artística». Aquest article presenta tres exemples
implemented in order to achieve this objective through what que persegueixen aconseguir aquest objectiu a través del que
could be called a metaclass (a class in which the design of the podria anomenar-se metaclasse (classes en les que s’evidencia
class itself is made explicit). el disseny de la pròpia classe).
Keywords: arts education; metaclass, reflective praxis, Paraules clau: educació visual i plàstica; metaclasse, pràctica
teacher training. reflexiva, formació del professorat.
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DIDACTICAE | Universitat de Barcelona | ISSN 2462-2737 | DOI: 10.1344/did.2019.6.7-21
Introducción
En los estudios del Grado de Maestro de Educación Primaria de la Universidad de Barcelona,
la única asignatura obligatoria del área de Expresión Plástica es la llamada Educación Visual y
Plástica en Primaria. Se trata de una asignatura de 6 créditos que se imparte en el primer semestre
del segundo curso de carrera. El número de sesiones, de dos horas de duración, oscila entre 24 y
26. Uno de los objetivos de la asignatura que se contemplan en el Plan Docente dice así: «Identificar
los núcleos conceptuales del área de la Educación Artística». Este objetivo es suficientemente
complejo como para dedicarle pocas sesiones, así que en mi programa intento que los alumnos lo
practiquen, si puede usarse ese verbo, a lo largo de todo el curso gracias a lo que podría calificarse
como metaclases.
Antes de proseguir, quisiera advertir que este artículo no presenta los resultados de
una investigación educativa al uso. El lector no encontrará en este texto la estructura habitual
Bosch, E. (2019). «Metaclases» para la Didáctica de la Educación
docentes del ámbito de las Didácticas Aplicadas una manera de hacer que he ido sistematizando
a lo largo de los últimos años.
Pintando manzanas
Antes de describir en qué consisten las metaclases, me gustaría explicar una anécdota de mi época
de estudiante de Bachillerato. La he titulado Historia de la manzana y los plátanos. Uno de los
ejercicios que tuvimos que hacer en el instituto era pintar una manzana del natural. La profesora
había colocado diversas manzanas en los centros de las islas de mesas y los alumnos debíamos
pintarlas usando témperas. Yo no tuve tiempo de acabar el trabajo en el aula, por lo que tuve que
llevármelo a casa para poder terminarlo. Unos deberes complicados porque no pude llevarme
el modelo a casa. Lo de «pintar manzanas» parece que no se me daba muy bien y después de
unos cuantos intentos fallidos (Figura 1 Izq.) decidí cambiar de fruta. En la cocina encontré unos
plátanos y decidí usarlos. El día de la entrega presenté lo que, en mi opinión de entonces, era
un «maravilloso bodegón» (Figura 1 Dcha). Cuando la profesora vio mi trabajo, lo suspendió.
Parece ser que no se trataba de pintar «una fruta» del natural, sino de observar cómo la luz
incidía en la piel de la manzana, estudiar las diferentes tonalidades de rojos e intentar plasmar esa
riqueza cromática en el papel, practicando la mezcla de colores de una paleta cromática armónica
con témpera. Parece ser que un plátano no ofrecía la misma riqueza tonal que una manzana.
El contraste del amarillo y del negro era demasiado duro. La verdad es que a mí no me habían
quedado nada claros esos objetivos. Y no recuerdo que la profesora los evidenciara en ningún
momento. De todas maneras, el suspenso no me afectó mucho. Yo estaba muy orgullosa de mis
plátanos y siempre pensé que había suspendido porque, al haber realizado la tarea en casa, no se
creía que los hubiera pintado yo.
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Figura 1. Izq. Intentos fallidos de pintar una manzana. Dcha. Plátanos pintados con témpera. Fuente: propia.
¿Por qué cuento esta anécdota? Porque uno de mis propósitos en la formación de futuros
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maestros de Primaria es que los estudiantes tengan muy claros los objetivos de aprendizaje.
Quiero que mis alumnos sepan el porqué de lo que ocurre en el aula. Pueden tener conciencia
de esos objetivos antes, durante o después de realizar las diferentes actividades; eso no importa.
Visual y Plástica. Didacticae, 6, 7-21.
Pero, en algún momento del proceso, deben conocer el sentido de lo que ocurre en el aula. Y,
generalmente, ese sentido deben descubrirlo ellos mismos. Eso sí, con mi guía. Para ayudar a
los alumnos a identificar los porqué, los sentidos, los significados de las actividades, uso como
método las metaclases.
1. Las metaclases
La palabra metaclase no aparece en el diccionario. En Wikipedia puede encontrarse una definición,
difícil de entender para los no expertos en informática, que está relacionada con la programación.
Yo la uso de manera similar a la palabra «metaficción». Una obra metaficcional es aquella que hace
evidente al lector que la obra que lee o que visiona es una ficción.
En esta línea, una metaclase es una clase autorreferencial porque evidencia las estrategias
didácticas de la propia clase. Es una clase en la que queda al descubierto el diseño de la propia
clase y las decisiones tomadas para su preparación. Decisiones sobre la situación espacial del
mobiliario (mesas y sillas en forma de U, circular, con diversas islas...); sobre el cómo se presentan
las actividades (describiendo con detalle el guión de la sesión, lanzando una pregunta, mostrando
un maletín cerrado y elucubrando sobre su contenido, explicando un cuento...); sobre el diseño de
los materiales utilizados (ya sean presentaciones en PowerPoint, pósters, libros, juegos...); sobre
las restricciones que se han marcado (temáticas, formales, agrupación de los estudiantes...); sobre
el planteamiento de la evaluación (cuáles han de ser los ítems y criterios de evaluación, los agentes
evaluadores, el tipo de retroacción...).
Son muchos los contenidos, conceptos, temas, etc. que puede abordar una actividad de
enseñanza-aprendizaje y con las metaclases los alumnos serán conscientes de esos conceptos y
procesos y, en consecuencia, les otorgarán sentido y significado. Además, sacarlos a la luz y debatir
sobre ellos, desarrolla el espíritu crítico de los alumnos.
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estudiantes van cumplimentando las fichas, les voy llamando uno por uno para retratarlos. Ese
momento de «intimidad» sirve, además, como primer contacto para empezar a conocerlos.
El dibujo, que deben realizar en el recuadro, debe responder a la consigna: «Haced un
dibujo, que cuando yo lo vea, os pueda reconocer». La única restricción que hay es que no pueden
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usar ni una fotografía de referencia, ni tampoco un espejo para mirarse (Figura 2).
Esta frase es lo único que digo. Si me preguntan: ¿o sea, nos hacemos un autorretrato? Yo
repito lo ya dicho. Porque decir que hagan un dibujo en que yo los reconozca permite estilos
gráficos diversos (más o menos realistas, más o menos sintéticos) pero mi consigna sólo puede
responderse con representaciones figurativas ya que, al ser el primer día de clase, yo no los conozco
y, por tanto, no sé sus aficiones, gustos, personalidad. No sé si les encanta la música, o si juegan
a básquet, si se apellidan Olmos o si son personas muy dinámicas... Así que cualquier dibujo
simbólico que haga referencia a esas características no perceptibles a la vista (una nota musical,
una pelota de básquet, unos árboles, una espiral, etc.) no servirían como autorretrato.
En la segunda clase se evidencia que las palabras que se usan para definir y delimitar las
consignas de una actividad son muy importantes. Explico a los estudiantes que si yo hubiera dicho:
«Haced un autorretrato en el recuadro», tendría que aceptar dibujos abstractos o simbólicos. Y
esas notas, pelotas, árboles, espirales... no me hubieran servido para identificar a los estudiantes, ni
tampoco para hacer el juego de emparejamiento que deben realizar los alumnos entre los dibujos de la
ficha y las fotografías y que me permite introducir en el aula el tema del dibujo. Este pequeño ejercicio
provocará una fructífera discusión que tratará temas tan diversos como la importancia de observar
con detenimiento, la variedad de estilos gráficos para representar un referente, el valor comunicativo
del dibujo, la valoración y evaluación acorde a las consignas, la sorpresa del efecto espejo de los
autorretratos, la influencia del formato en la creación de imágenes, las posibilidades y limitaciones
de las herramientas utilizadas, el uso significativo del color, etc. Aunque, sobre todo, el Dibujomatón
servirá para empezar a romper falsas creencias sobre qué es dibujar y quiénes saben dibujar.
En esa segunda clase, también se comenta que, en el caso de que esos autorretratos
tuvieran que ser evaluados, aquellos dibujos que no denotaran la apariencia física de su autor
(independientemente de la mayor o menor fidelidad al referente) deberían ser «penalizados»
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porque no cumplen la consigna. Hay que decir que para llegar a esta frase «Haced un dibujo que
cuando lo vea os pueda reconocer» ha sido necesario ir puliéndola a lo largo de los años (realizo este
ejercicio desde el curso 2005-2006) para conseguir el efecto deseado.
Bosch, E. (2019). «Metaclases» para la Didáctica de la Educación
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1.2 Il Posto dei Giochi 3 versus Mágico Mundo Animal 2: ver o no ver
referentes
Otro ejemplo de metaclase es el que llevé a cabo durante los cursos 2012-2013 y 2013-2014 en la
asignatura optativa Juguetes y otros Objetos de la Mención en Educación Visual y Plástica del Grado
de Maestro de Educación Primaria. Después de que los estudiantes realizaran dos actividades
usando cartón como material principal y después de haber entregado una memoria descriptivo-
reflexiva, en clase, entre todos, analizamos las dos actividades.
La primera actividad, Il Posto dei Giochi 3, consistía en crear la maqueta de una mampara
de cartón para que los niños pudieran jugar con ella. Las instrucciones se dieron en forma de
briefing usando el mismo texto que aparece en la página web de la editorial Corraini y que describe
las características de Il Posto dei Giochi que diseñó Enzo Mari y produjo Danese en 1967 y que
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la empresa comercializa desde el 2008 en una versión a color. Una de las principales directrices
que se dio a los estudiantes era que no podían mirar en Internet ninguna imagen de mamparas
o biombos y menos la diseñada por Mari. Debían crear su propuesta solamente a partir del texto
descriptivo-publicitario de la empresa que lo comercializa actualmente sin mirar referente alguno.
La mampara debía tener ocho paneles pintados o estampados con una sola tinta negra y
debían estar troquelados con formas abstractas. Cada panel era de 31 x 90 cm. Para construir
la maqueta (que, por supuesto, debía ser proporcional) era necesario hacer bocetos previos. Los
estudiantes debían entregar la maqueta, una hoja de promoción con el mismo texto del briefing y
un fotomontaje de su mampara con niños jugando, además de una hoja con imágenes del proceso
creativo llevado a cabo. En la segunda edición de esta actividad, el fotomontaje se realizaba en
colaboración con la docente de la asignatura Imagen Digital y Aprendizaje, por lo que los resultados
fueron más profesionales.
Bosch, E. (2019). «Metaclases» para la Didáctica de la Educación
Los trabajos se expusieron para ser evaluados por el grupo-clase. Para ello, se consensuaron los
ítems de evaluación, así como la distribución en las mesas del aula de las mamparas y de las hojas
informativas. Una vez acabada la actividad pudo verse Il posto dei Giochi original y el de la segunda
edición (en color) para contrastar resultados. Por último, se pidió a los alumnos confeccionar un
Visual y Plástica. Didacticae, 6, 7-21.
texto descriptivo-reflexivo sobre los trabajos realizados en la asignatura conectando los conceptos:
Juego, Cartón y Educación Visual y Plástica.
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Figura 3. Maquetas de Il Posto dei Giochi 3 realizadas por los estudiantes. Fuente: propia.
La segunda actividad llevaba por título Mágico mundo animal 2 y consistió en crear
primero un animal con piezas de cartón y papel de regalo estampado no figurativo para,
finalmente, construir monstruos de forma colectiva usando las piezas de los animales creados por
Bosch, E. (2019). «Metaclases» para la Didáctica de la Educación
los estudiantes. El animal se diseña y construye después de estudiar cómo están confeccionados los
animales del juego Mágico mundo animal de Junzo Terada (2011) y después de observar un animal
de juguete recibido al azar.
Antes de explicar en qué consistía la actividad, cada alumno recibió el contenido de uno
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de los 20 sobres de Terada y, sin mirar las instrucciones que en él aparecen, intentó montar el
animal (oso, gato, gallo, cocodrilo, ciervo, perro, elefante, rana, erizo, hipopótamo, canguro, león,
mono, pulpo, pingüino, cerdo, foca, nutria...). Una vez construidas todas las figuras, se expusieron
en una gran mesa. El grupo-clase decidió cuál era la mejor manera de exponer los animales: la
cantidad de obras por mesa, la distancia entre ellas, si debían estar de perfil o de tres cuartos, etc.
Una vez distribuidas las figuras, los alumnos observaron las obras con detenimiento y se comentó
cómo estaban realizadas: si los animales estaban de pie o sentados, el número de piezas que los
componían, cómo eran los encajes, etc.
Después de este análisis pormenorizado, se propuso a los estudiantes ampliar el juego
y construir un animal al estilo Terada con cartón, presentándolo también en un sobre con las
instrucciones de montaje. Pero, ¿cómo empezar? Los alumnos sugirieron mirar imágenes de
animales, pero yo les advertí que un referente plano no daba suficiente información para crear
una pieza tridimensional… Hay quien propuso ir al zoológico, pero esa visita tendría que haberse
programado con antelación… Siempre hay un alumno que sugiere usar animales de juguete...
¡Como estos! –exclamo abriendo un baúl lleno de figuras.
Los estudiantes tienen que coger, con los ojos cerrados, dos animales del cofre y escoger el
que desean realizar. Para diseñarlo, deben usar el mínimo de piezas posible. El tamaño del animal
lo determina la medida del sobre en el que se presenta, por lo que la pieza más grande debe
ser tan grande como permita el sobre (23,5 x 18 cm). Se trata de un trabajo individual y como
restricción del proceso creativo no se permite hacer bocetos previos (para descubrir otra forma de
pensar alternativa al dibujo). Para realizar las figuras hay que dibujar las piezas directamente en
el cartón e ir montando pequeñas maquetas previas. Las piezas definitivas se escanean y la figura
se fotografía sobre un fondo blanco para poder montar el sobre que contendrá las piezas. En la
segunda edición, el diseño del sobre también se realizó en colaboración con la docente de Imagen
Digital y Aprendizaje mejorando los resultados del primer año.
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En el momento en que, junto a los alumnos, fotografío el animal, aprovecho para comentar
la pieza y hablar del trabajo llevado a cabo. Después, cada alumno se autoevalúa siguiendo una
rúbrica consensuada y también evalúa el animal de un compañero. Una vez valorados los trabajos,
los alumnos construyen monstruos combinando las piezas que desean para crear un animalario
realmente «mágico».
Bosch, E. (2019). «Metaclases» para la Didáctica de la Educación
Visual y Plástica. Didacticae, 6, 7-21.
Figura 4. Creaciones para Mágico mundo animal 2 realizadas por los estudiantes. Fuente: propia.
Al terminar esas dos actividades, los alumnos debían escribir un texto en el que describieran
los dos procesos creativos, reflexionaran y ampliaran información según sus intereses. El texto
tenía que enlazar estos tres temas: «Juegos y juguetes creados por artistas y diseñadores», «Cartón»
y «Educación Visual y Plástica en la escuela». Algunas posibilidades para afrontar la ampliación
requerida podía ser: analizar experiencias realizadas con cartón en las aulas de Primaria, diseñar
nuevas actividades, buscar otros juegos y juguetes creados por diseñadores y artistas, criticar
constructivamente los ejercicios realizados en el aula, etc.
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Durante las sesiones siempre intento que los estudiantes sean conscientes de que todo
influye en los procesos de enseñanza-aprendizaje (actitud, espacio, materiales, instrucciones...).
La sesión de metaclase consistió en comparar las actividades realizadas y evidenciar todos esos
aspectos. Así lo explica la alumna (VaM, 2012-2013:8) que realizó el informe de ese día:
«Pasamos a la zona de la pizarra donde la maestra había colocado todas las sillas (…) ¿qué haríamos
hoy? Analizar la secuencia de actividades del bloque que acabamos de hacer para reflexionar sobre
los aprendizajes obtenidos. Entre todos llenamos la rejilla que había (...) en la pizarra mediante una
conversación exploratoria de la maestra y las aportaciones de los alumnos».
Y así se hizo. Entre todos fuimos llenando los espacios dedicados a los materiales y
herramientas utilizados, describimos la metodología seguida, listamos las consignas y restricciones,
identificamos los conocimientos adquiridos y las estrategias aplicadas, y compartimos algunas
reflexiones sobre los aprendizajes adquiridos (Figuras 5 y 6).
Bosch, E. (2019). «Metaclases» para la Didáctica de la Educación
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Bosch, E. (2019). «Metaclases» para la Didáctica de la Educación
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Il posto –Cartón –Enunciado textual –Objeto reducido –¿Cómo construir un –¿Por qué un mismo
DIDACTICAE
cartón?
de presentación >>> proceso creativo
Hoja promocional –¿Cómo hacer y en el resultado?
como trabajo final. un fotomontaje? [en referencia
Universitat de Barcelona
a cómo se ha
(...)
|
desarrollado
la actividad en
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el otro grupo]
(...)
Mágico –Cartón –Enunciado visual. –Medida objeto a –¿Cómo construir un –Repetir es una acción
Mundo partir de la pieza objeto tridimensional habitual en el proceso
–Tijeras –Se ve el referente
Animal más grande posible. a partir de piezas de creación.
y se analiza.
2 –Regla bidimensionales?
–La pieza se debe –Trabajo por
–Centrado en la
Junzo –Papel de poner de pie. –¿Cómo hacer los ensayo y error.
manipulación
TERADA regalo encajes de las piezas?
(pensar haciendo –Formas figurativas –¿Cómo afecta el
–Cola maquetas (se tiene que –¿Cómo conseguir tiempo del que
(sin boceto previo). reconocer el animal). un animal tan grande disponemos en
–Pincel que quepa en un la realización de
–Ayuda –Aplicación color
sobre de medidas un ejercicio?
nos intentan enseñar de otra manera (…) deberíamos hacer una reflexión autocrítica…».
tridimensional estampado.
determinadas?
(animal de juguete) (...)
–¿Cómo hacer que se
–Sobre de
reconozca el animal?
presentación =
Sobre trabajo final. (...)
Figura 6. Cuadro comparativo de las dos actividades resultado de la discusión del grupo-clase. Fuente: propia.
donde la repetición forma parte del proceso para aprender mediante la experimentación y la reflexión».
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muy pautado. Nos quejamos de que el sistema educativo está basado en seguir el libro de texto y que se
aceptamos que habíamos sido poco receptivos y que estábamos acostumbrados a que nos lo dieran todo
«Emma nos pidió disculpas por no habernos sabido motivar, pero algunos de nosotros también
a un foco creativo gracias a las aportaciones individuales o colectivas y que precisa de entrenamiento. El
da muy poca importancia a la participación y reflexión de los niños, pero también protestamos cuando
a partir de accidentes o de nuevas ideas. Respecto al ejercicio 2 (…) usamos la técnica del ensayo-error (…)
ejercicio 1 cumplía con estas características, ya que la idea original de cada pareja había ido evolucionando
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los separaran en tres grupos según la siguiente valoración: «muy bien», «bien» y «regular». Ese fue
el inicio de una apasionada y fructífera discusión de dos horas en las que se puso en tela de juicio
la Libre Expresión. Se discutió sobre cómo se suelen afrontar los trabajos libres, nos cuestionamos
para quién se realizan, intentamos determinar qué se aprende con ellos, y definir cuál es el papel
Visual y Plástica. Didacticae, 6, 7-21.
del docente, cuáles son los criterios de evaluación, si es necesario evaluar todo lo que se hace en el
aula, además de muchos otros temas esenciales relacionados con el área (Figuras 8 y 9).
Figura 7. Trabajos de los alumnos que responden al título Mis zapatos me identifican. Fuente: propia.
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Figuras 8 y 9. Debate sobre el sentido de la actividad Mis zapatos me identifican. Fuente: propia.
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Los alumnos se resistieron a aceptar que la actividad «sólo» hubiera servido para «eso»,
por lo que, insistieron en preguntar si su trabajo puntuaba o no (se suele confundir la evaluación
con la calificación). Ante la dificultad de convencerlos de que «eso» era de vital importancia, les
comuniqué el sentido de la actividad a través de una carta, para que pudieran asimilar con más
calma la dimensión de la experiencia.
Actividades como esta pueden provocar confusión, consternación, enojo... y esta, sin
duda, la provocó. De todos modos, hubo quienes valoraron positivamente la experiencia. Valga
como ejemplo la siguiente cita de una estudiante (2010-2011_Ma):
«no me sentí en absoluto engañada, puede ser porque no sintiera perdidos ni el tiempo ni el esfuerzo
empleados. A estas alturas he aprendido que en la vida no podemos esperar una retribución por todo lo
que hacemos, ni siquiera por parte de nuestros seres queridos. Lo que hagamos pasará a formar parte de
nosotros y es algo que nos ayudará a comprendernos mejor. Tampoco pretendo hacer una apología de tu
método, y además puedo entender que muchos compañeros se sintieran molestos, pero creo que la lección
Bosch, E. (2019). «Metaclases» para la Didáctica de la Educación
que hemos aprendido perdurará en nuestra memoria muchísimo tiempo más que el recuerdo de unos
simples números añadidos a nuestro expediente académico. En resumen, eficaz lo ha sido, y mucho».
A pesar de la valoración positiva de «mi método», solo llevé a cabo esta experiencia una vez.
La razón es simple. Algunos estudiantes se sintieron realmente molestos, engañados, estafados…
Visual y Plástica. Didacticae, 6, 7-21.
y un cuatrimestre no es tiempo suficiente para poder reconstruir de nuevo una relación que, en mi
opinión, debe basarse en la confianza mutua. En este contexto, no son factibles experimentos como
este, por lo que esta práctica sería irrepetible. Aunque, como dice la alumna, el método fue eficaz
porque la «lección que hemos aprendido perdurará en nuestra memoria». De todos modos, siempre
que es posible, comparto y analizo con los estudiantes la descripción de esta experiencia que se
publicó con el título «Pensar y hacer o ¿hacer y pensar? Las competencias metadisciplinares desde la
Didáctica de la Educación Visual y Plástica» (Bosch, 2011). Y, en años posteriores, he puesto en
práctica pequeñas actividades que van en esta misma línea aunque no son de la envergadura de
Mis zapatos me identifican.
los maestros y profesores autores de artículos y capítulos de libro que han leído en casa como de-
beres; así como los profesores del área de toda su etapa escolar incluída su profesora actual (o sea,
yo). Además, deben proyectar el modelo docente de Plástica que desearían ser ellos en el futuro.
La calidad y profundidad de sus reflexiones son excelentes evidencias para saber si el alumno ha
identificado los temas esenciales de la asignatura.
Conclusión
Leer sobre didáctica y analizar las actuaciones docentes de maestros y profesores de arte de
diversas fuentes bibliográficas y cinematográficas ayuda enormemente al futuro maestro en su
formación. Pero aún es más efectivo proponerle que analice, comente y ponga en tela de juicio la
práctica docente de su actual docente. No es habitual que este se exponga delante de sus alumnos y
les pregunte continuamente por el sentido de los ejercicios propuestos, por la manera cómo se han
diseñado, que opinen sobre los referentes utilizados, y sobre el orden de las diferentes prácticas que
conforman las secuencias didácticas, etc. Esta exhibición invita a los alumnos a que cuestionen todo
lo que ocurre en el aula, les ayuda a desarrollar su espíritu crítico y a poner en práctica –aunque
sea de manera teórica, valga la incongruencia– los conocimientos que van adquiriendo en una
situación real. Esta exposición pública comporta entender los procesos de enseñanza-aprendizaje
como una acción colectiva, comunitaria, en la que todos los participantes se benefician, ya que la
crítica constructiva ha de ayudar también al docente, como buen profesional reflexivo que debería
ser (Schön, 1992), a corregir y mejorar su docencia.
Hacer evidente el diseño de la clase en metaclases debería darse también en las escuelas
de Primaria. Los escolares deberían conocer el sentido de los ejercicios que realizan, el porqué
de las actividades que hacen, y el porqué se han planteado así. Y, por supuesto, también en los
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institutos… Así, a nadie se le ocurriría pintar unos plátanos cuando el objetivo era observar cómo
la luz incidía en la piel de una manzana roja, estudiar las diferentes tonalidades de rojos e intentar
plasmar esa riqueza cromática en el papel, practicando la mezcla de colores con témpera... Yo
trabajo para que a mis alumnos no les pase nada parecido y, espero, que a los alumnos de mis
alumnos tampoco les ocurra.
Referencias bibliográficas
Bosch, E. (2011). Pensar y hacer o ¿hacer y pensar? Las competencias metadisciplinares desde la
didáctica de la educación visual y plástica. Aula de Innovación Educativa, 201, 45-49.
Civit, L., y Colell, S. (2005). ¿Plástica o manualidades? Educar a través de la expresión plástica.
Aula de Innovación Educativa, 138, 45-49.
Bosch, E. (2019). «Metaclases» para la Didáctica de la Educación
Schön, D.A. (1992) [1991]. La formación de profesionales reflexivos. Hacia un nuevo diseño de la
enseñanza y el aprendizaje en las profesiones. Barcelona: Paidós.
Visual y Plástica. Didacticae, 6, 7-21.
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